Cómo orar por la iglesia global en Navidad

Muchos en Kazajistán están emocionados por las próximas festividades, pero no precisamente por la festividad que posiblemente tengas en mente. En esta nación predominantemente musulmana de Asia Central, la mayoría de las personas están anticipando el Día de Año Nuevo en lugar de la Navidad.

Sin embargo, en las iglesias locales, los cristianos cantan himnos navideños, leen las Escrituras y tratan de mantenerse enfocados en la enseñanza bíblica sobre la venida del Salvador. “Nuestra iglesia no se deja llevar por la Navidad de Hollywood”, dijo el pastor local Arman Aubakirov. “Este es un día para agradecer a Dios por su Hijo encarnado. Lo celebramos en torno a Cristo”.

A miles de kilómetros de allí, Uganda es el hogar de una mayor población de cristianos, pero aún existe la necesidad de que las iglesias compartan el evangelio durante las festividades. “La Navidad significa regresar a casa”, comenta Joseph Byamukama, líder de equipo de un ministerio local. “El enfoque familiar de las celebraciones navideñas en Uganda es una oportunidad para compartir el enfoque familiar del nacimiento de Cristo”.

Aunque las celebraciones puedan lucir distintas en diferentes partes del mundo, durante la Navidad, las iglesias alrededor del mundo se regocijan en la esperanza del evangelio, e invitan a otros creyentes a orar por oportunidades para irradiar la luz del evangelio, a veces en los lugares más oscuros.

Mientras celebramos la Navidad en nuestros propios rincones del mundo, aquí hay algunas formas en las que puedes orar por los creyentes alrededor del mundo en esta temporada:

1. Oremos para que Dios consuele a los perseguidos y salve a los perseguidores. En países como Corea del Norte y Afganistán, donde los cristianos deben reunirse en secreto, oremos para que los creyentes reciban la protección y la alegría del Príncipe de Paz en lugares peligrosos. Oremos también para que Dios pueda iluminar corazones oscurecidos con la luz del evangelio.
2. Oremos para que el evangelio brille de nuevo en lugares que alguna vez fueron conocidos por tener iglesias fructíferas. En países como Alemania, donde la soledad es predominante y la asistencia a la iglesia es baja, oremos para que los creyentes locales tengan oportunidades de invitar a los no creyentes a sus hogares e iglesias para compartir a Cristo.
3. Oremos para que el evangelio crezca en lugares donde pocos han conocido a Cristo. En países como Japón, el reducido número de cristianos se reúne libremente en una nación predominantemente budista, pero pocos japoneses encuentran a un creyente para que les hable de Cristo. La temporada navideña a menudo facilita que los cristianos inicien conversaciones espirituales. Oremos para que el Señor bendiga los esfuerzos de los creyentes para compartir el verdadero significado de la Navidad con sus vecinos y seres queridos.
4. Oremos para que los creyentes en todo el mundo tengan valentía para testificar. Sin importar las condiciones, los cristianos en cada nación necesitan la ayuda del Espíritu para estar preparados para dar una defensa a cualquiera que les pida razón de la esperanza que hay en ellos (1 Pedro 3:15).

Ya sea en Uzbekistán, Uganda o Utah, oremos para que el Señor nos dé alegría y claridad al compartir las buenas nuevas de gran gozo que son para todas las naciones: “Porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor”.