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Qué saber antes de tu primer viaje misionero de corto plazo

No todos los viajes misioneros de corto plazo son iguales. Los viajes misioneros de corto plazo pueden ser poco útiles y poco saludables tanto para los miembros del equipo como para los anfitriones. Sin embargo, los viajes misioneros de corto plazo pueden beneficiar a todas las partes involucradas. Quiero repasar algunas preguntas de diagnóstico que puedes hacerte antes de embarcarte en tu próximo viaje de corto plazo. Estas preguntas te ayudarán a realizar un viaje con más probabilidades de tener un impacto duradero a favor del evangelio para tu beneficio, el beneficio de los trabajadores que estás apoyando y el beneficio de las personas a las que servirás.

¿Por qué estoy haciendo este viaje?

Antes de que sigas leyendo, detente y pregúntate: ¿Por qué quiero ir a este viaje? ¿Cuáles son tus objetivos? ¿Qué esperas obtener de él? La verdad es que demasiados viajes misioneros de corto plazo son vacaciones glorificadas. Puedes planear ir a un campo de refugiados, con la intención de luego pasar un largo fin de semana en el Mediterráneo. No hay nada malo en emocionarte por explorar una nueva parte del mundo; solo asegúrate de que tu experiencia no sea el pilar fundamental de tu viaje de corto plazo.

Las misiones no son una buena vía para la autorrealización.

Las misiones no son una buena vía para la autorrealización. No gastes todo el dinero que se necesita para viajar internacionalmente solo para hacer algunas buenas obras y sentirte bien contigo mismo. Muchos viajes de corto plazo comienzan con las mejores intenciones, pero caen inadvertidamente en el paternalismo y racismo caracterizados por la mentalidad de ayudar a esas “pobres e infelices personas”. Si notas un aire de superioridad en tu motivación, retrocede y sé honesto acerca de tu motivación delante del Señor.

Las personas interesadas en misiones a mediano o largo plazo deberían intentar ir en uno o dos viajes misioneros de corto plazo primero, preferiblemente en el área o con el equipo al que les gustaría unirse. Tener una idea de como es la vida en el campo es una buena razón para ir en un viaje de corto plazo. Sin embargo, asegúrate de que tus expectativas sean realistas. Los viajes de corto plazo son eso: cortos. Si esperas obtener detalles exhaustivos de la dinámica de la vida misionera, es posible que te decepciones. Supón que solo obtendrás pequeños vistazos mientras consideras tu llamado a largo plazo con tu iglesia.

¿Es el viaje parte de una estrategia a largo plazo?

Los peores viajes de corto plazo no tienen una conexión significativa con el trabajo a largo plazo en la zona. Habla con el líder de tu viaje sobre con quién van a trabajar. Pregúntale por qué tu equipo ha elegido visitarlos y unirse a su trabajo. ¿Tu iglesia u organización tiene una conexión personal con tus anfitriones? Todas las relaciones tienen que empezar de alguna manera. Tal vez este sea el primer viaje que tu grupo ha realizado a este lugar en particular, pero los viajes de corto plazo exitosos son los que se organizan pensando más allá de esa semana o dos que duraran el país anfitrión.

Tomemos el evangelismo como ejemplo. Es genial unirse a tus socios misioneros en el evangelismo. Sin embargo, tus esfuerzos deben estar conectados a una iglesia local que pueda integrar a los nuevos creyentes en su comunidad para enseñarles todo lo que Jesús ha mandado, ofreciendo un plan concreto de seguimiento a los hombres, mujeres y niños a los que estás ayudando a evangelizar.

Los viajes misioneros de corto plazo son más efectivos cuando son parte de la estrategia de una alianza significativa para el avance del evangelio. Los misioneros patrocinados por tu iglesia son anfitriones ideales para estos viajes porque has invertido tiempo y dinero en la relación. Es probable que hayan visitado tu iglesia y puedes confiar en su ministerio antes de pisar suelo extranjero.

¿Quién está sirviendo a quién?

Prepárate para tu viaje con la actitud de un siervo. Tus anfitriones probablemente son personas ocupadas con ministerios desafiantes. No les impongas la carga adicional de tratar de entretenerte durante tu estadía. Considera formas de poner sus intereses por encima de los tuyos. Ofrece hacer tareas que no sean dignas de fotografías épicas al regreso a casa, tales como cuidar a sus hijos, renovar un edificio de iglesia o simplemente sentarte con ellos y preguntar cómo están.

Ofrece hacer tareas que no sean dignas de fotografías épicas.

En general, trabaja para mejorar su ministerio, no para distraerlos de su trabajo hasta que regreses a casa. Intenta dejar la situación mejor de cómo la encontraste. Hacerlo será una gran bendición para los misioneros y, a su vez, te bendecirá a ti al saber que has sido una verdadera bendición.

No hay razón por la que tu viaje de corto plazo no pueda ser fructífero y alentador. Responde estas preguntas lo mejor que puedas antes de irte, y ora para que Dios use tu viaje para su gloria entre las naciones.

Colton Corter

Colton Corter vive en Richmond, Virginia. Él y su esposa tienen dos hijos y son miembros de la Iglesia Bautista River City.

LESS THAN 1% OF ALL MONEY GIVEN TO MISSIONS GOES TO UNREACHED PEOPLE AND PLACES.

That means that the people with the most urgent spiritual and physical needs on the planet are receiving the least amount of support. Together we can change that!