Sesión 3: ¿Qué enseña el Nuevo Testamento sobre la riqueza? - Radical

Iglesia Secreta 8: El Evangelio, las Posesiones y la Prosperidad

Sesión 3: ¿Qué enseña el Nuevo Testamento sobre la riqueza?

El Nuevo Testamento ofrece a los cristianos una sorprendente cantidad de instrucción sobre el dinero y las posesiones. A través de las enseñanzas y el ejemplo de Jesús, así como de los Apóstoles, los cristianos pueden recurrir al Nuevo Testamento en busca de orientación sobre cómo abordar correctamente la riqueza. En esta sesión de Iglesia Secreta 8, el pastor David Platt explora las formas en que el Nuevo Testamento presenta sabiduría sobre el propósito y la función de la riqueza. Al examinar más de cerca la vida, las enseñanzas y las parábolas de Jesús, el pastor David Platt desglosa un enfoque centrado en Cristo hacia el dinero y las posesiones. Al permitir que el Nuevo Testamento moldee nuestra comprensión de estos temas, los cristianos pueden aprovechar mejor su riqueza para el Reino de Dios.

  1. La vida de Jesús
  2. Las enseñanzas de Jesús
  3. Las parábolas de Jesús
  4. Posesiones y los apóstoles

Posesiones y Jesús

Vamos a tratar de cubrir todo lo relacionado a Jesús y todo el Nuevo Testamento. Esto es, obviamente, donde somos del Nuevo Pacto, así que vemos a Jesús diciendo… ahora, Jesús es único en el sentido de que Él está hablando, todavía, en el contexto del Viejo Pacto… Él no ha muerto en la cruz, pero Él está sirviendo en el Nuevo Pacto. Entonces, a veces es un poco complejo, pero en el Nuevo Testamento nos toca estar bajo el Nuevo Pacto.

La Vida de Jesús

Entonces, la vida de Jesús. Él viene de una familia pobre. Vemos que Su familia da ofrendas económicas y era algo así como una excepción en Lucas 2:22-24. Dice: “Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor (como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor), y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos.”

Él estaba rodeado por una variedad de seguidores… pescadores, como Santiago y Juan… y ellos probablemente estaban un poco mejor que los demás porque tenían personas que trabajaban para ellos, empleados, en Marcos 1:19-20. “Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan su hermano, también ellos en la barca, que remendaban las redes. Y luego los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron.” Mateo, como colector de impuestos, probablemente tenía mucho dinero. Marcos 2:13-15 dice:

“Después volvió a salir al mar; y toda la gente venía a él, y les enseñaba. Y al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió. Aconteció que estando Jesús a la mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa juntamente con Jesús y sus discípulos; porque había muchos que le habían seguido.” Luego, el resto de ellos era, probablemente campesinos ordinarios. Es interesante. En los Evangelios vemos a Jesús atrayendo a los pobres y a los ricos. Lucas 7:36-39 da otro ejemplo de esto:

“Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa. Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume. Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora.”

De una familia pobre con una variedad de seguidores, Él dirigía un ministerio itinerante. Ahora, esto es importante. Jesús no se quedó en un solo lugar. Él viajaba. Los discípulos, que estaban con Él hicieron lo mismo. Entonces, Él diría cosas como en Lucas 9:57-58, “Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.” Entonces, eso es único que ellos no tenían un lugar fijo donde vivían, como una casa. Ahora, tenemos evidencia de que Pedro, probablemente, todavía tenía una casa a la cual ellos irían y se quedaban ahí, sin embargo, ellos tenían una ministerio itinerante con una misión intencional. Ya hablamos de ello en Lucas 4: 16-21. Como recordatorio, dice:

“Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. Se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor. Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.”

Jesús vino, y esto es la manera en que quiero describir Su misión. Fue una misión espiritual. Primariamente, Él vino a predicar las buenas nuevas. Él vino a predicar el Evangelio. Eso fue a lo que Él vino, pero esa fue una misión espiritual con ramificaciones sociales. Él vino para encausar necesidades profundas. Él vino al pobre, cautivo, al ciego, y al oprimido, según Lucas 4, y lo vemos sanando a las personas de sus enfermedades. Lo vemos diciéndole a los ciegos que pueden ver, levantar a los muertos. Entonces, hay ramificaciones sociales del Evangelio. Una misión social… Él está predicando buenas noticias, primariamente… con ramificaciones sociales.

Noten la universalidad de la misión de Jesús aquí en Lucas 4. Jesús no vino solo para la afección local; Él vino por adoración global. Esto es algo que ya hemos visto. Jesús vino por el perdido y desamparado, no solo por el pueblo de Israel. La universalidad de la misión de Jesús, y la radicalidad de la misericordia de Jesús. “Hoy es el día de salvación”, dijo Él. “Hoy, por quien ustedes habían añorado, del Viejo Testamento, está aquí. Se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros” de manera que esta es la vida de Jesús resumida.

La Tentación de Jesús

La tentación de Jesús. Esta historia se registra en el Mateo 4:1-11 dice:

“Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.

Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.”

Dense cuenta, mientras leen a través de Mateo 4, es interesante. Lo que ustedes encontrarán son todas estas tentaciones, al menos indirectamente sino directamente, llenas de posesiones. Todas estas tentaciones involucraban posesiones materiales, y lo que encontramos en lo que Jesús hace, para resistir esas tentaciones, es que la integridad espiritual es más importante que la prosperidad material.

La sustentación espiritual es más que la sustentación física. Hay una advertencia desde el principio del ministerio de Jesús, la atracción del mundo es fuerte, pero ¿Qué es lo que Jesús hace cada vez que es tentado con la atracción del mundo? Él cita la Palabra. El poder de la Palabra de Dios es suficiente. Es por eso que estamos pasando todo nuestro tiempo pensando acercad de la Escritura aquí, y puede parecer un poco laborioso, por momentos, pero la mejor manera con que podemos pelear contra el materialismo en nuestros corazones y en la cultura a nuestro alrededor es con la Palabra de Dios. Esta es la mejor manera. Integridad Espiritual es más importante que la prosperidad material.

Enseñanzas de Jesús

Las enseñanzas de Jesús. Ahora, lo que vamos a hacer es transitar por Sus enseñanzas en dos tipos de grupos. Vamos a ver Sus enseñanzas generales, Sus encuentros con personas y luego Sus parábolas. Entonces vamos a empezar con Sus enseñanzas generales, iniciando en el Sermón del Monte. “Bienaventurado son los pobres de espíritu porque de ellos es el reino de los cielos” Mateo 5:3. Jesús está diciendo que la bienaventuranza está reservada para la indigencia. Ahora, eso no necesariamente significa físicamente pobre, sin embargo la palabra “pobre de espíritu” ahí, literalmente significa, indigente… aquellos que están en indigencia por Dios… de ellos es el reino de los cielos.

En Mateo 6:1-4, vemos que la piedad no debe exhibir. El pasaje dice: “Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”

No den para ser vistos por otros. Eso no significa que es malo hablar acerca de dar y ese tipo de cosas, sino quiere decir acerca del motivo de nuestros corazones no debe ser nunca dar para obtener aplausos de los hombres. Luego en, Mateo 6, Jesús habla acerca de la oración y nos dice cómo orar. En Mateo 6:11-12, el Padre provee de provisión física. Le pedimos a Dios que satisfaga nuestras necesidades, no nuestras codicias.

“El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores” eso está basado en… recuerden, vimos esto en el maná del cielo… día tras día con provisión de pan. Dios satisface nuestras necesidades, no nuestras codicias. El Padre da provisión física y luego provee redención espiritual. Comida para nuestro estomago y perdón de nuestros pecados, todo completo ahí en Mateo 6:11-12. Ahora, empezando en Mateo 6:19 en el Sermón del Monte, aquí es donde vemos un bloqueo. Desde este punto en Mateo 6 hasta el final, un bloqueo en las enseñanzas acerca de las posesiones que es extremadamente importante.

Dos tesoros. Miren en Mateo 6:19-21, “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.” Noten aquí que Jesús no está en contra de acumular tesoros. Jesús no nos está diciendo: “No acumulen tesoros”. En vez de eso, Él le está diciendo a cada uno de nosotros en una cultura de riqueza, “Acumulen el verdadero tesoro”.

Podemos vivir por tesoros temporales que no podemos conservar que la polilla y el orín corrompen. ¿Suena esto como un sólido plan de inversión? Pongan sus tesoros donde serán robados. No. Jesús no está diciendo aquí exclusivamente que el materialismo es malo; Él está diciendo que es ridículo. Jesús no está diciendo que no invirtamos. Él está diciendo “Dejen de hacer inversiones estúpidas. Inviertan en lo que realmente importa”. Podemos vivir por tesoros eternos que no se pierden; tesoros que van a crecer y que nunca van a perecer. ¿Cuál es la mejor inversión?

Cuando usted piensa en ello de esta manera, dándose cuenta de lo que Jesús está diciendo. La generosidad no es un gran sacrificio; es humildemente egoísta. Jesús nos está diciendo que busquemos ganancias para nosotros mismos, y la manera en que podemos buscar esa ganancia para nosotros mismos es poniendo nuestras esperanzas y tesoros en el cielo. Eso es lo que Jim Elliot dijo, “No es tonto aquel que da lo que no puede retener para ganar lo que no puede perder” es simplemente inteligente evitar el materialismo. Wesley dijo, “Valoro todas las cosas solo por el precio que ganarán en la eternidad”

Esta es la imagen. Estamos almacenando… Randy Alcorn da un ejemplo en el libro que escribió, se los voy a leer:

“Imagínese que está vivo al final de la Guerra Civil en los Estados Unidos. Usted está viviendo en el Sur, pero usted es del Norte. Planea mudarse al Norte tan pronto la guerra termine. Mientras que en el Sur, usted ha acumulado grandes cantidades de monedas de la Confederación. Ahora, suponga que usted sabe, como un hecho, que el Norte va a ganar la guerra y el final es inminente. ¿Qué va a hacer con las monedas de la Confederación? Si usted es inteligente, solo hay una respuesta.

Usted cambia su dinero de la Confederación por la moneda Estadounidense, la única moneda que va a tener valor cuando la guerra termine. Usted solo conservará lo suficiente como para satisfacer sus necesidades a corto plazo. Como creyentes, tenemos conocimiento de un cambio que está por venir en la situación económica mundial. La moneda de este mundo no tendrá valor en nuestra muerte o al retorno de Cristo, ambas situaciones inminentes. Este conocimiento debería radicalmente afectar nuestra estrategia de inversión. Para nosotros acumular, bastamente, tesoros terrenales frente al futuro inminente es equivalente a acumular dinero Confederado. No solamente está mal, es estupido.” ¿Por cuál tesoro vamos a vivir, pregunta Jesús? Dos tesoros, y Él nos manda a vivir por los tesoros en el cielo.

Dos verdades… donde está tu tesoro, ahí estarán tu corazón. Aquí están las dos verdades: Numero uno, nuestro uso del dinero demuestra dónde está nuestro corazón. ¿Quiere saber donde está tu corazón? Mire sus libros, y verifique su presupuesto. Nuestro dinero no miente. Esto es humillante. Nuestro dinero demuestra donde está nuestro corazón, y nuestro uso de dinero determina hacia dónde va nuestro corazón. Donde esté tu tesoro, ahí estará tu corazón. El dinero guía, el corazón sigue. Las personas dicen, “Quiero tener mayor corazón para las misiones” entonces, ponga su dinero en las misiones. ¿Quiere un corazón para el perdido y el pobre? Entonces, ponga su dinero hacia el perdido y pobre. Usted no tendrá un corazón para el perdido y pobre si usted sigue comprando más y mayores accesorios y cosas; no va a pasar. El dinero guía, el corazón sigue.

Qué Enseña el Nuevo Testamento sobre la Riqueza

Justo después de esto Jesús habla acerca de dos perspectivas. “La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?” Mateo 6:22-23. Hay dos opciones aquí en relación a perspectiva, cómo vemos. Vista corta: Ojos enfocados en las cosas de la tierra. Preocupado con dónde usted y otros van a estar dentro de algunos años.

Así es como el mundo vive. Usted adquiere el siguiente accesorio, para estar más adelantado a su vecino. Los asesores financieros dicen, “Usted tiene que planear a futuro, para que sepa donde estará los próximos 20, 30, 40 y 50 años”. Quiero proponerles que este tipo de asesoría sea connotada como vista corta. Es, absolutamente, vista corta. Es tener vista corta vivir por el día cuando vamos a estar 60, 70 u 80 años con nuestro dinero.

Hay una perspectiva diferente, y es la vista larga: ojos enfocados en los tesoros de la eternidad. La preocupación no es donde nosotros u otros vamos a estar dentro de algunos años, sino la preocupación está dónde nosotros y otros vamos a estar dentro de algunos millones de años. No planeamos para lo que va a pasar los próximos 30 años, necesitamos planear para lo que va a pasar los próximos 30 millones de años, y gastamos el dinero en función de eso. Escoja sus inversiones cuidadosamente; determine cuál de ellas tiene un retorno mayor dentro de 30 millones de años, e invierta en eso.

Entonces, usted tiene un carro simple y dice, “Bueno, por esto puedo conseguir un mejor carro aquí. “ Luego usted mira ese dinero, quizás es 5 o 10,000 extra, y usted piensa, “O puedo invertirlo en una plantadora de Iglesia en la India que ira a un lugar inalcanzado para compartir el Evangelio” ¿Cuál de las dos va a tener un efecto dentro de 30 millones de años? Esto es algo sencillo. Esto cambia nuestra perspectiva de lo que hacemos.

Justo después de hablar acerca de nuestros ojos y la vista, Jesús dice, “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.” Mateo 6:24. Dos señores… noten que Jesús no dijo, “Usted no debe servir a Dios y al dinero”. Él dijo, “Usted no puede servir a ambos, Dios y el dinero; es imposible”, la decisión está ahí. Dinero en el trono y una vida desperdiciada en la búsqueda de riqueza en la tierra. O Dios en el trono, una vida invertida en la búsqueda de riqueza en el cielo.

Entonces desde ahí Jesús sigue hablando sobre no preocuparse. En Mateo 6:25-34, Él dice, “Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis?

Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.”

No os preocupéis acerca de la vida, y esto es donde vemos, algunas veces, nuestra búsqueda de cosas no solo como un deseo avaricioso por más. Es una manifestación de inseguridad en nuestros corazones. Jesús dice, “Buscad el reino de Cristo”. Los tesoros terrenales multiplican la preocupación. Cuando usted pone su dinero en el mercado de valores, su esperanza asciende y desciende en cosas. No haga eso. Esta es una manera miserable de vivir. Ponga su esperanza en Dios. Búsquelo a Él y a Su reino. Los tesoros terrenales multiplican la ansiedad; los tesoros celestiales garantizan seguridad. Aquí es donde está correcto.

Usted encuentra esto expuesto en Lucas 12: 32-34 donde Jesús está diciendo las mismas cosas, pero quiero que escuchen a lo que Él dice allá. “No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye. Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.” Ahora, Jesús acaba de decir vendan sus posesiones denlo a los pobres… una orden valiente… pero quiero que se den cuenta de lo que Él dice justo antes, “No teman, manada pequeña, porque a nuestro Padre le ha placido daros el reino” ese verso, justo ahí, esa es la clave para dejar ir nuestras cosas; es la clave para obedecer a Dios aún cuando tenemos ordenes duras como vender las posesiones y darlas a los pobres. La clave es que no tenemos que tener miedo, porque le ha placido a nuestro Padre darnos el reino.

Siga conmigo aquí. Confíe en el amor de Cristo. Jesús, justo antes de dar esta orden, Él dice, “ustedes tiene un pastor que los protege”. Ustedes son una manada pequeña. A Él le importas. Él los pastorea. Tienen un pastor que se deleita en ustedes. A su Padre le place darles. Si somos hijos de un Padre que se place en darnos. Tienen un Pastor que les protege, un Padre que se deleita en ustedes, y ustedes tienen un Rey que provee para ustedes. Al Padre le ha placido darles el reino. A la luz del reino que Él promete que les va a dar, a la luz de la herencia que a Él le place darles, a la luz del cuidado que Él provee, vendan sus posesiones y denlo a los pobres.

Ustedes no tienen razón para temer. Esas son buenas noticias. Confié en el amor de Cristo.

De vuelta al Sermón del Monte, Mateo 7:12. “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.” Satisfagan las necesidades de otros de la misma manera en que ustedes satisfacen las suyas. Esa es una enseñanza atrevida. ¿Dónde ha estado aplicando esto? Esto es enorme.

Ahora, nos movemos del Sermón del Monte a otras enseñanzas de Jesús. Lucas 6:20-26 nos da problemas sobre los ricos. “Y alzando los ojos hacia sus discípulos, decía:

Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis. Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, y cuando os aparten de sí, y os vituperen, y desechen vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre. Gozaos en aquel día, y alegraos, porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos; porque así hacían sus padres con los profetas. Mas ¡ay de vosotros, ricos! porque ya tenéis vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados! porque tendréis hambre. ¡Ay de vosotros, los que ahora reís! porque lamentaréis y lloraréis. ¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros! porque así hacían sus padres con los falsos profetas.”

Jesús profetiza el gran cambio aquí. Él está recordándoles que la manera en que las cosas se ven en la tierra ahora mismo, se verán diferentes en la eternidad. En la eternidad, muchos se van a encontrar a sí mismos en una condición opuesta de su situación terrenal. Esto es humillante, ¿No lo creen? Esto debería, al menos, causarnos una pausa.

Profetiza el gran cambio: Él promete una gran recompensa. Los seguidores de Cristo están dispuestos a resistir las durezas del presente para entonces experimentar la gloria futura. Él está hablando, Él está animando a aquellos que están pasando a través de momentos difíciles, y Él está diciendo, “Confíen en Mí. Confíen en Mí” usted va a Lucas 11:41-42, “Pero dad limosna de lo que tenéis, y entonces todo os será limpio. Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios.

Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello.” Él está hablando a las personas que están diezmando, pero que están obviando el punto. Él está diciendo “Damos el diezmo como Dios ordena, entonces es bueno. Ustedes deben” dice Él, “Ustedes están obligados a dar el diezmo” ahora, es interesante. Esto es uno de, realmente el único momento, hay un paralelo en el libro de Mateo donde Jesús menciona el diezmo. Él no ordena el diezmo aquí; Jesús nunca ordena que debamos diezmar. Él sí dice que estamos obligados a diezmar; es casi implícito, pero Él no lo ordena.

Damos el diezmo como la Palabra de Dios lo ordena, y entonces Él dice, vivimos con el amor que la justicia de Dios compele. El punto es dar a aquellos con un corazón que desea dar. Ahora, vamos a regresar a esto cuando hablemos sobre diezmar, así que guarden esto por ahí. Miren en Lucas 14:25-33. Dice:

“Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?

No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar. ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz. Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.”

Estos son algunos de los versos más chocantes. Grandes multitudes siguiendo a Jesús, y Él se vuelve a ellos y les dice: “Si van a venir en pos de Mí deben aborrecer a su padre, madre, y mujer, e hijos” piense en las implicaciones de esa verdad. Imagínese siguiendo a un oscuro maestro religioso, y Él volteando hacia ti diciendo, “Si me vas a seguir, necesitas odiar a tu mamá, papá, esposa e hijos” y lo siguiente que dice, “Si vas a seguirme, debes negarte a ti mismo, tomar tu cruz y seguirme. Levanta un instrumento de tortura y sígueme” Imagínese siguiendo a un oscuro maestro religioso en nuestros días., y Él mirándole diciendo, “Si me vas a seguir entonces debes cargar tu silla eléctrica y seguirme” Eso es extraño.

Si eso no es suficiente, llegue al final del pasaje, verso 33, “Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.” Renuncie a todo lo que tiene, cargue un instrumento de tortura, y odie a su madre, padre, esposa e hijos. Eso totalmente distinto a admitir, creer, confesar y hacer la oración. No estaba ni siquiera tan efectivo. Todos ellos se fueron. ¿Qué significa esto? Algunas personas dicen, “Bueno, eso es discipulado. Esto es para seguidores maduros” Esto fue Su introito.

Jesús requiere amor superior. Estamos para amarlo en una manera que haga que nuestras más cercanas relaciones en este mundo parezcan como que las odiamos, en comparación. Amor superior; En comparación a Cristo, odiamos a las personas que amamos. No es un mandamiento odiar a mamá y papá, esposa e hijos; y eso es enorme. Tenemos esta idea de obedecer a Cristo; es como si fuera de mala gana.

“ Oh!, Sé que debo dar, o sé que debo leer mi Biblia, o sé que debo orar”. Eso no es el Cristianismo. No llego a mi casa y le doy a mi esposa un gran abrazo y beso, y ella diría, “Bueno, dice en la página 45 de mi manual de matrimonio que estoy supuesta a hacer esto, una vez llego aquí” así no funciona. No hay afecto en eso. Cristianismo no es obediencia de mala gana; es un afecto superior por Cristo. Es un deseo por Él. Amor superior: esto cambia nuestras perspectivas, y esta es la belleza. Ahora, cuando nos relacionamos a esposa o hijos, o mamá o papá, nos relacionamos a ellos de manera apropiada porque ellos nos son superiores en nuestros afectos. Cristo es superior en nuestros afectos, lo cual nos libera para amarles de la manera que ellos necesitan ser amados. No idolatrándolos, pero para amarlos apropiadamente, amarlos como Cristo los ama.

Todo encaja. Tiene sentido. Jesús requiere amor superior. Jesús requiere lealtad exclusiva. Tome una cruz: A través de la cruz de Cristo morimos a la vida que vivimos. Morimos a nuestras vidas. Somos hombres y mujeres muertos. Esto cambia nuestras prioridades, y Él utiliza dos ilustraciones en ese pasaje. Somos obreros construyendo un edificio. Él está advirtiendo en contra de tomar una decisión emocional apresurada de seguirle. Él dice, “Calcule el costo como si estuviera edificando un edificio” y somos guerreros peleando una batalla, y eso es enorme. En tiempos de guerra, nos hacemos la pregunta “¿Qué puedo hacer para ayudar a la causa?” todo está devotado a la causa. En tiempos de paz, decimos “¿Cómo podemos estar más cómodos?” “¿Cómo podemos pasarla mejor?” ¿Qué tipo de cristianismo estamos viviendo ahora, tiempo de guerra o de paz?

Jesús requiere una pérdida total. Renunciar a todo lo que tiene. Entregarlo todo. Por la causa de Cristo, entregamos todo lo que tenemos. Esto cambia nuestras posesiones. Ahora, no todos los discípulos de Jesús, ni todos los seguidores de Cristo en el Nuevo Testamento dieron todas sus propiedades y posesiones. Ya hablamos acerca de Pedro. Él todavía tenía propiedades. Él todavía tenía posesiones. Ellos todavía tenían posesiones. Algunos lo dieron todo, sin embargo, la imagen es que todo estaba rendido; todo estaba dado por Cristo. Ahora, quiero ser cuidadoso, porque cuando utilizo el lenguajes como “Jesús requiere esto” “Jesús requiere aquello” quiero recordarle… es por esta razón que la primera parte es tan importante… eso no está diciendo que estas son condiciones que tenemos que llenar para ser aceptados por Jesús. Esto no es lo que se está diciendo en lo absoluto.

En vez de eso, lo que esto está diciendo es que cuando nos damos cuenta de quién es Jesús y de Su autoridad sobre nosotros… Jesús es el Señor y Él sí requiere… si Jesús requiere o demanda cosas de nosotros o nos roza incorrectamente, es probable que exista una situación particular con nuestro entendimiento del señorío de Dios. Cuando nos damos cuenta de que Jesús tiene toda la autoridad en el cielo y en la tierra, entonces el hecho de que Él requiera cosas de nosotros tiene sentido, y espera que nosotros hagamos cosas, pero no son condiciones que tenemos que cubrir. Es la absoluta autoridad de Jesús sobre nosotros. No lo olviden… hablamos acerca de ello anteriormente… Dios da lo que Él demanda. Él permite esto. Es gracia, así que mantengan eso en la mente.

Si usted busca en Marcos 8:34-37, hay términos económicos por todas partes en este pasaje: “Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”

Jesús está diciendo no vivimos por la gratificación de este mundo. No vivimos para este mundo. Vivimos para la ganancia del mundo por venir. Si salvamos nuestras vidas físicas aquí a costa de nuestro bienestar espiritual, finalmente perderemos ambas, pero si perdemos nuestras vidas aquí siguiendo a Cristo y proclamando el Evangelio, preservaremos nuestras vidas por toda la eternidad. Escojamos lo último.

Entonces, regresamos a Marcos 10:17-31, la historia del joven rico. Leamos este pasaje bien rapidito. “Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.

Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas! Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. Ellos se asombraban aun más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?

Qué Enseña el Nuevo Testamento sobre la Riqueza

Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, más para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios. Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido. Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna.”

Un rico, joven, con influencias, se acerca a Jesús. Si era necesario que alguien entrar, entonces este joven era uno de ellos. Piense en todo lo que él podía hacer por el reino. Él se acerca, y pregunta, “¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna?” él es un buscador entusiasta. Es decir, incline su cabeza, cierre sus ojos y firme la tarjeta. Este joven está en este tipo circuito social. En vez de eso, Jesús no tiene alguno de los métodos que tenemos hoy, y entonces, él tiene las agallas de mirarlo y decirle, “vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres” el ejemplo clásico de dejar ir el pez gordo. El joven da vuelta porque tenía una gran riqueza, dice Marcos 10.

Ahora, cuando llegamos a este pasaje tenemos que ser cuidadosos. Hay dos errores aquí que usualmente universalizamos en este pasaje. Decimos “Bueno, Jesús le dice a todos que entreguen todo lo que ellos tienen a los pobres” eso no es lo que Jesús está diciendo. Hemos hablado acerca de eso. No es lo que Jesús le está diciendo a cada seguidor, pero al mismo tiempo… y eso como que da cierto respiro… el segundo error que se comete es minimizar esto, porque si este pasaje nos enseña algo es que Jesús le dice a alguien que venda todo lo que tiene y lo de a los pobres.

Me encanta lo que un escritor dijo, “Que Jesús no le haya ordenado a todos sus seguidores que vendan sus posesiones le da aliento, solo a aquellos, a quienes Él se los ordenaría”. Las personas dicen que el punto de esta historia es que Cristo está supuesto a ser el centro de nuestros afectos, y para este hombre era el dinero. Para otras personas es otras cosas, y entonces el único punto que realmente tenemos que dejar es los ídolos en nuestros corazones. Esa interpretación es incuestionablemente cierta y absolutamente inadecuada. Es cierto, sí, ese es el punto, sin embargo esto habla a las posesiones, y tenemos que vernos a nosotros mismos ahí. Somos ricos, y este texto nos está mostrando la poderosa relación entre la condición espiritual y las riquezas.

¿Qué nos enseña este pasaje? El llamado de salvación de Jesús demanda una rendición total. Para eso está llamando a este hombre, a rendirse de manera total. La salvación no es cuestión de una reforma externa. Si miramos este pasaje, y Jesús dice, “Obedece los mandamientos. Vende tus posesiones”. Lo que Jesús está haciendo, y lo que Él hace similar en el Sermón del Monte, en Mateo 5, este joven pensó, “Puedo hacer esto. Puedo llegar al reino por lo que hago”. Entonces, lo que hace Jesús es que eleva la barra a un nivel completamente nuevo.

Entonces lo que Él hace, a través de todo esto, es que muestra que el joven no lo puede hacer por sí mismo. La Salvación no es cuestión de una reforma externa; la Salvación, al final, es cuestión de una transformación interna. Él debe ser conquistado por un afecto superior por Cristo, y confiar en Cristo que le va a permitir hacerlo. Eso tiene que pasar en el interior, y todo el pasaje pende de cómo él veía a Cristo. Él viene y dice, “Maestro bueno”. Jesús no es meramente un maestro respetable; Jesús es el soberano Señor. Esto es enorme. Jesús no tiene la intención de ser una voz entre muchas en cómo usamos nuestras posesiones. Él quiere ser el Señor sobre cómo utilicemos nuestras posesiones. Él es el soberano Señor, y Él demanda una rendición total.

Jesús nos llama a dar sacrificialmente porque Él nos ama. Marcos 10:21 dice, “Entonces Jesús, mirándole, le amó” Jesús ama lo suficiente a los ricos para decirles la verdad. Cuando Jesús nos dice cosas duras, Él no nos dice estas cosas porque no le agrademos. Él nos dice estas cosas porque nos ama.

Jesús da mandamientos, no consideraciones. Hay cinco mandamientos en ese pasaje. Como seguidores de Cristo, no consideramos opciones. Como seguidores de Cristo, obedecemos. Algunas personas miran este pasaje y dice, “Bueno lo que Jesús estaba diciendo era que este nombre necesitaba estar dispuesto a vender sus posesiones”. El único problema con esa interpretación es que no es cierta. Si eso era lo que Él quiso decir, entonces lo hubiera dicho. “Deben estar dispuestos”, Él dijo, “Vende tus posesiones” y con eso quiso decir “Vende tus posesiones.”

Jesús no quiere quitar de nosotros los placeres; Él quiere satisfacernos con Su tesoro. Me encanta esto, “Ve y vende todo lo que tienes, dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo” No lo está apartando del tesoro. Él lo está llamando al tesoro. Es lo que ya hemos visto en Mateo 6. Él no está diciendo, que no te importen los tesoros. Él le está diciendo, comienza a ver el verdadero tesoro. ¿Queremos una inversión impredecible o queremos ahorros inexhaustibles?

El amor por las posesiones, al final, e inevitablemente nos robará del gozo para el cual fuimos creados. El rostro de este hombre cayó. Él se fue lejos triste porque él tenía una gran riqueza. Ese es el único momento en Marcos cuando alguien es llamado por Jesús, a Sí mismo, que lo rechaza. ¿Por qué se fue? Porque estaba ciego, él no vio la profundidad de su necesidad. Su rostro se entristeció. Él tenía tantos deseos cuando vino a Jesús, y se apartó del gozo. ¿No es eso trágico? Él se aparta del único que puede traerle el gozo que tanto anhela, aferrado a sus posesiones porque él piensa que le resolverá. Sus manos estaban llenas. Él se apartó triste porque tenía una gran riqueza.

Cuatro más aquí. Desesperadamente necesitamos darnos cuenta la naturaleza de muerte de nuestras posesiones. Jesús mira a sus discípulos y les dice “¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!” Es duro. Fue impactante para los discípulos, y es chocante para nosotros. Estamos acostumbrados a reconocer la riqueza como bendición. La pregunta es, “¿Estamos dispuestos a darnos cuenta de que la riqueza es usualmente una barrera?” es difícil para el rico.

La Salvación es absolutamente imposible para cualquier persona, fuera de gracia de Dios. Él elabora entonces, “¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas! Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.” Ahora, ese verso también es, usualmente, malinterpretado. Algunas personas dicen, “Bueno hay una puerta que guía a la ciudad que es llamada ojo de la aguja, y para que el camello cruce tiene que postrase y arrastrarse” el único problema con eso es que no es cierto. No existe ningún registro de ese tipo de puerta, al menos no hasta el siglo nueve. Algunos dicen que ni siquiera hasta el siglo 19. Tratar de hacer es obviar el punto.

El punto es que no se puede hacer. Es imposible. No algo como “Es difícil, y tiene que arrodillarse”. Es imposible. La salvación es absolutamente imposible para cualquier persona fuera de la gracia de Dios. Usted no hace nada para ganar la salvación. Dios nos da la salvación a nosotros. Esto es tan importante. Dios no nos vende la salvación. Dios no canjea la salvación. Dios no es está esperando lo que usted pueda aportar a la mesa, porque no usted no tiene nada que ofrecer. Él nos da salvación. Dios nos da la salvación a nosotros, y Dios habilita el sacrificio en nosotros.

Solo Dios pudo, tan radicalmente, cambiar el corazón de un hombre para que el venda sus posesiones, dar al pobre, y seguir a Cristo. Eso era lo que él necesitaba; él necesitaba un cambio en su corazón. Solo Dios puede hacer esto en nuestras vidas. Solo Dios puede hacerlo en nuestras congregaciones. Necesitamos que Dios lo haga. No podemos manufacturarlo.

Dos más de este pasaje. Jesús nos libera de nuestra propia esclavitud y de nuestras posesiones. Pedro le replica diciendo “Hemos dejado todo para seguirte”. Ahí hay libertad. Somos libres de doquiera Él nos llame, y dar lo que sea que Él pida. Ahí es donde queremos estar ¿cierto? Libres para ir en doquiera Él nos llame. Libres para dar lo que sea que Él nos pida.

Finalmente, Jesús unifica Su pueblo para disfrutar y animarnos unos a otros en la misma manera en que ellos lo hicieron con Él. Él dice, “No hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios, que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.” Cuando usted se da radicalmente a Jesús… siga esto… la Iglesia no parece como una idea abstracta. Quizás pierda a su familia porque ha seguido a Jesús, pero usted obtiene hermanos, hermanas y madres. Se da cuenta que el padre no es mencionado, porque tenemos a un Padre.

Usted está ganando toda una familia; y la Iglesia es esa familia. El sacrificio ya no parece un término apropiado. Me encanta esto. Aquellos que dice, “He dado todo”, Jesús dice, “Tendrás cien veces más” eso es una ganancia. Este mundo ya no parece un hogar inadecuado, no solo en este siglo sino en el venidero, la vida eterna.

En Lucas 19:1-10, esta Historia es Seguida por Zaqueo

“Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí. Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo:

Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador. Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.”

Jesús va a su casa. Zaqueo se paró y dijo, “He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado” Jesús le dijo: “Esa es una buena idea. Ese es un buen ejemplo, Z aqueo ¿Está seguro que eso es lo que quieres hacer?” No, Jesús le dijo… y esto es sobrecogedor… ¡“Hoy la salvación ha llegado a esta casa”! Wao! Los fundamentos de la salvación: Gracia Divina, un encuentro con el Hijo del Hombre, que vino a buscar y a salvar aquellos que se habían perdido. El fruto de la salvación es solo generosidad. Justicia y generosidad. Siguiendo justo en los rieles del joven rico, intencionalmente, en el libro de Lucas; dándolo todo.

Bueno, siguiente historia en Marcos 14: 3-9. “Pero estando él en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer con un vaso de alabastro de perfume de nardo puro de mucho precio; y quebrando el vaso de alabastro, se lo derramó sobre su cabeza Y hubo algunos que se enojaron dentro de sí, y dijeron: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume? Porque podía haberse vendido por más de trescientos denarios, y haberse dado a los pobres. Y murmuraban contra ella.”

Pausemos ahí por un momento. ¡Oh! Esta historia… una mujer llega con un vaso de alabastro de perfume de nardo, muy costoso, y lo vierte en la cabeza de Jesús. Algunos dijeron: “¿Por qué se desperdició este ungüento de esta manera, porque se pudo haber vendido por más de 300 denarios y haberlos dado a los pobres?”. Murmuraron de ella.

“Pero Jesús dijo: Dejadla, ¿por qué la molestáis? Buena obra me ha hecho. Siempre tendréis a los pobres con vosotros, y cuando queráis les podréis hacer bien; pero a mí no siempre me tendréis. Esta ha hecho lo que podía; porque se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura. De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella.”

Desafortunadamente, este texto sirve de prueba clásica para acerca de la complacencia hacia los bienes. Me ha sido citado en tantas ocasiones por diferentes personas cuando estoy hablando acerca de dar a los pobres, y ellos dicen “no es tan importante. Es decir, Jesús mismo dijo: Los pobres siempre estarán con nosotros” como si fuera “Bueno… está bien, ellos siempre van a estar hambrientos, por lo tanto, déjenlos pasar hambre” no solamente es una lógica absurda, sino que están confundiendo, completamente el punto en este texto, Jesús no está devaluando la justicia social.

Cuando dice, “cuando queráis les podréis hacer bien” la implicación es que usted necesita ayudar al pobre en cualquier momento que quiera. Usted necesita hacerlo de manera regular. Jesús hace esto durante todos los evangelios. Él no está devaluando la justicia social; Él está condenando la auto justificación. Él refuta a aquellos que está acusando a esta mujer, no porque ellos estaban preocupados por el pobre, sino porque ellos estaba mostrando auto-justificación y afirmándose ellos mismos sobre ella. Esta es una ocasión única en la historia redentora que es digna de un regalo espléndido.

Cuando Jesús está a punto de ir a la cruz; que alguien de una ofrenda tan costosa como esta, tiene sentido. Esto no viene a ser un estándar para toda la exageración que existe en el mundo hoy. La práctica normal en la historia redentora es que incluye constante generosidad. Lo que este pasaje nos enseña es que Jesús está complacido con un regalo extravagante antes de ir a la cruz, y Él, normalmente, espera que las personas se interesen por el pobre. Eso es lo que este pasaje enseña.

Tenemos a Deuteronomio 15:4-5, el cual dice, “para que así no haya en medio de ti mendigo; porque Jehová te bendecirá con abundancia en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la tomes en posesión, si escuchares fielmente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y cumplir todos estos mandamientos que yo te ordeno hoy.” Luego tenemos a Deuteronomio 15:11, “Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra.” A todo esto, no olvide cuando vimos anteriormente, justo después de esto Él dijo, “abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra”

Entonces, el siguiente, Marcos 11:15-17, la limpieza del templo. Dice:

“Vinieron, pues, a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y no consentía que nadie atravesase el templo llevando utensilio alguno. Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.”

El templo está diseñado para mostrar la pureza de Dios. Esto es claro. Dios desea que Su pureza y Su santidad sean mostradas en el Templo. Jesús está volteando las mesas mientras ellos hacían riquezas, Él nos está mostrando que Dios no está para ser adorado por una ganancia mundana. Él cita de Jeremías 7: 5-11 hablando acerca de cómo esto no era una cueva de ladrones. El pasaje dice:

“Pero si mejorareis cumplidamente vuestros caminos y vuestras obras; si con verdad hiciereis justicia entre el hombre y su prójimo, y no oprimiereis al extranjero, al huérfano y a la viuda, ni en este lugar derramareis la sangre inocente, ni anduviereis en pos de dioses ajenos para mal vuestro, os haré morar en este lugar, en la tierra que di a vuestros padres para siempre. He aquí, vosotros confiáis en palabras de mentira, que no aprovechan. Hurtando, matando, adulterando, jurando en falso, e incensando a Baal, y andando tras dioses extraños que no conocisteis, ¿vendréis y os pondréis delante de mí en esta casa sobre la cual es invocado mi nombre, y diréis: Librados somos; para seguir haciendo todas estas abominaciones? ¿Es cueva de ladrones delante de vuestros ojos esta casa sobre la cual es invocado mi nombre? He aquí que también yo lo veo, dice Jehová.”

Esto no es adoración por una ganancia mundana. No solo esto, el templo está diseñado, no solo para mostrar la pureza de Dios, sino para reflejar el propósito de Dios. Dios tiene la intención de que adoración sea para gloria mundial. Este es el asunto, cuando Él dice “mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones” nos enfocamos en la primera parte. Decimos, “estamos supuestos a… cuando nos juntamos… estamos supuestos a orar” ese no es el punto. Isaías 56:6-7 es una profecía acerca de cómo las naciones vendrán al templo a adorar. La profecía dice:

“Y a los hijos de los extranjeros que sigan a Jehová para servirle, y que amen el nombre de Jehová para ser sus siervos; a todos los que guarden el día de reposo para no profanarlo, y abracen mi pacto, yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán acepto sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.”

El templo fue configurado en cortes. La corte de los gentiles que estaba afuera. Luego una corte interna donde solo judíos podían entrar. Había un letrero que decía “Gentiles, no pasar”. Luego tenemos en el centro el Lugar Santísimo, y en la medida en que se progresa hacia el centro, menos personas podían tener acceso, ¿cierto? ¿Dónde pusieron todas estas mesas? ¿En el Lugar Santísimo? Definitivamente no. Fueron puestas en la corte de afuera, la corte donde estaban los gentiles. El lugar que estaba designado para que las naciones vinieran y encontraran la gloria de Dios, lo habían preparado como un mercado. Había disgregado el propósito de Dios y dijeron, “Que las naciones se vayan al infierno” por eso era que estaba volteando las mesas. Porque ellos obviaron el punto de adoración, y abusaron de él con sus posesiones.

El siguiente pasaje, Marcos 12: 13-17, está preguntando acerca de los impuestos, y básicamente, ellos pensaron que estaban en atrapando a Jesús, cuando le hicieron estas preguntas sobre los impuestos.

“Y le enviaron algunos de los fariseos y de los herodianos, para que le sorprendiesen en alguna palabra. Viniendo ellos, le dijeron: Maestro, sabemos que eres hombre veraz, y que no te cuidas de nadie; porque no miras la apariencia de los hombres, sino que con verdad enseñas el camino de Dios. ¿Es lícito dar tributo a César, o no? ¿Daremos, o no daremos? Mas él, percibiendo la hipocresía de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? Traedme la moneda para que la vea. Ellos se la trajeron; y les dijo: ¿De quién es esta imagen y la inscripción? Ellos le dijeron: De César. Respondiendo Jesús, les dijo: Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaron de él.”

Qué Enseña el Nuevo Testamento sobre la Riqueza

Decir, “Sí, usted debería pagar impuestos” sería mostrar alianza a Roma; decir “No sería una rebelión y causa para castigo. Entonces Él afirma el pago de los impuestos y dice, “Den sus impuestos al gobierno. Permítanme ver una moneda. ¿Tiene al Cesar, cierto? Bueno, entonces, den sus impuestos al gobierno “, pero al mismo tiempo, sus vidas le pertenecen a Dios. El gobierno no es soberano, el Cesar no es soberano, pero Dios sí es soberano. Entonces, pueden dar sus impuestos a su gobierno, y pero den su confianza a su Dios. Den sus impuestos al gobierno y den su confianza a su Dios.

Marcos 12:38-44, esta es una historia fascinante, dice:

“Y les decía en su doctrina: Guardaos de los escribas, que gustan de andar con largas ropas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas; que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones. Estos recibirán mayor condenación. Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento.”

Pónganse en el role del consejero financiero de esta mujer. Solo le quedan dos monedas. Ella dice, “Pienso que lo voy a dar todo” “Bueno eso es dulce pero pensemos en esto. Dios quiere que comas, Dios quiere que cuides de ti misma, y has sufrido suficiente. Dios entiende. Aférrate a tus dos blancas”. Jesús la mira… esto, de por sí, es suficientemente intimidante, ver a Jesús observando lo que está sucediendo aquí. Él está mirando cada detalle en la medida en que las personas ponen sus monedas, conociendo cada detalle del dinero que gastamos.

Él la mira poniendo estas dos, sus últimas dos ahí, y la elogia por eso. ¿De qué se trata esto? Jesús elogia la entrega sacrificial más allá de nuestra disponibilidad para dar. Esto no está diciendo que cada viuda está supuesta a dar todo lo que tienen; no tenemos que universalizar esto. Jesús está elogiando la entrega sacrificial, y Él está mostrándonos que el sacrificio es medido más por el riesgo relativo que por el monto. Ustedes dirán, “¿Qué quieres decir?” no es que ella puso la mayor ofrenda, ¿cierto?

Monetariamente hablando ella depositó dos blancas, sin embargo, su sacrificio fue mucho más grande. La sinceridad es medida más por la humildad abnegada que por la autopromoción de piedad. Eso es cuando usted lo mira en el contexto; la imagen es que Él está contrastando lo que ella había hecho respecto de lo que los líderes hicieron.

Las Parábolas de Jesús

Perfecto, ahora las parábolas de Jesús. Casi un tercio de las parábolas de Jesús se vinculaban directamente con dinero y posesiones. Usualmente, Jesús utiliza el dinero para ilustrar un entendimiento apropiado del reino. Es una ilustración, sin embargo, nos muestran un entendimiento apropiado del reino que transforma el uso de nuestro dinero.

Entonces, tenemos una parábola de dos deudores. La parábola está registrada en Lucas 7:36-43 y dice de la siguiente manera:

“Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa. Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume. Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora. Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro.

Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más? Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado.”

Jesús celebra con los pecadores, y a Jesús le importa los parias. Entonces, Él está atrayendo, una vez más, al rico y al pobre. La parábola de la semilla entre espinos. Marcos 4:18-19 “Estos son los que fueron sembrados entre espinos: los que oyen la palabra, pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa.” La semilla se levanta y lo engañoso de las riquezas y el deseo por cosas entra en escena y ahogan la Palabra. Escuchen esto: Las posesiones pueden mantener a las personas fuera del reino de Dios.

Siguiente, la parábola del tesoro escondido y la perla preciosa, y me encanta esta. Mateo 13:44-46, “Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.” Entonces, un hombre caminando en el campo se encuentra con un tesoro. Vale más que cualquier cosa que tenga o pudiera tener, entonces ¿Qué hace? Él lo deja. Él va y vende todo, y las personas dicen,

“¡Estás loco! ¿Vas a venderlo todo?” él dice, “voy a comprar el campo de por allá” ellos dicen, “¿Por qué vas a comprar ese campo?” él dice, “Tengo una corazonada”. Sonríe, y se va. Ellos piensan que él está loco, pero él sabe que encontró digno de perder todo aquello que tenía. Encontramos a alguien por el cual vale la pena perderlo todo, y ese es el punto. Él encontró algo por lo que vale la pena que todo se pierda. Hemos encontrado a alguien que vale más que cualquier cosa que poseamos. Cristo es nuestro tesoro. Abandonar las posesiones por Cristo no es un sacrificio. Abandonar las posesiones por Cristo es sabio.

La parábola del Buen Samaritano. En Lucas 10:29-37 dice,

“Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo? Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo. Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese. ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? El dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.”

Esto no es solo una historia acerca de ayudar a otras personas. Esta es una historia acerca de necesitar un nuevo corazón… necesitar un nuevo corazón. La realidad es que lo que Jesús hace, diciendo esta historia, es exponer a este maestro de la ley que le está haciendo la pregunta de que hay un problema en su corazón. Él está tratando de justificar a quién él debe dar. Él necesita un nuevo corazón, el corazón de la misericordia. Ver el amor que Dios requiere. Esto es Mateo 22:37-40,

“Y después de todos murió también la mujer. En la resurrección, pues, ¿de cuál de los siete será ella mujer, ya que todos la tuvieron? Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios. Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo. Pero respecto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por Dios, cuando dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob?

Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. Oyendo esto la gente, se admiraba de su doctrina. Entonces los fariseos, oyendo que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una. Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.”

Amarlo con todo tu corazón, alma y cuerpo. Indivisible amor por Dios, y amor desinteresado por los demás. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Piense en eso. ¿Hemos hecho esto por alguien alguna vez? Lo que este samaritano hizo cuidando a este hombre necesitado en el camino, ¿Alguna vez ha cuidado a alguien de esta manera? ¿Ha trabajado para obtener todo lo que ellos necesiten, sin preguntar, proveyendo para lo que ellos necesitan? Apuesto a que usted lo ha hecho por usted mismo. Jesús dice que usted está supuesto a amar a otros de la misma manera. Eso es fuerte.

Miren lo que requiere el amor de dios; abrace el amor que Dios ofrece. No pierda eso. El punto de esta historia es que tenemos que darnos cuenta de nuestra propia pobreza. Este hombre creyó que se podía justificar a sí mismo. Tienen que darse cuenta que él necesitaba… si se hubiese dado cuenta desde el principio, cuando Jesús dijo, “La ley dice: ama a tu prójimo como a ti mismo; has esto y vivirás” si él hubiera dicho “pero no puedo hacer esto. Necesito ayuda para hacer esto” entonces eso hubiese cambiado toda la conversación.

Necesitamos ver nuestra pobreza y recibir Su misericordia. Cristo nos ha amado de esta manera. Antes que podamos mostrar el tipo de misericordia que vemos en Lucas 10 a otros, necesitamos recibir ese tipo de misericordia de parte de Dios. Entonces, somos libres para dar el amor que Dios requiere; Su amor nos compromete. El amor por Dios resulta en amor por otros. No somos motivados a cuidar del pobre por culpa. Si sabemos que tenemos que hacer y nos sentimos culpables, eso no es suficiente. Eso es el Levita y el Sacerdote mientras pasaban de largo. Ellos sabían lo que tenían que hacer.

Somos motivados a cuidar al pobre por el Evangelio por el hecho de que Dios nos ha salvado cuando estábamos en necesidad. Cuando nos damos cuenta de que estamos en la indigencia por Él, y Él nos sacó del pozo, nos hace subir de ese pozo, entonces tiene sentido para nosotros que cuando vemos a alguien en la misma condición lo hagamos subir también. Su amor es comprensible; la misericordia no restringe a quien ama. La misericordia no restringe cuánto alguien es amado. Es comprensivo, y Su amor es costoso. La misericordia de Dios envuelve un gran sacrificio, y la misericordia de Dios guía hacia una gran recompensa. Guía a una gran recompensa.

Esto, totalmente, no hizo justicia a la Parábola del Buen Samaritano. La Parábola del rico necio. En Lucas 12:16-21,

“También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.”

La tierra de un hombre rico produce mucho. Él pensó: ¿Qué haré? ¿No tengo donde más guardar mis frutos? Él dijo: “Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate” Dios le dijo, “: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?” entonces aquel que acumula tesoros para sí no es rico para con Dios. El hombre es codicioso, deseando más y más. El hombre es consumido con la adquisición de más y más posesiones. Él es avaro.

El hombre es egoísta. Seis veces ve el pronombre personal “yo”, “Yo haré esto, yo obtendré esto, yo ganaré esto” Él acumuló posesiones para sí mismo, y él guardo posesiones de Dios. Un hombre centrado en sus posesiones, no centrada en Dios, y su alma le fue requerida. El hombre está auto-condenado, no porque es rico. Él no es condenado por Cristo porque es rico, sino porque es idolatra, porque su vida ha demostrado un amor por las posesiones. La codicia es idolatría. Vamos a ver esto una y otra vez. La codicia es idolatría, y destruye y daña nuestra alma.

La parábola de la gran cena Lucas 14: 17-21,

“Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado. Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses. Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses. Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir. Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos.”

Salga e invite personas. Si las personas están muy ocupadas, y dan la espalda, entonces Él invita a los menos esperados. El reino de les pertenece a los menos esperados. El reino le pertenece a los menos apegados. Esos tres hombres que fueron invitados dijeron “Acabo de casarme; por lo tanto, no puedo ir” “He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos” “He comprado una hacienda y necesito ir a verla” esas no son cosas malas. Una esposa no es algo malo. Una hacienda no es algo malo; cinco yuntas de bueyes, no es algo malo, pero son cosas buenas a las cuales nos apegamos, es posible estar tan enfocados en los tesoros terrenales, buenos tesoros terrenales, que se pierden los tesoros eternos.

Las cosas buenas pueden apartarnos del Reino de Dios. La Parábola del mayordomo deshonesto está por todas partes cuando ve comentarios acerca de Lucas 16: 8-13, la parábola es como sigue:

“Y alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente; porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz. Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas. El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro? Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”

Trata, básicamente, acerca del manejo sabio, pero ese no es el punto. Una conclusión primaria aquí cuando lee Lucas 16, el uso de las posesiones terrenales para obtener propósitos eternos. Jesús está alabando el manejo de las posesiones terrenales para alcanzar propósitos eternos. En lo que tiene que ver con nuestro dinero, podemos servir al dinero y usar a Dios para nuestros propios medios, o podemos servir a Dios y usar el dinero para alcanzar Su misión. El dinero hace de buen sirviente pero de un maestro horrible.

Tres puntos a considerar aquí, porque Él continúa para luego hablar acerca de que quien es fiel en lo poco, también será fiel en lo mucho. Aquel que es deshonesto en lo poco, es deshonesto en lo mucho. Nuestra fidelidad con pequeñas tareas muestra nuestra fidelidad para tareas mayores. Estamos siendo continuamente examinados en las pequeñas cosas, hermanos y hermanas. Esto es echar por tierra a todos “si solamente…” “Si solamente tuviera más dinero, diera más a los pobres” si usted no le da a los pobres de manera sacrificial con un poco de dinero, entonces usted no le va a dar a los pobres cuando maneje mucho dinero. Nuestro tratamiento con los recursos materiales demuestra nuestra integridad con las riquezas espirituales. Nuestra administración de los tesoros de otros refleja nuestra responsabilidad con nuestros propios talentos. La real integridad de alguien es lo que ellos hacen con los recursos de otros. Ese es todo el punto. Se nos han confiado recursos de Dios.

La Parábola del hombre rico y Lázaro. Lucas 16:22-26,

“Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.”

Un hombre rico está disfrutando de sus bienes, y el hombre pobre estaba sentado afuera de casa, en las puertas, recogiendo las migajas del hombre rico. Ambos mueren. El hombre rico va al infierno; el hombre pobre, Lázaro, va al cielo. El hombre rico, en el infierno, está rogando, “Permíteme refrescarme un poco” “No, hay un puente que nos divide, entre el cielo y el infierno, que nunca podrás cruzar”. Él les ruega que vayan y le digan a sus hermanos acerca de esto, y Abraham dice, “No, aún si vieran a alguien levantarse de la muerte, también rechazarían la Palabra de Dios, igual como tú lo has hecho”. Entonces, la causa aquí es incredulidad. El hombre rico carecía de fe en Dios, esa es la clave. Él había rechazado la Palabra de Dios. Él carecía de Fe en Dios, y ahí es donde toda la historia termina.

Existe un divino contraste en esta historia. Dios responde a las necesidades del pobre con compasión. El nombre de Lázaro significa, literalmente, “A quién Dios ayuda” es el único momento en que se le da nombre a alguien en estas parábolas. Ahora, esto no significa que solo porque alguien sea pobre va a ir al cielo. Obviamente, eso no es cierto, pero la imagen es Dios respondiendo a las necesidades del pobre con compasión, y Dios respondiendo a aquellos que rechazan al pobre con condenación. No está diciendo que el rico irá al infierno, pero está diciendo a que aquellos que no confíen en Dios, y como resultado, rechacen al pobre, recibirán condenación.

Recuerden, lo principal aquí es la falta de fe en Dios y la consecuencia eterna: si en nuestra incredulidad… esa es la clave, de ahí es de donde fluye, fe o falta de fe… si en nuestra incredulidad nos complacemos a nosotros mismos y rechazamos al pobre, la tierra será nuestro cielo. Este hombre tenía una buena vida en la tierra. La tierra será nuestro cielo, y la eternidad será nuestro infierno. Dios nos ayude a escuchar esta advertencia. Al principio de esta historia, el hombre rico disfrutando todos estos tesoros, Lázaro sentándose con llagas en todo su cuerpo. Al principio de la historia ¿Quién usted quisiera ser? Al final de la historia, ¿Quién quisiera ser? Es una humilde pregunta.

Una decisión clara: ¿Vamos a continuar en una religión vacía que rechaza al pobre? Él está diciendo a estos líderes religiosos que se están justificando su uso de dinero y su complacencia en el dinero. Esto es grande. Cuidar de los pobres no es un extra opcional en la Salvación. Cuidar de los pobres es una evidencia necesaria de la salvación. La incredulidad guía al rechazo al pobre; creer guía a cuidar del pobre. Cuidar del pobre no es lo que nos salva, recuerden eso, no es lo que salva, pero es el fruto de creer. Entonces, ¿Qué nos llama a hacer esta parábola? Volvamos a un arrepentimiento honesto, confiar en Dios, y cuidar del pobre. Escuche la Palabra humildemente. Escúchela, recíbala, y obedézcala rápidamente. La parábola del hombre rico y Lázaro.

Sigue la Parábola de los talentos. Mateo 25:24-30,

“Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.”

Un maestro confió a sus siervos con talentos; se va lejos y regresa, y algunos de los siervos los han invertido, y han crecido. Luego, uno de ellos se sentó y no hizo nada con el talento que recibió. Ha estado guardado, pero el maestro regresa, y él está orgulloso de mostrarle al maestro. El maestro dice, “Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.” Así que… no fue un buen día para ese siervo.

Claramente el mensaje de esta parábola es que seremos responsables por el tiempo, talentos, y tesoros que Dios nos confía, y debemos estar preparados para el retorno del Maestro. ¿Estaremos sentados sobre nuestro tesoro para nuestro bienestar? Hermanos y hermanas, o ¿Nos encontrarán esparciendo nuestro tesoro para Su bienestar? Última. Realmente no es una parábola, sino ovejas y cabras. En Mateo 25:41-46, ustedes recuerdan la imagen, dice:

“Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.”

Él le dice a los justos, aquellos que han hecho justicia con Dios, esto fluye de parte de ellos. No es ganando la salvación. “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Por lo tanto recibirán la herencia de Mi Padre” luego dice, aquellos que no han hecho estas cosas en su injusticia, “Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.

Entonces irán al castigo eterno.” Los justos dan la atención a Cristo al servir en las necesidades materiales de Su pueblo. Una de las pautas iniciales en este pasaje es que Cristo se identifica a Sí mismo con Su pueblo y dice: “Cuando hacen algo por el pueblo de Dios, que está en necesidad, están haciendo algo por Cristo” los justos tornan su atención a Cristo, y al servir en las necesidades materiales de Su pueblo, ellos van al cielo.

Me encanta esto. Spurgeon dice, “Ellos alimentaron a los hambrientos, vistieron a los desnudos, visitaron a los enfermos, ¿Por qué? Por el bienestar de Cristo, porque era lo más dulce del mundo, hacer algo por Jesús. Ellos lo hicieron porque estaban deleitados de hacerlo, porque no podían resistirlo, porque su nueva naturaleza los impelía a hacerlo” eso es bueno. Por otro lado, los injustos se apartan de Cristo al ignorar las necesidades materiales de Su pueblo. Ellos van al infierno. Ni siquiera porque hayan hecho algo, deliberadamente incorrecto, sino porque ignoraron al pobre.

Posesiones y el Pueblo de Dios en el Nuevo Testamento

El libro de Hechos

Las posesiones y el pueblo de Dios en el Nuevo Testamento, empezando en Hechos continuando a través de las cartas. Cuando vemos en Hechos, ¿Está la iglesia sentando un precedente? En otras palabras, ¿Estamos supuestos a hacer todo exactamente como la primera iglesia lo hizo? O ¿Está la Iglesia mostrando los principios? ¿Hay verdades que subyacen en estas historias que estamos supuestos a creer y seguir? Considere ambos acercamientos. Quizás todo en el libro de Hechos no está intencionado a ser normativa, como si tuviera que pasar de esa manera. Existen algunas cosas únicas que están pasando en el libro de Hechos.

Al mismo tiempo estamos viendo la pureza de la comunidad del Nuevo Testamento en una manera que queremos algunas de las cosas que vemos aquí, y estamos identificados viendo verdades subyacentes. Hechos 2:42-47 dice:

“Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.”

Eso no es una economía comunista. Esta es una comunidad de fe marcada por una visible unidad y una voluntaria generosidad. Ese es el punto, que no fue forzado. Esto no fue que todos pusieron en un envase, y vamos a regular cómo se reparten las cosas forzándolo a usted, obligándolo a usted. Esto era una unidad visible con una voluntaria generosidad, es una gran imagen.

Luego justo después de esto, Hechos 3, ellos prestaron atención por este hombre que era cojo de nacimiento en las afueras del Templo. Una misión espiritual: ellos están haciendo exactamente lo que hizo. Ellos proclamaban el Evangelio con ramificaciones sociales. El hombre es sanado. Ambos, lo Espiritual y físico, estaban presentes ahí.

Luego, llegamos a Hechos 4:32-37. Escuchen esto:

“Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad.

Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre, como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles.”

Me encanta esto. Ellos desinteresadamente compartían sus posesiones mientras con denuedo proclamaban el Evangelio. Esto no es justicia social sin el Evangelio; esto era un cuidado profundo con el Evangelio, guiado por el mismo Evangelio, y ellos sacrificialmente cuidaban uno del otro. Nadie estaba en necesidad. ¡Sí! Lo que Deuteronomio 15:4 había dicho, “para que así no haya en medio de ti mendigo; porque Jehová te bendecirá con abundancia en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la tomes en posesión” al menos por un pequeño momento en la Iglesia primitiva, esto fue una realidad. No habían necesitado entre ellos. El ánimo era evidente en Bernabé.

Ahora, vemos una imagen totalmente distinta al principio de Hechos 5:1-6,

“Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles. Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron. Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron.”

Qué Enseña el Nuevo Testamento sobre la Riqueza

Ananías y Safira, que básicamente malversaron, estafaron dinero. Ellos valoraron la apariencia Espiritual más que la autenticidad Espiritual. Ellos trataron de aparentar donde parecía como que ellos estaban dando cuando realmente no lo hicieron. Ananías y Safira contrastados con Bernabé: ¡Santidad simulada pero que está marcada con bondad sacrificial! Ellos carecían de un temor genuino ante Dios. Ellos mintieron al Espíritu Santo, a Dios. El engaño del miedo. Estremézcase al prospecto de tratar de engañar a Dios. El miedo desconfía. Estremézcase al prospecto de desconfiar de Dios. El miedo desobedece. Estremézcase ante el prospecto de desobedecer a Dios. Ananías y Safira fueron muertos al instante.

En Hechos 6:1-7, viudas en necesidad. Ellos necesitaron diáconos que se levantasen y ayudaran a las viudas. “En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria. Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.

Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra. Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía; a los cuales presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos. Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.”

La comunidad de fe se preocupa de los miembros. Hay una responsabilidad que la comunidad de fe tiene por el cuidado entre unos y otros. Ningún seguidor de Cristo debería estar en necesidad o carencia. Es lo que suscitó la necesidad por esto. La comunidad de fe cuida de los miembros y luego señala a los líderes. Eran los diáconos quienes hacían esto. Eso es Hecho 6. Luego llegamos a Hechos 8:18-23, Simón el mago. El pasaje dice:

“Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo. Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios. Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón; porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás.”

Algunos lo han llamado “Simón, el padre del materialismo cristiano”. Cuando él vio el poder del Espíritu Santo, este hombre identificó el signo de dinero. “Si tuviera ese poder, miren todo el dinero que pudiera generar” el punto de Hechos 8:18-23 y lo que circunda entorno a Simón, es que Dios no es un medio de ganancia financiera. ¡Tengan cuidado! Tengan cuidado de motivos mal dirigidos. Simón estaba haciendo esto para sí mismo. ¿Para qué nombre estamos viviendo? Tengan cuidado de un poder malinterpretado. El poder Espiritual no se trata de dinero y milagros. Es acerca oración y proclamación. Tengan cuidado del peligro de una fe mal fundada. Básicamente, Pedro confronta a Simón y dice, “Tu corazón está en un fundamento totalmente equivocado”

¿Dónde está Tu Corazón?

Observaciones adicionales en Hechos: un creciente número de cristianos que poseen riqueza en la medida en que se avanza a través de Hechos. Hechos 16: 14-15, “Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.”

También Hechos 17:12, “Así que creyeron muchos de ellos, y mujeres griegas de distinción, y no pocos hombres.” Usted ve personas que tenían negocios prósperos. Hechos 18:2-3 “Y halló a un judío llamado Aquila, natural del Ponto, recién venido de Italia con Priscila su mujer, por cuanto Claudio había mandado que todos los judíos saliesen de Roma. Fue a ellos, y como era del mismo oficio, se quedó con ellos, y trabajaban juntos, pues el oficio de ellos era hacer tiendas.” Vemos personas que están alojando Iglesias en sus hogares. Hay algunas personas que tenían riquezas.

Ellos fueron reconocidos… una Iglesia en Hechos… reconocidos por su generosidad. Los vemos a ellos ofrendando, llenos de buenas obras, actos de caridad, y dando generosamente. Hechos 9:36, “Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir, Dorcas. Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía.” También en Hechos 10:1-2, “Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana, piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre.” Más adelante en ese mismo capítulo, Hechos 10:30-31, dice, “Entonces Cornelio dijo: hace cuatro días que a esta hora yo estaba en ayunas; y a la hora novena, mientras oraba en mi casa, vi que se puso delante de mí un varón con vestido resplandeciente, y dijo: Cornelio, tu oración ha sido oída, y tus limosnas han sido recordadas delante de Dios.”

Fueron reconocidos por su generosidad, y ellos eran conocidos por su hospitalidad. Se les ve a ellos compartiendo hogares unos con los otros. Hechos 12:12, “Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando.” Una vez más, Hechos 17:5-9 da una imagen acerca de esto.

“Entonces los judíos que no creían, teniendo celos, tomaron consigo a algunos ociosos, hombres malos, y juntando una turba, alborotaron la ciudad; y asaltando la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo. Pero no hallándolos, trajeron a Jasón y a algunos hermanos ante las autoridades de la ciudad, gritando: Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá; a los cuales Jasón ha recibido; y todos estos contravienen los decretos de César, diciendo que hay otro rey, Jesús. Y alborotaron al pueblo y a las autoridades de la ciudad, oyendo estas cosas. Pero obtenida fianza de Jasón y de los demás, los soltaron.”

Otra mención de una reunión en un hogar se encuentra en Hechos 18:7. Dice, “Y saliendo de allí, se fue a la casa de uno llamado Justo, temeroso de Dios, la cual estaba junto a la sinagoga.”También se puede ver, si continuamos avanzando, un incremento en la tensión entre la Iglesia y la cultura materialista en torno a la Iglesia. Un buen ejemplo de esto se encuentra en Hechos 16:17-18: “Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo:

Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación. Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora. Pero viendo sus amos que había salido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas, y los trajeron al foro, ante las autoridades; y presentándolos a los magistrados, dijeron: Estos hombres, siendo judíos, alborotan nuestra ciudad, y enseñan costumbres que no nos es lícito recibir ni hacer, pues somos romanos. Y se agolpó el pueblo contra ellos; y los magistrados, rasgándoles las ropas, ordenaron azotarles con varas.

Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo.”Pablo libera a una joven esclava de Filipos de una posesión demoníaca, y son echados a la cárcel, porque estaban alborotando la ciudad. Luego, Hechos 19:18-20 dice, “Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos. Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata.

Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor.” Los cristianos en Éfeso empezaron a quemar sus rollos mágicos. Algunos académicos estiman estos como alrededor de 6 millones de dólares en la economía actual. ¿No sería asombroso si el Evangelio tuviera ese tipo de efecto en la industria pornográfica en nuestros días? Las personas están siendo salvadas y sus corazones están siendo cambiados, y billones de dólares gastados fueran quemados en vez de ser consentidos por personas en la Iglesia. ¡Dios hace eso! Es enorme, pero estaba causando problemas. Hechos 19:23-27 va más allá para dar cuenta de lo que está ocurriendo en ese tiempo. Dice:

“Hubo por aquel tiempo un disturbio no pequeño acerca del camino. Porque un platero llamado Demetrio, que hacía de plata templecillos de Diana, daba no poca ganancia a los artífices; a los cuales, reunidos con los obreros del mismo oficio, dijo: Varones, sabéis que de este oficio obtenemos nuestra riqueza; pero veis y oís que este Pablo, no solamente en Éfeso, sino en casi toda Asia, ha apartado a muchas gentes con persuasión, diciendo que no son dioses los que se hacen con las manos. Y no solamente hay peligro de que este nuestro negocio venga a desacreditarse, sino también que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y comience a ser destruida la majestad de aquella a quien venera toda Asia, y el mundo entero.”

El Evangelio creará problemas en la cultura materialista por el avance del materialismo. Incrementando la pobreza en Jerusalén… esto es otro tipo de tendencia que vemos… necesitada de ofrendas sacrificiales de Iglesias de otras áreas. Hechos 11:27-30 “En aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía. Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio. Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea; lo cual en efecto hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.” También en Hechos 24:17, Pablo está hablando, y dice, “Pero pasados algunos años, vine a hacer limosnas a mi nación y presentar ofrendas.” Había una mayor necesidad en Jerusalén que vamos a ver reflejado en estas cartas que estamos a punto de ver.

Santiago

Perfecto, Santiago. En resumen, probablemente la primera carta cristiana o sermón que da un tratamiento extensivo a la pobreza y posesiones. Vemos riqueza y pobreza mencionada. Santiago 1:9-11 habla acerca de cómo las riquezas terrenales son temporales: “El hermano que es de humilde condición, gloríese en su exaltación; pero el que es rico, en su humillación; porque él pasará como la flor de la hierba.

Porque cuando sale el sol con calor abrasador, la hierba se seca, su flor se cae, y perece su hermosa apariencia; así también se marchitará el rico en todas sus empresas” Santiago 1:27 “La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.”La Iglesia está marcada por la preocupación sacrificial por aquellos que están en necesidad, y por una clara separación de las maneras del mundo.

La Iglesia no se parece al mundo, esto nos lleva a Santiago 2:1-7 donde él confronta el favoritismo y el hecho de que ellos están mostrando favoritismo a los ricos, y él dice, “¡No! ¡No!” este pasaje dice: “Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas. Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso, y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado; ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos?

Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman? Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales? ¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros?”

Esto es básicamente una nota al margen de todo este pasaje. Estamos cautivados por la gloria de Cristo. Vemos… conociendo quien Cristo es… vemos Su supremacía sobre la riqueza. No necesitamos honrar la riqueza porque ellos son ricos en dinero. Nosotros honramos a Cristo. Él es rico en gloria. Vemos Su supremacía sobre la riqueza, y recordamos Su sacrificio por el necesitado. Cristo se hizo pobre para que nosotros seamos ricos, entonces ¿Por qué estamos exaltando al rico en nuestras reuniones, en la Iglesia? Esto es lo que Santiago está diciendo. Cautivados por la gloria de Cristo y aferrados por la gracia de Cristo, entonces recordamos que Cristo reversa nuestro estatus en este mundo. Aquellos que son pobres en espíritu rechazados en este mundo, un día serán ricos en espíritu y glorificados en el mundo por venir, y Cristo transforma nuestros estándares en este mundo. Vivimos diferentes.

No ves a otras personas por los mismos estándares con los que lo hacías antes. Hemos sido educados por Cristo; devotados a la Ley de Cristo. Él solo ataca al favoritismo. El favoritismo irrespeta al hombre, y deshonra a Dios. Luego, Él habla acerca de cómo la misericordia triunfa sobre el juicio cuando estamos conscientes del juicio de Cristo. Nuestras palabras serán juzgadas, y nuestras obras serán juzgadas. Ese es el fin de ese pasaje, justo ahí. Nuestras palabras serán juzgadas, nuestras obras serán juzgadas, y somos un reflejo de la misericordia de Cristo. En la medida en que hemos recibido misericordia, así extendemos la misericordia. Si no extendemos misericordia, demostramos que no hemos recibido misericordia. Como recibimos misericordia, así extendemos misericordia que ya hemos recibido. Santiago 2:14-19. Hemos hablado acerca de esto ya, cuando hablamos acerca del Evangelio. Dice:

“Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Tú crees que Dios es uno; bien haces.

También los demonios creen, y tiemblan.” La fe en nuestros corazones es evidente en el fruto de nuestras vidas. Usted no puede decir, “Vete, deseo que te vaya bien, mantente en un lugar cálido y aliméntate bien” a aquellos que están en necesidad y decir que tienes fe. Ese tipo de fe es muerta. Las personas que afirman ser cristianos pero fallan en ayudar al pobre, compañero de creyente, de hecho, no es salvo. Ahora, una vez más, no está diciendo que debe ayudar al pobre para ser salvo. Lo que está diciendo es que su fe es muerta si usted ve al pobre y no hace nada al respecto. Esa no es la fe del Nuevo Testamento.

Los actos de misericordia no son medios para la salvación. No somos salvos por lo que hacemos. Santiago pone eso en claro. Los actos de misericordia son necesariamente evidencia de la salvación, un flujo natural. Evidencia de nuestra salvación, justo como lo hemos hablado. Tim Keller dijo, “La misericordia en todo el espectro de la necesidad humana es una marca de tal esencia de un Cristiano que puede ser utilizado como un examen de verdadera fe. La misericordia no es opcional o un anexo para ser Cristiano; en vez de eso, una vida que se derrama en obras de misericordia es la señal de una fe genuina.”

Finalmente, una fe sin obras es una fe inútil. La fe que no actúa no es una fe en lo absoluto. La fe no es una mera afirmación intelectual. “Los demonios creen en Dios” Santiago dice. No es una mera afirmación intelectual. La fe no es simplemente una respuesta emocional. La fe envuelve obediencia voluntaria. La fe actúa. Vaya a Santiago 4:13-17. Dice:

“¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala; y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.”

Podemos llegar a estar tan consumidos con el reino material que nos tornamos ciegos a las realidades espirituales. Lo que necesitamos ver… de lo que Jesús está hablando… él dice, “Hoy o mañana, vamos a tal o cual ciudad, pasamos un año allá, negociamos y generamos ganancias, pero ustedes no saben lo que va a traer el mañana. Ustedes no lo saben” Dios es soberano sobre nuestra vida y muerte, y Dios es soberano sobre nuestras actividades y nuestros logros. No piensen que el próximo año el mercado estará mejor. Ustedes no saben eso. Ustedes ni siquiera saben si ustedes estarán aquí para el próximo año. Dios es soberano sobre todas estas cosas. Luego llegamos a Santiago 5:1-6, y esta es una confrontación mordaz; los ricos incrédulos aquí en Santiago 5. Este pasaje dice,

“¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán. Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla. Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros. He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos. Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza. Habéis condenado y dado muerte al justo, y él no os hace resistencia.”

Dios viene a juzgar a los pecaminosos. “Llorad y aullad por las miserias que os vendrán”. Esto no busca sensibilidad. “Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla.” Juzga al pecado por amontonar riquezas. Los tesoros sobre la tierra van a repercutir en los tormentos en la eternidad. Sus posesiones estaban acumulándose mientras las personas se estaban muriendo. Ellos estaban acumulando riquezas para vivir en autocomplacencia. Él dice, “habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza”.

Ellos estaban sobrealimentados y despreocupados. Dios, puede que no sea así en nosotros, ¡Su pueblo! Ellos serían juzgados por condenar a los hombres. La opresión a los demás dará como resultado su propia condenación. Dios venía a juzgar al pecador, entonces él dice a los creyentes ahí en Santiago 5, “Pero, sean pacientes, creyentes. Dios viene a liberar al fiel, particularmente a aquellos que son pobres y están luchando” Dios viene para liberar al fiel. Entonces, este es Santiago.

Pablo

Luego, llegamos a Pablo. Piensen en Pablo por un minuto. De acuerdo, Pablo antes de Cristo: Prosperidad. Probablemente, él tenía medios, la más alta educación, y una gran familia. Él dice en Filipenses 3:4-6 “Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más: circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible.” Pablo después de Cristo: Sufrimiento. Todo cambió. Él da una descripción del sufrimiento que ha experimentado en 2da Corintios 11:24-27,

“De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez” Él fue apedreado, azotado con vara, cuarenta azotes menos uno, peligro en alta mar, en peligro de falsos hermanos, peligros en el desierto, en peligro de sus propia gente, y en peligro de gentiles. Antes de Cristo prosperidad; después de Cristo, sufrimiento.

Entonces, miren en sus cartas. Gálatas 2:10 “Solamente nos pidieron que nos acordásemos de los pobres; lo cual también procuré con diligencia hacer.” Solo vamos a ver todos los momentos en donde Pablo menciona las posesiones. En medio de una controversia teológica, en la cual Pablo se dirige a los Gálatas, no había debate en relación a la necesidad de ayudar al pobre. Luego, usted llega a Gálatas 6:1-10. Algunas personas creen que todo este pasaje es una referencia a las posesiones, y no sé si todo esto lo es. No estoy seguro si creo en eso completamente, pero hay implicaciones aquí, dice:

“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo respecto de sí mismo, y no en otro; porque cada uno llevará su propia carga. El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye.

No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.”

Cuatro enemigos de la comunidad espiritual: Egocentrismo. En otras palabras: Orgullo. Farisaísmo: esto es lo que subyace en los temas de Gálatas. Farisaísmo, autosuficiencia, y luego autoestima, siempre preocupado por hacerse valer. Lo que Pablo hace es darles cinco puntos esenciales para combatir eso. Confrontar uno al otro en su pecado; confortar unos a los otros en las luchas. Esos no tienen mucho que ver con las posesiones. Luego, compartir sus recursos de manera generosa.

Él dice compartir. Él utiliza la palabra griega “koinonía” que es utilizado para las comunidades en el Nuevo Testamento, él habla acerca de compartir unos con otros. Siembren sus recursos eternamente. Siembren y segarán lo que sembraron; cosechara lo que usted siembre, de manera que debe sembrar con sabiduría. Luego, gaste sus recursos de manera desinteresada, especialmente… Gálatas 6 dice… especialmente para los de la familia de la fe. Especialmente por el bien de la Iglesia. Entonces, esa es la imagen que vemos en Gálatas.

1ra y 2da Tesalonicenses. Hay muchas personas en Tesalónica que no estaban funcionando. Ellos estaban hablando todo el tiempo acerca de la segunda venida de Cristo, entonces algunos de ellos habían renunciado a sus trabajos, entonces Pablo les escribe una carta y les dice, “busquen empleo”. 2da Tesalonicenses 3:6-12 dice,

“Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros. Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos; pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros, ni comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros; no porque no tuviésemos derecho, sino por daros nosotros mismos un ejemplo para que nos imitaseis.

Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno. A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan.”

Lo que Pablo les está diciendo es eviten las personas inactivas; eviten a las personas que no están trabajando, que están solo sentados haciendo nada. Eviten las personas inactivas. Trabajen para sus posesiones. Busquen trabajo. Hay muchas otras cosas ahí también.

1ra Corintios. Esta era una Iglesia llena de problemas y probablemente tenía un pequeño número de personas que tenía medios, que tenían riquezas. La implicación es que aquellas personas que tenían mucho estaban causando muchos de los conflictos en la imagen aquí en 1ra Corintios. En 1ra Corintios 4:8-13, Pablo contrasta la prosperidad de sus líderes con su pobreza, y Pablo dice:

“Ya estáis saciados, ya estáis ricos, sin nosotros reináis. ¡Y ojalá reinaseis, para que nosotros reinásemos también juntamente con vosotros! Porque según pienso, Dios nos ha exhibido a nosotros los apóstoles como postreros, como a sentenciados a muerte; pues hemos llegado a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres.

Qué Enseña el Nuevo Testamento sobre la Riqueza

Nosotros somos insensatos por amor de Cristo, mas vosotros prudentes en Cristo; nosotros débiles, mas vosotros fuertes; vosotros honorables, mas nosotros despreciados. Hasta esta hora padecemos hambre, tenemos sed, estamos desnudos, somos abofeteados, y no tenemos morada fija. Nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos; nos maldicen, y bendecimos; padecemos persecución, y la soportamos. Nos difaman, y rogamos; hemos venido a ser hasta ahora como la escoria del mundo, el desecho de todos.”

En esta disparidad, Pablo afirma su credibilidad. Algunos de los líderes que estaban tratando de socavar su credibilidad, entonces él está, en parte, afirmando su credibilidad aquí. Usted llega a 1ra Corintios 5:9-13. Ese es el pasaje en donde tenemos al hombre sexualmente inmoral que está necesitado de la disciplina de la Iglesia. Él era, probablemente, un hombre rico, piensan la mayoría de los comentaristas. Lo que es interesante… escuchen esto… justo en este pasaje, 1ra Corintios 5:

“Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios; no absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo. Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis. Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro? Porque a los que están fuera, Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros.”

La Iglesia debe disciplinar en situaciones de inmoralidad sexual, y la Iglesia debe disciplinar en situaciones de codicia material. Eso es profundo. ¿A qué se parece eso? El cristiano debe arrepentirse o debe ser expulsado de la Iglesia. Arrepentirse o perder el reino. Algo serio.

Llegamos a 1ra Corintios 9:8-18. Aquí es donde Pablo habla acerca de si los líderes deben o no pagar por lo que hacen en la Iglesia, particularmente los maestros de la Palabra. Dice:

“¿Digo esto sólo como hombre? ¿No dice esto también la ley? Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes, o lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto. Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material? Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿cuánto más nosotros? Pero no hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo, por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo.

¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio. Pero yo de nada de esto me he aprovechado, ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque prefiero morir, antes que nadie desvanezca esta mi gloria. Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!

Por lo cual, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada. ¿Cuál, pues, es mi galardón? Que predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar de mi derecho en el evangelio.”

Pablo les asegura a los líderes que quienes siembran bendición en la Iglesia deberían cosechar bendiciones materiales de la Iglesia.

Sin embargo, Pablo cedió este privilegio en Corintio porque él creía que eso era mejor para el Evangelio. Pablo quería estar sin ataduras. Él quería estar seguro que estaba claro que no estaba atado a ninguno porque ellos estaban pagándole para que diga esto o aquello. Pablo quería estar por encima del reproche, y entonces en Corintio, él no hizo esto en todas partes, pero en Corinto él dijo, “No voy a tomar estos recursos materiales”. Luego llegamos a 1ra Corintios 11:17-22, dice,

“Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor. Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo. Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados. Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor. Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga. Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo.”

El pasaje continúa en 1ra Corintios 11:27-34,

“De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen. Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; más siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo. Así que, hermanos míos, cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros. Si alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para juicio. Las demás cosas las pondré en orden cuando yo fuere.”

Tenemos que volver y mirar en este pasaje a la luz de las ramificaciones que tiene para las posesiones, porque lo que estaba pasando es que personas ricas venían a las reuniones de la Iglesia, y se estaban emborrachando y aislando a las personas pobres por aquí. Luego estaban celebrando con todas sus cosas, las personas pobres por acá, luego ellos celebrarían la Cena del Señor. Tomando la Cena del Señor, Pablo dice, requiere preocupación del cuerpo del Señor, la Iglesia. Tenemos glotones y borrachos, hambrientos y empobrecidos. Participar de la Cena del Señor e ignorar al pobre, se pierde todo el punto. Pablo dice, “Usted bebe juicio, y arriesga su vida”. Esto es enorme, que tengamos que considerar cómo estamos mostrando nuestra preocupación por el necesitado antes de tomar la Cena del Señor, y si estamos ignorando o rechazando al pobre, entonces estamos perdiendo el punto de la Cena del Señor.

1ra Corintios 13:3, “Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.” Fuera del amor de Cristo, dar todo lo que tienes carece de sentido. Eso no significa que no den todo, pero significa amor. 1ra Corintios 16:1-4 habla acerca de las ofrendas semanales que eran dadas para la Iglesia empobrecida en Jerusalén. Dice, “En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas. Y cuando haya llegado, a quienes hubiereis designado por carta, a éstos enviaré para que lleven vuestro donativo a Jerusalén. Y si fuere propio que yo también vaya, irán conmigo.”

LESS THAN 1% OF ALL MONEY GIVEN TO MISSIONS GOES TO UNREACHED PEOPLE AND PLACES.

That means that the people with the most urgent spiritual and physical needs on the planet are receiving the least amount of support. Together we can change that!