El propósito de la Cena del Señor no es salvarnos a través de un cambio de las sustancias que se consumen. ¿Cuál es entonces el propósito de tomar la comunión? En este mensaje, el pastor David Platt nos enseña que el propósito de la Comunión es recordar que la obra de Cristo fue vivir y morir para salvar a Su pueblo. Este recuerdo lleva a los cristianos a reflexionar sobre el costo de su pecaminosidad y la alegría encontrada en el perdón de Cristo.
- ¿Valoro más mi apariencia espiritual que mi autenticidad espiritual?
- ¿Siento un temor genuino ante Dios?
- ¿Me está impulsando la justicia de Dios a cumplir la misión de Dios?
Vamos a ver lo que creo que es uno de los pasajes más difíciles en el libro de los Hechos, si no es en realidad el más difícil en este libro. Es un texto humillante para estudiar y para predicar. Parece fuera de lugar en este contexto. En Hechos 2 hasta el 4 vemos la altura de la comunidad bíblica, una ilustración de la iglesia primitiva, personas que se preocupaban unos por otros y se amaban, se sacrificaban por el otro… una imagen de unidad. Todo viene en conjunto. Todo transcurre bien. Día a día la gente llega para conocer a Cristo. Vemos la magnitud de esto. Luego llegamos a Hechos 5. En ese contexto, escuchemos esta historia:
Hechos 5: 1-11
“Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, 2 y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles. 3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? 4 Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. 5 Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron. 6 Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron.
7 Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido. 8 Entonces Pedro le dijo: Dime, ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto. 9 Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti. 10 Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró; y cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido.”
¿Qué es eso?
¿Qué es eso? Lucas no incluía cada historia de la iglesia primitiva. ¿Por qué eligió incluir esta? Sí había una que dejaría fuera, esta sería la que no incluiría. Así los predicadores 2,000 años después no tendrían que lidiar con él. ¿Por qué Lucas incluyó esta? El ya ha mostrado las luchas de la iglesia, luchas de la persecución fuera de la iglesia, y ha mostrado cómo la victoria le fue dada a la iglesia en Hechos capítulo 4. Realmente llegas al final y experimentaron persecución, obtienen la victoria sobre esa persecución y en el momento triunfante, ¿Por qué llegamos al capítulo 5 de los Hechos?
He aquí porque pienso que Lucas incluyo este pasaje: el obstáculo mayor para el avance de las Escrituras nunca será la oposición desde fuera de la iglesia. El obstáculo mayor en el avance de las Escrituras siempre será el pecado dentro de la iglesia. Lucas hace énfasis en esta historia para enseñarnos porque debemos evitar la impureza del mundo dentro de la iglesia. En el centro de esto, creo que debemos ver en Hechos 5, una advertencia para asegurarnos de que no dejemos que nada dentro de la iglesia obstaculice el avance del Evangelio fuera de la iglesia.
Lo que quiero que hagamos es que nos sumerjamos en la imagen de la adoración sincera de la iglesia primitiva y nos hagamos algunas preguntas. El asunto es que muchas veces nos sumergimos en la Palabra, y hablamos sobre lo que nosotros tenemos que hacer. Hablamos de nosotros.
Estoy utilizando intencionalmente el nosotros y nos en la forma en que miramos los bosquejos de los diferentes pasajes. Pero van a notar que en este momento que estamos juntos hoy voy a hacer énfasis en el mí y yo. La razón de esto es porque quiero desafiar a todos los que estamos aquí presente, a que cada uno tengan una mirada individual de estas preguntas en las que estamos a punto de sumergirnos, basados en Hechos 5. Lo peor que puede suceder en esta mañana es que nadie pueda evitar el siguiente pensamiento, “Alguien realmente tiene que escuchar este sermón.” Porque como respondamos estas preguntas individualmente tendrán ramificaciones enormes en lo que Dios hace en y a través de nosotros corporativamente. Así que quiero que nos hagamos preguntas basadas en Hechos 5 que nos ayudarán a examinar nuestra adoración y nuestras vidas, y luego nos llevará a un tiempo de comunión.
La primera pregunta esencial para la adoración es: “¿Valoro más mi apariencia espiritual que mi autenticidad espiritual?” Debemos estar seguros que entendemos qué está sucediendo en esta historia. Ananías y Safira, una pareja de esposos, se acercan y Ananías trae regalos. Ahora bien hemos hablado acerca de cómo muchas personas de la iglesia primitiva estaban vendiendo sus posesiones para dárselo a los pobres. El no estaba obligado a vender la propiedad, no estaba obligado a dar nada de eso a los pobres. El podía hacer lo que quisiera. Pero lo que él decidió fue venir ante Pedro y poner el dinero a disposición de los apóstoles para que así todo el mundo pensara que estaba dando todo su dinero.
La apariencia espiritual sobre la autenticidad espiritual
De hecho, aunque en el versículo 2 dice, “en complicidad con su esposa Safira, se quedó con parte del dinero,” esa palabra en el lenguaje original del Nuevo Testamento significa literalmente lo que nosotros llamaríamos “malversación” – tomar dinero que pertenece a otra persona y quedárselo. El había comprometido ese dinero para la iglesia y entregó una parte, quedándose con la otra. El pecado de Ananías no era por el hecho de que no dio todo su dinero. Su pecado fue por el hecho de tratar de engañar al Señor y tratar de engañar a la iglesia, aparentando algo que él no era. Esa es la esencia de la inautenticidad espiritual. La inautenticidad espiritual es aparentar ser de una manera, pero demostrando ser otra cosa. Esto es el peligro que vemos aquí en el capítulo 5. Dios odia la inautenticidad espiritual. El no valora la apariencia espiritual sobre la autenticidad espiritual.
Hay una palabra aquí para nosotros y nuestra cultura. Vivimos en una zona del país conocida como el cinturón de la Biblia. Es común que asistamos a la iglesia los domingos. Es una rutina ir a la iglesia los domingos. Es una gran tentación ir esa mañana bien vestidos a adorar a Cristo e ir a través de rutinas que dan aspecto de espiritualidad, pero que están carentes de autenticidad espiritual. Eso es una seria tentación para nosotros en nuestra cultura, y creo que hay aquí una palabra para nosotros. Quiero que veamos las dos opciones en este pasaje, porque hay un contraste aquí. Quiero que vean un contraste y dos opciones.
La opción numero uno sería simular santidad
En una situación como esta, la opción numero uno sería simular santidad. Eso es exactamente lo que Ananías y Safira estaban tratando de hacer. Retrocedan un poco al final del capítulo 4 en el versículo 36. La Biblia dice: “36 José, un levita natural de Chipre, a quien los apóstoles llamaban Bernabé (que significa: Hijo de consolación), 37 vendió un terreno que poseía, llevó el dinero y lo puso a disposición de los apóstoles.” Aquí hay un contraste, Bernabé, quien vendió un terreno, y puso a disposición de los apóstoles.
Después que Ananías y Safira vieron lo que hizo Bernabé, dijeron, “Queremos parecernos a Bernabé. Queremos hacer lo que hizo Bernabé.” Por consiguiente vendieron una propiedad, se quedaron con parte del dinero, y dijeron, “Somos como Bernabé.” Vinieron y lo pusieron a disposición de los apóstoles. Ellos fingieron santidad. Ellos creían que el ser cristiano era acerca de regulaciones religiosas, que se trataba de hacer cosas para lo externo y conseguir una apariencia; que los demás en la iglesia tengan una percepción acerca de usted. Eso no es cristianismo autentico. Fingir santidad pierde por completo el significado del cristianismo auténtico. En algún lugar del camino en el siglo 21 el cinturón de la Biblia de América hemos creado una idea similar a esta, que la autenticidad espiritual se resume en ir a la iglesia y a la observación de regulaciones religiosas, haciendo las cosas correctas, diciendo las cosas correctas, y siendo conocido como agradable, decente, persona de la iglesia, y que de eso se trata el cristianismo. Y eso NO es lo que es el cristianismo. Eso es apariencia espiritual que carece de autenticidad espiritual.
El contraste viene de Bernabé, porque él es un hombre que no estaba simulando santidad espiritual. Aquí hay un hombre que sacrificó todo. Lo ves aquí: él vendió este terreno de su propiedad y llevó el dinero y lo puso a disposición de los apóstoles. Encontramos a Bernabé en algunos otros momentos en el libro de Hechos. Déjame ofrecerles un cuadro de Bernabé para mostrarles el contraste:
El perseguidor de los cristianos
Justo después que Saulo, el perseguidor de los cristianos, ahora Pablo, llegara a conocer la fe en Cristo, escuchemos que dice el versículo 26 en Hechos 9: 26 Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos, pero todos tenían miedo de él, porque no creían que realmente fuera discípulo.” Usted pensaría igual si él tratara de matar a sus amigos y un día dice, “Ahora soy un seguidor de Cristo.” Usted podría pensar, “Bueno, por qué no hablas con otra persona.” Escuche lo que sucedió en el versículo 27: 27 Entonces Bernabé lo tomó a su cargo y lo llevó a los apóstoles. Saulo les describió en detalle cómo en el camino había visto al Señor, el cual le había hablado, y cómo en Damasco había predicado con libertad en el nombre de Jesús. 28 Así que se quedó con ellos, y andaba por todas partes en Jerusalén,…” Vemos a Bernabé arriesgarse para defender a este nuevo individuo llamado Saulo a quien nadie le agradaba.
Veamos el capítulo 11 de Hechos. La iglesia comienza a crecer en Antioquía. De hecho, los primeros llamados Cristianos fue en Antioquía. Escuche lo que sucede. Allá hay un montón de nuevos creyentes. El versículo 22 dice: “22 La noticia de estos sucesos llegó a oídos de la iglesia de Jerusalén, y mandaron a Bernabé a Antioquía.23 Cuando él llegó y vio las evidencias de la gracia de Dios, se alegró y animó a todos a hacerse el firme propósito de permanecer fieles al Señor, 24 pues era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe. Un gran número de personas aceptó al Señor.” Bernabé es el representante de la iglesia de Jerusalén, que va a ayudar a esta iglesia de Antioquía a despegar. Posteriormente, algo está sucediendo en la iglesia de Antioquía. En ese mismo capítulo en el versículo 29 dice, “29 Entonces decidieron que cada uno de los discípulos, según los recursos de cada cual, enviaría ayuda a los hermanos que vivían en Judea.” Ellos ofrendaron para los pobres. El versículo 30 dice, “30 Así lo hicieron, mandando su ofrenda a los ancianos por medio de Bernabé y de Saulo.” Bernabé era un hombre que ellos sabían podían confiar para tomar este regalo de los pobres.
El Espíritu Santo
Al llegar a Hechos 13, vemos la iglesia apartar misioneros para que salgan y proclamen el Evangelio. Dice en el versículo 2: “2 Mientras ayunaban y participaban en el culto al Señor, el Espíritu Santo dijo: «Apártenme ahora a Bernabé y a Saulo para el trabajo al que los he llamado.»
Una vez más en Hechos 15 empezando en el versículo 36: “36 Algún tiempo después, Pablo le dijo a Bernabé: «Volvamos a visitar a los creyentes en todas las ciudades en donde hemos anunciado la palabra del Señor, y veamos cómo están.»37 Resulta que Bernabé quería llevar con ellos a Juan, también llamado Marcos,38 pero a Pablo no le pareció prudente llevarlo, porque los había abandonado en Panfilia y no había seguido con ellos en el trabajo.39 Se produjo entre ellos un conflicto tan serio que acabaron por separarse. Bernabé se llevó a Marcos y se embarcó rumbo a Chipre, 40 mientras que Pablo escogió a Silas. Después de que los hermanos lo encomendaron a la gracia del Señor, Pablo partió.” Una vez más vemos a Bernabé el defensor, dar a este individuo llamado Juan Marco una segunda oportunidad.
Vemos una imagen aquí de la autenticidad espiritual. Este hombre que sacrifica sus posesiones en Hechos 4. Es un hombre que sacrifica su orgullo. No se trata de exaltar a Bernabé por él. El sacrifica sus pasiones, sus sueños, y sus ambiciones. El va proclamando el Evangelio. Está listo para llevar dinero a los pobres y ayudarlos. Está dispuesto para ayudar a empezar nuevas iglesias. Esta dispuesto a regresar y animar a las iglesias que ya empezaron. Tenemos la imagen de la autenticidad espiritual en Bernabé. La antítesis de esto es Ananías y Safira que fingían santidad y no sacrificaban todo.
Debemos de tener cuidado en la iglesia de hoy, de no crear una idea que la santidad y la autenticidad espiritual consiste en ir a la iglesia y adorar, de tener regulaciones agradables que seguir, y de las cosas que hacemos. Eso no es santidad. No se trata de evitar todos estos pecados mayores que despreciamos en la iglesia y que nosotros no hacemos esas coas, y por tanto somos santos. La santidad es una apuesta, un arriesgar toda nuestra vida por el bien de la gloria de Cristo y su Iglesia. Eso es santidad, y eso es autenticidad espiritual. Por lo tanto no cantamos sin firmeza nuestras canciones. Eso afecta la forma que adoramos.
El sacrificio de ser santo
Por lo que nos hemos reunido en esta mañana no es por la apariencia espiritual, Si esa es la razón, deshonramos a nuestro Dios en la adoración. Por lo cual nos hemos reunido en esta mañana es por la autenticidad espiritual. Cuantas veces – No voy a pedir que voten con la mano alzada – ha mirado la iglesia y dicho, “Hay más apariencia que autenticidad.” Dios nos ayude a mostrar más que apariencia espiritual. ¿Valoro más la apariencia espiritual que la autenticidad? Dios nos ayude a que no nos agradare más la idea de ser santos que al sacrificio de ser santo.
La segunda pregunta es: “¿Tengo un temor genuino a Dios? “Quiero que veas la repetición de dos palabras en este pasaje, mencionada dos veces después de que Ananías y Safira trajeron este regalo y ambos cayeron muertos. Mira lo que sucede en el versículo 5: “5 Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron.” Y luego el versículo 10: 10 Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró; y cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido. 11 Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas.” Estas son las mismas palabras que vemos en Los Hechos 2:43: “43 Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles.”
¿De que tratan todos estos temores?
Esta es la misma palabra, phobos, de donde obtenemos nuestra palabra “fobia”, que significa “temor”. Este temor que estaba pasando, era real y genuino. Y podemos entender esto. ¿Puede usted imaginar que este tipo de cosa suceda hoy día? ¿Cuántos de ustedes están contentos de que Dios no siga en el negocio de derribar a los hipócritas? ¡Usted se asustaría también! ¿De que tratan todos estos temores? ¿Es el temor una marca de la iglesia? ¿Un gran temor, no sólo en la iglesia, sino fuera de la iglesia? Usted no aumentará su asistencia a su tercer servicio de adoración al hacer este tipo de cosas. ¿De que tratan todos estos temores?
Bueno, es una palabra que es utilizada en diversos lugares en el Nuevo y Viejo Testamento para reverencia, respeto y temor, pero quiero que nos sumerjamos más profundamente en ello – porque es algo más que respeto como pensamos que es respeto. Cuando viajo alrededor del mundo y conozco personas de diferentes religiones (Hindúes, Budistas o Musulmanes) o aún cuando converso con un ateo y hablo sobre sus creencias yo evidentemente estoy en desacuerdo con sus creencias, pero yo los respeto.
Yo estoy en desacuerdo con sus creencias pero los respeto. Eso no es el tipo de respeto que le tenemos a Dios. Usted no está en desacuerdo con Dios. Esto es algo más profundo que sólo respeto entre dos iguales. Tenemos la tendencia de bajar a Dios a nuestro nivel y tenemos respeto por él. Eso no es lo que es tener temor. El temor es una profunda reverencia, un terror sagrado, delante de Dios. Sé que es una palabra fuerte, pero creo que eso es lo que el Nuevo Testamento nos está enseñando – un temor genuino delante de Dios. Y eso es exactamente lo que vemos en los Evangelios cuando vemos a Jesús interactuar con sus discípulos El levanta su mano para calmar la tormenta. ¿Qué dice la Biblia? Los discípulos estaban aterrorizados. No estaban temerosos a causa de la tormenta. Ellos estaban asustados porque este individuo podía levantar sus manos y de repente la tormenta se detenía, y ellos se daban cuenta que este hombre no era igual a ellos. Tú no te metes con este sujeto.
¿Qué significa esto?
Cuando tu lo ves sanar a un paralitico, la Biblia dice que temían a Jesús. Cuando sana a las personas y levanta a las personas de entre los muertos, esta reacción en Mateo, Marco, y Lucas, que se repite una y otra vez, es temor. El temor es la reacción de ver la dignidad de Cristo y el poder de Cristo y la fuerza de Cristo. Por eso es que vemos a través de las Escrituras que el “Temor a Dios es el principio de la sabiduría.” El temor a Dios siempre está conectado con la devoción a Dios, confiar en Dios y entregarse sin reservas a Dios. Van juntos, pero es extraño para nosotros. No pensar en el temor de Dios, o lo que significa tener un temor genuino a Dios. ¿Qué significa esto? Quiero ayudarnos a ponerle nombre a esto.
Primero, pienso que parte de esto es un temor al engaño. Nosotros le témenos al engaño. En el versículo 3, cuando Pedro confronta a Ananías, él dice, “Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo.” Mentiste al Espíritu Santo y trataste de engañar al Espíritu Santo. Luego al final del versículo cuatro dice, “No has mentido a los hombres, sino a Dios.” Tenga en cuenta que este es uno de esos pasajes (y esto es solo una nota al margen) donde vemos al Espíritu Santo equiparado con Dios. No vemos la palabra “trinidad” en las Escrituras”, pero sabemos que el Espíritu Santo es Dios, porque Ananías engañó al Espíritu Santo y de tal manera engañó a Dios. El Espíritu Santo es Dios. Pedro confronta a Ananías y dice, “Estas tratando de engañar al Espíritu de Dios. Le estas mintiendo a Dios.” Temor y temblor ante el pensamiento de tratar de engañar a Dios. Eso es algo a lo que definitivamente debemos temer. Temor tratando de engañar a Dios con un aspecto espiritual, cuando hay un alma hueca en el centro de nuestro ser. Miedo tratando de engañar a Dios de esta manera. Tiembla ante la idea de vivir una mentira delante de Dios. Esto es algo que a lo que debemos temer.
¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor?
No se limite a temer al engaño, sino también a la desconfianza. Cuando llegamos a Safira, Pedro la confronta en el versículo 9 y le dice, “¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? ¿Cómo podría estar de acuerdo para tentar al Espíritu del Señor? El centro de esta idea de probar a Dios o de tentar a Dios es una idea de desconfianza en Dios.
Lo vemos a lo largo de las Escrituras. Cuando Jesús es tentado por el diablo, él dice, “No tentaréis a Jehová vuestro Dios,” citando Deuteronomio 6:16. No ponga a prueba a Dios. No le pida que le pruebe su bondad hacia usted ni su gracia ni su misericordia hacia usted. No le pida que le pruebe su juicio ni su ira hacia usted. No le pida que le muestre su carácter. El ha probado su carácter una y otra vez, y pedirle que haga esto es desconfiar en él. Del Salmo 78, quiero que vea como compara tentar a Dios con desconfiar de Dios – una falta de confianza en Dios. El Salmo 78 es un recuento de la historia de Israel y como ellos una y otra vez no confiaban en Dios y ponían a Dios a prueba. Fíjese en el versículo 17. En este capítulo vemos que ellos prueban a Dios. “17 Empero aun tornaron a pecar contra él, enojando en la soledad al Altísimo. 18.
Pues tentaron a Dios en su corazón pidiendo comida a su gusto. 19. Y hablaron contra Dios diciendo: ¿Podrá poner mesa en el desierto? 20. He aquí ha herido la peña y corrieron aguas, y arroyos salieron ondeando… (Dios les proveo abundante agua en Éxodo 17) 21. Por tanto oyó Jehová e indignóse: Y encendiéndose el fuego contra Jacob y el furor subió también a Israel. 22. Por cuanto no habían creído a Dios, ni habían confiado en su salud.” Revise el versículo 40: “40. ¡Cuántas veces lo ensañaron en el desierto, Lo enojaron en la soledad! 41. Y volvían y tentaban a Dios y ponían límite al Santo de Israel. 42. No se acordaron de su mano, del día que los redimió de angustia. 43. Cuando puso en Egipto sus señales y sus maravillas en el campo de Zoán”. Continúa con todas las cosas increíbles que Dios hizo, y llega al versículo 56: “56. Mas tentaron y enojaron al Dios Altísimo; y no guardaron sus testimonios. 57. Sino que se volvieron, y se rebelaron como sus padres, volvierónse como arco engañoso.”
Una y otra vez Dios les proveía, y una y otra vez ellos trataban de probar a Dios. Ellos pensaban, “Veamos si Dios es real”. Ananías y Safira, no creo, hayan considerado nunca la realidad del Espíritu Santo. Ellos pensaron era un juego. Pensaron que era algo que uno hace, que era una norma. Ellos pensaron que “hacían un Bernabé” –que vienes y pones esto, y que todo continúa, y la gente te ve como “bueno”, porque juegas bien el juego. Ellos nunca consideraron el hecho que el Espíritu Santo conocía sus pensamientos y que el Espíritu Santo veía sus corazones. El Espíritu Santo siempre demostrará la naturaleza de Dios.
¿Ve la palabra que hay aquí para nosotros? Esto no es una actuación que hacemos. El Espíritu Santo conoce nuestros pensamientos, y ve todos nuestros corazones. No necesitamos ponerlo a prueba al no tomar en cuenta su veracidad y no encontrarnos cara a cara con él, y así continuar como si fuera un juego. Ellos lo pusieron a prueba. Ellos desconfiaron de Él. Temor a vivir en la manera que mostramos que nuestra confianza no está puesta en Dios. Temor a vivir cuando mostramos al mundo que nuestra confianza esta puesta en el dinero en lugar de Dios. Tiemble ante el pensamiento de vivir una vida así. Hombres, temor a vivir de tal manera que muestren que su placer está en la pornografía en vez de en Dios. Temor a vivir así. Temor a vivir de manera que mostramos que nuestros placeres vienen del mundo contrario a la satisfacción de Dios. Temor a vivir así. Tiemble ante el pensamiento de vivir una vida así.
El temor a Dios y la obediencia van juntos
Temor al engaño, temor a la desconfianza, y temor a la desobediencia. 1 De cada 4 veces vemos que el “Temor a Dios” es mencionado en toda la Escritura es comparada a la obediencia. El temor a Dios y la obediencia van juntos. Cuando temes a Dios, no quieres defraudarlo o mostrar una falta de confianza en él, y temes vivir de cualquier manera que lo desobedezca a Él.
Cuando temes vivir de esta manera que muestres que El no es digno de toda tu vida, eso es temor a Dios. Lo que quiero es que veamos que el temor a Dios es tan fundamental, que el temor a Dios es la evidencia de nuestro amor por Dios. Eso no tiene sentido para la mayoría de nosotros. ¿Cómo va el amor con el temor? ¿Cómo pones esos dos juntos? Sin embargo eso es exactamente lo que vemos en las Escrituras. En el Salmo 130:3-4 el salmista habla de lo agradecido que esta que el Señor no le toma en cuenta sus pecados en contra suya. El dice, “4. Empero hay perdón cerca ti, para que seas temido.” Porque él nos perdona y derrama gracia sobre nosotros, él es temido.
El es venerado. ¿Cómo funcionan estos conjuntamente? Cuando eres perdonado por la sangre de Cristo, ¿cómo entra el temor? No pierda esta conexión; cuando eres perdonado por la sangre de Cristo entonces temes vivir de cualquier manera o de acercarte a la adoración de tal manera que muestres que la sangre de Cristo no es valiosa para ti. Temes vivir de cualquier manera que demuestres que el sacrificio de Cristo en la cruz no es importante para ti. Temor a vivir así. Eso es exactamente lo que dice Romanos 4:8-9:”… Mas Dios encarece su caridad para con nosotros, porque siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”. Así es que sabemos que El nos ama. ¿Y qué dice en el versículo 9? “9 ¡Luego mucho más ahora, justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira!”No tememos a la condena de Dios por Cristo. A parte de Cristo tenemos muchas razones para temer el juicio de Dios. Pero debido a Cristo no tememos la condenación; tememos vivir de tal manera que mostremos que su perdón no fue real, verdadero y genuino.
El temor a Dios
El temor a Dios ahora se equipara con el amor a Dios. Sé que esto no es algo que hablamos mucho, y por eso Hechos 5 es un pasaje extranjero en la iglesia Americana. Luchamos con la imagen del Dios que vemos aquí, pero si queremos adorar verdaderamente no podemos dejar de lado las doctrinas de la Biblia. Debemos adoptar las Escrituras. Debemos adoptar lo que las Escrituras nos enseñan, y va a profundizar nuestra adoración. Observa como esto profundiza nuestra adoración.
¿El temor a Dios – el temor de engañarle o desconfiar de él o de desobedecerle – observa cómo el resultado se convierte en el verdadero cristianismo y una adoración autentica? Nuestra adoración es más profunda. No trivializamos la adoración. No venimos aquí solo a bromear o a pasarlo bien. Aunque hay gozo, es un gozo más profundo cuando lo vemos unido al temor de Dios. ¿Cómo se complementan el temor a Dios y el amor de Dios? Aquí hay una ilustración:
Ayer hubiera sido el cumpleaños 61 de mi padre. Tuve el privilegio de crecer con un padre que me amaba profundamente y se preocupaba profundamente por mí y se sacrificaba de innumerables maneras por mí. Me amaba profundamente y yo lo amaba profundamente. Yo temía engañarlo o tratar de engañarle. Yo tenía temor de ese pensamiento. Recuerdo la primera multa por exceso de velocidad… tarde en la noche me dirigía a casa de un amigo y me detuvieron, muerto de miedo, tembloroso, – no por el policía, sino por pensar en mi padre. No podía continuar a la casa de mi amigo. Debía regresar a casa inmediatamente y despertar a mi madre para que ella se lo diga en la mañana. Existe el temor de engañar a papá. Existe temor de un papá desconfiado. Mi papá sabía lo que era mejor para mí.
¿Tienes un verdadero temor de Dios?
La primera vez que mi papá vio a Heather cuando estábamos en la secundaria, no estábamos saliendo en ese momento ni nada parecido. El dijo, “Uno de mis hijos tiene que casarse con esa niña.” Así que tenía que confiar en él. Temes desobedecer. No cenas con papa todas las noches o todas las semanas en tu último año de secundaria, donde hablas de todo y él te da consejos y tú lo escuchas y disfrutas su presencia. No tienes ese tipo de cena para luego salir y desobedecerle y hacer de todo para deshonrarlo. No haces eso. Temes esto. Temes hacer cualquier cosa que lo deshonre. Lo único que me duele al convertirme en pastor de una iglesia grande es el dolor de ver su rostro honrado en lo que Dios está haciendo. Es lo único que me ha dolido en esos pocos meses. Temía esas cosas, porque mi Padre significaba mucho para mí. ¡Cuánto deberías temer a Dios! ¿Tienes un verdadero temor de Dios?
La tercera pregunta: “¿la justicia de Dios me impulsa para cumplir con la misión de Dios? Obviamente, Hechos 5 es un retrato del juicio de Dios. Una vez más, esta es una de esas doctrinas, una de esas partes de Dios, que no hablamos mucho – su juicio.
Pero eso es exactamente lo que vemos aquí. Quiero que pensemos sobre lo que significa para Dios ser justo, ser un juez. Existen 3 características que forman parte de una imagen bíblica de la justicia de Dios: En primer lugar es omnevolente, lo que básicamente significa que él es todo lo bueno. Todo en Dios es bueno. Todo en Dios es correcto. Eso es una característica. Usted puede pensar en algunas de estas cosas relacionadas con un juez terrenal. Desea un juez terrenal que sea bueno, un juez que se preocupe sobre el triunfo de lo correcto sobre lo incorrecto o sobre cómo lo bueno triunfa sobre lo malo.
Si tiene un juez que no le preocupe de lo bueno sobre lo malo, entonces no es un buen juez. No sería bueno si Dios se echara para atrás y dejara el pecado se generalice descontroladamente y no le importara cómo eliminar el pecado de la iglesia. Así que estamos empezando a ver cómo la bondad de Dios realmente se encapsula en 5 actos. Lo peor sería que Dios se sentara y dejara que la Iglesia continúe en pecado y continuara en la hipocresía. Eso sería lo peor, y de hecho eso es lo que vemos en las Escrituras. Hay momentos –Romanos 1 es una imagen perfecta – cuando Dios permite que los hombres sean influenciados por el deseo de sus corazones. Los entregó a los deseos pecaminosos. El les dio toda clase de inmoralidad y deseos del mundo. El los entregó a este tipo de cosas. No queremos que Dios haga eso. Queremos que Dios traiga lo correcto sobre lo incorrecto y lo bueno sobre lo malo.
Así que él es todo lo bueno. Segundo, él todo lo sabe. Para que un juez sea bueno, tiene que saberlo todo. Él tiene que saber todos los hechos para poder de hacer un juicio. Afortunadamente, Dios es omnisciente. Él lo sabe todo y por eso es un juez perfecto. Nada está oculto para él, así que nada lo puede engañar.
La autoridad pertenece a Dios
El es todo lo bueno, todo lo sabe y tercero, el es todopoderoso. Un buen juez tiene la autoridad para realizar sus sentencias. Si alguien comete un crimen atroz y se presenta ante un juez, y el juez es bueno y conoce todos los hechos, pero no puede hacer nada, no es un buen juez. Esa no es una buena imagen. Dios es todopoderoso. El es soberano. Toda la autoridad pertenece a Dios.
Por tanto, el tiene poder ejecutar y llevar a cabo sus sentencias. Ahora no se formen esta imagen, cuando estamos hablando de la justicia de Dios, de algo salvaje, irracional e impredecible. No tiene que preocuparse que Dios llegue como un tornado. La imagen, sin embargo, es de un Dios que es completamente bueno, cuyo carácter está completamente en contra del mal. El tiene el poder para realizar eso. El es todo lo bueno, todo lo sabe y todopoderoso.
Ahora, estamos igualando esto con la justicia de Dios obligándome a cumplir la misión de Dios. ¿Por qué lo pones de esa manera? Esto es lo que tenemos que entender en este pasaje, no te pierdas esto. Es la justicia de Dios, su bondad, su omnisciencia, omnipotencia – que está impulsando a la iglesia hacia una misión más profunda y mayor.
La presencia de Dios
De hecho, esto es algo que vemos en diferentes puntos a lo largo de las Escrituras. Cada vez que Dios está haciendo cosas poderosas o grandes entre su pueblo, suele ir acompañada de una gran severidad de Dios, el punto culminante de la sentencia de Dios. Te mostraré dos casos. Regresa el libro de Levitico. Mira el capítulo 10. El tabernáculo, que es el lugar de adoración, se erige para la adoración del pueblo de Dios. La presencia de Dios mora entre su pueblo. Ese momento es el momento cumbre del pueblo de Dios. Para la gente de Israel, las cosas iban muy bien. Había sacerdotes que comenzaban sus trabajos en el tabernáculo.
Escucha esto: “1 Los hijos de Aarón, Nadab y Abiú (ambos sacerdotes) “tomaron cada uno su incensario, y pusieron fuego en ellos, sobre el cual pusieron perfume, y ofrecieron delante de Jehova fuego extraño, que él nunca les mandó. 2. Y salió fuego de delante de Jehová que los quemó, y murieron delante de Jehová. 3. Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto es lo que habló Jehová, diciendo: En mis allegados me santificaré y en presencia de todo el pueblo seré glorificado.” Y Aaron calló.” ¿Les parece familiar? Parece similar a Hechos 5. En el momento cumber de la iglesia, le sucede a Ananias y Safira. En el momento cumpre del pueblo de Dios, en el tabernáculo, el muestra su justicia sobre aquellos que tratan su bondad y su adoración con ligereza. El muestra su justicia sobre aquellos que le desobedecen y no temen engañarle, defraudarle y desobedecerle.
Permítanme mostrarles uno más. Miren Josué 7:1. El pueblo de Dios está a la altura de las cosas. Ellos entraron en la Tierra Prometida. Han tomado a Jericó. Tocaron algo de música, los muros se cayeron y ganaron una batalla. Fue un buen día para el pueblo de Israel. Todo iba bien. Tenían todo el ímpetu de la batalla. Miren lo que dice el capítulo 7 versículo 1. Se les había ordenado, cuando entrarán a Jericó que sacaran todas las cosas devotas.
Jericó que sacaran todas las cosas devotas
- “Empero los hijos de Israel cometieron prevaricación en el anatema: porque Achân, hijo de Carmi, hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomó del anatema; y la ira de Jehová se encendió contra los hijos de Israel. (Porque Achân había desobedecido a Dios).”
- Y Josué envió hombres desde Jericó á Hai, que estaba junto á Beth-aven hacia el oriente de Beth-el; y hablóles diciendo: Subid, y reconoced la tierra. Y ellos subieron, y reconocieron á Hai.”
- “Y volviendo á Josué, dijéronle: No suba todo el pueblo, mas suban como dos mil ó como tres mil hombre, y tomarán á Hai: no fatigues á todo el pueblo allí, porque son pocos.”
- “Y subieron allá del pueblo como tres mil hombres, los cuales huyeron delante de los de Hai.”
- “Y los de Hai hirieron de ellos como treinta y seis hombre, y siguiéronlos desde la puerta hasta Sebarim, y los rompieron en la bajada: por lo que se disolvió el corazón del pueblo, y vino á ser como agua.” ¿Qué sucedió?
- “Entonces Josué rompió sus vestidos, y postróse en tierra sobre su rostro delante del arca de Jehová hasta la tarde, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas.”
- Y Josué dijo: ¡Ah, Señor Jehová! ¿Por qué hiciste pasar á este pueblo el Jordán, para entregarnos en las manos de los Amorreos, que nos destruyan? ¡Ojalá nos hubiéramos quedado de la otra parte del Jordán!
- ¡Ay Señor! ¿qué diré, ya que Israel ha vuelto las espaldas delante de sus enemigos?
- Porque los Cananeos y todos los moradores de la tierra oirán, y nos cercarán, y raerán nuestro nombre de sobre la tierra: entonces ¿qué harás tú á tu grande nombre?
- Y Jehová dijo á Josué: Levántate; ¿por qué te postras así sobre tu rostro? 11Israel ha pecado, y aun han quebrantado mi pacto que yo les había mandado; pues aun han tomado del anatema, y hasta han hurtado, y también han mentido, y aun lo han guardado entre sus enseres. ¿No les suena familiar?
- Por esto los hijos de Israel no podrán estar delante de sus enemigos, sino que delante de sus enemigos volverán las espaldas; por cuanto han venido á ser anatema: ni seré más con vosotros, si no destruyereis el anatema de en medio de vosotros.” Lo que sucede es la misma suerte que le sucedió a Nadab y Abihu, la misma suerte que le pasó a Ananías y Safira. Y en el resto del capítulo esto le sucede a Achân. El muere.
La misión de Dios
Quiero que veamos la justicia de Dios unida con la misión de Dios. El es todo lo bueno, todo lo sabe y es todopoderoso. Por lo tanto, debe por la naturaleza de su carácter juzgar el pecado gravemente en la Iglesia. ¿Pero, qué pasa con la misión de la iglesia si el pecado en la iglesia no se aborda con seriedad? ¿Qué sucede con la misión de Dios? Piensa en eso. Si no tratamos con la gravedad el pecado en nuestras vidas, el mundo mirará a la Iglesia y no verá la gravedad del pecado. El pecado se convertirá en algo fortuito que realmente no importa. En ese momento, el mundo estará completamente despojado de ver su necesidad de un Salvador.
La misión de Dios es dependiente de la gravedad del pecado, porque cuando tomamos en serio el pecado es cuando viene la gracia y se muestra poderosa y maravillosa. Sin embargo, si minimizamos la gravedad del pecado en la iglesia, si somos complacientes con el pecado en esta sala, si jugamos con el pecado, y si no es una gran cosa para nosotros, entonces el mundo mirará dentro de la iglesia y dirá, “el pecado realmente no importa en sus vidas.”El pecado realmente no importa en mi vida. Luego sales y trata de compartir el Evangelio, y no ven la necesidad de un Salvador. Mira cómo la justicia de Dios va unida a la misión de Dios.
Pensamos, “Bueno, si nos enfocamos en el pecado y el juicio de Dios ¿cómo vamos a predicar sobre la gracia?”
El juicio de Dios
Es cuando más predicamos sobre la gracia. ¡Es cuando confesamos nuestro pecados honestamente ante Dios, ante los unos y otros, ante el mundo: cuando confesamos nuestros pecados y caemos de rodillas con arrepentimiento – que es cuando viene la gracia de Dios. Ahí es cuando la gracia de Dios nos cubre y nos limpia todos nuestros pecados. Ahí es cuando nos hace justos y recibimos la Gloria en el mundo a través de la iglesia. Esto sucede hasta que la iglesia deje de jugar y deje de entregarse a la apariencia espiritual y al buen culto carente de honestidad ante Dios. La justicia de Dios está unida a la misión de Dios. La realidad del carácter de Dios – su justicia y su juicio — en realidad nos obliga a arriesgarlo todo por la causa de Dios. Si no nos centramos en nuestro pecado y el juicio de Dios, entonces despojamos al Evangelio de su poder, y el culto se convierte en un mero entretenimiento para nosotros los domingos en la mañana.
Pero cuando buscamos a Dios y vemos su bondad, poder y omnisciencia, vemos al mundo que nos rodea y sabemos que aparte de Cristo nos ponemos bajo el juicio de Dios. Y aparte de Cristo, nuestros amigos y familiares y las personas con las que trabajamos y las personas que significan mucho para nosotros, y los millones de personas que no han oído el nombre de Jesús en otras naciones, sabemos que el juicio de Dios es real y que nos obliga. No solo vamos a cantar. No solo cantamos. Tenemos que levantarnos y decirles a la gente acerca de la gracia y la misericordia que puede cubrir los pecados y traer vida, novedad y cambio. ¿Puedes ver cómo van juntas?
Sin embargo, nos hemos convertido en indiferentes ante el pecado en la iglesia, y por lo tanto, no vemos la gravedad del pecado que nos rodea. Vamos a lo largo de nuestra vida cristiana a la deriva sin proclamar nunca la gracia y misericordia de Cristo, porque simplemente no vemos la necesidad de hacerlo. La realidad del carácter de Dios nos obliga a entregarnos a la causa de Dios. La conclusión es esta: cuando regresemos a Hechos 5, después de escuchar todo esto, fíjese lo que sucede en el versículo 12: “12 Y por las manos de los apóstoles eran hechos muchos milagros y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón.” Ahora escuche estos dos versículos:” 13 Y de los otros, ninguno osaba juntarse con ellos; mas el pueblo los alababa grandemente.
La gracia de Dio
Por lo que la gente se preguntaba; ¿Qué está sucediendo en la iglesia? “Pero escuche lo que dice el versículo 14: “14 Y los que creían en el Señor se aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres.” ¿Ve la justicia de Dios y la misión de Dios? El mundo mira la iglesia y ve le temor Santo de Dios, un temor que es motivado por el amor de Dios. Tiene sus raíces en la gracia de Dios, y ven que la gracia cubre nuestros pecados y que no estamos jugando juegos. Somos honestos con Dios. El mundo ve esto y dice, “Ahí hay algo diferente.”
Parte de ellos dice, “No sé, pero hay algo que el Espíritu hace cuando se exhibe la justicia y la misericordia de Dios en la iglesia y comienza a atraer a las personas hacia sí mismo.” Santidad y temor a Dios son una gran manera de hacer crecer una iglesia. Vemos un gran poder en el versículo 15. Habla de todas estas personas que están siendo sanadas. Hay multitudes reuniéndose alrededor trayendo enfermos y atormentados por espíritus malos, y todos ellos fueron sanados. Estamos viendo un gran poder en Hechos 5:12. Viene inmediatamente después de una gran pureza de los primeros 11 versículos. No te lo pierdas. Gran pureza precede al gran poder.
Si queremos ver el gran poder en la iglesia, tenemos que darnos cuenta que el poder del Espíritu Santo en nuestros testimonios esta siempre acompañado por la pureza del Espíritu Santo en nuestra adoración. ¿Tiene eso sentido? Cantamos la semana pasada, “Envía tu poder de su espíritu hacia abajo.” Tuvimos un buen rato cantándola, tan bien como pudimos. Queremos ver su poder en nuestras vidas, pero no vamos a esperar un gran poder sin una gran pureza. Cometeremos el mismo error que el pueblo de Dios hizo en el Antiguo Testamento: esperamos un gran poder y participamos en grandes rituales religiosos en el culto sin tener en cuenta la necesidad de una gran pureza.
Su gracia
Aquí está el desafío que tenemos ante nosotros. Los invito a tener comunión donde quiera que estén. Hablamos la semana pasada acerca de lo que representa la comunión. Se trata de reflejar la memoria, la renovación de nosotros mismos, y la alegría en Cristo. Quiero invitarte a que te hagas estas tres preguntas. Quiero invitarte a tratar de no engañar a Dios, a no tratar de probar o ser contenido en la desobediencia, pero que te apartes del pecado y te vuelvas a Cristo y veas su gracia. Su gracia es real.
De eso se trata de la comunión… la sangre de Cristo y el cuerpo de Cristo derramada por nuestros pecados. Es lo que nos hace libres, libres por el temor de Dios. Si usted no es cristiano, si usted no es un seguidor de Cristo, les invito a ver una imagen del amor de Dios y la gracia de lo que hacemos en la Santa Cena. Y si usted es un creyente, vamos a tener un tiempo de reflexión. Usted puede orar o cantar. Haga lo que necesite hacer durante este tiempo para encontrarse cara a cara y tomar en serio la autenticidad de Dios en esta sala. Simplemente vamos a celebrar juntos la gracia y el juicio de Dios en nuestras vidas. Nos presentaremos ante El con un corazón incondicional.