Cómo compartir el evangelio con un testigo de Jehová

Los cristianos bíblicos creen en un solo Dios que creó el universo y al que le interesan las personas; en la posibilidad de una relación personal con Dios; en la necesidad de que los pecados sean perdonados para ser salvos; en la autoridad de la Biblia; en la autoridad eclesiástica y la disciplina; en la necesidad de vivir de una manera diferente a la del mundo (en el mundo, pero no del mundo); en el reino de Dios (ya inaugurado, pero todavía no consumado); en Jesús como el rey del reino; en la necesidad de la obediencia; en el regalo de maestros y lìderes que Dios ha dado a la iglesia; en el mandato de hacer discípulos de todas las naciones; en la necesidad de permanecer fieles bajo la persecución. Entonces, ¿cómo deberíamos compartir el evangelio con un testigo de Jehová?

Cómo compartir el evangelio con un testigo de Jehová

Los testigos de Jehová, según sus publicaciones oficiales, como La Atalaya y ¡Despertad!, también están de acuerdo, en general, con cada punto en esa lista. Esto no significa que los cristianos bíblicos y los testigos de Jehová tienen las mismas creencias. Pero sí significa que, en la superficie de estos puntos de fe expresados en términos imprecisos y a grandes rasgos, los dos sistemas de creencias parecen similares en muchas maneras.

Argumentos frecuentes contra los testigos de Jehová

Teniendo en cuenta lo anterior, los cristianos bíblicos deben acercarse con cautela al compartir el evangelio con un testigo de Jehová. Consideremos algunos de los argumentos que suelen hacerse contra los testigos de Jehová, y los cuales no pueden sostenerse:

“Los testigos de Jehová son raros”

“Los testigos de Jehová son extraños y raros y, por lo tanto, están mal”. Este es un argumento a nivel popular que no sirve porque la Biblia da por sentado que los cristianos seremos vistos como extraños en este mundo (1 Juan 3:1). Al fin y al cabo, se nos manda a comer simbólicamente el cuerpo de Jesús y a beber simbólicamente su sangre (Juan 6:53). Toda nuestra fe descansa en la increíble realidad de que Jesús estuvo físicamente muerto y volvió a la vida (Romanos 1:4; 6:5; 1 Corintios 15:21). Dentro del contexto del sistema de creencias del mundo, estas son enseñanzas bastante “extrañas”, a menudo etiquetadas como absurdas o ridículas. Por eso, la relativa “rareza” de las creencias y prácticas de los testigos de Jehová no debería suscitar nuestro desprecio. Irónicamente, ellos pueden usar esta “rareza” como un argumento para su autenticidad.

“Los testigos de Jehová son demasiado agresivos”

“Los testigos de Jehová son demasiado agresivos cuando evangelizan”. Este argumento no sirve porque la Biblia llama a todos los cristianos bíblicos a ser valientes y abiertos con sus prácticas de evangelización (Mateo 28:19-20; Hechos 1:8). En lo que respecta al fervor para evangelizar, los testigos de Jehová marcan la pauta. ¿Por qué deberían ser ridiculizados por dedicarse con pasión a una actividad a la que Dios nos ha llamado hacer?

“Los testigos de Jehová son ofensivos”

“El liderazgo de los testigos de Jehová ha sido a menudo sectario y ofensivo hacia sus seguidores”. Sí, pero en ciertas épocas y lugares también lo han sido los bautistas (y muchos otros grupos de fe). La conducta abusiva en sí misma no demuestra o refuta la veracidad de un sistema de creencias. Si Einstein hubiera sido ofensivo hacia otros, esto no hubiera hecho falsa la ecuación E=mc².

Esta clase de análisis podría ampliarse, demostrando cuán difícil puede ser compartir la verdadera fe con los que se aferran a una falsificación bien desarrollada, en particular cuando los testigos de Jehová están convencidos de que la versión falsificada es la de los cristianos bíblicos. Parece, entonces, que si los cristianos bíblicos están interesados en compartir el evangelio de manera provechosa con los testigos de Jehová, deben tenerse en cuenta dos cosas: (1) ser amigables, y (2) estar dispuestos a discutir asuntos doctrinales de una manera matizada.

1. Ser amigables

Francamente, debido al número, es difícil que la mayoría de los cristianos bíblicos se encuentren con muchos testigos de Jehová en su vida. Cuando ocurren esos encuentros, suele ser en la puerta de entrada mientras difunden su mensaje. Tales encuentros no son por lo general amistosos o personales, sino apresurados y agitados. En vez de tratar de construir relaciones durante estas visitas, los cristianos bíblicos expresan con frecuencia una especie de orgullo en su rudeza (“le di un portazo en las narices”, o “le dije que yo ya tengo una religión, muchas gracias”).

La rudeza es contraproducente

La rudeza es contraproducente. Los testigos de Jehová se perciben a sí mismos como un grupo perseguido y rechazado, y de algún modo, es cierto. Así que, cuando los cristianos bíblicos actúan de manera desagradable hacia ellos, solo alimenta más su idea de que son el remanente justo. Los hace sentir más seguros y acertados sobre sus creencias, no menos.

Es incluso difícil construir amistades genuinas porque a los testigos de Jehová no se les permite conectarse socialmente fuera de su grupo, o al menos no mucho. Esto implica que muchos de ellos no están interesados en conocernos personalmente tampoco.

Toma cierto esfuerzo coordinado hacer amistad con un testigo de Jehová, pero la evangelización más efectiva lo requiere. Una de las cosas que no esperan los testigos de Jehová de los cristianos bíblicos es una sincera preocupación por ellos como personas. Más allá de la decencia humana básica, los cristianos bíblicos deberían esforzarse en mostrar amor genuino por los testigos de Jehová. Muchos testigos de Jehová, así como muchos cristianos bíblicos, están socialmente conectados a su familia de la fe en formas que influyen en su aceptación o rechazo de ciertas creencias teológicas. Entonces, para la mayoría, la gentileza, la generosidad, la paciencia y el amor de persona a persona son mucho más efectivos y persuasivos que solo confiar en los argumentos lógicos. Además, el afecto genuino es a menudo el instrumento que usa Dios para abrir una puerta para la evangelización con un amigo testigo de Jehová.

2. Conocer algunos matices

Como lo muestra la lista arriba, argumentar con los testigos de Jehová sobre puntos doctrinales expresados en términos generales e imprecisos posiblemente no rendirá ningún fruto. Ellos simplemente estarán de acuerdo con tus creencias (“creemos en Dios, la Biblia, Cristo, la salvación, el reino de Dios, etc., como tú). Sin embargo, las claras diferencias entre la teología de los cristianos bíblicos y los testigos de Jehová yace en los matices. Esto implica que los cristianos bíblicos tienen que entender los matices de sus propias convicciones al igual que los de su amigo testigo de Jehová. Obtener esta clase de conocimiento requiere estudio intenso y enfocado. Acá un ejemplo.

Diferencias sobre la Trinidad

Los cristianos bíblicos creen en la Trinidad. Nosotros creemos que Jesús es plenamente el hijo divino de Dios y también es Dios que vino en la carne (Juan 1:1; 8:58; Colosenses 2:9). Los testigos de Jehová niegan con vehemencia la Trinidad y la deidad de Cristo. Ellos creen que Jesús es un ser creado, aunque muy especial. Sin embargo, cuando los testigos de Jehová hablan sobre Jesús, a menudo suena similar a la manera como los cristianos bíblicos hablan sobre Él (ellos se refieren a Él como el Hijo de Dios). Pero una vez que se estudian los matices de su posición, salen a la luz las grandes diferencias. Una de las ediciones de La Atalaya de 2011, la expresa de la siguiente manera:

A diferencia de cualquier otro ser humano, Jesús vivió en el cielo como un ser espiritual antes de nacer en la tierra (Juan 8:23). Él fue la primera creación de Dios y lo ayudó en la creación de todas las cosas. Él es el único creado directamente por Jehová y es por lo tanto llamado correctamente el Hijo ‘unigénito’ de Dios.

De manera similar, una edición de La Atalaya de 2012 afirma:

Jesús fue la mejor persona para ayudar a otras a conocer a su Padre. ¿Por qué? Porque antes de que toda otra forma de vida fuera creada, Jesús era una criatura espiritual que vivía en el cielo. Él era ‘el unigénito Hijo de Dios’ (Juan 1:14; 3:18). Solamente Jesús estaba con su Padre antes de que el resto de la creación iniciara, y su Padre pudo darle toda su atención. Mientras se comunicaban entre sí, a lo largo de miles y miles de años, Jesús aprendió sobre su Padre y sus cualidades. A medida que su relación se fortalecía, su amor y afecto por el otro se hicieron más profundos (Juan 5:20; 14:31). ¡Imagina cuánto aprendió Jesús sobre la personalidad de su Padre! 

Un lenguaje similar se puede ver en todas las publicaciones de los testigos de Jehová, tanto pasadas como presentes. No son tímidos a la hora de negar la divinidad de Jesús. No es algo oculto. Su posición es clara. Así también es la de los cristianos bíblicos: “… Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado…” (Credo de Nicea). Así que, si estamos dispuestos a pensar y a hablar de matices, entonces se puede tener una discusión fructífera con un amigo testigo de Jehová sobre el tópico de la naturaleza divina de Cristo.

Diferencias sobre la traducción bíblica

Hay bastantes temas donde los diferentes matices podrían entenderse y discutirse: (1) Los testigos de Jehová tienen su propia traducción de la Biblia, la traducción del Nuevo Mundo, que ha sido traducida y redactada para apoyar sus puntos de vista. De manera que, sí, ellos creen en la Biblia, pero solo su versión. (2) Los testigos de Jehová afirman que ellos creen en la salvación a través de Jesús, pero niegan la doctrina de la justificación solamente por la fe. (3) Los testigos de Jehová creen que los 144,000 de Apocalipsis 7:4 y 14:1-3 son los “ungidos” de entre los testigos de Jehová. Desde la Biblia, esta creencia es insostenible. (4) Los testigos de Jehová niegan la existencia del infierno. “Dios nunca podría haber contemplado algo semejante al purgatorio o el eterno tormento en el infierno. Nada estaría más lejos de su mente” (de una edición de La Atalaya de 1952).

Al igual que la lista de arriba, esta podría ser también bastante larga. No son pocos los asuntos donde un estudio más profundo de los diferentes matices revelaría grandes diferencias entre lo que creen los cristianos bíblicos y los testigos de Jehová. De nuevo, para interactuar con un testigo de Jehová con respeto, debemos entender estos matices con la mayor precisión posible.

Parece, entonces, que la mejor manera para acercarse a un testigo de Jehová con el evangelio es ser amigable y conocer los diferentes matices y, por lo tanto, las diferencias entre un sistema de creencias y otro. La alternativa sería ser descortés (o un presumido espiritual) acompañado de ignorancia. Ese acercamiento no concuerda con el espíritu del evangelio que queremos compartir.