Puede sonar arrogante o grosero decirle a alguien que está perdido y que Jesús es su única esperanza de salvación. Pero este no es un mensaje ni una misión que los cristianos hayan inventado. El evangelio es una buena noticia para todas las personas, y Jesús nos ordenó hacer discípulos de todas las naciones. Aún hay muchos que no han escuchado estas buenas noticias, y Cristo es digno de nuestra adoración. En este mensaje, David Platt nos recuerda que compartir el evangelio no es una imposición, sino un gran privilegio y una responsabilidad de todo seguidor de Cristo.
¿No es el evangelismo imponer mi fe a los demás?
