Innumerables personas se preguntan: “¿Cómo encuentro la voluntad de Dios para mi vida?” La buena noticia es que la voluntad de Dios no es incomprensible. En este mensaje sobre Gálatas 2:20, David Platt nos enseña que Dios desea que sigamos Su voluntad tanto que Él vive en nosotros para cumplirla.
- Cristo nos da una nueva identidad.
- Cristo nos da una nueva dirección.
- Cristo nos da un nuevo propósito.
Si tienes una Biblia, y espero que la tengas, les invito a que la abran conmigo en Gálatas 2. Siéntanse libre de utilizar el índice si necesitan encontrar el libro de Gálatas. Oro para que Cristo sea nuestro todo.
Las preguntas sobre la voluntad
¿Cuál es la voluntad de Dios para mí? Esa podría ser la pregunta más común en el cristianismo occidental en el día de hoy. ¿Cuál es la voluntad de Dios para mi vida? Y pienso que una de las razones es porque nosotros tenemos muchas decisiones que debemos tomar y muchas preguntas que hacemos que no están específicamente mencionadas en la Biblia. Y mientras nos preguntamos, solo nos preguntamos, “Ok, bueno, ¿cómo yo sé lo que Dios quiere que yo haga? “ Algunas de las cuales son decisiones pequeñas. “¿Qué libro leer este mes?” ¿Qué hacer en esta situación particular de la paternidad?” ¿Qué debo hacer cuando mi hijo o hija de 18 meses está comenzando a tener desajustes?” ¿Qué debo hacer cuando mi hijo o hija de 16 años está teniendo desajustes?” algunos de ustedes pregunta. “¿Dónde vamos a comer? ¿Comemos en casa? ¿Comemos fuera de la casa? Y solo se multiplican, Si comemos fuera, ¿dónde vamos a comer? ¿Comida mexicana o hamburguesas o italiana o china? La Biblia no nos dice si comer comida mexicana o no en la tarde de hoy, entonces ¿qué haces?
Y esas son las pequeñas decisiones que nosotros tomamos. Pero hay muchas decisiones, también, para las cuales no tenemos una guía específica. “¿Debería ir a la universidad? Si voy a la universidad, ¿a cuál universidad? Cuando llego allá, ¿Qué quiero estudiar?, ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Debería salir con alguien durante este tiempo? Si es así, ¿con quién saldré? ¿Debería casarme? Si es así, ¿con quién? Y entonces cuando decida eso luego debo decidir si tener hijos, si es así, ¿cuántos hijos? ¿Debería adoptar hijos? ¿Solo tener hijos biológicos? Solo se vuelve más complicado, ¿Dónde vivir? ¿Qué tipo de casa? ¿Dónde estará la casa? ¿De qué viviremos? ¿Necesitaremos ahorrar dinero? Y muchas preguntas serias. ¿Nos separamos para lidiar con las situaciones difíciles por las cuales estemos pasando?, ¿Tomaría a mi padre y a mi madre y los ayudaría a entrar en esta casa en este momento o esperaría? Nosotros tenemos todo tipo de preguntas y pensamientos que la Biblia nos da una guía específica.
Entonces aquí están las malas noticias, hay innumerable cantidad de persones, y por personas me refiero a cristianos, hay innumerable número de cristianos quienes están confundidos y se preguntan, “¿Cómo encuentro la voluntad de Dios para mi vida?” Y la buena noticia es que la voluntad de Dios no está perdida. No está perdida, por lo que no tenemos que buscarla.
Yo espero que esto los libere desde ahora mismo, en esta mañana. Nosotros no estamos viviendo en una búsqueda de huevo de pascua cósmica en la que estamos buscando la voluntad de Dios y en la que Dios está diciendo: “estas tibio. Te estas poniendo más tibio. Oh no, te estas enfriando”. ¿Qué tal si la voluntad de Dios no es un secreto que debemos descubrir en algún lado?, ¿Qué tal si Dios hace que su voluntad sea bien clara para nosotros?, ¿y sí Dios está más apasionado por que tu conozcas su voluntad de lo que tu estas por conocer su voluntad?, ¿y si todo el concepto de buscar la voluntad de Dios es más una noción pagana que una cristiana?, ¿Y si tratar de descubrir una fórmula para descubrir la voluntad de Dios es perder de vista la esencia misma de la cristiandad?, ¿Y si Dios desea tanto, no solo que conozcas Su voluntad, sino que vivas Su voluntad, que de hecho invirtió su único hijo en nuestras vidas para asegurarse que logremos Su voluntad?. Esta es la verdad fundamental, y oro para que Dios se implante en cada una de nuestras cabezas y nuestros corazones en esta mañana. Dios desea tanto que yo siga su voluntad que en habita en mi con ese objetivo.
Vivir para Dios
Nosotros estamos hablando de Cristo en Ti, y como Cristo afecta cada faceta de quien tu eres. Nosotros hemos visto como Cristo afecta la forma en que nosotros pensamos, nuestra mente, la forma en que sentimos, nuestras emociones, nuestros cuerpos. Fijémonos en la semana pasada ¿Cómo llevamos nuestros cuerpos? ¿Cómo nosotros cuidamos nuestros cuerpos de manera que honremos a Cristo? ¿Cómo Cristo afecta a nuestros cuerpos? ¿Cómo Cristo afecta nuestra voluntad? Y esto es solo donde nuestras acciones salen, y esto es donde nuestras vidas reflejan lo que nosotros crememos y lo que nosotros sentimos, lo que pensamos.
Entonces, lo que quiero que hagamos es que profundicemos en un interesante pasaje de la escritura en este día en Gálatas 2, donde vemos una especie de confrontación entre Pablo y Pedro, dos de esos grandes hombres en el Nuevo Testamento quienes de hecho estaban en desacuerdo. Sólo para darles un poco de contexto, había un grupo en el Nuevo Testamento llamados los Judaizantes. Estos amigos entraron en escena, y ellos básicamente creían que puedes seguir a Cristo y Cristo es quien te salva, pero también tenías que seguir las leyes judías. Entonces para ser un cristiano, también tenías que ser circuncidado. Para ser un cristiano, también necesitabas seguir las comidas y dietas según la ley. Y lo que estaba pasando era que gentiles estaban viniendo a la Fe en Cristo y los gentiles vivían de una forma muy diferente. Los gentiles se preguntaban, “¿Bueno, entonces nosotros debemos circuncidarnos para seguir a Cristo? ¿O debemos seguir la dieta según la ley para ser salvos? A lo que los Judaizantes respondían: “Sí, es exactamente lo que debe suceder”.
Un conflicto con comida
Entonces, tenemos esta división, este conflicto, y Pedro estaba justo en el medio del mismo. Lo que pasaría es que si te sentabas, digamos que eras un Cristiano Judío y te sentabas a la mesa con Cristianos Gentiles, y ellos comenzaban a comer cosas que iban en contra de la dieta según la ley, estabas es una encrucijada. Primero, podías comer esas socas y arriesgarte a violar las leyes del Antiguo Testamento o Segundo, podrías decir “Yo no voy a comer más con ustedes” y mi implicación dice que ellos no son aceptos ante Dios por las cosas que ellos comen.
Y Pedro estaba en esa situación. Por un tiempo, se sentaba con los Gentiles y comía su comida, pero luego algunos judaizantes se presentaron y el volvió a su postura anterior, y no comía más con los gentiles. Implícitamente, él estaba volviendo a su concepto de justicia basado en las obras que dice; “Para ser aceptados por Dios, tienen que hacer estas cosas y abstenerse de hacer estas cosas”. A Pablo le llamó la atención el capítulo 2 de Gálatas y es en el medio de este contexto, nosotros tenemos una de las joyas del Nuevo Testamento, un verso que yo oro, Yo espero que se quede grabado en sus corazones y sus mentes este día y nos ayude a darnos cuenta como nos afecta Cristo en la forma en que vivimos.
Es el verso 20, pero vamos a iniciar en el verso 11 para tener el contexto. . Pues bien, cuando Pedro fue a Antioquía, le eché en cara su comportamiento condenable. Antes que llegaran algunos de parte de Jacobo, Pedro solía comer con los gentiles. Pero cuando aquéllos llegaron, comenzó a retraerse y a separarse de los gentiles por temor a los partidarios de la circuncisión. Entonces los demás judíos se unieron a Pedro en su hipocresía, y hasta el mismo Bernabé se dejó arrastrar por esa conducta hipócrita. Cuando vi que no actuaban rectamente, como corresponde a la integridad del evangelio, le dije a Pedro delante de todos: “Si tú, que eres judío, vives como si no lo fueras, ¿por qué obligas a los gentiles a practicar el judaísmo? Nosotros somos judíos de nacimiento y no “pecadores paganos”. Sin embargo, al reconocer que nadie es justificado por las obras que demanda la ley sino por la fe en Jesucristo, también nosotros hemos puesto nuestra fe en Cristo Jesús, para ser justificados por la fe en él y no por las obras de la ley; porque por estas nadie será justificado. Ahora bien, cuando buscamos ser justificados por Cristo, se hace evidente que nosotros mismos somos pecadores. ¿Quiere esto decir que Cristo está al servicio del pecado? ¡De ninguna manera! 18 Si uno vuelve a edificar lo que antes había destruido, se hace transgresor. Yo, por mi parte, mediante la ley he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios. He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí. No desecho la gracia de Dios. Si la justicia se obtuviera mediante la ley, Cristo habría muerto en vano.
Lo vivo por la fe en el Hijo de Dios
Y Gálatas 2:20, si no lo tiene subrayado en sus Biblias, les invito a que lo hagan. He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.
Ese es un versículo gigantesco que nos lleva en línea con lo que significa para Cristo transformar, transformar absolutamente la forma en que vivimos y transformar nuestra voluntad. Quiero que veamos algunas verdades que están ocultas aquí en este versículo que nos ayudan a entender lo que significa para Cristo transformar nuestra voluntad.
La verdad número uno es esta, en Cristo nosotros tenemos una nueva identidad. Aquí es donde Gálatas 2:20 inicia, “Yo he sido crucificado con Cristo, y ya no vivo Yo sino que Cristo vive en mí.” Y esta es probablemente la imagen más concisa, pero es una imagen que tenemos de los escritos de Pablo en todo en Nuevo Testamento sobre como en nuestra vidas estamos unidos con Cristo y todo lo que es de Cristo se convierte en nuestro, y todo gira alrededor de la cruz. Crucificados con Cristo, la cruz es el único lugar donde mi ser está unido con Cristo y todo lo que Él es. Es por esto que luego él dice en Gálatas 6 “. , “Yo me jacto en la Cruz,” el cual es una extraña declaración. ¿Cómo puedes jactarte de un instrumento de tortura? Él se jacta de la cruz por lo que sucede en la cruz.
Yo quiero que pienses sobre el gran intercambio que sucede en la cruz y la unidad que nosotros tenemos en Cristo, que sucede en la cruz. ¿Qué sucede en la cruz? Primero que todo, en la cruz yo le doy mi pecado. Yo le doy a Cristo mi pecado y El me da su justificación. En 2da de Corintios 5:21, “Dios lo hico quien no cometiera pecado para hacerse pecador por nosotros para que nosotros podamos recibir la justicia de Dios. Nosotros le damos, en la cruz, lo que somos a Cristo, todos nuestros pecados, todas las cosas malas que hemos hecho. Y no solo las cosas malas, nosotros le damos a Cristo las cosas buenas que nosotros hemos hecho que todavía no están a la altura. Hasta nuestras lágrimas de arrepentimiento deben ser lavadas en la sangre de Cristo. Nosotros le damos todo a Él, todos nuestros pecados. ¿Sabes que Él nos da a nosotros? Él nos da a nosotros Toda su justicia, justicia perfecta.
Este es por qué Pablo dice en Filipenses 3,”Yo considera las mejores cosas como pérdida, son como estiércol comparadas con conocer a Cristo, ser hallado en El, no teniendo propia justificación, pero justificación que viene de Dios y es por Fe. El me da justicia perfecta.” Entonces en la cruz, le das a Cristo todos tus pecados, Él te da toda su justicia. Eso es algo bueno, pero luego es que se pone mejor. . No solo le damos nuestros pecado, Él nos da su justicia en la cruz; Yo le doy mi esclavitud, El me da su libertad. .
Esclavos de…
La imagen completa que tenemos es el hecho de que, en el Nuevo Testamento nosotros somos esclavos de la Ley, somos esclavos a nosotros mismos, somos esclavos de la carne. Esto es lo que Él está diciendo en el verso 19, “A través de la ley he muerto”, A través de la Ley, para que pueda vivir para Dios. En la cruz nosotros le damos nuestra esclavitud, él nos da libertad para vivir para Dios. Nosotros somos libres de la culpa de la Ley, Eres libre de la vergüenza de la Ley. Eres libre del juicio de la Ley, a lo cual llegaremos en solo unos segundos. Eres libre para vivir. Yo le doy mi esclavitud, El me da su libertad. En la cruz, yo le doy mi derrota, El me da su victoria.
No es que la ley es algo malo en sí misma, el único problema es que no puedo vivir a la altura de la ley. Pero hay uno quien vive a la altura de la ley, y esto es lo que Él dice en Romanos 8 3-4, en alguna parte de ese pasaje, Él dice, “”Dios condenó al pecado en la naturaleza humana, a fin de que las justas demandas de la ley se cumplieran en nosotros.” Por lo tanto, nosotros si podemos estar a la altura de la ley a través de Cristo. Él nos da Su victoria sobre la Ley. Esa es la razón por la cual Él dice en Romanos 7, Él nos da la victoria a través de nuestro Señor, Jesucristo. Por lo tanto, le doy mi derrota en lo referente a la ley, El me da Su victoria.
Luego, yo le doy al mi juicio, y El me da su misericordia. En Romanos capítulo 3, “, “Nadie se declarará justo a la vista de Dios cumpliendo la Ley”. Nadie será declarado en Sus ojos, el mundo completo es responsable ante Dios… Ustedes y nos, estamos bajo el juicio de Dios por nuestro pecado. Pero gloria a dios, Él nos dio a Jesucristo para tomar ese juicio para el mismo y nosotros le damos todos nuestros juicios, de eso se trata la cruz, y El derrama su misericordia para ustedes y para mí. Eso es lo que sucede en la cruz, yo le doy mi juicio y el me da Su misericordia. .
Finalmente, yo le doy mi muerte, y él me da su ¿qué? Su vida. Esto está en Romanos 6, “En efecto, si hemos estado unidos con él en su muerte, sin duda también Estaremos unidos con él en su resurrección. Pues sabemos que Cristo, por haber sido levantado de entre los muertos, ya no puede volver a morir; la muerte ya no tiene dominio sobre él. Lo que Pablo está diciendo es que si Cristo muere, yo muero. Cristo vive, yo vivo. Cristo fue levantado de la muerte, yo seré levantado. Nosotros le damos muerte, y Él nos da vida eterna, eso es lo que sucede en la cruz. El gran intercambio que sucede en la cruz es Cristo tomando todo lo que somos y las implicaciones para El, y Él toma todo lo que somos para El, y Él toma todo lo que Él es, y nos lo da a nosotros. Él nos da una identidad completamente nueva.
Unamos nuestras vidas con Cristo
Les recuerdo que por la cruz de Jesucristo, cuando unes tu vida a la de Él, todo lo que El tienes, Su experiencia, Su muerte, Su vida, Su ascensión, todo se convierte en tuyo. Tu identidad completa cambia.
“Yo he sido crucificado con Cristo, ya no vivo yo” Él está orgulloso de estar crucificado. ¿Por qué? Porque ahora Cristo vive en mí. Estar crucificado con Cristo es algo bueno. El gran intercambio que sucedió en la cruz. “Ahora, ¿significa esto que cuando unes tu vida con Cristo y mueres con Cristo que no tendrás voluntad propia? Es lo contrario, no es que Tú no tengas voluntad propia, es que su voluntad está ahora con El. Es la voluntad de Cristo. Pablo dice, literalmente, “Yo le he dado (a Jesús) todo lo que tengo, todo lo que soy, toda mi voluntad es de Él y ahora es Su voluntad, Él es todo en mi”. Él está diciendo, literalmente, “Yo me he rendido por completo, yo he rendido mi voluntad completamente a Él.” Esto es lo que significa estar identificado con Cristo, significa que Cristo me va a dirigir, nosotros tenemos que aceptar esto.
Si tú eres un seguidor de Cristo debemos recordar que nosotros hemos sacrificado el derecho de determinar la dirección de nuestras vidas. Tú y Yo no tomamos las decisiones. Nuestra voluntad ha sido crucificada con Cristo y ya no vivimos, porque Él vive en nosotros. Nosotros no determinamos la dirección de nuestras vidas, y esto es algo muy bueno. Aquí es donde nos perdemos. Tenemos esta vacilación, hasta temor cuando comenzamos a hablar sobre dar toda nuestra vida a Dios, me explico, decir “Dios, para mi familia y para mí, que lo quieras que nosotros hagamos, lo haremos, Donde quieras que vayamos, iremos.” Nosotros decimos, “Que cosa más difícil de hacer, y no sé si estoy listo para hacerla.” ¿Dónde obtenemos esa idea? Pienso que es así porque olvidamos a quien estamos rindiendo nuestra voluntad, a Cristo, a Dios nuestro Padre. Piénsalo. Papa está en esta habitación, qué harías si uno de tus hijos viene esta semana, hoy y dice, “Papi, toda esta semana quiero hacer lo que tú quieres que haga. Cada día dices debo hacerlo, lo haré completamente.” ¿Qué harías?
¿Te levantarías y dirías, “Yo voy a hacer de esta semana la más miserable en la vida de mi hijo o hija”? No, absolutamente no. Dirías, “Yo voy a guiarte. Voy a darte las indicaciones que te mostrarán que puedes confiar en mí, que te mostrarán que te amo, y que te voy a guiar a lo que es mejor para ti”. “Si sabes que eres malo y sabes cómo dar buenos regalos a tus hijos, cuanto más nuestro Padre en los cielos, quien es absolutamente perfecto, El no comete errores, por lo que no es una mala idea darle (a Dios) nuestra voluntad, “Tú me guías, me diriges.” Después de todos, Él es quien nos creó. Esta es la belleza, no es que no tengamos voluntad propia, pero nuestra voluntad está en quien nos puede brindar experiencias en la vida que nuestro creador ha diseñado para nosotros. Es la primera vez en la cual nuestra voluntad funciona completamente. Pero seamos honestos, no es donde estamos.
O sea, ¿cuántos de ustedes entraron en este salón esta mañana diciendo, “cualquier cosa que David lea de este libro, lo voy a hacer sin preguntar? ¿Cuántos de los presentes vinieron con esa actitud frente a La Palabra en este día? “¿Cualquier cosa que diga, lo haré esta semana?”. Pienso que la actitud que tomemos va mas en la línea de: bueno, si alguien viene hacia ti después del servicio en esta mañana y dice: “¿Hoy, me puedes hacer un favor? ¿Qué es la primera cosa que dirías? ¿Qué es?, ¿Qué quieres que haga?” Eso es lo que decimos cuando alguien nos solicita un favor, y, buenos, esa es la forma en la cual nos relacionamos los unos con otros, eso está bien, pero no está bien si esa es la forma en la cual nos relacionamos con Dios porque pierde el todo el punto de la Cristiandad. Nosotros hemos rendido nuestras vidas a Jesucristo, nosotros hemos sido crucificados con El, y no decimos más, “Déjame decir lo que la Palabra dice primeramente y luego Yo decido si lo voy a hacer o no”. Debemos tener cuidado aquí.
Nuestra voluntad está en El
Les doy una imagen del cristianismo contemporáneo cuando visitamos algunas iglesias que dicen lo que nosotros queremos que digan y están de acuerdo con nosotros en lo relacionado a como la Biblia realmente dice las cosas. Nosotros decimos, “Nosotros vamos a ir a la Biblia y nos daremos a las partes que estén de acuerdo con nosotros, y aquellas que no estén de acuerdo en cómo pensamos las dejamos a un lado”, debemos tener cuidado con esto. Cristo nos ha dado una nueva identidad. Nuestra voluntad está en El. Nosotros hemos sacrificado el derecho de determinar la dirección de nuestras vidas, y esto es algo bueno. Cristo nos da una nueva identidad.
En Segundo lugar, Cristo nos da una nueva dirección. Ahora, aquí está el problema, “De acuerdo, David, yo estoy crucificado con Cristo y Cristo vive en mí, pero todavía tengo estas preguntas, tengo todas estas decisiones que debo tomar”, y Yo sé que hay personas en este salón que han venido en este día, y están enfrentando grandes decisiones. “De acuerdo, Dave, ¿Qué debo hacer entonces?” Todavía tengo esas preguntas que lanzar y decisiones que debo tomar”. Y es en este punto en el cual puedes ir a una tienda de libros cristianos en busca de consejos. Puedes ir a preguntar a otros cristianos para pedir consejos sobre este asunto y obtendrás muchas cosas diferentes. Quiero que hagas una pausa por unos segundos; quiero que pienses en algunos métodos contemporáneos para descubrir la voluntad de Dios. Como identifico la voluntad de Dios. Vamos a pensar en unos cuantos métodos contemporáneos.
Los métodos contemporáneos
Número uno, el método del dedo aleatorio. Nos reímos. No los voy a avergonzar preguntando cuantos de ustedes han utilizado este método. Este método dice, “De acuerdo, no sé qué hacer, voy a abrir la Biblia y apuntar al primer verso que aparezca y listo”. Este método, o sea, Salmos 124:5 dice, nos habrían arrastrado las aguas turbulentas”. O sea, ¿es esto alentador? ¿Y es en este punto en el cual sabes qué hacemos? Tu sabes, voy a tratar nuevamente”. Hacemos esto tres o cuatro veces hasta que obtenemos una que si tiene sentido para nosotros y decimos “Ah, esta es la Palabra para mí. Esto es increíble, no puedo creer que este método realmente funcione. Nos reímos porque lo hemos hecho.
Yo tengo un amigo quien usa este método y señaló Romanos 8:25 que dice: “Pero si esperamos lo que todavía no tenemos, en la espera mostramos nuestra paciencia”. Y estaba esta chica a la cual él había invitado a salir y esta le decía no una y otra vez, entonces esta era la palabra de Dios para Él, “Esperarnos por lo que todavía no tenemos, en la espera mostramos nuestra paciencia” El único problema es que cuando hacemos eso, citamos la Palabra completamente fuera de su contexto. Romanos 8 está hablando como esperamos la redención de nuestros cuerpos, esperanza por la vida eterna, no tenemos que preocuparnos por citas con chicas. Y al final, esta no era la chica por la cual mi amigo estaba esperando de todos modos. Entonces, utilizar el dedo al azar no es el método más confiable.
Entonces, vamos a movernos al segundo método. El método del evento milagroso. La zarza ardiente como en el caso de Moisés, la visión como la que tuvo Saulo o Pablo en su camino a Damasco, así es como funciona. Si solo fuéramos lo suficientemente espirituales para que Dios se revele a nosotros en esas formas, que honor sería. Aquí hay una pregunta. ¿Cuantos de ustedes han visto una zarza ardiendo? ¿Cuantos de ustedes han tenido esta experiencia? De acuerdo, entonces este, aparentemente, no es el método más común, por lo que no dependamos de ese particularmente.
Vamos a ver el tercero de estos métodos. Que tal el método de la coincidencia sorprendente. Oh, este sí que es bueno. Las coincidencias se dan aquí y allá y nosotros las juntamos y vemos claramente la voluntad de Dios para nuestras vidas. Quizás te levantas en la mitad de la noche y al mirar el reloj ves la hora 2:22 am y dices, que extraño y vuelves a dormir. En la siguiente noche, te levantas y miras el reloj y la hora es 3:33 am. Bueno, ahora te preocupas un poco. Al siguiente día vas a dormir y cuando te levantas, no adivinas la hora que ves, dice las 4:44am en el reloj. Extraño ¿verdad? Dios me está diciendo algo. ¿Necesito cambiar el trabajo? Cariño, vamos a vender la casa. ¿Por qué vamos a vender la casa? Bueno, me levanté una noche y eran las 2:22 y luego las 3:33 y posteriormente las 4:44 am” “Quizás Dios está diciendo, toma algunas pastillas para dormir para que no te levantes a mitad de la noche”, respondió la esposa.
Vamos a movernos al siguiente. Que les parece el método del vellón. Ahora, este método no es bíblico, ¿verdad? Gedeón. “Dios, si realmente quieres que haga esto, muéstramelo haciendo esto”. Eso es bíblico predicador, eso es lo que debemos hacer. El único problema es, bueno, es un problema grande. No todas las historias bíblicas están para que nosotros la imitemos. Podría darles una lista de esas, pero no entraremos en eso. Recuerda que el punto de Gedeón al utilizar este método era mostrar su falta de fe. Dios le había dicho claramente que hacer, y él estaba estancando. ¿Piensas que es el mejor patrón que debemos usar para conocer la voluntad de Dios? Quizás no el método del vellón, ¿Qué les parece el método de abrir la puerta?
Cuando Dios abre una puerta
Cuando Dios abre una puerta eso significa que Él está dirigiendo. Ahora, esta comienza a sonar un poco más bíblica. De hecho, vamos un poco a la izquierda. Vayamos a 1ra de Corintios. En el capítulo 16, solo dos libros hacia atrás desde Gálatas, solo unas cuantas páginas, vean conmigo el verso 8. Y esta es la justificación bíblica para el método de la puerta abierta. Cuando Dios abre una puerta significa que nos está guiando a través de ella. Escuchen lo que dice en 1ra de Corintios 16, “Pablo dice, Pero me quedaré en Éfeso hasta Pentecostés, porque se me ha abierto una gran puerta para un trabajo eficaz, a pesar de que hay muchos en mi contra. De acuerdo, eso tiene sentido. Si Dios abre una puerta entonces yo pasaré por ella. El único problema es, pasen una página a 2da de Corintios capítulo 2, y vean conmigo el verso 12. Veamos lo que Pablo dice aquí. “1Ahora bien, cuando llegué a Troya para predicar el evangelio de Cristo, descubrí que el Señor me había abierto las puertas. Aun así, me sentí intranquilo por no haber encontrado allí a mi hermano Tito, por lo cual me despedí de ellos y me fui a Macedonia”. El único problema es que por ejemplo, haya una puerta abierta para que Él se quede. Un ejemplo, hay una puerta abierta y él se va lejos de esa puerta. Entonces, aparentemente, solo porque Dios provee una oportunidad no significa que Él te está llamando para que vayas a través de ella. ¿Tiene sentido?
En el método de la puerta abierta no se puede confiar. Bueno, entonces, ¿qué hay del método de la puerta cerrada? Cuando Dios cierra la puerta significa que no trates de ir a través de ella. Bueno, eso está bien hasta que llegamos a Hechos 20 cuando Pablo está sentado con sus amigos en Éfeso y hasta un profeta, – y Él va a Jerusalén – y ellos dicen, “Ahora, si tú vas a Jerusalén hay una gran oportunidad para que te arresten, puedes hasta morir si vas”. Yo pienso que Dios está cerrando la puerta, es lo que ellos le están diciendo, y Pablo dice, “Yo estoy obligado por el Espíritu a ir allá” ¿Que si el Espíritu de Dios te hace estrellarte con una puerta cerrada? ¿Piensas que es posible? Este es uno de los métodos más peligrosos porque nosotros tenemos esta idea, esta idea occidental de que cualquiera que sea la voluntad de Dios, debe ser por mi seguridad, de hecho, la puerta abierta que Él pueda proveer es problemas, sufrimientos y persecución. Entonces, aparentemente, esta no funciona.
Digamos que estás sintiendo que Dios te está llamando para que vayas a la India y aplicas para una visa, pero esta es denegada, puerta cerrada. Entonces, ¿qué significa eso? ¿Puede significar muchas cosas diferentes? Podría significar, bueno, número uno, Dios no te está llamando para ir a la India, Él te está llamando para que te quedes aquí. Podría significar que Dios no te está llamando para ir a la India, Él te está llamando para que vayas a otro país. O podría significar que Dios te está probando para ver si realmente lo estás siguiendo y obedeciendo seriamente para irte a la India. El método de la puerta cerrada tampoco funciona.
El silbo apacible
Eso nos llama a uno más. Se nos están acabando las opciones aquí, pero la última opción es el método del silbo apacible. Esto es 1ra de Reyes 19. Es Elías, Él está corriendo de Dios y él se detiene, y Dios viene. Hay un terremoto, pero Dios no estaba en el terremoto. Y hubo viento, Dios no estaba en el viento. Y hubo fuego, pero Dios no estaba en el fuego. Pero hubo un silbo apacible, y Dios estaba ahí. Entonces solo tienes que buscar el silbo apacible. El problema es que la mayoría de nosotros, sin importar que tan fuerte cerremos los ojos y tratemos de pensar, no escuchamos la voz, no hay un susurro. Entonces si nos es audible la gente dice, “Bueno, ese es el sentimiento que experimentas” Bueno, yo pienso que todos nosotros sabemos que cuando estamos tomando decisiones, cuando tomamos decisiones difíciles tienes una variedad de sentimientos con los que luchas, ¿verdad? ¿Cómo sabes cual sentimiento viene de Dios y cual sentimiento no viene de Dios? ¿Cómo comienzas a balancear eso? Pienso que no va a funcionar en esas situaciones decir, “Bueno, solo voy a cerrar mis ojos y voy a esperar por la voz. Y si no escucho una voz, voy a esperar por el primer pensamiento que me llegue a la mente que me dé ese sentimiento, y voy a preguntar si es un silbo y si es apacible y si es así, entonces es de parte de Dios”.
Eso nos deja preguntándonos, “Bueno, entonces David, ¿cómo realmente lo debo hacer? O sea, ya han sido noqueados por los métodos que hemos creado. Por favor escúchenme, yo sé que Dios utiliza una variedad de diferentes métodos para revelarse a nosotros y guiarnos, eso lo reconozco. Pero estos métodos, formulas con las cuales hemos venido para tratar de discernir, identificar cual es la voluntad de Dios, son puramente paganos y pierden el sentido de la relación de Dios con nosotros.
Un método bíblico
Permítanme darles un método bíblico para descubrir la voluntad de Dios. Bueno, no es realmente un método bíblico en todo el sentido, pero es el punto principal de lo que pablo está hablando en Gálatas 2:20, digámosle el método de la fe, para llamarle de algún modo. Este es el asunto, y se, que en este momento algunos de ustedes quienes comenzaran a pensar lo siguiente, “Dave, tú estás dando este mensaje, de acuerdo, todo se trata de la Fe, como si fuera tan fácil”. Pero sigan conmigo. Cuando vamos a la iglesia del Nuevo Testamento y el Espíritu Santo viene, no una vez los vemos tratando de buscar la voluntad de Dios utilizando el viejo método del Antiguo Testamento. De hecho, no ves ninguna instrucción para buscar la voluntad de Dios. El único punto humano es cuando en Hechos 1 están tratando de identificar quien reemplazará a Judas, pero eso fue antes del que el Espíritu Santo descendiera. Lo que tenemos en vez de eso es una imagen del Espíritu Santo sobre Su pueblo guiándolos y dirigiéndolos y Pablo diciendo en Gálatas 2:20, “Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí”. Y aquí es donde nosotros tenemos una tendencia a relegar en la fe, decimos, “Si, yo fui salvado solo por la fe”.
Efesios 2:8, “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no Procede de ustedes”. “Yo sé que no tiene nada que ver con mi salvación”. Nosotros relegamos eso al punto de nuestra salvación. Quiero recordarles, que la única forma de vivir la salvación es por fe. Es lo que dice en Gálatas 2:16, tres, cuatro veces in línea el habla sobre, todo es por fe, solo fe. Nosotros vivimos por fe. La vida cristiana es lo que Pablo dice en Gálatas 2, síganme, la vida cristiana no es para darse cuenta como vivir para Cristo, eso no es la Cristiandad. La vida Cristiana es sobre creer a Cristo para que viva por nosotros, o sea, realmente confiando en Cristo para que viva nuestras vidas, eso es lo más importante de lo que hemos hablado en las últimas semanas.
Ahora, piensa como eso se relaciona con esta discusión sobre la voluntad de Dios en nuestras vidas. ¿Qué tal si nuestro trabajo es no darnos cuenta cual es la voluntad de Dios, y luego ir a hacerla por El?, Que tal si nuestro trabajo fuera creer momento a momento, día a día, decisión a decisión, creer en el Cristo quien está en nosotros para vivir Su vida a través de la nuestra; eso es lo que parece que Pablo nos está diciendo a nosotros aquí. Aquel quien se dio por mí me ama lo suficiente para vivir su vida a través de mí.
Conocer la voluntad de Dios es secundario
Y en este punto, vamos a profundizar en un avance el cual le pido a Dios que nos lleve a pensar en su voluntad. Y el avance es este, conocer la voluntad de Dios es secundario a simplemente conocer a Dios. Esto es tan grande. Conocer la voluntad de Dios es secundario a simplemente conocer a Dios. Si nos fijamos en cada uno de estos métodos que mencioné, todos son atajos. Todos están buscando soluciones rápidas, respuestas rápidas. No requieren disciplina. No requieren ningún trabajo, ninguna transformación del carácter, no es lo que ninguna envuelve. Pero si Dios ha diseñado Su Voluntad, está completa voluntad de Dios para que mientras tú lo buscas a Él y le conoces y mientras permanecemos en El para que nos forme. Y a través de este proceso, Él te moldea, te habilita no solo para conocer cuál es su voluntad sino para salir y hacerla, Él nos habilita para experimentar Su voluntad.
Este es el asunto, seamos honestos, Dios tiene el Poder. En las decisiones que estás sopesando ahora mismo, Dios tiene el poder para pintar en el cielo lo que exactamente tú deberías hacer. Él tiene el poder para darte en un sueño o en una visión lo que exactamente necesitas hacer. Pero quizás él ha decidido no hacerlo por alguna razón. Quizás quiere que le conozcamos y le creamos y aprendamos de Él y que dependamos de Él y que le dejemos usar este trayecto para formarnos a la imagen de Cristo, para ayudarnos a entender lo que significa que Cristo viva en ti y para que confíes en Cristo quien vive en ti en vez de confiar en alguna fórmula.
Yo sé que hay personas en este salón que estarían felices si yo les diera una lista de tres, cinco o siete pasos que podrían tomar para ayudarles a identificar como tomar esa decisión que están pensando. El problema es que no les puedo dar una lista como esa basado en la autoridad de la palabra de Dios. Pero en la autoridad de la Palabra de Dios, puedo decir esto, hay un Dios en los cielos quien es, así como te buscó para salvarte, todavía te está buscando, y quiere que lo conozcas personalmente. Él quiere que lo conozcas con tanto deseo, que él puso a Cristo en tu vida para revelarse a sí mismo para habilitarte, no solo mostrarte su Voluntad, él te habilita para que experimentes su voluntad. Y toda la belleza de esa inquietud es que nos debe dirigir al hecho que la voluntad de Dios no es un mapa. No es un mapa que Él te da, “ahora has esto, esto y aquello”. Es una relación donde Cristo sobrepasa tu voluntad para hacerla una con El.
No es siempre más fácil y rápido
¿Te has dado cuenta como Dios no siempre toma la ruta más rápida y fácil entre el punto A y el B? Sé que hay personas en el salón en este día que podrían decir Amen a eso. Yo desearía poder llegar del punto A al B un poco más fácil y rápido”. Pero que si para Dios lo más importante ¿no es llegar de la manera más rápida y eficiente? ¿Qué tal si esto no es “comida rápida” de voluntad de Dios? ¿Qué tal si lo que le importa a más a Dios es que Él te lleve poco a poco por una ruta, pero el punto será enseñarte a aprender y a creer en El completamente, para crecer a la imagen de Cristo?
Ahora, en un sentido eso no es motivador; no es motivador en el hecho de que queremos respuestas ahora mismo. Pero espero que sea lo suficientemente motivador darnos cuenta de que el Dios del universo quiere una relación con nosotros, y el no solo quiere darnos folletos, Él quiere vivir en nosotros. Él nos ha dado a nosotros, todo tipo de cosas en esta relación en la medida en que hacemos este viaje con El. La voluntad de Dios no es un mapa, es una relación en la cual Cristo, gradualmente, sobrepasa nuestra voluntad para hacerla una con El en la medida en que nosotros, primeramente, creemos en Su Palabra, Él nos ha dado su Palabra. Esta es la belleza, la mayoría de la voluntad de Dios ya ha te ha sido dada, tú no estás vagando en la neblina.
Ahora, me has escuchado decirlo antes, yo estoy convencido en un 95% que la voluntad de Dios para nuestras vidas está aquí en Su Palabra. Abres en cualquier parte de este libro y vas a tener la voluntad de Dios, garantizado. Él dice que crean en Su Palabra. Segundo, ora por sus deseos. Esta es la imagen: Su Palabra llena nuestra mente, y El transforma nuestros deseos. Esto es lo que amo, 2da de Corintios 5:17, “En Cristo, eres una nueva creación. Cristo está en Ti. Lo viejo se ha ido, lo nuevo ha llegado”. Aquí es donde Cristo sobrepasa nuestras vidas y si El cambia nuestras mentes y si El sobrepasa nuestros deseos y pasiones entonces nosotros podemos comenzar a creer en la pasión de Cristo en nosotros. Y nuestros deseos, nosotros podemos seguir nuestros deseos. Esto es Salmos 37:4 “Deléitate en el Señor y Él te concederá los deseos de tu corazón”. Literalmente, El pondrá Sus deseos dentro de los tuyos mientras permaneces en Cristo. Esta es la belleza, aquí es donde estamos tan libre, nosotros podemos comenzar a creer en nuestras pasiones. Podemos hacer lo que queramos hacer y Cristo nos está llenando. Nosotros creemos en Su Palabra, nosotros oramos por sus deseos y luego nosotros caminamos en su voluntad.
Un viaje activo
Y tú dices, “Que quieres decir por caminar en su voluntad, Dave, todo el punto es que no sabemos cuál es su voluntad”. Esto es tan grande. Experimentando, seguir la voluntad de Dios no es un viaje pasivo en el cual nos sentamos y esperamos a que Dios nos muestre algo. Es un viaje activo donde constantemente la voluntad de Dios nos es revelada y nosotros caminamos obedeciéndola. Esto es lo que vemos en todo el Nuevo Testamento. Nosotros vemos a los Apóstoles llevando el evangelio a las naciones, y donde ellos irán en algunos momentos está abierto a discusión. En Hechos 16, vemos a Pablo, parecería como que está en un juego de video. Él va a una ciudad, y es detenido en ella. Va a otra ciudad, Dios lo prueba allá. Va a otro lugar, “Dios, a donde debo ir?”. Pablo no siempre supo, algunas veces estaba confundido. Pero he aquí lo que sí sabía, Él sabía lo que tenía que hacer, predicar el evangelio. Él sabía por que debía hacerlo, para la gloria de Dios y todo el mundo, y Él se dio para hacerlo. A lo largo del camino, Dios lo probó para guiarlo a Él. Y yo solo tengo el sentimiento de que Dio quieres que su voluntad sea completada lo suficiente para que cuando nos damos a ella, Él no nos va a dejar ir salir mal.
Y esto es parte de ello, nosotros tenemos este temor. Una de las razones por la cual nos estresamos tanto sobre la voluntad de Dios es que tenemos este temor de que vamos a tomar la decisión incorrecta. ¿Qué tal si me caso con la persona equivocada? Alguien debió haberse casado con esa persona; he dañado toda la cadena de eventos. Yo no quiero ser responsable de dañar toda la cadena”. ¿Qué tal si voy a la universidad equivocada? Voy a perderme de Dios si voy a la universidad incorrecta”. “Confía en Cristo en tu vida” Pablo dice, Confía en Cristo en tu Vida. Camina en su voluntad. Cuando no sepas que hacer, has lo que tú sabes hacer, date a ti mismo, y esto es tan elemental, pero al mismo tiempo, nosotros necesitamos volver a eso. Yo no estoy tratando de simplificar esto, pero debemos enfrentar la realidad. Si nosotros estamos preguntando a Dios cuál es su voluntad para nuestras vidas, pero no estamos siendo obedientes a su voluntad, estamos perdiendo el todo el punto. Si le estás preguntando a Dios, “¿Cuál es tu voluntad para mi vida?” pero estás viviendo con tu novio o tu novia, has perdido el punto principal. Si le estás preguntando a Dios, “¿Cuál es tu voluntad para mi vida?”, pero estás gastando tu tiempo en Internet como hablamos anteriormente semanas atrás, entonces has perdido el enfoque. Somos unos tontos si creemos que Dios se va a sentir honrado con nosotros cuando decimos, “Yo quiero hacer tu voluntad aquí, pero la voy a ignorar allá”. Por lo tanto, camina en Su voluntad, obedece lo que sabes que debes obedecer.
Camina en su voluntad
Esta es una de mis citas favoritas de Adrián Rogers, escuchen esto, “La forma de encontrar la voluntad de Dios por el resto de sus vidas es haciendo la voluntad de Dios por los próximos 15 minutos”. Eso tiene sentido. Yo sé que en mi propia vida que cuando oro esa es mi petición continuamente. Yo oro diciendo, “Dios, te pido que hoy, ahora, me guíes a las personas, lugares, posiciones donde pueda hacer discípulos en todas las naciones de manera efectiva”. Yo oro de esa manera todo el tiempo, es una oración continua en mi corazón. Y he aquí el por qué oro de esa manera, no es una oración mágica, pero es esta, Yo sé que la voluntad de Dios para mi vida es hacer discípulos en todos las naciones, yo se eso. Y yo sé que él quiere que esa misión suceda en mi vida más que lo que yo quiero. Entonces, cuando hago esa oración, de manera continua, estoy confiado. No sé dónde estaré en 5, 10, 20, 40 años a partir de ahora, no lo sé. No sé si estaré vivo, pero lo que sé es esto, si lo estoy buscando y diciendo, “Dios, quiero seguirte de por vida, aquí, ahora”, yo estoy haciendo eso, yo estoy confiado que en 5, 10, 15, 40 años a partir de ahora, yo voy a estar exactamente donde Dios quiere que yo esté, no porque yo crea en mí mismo, porque yo creo en Cristo. ¿Ves que liberador es esto? No tienes que vagar preocupándote si te vas a perder o no. Tú caminas en su voluntad. Y en vez de tratar de identificar Su voluntad, Dios intenta que nos convirtamos en su voluntad. Y esa es la belleza del asunto, y Yo espero que Dios nos ayude a dar este paso.
Hace 18 meses, un poco más que eso, cuando Heather y Yo estábamos orando por una gran decisión que teníamos por delante, Si ir o no a Nueva Orleans o venir aquí a Brook Hills. No fue una decisión fácil. Es como si estuvieras en un avión y hay nubes alrededor tuyo y no puedes ver nada. Estas esperando por la oportunidad de ver claramente, pero día tras día, no llega esa oportunidad. Entonces, ¿qué hacer? Crees en Su palabra. Sé que durante ese tiempo Dios nos llevó a Heather y a Mí a lugares profundos en su Palabra y al entendimiento de su voluntad. Y no era que iríamos a la Palabra y diríamos, de acuerdo, Que dice sobre Brook Hill, o Birmingham o Nueva Orleans o el Seminario, o esto o aquello”, no dice eso. El punto es que mientras más conoces la voz de Dios aquí, más conoces la voz de Dios allá afuera.
Y aquí están las buenas noticias, tu y yo sabemos que cuando tomamos decisiones fuertes hay tendencias de decir, “Bueno, ¿tomé la decisión correcta?” Y la buena noticia es que 6 meses después o un año después o 18 meses después, en cualquier momento comienzas a pensar, “¿Tomé la mejor decisión? ¿Hice esto o aquello correctamente? No tienes que mirar a atrás y tener esperanza en un pequeño sentimiento que tuviste, y no tienes que mirar atrás y tener esperanza en algo. Esto es lo que Dios ha diseñado para nosotros. Y yo lo llamo el método seguro y no quiero sonar simplista, pero ese es el punto. No solo creer en nosotros, más bien creer que Cristo está en nosotros para dirigirnos y guiarnos, esa es la belleza de la nueva dirección que Cristo nos da.
Cristo nos da una nueva identidad, una nueva dirección, y Cristo nos da nuevo propósito, un nuevo propósito. Y es aquí donde quiero que vayamos a Gálatas 2:20 y de vuelta hacia arriba nuevamente para ver el contexto general. Porque lo que Pablo está confrontando a Pedro es sobre el hecho que Pedro ha olvidado lo que Dios hizo con los Gentiles. Él ha olvidado eso. Dios tenía un plan con los Gentiles, y Pedro, por sus acciones, por no vivir lo que creía estaba cuestionando esa imagen. Y esto es tan grande para que nos demos cuenta, es enorme, la pregunta no es más, “¿Dios, cuál es tu voluntad para mi vida?” la pregunta es un poco cómica, ¿verdad? ¿Qué tal si en vez de preguntar, “Dios, ¿cuál es tu voluntad para mi vida?”, nuestra pregunta fuera “Dios, cuál es tu voluntad para la historia humana, y como puedo alinear mi vida con tu voluntad?”. Ahora eso cambia todo.
Su voluntad en la Palabra
Esto es tan grande. Qué tal si la pregunta no es “Cual es la voluntad de Dios para mi vida?” o “Cual es la voluntad de Dios para mi familia?” o hasta, “Cual es la voluntad de Dios para Brook Hills?” ¿Que si la pregunta correcta es cuál es la voluntad de Dios en la historia humana? O sea, realmente, ¿cuál es? No es lo que yo quiera que su voluntad sea, no lo que son mis planes y deseos, ¿cuál es mi agenda? Miremos en La Palabra, ¿cuál es la voluntad de Dios en la historia de la humanidad? Ahora, ¿Cómo mi vida, mi familia y mi iglesia pueden alinearse con Su Voluntad? Ahí es donde tenemos que llegar. Dios nos ayude a llegar. Es lo que Pablo le está diciendo a Pedro, “Cristo vive en ti, El dirige, El guía”. ¿Qué significa eso? Primero, nosotros vivimos para magnificar la gracia de Dios, la gracia de Cristo, esto es lo que el verso 21 dice, “Ahora, no dejar de lado la gracia de Dios, porque si la justicia puede ser adquirida en la ley, Cristo murió por nada. ” Pablo está señalando a Pedro que si continua en la manera en la cual está actuando, anulará la gracia de Dios en Cristo, y Cristo habrá muerto por nada. Si hay que seguir todas esas reglas para llegar a Dios, entonces has perdido todo el punto.
Entonces vives de una manera que glorifica la gracia de Dios. Segundo, trabajas para completar la misión de Cristo. Pablo le dice a Pedro, “Pedro, tú estás obstaculizando el avance del evangelio entre los gentiles, entre las naciones por la forma en que vives, por la forma en la cual estás tomando Su Voluntad en tus propias manos, tú estás obstaculizando el avance del evangelio”. Y aquí es donde tenemos que volver a la gravedad de este problema para nosotros como iglesia y donde Dios nos tiene como un pueblo. Nosotros decimos y creemos que Jesús es precioso y su amor es más que precioso que cualquier cosa en este mundo. Si esto es cierto que tiene ramificaciones enormes para nosotros compartir el Evangelio con los vecinos que viven cerca de nosotros. Si decimos que creemos que Jesús es la esperanza del mundo y un billón de personas no han escuchado su nombre entonces si no nos levantamos y decimos que haremos todo lo que podamos para alcanzarlos con el Evangelio, entonces nosotros tenemos que enfrentar la realidad de que no realmente creemos que Jesús es quien Él dice que es en la Biblia.
Nosotros tenemos que tomar decisiones en nuestras vidas, en nuestras familias y en nuestra iglesias, debemos decidir si vamos a ser espectadores del plan de Dios, viviendo de acuerdo a nuestro propio plan y nuestro deseo o si los vamos a poner a un lado y hacernos participantes en el drama eterno de Cristo, quien está llamando el mundo hacia El en Birmingham y en todas la naciones. ¿Queremos estar en este drama eterno? Si no entonces nos perderemos lo que significa que Cristo viva en nosotros.
Difundir el Evangelio
Nosotros trabajamos para cumplir la misión de Cristo, y finalmente, morimos para difundir el Evangelio de Cristo, el único que nos ha amado y se dio a sí mismo. La Palabra está literalmente rendida Su vida para nosotros. Cristo murió para poder vivir en nosotros. Nosotros morimos con El para que Él pueda vivir a través de nosotros. Para compartir su vida, nosotros morimos para difundir el Evangelio de Cristo. Yo estoy crucificado con Cristo, ya no vivo yo. Ahora Cristo vive en mí, y la vida que ahora vivo en el cuerpo, vivo por fe en el Hijo de Dios Quien me amó y se dio a sí mismo por mí. No es una fórmula mecánica para darse cuenta de la voluntad de Dios para tu vida, pero es el secreto para conocer, experimentar y caminar en su Voluntad día a día. Yo oro para que Dios nos haga ser personas que lo quieran, personas quienes sacrifiquen todo lo que tenemos para ser crucificados con Cristo.