Sesión 3: Los profetas y el sufrimiento - Radical

Iglesia Secreta 12: La Cruz y el Sufrimiento

Sesión 3: Los profetas y el sufrimiento

¿Cómo podemos seguir siendo obedientes a Dios ante nuestro sufrimiento? ¿Cuáles son las implicaciones para los cristianos al saber que Cristo resucitó de entre los muertos en victoria sobre el pecado, el sufrimiento y Satanás? En esta sesión de Iglesia Secreta 12, el pastor David Platt forma una teología bíblica del mal y el sufrimiento al analizar a los profetas y los Evangelios. Desde la esperanza prometida de un Mesías en la literatura profética, hasta el anuncio de este Mesías y su llegada, este mensaje representa la esperanza que podemos tener ante el sufrimiento.

  1. Profetas
  2. Evangelios

Profetas

Ahora iremos a los profetas, algunos de estos más profundos que los otros, recuerde que estos profetas estaban hablando al pueblo de Dios en tiempos en los cuales estos estaban sufriendo, o estaban por recibir sufrimiento como resultado del pecado. Así que vemos a Job, y como el sufrimiento no es resultado del pecado específicamente en la vida de alguien, este es el sufrimiento como resultado del pecado. Parte de mi esperanza es que veremos juntos que cuando seguimos nuestras maneras en vez de las maneras de Dios, cuando ganamos, pensamos por un tiempo que serán buenos para nosotros, pero al final, siempre nos llevara al sufrimiento, no es sabio desobedecer a Dios.

Así, quiero que veamos en los profetas la severidad del pecado y el sufrimiento, y al mismo tiempo, quiero que vean las maravillas de la gracia de Dios comenzando con un perfecto lugar: Isaías 53: la salvación a través de un siervo en sufrimiento, uno de los picos más altos del Viejo Testamento.

La Disposicion de Isaias

Vemos la disposición en Isaías, ponemos el llamado de Isaías 6:1-8, dice: En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo.

Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de un pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los Ejércitos. Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas; y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado. Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.

Así, de esto vemos que Dios es majestuoso. Quiero mostrarle una imagen de Dios, él es majestuoso, vean la escalofriante santidad de Dios, no hay nadie como él, Isaías 40:25, “¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo.” Él sin falta y sin igual y vemos la total soberanía de Dios, vean su escalofriante santidad y su total soberanía.

Isaías 46:8-11 dice, “Acordaos de esto, y tened vergüenza; volved en vosotros, prevaricadores. Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero; que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré.”

El es el creador del mundo, el rey de todas las naciones, el gobernante de la historia y el juez de todas las naciones. Isaías 3:15 dice, ¿Qué pensáis vosotros que majáis mi pueblo y moléis las caras de los pobres?”

Dios es majestuoso, nos muestra Isaías y el hombre es depravado y pecaminoso hasta la medula. Isaías 1:2-4, “Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí. El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento. ¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás.”

Desde el comienzo de Isaías 1, vemos una imagen de pecado en el pueblo de Dios, están confiando en reyes extranjeros, confiando en falsos Dioses, y están confiando en sus cosas. Isaías 2:6-8 dice, “Ciertamente tú has dejado tu pueblo, la casa de Jacob, porque están llenos de costumbres traídas del oriente, y de agoreros, como los filisteos; y pactan con hijos de extranjeros. Su tierra está llena de plata y oro, sus tesoros no tienen fin. También está su tierra llena de caballos, y sus carros son innumerables. Además su tierra está llena de ídolos, y se han arrodillado ante la obra de sus manos y ante lo que fabricaron sus dedos.”

Los Profetas y el Sufrimiento

Ellos confiaron en sus lideres y ellos confiaron en si mismos, Dios dice en Isaías 2:22 “Dejaos del hombre, cuyo aliento está en su nariz; porque ¿de qué es él estimado?” este pecado nos lleva a la gracia de Dios, Isaías 43:25 “Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.” Dios dice que sus pecados serán removidos y sus pecados nunca serán recordados por el.

Dios es majestuoso, el hombre esta lleno de pecado, pero la redención es segura, ese es el punto del libro de Isaías. Dios manda su profeta para entregar su promesa, Isaías 6:9,” Y dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis.” Sus promesas dicen que el va preservar su pueblo y al final, Dios restaurara todos los pueblos.

Isaías 2:2-3 dice, “Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.

Isaías dice, “Busca por una señal espectacular”, el profetiza en Isaías 7:13-14, “Oíd ahora, casa de David. ¿Os es poco el ser molestos a los hombres, sino que también lo seáis a mi Dios? Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.” Busquen una señal espectacular y busquen un hijo prometido. Isaías 9:6-7.

Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.

El Siervo en Isaias

Todo esto nos lleva a Isaías 53, en donde Dios dice, “busca un siervo sufriente” comenzando en Isaías 42:1, comenzamos a ver un siervo del padre que va a venir, dice “He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones.”

En una referencia a Jesús, cuando llegamos al final de Isaías 52, comenzando en Isaías 53, vemos un sorprendente retrato de Jesús como el siervo sufriente, Isaías dice que el rechazara, pero que el redimirá, Isaías 52:13-15 dice, He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto. Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres, así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído.

Isaías describe el mesías por venir, Jesús, dice, el es un siervo humano con una naturaleza espantosa, Isaías 50:5-6, “Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no fui rebelde, ni me volví atrás. Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos.”

El es también un soberano divino que asombrara las naciones. Dios dice que el señor se le revelara, pero que lo rechazara. Isaías 53:1-3 dice, ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.

Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Vemos su humillación y vemos nuestra condenación en los primeros tres versos, entonces Isaías dice que cristo el cordero de Dios, será sacrificado para que nosotros seamos salvados. Isaías 53:4-6, dice, Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.

Leímos estos versos mas temprano en este estudio, Isaías dice que el siervo cargara con la penalidad del pecado y tomara el lugar de los pecadores en la cruz, la esencia del pecado es que el hombre se sustituye a si mismo por Dios, de eso se trata el pecado, la esencia de la salvación: Dios en su misericordia, sustituye al hombre por si mismo.

Isaías dice que el sufrirá en un silencio sin pecado, Isaías 53:7-9: Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca. Por lo tanto sufrió en silencio y sin pecado, y será satisfecho en su sustitución.

Isaías 53:10-12, Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

Pensemos en esto de diferentes niveles, todos serán satisfechos, ¿quien será satisfecho? El padre será satisfecho a través de su siervo sufriente, Dios en las alturas demostrara la amplitud de su justicia, juzgando, condenando y destruyendo el pecado, al mismo tiempo el va a demostrar la amplitud de su amor, haciendo su juicio contra el pecado, y Dios se satisfará y salvara a los pecadores al mismo tiempo.

Aquí recordamos que la cruz es una demostración, ante todo, del carácter de Dios, la cruz es una demostración de su santidad, de su ira, de su amor y de su justicia, antes que para el bien del hombre, la cruz es para el bien de Dios.

El padre estará satisfecho, el hijo estará satisfecho y los pecadores estarán satisfechos, a través de la confianza en su siervo, seremos justificados delante de Dios el padre, en nuestro pecados, seremos perdonados de nuestros pecados, y seremos victoriosos con Dios el hijo, Pedro dice, 1 Pedro 2:22-25,refiriéndose a Isaías 53.

El cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.”

Entonces, ¿como Dios provee salvación? El lo hace a través de un siervo sufrido, eso es enorme, agárrese de eso: Dios provee salvación a todos los pecadores a través del sufrimiento de su hijo.

El Profeta Lloron

Después de Isaías en tu Biblia, viene Jeremías, el profeta llorón y Dios dice “no llores mas”, aquí les incluyo cuatro pasajes que muestran el sufrimiento de Jeremías y su sufrimiento sobre el pecado entre el pueblo de Dios.

Jeremías 8:18 y 9:1 dice,” A causa de mi fuerte dolor, mi corazón desfallece en mí… ¡Oh, si mi cabeza se hiciese aguas, y mis ojos fuentes de lágrimas, para que llore día y noche los muertos de la hija de mi pueblo!, Jeremías 15:10,” ¡Ay de mí, madre mía, que me engendraste hombre de contienda y hombre de discordia para toda la tierra! Nunca he dado ni tomado en préstamo, y todos me maldicen.”

Jeremías 20:1-2” El sacerdote Pasur hijo de Imer, que presidía como príncipe en la casa de Jehová, oyó a Jeremías que profetizaba estas palabras. Y azotó Pasur al profeta Jeremías, y lo puso en el cepo que estaba en la puerta superior de Benjamín, la cual conducía a la casa de Jehová.” Jeremías 37:15,” Y los príncipes se airaron contra Jeremías, y le azotaron y le pusieron en prisión en la casa del escriba Jonatán, porque la habían convertido en cárcel.”

Aquí resalto como la profecía de Jeremías y la relación entre el trabajo de Dios en Jeremías, el trabajo de Dios en Israel y el trabajo de Dios en otras naciones, ahora Jeremías profetizaba en el reino del sur, en el medio de esto esta Jeremías 31 y esto es central en estos mensajes nacionales, en este escenario el pueblo de Dios esta a punto de ser tomado por los babilonios, Jerusalén esta por caer, están por ser llevados al exilio.

Un Nuevo Pacto

Este sufrimiento es resultado del pecado y es un punto bajo en la historia del pueblo de Israel, de todas maneras en medio de esto Dios promete un nuevo pacto, como ven el problema es el antiguo pacto, como hemos visto, el pueblo de Dios era hipócrita, Jeremías 2:11-13 dice,

¿Acaso alguna nación ha cambiado sus dioses, aunque ellos no son dioses? Sin embargo, mi pueblo ha trocado su gloria por lo que no aprovecha. Espantaos, cielos, sobre esto, y horrorizaos; desolaos en gran manera, dijo Jehová. Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.

El pueblo era idolatra y era inmoral, volviéndose de Dios a otros dioses, y el pecado abundaba por esto, Jeremías 7:30-31 dice,” Porque los hijos de Judá han hecho lo malo ante mis ojos, dice Jehová; pusieron sus abominaciones en la casa sobre la cual fue invocado mi nombre, amancillándola. Y han edificado los lugares altos de Tofet, que está en el valle del hijo de Hinom, para quemar al fuego a sus hijos y a sus hijas, cosa que yo no les mandé, ni subió en mi corazón.”

De todas maneras la peor parte era que el pueblo de Dios era incapaz de cualquier cosa diferente, no podían cambiar sus formas de acuerdo con la palabra de Dios.

Así que Dios les da la promesa de un nuevo pacto, es glorioso en Jeremías 31:31-34, dice,

“He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto.

“31 He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. 32 No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. 33 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 34 Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado”.

Los Profetas y el Sufrimiento

Jeremías dice que recibiremos un nuevo pacto y vemos las diferencias aquí. La ley de Dios en el antiguo pacto fue escrita en tablas de piedra. En el nuevo pacto, Jeremías 31: 31-34, está escrita en el corazón de los hombres. La palabra de Dios transformará Su pueblo de adentro hacia afuera. Nuestro peor enemigo es la religión carnal, pensando que si usted va a la iglesia y hace esto aquello, usted estará bien delante de Dios. Eso no es lo que necesitamos. Nuestra mayor necesidad es regeneración espiritual. Hay una diferencia aquí, y es una gran diferencia.- La obediencia a la ley no es una condición para entrar al nuevo pacto. Por ejemplo: “Haga estas cosas y así podrá estar en el pacto con Dios.” En vez de eso, la obediencia a la ley es una promesa que experimentamos en el nuevo pacto. Confíe en Dios y el dará el poder para obedecer.

Esto lo que dijo Jonathan Edwards: “Yo pienso que la diferencia establecida entre estos dos pactos, yace plenamente aquí: que en el Antiguo Testamento Dios prometió ser el Dios de ellos con la condición de una completa obediencia; la obediencia estipulada como una condición, pero no prometida. Pero en el Nuevo pacto, está completa obediencia es prometida.”

Esto nos guía al conocimiento de Dios en el Antiguo Testamento, nos relacionamos con Dios a través de hombres imperfectos en el Antiguo pacto. Había una admisión limitada a la presencia de Dios. Los sacerdotes estaban ofreciendo sacrificios. Solo algunas personas en ciertos momentos podían entrar a la presencia de Dios. Para la mayoría de la gente, era un encuentro distante con la gloria de Dios, pero en el nuevo pacto, somos reconciliados con Dios a través de un hombre perfecto, Jesús, nuestro sacerdote, ha hecho el camino para nosotros tener acceso ilimitado a la presencia de Dios, y tener una experiencia directa de la gloria de Dios.

2 Corintios 3:12-18 dice: “Asi que, teniendo tal esperanza, usamos de mucha franqueza; 13 y no como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que había de ser abolido. 14 Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado. 15 Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos. 16 Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. 17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.”

Esa era la promesa, y Jeremías dijo que nosotros compondremos una nueva comunidad y anticiparemos una nueva ciudad”. Ahora, en los tiempos de Jeremías, el mensaje para ellos estaba claro: a la luz de las palabras de Jeremías, esperaban que un día Jerusalén sería restaurada. Jeremías 31:38-39 dice: “38 He aquí que vienen días, dice Jehová, en que la ciudad será edificada a Jehová, desde la torre de Hananeel hasta la puerta del Angulo. 39 Y saldrá más allá el cordel de la medida delante de él sobre el collado de Gareb, y rodeará a Goa.”

Como quiera, el mensaje para nosotros en nuestro día es aun más grande. Para nosotros a la luz de estas palabras, esperamos la re-creación de una nueva Jerusalén y un nuevo cielo y nueva tierra donde Dios habitará con nosotros y nosotros con Él. 1 Corintios 11:23-26. 23 Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; 24 y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. 25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. 26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.”

También Apocalipsis 21:1-3, “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. 2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. 3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.”

No lloraremos más porque Dios hará todas las cosas bien. Eso es el libro de Jeremías, y nos conduce a las lamentaciones de Jeremías en medio de todo esto.

La Crisis en Lamentaciones

Lamentaciones es un libro muy importante para sentir el peso de los sufrimientos y ver la misericordia de Dios en medio de ellos. Vemos la firmeza de las misericordias de Dios en los sufrimientos del hombre. La crisis en Lamentaciones surgió cuando los babilonios tomaron la ciudad de Jerusalén, profanaron el templo y zaquearon a las personas. Lamentaciones es un registro paso a paso de esa destrucción.

El pecado que había traído tanto sufrimiento fue trágico. Lamentaciones 1: 1 dice “!Cómo ha quedado sola la ciudad populosa! ¡La grande entre las naciones se ha vuelto como viuda, La señora de provincias ha sido hecha tributaria! Fue trágico, pero era justo. Lamentaciones 1: 8 “Pecado cometió Jerusalén, por lo cual ella ha sido removida; Todos los que la honraban la han menospreciado, porque vieron su vergüenza; Y ella suspira, y se vuelve atrás.” La ciudad está a punto de ser destruida, pero el Señor está en lo correcto haciendo esto. Lamentaciones 1:18 dice: “Jehová es justo; yo contra su palabra me rebelé. Oíd ahora, pueblos todos, y ved mi dolor; Mis vírgenes y mis jóvenes fueron llevados en cautiverio.”

Su sufrimiento fue dado por Dios. ¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó? 38 ¿De la boca del Altísimo no sale lo malo y lo bueno? Lamentaciones 3: 37-38 y también fue severo.

Lamentaciones 4: 4-6: “La lengua del niño de pecho se pegó a su paladar por la sed; Los pequeñuelos pidieron pan, y no hubo quien se lo repartiese. 5 Los que comían delicadamente fueron asolados en las calles; Los que se criaron entre púrpura se abrazaron a los estercoleros. 6 Porque se aumentó la iniquidad de la hija de mi pueblo más que el pecado de Sodoma, Que fue destruida en un momento, sin que acamparan contra ella compañías.”

Todo este sufrimiento hizo surgir preguntas que eran profundamente intensas: ¿Somos abandonados por Dios? “¿Por qué te olvidas completamente de nosotros, Y nos abandonas tan largo tiempo? 21 Vuélvenos, oh Jehová, a ti, y nos volveremos; Renueva nuestros días como al principio. 22 Porque nos has desechado; Te has airado contra nosotros en gran manera” Lamentaciones 5: 20-22. Sus preguntas serian eternamente significantes: ¿Podemos ser perdonados?

El Consuelo en Lamentaciones

Esa pregunta nos lleva al consuelo en Lamentaciones. El texto clave es Lamentaciones 3:19-24.

Acuérdate de mi aflicción y de mi abatimiento, del ajenjo y de la hiel; 20 Lo tendré aún en memoria, porque mi alma está abatida dentro de mí; 21 Esto recapacitaré en mi corazón, por lo tanto esperaré. 22 Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. 23 Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. 24 Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré.”

El escritor halló consuelo en las frescas misericordias de Dios. Ellas son nuevas cada mañana y enraizadas en el amor infalible de Dios. Nunca decayeron sus misericordias. También vemos la infinita fidelidad de Dios. Grande es su fidelidad, y su consuelo levanta nuestra esperanza en la provisión de Dios. La conclusión: “El Señor es mi porción, por tanto en él esperaré”. Esta es una profunda confianza en el carácter de Dios.

Lamentaciones 3: 35-33 dice: “Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca. 26 Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová. 27 Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud. 28 Que se siente solo y calle, porque es Dios quien se lo impuso; 29 Ponga su boca en el polvo, por si aún hay esperanza; 30 Dé la mejilla al que le hiere, y sea colmado de afrentas. 31 Porque el Señor no desecha para siempre; 32 Antes si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordias; 33 Porque no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres”.

Dios no se deleita en disciplinarnos, pero se complace en volvernos de nuestros pecados hacia él y su satisfacción. Esto conduce entonces, a un deseo urgente de arrepentimiento delante de Dios.

“¿Por qué se lamenta el hombre viviente? Laméntese el hombre en su pecado. Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a Jehová” Lamentaciones 3: 39-49.

El Cristo de Lamentaciones

De modo que, el reto de Lamentaciones es este: confíe en el carácter de Dios, confiese la profundidad de sus pecados, y cuente con las misericordias de Cristo. ¡Apóyese en su misericordia! En palabras de Richard Sibbes: “nadie más necesitado de misericordia que aquellos que piensan que están fuera del alcance de ella”. Las firmes misericordias de Dios en el sufrimiento de los hombres.

Tres observaciones. Isaías, Jeremías, Lamentaciones, entonces Ezequiel: un cuadro del sufrimiento centrado en Dios. Veamos tres observaciones breves: Una, Dios juzga a todos los pueblos para Su Gloria. También en Moab haré juicios, y sabrán que yo soy Jehová.

Ezequiel 25:11. Y haré en ellos grandes venganzas con reprensiones de ira; y sabrán que yo soy Jehová, cuando haga mi venganza en ellos. Ezequiel 25:17. Haré, pues, juicios en Egipto, y sabrán que yo soy Jehová. Ezequiel 30:19. Dios juzga a todos los pueblos para su gloria. Dios disciplina a Su pueblo para su gloria.

Ezequiel 36: 16-23 dice: “16 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 17 Hijo de hombre, mientras la casa de Israel moraba en su tierra, la contaminó con sus caminos y con sus obras; como inmundicia de menstruosa fue su camino delante de mí. 18 Y derramé mi ira sobre ellos por la sangre que derramaron sobre la tierra; porque con sus ídolos la contaminaron. 19 Les esparcí por las naciones, y fueron dispersados por las tierras; conforme a sus caminos y conforme a sus obras les juzgué. 20 Y cuando llegaron a las naciones adonde fueron, profanaron mi santo nombre, diciéndose de ellos: Estos son pueblo de Jehová, y de la tierra de él han salido.

21 Pero he tenido dolor al ver mi santo nombre profanado por la casa de Israel entre las naciones adonde fueron. 22 Por tanto, di a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: No lo hago por vosotros, oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre, el cual profanasteis vosotros entre las naciones adonde habéis llegado. 23 Y santificaré mi grande nombre, profanado entre las

naciones, el cual profanasteis vosotros en medio de ellas; y sabrán las naciones que yo soy Jehová, dice Jehová el Señor, cuando sea santificado en vosotros delante de sus ojos.

Dios juzgará al pueblo de Israel para su gloria. El pueblo de Dios había cambiado el esplendor del Dios verdadero por el sinsentido de los dioses falsos, y como resultado habíancambiado la presencia protectora de Dios por la castigadora presencia de Dios y ellos estaban experimentando Su disciplina por bien del nombre de Dios entre las naciones.

Dios juzga todos los pueblos para Su gloria y él juzga Su pueblo para Su gloria. Afortunadamente, eso no es todo. Dios también salva Su pueblo para Su gloria. En Ezequiel, él les promete que ungirá un nuevo rey. En Ezequiel 34: 23-24, dice “23 Y levantaré sobre ellas a un pastor, y él las apacentará; a mi siervo David, él las apacentará, y él les será por pastor. 24 Yo Jehová les seré por Dios, y mi siervo David príncipe en medio de ellos. Yo Jehová he hablado.” Vemos las profecías de la venida de Cristo, el siervo de Dios y el pastor de los hombres, y él inaugurará un nuevo pacto.

Los Profetas y el Sufrimiento

Ezequiel 37: 24-28, dice: “Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; y andarán en mis preceptos, y mis estatutos guardarán, y los pondrán por obra. 25 Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David será príncipe de ellos para siempre. 26 Y haré con ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos; y los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre. 27 Estará en medio de ellos mi tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 28 Y sabrán las naciones que yo Jehová santifico a Israel, estando mi santuario en medio de ellos para siempre.”

Muy parecido a lo que Jeremías habló, este es diferente al Antiguo pacto. El antiguo pacto estaba marcado por una gloriosa y perpetua promesa. El nuevo pacto estará marcado por paz permanente con Dios.

Dios formará un nuevo pueblo. Un pueblo que es perdonado de sus pecados y lleno de su Espíritu. Ezequiel 36: 25-27, dice: “Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. 26 Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. 27 Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.”

El los traerá a un nuevo lugar. Ezequiel 36:28: “Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios.” Nuevamente para ellos, ellos buscaban la ciudad de Jerusalén. En esa ciudad ellos reconstruirían el templo. Recuerde, de eso es que habla el libro de Esdras. La promesa para nosotros: miramos hacia atrás a la cruz de Jesús donde Dios hizo un camino para usted y yo conocerlo. Cuando Jesús murió, ¿Qué sucedió?

Marcos 15: 37-39: “37 Mas Jesús, dando una gran voz, expiró. 38 Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. 39 Y el centurión que estaba frente a él, viendo que después de clamar había expirado así, dijo: Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.”

La cortina del templo se rasgó en dos desde arriba hasta abajo, de modo que ya no haya que construir templos porque en Cristo, nosotros hemos venido al ser el templo. Usted y yo somos el lugar en cual Dios habita. ¿Porqué él ha hecho de nosotros su habitación? Él ha hecho esto para su gloria. Dios salva al pueblo de sus pecados y sufrimientos para la gloria de su nombre. 1 Corintios 6:19-20, “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”

Una Conclusión

Una conclusión del libro de Ezequiel es esta: Necesitamos una perspectiva radical de nuestro sufrimiento centrada en Dios. Mientras veamos el sufrimiento simplemente de acuerdo a lo que esté significa para nosotros, vamos a perder el punto. Debemos ver el sufrimiento a través de los lentes, no de lo que nos parece más correcto a nosotros, sino través de los lentes de lo que glorifica más a Dios. 1 Corintios 10:31, “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.”

En Medio del Sufrimiento, Mire Hacia Arriba

Daniel es sufrimiento centrado en Dios. (Parte2). Mientras está en el exilio, Daniel nos llama, en medio del sufrimiento, a hacer dos cosas: uno, mirar hacia arriba y ver la soberanía de Dios en medio del sufrimiento. Eso está en todo el libro de Daniel. Estas son diferentes descripciones de Dios, títulos de Dios y atributos de Dios. Él es el Dios de los cielos.

Daniel 2: 19-23, “Entonces el secreto fue revelado a Daniel en visión de noche, por lo cual bendijo Daniel al Dios del cielo. 20 Y Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría. 21 El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos. 22 El revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz. 23 A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey.”

Él es el Dios de Dioses

Daniel 2: 46-47 “Entonces el rey Nabucodonosor se postró sobre su rostro y se humilló ante Daniel, y mandó que le ofreciesen presentes e incienso. 47 El rey habló a Daniel, y dijo: Ciertamente el Dios vuestro es Dios de dioses, y Señor de los reyes, y el que revela los misterios, pues pudiste revelar este misterio.” Él es el Señor de los reyes, revelador de misterios. Él es el altísimo Dios. Daniel 4:2 “Conviene que yo declare las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo”.

También, Daniel 4:24-25, “Esta es la interpretación, oh rey, y la sentencia del Altísimo, que ha venido sobre mi señor el rey: 25 Que te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu morada, y con hierba del campo te apacentarán como a los bueyes, y con el rocío del cielo serás bañado; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que conozcas que el Altísimo tiene dominio en el reino de los hombres, y que lo da a quien él quiere.”

Él es el Rey del Cielo

Dice Nabucodonosor, un rey pagano. Daniel, 4: 34-37, “Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades. 35 Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces? 36 En el mismo tiempo mi razón me fue devuelta, y la majestad de mi reino, mi dignidad y mi grandeza volvieron a mí, y mis gobernadores y mis consejeros me buscaron; y fui restablecido en mi reino, y mayor grandeza me fue añadida. 37 Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia.”

Él está diciendo: “Dios es el rey del cielo”. El es el Dios de Daniel. Daniel 6: 26 “De parte mía es puesta esta ordenanza: Que en todo el dominio de mi reino todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de Daniel; porque él es el Dios viviente y permanece por todos los siglos, y su reino no será jamás destruido, y su dominio perdurará hasta el fin”. Él es el Dios viviente, el anciano de días.

Daniel 7. 13-14,  “Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. 14 Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.”

Ver la soberanía de Dios en el sufrimiento, y en segundo lugar, buscar el rostro de Dios en el sufrimiento.

Daniel 6:10 dice: “Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes”

De manera que Daniel oraba consistentemente. El oraba con coraje, aun cuando fue lanzado a la fosa de los leones. Daniel 6: 16-17 dice: “Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y le echaron en el foso de los leones. Y el rey dijo a Daniel: El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre. 17 Y fue traída una piedra y puesta sobre la puerta del foso, la cual selló el rey con su anillo y con el anillo de sus príncipes, para que el acuerdo acerca de Daniel no se alterase.”

Él oraba contrito y humillado. Daniel 9: 3-5 dice: “Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza. 4 Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión diciendo: Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos; 5 hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas.”

Él oraba contrito, pero aun así, oraba con confianza. En Daniel 10: 12-21, usted ve una gran ilustración de la batalla espiritual en oración. Dice: Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. 13 Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia. 14 He venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días. 15 Mientras me decía estas palabras, estaba yo con los ojos puestos en tierra, y enmudecido.

16 Pero he aquí, uno con semejanza de hijo de hombre tocó mis labios. Entonces abrí mi boca y hablé, y dije al que estaba delante de mí: Señor mío, con la visión me han sobrevenido dolores, y no me queda fuerza. 17 ¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con mi señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me quedó aliento. 18 Y aquel que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez, y me fortaleció, 19 y me dijo: Muy amado, no temas; la paz sea contigo; esfuérzate y aliéntate. Y mientras él me hablaba, recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido. 20 El me dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Pues ahora tengo que volver para pelear contra el príncipe de Persia; y al terminar con él, el príncipe de Grecia vendrá. 21 Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe.

Este texto nos recuerda que estamos en una batalla. Hay una batalla encarnizada en los lugares celestiales, y cuando caemos de rodillas en oración, estamos participando en una guerra, y Dios ganará la guerra. Así que busque el rostro de Dios en el sufrimiento, y confíe en las promesas de Dios en el sufrimiento. En medio del sufrimiento, mire hacia arriba y vea Su soberanía, busque su rostro, mire hacia arriba y confíe en sus promesas.

En Medio del Sufrimiento, Mire Hacia Adelante

Entonces, mire hacia adelante sabiendo que un día, Dios redimirá a su Pueblo. Daniel 9: 24-27 dice: 24 Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos. 25 Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.

26 Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones. 27 Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.”

Dios resucitará a Su pueblo. Daniel 12: 1-3 dice: En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. 2 Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. 3 Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.

Dios resucitará a Su pueblo y Dios reinará sobre todos los pueblos. Escuche a Daniel 7: 13-14, 13 Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. 14 Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido” Esta es la promesa de la venida de un rey quien es humano y es divino. El es el Hijo del Hombre con toda autoridad.

Antes de ir a la cruz, Jesús estuvo delante del sumo sacerdote en Marcos 14: 61-62, dice “Mas él callaba, y nada respondía. El sumo sacerdote le volvió a preguntar, y le dijo: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito? 62 Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo”. Esta es una referencia directa a Daniel 7. El rey que viene con un reino venidero que es universal, es para todas las naciones. Por eso es que Jesús, cuando resucitó de la muerte le dice a sus discípulos en Mateo 28: 18-20: “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”

Él es el Hijo del Hombre profetizado en Daniel 7: 13-14, y la ilustración es un avance de un reino que es universal, para todas las naciones, es eterno, para todas las edades. Su dominio es eterno, y regirá un reino que nunca será destruido. El libro de Daniel dice, en medio del sufrimiento, mire hacia arriba y mire hacia adelante. Sufrimiento centrado en Dios (parte 2).

Óseas es la Historia de un Pueblo Infiel

Después de Daniel, tenemos la historia de Óseas. La historia de un pueblo infiel, y de un Dios irrazonable. Óseas 1: 2-3 “El principio de la palabra de Jehová por medio de Óseas. Dijo Jehová a Óseas: Ve, tómate una mujer fornicaria, e hijos de fornicación; porque la tierra fornica apartándose de Jehová. 3 Fue, pues, y tomó a Gomer hija de Diblaim, la cual concibió y le dio a luz un hijo.”

Así que, Dios le dice a Óseas que se case con una mujer llamada Gomer. Gomer era una prostituta y Dios le pide a Óseas que se case con ella para representar la relación de pacto matrimonio que él tenía con Su pueblo, el cual se había desviado al adulterio. Entonces, Óseas es la historia de un pueblo infiel.

Óseas 2: 2-13, “Contended con vuestra madre, contended; porque ella no es mi mujer, ni yo su marido; aparte, pues, sus fornicaciones de su rostro, y sus adulterios de entre sus pechos; 3 no sea que yo la despoje y desnude, la ponga como el día en que nació, la haga como un desierto, la deje como tierra seca, y la mate de sed. 4 Ni tendré misericordia de sus hijos, porque son hijos de prostitución. 5 Porque su madre se prostituyó; la que los dio a luz se deshonró, porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida. 6 Por tanto, he aquí yo rodearé de espinos su camino, y la cercaré con seto, y no hallará sus caminos. 7 Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y no los hallará. Entonces dirá: Iré y me volveré a mi primer marido; porque mejor me iba entonces que ahora.

8 Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que le multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal. 9 Por tanto, yo volveré y tomaré mi trigo a su tiempo, y mi vino a su sazón, y quitaré mi lana y mi lino que había dado para cubrir su desnudez. 10 Y ahora descubriré yo su locura delante de los ojos de sus amantes, y nadie la librará de mi mano. 11 Haré cesar todo su gozo, sus fiestas, sus nuevas lunas y sus días de reposo y todas sus festividades. 12 Y haré talar sus vides y sus higueras, de las cuales dijo: Mi salario son, salario que me han dado mis amantes. Y las reduciré a un matorral, y las comerán las bestias del campo. 13 Y la castigaré por los días en que incensaba a los baales, y se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras sus amantes y se olvidaba de mí, dice Jehová.”

Encontramos al pueblo de Dios representado como una esposa adultera, idolatra, hipócrita y olvidadiza. Ella se olvidó de su esposo. El pueblo se había olvidado de Dios. En Deuteronomio, Moisés advierte al pueblo a no olvidarse del Señor.

El dice en Deuteronomio 8: 10-14: 10 Y comerás y te saciarás, y bendecirás a Jehová tú Dios por la buena tierra que te habrá dado. 11 Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; 12 no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, 13 y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; 14 y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre.”

Él continua y en Deuteronomio 8:17-20 dice: “Y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza. 18 Sino acuérdate de Jehová tú Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día. 19 Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. 20 Como las naciones que Jehová destruirá delante de vosotros, así pereceréis, por cuanto no habréis atendido a la voz de Jehová vuestro Dios.”

Óseas es la Historia de un Dios Irrazonable

Óseas es la historia de un pueblo infiel y la historia de un Dios irrazonable. Cuando usted llega a Óseas 2:14-23, la primera palabra que usted ve es “pero”, y tan pronto usted la ve, a la luz de todo lo anterior, usted espera la que vendrá la ira. Usted espera que venga el juicio. Usted engaña a Dios, usted adora otros dioses, se olvida de Dios y pretende adorarlo mientras su corazón está lejos de él, entonces usted merece condenación, pero ¿Qué dice Dios?

Él dice: 14 Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón. 15 Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto. 16 En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali. 17 Porque quitaré de su boca los nombres de los baales, y nunca más se mencionarán sus nombres. 18 En aquel tiempo haré para ti pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra; y quitaré de la tierra arco y espada y guerra, y te haré dormir segura.

19 Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia. 20 Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová. 21 En aquel tiempo responderé, dice Jehová, yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra. 22 Y la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite, y ellos responderán a Jezreel. 23 Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi: Tú eres pueblo mío, y él dirá: Dios mío.”Dios dice: “Pero…a la luz de todos sus pecados, “yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón. 15 Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza.”

Esto es irrazonable. Esto es incomprensible. Dios dice sobre Su pueblo pecador, a pesar del adulterio de su esposa, La atraeré y le hablaré al corazón, la restauraré, la protegeré, la desposaré, la estableceré, y finalmente, “pagaré el precio por ella” Óseas 3: 1-3, “Me dijo otra vez Jehová: Ve, ama a una mujer amada de su compañero, aunque adúltera, como el amor de Jehová para con los hijos de Israel, los cuales miran a dioses ajenos, y aman tortas de pasas.2 La compré entonces para mí por quince siclos de plata y un homer y medio de cebada. Y le dije: Tú serás mía durante muchos días; no fornicarás, ni tomarás otro varón; lo mismo haré yo contigo.”

Óseas va a la subasta donde Gomer está en venta para otros hombres, y el paga el precio de traerla consigo de vuelta. Así que, levante sus ojos de esta historia en el Antiguo Testamento para ver el Dios que mira su pecado y mi pecado, que mira nuestra infidelidad hacia él, y el envía a su hijo para atraernos. Todo en esta historia está apuntando al día en que, sobre la cruz, Jesús sería condenado como los hijos de la ramera. Como Jezreel, el vino a ser el lugar del derramamiento de sangre. Óseas 1: 4-5, “Y le dijo Jehová: Ponle por nombre Jezreel; porque de aquí a poco yo castigaré a la casa de Jehú por causa de la sangre de Jezreel, y haré cesar el reino de la casa de Israel. 5 Y en aquel día quebraré yo el arco de Israel en el valle de Jezreel.”

Como sin misericordia, a él no se le dio alivio. Óseas 1: 6-7: “Concibió ella otra vez, y dio a luz una hija. Y le dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ruhama, porque no me compadeceré más de la casa de Israel, sino que los quitaré del todo. 7 Mas de la casa de Judá tendré misericordia, y los salvaré por Jehová su Dios; y no los salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni jinetes.” También, como si no fuera mi pueblo, él fue separado de su padre. Óseas 1: 8-9, “Despues de haber destetado a Lo-ruhama, concibió y dio a luz un hijo. 9 Y dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ammi, porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo seré vuestro Dios. Aquí hay otra forma de entender el Viernes Santo. Sobre la cruz, Cristo estaba ocupando el lugar de la esposa infiel en nuestro lugar.

Donald Grey Barnhouse dijo, “Cuando vemos este amor en acción a través del corazón de Óseas, podemos preguntarnos si Dios es realmente de esa forma. Pero todo en la Palabra y en la experiencia nos muestra que Él es así. El dará a los hombres los árboles y el bosque y el hierro en la tierra. Entonces les dará a los hombres cerebros para hacer un hacha del hierro y para cortar un árbol y darle forma de cruz. El dará a los hombres la habilidad de de hacer un martillo y clavos, y cuando el hombre tena la cruz y el martillo, y los clavos, el Señor le permitirá al hombre capturarlo a él y traerlo a la cruz, y haciendo esto tomará los pecados del hombre sobre sí mismo y hará posible para aquellos que le han despreciado y rechazado, venir hacia él y conocer el gozo de que sus pecados han sido remitidos y perdonados, tener la seguridad de perdón y vida eterna, y entrar en la esperanza de gloria con Él para siempre. Este es nuestro Dios y no hay otro como él.”

Óseas es la historia de un pueblo infiel que merece sufrimiento eterno y aun así experimenta el irrazonable amor de un Dios misericordioso.

Joel

Voy a sobrevolar a través de estos textos solo para darles un panorama general de cómo estos profetas hablan a los sufrientes. Joel 1: 15, “¡Ay del día! porque cercano está el día de Jehová, y vendrá como destrucción por el Todopoderoso” Joel profetiza que el día del Señor será un día de destrucción para los adversarios. Joel 2:10-11 dice: “Delante de él temblará la tierra, se estremecerán los cielos; el sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor.

11 Y Jehová dará su orden delante de su ejército; porque muy grande es su campamento; fuerte es el que ejecuta su orden; porque grande es el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo?”

Para aquellos que resisten a Dios, el día del Señor en Joel se refiere al juicio sobre el pueblo de Dios y el juicio sobre todas las naciones. Joel 3:14-15: “Muchos pueblos en el valle de la decisión; porque cercano está el día de Jehová en el valle de la decisión. 15 El sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor.” Dios dice que el sufrimiento viene por el pecado. El día del Señor será un día de destrucción para los adversarios, pero será un día de salvación para los arrepentidos.

Joel 2: 31-32, “El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová.32 Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; Porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado.” Arrepentirse, volverse. Cuando nos arrepentimos Dios cede y perdona. Joel 2: 12-13, “Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento.13 Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo.”

Amos

En Amos, en medio de la gran injusticia social, Dios demanda justicia de su pueblo. Amos 5: 21-24 dice, “Abominé vuestras solemnidades, y no me complaceré en vuestras asambleas. 22 Y si me ofreciereis vuestros holocaustos y vuestras ofrendas, no los recibiré, ni miraré a las ofrendas de paz de vuestros animales engordados. 23 Quita de mí la multitud de tus cantares, pues no escucharé las salmodias de tus instrumentos. 24 Pero corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo.”

Así que, el mucho sufrimiento en el mundo, entonces y ahora, es debido a la injusticia en el hombre, y Dios demanda justicia de Su pueblo, y en medio de gran injusticia social Dios trae justicia a todos los pueblos. Amos 3: 1-2 dice “Oíd esta palabra que ha hablado Jehová contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto. Dice así:

2 A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra; por tanto, os castigaré por todas vuestras maldades.” El libro de Amos deja claro que el pecado nunca puede ser justificado. Nuestro pecado contra Dios es grave. El pecado nunca será justificado y no se puede escapar del juicio. Lo que esto significa es que nuestra necesidad de Cristo es grande.

Abdias

Abdías 1:15 dice “ Porque cercano está el día de Jehová sobre todas las naciones; como tú hiciste se hará contigo; tu recompensa volverá sobre tu cabeza.” La estructura general de Abdías es el porvenir trágico de Edom, en los versos 1-16, el cual es la primera parte del libro/capitulo. Entonces la restauración de Israel en versos 17 al 21. El punto general: Dios al final afirmará su victoria sobre todos los poderes terrenales. Abdías 20-21, “Y los cautivos de este ejército de los hijos de Israel poseerán lo de los cananeos hasta Sarepta; y los cautivos de Jerusalén que están en Sefarad poseerán las ciudades del Neguev. 21 Y subirán salvadores al monte de Sion para juzgar al monte de Esaú; y el reino será de Jehová.” Márquelo y anote: Dios al final afirmará su victoria sobre todos los poderes terrenales.

Jonas

Vea que Dios posee control soberano sobre la naturaleza. El está en control de las tormentas, los peces y los gusanos. Aquí hay algunos ejemplos. Jonás 1: 4 “4 Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar, y hubo en el mar una tempestad tan grande que se pensó que se partiría la nave.”

Jonás 1:17: “Pero Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás; y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches.” Jonás 2:10, “Y mandó Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra”. Jonás 4:6: “Y preparó Jehová Dios una calabacera, la cual creció sobre Jonás para que hiciese sombra sobre su cabeza, y le librase de su malestar; y Jonás se alegró grandemente por la calabacera.”

Jonás 4:7- 8: “7 Pero al venir el alba del día siguiente, Dios preparó un gusano, el cual hirió la calabacera, y se secó. 8 Y aconteció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano, y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y deseaba la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que la vida.”

Usted ve la soberanía de Dios sobre el vómito. Dios está en control de todo. El posee soberano control sobre la naturaleza y sobre las naciones. Israel y Nínive y todas las naciones están bajo el soberano control de Dios, y vemos que el pueblo de Dios no puede escapar del propósito de Dios. Alabe a Dios, Su pueblo no puede escapar de su propósito.

Él posee soberano control y Dios expresa su misericordiosa compasión hacia los pecadores paganos y hacia los profetas egoístas. Jonás 3:10 “Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo” Jonás 2:1 “Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez”. Alabado sea Dios que Su capacidad de perdonar es mayor que nuestra capacidad de pecar.

Jonás 4: 10-11: “Y dijo Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció. 11 ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?” El nos libra de cierta destrucción cuando nos volvemos a él y confiamos en su misericordia.

Miqueas

En Israel, vemos los estragos de nuestro pecado. Miqueas 3: 1-4, dice: “Dije: Oíd ahora, príncipes de Jacob, y jefes de la casa de Israel: ¿No concierne a vosotros saber lo que es justo? 2 Vosotros que aborrecéis lo bueno y amáis lo malo, que les quitáis su piel y su carne de sobre los huesos; 3 que coméis asimismo la carne de mi pueblo, y les desolláis su piel de sobre ellos, y les quebrantáis los huesos y los rompéis como para el caldero, y como carnes en olla. 4 Entonces clamaréis a Jehová, y no os responderá; antes esconderá de vosotros su rostro en aquel tiempo, por cuanto hicisteis malvadas obras.”

Vemos como el pecado desorienta. Usted oye historias de personas deambulando en el pecado, y usted se pregunta “¿En qué están pensando? Pero esa es la manera en que el pecado actúa. Cuando pecamos, comenzamos a aprobar lo malo y condenar lo bueno. El pecado nos desorienta. El pecado nos engaña. Miqueas 3: 11, “Sus jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en Jehová, diciendo: ¿No está Jehová entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros.” Nos entregamos al pecado, y pensamos que no va a suceder nada. Actuamos como si Dios nunca nos juzgará.

Miqueas 2: 1-4, “!Ay de los que en sus camas piensan iniquidad y maquinan el mal, y cuando llega la mañana lo ejecutan, porque tienen en su mano el poder! 2 Codician las heredades, y las roban; y casas, y las toman; oprimen al hombre y a su casa, al hombre y a su heredad. 3 Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí, yo pienso contra esta familia un mal del cual no sacaréis vuestros cuellos, ni andaréis erguidos; porque el tiempo será malo. 4 En aquel tiempo levantarán sobre vosotros refrán, y se hará endecha de lamentación, diciendo: Del todo fuimos destruidos; él ha cambiado la porción de mi pueblo. ! Cómo nos quitó nuestros campos! Los dio y los repartió a otros.”

Entretanto, el pecado es destructivo. Miqueas 3:12, “Por tanto, a causa de vosotros Sion será arada como campo, y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, y el monte de la casa como cumbres de bosque”. El pecado es destructivo y al pecar estamos invitando al desastre a nuestras vidas. El pecado es destructivo, necesitamos un salvador, nos muestra Miqueas, y en Cristo vemos el reino de nuestro pastor.

Miqueas 5: 2-5 dice, “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad. 3 Pero los dejará hasta el tiempo que dé a luz la que ha de dar a luz; y el resto de sus hermanos se volverá con los hijos de Israel. 4 Y él estará, y apacentará con poder de Jehová, con grandeza del nombre de Jehová su Dios; y morarán seguros, porque ahora será engrandecido hasta los fines de la tierra. 5 Y éste será nuestra paz. Cuando el asirio viniere a nuestra tierra, y cuando hollare nuestros palacios, entonces levantaremos contra él siete pastores, y ocho hombres principales.”

Los Profetas y el Sufrimiento

En Cristo, vemos Su reino. Miqueas profetiza la venida de un pastor que rescatará su rebaño. Miqueas 4: 6-7 dice “En aquel día, dice Jehová, juntaré la que cojea, y recogeré la descarriada, y a la que afligí; 7 y pondré a la coja como remanente, y a la descarriada como nación robusta; y Jehová reinará sobre ellos en el monte de Sion desde ahora y para siempre.” Él también perdonará a su rebaño. Miqueas 7: 18-20, 18 ¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. 19 El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados. 20 Cumplirás la verdad a Jacob, y a Abraham la misericordia, que juraste a nuestros padres desde tiempos antiguos.

Él purificará su rebaño. Miqueas 5:10-14, Acontecerá en aquel día, dice Jehová, que haré matar tus caballos de en medio de ti, y haré destruir tus carros. 11 Haré también destruir las ciudades de tu tierra, y arruinaré todas tus fortalezas. 12 Asimismo destruiré de tu mano las hechicerías, y no se hallarán en ti agoreros. 13 Y haré destruir tus esculturas y tus imágenes de en medio de ti, y nunca más te inclinarás a la obra de tus manos. 14 Arrancaré tus imágenes de Asera de en medio de ti, y destruiré tus ciudades; Finalmente, en Cristo, él protegerá su rebaño.

Miqueas 5: 4-5, “Y él estará, y apacentará con poder de Jehová, con grandeza del nombre de Jehová su Dios; y morarán seguros, porque ahora será engrandecido hasta los fines de la tierra. 5 Y éste será nuestra paz. Cuando el asirio viniere a nuestra tierra, y cuando hollare nuestros palacios, entonces levantaremos contra él siete pastores, y ocho hombres principales.”

Nahum

Nahúm, el retrato de Dios como nuestro guerrero, celoso de Su gloria y nuestro afecto. Nahúm 1: 2 “Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos.” El es justo.

Nahúm 1:3 “3 Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. Jehová marcha en la tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies.” El es bueno, Nahúm 1: 7, “Jehova es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían.”

Finalmente, él es soberano. Nahúm describe la nación de Nínive, un país cuyo poder no tenía rival en esos días. Nahúm 1: 12 dice: Así ha dicho Jehová: Aunque reposo tengan, y sean tantos, aun así serán talados, y él pasará. Bastante te he afligido; no te afligiré ya más. Con todo, Nahúm dice que el poder de Dios no tiene paralelo en ninguna época.

Nahúm 2:6 dice: “Las puertas de los ríos se abrirán, y el palacio será destruido.” Él hará lo que quiera con Nínive.

Dios es soberano, Dios es juez y su juicio es terrible para los enemigos de Dios. Escuche estas palabras de Nahúm 2:13: “Heme aquí contra ti, dice Jehová de los ejércitos. Encenderé y reduciré a humo tus carros, y espada devorará tus leoncillos; y cortaré de la tierra tu robo, y nunca más se oirá la voz de tus mensajeros”. Su juicio es terrible para con los y su juicio es liberador para el pueblo de Dios. Nahúm 1:15 “He aquí sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz. Celebra, oh Judá, tus fiestas, cumple tus votos; porque nunca más volverá a pasar por ti el malvado; pereció del todo.” Su juicio es liberador. El libro de Nahúm es un claro recordatorio de que estamos en guerra. Hay una fiera batalla espiritual en los lugares celestiales.

Efesios 6:12, dice, “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” Toda la creación está sujeta al poder del maligno. 1 Juan 5:19 “Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.”

Todos los hijos de Dios vencen el poder del maligno. 1 Juan 4:4 dice: “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo”. ¿Cómo? Jesús triunfó sobre todos los enemigos a través de su sufrimiento.

Colosenses 2:13-15, “Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, 14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”. Jesús extiende su reino aun hoy a través de Su iglesia, y al final Jesús reinará sobre la tierra en su Retorno.

Apocalipsis 19: 11-16 dice, “Entonces vi el cielo abierto y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. 12 Sus ojos eran como llama de fuego y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. 13 Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. 14 Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. 15 De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. 16 Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: Rey de reyes y señor de señores.”

Nahúm nos asegura que nuestra batalla contra el pecado y el sufrimiento en este mundo, a través de Cristo, nos llevara finalmente a la victoria. Vea la esperanza que estos profetas mantienen en medio del sufrimiento.

La Dura Realidad de Habacuc

Ahora, esto nos conduce hasta Habacuc, un libro particularmente importante para entender las preguntas que hacemos en medio del sufrimiento. Habacuc es un profeta único porque en todos los demás libros proféticos, usted tiene a Dios hablando a su pueblo a través de los profetas, pero en Habacuc, usted halla al profeta hablando a Dios en nombre de Su pueblo. El libro completo es un dialogo entre Habacuc y Dios. Habacuc está mirando como el pueblo de Dios está sufriendo como resultado de su pecado, y los caldeos, también conocidos como los babilonios, están a punto de destruir el reino del sur de Judá y Habacuc está preguntándose dónde está Dios y porque está permitiendo que esto pase. Desde el mismo primer verso hasta el último, vemos la dura realidad de Habacuc: Dios usa experiencias dolorosas para cumplir su propósito soberano.

Ahora, vamos a desempacar esto: vea la batalla de fe aquí y las preguntas atrevidas y honestas de Habacuc delante de Dios. El viene ante Dios con las preguntas profundas de la vida y eso es bueno. El viene a Dios con preguntas profundas y honestas, y como un resultado el viene por otro lado con una profunda y honesta alabanza. Habacuc 1: 1-2 dice, “La profecía que vio el profeta Habacuc. ¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás?”

Habacuc está haciendo algunas de las mismas preguntas que nosotros hacemos en el sufrimiento. ¿Me escucha Dios? ¿Ha gritado usted alguna vez y parece que no escucha más que silencio desde el cielo? ¿Escucha Dios? ¿Se interesa Dios? Habacuc está viviendo en medio de la maldad, la injusticia y el sufrimiento, y aun parece que Dios no está haciendo nada al respecto. ¿No ves todo lo que está sucediendo? Yo se que lo ves, así que ¿no te importa? ¿Es Dios bueno? Esta es una de las preguntas principales en el libro, y una de las preguntas más profundas de toda la vida. ¿Cómo puede Dios ser bueno y haber tanta maldad en el mundo?

¿Es Dios santo? “¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan”. Habacuc 1:3. “Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él,” Habacuc 1:13 Habacuc está cuestionando la naturaleza santa de Dios. ¿Cómo es posible para él ser santo y ver el mal? ¿Dónde está el poder de Dios? ¿Dónde estás tú Dios? ¿Dónde está la Palabra de Dios?

Habacuc 1:4 “Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia.” Parece como si no estuviera haciendo ningún bien. ¿Qué bien es este? Habacuc 1:17 “¿Vaciará por eso su red, y no tendrá piedad de aniquilar naciones continuamente?” ¿Mostrará Dios que él es justo? Y la pregunta central en todo esto es: ¿Es Dios digno de mi confianza? ¿Estas son preguntas reales, no? Son preguntas que nos son familiares.

Ahora, lo que sucede en respuesta es Dios diciendo: “Yo voy ciertamente a mostrar mi justicia y mi santidad, y mi poder, y la forma que voy a hacerlo es, que traeré juicio sobre mi pueblo a través de los caldeos-babilonios”. Si usted se pusiera en los zapatos de Habacuc, esa no sería la respuesta que estaría esperando. Eso solo crea nuevos problemas. ¿Vas a tomar a la gente más injusta de la tierra y vas usarlas para castigar a tu pueblo? ¿Le ha hecho usted alguna vez preguntas a Dios en medio de su sufrimiento, y la respuesta que él parece darle solo le deja más preguntas al final? Esta es la batalla de la fe. Así que, Dios le responde a Habacuc, y en la respuesta de Dios, quiero mostrarle la vida de fe.

El mensaje central del libro de Habacuc esta justo aquí en Habacuc 2: 2-4, “Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. 3 Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará. 4 He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.”

Entonces, ¿Cómo se vive por fe? Usted escuche la verdad de Dios. “escribe esta visión” dice Dios, Declárala en tablas. La palabra es la roca sobre la cual mi pueblo debe pararse.- Cuando Dios habla, escuche, aunque no sea lo que usted está esperando oír, la palabra de _Dios siempre es buena, es eterna. Usted nunca se equivocará en medio de la prueba escuchando la verdad de Dios, así que, comience ahí, escuche la verdad de Dios.

Segundo: apóyese en el tiempo de Dios. “la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará” Habacuc quería ver la justicia de Dios ahora, y Dios le dijo: “Espera, a su debido tiempo veras mi justicia” Circunstancias de corto plazo siempre proveen una pobre comprensión del carácter a largo plazo de Dios. La vida de fe honestamente dice: “No lo veo ahora, pero confío en el largo plazo. En su tiempo, Dios se mostrará como el que me escucha, el que me cuida, como el que es bueno, santo, poderoso, fiel, justo y digno de toda mi confianza.”

Apóyese en el tiempo de Dios y viva con confianza en Dios. La última pregunta aquí es ¿Va usted a vivir con su confianza en Dios? Piense sobre esto, primero como se relaciona esto con su salvación. Vivir con confianza en Dios para su salvación. Pablo cita Habacuc 2:4 al plantear su caso en Romanos 1: 16-17, cuando dice: “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. 17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá” Oh, cuánta riqueza hay aquí. Este es Dios diciendo “solo confía en mí para salvación, confía en mí en medio de tu sufrimiento”. Así que al momento de su salvación, ¿Qué hizo usted? Usted confío en la fidelidad, rectitud y provisión de Dios. Usted es salvo por fe, que es la misma cosa en su sufrimiento. Confíe en Dios y diga “yo no puedo hacerlo, te necesito para hacerlo. Necesito que seas mi fuerza, mi sustento y mi satisfacción” y él lo hará.

Viva por fe, tal como usted fue salvado por fe, sufra por fe, y mientras busque por el triunfo en Dios. Comenzando en el verso 5, todo el recorrido hasta el final de Habacuc 2, Dios describe como Su justicia reinará, y Habacuc se da cuenta que ese día está por llegar, en que Dios mostrará Su gloria. Habacuc 2: 11-14, 11 Porque la piedra clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le responderá. 12! Ay del que edifica la ciudad con sangre, y del que funda una ciudad con iniquidad! 13 ¿No es esto de Jehová de los ejércitos? Los pueblos, pues, trabajarán para el fuego, y las naciones se fatigarán en vano. 14 Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.”

Oh esto es grandioso. Particularmente, si usted está sufriendo en este momento, si usted está caminando en medio de la dificultad justo ahora, vea y sepa esto. Viene un día cuando la maldad y la injusticia, el dolor y el sufrimiento no serán más, y la gloria y la bondad de Dios cubrirán toda la tierra. Marque esto, pueblo de Dios, el día viene cuando Dios mostrará toda la expresión de su gloria sobre todo el mundo, y estos dolorosos problemas temporales se desvanecerán. El se mostrará a sí mismo como es, perfectamente bueno, santo, soberano y maravilloso, más allá de toda duda. El mostrará su gloria, y nosotros estaremos asombrados.

Habacuc 2:20 dice “Mas Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra.” Y todo esto nos guía a la canción de fe. Habacuc 3:2, “Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia.”

El último capítulo, Habacuc 3, es maravilloso. Es literalmente una canción, destinada a ser un salmo para ser usado en adoración y en ella Habacuc repasa la fidelidad de Dios para su pueblo en medio del sufrimiento en el pasado y esas son las conclusiones a las que llega: Dios es asombroso, Dios es lleno de ira, Dios es grande en misericordia. Habacuc 3:3, “Dios vendrá de Temán, y el Santo desde el monte de Parán. Selah su gloria cubrió los cielos, y la tierra se llenó de su alabanza.”

Dios está presente en toda su creación, Dios es alabado por toda su creación. Dios tiene poder sobre todas las cosas. Habacuc 3: 4-11, dice, “Y el resplandor fue como la luz; Rayos brillantes salían de su mano, Y allí estaba escondido su poder. 5 Delante de su rostro iba mortandad, Y a sus pies salían carbones encendidos.6 Se levantó, y midió la tierra; Miró, e hizo temblar las gentes; Los montes antiguos fueron desmenuzados, Los collados antiguos se humillaron. Sus caminos son eternos. 7 He visto las tiendas de Cusán en aflicción; Las tiendas de la tierra de Madián temblaron. 8 ¿Te airaste, oh Jehová, contra los ríos? ¿Contra los ríos te airaste? ¿Fue tu ira contra el mar Cuando montaste en tus caballos, Y en tus carros de victoria? 9 Se descubrió enteramente tu arco; Los juramentos a las tribus fueron palabra segura. Selah Hendiste la tierra con ríos. 10 Te vieron y tuvieron temor los montes; Pasó la inundación de las aguas; El abismo dio su voz, A lo alto alzó sus manos. 11 El sol y la luna se pararon en su lugar; A la luz de tus saetas anduvieron, Y al resplandor de tu fulgente lanza.”

Habacuc rememora el poder de Dios en la creación. Dios tiene poder sobre todas las cosas; Dios es soberano en todas las cosas. Dios es el protector de Su pueblo.

“Con ira hollaste la tierra, Con furor trillaste las naciones. 13 Saliste para socorrer a tu pueblo,

Para socorrer a tu ungido. Traspasaste la cabeza de la casa del impío, Descubriendo el cimiento hasta la roca” Habacuc 3: 12-13. El es el protector de su pueblo.

Dios es el libertador de su pueblo. Habacuc 3: 14-16 dice, “Horadaste con sus propios dardos las cabezas de sus guerreros, Que como tempestad acometieron para dispersarme,

Cuyo regocijo era como para devorar al pobre encubiertamente. 15 Caminaste en el mar con tus caballos, Sobre la mole de las grandes aguas. 16 Oí, y se conmovieron mis entrañas; A la voz temblaron mis labios; Pudrición entró en mis huesos, y dentro de mí me estremecí;

Si bien estaré quieto en el día de la angustia, Cuando suba al pueblo el que lo invadirá con sus tropas.

Entonces viene con tres de los versos más hermosos de toda la Escritura. En medio del sufrimiento y la espera, rodeado de maldad y dolor sin señales visibles de que habrá un final pronto, Habacuc concluye todo el libro diciendo en el capitulo 3:17-19: Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; 18 Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación. 19 Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace anda.

Dios es nuestra satisfacción. Mientras esperamos en tinieblas y sufrimiento, sin frutos en las viñas o alimento el campo, me regocijaré en el Señor. Me gozare en el Dios de mi salvación. El es nuestra satisfacción. Dios es nuestra fortaleza, y Dios es nuestra victoria. En medio de la prueba, el me eleva a la cima de la montaña como victorioso y vencedor. Así que la dura realidad de Habacuc parece extraña para nosotros. El hecho de que Dios use eventos de dolores para cumplir sus propósitos soberanos, pero ¿puedo recordarle de algo mucho más extraño? ¿Algo mucho más difícil de entender?

La Consoladora Realidad de la Cruz.

La consoladora realidad de la cruz es que Dios usa el sufrimiento de Su hijo para cumplir la salvación de Su pueblo. Un escritor dijo: “Dios siempre está obrando en la historia humana para lograr Su meta final, y los medios que él escoge para alcanzar esa meta pueden ser tan sorprendentes como la destrucción de una nación, o tan incomprensibles como la sangre brotando de la figura de un hombre en una cruz.” Si, los caminos de Dios en Habacuc pueden parecer extraños para nosotros, pero hermanos y hermanas, miren el misterio de la cruz, donde Dios infringe el dolor del pecado sobre Su hijo, para traernos paz, y Dios el padre usa la cruel, torturante, inexplicable muerte de Cristo para traernos vida.

Hallamos salvación en Su sufrimiento, y por causa de sufrimiento por nuestros pecados en nuestro lugar, y por causa de su victoria sobre nuestros pecados en nuestro favor, por causa de la muerte de Cristo en la cruz y su resurrección de la tumba, sabemos que nuestro sufrimiento es temporal. Ponga su fe y su esperanza en esto. Dios es soberano sobre todas las cosas. El cáncer no es soberano, los tumores no son soberanos, las naciones no son soberanas, los tornados no son soberanos, los doctores no son soberanos, la enfermedad y el desastre, ni la muerte, no son soberanos, Satanás y el sufrimiento no son soberanos, ninguno de estos son soberanos. Dios es soberano, y él es capaz, y está dispuesto, y en su tiempo, el llevará a su fin todas estas cosas.

Nuestro sufrimiento es temporal, hermanos y hermanas, y nuestro Dios es digno de confianza.

Muchos de ustedes conocen la historia detrás del himno de Horacio Spafford, “Estoy bien con mi Dios”, Spafford y su esposa Anna habían caído en tiempos difíciles como resultado del fuego en Chicago, y ellos experimentaron la muerte de su hijito de cuatro años debido a la fiebre escarlata. Ellos querían alejarse por varias razones, de modo que Spafford, su esposa y sus cuatro hijas planearon embarcarse en un bote hacia Inglaterra. Justo antes de que estuviera pautada su salida, algo surgió y Spafford tuvo que quedarse y enviar a su familia delante. El prometió reunirse con ellas tan pronto fuera posible, pero unos pocos días después, en medio del océano, el barco en el cual la esposa e hijas de Spafford viajaban colisionó con otro barco, y las cuatro hijas de Spafford se ahogaron. Spafford recibió un telegrama de su esposa en Inglaterra en el otro lado del océano que decía: “Salvada sola.”

Tan pronto fue posible, él se embarco para unirse a su esposa en duelo, y durante ese viaje sobre el océano, el capitán del barco le dijo a Spafford cuando llegaron al lugar y pasaron sobre las aguas donde sus hijas estaban en el fondo del océano, tres millas hacia abajo. En ese día, Spafford escribió estas palabras.

De paz inundada mi senda ya esté O cúbrala un mar de aflicción, cualquiera que sea mi suerte, diré: Estoy bien, tengo paz, ¡gloria a Dios! Estoy bien (estoy bien) gloria a Dios (gloria a Dios) tengo paz en mi ser, gloria a Dios ya venga la prueba o me tiente Satán, no amengua mi fe ni mi amor; Pues Cristo comprende mis luchas, mi afán Y su sangre obrará en mi favor oh cuanto me gozo en su salvación Fue pleno Su amor y perdón clavó mi pecar en la cruz lo olvidó Gloria a Dios, ¡Gloria al Hijo de Dios! La fe tornarás en feliz realidad al irse la niebla veloz, desciende Jesús con su gran Majestad, ¡Aleluya! Estoy bien con mi Dios.

La estructura general de Sofonías puede ser dividida en tres secciones: Dios juzgará a Judá (1:1-2:3) Dios juzgará las naciones (2:4-3:7) y Dios restaurará su pueblo (3:8-20). La idea central es que un día el pueblo de Dios cambiará su lamento por Honor.

Sofonías 3: 14-20 dice: 14 Canta, oh hija de Sion; da voces de júbilo, oh Israel; gózate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén. 15 Jehová ha apartado tus juicios, ha echado fuera tus enemigos; Jehová es Rey de Israel en medio de ti; nunca más verás el mal. 16 En aquel tiempo se dirá a Jerusalén: No temas; Sion, no se debiliten tus manos. 17 Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos. 18 Reuniré a los fastidiados por causa del largo tiempo; tuyos fueron, para quienes el oprobio de ella era una carga. 19 He aquí, en aquel tiempo yo apremiaré a todos tus opresores; y salvaré a la que cojea, y recogeré la descarriada; y os pondré por alabanza y por renombre en toda la tierra. 20 En aquel tiempo yo os traeré, en aquel tiempo os reuniré yo; pues os pondré para renombre y para alabanza entre todos los pueblos de la tierra, cuando levante vuestro cautiverio delante de vuestros ojos, dice Jehová.

Hageo y Zacarias

Hageo y Zacarías. Estos libros se relacionan uno con el otro. El mensaje es claro en ambos: arrepentirse del pecado. “Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Volveos a mí, dice Jehová de los ejércitos, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos.” Zacarías 1:3. Arrepentirse del pecado en el temor de Dios. Hageo 1: 12 dice: “Y oyó Zorobabel hijo de Salatiel, y Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo, la voz de Jehová su Dios, y las palabras del profeta Hageo, como le había enviado Jehová su Dios; y temió el pueblo delante de Jehová.”

Así pues, arrepentirse del pecado en el temor de Dios, y por el Espíritu de Dios.

Zacarías 4:6, “Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.” Arrepentirse del pecado y renovar sus fuerzas.

Hageo 2: 6-9 dice, “Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; 7 y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos. 8 Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos. 9 La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.”

Arrepentirse del pecado y renovar sus fuerzas para la gloria de Dios. Zacarías y Hageo nos dan la promesa de un rey que viene. En Zacarías 9:9 dice; “Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.”

También Zacarías 8: 20-23 dice, “Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Aún vendrán pueblos, y habitantes de muchas ciudades; 21 y vendrán los habitantes de una ciudad a otra, y dirán: Vamos a implorar el favor de Jehová, y a buscar a Jehová de los ejércitos. Yo también iré. 22 Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalén, y a implorar el favor de Jehová. 23 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros.”

Malaquias

Todo esto nos conduce al último libro del Antiguo Testamento, y lo que pongo aquí de Malaquías es básicamente lo que el Antiguo Testamento nos ha enseñado sobre nosotros mismos. Y estas cosas están claras por todo el libro de Malaquías, y ellas se suman a todo lo que hemos visto en el Antiguo Testamento. Uno: Estamos muertos en nuestros pecados. Tenemos la tendencia a difamar a Dios.

Malaquías 2:2, “Si no oyereis, y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; y aun las he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón.” Tenemos la tendencia de deshonrarnos unos a otros. Malaquías 3:5, “Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.”

El pecado está tan impregnado en nosotros, es tan seductor para nosotros. Sabemos esto en cada una de nuestras vidas: El pecado es muy fuerte para nosotros, y como resultado, estamos desesperados por un salvador. Ese es todo el punto en el Antiguo Testamento: mostrar la profundidad de nuestro pecado y la profundidad del sufrimiento alrededor nuestro, y mostrarnos que necesitamos un salvador por encima de nosotros.

Note esto: el problema de la maldad y el sufrimiento en el mundo es en última instancia un problema de los corazones de la gente, y solo Jesús puede cambiar los corazones de la gente mala. Esto es enorme, particularmente cuando pensamos en el sufrimiento y cosas como la pobreza y el tráfico humano, la esclavitud sexual y la injusticia alrededor del mundo, y pensamos “necesitamos luchar por la justicia” y lo hacemos pero necesitamos recordar que proclamar el evangelio de Jesús es la forma más fundamental, necesaria y no negociable de enfrentar el mal, el sufrimiento y la injusticia en el mundo.

Podemos tratar de cambiar sistemas y erradicar prácticas cuando se trata de esos problemas, pero trabajar contra el mal y el sufrimiento en el mundo aparte de proclamar el evangelio de Jesucristo será finalmente infructuoso. Esto es enorme. Hay tantas causas, aun en la iglesia hoy, que están siendo denunciados. Necesitamos enfrentar esto y aquello en el mundo” aborto, cuidado de huérfanos, tráfico sexual, esclavitud, pobreza y así sucesivamente, y estos son problemas que necesitan ser enfrentados.

Quiero denunciar estos problemas, pero estamos engañados si pensamos que estos problemas se pueden enfrentar aparte de una proclamación verbal, intencional y clara del evangelio de Jesucristo. El evangelio es la respuesta a los males y sufrimientos de este mundo. Solo Jesús puede cambiar los corazones humanos.

Así que, considere lo que el Antiguo Testamento nos ha enseñado, no solo acerca de nosotros mismos, sino de Dios. Haciendo un sumario aquí, él es abrumadoramente gracioso, Dios detiene su ira. En su ira, se acuerda de su misericordia. El es gracioso. Al mismo tiempo, él es inexpresablemente santo. Dios no juega con el pecado o los pecadores. El es infinitamente santo y digno de total obediencia. El es consistentemente fiel a su pueblo. Grande es su fidelidad.

Página tras página en el Antiguo Testamento, vemos la infidelidad del pueblo de Dios. Dios es completamente justo. Malaquías 2: 17 “Habéis hecho cansar a Jehová con vuestras palabras. Y decís: ¿En qué le hemos cansado? En que decís: Cualquiera que hace mal agrada a Jehová, y en los tales se complace; o si no, ¿dónde está el Dios de justicia?” Él demostrará su rectitud, él demandará arrepentimiento. Y él va a mostrar su ira. Malaquías 3:2 ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿O quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores.” Dios es justo.

Los Profetas y el Sufrimiento

Y Finalmente, él es Soberano. Espero que tengamos esto claro. Malaquías 3:6, “Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos” Su perfección y sus propósitos nunca cambian. El está en control de todo lo que sucede en el Antiguo Testamento; no hay nada fuera de Su control aquí. El es incuestionablemente supremo. Malaquías 1: 11 “ Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los ejércitos”.

Él es el único salvador. Malaquías 3:16, “Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre.” Él es la única esperanza y promete que preservará un remanente, y que proveerá un redentor. El último libro del Antiguo Testamento deja claro que Dios enviará su mensajero.

Malaquías 3:1 “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos” ¡Sí!

La Raiz del Sufrimiento

Entonces, esto nos conduce a los Evangelios en el Nuevo Testamento, cuando viene el Señor. El salvador está en la escena. Ahora, recuerden Génesis 3, sufrimiento y muerte entraron al mundo como resultado del pecado y la tentación de Satanás. De modo que, incluso antes de que Jesús iniciara su ministerio, lo vemos enfrentando la raíz del sufrimiento: pecado y tentación.

En Mateo 4, Jesús es tentado tres veces y todas las veces El resiste al maligno. ¿Qué nos enseña esta historia? Uno, Jesús es el nuevo hombre, entrando a la historia universal humana. Hay paralelos deliberados entre Jesús en el desierto en Mateo 4 y Adán y Eva en el jardín del Edén en Génesis 3. No es coincidencia que ambos, Adán y Jesús son inicialmente tentados a comer fuera de la voluntad del padre y en ambas historias, sus tentaciones comienzan cuestionando a Dios.

Para Adán, la serpiente pregunta: “¿Realmente Dios les dijo que no coman eso? Para Jesús, la serpiente pone en duda de quién es hijo el Cristo diciendo: “Si eres el hijo de Dios, ¿Por qué tienes hambre así?” Jesús está entrando en la misma historia que Adán entró y Jesús está de pie en aquello en lo que Adán cayó. Génesis 3:1, dice: “Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?”

El es un nuevo hombre, distinto de Adán y distinto de cualquier otro en la historia universal humana, quien haya sucumbido al pecado y él es el verdadero hijo, sufriendo a través de la particular historia de Israel. Éxodo 4: 22 “Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito” Mateo 2:15 “y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo.” Mateo 3: 17, “Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.”

Así que, hay algunos paralelos entre Mateo 4, y Génesis 3, pero hay aun muchos más entre la tentación de Jesús aquí y las pruebas del pueblo de Dios antes que entraran a la tierra prometida en el Antiguo Testamento. Los paralelos son claros. Ambos son probados en el desierto. El Hijo de Dios, Israel, fue probado por 40 años. El Hijo de Dios, Jesús, es probado por 40 días. Cada vez que Jesús contrarresta la tentación en Mateo 4, usa Escrituras de la travesía de Israel en el Antiguo Testamento durante esos 40 años, y el último paralelo que voy a mencionar aquí está en la historia del Antiguo Testamento, justo antes de que ellos fueran probados, Dios liberó al pueblo de Israel a través de las aguas del Mar Rojo. En 1 Corintios 10:2, Pablo llama a esto el “bautismo de Israel”. Aquí, en la historia del Nuevo Testamento, justo antes de que Jesús sea tentado, él es bautizado. Así que todo esto nos indica el hecho de que Jesús es el verdadero hijo de Dios sufriendo a través de la historia particular de Israel.

Dos Preguntas

Ahora, hay dos preguntas que con frecuencia surgen de este pasaje. Numero uno, ¿nos tienta Dios? En Mateo 4:1, si usted se fija, dice: “Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.” ¿Qué significa esto? ¿Quiere decir que Dios nos tienta? La respuesta clara que nos da la Escritura es “No”. Dios nunca nos tienta en el sentido de estimularnos al mal. Santiago 1:13 dice, “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie.”

En vez de esto, Satanás aparece en la escritura como el tentador. Somos tentados por Satanás (Quien está subordinado; hablamos de esto en Génesis 1-11), por el maligno. Así que solo el maligno y sus demonios nos tientan al mal, pero necesitamos recordar que aun ellos nos tienten al mal, lo cual es atribuible directamente a ellos, es en última instancia bajo el soberano control de Dios. Nada sucede en el universo fuera de la soberanía de Dios y es ahí donde vemos a Dios en este cuadro, no como él tentando al mal, sino como probando para el bien.

Somos tentados por Satanás (quien está subordinado) por el maligno. Pero somos probados por Dios (Quien es soberano) para el bien. Así que aquí en Mateo 4, el Espíritu de Dios esta guiando a Jesús a un tiempo de prueba, tal como guió a Israel en el desierto para un tiempo de prueba, pero Dios no está en ninguna manera tentando a Jesús, y él definitivamente nunca tentó a Israel, y Dios nunca, absolutamente, nunca lo tentará a usted hacia el mal. En vez de ello, en su soberanía, Dios usará las tentaciones de Satanás hacia usted, para traer algo bueno en su vida.

Segunda pregunta: ¿Pudo haber pecado Jesús? La respuesta es No y Sí. Así que déjeme explicar brevemente cuatro verdades relativas a esta pregunta, que conocemos por todas las Escrituras. Uno: Jesús es completamente humano, y como un hombre, Jesús fue tentado en todo, tal como nosotros lo somos. Y acerca de esto, en Hebreos 4: 15-16, dice: “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”

También 1 Corintios 10:13 dice: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.”

Ahora, algunas veces nosotros leemos Mateo 4: 1-11, vemos la tentación por la que él pasó, y pensamos: “Yo nunca he sido tentado a lanzarme desde un edificio”, sin embargo, necesitamos darnos cuenta que no hay tentaciones nuevas, hermanos y hermanas, solo hay nuevas formas de sucumbir a viejas tentaciones. La Biblia es clara, Jesús fue tentado exactamente como lo somos nosotros.

En tercer lugar, Jesús es completamente Dios. Y en cuarto lugar, Dios no puede ser tentado. Tal como dice Santiago 1:13, que Dio no nos tienta para el mal, dice que Dios no puede ser tentado por el mal. Dice: “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie” Entonces, sabemos que estas cuatro cosas son ciertas: Jesús es completamente hombre, Fue tentado en todo, el es completamente Dios y Dios no puede ser tentado. El problema es cuando tratamos de poner todo esto junto y hacernos la idea de cómo funciona, y eso es un misterio. Es el misterio de la encarnación. En su humanidad, Jesús fue tentado en todo, tal como nosotros, y era posible que Jesús pecara. En su deidad, el no fue tentado, porque Dios no puede ser tentado y así no era posible que el pudiera pecar. Así que hay realidades chocantes que misteriosamente se juntan en la encarnación.

Piense en esto de esta forma: no es una ilustración perfecta, pero piénselo de esta forma: piense en la persona en el mundo que usted más ama. Figúrese su rostro, y entonces déjeme hacerle una horripilante pregunta: ¿Podría usted matar a esa persona? Tan pronto como pregunto eso, usted piensa “¡No! Absolutamente no, rechazo la sola idea de hacerlo, no hay forma en la que yo pudiera herir a esa persona que amo tanto”. En esa respuesta, lo que usted está pensando es: “no tengo la capacidad moral de matar a esta persona” pero si usted entendiera mi pregunta en términos de ejecutar la acción físicamente, aunque para usted sea inconcebible, sí es físicamente posible.

Así que, no exactamente en la misma forma, pero en una forma similar, Jesús en Su deidad, a la luz del mundo en el que no hay tinieblas, no podría haber pecado. Su naturaleza moral es incapaz de esa clase de acción. Al mismo tiempo, en Su humanidad, Jesús podría haber pecado en el sentido de que era absolutamente capaz de convertir las piedras en pan, o arrojarse desde el pináculo del templo, o arrodillarse ante Satanás. El fue tentado en todo como lo somos nosotros.

Tres Tentaciones

Vamos a movernos hacia las tres tentaciones. No vamos a analizarlas muy a profundidad, simplemente no tenemos tiempo, pero veamos su esencia. La primera tentación fue a la auto gratificación, manifestándose en si en el mandato de que las piedras se convirtieran en lonjas de pan, porque él tenía hambre.

Mateo 4: 2-4 dice: “Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. 4 El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” Jesús fue, y nosotros somos tentados para saciar nuestros deseos al margen de la voluntad de Dios.

Deuteronomio 8: 2-3 dice: “Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre”

Jesús combatió esta tentación confiando en la bondad del Padre todo suficiente y que sacia todas nuestras carencias. La segunda tentación fue para la autoprotección. Mateo 4: 5-7, “5 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, 6 y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. 7 Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios.”

Jesús fue, y nosotros somos tentando a cuestionar la presencia de Dios y manipular las promesas de Dios. Éxodo 17:7 “Y llamó el nombre de aquel lugar Masah y Meriba, por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron a Jehová, diciendo: ¿Está, pues, Jehová entre nosotros, o no?” Sin embargo, Jesús resistió la tentación descansando en el refugio inconmovible de seguridad del Padre.

La tercera tentación fue para la auto exaltación. Mateo 4: 7-11, Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. 8 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, 9 y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.

10 Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a el solo serviras. 11 El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían. Como Jesús, nosotros somos tentados a imponernos en el mundo mientras robamos a Dios su adoración y gloria que debemos a su nombre. Jesús rechazó cambiar la exaltación infinita del padre por una la exaltación efímera de una serpiente.

Una Conclusión

Ahora, de todo esto, llegamos a una increíblemente significativa conclusión al inicio del Nuevo Testamento: Jesús ha hecho lo que nadie más ha hecho: Él resistió toda tentación y tuvo una victoria completa sobre el pecado. Estos son unos pocos pasajes de la Escritura que establecen esta verdad: Juan 8: 46 “¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis? 2 Corintios 5: 21: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”

Hebreos 7: 26, “Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos;” 1 Pedro 2:22 “el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca”; 1 Juan 3:5 “Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él”

Él ha vencido al pecado, la raíz del sufrimiento. Ese es un muy buen comienzo para el Nuevo Testamento.

El siguiente texto, Lucas 4: 16-21, es una buena noticia para el que sufre. Dice: Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. 17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: 18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del Señor. 20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. 21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.”

Jesús va a la sinagoga y lee la promesa de Isaías de que Dios ungirá a Su siervo para proclamar buenas noticias a los pobres, libertar a los cautivos y darles vista a los ciegos, libertar a los oprimidos, y proclamar el año agradable del Señor. Y entonces Jesús dice “Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.” ¡Buenas noticias para el que sufre!.”

Jesus Revierte Nuestra Situacion

Jesús revierte nuestra situación, y vemos esta profecía justo cumplirse en toda clase de formas en todos los evangelios. Demos una mirada a algunos ejemplos aquí: En Lucas 5: 12-13, Jesús toca lo sucio y lo deja limpio: “Sucedio que estando él en una de las ciudades, se presentó un hombre lleno de lepra, el cual, viendo a Jesús, se postró con el rostro en tierra y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. 13 Entonces, extendiendo él la mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra se fue de él.” Al limpiar la lepra ahí en Lucas 5, vemos que todo el que se siente desamparado, Jesús lo restaurará.

Entonces la mujer pecadora de Lucas 7: 37-50, unge los pies de Jesús con aceite y aprendemos que Jesús toma al rechazado y lo hace acepto. A todo el que está herido, el lo recibe. Este pasaje dice: 37 Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; 38 y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume. 39 Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora. 40 Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro. 41 Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; 42 y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más?

43 Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado. 44 Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos. 45 No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. 46 No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies. 47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; más aquel a quien se le perdona poco, poco ama. 48 Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados. 49 Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados? 50 Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.

Los Profetas y el Sufrimiento

En Lucas 15: 20-24, él toma lo que está perdido y lo trae de regreso a la vida. El pasaje dice:

“Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. 21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. 22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. 23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; 24 porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.

Ellos iban de lo perdido a lo hallado, todos lo que se sienten desesperanzados, el los rescata.

En Lucas 16: 19-25, vemos el lado opuesto a esto, dice: “19 Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. 20 Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, 21 y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.

22 Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. 23 Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. 24 Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. 25 Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.”

De pobre a rico. A todos los humildes, Jesús los recompensará. En Lucas 18: 35-43, el toma al ciego y le devuelve la vista. Dice: Aconteció que acercándose Jesús a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando; 36 y al oír a la multitud que pasaba, preguntó qué era aquello. 37 Y le dijeron que pasaba Jesús nazareno. 38 Entonces dio voces, diciendo !Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! 39 Y los que iban delante le reprendían para que callase; pero él clamaba mucho más ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!

40 Jesús entonces, deteniéndose, mandó traerle a su presencia; y cuando llegó, le preguntó, 41 diciendo: ¿Qué quieres que te haga? Y él dijo: Señor, que reciba la vista. 42 Jesús le dijo: Recíbela, tu fe te ha salvado. 43 Y luego vio, y le seguía, glorificando a Dios; y todo el pueblo, cuando vio aquello, dio alabanza a Dios.

De la ceguera a la visión. A todos los que necesitan sanidad, él se revelará a sí mismo para ustedes. Esta historia está narrada en otros pasajes, incluyendo Juan 9: 1-7. Dice, “Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. 2 Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? 3 Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. 4 Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar. 5 Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo. 6 Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego, 7 y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo.”

En este pasaje, había un hombre que nació ciego y los discípulos preguntan ¿Quien pecó, éste o sus padres para que haya nacido ciego? En otras palabras: “¿Por qué está sufriendo este hombre? ¿De quién es la falta? Ellos le piden una explicación a Jesús, y Jesús no se las da, sino que les dice que Dios diseñó la ceguera para el bien del hombre y para la gloria de Dios. Usted ve este pasaje, “Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.”

Juan 9: 24-39 continua con la historia: “Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que ese hombre es pecador. 25 Entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo. 26 Le volvieron a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos? 27 El les respondió: Ya os lo he dicho, y no habéis querido oír; ¿por qué lo queréis oír otra vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos? 28 Y le injuriaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros, discípulos de Moisés somos. 29 Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés; pero respecto a ése, no sabemos de dónde sea. 30 Respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, que vosotros no sepáis de dónde sea, y a mí me abrió los ojos. 31 Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye.

32 Desde el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que nació ciego. 33 Si éste no viniera de Dios, nada podría hacer. 34 Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y le expulsaron. 35 Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios? 36 Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él? 37 Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es. 38 Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró. 39 Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados.”

¡Esto es grandioso! No siempre podemos tener la certeza de la causa de nuestro sufrimiento, pero siempre podemos estar confiados en el propósito de nuestro sufrimiento. Hay propósito en nuestro sufrimiento. Así que vea esto: hay dos maneras de hacer la pregunta “¿Por qué?” en el sufrimiento. Podemos preguntar “¿Por qué?” buscando una causa, pero seguiremos adelante y decirles que la mayoría de las veces esta pregunta nos deja vacíos. ¿Por qué me dio cáncer? ¿Por qué ese conductor ebrio mató a mi familiar? ¿Por qué tenemos tantas perdidas por aborto? Usted se pregunta ¿Por qué? y su búsqueda terminará siendo inútil, pero si usted pregunta ¿Por qué? no buscando una causa, sino un propósito, esa pregunta lo guiará a la satisfacción. Así que ¿Cuál es su propósito? Esa es una buena pregunta para hacer.” ¿Cuál es tu propósito en esta tragedia, oh Dios? Te seguiré y confiaré que tu obra se mostrará en mi.”

Jesús Redime Nuestras Almas

Así que, Jesús revierte nuestra situación, él da libertad a los cautivos, y finalmente, El redime nuestras almas. Aquí en Lucas 4: 18-19 es el año del jubileo, donde a las personas se les da por completo un nuevo comienzo. Dice: 18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del Señor.”

Levítico 25: 8-10 habla acerca del año del Jubileo, y dice: Y contarás siete semanas de años, siete veces siete años, de modo que los días de las siete semanas de años vendrán a serte cuarenta y nueve años. 9 Entonces harás tocar fuertemente la trompeta en el mes séptimo a los diez días del mes; el día de la expiación haréis tocar la trompeta por toda vuestra tierra. 10 Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores; ese año os será de jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada cual volverá a su familia.”

El último mensaje de Cristo al que sufre es que él nos toma de la cruz a la resurrección. Para todos los que están cautivos por el pecado, él los hará libres. ¡Esta es una buena noticia para el que sufre!

Marcos 4-5: Buenas Noticias para el Debil

Marcos 4-5, buenas noticias para el débil. En estos dos capítulos vemos 4 milagros en línea realizados por Jesús. Vemos que él tenía poder sobre la naturaleza cuando calmó una tormenta en Marcos 4: 35-41, donde dice: Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado.

36 Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas. 37 Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba.

38 Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? 39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. 40 Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? 41 Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen? Vea la presencia de Dios.”

Salmo 89: 8-9 dice: “Oh Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Quién como tú? Poderoso eres, Jehová, Y tu fidelidad te rodea.9 Tú tienes dominio sobre la braveza del mar; Cuando se levantan sus ondas, tú las sosiegas.

Estos discípulos se dan cuenta que ese hombre que estaba con ellos en aquella barca era Dios mismo, y aprendieron que cuando usted se halla en medio de las tormentas de la vida, “usted no está solo”.

Entonces, el sana a un hombre poseído por demonios en Marcos 5: 2-15. El pasaje dice:

“Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, 3 que tenía su morada en los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun con cadenas. 4 Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar. 5 Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras. 6 Cuando vio, pues, a Jesús de lejos, corrió, y se arrodilló ante él.

7 Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes. 8 Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo. 9 Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos. 10 Y le rogaba mucho que no los enviase fuera de aquella región. 11 Estaba allí cerca del monte un gran hato de cerdos paciendo. 12 Y le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos. 13 Y luego Jesús les dio permiso. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales eran como dos mil; y el hato se precipitó en el mar por un despeñadero, y en el mar se ahogaron. 14 Y los que apacentaban los cerdos huyeron, y dieron aviso en la ciudad y en los campos. Y salieron a ver qué era aquello que había sucedido. 15 Vienen a Jesús, y ven al que había sido atormentado del demonio, y que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio cabal; y tuvieron miedo.”

Los Profetas y el Sufrimiento

Así que, vemos que Jesús tiene poder sobre los demonios, y en esta historia, vemos la paz de Dios. Jesús deja ver que aquellos que confían en él, en un mundo de maldad, de Satanás y su demonios, “Ustedes son libres en mí”.

Entonces, en Marcos 5: 24-43, el sana a una mujer que había estado enferma por doce años. Este pasaje dice: “Fue, pues, con él; y le seguía una gran multitud, y le apretaban. 25 Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre, 26 y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor, 27 cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto. 28 Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva. 29 Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.

30 Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos? 31 Sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado? 32 Pero él miraba alrededor para ver quién había hecho esto. 33 Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad. 34 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote. Vemos que Jesús tiene poder sobre la enfermedad. Vemos la sanidad de Dios cuando Jesús se detiene en medio de la multitud de gente y le presta atención a la mujer y le dice: “Tengo cuidado de ti.”

Todo esto nos guía a Marcos 5, donde Jesús levanta a una niña de la muerte. Marcos 5: 21- 23. Dice: “Pasando otra vez Jesús en una barca a la otra orilla, se reunió alrededor de él una gran multitud; y él estaba junto al mar. 22 Y vino uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postró a sus pies, 23 y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá.”

Esta historia continúa en Marcos 5: 35-43: “35 Mientras él aún hablaba, vinieron de casa del principal de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más al Maestro? 36 Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente. 37 Y no permitió que le siguiese nadie sino Pedro, Jacobo, y Juan hermano de Jacobo. 38 Y vino a casa del principal de la sinagoga, y vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho. 39 Y entrando, les dijo: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta, sino duerme. 40 Y se burlaban de él. Más él, echando fuera a todos, tomó al padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con él, y entró donde estaba la niña. 41 Y tomando la mano de la niña, le dijo: Talita cumi; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate. 42 Y luego la niña se levantó y andaba, pues tenía doce años. Y se espantaron grandemente. 43 Pero él les mandó mucho que nadie lo supiese, y dijo que se le diese de comer.”

Él tenía poder sobre la muerte. Vea la esperanza de Dios. Me gusta que Jesús nunca predicó en un funeral en los evangelios. Cada vez que él llega y empieza a hablar, la persona muerta regresa a la vida, y listo. En Cristo, usted no debe temer a la muerte, porque usted vivirá para siempre.

Jesus y los Desastres Naturales

Esto nos conduce a Lucas 13: 1-5. Jesús y los desastres naturales. Cuando usted lee Lucas 13: 1-5, usted halla dos desastres naturales descritos, abarcando tanto la maldad moral como la maldad natural. Este pasaje dice: “En este mismo tiempo estaban allí algunos que le contaban acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos.2 Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos? 3 Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.4 O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén? 5 Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.”

Respecto al mal moral, hubo una emboscada en el templo y los galileos fueron asesinados allí. Respecto al mal natural, se produjo la caída de una torre que mató a 18 personas.

4 Recordatorios: Las personas están preguntando acerca de estas situaciones y Jesús les da cuatro recordatorios cuando se trata de desastres naturales, sean estos tornados como los que han azotado a varias comunidades recientemente, o tsunamis, terremotos o ciclones que han matado a centenares de miles de personas durante los últimos años. ¿Cómo respondemos cuando ocurren desastres naturales? Primero, los desastres naturales nos recuerdan que la muerte es impredecible. Los desastres naturales nos recuerdan que la muerte es a menudo repentina. La gente que experimenta desastres naturales no se levanta en la mañana esperando lo que viene. La muerte es a menudo sorpresiva, pero la muerte es siempre segura. La muerte es repentina para muchos y sorpresiva para muchos, pero es una realidad para todos nosotros. Necesitamos recordar eso cuando vemos desastres naturales.

Pocos de nosotros nos levantamos esta mañana pensando “Este podría ser mi último día” la gente piensa, “bueno, esa sería una horrible forma de vivir, siempre pensando en la muerte”. No, para Jonathan Edwards. El escribió en sus resoluciones: “resuelvo: pensar mucho, en toda ocasión, en mi propia muerte y en las circunstancias comunes que llevan a la muerte”.

Usted piensa: “¿porque usted vive de esa forma? Aquí está el porqué: porque usted y yo necesitamos recordarnos a nosotros mismos cada día que nuestra casa y nuestra cuenta bancaria y nuestra salud, y nuestro carro, nuestro estupendo empleo y nuestra confortable vida no nos garantizan nada. Nos apoyamos en las cosas de este mundo en vano. La muerte es a menudo repentina, sorpresiva y es una realidad para todos nosotros, y eso cambia la forma en que usted ve todo en este mundo.

Segundo: los desastres naturales nos recuerdan la paga del pecado, el cual nos asedia a todos nosotros. La multitud en Lucas 13 asumió que aquellos galileos y las personas aplastadas por la torre habían, obviamente, hecho algo malo para merecer esto y por eso les pasó aquello. Jesús los confronta con dos verdades que la Biblia repite en todas partes: primero, nuestro pecado es universal, en otras palabras, el hecho de que esas personas murieran durante esos desastres no tiene nada que ver con su justicia o injusticia.

El pecado es universal y como resultado, nuestro sufrimiento es inevitable. Los que escuchaban a Jesús estaban asumiendo que, como ellos no habían sido víctimas en esas tragedias, ellos obviamente habrían hecho algo para ser bendecidos por Dios. Este no era el caso. Los desastres naturales nos recuerdan la paga del pecado que nos asedia a todos. Edwards resumió esto bien cuando dijo “resuelvo, actuar, en todos los asuntos, tanto de palabra como de hecho, como si nadie hubiera sido tan vil como yo soy, como si nadie hubiera cometido los mismos pecados, o tenido las mismas caídas; y que no dejare que las faltas de otros promuevan ninguna otra cosa que mi propia pena, y provean solo la ocasión para confesar mis propios pecados y miseria a Dios”.

Tercera verdad: Los desastres naturales nos recuerdan arrepentirnos y ser reconciliados con Dios. Este es el punto principal de Lucas 13. El contexto específico que Jesús está refiriendo aquí es el pueblo Judío, quienes habían desarrollado frialdad hacia Dios. Habían perdido la visión de sus pecados y su necesidad de arrepentimiento. Y lo que es más interesante es que Jesús no toma su pregunta y la usa para una discusión sobre los misteriosos caminos de Dios. Esta era su oportunidad de explicarles a ellos porque los desastres naturales ocurren, pero no lo hace, en lugar de ello, él los mira a los ojos, y les urge que se arrepientan.

La respuesta de Jesús a cada uno de los desastres naturales en nuestras vidas es la misma. “Arrepiéntanse y reconcíliense con Dios” ¿Está usted bien con Dios? ¿Está usted jugando con el pecado en su vida? ¿Está usted desobedeciendo a Dios? ¿Está usted viviendo deliberadamente en el pecado? ¿Se ha vuelto usted apático en su relación con Dios? Arrepiéntase y reconcíliese con Dios. Jonathan Edward dijo: “Resuelvo: Nunca hacer nada, que tenga miedo de hacer si fuera la última hora de mi vida.”

Cuarta verdad, de Lucas 13: los desastres naturales nos recuerdan la urgencia de nuestra misión. El contexto que precede a Lucas 13 es Lucas 12: 35-40. Dice: “Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas; 36 y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, le abran en seguida. 37 Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles. 38 Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los hallare así, bienaventurados son aquellos siervos. 39 Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora el ladrón había de venir, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa. 40 Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá.”

Jesús está urgiendo a sus seguidores a tener sus corazones en el lugar correcto, a estar alertas y listos para el día cuando él regrese. Jesús está diciendo que la vida es efímera, las personas están muriendo y lo que viene es la eternidad. Todos los que están pereciendo hoy que no escuchan y reciben el evangelio, mañana perecerán para siempre. Por eso es que Jonatán Edwards dijo: “Resuelvo, nunca perder un momento de mi tiempo, sino mejorar en la forma más provechosa que pueda. Resuelvo: vivir con todo mi potencial, mientras viva.” Esto es Jesús y los desastres naturales.

En Mateo 10, vemos el sufrimiento prometido para los cristianos. Jesús, al comisionar a sus discípulos para un viaje misionero temporal, escuche a dónde él les dice que vayan.

En mateo 10, 5-8, dice: “A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, 6 sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 7 Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. 8 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.” El dice, vayan a los que están en gran necesidad, vayan al enfermo, al que está agonizando, al despreciado y sucio”. Vayan a donde está la gran necesidad y el gran peligro. “He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. 17 Y guardaos de los hombres, porque os entregarán a los concilios, y en sus sinagogas os azotarán; 18 y aun ante gobernadores y reyes seréis llevados por causa de mí, para testimonio a ellos y a los gentiles.”

Mateo 10: 16-18. Piense sobre esto: ¿Cuál es la responsabilidad de un pastor? Proteger sus ovejas de los lobos ¿verdad? Evitar que los lobos se acerquen a las ovejas, de eso guarda un pastor a sus ovejas.

Así que aquí Jesús, el buen pastor, el Gran pastor, diciéndoles a sus discípulos, Sus ovejas, “yo os envío como a ovejas en medio de lobos” él está diciendo: “Sean tan tontos como ovejas”. Esa es la imagen aquí. Las ovejas son los animales domésticos más desvalidos y tontos. Un simple ruido las pone frenéticas, y cuando enfrentan el peligro se vuelven nada. Todo lo que pueden hacer es correr y son lentas. Así que lo peor para una oveja es tener que caminar en medio de una manada de lobos, y Jesús les dice a sus seguidores “vayan entre ellos” y por implicación nos dice a nosotros “ustedes van a cumplir mi gran comisión en lugares peligrosos, y se van a ver entre gente mala y viciosa, y se van a ver entre ellos por indicación mía.”

Eso suena muy distinto de la forma en que pensamos. Pensamos “ si no es seguro, no puede ser de Dios, si es peligroso, si es arriesgado, si me puede costar o dañarme, entonces no puede ser de Dios” sin embargo, ¿Cuál es el criterio para determinar si es realmente de Dios? “Vayan” dice Jesús. Vayan al peligro, y deje que se diga de usted como se diría de una oveja moviéndose entre lobos “Son unos tontos” “no tienen idea de lo que están haciendo” Jesús dice “eso es lo significa ser mi discípulo.”

Ser tan tonto como las ovejas, pero al mismo tiempo, tan astutos como serpientes. Vayan sin reservas y sin dudar al peligro y cuando estén ahí, sean inteligentes, y sean tan puros como palomas. Cuando este entre los lobos, no les permita tener nada contra usted cuando se trata de su pureza. No sea áspero, desconsiderado o beligerante sino sea inocente.

Que Sucederá

En medio de todo esto, ser inocente y mostrarles cómo es la pureza en acción, y cuando usted lo hace, aquí esta lo que sucederá: Usted será traicionado. “El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir.” Mateo 10:21. Usted será aborrecido. “… Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre”

Mateo 10: 22 Usted será perseguido.

Él dice en Mateo 10: 23-25, 23 Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del Hombre. 24 El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor. 25 Bástale al discípulo ser como su maestro, Y al siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Beelzebú, ¿cuánto más a los de su casa?”

Note que Jesús dice: Cuando os persigan” no dice: “en caso de que los persigan”. ¿Captan la idea? Esta es la realidad que debemos enfrentar: el peligro en nuestras vidas se incrementa en proporción a la profundad de nuestra relación con Cristo.

De manera que, aquí está la inevitable conclusión de Mateo 10. Escuche esto fuerte y claro: a todos y cada uno de los que quieren una vida confortable, segura y fuera de peligro, manténganse lejos de Jesús. Ese es todo el asunto aquí, porque así es como el mundo responde a Cristo. Así, que cuando Cristo crece en nosotros más y más, entonces el mundo responde más a nosotros como le responden a él.

Así que, ¿Cómo evitar ser traicionados, odiados o perseguidos? No seamos como Jesús. Por eso es que pienso somos tan prontos en establecer nuestras rutinas religiosas y nuestro cristianismo confortable en nuestra cultura. Porque es seguro y al mundo le gusta tenernos ahí. Tan pronto como vivimos vidas tal cual todos los demás, ir a la iglesia el domingo y guardar nuestra fe para nosotros mismos, entonces no corremos riesgo en el mundo. El único problema es conocer muy poco de Jesucristo. Pero cuando conocemos a Cristo y cuando llegamos a ser como Cristo, y proclamamos a Cristo, las cosas no serán fáciles para nosotros. Mientras más se manifiesta Cristo en su vida y en la de su familia, este mundo será más difícil para ustedes, porque se identifican con Jesús.

Así que, la pregunta que debemos hacer es: “¿Queremos ser como Jesús? Quiero decir, ¿realmente? Porque si queremos, si nos identificamos con él, entonces nuestras vidas no quedaran igual. No será fácil, será peligroso. Eso es lo que él está diciendo, no lo que yo estoy diciendo. Esto es lo que Jesús, su Salvador, Su Señor, su Rey, está diciendo.

Entonces, ¿Realmente queremos ser como él? Seremos traicionados, odiados, y perseguidos, y, como sucede, Jesús dice que el temor nos tentará. Tres veces en los versos 26 al 31, el dice, “no teman”, “vean esto con una perspectiva eterna” “no se preocupen por lo que el mundo dice ahora, preocúpense por lo que Dios dirá en la eternidad”. Hable con santa firmeza, y sacrifíquese con valiente entrega.

Jesús dice, “Asi que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse. 27 Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas. 28 Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.”

Mateo 10: 26-28. Jesús dice, “No es del hombre de quien deben temer, tengan temor de Dios”. Él es nuestro juez definitivo, y él sostiene nuestra eternidad en sus manos, no los hombres, Dios la tiene. Esa es una forma extraña de motivar sus discípulos cuando van a salir. Jesús está diciendo literalmente. “no tengan miedo de los hombres. La peor cosa que les pueden hacer es matarlos” y nosotros pensamos “bueno, si voy a tal lugar en el mundo, me pueden matar”. Y Jesús dice ¿Eso es todo?” no temas, ¡todo lo que pueden hacer es matarte!

¿Es eso un consuelo para usted? Aquí está el asunto: la única forma en que esto será un consuelo para usted es si ya usted ha muerto con Cristo, y está tan enfocado en la eternidad que nada que el hombre pueda hacerle, importa. Se ha dicho de los santos de la antigüedad que ellos temían muy poco al hombre porque temían mucho a Dios.

El temor los tentará, pero el Padre tendrá cuidado de ustedes. En Mateo 10: 29-31 Jesús dice: “¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. 30 Pues aun vuestros cabellos están todos contados. 31 Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos.”

Él lo gobierna soberanamente, él lo conoce a usted completamente, y él lo ama profundamente. Usted es valioso para él. El que lo envía a usted a los lobos, es bueno, y él lo ama, así que no tenga miedo.

Qué Hace Usted

De modo que, ¿Qué hacemos? Le confesamos públicamente. Mateo 10: 32-33 dice: “A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. 33 Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.”

Lo amamos a él supremamente. Más que a nada ni nadie más en este mundo puesto junto. Mateo 10: 34 “No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada.” Tomamos el riesgo definitivo: como persona, nuestra vida. Mateo 10: 38-39 dice: “el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. 39 El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.”

De modo que, perdemos nuestra vida y hallamos la recompensa definitiva. Hallamos satisfacción, placer y tesoro que sobrepasa cualquier cosa que esta vida o este mundo tengan para ofrecernos. Jesús promete sufrimiento para los cristianos y recompensa en Cristo.

De modo que, ¿Cómo respondemos al sufrimiento? Vamos ver algunos textos selectos para analizar la respuesta de los cristianos al sufrimiento. Esto es más temático que textual aquí: pero vea la respuesta de los cristianos a aquellos que le causan sufrimiento. Jesús dice: “bendícelos” Lucas 6: 27-29, “Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; 28 bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian.

29 Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues.”

Ámalos: Lucas 6:35, “Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos.” Ora por ellos: “ Mateo 5:44 “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;” también: Perdónalos “ Mateo 6:14-15 “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.”

También Lucas 23: 34: “Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.” Jesús dice “No tomen venganza contra ellos.”

Mateo 5: 38-42, dice: “Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. 39 Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; 40 y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; 41 y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. 42 Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.”

Así es como los seguidores de Jesús responden a aquellos que les causan sufrimiento. La respuesta de los cristianos a aquellos que están sufriendiendo. ¿Y qué hay de cómo respondemos a aquellos que están sufriendo? Jesús dice: Alimenta al hambriento.

Mateo 25: 34-35, dice: “Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis” Dale agua al sediento: Mateo 10:42 “Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría

solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.” Refleje la gracia de Dios. Mateo 18:35 “Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.”

Demuestre la Misericordia de Dios.

Lucas 10: 27-28, “Aquel, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. 28 Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.” Así les ha sido dado, de esa forma usted da. El amor por su enemigo fluye de una amorosa relación con Dios.

Exprese el Amor de Dios

Juan 13:34-35, “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. 35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.”

De aquí, nos movemos a otra selección de textos que predicen los sufrimientos de Cristo. Jesús sufrió voluntariamente, de acuerdo a los evangelios.

Marcos 14: 32-36 dice: “Vinieron pues, a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que yo oro. 33 Y tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a entristecerse y a angustiarse. 34 Y les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad. 35 Yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oró que si fuese posible, pasase de él aquella hora. 36 Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú.”

En Juan 10: 16-18, dice, “16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. 17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. 18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.”

Jesús sufrió voluntariamente, por disposición propia. Jesús sufrió por necesidad. Este era el plan soberano de Dios. Por eso fue que vino. Esto es grandioso. Jesús no fue una víctima en viernes santo, capturado por hombres malvados que querían matarlo en una cruz. El vino a morir. Mateo 16: 21-23 dice: “Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día. 22 Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. 23 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro! Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.”

Vea esto también en Lucas 18: 31-33. Dice, “Tomando Jesús a los doce, les dijo: He aquí subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas escritas por los profetas acerca del Hijo del Hombre.

32 Pues será entregado a los gentiles, y será escarnecido, y afrentado, y escupido. 33 Y después que le hayan azotado, le matarán; mas al tercer día resucitará.” Lucas 22:37, “Porque os digo que es necesario que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: Y fue contado con los inicuos; porque lo que está escrito de mí, tiene cumplimiento.”

Jesús Sufrió Voluntaria y Necesariamente

¿Por qué Sufrió Jesús? Hay una selección de textos sobre el propósito de los sufrimientos de Cristo. ¿Por qué sufrió Jesús? El sufrió por muchas razones: Esta es solo una lista y no es aun exhaustiva. Jesús sufrió para obedecer la voluntad del Padre y cumplir la Palabra del Padre.

Juan 17: 4-5: “Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. 5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.” Jesús sufrió para rescatar a las personas de la esclavitud del pecado. Marcos 10: 45, “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”. El sufrió para darnos a todos los que creemos acceso total al Padre. Mateo 27:51: “Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron”. El sufrió para librar a las personas del maligno. Juan 12: 31: “Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.”

Jesús sufrió para librar las personas de la ira de Dios. Para experimentar el desamparo de Dios en nuestro lugar como sustituto. Mateo 27: 46 “Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” Jesús sufrió para proclamar el mensaje de salvación para las naciones. Lucas 24: 46-47 “y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; 47 y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.” Para traer las ovejas al rebaño del buen pastor.

Juan 10: 11-18: “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. 12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. 13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. 14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, 15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. 16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. 17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. 18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo.” Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre. Jesús sufrió para establecer un nuevo y eterno pacto con el pueblo de Dios, instituido en la última cena, antes de ir a la cruz.

Mateo 26:28, “Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.” Jesús sufrió para demostrar el supremo amor de Dios por los pecadores al darles vida eterna a todo aquel que cree: Juan 3: 14-16 “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, 15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”

Finalmente, Jesús sufrió para glorificar al Padre. ¿Qué llevó a Jesús a la cruz? Fue la gloria de Dios.

Juan 12:27-28: “Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora. 28 Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez.”

La gente dice, “Bueno, Jesús me tenía en su mente cuando fue a la cruz” Damas y caballeros, definitivamente Jesús tenía al Padre en su mente cuando fue a la cruz. El fue allí para gloria del Padre.

La Realidad Impopular: Todos Estamos Pereciendo

Ahora, profundicemos un poco más aquí en el evangelio sobre lo que significa el sacrificio de Jesús. Juan 3:16 establece contraste entre lo que es la vida eterna y en sufrimiento eterno. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” pues aquí está la realidad impopular detrás de este verso: Todos estamos pereciendo. Todos y cada uno de nosotros en este mundo está pereciendo.

James Denney dijo: “si hay una verdad central en la escritura, es que aquellos que deliberadamente rechazan someterse al evangelio y amar y obedecer a Cristo incurren en una pérdida irreparable. Ellos pasan a la noche en la cual no hay mañana ni amanecer.”

Nuestra condenación es personal: Juan 3:18: “El que en él cree, no es condenado; pero e l que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios”. Nuestra condenación es total. Juan 3:36 “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” finalmente, nuestra condenación es eterna. Todos y cada uno de nosotros merece sufrimiento eterno. Mateo 25:46 “E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.”

Marcos 9: 43- 48 dice: “Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, 44 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 45 Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado, 46 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.47 Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, 48 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.” Merecemos el infierno, donde el humo de los pecadores en tormento está para siempre y por siempre, y no tienen descanso ni de día ni de noche.

Los Profetas y el Sufrimiento

Apocalipsis 14:11 dice: “y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.” Tomas Watson dijo: Aquellos en el infierno, deberían morir, pero no pueden. El malvado estará siempre muriendo, pero nunca muerto: el humo de su horno asciende por siempre y siempre. Oh ¿quién podrá soportar así estar siempre sobre la parrilla? Esta palabra “siempre” rompe el corazón.”

En el infierno, los pecadores se darán cuenta cuan serio es realmente el pecado, cuan justo es realmente Dios y los pecadores se darán cuenta cuan interminable es realmente el sufrimiento. ¿Está usted entre esos “Nosotros”? no hay una pregunta más importante que esa. Muchos entre los miles de personas que están tomando este estudio, y quizá muchos quienes piensan que son cristianos en un perfil como el de Mateo 7, están pereciendo en un camino que lleva al sufrimiento eterno. George Whitfield, un famoso predicador de la antigüedad, solía urgir a los oyentes a “considerar el tormento de arder como un carbón encendido, no por un instante o por un día, sino por millones y millones de años, el final de los cuales las almas se darán cuenta que ellos no están más cerca del final que cuando comenzaron, ellos nunca, jamás serán librados de ese lugar.”

Dios es Todo Proveedor

Estamos pereciendo en nuestro pecado. Esta es la realidad impopular. Y el rescate sin precedentes de Juan 3:16 es que Dios es todo proveedor. Nuestra condenación es personal, su Salvación es personal., Juan 6:44: “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero”. Nuestra condenación es total, su salvación es total.

Juan 10:10, “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Nuestra condenación es eterna: Su salvación es eterna: “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. 26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Juan 11: 25-26.

En el cielo, los que le hemos dado la espalda al pecado y confiado en Cristo, nos daremos cuenta cuan gloriosa es realmente la gracia. Nos daremos cuenta cuan misericordioso es realmente Dios, y nos daremos cuenta cuan interminable es realmente la satisfacción, todo porque Dios dio a su único Hijo para sufrir y morir en nuestro favor.

La Línea del Tiempo

De manera que llegamos a los textos selectos que describen el sufrimiento del hijo de Dios. Marcos 15: 37 “Mas Jesús, dando una gran voz, expiró.” Básicamente lo que he hecho aquí es darles una cronología de la muerte y resurrección de Jesús. El sábado Jesús fue ungido.

Juan 12: 1-3 dice: “Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos. 2 Y le hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él. 3 Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.” El Domingo, el llega a Jerusalén.

Marcos 11: 9-11 dice “Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo

! Hosanna! ! Bendito el que viene en el nombre del Señor! Bendito el reino de nuestro padre David que viene! !Hosanna en las alturas! 11 Y entró Jesús en Jerusalén, y en el templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, como ya anochecía, se fue a Betania con los doce”. El lunes, vemos la ira de Jesús al voltear las mesas.

Marcos 11: 15-18 dice: “Vinieron, pues, a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; 16 y no consentía que nadie atravesase el templo llevando utensilio alguno. 17 Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Más vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. 18 Y lo oyeron los escribas y los principales sacerdotes, y buscaban cómo matarle; porque le tenían miedo, por cuanto todo el pueblo estaba admirado de su doctrina.”

El Martes, Vemos la Autoridad de Jesús Desafiada.

Marcos 11: 27-28 dice: “Volvieron entonces a Jerusalén; y andando él por el templo, vinieron a él los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos, 28 y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas, y quién te dio autoridad para hacer estas cosas? “ Así vemos la autoridad de Jesús desafiada y vemos la autoridad de Jesús confirmada: en Marcos 13: 26-27 “Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria. 27 Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.”

De martes a miércoles, vemos la traición de Jesús. Marcos 14: 10-11: “Entonces Judas Iscariote, uno de los doce, fue a los principales sacerdotes para entregárselo.

11 Ellos, al oírlo, se alegraron, y prometieron darle dinero. Y Judas buscaba oportunidad para entregarle.”

El Jueves es la Ultima Cena.

Marcos 14: 12 El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, cuando sacrificaban el cordero de la pascua, sus discípulos le dijeron: ¿Dónde quieres que vayamos a preparar para que comas la pascua? También Marcos 14:16 “Fueron sus discípulos y entraron en la ciudad, y hallaron como les había dicho; y prepararon la pascua.”

Durante la última cena, vemos la humildad de Cristo al lavar los pies de sus discípulos: Juan 13: 1-5 dice: “Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin. 2 Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que le entregase, 3 sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y a Dios iba, 4 se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. 5 Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido.”

También vemos la profecía de Cristo al predecir la negación de Pedro. Marcos 14: 27-31:

“Entonces Jesús les dijo: Todos os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas serán dispersadas. 28 Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea. 29 Entonces Pedro le dijo: Aunque todos se escandalicen, yo no. 30 Y le dijo Jesús: De cierto te digo que tú, hoy, en esta noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, me negarás tres veces. 31 Más él con mayor insistencia decía: Si me fuere necesario morir contigo, no te negaré. También todos decían lo mismo.”

Marcos 14: 25-27, “De cierto os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo en el reino de Dios. 26 Cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos. 27 Entonces Jesús les dijo: Todos os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas serán dispersadas.

Vemos la oración de Cristo cuando él intercede por sus discípulos. Juan 17: 9. “Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son”. También, Juan 17:20 “Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos…” En el Jardín del Getsemaní, Jesús hizo tres oraciones agonizantes. Marcos 14:32-36

“Vinieron, pues, a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que yo oro. Y tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a entristecerse y a angustiarse. Y les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad. Yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oró que si fuese posible, pasase de él aquella hora. Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú.”

Vemos a tres discípulos cansados. Marcos 14:41-42, “Vino la tercera vez, y les dijo: Dormid ya, y descansad. Basta, la hora ha venido; he aquí, el Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores. Levantaos, vamos; he aquí, se acerca el que me entrega.” También vemos el arresto de Jesús.

Marcos 14:43-46, “Luego, hablando él aún, vino Judas, que era uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los escribas y de los ancianos. Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, ése es; prendedle, y llevadle con seguridad. Y cuando vino, se acercó luego a él, y le dijo: Maestro, Maestro. Y le besó. Entonces ellos le echaron mano, y le prendieron.” El viernes, leímos acerca de los juicios de Jesús empezando muy temprano en la mañana, en medio de la noche ante las autoridades Judías. Hay una audiencia preliminar ante Anás. Juan 18:12-14 dice, “Entonces la compañía de soldados, el tribuno y los alguaciles de los judíos, prendieron a Jesús y le ataron, y le llevaron primeramente a Anás; porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote aquel año. Era Caifás el que había dado el consejo a los judíos, de que convenía que un solo hombre muriese por el pueblo.”

También Juan 11:49-53, “Entonces Caifás, uno de ellos, sumo sacerdote aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis nada; ni pensáis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca. Esto no lo dijo por sí mismo, sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación; y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos. Así que, desde aquel día acordaron matarle.”

Luego, hubo una audiencia ante Caifás. Marcos 14:53-56, “Trajeron, pues, a Jesús al sumo sacerdote; y se reunieron todos los principales sacerdotes y los ancianos y los escribas. Y Pedro le siguió de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote; y estaba sentado con los alguaciles, calentándose al fuego. Y los principales sacerdotes y todo el concilio buscaban testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte; pero no lo hallaban. Porque muchos decían falso testimonio contra él, mas sus testimonios no concordaban.”

Finalmente, hubo juicio ante el Concilio. Marcos 15:1, “Muy de mañana, habiendo tenido consejo los principales sacerdotes con los ancianos, con los escribas y con todo el concilio, llevaron a Jesús atado, y le entregaron a Pilatos” Vemos a Jesús ante las autoridades Romanas. Primero, Él tiene una audiencia ante Pilatos. Marcos 15:2-5, “Pilatos le preguntó: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Respondiendo él, le dijo: Tú lo dices. Y los principales sacerdotes le acusaban mucho.

Otra vez le preguntó Pilatos, diciendo: ¿Nada respondes? Mira de cuántas cosas te acusan. Mas Jesús ni aun con eso respondió; de modo que Pilatos se maravillaba.” Luego hubo una audiencia ante Herodes. Lucas 23:6-7, “Entonces Pilatos, oyendo decir, Galilea, preguntó si el hombre era galileo. Y al saber que era de la jurisdicción de Herodes, le remitió a Herodes, que en aquellos días también estaba en Jerusalén.” También, Lucas 23:11-12 dice, “Entonces Herodes con sus soldados le menospreció y escarneció, vistiéndole de una ropa espléndida; y volvió a enviarle a Pilatos. Y se hicieron amigos Pilatos y Herodes aquel día; porque antes estaban enemistados entre sí.”

Luego, hubo la última audiencia ante Pilatos. Marcos 15:12-15 “Y se hicieron amigos Pilatos y Herodes aquel día; porque antes estaban enemistados entre sí. Entonces Pilatos, convocando a los principales sacerdotes, a los gobernantes, y al pueblo, les dijo: Me habéis presentado a éste como un hombre que perturba al pueblo; pero habiéndole interrogado yo delante de vosotros, no he hallado en este hombre delito alguno de aquellos de que le acusáis. Y ni aun Herodes, porque os remití a él; y he aquí, nada digno de muerte ha hecho este hombre.” Luego, vemos la tortura de Jesús. Marcos 15:16-19 dice, “Le soltaré, pues, después de castigarle. Y tenía necesidad de soltarles uno en cada fiesta. Mas toda la multitud dio voces a una, diciendo: ¡Fuera con éste, y suéltanos a Barrabás! Este había sido echado en la cárcel por sedición en la ciudad, y por un homicidio.” Vemos la tortura de Jesús y la crucifixión de Jesús.

Marcos 15:25-30, “Era la hora tercera cuando le crucificaron. Y el título escrito de su causa era: El Rey De Los Judíos. Crucificaron también con él a dos ladrones, uno a su derecha, y el otro a su izquierda. Y se cumplió la Escritura que dice: Y fue contado con los inicuos. Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza y diciendo: ¡Bah! tú que derribas el templo de Dios, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo, y desciende de la cruz.” Durante las primeras tres horas, Él hace la oración por sus perseguidoras. Lucas 23:34, “Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.” Él también hace la promesa al criminal.

Lucas 23:39-43 dice: “Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.”

Finalmente, durante las primeras tres horas, Jesús provee sustento para Su madre. Juan 19:25-27 “Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofás, y María Magdalena. Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.”

Marcos 15:33-37 registra las últimas tres horas de la crucifixión. Dice: “Cuando vino la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. Y a la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? que traducido es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Y algunos de los que estaban allí decían, al oírlo: Mirad, llama a Elías Y corrió uno, y empapando una esponja en vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber, diciendo: Dejad, veamos si viene Elías a bajarle. Mas Jesús, dando una gran voz, expiró.”

Durante las últimas tres horas vemos el clamor de abandono, “Y a la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? que traducido es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” Marcos 15:34. Vemos también el reconocimiento de que tenía sed. Juan 19:28 “Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed.”. También vemos el clamor de triunfo. Juan 19:30 “Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.” Finalmente, vemos el clamor de resignación en Lucas 23:46 “Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró.”

Posibles Explicaciones

Este es el sufrimiento del Hijo del Dios, el cual, luego, gloriosamente guía a la resurrección del Hijo de Dios. Juan 19:38-20:10 dice: “Después de todo esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero secretamente por miedo de los judíos, rogó a Pilatos que le permitiese llevarse el cuerpo de Jesús; y Pilatos se lo concedió. Entonces vino, y se llevó el cuerpo de Jesús. También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche, vino trayendo un compuesto de mirra y de áloes, como cien libras. Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas, según es costumbre sepultar entre los judíos. Y en el lugar donde había sido crucificado, había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún no había sido puesto ninguno. Allí, pues, por causa de la preparación de la pascua de los judíos, y porque aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús. El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro.

Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto. Y salieron Pedro y el otro discípulo, y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos allí, pero no entró. Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí, y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó. Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos. Y volvieron los discípulos a los suyos.”

Todo tipo de posibles explicaciones se han dado en la historia para la resurrección de Jesús. Los musulmanes afirman que Jesús no murió en la cruz realmente. Otros han dicho que la tumba de Jesús no estaba vacía. Ellos dicen que la mujer fue a la tumba esa primera mañana de Pascua. En su dolor y choque emocional por la muerte de Jesús, fueron a la tumba equivocada y el resto de las personas que empezaron a creer lo hicieron porque estaban yendo a la tumba incorrecta también. Otros dicen que los discípulos robaron el cuerpo de Jesús, o que los discípulos estaban desilusionados cuando afirmaron ver a Jesús. No vamos a refutar todas estas cosas de manera frontal, sin embargo, es suficiente citar a de N.T. Wright que dice: “Los primeros cristianos no inventaron la tumba vacía y la reunión o los avistamientos de Jesús resucitado. Nadie estaba esperando ese tipo de cosa. Ningún tipo de experiencia de conversión lo hubiera inventado. Sugerir otra cosa es dejar de hacer historia y entrar al mundo de nuestra propia fantasía”

Implicaciones Alarmantes

Jesús murió en la cruz y de hecho se levantó de la tumba, y las implicaciones de esto son alarmantes. Si Jesús se levantó de la muerte, entones, Él es Señor sobre la vida y la muerte. Juan 10:18, “Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.” Jesús es Señor sobre el pecado, sufrimiento y Satanás, “¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.” 1ra Corintios 15:55-57 Jesús es el Señor sobre usted y sobre mí. “Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.”

Romanos 10:8-10: Crea en la resurrección de Jesús, pero no se detenga ahí. Entonces, sígame. Crea en la resurrección histórica de Jesús, pero no se detenga ahí, eso no es Salvación. Una mera creencia intelectual de Jesús no es Salvación. Los demonios creen en la resurrección. Si el Diablo mismo estuviera aquí, y le preguntáramos, “¿Crees que la Biblia es la Palabra de Dios?” él diría, “sí”. Si le preguntáramos “¿Crees que Jesús es el Hijo de Dios?” él diría, “sí”. Si le preguntáramos “¿Crees que Él es la única manera para ser salvo?” él diría “Sí”. Si le preguntara, “¿Te comprometerías a vivir moralmente y venir a la Iglesia e involucrarte en el liderazgo?” él diría, “Sí” porque usted puede creer y hacer cada una de estas cosa y no ser salvado.

¿Pero saben ustedes cuál es la pregunta clave, la pregunta que cambiaría todo en esta conversación? Si mirara al Diablo y le dijera, “¿Te arrepientes de tus pecados y rindes tu vida a Jesús como Señor?” y él diría, “Absolutamente no”, y es por esto que es tan importante, porque esto es exactamente lo que hemos hecho hoy. Hemos dicho, “Creer en Jesús, hacer una oración, estar involucrado en la Iglesia, quizás hasta dirigir un ministerio en la Iglesia, es una buena vida, y usted será salvo” eso es una mentira. Cientos de cristianos profesos han creído la mitad de Romanos 10:9, y ellos pensarán que son salvos de sus pecados cuando no lo son. Se están dirigiendo a una eternidad de sufrimiento. Algunos de ustedes caen en esto, y piensan que están salvados. No, creer en la resurrección de Jesús, y rendirse al Señorío de Jesús con tu vida. Esto es lo que significa ser salvo.

Hay cientos de personas que están dando un servicio de labios a Jesús, cuyas vidas no están rendidas a Él como la absoluta autoridad, y aquel que reina supremamente sobre usted y que justamente determina y direcciona todo en su vida, y quiero llamarle y urgirle a que rinda su vida a Él y lo confiese como Señor. Deje el pecado y a usted mismo para Él, y sea salvado por Él como Señor. Porque debido a Su sufrimiento sacrificial por usted, Él reina como el Señor supremo de su vida, y si usted no ha sometido su vida al señorío de Jesús, permítame urgirle a que no juegue con el pecado y con usted mismo, jugando con Cristo. No más. Deje el pecado y a usted mismo y sea rescatado por el Salvador.

LESS THAN 1% OF ALL MONEY GIVEN TO MISSIONS GOES TO UNREACHED PEOPLE AND PLACES.

That means that the people with the most urgent spiritual and physical needs on the planet are receiving the least amount of support. Together we can change that!