Hable Con Valentía - Parte 1 - Radical

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Hable Con Valentía – Parte 1

Recuerda la importancia de la revelación de Dios. Dios se revela a sí mismo como la Palabra y a través de la Palabra. Recuerda la seriedad de la proclamación del hombre. El predicador expone la voz de Dios y exalta la grandeza de Dios. En este mensaje sobre Hechos 2:14–41, el pastor David Platt nos recuerda la autoridad de la Palabra de Dios.

  1. Debido a la magnitud de la Palabra.
  2. Debido a la autoridad de la Palabra.
  3. Debido a la relevancia de la Palabra.
  4. Debido al propósito de la Palabra.
  5. Debido al efecto de la Palabra.

Si tiene una Biblia, y espero que sí, permítame invitarle a que la abra en Hechos capítulo 1.

Recuerdo un partido en particular que Heather y yo fuimos a ver. Fue Georgia versus Georgia Tech. Georgia Tech es una de nuestras rivales. Les ganamos de forma abrumadora, pero en cierta forma, ellos son los rivales en el Estado. Íbamos al partido. Alguien nos había dado las entradas. Fue en el Estadio de Atlanta Georgia Tech. Teníamos nuestras entradas y caminamos a los asientos. No conocíamos a nadie más de los que habían asistido, sin embargo, si han asistido a algún partido de fútbol universitario, usted sabrá cómo es. Se torna en el mejor amigo/a con aquel que está sentado/a a su lado, unidos juntos en su amor por el fútbol de Georgia. Entonces, estábamos sentados, conversando y pasando un buen momento con la mayoría de las personas. Había un tipo a mi izquierda que era un poco raro, y un poco diferente; había algo distinto en él… si usted ha asistido a un partido de fútbol universitario, conociera a este tipo de personas, había algo raro en él, así que en cierta forma mantuve mi distancia con él.

Cuando el partido comenzó, nos paramos empezamos a animar nuestro equipo. La primera vez que Georgia anotó un touchdown, todo el mundo se volvió loco. Empezamos a chocar palmas con un montón de tipos que nunca había visto antes. De repente, miré a mi izquierda, gran error. En un instante, me encuentro en abrazado por este hombre. Me abrazó y empezamos a saltar juntos. Pensé que iba a besarme, tuvimos un momento interesante ahí, y eso continuó durante todo el partido. No él y yo abrazándonos  y besándonos, sino por la intensidad de esa escena.

Recuerdo a en el medio tiempo, estábamos hablando con alguna de las personas a nuestro alrededor. Me preguntaban que hacía. Les decía que era pastor. Fue muy interesante; su lenguaje cambió luego de eso, lo cual fue algo bueno. Después, recuerdo durante toda la segunda mitad, detrás de mí estaba esta dama en particular, que en cada momento de intensidad, en una jugada cerrada, ella se abalanzaba hacia mí y me agarraba la camiseta y me decía, “!Oré ahora!… Él lo escuchará”.

El celo, la pasión y la emoción de la caída. Jonathan Edwards, en un momento de la historia, la historia de una iglesia que se hizo conocida como un gran Avivamiento dijo esto:

“Nuestra delicia externa, nuestros placeres terrenales, nuestra ambición, nuestra reputación, nuestras relaciones humanas, para todas estas cosas, nuestros deseos están anhelantes, nuestros fuertes apetitos, nuestro amor cálido y afectivo. Cuando se trata de estas cosas, nuestros corazones son tiernos y sensibles, profundamente impresionados, movidos con facilidad, muy interesados y altamente comprometidos. Nos deprimimos en nuestras pérdidas y nos emocionamos y gozamos de cualquier éxito mundano o prosperidad. Pero cuando se trata de los asuntos espirituales, que pesado nos sentimos”

Él dijo: “Cuan pesado y duros son nuestros corazones; podemos sentarnos aquí a la altura infinita y longitud y la anchura y el amor de Dios y de Jesucristo, de su dar a su Hijo amado infinitamente, y sin embargo se sienta allí, frío e impasible. Si vamos a estar excitados de algo, ¿No debería ser de nuestras vidas espirituales? ¿Existe algo más inspirador, más excitante, más querido y deseable en el Cielo o en la Tierra que el Evangelio de Jesucristo? Deberíamos ser absolutamente humildes que no estamos más emocionalmente afectad que lo que estamos en la iglesia”

Esta es una forma radicalmente diferente de ver la vida en los Estados Unidos. Mi oración es que por encima de toda afección, emoción o pasión, que Dios comience un avivamiento en esta iglesia, que Él abra nuestros ojos en una nueva y fresca forma de ver Su infinita grandeza y Su impresionante gloria; que Él abra nuestros corazones para sentir el peso de la gigantesca necesidad de los perdidos y muertos en el mundo; que Él al final haga esto y que nos rindamos a nosotros mismos, nuestras vidas individuales, nuestras vidas como iglesia, que nos entreguemos a nosotros mismos al avance de Su reino en este lugar y entre los billones de personas que aún no han escuchado el nombre de Jesús.

Quisiera que habláramos acerca de lo que llamaremos un “Despertar Misionero” y lo que quiero significar con esto es que estoy orando para que Dios nos levante en nuestra cultura de iglesia en el Sur, para ver genuinamente, verdaderamente, auténticamente, no artificialmente, ver la Su gloria, ser cautivados por Su gloria, y rendirnos a nosotros mismos completamente a Su misión como lo más importante en nuestras vidas, la integración, prioridad absoluta en todo lo que hacemos. Oro para que Dios haga algo diferente en nuestros días y era, y esta familia de la fe, que tendrá una eterna diferencia global.

Hechos 1 y 2 fue donde eso se basó, esta idea del “Despertar Misionero”, y pienso que eso es exactamente lo que estamos viendo. Lo que quiero que hagamos es tener una panorámica amplia de estos dos capítulos. Pensar en estas oraciones y cómo se relacionan al texto. “O Dios has despertar nuestro afecto de manera que obedezcamos a Tu Espíritu y nos rindamos a tu misión global” Quiero que vean cómo esta oración está enraizada en Hechos capítulo 1 y 2.

El Espíritu Santo

Hechos capítulo 1, empezaremos en el verso uno y leeremos esta primera sección “En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido; a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios. Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.”

“Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;  pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos”.

“Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo”.

Ahora, al llegar a esta parte del libro de Hecho, debemos entender quién está escribiendo esto, alguien llamado Lucas. Lucas también escribió el evangelio de Lucas. Lucas termina en el capítulo 24, el último capítulo del libro de Lucas, y retoma en Hechos capítulo 1 en el mismo lugar, en Jerusalén, exactamente con la misma promesa: en Lucas 24, Jesús prometió que revestiría a Sus discípulos con poder de lo alto, en Hechos 1 Jesús dice: “Y recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo”. El mismo plan está delineado en Lucas 24:47-49. Ellos hablan acerca de cómo el arrepentimiento, perdón de pecados será predicado en todo el mundo. Eso es exactamente lo que está pasando aquí, así que vemos cómo se interconecta, una continuación del libro de Lucas. Debemos entender lo que está pasando aquí en la mente de Lucas, y pienso que vemos eso en el primer verso. Quiero invitarle a que señale una palabra en el verso 1, no la subraye si no está en su Biblia, pero si está entonces hágalo.

“En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús” aquí está la palabra: “ comenzó a hacer y a enseñar…” la palabra “comenzó” lo que Lucas está diciendo es “He escrito el evangelio de Lucas, esta historia, todo acerca de cómo comenzó Jesús”. Lo que Él comenzó ha hacer, ese es el principio. Obviamente la implicación es, en la medida en que continuamos en el pasaje, ese Jesús continúa haciendo y enseñando todas estas cosas. Él comenzó el evangelio de Lucas, ahora está continuando el libro de Hechos. Eso hace sentido hasta que llegamos al verso 11, y Lucas nos acaba de decir, que Jesús continúa haciendo y enseñando estas cosas, y en el verso 11, Jesús sale de escena. En el resto del libro de Hechos, pocas veces vemos la presencia física de Jesús. Entonces, ¿Cómo Jesús continúa haciendo estas cosas si Él no está a través de la mayor parte del libro de Hechos?

Esa es la belleza de lo que este pasaje nos está enseñando. Porque  el Espíritu Santo vino, fue su la presencia de Cristo habitando en ellos. Esa es la razón de por qué el final de Juan, Jesús pudo haber dicho, “Cuando me vaya, ustedes harán cosas aún mayores que las que he hecho”, Él ha hecho varias cosas grandes, ya sea caminar sobre el agua, alimentar 5,000 personas con cinco panes y dos peces, Él ha hecho varias cosas asombrosas, pero Él dice “ustedes harán cosas aún mayores”, ¿Por qué? Porque Él vive en cada uno de nosotros en esta sala. Él es el principio en Hechos capítulo 1. Continúa aún hoy en la Iglesia BrookHills en 2006. Qué imagen más interesante. Lo que quiero que vean que desde el principio es que la fuerza que dirige esta misión de la iglesia primitiva fue la persona de Jesucristo. No fue un programa, no fue un proyecto en el cual ellos se involucrarían. Fue la persona de Cristo viviendo en ellos, habitando en ellos, y habilitándoles par que alcanzaran esta misión. Como resultado, Jesús fue el centro de esta misión.

Algunas características de Cristo que vemos aquí, en Hechos capítulo 1: Número uno, Jesús es el Salvador resucitado. En el verso 3, Él dijo, “después de haber padecido, se presentó” en otras palabras, luego de pasar por la cruz y morir, “se presentó vivo con muchas pruebas indubitables” Él no es el Salvador muerto, Él es el Salvador resucitado. Estas personas habían sido testigos de Jesús un día vivo, al día siguiente muerto, y al día siguiente vivo. Estaban cautivados por la resurrección de Cristo. No fue solo una mera doctrina que había en el pasado, era algo que estaba vivo y viviendo dentro de ellos. Esta idea que Jesús se había levantado de la tumba.

Recuerdo que estaba hablado hace algunos días atrás con un adolescente que había pasado por unos momentos difíciles en su vida recientemente. Él me estaba hablando y él dijo “Me acosté en mi cama en la noche, y en la oscuridad sentía ese ambiente de muerte y tuve miedo al punto que no podía dormir” Lo miré y le dije, “Sabes que existe alguien que conquistó la muerte. Cuando confías en Él para salvarte entonces ya no tienes que temerle a la muerte” Esas son buenas noticias. Son buenas noticias para todos aquellos que estamos aquí, no importa que tanto cáncer, no importan que tan enfermo, o que tan adolorido, no importa que tantos accidentes hayan pasado de forma aleatoria, sabemos que tenemos la victoria sobre la muerte a través de nuestro Salvador resucitado. Eso es más importante que cualquier otra cosa en este mundo. Es más importante que la cantidad de dinero que ganemos, o cómo guiemos nuestras familias. Es la decisión más importante que haremos en nuestra vida. ¿Cómo responderemos al Salvador resucitado?

Él es el Salvador resucitado

Todos tenemos que responder esa pregunta. Si alguna vez has respondido esa pregunta en tu vida y dijiste “Voy a confiar en el Salvador resucitado” quiero que sepas que no basado en nada que hayas hecho, sino basado en lo que Cristo hizo, y su muerte y resurrección, puedes salir de esta sala hoy, sabiendo que no existe temor en la muerte. Él es el Salvador resucitado.

Segundo, Él es el Señor exaltado. Cuatro veces en este primer capítulo, vemos que enfatiza que Dios fue llevado a los cielos. Puede subrayarlos si quiere. En el verso 2 dice: “hasta el día en que fue recibido arriba” ahora baje un poco al verso 9, dice: “Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.” Continuemos al verso 11 a la mitad del verso dice: “Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo” y pasamos al verso 22, “comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba”. Cuatro veces, solo en este pasaje, Lucas enfatiza que Jesús no solo es el Salvador resucitado, sino que es el Señor exaltado. Él ascendió a los cielos, sentado a la diestra del Padre, en donde fue provisto de dones, para darlos por gracia a Su pueblo. Él es el Señor exaltado.

Esta es la misma imagen que vemos de parte de Pablo en Filipenses 2:9-11: “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”. Eso fue inmenso para la iglesia primitiva. Estaban a punto de ver momentos difíciles y estaban a punto de enfrentar férrea persecución, y momentos de tribulación y confusión, esto sería bueno para ellos saber que encada paso del camino, ellos podían ver al cielo que Jesús estaba en el trono. ¿No sería bueno cuando estamos confundidos, cuando las cosas no salen exactamente de la forma que deberían en nuestras familias, mirar arriba y ver que Jesús es el Señor exaltado? ¿Qué Él está en control? Él es el Salvador resucitado, Él es el Señor exaltado, y tercero, el rey que vendrá.

Ellos vieron a Jesús, imagínese la emoción, tenía a Jesús una vez más entre ellos, se levantó de la tumba, pasaron algunos días juntos, y luego de repente un día se va, y en un instante, ya no está. Dos personas se aparecen y dicen: “¿Qué están mirando?” – “¿Qué creen que estamos mirando? ¡Jesús se fue al cielo!” estos dos personajes dijeron: “De la misma forma que lo vieron subir, un día Él volverá” Esa es una verdad asombrosa. Este mundo no es mi hogar. No importa cuán fastidioso se ponga, no importa qué tan confuso se torno, no importa cuántas heridas ocasione, y sé que en esta familia de la fe, aún la semana pasada, he estado consciente y he hablado con varios de ustedes que está pasando por momentos difíciles, y sé que hay varias historias como esta, y quiero recordarles que este mundo no es su hogar. Jesús vuelve por Su pueblo. Él es el Salvador resucitado, el Señor exaltado, y el rey que vuelve. Eso es razón válida para seguir a Dios. Ese es un Dios digno de que abandonemos todo. Lo que quiero que vean es que en la medida en que avanzamos en el libro de los Hechos, a medida que empecemos esto, pasión por el reino de Dios, está lleno por la pasión por el Rey.

Esto es algo de lo cual tenemos que aferrarnos. Dios ha prometido bendecir la iglesia que exalta a Su Hijo, que busca Su grandeza, Su gloria, y Su majestad; que no viene a un juego artificial cada semana, canta alabanzas a algo ahí afuera, cuando realmente empezamos a agarrar la grandeza de Cristo, y Él se torna en el centro de nuestras vidas, en el centro de nuestras familias, el centro de nuestra iglesia, entonces hemos asegurado la bendición de Dios. Dios despierta nuestros afectos por Cristo como nuestro Salvador, nuestro Señor y el Rey que vendrá.

Esta es la fuerza que dirige todo el libro de Hechos. Dios despertando nuestro afecto.

Segundo, Dios levantando nuestro afecto para que obedezcamos Su Espíritu. Quiero que vaya conmigo al siguiente capítulo 2. Ahora, las cosas empiezan a ser buenas. Miran a Hechos capítulo 2, y quiero que imagine esta escena. Alguno de ustedes puede que hayan escuchado este pasaje anteriormente; imagine como que esta es su primera vez. Escuche esto: “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”.

“Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de Africa más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios. Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto?”

“Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto.” Estos están “borrachos” ¿Qué está pasando aquí?” el despertar de nuestros afectos, de manera que obedecemos Tu Espíritu. Ahora estos versos que acabamos de leer están tan llenos de significado. De manera que para entender lo que está pasando aquí, tenemos que entender un poco de parte del trasfondo del Viejo Testamento. Haremos algunos cambios por algunos minutos, y quiero que vean algunas cosas develadas en las Escrituras que son realmente asombrosas sobre el rol del Espíritu Santo en nuestras vidas, y el rol del Espíritu Santo en la iglesia, porque no existe un solo detalle en estos trece versículos que esté ahí por accidente. Están saturados una y otra vez.

Empecemos cambiando hacia la izquierda, vayan devuelta, pueden buscar en su tabla de contenido, Ezequiel capítulo 37. Isaías, Jeremías, Lamentaciones, y luego llegan a Ezequiel. Esta justo antes de Daniel. Quiero que vean a Ezequiel capítulo 37. Ahora, y cuando cambien aquí, tenga un dedo en Hechos capítulo 2, si puede, porque estaremos yendo adelante y hacia atrás por momentos, y debe tenerlos ambos preparados. Vamos a ejercitarnos hoy en la Palabra.

Ezequiel 37, mientras llegan ahí, lo que necesitamos entender es que eso que se llama Pentecostés en Hechos capítulo 2 fue una festividad que data del Viejo Testamento. Pentecostés literalmente significa “quincuagésimo” porque era celebrado el quincuagésimo día después de la Pascua. Lo que vamos a ver es que algunas cosas pasaron en Pentecostés que fueron habladas mucho antes en el Antiguo Testamento, que nos ayudaran a entender la gravedad de lo que está pasando en Hechos capítulo 2. Primero, cuando vimos en Hechos capítulo 2, que esto suena como un viento recio  viene sobre ellos, y entienda esto; no es un viento en realidad, sin embargo, sonó como un viento, sonó como un tornado o un huracán, pero no sentían nada, pero veían eso, estaban escuchando esto que estaba tomando lugar a su alrededor, esta intensa imagen del viento. Ahora, a través de todo el viejo testamento, el viento es con frecuencia utilizado para simbolizar la presencia de Dios, aún el mismo aliento de Dios, Su presencia viviendo entre Su pueblo, y eso es exactamente de lo que se está hablando en Ezequiel capítulo 37. Quiero que vea conmigo el verso 4.

Esto fue un momento donde el pueblo de Dios estaba pasando diferentes pruebas y había desobedecido a Dios, básicamente estaban muertos en su religión. Miren lo que pasó en el verso 4:

“Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová”. La imagen aquí es un valle de huesos secos, de muerte; es simbólico de Dios diciendo: “Soplaré vida en eso”. Eso es lo que Él hace en los siguientes versos.

Luego llegamos al verso 12. Luego que eso pasa, la Biblia dice: Por tanto, profetiza, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel. Y sabréis que yo soy Jehová, cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras sepulturas…” (Básicamente, los pone delante de ellos) “Y pondré…”(pongan atención a esto) “mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová”.

Lo primero que el Espíritu Santo no está permitiendo hacer en Hechos capítulo 2 es experimentar la presencia de Dios. A través de todo el Viejo Testamento, en diferentes puntos, vemos al Espíritu Santo viniendo sobre las personas, pero no se quedaba en ellos. Él venía y se iba. Cuando llegamos a Hechos capítulo 2, este viento viene y es símbolo de la presencia de Dios, igual que Ezequiel capítulo 37, versos 13 y 14; Él dijo: “Pondré mi Espíritu” no con vosotros, sino  “en vosotros”. El Espíritu de Dios no solamente habitará entre ustedes, el Espíritu de Dios vivirá dentro de ti. Eso es exactamente lo que vemos que pasa aquí.

El Espíritu de Dios

Hechos capítulo 2 – El Espíritu de Dios viniendo a habitar, no solo con Su pueblo, sino en Su pueblo. El Espíritu Santo nos permite experimentar la presencia de Dios. El Espíritu Santo nos llena, nos muestra la belleza de Cristo. Hablamos acerca del despertar de nuestros afectos. No podemos tener nuestros afectos despiertos tocando buena música y teniendo buenos sermones. Eso solo no hace nada. Es necesario tener el Espíritu Santo para experimentar la presencia de Dios. Eso es lo primero que estamos viendo.

Luego se pone aún mejor. Quiero que vean lo que pasa después. No solamente el Espíritu de Dios nos permite experimentar la presencia de Dios, sino que el Espíritu Santo nos permite obedecer los mandatos de Dios. Ahora, necesito que siga de cerca esto conmigo. Pentecostés, quincuagésimo día después de la Pascua. Esta fiesta que ellos celebran, que se convirtió conocida y la tradición fue que en Pentecostés ellos celebrarían el recibimiento de la Ley, Los Diez Mandamientos al principio del Viejo Testamento, cuando la Ley les fue entregada por Dios a Su pueblo. Pentecostés era el día cuando ellos celebrarían que eso pasó. Era la celebración que ellos tenían cincuenta días después de la Pascua.

Ahora, llegamos al Nuevo Testamento, eso es lo que vemos en el Viejo Testamento, cuando llegamos al Nuevo Testamento, y Lucas capítulo 22 verso 24 dice que Jesús murió durante ese día, la Pascua. En ese momento muere Jesús. En ese momento fue crucificado. Solo por coincidencia, 50 días después vemos el Espíritu Santo venir. Esto es interesante. Eso inicia a alertarnos de que algo está sucediendo ahí. Ahora, recuerden, esto era una celebración, todos los judíos de todas partes se juntaban para celebrar y recordar el día cuando Dios dio Su Ley a Su pueblo, y quisiera que pausaran el paso aquí en Hechos 2, y volviéramos a Éxodo capítulo 19, es el segundo libro de la Biblia. Quiero que vean a Éxodo capítulo 19. Aquí es cuando se pone bueno.

Esta es la historia del pueblo de Dios encontrándose con Él en el lugar llamado Monte Sinaí. Fue allí en donde Dios dio la Ley.  Quiero que miren a Éxodo capítulo 19 verso 16. Quiero que piensen en esto; quiero que visualicen y vean si encuentran similitudes entre esto y lo que pasa en Hechos capítulo 2.

“Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento. Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios; y se detuvieron al pie del monte.” Imagine esto: Moisés nos ha sacado, estamos parados al pie de la montaña. El monte Sinaí estaba cubierto de humo porque el Señor había descendido ¿En qué? En Fuego. El humo se elevaba como humo de horno. “Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera”.

“El sonido de la bocina iba aumentando en extremo; Moisés hablaba, y Dios le respondía con voz tronante. Y descendió Jehová sobre el monte Sinaí, sobre la cumbre del monte; y llamó Jehová a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió. Y Jehová dijo a Moisés: Desciende, ordena al pueblo que no traspase los límites para ver a Jehová, porque caerá multitud de ellos. También que se santifiquen los sacerdotes que se acercan a Jehová, para que Jehová no haga en ellos estrago”.

Esto es lo que está pasando. Dios se reúne con Su pueblo en el Monte Sinaí. Él se revela así mismo en este fuego en la montaña. Es un fuego que básicamente le dice al pueblo “Apártense, ustedes no tiene que subir a la montaña, hoy no les toca alpinismo, porque la grandeza de la gloria de Dios, ustedes no pueden verla cara a cara con esto en el medio. Aparten un mediador, por sus pecados, por el hecho de que se han separado de Dios por sus pecados, ustedes no pueden estar cara a cara con Dios de esta forma con la gloria de Dios como esta, en esta escena de fuego”

Cuando llegamos a Hechos capítulo 2, en el día cuando casualmente ellos recuerdan esto, cuando ellos no podía acercarse a Dios porque fuego estaba bajando de la montaña, de repente, ellos levanta la mirada, y ¿qué ven a su alrededor? Lenguas de fuego. ¿Interesante no? estaban viendo el hecho de que las cosas están cambiando. Ellos tienen la capacidad de entrar a la presencia de Dios. ¿Cómo puede ser esto? Jesús es el Salvador resucitado, es el Señor exaltado, y es el Rey que vendrá. Por lo que Cristo había hecho, ahora el Espíritu Santo, les fue dado a Su pueblo y la presencia de Dios estaba cara a cara con Su pueblo en una nueva forma.

Ahora, esto fue lo que pasó en Éxodo capítulo 19. Cuando llegamos al siguiente capítulo, vemos los Diez Mandamientos. Luego, del capítulo 20 hasta el capítulo 31, la Ley es dada. Por lo próximos once capítulos, vemos la Ley dada. Ahora quiero que vengan a Éxodo capítulo 31, y quiero que vean conmigo en el verso 18. Vean Éxodo capítulo 31, verso 18. Esto concluye la entrega de la Ley. La Biblia dice que cuando el Señor terminó de hablar a Moisés en el monte Sinaí, Él le dio las dos tablas del testamento de la Ley de Dios escrita en estas tablas de piedra, las tablas de piedra inscritas por el dedo de Dios. Dios está dándole las tablas. Moisés vuelve al pueblo y si recuerda lo que pasó en Éxodo capítulo 32, el pueblo se había tornado en contra de Dios mientras Moisés estaba en el Monte Sinaí. Ellos habían tomado un becerro de oro, y se postraron delante de él adorándole y presentándole ofrendas, haciendo ídolos delante de Dios. El juicio de Dios viene sobre ellos, y cuando llegamos al capítulo 32 vean el verso 28: La Biblia dice, “Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés” y escuchen  esto:  “y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres”. En este día cuando ellos piensan en la Ley de dada, Moisés descendiendo de la montaña, él los encuentra adorando a un becerro de oro. Tres mil personas del pueblo de Dios murieron en el juicio de Dios ese día.

En Hechos capítulo 2, ellos están pensando en eso, están recordando esa fiesta de ese día, con esta fiesta en Hechos capítulo 2 cuando vuelve al verso 37, luego de que Pedro predica, la Biblia dice:  “Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?” vuele los siguientes versos hasta el 41, y ¿qué dice la Biblia? “Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados;” y ¿Cuántas personas se añadieron ese día? ¿Coincidencia?  Ese día cuando ellos recordaban tres mil personas murieron bajo el juicio de Dios, tres mil personas recibieron vida a través de la gracia de Dios. La Biblia es buena ¿verdad?  Dios trayendo Su presencia a Su pueblo, Dios trayendo gracia a Su pueblo.

Esta comparación entre la Ley y el Espíritu continúa a través del Nuevo Testamento. 2da Corintios 3:7-8 habla acerca de cómo la ley del Viejo Testamento fue dada en estas tablas de piedra, que solo trajo muerte porque nadie estaba a la altura de la ley, no podíamos hacerlo. Jesús vino y Él si estaba a la altura de la Ley, Él dio su vida, luego envía Su Espíritu Santo y en 2da Corintios 3:7-8 dice ahora, en comparación con las viejas tablas de piedra, que tenemos el Espíritu de Dios escribiendo la Ley en nuestros corazones. La imagen en el Viejo Testamento es que no podíamos cumplir esa Ley, no podías cumplirla, así que necesitabas de alguien que intercediera por ti entre tú y Dios. En el Nuevo Testamento, Jesús hizo eso, y luego envía Su Espíritu, que no capacita para obedecer todo a lo que Dios nos ha llamado a hacer. El Espíritu Santo es bastante importante. El nos permite obedecer los mandatos de Dios.

Tercera cosa, se pone aún mejor. El Espíritu Santo nos permite experimentar la presencia de Dios, obedecer los mandatos de Dios y finalmente cumplir el propósito de Dios.

Judíos temerosos de Dios

Vuelva a Hechos capítulo 2, y la Biblia dice en el verso 5, “Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo”. De todas las naciones bajo el cielo, judíos temerosos de Dios, y la lista de esas naciones y la lista de esas diferentes lenguas, y de hecho dice que esas personas empezar a hablar en otras lenguas. Ha habido diferentes discusiones históricas en la iglesia acerca de qué tipo de lenguas fueron. ¿Fueron algún tipo de lenguaje que no era pasible de ser entendido por nadie más? Bueno, obviamente no, eso no es lo que está pasando aquí. Esta no es una lengua misteriosa. Estas personas están sentadas aquí de todas estas diferentes naciones y ellos dicen “estos Galileos” (que es básicamente un grupo de personas que no eran altamente respetados en esa época) “estas personas están hablando en diferentes lenguas que podemos entender”. Ahora, quiero que piensen acerca del trasfondo que subyace en eso, y el propósito de Dios que nos ayuda a entender esto. Deje este punto por un momento, y vayamos a Génesis. Quiero que veamos Génesis capítulo 11. Sé que han ido a diferentes lugares de sus Biblias hoy, y quiero que vean en Génesis 11 verso 1.

Lo que vemos en Génesis capítulo 10, es toda una lista de diferentes naciones. Quiero que vean en Génesis 11 de todas maneras, verso 1. Quiero que recuerden qué pasa aquí. Dice: “Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras, Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí. Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla. Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra. Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres”.

“Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.”

Lo que pasó fue, una vez más en el Viejo Testamento, estábamos viendo el juicio de Dios venir sobre estas personas cuando ellos, en su orgullo arrogante y desobediencia al mandamiento de Dios, para hacer Su gloria conocida, y el mandato de Dios a que se multiplicaran sobre la faz de la tierra, Él dice: “Los voy a esparcir” todas estas lenguas, y fueron divididos en sus diferentes lenguas, en este punto entonces llegamos a Génesis capítulo 12. Hemos visto esto anteriormente, versos 1, 2 y 3 en donde Dios le promete a Abraham, y Dios le dice a Abraham, “Te bendeciré” y en el verso 3 Él dice: “Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”. De manera que lo que vemos es el juicio de Dios en el capítulo 11, y en capítulo 12 vemos a Dios prometiendo: “Tengo un propósito, te voy a usar Abraham, para traer bendición a todas las personas de la tierra”.

Ahora, a la luz de ese trasfondo, volvemos a Hechos capítulo 2, y vemos al Espíritu Santo descender. Algunos dicen que en Hechos capítulo 2, vemos esta torre de Babel de Génesis 11 al revés. Ese obviamente no es el caso. Ellos no están hablando el mismo idioma. Ellos están hablando en su idioma de origen, pero no pierda esto. Este juicio que vemos en Génesis capítulo 11: de hablar en diferentes lenguas, ellos fueron divididos; en Hechos capítulo 2, ellos aún tenían sus diferentes lenguas, pero estaban unidos en una cosa: Estas son de las maravillas de Dios, que son declaradas en el evangelio de Jesús y de las cuales Pedro predica. Lo que tenemos es que aún siguen las diferentes lenguas, pero ahora tenemos unidad- una increíble y hermosa unidad, en medio de toda esta diversidad, entre tantos tipos distintos de pueblos, y vemos la evidencia de eso en todo el mundo hoy. El propósito de Dios es usar la simiente de Abraham, el pueblo Judío, de la misma forma que vemos en Hechos capítulo 2, para traer unidad en esa diversidad, y la unidad viene en torno al Evangelio, la verdad, el mensaje de Jesucristo.

Ahora, ¿Qué quieres decir con que el Espíritu Santo nos habilita para cumplir el propósito de Dios? permítanme recordarles que en Apocalipsis 7:9-10 dice: “Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero”. Ese es todo el propósito en toda una eternidad. Este será un día cuando personas de Irán e Iraq y el Líbano e Israel, China y el Norte de Corea, Brasil y los Estados Unidos, todos estarán reunidos alrededor del trono, y en diferentes lenguas como uno alabaremos a Cristo. Ese es el propósito de Dios, y fue el propósito de Dios en Hechos capítulo 2, y todavía es el propósito de Dios hoy. Es por eso que la Iglesia en BrookHills no puede estar contenta con alcanzar este lugar para Cristo. Estamos creados para impactar a todos los pueblos, todas las lenguas, todas las naciones con Su gloria, y Su bondad, y el Espíritu de Dios en nosotros para ese propósito. La Palabra es buena.

Experimentamos la presencia de Dios a través de Su Espíritu, obedecemos Sus mandamientos, a través del Espíritu y cumplimos Su propósito a través del Espíritu. Ahora, miren lo que pasa cuando el Espíritu llena la iglesia. Dos cosas pasan en este pasaje en Hechos capítulo 2. Número uno, la iglesia  se encuentra en temor. ¿Se imaginan que esto pasa en esta sala? Ellos solamente tenía 120 personas allí, pero si usted solo pudiera imaginarse, de repente este extraño sonido de tornado-huracán viene y realmente no sabemos lo que está pasando, y luego vemos como lenguas de fuego sobre cada uno de nosotros. ¡Wao!, ¡verdaderamente que BrookHills saldrá toda hoy, esto está encendido! De repente todos empezamos a hablar en diferentes lenguas y que hace 30 segundos no sabíamos. La Iglesia se para en temor cuando el Espíritu llena a Su pueblo.

Solo que la Iglesia se para en temor, sino que el mundo queda sorprendido. Todas estas personas viene corriendo y sorprendidos de lo que está pasando entre estas personas. Oro para que Dios obre en la Iglesia en BrookHills  de tal manera, que las personas de esta comunidad queden sorprendidas. No estoy hablando de que queden sorprendidas por la buena música o por los buenos sermones, sino sorprendidas por el Espíritu, el poder de Dios entre Su pueblo, que seamos conocidos como una Iglesia en la cual el Espíritu de Dios es fuerte.

Lo que estoy a punto de decir, quiero ser bastante cauteloso para ser claro. Cuando vamos a Hechos capítulo 2, esto es un evento único en la historia de la iglesia. Es la inauguración de la venida del Espíritu Santo sobre Su pueblo. No tenemos que orar para que haya otro Pentecostés. Mire, así es que como esto funciona: El resto del Nuevo Testamento enseña que cuando ponemos nuestra fe en Cristo, el Espíritu Santo habita en todos nosotros. Por lo tanto, si has puesto tu fe en Cristo, el Espíritu Santo habita en ti. Él vive en ti. Exactamente lo que vemos en estas realidades de Hechos capítulo 2, ya tenemos eso.

Sin embargo, al mismo tiempo, a través de la historia de la Iglesia, ha habido momentos cuando el Espíritu de Dios se ha movido de manera inusual, fresca e inexplicable entre Su pueblo que ha traído grandes cambios en la Iglesia, y ha traído a muchas personas a Cristo. En 1806, un hombre llamado Samuel Mills y otras cuatro personas, estudiantes universitarios, empezaron a orar para que Dios derramara Su Espíritu en ellos y en su campus universitario de manera inusual. Ellos se comprometieron a orar una y otra vez, un día cuando ellos estaban orando fuera del campo. Una tormenta venía, y ellos comenzaron a correr de vuelta al campo, pero no pudieron llegar a tiempo. Se escondieron en un almiar, y allí ellos se arrodillaron y continuaron su momento de oración. Esto se conoce como la reunión de oración del almiar. En agosto 1805, exactamente 200 años atrás, estos jóvenes hacen esto y comienza a orar por un derramamiento fresco del Espíritu de Dios que causará en ellos que vayan a las naciones en misión. Hasta ese momento, Estados Unidos, no había enviado misioneros a ultramar. Estos jóvenes empezaron a orar por eso, y los años que siguieron, entre un tercio y la mitad de todas las universidades de mayor preponderancia académica como Yale, Princeton y Darmouth, ellas tuvieron entre un tercio y la mitad de los estudiantes salvos, vinieron a la fe en Cristo. Lo que paso fue el principio de un movimiento misionero que envió a los primeros norteamericanos misioneros a ultramar. Un despertar misionero.

Casi exactamente 100 años después en Gales, un hombre llamado Evan Roberts, empezó a leer acerca de estas cosas, y él empezó a orar para que Dios lo hiciera en sus tiempos. Él empezó a orar. Él predicó un mensaje un día a 17 personas sobre dejar nuestro pecado y pedirle a Dios que traiga un avivamiento entre Su pueblo. Dios hizo algo ese día que creó más oportunidades y más oportunidades  y dentro de 3 meses en Gales, 100,000 personas habían venido a la fe en Cristo. En tres meses. Un derramamiento inusual del Espíritu de Dios, y no paró ahí. Eso comenzó a ser conocido como el Movimiento Misionero Laico, en otras palabras, miembros regulares de una iglesia asumiendo la responsabilidad de impactar al mundo con la gloria de Cristo, y ellos tomaron y comenzaron a repartirse a otras naciones. En Indonesia, la población cristiana se triplicó en solo 7 años. En la India, la población cristiana creció 7 veces más rápido que la población Hindú. En todo el mundo vieron la evidencia del derramamiento del Espíritu de Dios.

Ahora, no estoy diciendo en ninguna forma que debamos vivir en el pasado, o que siempre tenemos que mirar el pasado, no creo que la Biblia nos enseñe eso. Digo esto, creo que la Biblia nos enseña esto: Yo quiero que Dios lo vuelva a hacer. Quiero que oremos para que Dios derrame de Su Espíritu. No podemos manufacturar un movimiento como ese. No podemos organizar un programa como ese, pero podemos poner nuestros rostros y pedirle a Dios que derrame Su Espíritu en este lugar de tal manera que todas las naciones vean la gloria de Cristo. Oro par que Dios haga eso en nuestros días, en nuestra generación. Avive nuestro afecto, Dios que obedezcamos Tu Espíritu y nos rindamos a Tu misión mundial.

El Evangelio ira de Jerusalén a Judea y Samario

Básicamente lo que pasa, es que ya hemos visto en Hechos 1:8, el Evangelio ira de Jerusalén a Judea y Samario hasta lo último de la tierra. Algunas personas miran esto muchas veces como un esquema del Evangelio, sin embargo, no olviden que esto fue dicho a unas personas en específico en cierto lugar, y básicamente está diciendo “ustedes van desde Jerusalén al mundo, y ustedes van a impactar al mundo” Todavía existen un billón de personas que no han escuchado el nombre de Jesús, de manera que lo último de la tierra aún es un objetivo, basado en Hechos 1:8.

Cuando vamos a Hechos capítulo 2, sin embargo, quiero que leamos el pasaje final. Verso 42, después de haber sucedido todo esto, quiero que vean lo que pasó “Y perseveraban” mientras esas 3 mil personas fueron salvas, todos ellos se juntaron, la primera imagen de la iglesia “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”

Esa primera imagen que vemos de la iglesia primitiva es la que va a guiarnos el resto de nuestro tiempo en la serie “Diferentes para hacer la Diferencia”. Quiero que vean que esta iglesia primitiva priorizó algunas cosas en sus vidas, y hay algunas cosas en las que quisiera retarnos a que prioricemos.

Prioridades de la iglesia, número uno: hablar con denuedo. “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles” esa es toda la historia que vemos que pasa en Hechos capítulo 2. Vemos el pueblo de Dios impulsados hacia las calles. Ellos se juntaron en esta pequeña sala orando por el Espíritu Santo, y el Espíritu Santo viene. Ellos son impulsados a las calles, en donde proclamaban la verdad en sus culturas, no era un mensaje popular. Debemos ser personas que conocen la verdad y proclaman la verdad en una cultura marcada por el pluralismo religioso, el relativismo moral y el escepticismo bíblico como tenemos hoy día en nuestra nación. ¿Seremos la familia de la fe que conoce la verdad y proclama la verdad? Hablar con denuedo.

Cuidado Sacrificado

Número dos: Cuidado Sacrificado. Ellos perseveraban en la doctrina de los apóstoles en comunión unos con otros” Nos sumergiremos en lo que esa palabra significa y cómo toma lugar en los próximos capítulos en el libro de Hechos. Básicamente significa una comunidad que no era artificial. No era solamente yendo con el movimiento; era una comunidad que cuidada uno del otro, amándose el uno al otro profundamente, y sacrificándose un por el otro, dándose uno al otro en la medida de la necesidad del otro. Quiero que hablemos en las próximas semanas acerca de cómo, sí, hablaremos con denuedo. Lo describiría como: “tenemos que ser una iglesia que es teológicamente conservadora pero culturalmente liberal. A alguno de ustedes esto puede asustarles un poco, pero quiero que escuchen que debemos ser profundamente apasionados en reconocer  las necesidades de aquellos que están perdidos a nuestro alrededor.

Nos deben importar las cosas por las cuales Dios se importa cuando se trata de los oprimidos, los huérfanos y las viudas. Hablar con denuedo; cuidado sacrificado.

Tercero, Adorar de todo corazón. “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan”. Esa era básicamente una alusión a la Cena del Señor, que era el centro de su adoración. Nos sumergiremos en el significado de la Cena del Señor. Hemos hecho esto con el bautismo, haremos lo mismo con la Cena del Señor, entender qué significa, y ver cómo, entiendo, tiene tanto que enseñarnos acerca de la vida devocional en el Iglesia.

Cuarto, orar desesperadamente. “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones” Oraban como si les importara. Oraban como si tuvieran una misión. Quiero que nos metamos en el libro de Hechos y veamos cómo es ese tipo de oración en la iglesia.

Entonces finalmente, “Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” Hablar con denuedo, cuidado sacrificado, adorar de todo corazón, orar desesperadamente, multiplicarse exponencialmente. Diariamente personas eran salvas. En el libro de Hechos, no los encontramos construyendo edificios, o construyendo reinos en miniatura. Lo que sí encontramos es a ellos avanzando, multiplicando el Reino de Dios en la faz de la tierra, y esto es lo que se supone de que se trata la iglesia. Multiplicarse exponencialmente.

Ahora, quiero lo que quiero que vean, y esto es clave para todo, es estas diferentes prioridades. Estas son cosas que Jesús modeló para ellos. El les enseñó y ellos las ponían en práctica, ellos estaban convencidos de esta verdad que quiero que veamos: Dios promete bendecir la iglesia que obra acorde a Su plan. Noten que cuando llegan al verso 47, no dice “convocaban a una multitud todos los días” dice “Y el Señor añadía a la iglesia” el Señor los bendijo, el Señor les dio e incrementaron en la Iglesia.

Día tras día, el Señor hacía la obra. Dios bendice la iglesia que vive, trabaja, opera y sirve acorde a Su plan. Ahora, aquí es donde nos perdemos: Creamos la idea en nuestra cultura eclesiásticas de hoy, que tenemos que traer nuevos planes, nuevos métodos para alcanzar a más personas,  y lo que hacemos es que comenzamos a organizar todo lo que hacemos como la iglesia, y terminamos organizan esas cosas de manera que nos parezcamos al mundo. Por ejemplo, organizamos nuestros servicios de adoración que parezcan presentaciones como las demás en el mundo. Organizamos nuestra comunidad casi igual a un club social. Hacemos estas cosas en un esfuerzo para alcanzar a más personas, y realmente terminamos siendo como el mundo, y viéndonos como el mundo.

Ellos eran contraculturales en casi todo

Lo que quiero que vean en el libro de Hechos, capítulo 2 en las próximas semanas, es que estos hombres no imitaron la cultura que estaba a su alrededor. Ellos eran contraculturales en casi todo. Pero al mismo tiempo que ellos eran contraculturales, había algo que estaba pasando allí que el Espíritu Santo causaba en la personas que quedaba en temor, y para mirar atrás, y las personas empezaron a añadirse cada día. Lo que pasó es que los dones, las personalidades, las ideas y los planes de todas las personas eran puestos detrás, y el don de Dios, la personalidad de Dios y el Plan de Dios eran puestos en frente. Dios dice, “Cuando eso pase, bendeciré esa iglesia”. Él ha prometido, es una garantía en las Escrituras, que cuando nos damos a nosotros mismo a lo que Él dice es más importante, Él nos bendecirá.

Eso significa que tenemos de sacrificar nuestras ideas y nuestras agendas en el altar y decir “Vamos a darnos a nosotros que Tú dices que es más importante” esa es la esencia de ser diferente para hacer la diferencia, si empezamos a vernos igual al resto del mundo y transigimos a lo que el resto del mundo dice que es importante, entonces aún en ese esfuerzo de alcanzar más personas, al final estaremos perdiendo aquello que es lo más único acerca de la iglesia. La belleza de la integridad de la Iglesia escondida en el secularismo con el cual nos robamos a nosotros mismos.

Quiero retarnos a mirar a la iglesia primitiva en las próximas semanas, y decir, “Dios cómo podemos ser personas que son diferentes, no solo por el bien de ser diferente, no solo para tener un nuevo plan o un nuevo estilo de música, o esto, o aquello, sino diferente de forma que las personas en este lugar venga a la fe en Cristo, de manera que empecemos las bases de envío a las misiones a través de todo el planeta que están proclamando el evangelio en todas las naciones. ¿Cómo podemos ser diferentes para hacer ese tipo de diferencia?

El fondo del asunto es, y cerraremos con esto: el Espíritu quiere este lugar y el mundo para Cristo. Este es el mensaje de Hechos capítulo 1 y 2. El Espíritu quiere este lugar y el mundo para Cristo. La pasión del Espíritu es exaltar a Cristo en este lugar, la pasión del Espíritu es exaltar a Cristo en todo el mundo. La pregunta que tenemos que responder en esta familia de fe es: ¿Nos involucraremos en esto?

Su Espíritu y nos rindamos

Esto es lo que quiero que hagamos: Hemos hablado acerca de una oración para que Dios despierte nuestro afecto de manera que obedezcamos Su Espíritu y nos rindamos a Su misión mundial. Entiendo que ser más apropiado para nosotros cerrar nuestro tiempo juntos en la Palabra de Dios en oración, y quiero pedirles a cada uno una pregunta central, como individuos y como iglesia. Esta vuelve a al principio de esta oración. ¿Es Cristo el centro de tu vida ahora mismo? ¿Es Él la pasión central? ¿Es Él tu salvador resucitado, exaltado Señor y rey que vendrá, o has permitido otros afectos, otras emociones y otros deseos que te aparten del centro?

Quiero que tengamos un momento en donde nosotros como individuos y con quien sea que estés, vengan delante de Dios, y honestamente  digas: “Dios aviva nuestro afecto por Tu Hijo, Dios trae Tu Hijo al centro de nuestras vidas, familias e iglesia” lo que vamos a ser en momento, es que yo voy a orar, y luego te voy a invitarte a continuar en oración, ya sea en tu asiento, aquí en la parte frontal que está abierto o bien puede ser a los lados. Solo quiero que tengamos un momento en donde oremos para que Dios avive nuestro afecto por Cristo. No quiero que solo cantemos de la grandeza de Cristo, sino que quiero que le permitamos a Dios que nos avive el corazón por la grandeza de Cristo, y lo traiga al centro de todas las cosas que está pasando en este lugar.

 

David Platt

David Platt sirve como pastor en el área metropolitana de Washington, D.C. Es el fundador de Radical.

David recibió su doctorado del Seminario Teológico Bautista de New Orleans y es el autor de Don’t Hold Back [No te quedes donde estás], Radical, Sígueme, Contracultura, Algo tiene que cambiar, Before You Vote [Antes de votar], así como los varios volúmenes de la serie Christ-Centered Exposition Commentary [Comentario Expositivo centrado en Cristo]. 

Vive junto con su esposa e hijos en el área metropolitana de Washington, D.C.

LESS THAN 1% OF ALL MONEY GIVEN TO MISSIONS GOES TO UNREACHED PEOPLE AND PLACES.

That means that the people with the most urgent spiritual and physical needs on the planet are receiving the least amount of support. Together we can change that!