Como cristianos, sabemos que seremos odiados y perseguidos por nuestra fe. El peligro de nuestras vidas aumenta en proporción a la profundidad de nuestra relación con Cristo. Debemos preguntarnos: ¿Realmente queremos ser como Cristo? El miedo nos tentará, pero el Padre promete cuidarnos. En este mensaje sobre Mateo 9:35–10:42, David Platt nos enseña que el Evangelio exige que sacrifiquemos nuestras vidas por el bien de las personas que no conocen a Cristo.
- Necesitamos desesperadamente comprender la naturaleza mortal de nuestras posesiones.
- La salvación es completamente imposible para cualquier persona aparte de la gracia de Dios.
- Jesús nos libera de nuestra esclavitud hacia nosotros mismos y nuestras cosas.
- Jesús une a su pueblo para que disfruten y se animen mutuamente mientras se entregan por completo a Él.