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Señales de que no deberías servir como misionero

Cada cristiano participa en la Gran Comisión, pero no todos de la misma manera. Si estás considerando servir en otra cultura, permíteme ofrecerte cuatro razones que quizás necesites reconsiderar antes de tomar tal decisión.

1. No vayas a otro país si no quieres hacerlo

A menudo, consideramos la resistencia a ir a otro lugar como una condición previa para discernir nuestro lugar en la Gran Comisión, como si de alguna manera es más espiritual decidir ir a otra cultura, si no estamos realmente inclinados a hacerlo. Si el llamado pastoral inicia con una genuina aspiración (1 Timoteo 3:1) y no debe buscarse por obligación (1 Pedro 5:2), ¿por qué debería ser diferente un llamado a las misiones? Si no quieres ser un misionero, no lo seas.

Sin embargo, hay excepciones. Nuestras inclinaciones y deseos pueden ser imperfectos porque somos pecadores. “No confíes en tu corazón” es un buen consejo. Sin embargo, si estamos caminando con Dios en compañía de la iglesia local, podemos tomar nuestras inclinaciones y deseos como una de las maneras en que el Señor nos guía. Desear no es el criterio final para determinar si deberías ser un misionero, pero tampoco deberías ignorarlo.

2. No vayas a otro país si estás pasando por un tiempo difícil

Dejar tu país para predicar el evangelio como una acción de obediencia es adoración, pero es una terrible manera de escapar de los problemas. No es una buena idea desarraigarse y replantarse en un ambiente desconocido para un “cambio de escenario”. Es probable que las tentaciones que experimentaste en tu país se intensificarán y multiplicarán en el campo misionero. Aquellos que están profundamente involucrados en la lucha contra el pecado sexual, la ansiedad o cosas parecidas estarían mejor si no van a ningún lado hasta que Dios, por su Espíritu, les de la victoria sobre su pecado habitual.

Es imperativo que los nuevos miembros del equipo sean cristianos que están progresando en su búsqueda de la santidad. Las misiones no son para cristianos perfectos, pero los misioneros deberían ser por lo general los que están establecidos en la fe y produciendo buenos frutos.

Las misiones no son para cristianos perfectos, pero los misioneros deberían ser por lo general los que están establecidos en la fe y produciendo buenos frutos.

3. No vayas a otro país si no eres un miembro de una iglesia local

Los misioneros que trabajan de manera aislada y no consultan a otros harán discípulos que trabajan de manera aislada y no consultan a otros. Dios ha provisto la iglesia local como el ámbito en el cual se vive la vida cristiana. El cristianismo se vive en comunidad.

La iglesia local es el organismo que Dios usa para enviar misioneros. Cualquier organización con la que trabajes debería ser solamente el mecanismo mediante el cual tu iglesia te confirma y te envía con el evangelio a lugares donde Jesús aún no es conocido.

Además de eso, nuestra misión no termina con la conversión o el crecimiento espiritual de la persona. La Gran Comisión implica ver a nuevos creyentes reunirse en nuevas iglesias donde juntos aprenden cómo obedecer todo lo que Jesús les ha mandado (Mateo 28:20). No puedes ayudar a iniciar algo que tú mismo no has vivido.

4. No vayas a otro país si no tienes por costumbre ayudar a otros a seguir a Jesús

El ministerio se basa en relaciones, puro y simple. ¿Las personas que forman parte de tu vida dirían que eres muy hábil en formar relaciones espirituales significativas? Si la respuesta es negativa, detente. ¿Qué es lo que piensas hacer cuando llegues a un nuevo lugar con nuevas personas que hablan un idioma que tú no conoces? Es casi un cliché en este punto, pero el mensaje es irrefutable: ni subirte a un avión ni trasladarte a un nuevo lugar te transformará en un predicador del evangelio o en un hacedor de discípulos.

Dios ama a los cristianos “normales” igual que a los misioneros.

Los cristianos maduros y que estan progresando en su fe aprovechan sus vidas para hacer bien espiritual a otros. Comparten el evangelio con los no creyentes en sus esferas de influencia. Ayudan a los creyentes que están en su entorno a cultivar su amor por Jesús. Si este no es tu patrón habitual, pídele a otros que te ayuden. Todos estamos en el proceso de aprender y crecer en la gracia, pero no trates de convertirte en un misionero por ahora.

No te desanimes si lo que acabas de leer te hace pensar que no estás listo para un ministerio en otra cultura. “No por ahora” no es lo mismo que “nunca”. Considera las opciones en misiones de corta duración que ofrece tu iglesia. Además, lo creas o no, Dios ama a los cristianos “normales” igual que a los misioneros. Ten esto en mente antes de tomar la decisión imprudente de ir a otro país. Dios quiere que lo glorifiques y encuentres gozo en él, donde sea que estés.

Colton Corter

Colton Corter vive en Richmond, Virginia. Él y su esposa tienen dos hijos y son miembros de la Iglesia Bautista River City.

LESS THAN 1% OF ALL MONEY GIVEN TO MISSIONS GOES TO UNREACHED PEOPLE AND PLACES.

That means that the people with the most urgent spiritual and physical needs on the planet are receiving the least amount of support. Together we can change that!