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Señor de Todo

Jesús merece la alabanza de cada ángel, persona e idioma. En Navidad, miramos hacia atrás a la revelación de la gloria de Dios y miramos hacia adelante al regreso de Cristo. Le pedimos al Señor que abra nuestros ojos para que podamos ver la magnitud de la gloria de Dios. Oramos para que abra nuestros corazones para que podamos sentir el peso de la gracia de Dios y abra nuestras bocas para que podamos declarar la maravilla del Evangelio de Dios. En este mensaje sobre Filipenses 2:9–11, David Platt nos enseña que Jesús reina por encima de todo y todos.

  1. Él reina en la posición más alta.
  2. Él tiene un poder interminable.
  3. Él merece alabanza universal.
  4. Él cumple el propósito principal.

Buenos días. Si tienen sus Biblias, y espero que sí, quisiera invitarles a que la abran conmigo en Filipenses capítulo 2. Celebramos a Cristo en Noche Buena.

Las decisiones que hacemos en Navidad

Las múltiples decisiones que hacemos en Navidad, recuerdo una Noche Buena mucho tiempo atrás, cuando era un mozalbete. Era algo común para mí y mi hermano mayor hacerlo en ese punto de Noche Buena, levantarnos, como la mayoría de los niños hacen, extremadamente temprano en la mañana para bajar y ver qué nos esperaba abajo, justo al rayar el alba antes que mamá o papá querían levantarse, sin embargo nosotros estábamos despiertos. Esta Noche Buena en particular, la casa estaba llena de nuestros familiares.

Todos los abuelos, tías, tíos, todos estaban ahí, por lo que como era costumbre, fui echado de mi cama y estaba durmiendo en el piso en el habitación de mamá y papá en mi bolsa de dormir del Hombre Araña, y debido a todas las personas y todas las ocupaciones de lo que estaba pasado, recuerdo a mi mamá diciéndome, “David, sé que tú y tu hermano les gusta levantarse bien temprano, extremadamente antes que todos se levanten pero tenemos a muchas personas en la casa, y no es posibles que eso pase este año” ella dijo, “Debes dormir hasta cierto tiempo” y ella estableció el tiempo. Era alrededor de las 7 o las 8 de la mañana, y ella dijo, “Si te levantas antes de esa hora, entonces no podrás recibir ningún regalo”, “Ahora, recuerda que bajo ninguna circunstancia, a menos que sea una situación de vida o muerte, te vas a levantar de tu bolsa de dormir hasta que alguien venga a buscarte en la mañana”

Por lo que estaba en encerrado en mi bolsa de dormir y estaba ahí para quedarme. Fue una de esas noches en donde estabas tan emocionado por no poder dormir, estabas esperando con ansias que llegara la mañana siguiente y no puedes dormir. Entonces, estaba ahí acostado, y como media hora después estaba todavía despierto, entonces me llegó la idea, “Tengo que ir al baño”. Pero tengo un problema, un dilema en mi pequeña mente en ese punto, mi mamá me había dicho, que solamente en una situación de vida o muerte, bajo ninguna circunstancia me levantara de esa bolsa de dormir, o no obtendría ningún regalo. Bueno, esto no es una situación de vida o muerte, entonces, empecé a pensar acerca de ello, y tengo dos opciones.

Los opciones

Mi primera opción es escabullirme de la bolsa de dormir y tratar de que nadie me escuchara mientras voy al baño y escabullirme de vuelta, y arriesgar en ese momento en mi mente la posibilidad de no obtener ningún regalo. Mi segunda opción, la vamos a dejar sin decir. Entendió la segunda opción verdad… de manera que tengo dos opciones delante de mí en Noche Buena y estoy tratando de decir qué hacer.

Ahora, quiero pedirles su opinión, hacer una pequeña encuesta, imagínese en mi situación. Ustede tiene dos opciones. ¿Cuántos de ustedes tomarían la primera opción y salen y tratan de llegar al baño? Ok… de acuerdo… ahora permítanme preguntarles, ¿Cuántos de ustedes tomaría la opción numero dos? Perfecto, todos los niños están levantando sus manos.

Les diré lo que hice. Me mantuve ahí tanto como pude, y lo aguanté tanto como pude. Cuando no pude aguantar más, lo dejé correr todo ahí al lado de la bolsa. No fue uno de mis momentos memorables. La mañana siguiente cuando mis padres vienen a despertarme ellos se sorprenden y dice: “¿Qué pasó en la bolsa de dormir?” dije, “No me importa, voy a buscar mis regalos” ¡Muchas decisiones que hacemos en las Navidades!

En la medida en que nos acercamos al final de esta serie, viendo la encarnación, quiero que estemos frente a frente con la última decisión que la temporada de Navidad nos confronta. Es una decisión que es más seria e importante que cualquier otra decisión que tomemos en esta vida. Está cara a cara con la realidad de la Navidad. Quiero que la veamos en Filipenses 2:9‐11, la última parte de este pasaje que hemos estado estudiando.

Alguno de ustedes han estado trabajando en memorizar esto, de manera que los daré la oportunidad de decirlo conmigo, Filipenses 2:5‐11. Si no lo tiene todo memorizado, entonces trate de captar una palabra de vez en cuando. Pero si lo conoce dígalo conmigo.

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”

¡Buen trabajo! Lo que quiero que hagamos es que quiero que pensemos en esos tres últimos versos.

La gloria de Dios Padre

“Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”

Ahí es en donde quiero que nos enfoquemos. Está proclamación de que Jesús es Señor fue el punto céntrico de la iglesia primitiva. En el primer sermón cristiano predicado, Hechos capítulo 2 verso 36, Pedro se levanta y dice: “a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo” y a través del resto del Nuevo Testamento esta proclamación es central una y otra y otra vez, Jesús es proclamado como Señor. Alrededor de 750 diferentes momentos en el Nuevo Testamento, Jesús es referido como Señor.

Por lo tanto quiero que develemos lo que eso significa, porque entiendo está en el corazón de la encarnación. El hecho de que este bebé nacido en un pesebre, un día sería exaltado como el Señor de todo. ¿Qué significa eso? Aún la palabra “Señor”, pienso que pierde el significado, aún en nuestro vocabulario cristiano. ¿Qué significa para Jesús ser el Señor? No quisiera que esa palabra fuera sin sentido para nosotros. Un título sin sentido para Cristo. Qué significa para Él ser un Señor, especialmente cuando nos preparamos para celebrar la Navidad.

Quiero que vean cuatro facetas para Su señorío que se develan aquí en Filipenses 2:9:11, al igual que el resto del testimonio de las Escrituras. Primero, ser Señor para Jesús, básicamente significa, que Él reina en la más alta posición. Él reina sobre la más alta posición, la más alta posición, por lo tanto, Dios lo exaltó. Alguna de sus traducciones puede decir, “Dios a lo sumo lo exaltó”. Esta frase en el Nuevo Testamento, en el lenguaje original, la única vez que es utilizada a través de todo el Nuevo Testamento, literalmente significa, “Lo super exaltó” o “supereminentemente exaltado”. Existe un énfasis en el hecho de que Él fue sumamente exaltado, exaltado a la más alta posición. Él lo exaltó en el más alto lugar, la posición más alta, y le dio un nombre sobre todo nombre. Veremos luego que el nombre de Jesús que le es dado es Señor

La exaltación de Dios

Ahora, quiero que piensen en esto. Para Jesús ser exaltado a lo sumo, exaltado al más alto lugar,

¿significa esto que Él era más grande luego de la encarnación lo que era antes de que Él viniera a la tierra? Luego de morir en la cruz, resucitó de la tumba, y ascendió a los cielos, ¿significa esto que era más grande que cuando Él fue exaltado antes que Él se hiciera hombre? Bueno, obviamente no era más grande en el sentido de que Él era completamente Dios antes y él era completamente Dios después. La esencia de quién Jesús es no ha cambiado. Permítanme hacerles una pregunta. ¿Qué ha cambiado?

¿Qué tiene Jesús ahora en el cielo que no tenía antes de venir a la tierra? ¿Qué tiene ahora Jesús que no tenía antes? La respuesta es clara basada en lo que estudiamos las últimas tres semanas. Es Su humanidad. Él se hizo hombre, y Él fue resucitado como hombre, y ascendió como hombre. Su humanidad está con Él para siempre. Él es completamente Dios y completamente hombre por toda la eternidad, por el resto de la eternidad. De manera que Él es exaltado. Por lo que eso nos guía a ver exactamente lo que hemos visto las últimas semanas cuando hablamos acerca de cuando Cristo se humilló y se hizo hombre. La imagen es, cuando llegamos a Filipenses capítulo 2 verso 9, Él ahora pasó de humillación de hombre al honor de Dios. A la exaltación de Dios, Él pasó de la humillación de hombre al hombre de Dios.

Ahora, lo que quiero que entiendan poniéndose en la mente de una persona Judía que está leyendo esto, alguien que está familiarizado con el Viejo Testamento. Ustedes saben que a través del Viejo Testamento como una persona Judía, el nombre con el Dios se ha revelado a Sí mismo es como el Señor, Yahweh, el Yo Soy. Ese es el nombre de Dios. Toda la majestad, magnificencia, infinita grandeza de Dios, está resumida en ese nombre. Él es el Señor. Cuando llegamos, sin embargo, a la traducción Griega de el Viejo Testamento, la palabra Griega que es utilizada para describir al Señor, ese título de Dios, es la misma palabra que está siendo utilizada aquí en Filipenses capítulo 2, verso 11.

Lo que eso significa es que el Nuevo Testamento está igualando a Jesús al Señor Dios del Viejo Testamento. Jesús exaltado a lo sumo, como el Señor, igual como vemos a Dios exaltado como el

Señor en todo el Viejo Testamento, ahora estamos viendo a Jesús exaltado como Señor. Lo que eso significa es que toda la adoración que le pertenece al más alto Dios en el Viejo Testamento, ahora le pertenecen a Jesús, de acuerdo con Filipenses capítulo 2 verso 11.

Las profundidades

Permítanme llevarlos en tour, solo para mostrarles las profundidades de lo que eso puede significar. Vuelvan a la izquierda y vayan al libro de Salmos conmigo. Busquen en Salmos capítulo

  1. Solo quiero llevarlos en un tour de algunos lugares del Viejo Testamento, la mayoría de ellos en el libro de Salmos. Si no sabe dónde está el libro de Salmo, solo abra la Biblia en el mismo medio y estará por los alrededores del libro de Salmos, un libro grande, Salmos capítulo 83, quiero darles algunos versos, y si estaban marcando sus Biblias, les animaré a que subrayen cada vez que vean la palabra Señor. El objetivo aquí es mirar algunos pasajes para estar mentalmente preparados de lo que ustedes pensarían de cuando ustedes escuchan la palabra Señor.

¿Qué significa eso para Jesús ser exaltado como Señor? Quiero que tengamos un marco de referencia que muchos de los lectores aquí en la Iglesia en Filipo pueden haber tenido, conociendo el Viejo Testamento, especialmente la traducción Griega del Viejo Testamento. Miren a Salmos capítulo 83. Miren al verso 18. Esta primer par está hablado de cómo Dios solo, es exaltado sobre todo el mundo. Él solo es exaltado. Miren el verso 18 de Salmos 83, “Y conozcan que tu nombre es Jehová” (ese es Su nombre subráyelo) “Tú solo Altísimo sobre toda la tierra.”

Ahora vayan a Salmos capítulo 97, quiero que vean lo mismo dicho ahí. Salmos capítulo 97, vean conmigo al verso 5. Este Salmo empieza hablado acerca de cómo “Jehová reina; regocíjese la tierra, Alégrense las muchas costas” porque Él señor reina. Ahora subraye cada vez que vea la palabra Señor o Jehová, miren al verso 5, dice: “Los montes se derritieron como cera delante de..

¿Quién?… de Jehová, Delante del Señor de toda la tierra Los cielos anunciaron su justicia, Y todos los pueblos vieron su gloria. Avergüéncense todos los que sirven a las imágenes de talla, Los que se glorían en los ídolos. Póstrense a él todos los dioses. Oyó Sion, y se alegró; Y la hijas de Judá, Oh Jehová, se gozaron por tus juicios.” Escuchen el verso 9 “Porque tú, Jehová, eres excelso sobre toda la tierra; Eres muy exaltado sobre todos los dioses”.

Él es exaltado

La imagen que vemos aquí es que el Señor no es solo grande entre muchos dioses, Él está en una clase aparte. Él es exaltado. Vuelvan a mirar, vayan a la izquierda dos capítulos, vayan a Salmos capítulo 96 miren lo que dice ahí, cómo Él es Señor no solo sobre la tierra, sino que Él es literalmente Señor sobre toda la creación. Miren el verso 3, pueden subrayar cada vez que vean la palabra Señor o Jehová. “Porque Jehová es Dios grande, Y Rey grande sobre todos los dioses. Porque en su mano están las profundidades de la tierra, Y las alturas de los montes son suyas. Suyo también el mar, pues él lo hizo; Y sus manos formaron la tierra seca. Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor”

Vayan a la derecha al Salmo 103. Estamos entendiendo la imagen de lo que pudiera venir a sus mentes cuando vean la palabra “Jehová” igualada a Jesús. Miren en el Salmo 104, miren el verso 19, verán la palabra “Jehová” repitiéndose una y otra, y otra vez. Vean cómo Él es exaltado no solo sobre la creación, sino cómo Él es exaltado en el cielo y sobre todos los ángeles. Miren lo que dice: verso 19, “Jehová estableció en los cielos su trono, Y su reino domina sobre todos. Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, Obedeciendo a la voz de su precepto. Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos, Ministros suyos, que hacéis su voluntad. Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras, En todos los lugares de su señorío. Bendice, alma mía, a Jehová.”

Permítanme mostrarles algunos más. Miren en Salmos capítulo 113. Todo el cielo adórele. No solo los cielos, todas las naciones den gloria y honor y adoración al Señor. Miren en Salmos capítulo 113, empecemos en el verso 1: “Alabad, siervos de Jehová, Alabad el nombre de Jehová. Sea el nombre de Jehová bendito (miren al verso 4) Desde ahora y para siempre. Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, Sea alabado el nombre de Jehová. Excelso sobre todas las naciones es Jehová, Sobre los cielos su gloria. ¿Quién como Jehová nuestro Dios, Que se sienta en las alturas, Que se humilla a mirar En el cielo y en la tierra?

Por lo tanto, los Salmos nos están dando una imagen de Jehová siendo exaltado sobre los cielos, exaltado sobre todo el mundo, exaltado sobre toda la creación, exaltado sobre todas las naciones y gobernantes de la tierra. Esa es la imagen del Señor. Permítanme mostrarles dos versos de Isaías ahora. Vayan a la derecha a Isaías capítulo 42, quiero que vean solo dos pasajes que van a mostrarnos una imagen del celo de Dios por Su nombre como el Señor. Miren esto, Isaías capítulo 42, verso 8. Esto es Dios y Él empieza a hablar acerca de Su siervo, el Señor que llama la justicia. Escuchen el verso 8, Isaías capítulo 42, verso 8, escuchen el celo por el nombre de Dios, Él dice: “Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas”

Dios no comparte la gloria de Su nombre

Dios no comparte la gloria de Su nombre. Permítanme mostrarles uno más. Isaías capítulo 45, este será el último en el Viejo Testamento. Miren en Isaías 45, este es un pasaje sobre el cual Filipenses 2:9‐11 está sin duda sustentado. Escuchen lo que dice; miren si pueden notar cuán familiarizado está. Isaías 45:21 miren cómo Jehová es mencionado aquí. “Proclamad, y hacedlos acercarse, y entren todos en consulta; ¿quién hizo oír esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino yo Jehová? (ahora escuche atentamente) Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí”.

“Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más. Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua. Y se dirá de mí: Ciertamente en Jehová está la justicia y la fuerza; a él vendrán, y todos los que contra él se enardecen serán avergonzados. En Jehová será justificada y se gloriará toda la descendencia de Israel.”

Está bien, ahora esa es la imagen del Viejo Testamento. Una y otra vez, solo para darnos un poco de entendimiento sobre lo que vendría a nuestra mente cuando visualizamos la palabra, “Señor” cuando escuchamos ese título. Aquel que tiene autoridad sobre todo. Él es exaltado sobre todos los poderes en el cielo y sobre la tierra, todas las naciones y todos los gobernantes sobre la tierra. Él es celoso por Su nombre, y todas las personas, todas las naciones se rendirán ante Él. Esa es la imagen tenemos cuando escuchamos la palabra “Señor”.

Entonces, cuando llegamos a Lucas capítulo 2, huestes angélicas viene y dicen – ustedes conocen el pasaje, ustedes lo leen en Navidad‐ “Hoy ha nacido en ciudad de David, ¿Quién?, ¿Cuál es Su nombre? Su nombre es Cristo el Señor, Lucas 2 verso 11. Noten la magnitud de esa proclamación. El bebé nacido en este pesebre es el Señor de toda la creación. Él es el Señor de los cielos, Él es el Señor sobre las naciones, Él es el Señor de todos los seres celestiales, Él es el Señor sobre todas las cosas, donde quiera, Él es exaltado sobre todos los dioses, por lo tanto Él es el objeto de toda nuestra adoración. Él es por lo tanto, digno de nuestra alabanza, Él es Cristo el Señor. Así que cuando llegue al libro de Salmos y empiece a hablar sobre alabar al Señor, nosotros alabamos a Cristo, alabe al Señor,

Alabadle

“Alabad a Jehová desde los cielos; Alabadle en las alturas. Alabadle, vosotros todos sus ángeles; Alabadle, vosotros todos sus ejércitos. Alabadle, sol y luna; Alabadle, vosotras todas, lucientes estrellas. Alabadle, cielos de los cielos, Y las aguas que están sobre los cielos. Alaben el nombre de Jehová; Porque él mandó, y fueron creados. Los hizo ser eternamente y para siempre; Les puso ley que no será quebrantada”.

“Alabad a Jehová desde la tierra, Los monstruos marinos y todos los abismos; El fuego y el granizo, la nieve y el vapor, El viento de tempestad que ejecuta su palabra; Los montes y todos los collados, El árbol de fruto y todos los cedros; La bestia y todo animal, Reptiles y volátiles; Los reyes de la tierra y todos los pueblos, Los príncipes y todos los jueces de la tierra; Los jóvenes y también las doncellas, Los ancianos y los niños”

“Alaben el nombre de Jehová, Porque sólo su nombre es enaltecido. Su gloria es sobre tierra y cielos.” Esa es la identidad del el bebé en el pesebre. Él es Cristo el Señor, y Él es digno de toda nuestra alabanza. Él es exaltado en la más alta posición.”

Esa es una imagen increíble, y nos tenemos que agarrar de ella en la Navidad. De la humillación del hombre al honor de Dios. Sin embargo, no pierda el contexto. La imagen no es solo de Uno que es el objeto de toda nuestra adoración. Esto es Pablo en Filipenses capítulo 2, y él está escribiendo a un grupo de creyentes que estaban absortos en sí mismos, y comenzaron a tomar ventaja uno del otro para su propio bien. Empezaron a vivir para exaltarse a sí mismos, hacer valer sus derechos. Él empieza en Filipenses capítulo 2, verso 3 y 4, él dice, “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de ¿Quién? los otros.

No pierda esto, no solo es Cristo el objeto de nuestra adoración, sino que Él es el modelo para nuestras vidas. Lo que estamos viendo en Filipenses 2 versos 9 al 11, es que Cristo, sí, ha pasado de la humillación al honor de Dios, pero también nos está mostrando que el camino al éxito ante Dios está pavimentado con desinterés ante los hombres.

Déjenme decir eso una vez más, tenemos que aferrarnos a esto. El camino del éxito delante de Dios está pavimentado con desinterés ante los hombres. Ahora, esto van en contra de todo en la cultura Filipense en el capítulo 2, y va en contra de nuestra cultura contemporánea de hoy día. Todo en nuestra cultura está desarrollado, sustentado sobre la edificación de ti mismo, afirmarte a ti mismo, defenderte a ti mismo, defender tus derechos, y en Cristo tenemos que sacrificar nuestros derechos, tenemos que sacrificarnos a nosotros mismos de manera que no seremos afirmados, sino que seremos humillados par que otros puedan conocer que Él es bueno.

El modelo a través de la Escritura.

Este es el modelo a través de la Escritura. Los siervos de Dios van a través de la desinteresada humillación y Dios los exalta. Filipenses capítulo 2 verso 9. ¿Quién exaltó a Jesús? Dios lo hizo. Dios lo exaltó. Una vez que fue humillado y que se dio a Sí mismo, Dios lo exaltó. Es la misma historia que vemos en el libro de Génesis con José.

Él pasa por 13 años de sufrimiento y de servicio, y luego Dios lo exalta. David, sí él fue ungido como rey cuando era muy joven, pero él pasa a través de mucho sufrimiento antes que se le otorgue el reinado como rey. Lo vemos pasar a través del sufrimiento humillante a la gloriosa exaltación. Esa es la historia en todas las enseñanzas de Jesús. En las bienaventuranzas, “Benditos los pobres de espíritu (humillación) porque de ellos es el reino de los cielos (exaltación)” lo vemos todo a través de las enseñanzas de Jesús. Él siempre habla, “Cualquiera que sea humillado será ¿Qué? Exaltado” en Su vida, en la forma en que vivió, Él mismo fue bautizado, Él mismo fue tentado, Él mismo se hizo como nosotros para que Él pudiera ser exaltado. Esa es la imagen y es el mensaje de la Navidad para nosotros hoy.

No vivimos para afirmarnos a nosotros mismos, para defendernos a nosotros mismos, para defender o exaltar nuestro nombre, no vivimos para eso. Vivimos para sacrificar nuestras vidas, de manera que la gloria de Cristo sea conocida entre nosotros. Nosotros dejamos a Dios que haga la exaltación por nosotros. Estoy convencido que si la Iglesia de BrookHills en el año 2007, si nos sacrificamos a nosotros mismos, y lo arriesgamos todo para mostrar Su gracia y Su misericordia en Birmingham, y todas las naciones, Dios va a usarnos para proclamar Su gloria en formas que no podríamos imaginar. Ese es el mensaje de la Navidad tenemos que aferrarnos a él. Él es exaltado a la posición más alta, ahí es donde Él reina.

La segunda faceta del Señorío de Cristo, no solamente que Él reina en la más alta posición, sino, segundo, que Él posee un poder inagotable. Él tiene poder inagotable. Ahora, hemos tomado esta idea del Señor desde la mentalidad Judía, ahora vamos a meternos más en la mentalidad Griega/Gentil. Quizás si no estuviera familiarizado con el Viejo Testamento, pero ustedes son gentiles y ustedes están escuchando esto, ustedes no son judíos y están esto en el capítulo 2 de Filipenses, que Él ha exaltado a Jesús como Señor. Toda lengua confesará que Jesús es el Señor.

Bueno, para los gentiles, esta fue la palabra que fue utilizada para describir a un maestro o a un dueño, un propietario de esclavos era llamado Señor. Esta es una imagen increíble aquí cuando piensa acerca de Filipenses 2:5‐11, Él que se hizo y tomó la naturaleza de esclavo, se convirtió en dueño de todas las cosas. La imagen es de Aquel que tiene poder absoluto y autoridad absoluta sobre los demás. Eso es lo que significa ser Señor, y esa es la imagen que vemos en Cristo, Él siendo exaltado. Él tiene poder y autoridad absoluta. Una vez Él murió en la cruz y se levantó de la tumba, llegamos a Mateo capítulo 28, verso 18, ¿qué dice Él? ¿Cuánta autoridad me ha sido dada? “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra”

Si Él tiene toda autoridad, ¿Qué no está bajo Su autoridad? Esa palabra de cuatro letras prácticamente lo cubre. Él la tiene. El tiene TODA autoridad. Quiero que piense en Su dominio, Su autoridad en dos niveles.

Él tiene poder para salvar

Primero, Él tiene poder para salvar. Filipenses capítulo 2 verso 9, empieza con qué palabra, “Por lo cual” significa literalmente, “es por esta razón” y se está refiriendo a todo lo que está pasando in el verso 6 al 8, porque Él se hizo obediente a la muerte, hasta la muerte de cruz, por lo cual, es por eso que Él es ahora exaltado al más alto lugar. Le es dado el nombre sobre todo nombre. Él tiene el poder de salvar. Él solo es Señor sobre el pecado. ¿Quién más en la historia pude reclamar ser Señor sobre el pecado?

¿Alguien? ¿Existe alguien en esta sala que haya conquistado el pecadocompletamente? ¿Existe alguien en toda la historia, alguno de los grandes maestros religiosos en la historia del mundo? No, ninguno de ellos puede reclamar ser Señor sobre el pecado. Tomemos un paso más profundo, no existe nadie en toda la historia que puede reclamar ser Señor no solo sobre el pecado, sino sobre la muerte. ¿Quién ha conquistado la muerte aparte de Jesús? Absolutamente nadie ha conquistado la muerta aparte de Jesús. Él solo tiene el poder, el dominio, la autoridad para salvar. Es por eso que Hebreos capítulo 2, verso 14 nos dice que Él tomó nuestra humanidad, para que Él pueda destruir aquel que tiene el poder sobre la muerte.

Sé que cada Navidad, para algunas familias, es un tiempo doloroso, especialmente cuando recuerdan aquellos seres queridos, que quizás han muerto en años anteriores. El dolor de la muerte parece que abre las festividades algunas veces, y quiero recordarles que en la encarnación vemos la imagen de Aquel que es Señor sobre la muerte. Él tiene toda autoridad sobre la muerte, por lo tanto no tenemos que temer a la muerte, por quien es Él. Esas son las buenas noticias en Navidad.

Él es cabeza

¿Quién más te salvará de tus pecados? ¿Quién más buscarás para que te dé poder sobre la muerte? ¿Quién más pudo hacerlo? Solo Él tiene el poder para salvar. No solo el poder para salvar, sino que solamente Él tiene el poder para gobernar. Él es el dueño, Él es soberano, “Él es” básicamente significa que Él está en control sobre todas las cosas, Él soberano sobre todo. Esa es la imagen que tenemos de Jesús aquí, Él es el gobernador. Colosenses 2:9:10 habla acerca cómo Él es cabeza. Habla acerca de cómo toda la plenitud de Dios habita en Cristo, y dice que Él es la cabeza sobre todo poder y toda autoridad. Por lo tanto esa es la imagen que tenemos. Él tiene el poder de salvar y el poder de gobernar.

Ahora, quiero que pausemos aquí por un momento, y quiero que pensemos acerca de cómo tenemos una peligrosa tendencia a separar estas dos. Es en este punto que tenemos que enfrentarnos con un par de cosas que escucho todo el tiempo que lejos de ser Bíblicas. Ya sea que las digamos o creamos en ellas, o vivamos como si creyéramos en ellas, tenemos que afrontar cara a cara con el hecho de que son inciertas.

La primera cosa que decimos a menudo cuando se relaciona con esta idea es, “Bueno, he aceptado a Jesús como mi Salvador, pero no me he rendido a Él como mi Señor. (Jesús me ha salvado de mis pecados, pero Él no es Señor de mi vida, todos los días)” Separamos Su poder para salvar de Su poder para gobernar. Tomaré el poder para salvar y derivaré el poder para gobernar.

De manera que hacemos una oración y cantamos una tarjeta, mientras decimos, “He pedido a Jesús que perdone mis pecados” entonces vivimos nuestras vidas que están lejos de estar bajo el Señorío de Cristo, pero nuestras vidas se ven justo como las cualquier otra persona en el mundo, no hay diferencia, no existe el fruto de Cristo en nuestras vidas. Él no es el Señor pero lo llamamos Salvador. Esto no es una opción para nosotros Bíblicamente. Si vemos a través del libro de Hechos, 92 veces verán a Jesús referido como Señor. Dos veces referido como Salvador. No podemos separa lo que Jesús es. “Lo voy a tomar como Salvador, pero no lo voy a tomar como Señor”. No podemos usarlo como nuestro Salvador y rechazarlo como nuestro Señor. Permítanme decirlo una vez más, no podemos usarlo como nuestro Salvador y rechazarlo como nuestro Señor. Él es Señor, es lo que Él es.

Él es Señor

De manera que quiero invitarlos, no que vengan ante Cristo esta Navidad apoyado sobre una idea sin sentido, cantando acerca de cómo Él es Cristo, Señor de todo, si eso es verdad está lejos de la realidad en nuestras vidas. Dios nos ayude a no jugar con el Señorío de Cristo. Esto es demasiado importante. Él es Señor.

La segunda concepción errada en la que usualmente pensamos, es que algunas personas dicen: “He decidido hacer a Jesús el Señor de mi vida”. Bueno, pensemos en esa declaración a la luz de lo que estamos estudiando aquí. ¿Ha decidido hacer a Jesús Señor de tu vida? Bueno, realmente no tuviste opción en el asunto. Él es Señor. Tenemos que ver esto. Él es el Señor sin importar lo que usted o yo podamos pensar. Usted y yo no tenemos el privilegio de redefinir quién es Jesús, o determinar quién es Él. Él es Señor. Esa es la verdad. La pregunta no es “¿Has hecho a Jesús Señor de tu vida? “ Él es Señor de tu vida. La pregunta es, “¿Has sometido tu vida a Su Señorío?” en las frases en Filipenses capítulo 2, verso 9‐11, ellos preguntan esto, “¿Alguna vez te has arrodillado a Su Señorío? Porque la verdad de la Escritura es que un día cada rodilla se doblará.

Un día, toda lengua confesará que Jesús es el Señor. La pregunta real es, ¿Te arrodillarás ahora o lo harás cuando sea demasiado tarde? Esa es la decisión con la cual la Navidad nos confronta. Es la realidad es esta Noche Buena con la cual nos tenemos que enfrentar. Es la pregunta que hiciera a cada individuo uno a uno si pudiera. Aquí está la pregunta que quiero poner ante ustedes, ¿has rendido tus rodillas a Su Señorío? ¿Te has postrado a Su Señorío? No, ¿Has aceptado a Cristo? No,

¿Has hecho una oración? No, Has creído en Cristo y has adquirido el mensaje de la Navidad, que hasta los demonios creen el mensaje de la Navidad. ¿Has, en tu vida, rendido tus rodillas a Su Señorío? Ese es la pregunta central, y es la pregunta central sobre la cual se basa nuestra eternidad. ¿Qué quieres decir con eso? Romanos capítulo 10 verso 9, “Si confiesas con tu boca” “Jesús es Señor” “y crees en tu corazón que Dios le levantó de la muerte, serás salvo”.

Ese es el Evangelio. Rendir las rodillas a Su Señorío, confesarlo como Señor. Esa es la imagen aquí. Es el eje central sobre el cual nuestras vidas giran, y sobre el cual toda nuestra eternidad está basada. ¿Hemos rendido nuestras rodillas a Su Señorío? Porque la decisión que tenemos es que o rendimos nuestras rodillas hoy, y el resultado de eso es salvación; si lo hacemos hoy, si confiamos en Cristo y lo llamamos Señor, someternos a Su Señorío en nuestras vidas, y nuestras vidas vienen bajo Su Señorío, entonces experimentamos la salvación por Su gracia y por Su misericordia esa salvación. La otra opción es esperar hasta que esta vida termine, y entonces rendirnos, el resultado es condenación.

Usted diría, ¿Qué quieres decir David? Pensaba que Jesús dijo “¿Vine al mundo no a condenarlo sino para salvar al mundo, mostrar gracia y misericordia al mundo?” Eso es absolutamente correcto. Él vino al mundo para traer salvación. Eso es absolutamente correcto, Romanos Capítulo 8, verso 1, dice “Por lo tanto, no hay condenación para aquellos que están en Cristo Jesús”

La condenación que traen nuestros pecados

Para todos aquellos que creen en Su salvación no existe ningún tipo de condenación. Pero para todos aquellos que no entran bajo el Señorío de Cristo, entonces estamos delante de un Dios empapado en nuestros pecados, sin nadie que tome el pago de ese pecado sobre ellos, por lo tanto somos culpables por nuestros pecados, y entonces experimentamos la condenación que traen nuestros pecados.

De manera que esto es grande. Quisiera que pausemos aquí. Quiero que pausemos en este punto y quiero que reflexionemos en esa sola pregunta, “¿He rendido mis rodillas a Su Señorío? Esto es muy importante para que lo pasemos por alto, y lleguemos a las actividades Navideñas el resto de hoy y mañana. Esto es enorme. Quiero invitarles e incitarles pueblo, por primera vez para que

rindamos nuestras rodillas a Su Señorío. Comunión es el acto por el cual reflejamos el significado de la muerte de Cristo por nosotros, Su resurrección, y Su vitoria sobre el pecado y la muerte por nosotros. Si usted es seguidor de Cristo, quisiera darle la oportunidad para reflejar sobre lo que significa para Él ser Señor de tu vida, en donde tu vida está bajo Su Señorío. Al mismo tiempo quiera invitarles, si no ha dicho, “rindo mis rodillas a Su Señorío” entonces quiero invitarle a que durante estos momentos haga eso por primera vez. En su corazón y diga:

“Confieso que Tú eres el Señor, Tú eres el Dios y el Gobernador, y el Dueño de mi vida y necesito que me perdones de mis pecados, y no solo voy a creer en Ti, voy a confiar en Ti con toda mi vida”

Entonces, una vez haya hecho esto, usted tiene la oportunidad de igualmente tomar la comunión. Comunión es un acto por el cual nosotros, como seguidores de Cristo, recordamos lo que Cristo ha hecho como Señor de nuestras vidas. Si usted no es un seguidor de Cristo, si usted no está al punto en el cual está preparado para ser un seguidor de Cristo, entonces le invito a que solo observe durante este tiempo mientras celebramos la comunión. Para todos aquellos que van a tomar la comunión, mientras se acercan, vengamos cara a cara con la realidad de quién es Cristo, háganse ustedes mismos la pregunta, honestamente, “¿Está mi vida sometida a Su Señorío?” y responda esa pregunta mientras pasamos a las mesas.

(Canciones)

Permítanme invitarles a que abran sus Biblias una vez más, mientras dibujamos la imagen de la encarnación a una conclusión. Él está reinando en la posición más alta, y Él ostenta poder inagotable como Señor sobre nuestras vidas. Él está en control. Permítame recordarle, es bueno que Él esté en control, porque Él tiene toda autoridad y todo poder, Él es capaz de proteger y cuidar a Su pueblo con el poder del Creador del universo. Es bueno que Él sea Señor.

Jesús es Señor. Dos cosas finales de lo que eso significa. Tercero, Él merece alabanza universal. Vamos a volar a través de esto, pero tenemos que entender la imagen. Toda rodilla se doblará. Qué significa esto literalmente; esta es una imagen del Viejo Testamento de entrega, adoración, rendirse ante alguien que es digno de honor y gloria y adoración, sin ni siquiera tener la capacidad de estar parado ante la presencia, pero que caes de rodillas. Toda rodilla se doblará. Toda lengua confesará significa literalmente, declarar abiertamente que Jesucristo es Señor.

El Diablo y todos sus demonios doblando sus rodillas a la autoridad de Jesucristo

Ahora, esto es en el cielo, y en la tierra y debajo de la tierra. ¿Qué significa cada uno de estos? Pudiera llevarlos en una jornada y pudiéramos examinar toda la teología Bíblica de lo que significa “en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra” y la diferenciación entre los tres. Sin embargo a la conclusión que he llegado luego de estudiar sobre lo que todos tiene para decir, es eso, solo significa todo el mundo, ¿de acuerdo? Por lo tanto, eso es lo que vamos a asumir en este punto. Realmente no importa quién está hablando acerca de eso en el cielo, o en la tierra o debajo de la tierra, el punto es que todos nosotros estamos en uno de esos niveles. De hecho, todos encajamos en uno de estos niveles. Lo que significa es que cada ángel, ya sea que esté en el cielo o en la tierra, la imagen es de seres angelicales en toda la creación que adoran a Cristo los cuales se rinden a Su Señorío. Él merece alabanza universal de cada ángel. Ahora eso abarca ángeles santos y ángeles caídos. El Diablo y todos sus demonios doblando sus rodillas a la autoridad de Jesucristo. Él merece alabanza universal de cada ángel.

No solo de cada ángel, sino todas las personas. De toda persona sea viva o muerta, esté en este continente o en otro continente, en todo el mundo, todos a través de la historia, cada persona doblará sus rodillas, toda lengua confesará. Él merece alabanza universal de cada ángel, cada persona, y en cada lengua. Cuando dice que toda lengua confesará, esa es una palabra que se usa para describir la proclamación de la boca cada lengua confesará, pero esta palabra es usada a través del Nuevo Testamento para a veces referirse, no solo a lenguas, sino a naciones, tribus y lenguajes. Permítanme mostrarles algunos versos que les ayudarán a entender lenguas. Vayan al último libro de la Biblia, Apocalipsis.

En 7 momentos distintos esta palabra glossa, en el Nuevo Testamento es usada en el libro de Apocalipsis. Permítanme mostrarles dos de ellas. Busquen en Apocalipsis capítulo 5. Esta es una canción para Cristo, una proclamación de quién es él.

Escuchen lo que dice, verso 11, “Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.”

Él merece la adoración de todas las personas de todas las lenguas. Usted lo vio aún en el verso 9, dice: “y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación”

La salvación pertenece a nuestro Dio

Esa es la misma palabra que utilizada en Filipenses capítulo 2, versos 10 y 11. Déjenme mostrarles una más, uno de nuestros versos favoritos aquí en Brook Hills, Apocalipsis capítulo 7, verso 9 “Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero”

Cada ángel, cada persona, cada lengua un día tendrá que postrarse ante el trono y cantarle alabanzas. Esto nos guía como iglesia. La alabanza universal, el valor infinito de Cristo, nos guía.

¿Por qué, por qué vamos a darnos a nosotros mismos a la misión de Cristo con completo y total abandono? Por el valor infinito de Cristo, porque Él merece adoración universal. ¿Por qué nuestras CBR’s (Comunidades Bíblicas Relacionadas) van a proyectos habitacionales y comunidades hispanas compartiendo el amor de Cristo? Porque Él merece alabanza universal. ¿Por qué hay cerca de 1,200 de nosotros inscritos para el próximo año ir a otros países en viajes de misiones?

¿Por qué van tantas personas? Porque Él merece alabanza universal. ¿Por qué vamos a arriesgarlo todo en esta iglesia para hacer conocida la gloria de Cristo en los confines de la tierra? Lo vamos a arriesgar porque existe un millón de personas en la ciudad de Birmingham y Jesús merece cada una de esas alabanzas.

¿Por qué vamos a lugares como Africa?

¿Por qué vamos a lugares como Africa? Porque allá hay 3,000 tribus que están adorando religiones animistas que carecen por completo de Dios, y Jesús se merece sus alabanzas. ¿Por qué vamos a Japón y Laos y Vietnam en los próximos años?

Porque hay 350 millones de budistas que están siguiendo las reglas de Buda, y las regulaciones de Buda, y Jesucristo es digno de alabanza universal. ¿Por qué vamos a la India, Pakistán, Bangladesh, Sri Lanka y Maldivas? ¿Por qué vamos al Sur de Asia? Porque hay 950 Millones   de Hindúes que adoran a más dioses de los que usted y yo podemos si quiera imaginar, y solo Jesús es el Dios que es exaltado sobre todos los demás, y solo Él es digno de todas sus alabanzas. ¿Por qué vamos a naciones difíciles como China o Laos u otras naciones comunistas? Porque hay más de un billón de personas en esas naciones que han crecido en filosofías ateas que no tiene un concepto de Dios en lo absoluto, cuando existe un Dios; Su nombre es Jesús, y Él es digno de todas sus alabanzas. ¿Por qué vamos a los lugares difíciles?

¿Por qué vamos a los lugares peligrosos, en el medio oriente en los próximos días? Porque hay 1.2 billones de Musulmanes que estas ayunando y dando limosnas y haciendo santas peregrinaciones a la Meca y orando 5 veces al día a un dios falso, y solo Jesucristo es digno de una adoración universal, Él es digno, y Su valor nos guía como iglesia. Él es digno de alabanza universal, Él se la merece toda. Él murió en la cruz por nosotros.

Algunos de ustedes están pensando “Solo tu David podías tomar el tema de la Navidad y hacerlo ver como un mensaje acerca de las misiones” ¡Pero ese es el punto! Ese es el punto de todo esto, Él es digno.

Por último, Él cumple un propósito mayor. Él cumple el propósito mayor. No pierda esto. Cuando llegamos a Filipenses capítulo 2, Dios lo exaltó a lo sumo y le dio un nombre sobre todo nombre.

¿Por qué lo exaltó? Esa es la pregunta en que quiero que piensen. El propósito mayor, ¿Por qué Dios lo exaltó? ¿Para que toda rodilla se doble? Bueno no, un poco más allá. ¿Para que toda lengua confiese? No, un poco más. ¿Que Jesucristo es el Señor? Bueno, un poquito más. ¿Por qué Dios exaltó a Jesús? ¿Él hizo todo esto para gloria de quién? Dios el Padre. Dios exaltó a Jesús para darse gloria a Sí mismo. Ese es el propósito máximo y el propósito por el cual Cristo vino a la tierra, murió en la cruz, resucitó de la tumba, y ascendió a los cielos, para que Dios el Padre fuese exaltado para gloria de Dios el Padre. Juan capítulo 1 verso 14 “y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.”

Eso es lo que significa para el Verbo hacerse carne. Por lo que estamos viendo aquí como el propósito máximo de la Navidad, volvemos a Su revelación de la gloria del Padre. Esa es la imagen de Cristo. Cuando pensamos acerca de la Navidad, cuando pensamos en la Navidad, vemos la gloria del Padre en Cristo. Contemplamos Su gloria, Juan 1:14, reflejamos en Su gloria, estamos cautivados por Su gloria, Juan capítulo 12, antes de Cristo ir hacia la Cruz dice: “¿y qué diré?

¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora. Padre, glorifica tu nombre”

Juan 12:28, He venido a traer gloria a tu nombre, Juan capítulo 13 verso 31, “Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en él.”

La Navidad volvemos a la revelación de la gloria del Padre en Cristo

Esa es la imagen. Entonces, en la Navidad volvemos a la revelación de la gloria del Padre en Cristo. Pero no es ahí donde paramos. Esa no es la única imagen. Sí, volvemos a la revelación de la gloria del Padre en Cristo, pero en la Navidad también esperamos Su retorno con la gloria del Padre en Cristo. ¡WAO! No podemos perder esto. Sí, Navidad es una celebración del hecho de que Cristo vino a la tierra, indudablemente, y por eso nos regocijamos. Pero nuestro regocijo no para ahí, no solo nos regocijamos que Él vino, nos regocijamos en que Él vuelve. Él vuelve por Su pueblo, Él volverá y mostrará la totalidad de la gloria de Su Padre. 1ra Corintios capítulo 15 dices, “Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies, de mara que Dios pueda ser todo en todo”

Luego llega al final de 1ra Corintios capítulo 15 y dice, “Entonces la trompeta sonará y los últimos serán los primeros y seremos levantados con Cristo y diremos, ¿Dónde esta muerte tu victoria?

¿Muerte donde está tu aguijó” Pecado y muerte han sido conquistadas gracias al Señor Jesucristo, que vuelve. 1ra Corintios 16 verso 22 dice, “Ven, Señor Jesús, ven”

En Navidad, no solo miremos hacia atrás, miremos hacia adelante al hecho de que Él vuelve por ti y por mí. Hablamos acerca de cómo Él da victoria sobre la muerte, la muerte no es una garantía para ti, no es una garantía para mí, porque el Señor ha prometido que un día Él regresará. Estaremos con Él por siempre, y esa es la hermosura de la encarnación.

Al fin y al cabo, nuestra oración esta Navidad es simple.

Dios, abre nuestros ojos de manera que vemos la magnitud de Tu gloria. Abre nuestros corazones para que sintamos el peso de Tu gracia. Dios abre nuestras bocas para que declaremos las maravillas del evangelio hoy, y mañana y durante el 2007.

Pienso que la cosa más importante para nosotros hacer a la luz de Filipenses, capítulo 2, versos 9‐ 11 es darle a Él alabanza y honor y gloria. Por lo tanto voy a orar por nosotros, voy a invitarles a que se pongan de pie y vamos a cantar de Su grandeza, y vamos a llamarlo Señor y grande y poderoso. Vamos a cambiar la atención de nuestra mente y nuestro corazón completamente a Él y vamos a cantar con todo nuestro corazón.

Dios, te alabamos. Te adoramos por tu plan de redención, que enviaste a Tu hijo y ahora lo has exaltado al más alto lugar. Para que nosotros doblemos nuestras rodillas hoy y te llamemos Señor. Señor anhelamos tu retorno. Vemos hacia atrás en esta Noche Buena a lo que hiciste cuando viniste a nosotros, y esperamos, oh Dios, a lo que harás cuando vuelvas. Dios oramos que hasta ese día, nuestras vidas muestren la gloria de nuestro Señor en todo lo que hacemos como individuos y como iglesia de manera que se diga de nosotros que Tu obraste entre nosotros para la gloria de Dios el Padre. En el nombre de Jesús oramos. Amén.

David Platt

David Platt sirve como pastor en el área metropolitana de Washington, D.C. Es el fundador de Radical.

David recibió su doctorado del Seminario Teológico Bautista de New Orleans y es el autor de Don’t Hold Back [No te quedes donde estás], Radical, Sígueme, Contracultura, Algo tiene que cambiar, Before You Vote [Antes de votar], así como los varios volúmenes de la serie Christ-Centered Exposition Commentary [Comentario Expositivo centrado en Cristo]. 

Vive junto con su esposa e hijos en el área metropolitana de Washington, D.C.

LESS THAN 1% OF ALL MONEY GIVEN TO MISSIONS GOES TOWARDS REACHING THE UNREACHED.

That means that the people with the most urgent spiritual and physical needs are receiving the least support. You can help change that!