La Biblia tiene mucho que decir sobre la iglesia, los perdidos y los pobres. Sin embargo, estas verdades a menudo pueden ser ignoradas a la luz de los llamados del mundo. En este mensaje sobre Lucas 14:33, David Platt nos desafía al hacernos la pregunta crucial de si creemos en la Palabra de Dios. Habla de tres mensajes principales de la Biblia en los que debemos creer acerca de la iglesia.
- ¿Comodidad o una cruz?
- ¿Mantenimiento o misión?
- ¿Mentes indecisas o corazones devotos?
Bien, si usted tiene una Biblia y espero que así sea, déjeme invitarle a abrirla conmigo en Lucas 14.
Vamos a hacer algo un poquito diferente. Quiero compartir algunas cosas con ustedes, como pastor, algo que ha estado sucediendo en mi relación con Cristo, así que déjenme orar y así comenzamos.
Padre, gracias por el privilegio de pastorear esta familia de fe. Al mismo tiempo, me estremezco de solo pensar en guiar una familia de fe, porque soy tan inadecuado para la tarea. No soy adecuado siquiera para dirigir mi propia familia, mucho menos una familia de creyentes, de modo que, Dios, desde el mismo principio, manifiesto delante de ellos, lo profunda que es mi necesidad de Cristo. No puedo hacer nada sin Cristo, no soy nada sin Cristo. Mi oración es que puedas darme la gracia de comunicar lo que Cristo ha estado enseñándome. Oro que no hable nada que no sea la verdad de Cristo. Oro por la gracia de comunicarme en una forma que te honre y oro por tu gracia para este cuerpo de creyentes de modo que escuchen en una forma que te honre. Danos gracia, oramos hoy, para oír tu Palabra y gracia para obedecerla. En el nombre de Jesús. Amén.
La pregunta de suma importancia
Quiero compartir con ustedes algunas áreas de desobediencia que han sido evidentes en mi relación con Cristo. Son áreas que le he confesado a mi esposa y a mi familia y que necesito confesarles a ustedes. Son verdades de la Escritura que he estado evitando y desobedeciendo durante los pasados meses. Podría decir aun, por los pasados años, pero más intencionalmente la desobediencia ha sido durante los pasados meses. Y quiero ser honesto con ustedes, estoy en lo que al momento podría llamarse una crisis de fe, un punto de crisis de creencia en mi viaje espiritual justo ahora, y si yo tuviera que resumir en qué consiste esto, realmente gira en torno a una pregunta y esa pregunta es ¿Creo en este libro? Quiero decir ¿Realmente?
Yo predico este libro. Amo predicar este libro. Enseño este libro, estudio este libro, trato de guardar esta Palabra en mi corazón, pero ¿Creo yo en este libro? ¿Realmente creo en él? Porque si yo realmente creo que este libro es verdad, entonces eso tiene implicaciones radicales para mi vida. Y esa es realmente la pregunta que quiero poner delante de ustedes, como resultado. Una pregunta de suma importancia, ¿Creemos en este libro? Cuando este libro dice algunas de las cosas que dice ¿Realmente las creemos?
Lucas 14 nos da una ilustración. Pienso que si creemos este libro, entonces esto tiene implicaciones radicales para nuestras vidas, e implicaciones radicales para esta iglesia. Tenemos un verso que parece resumir el camino que vamos a transitar la mayor parte del tiempo que pasemos juntos en la Palabra.
Lucas 14: 33. Este es Jesús hablando. Quiero que escuche lo que él dice. Le sugiero que lo subraye. “De la misma manera, cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo.” Eso es radical. Todo, no sea que pensemos que se trata solo de cosas, retrocedamos al verso 26. Ahí Jesús dice: “«Si alguno viene a mí y no sacrifica el amor a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, y aun a su propia vida, no puede ser mi discípulo”. Eso es todo. Y él dice, “Ustedes no pueden autoproclamarse mis seguidores si no rinden todas estas cosas”. Eso es radical.
Este es un cuadro de las demandas del Evangelio, rendir todo lo que usted tiene si aun desea ser considerado mi discípulo. Eso es lo que trata todo este pasaje. De modo que esta pregunta, ¿Realmente creo en este libro?, parece venir en tres áreas principales. Y quiero ponerlas delante de ustedes y quiero hacerles las preguntas que Dios me ha estado haciendo y de las que me ha estado convenciendo.
¿Creemos lo que este libro dice acerca de la iglesia?
Primera pregunta, ¿Realmente creemos lo que este libro dice acerca de la iglesia? Y quiero que retrocedan algunos capítulos a hacia la izquierda, a Lucas 9. Quiero mostrarles esto. Este es un pasaje maravilloso de la Escritura, y apenas vamos a tocarlo brevemente, pero ¿Realmente creemos lo que este libro dice acerca de lo que significa seguir a Cristo?
A esta altura hay grandes multitudes siguiendo a Jesús y esto es lo que sucede: Lucas 9: 57.
Iban por el camino cuando alguien le dijo: (Se trata de Jesús y un hombre que le expresa esto):
—Te seguiré a dondequiera que vayas. Y Jesús le responde:
—Las zorras tienen madrigueras y las aves tienen nidos —le respondió Jesús—, pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza.
Esta es una respuesta muy interesante.
A otro le dijo:
—Sígueme.
—Señor —le contestó—, primero déjame ir a enterrar a mi padre.
—Deja que los muertos entierren a sus propios muertos, pero tú ve y proclama el reino de Dios —le replicó Jesús.
Otro afirmó:
—Te seguiré, Señor; pero primero déjame despedirme de mi familia.
Jesús le respondió:
—Nadie que mire atrás después de poner la mano en el arado es apto para el reino de Dios.
¿No es esto sorprendente? Jesús parece estar diciéndoles a estos tres hombres que se alejen, que desistan de seguirlo.
Esto va en contra de nuestro pensamiento. Pensamos que nuestra tarea hoy en la iglesia es hacer todo lo que haya que hacer para lograr que estén adentro. Jesús está diciendo: Deja que los muertos entierren a sus muertos, ni siquiera regreses a despedirte de tu familia. Esas son la clase de cosas que yo me pregunto, cuando los discípulos las escucharon, si se quedaron con la boca abierta. Donde quiera que las multitudes lo alcanzaban, él decía cosas como “coman mi carne y beban mi sangre” y repentinamente las multitudes se iban.
¿Escogerás la comodidad o una cruz?
Eso era lo que él hacía y ¿Qué es lo que está haciendo? Jesús les está diciendo lo que significa seguirlo. Quiero plantear tres preguntas ante ustedes, reitero, rápidamente, en las que creo que necesitamos pensar cuando se trata de ser un seguidor de Cristo. Si usted se considera a sí mismo un seguidor de Jesús, esto es lo que esto implica: Pregunta no. 1, ¿Escogerás la comodidad o una cruz? El primer hombre le dice: Te seguiré a donde quiera que vayas. Él está animado, pero Jesús le dice: Las zorras tienen cuevas y las aves tienen nidos, pero el hijo del hombre no tiene donde recostar su cabeza” (Lucas 9: 58).
Y nosotros hallamos en Mateo 8, que este es un maestro religioso, un líder religioso. En Marcos 12: 38-4, Jesús advierte sobre individuos como éste. Porque el patrón era, usted se adhiere a un maestro religioso para promoverse o para ensanchar su posición, su nivel y su carrera. Es decir, usted sigue otro maestro para ayudar a promoverse a sí mismo al siguiente nivel, para escalar la montaña, por decirlo así. De modo que aquí tenemos a un hombre que quiere seguir a Jesús como un medio para obtener un fin. Es un cuadro diferente al del día de hoy, en que no estamos como en la cultura judía intentando afiliarnos a Jesús para llegar ser grandes maestros o escalar el monte, pero a menudo hemos hablado sobre esto. Este es el Evangelio que estamos vendiendo hoy: Jesús como un medio para obtener un fin. “Ven a Jesús y así puedes obtener perdón, ven a Jesús y así puedes obtener mejor vida, ven a Jesús y así puedes ganar el cielo.” Y aunque algunas de estas cosas son ciertas, usted viene a Jesús para llegar a Dios. No vienes a Jesús a obtener cosas.
Nosotros hemos dado pasos más profundos. Venimos a Jesús y así obtenemos un lugar confortable para adorar; venimos y así tenemos actividades para ocupar a nuestros niños; venimos a Jesús y así obtenemos una buena vida. No, usted viene a Jesús y lo consigue a él, él es el fin. No es un medio para ir a algún lugar. Él es todo. No queremos lugares confortables para adorar, no queremos actividades para nuestros hijos, no queremos promovernos a nosotros mismos, queremos a Cristo. Y a este hombre… aquí está Jesús para decirle: “No tengo un techo sobre mi cabeza, si vienes conmigo, soy todo lo que vas a obtener.” ¿Queremos comodidad o queremos una cruz? Hacia allá es a donde va Jesús, Lucas 9:51 nos dice:
¿Escogeremos mantenimiento o misión?
Segunda pregunta ¿Escogeremos mantenimiento o misión? El segundo hombre—Jesús inicia la conversación con:
—Sígueme.
—Señor —le contestó—, primero déjame ir a enterrar a mi padre.
—Deja que los muertos entierren a sus propios muertos, pero tú ve y proclama el reino de Dios —le replicó Jesús. (Lucas 9:59-60).
Ahora, hay estudiosos quienes debaten esta escena completa. Algunas personas creen que su padre estaba a punto de morir y que él solo quería regresar y pasar ese par de días con su papá y entonces darle a su padre un funeral apropiado. Lo cual es algo que obviamente él quería hacer, pero aun más profundo que eso, esta era una de las más altas obligaciones religiosas, que un hijo honrara a su padre. Es sencillamente obvio, que un hijo haga esto por su papá. Otros creen que su papá acababa de morir. Todo lo que él quería era regresar a enterrar a su padre y entonces regresaría.
La primera semana que yo prediqué esta parte del texto, enfocado en esto, fue la semana en que dos días después mi propio padre falleció. Y yo me recuerdo pensando en lo que justamente acababa de predicar. No podía imaginarme escuchando las palabras de Jesús “Deja que alguien más sepulte a tu padre, ve y proclama el reino de Dios” Eso nos parece tan frío, ¿Verdad? Seamos honestos, eso es duro. ¿Este es el Jesús que vamos a adorar y esto es lo que él nos dice? ¿Qué es lo que está diciendo? ¿Qué es lo que está haciendo aquí? El está diciendo que hay una responsabilidad y que hay una obligación que sobrepasa toda otra responsabilidad y toda otra obligación en este mundo, aun la cosa que usted más querría hacer o necesitar hacer, ir y proclamar el reino de Dios es mucho más importante. Intente decirle a Jesús que él está muy enfocado en la misión.
“Jesús ¿No tienes cuidado de nosotros? Hablando de la misión todo el tiempo” dice la gente, “habla sobre la misión todo el tiempo, ¿y qué acerca de nosotros?” Jesús dice ”Ni siquiera entierres a tu papá, vete a la misión” y la iglesia como un todo, así también como individuos y como familias siempre va a enfrentar estas dos opciones, mantenimiento o misión, negocios habituales, status quo, o abandono radical a proclamar el reino de Dios. ¿Escogeremos mantenimiento o misión?
En tercer lugar, ¿Escogeremos mentes indecisas o corazones íntegros? Señor, déjame regresar a despedirme de mi familia, y él dice, nadie que pone la mano en el arado mira hacia atrás. No puedes siquiera mirar atrás. Ni siquiera decir adiós a mamá. Es la pecaminosa indecisión que me ha atrapado en los últimos meses. Porque cuando Jesús nos dice que obedezcamos, al menos en mi experiencia personal me encuentro a mi mismo cuestionándome, Bueno ¿Es esto seguro? ¿Es sabio? ¿Realmente? ¿Es el tiempo? ¿Qué pensará esta o aquella persona? ¿Cómo será esto? La realidad es que si Jesús lo ha dicho, entonces un seguidor de Cristo lo hace, punto.
No estoy diciendo que nosotros no queremos ser sabios, pero la sabiduría se encuentra en la obediencia a Jesús, no en el mundo. Y la indecisión nos estorba, me estorba en la obediencia radical a Cristo ya que esta se opone a un corazón integro. Y lo que me asusta es la implicación de Lucas 9: 57-62, de que esos hombres no siguen a Jesús. Él tiene éxito en hacerlos devolverse. Lo que me asusta es el pensar en qué haría si yo fuera uno de esos tres hombres, porque miro lo que hemos hecho con lo que significa seguir a Cristo hoy día y me pregunto si Jesús continuaría y nosotros nos quedaríamos parados ahí. Eso me inquieta.
¿Qué significa ser un seguidor de este Jesús? Realmente quiero decir, ¿Qué significa ser un cristiano? ¿Qué espera Jesús de nosotros? ¿Para qué nos empodera? ¿Qué se espera de un seguidor de Cristo en Lucas 9? Todo. ¿En Lucas 14? Todo. Hay una urgencia aquí. ¿Por qué? Esto guía a la segunda pregunta. ¿Realmente queremos saber lo que significa? ¿Creemos lo que este libro dice acerca de lo que significa seguir a Cristo?
¿Creemos lo que dice este libro acerca de los perdidos?
Segundo, ¿Creemos lo que dice este libro acerca de los perdidos? ¿Creemos lo que este libro dice acerca de las personas que no conocen a Jesús, personas que no han confiado en Jesús para su salvación?
¿Creemos 2 tesalonicenses 1:7? Sígame:
“…Esto sucederá cuando el Señor Jesús se manifieste desde el cielo entre llamas de fuego, con sus poderosos ángeles, para castigar a los que no conocen a Dios ni obedecen el evangelio de nuestro Señor Jesús. Ellos sufrirán el castigo de la destrucción eterna, lejos de la presencia del Señor y de la majestad de su poder”.
Destrucción eterna.
Apocalipsis 20: 15: “Aquel cuyo nombre no estaba escrito en el libro de la vida era arrojado al lago de fuego”
Un poco antes, en el mismo capítulo habla acerca de como el humo de su tormento se levanta por siempre y para siempre. Esto se da por sentado ¿Creemos eso? ¿Creemos que viene un día cuando aquellos que no confían en Jesús serán castigados con eterna, interminable destrucción, con las puertas cerradas a la majestad de Dios para siempre? En lugar de ello, un lago de fuego donde el humo de su tormento arde para siempre y por siempre sin final. ¿Creemos eso?. Porque si creemos eso, entonces, esto tiene implicaciones radicales en la forma en que vivimos nuestras vidas y la forma en que opera la iglesia. 6 mil 700 millones de personas en el mundo hoy; los más liberales estiman que cerca de una tercera parte de ellos son Cristianos. Y esas personas que confiesan ser cristianas, social y políticamente, no necesariamente son verdaderos seguidores de Cristo. Pero simplemente asumamos por un momento que aun si un tercio de la población mundial hoy que proclama ser cristiana, asumamos que todos ellos son seguidores de Cristo.
¿Por qué el evangelio demanda un abandono radical?
Aun si toda una tercera parte de ellos son cristianos, eso aun nos deja más de 4 mil 500 millones de personas hoy en un camino que lleva al infierno eterno. 4 mil 500 millones quienes hoy están bajo el juicio de Dios y están en un camino que lleva al infierno eterno. Si eso es cierto, si creemos eso, entonces no podemos estar jugando en la iglesia, y no podemos estar jugando con nuestras vidas y nuestras familias.
Para ser honesto, no podemos siquiera pensar qué es lo mejor para nuestras familias porque necesitamos pensar qué es lo mejor para la gloria de Cristo entre las personas que van a la destrucción eterna donde el humo de su tormento arderá por siempre y siempre. Si esto es cierto, esto cambia radicalmente la forma en que vivimos. Si eso no es cierto, entonces gastemos nuestros recursos en nosotros mismos y démonos gusto con las cosas que nos rodean. Si esto es cierto, usted no puede hacer eso, es imposible, no si esto es cierto. No, si creemos que esto cierto y usted abandona todo para dar a conocer el evangelio entre los perdidos. Así que ¿Creemos o no creemos lo que dice este libro acerca de los perdidos?
¿Creemos lo que dice este libro acerca de los pobres?
Y esto nos conduce a la tercera pregunta. ¿Creemos lo que dice este libro acerca de la iglesia?, ¿Creemos lo que dice este libro acerca de los perdidos? y tercero, esta es la pregunta que probablemente me ha traspasado en nueva forma, no probablemente, no, más bien definitivamente… ¿Creemos lo que dice este libro acerca de los pobres? Y hay tres hechos: hoy, más de mil millones de personas viven y mueren en desesperante pobreza, viviendo con menos de un dólar por día. Cerca de otros 2 mil millones de personas viven con menos de 2 dólares al día. Para más de mil millones lo que cuesta para usted o para mí comprar papas fritas. Más de mil millones de personas que no tienen comida, agua, refugio, ropa y cuidado médico hoy. La realidad es que la mayoría de nuestros perritos y gatitos están viviendo con más de 2 dólares al día. Y cerca de 3 mil millones de personas no tienen tanto.
Déjeme traer solo un dato al día de hoy: 30 mil niños hoy darán su último respiro debido a la desnutrición o a una enfermedad prevenible. 30 mil niños. Pero aquí está el asunto, nosotros no pensamos en eso. No tenemos eso en cuenta.
Seamos honestos, ni siquiera nos molesta esa clase de extrema pobreza porque esos afectados por ella no son solo pobres, tampoco tienen poder. No tenemos que verlos, no tenemos que oírlos, no tenemos nada que ver con ellos. Literalmente, millones de ellos están muriendo silenciosamente en relativa obscuridad y nosotros podemos cómodamente ignorarlos en nuestro bienestar, pretendiendo que ellos ni siquiera existen. Eso suena frío, pero es la vida aquí ¿no es así? ¿Estamos preocupados mientras conducimos en esta comunidad, porque no tenemos comida, agua o refugio? No, vamos a la tienda y conseguimos para nuestros hijos y nosotros mismos más provisiones. No tenemos que pensar en eso. Esas no son realidades que están delante de nosotros. Podemos pretender que ni siquiera están ahí.
Mientras tanto, ellos sí existen. Aquí está lo que me asusta: He realizado un viaje de tapa a tapa en la Escritura y la realidad es que Dios mide la integridad de nuestra fe por medio de nuestra preocupación por el pobre. Eso está en toda la Escritura, en todas partes. Él dice a su pueblo en Isaías, una ilustración bien clara, 56-58, en esta ilustración completa del verdadero ayuno. Dios dice, “Ustedes ayunan, están haciendo sus ejercicios religiosos. No significan nada para mí si ustedes ignoran al pobre. Nada significa, nada. Ustedes proclaman conocerme, pero si ustedes cierran sus oídos al pobre, entonces ustedes no me conocen”. Eso es lo que Dios dice a su pueblo todo el tiempo. El mide la integridad de nuestra fe por medio de nuestra preocupación por los pobres. No -preocupación por el pobre equivale a no-integridad de fe. Estas cosas van juntas.
Usted da un paso más profundo, aunque, en una nota más seria, no una nota más seria, sino la nota más seria: pienso que podemos ver en la Escritura, Jesús les dice a aquellos con abundancia que si ellos no alimentan al hambriento ni visten al desnudo, ellos van al infierno. Esos con abundancia, si usted no alimenta al hambriento, y viste al desnudo usted va al infierno. Eso es lo que enseña Jesús, el Jesús que estamos adorando, Él enseña eso. Déjeme darle una perspectiva general aquí.
Que el antiguo testamento dice sobre los pobres
Antiguo Testamento, guiándonos a Jesús, escuche proverbios 14:31. “ El que oprime al pobre ofende a su creador”.
Usted insulta a Dios. Iglesia, pueblo de Dios, usted insulta a Dios si cierra su oído al pobre.
Proverbios 21: 13 “Quien cierra sus oídos al clamor del pobre, llorará también sin que nadie le responda”.
Lo que dice aquí, “Si un hombre cierra sus oídos al clamor del pobre, él también llorará sin que nadie le responda” usted cierra sus oídos al clamor del pobre—usted ora—no consigue nada. Él no le va a escuchar. Ustedes se congregan juntos cada Domingo, si no lo habían escuchado, Proverbios 21 dice que si están cerrando sus oídos al clamor del pobre, ustedes están hablando consigo mismos. Estas son palabras fuertes.
Proverbios 28: 27 “El que ayuda al pobre no conocerá la pobreza; el que le niega su ayuda será maldecido.” Maldecido de Dios, maldecido por Dios si cierra sus ojos al pobre.
Lucas 6:20-25 , es el inicio y el fin de ese pasaje. Jesús dijo: “Dichosos ustedes los pobres, porque el reino de Dios les pertenece. Dichosos ustedes que ahora pasan hambre, porque serán saciados….»Pero ¡ay de ustedes los ricos, porque ya han recibido su consuelo! ¡Ay de ustedes los que ahora están saciados, porque sabrán lo que es pasar hambre! ¡Ay de ustedes los que ahora ríen, porque sabrán lo que es derramar lágrimas!”
Santiago 5:1: se va aun más profundo que un ay, escuche esto: “ Ahora escuchen, ustedes los ricos: ¡lloren a gritos por las calamidades que se les vienen encima!” ¿Puedo recordarles algo? Ustedes son ricos. Todos nosotros en este cuerpo de creyentes, sin excepción. Aun si solo tienes 5 años de edad, eres rico, tienes comida, tienes agua, tienes ropa, tienes refugio— rico.
Así que somos todos ricos y la Biblia dice; “Ahora escuchen, ustedes los ricos: ¡lloren a gritos por las calamidades que se les vienen encima!
¿Es eso severo? Es aun más severo. Mateo 19: 21-23, Jesús respondió: “Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme. Cuando el joven oyó esto, se fue triste porque tenía muchas riquezas. —Les aseguro —comentó Jesús a sus discípulos— que es difícil para un rico entrar en el reino de los cielos.” Ahora, ¿Captó usted eso? Todos somos ricos y Jesús dice que es difícil para un rico entrar en el reino de los cielos. Ponga esto junto.
Es difícil para las personas aquí, incluyéndome a mí, es difícil para nosotros ir al cielo, muy, muy difícil. Es difícil llegar al cielo desde aquí.
Mateo 25:40-41 es donde dice este pasaje “Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí.” Pero Jesús les dice a aquellos que no alimentan al hambriento y no visten al desnudo, él dice estas palabras, “Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles”. Usted no alimenta al hambriento, no viste al desnudo, entonces Jesús le dice: “Apártese al fuego eterno” así que no es solo acerca de otras personas que estaban preocupadas por el fuego, quizá es una preocupación que debemos tener en este salón respecto al fuego eterno.
No creo estar exagerando esto, no si me baso en las palabras de Jesús. Ahora, síganme aquí, vamos a sumergirnos en este pasaje, pero en este punto basta con decir que este no es un pasaje que está enseñando, que está rompiendo con el resto de la Escritura, y diciendo algo diferente a que la salvación es por gracia solamente, únicamente a través de la fe y solo en Cristo. Sabemos eso por la Escritura, sin duda. Pero si el amor de Cristo no está en alguien, entonces hay razones para cuestionar si Cristo está en ese alguien o no. Si la verdad de Cristo no está en alguien, si está mintiendo acerca de Jesús entonces hay razones para cuestionar si Cristo está o no en la persona.
Si usted viniera hasta mí y estuviera viviendo en pecado y desobediencia voluntaria contra Dios, y aun así dijera “Pero yo soy cristiano”, yo lo miraría y le diría, basado en la autoridad de la Escritura en 1ra de Juan, entre otros pasajes, yo le diría, “Yo no sé si usted es salvo o no, y ciertamente no me corresponde determinar eso. Al mismo tiempo yo le animaría a preguntarse seriamente si Cristo está o no en usted, si usted está viviendo en deliberada desobediencia a él. Si hay una persistente y deliberada desobediencia en su vida, hay una razón para cuestionar si Cristo está o no en usted”. Así que traiga eso a este cuadro.
La conclusión necesaria
Si esto es lo que la Palabra de Jesús dice y nosotros vivimos con tantas cosas, entonces hay razón para cuestionar si Cristo está realmente en nosotros. Esto es enorme. Es un lado realmente ciego y aquí está a lo que me refiero con eso. Saben, hace 200 años había notables hombres de Dios que estaban predicando el evangelio, y ellos tenían esclavos. Y nos sentamos aquí a pensar ¿Cómo puede usted tener esclavos si usted está predicando el evangelio? Eso no tiene sentido. Eso era un mal necesario, usted dice “Por supuesto que no se supone que ellos tuvieran esclavos; no si ellos creían este evangelio; no si ellos lo predicaban”. Me pregunto si Jesús dentro de 200 años nos mirará hacia nosotros y diría “¿Cómo podían ellos seguirme y tener tantas cosas? ¿Cómo podían ellos conocer el evangelio y vivir en casas tan lujosas y manejar esos estupendos carros y tener tanta ropa elegante y tantas otras cosas?
Que el evangelio demanda: es tiempo de ser radical
Este es el lado ciego al que Cristo ha estado abriendo mis ojos y mi corazón y he llegado a la conclusión que quiero poner ante ustedes en mi vida. Es tiempo de ser radical. Es tiempo de ser radical. Usted me dice “David, ¿Qué quieres decir con eso?” Yo no sé todo lo que esto significa para mi vida y mi familia. Estamos en un viaje justo ahora donde estamos comenzando a identificar algunas cosas, algunas de las principales cosas que esto significa. Pero no sé como luce todo esto en mi vida y mi familia , de modo que ciertamente yo no iría tan lejos como para decir cómo debe ser esto en su vida o en su familia, ni siquiera cómo debe parecer esto en esta familia de fe.
Lo que quiero hacer es, invitarles a que vayamos en un viaje durante los próximos 8 mensajes, donde escucharemos de las palabras de Jesús, el Jesús que proclamamos seguir, pero cuyas palabras obviamente hemos ignorado, y quiero que las escuchemos. Y quiero que consideremos juntos en nuestras vidas y nuestras familias como se ven esas palabras en acción en nuestras vidas. No creo que siquiera podamos empezar a pensar en cómo luce esto para nosotros como una familia de fe hasta que hayamos dicho “¿Qué significa seguir este Cristo?, ¿Qué significa vivir radicalmente para el perdido?, ¿Qué significa vivir radicalmente por el pobre?”
Ahora, la realidad es que, algunos de ustedes, tal vez muchos de ustedes no están entusiasmados justo ahora con este viaje. Yo sé que vivimos en una cultura de iglesia que, para ser honesto, les encanta el futbol los días sábados y pasar espléndidamente el día domingo, de modo que podamos ir adelante con el resto de nuestra semana. Pero no es tolerable con esta Palabra. No es posible con esta Palabra. Dios, líbranos de batallas sabatinas artificiales que nos apartan de enfrentarnos a reales batallas el domingo en la mañana.
Y yo sé que probablemente hay personas que dicen “Yo estoy fuera, no quiero ir en esa clase de viaje, no tengo que ir en esa clase de viaje. Puedo vivir mi vida cristiana sin esa clase de viaje”. Esa es una opción, Yo rogaría con usted para no ir en ese viaje, pero algunos de ustedes irán. Y yo quiero ser cuidadoso aquí, pero obviamente, lo que hemos visto es que Jesús está, hasta cierto nivel, de acuerdo con eso. Él le decía estas cosas a la multitud y ellos se iban.
Y yo quiero ser realmente cuidadoso aquí porque la última cosa que quiero hacer al decir que algunos se irán es sonar frío o insensible, o como algunos podrían decir, poco sabio. Quiero dirigir en este camino, no porque los odio, sino porque los amo. Y lo que me asusta y lo que he visto, es de lo que estoy arrepintiéndome, de que no hayamos tomado ese rumbo. Hay muchos otros caminos delante de nosotros para ir; de hecho otras vías que en verdad yo creo nos harían más exitosos en un cuadro contemporáneo de la iglesia que hemos creado. Pero en el proceso de ser exitosos desperdiciamos nuestras vidas, y desperdiciamos la iglesia, y seríamos exitosos aquí, pero en el mundo por venir nos daríamos cuenta de lo tonto que hemos sido.
A Ninguno de nosotros le gusta pensar en cambios en nuestras vidas, cambios en nuestras familias, cambios en la iglesia. A ninguno de nosotros, incluyéndome a mí, y si prestamos oídos sordos a los 30 mil niños que hoy están muriendo por desnutrición o enfermedades prevenibles, entonces no necesitamos ningún cambio, eso está bien, podemos hacer eso. Pero si vamos a vivir por el bien de 4 mil 500 millones de perdidos, incluyendo miles y miles de niños que están muriendo cada día porque no tienen comida sobre la mesa, entonces eso significa cambio radical en nuestras vidas, en nuestras familias y en la iglesia. Y de nuevo, no sé qué aspecto va tener esto.
Así que, aquí está lo quiero que hagamos. Quiero que pasemos algún tiempo con el Espíritu de Dios y la Palabra de Dios como individuos y familias. Hay diferentes pasajes de la Escritura y lo que voy a hacer es leer cada pasaje. Voy a leer uno y entonces ustedes pueden tomar algún tiempo para reflexionar en ese pasaje. Y entonces voy a leer otro y ustedes toman algo de tiempo para reflexionar en él. Vamos a hacer eso con tres pasajes distintos. Estos son los pasajes que vamos a estudiar en los siguientes sermones, pero quiero invitarles a leerlos y comenzar a reflexionar sobre ellos y comenzar a orar a través de ellos.
Un sacrificio radical
Entonces venga conmigo a Lucas 14. Busque conmigo Lucas 14. Voy a leer este pasaje y entonces les doy algún tiempo para que pasen un momento solo entre ustedes y Dios.
Así que, Lucas 14:25, lean junto conmigo y quiero que se retrate a usted mismo entre las multitudes que oían lo que estaba ocurriendo. “Grandes multitudes seguían a Jesús — por tanto, usted está entre la multitud– Y dirigiéndose a ellos, él dijo– Así que él se está dirigiendo a usted– Él dice:
25 Grandes multitudes seguían a Jesús, y él se volvió y les dijo: 26 «Si alguno viene a mí y no sacrifica el amor a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, y aun a su propia *vida, no puede ser mi discípulo. 27 Y el que no carga su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.
28 »Supongamos que alguno de ustedes quiere construir una torre. ¿Acaso no se sienta primero a calcular el costo, para ver si tiene suficiente dinero para terminarla? 29 Si echa los cimientos y no puede terminarla, todos los que la vean comenzarán a burlarse de él, 30 y dirán: “Este hombre ya no pudo terminar lo que comenzó a construir.”
31 »O supongamos que un rey está a punto de ir a la guerra contra otro rey. ¿Acaso no se sienta primero a calcular si con diez mil hombres puede enfrentarse al que viene contra él con veinte mil? 32 Si no puede, enviará una delegación mientras el otro está todavía lejos, para pedir condiciones de paz. 33 De la misma manera, cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo.
34 »La sal es buena, pero si se vuelve insípida, ¿cómo recuperará el sabor? 35 No sirve ni para la tierra ni para el abono; hay que tirarla fuera.
»El que tenga oídos para oír, que oiga.
Dios, oramos por gracia para considerar tus palabras honesta, humilde y claramente durante estos momentos. Los invito a reflexionar y orar.
Quiero invitarles a buscar Mateo 9. Deje que esto sea combustible para su tiempo con el Señor esta semana. Mateo 9: 35. Este es otro pasaje que vamos a estudiar, y aquí está lo que quiero que hagan mientras leemos estas palabras. Quiero que capten el perfil de la conducta de Jesús, para tratar de ilustrar qué aspecto tenía. Dejemos que estas palabras cobren vida de modo que puedan ver esto. Verso 35, capten esto:
“Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas *nuevas del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia. 36 Al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. 37 «La cosecha es abundante, pero son pocos los obreros —les dijo a sus discípulos—. 38 Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo.”
Con esta ilustración en mente, los invito a reflexionar y orar en Mateo 9:35-38.
Un pasaje final. Déjeme animarle a permitir que esto sea su combustible para avanzar con Cristo esta semana. Lucas 18:18 quiero que vayan conmigo a esta porción. Este es un pasaje que ya hemos referido. Hemos hablado sobre cómo todos nosotros sin excepción somos ricos y así quiero invitarlos a ponerse en los zapatos de ese hombre y quiero que ustedes, desde su perspectiva, imaginen esta escena. Usted se acerca a Jesús.
18 Cierto dirigente le preguntó:
—Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?
19 — ¿Por qué me llamas bueno? —Respondió Jesús—. Nadie es bueno sino sólo Dios. 20 Ya sabes los mandamientos: “No cometas adulterio, no mates, no robes, no presentes falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre.”
21 —Todo eso lo he cumplido desde que era joven —dijo el hombre.
22 Al oír esto, Jesús añadió:
—Todavía te falta una cosa: vende todo lo que tienes y repártelo entre los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.
23 Cuando el hombre oyó esto, se entristeció mucho, pues era muy rico. 24 Al verlo tan afligido, Jesús comentó:
— ¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios! 25 En realidad, le resulta más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.
26 Los que lo oyeron preguntaron:
—Entonces, ¿quién podrá salvarse?
27 —Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios —aclaró Jesús.
28 —Mira —le dijo Pedro—, nosotros hemos dejado todo lo que teníamos para seguirte.
29 —Les aseguro —respondió Jesús— que todo el que por causa del reino de Dios haya dejado casa, esposa, hermanos, padres o hijos, 30 recibirá mucho más en este tiempo; y en la edad venidera, la vida eterna.
Basados en este pasaje les invito a reflexionar y orar.
No sé qué aspecto tiene todo esto, de manera que no voy declarar de ninguna forma ser perfecto en eso.
Así que oren por mí, y mi familia, que Dios nos dé gracia para saber cómo dirigir en este camino, en una forma que muestre estas verdades.
Y quiero que sepan que voy a estar orando por ustedes y quiero que ustedes oren unos por otros. No hay respuestas sencillas aquí. No dice “Bueno, así es como luce esto de cuidar de los pobres en su presupuesto, y así es como figura en su agenda eso de ocuparse de los perdidos” pienso que el propósito completo de este viaje y estos mandamientos está diseñado para traer nuestros rostros ante Cristo y que él nos muestre cómo es esto. Porque el cuadro es, y yo no quiero que olviden esto, él es la meta. La meta no es en sí el perdido o el pobre, la meta es Cristo. Queremos a Cristo, y él es el centro que nos guía. Y esa es la belleza total de este asunto, porque cuando él es el centro, entonces cualquier cosa que apenas comienza a parecer sacrificio no es más sacrificio, porque el que murió en la cruz y se levantó de la tumba y ascendió a las alturas y nos ha dado vida eterna gratuitamente, él es la meta. Y así nada parece sacrificio a la luz de Cristo. Así que fijemos nuestros ojos y corazones sobre él en oración y digamos “Cristo, quiero que seas el centro de nuestras vidas, el centro de nuestras familias y el centro de esta iglesia y quiero que nos guíes y te queremos a ti más que ninguna otra cosa.”
Un abandono radical: el reino de Jesús es supremo
Así que, Dios, oramos que nos lleves un paso más profundo, en nuestro seguir a Cristo. Señor Jesús, tu reino es supremo, tú eres digno de toda adoración y toda alabanza y todo honor, tú eres digno de 30 mil niños hoy que no tienen comida, y eres digno de la adoración de 4 mil 500 millones de personas que no han confiado en ti.
Oramos que hoy, Cristo sea el centro de nuestras vidas, sea el centro de esta iglesia, y seas el centro de tal manera que nos tomes en un viaje radical contigo, donde tu gloria sea conocida por nosotros y exhibida por nosotros a todas las naciones.