La tradición de la iglesia nos enseña que el evangelio ha estado en España desde los días de Pablo. Si es verdad o no, no lo sabemos. Pero sí sabemos que Pablo deseaba llevar el evangelio a Hispania, la región del Imperio Romano que hoy conocemos como España (Romanos 15:24–28).
Desde entonces, comunidades cristianas han existido en España, desde las primeras comunidades cristianas perseguidas por el Imperio Romano durante los primeros tres siglos, hasta los reformadores españoles perseguidos por la Inquisición en el siglo XVI. Más recientemente, varias oleadas de misioneros de diferentes tradiciones y denominaciones cristianas han contribuido a difundir el evangelio y establecer iglesias en mi país.
¿Cómo es posible que un país con dos mil años de influencia cristiana todavía necesite el evangelio?
Algunos de los más influyentes han sido los misioneros británicos de la Iglesia de los Hermanos, los misioneros estadounidenses de las Asambleas de Dios y los Bautistas del Sur. Durante los últimos dos milenios, España ha estado bajo influencia cristiana. Aun así, todavía tenemos una gran necesidad del evangelio.
¿Cómo es posible que un país con dos mil años de influencia cristiana todavía necesite el evangelio? Esta es una pregunta compleja, pero hay al menos tres explicaciones: nuestras ciudades se están volviendo más seculares, muchas de nuestras localidades no han sido alcanzadas por el evangelio y las naciones están llegando a España.
Las ciudades españolas se están volviendo más seculares
Desde el fin del régimen de Francisco Franco en los años 70, el catolicismo ha ido perdiendo poder e influencia en las familias, el sistema educativo y el gobierno. La mayoría de los españoles asocian la Biblia con el catolicismo y un régimen dictatorial que impuso la religión y la moral.
Según el centro oficial de investigación sociológica de España, el porcentaje de personas que se identifican como no religiosas ha pasado del 9% en 2000 al 22% en 2021.1 Investigaciones más detalladas revelan que casi el 64% de los jóvenes de 18 a 24 años se declaran agnósticos o ateos.2
La religión de ritos y tradición ha sido reemplazada por la religión del secularismo y el humanismo. Esto es especialmente cierto en centros urbanos como Madrid y Barcelona, donde las tendencias globales hacia la ideología progresista son más evidentes. Estas ciudades necesitan iglesias centradas en el evangelio que proclamen audazmente las buenas nuevas y traigan una luz fresca a la oscuridad del secularismo.
Los pueblos carecen de la presencia del evangelio
Si retrocedes dos décadas y visitas un pueblo en el interior de España, te transportarás a la España en la que crecí en los años 80 y 90. Estos pueblos son predominantemente católicos romanos, con muy poca influencia extranjera y ninguna pluralidad religiosa; todos “son” católicos romanos. Los ritmos de vida aún son “a la antigua”. Las tiendas cierran al mediodía para la siesta y la gente pasa las tardes en las calles y plazas conversando sobre la vida. Hay más de 8,000 pueblos así en España.
Según una encuesta evangélica, el 92% de esos pueblos no tienen una iglesia evangélica.3 La única iglesia que conocen es la gran catedral católica en la plaza del pueblo. Necesitamos plantadores de iglesias que establezcan iglesias saludables, donde el evangelio de la cruz se muestre por completo; personas dispuestas a ser pacientes e invertir el resto de sus vidas allí.
Llevará tiempo ver frutos del evangelio en los pueblos de España donde el evangelio no ha sido claramente proclamado durante siglos.
Llevará tiempo ver frutos del evangelio en los pueblos de España donde el evangelio no ha sido claramente proclamado durante siglos, pero ellos también necesitan el evangelio.
Las naciones están llegando a España
Durante las últimas cuatro décadas, las áreas urbanas de España se han convertido en crisoles culturales. He paseado por barrios históricos de Madrid como Lavapiés, donde yo era la minoría rodeado de personas de Marruecos, Senegal y Pakistán. Las naciones están llegando a España. En 1990, el 2.11% de la población de España era extranjera. En 2022, ese porcentaje había aumentado al 14.44%.4
Las iglesias evangélicas se han beneficiado de este flujo migratorio. Según estadísticas oficiales del gobierno, por primera vez en la historia, los cristianos evangélicos representan casi el 2% de la población gracias a la cantidad de evangélicos que se han trasladado a España desde América Latina.5
Este fenómeno migratorio también ha traído musulmanes a España, produciendo un aumento diez veces mayor en la población musulmana.6 La mayoría de los musulmanes en España provienen de Marruecos y no han escuchado el evangelio. Las iglesias en España que están alcanzando activa e intencionalmente a los musulmanes son pocas. El norte de África es nuestro campo misionero más natural. La península ibérica y el norte de África están separados por el estrecho de Gibraltar, de 14 kilómetros de largo. Debido al flujo migratorio hacia España y su cercanía al norte de África, España es un centro estratégico de misiones donde el evangelio puede ser predicado a personas de naciones no alcanzadas que podrían ser capacitadas y enviadas a proclamar el evangelio a su gente en España y alrededor del mundo.
Por estas razones, España tiene una gran necesidad del evangelio, no solo por el bien de España, sino por el bien de los numerosos grupos de personas no alcanzadas que viven e inmigran a España. Sí, todavía necesitamos el evangelio en España: y tenemos una oportunidad increíble de llevarlo a nuestras naciones vecinas.
1. Instituto Nacional de Estadística ↵
2. Laicidad en cifras 2023: cuatro de cada diez españoles se declara no creyente ↵
4. La inmigración en España crece en 950.994 personas ↵
5. ¿Cuántos evangélicos hay en España? ↵
6. La población musulmana en España se multiplicó 10 veces en los últimos 30 años ↵