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El Cuerpo del Discípulo

Como seguidor de Jesucristo, tu cuerpo no te pertenece. En este mensaje sobre 1 Corintios 6:12–20, el pastor David Platt nos recuerda que nuestro cuerpo pertenece a Cristo. Dios ha creado nuestros cuerpos para Su gloria y nuestro bien.

  1. Tu cuerpo fue creado por Dios.
  2. Tu cuerpo fue comprado por Cristo.
  3. Tu cuerpo es llenado por el Espíritu.

Si tiene una Biblia, y espero que sí, le invito a que la abra conmigo en 1ra Corintios capítulo 6 y vamos a sumergirnos esta mañana en la imagen del cuerpo del discípulo. La mayor tentación que veremos hoy cuando veamos este texto es encausarlo a alguien más en vez de a nosotros mismos. Por lo tanto, mantenga eso en mente mientras comenzamos a pensar acerca del cuerpo del discípulo. Estamos en el proceso ahora de tratar de enseñarle a nuestro hijo las partes del cuerpo. ¿Cómo saber donde están las orejas? ¿Caleb, dónde tenemos las orejas? ¿Por qué tenemos manos y pies? Es decir, piénselo. Profundice conmigo un poco. ¿Por qué tenemos las partes del cuerpo que tenemos? La filosofía que prevalece en nuestros días es que somos simplemente el producto de nuestro ADN.

El Cuerpo

Esta es la forma en que estamos hechos. A cada uno de nosotros le fue provisto de un cuerpo y hacemos lo que queramos con él. Ese es el mantra de nuestros días. Hacemos lo que mejor nos plazca. Vemos los temas más candentes en nuestra cultura, en nuestra sociedad en estos días y nos daremos cuenta que muchos de los temas giran en torno a ese tipo de filosofía. Cuando vemos discusiones sobre la institución del matrimonio, homosexualidad, vemos temas como la libertad de expresión y la pornografía.

Vemos que estos tópicos esta allá afuera, siendo muchos de ellos relacionados con el cuerpo o dominados por la filosofía de que cada uno de nosotros tiene un cuerpo y puede hacer lo quesea que deseemos y esta filosofía está viva y funcionando en la iglesia. Y la pregunta que quisiera formularles esta mañana es ¿Qué tal si esto no fuera verdad?

En primer lugar, ¿Qué si nuestros cuerpos no fuesen solo el producto de nuestro ADN y es solamente la forma en que son? Y quizás aún más profundo, ¿Qué tal si nuestros cuerpos no son para que hagamos lo que nos plazca? ¿Qué tal si ellos no nos pertenecieran en lo absoluto? Ahora estamos sumergiéndonos profundo en un pensamiento contracultural. La idea de que quizás mi cuerpo no me pertenece. Esto nos guía a en la profundidad de la verdad fundamental de 1ra Corintios 6, que quisiera que expusiéramos desde el principio.

Como seguidor de Cristo, tu cuerpo no es de tu propiedad. Ahora, esto se ve raro. Inusual para nosotros en nuestra cultura. Un cuerpo que no es de mi propiedad y pienso que puedo hacer una buena contención que aún si no fueses seguidor de Jesucristo, tu cuerpo no te pertenece. Sin embargo, vamos a seguir escarbando en esto. Como seguidor de Jesucristo, tu cuerpo no es de tu propiedad. Y quiero que empecemos a pensar en esta mañana es cómo Cristo hace algo bastante contracultural en la forma en que cambia nuestros cuerpos. Aquellos que somos seguidores de Cristo tenemos el Espíritu Santo en nosotros. Cristo en nosotros. Ya hemos visto eso. Afecta la forma en que pensamos. La forma en que sentimos, nuestros deseos, como vimos la semana pasada, afecta nuestros cuerpos. Mente, emociones y cuerpo. Cristo tiene la intención de cambiar nuestros cuerpos.

La significancia de los cuerpos y la espiritualidad

Y realmente lo que vemos en el Nuevo Testamento es que nuestros cuerpos son una parte muy significativa en el centro de nuestra vida espiritual. Ahora, eso suena un poco extraño para alguno de nosotros. No estamos acostumbrados a pensar en nuestros cuerpos en términos de nuestra espiritualidad. Esta es una de esas áreas en donde tenemos la tendencia de relegar la fe del reino espiritual aquí y entonces el reino físico está por aquí, un poco desconectado de la esfera espiritual.

Pienso que una de las razones para distinguir entre estos dos es que no hablamos lo suficiente de lo que significa tener a Cristo en mi cuerpo, para que Cristo llene mi cuerpo y use mi cuerpo. No hablamos de eso con frecuencia y muchas veces vemos el cuerpo como una barrera para nuestro crecimiento espiritual. Algunas veces como la barrera principal para nuestro crecimiento espiritual. Cuando pensamos en nuestros cuerpos sabemos que tenemos una inclinación natural que está dentro de nosotros que causan en nosotros que hagamos cosas. Hacemos cosas con las cuales no honramos a Dios. Tenemos deseos en nosotros, en nuestros cuerpos, que si somos realmente honestos, no honramos a Dios. Vemos cosas, escuchamos cosas que sabemos no honran a Dios. Tocamos cosas, sentimos cosas, nos involucramos en cosas que sabemos no honran a Dios por lo que pensamos que el cuerpo como algo maligno.

Y algo que no ayuda es cuando vamos a Romanos 7 y vemos al esquizofrénico Pablo allí diciendo, no entiendo qué hago, porque lo que quiero hacer no hago, hago lo que detesto y si hago lo que no quiero hacer, ya no soy yo quien lo hago sino el pecado que vive en mi lo hace. El llega a la conclusión de que mi ser interior se deleita en la ley de Dios, pero veo otra ley obrando en los miembros de mi cuerpo, llevando a cabo una guerra en contra de la ley de mi mente y haciéndome prisionero de la ley que obra en mis miembros.

Luego dice: Que hombre tan desdichado soy, al igual que nosotros por tener que leer esto y pensar en esto. Que hombre tan desdichado soy. ¿Quién me salvará de este qué? Cuerpo de muerte. Gracias sean dadas a Dios a través de Jesucristo nuestro Señor. Aparentemente, Cristo vino no solo a salvar nuestra mente y nuestras emociones, sino que vino a rescatar nuestros cuerpos y literalmente transformar nuestros cuerpos. Así que, ¿Cómo glorificamos a Cristo con lo que hacemos con nuestros cuerpos? ¿Cómo glorificamos a Cristo con la forma en que como usted viste su cuerpo, o la forma en cómo llevamos nuestro cuerpo, o bien la forma en cómo cuidamos o usamos nuestro cuerpo? Esto es en lo que quiero que profundicemos. Es tan importante darse cuenta en 1ra Corintios que estas son personas que han distinguido ambos.

El cuerpo en la ciudad de Corinto

Ellos vieron Fe en la esfera espiritual aquí y pensaron que realmente no importaba lo que hicieras con tu cuerpo. Y vivieron en una ciudad. Corinto, que era conocida por una inmoralidad rampante, particularmente, inmoralidad sexual. En la ciudad de Corinto, en el centro, estaba el templo de Afrodita, la diosa del amor. Y había más de mil templos para la prostitución y personas que iban de forma regular. Aún personas de la iglesia iban con regularidad. Ellos habían relegado esto a la esfera física, teniendo la esfera espiritual por allá no conectando los dos.

Como resultado Pablo enfoca eso en este capítulo específicamente hace énfasis en el pecado sexual en el cual vamos a profundizar y hablar un poco al respecto, pero la realidad es que veremos el cuerpo como un todo. Este es uno de los pasajes más importantes, es teológicamente significativo en todo el nuevo testamento sobre cómo Cristo transforma nuestro cuerpo.

Abordaremos lo que Pablo les dice, y luego considerar lo que esto pueda significar para nosotros, verso 12 de 1ra Corintios capítulo 6: “Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna. Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder. ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; más el que fornica, contra su propio cuerpo peca. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”.

Quiero que veamos aquí, mientras somos rodeados por una cultura que llena nuestras mentes, diciéndonos una y otra vez, haz lo que quieras hacer para complacer a tu cuerpo. Tenemos que llenar nuestras mentes con algunas verdades respecto de nuestros cuerpos. No en lo que significa complacer nuestros cuerpos, sino en lo que significa complacer a Dios con nuestros cuerpos. Por lo que quiero que vean estas verdades que deben ser el fundamento de nuestra fe que afecta la forma en que vivimos nuestro cuerpo. ¿Qué significa para tu cuerpo que le pertenece a Cristo?

Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas

Bueno, en primer lugar significa que tu cuerpo fue creado por Dios. Tu cuerpo fue creado por Dios. Ahora, este es el quid de la imagen y está en el verso 13, volveremos al verso 12 en un momento, pero Pablo utiliza una frase que era común en los corintios, especialmente en los corintios cristianos.

“Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas” en otras palabras, lo que estamos diciendo es que mi estomago fue creado para comida y la comida para mi estomago. Por lo que automáticamente cuando los pone juntos no hay problemas. Y lo que implicaba era que así ellos veían la sexualidad. Bueno, mi cuerpo fue hecho para el sexo y el sexo para el cuerpo, por lo que van de la mano. Así es como las cosas funcionan. Pablo dice, “por el contrario, el cuerpo no está hecho para inmoralidades sexuales, pero aquí hay una frase que es la clave, “Pero para el Señor” el cuerpo es para el Señor y el Señor para el cuerpo. Quizás quiera subrayar eso. Esa es la frase clave. El cuerpo es para el Señor y el Señor para el cuerpo. Dos imágenes ahí.

La primera es una verdad bastante contundente, nuestros cuerpos están destinados para el Señor, pero lo que es realmente interesante es la segunda parte de la frase, el Señor está destinado para el cuerpo. ¿De qué se trata esto? ¿Qué significa? Es a este punto que vamos, al menos en nuestras mentes, no cambiaremos para allá esta mañana, pero de vuelta a nuestro punto original, las últimas dos semanas estuvimos en estos temas, empezaron muy atrás en Génesis 1 y 2. Cuando Dios nos creó en el capítulo 1. En Génesis capítulo 2 habla de cómo Dios nos dio cuerpos, y responsabilidades que nuestros cuerpos tienen que realizar. Y la imagen es que Dios vio lo que había hecho en el hombre, ¿y qué dijo? El no dijo que fue bueno, dijo bueno en gran manera.

Todo lo demás en el mundo fue bueno. Nuestros cuerpos, El dice: Cuando creé al hombre fue bueno en gran manera. La intención de Dios para el cuerpo era buena. Dios aparentemente diseñó el cuerpo por una razón. Mucho que nos gusta hablar de eso con nuestras emociones y deseos la semana pasada. El diseñó el cuerpo para que le veamos a El por todo lo que necesitamos en el cuerpo.

Para nuestra provisión de nuestro cuerpo. El nos creó de esta forma. Permítanme recordarles que ustedes tuvieron muy poco que ver en la forma en que fueron creados. Tuvieron muy poco que ver en el desarrollo de su cuerpo. Cuando vinieron a este mundo ustedes no tenían idea de qué hacer con sus cuerpos, o cómo cuidar de él. Esta es la imagen que tenemos.

Admitámoslo. No hay nada significativo cuando se trata de nuestro cuerpo debido a nosotros. Fuimos creados por Dios. Por Su diseño. Con los cuerpos que tenemos. Esto es fundamental ya que el segundo punto en el cual quisiera que piensen ya que es vital.

Nuestros cuerpos son invaluables

Fuimos creados por Dios, lo que significa que nuestros cuerpos son invaluables para El. ¡Invaluables! El nos creó. Fuimos creados formidable y maravillosamente, ¿verdad? Salmos 139 El nos formó en lo más íntimo. Hizo quiénes somos y nuestros cuerpos son invaluables para El.

Ahora, estos fueron los puntos clave, volvamos a 1ra Corintios capítulo 6 porque esta gente pensó, más o menos como mencioné anteriormente, tengo mi fe por allá en la esfera espiritual, pero a Dios realmente no le importa mucho eso del lugar físico donde se encuentre. Si algo, esto le es indiferente respecto de lo que hago con mi cuerpo. Lo que realmente le importa es mi alma. Mi relación con Cristo. Y ellos necesitaban hacer correctivos allí. Tenían que darse cuenta está muy pendiente sobre sus cuerpos, y está muy pendiente sobre lo que hacemos en la esfera física. Esta es la imagen que tenemos aquí. Nuestros cuerpos son invaluables para El.

Este es un camino peligro para recorrer y hay muchos de nosotros que estamos ahí. Nosotros, en nuestra naturaleza pecaminosa, podemos convencernos a nosotros mismos que todo está bien en nuestra relación con Dios por aquí y nuestras vidas por aquí y nuestros ministerios por allá, mientras que nos entregamos a nosotros mismos físicamente a esto por aquí que no honra a Dios. Y ustedes pueden distinguir entre ambos. Van de la mano. Dios está muy interesado en nuestro cuerpo, y esta es la belleza de 1ra Corintios capítulo 6.

Tu cuerpo es precioso para Dios, por lo tanto honra a Dios con tu cuerpo. Tu cuerpo es hermoso para Dios, un tesoro de gran valor.

No solo nuestros cuerpos son de un valor incalculable para El, sino que además hizo una inversión eterna en ellos. Escuche el verso 14 “Por su poder, Dios levantó al Señor de la muerte, y nos levantará a nosotros también” ahora la imagen del pensamiento de los Corintios, “Bueno, mi alma está bien, mi cuerpo no importa” Dios dice “Bueno, es relevante para el cuerpo de Jesús” El no solamente tuvo un levantamiento del alma de la muerte, el también fue levantado en cuerpo. Este es el punto relevante.

Volvamos a 1ra Corintios 15. Vean el final de este capítulo, vamos a leer el verso 51 por un segundo, mientras llegan ahí, entiendan el escenario que se presenta. Un pueblo que estaba preocupado por sus almas, a dónde irían sus almas pero sin darle importancia a dónde sus cuerpos estaban. Qué pasaría con sus cuerpos, ¿haciendo distinción entre ambos? ¿Cree que caemos en esa trampa hoy día? ¿Cree que es posible para nosotros crear un cristianismo en donde creamos que nuestras almas están selladas para la eternidad en el cielo, sin embargo vivimos en nuestros cuerpos aquí como si fuésemos a disfrutar todos los placeres que este mundo tiene para ofrecer?

No dice que puedo hacer lo que quiera en mi cuerpo

¿Cree que es posible para nosotros vivir en nuestros cuerpos aquí sabiendo que todo está bien con nuestra alma, porque nuestra alma está perdonadas en el cielo, y podemos vivir nuestra vida como queramos aquí?

Esta es una marca del cristianismo que es tan rampante en la iglesia de hoy y es una marca horrible, no bíblica del cristianismo que dice que puedo hacer lo que quiera en mi cuerpo aquí, porque sé que mi alma está garantizada en el cielo.

Pablo en 1ra Corintios capítulo 15, está hablando sobre la resurrección del cuerpo. El habla sobre cómo Jesús fue levantado de los muertos. Luego habla de cómo si Jesús no hubiese sido levantado de los muertos, entonces nuestras vidas darían lástima. Pablo literalmente dice a la mitad de este capítulo, “muero cada día, estoy dando mi vida, mi cuerpo para que sea lacerado, sea torturado, siendo esto o aquello. Me está pasando a mí. Si estoy haciendo todo esto y no voy a tener un cuerpo resucitado algún día, entonces, he perdido el punto principal, y soy digno de lástima entre los hombres”. Sin embargo, él dice que ese no es el caso. Dios no solamente vino para ser resucitado. Para salvar mi alma, para redimir mi alma, El vino a redimir mi cuerpo. Vea el verso 51 de 1ra Corintios 15:

He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.

¡No es este un gran verso! La muerte no tiene victoria. El pecado en nuestro no tiene aguijón porque aquello que es perecedero aquí será levantado como imperecedero.

La imagen aquí, 1ra Corintios 6:14 y 1ra Corintios 15 es el hecho de que Dios y su poder levantaron a Jesucristo de la muerte y ese mismo poder levantará nuestros cuerpos. Reinaremos con El, corporalmente reinaremos con El. Esa es la imagen.

No tenemos tiempo ahora para abrir una discusión en 1ra Corintios capítulo 15 ¿Cómo será mi cuerpo resucitado? ¿Será diferente? ¿Será igual? No profundizaremos en esto, sin embargo, enfoquémonos en que Dios ha hecho una inversión eterna en nuestro cuerpo.

Hecho por las manos de Dios

Ahora, piense en esto. Con este origen tu cuerpo hecho por las manos de Dios el creador del universo. Y este destino, El haciendo una inversión eterna en tu cuerpo, destinado para reinar con Cristo, entonces ¿Por qué razón no daríamos nuestros cuerpos, aquí y ahora al Señor? Este cuerpo es para el Señor y el Señor para este cuerpo.

Esa es la imagen aquí. Nuestros cuerpos han sido creados por Dios. Ahora, quisiera pausar aquí un momento, porque vamos a tratar el tema del pecado sexual y el pecado del cuerpo en 13a Corintios capítulo 6. Vamos a ver qué tan serio es este pecado.

Antes de entrar en ese tópico, solo quiero hacer una pausa y decir esto. Estoy al tanto de que aquí hay personas, esta mañana, que han deshonrado a Dios grandemente con sus cuerpos en el pasado. Y “pasado” puede significar años atrás como también días u horas. Encontrándose a ustedes mismos entregándose a cosas que no honran a Dios con sus cuerpos. Y sé que existe una carga ahí, como debería estar, y como vamos a ver.

También sé que probablemente varias personas también, que han tenido a otra persona deshonrando sus cuerpos. Sólo quiero recordarles antes de seguir avanzando, quiero recordarles que no importando que hayas hecho para deshonrar a Dios con tu cuerpo, o no importando que te haya pasado para deshonrar tu cuerpo, tienes a Dios que te dice, tu cuerpo es valioso para mi.

Y El ha hecho una inversión eterna en tu cuerpo, y no importa que tan impuro te haga sentir el adversario; quiero que sepas que cuando reconoces que tu cuerpo le pertenece a Cristo, no importa lo impuro que te haga sentir el adversario, vendrá un día en que El levantará tu cuerpo sin manchas.

En una nota similar, sé que hay varias personas en la familia de la fe a quienes el adversario les está diciendo, “Toda la esperanza para ti se ha agotado” por este cáncer o esa enfermedad o ese quebranto, o por todo el daño que hay ahí”. Si es así. Permíteme recordarte que Dios ha prometido, que tu cuerpo es valioso para El y que El te levantará por completo un día.

Honra a Dios

Completo. Tu cuerpo es creado por Dios. Es precioso para Dios. Hay una inversión eterna en tu cuerpo, por lo tanto, honra a Dios con él. De manera que esa es la raíz de todo esto. Tu cuerpo es para el Señor y el Señor es para tu cuerpo. Ahora, basado en eso, vamos a la segunda verdad. Y aquí es el por qué puedo decir las cosas que acabo de decir con completa confianza. Porque no es solo creado por Dios, tu cuerpo fue comprado por Cristo.

Tu cuerpo fue comprado por Cristo. Volvamos a 1ra Corintios capítulo 6 y dice esto literalmente, “Ustedes no se pertenecen” verso 20 “ustedes fueron comprados por un precio”. Cristo te compró por un precio. Y luego dice más arriba en el verso 15, ¿Saben ustedes que sus cuerpos son miembros de Cristo mismo? Esto es asombroso. Nuestros cuerpos son miembros de Cristo mismo. Vamos a analizar esto. Cristo nos ha unido a sí mismo.

Esto es lo que nos muestra 1ra Corintios capítulo 6 verso 15. Cristo nos ha unido a cada uno de nosotros en nuestros cuerpos cuando confiamos en Cristo. Nos ha unido con sí mismo. Ahora, esto es algo que viene de la misma esencia de lo que Cristo es. Todo el cristianismo gira entorno a la encarnación, que es ¿qué?, Dios en ¿qué?, Dios en un cuerpo. Dios revelándose a sí mismo en carne humana. Por lo tanto, aquí está la imagen de cómo Cristo nos unifica en sí mismo.

El mismo como nostostros

Primero, Cristo tomó un cuerpo como nosotros. El asumió un cuerpo como el nuestro. El tomó un mano de carne humana como nosotros. El revelo a Dios mismo en un cuerpo. Es increíble la imagen de la encarnación por el hecho de que sabemos que el cuerpo es intencionado bueno, es valioso para Dios. Es la forma en que Dios vino a nosotros , en un cuerpo. Por lo tanto, Cristo tomó un cuerpo como nosotros.

Segundo, Cristo dio su cuerpo por nosotros. Por nosotros. Usted fue comprado por un precio. No hubo pecado en el. Ninguno. No hubo pecado en su cuerpo. Ningún miembro del cuerpo de Cristo se dio para deshonra de Dios. Su Padre, ni una sola cosa. No hubo pecado en su cuerpo, y aún así tomó en sus hombros el peso de todos nuestros pecados en la cruz. Es por esto que 1ra Pedro 1:18-19 le recuerda al pueblo de Dios, “ustedes no fueron redimidos con cosas pasajeras, como el oro y la plata, fueron redimidos, fueron comprados con la preciosa sangre de Jesucristo” esta es la imagen de Cristo asumiendo el peso del pecado de nuestros cuerpos en sí mismo. El dio su cuerpo por nosotros.

Entonces, Cristo tomo un cuerpo como el nuestro. Lo dio por nosotros. Luego, ya vimos en 1ra Corintios 15, que se levantó de la tumba, ascendió a los cielos y ahora exhibe su cuerpo a través de nosotros. Este es el punto de 1ra Corintios 6:15. Cristo ahora exhibe su cuerpo a través de nosotros. Cristo está revelando su cuerpo a través de nosotros. Usted no ve el cuerpo físico de Cristo ahora mismo. En vez de eso, usted ve Sus manos, Sus pies, Sus ojos, Sus oídos, Su sonrisa a través del corazón de su pueblo. Esta es la imagen de Cristo en ti. Cristo en mi afectando nuestros cuerpos. Cristo exhibe Su cuerpo a través de nosotros. Esto es lo que él significa. Tu cuerpo esta literalmente unido como un miembro de Cristo. Cristo en tu cuerpo. Y basado en eso El dice: ¿Debería yo tomar los miembros de Cristo y unirlos a una prostituta?

Tomar el cuerpo de Cristo y unirlo a algo similar a la prostitución. El dice “No”, “Nunca”. Esto es impensable, que usted en algún momento de su vida, su cuerpo a una relación con alguien que esté fuera de lo que Dios diseñó para su cuerpo. Usted está uniendo la naturaleza misma, la persona de Jesucristo, usted está entregando a Cristo en su pecado. El dice que usted nunca debe hacer esto. Esta verdad es enorme. Nosotros necesitamos radicalmente reexaminar lo que significa para Cristo estar en nuestros cuerpos y nos daremos cuenta de la naturaleza devastadora de un pecado como este.

Y en una cultura donde estamos rodeados, rodeados cada día por tentaciones sexuales, necesitamos recordar que estamos cargando con el cuerpo de Jesucristo. Y está guardado con todo lo que tenemos. ¿Debería unir a Cristo con aquello que Pablo dice que El murió para salvarte? El murió para liberarte de eso. ¿Qué quieres decir con eso de que para liberarnos? Y aquí es donde realmente entramos en donde Pablo sustenta el verso 12, él les cita. ¿Qué quieres decir con que nos liberó? El dice: “Todo me es lícito” lo dice dos veces.

El lo dice dos veces más en el mismo libro. “Todo me es lícito, pero no todo me conviene. Todo me es lícito pero no me dejaré dominar” ve esta frase que dice: “todo me es lícito” esta es una frase muy común para la gente de Corinto. Bueno, todo me es lícito para hacer. Soy libre. Esto es algo que Pablo enseña en otros puntos del nuevo testamento. En Cristo tú eres libre. El punto es que han tomado esa verdad que la han ajustado de manera que les hace pensar , porque “soy libre, tengo la potestad de hacer lo que me venga en ganas; todo me es lícito” y Pablo dice: Vamos a repensar esa frase.

No todo es beneficioso

Todo me es lícito, pero no todo es beneficioso. El dice no preguntes si tienes el derecho a hacer algo. Pregúntate si te conviene. Literalmente, ¿existe alguna ventaja de esto que voy a hacer? En 1ra y 2da Corintios Pablo usa esta palabra “Conviene” es utilizada no solamente para representar un beneficio para mi, más importante es si esta representa un beneficio para otros. Eso es lo que él plantea. Lo que estamos viendo aquí es que Cristo ha muerto para darnos libertad. El murió para liberarnos de estas cosas.

En primer lugar, pecado corporal que daña tan profundamente. Lo que se presenta aquí es el pecado sexual, muy específicamente en 1ra Corintios 6. Y se refiere a un pecado corporal porque quiero que pensemos sobre el pecado sexual en la forma en que él lo está haciendo y quiero que ampliemos esto también. Esto es más que solo un pecado sexual, cuando se trata del cuerpo del discípulo. Ya que El murió para darnos libertad de nuestros pecados corporales que nos hacen un daño tan profundo. Estos cristianos de corintio se estaban uniendo con prostitutas y es cuando les dice: ¿es esto beneficioso? Es beneficioso para ti.

¿Le conviene esto a la iglesia? ¿Es esto una ventaja para atraer personas a Cristo? Absolutamente no. La implicación está clara. ¿Es esto algo que ayuda? No, el pecado nunca ayuda. El pecado siempre daña. Siempre daña profundamente. El pecado estaba dañando profundamente la iglesia de Corinto y el pecado, el pecado sexual, el pecado corporal, está dañando profundamente la iglesia de hoy.

El pecado sexual y la pornográfia

Piense en el pecado sexual. Imagine que nuestro mundo de hoy estuviese allá, el año pasado, mas de 60 billones de dólares fueron generados por la industria pornográfica. 60 billones de dólares. Y no solamente en el mundo. La revista Leadership (Liderazgo), una gran revista, hizo un sondeo en las iglesias, no solo parte del staff, líderes en iglesias. 7 de 10 admitieron que visitaron páginas de internet para adultos al menos una vez a la semana. 4 de 10 pastores admitieron lo mismo.

Una encuesta reveló que 50% de todos los hombres cristianos y 20% de todas las mujeres cristianas son adictos a la pornografía. Eso es 1 de cada 2 hombres en esta sala. 1 de cada 5 mujeres. 40% de esas mujeres admitieron haber estado involucradas en pecados sexuales durante el año pasado. Quinientos hombres cristianos, en un retiro en particular, sobre el 90% admitieron que se sentían desconectados de Dios. Más del 90% por lujuria, pornografía, o por alguna fantasía que hayan tenido pendiente durante sus vidas. No hay que sorprenderse de esto ya que vivimos en una cultura donde casi la mitad, en un encuesta reciente, casi la mitad de las personas, dijeron que no es ningún problema tener relaciones sexuales con alguien del sexo opuesto fuera del matrimonio. Y esto impregna la iglesia. El pecado daña de manera profunda y esta es la gran decepción del pecado. Porque promete que te va ayudar. Promete satisfacción. El pecado promete una gran recompensa, sin embargo, nunca cumple. Quizás por un momento, pero nunca cumple lo que promete. El pecado siempre daña, siempre. Y eso parece simple.

Eso parece simple, pero existe una teología en la iglesia de hoy, sígame bien cerca en esto. Existe una teología en la iglesia de hoy y la he escuchado. Dice que aún como cristianos si tu cometes un pecado corporal o un pecado sexual, cuando lo cometes un pecado y luchas con eso, y Dios te ayuda a superarlo, esto hará tu vida mejor como resultado de tu lucha con este pecado.

La forma en que lo plantean es: “Estoy agradecido de que lucho con este pecado, porque ha hecho mi vida mucho mejor al día de hoy” en otras palabras “Mi matrimonio es mejor gracias al adulterio”, “Mi vida es mejor por mis luchas con la pornografía”. Esta es una mentira directa de nuestro adversario. Directa del Diablo. Ahora, por favor, no me mal interprete. No estoy diciendo que Dios no tiene Gracia, o que no sea bueno, y que Dios no trae sanidad y restauración a nuestras vidas.

Una mejor vida

El hace todo eso, pero el pecado nunca, nunca nos deja mejor que como estábamos antes. Nunca nos deja mejor que antes. Si así fuera entonces Cristo se equivocó ya que nunca cometió pecado. El pudo haber tenido una mejor vida si hubiese tenido que enfrentar sus luchas. Todo lo contrario, el que es supremamente sabio supo que el pecado siempre daña. El pecado siempre destruye es por esto que tenemos que huir de él. Corra de él. No se entregue a él.

Les urjo a cada uno de ustedes pueblo de Dios, huyan de la inmoralidad sexual. Corran de ella. Siempre daña. Y daña profundamente siempre. Jesús murió en la cruz para liberarnos de eso. Para liberta del pecado corporal que hace tanto daño y que toma el control tan rápido.

Eso es lo que segundo que menciona Pablo. “No todo me conviene”. “Todo me es lícito pero de todo no me dejaré dominar”. No seré esclavo de nada. No seré controlado por nada. Así es como el pecado funciona. Se mete en nuestra mente y emociones, en nuestros cuerpos y los controla. Y está tan metido, especialmente el pecado sexual, está tan adentro que contamina cada faceta de nuestra vida. Y sabemos esto, sabemos que nos hemos encontrado a nosotros mismos por momentos en donde hacemos cosas que nunca pensamos que haríamos antes. Y vemos a las personas que están absortas en cosas que pensamos, “Yo nunca imaginé a esa persona haciendo eso”, así es como el pecado controla.

Y poco a poco, toma el control de una manera rápida. Es por esto que Pablo dice en el verso 18 huye, evítalo, corre. No estés jugando con él para ver si puedes superarlo. Para ver si eres suficientemente espiritual. Esta es una mala decisión. Tu corre de ella. No eres lo suficientemente bueno. Cristo en ti es el único que es suficientemente bueno, por lo tanto corre hacia Cristo. Pablo dice: evita la inmoralidad sexual. La imagen aquí, todos la sabemos, y algunos de nosotros están ahí en esta mañana. Y pienso que estaríamos sorprendidos para darnos cuenta que no estamos solos en esta sala esta mañana. Algunos de nosotros estamos ahí.

Estamos controlados y dominados ahora mismo por algunos deseos en nuestro cuerpo; por cosas en nuestros cuerpos que no honramos a Dios y que nos están controlando de forma rápida, y si no está ahí ahora es posible que lo estés mañana. Dice después en 1ra Corintios “aquel que está firme, mire que no caiga” esto es lo que tan humilde, tan sobrecogedor, tanto, que me hizo caer de rodillas estudiando este texto esta semana. Quiero ser lo suficientemente atrevido para rogarle que ore por mí. Este no es un sermón fácil de predicar ya que sé que es más que posible que mi carne caiga en quien sabe que.

Les pido que oren continuamente por mí, por los líderes de la iglesia, oren los unos por los otros para que Dios nos guarde de caer en el pecado que controla tan rápido. Que nos libere del pecado corporal que devasta tan dolorosamente. Y esto es lo que dice en los versos 16 y 17: “ ¿Acaso no saben ustedes que quien se une a una prostituta es una con ella en cuerpo? Porque dice: “los dos serán una sola carne” Está citando a Génesis capítulo 2. El final del capítulo cuando Adán y Eva se juntan y forman una sola carne, y la imagen hermosa que Dios ha diseñado para que sus cuerpos estén juntos. El les dice: no saben ustedes que cuando ustedes se unen con otra persona es más profundo que una simple actividad carnal, una actividad física; esta es la unión de tu entero ser con otra persona. Aquel que se une a sí mismo con el Señor es uno con El en espíritu. Aquel que se une a una prostituta es uno con ella, uno con él. Esta es la imagen que obtenemos de todo esto.

El pecado sexual es doloroso

El pecado corporal devasta de forma tan dolorosa. Y es por esto que dice que es diferente a los demás pecados. “Todos los pecados que el hombre comete están fuera de su cuerpo, mas el que peca sexualmente, peca contra su propio cuerpo”. Lo que Pablo está diciendo aquí es bastante claro. El pecado sexual es extremadamente doloroso. Es extremadamente devastador. Rompe matrimonios, degrada la confianza, destruye vidas, incita a la mentira, al robo, engaño, chisme, no es solamente que se peca y ya, es que realmente devasta tan dolorosamente. 1ra Corintios capítulo 10 verso 8 Pablo se refiere al Viejo Testamento cuando 32,000 hombres fueron cortados en un día como resultado del pecado sexual.

Que escena. Dios está aparentemente bastante serio respecto del pecado sexual. Bueno, entonces, ¿Por qué David fue un hombre conforme al corazón de Dios? No olviden, tan pronto David cometió adulterio con Betsabé, esto derivó en un camino de faltas. Primero, al asesinato. Segundo, Dios tuvo que enviarle al profeta Natán para que le dijera que la espada nunca se apartaría de su casa, y el hijo que le nacería moriría. Las cosas nunca fueron igual en la su vida ni en su liderazgo. Jamás fueron igual.

El pecado sexual es devastador. Es por esto que si ve en 1ra Corintios 6:9-10 habla como aquellos que se entregan al pecado sexual no heredarán el reino de Dios. No heredarán el reino de Dios. Escuchen lo que dice: ¿No saben ustedes que los malvados no heredarán el reino de Dios? No se engañen: Ni los inmorales sexuales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los prostitutos, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los mentirosos, ni los estafadores heredarán el reino de Dios?

Identidad en Cristo

Hay pecados corporales en toda esta descripción. ¿Está usted diciendo que Dios no me perdonará? No, mire lo que dice: Y esto era lo que algunos de ustedes fueron. Pero ustedes fueron lavados, santificados y justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios” Por lo tanto, pare y entréguese a El. Ustedes fueron limpios de eso. Fueron liberados de eso. Mi objetivo, el objetivo de esta mañana en este texto, no es el de solo hacernos sentir culpables. Mi objetivo no que persona alguna salga de aquí, ésta mañana sobrecogido por culpa, sino que mi objetivo es decir alto y claro que hace un daño profundo. Y que toma el control de forma rápida y devasta dolorosamente. Por lo tanto, corra de él, huya de él. Cristo murió para hacerle libre de él.

Y no solo libre de estas cosas. Cuando usted es libre de la esclavitud es liberado de algo más. Aquí está la belleza. Fuimos liberados de todas esas cosas que ya hablamos. El pecado que daña, controla y devasta. Nos ha hecho libre para disfrutar el gran propósito para nuestros cuerpos. Fuimos liberados para disfrutar de su gran propósito para nuestros cuerpos. Esto es Romanos capítulo 7 verso 4, que por cierto, estoy citando Romanos numerosas veces. Romanos fue escrito en la ciudad de… adivinen cuál…. ¡Corinto! Existe un vínculo entre estos libros. Y él dice “Entonces, hermanos míos, ustedes también murieron a la ley a través del cuerpo de Cristo, para que pertenezcan a otro, a El que ha sido levantado de entre los muertos” Usted le pertenece a aquel que conquistó el pecado.

Entonces usted es libre de disfrutar Su gran propósito para nuestros cuerpos. Y eso es todo, ¿verdad? ¿Confiamos en el gran propósito de Dios para nuestros cuerpos? Solteros, adolescentes, damas, ¿En quién pondrás tu confianza? ¿Confiarás en tu novio para que te diga lo que es mejor para tu cuerpo o al Dios del universo que te diga lo que es mejor para tu cuerpo? Hombres, ¿Confiarías en tu novia para que te diga lo que es mejor para tu cuerpo o al Dios del universo? Esposos, esposas ¿confiarían lo que es mejor para sus cuerpos a este hombre o esta mujer con quien trabajas y filtreas?

Somos libre para disfrutar el gran propósito para nuestros cuerpos

Este señor o dama que conoció, ¿Confiarías en ellos para lo que es mejor para tu cuerpo o al Dios del universo para saber lo que es mejor para tu cuerpo? Hombre y mujer que estas en esta sala, estudiantes, adultos y demás, ¿Confiarías esta página de internet para hacer lo que es mejor para tu cuerpo o la palabra de Dios para hacer lo que es mejor para tu cuerpo? ¡Somos libre de disfrutar Su gran propósito para nuestros cuerpos! Hombres, yo digo que sigamos con uno que dijo en proverbios capítulo 5, tu fuente será bendecida y disfrutarás la esposa de tu juventud y vas a disfrutarás de su amor.

Voy dejar algunas partes ahí, ya que no me siento tan cómodo citando esta mañana. No olvide. No es solo sobre nosotros. No es solamente acerca de lo que me beneficia a mí. Esta es la naturaleza egoísta del pecado. ¿Qué puedo obtener? ¿Qué puedo obtener? ¿Qué tengo que hacer? Y ni siquiera pensamos en las consecuencias del pecado y todos aquellos a nuestro alrededor. Todos aquellos a nuestro alrededor a quienes tenemos que dar el cuerpo de Cristo para exaltar la gloria de Dios a través de nuestros cuerpos y cuando somos liberados de esas cosas, somos libres de mostrar Su gloria, para animar a otros, para dirigir a otros a Cristo por la forma en que nos manejamos con nuestros cuerpos.

Cuando nos damos a aquello que daña y aquello que controla y devasta, entonces impedimos que eso pase y nuestros cuerpos ya no son utilizados como instrumentos en las manos de Dios, para dirigir a nuestros hijos, nuestras familias o a las personas a nuestro alrededor que se dirigen a una eternidad sin Cristo. Dejamos de utilizar nuestros cuerpos para guiarlos a Cristo. Utilizamos nuestros cuerpos para desviarlos de Cristo. Somos libres de disfrutar Su propósito, para exaltar Su gran gloria y esto nos guía a esta última verdad.

Tu cuerpo es creado por Dios, comprado por Cristo y lleno de su Espíritu. Esta es la bella imagen al final. ¿No saben que sus cuerpos son templo del Espíritu Santo, que está en ustedes, que han recibido de parte de Dios? No tenemos tiempo para ir a la historia del Viejo Testamento, pero permítame recordarles ustedes, el templo. Dos cosas, este era un lugar en donde la presencia de Dios habitaba en medio de Su pueblo. Mientras iba al tempo, esto era un santuario normal como lo tenemos ahora. Este era “el lugar”. Jerusalén. El Templo. Lo más Santo. El lugar en donde Dios habitaba en medio de su pueblo.

Nuestros cuerpos somos templos

No solo esto, el Templo es el lugar donde la Santidad de Dios atraía a las naciones a Sí mismo. Es lo que El dice una y otra vez a través del Viejo Testamento. El dice, voy a atraer las naciones para que vean mi grandeza vean mi santidad en el templo. Esta es la imagen que tenemos en el Viejo Testamento. Cuando vamos al Nuevo Testamento, Jesucristo dice Yo soy el Templo. Yo soy el lugar en donde encuentra la Gloria de Dios. ¿Quieren ver la gloria de Dios? Aquí, estoy atrayendo las naciones a Mí mismo. El va a la cruz, muere, se levanta de la tumba y asciende a los cielos. Envía Su Espíritu y ahora, usted y yo, igual que el Templo en el Antiguo Testamento, guardaba la presencia del Dios vivo, y usted y yo guardamos la presencia del Espíritu de Dios en nuestros cuerpos. ¿No es esta una verdad increíble? Nuestros cuerpos. Poseemos su presencia en nuestros cuerpos como la iglesia.

Y la belleza de esto es que tú tienes el Espíritu en ti y este necesita ser guardado, pero no olviden el Espíritu Santo es el único que tiene el poder de ayudar a sobrepasar el pecado. Le ayuda a conquistar el pecado. Y él vive en ti por lo tanto, no estará peleando al cuerpo solo. Tienes el Espíritu Santo de Dios en ti para ese propósito. Y es aquí en donde el adversario viene a ti y dice: “Es cierto, esto es lo que la Palabra dice pero la verdad es que no puedes hacerlo, las cosas son distintas contigo, no puedes superar esto, no puedes hacer esto”.

Y el adversario diciéndote esto una y otra vez “estás muy metido, no puedes cambiar esto” Te recuerdo que después que el esquizofrénico Pablo en Romanos 7 capítulo 8 verso 1 él dice: “Por lo tanto no hay condenación para aquellos que están en Cristo Jesús, porque la ley del Espíritu de Vida te ha hecho libre de la ley del pecado y la muerte” Tú no estás tan metido para el Espíritu de Dios que no te pueda sacar. No estás tan metido para la gracia and su Espíritu para que radicalmente cambie y transforme tu vida. El está en ti. Nosotros poseemos Su presencia como una iglesia.

No solamente eso, sino que exhibimos Su santidad a las naciones. Juan capítulo 16 habla sobre cómo el Espíritu vendrá sobre nosotros. Estará en nosotros para dar la gloria a Cristo. Para nuestros cuerpos, el Espíritu habita en nosotros entonces, somos quienes atraemos las naciones a El mismo. Atraemos a personas que no conocen a Cristo a través de la forma en que vivimos nuestros cuerpos.

Aquí está la verdad, es Romanos 6, 1ra Corintios 6, cada persona y cada cuerpo en esta sala, puede ser utilizado como instrumento de maldad o instrumento de justicia. Esas son las dos elecciones. El Espíritu esta en nosotros para transformarnos. Y Dios está apasionado por nosotros exhibiendo Su santidad a través de nuestras vidas, y déjeme decirle por qué esto es una muy buena noticia, esta última verdad. ¿Por qué es buena, David, del cual Dios es tan apasionado exhibiendo Su santidad en nuestros cuerpos? Esto es bueno, porque significa que Dios nos busca en nuestro pecado por su Gracia, El nos perdona por nuestros pecados y nos restaura de manera que podamos exhibir Su Santidad. Dios es bastante apasionado por salvarte para Su gloria. Esa es la imagen que tenemos aquí. Su anhelo es purificarte esta mañana. El murió y resucitó de la tumba para que tu cuerpo pueda ser un instrumento de justicia. Lo que ves, lo que sientes, lo que tocas y la forma en que te manejas, la forma en que usan sus cuerpos, la relación en la que estas involucrado, todo ese escenario, El murió para transformar nuestros cuerpos para su gloria.

Luchamos contra el pecado sexual

Entonces, esto es lo que voy a hacer. Hemos hablado bastante sobre el pecado sexual. Pensado en el pecado corporal. Y aquí está la pregunta que quiero formular. No se la pierda. Cada persona en esta sala. No la persona que está a su lado, al frente o atrás. ¿Qué parte de tu cuerpo no le brinda la gloria a Dios? Puede ser una parte sexual.

Creo, basado en, aún si estas estadísticas son mitad ciertas, entonces eso es una gran cantidad de personas en esta sala. Qué facetas de tu cuerpo, tal vez incluso más allá de que, si bien, Santiago 3 habla de la lengua – lo que decimos, el temperamento, lo que estamos viendo, lo que estamos tomando, lo que observamos, lo que vemos. Lo que en nuestro cuerpo necesita es ser purificado de esta mañana Y quiero que entiendas que Dios que te ama profundamente y desea purificarte profundamente. Así que considera, y hágase la pregunta ¿Qué en mi cuerpo necesita ser purificada por la gloria de Dios?

David Platt

David Platt sirve como pastor en el área metropolitana de Washington, D.C. Es el fundador de Radical.

David recibió su doctorado del Seminario Teológico Bautista de New Orleans y es el autor de Don’t Hold Back [No te quedes donde estás], Radical, Sígueme, Contracultura, Algo tiene que cambiar, Before You Vote [Antes de votar], así como los varios volúmenes de la serie Christ-Centered Exposition Commentary [Comentario Expositivo centrado en Cristo]. 

Vive junto con su esposa e hijos en el área metropolitana de Washington, D.C.

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