Un modelo bíblico de liderazgo eclesial es fundamental para una iglesia que tiene como objetivo mostrar la gloria de Cristo. En este sermón, David Platt dirige nuestra atención a Hechos 20:17–31 como una guía útil para los ancianos, o pastores. Como líderes servidores, estos hombres deben liderar bajo la autoridad de Cristo, cuidar del cuerpo de Cristo, enseñar la Palabra de Cristo y modelar el carácter de Cristo. Las iglesias deben designar y seguir a tales hombres.
Si tienen una Biblia, y espero que así sea, quiero invitarles a abrir conmigo Hechos 20. Quiero que nos sumerjamos en una verdad bíblica. Una verdad bíblica que servirá hoy como punto de partida para nuestro tiempo en la Palabra de Dios, y que va a estar presente en todo lo que hablemos. La verdad es: se necesita un modelo bíblico de liderazgo de la iglesia para mostrar la gloria de Cristo.
¿Qué tiene que ver eso conmigo?
Ahora, sé lo que usted está pensando: “Genial, usted está hablando sobre liderazgo en la iglesia. ¿Qué tiene que ver eso conmigo?” Quizás, es un miembro de la iglesia y piensa: “Tengo todas estas cosas yendo mal en mi vida, y usted no va a tratar ninguna de ellas hoy porque está hablando sobre el liderazgo en la iglesia” O quizás, si usted es mujer y, dado que estamos hablando de roles en la iglesia que, en las Escrituras, están designados a los hombres, estará pensando: “¿Qué tiene que ver esto con mi vida?” O quizás es estudiante, y piensa: “¿Qué tiene que ver el liderazgo en la iglesia con todas las presiones que estoy enfrentando como adolescente?” Todas son buenas preguntas.
Permítame preguntarle algo. ¿Alguna vez ha visto a uno o varios líderes de una iglesia que no muestran la gloria de Cristo? Permítame llevar esto un poco más profundo ¿Cuántas veces ha sido herido personalmente por uno o varios líderes de la iglesia que no mostraban la gloria de Cristo? ¿Alguna vez se ha alejado de la iglesia o, hasta un punto en su fe, porque vio a uno o varios líderes de la iglesia que no mostraban la gloria de Cristo? Si nosotros, como comunidad de fe, vamos a formar parte de la misión de Cristo, entonces el liderazgo bíblico no es negociable.
Esto es extremadamente importante, e incluso desde que comencé a orar para venir acá y a entrevistarme con el equipo de búsqueda de pastores, Dios llenó mi corazón con la necesidad de estudiar y someterme a las enseñanzas bíblicas sobre el liderazgo de la iglesia, porque necesito saber la especie de líder y pastor que debo ser. Necesito estar rodeado de líderes que se entreguen a la misión que Cristo nos ha dado y a nada más. Esto es enorme en esta iglesia, porque sin esto, la misión no puede ser cumplida. No hay nadie definiendo la misión, defendiendo la misión, dirigiendo la misión, y evitando que nos retractemos de la misión. La misión es despertar la pasión por la gloria de Dios haciendo discípulos de todas las naciones. El liderazgo bíblico es clave en esto. Si vamos a ser un ejército de siervos de la Palabra de Dios e impactar la vida de las personas de esta ciudad, y a tener un ministerio que sea significativo y eterno y que impacte las naciones por la gloria de Cristo, entonces necesitamos liderazgo bíblico.
Así, sea usted hombre o mujer, visitante o miembro, estudiante o adulto, creo que estamos hablando de algo infinitamente importante. Esto necesita ser una prioridad, y debemos asegurarnos de que estamos honrando a Dios con la forma en que lideramos en la iglesia y con la forma en que seguimos a nuestros líderes. Esto es importantísimo.
Por tanto, lo que haremos esta semana y la próxima, es sumergirnos en lo que creo que son los dos roles primarios en el liderazgo que vemos en la iglesia. Vamos a ver los diferentes términos con que se describen a estos líderes y esta semana solo vamos a ver a los ancianos, y en la próxima, los diáconos.
Ahora, hay un par de cosas que hay que tener en mente. Primero, la terminología. Cuando digo la palabra “anciano” o “diácono”, a usted le viene a la mente todo tipo de imágenes. No sé en qué usted piensa cuando digo la palabra “anciano”. Quizás piense en “gente vieja”. Esos son ancianos. Quizás piense que es una especie de ritual, sería un poco raro que la iglesia fuera liderada por ancianos, y hay razones por las que usted pueda pensar esto. Quizás se imagine a unos ancianos con túnicas oscuras, sentados en una habitación oscura hablando sobre asuntos profundamente teológicos. No sé lo que usted piensa cuando hablamos de ancianos o diáconos. No estoy seguro de lo que le viene a la mente.
Se que hay una variedad de antecedentes representados aquí. Hay muchos de ustedes que no tienen conocimiento sobre la iglesia, otros tienen conocimientos sobre la iglesia Bautista u otras denominaciones, así que cuando escucha diáconos, quizás piense en gente vieja o quizás en aquellos hombres que se sientan en el primer banco los domingos por la mañana y recogen la ofrenda. Quizás piensa en aquellos hombres que van por ahí haciendo poderosas interpretaciones en la iglesia.
No sé qué piensa de los ancianos o los diáconos, pero he aquí lo que haremos en las próximas dos semanas. Haremos lo mejor que podamos para deshacernos de nuestras nociones preconcebidas y nuestros prejuicios sobre estos términos, y miraremos honestamente al Nuevo Testamento y veremos lo que las Escrituras tienen para enseñarnos sobre ellos, para que lleguemos a un entendimiento unificado sobre quienes son y lo que hacen en la iglesia.
En Hechos 20, veremos una conversación entre Pablo y los ancianos de la iglesia de Efeso. En las dos semanas anteriores, hemos estudiado Efesios, y hemos visto a Pablo escribiendo a estos creyentes. Por primera vez, Pablo va allá y se queda por tres años, y predica la Palabra allí, pero después continúa. Él no era el pastor de esa iglesia, y designó a los ancianos que serían los pastores o los líderes. Años después, Pablo regresa a encontrarse con ellos. Va camino a Jerusalén para hacer una ofrenda a esa iglesia, y está pasando parte de su tiempo con ellos.
Es ahí a donde llegamos en Hechos 20:17. Dice:
“Y desde Mileto mandó mensaje a Efeso y llamó a los ancianos de la iglesia. Cuando vinieron a él, les dijo: Vosotros bien sabéis cómo he sido con vosotros todo el tiempo, desde el primer día que estuve en Asia, sirviendo al Señor con toda humildad, y con lágrimas y con pruebas que vinieron sobre mí por causa de las intrigas de los judíos; como no rehuí declarar a vosotros nada que fuera útil, y de enseñaros públicamente y de casa en casa, testificando solemnemente, tanto a judíos como a griegos, del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesucristo.”
La voz de Pablo
Sienta la emoción en la voz de Pablo mientras le habla a sus amigos.
“Y ahora, he aquí que yo, atado en espíritu, voy a Jerusalén sin saber lo que allá me sucederá, salvo que el Espíritu Santo solemnemente me da testimonio en cada ciudad, diciendo que me esperan cadenas y aflicciones. Pero en ninguna manera estimo mi vida como valiosa para mí mismo, a fin de poder terminar mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio solemnemente del evangelio de la gracia de Dios.
Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de vosotros, entre quienes anduve predicando el reino, volverá a ver mi rostro. Por tanto, os doy testimonio en este día de que soy inocente de la sangre de todos, pues no rehuí declarar a vosotros todo el propósito de Dios. Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual el Espíritu Santo os ha hecho obispos para pastorear la iglesia de Dios, la cual El compró con su propia sangre. Sé que después de mi partida, vendrán lobos feroces entre vosotros que no perdonarán el rebaño, y que de entre vosotros mismos se levantarán algunos hablando cosas perversas para arrastrar a los discípulos tras ellos. Por tanto, estad alerta, recordando que por tres años, de noche y de día, no cesé de amonestar a cada uno con lágrimas.
Ahora os encomiendo a Dios y a la palabra de su gracia, que es poderosa para edificaros y daros la herencia entre todos los santificados. Ni la plata, ni el oro, ni la ropa de nadie he codiciado. Vosotros sabéis que estas manos me sirvieron para mis propias necesidades y las de los que estaban conmigo. En todo os mostré que así, trabajando, debéis ayudar a los débiles, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: “Más bienaventurado es dar que recibir.”
Cuando terminó de hablar, se arrodilló y oró con todos ellos. Y comenzaron a llorar desconsoladamente, y abrazando a Pablo, lo besaban, afligidos especialmente por la palabra que había dicho de que ya no volverían a ver su rostro. Y lo acompañaron hasta el barco.
Cuatro responsabilidades de los ancianos…
Quiero que vea en estos versículos que acabamos de leer, la estrecha relación que tenía Pablo con estos hombres, y cuán clave fue esta relación, y cuán clave era este rol para liderar la iglesia en Éfeso. Quiero que veamos, en este pasaje, cuatro responsabilidades de los ancianos. Vamos a verlas desglosadas, y veremos otras en las Escrituras que iluminarán nuestro entendimiento de estas responsabilidades.
Liderar bajo la autoridad de Cristo.
Primero que nada, los ancianos lideran bajo la autoridad de Cristo. Ahora, esta palabra, “ancianos”, se usa muchas veces en las Escrituras. Es utilizada más de 70 veces en el Nuevo Testamento, pero incluso se usa en el Antiguo Testamento. Se menciona en Números 11 y Deuteronomio 27. Son versículos que hablan sobre como los hombres que ayudaron a Moisés a liderar al pueblo de Dios fueron llamados ancianos. Cuando llega al Nuevo Testamento, en los Evangelios, a veces se ve que los ancianos referidos son las personas de edad más madura; a veces se refieren a los líderes espirituales de Israel, pero entonces en el libro de Hechos y en las cartas que le siguen, vemos 20 veces a los ancianos mencionados como un único grupo de líderes de la iglesia. De hecho, cada vez que una de estas iglesias del Nuevo Testamento comienza en el libro de Hechos, una de las primeras cosas que pasa es que se designan ancianos o pastores para liderar en ellas.
Vean Hechos 14, aunque en realidad vemos ancianos desde Hechos 11. Quiero que vea en el versículo 14 qué pasa cuando Pablo y Bernabé iniciaban iglesias. Vea lo que pasa en el versículo 23. Dice: “Después que les designaron ancianos en cada iglesia, habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.”
Luego, vaya al próximo capítulo, y vea a los ancianos ejerciendo un gran rol durante una inmensa decisión de la iglesia. Dice en Hechos 15:1: “Y algunos descendieron de Judea y enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos. Como Pablo y Bernabé tuvieran gran disensión y debate con ellos, los hermanos determinaron que Pablo y Bernabé, y algunos otros de ellos subieran a Jerusalén a los apóstoles y a los ancianos para tratar esta cuestión.” Vaya al versículo 4, dice: “Cuando llegaron a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia, los apóstoles y los ancianos…” En el versículo 6 dice: “Entonces los apóstoles y los ancianos se reunieron para considerar este asunto”.
Así, llega el versículo 22 en este mismo capítulo: “Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, escoger de entre ellos algunos hombres para enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé…”. De modo que los ancianos están tomando grandes decisiones y están liderando en la iglesia. Vaya al próximo capítulo, a Hechos 16:4. Dice: “Y conforme pasaban por las ciudades, entregaban los acuerdos tomados por los apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén, para que los observaran”
Así que, en la iglesia del Nuevo Testamento vemos a este grupo de líderes que tienen liderazgo general sobre la iglesia. De hecho, regrese a Hechos 20 y vea conmigo el versículo 8. Hay otra palabra clave allí que, a veces, es usada de forma intercambiable para los ancianos en las Escrituras. Dice en el versículo 28: “Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual el Espíritu Santo os ha hecho obispos…” Esta palabra es intercambiable en otros lugares del Nuevo Testamento.
1ra a Timoteo 3 menciona las aptitudes de los obispos. Ahora, la razón por la que sabemos que esos obispos también están siendo referidos como ancianos, es que después en Tito 1, se mencionan las mismas aptitudes para ellos. De hecho, en Tito 1:7 y 9 se usa el mismo término para referirse a ambas personas. Ambos, obispos y ancianos, están ocupando ese cargo. Así, tenemos una imagen de hombres que son designados por Dios y que tienen liderazgo general en la iglesia. Lideran bajo la autoridad de Cristo. En una nota al margen, casi todas las veces que vemos a los ancianos, son mencionados en plural. En las Escrituras vemos como la mayoría de las veces, en el pueblo de Dios, no hay líderes únicos en las iglesias, sino un grupo líderes. Las iglesias nunca fueron lideradas en las Escrituras por mayoría de votos o por alguna regla dictatorial. Es un grupo de ancianos quien lidera la iglesia. Ellos lideran bajo la autoridad de Cristo.
Ahora, esto es lo que significa “bajo la autoridad de Cristo”. Tenemos que entender que los ancianos pertenecen a la iglesia. Hay obispos en la iglesia, pero además, ellos pertenecen a la iglesia. Permítame explicarle esto. En Mateo 18, Jesús habla sobre confrontar a alguien en sus pecados, y dice que es responsabilidad de la iglesia hacerlo. En 1ra a los Corintios 5, Pablo dice lo mismo. Dice: “Están tolerando el pecado entre ustedes y esto está destruyendo la iglesia”. Dice: “La iglesia es responsable por esto”. Se dice lo mismo en 2da a los Corintios 2 y Gálatas 1, lo vimos la semana pasada. Esto habla de cómo la iglesia es responsable por permitir que alguien les predique un evangelio diferente del que tenían que escuchar.
Así que, finalmente, si quiere verlo como una jerarquía, lo que no creo que sea saludable; pero si va a verlo así, verá a Cristo y no a los ancianos en la iglesia, sino que verá a Cristo y después a la iglesia. La iglesia es responsable de Cristo, y la iglesia tiene líderes que son designados como ancianos, y son siervos de la iglesia. Esta es la razón por la que titulé a este sermón: “Los ancianos: siervos de la iglesia” Son dados a Dios como líderes de la iglesia, pero sobretodo, son siervos de la iglesia.
El Espíritu Santo
Esto significa que estos ancianos son designados por el Espíritu de Dios. ¿No es eso lo que dice el versículo 28? “…el Espíritu Santo os ha hecho obispos…” Los ancianos no son hombres que ganaron las elecciones. No son hombres que hicieron campaña, o que participaron en un concurso de talentos para la próxima oportunidad de ser un anciano en la iglesia. No es así como funciona. El Espíritu Santo llama a los hombres y los designa para liderar Su iglesia, para liderar en las iglesias locales. Es obra del Espíritu Santo.
Ahora, los ancianos pertenecen a la iglesia y, ya lo sabíamos por lo que hemos estudiado en las semanas anteriores, la iglesia pertenece a Cristo. Esto significa que los ancianos no son solo responsables y designados por el Espíritu de Dios, sino que son responsables ante el Hijo de Dios. Es una frase asombrosa. No lo pierda de vista. Dice: “para pastorear la iglesia de Dios, la cual El compró con su propia sangre” ¿Qué significa esto?
Algunos de ustedes son visitantes y, como no han estado en la iglesia, se están preguntando, “¿Qué significa eso de que Dios compró la iglesia con Su sangre?” Básicamente, significa que nos reunimos hoy como comunidad de fe solo porque Jesucristo ha derramado Su sangre por nuestros pecados, porque pagó por nuestros pecados, y cuando Él hizo eso, compró una oportunidad para que usted y yo experimentáramos la satisfacción de adorar a Cristo y de ser parte de Su iglesia. Esta es una iglesia que ha sido adquirida por la sangre de Cristo. Somos una iglesia que ha sido adquirida por la sangre de Cristo. Eso significa que cualquiera que vaya a liderar en esta iglesia tiene una gran responsabilidad. Es responsable ante el Hijo de Dios por lo que Él ha hecho por este cuerpo de creyentes.
Cuanto más leo sobre el crecimiento de la iglesia hoy, y cuanto más viajo a las diferentes iglesias, más me convenzo de que necesitamos volver a analizar la gran responsabilidad que conlleva liderar en la iglesia y ser responsables ante Jesucristo de cómo manejamos Su iglesia. Muchas veces, el liderazgo de la iglesia se convierte en una competencia por el poder. Un grupo dice que tenemos poder, otro dice que necesitamos más, y algunas personas se recuestan y dicen: “¡Esa persona es incapaz de ganar poder!”, y así todo se trata de intentar ganar el poder. Hay un juego de poder por toda la iglesia. Señoras y señores, eso es para el mundo de los negocios, no para la iglesia. Jesús tiene el control. Él tiene todo el poder y cada líder en la iglesia es responsable de Él. Hoy tenemos que frenar esta tendencia en la cultura de nuestra iglesia, esa es una gran verdad. Ellos lideran, pero lideran bajo la autoridad de Jesucristo.
Cuidar el cuerpo de Cristo.
Otro término usado con los ancianos y obispos está al final del versículo 28. Dice: “…para pastorear la iglesia de Dios…” Pueden circular esa palabra. Es realmente la palabra para pastorear ovejas. Así, no solo vemos a los ancianos liderar bajo la autoridad de Cristo, sino que los ancianos cuidan el cuerpo de Cristo. Proveen cuidado pastoral.
Es la misma palabra, o una forma de la misma palabra que vimos la semana pasada en Efesios 4:11-12. Nos habla de cómo Cristo le dio a la iglesia pastores/maestros. Es el mismo concepto de 1ra de Pedro 5. Allí Pedro alienta a los ancianos. Él dice: “para pastorear la iglesia de Dios”. Ya tenemos la imagen.
Ahora, téngalo en mente, un pastor no era una posición de notoriedad, una posición de fama. Esta era una posición de humildad. Era una posición de siervos. Eso nos ayuda a darnos una imagen de lo que Pablo está diciendo. Cuando habla sobre pastorear, esta es una posición humilde, no es una posición que trae fama o notoriedad en la iglesia. No es una posición fácil en la que podamos estar. Pastorear es trabajo duro. Él dice: “Como pastor, cuidas el cuerpo de Cristo. Tú eres el pastor del cuerpo de Cristo”
Básicamente, pienso que significa dos cosas. Número uno, significa que nosotros nutrimos al rebaño de Dios que nos ha sido confiado como ancianos y como líderes de la iglesia. Uno de mis objetivos, uno de mis deberes, una de mis tareas como pastor en esta iglesia es nutrir el rebaño. ¿Cómo nutrimos el rebaño? Vemos todo tipo de ejemplos de este tipo de ministerio en el Nuevo Testamento. ¿Recuerdan en Santiago 5:14 cuando los ancianos fueron llamados a orar por ciertas personas, a orar por ellos y a alentarlos, a darles esa especie de cuidado? Así, los pastores oran, y entonces enseñan la Palabra. ¿No es esa la forma en la que las ovejas son nutridas?
Hay una gran tendencia en nuestros días de decirle a los líderes de la iglesia, “Bueno, usted sabe, la Biblia no es relevante hoy. No tiene poder sobre la vida de las personas. Las personas no quieren escucharla mucho, así que es necesario encontrar otras cosas que hacer”. Por eso, muchos líderes en la iglesia están poniendo a un lado la Biblia y diciendo, “Tenemos mejores cosas que comunicar en su lugar”. Los ancianos, los líderes de la iglesia, no tienen tanta responsabilidad de mimar al rebaño como de nutrirlo.
Yo quiero ministrar las necesidades que están representadas en esta iglesia, y estoy convencido de que la mejor forma en que puedo hacerlo es nutriéndolo a usted con la Palabra de Dios y poniéndolo en contacto con el poder de la Palabra de Dios, y su relevancia para su vida. En las próximas semanas veremos Hechos 6, que nos hablará sobre los diáconos.
Aquí tenemos a otros líderes siendo instituidos en la iglesia, para que los apóstoles y los ancianos puedan entregarse a dos actividades: La oración y el ministerio de la Palabra. Eso es lo que ellos hacen. Así, cuando usted imagina a los ancianos, he aquí una de las nociones preconcebidas de la que necesitamos deshacernos. Los ancianos no son un grupo de hombres que tienen muchas reuniones. Son un grupo de hombres que se postran en oración todo el día para la iglesia local, y estudian todo el día porque tienen que alimentar a la iglesia con la Palabra de Dios. Esta es la imagen que tenemos de las personas nutriendo el rebaño.
La idea no solo es nutrir el rebaño, sino proteger el rebaño. Vea lo que dice Pablo en los versículos 29-30. Dice: “Sé que después de mi partida, vendrán lobos feroces entre vosotros que no perdonarán el rebaño, y que de entre vosotros mismos se levantarán algunos hablando cosas perversas para arrastrar a los discípulos tras ellos. Por tanto, estad alerta”. Usted debe estar alerta; tiene que proteger al rebaño. Básicamente dice: “Va a venir gente de fuera”. La iglesia del Nuevo Testamento estaba enfrentando todo tipo de persecuciones y tentaciones desde fuera, y luego dice: “Desde donde menos lo esperes, desde dentro, la misión experimentará desafíos, y habrá personas distrayéndote del verdadero evangelio y de la misión que Él nos ha dado.” Ahora, si esto fue verdad para la iglesia del libro de Hechos, tengo la sensación de que es verdad para nosotros hoy. Hay una batalla espiritual librándose en el mundo hoy, fuera y dentro de la iglesia. Los ancianos, líderes de la iglesia, tienen la responsabilidad de proteger el rebaño, de defender el rebaño. He aquí la imagen que tengo en mi mente cuando leo esto: Lobos salvajes.
El nombre de Cristo
Recuerdo que hace un año, cuando estuve en Asia, íbamos de mochileros por villas que nunca habían escuchado el nombre de Cristo. No tenían conocimiento en absoluto del nombre de Cristo o el evangelio, y nuestro objetivo era ir de casa en casa en estas villas. Estuvimos en las montañas, en estas villas remotas y en todo tipo de lugares diferentes, y nuestro objetivo era llevar literatura, y teníamos algunos CD y otros materiales que contenían el evangelio es su idioma, y los escondíamos en lugares cerca de las casas donde nadie podía vernos haciéndolo, lo que es difícil de hacer cuando hay muchos estadounidenses pasando el rato en las villas de este lugar en particular. El objetivo era dejarlos allí y después irse. Con suerte, ellos encontrarían los materiales una semana o dos después de irnos, porque se suponía que no le predicáramos el evangelio. ¿Tiene la idea?
Así, eso fue lo que hicimos. Mis dos hermanos y yo formábamos este pequeño equipo, y lo que teníamos que hacer era lo siguiente: una persona tenía los bolsillos llenos de materiales que iban a ser plantados, y los otros dos eran los señuelos. Los señuelos solo iban a andar por ahí tomando fotografías; iban atrayendo la atención de la multitud, y el otro simulaba que iba a atarse sus zapatos y dejaba caer algo allí. Y hacíamos cosas como esta.
Bueno, ese era el plan, pero no consideramos los perros de las villas. No sé si usted ha estado en el extranjero alguna vez, pero hay perros agresivos alrededor del mundo, y sobre todo en estas villas. Sucedía que, tan pronto como nos acercábamos a alguna de estas casas, una jauría salía ladrando tan alto como podía, a solo cinco pies de nosotros. Tenían esos dientes que lucen como: “No quiero ser mordido por uno de estos y estar a muchas millas de distancia de alguien que pueda ayudarme”
Aprendimos a hacer lo que otros colegas, así que no fue idea nuestra. Las personas que vivían allá, si estaban enojados con los perros, recogían piedras. Ahora, sigan conmigo. Sé que hay algunos amantes de los perros aquí. No me abandonen todavía. Ellos no golpeaban a los perros con las piedras, sino que las lanzaban a los pies de los perros y los perros retrocedían. Así, supimos que los dos señuelos tenían la responsabilidad de tener siempre piedras en los bolsillos, así cuando alguien estuviera tratando de plantar algo, si un perro venía, comenzarían a lanzarle piedras.
Recuerdo una mañana en que nos levantamos antes del amanecer porque queríamos empezar desde temprano, y sabíamos que había una villa justo después de donde estábamos caminando, pero que tenía una tonelada de perros. No queríamos molestarlos. Así, nosotros tres, mis dos hermanos y yo, agarramos una pequeña luz; estaba oscuro, completamente oscuro. No podíamos encender nuestras linternas, porque descubrirían que estábamos allí. Adelantábamos lentamente, y ese era nuestro objetivo. Eso era lo que hacíamos. Comenzamos a caminar, y los perros salieron; no sé si nos olieron o qué pasó. De repente, nos volteamos, y no podíamos ver nada; estaba completamente oscuro. Oímos un puñado perros ladrando, y todo lo que podíamos ver eran sus pequeños ojos verdes brillando a la luz de la luna y viniendo hacia nosotros.
Así, sacamos las piedras, y comenzamos a lanzarlas y a correr. Eso es lo que hacen los ancianos. ¡Eso es lo que hacen líderes de la iglesia! No lanzan piedras a las personas, eso no es lo que estoy diciendo, sino que ellos dicen: “Tenemos una misión, y tenemos un evangelio, y vamos a defenderlo con nuestras vidas, y vamos a entregarnos para asegurarnos que nada se denigra de esa misión y nada se aleja de la preciosidad de ese evangelio” Ellos protegen el rebaño, y nutren el rebaño. Alimentan las ovejas. No solo miman las ovejas. Cuidan el cuerpo de Cristo. Lideran bajo la autoridad de Cristo y cuidan el cuerpo de Cristo.
Enseñar la Palabra de Cristo.
Tercero, enseñan la Palabra de Cristo. En el versículo 32 Pablo dice: “Ahora os encomiendo a Dios y a la palabra de su gracia, que es poderosa para edificaros y daros la herencia entre todos los santificados”. Pablo dice estas palabras de despedida: “Les encomiendo a Dios y a Su Palabra, a la Palabra de Su gracia”. Pablo está enfatizando algo aquí que vamos a ver en otro par de lugares en el Nuevo Testamento. La autoridad que tienen los líderes de la iglesia está completamente atada a la autoridad de la Palabra de Cristo. Los ancianos o los líderes no están en una posición en que tienen liderazgo solo por estar en el oficio, y no los seguimos solo porque ellos están allá arriba y nosotros acá abajo. No solo por eso hacemos lo que ellos nos dicen.
Eso no es lo que las Escrituras nos están enseñando. Las Escrituras nos están enseñando que la Palabra es nuestra autoridad. Y está siendo mostrada por hombres a los que se les confió la Palabra y conocen la Palabra, que están aptos para comunicar la Palabra y se apasionan por la Palabra, lideran acorde a la Palabra. Si ellos no lideran según a la Palabra, entonces su oficio o su posición o su rol en la iglesia como líderes se derrumba completamente. La Palabra es esencial en esto. De hecho, en un momento vamos a ver muchos rasgos del carácter que se espera que tengan los líderes o ancianos de la iglesia, los siervos de la iglesia.
Sin embargo, hay una parte de la lista que realmente se ajusta mejor a algo que ellos son capaces de hacer, a una función que tienen que cumplir. Vea 1ra a Timoteo 3. Quiero que demos un vistazo a los requerimientos y a las aptitudes de los ancianos. Vean el versículo 2. “Un obispo…” Ese es el término que vimos anteriormente que es intercambiable. “…debe ser, pues, irreprochable, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, de conducta decorosa, hospitalario, apto para enseñar” Los ancianos deben ser aptos para enseñar.
Vaya a este mismo libro, 1ra a Timoteo 5:17. Dice: “Los ancianos que gobiernan bien sean considerados dignos de doble honor, principalmente los que trabajan en la predicación y en la enseñanza” Realmente, esta es una mala traducción. Casi hace ver una diferenciación entre aquellos que enseñan y los que no, pero lo que realmente significa es que hay algunos que enseñan y otros que predican. ¿Y cómo lo sabemos? Ya hemos visto que se debe ser apto para enseñar para poder ser un anciano.
Les encomiendo la Palabra de Su gracia
Vea nuevamente Tito 1. Hay una lista que menciona las aptitudes para los ancianos tal y como vimos en 1ra a Timoteo 3:9, y vamos a volver a ella en un momento. Dice: “reteniendo la palabra fiel que es conforme a la enseñanza, para que sea capaz también de exhortar con sana doctrina y refutar a los que contradicen”. El obispo debe ser capaz de tomar la Palabra y aplicarla; tiene que ser capaz de tomar la Palabra y enseñarla, esto lo vemos una y otra vez en las Escrituras. Esta es la razón por la que Pablo, cuando se despide de estos hombres, dice: “Les encomiendo la Palabra de Su gracia”.
Esto significa que los ancianos tienen que ser aptos en dos sentidos, cuando van a enseñar la Palabra de Cristo. Número uno, tienen que conocer la Palabra extensamente. Tienen que tener un firme conocimiento de la verdad. Tito 1:9 dice, en el lenguaje original del Nuevo Testamento, que es como si la verdad se aferrara al obispo.
La verdad de Cristo y la verdad de la Palabra de Dios se han aferrado a él, lo mantienen cautivo; él conoce la Palabra extensamente. Son hombres que estudian la Palabra, que memorizan la Palabra, que meditan sobre la Palabra, que la conocen a fondo y saben cómo se relaciona con nuestra cultura. Son aptos para aplicarla en nuestra cultura. Estos son hombres que necesitan saber cómo encaja la Palabra en las grandes cuestiones teológicas de nuestros días como: “¿Existen varias formas de Dios?” “¿Por qué es Jesús es único camino a Dios?” O, “¿Cómo sabemos que Dios existe?” “¿Qué dice la Biblia sobre la vida después de la muerte?” Hay muchas cuestiones, y los ancianos necesitan conocer la Palabra, y como se relaciona con ellas.
Sin embargo, ellos no solo necesitan ser aptos en cuestiones teológicas, también en cuestiones prácticas. Los ancianos necesitan saber mostrar cómo se relaciona la Palabra con mi vida, mi matrimonio y cómo actuar en el mundo empresarial. ¿Cómo las Escrituras se relacionan con esto? Así, necesitan saber cómo se aplica la Palabra a las cuestiones sociales. ¿Qué dice la Palabra sobre el aborto? ¿Qué dice la Palabra sobre la homosexualidad? ¿Qué dice la Palabra sobre el racismo? Los ancianos necesitan conocer la Palabra extensamente. Usted no puede enseñar lo que no conoce.
No es suficiente conocer extensamente la Palabra; ellos no solo hacen eso, también tienen que comunicar efectivamente la Palabra. No es suficiente con ser apto para sentarse en su habitación o en su estudio y conocer la Palabra; usted debe ser capaz de enseñarla a otros, comunicarla y reproducirla. Si no puede hacer esto, entonces
¿cómo puede guiar a otros a seguir la Palabra? Esto no significa necesariamente que solo los ancianos en la iglesia pueden ser líderes del estudio bíblico o de las escuelas dominicales. Significa que: Cualquier anciano en esta iglesia debe ser apto para persuadir a las personas con la Palabra, para alentar a las personas con la Palabra, para calmar a las personas con la Palabra, para retar a las personas con la Palabra, para instruir a las personas con la Palabra, para dar respuestas a las personas desde la Palabra y para equipar a las personas con la Palabra. Todo gira alrededor de sus conocimientos de la Palabra y de su habilidad de comunicarla a otros. Es un gran rol el que desempeñan los ancianos o los líderes de esta iglesia. Ellos están enseñando la Palabra de Cristo.
Modelar el carácter de Cristo
Obviamente, estamos viendo que liderar bajo la autoridad de Cristo y cuidar el cuerpo de Cristo y enseñar la Palabra de Cristo es una altísima instrucción, pero no hemos llegado a la instrucción mayor, y esa es la cuarta responsabilidad. Los ancianos son ordenados o llamados a modelar el carácter de Cristo. Ahora, esto es lo que haremos. Tenemos tres lugares diferentes en las Escrituras en los que vemos a los ancianos y sus aptitudes. Quiero leer cada una de ellos.
Vea 1ra a Timoteo 3. Quiero que escuche las aptitudes de un anciano, de alguien que tiene liderazgo sobre la iglesia. Dice en el versículo 2:
Un obispo debe ser, pues, irreprochable, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, de conducta decorosa, hospitalario, apto para enseñar, no dado a la bebida, no pendenciero, sino amable, no contencioso, no avaricioso. Que gobierne bien su casa, teniendo a sus hijos sujetos con toda dignidad (pues si un hombre no sabe cómo gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios?); no un recién convertido, no sea que se envanezca y caiga en la condenación en que cayó el diablo. Debe gozar también de una buena reputación entre los de afuera de la iglesia, para que no caiga en descrédito y en el lazo del diablo.
Así, esta es la primera lista. Vuelva a Tito 1. Vaya unas pocas páginas a la derecha en su Biblia. Vaya a Tito 1 y vea el versículo 6. La parte de los ancianos en el versículo 6 dice:
Esto es, si alguno es irreprensible, marido de una sola mujer, que tenga hijos creyentes, no acusados de disolución ni de rebeldía. Porque el obispo debe ser irreprensible como administrador de Dios, no obstinado, no iracundo, no dado a la bebida, no pendenciero, no amante de ganancias deshonestas, sino hospitalario, amante de lo bueno, prudente, justo, santo, dueño de sí mismo, reteniendo la palabra fiel que es conforme a la enseñanza, para que sea capaz también de exhortar con sana doctrina y refutar a los que contradicen.
Una lista más. Vaya a 1ra de Pedro. Justo después de Hebreos viene Santiago, y luego vaya a 1ra de Pedro 5. Quiero que escuche lo que Pedro le dice a estos hombres sobre sus aptitudes. 1ra de Pedro 5:1.
Por tanto, a los ancianos entre vosotros, exhorto yo, anciano como ellos y testigo de los padecimientos de Cristo, y también participante de la gloria que ha de ser revelada: pastoread el rebaño de Dios entre vosotros, velando por él, no por obligación, sino voluntariamente, como quiere Dios; no por la avaricia del dinero, sino con sincero deseo; tampoco como teniendo señorío sobre los que os han sido confiados, sino demostrando ser ejemplos del rebaño. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, recibiréis la corona inmarcesible de gloria.
Bien, hay tres listas diferentes. Todas dan aptitudes para los ancianos. En un momento, veremos algunas cuestiones sobre las que necesitaríamos pensar con relación al modelo bíblico del liderazgo de la iglesia que hemos estado viendo en estos pasajes. Primero, quiero que piense en lo que no está en esa lista. La edad no está. No es que algunas personas puedan ser descalificadas por ser jóvenes, o por ser más viejas. Es un asunto de madurez y de fe en Cristo. ¡Gracias que la edad no está en la lista!
Hay algo más que no está ahí: éxito en los negocios. Muchas veces, en las iglesias que he visitado, los líderes son aquellos que son más exitosos en los negocios y se piensa que son ellos los que pueden liderar en la iglesia. Necesitamos recordar que las cualidades que hacen a una persona exitosa en los negocios en el mundo actual, son aquellas cualidades que lo harían fracasar al liderar la iglesia.
Eso no significa que los hombres de negocio estén descalificados. Al contrario, muchos hombres de negocio exitosos y piadosos son líderes en la iglesia, pero ese no es un requerimiento. No se menciona para nada la experiencia técnica. ¿Lo había notado? Son temas de carácter, de crecimiento en Cristo, de conocimiento de la Palabra y comunicación de la Palabra. No son de experiencia técnica, o de experiencia en lo absoluto. No es una lista de los “chicos entusiastas” en la iglesia. Estos son las personas que a todos gusta, y todos quieren estar a su alrededor.
Esa no es la imagen que tenemos aquí, y notará que las mujeres no son mencionadas allí. Ahora, este es un asunto en el nos adentraremos aún más la próxima semana. En ninguna parte de las Escrituras vemos a Dios designando el rol de liderazgo general en la iglesia a una mujer, no solo porque dice: “marido de una sola mujer”. Ya nos sumergiremos en ello la próxima semana cuando analicemos a los diáconos. Lo que sí vemos es que tanto en la casa como en la iglesia, en la economía de Dios, Dios ha llamado a hombres piadosos a liderar sus casas y sus iglesias. Estoy convencido de que nunca he conocido a una mujer piadosa que no confiara y respetara a un hombre que estuviera mostrando el amor de Cristo y la gloria de Cristo y sirviendo como Cristo lo haría. Se le debe mucho respeto a un hombre como este, y Dios está llamando a hombres en esta iglesia a levantarse y asumir la responsabilidad por el lugar donde Dios nos ha puesto, en nuestros hogares y en nuestras iglesias, para liderar de una forma que honre a Cristo.
Eso es lo que vemos aquí. No hay evidencia en ningún lugar en las Escrituras que diga que el liderazgo general en la iglesia esté siendo reservado para una mujer. No es una cuestión de igualdad. Por favor, escúchenme en esto. No es una cuestión de igualdad; no es que los hombres sean más grandes que las mujeres. Es una cuestión de roles en la economía de Dios, y si usted puede mostrarme en las Escrituras algún otro lugar que diga que eso no es verdad, entonces estaría dispuesto a aceptarlo, pero simplemente es la forma en la que Dios lo ha determinado, y por esa razón, no me voy a disculpar por el hecho de que el liderazgo general de la iglesia está designado a los hombres.
Así, estos detalles no están en la lista. Entonces, ¿qué sí está en la lista? En ella hay todo un grupo de características diferentes. Pienso que esto es lo esencial, y pienso que es lo esencial en lo relativo a cualquier posición de liderazgo en la iglesia: ¿Qué pasará si la iglesia imita a este líder? Quiero que piense en esa pregunta. Esta pregunta ha pesado en mi corazón esta semana. En mi devocional con el Señor en las mañanas, he estado mirando Hebreos 13:11. Allí habla sobre cómo las personas en la iglesia consideran el modo de vida de sus líderes y los imitan, e imitan sus vidas. He escuchado muchas veces que la iglesia asumirá el carácter de su pastor.
Bueno, eso es muy fuerte ahora mismo. Los líderes son llamados a ser personas que pueden decir, tal y como Pablo dijo en el Nuevo Testamento, que no son perfectos; ninguno de nosotros lo es. Yo no soy perfecto, he cometido errores. Otras personas que lideran en la iglesia cometerán errores. Sin embargo, Pablo dijo a las personas en el Nuevo Testamento: “Imítenme, y seguirán a Cristo”. ¡Qué declaración! Esa es una gran responsabilidad. Los líderes deben ser capaces de decir: “Imítenme, y seguirán a Cristo”.
Ahora, realmente hemos subido el nivel, y por eso quiero que piensen en las diferentes facetas de nuestras vidas y en las diferentes facetas de la vida de un anciano. ¿Podemos imitarlo en su vida personal? Hay algunas preguntas sobre su vida personal que son útiles cuando hablamos de la iglesia. ¿Cómo va a verse esto en la iglesia? ¿En su vida personal, es dueño de sí mismo, no dado a la bebida? Eso está en estas listas de que hablamos. No es adicto, no solo al alcohol, tampoco a la Internet, a la comida, o a algo que lo pueda controlar, porque es dueño de sí mismo.
¿Es sabio? ¿Tiene sabiduría para gestionar y liderar la iglesia de Dios? ¿Es pacífico? No incita a la división innecesaria. No va por ahí iniciando conflictos. Eso no es lo que los líderes en la iglesia hacen. ¿Es gentil? Ahora, 2da a Timoteo 2 habla de cómo los líderes de la iglesia enfrentan a aquellos que dan falsas enseñanzas. Esta no es la imagen de un cobarde. No es esto lo que las Escrituras nos muestran. Las Escrituras están mostrándonos un hombre que se levanta y comparte la verdad de Cristo pero que no tiene orgullo ni ego, y que si alguien está en desacuerdo con él, no lo condena y dice a todos que tienen que seguir sus reglas. Es gentil.
¿Es un dador sacrificado?
¿Es un dador sacrificado? Pablo dice que él no es amante del dinero. Es desinteresado en su dádiva, y es lo que les dice que deben hacer en Hechos 20. Dios ayúdame a hacer esto, y provee a otros en la iglesia para que puedan liderarnos en esta cultura materialista en la que estamos. Muéstranos como honrar a Cristo con nuestro dinero y nuestras posesiones. ¿Es un dador sacrificado? ¿Es humilde? ¿Recuerda toda esta imagen del pastor? ¿Es paciente? ¿Es honesto? ¿Es disciplinado? Así, todas estas características necesitan ser mostradas en su vida personal.
Donde más a menudo vemos estas cualidades es en el hogar, en la vida familiar. La pregunta que tenemos que hacernos es: “¿Es este hombre un anciano en su casa?” No todos los hombres son elegibles para ser ancianos en su iglesia, pero todo hombre necesita ser un anciano en su hogar. ¿Está liderando su familia bajo la autoridad de Cristo? ¿Cuida de su familia como el cuerpo de Cristo? ¿Le enseña a su familia la Palabra de Cristo? ¿Es un anciano en su casa? Si es soltero, ¿es dueño de sí mismo? No creo que estas listas descalifiquen a las personas de ninguna manera, particularmente cuando se dice marido de una sola mujer. “Bueno, yo soy soltero, eso me elimina”. No creo que eso sea lo que las Escrituras nos estén enseñando. Pablo fue un buen ejemplo de un líder de iglesia que era soltero. Dijo: “Si puede controlarse y honrar a Cristo en su soltería, entonces hágalo”. Así que, ¿es dueño de si mismo?
Si está casado, esa es la pregunta. Aquí hay todo tipo de problemas. ¿Qué pasa con las personas divorciadas? Si está casado, ¿está completamente comprometido con su esposa? Esa es la pregunta que creo que las Escrituras nos enseñan aquí, y si va a decir: “¿Usted cree que un anciano puede ser alguien con un divorcio en sus antecedentes?”, no creo que haya una respuesta general que podamos dar, porque creo que hay numerosas circunstancias que están representadas en cada una de esas diferentes situaciones. Sin embargo, recuerde que la pregunta suprema es: “¿Queremos que nuestra iglesia imite a este hombre en la forma en la que ama a su esposa? ¿Queremos que nuestra iglesia siga su ejemplo?” Esa es la pregunta a que estamos volviendo.
¿Está completamente comprometido con su esposa?
¿Está completamente comprometido con su esposa? ¿Nos está mostrando cómo amar a nuestras esposas entregando nuestras vidas por ellas? ¿Si tiene hijos, ellos lo honran? Esta es otra pregunta que presentamos, y de la que hemos hablado en una de las listas. ¿Son sus hijos creyentes? “¿Bueno, si mi hijo no es cristiano, eso me descalifica?” La gracia para la salvación no está necesariamente en los genes. Lo sabemos por las Escrituras, así que no creo que eso pueda descalificar a alguien. Sin embargo, recuerde la pregunta a la que estamos volviendo, “¿Es este hombre un modelo de cómo debemos criar a nuestros hijos?” ¿Si tiene hijos, es un modelo de cómo debiéramos criarlos? ¿Está mostrándonos cómo ser padres? ¿Está mostrando a sus hijos cómo seguir a Cristo? ¿Ellos lo honran?
Entonces, necesitamos ver su vida social y de negocios. ¿Es amable con los demás? ¿Es hospitalario? Los ancianos en la iglesia no están aislados, sentados y leyendo sus libros todo el tiempo y siendo nerds de la Biblia. Eso no es lo que son. Los ancianos están afuera, amando a las personas y cuidando de ellas. Obviamente, unos son más extrovertidos que otros, pero tienen que ser hospitalarios. ¿Es amigo de los extraños? ¿Trata a los extraños en una forma digna de su respeto? ¿Muestra favoritismo, está a favor de ciertas personas? Muchas veces tenemos esta situación en la iglesia donde los líderes responden a ciertas personas y a otras no. Eso no es bíblico. Ellos no muestran parcialidad. No muestran favoritismo.
¿Tiene una reputación irreprensible? Esto es inmenso. Usted lo ve una y otra vez en estas listas, esta persona es irreprochable. Esta persona tiene una reputación impecable en sus negocios y en la comunidad mundial. Estoy convencido de que cuando una iglesia escoge ancianos y líderes, esos líderes necesitan estar de pie frente de toda la comunidad y decir: “¿Alguien sabe algo de estos hombres que les impida liderar nuestra iglesia?”. Es como poner un aviso en el periódico que diga: “Estos van a ser nuestros ancianos, si usted sabe algo sobre ellos que no honre a Cristo, déjenoslo saber”. ¡Qué declaración para esta comunidad! “Queremos reflejar la gloria de Cristo, y queremos hacerlo en nuestro liderazgo y en la forma en que lideramos nuestra iglesia” Así quiero mostrar la gloria de Cristo en esta ciudad.
¿Es generoso?
Queremos que nuestro líder refleje la gloria de Cristo en su vida social, de negocios y también en su vida espiritual. ¿Está haciendo discípulos de todas las naciones? No podemos lograr esta misión si no nos está liderando para ello. ¿Está guiando a las personas a Cristo y enseñándoles a seguir a Cristo? ¿Ama a la Palabra? ¿Es un hombre de oración? Hablamos de esto antes. ¿Es santo? ¿Es generoso? ¿Está vertiendo gracia en la comunidad a su alrededor?
Todas estas listas cubren las áreas de su vida personal, familiar, social, de negocios y espiritual. ¿Ve cuán importantes son estos hombres en la iglesia? ¿Ve cuán grande es este rol? Sería mejor preguntar: “¿Quiere usted ser liderado por hombres como este en la iglesia?” ¡No hay duda de que queremos! Esa es la razón por la que las Escrituras lo ha dispuesto así, para que en esta misión a la que nos estamos entregando como iglesia digamos: “Vamos a seguir a los líderes que nos van a guiar, a los que podemos imitar, y que nos muestran cómo cumplir la misión de Cristo en esta ciudad y en todas las naciones.”
La gloria de Cristo es más visible en los líderes de la iglesia. Usted y yo sabemos que en la historia cristiana, particularmente en los años recientes, mucha de la percepción negativa del cristianismo se debe a las fallas de los líderes de la iglesia. ¿Entonces, qué necesita hacer la iglesia? Necesita asegurarse que la gloria de Cristo está siendo reflejada en aquellos que están liderando en la iglesia.
Una última línea…
La última línea es: para mostrar la gloria de Cristo, la iglesia designa y sigue a siervos que están incondicionalmente comprometidos con cumplir la misión de Cristo. La iglesia designa a los líderes y los sigue. Estas dos palabras son muy importantes, porque muchas veces en la iglesia, hacemos una actividad o ninguna, en lugar de ambas. Algunas veces no queremos designar líderes. Con eso no quiero decir que no tenemos estructura de liderazgo. Nunca he encontrado con una iglesia que no tenga varios líderes. Sin embargo, no designamos líderes que se ajusten con estas aptitudes y responsabilidades, y permitimos que eso sea lo menos importante en la iglesia. Eso no es bíblico, y no podemos lograr la misión de Cristo si no lo hacemos.
Hay líderes como esos en la iglesia
Al mismo tiempo, muchas veces, hay líderes como esos en la iglesia y, por nuestro individualismo, por nuestra autosuficiencia, nos resistimos a ese liderazgo cuando somos llamados en las Escrituras, como una iglesia local, a seguir a ese liderazgo. Es una cuestión de choque transcultural. Es lo que estamos convocados a hacer incluso en mi generación. Somos anti-autoritarios.Esto no es bíblico cuando se habla de los líderes en la iglesia local.
Aquí, en esta iglesia, muchos de ustedes lo saben, muchos de ustedes no, ahora mismo hay pastores que han estado aquí desde los inicios de esta iglesia. Pastores que son pastores laicos y pastores vocacionales, ambos a la vez. Estos son los hombres que están liderando la iglesia ahora. Estos son los hombres que Dios ha designado para ser líderes en esta iglesia.
Dios ha llamado a estos hombres para ser líderes de esta iglesia, y yo me ajustaré a eso, entonces tenemos la responsabilidad de orar por ellos y de animarles y agradecerle a Dios por ellos, de hacer lo que podamos para ayudarles a cumplir con la misión de Cristo mientras nos lideran. Quiero que tengamos un momento en el que oremos por ellos y estemos cerca de ellos y los alentemos en oración.