La gran promesa de Jeremías 29:11 - Radical

La gran promesa de Jeremías 29:11

Este artículo es un extracto del sermón “El plan de Dios en el sufrimiento que experimentamos” (inglés)


Jeremías 29:11 no nos promete salud ni enseña que la voluntad de Dios para nosotros que seamos prósperos o que El nos librará de todo sufrimiento.

¿Qué no nos enseña este pasaje?

«“Porque Yo sé los planes que tengo para ustedes”, declara el Señor, “planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza”» (Jeremías 29:11).

En medio del sufrimiento, en medio de aquellas situaciones en las que nos preguntamos dónde está Dios o qué está haciendo, Dios asegura: “Porque Yo sé los planes que tengo para ustedes…planes de bienestar…”. En algunas traducciones, se lee “planes de prosperidad”.

Sin embargo, la palabra “prosperidad” en esas traducciones es la misma palabra que se usa para “bienestar” unos pocos versículos antes (ver v. 7). Es la palabra hebrea shalom, la cual implica una paz integral. Esto es lo que Dios está afirmando: “En medio de su desasosiego, tengo planes de paz. En medio de su angustia y dolor, sepan que tengo planes para su bien”.

Jeremías 29:11 no nos enseña a creer en una falsa esperanza

Ahora bien, la clave para nosotros es la misma que para el pueblo de Dios en los días de Jeremías. No creamos en una falsa esperanza. No creamos a las personas que nos dicen que Dios no permitirá el sufrimiento en nuestras vidas o que nos sacará del sufrimiento rápidamente. Estas son falsas esperanzas. Abundaban en los días de Jeremías y abundan hoy. Estaban en las bocas de los profetas entonces y están en las bocas de los predicadores hoy y en todas partes.

Por favor, escúchame con atención. Quiero ser franco al respecto. Muchas de las iglesias de más rápido crecimiento hoy en Estados Unidos están construidas sobre falsas esperanzas. Hay una iglesia, en particular, que atrae decenas de miles de personas, la cual sostiene de manera explícita: “ Es la voluntad de Dios que todo creyente alcance su plenitud, esté saludable y sea exitoso en todas las áreas de su vida”. Ellos sostienen que en la cruz, Jesús compró para nosotros, no solo la provisión espiritual, sino también la provisión física y económica. No solo se trata de una enseñanza que está “allá afuera”. Es una enseñanza generalizada y popular que se supone que está atrayendo a multitudes de cristianos.

Jeremías 29:11 no nos enseña que la voluntad de Dios para nosotros es que seamos prósperos o que Él nos librará de todo sufrimiento.

Esto no solamente ocurre en Estados Unidos. Está ocurriendo en todo el mundo. Muchas de las iglesias y movimientos supuestamente cristianos de más rápido crecimiento, así como los libros cristianos más vendidos, están basados en enseñanzas que afirman que “Dios quiere que seas saludable, rico y próspero en este mundo. Dios quiere librarte de todo sufrimiento, si confías y tienes fe en Él. Si, por casualidad, por alguna razón, te encuentras sufriendo, tal vez por falta de fe, si te vuelves a Dios con fe, tu sufrimiento terminará pronto. Cree esto. Reclama esto. Confía en que vendrá la prosperidad. Repitete esto a ti mismo”.

Jeremías 29:11 no nos enseña a pensar positivamente

Estas personas están primordialmente evocando “el poder del pensamiento positivo”. Podrían decir algo así: «Tengan fe en Jeremías 29:11. Dios declara: “Porque Yo sé los planes que tengo para ustedes… planes de bienestar”. Dios te prosperará económica y físicamente, y si estás sufriendo en este momento, debes creer que la paz y la prosperidad están a la puerta, porque esto es lo que este pasaje enseña, ¿verdad?».

No, en realidad este pasaje enseña exactamente lo contrario. El pueblo de Dios estaba en el exilio conforme a la voluntad de Dios, y conforme a la palabra de Dios, su sufrimiento en el exilio no llegaría pronto a su fin.

¿Qué es lo que sí nos enseña este pasaje?

Quizás podrías pensar: “Me gusta más el otro mensaje”. Eso es exactamente lo que el pueblo estaba pensando en los días de Jeremías. Por eso estaban creyendo en esos falsos profetas. Dios nos asegura en este momento la misma cosa que les aseguró a ellos: “No crean ese otro mensaje. No pongan su esperanza en palabras que agradan a la multitud”. ¿Por qué? Porque estas palabras no vienen de Dios. Jeremías, el profeta que estaba hablando de parte de Dios, afirmó: “Aquí está la verdadera esperanza”. Tu esperanza no es que Dios te librará de todo sufrimiento. Esto no es lo que enseña Jeremías 29:11. Este pasaje enseña que Dios te ayudará a sobrellevar todo sufrimiento.

Tu esperanza no es que Dios te librará de todo sufrimiento. Esto no es lo que enseña Jeremías 29:11. Este pasaje enseña que Dios te ayudará a sobrellevar todo sufrimiento.

Jeremías 29:11 nos enseña que Dios nos ayuda a sobrellevar el sufrimiento

El contexto de Jeremías 29 deja perfectamente claro que el sufrimiento es una realidad para el pueblo de Dios en este mundo caído y que no podemos evitarlo. Sin embargo, Dios manifiesta a su pueblo: “En medio del sufrimiento, prometo que los ayudaré a sobrellevarlo”. Dios no promete en su Palabra que el sufrimiento cesará pronto. Esa es una falsa esperanza que ha llevado por el camino equivocado a toda clase de personas, con predicadores o cristianos que afirman: “Si tan solo crees, si tienes fe, sanarás pronto. Si tan solo tienes fe y crees, tendrás bienestar económico pronto. Si tan solo crees, tu matrimonio se restablecerá pronto. Dilo, reclámalo, creelo, recíbelo”.

Entonces, cuando esto no ocurre, cuando no llega la sanidad, cuando las finanzas no mejoran, cuando el divorcio se consuma, las personas se preguntan: “¿Acaso no tenía suficiente fe?” O aún peor: “¿De verdad existe Dios?” O si existe, “¿es confiable?”. Sin embargo, nunca en su Palabra Él prometió que su sufrimiento cesaría pronto. Podrías preguntar: “¿Dios prometió algo en este sentido?”. Y la respuesta, aunque no es tan popular, es evidente en Jeremías 29:11. La verdadera esperanza es esta: Dios prometió que su sufrimiento terminará en el futuro. “El exilio no será el fin para ustedes” le declaró Dios a su pueblo. “Su sufrimiento no tendrá la última palabra. Tengo planes para ustedes, y mis planes de bienestar prevalecerán al final con toda certeza”.

Jeremías 29:11 nos enseña a confiar en Dios

¿Te das cuenta de lo que significó para el pueblo de Dios en los días de Jeremías y lo que significa para nosotros hoy como el pueblo de Dios? El plan de Dios requiere una confianza que implica paciencia. Setenta años implica una larga espera. A la mayoría de nosotros nos gustaría que Dios resolviera nuestros problemas antes de que finalice la semana, no antes de que finalice el siglo. Por eso esos falsos profetas fueron tan atrayentes entonces y por eso la enseñanza de la prosperidad es tan popular hoy. Pero es una enseñanza falsa. Lo que es verdad es que Dios está llamando a su pueblo a través de su Palabra a una confianza que implica aprender a esperar.

¿Es posible que el sufrimiento pueda terminar pronto… con sanidad o con reconciliación? ¡Sin duda! Por la gracia y el poder de Dios es posible. Podemos y debemos orar por esto. Pero ¿es algo seguro? Para nada. No puedes invertir tu vida en eso. Dios no lo ha dicho, no importa lo bueno que pueda parecer. Como pastor, no voy a decirlo, no importa cuantas multitudes traiga o no traiga.

Lo que Dios sí nos asegura es que cuando venga el sufrimiento, algunas veces se quedará por un tiempo. Cuando un hijo tiene una necesidad especial, no va a desaparecer pronto, no importa cuánto lo digas o lo reclames. Cuando vas a tu próxima consulta con el doctor y descubres que el cáncer ha empeorado, cuando esa relación no está sanando, cuando el dolor por la pérdida no desaparece, cuando no ves la luz al final de ese oscuro túnel, Dios dice: “Mientras estás aquí, donde estas situaciones son una realidad, confía en mí. Aun cuando no puedas verlo, yo tengo planes de bienestar para ti”.

Dios afirma: «Ustedes están en mis manos y me hago responsable de ayudarlos a sobrellevar su sufrimiento, por lo que les voy a dar toda la gracia, toda la fortaleza, toda la sabiduría y todo lo que necesiten»

Jeremías 29:11 nos enseña que Dios nos restaurará

La luz se aproxíma. En este mundo caído, que sufre, que por la noche se derraman lágrimas, Dios nos asegura que el gozo vendrá en la mañana. Dios no solo promete que el sufrimiento llegará a su fin, Él promete que te llevará a ese final. El plan de Dios requiere de una confianza que implica paciencia y viene con gracia constante. El plan de Dios está lleno de paz y no de mal, de bien y no para el desastre.

Recuerda el lenguaje en Jeremías 29: “…restauraré… los reuniré…los traeré de nuevo…”. Dios no dice: “Ustedes están solos en su sufrimiento. Espero que puedan sobrellevarlo”. No, Dios afirma: “Ustedes están en mis manos y me hago responsable de ayudarlos a sobrellevar su sufrimiento, por lo que les voy a dar toda la gracia, toda la fortaleza, toda la sabiduría y todo lo que necesiten”.

David Platt

David Platt sirve como pastor en el área metropolitana de Washington, D.C. Es el fundador de Radical.

David recibió su doctorado del Seminario Teológico Bautista de New Orleans y es el autor de Don’t Hold Back [No te quedes donde estás], Radical, Sígueme, Contracultura, Algo tiene que cambiar, Before You Vote [Antes de votar], así como los varios volúmenes de la serie Christ-Centered Exposition Commentary [Comentario Expositivo centrado en Cristo]. 

Vive junto con su esposa e hijos en el área metropolitana de Washington, D.C.

LESS THAN 1% OF ALL MONEY GIVEN TO MISSIONS GOES TO UNREACHED PEOPLE AND PLACES.

That means that the people with the most urgent spiritual and physical needs on the planet are receiving the least amount of support. Together we can change that!