Recursos en español de Radical

Qué buscar en una iglesia

Cuando la gente busca una iglesia, a menudo hacen preguntas como: ¿Tiene buen estacionamiento? ¿Están claramente marcadas las entradas? ¿Son cómodos los asientos? ¿Están limpios los baños? ¿Son los programas infantiles de última generación? ¿Son las personas como yo? ¿Me gustan las canciones? ¿Son los sermones interesantes… o al menos cortos?

No todas esas preguntas son malas. Es útil tener un lugar para estacionarse, buena señalización y baños limpios. Sin embargo, una iglesia puede tener todas esas cosas y aún no ser una iglesia de verdad.

¿Existe un modelo para cómo debe estructurarse la iglesia, cuáles deben ser sus prioridades y cuál es su misión? Para responder a este tipo de preguntas, debemos buscar en la Palabra de Dios. Recuerda, ninguna iglesia es perfecta, o está cerca de serlo, pero las iglesias deberían al menos proponerse ser fieles en estas características bíblicas.

12 características de una iglesia bíblica

Predicación y enseñanza

A medida que se reconocen líderes calificados en la iglesia, Jesús los utiliza para edificar su iglesia a través de la enseñanza y la predicación fiel de su Palabra. Esto es una parte esencial de la reunión semanal de la iglesia. La iglesia no se edifica sobre la discusión de la Palabra de Dios, sino sobre la instrucción en la Palabra de Dios. Los líderes bíblicamente calificados deberían predicar el argumento central del texto bíblico. Tal predicación tiene en cuenta tanto el contexto inmediato de un pasaje dado, como el mensaje general de la Biblia.

La iglesia no se edifica sobre la discusión de la Palabra de Dios, sino sobre la instrucción en la Palabra de Dios.

Evangelismo

Hay una relación inextricable entre el evangelismo bíblico y la iglesia local. De hecho, la primera vez que Jesús menciona la palabra iglesia en las Escrituras, habla de construir la iglesia sobre la proclamación del evangelio. Vemos las palabras de Cristo cumpliéndose en el libro de los Hechos, cuando comienza a construir su iglesia en el poder del Espíritu a través de seguidores de Jesús que comparten las buenas nuevas de quién es él y cómo puede reconciliarlos con Dios. Jesús todavía está construyendo su iglesia hoy mientras la iglesia difunde el evangelio entre todos los grupos étnicos del planeta.

Discipulado

No evangelizamos y luego simplemente seguimos adelante como si el trabajo de hacer discípulos ya está terminado. Bautizamos a las personas y les enseñamos a obedecer todo lo que Cristo mandó (Mateo 28:19). El discipulado se trata fundamentalmente de ayudar a otros creyentes a vivir de acuerdo con el evangelio, acompañarlos y compartir la vida con ellos. Todo esto sucede en el contexto de una iglesia local. Cada miembro de la iglesia debería estar buscando ayudar a otros miembros a crecer en su fe.

Oración

La iglesia primitiva estaba dedicada a la oración (Hechos 2:42). De igual manera, la Escritura habla de una devoción gemela entre los líderes de la iglesia primitiva, es decir, el ministerio de la oración y la Palabra (Hechos 6:4). Cada avance importante del evangelio en el libro de los Hechos viene en respuesta a las oraciones del pueblo de Dios. La oración y el ayuno corporativos, concentrados y continuos deben ser una prioridad en una iglesia saludable.

Ofrendas

Los miembros de una iglesia saludable dan sus recursos regularmente para el ministerio de la iglesia (1 Corintios 16:1-2). Estos recursos deben usarse para atender las necesidades dentro del cuerpo y también la misión de la iglesia en el mundo.

Una iglesia saludable tiene una membresía identificable, es decir, miembros comprometidos entre sí de manera concreta y visible.

Membresía

Ser miembro de una iglesia significa más que tener tu nombre en una lista. Una iglesia saludable tiene una membresía identificable, es decir, miembros comprometidos entre sí de manera concreta y visible. Casi todas las veces que la palabra iglesia aparece en el Nuevo Testamento, se refiere a una reunión local de cristianos en un lugar específico. La Biblia da prioridad a la membresía en la iglesia local, la cual es una expresión visible del cuerpo universal de Cristo.

Ordenanzas

Una iglesia saludable practica las ordenanzas del bautismo y la Cena del Señor. Todo discípulo de Jesús debe identificarse con él en el bautismo, pues esto fue parte de la comisión de Cristo en Mateo 28:19. Del mismo modo, Cristo instruyó a sus discípulos a tomar la Cena del Señor en memoria de él (Lucas 22:14-23). Damos gracias al tomar estos elementos, porque por fe tenemos comunión con Cristo y su pueblo al recordar la muerte de Cristo y esperar su regreso.

Compañerismo

La palabra griega para compañerismo resume todos los “unos a otros” en la Escritura. Se nos dice, por ejemplo, que nos amemos, sirvamos, cuidemos, enseñemos, exhortemos, edifiquemos y soportemos unos a otros (Colosenses 3:12-17). Dios ha diseñado la iglesia para este tipo de compañerismo. Nadie puede vivir la vida cristiana en aislamiento. Necesitamos hermanos y hermanas que nos lleven Cristo.

Rendición de cuentas y disciplina

La disciplina de la iglesia incluye el rol positivo que una iglesia juega en la formación espiritual de sus miembros. Sin embargo, la disciplina de la iglesia también implica abordar el pecado y aquellos que persisten obstinadamente en él. Esta es una responsabilidad que nos ha sido dada por Cristo, no solo por el testimonio de la iglesia sino también por el bienestar de las almas de cada uno. Nuestro objetivo en la disciplina de la iglesia es guiar a aquellos que viven en el pecado a arrepentirse y ser restaurados a la comunión con la iglesia.

Liderazgo

El liderazgo bíblico es fundamental para la salud de la iglesia, sin importar el contexto. Identificar líderes calificados fue una prioridad en los esfuerzos de plantación de iglesias de Pablo. Él nombró o pidió a otros que nombraran ancianos en cada congregación (2 Timoteo 2:2; Tito 1:5). Un anciano es el mismo rol que un pastor o un supervisor, ya que estos tres términos son intercambiables en el Nuevo Testamento.

Al igual que las cualificaciones para diáconos, las cualificaciones para un anciano se basan principalmente en su carácter y piedad (1 Timoteo 3: 1-7 y Tito 1: 5-9). Sin embargo, a diferencia de los diáconos, los ancianos deben ser hombres capaces de enseñar fiel y correctamente la Palabra de Dios a su pueblo. Dios da líderes como un regalo a su iglesia para equipar a su pueblo (Efesios 4: 11-12).

Adoración

Las iglesias saludables se reúnen regularmente para exaltar a Dios en adoración, cantar, compartir testimonios de la gracia de Dios, animarse mutuamente hacia Cristo a través de su Palabra y enviarse unos a otros en misión al mundo. Pablo proporciona varias instrucciones sobre nuestras reuniones corporativas en sus cartas (1 Corintios 11, 14). Estas reuniones no son meras convenciones históricas, sino los medios de Dios para sostener la fe de su pueblo (Hebreos 10: 24-25).

Misión

Las iglesias saludables tienen como objetivo hacer discípulos entre todas las naciones. Después de todo, esta fue la misión que nos dio Jesús (Mateo 28: 18-20), y no se limita solo a donde vivimos. Estamos en un mundo donde más de tres mil millones de personas en miles de grupos étnicos aún no han sido alcanzados por el evangelio, y es el privilegio y la responsabilidad de cada seguidor de Jesús en cada iglesia local jugar un papel en la difusión del evangelio a todos ellos.


Este artículo es un extracto adaptado de 12 Rasgos: Abrazando el Diseño de Dios para la Iglesia y La Precisión de la Misión (ambos en inglés).

David Platt

David Platt sirve como pastor en el área metropolitana de Washington, D.C. Es el fundador de Radical.

David recibió su doctorado del Seminario Teológico Bautista de New Orleans y es el autor de Don’t Hold Back [No te quedes donde estás], Radical, Sígueme, Contracultura, Algo tiene que cambiar, Before You Vote [Antes de votar], así como los varios volúmenes de la serie Christ-Centered Exposition Commentary [Comentario Expositivo centrado en Cristo]. 

Vive junto con su esposa e hijos en el área metropolitana de Washington, D.C.

LESS THAN 1% OF ALL MONEY GIVEN TO MISSIONS GOES TO UNREACHED PEOPLE AND PLACES.

That means that the people with the most urgent spiritual and physical needs on the planet are receiving the least amount of support. Together we can change that!