Recursos en español de Radical

El Evangelio, la Soberanía de Dios y el Sufrimiento

El sufrimiento a menudo es inmerecido, inesperado, inimaginable y siempre doloroso. La Biblia nos enseña que Dios es soberano sobre todas las cosas. Él es soberano sobre los ángeles y los demonios. Tiene un control completo sobre las naciones y la naturaleza. Dios está por encima de las enfermedades y la muerte. En este mensaje sobre Job 1–2, el pastor David Platt nos enseña que Dios es supremamente soberano sobre toda la creación.

  1. El diseño soberano de Dios para nuestras vidas en esta tierra incluye el sufrimiento.
  2. La soberanía de Dios es la única base para elogiar en medio del dolor.
  3. En última instancia, nuestro dolor en esta tierra solo puede entenderse correctamente desde la perspectiva soberana del cielo.

Una de mis responsabilidades como su pastor, creo, es de enseñar y predicar de tal manera que ustedes estén preparados para adorar a Dios en medio del sufrimiento. Entiendo que en esta sala hay hombres, mujeres y familias que han pasado por varias formas de sufrimiento que no puedo siquiera imaginar. He comprendido que hay individuos of familias en esta sala que están pasando por el sufrimiento en este momento, quizás por algo reciente o quizás por algo que pasó hace ya un tiempo y aún no lo han superado. Aún otros de ustedes, asumo, están relativamente poco familiarizados con el sufrimiento. Pero créanme van a sufrir. La realidad es que el sufrimiento nos viene a todos.

Adorar a Dios en medio del sufrimiento

El peligro está en ¿cómo sufrimos de tal manera que no maldigamos a Dios sino bendecirlo? Cómo sufrir de manera que no blasfememos a Dios y digamos mentiras acerca de Dios, que son tan prevalentes, y se arrastran en nuestra teología de forma tan rápida, modestamente, y mentimos acerca de Dios. Cómo hablamos la verdad acerca de Dios en medio del sufrimiento y cómo adoramos a Dios en medio de la situación difícil, y creo que existe solo un lugar en donde podemos encontrar una respuesta a esta pregunta. Es en el Evangelio.

Por lo que si tienes tu Biblia, y espero que sí, quisiera invitarte a que la abras en Job capítulo 1, por los próximos cuatro domingos vamos a ver el Evangelio y sufrimiento en el libro de Job. Este es un libro extremadamente relevante para nuestros días. Estamos rodeados por un cáncer rampante, un mortal VIH/SIDA, cada día 30,000 infantes en el mundo mueren ya sea por hambre o por enfermedades prevenibles, así mismo cuando accedemos a las noticias vemos ciclones, terremotos, tornados, huracanes, disparos en las escuelas y bombardeos terroristas.

En medio de todo esto nos hacemos la pregunta “¿Por qué?”, es una palabra que se utiliza 25 veces en el libro de Job, por qué, por qué, por qué , y quiero advertirles desde el principio, Job no da ningún tipo de respuesta trivial a esta pregunta. No encontramos de ese tipo en el libro de Job. A veces, estoy convencido, encontramos verdades bíblicas contundentes, verdades sobre las cuales podemos sostenernos en el libro de Job, y quiero que las develemos en las próximas semanas de manera que estén lo más preparado posible para adorar a Dios en medio del sufrimiento. Sé que aún eso es un poco difícil. No podemos estar totalmente preparados.

Nadie está totalmente preparado para ese momento, cuando estas sentado en tu escritorio en el trabajo, o sentado en un restaurant o quizás manejando a la casa, de repente, entra una llamada al celular y algo trágico ha pasado a tu esposo o esposa, tus hijos. O quizás estas teniendo un momento de paz en la mañana y luego te preparas para ir a trabajar, te estás afeitando y sientes el bulto en tu cuello o eres testigo de algo que nunca imaginaste que verías a alguien que amas. Cuando estas cosas pasan, un autor lo describe como zambullirse a un lago extremamente frito.

Te puedes preparar todo lo que quieras para lo que vas a sentir, pero cuando realmente te zambulles, el shock en tu sistema te saca el aliento. En estos momentos existe una realidad en todos y cada uno de nosotros en nuestras vidas, y quiero prepararlos lo mejor posible con verdades sólidas de la Palabra de Dios para esos momentos, momentos inesperados.

Tuvimos un equipo que viajó a África de esta familia de la fe y llegaron allá. Estaban bien y todo iba de maravilla, pero cuando ellos llegaron uno de los conductores que recogió sus equipajes, el equipo había ido a otro lugar y uno de los conductores que recogió su equipaje, llevándolo fue bombardeado en la carretera y todo el equipaje fue robado. El conductor estuvo herido, pero ya está bien.

No se puede garantizar la seguridad en Sudáfrica, alguien pudiera decir, “es por eso que no voy a un viaje misionero, porque no es seguro”. Bueno eso revela lo tonto de ese pensamiento, porque creemos que aquí estamos seguros. La realidad es que Dios es Soberano, tanto en la zona rural de África como en Birmingham, Alabama, y la realidad es que podemos ir en un viaje de negocios, misionero, o quizás un viaje cercano para que el sufrimiento toque la puerta. Entonces, ¿cómo podemos estar preparados?

El Libro de Job

Quisiera que vayamos a Job 1-2 y veamos lo que las escrituras nos enseñan. Ahora puede que nos parezcan redundantes, pero quiero que leamos estos dos capítulos. Hemos escuchado alguno de estos expresados en poesía, pero quiero que escuchemos las palabras exactas de Dios como fundamento de lo que vamos a ver.

Job, no sabemos exactamente quien lo escribió. No sabemos exactamente cuando fue escrito. Lo que sí sabemos es que Job vivió alrededor del 2do milenio antes de Cristo, probablemente por el tiempo de los patriarcas, como Abraham, Isaac y Jacob. Así que ahí tienen el período, y la Biblia dice en Job capítulo 1 verso 1:

Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. Y le nacieron siete hijos y tres hijas. Su hacienda era siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas, y muchísimos criados; y era aquel varón más grande que todos los orientales.

E iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno en su día; y enviaban a llamar a sus tres hermanas para que comiesen y bebiesen con ellos. Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos.

Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días. Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás.

Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella. Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra. Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová.

Y un día aconteció que sus hijos e hijas comían y bebían vino en casa de su hermano el primogénito, y vino un mensajero a Job, y le dijo: Estaban arando los bueyes, y las asnas paciendo cerca de ellos, y acometieron los sabeos y los tomaron, y mataron a los criados a filo de espada; solamente escapé yo para darte la noticia.

Aún estaba éste hablando, cuando vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las ovejas y a los pastores, y los consumió; solamente escapé yo para darte la noticia. Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Los caldeos hicieron tres escuadrones, y arremetieron contra los camellos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada; y solamente escapé yo para darte la noticia.

Entre tanto que éste hablaba, vino otro que dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito; y un gran viento vino del lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes, y murieron; y solamente escapé yo para darte la noticia.

Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.

Aconteció que otro día vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y Satanás vino también entre ellos presentándose delante de Jehová. Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondió Satanás a Jehová, y dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella.

Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa? Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida.

Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida. Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.

¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?

Y tomaba Job un tiesto para rascarse con él, y estaba sentado en medio de ceniza. Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete. Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.

Dios, oramos para que nos ayudes a entender las verdades que están expuestas en esta experiencia de Job. Dios, oramos específicamente por hermanos y hermanas que están pasando por varios tipos de sufrimiento, y oramos por cada uno de nosotros para prepararnos para cualquier sufrimiento que este próximo a nuestras vidas. Oramos para que nos enseñes hoy cómo bendecirte y adorarte, no maldecirte ni blasfemarte en medio del sufrimiento. En el nombre de Jesús oramos, amén.

Dos escenarios, tres conclusiones. Quiero mostrarles dos marcos, el sufrimiento de Job y la soberanía de Dios, expuestas de forma clara en Job 1-2, y luego quiero que aunemos estos dos elementos a la luz del Evangelio y traer tres implicaciones para nuestras vidas en cuanto al sufrimiento. Por lo que empezaremos con el primer escenario, el sufrimiento de Job.

El sufrimiento es a veces inmerecido

Cuatro verdades acerca del sufrimiento que surge de manera clara en Job capítulo 1 y 2; número uno, el sufrimiento es a veces inmerecido. Es a veces inmerecido. Ahora quiero ser cauteloso en esto, porque cuando vemos en las escrituras, verán muchas veces una relación directa entre nuestros pecados y nuestras calamidades, nuestros pecados y nuestros sufrimientos. Si un esposo le es infiel a su esposa, entonces eso obviamente va a afectarle a él y a ella, a su familia, etc. El resultado de ese pecado, cuando tú o yo nos comprometemos en una relación con Dios, la impureza o la impiedad afectan el camino que andamos con Dios. Pero cuando llegas al libro de Job, ese no es el tipo de sufrimiento al cual ser refiere, de hecho el autor pasa por grandes penas para asegurarse de que no veamos el sufrimiento de esa manera.

El autor se refiere al sufrimiento que parece inmerecido, injusto, indeseado. Ustedes ven en tres ocasiones distintas a Job describiendo en el verso 1 del capítulo 1, verso 8 y luego el capítulo 2 verso 3. El es descrito con cuatro características. El no tiene culpa y es recto. El teme a Dios y es apartado del mal. No tiene culpa, recto, temeroso de Dios, y apartado del mal; primero nos dice eso y luego Dios dice esas mismas palabras. Sin culpa, que no significa perfecto. Esta es una palabra que denota su integridad. Solamente hay uno que es perfecto en las escrituras y es Cristo, pero el escenario es la integridad de Job. El camina de forma directa con Dios. Sin culpa, recto, correcto, caminando según las formas de Dios, caminando de acuerdo a la Palabra de Dios. El teme a Dios, reverencia a Dios, ama a Dios, honra a Dios, y es apartado del mal; evita aún la apariencia de maldad. Vea cómo dirige su familia, cuando sus hijos están en celebración, que es algo bueno.

El se levanta de mañana para ofrecer sacrificios no a causa de sus pecados, si no, por si acaso hubieran pecado. En adición a esas cuatro características vemos en el resto del libro de Job describiéndolo como un hombre que es respetado en la ciudad como un juez, como un sabio consejero. El fue respetado por su generosidad al pobre y necesitado, por su hospitalidad. El auto se extrae para mostrarnos que Job no ha hecho nada para merecer lo que le estaba pasando. Ese es el punto. No es merecido. El sufrimiento a veces es inmerecido.

El sufrimiento es en ocasiones inesperado

Segundo, el sufrimiento es en ocasiones inesperado. El lenguaje aquí es magistral. En el verso 13, “Un día”, como si dijera ese día, ese mismo día cuando Job estaba ofreciendo sacrificio temprano en la mañana, por si acaso alguien hubiese pecado, es el tamaño de la pureza en su vida, y luego es una rápida sucesión de eventos, uno tras otro, un día un mensajero le dice, los bueyes, los burros se han ido. Luego, mientras este está hablando, ustedes ven la repetición, el fuego de Dios baja del cielo y quema las ovejas y los sirvientes.

Mientras él está aún hablando, aún los caldeos vienen y toman los camellos y mientras él está hablando, inesperado, uno tras otro. Job no se levantó en la mañana pensando. “Probablemente hoy experimentaré sufrimiento”. Al igual que tú o yo, no nos levantamos, o mejor aún no nos levantamos hoy pensando que hoy sería un día en donde una tragedia inesperada pase. Salen de la nada. El sufrimiento en ocasiones es inesperado, imprevisto, tomándote fuera de guardia. Ninguno de nosotros en esta sala sabe lo que va a pasar esta noche o mañana o en los próximos días.

El sufrimiento es a veces inimaginable

El sufrimiento es a veces inmerecido, inesperado y el sufrimiento a veces es inimaginable. Las circunstancias en Job 1 que tienen una espiral progresiva profunda, empezando con los asnos y burros, siguiendo con las ovejas y los sirvientes, los camellos y más sirvientes, y el clímax en el verso 18, Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito; y un gran viento vino del lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes, y murieron; y solamente escapé yo para darte la noticia.

Siete hijos, tres hijas de un momento a otro muertos. Aquí es donde debemos visualizar la historia al estilo cuento de hadas.

Póngase en los zapatos como madre o padre, e imagine escuchar que sus 10 hijos que estaban celebrando, que es la imagen de una familia unida, de repente toda desapareció. Y por si fuera poco, Satanás dice: “piel por piel”. Al menos aún tiene su propia carne. “Claro que te bendice Dios” así que es asestado con quemaduras desde la cabeza hasta los pies. Estudiosos han debatido sobre qué exactamente fue lo que le pasó a Job. Sea usted el jurado basado en los síntomas que vemos a través del libro.

Inflamación de llagas ulcerosas, picazón, cambios degenerativos en la piel del rostro, pérdida del apetito, depresión, pérdida de fuerza, gusanos en los furúnculos, llagas ejecución, dificultad para respirar, la oscuridad debajo de los ojos, el mal aliento, pérdida de peso, dolor continuo crónica, inquietud , la piel ennegrecida, descamación de la piel y fiebre constante. Al verso 8 en el capítulo 2, el hombre que solía estar sentado en el sillón del respeto en la ciudad, como un respetado juez y consejero, ahora se encuentra en la silla de los mendigos en medio de un montón de basura y residuos de vertederos, del cual toma una pieza de cerámica rota y se rasca las llagas que supuran. En sus peores pesadillas de trabajo no podría haber imaginado esta escena.

El sufrimiento siempre es doloroso

El sufrimiento es a veces inimaginable. Tiene un sentimiento surreal. Fue hace cuatro años ayer, que mi hermano me llamó y dijo que papá había fallecido de un ataque al corazón. Cuando nos montamos al carro y vamos a Atlanta, durante todo el camino te hablas a ti mismo y te dices: “Esto no puede estar pasando, esto no está correcto, esto no se siente real”. Se siente surreal. No es la forma en cómo debería pasar. El sufrimiento es a veces inmerecido, inesperado e inimaginable. Cuarto, el sufrimiento siempre es doloroso, sin importar en qué grado de sufrimiento pueda ser. En esencia, el sufrimiento siempre es doloroso.

Quiero que vean esto en Job 1:20. No podemos pasar esto por alto. Cuando Job escucha sobre sus 10 hijos muertos, quiero que escuche lo que él hace. Verso 20, “Ante esto, Job se levantó rasgó sus vestidos y rasuró su cabeza”.

Se levantó, rasgo sus vestidos, y rasuró su cabeza; estas son imagines, fotografías, acciones que vemos en otras partes del antiguo testamento, que describen un duelo violento, un duelo doloroso, y quiero que nos quedemos aquí por un momento porque estamos a punto de ver la soberanía de Dios, una verdad sólida sobre la soberanía de Dios, pero no quiero tratar en ninguna forma de comunicar la situación de que el duelo de Job no fue real, profundo y no doloroso. Lo fue. Esto no es para pasarlo por alto. Esta no es la soberanía de Dios para dejarte una sonrisa en el rostro y que la vida continúe.

No es lo que la escritura enseña aquí. Dios no se honra en tratar de cubrir el duelo y pretender que no está ahí. Dios se honra de la honesta expresión del duelo. Esto es lo que Job no está enseñando. Ahora, tenemos que tener cuidado en esas expresiones de duelo, de no permitir que esas expresiones no guíen a pecar, y es posible que ellas nos dirijan a pecar. Tenemos que cuidarnos de eso. Hablaremos de eso dentro de unos momentos.

Sin embargo, existe un dolor real y una pérdida real. Un duelo real que está representado en toda la sala, cuando navegamos a través del sufrimiento, no pasemos esto por alto y pretendamos que no está ahí.

Entonces, está el sufrimiento de Job: Inmerecido, inesperado, inimaginable, un sufrimiento que siempre es doloroso.

Ahora, la soberanía de Dios.

Más de 30 veces en este libro de Job cuando se habla de Dios se refiere a El como el todo poderoso. Es una imagen de Su soberanía, Su poder; está en todo el libro de Job y quiero que vean aquí en Job 1-2 sólo diferentes facetas de su soberanía porque el punto principal de Job 1 de principio a fin es la soberanía de Dios sobre todo.

Soberano sobre los ángeles

Quiero que vea específicamente en el contexto de estos dos capítulos. Número uno, la soberanía de Dios sobre los ángeles. Ahora, recuerde, para Dios ser soberano sobre algo, para cualquiera ser soberano sobre algo, significa que tiene autoridad sobre algo o alguien, para tener autoridad legal sobre algo o alguien. Un Rey tiene autoridad legal sobre sus tierras, de todas las personas y todas las cosas en sus tierras. Para Dios ser soberano significa que tiene autoridad, autoridad legal sobre algo o alguien.

Dios tiene soberanía sobre ángeles. En el verso 6, un día los ángeles se presentaron ante el Señor, y la imagen es, la tenemos en toda la escritura. Salmos capítulo 103 verso 20, “Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra”. En este momento Dios está rodeado de ángeles, el cielo da cabida a todos ellos, día y noche, día y noche. El es soberano sobre cada uno de ellos. Dios es soberano sobre los ángeles.

Soberano sobre los demonios

Segundo es soberanos sobre los demonios. Voy a detenerme un poco aquí, específicamente expuesto en Job capítulo 1 y 2, Dios es soberano sobre Satanás, traducido “El Satanás”. En Job 1-2 que literalmente significa “el acusador” y aquí es en donde nos recuerda eso una vez más, Satanás no es un cuento de hadas en la Escritura. Satanás es una personalidad real. Lo vemos en génesis 3, al principio de la Biblia tentando, atrayendo gente al pecado.

Tenemos la situación en Ezequiel, capítulo verso 14, de su relación con los ángeles en el pasado, y la escena es que tenemos que él es el dios de esta era, en minúscula, dios de esta era, príncipe de este mundo. Aquí en Job 1-2 vemos que Satanás tiene un poder sobrenatural.

No se pierda en esto. Poder sobrenatural para traer este tipo de cosas o calamidades, pero tenemos que hacer una parada aquí y darnos cuenta que sobrenatural no es lo mismo que omnipotente poder, ya que el poder de Satanás en Job 1-2 está claramente limitado. ¿De qué está limitado? El poder de Satanás está limitado por la prerrogativa de Dios en Job 1-2. El poder de Dios está limitado por la prerrogativa de Dios. En otras palabras no existe nada, absolutamente nada que Satanás pueda hacer sin el permiso de Dios. Para ponerlo sencillo. Satanás está amarrado y Dios tiene la cuerda. Lo que eso significa es que Satanás está haciendo cosas en Job 1-2, sin duda alguna, y él es responsable por aquello que le está pasando a Job.

Pero, ¿quién está por encima de Satanás? Dios, por lo tanto, Satanás es la causa directa en lo que está pasando, sin embargo, existe una causa mayor en Dios, porque Dios es soberano sobre Satanás. Dios es omnipotente. Satanás no. Dios es omnisciente. Satanás no. Dios es omnipresente. Satanás no. Dios es soberano, y Satanás no es soberano de nada. Dios es soberano sobre todo, y es soberano sobre demonios. Vamos a hablar acerca de eso en un momento, solo en un minuto, pero la imagen última es que Dios está sobre Satanás y todo lo que él hace.

Soberano sobre las naciones

La tercera situación de la soberanía de Dios. El es soberano sobre las naciones. La primera tercera tragedia aquí Sabeos y Caldeos, entran en esta imagen. La misma verdad que vemos en Job 12:23 que dice, “Dios levanta naciones y destruye naciones”. El es soberano sobre las naciones. El alarga las naciones y las dispersa. Salmo 22:28 habla acerca de cómo Dios tiene dominio sobre todas la naciones gobernantes. Todas las naciones está bajo la soberanía de Dios. Si ven las ceremonias de apertura y ven el desfile de las naciones, Dios es soberano de cada una de ellas.

Él es soberano sobre los Estados Unidos y Él es soberano sobre China y Él es soberano sobre Corea del Norte y Él es soberano sobre Irak e Irán y Afganistán e Israel. Dios es soberano sobre todas las naciones y Dios es soberano sobre cada dignatario único que estuvo representada. Él es soberano sobre todos ellos, no a Satanás. Satanás no es soberano sobre Corea del Norte. Dios es soberano sobre Corea del Norte. No sólo las naciones, sino también, Dios es soberano sobre la naturaleza.

El fuego de Dios

Las otras dos tragedias, la segunda y la cuarta son ambas naturales. La primera el fuego de Dios. El sirviente dijo, el fuego de Dios cayó del cielo; es el mismo escenario que tenemos en 1ra Reyes 18 cuando Dios hacer caer fuego del cielo para encender el altar con los profetas de Baal, toda esa escena en 1ra Reyes 18, 2da Reyes verso 1 cuando Dios hace descender fuego del cielo para asestar dos grupos de hombres. Dios es soberano sobre el fuego que viene del cielo. Dios es también soberano del viento. La imagen del viento barriendo desde el desierto y golpeando las cuatro esquinas de la casa.

Hagan un espacio aquí y vayan conmigo a Job capítulo 37. Permítanme esto bien rápido. Quiero que vean la soberanía de Dios en la naturaleza. Job 37, vea conmigo, voy a empezar en el verso 6. Cuando observan en el viejo testamento, y ustedes no ven que este diga, “Un día llovió” en vez de eso verá “Un día Dios hizo llover”. Dios está atribuido con todo lo que pasa en la naturaleza porque es soberano sobre todas las cosas.

Vean en Job 37:6 increíble escena para imaginar: “El (refiriéndose a Dios) dice: Desciende a la tierra; También a la llovizna, y a los aguaceros torrenciales, Así hace retirarse a todo hombre, Para que los hombres todos reconozcan su obra, Las bestias entran en su escondrijo, Y se están en sus moradas Del sur viene el torbellino, Y el frío de los vientos del norte Por el soplo de Dios se da el hielo, Y las anchas aguas se congelan. Regando también llega a disipar la densa nube, Y con su luz esparce la niebla. Asimismo por sus designios se revuelven las nubes en derredor, Para hacer sobre la faz del mundo, En la tierra, lo que él les mande. Unas veces por azote, otras por causa de su tierra, Otras por misericordia las hará venir. Las nubles no tiene voluntad propia. Ellas no están operando naturalmente. Ellas operan por la orden de Dios. Dios es soberano de cada cosa de la naturaleza, cada pequeña partícula de polvo está bajo la soberanía de Dios.

Dios es soberano sobre la enfermedad. Cuando Job es afectado con estas llagas, no es Satanás quien tiene el poder último en la salud de Job. Es Dios. Vaya a Salmos, capítulo 106 verso 15, habla de cómo la soberanía de Dios sobre la enfermedad, incluso en Su pueblo. Este es un buen recordatorio para nosotros. Satanás no es soberano sobre el cáncer. Satanás no es soberano sobre el VIH/SIDA. Satanás no es soberano sobre la tuberculosis, él no es soberano sobre la malaria. Dios es soberano sobre el cáncer. El es soberano sobre el SIDA.

Soberano de la muerte

El es soberano sobre la tuberculosis, malaria, el resfriado común, y todo lo que está en medio. Dios es soberano sobre todo, no Satanás, y no solo la enfermedad, también sobre la muerte.

Cuando llegamos a Job 2, Job piensa que esencialmente él tiene una enfermedad terminal. Sin embargo la realidad es que Satanás no determina si Job vive o muere; en Job capítulo 2. Dios determina eso. Esto es Santiago 4:15, “Si Dios quiere viviremos, si no es así entonces no” Satanás no determina si alguien de nosotros respira en este momento. Dios determina eso. Satanás no determina si respiramos dentro de la próxima media hora.

Dios determina eso, no Satanás. Dios es soberano sobre nuestras vidas y sobre nuestra muerte. Dios es soberano sobre los ángeles, demonios, naciones, naturaleza, enfermedad y salud, y para resumirlo todo aquí en Job 1-2, Dios es soberano sobre nuestra comodidad. El es soberano sobre nuestra comodidad. Todas las bendiciones que Job tiene son atribuidas a Dios. A través de todo este libro y no solamente sobre nuestra comodidad mental. Dios es soberano sobre la calamidad. Esto es grande. Dios es soberano sobre las bendiciones y los sufrimientos de Job. No es que Dios es soberano de las bendiciones y Satanás soberano sobre los sufrimientos de Job; Dios es soberano de ambos. El es soberano sobre lo que es bueno y malo. Esto es exactamente lo que Job dice. “Jehová dio y Jehová quitó”, no Dios me ha dado estas cosas y Satanás se las ha llevado.

No, Dios se las ha llevado. Capítulo 2 verso 10, “¿recibiremos lo bueno de parte de Dios mas el mal no lo recibiremos?” No, ¿recibiremos lo bueno de Dios y no la tribulación de Satanás? No, lo bueno y la tribulación vienen de Dios. El es soberano sobre todo el escenario, todo, cada verso, cada faceta de la vida de Job, cada faceta de sus posesiones y su familia, y todo está bajo la soberanía de Dios; todo lo está.

Así que, estamos claros sobre el sufrimiento de Job y la soberanía de Dios. Ahora, cómo ponemos estas dos cosas juntas, y estoy convencido que el Evangelio es donde estos dos elementos convergen en de forma brillante. Por lo que quiero que vean es que quiero que vean el evangelio y el sufrimiento y la soberanía de Dios todo junto en una de estas tres implicaciones.

Nuestras vidas en esta tierra incluye sufrimiento

Implicación número uno, esta es práctica, qué significa para nuestras vidas cuando atravesamos el sufrimiento. Número uno, la soberanía de Dios diseñada para nuestras vidas en esta tierra incluye sufrimiento. Ahora, hago énfasis en la palabra diseño porque, pienso que la imagen aquí en Job 1-2 es más profunda que solo Dios permitir el sufrimiento. Vamos a definir el escenario de sufrimiento aquí, sin embargo, creo que es más profundo que eso. Existe un diseño aquí. Dios ha diseñado un sufrimiento para la vida de Job. Piense esto conmigo. ¿Quién inició el sufrimiento de Job en el capítulo 1? Dios lo hizo. ¿Quién lo pudo identificar? Verso 8 “El Señor dijo a Satanás: ¿Has considerado mi siervo Job? Que no hay nadie como él en la tierra. Varón recto, justo y apartado del mal.

Un autor lo pone de ésta manera, es como un ladrón de diamante en una joyería, caminándola, mirando todo, yendo al final de la tienda y reuniéndose con el propietario, sabiendo este que es un ladrón y diciéndole, ¿Qué estás haciendo? Y el ladrón de diamantes dice: Estoy mirando los diamantes de la tienda. El dueño dice: ¿Has visto mi diamante más preciado en el frente? Es el diamante más valioso que tenemos, el más precioso diamante que tenemos, y le muestra dónde está y habla de él sabiendo que es un ladro. Esta es la imagen que tenemos, Dios dando y llevándose, el Señor trayendo lo bueno, y trayendo tribulación. Dios ha diseñado toda la escena. Todo está directo. Sí, existe un trabajo de Satanás que surge, pero finalmente es un trabajo de Dios. Esto es realmente duro de digerir en nuestras mentes.

Permítanme mostrárselos en el Nuevo Testamento, solo en algunos lugares. Esta en diferentes partes pero vaya conmigo a Lucas, capítulo 22. Brevemente quiero mostrarles esto. Esta es una verdad tan contundente. Dios diseña sufrimiento para nuestras vidas en esta tierra. Vea en Lucas 22 conmigo, Mateo, Marcos y Lucas. Esto es antes de que Jesús vaya a la cruz. Es un pasaje que le puede resultar familiar. Jesús está a punto de ir a la cruz y está teniendo una conversación con Pedro y quiero que piense, quiero que vea la soberanía de Dios, el diseño de Dios en todo este escenario.

Vea en Lucas 22:31, Jesús hablando con Simón Pedro, y escuche lo que él dice, “Simón, Simón, Satanás ha” ¿Qué? “pedido”, el mismo escenario que tenemos en Job 1, “pedido zarandearte como a trigo” necesita permiso. Pero es más profundo que solo permiso. Escuche, “pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, fortalezcas a tus hermanos” ¿captó eso? No dice “si vuelves”, sino, “una vez vuelvas” todo esto está diseñado para fortalecer a sus hermanos, fortalecer a tus hermanos cuando vuelvas. Existe un diseño ahí.

Siga hacia adelante. Vaya a 1ra Pedro, la carta escrita por Pedro. El mismo hombre de Lucas 22. Está más allá de Hebreos y Santiago y luego 1ra Pedro. Está justo antes de 2da Pedro. 1ra Pedro 3, vea conmigo, vamos a ver el verso 17, el contexto completo aquí mientras ustedes encuentran 1ra Pedro, fue escrito, es un libro, una carta escrita a una iglesia sufriendo. Cristianos en el primer siglo que estaban enfrentando persecución por su fe, y estaban luchando con su fe como resultado de eso y estaban siendo tentados a cambiar, y quiero que escuchen todo el contexto en 1ra Pedro 3 está hablando específicamente sobre sufrimiento and quiero que escuche a lo que Pedro tiene que decir in 1ra Pedro, capítulo 3 verso 17.

La voluntad de Dios y sufrimiento

Escuche esto, “Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal” la voluntad de Dios; ¿la voluntad de Dios para hacer qué? Sufrir; es la voluntad de Dios para nosotros sufrir. Vaya al capítulo 5, del mismo libro, 5:8, él continúa. Vea el diseño de dios. Este es Pedro advirtiendo a sus lectores, Satanás los atacará y quiero que escuchen lo que él dice. Vea el verso 8, “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo”

Escuche el verso 10, “Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén”. ¿Captó el diseño aquí? Es la voluntad de Dios para ti sufrir y cuando eso pase El te restaurará. Estarás fuerte, firme y constante”. Esta escena muestra la soberanía de Dios.

Uno más, vaya al último libro de la Biblia, Apocalipsis, capítulo 2. Vea este conmigo. Apocalipsis 2, la soberanía del diseño de Dios para nuestras vidas incluye sufrimiento. Vea en Apocalipsis 2. Aquí es cuando Jesús está hablando a las diferentes iglesias, y aquí le habla a la iglesia de Esmirna, y de hecho les está dando ánimo en su fe en medio de la prueba y el sufrimiento. Escuche lo que tiene que decir. Empezaremos en el verso 9 y luego lo veremos bien claro en el verso 10. Vea en Apocalipsis 2:9, “Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás”.

Escuche el verso 10, “No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida”. ¿Ve lo que está pasando aquí? Dios está diciendo que ustedes van a sufrir. Sean fieles en medio de su sufrimiento. Hay una corona de la vida esperando al final del camino.

Ven bien claro en la escritura que seguir a Dios no significa ausencia de sufrimiento. Sino que el diseño de Dios para nuestras vidas puede incluir más sufrimiento. Esto es el evangelio. No pierda esto. ¿Permitió Dios que Jesús fuera a la cruz o diseñó que fuera a la cruz?, estaba El sentado pensando, “Bueno, creo… está bien, esta es la forma en cómo va a funcionar y creo que voy a permitir que pase” No, desde el principio fue el diseño de Dios tomar el sufrimiento de Su único hijo y traer la salvación de tu alma y la mía. Fue su diseño que su Hijo sufriera. No fue un accidente.

Fue su diseño que su Hijo sufriera

Jesús lo deja bien claro. Juan, capítulo 10 verso 18, “Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre”. Este es el diseño de Dios involucrando sufrimiento y adore a Dios porque su diseño implicó el sufrimiento de Su Hijo, Isaías 53, fue la voluntad del Señor de molerlo.

Fue la voluntad de Dios moler a Su Hijo para que tu y yo seamos salvos de nuestros pecados y todo a través del nuevo testamento especialmente y en la historia de la iglesia desde entonces, ha sido sufrimiento y el sufrimiento en medio del pueblo de Dios que usualmente son los medios por los cuales la iglesia y el evangelio han avanzado a través de las naciones. Hechos, capítulos 6, 7 y 8 son los ejemplos perfectos.

Esteban es apedreado y el evangelio se esparce a Judea y Samaria y hasta los confines de la tierras y el intento de Satanás para sofocar el trabajo de la misión de hecho promovió la causa de la misión. Es una imagen increíble porque Dios ha diseñado nuestras vidas para que incluyan sufrimientos. Esa es una verdad pesada que nos dirige a la segunda.

El único fundamento para adorarle en medio del dolor

Siga conmigo aquí, la soberanía de Dios es el único fundamento para adorar en medio del dolor. La soberanía de Dios, está es la implicación número dos, la soberanía de Dios es el único fundamento para adorarle en medio del dolor. Vuelva a Job 1:20 cuando Job rasga sus vestidos, y luego una maravillosa frase. Job acababa de enterarse de la muerte de sus diez hijos junto con la pérdida de todos sus bienes y entonces dice: “Entonces él cayó en tierra y adoró”. Una vez más esta no es una adoración trillada.

Está en medio de una gran pena y pérdida, y Job estaba adorando. ¿Cómo se puede adorar cuando se reciben noticias como esta? En medio de la lucha, ¿cómo usted adora? Hasta parece que fuera increíble. ¿Cómo se puede adorar en esa situación? Escuche estas palabras, “Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá” y luego dice: “Jehová dio, Jehová quitó”, soberanía, así es como él adora, basado en la soberanía de Dios. Ahora, me doy cuenta es en este punto que muchas personas pueden pensar, “No lo entiendo David”

¿Cómo es la soberanía de Dios un fundamento para adorar en medio del dolor? Es decir, que importa Su soberanía. Aún tengo cáncer. El murió de todas formas. ¿Qué importa su soberanía? Aún estoy en pena, aún estoy herido, aún no ha terminado. Qué importa su soberanía, porque aún sigo herido. Aquí es donde estamos realmente cincelando profundo en Job 1-2 y no quisiera que pierdan esto. ¿Cómo es la soberanía de Dios piedra de fundamento para adorarle en medio del dolor? Quiero que vean lo que fluye de Su soberanía que la hace el fundamento de adoración en medio del dolor.

Dios está en control

Su soberanía, en primer lugar, nos asegura que Dios está en control. Cuando está sufriendo, usted no recibe mucho aliento al saber que Satanás está en control. Tampoco mucho confort en pensar que Satanás está en control. Pero la realidad es que aquí es donde muchas personas práctica y teológicamente están. Teológicamente, existen teologías que estas prevaleciendo hoy, el teísmo abierto y el teísmo de proceso. Estas son ideas que básicamente dicen, no son las mismas, pero básicamente dicen que Dios no tiene la capacidad de prevenir el mal y el sufrimiento, no tiene el poder o la soberanía sobre el mal y el sufrimiento.

Dios, aparentemente está haciendo lo mejor que puede bajo la circunstancias; está haciendo lo mejor que puede con lo que tiene a la mano, pero no puede impedir que pase. Prácticamente, en un nivel muy práctico, ustedes pueden haber escuchado o quizás aún haber leído libros como el del Rabino Harold Kushner “Cuando cosas malas le pasan a gente buena” Kushner pasó un momento en donde perdió a su hijo y empezó a cuestionar su fe y básicamente llegó a la conclusión que Dios, obviamente, no pudo hacer nada por la vida o la muerte de su hijo porque si hubiese podido, no hubiese permitido que él muriera. En sus propias palabras “Puedo adorar a un Dios que odia el sufrimiento, pero que no puede eliminarlo más fácilmente que yo adorar a un Dios que escoge hacer que niños sufran y mueran”

Una vez más, este es uno de esos puntos que no vamos a tratar de encontrar un respuesta trillada. Eso es relevante. Pero quiero que veamos cuando pensamos de esta manera; negamos el carácter mismo de Dios. Teísmo de proceso, teísmo abierto, esta ruta; pienso, es estrictamente similar a lo que dijo la esposa de Job en Job capítulo 2, “Maldice a tu Dios y muérete”, Job dice, “Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado”, él utiliza la misma palabra que se utiliza en el Salmo 14:1 y Salmo 53:1, habla sobre del fatuo que dice en su corazón no hay Dios, ya que maldecir a Dios es negar a Dios, negar el carácter de Dios.

Esto es lo donde muchas personas llegan y donde nosotros todos probablemente en alguna forma somos tentados cuando vemos el sufrimiento en nuestras vidas, en personas a nuestro alrededor, personas que nos importan. Inmediatamente empezamos a acusar a Dios, ¿Cómo es posible que Dios exista si esto está pasando? No eres del todo bueno, todo amor o no eres todopoderoso. Quiero instarles, rogarles que no lleguen a ese punto. Existen muchas preguntas con las cuales tenemos que enfrentarnos, y no vemos respuestas claras, para cuando estamos caminando a través del sufrimiento pero esto sí sabemos.

El carácter de Dios

Dios es todo bueno, todo amor y todo poderoso; y decir que El no es eso, entonces es pecar, es maldecir a Dios, negar el carácter mismo de dios. Ahora, luchar con estas cosas, eso es algo, Lo que estamos viendo, y no queremos, es que la Escritura dice que en todo esto Job no pecó al culpar a Dios con despropósito. Job no pecó con lo que dijo, no maldijo a Dios. El decidió no maldecir a Dios. Quiero alegar con ustedes para ver el poder soberano y la bondad soberana de Dios en el medio del sufrimiento.

¿Qué significa esto entonces? ¿Qué significa? Bueno, significa que cada momento en nuestro sufrimiento Dios está, cada momento en nuestro sufrimiento Dios está con nosotros. Esta es la imagen que vemos en Job. El no abandona la fe en Dios porque sabe que en la miseria de su alma que es esto es con lo que él pelea por más de 30 capítulos, porque sabe que Dios está ahí y él sabe que es amor y sabe que Dios es justo, y sabe que Dios es recto y él ve este sufrimiento y solo está tratando de compaginarlos de manera que tengan sentido. Si embargo, él sabe que Dios está con él y quiero recordarte, cada hombre, mujer, niño o niña, cuando caminas a través del sufrimiento, nunca estas solo. El está contigo. Esto es el Evangelio.

Sin estar deshabilitado de simpatizarme con nuestra debilidades. El está con nosotros, no solo con nosotros. Su soberanía nos asegura que Dios está en control. Cuando El está en control sabemos que en cada momento El está con nosotros, en cada momento de nuestro sufrimiento, porque El está en control, podemos saber que está con nosotros. Esto es importante, no solo con nosotros sino por nosotros. El hermoso lenguaje aquí en Job 1:21 ustedes ven al principio del libro y la Biblia dice que Job temía a Dios y que evitó maldecir a Dios, y la palabra que utiliza para Dios, el nombre que utiliza es Elohim, el nombre más genérico para Dios para hablar, una imagen de Su sustancia y suficiencia.

Pero cuando llegamos a Job 1:21 y la imagen que se ven cuando Job ora y adora, no dice Dios dio y Dios quitó, sea el nombre de Dios bendito. El dice, ¿el qué?, “Jehová dio y Jehová quitó, sea el nombre de Jehová bendito” él utiliza el nombre del pacto de Dios, el nombre que representa el amor y la fidelidad de Dios, la fidelidad personal de Dios, el amor personal de Dios. Ese es el título que el acentúa y es una imagen maravillosa.

“Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?”

Cuando esté caminando a través del sufrimiento por favor sepa que Dios no solamente está 100% contigo, sino que está 100% para ti. Dios no está en contra de Su pueblo. Si usted está en Cristo, Dios nunca estará en contra suya, nunca en su contra. El no está 99.99% para ti, El siempre está 100% por Su pueblo. Es por esto que Romanos 8 en el contexto del sufrimiento se puede gritar, “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” no importa. “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

Nadie puede acusar a aquellos a quienes Dios ha escogido. Nadie pude imponer condenación a aquellos que Dios ha escogido porque Cristo Jesús es el que condena y está a la derecha del Padre y ahora mismo está intercediendo por nosotros y como resultado, nada, absolutamente nada podrá separarnos del amor de Dios que es en Cristo Jesús nuestros Señor, nada. Dios es 100% por ti. La soberanía de Dios nos asegura que El está en control con nosotros y por nosotros.

No solamente eso, la soberanía de Dios es el fundamento para adorar en medio del dolor, no solo porque El está en control sino porque Su soberanía nos recuerda que Satanás ha sido conquistado. Eso es lo que Su soberanía nos recuerda. Es por esto que le adoramos en medio del dolor. Creo que parte del propósito de Job es simple y sencillamente para humillar a Satanás y exhibir su falta de poder. Usted ve esto después del capítulo 2. Satanás es silenciado por el resto del libro. El no tiene más nada que decir, nada que decir. No lo vemos el resto del libro.

De hecho si leen a través del resto del Viejo Testamento y no lo volverá a ver. Usted lo puede ver en Génesis 3 y en Job 1-2 tentando así. Usted no volverá a verlo actuando así el resto del Viejo Testamento. No lo volverá a ver otra vez sino hasta Mateo, capítulo 4 y es tentando a Jesús tres veces. Tres veces Jesús lo resistió. Sigue hasta el final del libro de Mateo and usted ve a Satanás y a Jesús enfrentándose uno a otro en la Cruz.

Satanás trajo el peso de la consecuencia del pecado sobre el Hijo de Dios, y Jesús toma todo en sus hombros y El en la tumba por tres días y se levanta y El es proclamado para cada persona que confíe en El, “Ustedes están batallando con alguien que ha sido vencido. El ha sido conquistado y está limitado en todo su poder”, Satanás tiene la autoridad de hacer absolutamente nada. No existe nada que Satanás pueda hacer en tu vida o en la mía fuera de la soberanía de Dios que está con nosotros y por nosotros todo el tiempo. Esta es una verdad maravillosa.

Martín Lutero dijo: “Castillo fuerte es nuestro Dios, defensa y buen escudo. Con su poder nos librará. En este trance agudo. Con furia y con afán acósanos Satán; por armas deja ver astucia y gran poder; cual él no hay en la tierra. Nuestro valor es nada aquí, con él todo es perdido. Más por nosotros pugnará de Dios el Escogido. ¿Sabéis quién es? Jesús, El que venció en la cruz, Señor de Sabaoth, Y, pues Él sólo es Dios, Él triunfa en la batalla”.

Satanás ha sido conquistado

La soberanía de Dios es el fundamento para adorarle en medio del dolor, porque Satanás ha sido conquistado. No solo Dios está en control y Satanás está conquistado sino que la soberanía de Dios nos garantiza que el sufrimiento un día terminará. Ven como todas estas cosas chocan en la cruz, duelo, sufrimiento, dolor son reales en la Cruz; soberanía, real en la Cruz, sufrimiento real, soberanía real, Dios en control de cada cosa en la Cruz.

El está en control con nosotros, para nosotros, esta es la imagen de la Cruz. Satanás conquistado, Jesús levantándose de la tumba, como el levantado y exaltado Rey de Reyes y Señor de Señores que le dice a cada hombre y mujer que confíe en El, en la medida en que caminas en el sufrimiento, que un día terminará, garantizado.

Quizás no sea hoy ni mañana, y quizás no sea en los próximos 10 años, quizás no sea en esta vida, sin embargo, viene un día cuando el Rey de Reyes y Señor de Señores literalmente quitará toda lágrima de tus ojos en un lugar donde no habrá más pecado, ni más llanto, ni más enfermedad, no más dolor en lo absoluto porque todo desaparecerá, y terminará por siempre. Esa es la garantía que viene con la soberanía de Dios.

Si Dios no fuese soberano, entonces la garantía no existiera. Si Dios es soberano, entonces la garantía está. Este es el por qué la soberanía de Dios es el único fundamento para adorarle en medio del dolor.

Puede ser comprendido de manera correcta de la soberana perspectiva del cielo

Entonces, Dios ha diseñado el sufrimiento para nuestras vidas. Veremos en un par de semanas el propósito de Dios en eso. Su soberanía es clara. La soberanía de Dios es el único fundamento para adorar en medio de nuestro dolor, y la tercera implicación es esta, al final, nuestro dolor en esta tierra puede ser comprendido de manera correcta de la soberana perspectiva del cielo. Al final, nuestro dolor en esta tierra solo puede ser entendida correctamente desde la perspectiva del cielo.

Ahora, quiero que vean esto conmigo. Sólo escuche por un momento. Quiero que escuche cómo, sea cómo este libro es escrito. Ustedes tiene a Job a través de la oscuridad y sufrimiento y luego nos tiene a nosotros los lectores con este ojo de ave viendo el sufrimiento de Job. Vemos lo que está pasando y vemos la conversación en el cielo entre Dios y Satanás. De hecho vemos el fin desde el principio. Sabemos lo que viene. Job será restaurado.

Ustedes verán que Dios es grandioso. En todo esto, sabemos eso desde nuestra perspectiva como lectores, sin embargo, Job no sabe nada de eso. Job no tiene idea sobre esta conversación en el cielo. Job no sabe lo que viene. El está sentado en un montón de basura con quemaduras en todo su cuerpo y todo se ha perdido, y su esposa le dice que maldiga a Dios y se muera. Eso es lo que Job ve y la realidad está cuando tú o yo caminamos a través del sufrimiento, ¿desde qué perspectiva estamos viendo? La misma perspectiva como Job; vemos la oscuridad en frente de nosotros.

Una perspectiva distinta

No vemos esta vista del ojo de ave que tenemos el privilegio de ver ahora. Vivimos como Job está viviendo esto, no como si estuviéramos leyendo esto. Existe una gran diferencia. La soberanía de Dios nos recuerda eso, que existe una perspectiva totalmente distinta para nuestro sufrimiento en la tierra. Existen sin duda cuando se trata de sufrimiento, existe sin duda misterios en esta tierra que nos preguntamos por qué y peleamos con esto o con aquello. Existen misterios en esta tierra.

Tenemos que entender que esos misterios de esta tierra dependen de asuntos en el cielo y existe una soberana perspectiva para toda esta imagen que cambia la forma en cómo vemos el sufrimiento. No podemos ver esa perspectiva todo el tiempo. De hecho cuando tratamos de entender esa perspectiva probablemente nos tribulamos más. La escena está en que el sufrimiento nosotros confiamos que existe la perspectiva soberana que no podemos ver.

Es decir, imagine, en Job 1, usted tiene a Satanás parado delante de Dios, rodeado de una multitud de ángeles, digamos 100,000 ángeles rodeándolo, escuchando una conversación entre Dios y Satanás. Satanás le dice a Dios, “No eres digno de adoración. Tienes que pagarle a las personas para que te adoren. Si les quitas lo que tienen entonces ellos no te van a adorar. No eres digno de adoración, no eres tan bueno”.

Dios dice: “Quítale todo”, Satanás lo hace, uno por uno, uno tras otro desnuda a Job de todas sus posesiones, su familia, sus hijos; ahora tenemos el escenario de Satanás de vuelta ante Dios cuando Job es despojado de todas sus posesiones acabando de saber que sus 10 hijos habían muerto.

Dios, Satanás y 100,000 ángeles en silencio a la espera de lo que Job diría, y él recibe la noticia acerca de sus hijos e hijas, cae en tierra y adora a Dios diciendo: “Jehová dio y Jehová quitó, sea el nombre de Jehová bendito” y sin Job saberlo, en ese momento 200,000 armas se levantaron al aire en el cielo y 100,000 poderosas voces resonaron diciendo “Digno es el Dios de Job” esta es la perspectiva soberana del cielo. Dios la permite en nuestras vidas.

No estoy asumiendo tampoco ninguno de nosotros debemos asumir eso cada vez que pasamos sufrimiento, que alguna negociación se ha dado en el cielo para que esto se dé. No tenemos que tratar de entender estas cosas. Pero sepan, puede ser para Dios que cuando caminemos a través del sufrimiento como su pueblo debemos demostrar que eres digno, que debemos mostrar a las fuerzas espirituales del mal en los reinos celestes que eres digno. Digno es el Dios de José, digno es el Dios de Roger, digno es el Dios de esta familia de la fe y digno es el Dios de BrookHills. Que eso sea el llanto del cielo basado en el camino que andamos a través del sufrimiento en la tierra.

Les invito a que vean la perspectiva soberana del cielo al final del sufrimiento de Job.

No voy en ningún sentido a suponer saber qué sufrimientos han sido, son, o serán en sus vidas, pero voy a suponer saber esto. El es bueno, y todo poderoso; El es soberano, y esto es más evidente en la cruz de Jesucristo. La soberanía de Dios, el sufrimiento de Cristo trajo en el diseño de Dios para salvar tu alma y darte esperanza que no importando qué la vida traiga, Satanás es un enemigo derrotado, y un día tu estarás con tu Rey por siempre y siempre.

Por lo tanto, quiero que nosotros a la luz del evangelio tengamos una oportunidad de expresar, creo en una forma mucho más profunda que Job jamás pudo hacer en Job 1-2 lo que significa decir “Dios tu das y quitas, pero por tu gracia nos pararemos y diremos: Sea el nombre de Jehová adorado” En un momento te voy a invitar a que si estas caminando por algún sufrimiento en tu vida ahora mismo, quizás algo reciente o quizás algo que pasó y aún sigue contigo, quiero darte la oportunidad de que te arrodilles delante de Dios en la misma forma que Job hizo y digas: “Bendeciré tu nombre, bendeciré tu nombre sin importar lo que hayas dado o quitado” Si así lo quieres ponte de rodillas ante Dios, te invito en estos momentos a que tomas esta verdad que hemos visto te pares en ella y la celebres.

David Platt

David Platt sirve como pastor en el área metropolitana de Washington, D.C. Es el fundador de Radical.

David recibió su doctorado del Seminario Teológico Bautista de New Orleans y es el autor de Don’t Hold Back [No te quedes donde estás], Radical, Sígueme, Contracultura, Algo tiene que cambiar, Before You Vote [Antes de votar], así como los varios volúmenes de la serie Christ-Centered Exposition Commentary [Comentario Expositivo centrado en Cristo]. 

Vive junto con su esposa e hijos en el área metropolitana de Washington, D.C.

LESS THAN 1% OF ALL MONEY GIVEN TO MISSIONS GOES TOWARDS REACHING THE UNREACHED.

That means that the people with the most urgent spiritual and physical needs are receiving the least support. You can help change that!