¿Cómo cambia el Evangelio la manera en la que vemos nuestras riquezas?

Iglesia Secreta 8: El Evangelio, las Posesiones y la Prosperidad

Sesión 4: ¿Cómo cambia el Evangelio la manera en la que vemos nuestras riquezas?

Mucho se ha dicho en círculos cristianos sobre la importancia de ver todas las cosas a través del prisma del Evangelio. La misma idea se aplica al tema de la riqueza, ya que una comprensión adecuada del Evangelio transforma la forma en que los cristianos miran sus propias posesiones. En esta sesión de Iglesia Secreta 8, el pastor David Platt analiza cómo el Evangelio cambia la forma en que vemos la riqueza. Al comprender correctamente el carácter de Dios, la pecaminosidad del hombre, la suficiencia de Cristo, la necesidad de la fe y la urgencia de la eternidad, podemos comprender mejor el propósito eterno de nuestra riqueza. Todos los intentos de administrar la riqueza sin el Evangelio son vanos.

  1. El carácter de Dios
  2. La pecaminosidad del hombre
  3. La suficiencia de Cristo
  4. La necesidad de fe
  5. La urgencia de la eternidad
  6. Cuatro exhortaciones

Pablo

Veamos 2 Corintios 6. Ahora estamos entrando en 2 Corintios. En el capitulo 6:3-10, Pablo habla acerca de su pobreza, y ofrece el evangelio de forma gratuita, algunas de estas mismas cosas las vimos en 1 Corintios. Dice: No damos a nadie ninguna ocasión de tropiezo, para que nuestro ministerio no sea vituperado; antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias; en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos; en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero, en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra; por honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como engañadores, pero veraces; como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, mas he aquí vivimos; como castigados, mas no muertos; como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo.

Además, 2 Corintios 11:7-11 dice, ¿Pequé yo humillándome a mí mismo, para que vosotros fueseis enaltecidos, por cuanto os he predicado el evangelio de Dios de balde? He despojado a otras iglesias, recibiendo salario para serviros a vosotros. Y cuando estaba entre vosotros y tuve necesidad, a ninguno fui carga, pues lo que me faltaba, lo suplieron los hermanos que vinieron de Macedonia, y en todo me guardé y me guardaré de seros gravoso. Por la verdad de Cristo que está en mí, que no se me impedirá esta mi gloria en las regiones de Acaya. ¿Por qué? ¿Porque no os amo? Dios lo sabe.

Sin embargo, es en 2 Corintios 8:9, donde realmente quiero que nos enfoquemos. El versículo clave es 2 Corintios 8:9: ” Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.” Realmente, todo esto se basa en, 2 Corintios 8:1-9: Así mismo, hermanos os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias en Macedonia; que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad.

Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas, pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos. Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios; de manera que exhortamos a Tito para que tal como comenzó antes, asimismo acabe también entre nosotros esta obra de gracia. Por tanto, como en todo abundáis, en fe, en palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia. No hablo como quien manda, sino para poner, por medio de la diligencia de otros, también la sinceridad del amor vuestro.

Porque ya conocéis la gracia la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.

Cómo Cambia el Evangelio la Manera en la que Vemos Nuestras Riquezas

Y en 9:6-15, dice la palabra: Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segara escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segara. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre.

Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicara vuestra sementera, y aumentara los frutos los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios. Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros.

¡Gracias a Dios por su don inefable! Sobre todo, el contexto aquí es que Pablo está animando a los corintios a dar esta ofrenda para la iglesia en Jerusalén, y utiliza los macedonios, una iglesia pobre, y la forma en que habían ofrendado, como ejemplo, y dice: “Esta iglesia pobre dio mucho de su pobreza. Usted tiene riqueza para dar. “Por lo tanto, vemos… lo que La Escritura enseña, que abundemos en la gracia de dar. Demos de buena gana. Esta es la gracia que nos impulsa a dar. Damos de buena gana, basados en la bendición de Dios, según nuestra capacidad.

Ofrendamos de buena gana. Damos generosamente. Pablo habla de las riquezas de su generosidad en 8:2: que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad. Una entrega generosa a Dios resulta en una mayor ofrenda para Dios. En la medida que damos, Dios nos da más, pero no para nosotros. Dios nos da para que podamos dar. Dios nos da lo suficiente para nosotros, esto está en 2 Corintios 9:9-11. El conoce nuestras necesidades, y Él da abundantemente para los demás. El nos da en una manera con la finalidad de que fluya para otros. No somos acaparadores de bendición, sino canales de bendición. Él da lo suficiente para nosotros. Conoce nuestras necesidades. Él nos da abundantemente para los demás.

Damos generosamente. Damos alegremente. Esto lo vemos en 9:7. Dios ama al dador alegre. Dios no nos obliga a dar, no es una obligación, dice Pablo. Somos liberados por Dios para dar. Damos para mostrar el evangelio. Ese es el todo de 2 Corintios 8 y 9 es que Cristo ha hecho esto por nosotros. Demostramos lo que Cristo ha hecho por nosotros en la forma en que ofrendamos. Sacrificamos nuestros derechos por los demás como Él sacrificó su derecho por nosotros. Se hizo pobre siendo rico. Dedicamos nuestros recursos a otros en la misma forma que Él nos dio sus recursos a nosotros. Él nos ha dado sus riquezas, por ese motivo la entregamos a los demás.

Entonces, nosotros damos para proclamar acciones de gracias a Dios. Nuestras ofrendas son muestras de gran agradecimiento. Cap. 9:12 dice: Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios. Dar une al pueblo de Dios. Hay unidad en dar esta ofrenda para la iglesia en Jerusalén, se va creando unidad entre estas iglesias. Ofrendar une al pueblo de Dios. Ofrendamos regularmente a la iglesia, y esta es la imagen que vemos. Hay una ofrenda cada semana como hemos visto en 1 Corintios 16, y la iglesia administra de forma responsable nuestra ofrenda. Es a esto que realmente se hace referencia en 2 Corintios 8:20-21:

Evitando que nadie nos censure en cuanto a esta ofrenda abundante que administramos, procurando hacer las cosas honradamente, no solo delante del Señor sino también delante de los hombres. Donde vemos la integridad con la que Pablo estaba manejando las ofrendas. Entonces, dar exalta la bondad de Dios. Pablo termina diciendo: ” sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios;”.En el nuevo testamento este es justamente uno de los más trascendentales, importantes y significativos textos acerca de las ofrendas, en las que fluye la gracia. Aquí en 2 Corintios 8-9.

Romanos. Sólo un par de textos en Romanos. Damos generosamente en el cuerpo de Cristo. Romanos 12:08 habla de dar a otros en la comunidad de fe. Dice: ” el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.” Damos desinteresadamente fuera del cuerpo de Cristo. “Por el contrario,” Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.” Romanos 12:20-21. Luego, en Romanos 13:1-7, dice que demos voluntariamente a los gobernantes.

Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. 2 De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.3 Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella;4 porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo.

5 Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia.6 Pues por esto pagáis también los tributos, porque son servidores de Dios que atienden continuamente a esto mismo.7 Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra. Él, básicamente, habla de lo que damos al gobierno. El pago de impuestos es parte de los deberes del cristiano sometido a Dios, en última instancia. Es algo similar a lo que hemos visto de lo que Cristo había dicho. Damos voluntariamente al gobierno.

Somos prudentes con las deudas. Romanos 13:8: “No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley”. La mayoría de los comentaristas no creen que sea una prohibición absoluta de cualquier deuda, aunque tipos como Hudson Taylor y Charles Spurgeon creían que este versículo prohibía la deuda por completo. Por lo menos, la norma debería ser evitar la deuda y, al menos, pagar rápidamente la deuda si la tenemos.

Entonces, cuando vamos a Romanos 15:24-28, Pablo habla a la iglesia de Roma sobre esta contribución que se había estado colectando para la iglesia en Jerusalén. El dice que la ofrenda colectada para la iglesia era una muestra de unidad en la iglesia. Me encanta este versículo en Romanos 15 donde dice:

Cuando vaya a España, iré a vosotros; porque espero veros al pasar, y ser encaminado allá por vosotros, una vez que haya gozado con vosotros.25 Más ahora voy a Jerusalén para ministrar a los santos.26 Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén.27 Pues les pareció bueno, y son deudores a ellos; porque si los gentiles han sido hechos participantes de sus bienes espirituales, deben también ellos ministrarles de los materiales.28 Así que, cuando haya concluido esto, y les haya entregado este fruto, pasaré entre vosotros rumbo a España.

Esa palabra “contribución” en la lengua original es “koinonía.” Es comunidad. La imagen es, las iglesias se unen con una colecta y hacen una contribución a la iglesia en Jerusalén, ellos están diciendo: “Somos una comunidad con ustedes.” Su contribución es mostrar una unidad en la iglesia, “Nosotros estamos con ustedes en esto. “Colectar dinero para la iglesia es figura de unidad en la iglesia.

Eso nos lleva a Filemón. Filemón 1:18-19: ” Y si en algo te dañó, o te debe, ponlo a mi cuenta.

19 Yo Pablo lo escribo de mi mano, yo lo pagaré; por no decirte que aun tú mismo te me debes también. No hay muchas cosas acerca de Filemón. Todo el libro es acerca de Onésimo, el esclavo de Filemón, Onésimo, quien se había escapado, y luego había venido a Cristo después de conocer a Pablo, y entonces Pablo lo envía de vuelta a Filemón.

Colosenses no habla demasiado acerca de las posesiones, específicamente, en Colosenses, hay esta advertencia contra la codicia, en 3:5. Dice: ” Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría” La avaricia es idolatría. Esto es fuerte. Ellos estaban adorando cosas por encima de Dios. El dinero es un ídolo o es una herramienta. Es uno o el otro. O es un ídolo o es una herramienta.

Un poco acerca de las posesiones en Efesios. “El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.”, Efesios 4:28. Hay tres maneras de enfocar las cosas. Número uno, podemos robar para conseguir cosas. Esto no es recomendable. Número dos, podemos trabajar para conseguir cosas.

Esto es lo más común. Tres, que es muy poco común y es lo que la Escritura nos dice que hagamos, podemos trabajar para obtener las cosas y compartirlas con los demás. Muchos cristianos viven en el nivel dos, tenemos que vivir en el nivel tres allí. No sólo trabajamos para conseguir las cosas, trabajamos para conseguir las cosas y para ofrendarlas. En Efesios 5:5, de nuevo lo que habíamos visto en Colosenses, ser avaro es ser idólatra. “Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.” Toda persona que sea sexualmente impuro, que es codicioso, no tiene herencia en el reino de Cristo. Ser codicioso es perder el reino.

Termino con Filipenses 4:11-13, “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” El contentamiento se fundamenta solamente en Cristo, independientemente de las posesiones. Esto es lo que Pablo está diciendo. En tiempos de necesidad, tenemos que aprender a tener paciencia y confianza. En tiempos de riqueza, tenemos que aprender la humildad y la dependencia. Independientemente del deseo o la riqueza, Cristo es suficiente. Luego, si vamos al final, Filipenses 4:18-20, vea esto: finanzas en el contexto de la alabanza a Dios. Dice:

“Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios. Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.” Ofrendar en la iglesia, glorifica a Cristo.

Cuando vamos a las Epístolas Pastorales, lo que vamos a ver realmente en 1 Timoteo, pero en su conjunto, 1 Timoteo 2:8-10 habla de las mujeres que se adornan con ropa de apariencia respetable con modestia y dominio propio. Dice: “Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda. Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.”

La apariencia en la adoración debe ser modesta, no costosa, y la actitud en la adoración debe ser humilde, no llamar la atención sobre sí mismo.

Luego, si vamos a 1 Timoteo 3:2-3, y vemos las cualidades de los ancianos y diáconos, allí dice: ” Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro;”

Los líderes de la iglesia deben honrar a Dios con su dinero. Esa es una cualidad para el liderazgo en la iglesia. Deben honrar a Dios con su dinero. Tito 1:10-11 dice las mismas cosas. ” Porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión, a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene”.

2 Timoteo 3:2-4 advierte acerca de aquellos que son amantes del dinero. ” Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios”

Luego, en 1 Timoteo 5:3-8, Pablo comienza a hablar sobre el cuidado de las viudas. El pasaje dice:

Honra a las viudas que en verdad lo son. Pero si alguna viuda tiene hijos, o nietos, aprendan éstos primero a ser piadosos para con su propia familia, y a recompensar a sus padres; porque esto es lo bueno y agradable delante de Dios.

Más la que en verdad es viuda y ha quedado sola, espera en Dios, y es diligente en súplicas y oraciones noche y día. Pero la que se entrega a los placeres, viviendo está muerta. Manda también estas cosas, para que sean irreprensibles; porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.

Él dice, en primer lugar, que una viuda debe ser sostenida por su familia. Es ante todo responsabilidad de su familia, pero luego dice que una viuda debe ser sostenida por la iglesia si su familia no tiene la capacidad de hacerlo, o si no tiene familia, una viuda debe ser sostenida por la iglesia. 1 Timoteo 5:9-10, ” Sea puesta en la lista sólo la viuda no menor de sesenta años, que haya sido esposa de un solo marido, que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra.”

Luego, profundiza un poco más adelante en el capítulo, y dice que la iglesia debe reflejar la gracia de Cristo en la ofrenda para las viudas, pero también dice que la viuda debe reflejar la bondad de Cristo en la iglesia. Si la viuda no está siguiendo a Cristo, entonces, cambia todo el panorama aquí en 1 Timoteo 5. Luego, vemos en 1 Timoteo 6:3-10. Este es un pasaje conmovedor, al igual que el pasaje de 2 Corintios 8-9. Es muy importante.

Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales.

Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

Cómo Cambia el Evangelio la Manera en la que Vemos Nuestras Riquezas

Así pues, este es el reto: el camino hacia la gran ganancia… me encanta esto… ganancia… hay una gran ganancia… contentarse con lo necesario. “La piedad acompañada de contentamiento”, dice Pablo, “es una gran ganancia.” Tú dices: “Bueno, ¿qué es el contentamiento?” Tendremos comida y ropa, o cubierta, como dicen algunas traducciones. La imagen es lo necesario. Luego, en segundo lugar, tenga cuidado con adquirir excesivamente. Cada vez que usted comienza a buscar más y mucho más, sea cauteloso. En este contexto nada hemos de tener. Nada hemos traído a este mundo, nada podemos llevarnos de él. No tendremos nada, solo el contentamiento. Cuanto más se acumula, más se busca placer y llenarse de más cosas, y cuanto más llenamos nuestras vidas con cosas, más insignificante es nuestro sentido de contentamiento en Dios.

Sólo mantente alejado de los excesos, dice Pablo. Porque vas a perder el propósito de Dios para ti. Tus excedentes no tienen el propósito de que tengas más cosas, sino para que puedas cumplir el propósito de Dios. El camino a la ruina total, dice Pablo, es el amor al dinero. Es la raíz de todos los males, el amor al dinero y el deseo de riquezas. Las personas que quieren enriquecerse caen en tentación y una trampa que les lleva a sumergirse en la destrucción y la ruina, y eso es algo muy serio. El deseo de riqueza les conduce a una vida de autodestrucción y de auto-mutilación.

Es precisamente el deseo de ser rico. ¿Qué pasa cuando eres rico? Esto es peligroso. Entonces, el plan para la gente rica. Cuando vemos el resto de 1 Timoteo 6:17-20:

A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna. Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas platicas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia.

Pablo les habla que deben huir de la confianza en sí mismo. No confíes en tus riquezas. No seas orgulloso y altivo. Huye del egocentrismo. No pongas tu esperanza en la incertidumbre de las riquezas porque comienzas a amar a las cosas en lugar de amar a Dios. En vez de eso, pon tu esperanza en Dios. Él da cosas buenas para que las disfrutes. El versículo clave es 1 Timoteo 6:17, ” sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.” Dios nos da cosas buenas para nuestro disfrute, pero en la misma medida que las disfruten, también úsenlas para el disfrute de los demás. Dice: ” Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos;” estén dispuestos a compartir.” Invierte esas cosas buenas para tu eternidad y la de otros. Así que este es el cuadro que nos presenta 1 Timoteo 6.

Diversas Cartas en el Nuevo Testamento

En primer lugar, Hebreos. En Hebreos 10:32-36, dice: Pero traed a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos; por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra, llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante. Porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos. No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.

El gozo reemplaza a la propiedad. “Ellos aceptaron gozosamente el despojo de sus bienes, porque sabían que tenían algo mejor y perdurable.” Es un versículo maravilloso. En Hebreos 13:5-6, el gozo reemplaza las posesiones. “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre “Ese es un gran versículo, Hebreos 13:5.

1ra Pedro. Pedro, al igual que Pablo, dice que las mujeres deberían ser modestas. Las mujeres deberían ser modestas. 1 Pedro 3:3-4, “Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. “No vayas a comprar toda esta ropa cara y usarla en la comunidad de fe, Pedro está diciendo. Los ancianos deben ser honestos con la forma en que utilizan su dinero. 1 Pedro 5:1-3, Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada:

Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey.

Luego, en 2 Pedro, Pedro se dirige a los falsos maestros, y habla de cómo la codicia se asocia con la falta de honradez. La codicia se asocia con falta de honradez. “Y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Su condena desde hace mucho tiempo no se tarda, y su perdición no se duerme “, 2 Pedro 2:3. La codicia se asocia con la falta de honradez y la codicia se asocia con el adulterio. “Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición. ” 2 Pedro 2:14. Hay peligro en la codicia.

Judas, “ ¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaán, y perecieron en la contradicción de Coré. “, Judas 11. Tenga cuidado con los líderes que están ávidos de ganancia financiera.

Juan, vamos a 1 Juan. Cuidado con el ansia de placer y el orgullo de sus posesiones. 1 de Juan 2:15-17 dice: No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. 1 Juan 3:16-18 reitera lo que ya hemos visto en Santiago 2. Dice:

Hermanos míos, no os extrañéis si el mundo os aborrece. Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte. Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él. En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.

El amor de Dios nos impulsa a actuar a favor de los hermanos necesitados. Si no actuamos cuando vemos a los hermanos en necesidad, entonces no conocemos el amor de Dios. 3 Juan 5-8 habla de apoyar a través de la hospitalidad. Dice:

Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos, los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje. Porque ellos salieron por amor del nombre de Él, sin aceptar nada de los gentiles. Nosotros, pues, debemos acoger a tales personas, para que cooperemos con la verdad.

Lo que Juan está haciendo es que está elogiando a aquellos que han acogido a cristianos y los han apoyado en esa manera. Él es el reconocimiento del apoyo a través de la hospitalidad. Recuerde esta simple bendición porque vamos a volver a ella cuando hablemos de la teología de la prosperidad. 3 Juan 2: ” Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.”

Juan escribió otra carta, el Apocalipsis, y quiero mostrarles sólo tres cosas principales en Apocalipsis, dos iglesias, y luego al final del libro. La lección de Esmirna. En las cartas a las siete iglesias, vemos a Esmirna y Laodicea en particular cuando se trata de bienes. Esmirna: es posible ser materialmente pobre, pero espiritualmente rico. Apocalipsis 2:9-10 dice:

“Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. Conozco tu tribulación y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que dicen que son Judíos y no lo son, sino sinagoga de Satanás. No temas lo que estás por sufrir. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y durante diez días tendréis tribulación. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida”.

Ellos eran pobres, pero estaban confiados en Dios, y Cristo tuvo elogios para ellos. Por otro lado, la lección de Laodicea: es posible ser materialmente rico, pobre espiritualmente. Apocalipsis 3:15-20 dice: Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

Así, Jesús dice: “Yo te vomitaré de mi boca.” Luego, al final del libro, Apocalipsis 18 y 19 habla de… en qué se parece al perfil de la materialista Babilonia. Apocalipsis 18 nos permitirá ver justamente imágenes gráficas del peligro y el destino del materialismo, porque el cuadro es de Babilonia… una imagen del Imperio Romano, y una imagen de cosas más profundas.

Apocalipsis 18:1-3 dice: Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria. Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible .Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites.

Babilonia era conocida por la religión idólatra y llena de lujos excesivos. Es el poder y el placer mundano en conjunto, que se caracteriza por la inmoralidad indulgente. Por lo tanto, el motivo para el pueblo de Dios en medio de eso… una voz del cielo que ruega al pueblo de Dios… huir del materialismo. Apocalipsis 18:4-8 dice:

Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble. Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto; por lo cual en un solo día vendrán sus plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga.

¡Corre! “Pueblo mío, salid de ella. No tomes parte en sus pecados. “Dios aborrece esto. Huye de él. A continuación, la imagen del juicio de Dios cayendo y las riquezas arrancadas en

Apocalipsis 18:9-18 dice: Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio, parándose lejos por el temor de su tormento, diciendo:

¡Ay, ay, de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte; porque en una hora vino tu juicio! Y los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno compra más sus mercaderías; mercadería de oro, de plata, de piedras preciosas, de perlas, de lino fino, de púrpura, de seda, de escarlata, de toda madera olorosa, de todo objeto de marfil, de todo objeto de madera preciosa, de cobre, de hierro y de mármol; y canela, especias aromáticas, incienso, mirra, olíbano, vino, aceite, flor de harina, trigo, bestias, ovejas, caballos y carros, y esclavos, almas de hombres. Los frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti, y todas las cosas exquisitas y espléndidas te han faltado, y nunca más las hallarás.

Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido a costa de ella, se pararán lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando, y diciendo: !Ay, ay, de la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, de púrpura y de escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas! Porque en una hora han sido consumidas tantas riquezas. Y todo piloto, y todos los que viajan en naves, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se pararon lejos; y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad?

Las riquezas arrancadas y destruidas. Toda la riqueza y espléndida vanidad desaparece, y nunca se recuperó. Es la destrucción del materialismo. Se podría esperar que el cielo se lamentara por eso, pero no, el cielo se regocija cuando el materialismo se desmorona. El gozo del pueblo de Dios. Apocalipsis 18:19-20.

Y echaron polvo sobre sus cabezas, y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay de la gran ciudad, en la cual todos los que tenían naves en el mar se habían enriquecido de sus riquezas; pues en una hora ha sido desolada! Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos, apóstoles y profetas; porque Dios os ha hecho justicia en ella. Apocalipsis 19:1-5 continúa.

Después de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía. ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro; Porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella. Otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos. Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y decían: ¡Amén! ¡Aleluya! Y salió del trono una voz que decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes.

Vemos que el gozo no se encuentra en la riqueza. En particular, el gozo eterno no se encuentra en la riqueza. El gozo eterno se encuentra en la adoración. Cuando vemos Apocalipsis 21, recuerda donde empezamos toda esta imagen de Dios y la creación y el mundo material, todo en armonía. Al final, tenemos Apocalipsis 21 con un cielo nuevo, tierra nueva, todos juntos en armonía. “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. …. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Apocalipsis 21:1, 3.

Apocalipsis 22:1 y 3 dice: ” Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán. Estamos de vuelta y la eternidad es buena. Hay armonía entre las cosas materiales, el hombre y Dios. Por lo tanto, esa es la imagen con la que termina el Apocalipsis.

Conclusiones

Bien. Tienes el Antiguo Testamento, Cristo, el Nuevo Testamento, y las conclusiones ahora. Hay 18 conclusiones aquí, y vamos a mirar a través de la perspectiva de los cinco temas del Evangelio que hemos hablado antes. ¿Cómo entendemos las posesiones? Vamos a pensar en el carácter de Dios, el pecado del hombre, la suficiencia de Cristo, la necesidad de la fe y de la urgencia de la eternidad que hemos hablado antes. Sé que cualquier intento de resumir este tipo de cosas, en última instancia, va a ser insuficiente, pero espero que esto le dé una idea exacta de lo que acabamos de ver.

El Carácter de Dios

Carácter de Dios. Hay algunos aquí. Me encanta lo que Billy Graham dijo. Él dijo: “Dime lo que piensas acerca del dinero y te puedo decir lo que piensas acerca de Dios.” El carácter de Dios, una primera conclusión: Dios es el dueño soberano de todas las cosas, y nosotros somos sus mayordomos. Esa verdad que hemos visto muy claramente en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento por igual. Todo lo que tenemos le pertenece. No somos dueños de nada. Somos mayordomos. Somos administradores de dinero, por así decirlo.

Ahora, piensa, sobre todo, en las historias que hemos escuchado de Cristo, cuando Él habló de un Señor que les confía a sus siervos sus bienes y luego se va. Hay algunas historias diferentes como estas. Ellos nos muestran una imagen de Dios como dueño. En estas historias, el propietario, tiene autoridad. Él tiene el derecho de hacer con ella lo que le plazca. Dios tiene el derecho de hacer con nuestros bienes lo que le plazca. Tiene expectativas. En cada una de esas parábolas, el maestro tiene expectativas específicas de lo que él quiere que sus mayordomos hagan.

Él le da confianza. Le da autoridad al mayordomo para hacer algo. Esa es la gracia. Él es estricto en el sentido de que Él es serio acerca de lo que el mayordomo hace con eso, y el dueño disciplina a los administradores cuando hay una administración deficiente. Él es estricto. Es generoso. El maestro promete recompensa y bendición a sus mayordomos. Él está ausente en cada una de esas parábolas. El dueño se va por un tiempo. Ahora, eso obviamente, no quiere decir que Dios está ausente de nosotros, pero dice que hay rendición de cuentas, en esta imagen, porque el dueño volverá. Él regresará. El maestro va a volver. Tal vez antes, tal vez más tarde, tal vez alguna vez, o tal vez cuando menos lo esperaba, pero esa es la imagen que tenemos del dueño.

La imagen del mayordomo, nuestra mayordomía. Somos responsables. En todas esas historias, el mayordomo rinde cuentas de lo que ha hecho al dueño. No importa cuántas personas nos han llamado grande o no, con o sin nada fue nombrado después de nosotros, si fueron 10.000 personas o una persona las que se encontraban en nuestro funeral. No importa lo que los periódicos o los libros de historia dirán de nosotros. Lo que importa es lo que el dueño dice de nosotros ese día. Somos responsables ante él. Tenemos que ser fieles en lo que nos ha sido confiado. Tenemos que estar enfocados. El mayordomo se ocupa de servir al Maestro con responsabilidad. Debemos temer, de una manera saludable. Estos siervos, mayordomos, saben que su señor es justo, y temen deshonrarlo. Temen deshonrar a Dios con sus posesiones.

Tenemos que trabajar. Mayordomos ¡trabajen duro! no sean perezosos. Debemos ser sabios. Están administrando los activos de otra persona. Ese es el cuadro completo en Lucas 16. Ser prudente con la forma de utilizar los recursos que te han sido confiados. No te sientes detrás a hacer nada. Por último, tenemos que estar preparados, porque el Maestro podría regresar en cualquier momento. El mayordomo se despierta por la mañana y dice: “Este podría ser el día” cada mañana. Esa es la imagen. Dios el dueño soberano de todas las cosas, y nosotros somos los mayordomos de las posesiones que él nos ha confiado. En lo que se refiere a las posesiones, este es un tema bíblico muy amplio.

Segunda conclusión: Dios es el juez compasivo sobre todos los pueblos, y nosotros somos sus siervos. En su misericordia, Dios se preocupa por los pobres. Eso es todo a lo que se refiere la escritura. Dios cuida de los pobres, y defiende a los indefensos. En toda la Escritura, vemos la viuda, el huérfano y el extranjero atendidos específicamente por Dios. Dios se preocupa por los pobres y defiende a los indefensos.

En su justicia, Dios dispensa bienes y posesiones a todo su pueblo. Vemos esto. Dios está dando a todo su pueblo sus bienes y posesiones. Lo vimos en el Antiguo Testamento, y lo vemos como un eco en el Nuevo Testamento. En su justicia, Dios también está condenando. Dios condena a los ricos que desprecian a los pobres. En el Antiguo Testamento, Nuevo Testamento y los Evangelios, vemos a Dios derribando los ricos y poderosos que son negligentes y descuidan a los pobres. Dios derriba a los ricos y poderosos que son negligentes y descuidan a los pobres. Él es el juez compasivo sobre todos los pueblos.

Nosotros somos sus siervos. Como sus siervos, nuestro objetivo no es el lujo en este mundo. Ese no es el objetivo. Nunca. Si la meta de nuestra vida es el lujo en este mundo, entonces no estamos alineados con las Escrituras. Nuestro objetivo es el amor a Dios. Queremos amarlo mucho más de lo que deseamos el lujo en este mundo. Nosotros somos sus siervos, somos los siervos de un juez compasivo.

Tercera conclusión: las posesiones materiales son un buen regalo de Dios a su pueblo para Su propósito. ¡Esto es grande! Tanto como la Escritura habla acerca del peligro de la riqueza, necesitamos ver que Dios da buenas cosas para nosotros para que las disfrutemos. Las posesiones están destinadas por Dios para ser disfrutadas. En Génesis 1, ellas eran buenas. En 1 Timoteo 6, Dios da buenas cosas para nosotros, para que las disfrutemos. Las riquezas, en algunos proverbios, son un premio, así que no es malo disfrutar de las cosas. Esto es realmente importante. La justicia y la riqueza pueden coexistir, al menos por un tiempo. Es raro, pero hay ejemplos de esto. Job tiene la justicia y la riqueza. Antes de todo lo que le sucedió, la justicia y la riqueza estaban juntas. Proverbios 31, la mujer de carácter noble posee la rectitud y la riqueza.

Ella se preocupa por los pobres. Ella tiene riquezas y bienes. Puede suceder. En su conjunto… esto es importante… extravagancia es una excepción, no la norma. Hay veces en que es apropiado utilizar posesiones extravagantes. Hay celebraciones en el Antiguo Testamento. Ahí está la unción de Jesús antes de ir a la cruz. Hay excepciones, pero están ahí, y no es malo usar posesiones extravagantes en algunas excepciones, pero no es la norma.

Así que, ahí es donde las posesiones están destinadas por Dios para ser saboreadas. Al mismo tiempo, los bienes están destinados por Dios para ser compartidos. Son un regalo de Dios a su pueblo para Su propósito. Están destinados a ser compartidos con los necesitados. Eso es todo en la Escritura, están destinados a ser compartidos con las naciones. Eso es todo en la Escritura. Por lo tanto, las riquezas y posesiones han sido dadas al pueblo de Dios para Su propósito, y son un buen regalo. Las posesiones son algo bueno.

A continuación, las promesas de prosperidad. Este es el último, puesto que se relaciona con el carácter de Dios. Las promesas de prosperidad en el Antiguo Testamento deben ser entendidas en el contexto del pacto. Ahora, hemos hablado mucho sobre esto, pero yo sólo quiero resumir o reiterarles esto ahora que tenemos la imagen completa. En el Antiguo Testamento, la obediencia a Dios lleva a algunos, no a todos, pero si a algunos, a adquirir posesiones en la tierra. Lo vimos en los Patriarcas. Lo vimos en Deuteronomio. Dios promete bendiciones materiales a quienes les obedecen. Él promete bendiciones materiales por el trabajo duro. Él dice eso.

Sin embargo, recuerde el contexto. Dios le dio posesiones, al menos en parte… esto no fue la única razón, pero en gran parte… para construir un lugar que muestre su gloria entre las naciones. Para llevarlos a un lugar, a una tierra prometida, y luego una vez allí, construir un lugar, erigir un templo. David y Salomón fueron enormemente ricos, y en cierta forma, el propósito era la edificación… para futuras construcciones. David, Salomón, construcción y operativos de un templo en el presente…. Aquí es donde entra en juego Blomberg. Esto es amplio. Escribió la Teología Bíblica de las posesiones. Al final, para poner un poco de credibilidad, no soy yo que dice esto:

“El Nuevo Testamento llevando adelante los principios más importantes del Antiguo Testamento y el judaísmo intertestamentario con una omisión notable: nunca (en el Nuevo Testamento) la riqueza material fue prometida como recompensa garantizada, por la obediencia espiritual o simplemente por el trabajo duro. La recompensa material por la piedad nunca reaparece en la enseñanza de Jesús y está explícitamente contradicha en todo lugar.”

El Evangelio, Las Posesioanes y La Prosperidad

Debemos ver lo que Dios está haciendo en el Antiguo Testamento, en el contexto del Antiguo Testamento, porque en el Nuevo Testamento, la obediencia a Dios lleva a algunos a abandonar las posesiones terrenales. Jesús dice cosas como: “Anda, vende lo que tienes y dalo a los pobres. Vende tus posesiones. “Eso es en Lucas 12. Bernabé abandona y vende sus bienes y terrenos. En el Nuevo Testamento, Dios da posesiones para construir un pueblo que lleva su gloria a las naciones. Nunca se le dice a la iglesia del Nuevo Testamento que es para construir un lugar. Él dice que construyan un pueblo que lleve su gloria a las naciones. Las promesas de prosperidad en el Antiguo Testamento deben ser entendidas en el contexto del pacto.

El Pecado del Hombre

Muy bien, cuatro conclusiones: posesiones y el carácter de Dios. Ahora, las posesiones y la pecaminosidad del hombre. En manos de los pecadores, la riqueza es peligrosa. Ahora bien, éste es el trato… Espero que hayamos visto esto… pero en su mayor parte, las cosas, posesiones y riquezas, son moralmente neutrales. No son buenas o malas en sí mismas. Usted puede utilizar el dinero para comprar un esclavo o sobornar a un juez. Usted puede utilizar el dinero para financiar el terrorismo, o puede utilizar ese mismo dinero para comprar un regalo o para pagar un sueldo o para financiar las misiones.

Por lo tanto, no es la riqueza lo que es malo, sino las manos de quien la sostiene, y en manos de los pecadores, la riqueza es peligrosa. Si la gente es buena, entonces la riqueza se utilizará para fines buenos. Si la gente es mala, entonces la riqueza se utilizará para fines malignos, y lo que hemos visto acerca de la pecaminosidad del hombre es que somos más propensos al mal que al bien, lo que significa que tiene sentido para nosotros ver estas advertencias acerca de las riquezas en todo lugar. Son peligrosas en nuestras manos, los cristianos de todo el mundo… simplemente no creo eso de Dios en este caso. Creemos que las riquezas son una bendición.

Cómo Cambia el Evangelio la Manera en la que Vemos Nuestras Riquezas

Necesitamos darnos cuenta de que la riqueza puede ser una barrera para el reino de Dios. Es amplio. La riqueza en un mundo de pecado, en manos de pecadores, lleva a la injusticia. Esto lo vemos por todas partes. Lo vemos en el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. La riqueza en un mundo de pecado conduce a la injusticia. Nos olvidamos de los pobres. Las riquezas en manos de los caídos, hombres pecadores, muchas veces nos hacen renunciar a los pobres y olvidar a los pobres. La riqueza en un mundo de pecado conduce a la inmoralidad, nos olvidamos de la verdad. Nosotros “cambiamos”, Romanos 1:25, ” ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador,” que conduce a la idolatría.

Nos olvidamos de nuestro Dios. Llenamos nuestras vidas con cosas, y nos olvidamos de Dios. Quiero que sientan el peso de esta frase siguiente, porque lo hemos visto todo sobre la Escritura. La riqueza en un mundo de pecado hace que sea difícil para alguien que es rico para ser incluso un cristiano. Los profetas advirtieron sobre esto. Jesús lo dijo en Marcos 10: Una cosa te digo: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. ¡Cuan difícilmente entraran en el reino de Dios los que tienen riquezas! Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas! Santiago lo reiteró en Santiago 2: Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres del mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman? Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos y no son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales?

Y Pablo lo confirma en 1 Timoteo 6: Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición. Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. No podemos hacer caso omiso de las advertencias repetidas sobre los efectos eternamente peligrosos de las posesiones. En manos de los pecadores, las riquezas son peligrosas.

En la vida de los pecadores, la codicia es letal. El deseo por las posesiones, más y más, más grande y mejor. La codicia es diversa. Vemos ambas en la Escritura. Avaricia, que es codiciar lo que no tenemos. “Quiero esto, quiero esto, quiero esto.” El siguiente, el otro, y al siguiente lo que sea. O posesividad: que es el acaparamiento de lo que sí tenemos. Ambas son manifestaciones de la codicia. La codicia es diversa, y la codicia es devastadora. La Escritura enseña que el que codicia es adúltero, el que miente es un asesino, y el que es avaro es un idólatra. Esto es algo serio. La codicia es diversa, la codicia es devastadora, y la codicia es condenatoria. Ese mismo deseo de riquezas sumerge el alma en la destrucción, ya lo vimos en 1Timoteo 6. En la vida de los pecadores, la codicia es destructiva, produce muerte.

Siguiente verdad, y aquí es donde, de nuevo, tenemos que mantener el equilibrio, el materialismo y el ascetismo. El materialismo y el ascetismo son ambas perversiones pecaminosas del plan de Dios para las posesiones. Así, vemos ambos peligros potenciales que tenemos que evitar entrar en cualquiera de ellos. Básicamente, el ascetismo ve el dinero y las posesiones como algo pecaminoso. Los ascetas dicen que el dinero es malo.

Un ejemplo de esto en la historia de la iglesia es San Francisco de Asís. Él enseñó que el dinero debe ser rechazado como el mismo diablo. El dinero y las posesiones son malos. Por lo tanto, la manera de ser santo es deshacerse de todas sus posesiones. Por lo tanto, el ascetismo equivale a piedad con la pobreza, la santidad es la pobreza. El problema es que no cuadra con la Escritura. Dios da buenas cosas para que las disfrutemos, 1 Timoteo 4:3-5 dice que todo lo que Dios creó es bueno, y el peligro esta cuando el ascetismo, abnegación en realidad, se convierte en auto-promoción. “Si quieres avanzar en su posición ante Cristo, tienes que negarte a las posesiones”.

Así como es pecado estar orgulloso de sus posesiones, es igualmente pecaminoso estar orgullosos de su pobreza. La sencillez extrema se convierte en un estándar excesivo, y la pobreza se convierte en un estándar a través del cual se es aceptado por Dios y es aprobado por el hombre, y se pierde la razón de ser del Evangelio. Cuando usted mira a Jesús, se da cuenta de que Jesús era simple, pero no era un asceta. Pasaba tiempo con los glotones y borrachos. Él, obviamente, no se emborrachaba. No se limitó a beber vino, Él convirtió el agua en vino. El siguió el juego, era sencillo, pero no era un ascético.

El materialismo considera que el dinero y las posesiones lo satisfacen todo. El materialismo toma lo que es bueno y lo convierte en lo definitivo. La codicia exalta las cosas. Dios nos creó para amar a las personas y usar las cosas. Materialismo ama las cosas y usa a la gente. Esa es nuestra cultura, y los efectos del materialismo son muchos. El materialismo no nos permite ver nuestra pobreza espiritual. Nos parece que todo está bien cuando tenemos nuestras cosas, y estamos ciegos a nuestra necesidad. Richard Baxter, un pastor puritano, dijo: “Cuando los hombres prosperan en el mundo, sus mentes se elevan con sus haciendas, y casi no puedo creer que sean tan malos, mientras que ellos mismos se sienten tan bien.” Eso me asusta. Todo lo que he conocido toda mi vida es el materialismo, y es ciego.

Entonces, ¿a qué estoy ciego? El materialismo nos trae preocupación y ansiedad. “Si tan sólo pudiera conseguir un aumento de sueldo, si tan sólo pudiera conseguir un trabajo mejor, si tan sólo pudiera conseguir un auto mejor, una casa más bonita, si pudiera conseguir el barco, entonces yo sería feliz”, y siempre están buscando algo nuevo, algo más, y eso produce ansiedad. El materialismo nos lleva a la vanidad sin fin. Somos como los adictos a las drogas. Creemos que la próxima dosis, la casa o el auto o la posesión nos resuelven todo. El materialismo nos lleva hacia la auto-suficiencia. ¿Por qué necesitamos a Dios cuando tenemos todas las bases cubiertas nosotros mismos? El materialismo nos atrapa en el egocentrismo.

Empezamos a pensar que tenemos derecho a cosas, nos lo merecemos, nos lo hemos ganado. El orgullo y el elitismo comienzan a llegar, y el materialismo nos distrae de nuestro objetivo.

Cosas buenas: un televisor. ¿Es malo un televisor? No necesariamente. Tengo uno para que conste, pero cuando usted tiene un televisor y no es suficiente, y ahora tiene que conectar una antena o se suscribe a algún tipo de cable. Luego comprar el reproductor de DVD para empezar a alquilar películas.

Después, es necesario escuchar el sonido envolvente de los efectos de la película. Entonces, su vecino tiene un televisor más grande, por lo que necesitas actualizar el tuyo. Ahora bien, no se trata sólo de dinero, pero es el momento y la energía y la atención que le dedican ya sea viendo inmoralidades, ni siquiera lo que es bueno, estás robando el tiempo de la familia o de la oración o de la lectura de la Palabra o de atender los vecinos, el costo de la TV es mucho más profundo que el precio inicial, ¿no es así? Es una distracción.

Usted obtiene un barco. Usted paga el dinero, pero luego justifica el costo del barco, diciendo: “Tengo que salir los fines de semana y utilizar el barco.” Entonces, deja de ir a la iglesia con regularidad. “No puedo ser un líder de grupo pequeño. No puedo ser voluntario porque no estoy aquí todos los fines de semana. “El costo es muy grande. Ralph Winter dijo: “La obediencia a la Gran Comisión ha sido más consistentemente contaminada por la riqueza que por cualquier otra cosa.” El materialismo nos distrae de nuestro objetivo, y nos engaña en nuestras iglesias. ¿Puede un mundo materialista ser ganado para Cristo por una iglesia materialista? Yo no lo creo, porque, si somos una iglesia materialista, entonces vamos a demostrarle al mundo que cosa es mejor que nuestro Dios, y ellos no verán su supremacía en nosotros. En segundo lugar, vamos a tener todos nuestros recursos reprimidos o utilizados en más cosas, y no lo vamos a utilizar en el avance de la Gran Comisión hasta los confines de la tierra.

El materialismo en última instancia, nos aleja del Reino. Por lo tanto, debemos tener cuidado. La clave para superar el materialismo es ver que Cristo todo lo satisface. Así, este es el pecado del hombre.

La Suficiencia de Cristo

Ahora, las posesiones y la suficiencia de Cristo. La primera viene casi directamente de 2 Corintios 8 y 9, ya que es muy importante para la comprensión de esta imagen. La encarnación de Cristo es el fundamento de la generosidad en la iglesia. Vemos su pobreza en el mundo. Se hizo pobre. Renuncia a sus derechos, y abandona sus recursos. Somos su pueblo en el mundo, así que renunciamos a nuestros derechos, y damos a los demás nuestros recursos. Esa es la base de nuestra generosidad, es la encarnación de Cristo.

En segundo lugar, en la suficiencia de Cristo aquí: cuando Jesús nos salva espiritualmente, Él nos transforma materialmente. Después de Pentecostés, en los primeros creyentes, se ve una comunidad radical y una radical generosidad. Esa es la obra de Cristo. Jesús cubre nuestros pecados. Todos los efectos del pecado de los que hemos hablado, El los cubre, y Él cambia nuestras vidas de adentro hacia afuera. Lo que significa… seguir, está aquí… no vivimos y damos sacrificialmente, porque estamos en deuda con Cristo. Sígueme aquí. Voy a dar un paso más allá. Hermanos y hermanas, no le debemos nada a Jesús.

No le debemos nada a Jesús. Tan pronto como tratamos de pagar a Jesús por todo lo que ha hecho por nosotros, entonces socavamos el fundamento mismo por el cual hemos sido salvados: la gracia. Es por gracia, no se puede devolver, y no se ha pedido devolverlo Jesús no ha negociado ningún acuerdo donde dice: “Voy a dar todo esto por ti. Ahora, ¿qué me vas a dar a mí? “Esa no es la imagen. La realidad es que incluso aún así perderíamos el punto, ya que implicaría que ahora tenemos algo que dar. Todo lo que damos es algo que se nos ha dado a nosotros. No es que Jesús hizo esto por nosotros en el pasado, y que ahora vamos a darle a él para pagarle. La realidad es que Jesús lo hizo por nosotros en el pasado, y que lo está haciendo ahora en el presente, y también lo hará en el futuro. Todo lo bueno que tenemos para dar, viene de él.

Por lo tanto, no vivimos y damos sacrificialmente porque estamos en deuda con Cristo; vivimos y nos sacrificamos porque Cristo vive en nosotros. Esta es la belleza. No estamos tratando de pagar a Jesús la deuda de la salvación. En su lugar, todo lo que estamos haciendo es su obra en nosotros. Es su gracia en nosotros. Es Su vida abundante a través de nosotros. Él mora en nosotros, y nuestras posesiones están siendo utilizadas por Cristo en nosotros para su gloria en el mundo.

No tiene que ver con nuestro pecado, pero esta es la imagen, y por eso en última instancia, no es motivada por la culpa. Siempre estamos motivados por la gracia. Eso es lo que nos motiva a obedecer a Dios: la gracia. Por lo tanto, necesitamos la suficiencia de Cristo en la cruz para cubrir nuestro pecado, pero necesitamos la suficiencia de Cristo hoy para liberarnos de nuestra ansia de posesiones, y para liberarnos y correr detrás de Cristo que todo lo satisface, y utilizar los recursos que Él nos ha dado para su gloria en el mundo.

La Necesidad de la Fe

Eso nos lleva a la necesidad de la fe en lo que respecta a las posesiones. Esta es la conclusión número diez: la fe en Cristo implica la entrega de todo cuanto se posee a Cristo. Renunciar a todo lo que se tiene, dice Lucas 14:33: Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo. Para algunos de nosotros, esto significa vender todas las posesiones que tenemos para avanzar su reino. Esa es una posibilidad para cualquiera de nosotros.

Para todos nosotros, sin embargo, esto significa utilizar todas las posesiones que tenemos para el avance de su reino. Para todos nosotros, eso es lo que eso significa, lo que significa que el Señor esta sobre cada decisión que tomamos. Jesús es Señor sobre todas las decisiones que tomamos, y hermanos y hermanas, Jesús es el Señor de cada dólar que gastamos. Cada dólar que gastamos es Jesús que determina lo que hacemos con él.

Conclusión siguiente: la fe en Cristo produce generosidad hacia las demás personas. Me encanta cómo funciona esto. Piensa en ello. La fe en Cristo nos reconcilia con Dios. Es la esencia del evangelio. Ya no vivimos para el tesoro terrenal. Nos encanta nuestro tesoro eterno. Dios es nuestro tesoro. Eso nos libera de la constante búsqueda de las cosas de este mundo, lo que significa que la fe en Cristo ahora nos reconcilia entre nosotros, porque no estamos viviendo más por la avaricia. Somos libres de eso. Libre para vivir con generosidad desinteresada. Nuestra reconciliación con Dios por la fe nos conduce a la reconciliación con los demás, porque ya no estamos buscando nuestro propio beneficio.

Conclusión Siguiente… número doce… no importa lo que digan, aquellos que descuidan a los pobres, no son el pueblo de Dios. Esa es toda la Escritura. El fruto de la fe es la preocupación por los pobres. Si no estamos preocupados por los pobres, hay un problema con nuestra fe. No importa lo que cantemos o digamos el domingo por la mañana, la gente rica que descuida a los pobres no son el pueblo de Dios. Es Isaías 1, Isaías 58, Marcos 12, Mateo 25, Santiago 2, y 1 Juan 3.

Así que, para aquellos que no están teniendo cuidado de los pobres, la Biblia nos llama a arrepentirnos de nuestros pecados y correr a nuestro Salvador. La respuesta no es salir y tratar de hacerlo mejor la próxima vez. La respuesta es decir, “¿Dónde está la creencia de pecado en esto? ¿Dónde está perdido mi corazón? Cristo cámbiame y produce esto en mí “, y es en ese punto, donde tenemos que escuchar su Palabra con humildad y obedecer su Palabra rápidamente. Escucharla y ponerla por obra.

No importa lo que digan, aquellos que descuidan a los pobres, ellos no son el pueblo de Dios.

Luego, Dios desea que los cristianos vivan con sencillez y dar sacrificialmente. Apóyese en eso porque vamos a volver a esto más tarde en las aplicaciones. Vivir con sencillez: hacemos hincapié en la moderación. Con esto quiero decir que vemos la riqueza extrema y la pobreza extrema, ambas, son indeseables. Hacemos hincapié en la moderación. Entonces, ¿cómo hacemos hincapié en la moderación en una cultura extremadamente rica? Nosotros limitamos el consumo. Nosotros practicamos la piedad acompañada de contentamiento. No perseguimos después de todo esto… más y más cosas. Nosotros decimos: “Yo soy libre para vivir con sencillez, con moderación, con alegría, limito mi consumo, y luego doy sacrificialmente.”

En el Nuevo Testamento, vemos ejemplos en los que podamos compartir nuestras posesiones. Nosotros compartimos nuestras posesiones, vendemos nuestras posesiones, y sacrificamos nuestras posesiones. Vemos estos tres elementos en la Escritura, en particular, en el Nuevo Testamento. Vivimos con sencillez y damos sacrificialmente. Ese es el deseo de Dios para nuestras vidas. ¿Es así como nuestras vidas se describen en este momento?, esa es la pregunta ¿vivimos con sencillez y damos sacrificialmente?

Última conclusión sobre la necesidad de la fe. Dios quiere que la iglesia experimente la unidad visible a través de la generosidad voluntaria. Esto es lo que vimos en la iglesia del Nuevo Testamento, una unidad visible a través de la generosidad voluntaria. Unidad visible, me encanta esto. Se muestra la gloria de Cristo a nuestra comunidad en el cuidado de los pobres en la iglesia local. Gálatas 6: No nos cansemos, pues, de hacer el bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.

Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe. Hechos 2: Y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y Hechos 4: Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. Cuando se preocupaban por los demás, era evidente para el mundo que les rodea que el Evangelio estaba vivo. Por lo tanto, tenemos la responsabilidad de cuidar de los pobres, sobre todo, en nuestra comunidad local de fe, y mostrar la gloria de Cristo en nuestra comunidad cuidando unos de otros con notoriedad.

La segunda parte de la unidad visible: Mostramos la gloria de Cristo al mundo cuando tenemos cuidado de los pobres en la iglesia global. Las relaciones económicas actuales en el cuerpo de Cristo mundial de Cristo son antibíblicas y pecaminosas. Es una violación de las Escrituras que nos hagamos más ricos cada año, mientras que nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo tienen cerebros desnutridos y deformado debido a que no tienen comida y agua.

Somos como los cristianos de Corintios, ricos, festejando antes de la Cena del Señor, mientras que los hermanos y hermanas que padecen hambre están sentados allá fuera de nuestra puerta. Cada año gastamos más de $ 10 mil millones de dólares en edificios de la iglesia. ¿Vamos a construir edificios de iglesias profusamente costosos, si los miembros de nuestras propias congregaciones estaban muriendo de hambre? Por supuesto que no.

Ahora, algunos objetarán: “Pero hay una responsabilidad única que tenemos para los miembros de nuestra propia iglesia local”, No voy a negar eso, pero al mismo tiempo, no se puede negar que en el Nuevo Testamento, la parte más importante de la enseñanza especifica es que debemos preocuparnos de dar apoyo a otras iglesias locales en tiempos de urgente necesidad. Hoy día estamos rodeados de urgentes necesidades. De la misma manera que Pablo usó esa “koinonia” en Romanos 15 para hablarle a la Iglesia de Jerusalén acerca de las iglesias de Macedonia: “Estamos con ustedes. Estamos con ustedes “, nuestro gasto persistente de recursos es en nosotros mismos, descuidando a nuestros pobres y hambrientos hermanos del otro lado del mundo y en efecto, les decimos:” Nosotros no estamos con ustedes. Ese es tu problema. “Eso es pecado”.

Por lo tanto, necesitamos venir a nuestro Salvador, pedirle que cambie nuestros corazones y cambie la forma en que gastamos en nuestras iglesias. Eso, hermanos y hermanas, tendrá un gran impacto en la evangelización mundial, porque el mundo va a ver que el cuerpo de Cristo, vive el Evangelio en una forma más real de lo que ven ahora. Una unidad visible… Dios, danos una unidad visible con nuestros hermanos y hermanas que mueren de hambre… a través de la generosidad voluntaria. Esta es la belleza. No damos por obligación, no por tristeza, ni por obligación, dice Pablo. No damos por obligación, damos con alegría. Dios ama al dador alegre.

La Urgencia de la Eternidad

La urgencia de la eternidad: conclusión número 15. El uso cristiano del dinero y las posesiones tiene consecuencias eternas. Me encanta una de esas cosas que dice Alcorn: “Una cosa sorprendente ha sucedido entre los cristianos occidentales. Muchos de nosotros habitualmente pensamos y actuamos como si no existiera la eternidad, o como si lo que hacemos en esta vida presente no tiene consecuencias eternas “Esta es la realidad: Dios nos juzgará en la eternidad según nuestras obras.

Ahora, recuerda lo que hablamos: las obras sirven como prueba, no como base o medio de nuestra salvación. “De acuerdo a nuestras obras”, esto incluye el uso de los bienes. Las obras no son el fundamento o medio de nuestra justificación. Las obras son la evidencia necesaria de nuestra justificación. Como resultado de ello, el cristiano no puede decir: “Yo soy salvo, así que voy a conseguir todo lo que quiero en la tierra y entonces voy a tener todo lo que quiero en el cielo.” Espero que ninguno de nosotros diga eso “Tenemos que ser cuidadosos de no pensar así. Si sirves al dinero en la tierra, no veras a Dios en el cielo. Esa es la realidad, porque el dinero era tu Dios aquí.

No puedes tener el dinero como tu Dios aquí, y luego darle a Dios su adoración en el cielo. Eso no funciona. Pierdes todo lo que la Escritura ha enseñado. No podéis servir a Dios y a las riquezas. La Escritura también enseña que Dios nos recompensará en la eternidad conforme a nuestras obras, que incluye el uso de los bienes. Estoy hablando aquí como recompensa Mateo 25: “Venid, benditos de mi Padre.” Lo bueno es que no tienes que temblar. A veces nos volvemos a estremecer cuando pensamos en la recompensa en el cielo.

En la medida que vivimos para la gloria de nuestro Dios eterno, en esa medida experimentamos nuestro bien eterno. Dios desea nuestro bien, y está bien que busquemos lo bueno. Eso es lo que dijo: “Buscad tesoros en el cielo. Vive para hacer tesoros en el cielo. “El cristiano no puede decir:” Bueno, siempre y cuando lo hago para el cielo, eso es lo que más importa. “Es como en 1 Corintios 3, en el que sólo querían entrar Oh, Dios, ayúdanos. Nuestra entrada en el cielo no es el punto central del universo. La gloria de Dios en medio de toda raza, nación y el pueblo es el punto central del universo.

Próximo: El uso que los cristianos dan al dinero y las posesiones revela los valores eternos. Esto es lo que vimos en Mateo 6. El mundo utiliza el dinero para acumular baratijas terrenales. El valor en el mundo es la satisfacción temporal. El cristiano, en cambio, utiliza el dinero para difundir el tesoro eterno. El valor es la salvación eterna. ¿Cuál vamos a valorar más: la satisfacción temporal o la salvación eterna?

Cómo Cambia el Evangelio la Manera en la que Vemos Nuestras Riquezas

Conclusión siguiente: el uso cristiano del dinero y las posesiones prefigura la redención eterna. Lo hemos visto, o no tuvimos la oportunidad de verlo, pero en Apocalipsis 21, estamos mirando adelante una nueva creación. La nueva creación será un lugar de reconciliación espiritual. Estamos con Dios, y un lugar de restauración material. Ese es el punto: la nueva Jerusalén, el cielo nuevo y la tierra nueva. Ahora, como una nueva creación, utilizamos nuestros recursos para compartir el evangelio con masas perdidas. Estamos en una misión espiritual. Esa misión espiritual tiene ramificaciones sociales. Nosotros utilizamos nuestros recursos para mostrar el evangelio a multitudes hambrientas. Lo que vimos en Cristo, en la Iglesia del Nuevo Testamento, lo hacemos.

Conclusión final: nuestro uso del dinero y las posesiones cambia cuando nos damos cuenta de que este mundo no es nuestro hogar. El propósito de la vida en la tierra es la preparación para la vida en la eternidad. Tenemos que recordar esto, hermanos y hermanas: las riquezas son efímeras. La riqueza se desvanece. No es duradera. Lo que tenemos que entender es que somos peregrinos en un viaje. Los peregrinos sólo llevamos lo necesario para facilitar la misión. Dejan detrás otras cosas. Somos ciudadanos de otra nación. G. Campbell Morgan dijo: “Usted no es el hijo de hoy, usted es el hijo del mañana. Usted pertenece a la eternidad. Usted es hijo de la Deidad. Haga su fortuna, pero guardando en lugares donde se le dará la bienvenida al amanecer del nuevo día. Si usted hace su fortuna en la tierra – pobre alma lo siento, tan tonto – ha hecho fortuna y la ha almacenado donde no se puede mantener”.

Aplicacioanes

Dos fundamentos…Bien. Ahora, seguido de eso tenemos aplicaciones. Entonces, ¿qué significa esto? ¿Cómo vivimos esto? Diez aplicaciones. Antes de llegar a ellas, quiero hablar acerca de dos fundamentos: Dios da la verdad objetiva en la Escritura. Así, hemos visto las verdades de las Escrituras. El desafío de cómo aplicar estas verdades a nuestras vidas es lo difícil, y aquí es donde Dios da una subjetiva guianza a través del Espíritu.

Objetiva verdad en las Escrituras, subjetiva guianza a través del Espíritu. Por lo tanto, Dios ha puesto su Espíritu en nosotros para ayudarnos a saber cómo hacerlo. Debemos estar conscientes de que somos gente que auto-racionalizamos, nos auto justificamos, y necesitamos el Espíritu de Dios para llevar su Palabra, acercar su Palabra al mundo, y para mostrarnos la forma como ponerla por obra.

Cuatro Exhortaciones

Ahora, al hacer eso, hay cuatro exhortaciones. Número uno, no compare. La vida de Cristo es nuestra norma. Lo qué quiero decir con esto es que debemos examinar nuestra propia vida más de lo que examinamos la vida de los demás. Hay una tendencia peligrosa, en este sentido, decir que hay una forma saludable de mirar a los demás. No te pierdas esto: hay una forma saludable de mirar hacia los demás. Hay una manera sana en la que se supone debemos animarnos unos a otros con nuestros ejemplos en la iglesia.

Por lo tanto, se supone que debemos estimularnos con nuestros ejemplos, pero si no tenemos cuidado, podemos empezar a medir nuestra espiritualidad en si hemos vendido más o menos, hemos sacrificado más o menos, en si nos hemos gastado más o menos. Tenemos que ser muy, muy cuidadosos, y la vida de Cristo es nuestra norma.

En segundo lugar, no se desespere. La presencia de Cristo es nuestra esperanza. Puede ser abrumador. Puedes pensar: “Yo nunca voy a llegar a la cima de esto”, pero hermanos y hermanas, ustedes no están solos en esto, y no tiene que aparecer por su propia cuenta. Dios es fiel, y Él lo hará. Deja que El lo haga. Probablemente estás pensando… Por alguna razón no hay respuestas fáciles para algunas preguntas que nos hacemos. Es porque Dios ha diseñado todo este proceso, para que podamos conocerlo más, y el objetivo no es sólo obtener respuestas a nuestras preguntas. El objetivo es conocer a Dios.

No se desespere, Cristo es nuestra esperanza. Evita la apatía, diciendo: “Yo voy a renunciar. Hay tantas cosas, yo no sé ni por dónde empezar. “El gozo de Cristo es nuestra posesión. Acércate a Cristo y permítele que te cambie y te transforme, y no te vuelvas apático. Evita el letargo, la gloria de Cristo es nuestra meta. Que podamos salir de esto y decir: “Yo no estoy listo para hacer frente a todas estas cosas.” No hagas eso. La gloria de Cristo vale la pena. Vale la pena la batalla, y es una batalla. La Escritura habla acerca de esto… la batalla, la guerra, la pelea, la lucha. Por lo tanto, vamos a luchar, vamos a pelear.

Someterse a Cristo

Diez aplicaciones, aquí vamos. Número uno: Someterse a Cristo. Esta es la clave. Espero que lo hagamos, pero esto es muy amplio. Necesitamos a Cristo, y puse Mateo 9:35- 38 aquí. Dice:

Y Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia. Y viendo las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban angustiadas y abatidas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: La mies es mucha, pero los obreros pocos. Por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.

Necesitamos ver lo que El ve. Sentir lo que El siente. Se llenó de compasión. Necesitamos ser sacudidos por las realidades del mundo. Darnos cuenta de que Él sabe cuando viene la perdición, el cuadro completo del juicio en Mateo 9. La cosecha es abundante. La cosecha es una metáfora del juicio. Jesús sabía que el juicio del Padre es verdadero. Necesitamos darnos cuenta de las realidades eternas que están en juego aquí. Ora lo que Él manda. Dios nos levanta. Dios levanta obreros para la cosecha. Tenemos que hacer lo que El dice. Comienza sometiéndote a Cristo. Sólo Cristo puede producir el fruto de las Escrituras y la obediencia en nosotros.

Comprometerse con la Iglesia

En segundo lugar, comprometerse con a la iglesia. Esta es una realidad consoladora: no estamos solos. Hemos de aprender los unos de los otros, para vivir los unos por los otros. Estamos en una misión, una misión espiritual, predicando las buenas nuevas con ramificaciones sociales, atendiendo necesidades profundas. Eso es lo que estamos haciendo todos juntos y nos ayudamos unos a otros en este proceso. No estamos construyendo un reino para nosotros en la tierra.

Por lo tanto, vamos a dejar de construir imperios y reinos y llamarlos lugares de culto. Esa es una comprensión del Antiguo Testamento, no del Nuevo Testamento. Vamos a gastar nuestro dinero en el avance del reino de Dios en la tierra. La iglesia local es el medio por el cual el reino de Dios va a ir hasta los confines de la tierra, así que no trates de hacer nada de esto por ti mismo. Eso sería perderse. Sometámonos a Cristo y comprometámonos con la iglesia.

Trabaje con Prudencia

En tercer lugar, trabaje con prudencia. Siempre que le sea posible, trabaje duro. No sea perezoso. Eso sería perder el punto de la Escritura. Siempre y cuando sea posible,…esto va a sonar raro…, pero haga riqueza. Gane dinero, y si puede trabajar 20 horas y ganar lo suficiente para cubrir, entonces no se detenga en las 20 horas; trabaje 40 horas y gane lo suficiente para otros también. El punto no es decir: “Bueno, hacer dinero es malo.” No:… haga mucho dinero. Obtenga mucho dinero para que pueda entregarlo para la gloria de Cristo. Por lo tanto, gane dinero y genere riqueza.

Tenga en cuenta, que la Biblia nunca motiva o valida la jubilación. No se ve. Nosotros no ahorramos dinero para una vida gastando en lujo. Podríamos ahorrar dinero para una vida invirtiendo en el ministerio. Si tu motivación es poder trabajar para Dios o para la iglesia, para los pobres o por los que se pierden sin pago, sin compensación, entonces si tienes una garantía bíblica.

Y, si no estás dispuesto a trabajar, entonces, evidentemente, el desafío es este, pero durante todo el tiempo que Dios nos tiene aquí, Él tiene un trabajo para nosotros, de acuerdo a las Escrituras. Nuestra esperanza no está en nuestros ancianos, hermanos y hermanas. Nuestra esperanza está en el regreso de Cristo. Mientras estamos aquí, la pregunta es: “¿Cómo puede mi vida ser invertida en una mejor forma para su propósito aquí?”

Viva con Sencillez

Someterse a Cristo, comprometerse con la iglesia, trabajar con prudencia, y vivir con sencillez. Hemos hablado de esto. Dios nos da lo suficiente, así que identifica lo que es suficiente para ti. John Wesley dijo:

“Los cristianos deben dar todo, pero las necesidades básicas de la vida – es decir, alimentación sana, ropa limpia y suficiente para llevar a cabo los negocios… Cualquier cristiano que toma para sí nada más de las necesidades básicas de la vida vive en una abierta y habitual negación del Señor… ¡ha ganado ambas cosas, riquezas y el infierno de fuego!”

Bueno, háblenos acerca de lo que realmente piensan. Así que, aquí está el reto: lo que Wesley hizo fue poner un límite a su estilo de vida, y dijo: “Necesito 28 libras para vivir.”. Así que, un año hizo 30 libras; vivió con 28 y ofrendo dos. Al año siguiente, hizo alrededor de 50 libras, así que él vivió con 28 y los 22 restantes los ofrendo. Sus ingresos siguieron aumentando, y él todavía vivía en este nivel. ¿Y si empezamos a creer que con un salario de 50 ó 75 o $ 100.000 no requiere un estilo de vida de 50 o 75 o $ 100.000? ¿Y si Dios nos da más, pero no para tener más, sino para que podamos dar más? Eso es exactamente lo que hemos visto a través de toda la Escritura.

Así que, identifica lo que es suficiente para ti. ¿Cómo se hace eso? Comience por priorizar las necesidades. En 1 Timoteo 6, ventila comida y ropa, y minimiza los lujos. Quiero poner “minimizar” aquí como una palabra clave. Minimizar lujos porque la realidad es que, mientras vivimos en esta cultura, vamos a tener lujos. Una cama en la que dormimos es un lujo. No tenemos que tener una cama. Una cuchara o un tenedor para comer es un lujo, no tenemos que tener eso.

Por lo tanto, nuestra vida va a estar llena de lujos mientras estemos aquí. Por lo tanto, no quiero pensar que podemos deshacernos de todos los lujos y simplemente vivir en necesidad, pero hay que minimizarlos. Haga preguntas. ¿Qué posesiones tengo que necesito compartir? ¿Qué posesiones tengo que debo vender? ¿Qué posesiones tengo que necesito sacrificar? Necesitamos hacer esas preguntas. Identifique lo que es suficiente para usted.

Entonces, dese cuenta que Dios le da abundantemente para los demás, así que separe lo que es un exceso. Al vivir una vida con sencillez, pone un límite a su estilo de vida, 1 Timoteo 6 una especie de cubierta, entonces, empieza a creer que Dios nos ha dado excedentes no para que podamos tener más. Él nos ha dado excedentes para que podamos dar más. ¿Y si Él te ha dado el excedente? En vez de tener una membresía de golf de lujo, que, ¿si Él te ha dado más, para que puedas traducir las Escrituras en un idioma que no lo está? Entonces, podríamos seguir y seguir con las cosas en mi vida, cosas en todas nuestras vidas. Yo no quiero tocar nada en particular, pero la realidad es que tenemos que apartar ese excedente e imaginar, la forma como ofrendarlo.

Cuidado con la racionalización. Podemos justificar cualquier cosa, y podemos espiritualizar cualquier cosa. “Bueno, las cosas no están tan mal.” Ten cuidado, podemos espiritualizar cualquier cosa. Cuidado con la confusión. No hacemos esto porque las cosas están mal. Las cosas están bien. No es que tenemos que reducir el tamaño de la casa porque la casa es mala. Tal vez tengamos que reducir el tamaño de la casa, ya que podemos liberar esta cantidad de dinero, y la gente está en necesidad. Es por eso que lo hacemos.

Tenemos hermanos y hermanas que están muriendo de hambre, o personas que no han oído el evangelio, y así liberamos recursos. Exceso: lo regalamos para poder satisfacer una necesidad, no porque las cosas están mal. Mientras nos preguntamos: “Bueno, ¿es eso malo?” No, la riqueza y las posesiones no son malas. Si esa es nuestra norma, nunca vamos a llegar a ninguna parte en este proceso.

Pautas generales: gasta intencionalmente. Wesley haría estas cuatro preguntas cuando se trata de gastar dinero. Gasta intencionalmente, y celebra ocasionalmente. Recuerde, la extravagancia no siempre es mala. Yo no creo que sea malo invitar a mi esposa en alguna ocasión, o utilizar los recursos para algún tipo de celebración. La extravagancia es la excepción, no la norma. Celebre ocasionalmente, y luego hable con precisión. Lo que quiero decir con esto es que creo que hay que eliminar de la boca expresiones como: “Me muero de hambre.” No es saludable, porque damos la impresión de que no somos nosotros. O “Necesito conseguir esto, necesito esto.” Necesitamos ser cuidadosos con la forma en que usamos la palabra “necesito”. Esto nos ayudará a mantener pensamiento en ser menos… No necesitamos más cosas de las que decimos que necesitamos. Vive con sencillez.

De Sacrificialmente.

Luego, cuando vivimos con sencillez, damos sacrificialmente. Quiero hacer esta pregunta inicial: ¿está dando menos de su capacidad, de acuerdo con su capacidad, o más allá de su capacidad? C. S. Lewis, me encanta lo que dijo:

“Yo no creo pueda resolver lo mucho que debemos dar. Me temo que la única regla segura es dar más de lo que podemos perder. En otras palabras, si nuestros gastos en comodidades, lujos, diversiones, etc., depende de la norma común entre las personas con el mismo ingreso que el nuestro, probablemente estamos dando muy poco. Si nuestras obras de caridad no nos hacen en absoluto un pellizco o nos dificultan en algo, debo decir que ellas son demasiado pequeñas. Debemos haber cosas que nos gustaría hacer y no podemos hacerlas porque nuestros gastos caritativos no me los excluye.”

Dar sacrificialmente es generoso. Dar con sacrificio es ser coherentes, 1 Corintios 16 dice: En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros de la manera que ordene en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que yo llegue no se recojan entonces ofrendas. Les animo a dar forma coherente. Esta mentalidad acerca de la forma de dar, ayuda a socavar el materialismo.

Las donaciones sacrificiales son voluntarias, es Cristo rebosante en ti. Las donaciones sacrificiales son excelentes. 2 Corintios 8:7 dice, ” Abundad también en esta gracia”. Dar sacrificialmente es un gozo. Practícalo, y se bueno en ello. Dar sacrificialmente es un gozo. La gente dice: “Bueno, no puedo dar alegremente, así que no lo haré.” Bueno, esa no es la respuesta adecuada. Cuando soy feliz, entonces, yo doy. Dar con sacrificio es adoración. Dar es adoración. La oración, el canto, y el ofrendar son formas de adoración.

El ofrendar con sacrifico es proporcional. Lo que quiero decir con esto es sobre la imagen de la viuda pobre. Si alguien gana $ 10 millones al año y ofrenda $ 9 millones, ¿ha dado con sacrificio? ¿Arreglárselas para vivir con un solo millón? No. Quiero decir, sí, eso es una ofrenda extraordinaria, y alaba a Dios con ella, pero a menudo es la forma cómo miramos el ofrendar.

“Bueno, si es una gran ofrenda, entonces debe ser sacrificial”, no necesariamente. Hay algunas personas que podrían dar 25 o $ 250 que están ofrendando en una manera mucho más sacrificada que la persona que dio 9 millones. Por lo tanto, el ofrendar con sacrificio es proporcional. Ofrendar con sacrificio se hace en quietud, discretamente, en cuanto al motivo, sobre todo aquí. Eso no significa que nunca podemos hablar acerca de la ofrenda, pero no hablar acerca de lo que ofrendamos para llamar la atención sobre nosotros mismos o exaltarnos a nosotros.

El ofrendar con sacrificio es honesto. No recomiendo arrastrar un Ananías y Safira en la iglesia. Las ofrendas de sacrificio tienen un propósito, y esto es importante. Cuando damos, queremos dar intencionalmente. Dar de manera que sea centrada en el Evangelio. Queremos predicar las buenas nuevas. Ofrendar como una iglesia enfocada. Muchas formas en que damos pueden pasar por alto que Dios ha prometido bendecir para el avance de la Gran Comisión. Ofrendar a las iglesias, las personas, las organizaciones, con integridad, fiabilidad y sostenibilidad. Estas son las cosas prácticas.

Ofrendar de manera que promueva el ministerio relacional. Dar de manera que puedas conectarte con, no mantenerte a un brazo de distancia. Entonces, ofrendar de manera que puedas conectarte a través del ministerio personal. Lo que queremos evitar es la emisión de cheques y así no tener que hacer nosotros mismos el ministerio. Dar de manera que puedas conectarte con el ministerio de forma personal.

Una última pregunta: ¿qué pasaría si dejáramos de preguntar cuánto podríamos ahorrar y empezáramos a preguntar cuánto podríamos utilizar? ¿Y si Dios quisiera alcanzar a los pueblos no alcanzados del mundo? Tal vez le daría a su pueblo riqueza sin precedentes, que permitiría la realización de eso. ¿No es eso exactamente lo que ha hecho? Lo tenemos, hermanos y hermanas, en nuestras iglesias, nosotros definitivamente lo tenemos. Contamos con los recursos que se necesitan para llevar el evangelio hasta los confines de la tierra. Ellos están unidos en las cosas pequeñas y cosas grandes y pequeñas posesiones y casas de segunda y lujosas, esto y aquello, al igual lo hemos conseguido. La cuestión es si las usamos.

Diezmar Voluntariamente

Siguiente, número seis, probablemente el más controvertido en este asunto: el diezmo voluntario. Así que, ¿qué pasa con el diezmo? No hay mandamiento de diezmar bajo el nuevo pacto. Lo más cercano que tenemos son las declaraciones de Jesús, que lo implican, pero da un mandamiento. Esto es lo que vemos, sin embargo, no lo veo en otro sitio. 2 Corintios 8-9 y 1 Timoteo 6 son pasajes sobre las ofrendas. No mencionan el diezmo en absoluto, es visiblemente ausente. En su lugar, sin embargo, sí vemos que todos los ejemplos del Nuevo Testamento van más allá de dar el diezmo. “Abundante gracia era sobre todos ellos,” Hechos 4 “, y ofrendaban abundantemente.”

“La gracia de ofrendar” en el Nuevo Testamento implicaba un mayor sacrificio que en el Antiguo Testamento. Así pues, aquí está la cosa: muchas personas han concluido, y con razón, basados en el hecho de que no hay ningún mandamiento en el nuevo pacto sobre diezmar, que el diezmo es irrelevante, y que ahora somos dadores de gracia.

Pues bien, la realidad es que estaban haciendo un poco de la gracia y por otra parte iban al Antiguo Testamento también, y sólo porque no está ordenado no significa que debamos tirarlo por la ventana necesariamente. Voy a ser honesto, a través del proceso de estudio de todo este tema, he ajustado algunos de mis pensamientos sobre ello porque creo que el diezmo, cuando lo vemos en conjunto con toda la Escritura, es una guía útil, no un mandato legalista. La gente siempre dice, “El diezmo es legalista.” Bueno, la oración puede ser demasiado legalista, y el estudio de la Biblia puede ser legalista. Eso no significa que no estudiemos la Biblia, pero podemos cambiar algo que es bueno en el legalismo si lo usamos con los motivos equivocados.

Esto no los convierte en ilegítimo, pero el diezmo en el Antiguo Testamento fue usado para enseñar al pueblo de Dios a ver sus primicias y lo mejor como algo que le pertenece a Dios. En el Nuevo Testamento, Jesús no lo descalifica. De hecho, él implica que iban a seguir haciéndolo, y cuando vemos la iglesia primitiva, hay evidencias de que estaban diezmando. Creo que el diezmo tiene sentido, iniciar su generosidad con el diez en su iglesia es una “base”.

No creo que haya ninguna manera en que un creyente del Nuevo Testamento bajo la gracia deba dar menos que un creyente del Antiguo Testamento bajo la ley. Eso no tendría ningún sentido. Por lo tanto, si vamos a tirar por la ventana el diezmo entonces vamos a asegurarnos de que lo estamos haciendo sea muy por encima del 10% entonces. El diezmo es un punto de partida. Esta sería la base de la ofrenda. Por lo tanto, empieza por dar el 10%, y luego, amplia tus ofrendas con mayores porcentajes de acuerdo a tu excedente. No hay un “tope” para dar aquí, y ahí es donde dejamos que la gracia de Dios tome el control.

Si estamos usando gracia como excusa para dar menos, estamos perdiendo todo el sentido de ofrendar. Por lo tanto, el diezmo es una buena herramienta de entrenamiento. Cinco razones por las que el diezmo es una guía útil. Número uno: El diezmo honra un principio bíblico. El Antiguo Testamento, obviamente, lo describe. Jesús lo apoya. La iglesia del Nuevo Testamento lo practica. He de añadir que después de eso. En segundo lugar, el diezmo confirma la verdad de que Dios es el dueño. Cuando tomamos una décima parte de cualquier cosa que recibimos, podemos afirmar lo que hemos hablado de la propiedad de Dios. Eso es un buen recordatorio para nosotros. El diezmo en tercer lugar, nos recuerda la rendición de cuentas de nuestra mayordomía. Con el fin de dar el diezmo, tienes que lidiar con los deseos de tu corazón que te mueven a no querer dar el diezmo.

El diezmo, en cuarto lugar, nos ayuda en la batalla constante con el materialismo. El antídoto al materialismo es dar. Entonces, Dónde hay más diezmos, sin cobertura, eso es extremadamente útil. Entonces quinto, el diezmo nos ayuda en nuestros esfuerzos para destruir la codicia en el corazón. Decir: “Tú sabes que va a ser difícil vivir en el 90 por ciento de nuestros ingresos”, y para algunas personas es difícil. El diezmo te lleva a confiar en la promesa de Dios y no vivir para el sustento en las cosas de este mundo.

Eso es algo bueno, incluso cuando es difícil. Es mi recomendación, de todo lo que vimos en la Escritura, diezmar voluntariamente, empezar a dar el 10% y luego ampliar tus ofrendas. Hay una gran explicación en otro libro que tengo en las lecturas recomendadas llamado: “cristianos ricos en una época de hambre” donde Ron Sider habla sobre el diezmo gradual. Es muy esclarecedor.

Ayuda Constructivamente

Siguiente aplicación: ayuda constructivamente. Ayudar a los pobres es una responsabilidad del cristiano. Hemos visto esto. Tengo una cita de Agustín que contrasta con una de Ralph Waldo Emerson. “No me digas, como un buen hombre hizo hoy, de mi obligación de poner todos los pobres en las situaciones buenas. ¿Son ellos mis pobres? “Ahora, ayudar a los pobres es una responsabilidad de un cristiano. Quiero ser cuidadoso en este punto, sin embargo, debido a que todas las causas de necesidad que vemos, no significa que esto supone ayudar a todos. Eso puede ser abrumador.

Hay problemas con el SIDA. Hay problemas con los huérfanos. Hay problemas con la prostitución infantil y la trata de niños, y hay problemas con el agua. Hay problemas con la alimentación. Hay problemas con la agricultura. No podemos hacerlo todo, ni Dios puso esta carga sobre nosotros, así que tenemos que ser cuidadosos, pero, ¿como podemos ayudar de forma intencional el cuidado de los pobres?

La responsabilidad del cristiano ayudando a los pobres es una señal de la iglesia. Vemos que en la iglesia primitiva se enfocaba así. Dando prioridad a la iglesia. Sobre todo ayudando a la familia de la fe. Hay una imagen en el Nuevo Testamento de ayudar a la familia de la fe. Dando prioridad a la iglesia y evangelización de los perdidos. Permitamos que ese sea el fundamento a través del cual proclamamos el evangelio. Enfócate y se sabio. Tenemos que ser cuidadosos, de esto trata el libro “Ayudar duele”. No hay que subsidiar a los irresponsables. No hemos de rescatar a la gente perezosa de los efectos de la pobreza en sus vidas. Al mismo tiempo, debemos tener cuidado de ver si hay algo, de lo que estamos ayudando, que está dando lugar a la pereza. Debemos fomentar la responsabilidad.

Estar enfocado, ser sabio, y ser relacional. La consistente responsabilidad de ofrendar en el contexto de aquellos que están en necesidad. Al ayudar, dar una atención personalizada. No solo tirar nuestro dinero en algo y esperar que funcione. Dar con un compromiso a largo plazo. Por esta razón, incluso cuando aquí hablamos de misiones de corta duración, queremos unirlas con procesos a largo plazo en todo el mundo. Ser relacional.

Reconocer la diversidad. La gente es pobre por diferentes razones. Elecciones personales pecaminosas, visiones del mundo que no son bíblicas, los desastres, la falta de tecnología, y las desigualdades de poder son parte de esto, así que tenemos que ayudar a los pobres de diferentes maneras. Me gusta decir: “Esto es lo que necesitamos hacer para ayudar a los pobres”, es como decir: “Esto es lo que necesitamos hacer para curar la enfermedad.” Es más profundo que eso, así que ayudamos a los pobres de diferentes maneras.

Evita excusas. “Yo no estoy haciendo nada para perjudicar a los pobres”, podríamos decir. Dios desea que su pueblo ayude a los pobres. Esa es una constante en toda la Escritura. “Pero yo sólo soy una persona, ¿qué puedo hacer?” Dice la lógica: “No puedo hacer todo, así que no voy a hacer nada”, esto viene directamente de la boca del infierno. “Yo sólo soy responsable de ayudar a las personas cercanas a mí.” Hemos hablado sobre eso. Sí, la proximidad es importante, sobre todo en el cuerpo local de Cristo, pero la distancia física no implica necesariamente la separación espiritual. Si es así, ¿qué significa esto para nuestros hermanos y hermanas en las selvas africanas, que se mueren de hambre, sin comida ni agua? Ayuda constructivamente.

Ahorra Humildemente

Ahorra humildemente. Ahorrar depende totalmente de nuestros corazones. Decir que el ahorro es bíblico o que el ahorro no es bíblico no tiene sentido, ya que podría ser bíblico o no bíblico sobre la base de por qué estamos ahorrando. Hay buenas razones para ahorrar: prepararse para gastos futuros. Para prepararse para las cosas que sabemos que están por venir. Para proveer para situaciones previstas. Vemos en Proverbios. Es bueno tomarlo en cuenta, es prudente hacerlo, pero también hay malas razones para ahorrar. La codicia, de modo que puedo conseguir más. El miedo, si estamos preocupados por el futuro, el ahorro no es la solución. Confiar en Dios es la solución. La preocupación, el orgullo, la falta de confianza en Dios no es una buena razón para guardar. Practica el ahorro de manera que confíes en Dios. Debemos tener cuidado de asegurarnos de ello. La forma en que hacemos el ahorro no debe robarnos nuestra confianza en Dios.

Evita acumular de una manera que sustituya a Dios. De eso se trata amontonar. Es confiar en mis recursos en lugar de confiar en Dios, y adquirir más y más. Al tratar de prever las necesidades futuras, nos descuidamos de la necesidad actual extrema. Debemos tener cuidado cuando hablamos de ahorro. En el Nuevo Testamento, el modelo es más a menudo ofrendar para las necesidades presentes justo a tu alrededor, que tal vez para un día futuro. ¿Esta mi ahorro incrementando o reduciendo mi dependencia de Dios? Hazte esa pregunta cuando pienses en cuánto puedes ahorrar. ¿Está mi ahorro reduciendo o incrementando mi dependencia de Dios?

¿Mi ahorro va a ayudar al avance del reino de Dios? ¿Sería más sabio utilizar estos fondos para avanzar el reino de Dios en medio de las necesidades actuales? Hacer ese tipo de preguntas cuando se trata de ahorro. ¿Está aumentando mi dependencia de Dios? ¿Puede ayudar a avanzar el reino de Dios? ¿Sería más prudente avanzar el reino en medio de necesidades actuales?

Toma prestado moderadamente. Toma prestado moderadamente. Si no tienes deudas, evítalas. Estas producen preocupaciones. Estas esconden la realidad. Evítalas. Causan preocupación, niegan la realidad, y conducen a la falta de honradez. Crean adicción. Esto no nos pone una señal que es necesaria. Le roba a Dios la oportunidad de proveer a través de otro medio o nos empuja en otra dirección. Tal vez no tengamos el dinero por una razón. Esto se relaciona con los recursos que podrían utilizarse para hacer avanzar el reino. Si no estás en deuda, evítala. Si estás en deuda, págala.

Invierta en la eternidad. Ultimo. Invierta en la eternidad. Dese cuenta de esto: Dios le devuelve su inversión mejor que cualquier otra persona. Ya sabes, existe ese argumento… y no es que no sea válido… si usted coloca US$10.000 en el mercado ahora, después de 30-40 años a partir de ahora, va a incrementar cientos de miles de dólares. Por lo tanto, es por eso que usted debe hacer eso ahora. Hay otra forma de verlo, sin embargo, y no estoy diciendo que no es la manera de hacerlo, pero, ¿si usted utiliza esos US$10.000 para apoyar ese hermano que está implantando iglesias en la India? ¿Y si ese hermano que está implantando iglesias entra en un pueblo no alcanzado y tiene la oportunidad, tal vez, de dirigir líderes influyentes a Cristo, y empezar grupos de personas, y las iglesias se multiplican a través de estos grupos de personas?

¿Qué pasa si estas iglesias empiezan a enviar misioneros a otros grupos de personas de todo el mundo, y 30 años más tarde, tal vez usted no tiene cientos de miles de dólares que podrían tener en el banco, pero tienes miles y miles de almas que se van al cielo? Ese es un buen retorno de la inversión y, tal vez mucho mejor. Por lo tanto, pensar en ello desde esa perspectiva. Jesús dijo, “el que renuncia a todo, se le devolverá cien veces más.” Recuerde que este mundo no es nuestro hogar. Este mundo no es nuestro hogar.

El Evangelio y la Prosperidad

La Definición del “Evangelio de la Prosperidad”

Bien, la definición del “evangelio de la prosperidad.” Lo que hay en la teología de la prosperidad… el objetivo era llegar a este punto y decir, “¡Por supuesto que está mal!” Así que, espero que la conclusión esté clara. He aquí un resumen de la teología de la prosperidad de Kenneth Hagin, a quien algunos llaman el padre del movimiento “palabra de fe”.

Sin embargo, Jesús vino para redimirnos del poder de Satanás y su dominio sobre nosotros… Nosotros vamos a reinar como reyes en vida. Eso significa que tenemos el control de nuestras vidas. Estamos para dominar, no para ser dominado. Las circunstancias no están para dominarte. La pobreza ni gobierna ni reina sobre ti. Tú estás para gobernar y reinar sobre la pobreza. La enfermedad y el dolor no son para gobernar y reinar sobre ti. Tú estás para gobernar y reinar sobre la enfermedad. Estamos para reinar como reyes en vida por Cristo Jesús, en quien tenemos la redención.

Una parte de mí desea estar de acuerdo con esto y mencionar un montón de otros nombres en este momento, pero no lo haré, pero hay maneras en que esto está siendo defendido en las iglesias prósperas y exitosas en nuestra cultura. Es sutilmente engañoso. Lea las declaraciones de fe de esas iglesias de la fe, donde hablan sobre el deseo de Dios acerca de nuestra integridad financiera,…cuidado.

La definición del evangelio de la prosperidad: una teología que cree que el propósito de Dios es hacer a los creyentes sanos y ricos en esta vida. Esa es la definición. Dios quiere que disfrutemos de excesos. Disfrutamos de excesos, y vivimos como hijos del Rey. Esa es la frase que usted verá repetidamente. Aquí está el engaño del evangelio de la prosperidad: el error consistente está haciendo estragos sacando textos de los contextos. 3 Juan 2 es uno de los versículos principales que se utiliza. Este versículo: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.” ¿Tiene garantía de salud oración y la riqueza? Este verso oscuro en 3 Juan no es garantía de buena salud para todo el que confía en Dios.

Marcos 10:29-30 es un texto que se utiliza como una prueba popular de la teología de la prosperidad. Dice:

“Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna.

Ahora, hemos visto lo que el texto significa. Ciertamente, esto no es lo que Jesús está diciendo a Pedro: “No te preocupes. Ya que me han seguido y dejaste todo por mí, tengo un apartamento para ti en Jerusalén, uno de dos niveles para ti en los suburbios de Betania, una cabaña en las montañas de Carmel, y una casa en la playa del sur cerca de Cesárea. Están esperando por ti.

“¿Sabes lo que Pedro había esperado de él? Una cruz, cabeza abajo. Él iba a morir en una cruz. Eso nos lleva a la pregunta: ¿aquellos que proclamaban los beneficios de este pasaje, pagaron el precio? ¿Vamos a hablar y reclamar a la persecución? “Por la Palabra de Dios, yo reclamo aflicciones por el evangelio y palizas por el evangelio.” Usted no va a escuchar eso en la teología de la prosperidad Salmo 103:2-3 ” Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias.”

El Señor perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades. ¿Es esta una alabanza general o una promesa garantizada? Esta es una alabanza a Dios, no una promesa garantizada. Tuvimos una dulce hermana en nuestra familia de fe la semana pasada, que está luchando intensamente con el cáncer, y ella tiene fe. Ella conoce a Dios.

Ella es conocida por estar en oración con Dios, esa es su reputación, pero no le garantiza la sanidad divina, no en esta vida. Sí, en el cielo, no hay duda, pero Dios es capaz de sostenerla, de tal manera que me mira y dice: “A pesar de que estoy pasando por todo esto, e incluso si no salen bien, Voy a estar mejor. ” Dios es digno de alabanza.

El ejemplo contrario a teología de la prosperidad, la vida y enseñanzas de Jesús. No es el evangelio de la salud y la riqueza, es más el evangelio de los heridos y de los que no tienen hogar. Es un círculo cerrado. ¿Y si Dios puede lograr mayores efectos en nuestra muerte que en nuestra vida? Es ciertamente verdad en Cristo, y puede ser verdad en cualquiera de nuestras vidas. Juan 12:23-26 dice:

Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado. En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, produce mucho fruto. El que ama su vida la pierde; y el que aborrece su vida en este mundo, la conservará para vida eterna. Si alguno me sirve, que me siga; y donde yo estoy, allí también estará mi servidor; si alguno me sirve, el Padre lo honrará.

¿Qué me dices de la vida y las enseñanzas de Pablo? ¿No se parece más al evangelio de la adversidad que al evangelio de la prosperidad? Tenía prosperidad antes de Cristo y después de Cristo, tuvo la adversidad. Dios puede lograr mayores efectos en nuestra enfermedad que en nuestra salud. 2 Corintios 12:7-10, dice:

Y dada la extraordinaria grandeza de las revelaciones, por esta razón, para impedir que me enalteciera, me fue dada una espina en la carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca. Acerca de esto, tres veces he rogado al Señor para que lo quitara de mí. Y El me ha dicho: Te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí. Por eso me complazco en las debilidades, en insultos, en privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

El ora tres veces “, Quítalo de mi.” Dios no se lo quita, pero quiero decir, tal vez Pablo conocía a alguien. “Pablo vivía como el hijo del rey. Dice, clama, y demanda que Dios te sanará. “No, Dios tenía un propósito en la enfermedad. Dios tenía el propósito de mostrar su fuerza a través de Pablo.

Me encanta la cita de Randy Alcorn: “Cuando Pablo fue llevado en cadenas a su inmundo calabozo romano y decapitado por orden del enloquecido y opulento Nerón, dos representantes de la humanidad se enfrentaron, uno de los mejores y uno de los peores. Uno vivía para la prosperidad en la tierra, el otro no. Uno vive en la prosperidad en el cielo, el otro no. Recordamos a los hombres por lo que realmente eran, por lo que llamamos a nuestros hijos Pablo, y a nuestros perros Nerón.”

Los Peligros del “Evangelio de la Prosperidad”

Los peligros del evangelio de la prosperidad. Aquí están: el número uno, pervierte nuestra comprensión de las riquezas. ¿Es la riqueza siempre un signo de aprobación de Dios? Si es así, entonces, ¿qué dirá acerca de los traficantes de drogas y malversadores y todos los hombres locos y déspotas que vemos en la historia? ¡No! ¿Es la pobreza siempre un signo de desaprobación de Dios? Mira a Cristo, mira a Pablo, mira a Lázaro y la historia del hombre rico. Por supuesto que no. El evangelio de la prosperidad distorsiona nuestra comprensión de la riqueza.

En segundo lugar, está en desacuerdo con la finalidad de las riquezas. ¿Dios nos da más así que podemos conseguir más, o nos da Dios más para que podamos ofrendar más? En tercer lugar, la teología de la prosperidad minimiza los peligros de la riqueza. Esto minimiza los peligros. La riqueza no es sólo una bendición para el rey, sino que es también una barrera para el reino. Se alimenta el deseo de ser rico, mientras que la Escritura nos advierte contra el deseo de ser rico. Es peligroso.

A continuación, se ignoran las diferencias claras dadas en las Escrituras del Antiguo Testamento al Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento, sí, hay situaciones donde hay una abundancia de promesas de recompensa material para la obediencia espiritual, pero en el Nuevo Testamento, había una carencia, una evidente falta de promesas de recompensa material por la obediencia espiritual. No lo veo. En cuanto al lugar de culto, en el Antiguo Testamento, el templo es un edificio, en el Nuevo Testamento, el templo es como un cuerpo. Una diferencia muy grande.

En cuanto al propósito de la bendición, el propósito de la bendición de Dios es que las naciones, en el Antiguo Testamento, puedan venir y ver la gloria de Dios. En el Nuevo Testamento, el pueblo de Dios puede ir y hablar de la gloria de Dios. Teología de la prosperidad no toma en cuenta este cambio.

Cómo Cambia el Evangelio la Manera en la que Vemos Nuestras Riquezas

A continuación, la teología de la prosperidad elogia el lujo egoísta sobre la generosidad desinteresada. Se anima explícitamente a la gente a disfrutar de los placeres; experimentar toda una vida indulgente. Implícitamente conduce al pueblo a ignorar a los pobres.

He pensado en la teología de la prosperidad, mientras he caminado en medio de los barrios pobres de la India, donde las familias con tres, cuatro o cinco niños viven en chozas de ocho por doce metros, y se puede caminar en medio de las heces humanas que ensucian el suelo. Donde el agua es limitada y la comida es escasa y el barrio urbano continúa por millas sin fin, y la teología de la prosperidad no trabaja allí. Eso duele.

Sexto peligro de teología de la prosperidad: apela a los deseos de la carne en lugar de llamar a la gente a negarse a la carne, que es lo que vemos por todas partes en la Escritura. Lucas 9:23-24 ” Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa de mí, ése la salvará.” Además, Lucas 14:33,” Así pues, cualquiera de vosotros que no renuncie a todas sus posesiones, no puede ser mi discípulo.”

En séptimo lugar, Incentiva a la gente a perder su vida en cosas que no son duraderas. Esto lo vemos en Mateo 6:19-21. Dice: ” No os acumuléis tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre destruyen, y donde ladrones penetran y roban; sino acumulaos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre destruyen, y donde ladrones no penetran ni roban; porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.”

Octavo peligro: Exalta lo que Dios nos ha regalado, las cosas que recibimos de Dios, por encima de la gloria de Dios, el tesoro que tenemos en Dios. Cualquier invitación que dice: “Ven a Dios y consigue cosas materiales” ese no es el evangelio, aunque esas cosas sean buenas. Eso era contra lo que Jesús estaba luchando, Juan 6:35. “Jesús les dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed”. Él dice: “Yo soy el pan”.

Próximo, Esto abusa de Dios haciendo de él un medio para alcanzar un fin. Oh, si Dios es un boleto para más cosas materiales, entonces Dios es una herramienta para nuestros deseos egoístas de alcanzar un fin. En lugar de confiar en Dios para nuestras necesidades, comenzamos a usar a Dios para nuestras necesidades. En lugar de la intercesión centrada en Dios, la oración se convierte en una forma de coerción del hombre egoísta. Observa cómo esto afecta tantas cosas, es peligroso.

Esto se ha impregnado sutilmente en todo el cristianismo. No es fuera de nosotros, sino que está dentro de nosotros. Esto es evidente en lo poco que damos. Es evidente en cuánto tenemos. Hermanos y hermanas, de manera sutil, hemos creído esto, y nos está matando.

En undécimo lugar, ignora el propósito del sufrimiento. Los cristianos pueden sufrir a pesar de su rectitud. De hecho, los cristianos pueden sufrir a causa de su justicia. El sufrimiento es ordenado por Dios para sus propósitos.

De hecho, eso nos lleva a esto último, la teología de la prosperidad ignora la necesidad del sufrimiento. Juan 15:20: ” Acordaos de la palabra que yo os dije: “Un siervo no es mayor que su señor.” Si me persiguieron a mí, también os perseguirán a vosotros; “si guardaron mi palabra, también guardarán la vuestra.” Mateo 10:25,” Le basta al discípulo llegar a ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al dueño de la casa lo han llamado Beelzebú, ¡cuánto más a los de su casa!”.

‘Otro ejemplo de esto se encuentra en Hechos 14:22, “… fortaleciendo los ánimos de los discípulos, exhortándolos a que perseveraran en la fe, y diciendo: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. También, Romanos 8:16-18 dice: ” El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios, y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con El a fin de que también seamos glorificados con El.

Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada. 1 Pedro 4:12-14″ Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que en medio de vosotros ha venido para probaros, como si alguna cosa extraña os estuviera aconteciendo; antes bien, en la medida en que compartís los padecimientos de Cristo, regocijaos, para que también en la revelación de su gloria os regocijéis con gran alegría. Si sois vituperados por el nombre de Cristo, dichosos sois, pues el Espíritu de gloria y de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, por ellos El es blasfemado, pero por vosotros es glorificado”.

Por último, 2 Timoteo 3:12,” Y en verdad, todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, serán perseguidos”.

El Evangelio, Prosperidad y Persecución

Esto nos lleva a una conclusión adecuada: el evangelio, prosperidad y persecución. Hablamos de Laodicea y de la iglesia de Esmirna. Laodicea: Decían ser ricos, experimentaban la prosperidad. Ya saben que leí una cita de un pastor romano que era perseguido, escuchen lo que decía. “En mi experiencia”… este pastor romano que experimentaba la persecución… “En mi experiencia, el 95% de los creyentes que se enfrentan a la prueba de persecución, la superan, mientras que el 95% de los que se enfrentan a la prueba de la prosperidad se caen.” Que Dios nos ayude, esto se basa en Apocalipsis 3:15-20. Dice:

“Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque dices: “Soy rico, me he enriquecido y de nada tengo necesidad”; y no sabes que eres un miserable y digno de lástima, y pobre, ciego y desnudo, te aconsejo que de mí compres oro refinado por fuego para que te hagas rico, y vestiduras blancas para que te vistas y no se manifieste la vergüenza de tu desnudez, y colirio para ungir tus ojos para que puedas ver. Yo reprendo y disciplino a todos los que amo; sé, pues, celoso y arrepiéntete He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo”

Dios, ayúdanos a buscar nuestro tesoro en Cristo. Dios, ayúdanos a vestir a nuestra vida en Cristo. Por lo tanto, Él habla de ti, crees que eres rico, no. Dios, nos ayuda a fijar nuestros ojos en Cristo. Abre los ojos, mira claramente, y Dios nos ayude a volvernos a Cristo. “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él y él conmigo. ”

Esa es una oración para nosotros en este momento. Oración por una iglesia que enfrenta la persecución. Esta es una oración por nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo, Esmirna. Dios les da fe para vencer el miedo. Jesús dijo: ” ‘Yo conozco tu tribulación y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que son sinagoga de Satanás.

No temas lo que estás por sufrir. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El vencedor no sufrirá daño de la muerte segunda “Apocalipsis 2:9-10 en su pobreza y en su persecución, Dios, les dio paciencia y perseverancia para continuar, y Dios les dio una vida duradera, la vida eterna. La oración por todos nosotros, en medio de la prosperidad, la pobreza, la persecución: Dios, haz que nuestras vidas cuenten en la tierra como nuestros ojos están fijos en el cielo.

LESS THAN 1% OF ALL MONEY GIVEN TO MISSIONS GOES TOWARDS REACHING THE UNREACHED.

That means that the people with the most urgent spiritual and physical needs are receiving the least support. You can help change that!