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La Casa de Dios

Cuando la iglesia se reúne para la adoración congregacional, ¿qué se supone que debe hacer? ¿Podemos elegir? ¿Es un desorden? Lo más importante, ¿tiene la Escritura algo que decir al respecto? En este mensaje de 1 Timoteo 1:1–2, David Platt nos señala los componentes esenciales y características centrales de nuestra adoración colectiva. Como un puesto terrenal de un reino celestial, la adoración de la iglesia debe centrarse en Dios y estar moldeada por el Evangelio.

La Casa de Dios

Si usted tiene la Palabra de este Dios, y espero que sí, permítame invitarle a que la abra conmigo, de hecho, en Éxodo 19. Vamos a empezar a ver en 1ra Timoteo, pero antes de llegar ahí, quiero que veamos algunas cosas que nos ayudarán a entender algunas de las transiciones que estamos ajustando en nuestras reuniones de adoración. Quiero dar un poco de explicación detrás del por qué estamos haciendo alguno de estos ajustes en nuestras reuniones de adoración. Todo se traslada bien atrás al pueblo de Dios en el Monte Sinaí después de haber sido liberados de la esclavitud en Egipto.

Estuvimos viendo toda la historia de la Escritura el año pasado, y vimos muchas de estas cosas, pero, ustedes recordarán, cuando el pueblo de Dios era esclavo en Egipto, y (Dios) los guió hacia la libertad, Él va a Moisés, y Él dice, “Moisés quiero que vayas a Faraón y le digas, que deje ir a mi pueblo para que puedan adorarme” esa es la noticia que Moisés le iba a dar. “Deja ir a mi pueblo para que me adore”.

Dios los estaba liberando con el propósito de adorar. Entonces, Dios envió una plaga tras otra, y eventualmente, la Pascua. Él guía a Su pueblo a través del Mar Rojo en tierra seca, los guía con pilares de nube en día y fuego durante la noche al Monte Sinaí donde los reunió en este lugar. Este era el propósito: Él los estaba guiando a este lugar para adorar.

Entonces, quiero que sigan conmigo en Éxodo 19:16, y quiero que lean, hemos leído esto antes, pero quiero que lo veamos otra vez. Solo imagine esta escena, dice: “Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento. Y Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios; y se detuvieron al pie del monte. Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera. El sonido de la bocina iba aumentando en extremo; Moisés hablaba, y Dios le respondía con voz tronante. Y descendió Jehová sobre el monte Sinaí, sobre la cumbre del monte; y llamó Jehová a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió.”

¡Qué escena! El pueblo de Dios reunido en este lugar para encontrarse con Dios. Dios se estaba revelando a Sí mismo en trueno y humo como un fuego consumidor, y luego revelando Su Palabra. Después de esto, Éxodo 20, es cuando Él da los 10 Mandamientos, y luego, el resto de la ley. Este tipo de escena, desde este punto en adelante, se convertirá en un patrón en el Viejo Testamento. No siempre en el Monte Sinaí, y no siempre exactamente como esto, pero a través del Viejo Testamento, Dios reúne a Su pueblo para encontrarse con Él y escuchar Su Palabra.

Podríamos ir a través de la Escritura ¿Recuerden Nehemías 8 cuando el pueblo se reunió?

Como dice Nehemías 8:1 “y se juntó todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que está delante de la puerta de las Aguas…” y abrieron el libro. Tan pronto y ellos abrieron el libro de la Ley, todos se pararon y empezaron a levantar sus manos en alabanza. Comenzaron a gritar “Amén, Amén” cayeron sobre sus rodillas con su rostro en tierra y por horas, se detuvieron arrodillados solo escuchando la Palabra de Dios. Ellos se encontraron con Dios. Esta poderosa escena que encamina a Nehemías 9 y 10 con este poderoso momento de alabanza y confesión derivando en una jubilosa y triunfante celebración en Nehemías 12. Esto es solo otra instancia, y es a través de toda la Escritura. En un sentido muy real, lo que significa ser parte del pueblo de Dios, es ser contado en la asamblea de personas que se encontrarían con Dios para adorar y escuchar Su Palabra.

Entonces, el patrón del pueblo de Dios es reunirse de esta manera a través del Viejo Testamento. Por esta razón, no pienso que sea una coincidencia que cuando usted llega al Nuevo Testamento, y usted ve la palabra Iglesia, “ekklesia” en griego, en el Nuevo Testamento, esa palabra, literalmente significa “Asamblea” o “Reunión”. L a Iglesia es la asamblea, la reunión del pueblo de Dios, y usted ve una importancia puesta, hasta en el Nuevo Testamento, en reunirse como asamblea y en la Iglesia para la Cena del Señor, cantar salmos, himnos y canciones espirituales unos a otros.

De hecho, avance conmigo a Hebreos. Entonces, otro lugar que quiero que vayan antes de llegar a 1ra Timoteo. Vaya a Hebreos, cercano al final del Nuevo Testamento. Vaya a Hebreos 12. En solo un momento, vamos a empezar en el verso 18. Entonces la Iglesia, esa palabra literalmente, “ekklesia” es una asamblea o reunión del pueblo de Dios que es el por qué el autor de Hebreos le está escribiendo a algunos cristianos que estaban fallando en reunirse. Ellos estaban comenzando a crecer, en varias maneras, debilitados en su fe por algunas de las presiones a su alrededor y fueron negligentes en la reunión de los unos con los otros. Es por esto que usted a Hebreos 10:24-25, y usted ve al autor de Hebreos diciendo, “No dejen de congregarse. Necesitan congregarse como Iglesia” esto no es opcional para el cristiano, lo que significa ser cristiano, es esa parte del pueblo de Dios congregándose delante de Él.

Quiero que vean lo que el autor de Hebreos dice en Hebreos 12 que traza un paralelo con lo que acabamos de leer en Éxodo 19. Escuchen esto: Hebreos 12:18, dice: “Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más” él está describiendo a Éxodo 19 “y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando”.

Ahora, escuchen el contraste. El autor de Hebreos dice, “Sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.”

¡Wow! Quiero que vean lo que el autor de Hebreos está diciendo. Él está diciendo, “Iglesia, cuando se reúnen, cuando se congregan, en un sentido muy real, ustedes se unen a una congregación llena de multitudes de ángeles y huestes celestiales, y la Iglesia de todos los tiempos, santos a través del tiempo, juntos para darle gloria a Dios y para escuchar la voz de Dios” lo que significa ser Iglesia es tener este privilegio de congregarse como pueblo delante de Dios, juntos, para adorarle y escuchar Su Palabra. Estoy convencido que tenemos una peligrosa tentación en esta sala de olvidar cuán grande es esto. Tenemos la peligrosa tendencia de permitir a lo que estamos haciendo en la adoración corporativa que sea una rutina y perder de vista el hecho de que semana tras semana, mientras nos reunimos, estamos haciendo algo que es tan maravilloso, tan distintivo, tan diferente a cualquier otra cosa que hacemos durante toda la semana, que este es un tiempo donde tenemos el privilegio como pueblo de Dios de congregarnos para encontrarnos con Dios.

Usted dirá, “Bueno, Dios está presente conmigo durante toda la semana”. Absolutamente que lo está, pero a través de las historia, hay algo único en torno a cuando el pueblo de Dios que se congrega para encontrarse con Él y adorar y escuchar Su Palabra juntos. Lo que estamos haciendo es uniéndonos con ángeles que, en este mismo momento, están resonando para alabanza de nuestro Dios. Santos a través de los tiempos que se han ido antes que nosotros, están resonando para alabar, y lo que hacemos cuando nos reunimos un domingo en la mañana no es solo tradición o rutina, sino reuniéndonos en un sentido real con ellos diciendo “Damos gloria a este Dios, y queremos escuchar Su Palabra a través de nosotros. Temblamos delante de este Dios”

Edmon Clowney escribe, La adoración corporativa reverente entonces no es opcional para la Iglesia de Dios. No es una forma de comportamiento grupal para ser aceptado solo porque es una larga tradición o es aceptable en muchas culturas (i.e. esto no es algo que hacer solo porque estamos supuesto a hacerlo un domingo en la mañana). Todo lo contrario esta adoración corporativa reverente trae a expresión el mismo ser de la Iglesia. Manifiesta en la tierra la realidad de la congregación celestial.

Nuestra Adoración

Una expresión terrenal de una congregación celestial. Esto es lo que quiero que entendamos mientras hacemos algunos ajustes en nuestras reuniones de adoración. Que nuestra adoración es una expresión terrenal de una congregación celestial. Lo que estamos haciendo, en un sentido muy real, es una expresión terrenal de una congregación celestial. Entonces, quiero que seamos intencionales acerca de todas las cosas que decimos y todo lo que hacemos acerca de cómo nos acercamos a este tiempo, esto sería una impresionante, santa, y reverente congregación del pueblo de Dios.

Miren en Hebreos 12:28-29. El autor de Hebreos dice, “Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor.”

Componentes Esenciales de Nuestra Adoración

Quiero que sintamos la gravedad de esto. Quiero que sintamos el peso de maravilla de esto. Entonces, ¿Qué significa esto que hacemos? Bueno, significa, que usted tiene componentes esenciales para nuestra adoración. Solo quiero guiarlos por lo que ya hemos hecho y lo que haremos en solo un momento. Queremos que estos sean componentes esenciales en nuestra adoración en los días por venir. Primero, adoración: nos reunimos para adorar. Quiero guiarlos a través de estas diferentes facetas. Esto puede hacerse de diferentes maneras semana tras semana, pero lo que hacemos con estas cosas es esencial.

Empezando con adoración. Nos reunimos para expresar amor a Dios, a expresar el deseo por Dios, y para expresar deleite en Dios. Él es nuestra audiencia. Usted no es nuestra audiencia. Él es la audiencia. Queremos que Él sea amado y adorado durante nuestros tiempos juntos. Queremos que Él sea alabado y honrado. Entonces, ya sea por un llamado Escritural para adorar, o una oración de alabanza que digamos en voz alta, nuestra oración de alabanza que alguien dirige, o una canción como “Santo, santo, santo” somos nosotros fijando nuestros ojos desde el mismo principio. Estamos aquí para adorar a Dios, amar a Dios, deleitarnos en Dios y expresar un deseo por Dios.

Luego, guiando a una confesión. Nos reunimos para adorar, y nos reunimos para confesar. Este es algo que, lamentablemente, ha sido inconsistente en nuestras reuniones de adoración. Asumo responsabilidad por esto. Ha sido inconsistente en nuestras reuniones de adoración y casi inexistentes en muchas reuniones de adoración en la Iglesia de hoy. Confesión corporativa es una enorme parte esencial de la adoración bíblica. Ahora, con esto no quiero decir que vamos a hacer un “micrófono abierto” cada semana, y cada uno viene al micrófono y comparte con todo el mundo todos sus pecados, sin embargo sí significa que nosotros como pueblo, semana tras semana en nuestra adoración, mientras contemplamos la santidad de Dios como Isaías 6, vemos nuestra necesidad por Su gracia y misericordia, y confesamos nuestros pecados ante Él.

Adoración siempre involucra honestidad con Dios sobre el pecado, y honestidad con cada uno de nosotros sobre el pecado en nuestras vidas. Como uno de los ancianos oró “Nuestro orgullo, nuestra rebelión, y nuestra tendencia a rechazar Su disciplina e instrucción” entonces por lo que él estaba orando era una oración de confesión por todos nosotros. Que no estaba diciendo “Aquí están todos mis problemas” lo que él estaba diciendo “nosotros, juntos, confesamos nuestro pecado a Dios en oración”.

Lo cual nos guía a (justo por lo que él estaba orando) la celebración de Su gracia y Su misericordia hacia nosotros, para nosotros orar una oración de confesión, y luego que sea recordado que Dios nos perdona, en Cristo. Él no nos deja ahí en el pecado. Dios no nos ha abandonado en nuestro pecado. Él nos guarda en Su justicia, que es la razón de por qué Él leyó de 2da Crónicas 7:14 luego que él oró para recordarnos, “Sí, confesamos nuestros pecados, y Él nos perdona”. Perdón en Cristo, que nos guía a confesar nuestra salvación en bautismo. Nos confesamos cada vez que nos reunimos cómo nos escondemos en Cristo, que hemos muerto al pecado y hemos sido levantados en Cristo que es lo que representa el bautismo.

Todo eso prepara el escenario para la instrucción. Usted mira en Éxodo 19: dando la Ley. En Nehemías 8, ellos están escuchando la Palabra. A través de toda la escritura, un centro, un componente no negociable de la adoración a Dios es escuchar la Palabra de Dios. Entonces, nuestro pastor de adoración nos guió en Isaías 40:8, un verso que íbamos a tratar en las próximas semanas antes de abrir la Palabra. Esta es una Palabra que permanece para siempre, lo que significa que merece mucha importancia en nuestras reuniones. “Sécase la hierba, marchitase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.” Uno de los principales propósitos de reunirnos es para escucharlo hablar. No queremos escuchar pensamientos de un hombre, ejemplo: David Platt o nadie más, sino verdades de Dios. Cualquiera que habla tiene la responsabilidad de asegurarse de que lo que es dicho es verdad de Dios, ningún pensamiento de hombre.

Instrucción que nos guía a la comunión, que en las próximas semanas, vamos a participar cada semana. Usted mira en la Iglesia primitiva. Hablamos de esto en diferentes ocasiones. Ciertamente parece como, si en alguna manera, el patrón regular de la Iglesia era reunirse para partir el pan en la Cena del Señor. Esto era, en muchas maneras, central para su adoración. Entonces, hemos hablado acerca de “¿Deberíamos hacerlo semanalmente?” hemos tenido estas conversaciones numerosas veces anteriormente. Algunas personas dicen, “Bueno, se tornaría muy trivial” eso es entendible en un sentido, pero al mismo tiempo, orar no se torna muy trivial, y cantar tampoco, ni la predicación de la Palabra tampoco se hace muy trivial. Entonces, algo que es central en la adoración, nuestra continua identificación corporativa con el cuerpo de Cristo, ambos en comunión y recordándonos a nosotros mismos lo que significa para nosotros ser parte del cuerpo de Cristo es importante.

Acabo de escuchar las razones de por qué la Cena del Señor es tan importante. Lo que hacemos en la Cena del Señor: recordar el cuerpo y la sangre de Jesús. Nos recordamos a nosotros mismos semana tras semana que solo tenemos vida en Su muerte; eso es en Él dando Su cuerpo y derramando Su sangre que tenemos razón para adorar y regocijar. Es por esta razón que tenemos acceso a Dios. Reflejamos nuestro pecado sobre Sus promesas (celebramos en Su perdón sobre nosotros, y Su fidelidad hacia nosotros), especialmente luego de escuchar la Palabra. Entonces, escucharemos Su palabra, y luego la Palabra expone áreas de nuestras vidas que no se alinean con la Palabra. Nos damos cuenta de que quedamos cortos.

Necesitamos Su perdón y también nos damos cuenta que no hay manera en que podamos obedecer esta Palabra por nosotros mismos. Necesitamos Su vida en nosotros para obedecer Su Palabra. Eso es todo lo que está representado en la Cena del Señor. Renovamos nuestro compromiso con Cristo y con cada uno. Decimos, “Sí, Tú eres mi Señor y mi Maestro. He sido crucificado contigo y ya no vivo yo. Tú vives en mí. La vida que vivo, la vivo por fe en el Hijo de Dios, que me amó a mí y que se dio a Sí mismo por mí” eso es lo que nos recordamos a nosotros mismos en la Cena del Señor, y luego nos regocijamos porque Él nos ha liberado de nuestros pecados, y Él regresará.

Entonces eso vale la pena que lo hagamos cada semana. Eso, entonces, nos dirige a la intercesión. Intercesión en donde oramos los unos por los otros. En varias ocasiones, esto lo hará un anciano o líder en medio nuestro que orará por nosotros mientras nos preparamos para ir con la Palabra al mundo. A veces, haremos esto juntos, pero necesitamos tener tiempo intencional en intercesión mientras nos preparamos para ir al mundo que oramos para Dios los unos por los otros, por nuestra ciudad, por nuestra nación.

Todo eso nos encausa a comisión. Nos reunimos para orar, luego nos esparcimos para ser testigos. Cada semana, vamos a cerrar diciendo la Gran Comisión juntos. Vamos a recordarnos a nosotros mismos semana tras semana que la manera en que vamos a alcanzar a Birmingham y las naciones con el Evangelio, no es trayendo a Birmingham a esta Iglesia, sino un ejército de cuatro o cinco mil personas cada semana saliendo de esta Iglesia para ir, impactados con la gloria de Dios, y dando nuestra vidas por el Evangelio en Birmingham y las naciones. Nos reunimos, y luego nos esparcimos.

Características Principales en Nuestra Adoración

Entonces, esto es un poco de trasfondo detrás de algunas de estas transiciones. Ahora, en medio de todo eso, quiero señalar cuatro características centrales de nuestra adoración que hemos informado el tipo de forma en que hemos hecho esto. Mientras hemos orado “¿Cómo podemos adorar, confesar y escuchar Tu Palabra de la mejor manera, hacer la comunión contigo en adoración y reunirnos para encontrarnos contigo?” quiero poner estas cuatro características ante ustedes porque las cuatro son extremadamente importantes.

Uno, revelación divina; ejemplo: la Palabra de Dios. Hemos hablado sobre esto en varias ocasiones antes, sin embargo la Palabra guía nuestra adoración. Puse ahí en sus notas que la adoración involucra un ritmo de revelación y respuesta. Piense en ello. Dios se revela a Sí mismo, y nosotros respondemos. Vemos Su grandeza. Cantamos de Su grandeza. Vemos Su santidad, entonces respondemos en oración la confesión. Escuchamos Su Palabra, y sabemos qué responder a eso. Decimos en oración “Habla Tú. Nosotros obedecemos” entonces, eso es revelación y respuesta. Entonces, a través de este orden de adoración, usted ve la Palabra solo saturándolo porque queremos a Dios, por Su Espíritu, directo a nuestra adoración, y esto es clave.

Nota al margen aquí porque algunas personas pueden ver esta estructura y decir, “Bueno, ¿Dónde hay espacio ahí para el Espíritu Santo en todo esto?” esa es una buena pregunta, porque expone una idea detrás de la pregunta; una idea de que el Espíritu Santo solo guía en maneras espontáneas que van en contra de la estructura. La realidad es, sin embargo, que el Espíritu Santo no solo guía en un momento cuando nos reunimos para adorar, sino que el Espíritu Santo, de hecho, guía en ese momento cuando nos reunimos para adorar.

Tome la predicación, por ejemplo. A veces, escucho a predicadores que dicen: “No necesito prepararme para un sermón. Solo me voy a parar ahí y decir lo que sea que el Espíritu de Dios me dirija a decir en ese momento.” Puedo apreciar, en un sentido, que un predicador dice eso porque quiere ser dirigido por el Espíritu.

Ciertamente, habrá momentos cuando yo o cualquiera, cualquier otro seguidor de Cristo puede ser puesto en una posición o situación donde no esté preparado para hablar. Jesús les dice a Sus discípulos que cuando estén en problemas y sean traídos ante las autoridades, por Su Espíritu, Él permitirá que hablen de manera correcta, pero la realidad es que si Él nos ha dado la oportunidad de considerar qué decir de parte de Él, pienso que estamos obligados a tomarla. Para que un predicador diga “Voy a esperar. No voy a preparar nada. Solo voy a esperar y decir lo que el Espíritu me dirija a decir en ese momento” suena, simplemente a holgazanería para mí. La realidad es, si voy a estar ante ustedes esta mañana y afirmo que voy a hablar de parte de Dios, decir “Esto es lo que Dios ha dicho” estoy obligado a hacerlo mejor para saber lo que Dios ha dicho.

Recibí una carta esta semana de un hombre que no conozco, en la cabecera de la página dice “Un mensaje de parte del Dios Todopoderoso” Luego, él la firmó al final. Es peligroso decir que usted tiene alguna nueva y fresca revelación de parte de Dios. Entonces, en la predicación, y luego, por qué en el resto de la adoración no queremos ni siquiera pensarlo. Solo, mientras quiero que la Palabra guíe la predicación ¿No es igual de bueno que la Palabra guíe la oración también? Especialmente, cuando Jesús dijo en Juan 15, “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.” Eso es una garantía.

Queremos orar de acuerdo a la Palabra de Dios y de acuerdo con la voluntad de Dios en Su Palabra. Él ha prometido bendecir Su Palabra. Es por eso que escribo los sermones, porque quiero asegurarme, lo más cuidadoso posible, que lo que sea que diga refleje Su Palabra, sin embargo, no estoy diciendo que es infalible, de ninguna manera. Pienso que es de ayuda, aún para alguien que está orando, pensar “¿Cómo puedo asegurarme que la Palabra me está dirigiendo en mi oración?” que pensemos “¿Cómo la Palabra nos está dirigiéndonos a adorar, dirigiéndonos a confesar, dirigiéndonos a interceder y a hacer estas diferentes cosas?” lo que descubrimos es, mientras más la Palabra nos guía en nuestra adoración, más nos alineamos con la adoración dirigida por el Espíritu porque el Espíritu guía acorde a Su Palabra.

Es por esto que espero que ustedes vean, semana tras semana, la Palabra incitándonos a adorar y a confesar, asegurándonos el perdón, saturando un sermón, dirigiéndonos a la comunión y luego guiando nuestra intercesión y nuestra comisión. Todo lo que hagamos, queremos que la Palabra de Dios nos incite a la adoración de Dios. Cuando eso pasa, el Espíritu Santo es más definitivo que estará dirigiendo nuestra adoración. Entonces, la revelación divina es un ritmo de revelación y respuesta. Espero que eso sea evidente.

Segundo, participación comunitaria, o una comunidad de adoradores, no una audiencia de espectadores. Esto es enorme porque usted se está sentando en unas butacas tipo teatro. Estoy en un escenario. Es fácil para usted empezar, aun intencionalmente, verse a sí mismo como un espectador en esta escena.

La única persona que diría son potencialmente espectadores en esta sala serían los no cristianos, que estoy seguro que hay muchos no cristianos que están aquí. En un sentido, si usted está aquí y no es un seguidor de Cristo, usted está observando a un pueblo que se ha reunido en Cristo para adorar a Dios. Entonces, sin duda hay un elemento participante, pero para cada seguidor de Cristo, usted es un adorador. Entonces, queremos ser más intencionales acerca de la oración corporativamente como lo hicimos hace un momento.

Obviamente, en canciones que hacemos consistentemente, pero en otras maneras también. Hasta queremos involucrar a otros líderes y ancianos que nos dirijan en adoraciones para recordarnos a nosotros mismos semana tras semana que juntos somos una comunidad. Esto es un asunto de una sola persona o cualquier otra cosa que se pueda interpretar de ahí. No hay espectadores aquí. Los seguidores de Cristo, todos son adoradores.

Tercero, afecto reverente. Aquí es donde, basado en lo que hemos visto, solo quiero animarnos a acercarnos a la reunión de adoración del pueblo de Dios en expectación y reverencia. De lo que estoy hablando aquí no es solo de las cosas en lo exterior, sino de las cosas del interior. Quiero que seamos personas que vienen a este auditorio la mañana de los domingos juntos con un afecto reverente en nuestros corazones. No comprando juegos y caminando a través de una rutina y no poniendo miradas presuntuosas en nuestros rostros, sino realmente, honestamente, y auténticamente reunirnos para adorar. Esta es la respuesta llena de expectativa de nuestros corazones a la presencia de Dios.

No estoy diciendo que esto se verá igual en lo exterior para cada uno de nosotros. Sin duda espero que haya una liberación para que usted exprese el deseo de su corazón y su adoración por Dios. Hay una libertad para que levante sus manos. Hay una libertad para postrarse sobre sus rodillas en su asiento o si quiere en la fila del lado cuando estemos confesando nuestros pecados juntos; que usted tiene la libertad para una respuesta llena de expectativas de nuestros corazones para la presencia de Dios. No estoy diciendo con esto que necesariamente tiene que parecerse a cada individuo aquí, pero si quiero decir esto: adoración casual ante este Dios no es posible. No es posible considerar el peso de aquel por el cual nos reunimos para adorar y nada acerca de esto que sea rutina. Entonces, quiero llamarnos a un afecto reverente, y luego orar para que Dios nos dé un sentido palpable del afecto reverente por Él. Entonces, eso reemplaza todo de nuestras vidas como creyentes en esta sala.

Finalmente, quiero llamarnos a adorar caracterizado por una atención dedicada. Ahora, el efecto de alguno de estos ajustes en nuestras adoraciones es, obviamente, elevar nuestro entendimiento de la significancia de lo que sucede cuando nos reunimos para adorar, pero, específicamente, en lo relacionado a nuestra atención para adorar, quiero animarle de cuatro formas. Numero uno: Quiero animarle a que venga preparado. Quiero animarlo a que considere, “¿Qué puedo hacer la noche del sábado y/o la mañana del domingo para prepararme para la reunión? ¿Cómo puede preparar su mente y corazón? ¿Cómo puede preparar su vida? ¿Cómo se puede preparar a su esposo(a)? ¿Cómo puede preparar a sus hijos(as)? ¿Cómo puede preparar a su familia para lo que vamos a hacer?” pensar intencionalmente, “Bien, este es un tiempo importante. ¿Cómo me puedo preparar mejor para ello?” entonces, venga preparado.

Venga deseoso, significando, venir con expectativa. Quiero que piense en esto. Estamos viniendo, obviamente, en el principio de una temporada de deportes muy popular, y usted puede sentir la anticipación en el aire. Las personas hablan sobre lo que va a suceder. Piense acerca del sentido de emoción que causa que las personas se reúnan por horas y hagan filas de antemano, para luego llegar a sus asientos con suficiente tiempo para apreciar el estadio y esperar por la patada.

Piense en toda la anticipación que va en este evento deportivo. ¡Oh! hermanos y hermanas, ¿Cuánto más deberíamos nosotros anticipar un encuentro con Dios, el Creador del universo y salvador de nuestras vidas? Les voy a animar este otoño mientras estas transiciones se están sucediendo, mientras nos movemos en esta dirección de nuestras adoraciones juntos, a intencionalmente trabajar para sobrepasar las trivialidades de este mundo y ver las verdades de quién es Dios. No permita que el adversario llene su mente con aquello que no importa, que no tiene espacio disponible en sus mentes y corazones por aquello que sí importa para siempre. Venga deseoso.

Oh, Dios, cuando vengamos a reunirnos, danos un sentido de expectación, de personas que se han reunido y han dicho “¡Tenemos hambre de Dios! ¡Estamos sedientos de Dios!, ¡Hemos estado esperando durante toda la semana para encontrarnos con Dios!”

Esto, entonces, nos guía a lo tercero: Esté aquí temprano. Quiero animarle, tan humilde, gentil y seriamente como pueda a que esté aquí temprano. Ahora, este es el asunto. Es común para el inicio de nuestras reuniones de adoración de recorrer el salón y que este esté más o menos a la mitad de lleno de lo que está ahora. Eso es muy común. Ahora, dentro de 5-25 minutos, todos tienen algún tipo de paseo. Entonces, este es el asunto, quiero que sea muy cuidadoso aquí porque sé que hay veces en las que usted tiene una mañana difícil donde las cosas en la casa están un poco caóticas. Tengo un amigo y colega pastor que habla acerca de esas mañanas. Quiero considerar la realidad que muy bien puede ser que el adversario está tratando de distraer tu mente por esa hora o dos antes de que venga a la adoración. No sería de sorpresa, ¿cierto? ¿Ya sea que tenga hijos o no? Entonces, quiero ser muy cuidadoso porque, de todas maneras, este tipo de mañanas continuarán.

Lo último que quiero que usted piense es, “Bueno, vamos tarde, y entonces pudiéramos igualmente quedarnos” no quiero que vaya a esos lugares en sus pensamientos. Igualmente, aquellos de ustedes que están aquí temprano, no quiero que vean aquellos que llegan tarde como fariseos, fariseísmo, donde usted piensa “¿Usted no reverencia a Dios?” no haga eso. Entonces, tenemos que cuidarnos en contra de una variedad de cosas aquí, pero como un todo, quiero que consideremos la posibilidad de que regularmente estemos llegando tarde dice, en cierta medida, algo acerca de nuestra condición espiritual o quizás hasta el acercamiento a la adoración a Dios en la Iglesia.

Usted dice, “Bueno, yo llego tarde siempre. Eso soy yo”. Ahora, eso me ofende. Sin embargo, recuerdo una vez que recibí una invitación para ir a la Casa Blanca. Tengo tendencia a llegar tarde. No llegue tarde ese día. ¡Tenía una invitación a la Casa Blanca! Me fui a la cama pensando en eso. Preparé 10 tipos de alarmas diferentes. Me aseguré de estar allá a tiempo. Entonces, ¿Cuánto más cuando usted ha sido invitado para encontrarse con Dios? ¡Esto es mucho más importante que el presidente!

¿Puede imaginar Éxodo 19 con un trueno rugiendo y humo esparciéndose, y la mitad del pueblo llegando tarde? Entonces, quiero animarle a que esté aquí temprano, y se quede hasta el final. No se siente como cuando el último blanco de las notas se rellena, es como, “Es tiempo de irse. Biblias cerradas. Planes hechos. Salgamos corriendo” entonces, quiero que vea lo que estamos haciendo después que estamos en la Palabra: La Comunión es una importante, no negociable realidad en nuestra adoración. Intercesión es también importante. Comisionando uno a los otros a ir al mundo es enormemente importante.

Ahora, hasta este punto, quiero agregar una nota de convicción personal en lo relacionado a la imagen de temprano/tarde. En liderazgo, no hemos sido buenos sobre el tiempo en nuestras reuniones de adoración. No es sorpresa para ustedes, pero la realidad es que, cuando eso pasa, cuando nos pasamos, 95% del tiempo es culpa del predicador, es decir mi culpa. He sido realmente convencido acerca de esto porque sé que la razón por la cual algunos de ustedes se van temprano es porque están sirviendo en el preescolar y el ministerio de niños, y tienen que estar en cierto lugar en cierto momento para cumplir su responsabilidad. Por nosotros ir tarde, ustedes tienen que salir temprano. Sé que otros de ustedes vienen tarde porque terminamos tarde en reunión inicial de la mañana, y sus padres recogen a sus niños tarde, por lo tanto, aquellas personas que todavía están trabajando, y tienen que salir a buscar a sus niños y llevarlos a Adoración.

Entonces, eso no es bueno porque quiero honrar, particularmente a aquellos de ustedes que están sirviendo en este cuerpo, para asegurarme que puedan adorar desde el principio hasta el final. Lo mismo va con el parqueo, y a veces la realidad es que eso pasa cuando nos vamos tarde. Entonces, quiero decirles que voy a trabajar duro en terminar a tiempo en nuestras reuniones de adoración y en el proceso, mientras trabajo en eso, quiero pedirles que ustedes trabajen en estar aquí temprano y quedándose hasta el final, de manera que vemos una atención holística para toda la adoración.

Entonces, este es el asunto. Estamos a punto de que el tiempo se termine, y ni siquiera hemos ido a 1ra Timoteo. Vayamos allá bien rapidito, para que pueda mantener mi promesa. La realidad es que sabía que íbamos a pasar mucho tiempo en esto de todas maneras, y esto es solo una introducción a 1ra Timoteo. Vamos a leer un par de versos. De hecho, vaya a 1ra Timoteo 3. Vamos a leer solo de dos lugares diferentes.

Nuestra Iglesia

Un puesto de avanzada terrenal de un reino celestial. Hemos hablado cómo nuestra adoración está intencionada por Dios para ser una expresión terrenal de una congregación celestial. Mientras comenzamos 1ra Timoteo, en una manera similar, quiero que veamos que nuestra Iglesia está intencionada por Dios a ser un puesto de avanzada de un reino celestial.

Esto es lo que quiero decir con esto. Es algo así como una imagen vaga. Hemos hablado acerca del reino de Dios antes como el lugar y el pueblo donde Jesús reina como Rey. Sabemos que viene un día en el futuro donde el Reino de Dios será perfecto y completo. Habrá un cielo nuevo y una tierra nueva. Estamos perfectamente bajo el reino de Dios. No habrá más pecado, llanto, tristeza, enfermedad, o dolor. Estaremos perfectamente disfrutándolo como Rey por siempre y siempre. Entonces, sabemos que ese día está por venir, pero mientras esperamos por ese día en el cielo, Dios ha diseñado Su Iglesia en la tierra para ser una imagen de lo que Su reino y gobierno será, aunque imperfecta, pero aun así intencionada a ser una imagen que el mundo sería capaz de mirar en la Iglesia y ver la imagen del reino de Dios en un pueblo.

¡Eso es enorme! Eso sería un modelo, se pudiera decir, del Reino, un puesto de avanzada, una imagen que le dice al mundo “¿Quieren ver cómo se ve el reino de Dios en las relaciones entre personas, familias y en adoración?” todas las diferentes cosas que hacemos, estamos intencionados a mostrar y manifestar cómo sería estar bajo el gobierno de Dios y Dios reinando. 1ra Timoteo se trata acera del diseño de Dios para cómo debería comportarse la Iglesia.

Usted mira en 1ra Timoteo 3:14 Pablo nos da la razón para su escritura. Él dice, “Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de…” aquí está, “Este es el por qué te escribo, Timoteo” “…ir pronto a verte. Para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.” De manera que esto es Pablo escribiéndole a Timoteo diciendo, “De esta manera es que la casa de Dios, la Iglesia del Dios viviente, debería verse para que sepas cómo debe comportarse” entonces, eso hace de este un libro muy importante por algunas razones.

La Preparación

Esta es la preparación. Vuelva conmigo a 1ra Timoteo 1. Solo leamos los primeros 2 versos y luego quiero que pensemos bien breve en esto. Miren en 1ra Timoteo 1:1-2 la carta inicia: “Pablo, apóstol de Jesucristo por mandato de Dios nuestro Salvador, y del Señor Jesucristo nuestra esperanza, a Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor.”

Está bien. De estos dos versos, quiero que vean la preparación. Lo que vamos a leer en las próximas 11, 12 semanas, es una palabra divina de un apóstol escogido. “Pablo, un apóstol” ahora esa palabra tiene un sentido general el cual significa que alguien ha sido enviado, pero también tiene un sentido específico a través del Nuevo Testamento donde se refiere, específicamente, a los doce apóstoles.

Estos eran los seguidores de Jesús que fueron testigos presenciales de Su resurrección, y Pablo; cómo Cristo confió a doce apóstoles y a Pablo con una autoridad única para hablar de parte de Él en el principio de la Iglesia. Decir, a diferencia de esta persona que escribió esta carta, “Tengo un mensaje de parte del Dios todo poderoso” y ser capaz de hablar con esa autoridad de parte de Cristo. Esto es clave. En lo relacionado a esta carta, esto no es Pablo diciendo, “Timoteo, aquí está mi opinión de cómo debe ser la Iglesia” o “Aquí algo de sabiduría que he obtenido a través de años de experiencia haciendo esto” En vez de eso Pablo está diciendo, “Esta es una palabra venida desde Dios” Es Dios quien dice “Aquí está la manera en que la Iglesia debería ser”

Eso hace esta carta y lo hace extremadamente aplicable a esta Iglesia dos mil años después, porque Dios está hablando estas palabras a esta Iglesia acerca de todas las Iglesias, incluyéndonos a nosotros. Entonces esta es una palabra divina de un apóstol escogido, y eso es importante. Algunas personas pudieran pensar “¿Bueno, Pastor, once, doce semanas en 1ra Timoteo? ¿Qué pasa? Usted es un hombre inteligente. ¿Por qué no viene con algo un poco más aplicable a nuestras vidas que una carta de un misionero a un pastor que fue escrita 2,000 años atrás?

¡La razón por la cual no voy a hacer eso es porque les amo y porque amo esta Iglesia! Lo que necesitamos, ciertamente, no son conversaciones relevantes, entretenidas o aplicables que vengan de mí. Lo que necesitamos es una verdad divina, eterna de parte de Dios. Lo que usted necesita en su vida es lo que usted necesita en su familia, lo que usted necesita en su matrimonio, lo que usted necesita en su paternidad, con lo que usted necesita en su batalla contra el cáncer, en su batalla contra el tumor cerebral, o lo que sea que pueda estar en una palabra de parte de Dios. Entonces, es por eso que pasaremos las próximas once, doce semanas mirando este libro ¡porque es palabra divina!

Dos, una iglesia batallando con un pastor joven. Ahora, aquí es donde llega a ser aplicable. Ahora cuando digo batallando, no quiero decir decayendo. La Iglesia en Éfeso es la Iglesia donde Timoteo está sirviendo, y no se estaba cayendo, pero como vamos a ver en las próximas semanas, hablaremos de esto en mayores detalles, estaba enfrentando oposición y retos de todos los lugares. Estaban pasando dificultad, y Timoteo estaba sirviendo allí como pastor. Esta carta estaba escrita a Timoteo enfocada para ser leída y entendida en toda la Iglesia. Entonces esto es de significancia para la Iglesia.

Recuerdan, cuando estudiamos en Hechos, vimos la Iglesia en Éfeso. Este el centro de la plantación de Iglesia en Asia Menor. Esta es una Iglesia muy significante que estaba enfrentando mucha presión con un pastor joven. La mayoría estima que Timoteo estaba en la mitad de sus 30 años en ese momento. Entonces eso me hace un pastor bebe. Acabo de cumplir 33. Entonces, aquí estamos, en un sentido real, una Iglesia batallando con un pastor joven. Una vez más, no quiero decir batallando en el sentido de que nos estamos desmoronando, sino que somos una Iglesia que está enfrentando varios retos, y quiero que hablemos sobre ello en varias maneras en los próximos días. Definitivamente soy un pastor joven.

Mientras estábamos pensando, y estaba orando acerca de lo que voy a estudiar este otoño, estaba claro que el Señor me estaba dirigiendo a este libro. Entonces, a la luz de lo que hemos visto en adoración, a la luz de la introducción de este libro, estos son dos deseos que quiero poner delante de nosotros que espero preparará el escenario para nuestro tiempo en las próximas once, doce semanas en adoración y la Palabra.

Queremos que Nuestra Adoración sea Centrada en Dios

Primer deseo: queremos, ciertamente, que nuestra adoración sea centrada en Dios. Queremos ser una congregación centrada en Dios, y cuando usted mira los primeros dos versos en 1ra Timoteo, verá cuatro títulos diferentes para Dios. Primero Él es nuestro Salvador. Él es quien nos ha salvado de nuestro pecado y nos ha salvado de nosotros mismos. Dios es aquel, en el pasado eterno, Iglesia, miró a tu vida y preparó Su afectos sobre ti, y envió a Su Hijo para cargar la ira de tu pecado sobre Sí mismo, para levantarse en victoria sobre el pecado en resurrección, para que pueda ser salvo a través de la fe en Él. Usted mira en 1ra Timoteo 2:3, él dice, “Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador” si usted es uno de los no cristianos aquí, quiero que escuche más que cualquier otra cosa, mientras hemos hablado sobre este tipo de cosas en nuestra Iglesia, que Dios es nuestro Salvador, y que Él desea salvarlo de sus pecados. Él ha enviado a Su Hijo, Cristo, a pagar el precio por sus pecados en la cruz, y levantarse en victoria y resurrección. Quiero animarle a que confíe en Él hoy como Salvador. Dios es el Salvador.

¡Él es nuestra esperanza! ¡Jesucristo es nuestra esperanza! ¡Oh, para ser recordado desde el principio! “Timoteo está pasando por tribulaciones, nunca olvides, tu siempre tendrás esperanza en Cristo” Él es nuestra esperanza. Él es nuestro Padre. “Gracia, misericordia y paz provienen de Dios el Padre” que cuando nos reunimos en adoración, sí, pensemos en la magnitud de Dios. Él es el universal, soberano, reinante Rey de toda la creación, pero al mismo tiempo es Abba Padre, papá. Él es nuestro Padre y, Él es nuestro Señor. Cristo Jesús es nuestro Señor. Nos sometemos a Él. Nos rendimos a Él. Estudiamos Su Palabra. Lo que sea que Él diga, lo hacemos.

Queremos que Nuestra Comunidad sea Formada en el Evangelio

Entonces, queremos que nuestra adoración sea centrada en Dios, y fluyendo de esto, queremos que nuestra comunidad sea formada en el Evangelio. Me encanta la manera en que Pablo lo dice, “Timoteo, verdadero hijo en la fe” es como si estuviera diciendo, “Timoteo, has salido de mi propio cuerpo. Estamos juntos en una relación.” Eso es lo que Dios ha diseñado para que la Iglesia sea. Es por eso que hablamos sobre familia de fe. Estamos juntos en esta imagen, y el Evangelio es lo que nos unifica y nos atrae en Su gracia, misericordia y paz están fluyendo dentro y alrededor de todo lo que hacemos, solo saturando nuestra comunidad juntos. Nuestra comunidad necesita ser formada en el Evangelio, y de eso es que se trata 1ra Timoteo. Es acerca de cómo el Evangelio afecta todo lo que hace la Iglesia, lo que sucede en la casa de Dios es formado por el Evangelio.

El Evangelio define lo que creemos. Vamos a ver cómo el Evangelio protege, en las próximas semanas. Debemos cuidar el Evangelio con nuestros corazones y vidas y todo lo que tenemos. El Evangelio afecta la manera en que oramos. Veremos eso en 1ra Timoteo 2. El Evangelio determina cómo dirigimos, y qué debemos esperar de los líderes de la Iglesia. Eso es 1ra Timoteo 3. El Evangelio cambia la manera en cómo nos relacionamos unos con otros. El Evangelio afecta la manera en que hablamos unos a otros, damos unos a otros, cuidamos unos a otros. El Evangelio revoluciona cómo vemos las posesiones. Es un asunto enorme en nuestra cultura y contexto, y finalmente, vamos a ver cómo el Evangelio dirige la manera en que hacemos misión. 1ra Timoteo nos va a mostrar cómo todas estas cosas informan las bases bíblicas para la evangelización del mundo.

Nuestra Oración

O Dios, por Tu gracia y por Tu gloria, que sea hecha Tu voluntad en la Iglesia como lo es en el cielo. Entonces, este es el asunto. Mientras nos introducimos a este libro y pienso sobre la transición en nuestras reuniones de adoración y miramos hacia el futuro, hagamos esta nuestra oración. Cuando nos juntemos en esta expresión terrenal de una congregación celestial como un puesto de avanzada del reino de los cielos, oremos, “O Dios, por Tu gracia y por Tu gloria, sea hecha Tu voluntad en nuestra Iglesia como lo es en el cielo. Que Tu voluntad sea hecha en esta comunidad en la tierra como lo es en el cielo”.

David Platt

David Platt sirve como pastor en el área metropolitana de Washington, D.C. Es el fundador de Radical.

David recibió su doctorado del Seminario Teológico Bautista de New Orleans y es el autor de Don’t Hold Back [No te quedes donde estás], Radical, Sígueme, Contracultura, Algo tiene que cambiar, Before You Vote [Antes de votar], así como los varios volúmenes de la serie Christ-Centered Exposition Commentary [Comentario Expositivo centrado en Cristo]. 

Vive junto con su esposa e hijos en el área metropolitana de Washington, D.C.

LESS THAN 1% OF ALL MONEY GIVEN TO MISSIONS GOES TOWARDS REACHING THE UNREACHED.

That means that the people with the most urgent spiritual and physical needs are receiving the least support. You can help change that!