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El Evangelio Demanda un Sacrificio Radical

Como cristianos, sabemos que Jesús requiere un amor superior, lealtad exclusiva y una entrega total en nuestras vidas. En comparación con Cristo, odiamos a las personas que amamos y esto cambia nuestra perspectiva. A través de la cruz de Cristo, morimos a la vida que vivimos y esto cambia nuestras prioridades. Por la causa de Cristo, renunciamos a todo lo que tenemos. En este mensaje sobre Lucas 14:25–35, el pastor David Platt nos llama a dar de manera sacrificial algunas de nuestras posesiones por la causa de Cristo.

  1. Jesús es supremamente amoroso.
  2. Jesús es supremamente leal.
  3. Jesús sacrificó la pérdida suprema.

Si tiene su Biblia, y espero que sí, permítame invitarle a que la abra conmigo en Lucas 14. Quisiera empezar diciendo un par de cosas basadas en el sermón anterior. Una de las preguntas que he escuchado es ¿Qué está pensando David? O ¿Qué va a decir David? Y quiero recordarle desde el principio, en nuestro tiempo juntos; que realmente no importa lo que David piense o lo que David vaya a decir. Mi responsabilidad ante ustedes semana tras semana no es exponer lo que pienso o lo que quisiera decir.

Lo que Dios está pensando y lo que Dios nos está diciendo

Mi responsabilidad es exponer ante ustedes lo que Dios está pensando y lo que Dios nos está diciendo. Y en la medida en que lo haga de manera clara y precisa, entonces, tener algo que escuchar. Si en algún punto divago de la Palabra entonces no tengo la autoridad de pararme delante de ustedes. Entonces, esto no es acerca de lo que David está pensando o de lo que David tiene que decir, la pregunta es qué está pensando Dios y qué nos está diciendo Dios. Y sin importar lo que Él diga, si lo dice nosotros obedecemos porque somos Su pueblo.

Esto tampoco es algo de que hago algunas cosas para hacer lo correcto con Dios. Creo que Dios desea mostrarnos lo que Su Palabra dice, y entonces guiarnos al Espíritu de Dios. Guiarte a ti y a mí a horas, y quiero decir horas; horas de lucha ante Dios en oración acerca de cómo se aplica esta Palabra en nuestras vidas. Si todo lo que hacemos es hablar entre nosotros estas cosas y venimos con una lista de tareas que dice: “Así es como se ve” entonces hemos perdido el diseño de Dios para nosotros en Su Palabra. Él desea traernos junto a Él, con Su Palabra, con Su Espíritu y transformar nuestros corazones y cambiar nuestros corazones, para radicalmente cambiarnos y en una manera que tengamos ramificaciones externas, sí, pero que eso esté enraizado en el cambio interno.

Haremos todo lo que podamos en nuestra cultura Cristiana hoy para evitar pasar el tiempo necesario ante Dios para experimentar el cambio interno, y no quiero robarle a nadie esto. Así que quiero retarlos a no solo escuchar la Palabra, no solo escuchar la Palabra y hablarla entre ustedes, no solo escuchar la Palabra y hablarla entre ustedes y ver las partes prácticas. Quiero retarlos a tomar esta Palabra y sumergirse en oración y estar con Dios. Estar a solas con Él y pedirle a Dios, pelear con Dios acerca de cómo esta Palabra aplica para su vida. En el final estaremos orando por todos nosotros.

Padre, estamos a punto de leer estas palabras. Palabras difíciles, palabras duras de Jesús. Palabras que son extremadamente extrañas a nuestros oídos y hasta nuestro entendimiento del cristianismo, así que oramos, Dios, para que expongas las mentiras y falsedades en la manera en que nos apegamos al cristianismo. Que traigas la verdad a nuestros oídos y a nuestras vidas para la gloria de tu nombre, aquí y en todas las naciones. Necesitamos tu Espíritu para hacer esta obra en nosotros. Necesito tu Espíritu para tan siquiera empezar a proclamarla. Todos nosotros necesitamos tu Espíritu para empezar a escuchar y ciertamente necesitamos tu Espíritu para obedecerla. Así que oramos para que derrames de tu Espíritu sobre nosotros en la medida en que estudiamos y vivimos, y que nos transformes en la imagen de Jesucristo. En el nombre de Jesús oramos, Amén. 

El Sacrificio del Cristiano

Una pregunta primaria que quiero hacerles, ¿Están dispuestos a venir a Jesús en sus términos? ¿Están dispuestos a venir a Jesús con sus términos? Hago esta pregunta de esta manera porque la marca del cristianismo que hemos adoptado opera sobre la base de venir a Jesús en nuestros propios términos. Usted mira la manera en que describimos el cristianismo, como incitamos a las personas que vengan a Cristo, y encontrará términos que son extraños al Nuevo Testamento. Verá cosas como: Siga el camino Romano a Jesús, crea en estas 4 leyes espirituales, responda esta pregunta correctamente, ore esta oración, cante esta canción, levante su mano y declare su amor por Jesús.

Jesús le dijo a Sus seguidores que no hagan estas cosas, ninguna de ellas. Quiero que usted escuche lo que Jesús dijo en Lucas 14:26, es lo que Él dijo a las multitudes que estaban viajando con Él. Esto fue lo que Jesús dijo que son Sus términos.

“Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar. O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz. Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo. Buena es la sal; mas si la sal se hiciere insípida, ¿con qué se sazonará? Ni para la tierra ni para el muladar es útil; la arrojan fuera. El que tiene oídos para oír, oiga.”

¿Se puede imaginar parado en esa multitud? ¿Quién se cree que es? Es decir, en serio, póngase en sus zapatos. ¿Se supone que tengo que odiar a mi padre, madre, hermano y hermana y mi esposa e hijos? Se supone que tengo que tomar un instrumento de tortura y rendirlo todo lo que tengo para seguirte a Ti. Para la mayoría de nosotros, Jesús nos perdió en el principio de este pasaje. Es casi terrorífico para mí, pensar en cómo hubiera respondido en el primer siglo a estas palabras.

Y alguien puede pensar que tales palabras son muy duras para nosotros hoy. Algunos pudieran decir, “No tenemos que fijarnos en pasajes como este. ¿Estamos preparados para escuchar palabras como estas? ¿Estamos lo suficientemente maduros para escuchar palabras como estas? Y esto es todo; esta es la manera en que Jesús se presenta a las personas. Esto no era Jesús hablando a una multitud madura que estaba necesitando profundizar. Esto era Jesús hablando a Su pueblo que inicialmente estaban interesados en seguirlo y esta era Su primera invitación. Aborrece a tu padre y madre, toma tu cruz y rinde todo lo que tienes. Esto es lo que Él dijo.

Que un Abandono Radical es

Es una acusación hiriente en nuestra marca Cristianismo hoy día; pensar que estas palabras sonarían tan radicales para nosotros porque son extrañas a nosotros. Esto es elemental, verdades básicas, Jesús habló de lo que significa seguirle. Y son tan extrañas hoy. ¿Qué nos dice eso acerca de cuán lejos nos hemos alejado de lo que significa ser un discípulo de Jesucristo? Que siquiera tengamos que hacer esta pregunta hoy, “Bueno, ¿Se puede ser creyente y no un discípulo? Como si hubiera niveles de Cristianismo. Un nivel donde realmente no le cuesta mucho. Y aquellos que realmente están interesados pueden ir más profundo o más alto, más grande nivel de Cristianismo. El Nuevo Testamento no está al tanto de nada de esto.

No estoy diciendo que todos nosotros estamos en el mismo lugar en nuestra madurez espiritual o que cuando inicialmente venimos a Cristo sabemos todo lo que sabemos 20 años después. Pero la imagen es clara. Jesús dice en tres ocasiones si usted no hace estas cosas ni siquiera puede ser mi discípulo. Estos son los requerimientos, los requerimientos básicos para el discipulado. Y me pregunto, mientras miramos este pasaje donde Jesús está hablando a la multitud que ha estado coqueteando con Él en sus términos, ya sea que esté o no ante una multitud de personas hoy en nuestra cultura ¿quién ha estado coqueteando con Jesús en nuestros términos? Para algunos, quizás muchos, sino la mayoría de nosotros, necesitamos hacernos esta pregunta, “¿Hemos venido a Jesús en Sus términos?” esa es una pregunta importante. ¿Ha venido usted a Jesús en Sus términos?

Jesús requiere un Amor Superior

Término número uno, Jesús requiere un amor superior. Lucas 14:26 es el primero, “Entonces no puede ser mi discípulo“ “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas – Sí-, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo”. ¿Duro, cierto? Eso capta la atención. ¿Qué significa? ¿De qué está hablando Jesús cuando dice que aborrezcan a su padre, madre, hermano, hermana, esposa e hijos? Algunos de ustedes están pensando, “No lo entiendo. Pensé que teníamos que amar a las personas, y hemos hablado acerca de honrar a padre y madre. ¿Cómo se les aborrece y honra al mismo tiempo?” ¿Esa es una buena pregunta, cierto?

¿Estoy supuesto a aborrecer a mi esposa e hijos? ¿Qué significa? Jesús está diciendo algo aquí. Ahora, quiero ser muy cuidadoso, no solamente aquí sino en cada pasaje que estudiemos en estas series, porque hay una tentación peligrosa de nuestra parte de suavizar las palabras de Jesús. Y lo que sucede es que tratamos de suavizar las palabras de Jesús para justificar la manera en que vivimos. Esta es una manera muy peligrosa de acercarnos al cristianismo. Solemos decir, “Oh, Él, realmente, no quiso decir esto o aquello” tenemos que tomar un mirada honesta a las Escrituras para ver exactamente lo que Jesús quiso decir a sus escuchas originalmente.

Entonces, guardemos el paso aquí. Giremos a la izquierda y vayamos a Mateo 22. Quiero mostrarles dos pasajes en Mateo que trajo luz acerca de lo que Jesús está diciendo aquí en Lucas 14.-Esta es una imagen de amor superior – Mateo 22 es una conversación entre Jesús y un maestro experto en la ley. Es un pasaje que alguno de ustedes, quizás muchos, estén familiarizados. Mateo 22:36, este maestro de la ley le hace a Jesús esta pregunta, “Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?” Está bien, el gran mandamiento, el primordial, el primero, el más importante mandamiento en la ley. “Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.” 

¿El primer gran mandamiento en nuestras vidas es amar a Dios con una parte de nuestro corazón? No, con todo tu corazón, alma, mente y fuerza. Esto desmitifica la idea de que existen prioridades en nuestros afectos. Que Dios es primero, y la familia es segunda, y que esta persona es tercera o cuarta. No, Dios es todas las cosas, todo, primario, supremo, amor superior. Todo, todo nuestro afecto le pertenece a Dios, y el testimonio de la Escritura fluye justo de aquí. El segundo mandamiento es como el primero. Amar a tu prójimo como a ti mismo. Sabemos de todo esto en el Nuevo Testamento. ¿Cuando el amor por Dios es supremo en nuestra vida, el resultado es amor por quién? No el uno por el otro. Ellos van juntos. ¿El amor del uno por el otro sale del amor por quién? Por Dios. Amarlo es supremo, es amor superior.

Ahora, continúe yendo hacia atrás conmigo, hacia la izquierda llegando a Mateo 10, claramente hay un amor que sustituye a todos los otros amores. Amando a Dios, amando a Cristo, y usted llega a Mateo 10 y ve un pasaje que es muy familiar para lo que estamos viendo en Lucas 14. Escuchen lo que Jesús tiene que decir ahí, verso 37, noten si esto suena familiar “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.” Notan La imagen ahí. Aquí en Mateo 10 lo que tenemos es una fuerte comparación, tu amor por mí es mucho más grande que el amor que sientes por tu padre, madre, hijo e hija.

Trajimos este contexto a Lucas 14, y vemos a Jesús usando la palabra “Aborrecer”, esta es, obviamente una palabra fuerte, hasta una palabra ofensiva, y no necesitamos suavizar esta imagen. Creo que lo que Jesús está comunicando es claro. El amor por Él está intencionado a ser supremo entre sus discípulos que cualquier otro amor en este mundo, el cual es mucho menos, que pareciera como se aborreciera, comparado a este tipo de amor. En comparación al amor por Cristo, aborrecemos a las personas que amamos. Ahora, entienda el juego de palabras aquí. No es que no los amamos; la realidad es que el todo viene a llenar el círculo. Esto cambia nuestra perspectiva, porque, – no pierda esto – cuando el amor por Dios es supremo y el amor por Dios cautiva nuestros corazones, entonces, ¿Qué tipo de amor estamos mostrando a nuestro padre y madre? ¿El amor de quién? De Dios, de Cristo en nosotros. La misma imagen para el matrimonio, esposa o hijos. Hombres ¿Cómo logran ejecutar Efesios 5:25? Amar a sus esposas como Cristo amó a la Iglesia y se dio a Sí mismo por ella. ¿Cómo usted hace eso si el amor por Cristo no fuera supremo en su vida? No puede, es imposible. No es que son mutuamente exclusivos. Ellos fluyen, uno fluye del otro pero inicia con un reservorio del amor por la supremacía de Cristo y Dios.

Una vida radical: no consiste en obedecer de mala gana a Cristo

Nuestros corazones conquistados, cautivados por un afecto supremo en Dios. sabemos tan poco de este tipo de amor. Usted escucha la manera en que hablamos, supuestamente un hablar cristiano. Decimos, “Sé que necesito estar en la Iglesia. Sé que necesito llevar a mis hijos a la Iglesias. Sé que necesito orar. Sé que necesito estudiar la Biblia.” Esto no es el Cristianismo. No es Cristianismo en absoluto. El Cristianismo no consiste en obedecer de mala gana a Cristo. Sabemos esto a nivel humano. Si usted viene del trabajo, y saludo a mi esposa Heather en la puerta con un beso en los labios, y ella da un paso atrás y dice, “Bueno, ¿Para qué es esto?” déjame decirte que cuál no debe ser mi respuesta en ese momento, “Bueno, dice aquí en la página 54 del manual del matrimonio que esto es lo que debo hacer cuando llego a la casa” en este punto, ella está tomando el manual del matrimonio y lo está metiendo en mi garganta, eso es lo que está pasando.

Eso no es forma de amar. ¿De dónde obtuvimos la idea que el Cristianismo es obedecer de mala gana? Dejamos todas las cosas en este mundo que amamos y hacemos las cosas que realmente no queremos hacer, pero tenemos que hacerlas para salvar nuestro pellejo. Esta es la manera en que pensamos, pero esto no es Cristianismo. El Cristianismo bíblico mira la supremacía de Cristo, y esto es infatuado por Él, tan atrayente a Él, que nuestro amor por Él guía todo lo que hacemos. Es un amor superior que cambia nuestra perspectiva en todo en este mundo.

Y entonces la pregunta ante ustedes a la luz de Lucas 14:26 3 es ¿Ama usted a Cristo? ¿Quiere usted a Cristo? ¿Le ama usted con todo su corazón y toda su alma y toda su mente? No le estoy preguntando si usted va a la Iglesia. No le estoy preguntando si usted lee la Biblia o si usted ora o si usted enseña o si hace esto o aquello, o si usted está criando a sus hijos bien. Eso es tonterías. Pase las tonterías. ¿Quiere a Cristo? ¿Ama a Cristo? ¿Es Él la razón de su existencia, aquel por el cual su corazón late y aquel por el cual tus afectos son guiados? Esta es la imagen, amor superior. Hace que cualquier otro amor parezca odio. 

Quiero ser cuidadoso aquí. Pero estoy convencido que nuestra cultura actual endiosa a nuestros hijos y nuestros matrimonios y el sexo y relaciones, padres, familia y amigos al punto donde Jesucristo recibe las sobras de nuestros afectos y no es cristiano. Usted no puede, ni siquiera, ser discípulo de Jesús si ese es el caso. Usted se olvida de todas las demás relaciones e intima en una relación con Él. Esto es lo que significa ser discípulo de Jesucristo. 

¿Quiere ver cómo se ve esto de manera práctica? Los referiré a John Bunyan. John Bunyan vivió en un tiempo donde no era sencillo seguir a Cristo, especialmente, no era fácil ser un predicador del Evangelio de Cristo. Y él predicó, y se le dijo que si no paraba de predicar, entonces sería apresado. Él y su familia no estaban bien, su esposa y sus hijos, uno de los cuales era ciego. Muy rara vez tenían algo para comer o vivir mientras estaba libre. Él sabía que si él estaba apresado le traería un gran daño a su familia. Entonces ¿Qué hace? ¿Qué haces cuando enfrentas ese tipo de decisión? ¿Continúa predicando? John Bunyan dijo, absolutamente; se debe seguir predicando. Y fue apresado.

Y él escribió de la celda de la cárcel, “Separarme de mi esposa y de los niños pobres ha significado para mí, en este lugar, como si me arrancaran la piel de los huesos. Y eso no solo porque me gustan las grandes mercedes” hablando acerca de su familia, sus hijos “pero también porque tengo que traer a mi mente con frecuencia las muchas dificultades, miserias y deseos que mi pobre familia probable esté enfrentando, especialmente mi pobre hijo ciego que está más cerca de mi corazón que cualquier otra cosa; oh pensar en las dificultades que mi hijo ciego pudiera está pasando rompe mi corazón en pedazos. Pero aún así” Dijo Bunyan “todavía” desde una celda, él escribe “Debo arriesgarlo todo por Dios. Oh he visto, en esta condición, que soy como un hombre descargando su casa de la cabeza de su esposa e hijos, y todavía, sin embargo yo, yo debo hacerlo, debo hacerlo” Jesús requiere amor superior. ¿Lo tiene de parte de usted? Si no es así, no puede ser su discípulo, dice Jesús.

Jesús requiere lealtad exclusiva

El segundo término que Jesús resalta, verso 27, “Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.” El segundo término Jesús requiere amor superior y lealtad exclusiva. Llevar Su cruz. Este término, esta frase puede ser una de las más malinterpretadas y mal aplicadas frases o términos en el Nuevo Testamento.

Las personas, hoy día, hablan acerca de llevar cruces, y muchas veces ellos van a compartir algo de su jornada de fe y las personas dirán, “Estoy pasando por esta enfermedad o esta lucha. Estoy en esta mala relación o este mal matrimonio o en esta mala circunstancia y esta es la cruz que cargo” eso no es de lo que Jesús está hablando. Eso obvia todo el punto de lo que Jesús está hablando aquí. No es lo que los escuchas del primer siglo escucharon cuando Jesús dijo esto y no es lo que necesitamos escuchar hoy.

Tenemos que ponernos en sus zapatos y darnos cuenta de lo que Jesús solo dijo “cualquiera que no lleva su cruz” Ahora, una cruz, el único momento en el que usted llevaría una cruz es si usted era sentenciado como criminal, castigado a morir. Una viga transversal era izada en su espalda para llevar a través de la ciudad en humillación pública camino a su muerte. Esto es repugnante para los escuchas de Jesús. Tenemos que tomar el peso de esto. Llevamos cruces por doquier, vemos cruces por doquier.

Trate de traerlo al presente. Esto es equivalente a yo decirles, “Si usted no lleva su silla eléctrica no puede seguir a Jesús” ¿No suena esto repugnante, y descarado? Hasta ese pensamiento sería insuficiente porque la cruz involucra mucha más crueldad y tortura que lo que llevaría una silla eléctrica. La realidad es que usted está llevando una cruz, usted es un como un hombre muerto caminando. Usted no tiene sueños, no tiene más planes para su vida, no más ideas para lo que usted va a hacer en su vida. Todo terminó para usted. Usted no tiene más orgullo, no tiene más honor, nada. Usted está caminando a través de una humillación pública, en el camino a un lugar en el cual en esa cruz usted será izado y morirá. Usted es un hombre muerto caminando y esta es la imagen que Jesús da para describir lo que significa seguirle. ¿Alguno quiere llevarla?

Esto es fuerte. Y lo que Jesús está diciendo es que a través de la cruz de Cristo, morimos a la vida que vivimos. Si usted es cristiano, de acuerdo con la Escritura, no de acuerdo a las definiciones contemporáneas, pero si usted es un cristiano acorde a la Escritura, usted está muerto, está muerto. Esta muerto a usted mismo, está muerto a sus sueños, está muerto a sus esperanzas, está muerto a sus planes, a sus ideas de lo que va a pasar en su vida, está muerto. Usted murió a todas esas cosas, esa es la razón justo antes de esto en el verso 26, Él dijo, no solo aborrezcan a esta personas, sí, aborrezcan hasta sus propias vidas, o no pueden ser mis discípulos.

Usted no vive basado en lo que usted desea, lo que sueña, lo que planea, lo que espera, lo que quiere, esas cosas pasaron, se fueron, usted está muerto para ellas. Y esto está en Gálatas 2:20, “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” usted dice, David no estamos muertos, estamos respirando aquí, entonces ¿cómo es que vivimos? Vivimos en Cristo. Fui crucificado con Cristo, aún así vivo, no vivo yo, más vive Cristo en mi. Esta es la imagen. Estamos muertos a nosotros mismos y estamos vivos en Cristo. Estamos muertos al pensamiento de autoestima. Estamos muertos a la auto consolación. Muertos para todo.

Las vidas que se centran aldredor Cristo

Estamos vivos para el pensamiento de estima de Cristo y el honor de Cristo, y el deseo de Cristo y los planes también. Centrados en la vida de Cristo. Muertos a nosotros mismos y vivos para Cristo, y toda nuestra identidad está envuelta en quién es Él. Estamos muertos para todas estas cosas y vivos para Él. Ahora, esto cambia, no solo nuestra perspectiva, esto cambia nuestras prioridades. Porque ahora la vida de Cristo determina todo acerca de nosotros. Usted no determina dónde vive, Cristo determina dónde usted vive. Usted no determina qué tipo de casa usted tiene, es decisión de Cristo. Usted no determina la ropa que viste, usted no determina las cosas que compra, usted no determina los planes que usted hace, usted no determina nada. Ahora Cristo determina todo. Usted murió a la vida que usted vive, y usted no determina nada acerca de su vida. Cristo lo determina todo.

Esto es una gran afirmación de autoridad sobre su vida y mi vida. Y él utiliza dos ilustraciones, empezando en el verso 28 hasta el verso 30. Ilustración número uno en el verso 28, e ilustración número dos en el verso 31. Primero Él dice que somos “obreros construyendo un edificio”. No pierda esto, Jesús dice, “Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?” Jesús está advirtiendo en contra de tomar decisiones emocionales apresuradas para seguirle. Él dice, usted debe estar consciente del costo. Esto es tan radicalmente distinto. Hablamos de esto un poco la semana pasada. Usted puede tomar a un evangelista hoy que tiene a un pecador, a alguien que está perdido. El evangelista dice, “Bueno, ¿sabe usted que es pecador? ¿Cree que Jesús murió en la cruz? Usted respondió que sí a estas preguntas, bueno, entonces bienvenido al reino” El único problema es que el Diablo también puede responder, afirmativamente, a estas preguntas. 

Mientras que Jesús les está pidiendo que midan el costo, calculen el costo, midan el costo antes de hacer cualquier cosa, midan el costo. Hay un costo aquí que necesita ser considerado antes de dar un paso al frente. ¿qué le cuesta a usted? ¿Le cuesta todo? John Stott, uno de mis autores/predicadores favoritos escribió,

“El paisaje Cristiano está sembrado con los restos de ruinas a medias de una torre; las ruinas de aquellos que empezaron a construir y no fueron capaces de terminar. Para miles de personas que todavía ignoran la advertencia de Cristo y subestiman seguir a Cristo sin primero pausar y reflexionar en el costo de hacerlo. El resultado es el gran escándalo de la Cristiandad de hoy, el tal llamado Cristianismo nominal. En países donde el Cristianismo se ha esparcido, gran número de personas se han cubierto a ellos mismos con un decente pero delgado barniz de Cristianismo. Ellos se han permitido ser de alguna manera envueltos, lo suficiente para ser respetables pero insuficiente para estar incómodos. Su religión es un gran cojín suave. Este los protege de las duras desavenencias de la vida mientras cambian su lugar y moldean el traje a su conveniencia. No es de asombrarnos que los cínicos hablan de hipócritas en la Iglesia y obvian la religión como escapismo.

¿Esto es el Cristianismo contemporáneo, cierto? Torres a medio talle. “No me entendía que era todo”. Considere el costo, Jesús dice. Somos obreros construyendo un edificio y luego Él utiliza la segunda ilustración. Somos guerreros peleando una batalla. Él habla acerca de pelear como un rey. Existe esta imagen que vemos a través del Nuevo Testamento, peleando la buena batalla, la batalla espiritual. Ahora, quiero ser cuidadoso aquí. Quiero ser muy cuidadoso. Esto no es, tampoco está hablando en ninguna parte del Nuevo Testamento hablando sobre guerra santa, como solemos escuchar en las noticias acerca del Islamismo radical. Esto no está hablando en ningún sentido de una guerra contra el terrorismo. Esto no es una guerra que se pelea con armas y bombas, es una guerra que se pelea con el Evangelio, con oración, con amor sacrificial.

La vida radical: una batalla

Y en el Nuevo Testamento está claro que hay una batalla espiritual que va de la mano con la vida Cristiana. Hay una batalla por la santidad de nuestras vidas y hay una batalla espiritual que se está llevando a cabo de hombres, mujeres y niños alrededor de todo el planeta que irán al cielo o al infierno eterno. Las pujas son más altas en esta guerra que en cualquier otra guerra terrenal. Jesús dice que usted puede sentarse aquí antes de ir a la batalla. Lo que está en juego y lo que involucra.

Estaba mirando esta imagen mientras estudiaba este pasaje esta semana, no tuve más opción que pensar, nuestra versión del Cristianismo hoy, realmente no se fija en la vida Cristiana como un tiempo de guerra de fe. Tenemos una fe de tiempos de paz, ¿no creen? Y hay una diferencia rígida entre estas dos. En tiempo de guerra, usted siempre se hace la pregunta, “¿Cómo puedo sacrificar para el avance de la obra? ¿Cómo puedo gastar cada recurso que tengo? ¿Cómo puedo contribuir mejor a alcanzar la misión?” porque no estamos cayendo en bromas, estamos tratando de descubrir cómo alcanzar la misión y sacrificar todo por ella. En tiempo de paz, las bromas son el nombre del juego. Hacemos preguntas como, “¿Cómo podemos estar más cómodos? ¿Cómo podemos hacer que sea más divertido? Y ¿Cómo podemos tratar nuevas bromas que no hayamos experimentado antes?” Hay una manera de tiempos de guerra y tiempos de paz para abordar la vida en el Cristianismo. Usted ve la diferencia en ambas en un barco. Ahora está anclado en el puerto de Long Beach, California, llamado el Queens Mary. Fue construido en el siglo 20 como una línea de lujo con todo un conjunto de indulgencias diseñadas para impresionar a ricos patrones. Tenía la capacidad para hasta 3,000 patrones ricos; en un momento era más largo y más masivo que el mismo Titanic. Sin embargo, lo interesante es que por seis años durante la Segunda Guerra Mundial cuando el país estaba en un estado de emergencia nacional, ellos tomaron este mismo barco y lo llamaron por ayuda transportando tropas.

De repente, este barco fue transformado de una línea de lujo a una fuente de transporte para tropas. Donde antes cabían 3,000 personas, ahora transportaba 15,000 soldados al mismo tiempo. Pusieron el barco de cabeza para acomodar para alcanzar una misión en vez de acomodar placeres para ricos. Usted va ahora a este barco, y es un museo, básicamente, para la historia, y lo que usted puede ver está diseñado en algunos lugares que ellos tienen diseñados para transportar una tropa y ellos ven ocho literas altas donde las personas dormirían, cada cosa, cada detalle, fue utilizado para alcanzar la misión. Y luego usted puede ver en otra habitación y la ve diseñada como una línea de lujo para las personas disfrutar los placeres del barco.

Le pregunto, ¿Cuál de las dos imágenes describe mejor el Cristianismo en nuestro contexto de hoy, en nuestras vidas, en nuestras familias, en nuestras casas, y en esta iglesia? Pondré esto delante de ustedes, consideremos el costo. Qué pasaría si vemos en la cara de 4.5 billones de personas en este planeta que se dirigen a una eternidad sin Cristo, y vemos el rostro de 30,000 niños que hoy están muriendo de hambre o de enfermedades preventivas y decimos “No vamos a utilizar este barco, nuestras vidas, nuestras familias o nuestra Iglesia para consentir a nuestros placeres y sentarnos al lado de la piscina y pedir más aperitivos que nos sean enviados. En vez de eso, vamos a transformar todo para decir, ¿Cómo podemos dar nuestras vidas por el bien de lograr la misión?

Es una manera radicalmente diferente de mirar el Cristianismo y Jesús dice, considere el costo. Ustedes son guerreros y van a la batalla. ¿Está usted queriendo llegar a la batalla o se está rezagando sentado en la parte de atrás? Esta es la pregunta que Él pone delante de nosotros. Jesús dice usted tiene prioridades radicalmente diferentes cuando es mi discípulo

Jesús Requiere Pérdida Total

El tercer requerimiento, Él requiere amor superior, lealtad exclusiva, y Jesús requiere una pérdida total. En el verso 33, Jesús dice después de esa ilustración, “Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.” Realmente no existe una manera para suavizarlo, así que solamente lo vamos a decir, ¿de acuerdo? Por la causa de Cristo, Jesús dice, que tenemos que rendir todo lo que tenemos. Esa es la palabra, entrégalo todo, literalmente significa decirle adiós, renunciar, abandonar. Dejamos todo lo que tenemos. Si queremos seguir a Cristo entonces renunciamos a todo lo que tenemos. No algunas cosas. No algunas cosas.

Pienso que en el fondo, nos gusta pensar que tenemos este tipo de Cristianismo. Esta parte ha sido tan convincente para mí porque la realidad es que Cristo tiene un reino lleno de las cosas de mi vida, que me he sentido muy cómodo dándole a él. En oposición a tener un reino de todas las cosas. He visto esto, nuestras vidas, nuestras pasiones, nuestros sueños, nuestras familias, nuestra esposa, nuestros hijos, madre, padre, hermano, hermana, todas estas cosas a las que hemos renunciado. ¿Qué de nuestra casa? ¿Qué de nuestro carro? ¿Lo hemos rendido todo? ¿Qué de nuestra ropa? ¿Qué de nuestra televisión? ¿Qué de nuestros iPhones? Todas estas cosas con las que inundamos nuestras vidas. ¿Lo entregamos todo? ¿Decimos todo es tuyo para usarlo para el bien del perdido? Es Tuyo para usarlo, mis inversiones, mi cuenta de cheques, Tuyas para que las uses por el bien del pobre. Todo para usarlo por el bien de Tu gloria y de cualquier manera entiendas que es mejor. Todo es tuyo. ¿Decimos esto? Esto cambia nuestras posesiones cuando lo damos todo. 

Quiero que vaya conmigo a Hebreos 10. Tenemos que ver esto, Hebreos 10 vaya conmigo al verso 32. Quiero que le pidamos a Hebreos que nos ayude a entender Lucas 14. Como el pueblo de Dios en el Nuevo Testamento, ¿Cómo se ve esto? ¿Cómo se ve esto en nuestras vidas? Escuchen a estos hermanos en Hebreos 10 y 11. Hebreos 10: 32, recuerden que Hebreos está escrito para un grupo de personas, Cristianos en un tiempo en que no era popular ser Cristiano, la persecución era, definitivamente una realidad y el autor dice en el verso 32, “Pero traed a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos; por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra, llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante.”

Escuchen lo que dice el verso 34, “Porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos” Usted gozosamente acepta que todas las cosas están perdidas ¿Cómo se hace esto? Porque usted sabe que tiene cosas mejores y eternas posesiones; muy diferente perspectiva sobre las posesiones en Hebreos 10. Vayamos a Hebreos 11 y miremos el verso 14. Está hablando acerca de los héroes de la fe. Escuchen lo que dice:

“Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.”

Qué increíble es esta imagen. Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos porque ha preparado una ciudad para ellos. Estas son personas que estaban mirando a otra ciudad, mirando otra nación, extranjeros y peregrinos aquí. Ellos sabían que había algo mejor. Y por eso, gozosamente que todas sus cosas las daban como pérdidas, porque ellos sabían que había algo mejor por venir. Estamos inundados con cosas. Lo sabemos y vivimos en una ciudad que dice mientras más mejor. Pero Jesús no nos llamó a vivir el estilo Birmingham de Cristianismo; una ciudad de poseedores y no poseedores donde los edificios dispersan el paisaje de los que tienen. Jesús, estoy convencido, es más claro en Lucas 14 y Su Palabra en Hebreos 11 nos está llamando más claramente a renunciar al Cristianismo cultural y que abracemos el Cristianismo bíblico.

Ahora, algunos pensarán que no amo nuestra ciudad. ¿No es esto lo que esta ciudad necesita ver, un pueblo de Dios que piense que Él es más grande que nuestras posesiones? ¿No es esto lo que las personas necesitan ver, que sus vidas están en juego por la eternidad? ¿No es esto lo que ellos necesitan ver que las posesiones no satisfacen? Si tenemos todas las posesiones y la táctica de Dios para los domingos, ¿Que les importa a las personas de esta ciudad? Usted tiene posesiones, yo tengo posesiones. Usted obtiene posesiones a través de Jesús, yo obtengo posesiones de esta manera, y ambos somos lo mismo al final. No, eso no es el Cristianismo. El Cristianismo dice: no queremos posesiones, queremos a Cristo.

La vida radical: sufrimiento

Sé que algunas personas han dicho: “David, ¿Quieres que todos suframos?” No, quiero que estén satisfechos. Estoy hablando a un grupo de personas, de las cuales soy parte, que ha crecido para creer que las posesiones satisfacen y no es así, y quiero llamar nuestra atención basada en la autoridad de la Palabra de Dios a arrepentirnos y apartarnos de las posesiones a la satisfacción que viene de Cristo. De esto trata Hebreos. Miren en Hebreos 11:24, “Por la fe” no pierda esto de vista, “Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado,” Verso 26, “teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón.” ¿Captó esto? Moisés dijo: No quiero los placeres de Egipto. ¿Por qué? porque quiero ¿a quién? ¡Quiero a Cristo! Y Él mucho más grande que todos los placeres de Egipto. Esto fue una decisión fácil para Moisés. Tiene sentido.

Hasta es difícil decir “sacrificio” de un cristiano, porque la realidad es que cuando nos damos cuenta del galardón, no parece como que fuera un sacrificio, eso es simplemente una decisión inteligente. Esto es por sentido común. ¿Usted prefiere un galardón mayor o menor? ¿El galardón ahora o el que ha de venir? Él no murió sobre una cruz para que vivamos para los placeres de este mundo. Esa no es la razón por la cual Él murió en la cruz. Él murió en la cruz para que seamos peregrinos y extranjeros en este mundo hasta el día cuando lo experimentemos a Él como nuestra recompensa. Y Él es la recompensa, no el cielo, No, no, no es bíblico. El cielo es Cristo, la plenitud de Cristo, la gloria de Cristo, el gozo de Cristo, y queremos eso, y estamos dispuestos a dejar todas las cosas por Él.

La Supremacía de Cristo

Jesús es Supremamente Amante

Este es un tipo radicalmente diferente de Cristianismo, pero no pierda esto de vista. Es un llamado a un supremo galardón. El sacrificio de un cristiano, no es realmente un sacrificio cuando se considera la supremacía de Cristo. Jesús requiere amor supremo, pero la realidad es que, es Jesús quien da un amor supremo, ¿no es así? Esto es la belleza de esto. Por qué aborrecería a mi padre, madre, hermano, hermana, esposa, e hijos, en comparación al amor por Cristo, porque es un amor superior. Amor hacia Él y Él es digno. Él es el único digno de amor superior.

Nuestros esposos y esposas no son dignos de un amor superior, y nuestros hijos no son dignos de un amor superior, y nuestras madres o padres y nuestros hermanos o hermanas, o amigos no son dignos de amor superior. Cristo, solo Cristo, es digno de amor superior. Él es supremamente amante. Para eso es que fuimos creados. Es la belleza, la supremacía de Cristo. Esto tiene sentido.

Jesús es Supremamente Leal

-Y no solo amor- uno que requiere lealtad exclusiva. Jesús es supremamente leal. Él nunca nos dejará olvidados. Nuestras vidas, están fundamentadas en Sus promesas. Aquí está la belleza, no tenemos que preocuparnos sobre dar a Jesús… muriendo a nuestros planes y nuestros sueños y a nuestros deseos y esperanzas, porque vivimos para Sus planes y Sus sueños y Sus deseos y nuestras esperanzas y son buenas. Nuestro Creador conoce lo que Él está haciendo. ¿Creen esto? Porque si es así, entonces olvidaremos nuestros planes y nuestros deseos y sueños y nuestras esperanzas y diremos, abrazaré lo que Tú digas porque creo en Ti, confío en Ti y Él será fiel, Él será fiel. Él siempre es fiel a Su pueblo. Usted cambia sus ideas por tu vida, a cambio de las ideas de tu Creador para tu vida. Eso es un buen intercambio. Realmente un buen cambio.

Jesús Sacrificó la Suprema Pérdida

No un sacrificio, sino algo inteligente. Y aquel que requiere una pérdida total es aquel que sacrificó la suprema pérdida. Jesús dice en Lucas 14, en Su camino a Jerusalén… en el contexto del libro de Lucas, Él se dirige a la cruz donde Él va a perderlo todo por nosotros. Y el objetivo de Él perderlo todo por nosotros es para que Él se convierta en nuestro galardón. Él es nuestro galardón. Este es el Evangelio. Sé que cuando hablamos de estas cosas, sé que hay personas que hasta están pensando, “David ¿No sabes por lo que estas personas están pasando? ¿No sabes que las personas están pasando por situaciones difíciles? ¿No sabes que las personas están pasando por tiempos duros en la familia, y circunstancias difíciles en sus vidas? ¿Por qué darías un sermón acerca de aborrecer a tu padre, madre, hermano y hermana?”Aquí está el por qué. Porque quiero que cada persona sepa que aún cuando esa relación mejore o esos tiempos cambien, solo Cristo será capaz de satisfacerte, solo Cristo, solo Cristo, solo Cristo. Y voy a llamar a cada hombre y mujer, niño y niña basado en la autoridad de la Palabra de Dios a la suprema satisfacción que está en Cristo.

Y pensemos, bueno, es muy radical. No sé si pueda hacer esto, la pregunta sería, ¿Por qué no querríamos esto? C.S. Lewis dijo, “Somos creaturas con medio corazón tonteando acerca de alcohol y el sexo y la ambición cuando un gozo infinito nos es ofrecido. Como un niño ignorante que se la pasa haciendo pasteles de lodo, porque no puede imaginarse lo que esto significa a raíz del ofrecimiento de un feriado en el mar” y él dice estas palabras que penetran mi corazón y espero que lo hagan con usted, él dice, “Somos muy fáciles de complacer” Sí, sí, eso es.

Pensamos que nuestras casas y carros y nuestras pertenencias y nuestros planes y nuestros deseos y nuestro sentido de seguridad son bueno. Estamos jugando con lodo en un basurero y hay una oferta de un feriado en el mar. Dejemos eso atrás y vámonos. Vámonos. Hagamos lo que dice Hebreos 12 y fijemos nuestros ojos en Jesús, autor y perfeccionador de nuestra fe, y prosigamos a Jesús y digamos que le queremos. Sí, seremos sus discípulos. Estos son los términos de Jesús, y les pregunto, ¿Han venido a Jesús en estos términos Amor superior, lealtad exclusiva, y pérdida total, ha venido a Jesús en estos términos en absoluto en su vida? Eso es una pregunta eternamente fundamental. No en sus términos, no en los términos que hemos creado, en Sus términos.

Estaba pensando mientras oraba ayer por este texto, esto no tiene sentido para el mundo, y no tiene sentido para la cultura en la cual vivimos. Para mí estar parado en frente de un grupo de personas y decir aborrece a tu padre, y a tu madre, tu hermano y hermana, esposa e hijos y sigue a Jesús. Eso no parece ser muy efectivo para las relaciones públicas hacia Jesús. Y aquí está la realidad. Es precisamente el punto porque la única manera en que cualquiera pudiera olvidar estas cosas a favor de Cristo y entregar todo a favor de Cristo es si el Espíritu de Dios estuviera desgarrando tu corazón y abriendo tus ojos a la supremacía de Cristo. Y eso es lo que he estado pidiéndole que haga, y creo que Él lo está haciendo. He estado orando que entre los hombres, mujeres y estudiantes, que Él esté abriendo ahora los ojos para ver la supremacía de Cristo y para verlo a Él como digno. Y si Él lo es, entonces, quiero llamarles a que lo abandonen todo, y que lo asuman a Él, por primera vez para alguno de ustedes. Y alguno de ustedes lo asumieron en Sus términos, pero en algún punto fueron succionados en donde perdimos los términos de Cristo. Y quiero llamarlos a abandonar todo, y a renovar, a hacerlo de nuevo con Cristo.

La vida radical: el Espíritu de Cristo

Solo podemos hacer esto por el Espíritu de Cristo. Usted no puede manufacturar este tipo de lealtad y este tipo de amor, y este tipo de pérdida. De manera que, postrémonos en nuestros rostros ante Él, pidámosle que tome nuestras vidas y las use de la manera que Él quiera para Su gloria. Dejémonos ir a nosotros mismos. Somos hombres muertos caminando, postrémonos sobre nuestros rostros ante Cristo, y digamos que le queremos, que le amamos y que le seguimos, y que Él es todo, todo. Esto no es un juego, no es una rutina de domingo por la mañana para nosotros. Esto es vida, y todo en mi vida depende de Ti, así que corro hacia Ti.

Padre, oramos para que nos ayudes a entender las demandas del Evangelio a la luz del galardón del Evangelio. A la luz de Tu gracia que superpone todo. Dios sabemos que ninguno de nosotros puede dejar su vida, nuestras posesiones, nuestras esperanzas y nuestros planes y nuestros sueños, atráenos a Ti mismo. Dios somos propensos a la auto justificación, somos propensos a suavizar Tus palabras, así que oramos por gracia para obedecerlas. Oro para que por primera vez Tú atraigas muchas personas Cristo en Tus términos. Oro para que la vida de las personas sean cambiadas por toda la eternidad hoy mientras se refleja la imagen de Lucas 14, diciendo por primera vez “Sí, quiero ser tu discípulo” oro para que atraigas a Tu pueblo, que son Tus discípulos Dios, atráenos al abandono y sacrificio por el galardón en Cristo. En el nombre de Jesús oramos. Amén.

David Platt

David Platt sirve como pastor en el área metropolitana de Washington, D.C. Es el fundador de Radical.

David recibió su doctorado del Seminario Teológico Bautista de New Orleans y es el autor de Don’t Hold Back [No te quedes donde estás], Radical, Sígueme, Contracultura, Algo tiene que cambiar, Before You Vote [Antes de votar], así como los varios volúmenes de la serie Christ-Centered Exposition Commentary [Comentario Expositivo centrado en Cristo]. 

Vive junto con su esposa e hijos en el área metropolitana de Washington, D.C.

LESS THAN 1% OF ALL MONEY GIVEN TO MISSIONS GOES TOWARDS REACHING THE UNREACHED.

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