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3.2 billion people will live and die without hearing the good news of Jesus. Let’s change that together.

La Fe Perdura

La vida a menudo puede caracterizarse por altibajos que también desafían nuestra fe. En este mensaje sobre Santiago 4:13–5:20, el pastor David Platt llama a los cristianos a tener una fe que persevera a través de todas las estaciones de la vida. Concluyendo la serie sobre Santiago, comparte siete características de una fe que perdura.

  1. La fe es humilde ante la soberanía de Dios.
  2. La fe es obediente a la voluntad de Dios.
  3. La fe confía en la justicia de Dios.
  4. La fe es paciente en el sufrimiento.
  5. La fe es confiable al hablar.
  6. La fe ora ante la tristeza.
  7. La fe muetra amor a los pecadores.

La Fe Perdura

Bien, si usted tiene una Biblia y espero que así sea, déjeme invitarle a abrirla conmigo en Santiago capítulo 4. Llegamos a nuestro último sermón de la serie del libro de Santiago. Un hermano estaba compartiendo cuán agradecido se sentía por la forma en que este libro ha hablado a su vida y a la vida de nuestra iglesia durante los últimos dos meses. Y entonces él concluyó diciendo: “Pero de lo que más estoy agradecido es de que Santiago tiene solo 5 capítulos”.

De modo que vamos a estar en el final del capítulo 4 y entonces en el capítulo 5 y es cierto, Santiago nos ha sacudido bastante, pero para bien, el bien del pueblo de Dios, para gloria del nombre de Dios. Solo piense en lo que ha hecho la Palabra para afectar a las personas alrededor del mundo durante los últimos 2 meses para la gloria del nombre de Dios. La Palabra es buena.

Para ser honesto, este sermón va a estar en todas partes, porque este texto está por todas partes. La forma en que yo entiendo la predicación es que nuestro estudio de la Palabra, nuestra predicación basada en la Palabra, debe reflejar el texto y así este sermón va estar en todas partes, pero la culpa es totalmente de Santiago. Esta serie completa es culpa de Santiago por ese asunto. Y en cierta forma digo esto bromeando pero esto es bueno. Son buenas noticias que la Palabra de Dios dirige nuestro estudio como una comunidad de fe. Vamos semana por semana, mes por mes, año por año, dejando a la Palabra hacer la obra. Entonces, los distintos libros en esta Palabra van a hacer diferentes cosas.

Libros como Rut van a consolarnos y libros como Santiago van a desafiarnos y van a mantenernos en equilibrio, de manera que estemos concentrados en que lo más importante es lo que Dios ha dicho. Dios va a tomar su Palabra y va a formar nuestras vidas, nuestras familias y esta familia de fe en lo que es mejor para nosotros, lo que es mejor para la gente alrededor nuestro que no conoce a Cristo y finalmente lo que es mejor para Su gloria en el mundo.

La Fe que Persevera

De manera que, gracias a Dios la Palabra hace la obra. Desafortunadamente eso significa que vamos a estar por todas partes. Así que si tengo un pensamiento central que realmente persiste a través de todo este pasaje, es un cuadro de la fe que persevera, fe que perdura. Y lo que quiero que hagamos es leer este texto y que entonces pensemos acerca de 7 características de la fe que persevera hasta el fin, la fe que perdura por toda la eternidad y permitir que eso nos guíe a concluir nuestro estudio en Santiago.

Así que vea conmigo desde Santiago 4: 13 Santiago escribe: 13 Ahora escuchen esto, ustedes que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, pasaremos allí un año, haremos negocios y ganaremos dinero.» 14 ¡Y eso que ni siquiera saben qué sucederá mañana! ¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece. 15 Más bien, debieran decir: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.» 16 Pero ahora se *jactan en sus fanfarronerías. Toda esta jactancia es mala. 17 Así que comete pecado todo el que sabe hacer el bien y no lo hace.

Advertencia a los Ricos Opresores

5 Ahora escuchen, ustedes los ricos: ¡lloren a gritos por las calamidades que se les vienen encima! 2 Se ha podrido su riqueza, y sus ropas están comidas por la polilla. 3 Se han oxidado su oro y su plata. Ese óxido dará testimonio contra ustedes y consumirá como fuego sus cuerpos. Han amontonado riquezas, ¡y eso que estamos en los últimos tiempos! 4 Oigan cómo clama contra ustedes el salario no pagado a los obreros que les trabajaron sus campos. El clamor de esos trabajadores ha llegado a oídos del Señor Todopoderoso. 5 Ustedes han llevado en este mundo una vida de lujo y de placer desenfrenado. Lo que han hecho es engordar para el día de la matanza.6 Han condenado y matado al justo sin que él les ofreciera resistencia.

7 Por tanto, hermanos, tengan paciencia hasta la venida del Señor. Miren cómo espera el agricultor a que la tierra dé su precioso fruto y con qué paciencia aguarda las temporadas de lluvia. 8 Así también ustedes, manténganse firmes y aguarden con paciencia la venida del Señor, que ya se acerca. 9 No se quejen unos de otros, hermanos, para que no sean juzgados. ¡El juez ya está a la puerta!

10 Hermanos, tomen como ejemplo de sufrimiento y de paciencia a los profetas que hablaron en el nombre del Señor. 11 En verdad, consideramos *dichosos a los que perseveraron. Ustedes han oído hablar de la perseverancia de Job, y han visto lo que al final le dio el Señor. Es que el Señor es muy compasivo y misericordioso.

12 Sobre todo, hermanos míos, no juren ni por el cielo ni por la tierra ni por ninguna otra cosa. Que su «sí» sea «sí», y su «no», «no», para que no sean condenados.

13 ¿Está afligido alguno entre ustedes? Que ore. ¿Está alguno de buen ánimo? Que cante alabanzas. 14 ¿Está enfermo alguno de ustedes? Haga llamar a los *ancianos de la iglesia para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor. 15 La oración de fe sanará al enfermo y el Señor lo levantará. Y si ha pecado, su pecado se le perdonará. 16 Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.

17 Elías era un hombre con debilidades como las nuestras. Con fervor oró que no lloviera, y no llovió sobre la tierra durante tres años y medio. 18 Volvió a orar, y el cielo dio su lluvia y la tierra produjo sus frutos.

19 Hermanos míos, si alguno de ustedes se extravía de la verdad, y otro lo hace volver a ella, 20 recuerden que quien hace volver a un pecador de su extravío, lo salvará de la muerte y cubrirá muchísimos pecados Padre, sabemos que tu Palabra es buena y te agradecemos por hablarnos y darnos esta Palabra y por la obra que hace el Espíritu aun en este momento para abrir nuestras mentes y nuestros corazones para entenderla. Así que es todo lo que pedimos que hagas.

Padre, pido por los hermanos y hermanas de esta familia de fe que están sufriendo y atravesando por dificultades. Oro que tu Palabra los consuele. Oro que en cualquiera de nuestras luchas con el pecado, tu Palabra nos dé convicción. Y oro que Tú abras nuestros ojos respecto a la brevedad de nuestras vidas. Que nos ayudes a darnos cuenta que somos neblina, un vapor. Que tú tomes nuestras vidas y permitas que valgan la pena para la gloria de Tu nombre en el escenario de la historia humana. En el nombre de Jesús. Amén.

Muy bien, característica número uno. Quiero mostrarles un cuadro de la fe que perdura y vamos avanzar bastante rápido a través de algunas de estas cosas. Así que estemos listos, vamos a pasar rápidamente de un punto al siguiente.

Es Humilde ante la Soberania de Dios

Primero, la fe que persevera es humilde ante la soberanía de Dios. Los viajes de negocios eran bastante comunes en el primer siglo, y en el lenguaje típico de los negocios diríamos cosas como la del verso 13, “Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, pasaremos allí un año, haremos negocios y ganaremos dinero.» y la gente habla sobre asuntos y planes de negocios como si fueran certezas. Y lo que Santiago nos advierte aquí es que podemos estar tan inmersos en el reino material, tan inmersos en pensar acerca de nuestros planes, tácticas y estrategias, en los avances de nuestra carrera y lo que vamos a hacer y cómo vamos a producir dinero, que si no tenemos cuidado, llegaremos a estar ciegos a las realidades espirituales. Tan inmersos en el reino material que nos cegamos ante las realidades espirituales.

El problema aquí no es la planificación en sí misma. El problema aquí es planear de tal manera que Dios no sea parte de esos planes. Santiago dice: ¿Ustedes están planeando hacer eso el año próximo? ¿Así es como piensan hacer dinero? La realidad es que ustedes no tienen garantizada la respiración para el próximo momento. Ustedes están sujetos a la soberana voluntad de Dios. “Ustedes actúan como si – para usar un término contemporáneo—ustedes están actuando como ‘Wall Street’ y como si sus planes de negocios descansan sobre piedra y van a suceder, cuando la realidad es que no tienen garantizada la vida para el final de este día”.

Este es el cuadro, y suena un poco mórbido, pero la realidad del texto demanda que nosotros confrontemos este hecho. No hay garantía de que ninguno de nosotros en esta familia de fe recostaremos nuestra cabeza en la almohada esta noche, vivos. No importa cuán joven o viejo usted sea, la realidad es que usted no tiene garantía de sobrevivir a este día de hoy. Dios es soberano sobre nuestra vida y nuestra muerte. Y nuestras vidas son una neblina, humo, literalmente un vapor. Estamos aquí en este segundo, nos fuimos en el siguiente. Solo estaremos aquí mañana si es la voluntad de Dios.

Dios es soberano sobre nuestra vida y nuestra muerte y sobre nuestras actividades y emprendimientos. Si es la voluntad del Señor, viviremos y haremos esto y aquello. Todo lo que hacemos, todo lo que logramos, todo lo que alcanzamos en esta vida es bajo la soberana voluntad de Dios.

Ahora, la intención aquí no es crear un fatalismo pasivo que dice “bueno, no voy a hacer nada, Dios tiene todo en control por lo que yo esperaré y veré que él decide” no, eso no es en absoluto de lo que Santiago está hablando. A todo lo largo de este libro, él nos ha dado mandamientos, acciones, instrucciones prácticas para obedecer y seguir. Así que esta es una activa, humilde sumisión a la soberana voluntad de Dios que dice “Está bien, yo tengo estos planes, pero la realidad es que solo van a ocurrir si el Señor quiere. Yo solo voy a vivir si Dios quiere.”

Y no es que tengamos necesariamente que repetir esa frase antes de cada plan que hacemos, a pesar de que no es gravoso para nosotros decir eso en voz alta como reflejo de lo que hay en nuestros corazones. Pero es la mentalidad de que seamos continuamente sumisos ante Dios. Esta es una forma radicalmente diferente de pensar y de vivir en este mundo. Vivimos en un mundo que trata de convencernos cada día, hombres y mujeres de envolvernos en negocios, negocios y más ocupaciones en nuestras vidas. Este mundo trata de convencernos de que vamos a estar aquí para siempre y Santiago dice: “No, sométanse a Dios” y sí, trabajen, planifiquen y vivan, pero vivan sabiendo que cada uno de sus respiros dependen de Dios. No vivan en la autosuficiencia de la cultura americana. Vivan en dependencia del Dios de la Escritura.

Es una forma muy distinta de vivir. Todo en nuestra cultura dice “vivan con autosuficiencia”, la Escritura dice vivan en dependencia de Dios en cada una de las cosas. La fe que perdura es humilde ante la soberanía de Dios. Aquí está la realidad, cada una de nuestras vidas en esta familia de fe es una neblina. Estamos aquí en este momento y tan rápido como en un instante, ya no estaremos. Así que ¿Cómo hacer para que su vida aquí cuente bajo la soberanía de Dios y para la gloria de Dios? La fe que perdura es humilde ante la soberanía de Dios.

Es Obediente a la Voluntad de Dios

Segundo, relativo a eso, la fe que perdura es obediente a la voluntad de Dios. Vs 17. “Así que comete pecado todo el que sabe hacer el bien y no lo hace.” Humilde sumisión a la voluntad de Dios significa humilde obediencia a la voluntad de Dios. Ahora, aquí es donde Santiago nos da la perspectiva necesaria, y realmente una contra-perspectiva sobre cómo nosotros a menudo pensamos acerca del pecado. Nosotros frecuentemente pensamos acerca del pecado en términos de pecados de comisión, y con esto quiero decir, hacer lo que Dios ha dicho que no hagamos. Dios dice no mientas, así que mentir es pecado, Dios dice no codicies, así que codiciar es pecado. Dios dice no hagas estas cosas y sabemos que hemos desobedecido a Dios cuando las hacemos.

Pero ese no es el cuadro de pecado que nos da la Escritura. Y Santiago está explícitamente recordándonos aquí que hay pecados de omisión, los cuales no involucran lo que Dios ha dicho que no hagamos: pecados de omisión son aquellos que hacen caso omiso de lo que Dios ha dicho que se haga. Escuchar la Palabra y la voluntad de Dios, y elegir no hacerla. Cuando Heather y yo le decimos a Caleb o a Josué, “no le tires eso a tu hermano” si ellos lo hacen son desobedientes. Al mismo tiempo, si decimos: Josué o Caleb, a limpiar, es tiempo de limpiar, si ellos no limpian, ¿Es eso desobediencia? Si, absolutamente, es desobediencia. El cuadro es, cuando alguien que tiene autoridad, Dios, nos pide hacer algo, escogemos ignorarlo.

Y Santiago nos ha dicho, “No muestren favoritismo” así que hay mostramos favoritismo ¿es? Pecado. El también nos ha dicho que cuidemos del necesitado, así que no cuidar del necesitado es ¿qué? Pecado. Ese es el porqué he usado la ilustración antes, de que si alguien proclama ser cristiano y aun es indulgente a diario con la inmoralidad sexual y se han entregado a aquello que Dios ha dicho que no hagan. “no se entreguen a la inmoralidad sexual”. Aun cuando la palabra muestra que esto está en contra de lo que Dios ha dicho—Dios ha dicho que no lo hagan– ellos se complacen en la inmoralidad sexual día por día. Ese es un pecado muy serio. Yo diría eternamente serio, cuando usted mira la Escritura que dice “la inmoralidad sexual no heredará el reino de Dios”. Es extremadamente peligroso.

Ahora, es más fácil para nosotros ver eso, que captar ese cuadro del pecado de omisión aquí. Cuando Dios dice cuiden del necesitado, cuando vemos eso en la Palabra, y aun diariamente nos complacemos a nosotros mismos mientras ignoramos al pobre, ese es un pecado serio, eternalmente serio. ¿Recuerda Mateo 25? Así es como Jesús habló acerca de los pecados de omisión cuando se trata de cuidar a los necesitados.

El dice: “Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y ustedes no me dieron nada de comer; tuve sed, y no me dieron nada de beber; fui forastero, y no me dieron alojamiento; necesité ropa, y no me vistieron; estuve enfermo y en la cárcel, y no me atendieron…”

No se pierda esta información: Ellos son sentenciados al infierno, no por lo que hicieron, sino por lo que ellos no hicieron. Hemos visto esto en la Palabra. Lo hemos visto ampliamente hasta ahora. Nosotros, en el cristianismo contemporáneo hemos ignorado esto en la Palabra. Pero Dios nos ha mostrado en la Palabra que esta es una prioridad uno-A. Es un mandato para nosotros cuidar particularmente de nuestros hermanos y hermanas pobres en el mundo. Por tanto, alejarnos de esta serie de Santiago, alejarnos de lo que hemos visto en la Palabra una y otra vez, y continuar viviendo nuestras vidas en una “cultura 280”, tal como hemos vivido siempre, es pecado. Eso es pecado. No perdura, es eternalmente serio. La fe que perdura es obediente a la voluntad de Dios.

Confía en la Justicia de Dios

Eso nos guía a la tercera característica. La fe que perdura confía en la justicia de Dios. Este énfasis en el pobre en el libro de Santiago, nos guía al lenguaje más duro, yo pienso, en todo el libro. En Santiago capitulo 5: 1-6, y quiero que veamos el trasfondo de este lenguaje. Lo que Santiago está enfatizando es que el Juez del mundo, el Señor Jesucristo, viene, el juicio de Dios viene.

Veamos esto del lenguaje: en el verso 1, él dice: “vienen calamidades”, verso 3; “Se han oxidado su oro y su plata… ¡y eso que estamos en los últimos tiempos!” Verso 5: “Lo que han hecho es engordar para el día de la matanza”. El día en que vendrá el Juicio de Dios. Verso 7: tengan paciencia hasta la venida del Señor. Verso 8, final del verso 8: “manténganse firmes y aguarden con paciencia la venida del Señor, que ya se acerca”. Y entonces en el verso 9 él dice: “El juez ya está a la puerta”. Ese es el tono que permea el trasfondo de estos versos.

Esto nos lleva de regreso al final del capítulo 4, nuestras vidas son neblina. Se evapora en un momento, pero por que el juez está a la puerta, y el juicio de Dios viene, y cuando él venga él hará dos cosas que Santiago esta enfatizando aquí: Número uno: Él viene a juzgar al pecador. Ahora quiero señalar algo extremadamente importante aquí en Santiago capítulo 5. Estos primeros seis versos están mayormente dirigidos a los ricos no creyentes. Él nunca los llama hermanos, él solo les dice que lloren y se lamenten. El lenguaje es similar al que veríamos en un profeta pronunciando juicio y condenación sobre una nación pagana.

En todas las indicaciones que tenemos, estos seis versos están escritos específicamente para los ricos no cristianos. Y no es en manera alguna una acusación por el hecho de las riquezas en sí mimas. Pero es una acusación de su uso pecaminoso de las riquezas. Ahora, usted podría preguntar: “¿Y porqué en medio de una carta escrita para cristianos e iglesias, porqué Santiago da un giro hacia los ricos no creyentes?” Yo pienso que el propósito tiene doble filo. Por un lado, y vamos a ver esto en un momento, él le está recordando a la iglesia que la justicia de Dios va a ser ejecutada. Especialmente aquellos quienes son oprimidos por el rico, ellos podían confiar en que a pesar de la injusticia que se está ejerciendo sobre ellos día a día, la justicia de Dios vendrá.

Segundo, sabemos que había algunos que eran ricos en la comunidad de fe y estoy convencido, aquí en los versos 1-6, aunque están dirigidos explícita e intencionalmente hacia el rico no creyente, hay advertencias implícitas para los creyentes ricos, cristianos que tenían riquezas, cuyas vidas debían lucir muy, muy diferentes de este cuadro aquí, que el pueblo de Dios no debe vivir de esa manera.

Y así quiero que oigamos esto en esta forma, quiero que lo escuchemos desde la perspectiva, en un sentido, de un débil, empobrecido, probablemente perseguido y oprimido cristiano del primer siglo. Al mismo tiempo, quiero que oigamos esto, porque nos identificamos más con el rico en la iglesia, y hemos hablado de eso una y otra vez, que nuestra iglesia es inmensamente rica comparada con el resto del mundo. Y por tanto necesitamos escuchar las advertencias implícitas para nosotros en este texto.

Él viene a juzgar al pecador por cuatro cosas que ha hecho que están listadas aquí: número uno, él viene a juzgar al pecador por acaparar riquezas. “Se ha podrido su riqueza, y sus ropas están comidas por la polilla. 3 Se han oxidado su oro y su plata. Ese óxido dará testimonio contra ustedes y consumirá como fuego sus cuerpos. Han amontonado riquezas, ¡y eso que estamos en los últimos tiempos!” (Santiago 5: 2,3).

Reitero, no los está acusando por las riquezas en sí mismas, sino por lo que estaban haciendo con ellas., las estaban acaparando. Ellos estaban almacenando bienes en almacenes, para usar un poco la analogía de Jesús en Lucas 12. Estaban almacenando sus posesiones, su ropa, su dinero, ahorrándolo aparte, acaparándolos y se estaban pudriendo. “Se ha podrido su riqueza, y sus ropas están comidas por la polilla, mientras otros a su alrededor de ustedes están en gran necesidad, todo los bienes que ustedes tienen se están perdiendo, se están corroyendo” él dice: su oro y su plata están oxidados, y alguien dice: “Bueno, quizás Santiago quería decir otra cosa o debió usar otra palabra ahí porque el oro no se oxida, como otros metales.” Pero ese es el punto, aun eso que pensamos que perdurará, aquello por lo que consumimos nuestra vida en este mundo, aun eso que ellos piensan que perdura en este mundo, aun lo más preciado que pensamos que dura, se quema y se corroe.

Y Santiago dice: “consumirá como fuego sus cuerpos. Ustedes han acaparado, han construido graneros más grandes, para ustedes y cuando el juez venga, lo va a quemar todo en el fuego y ustedes con ello. Sus riquezas acaparadas testificarán contra ustedes”.

Ese era el cuadro. Sus tesoros en la tierra les traerían tormento en la eternidad. Lucas 12, presten atención a esto: un hombre rico dice: “Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes, donde pueda almacenar todo mi grano y mis bienes. 19 Y diré: Alma mía, ya tienes bastantes cosas buenas guardadas para muchos años. Descansa, come, bebe y goza de la vida.” (Lucas 12: 18-19) ¿No es este un cuadro del sueño americano?

Almacena, almacena todo de modo que estés provisto. Come, bebe, y disfruta porque tienes todo lo que necesitas. Eso es lo que somos ahora en nuestra cultura. Y Jesús dijo: “¡Necio! Esta misma noche te van a reclamar la vida. ¿Y quién se quedará con lo que has acumulado? Así le sucede al que acumula riquezas para sí mismo, en vez de ser rico delante de Dios”. (Lucas 12: 20-21).

¡Oh hermanos y hermanas!, tengan cuidado, mucho cuidado con almacenar tesoros en la tierra, “donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar.”

Él viene a juzgar al pecador por acaparar riqueza. Segundo, por engañar a los trabajadores. En esa época, la concentración de la tierra estaba en las manos de unos pocos propietarios, quienes para su satisfacción personal, a menudo les retenían el salario a sus obreros. Ahora, para un trabajador oprimido y pobre, que le retengan sus honorarios, significaría posiblemente irse sin el sustento diario, la comida, el pan y el agua. Él les dice a ellos: “Ustedes acumulando posesiones mientras las personas están muriendo”.

Tercero, “ustedes será juzgados por vivir en la autocomplacencia “. Captemos la imagen aquí: “Lo que han hecho es engordar para el día de la matanza” (Sgto. 5:5). Absorbamos esa idea. Como una vaca que está atracándose de comida momentos antes de ir al matadero, ese es el cuadro de las personas que se atiborran a sí mismas de lujo y autocomplacencia, él dice, pensando que disfrutan de todo cuando en realidad en solo un instante usted va a ser matado. ¡Que cuadro! Si esto no es una advertencia suficientemente grave contra la mentalidad auto indulgente inherente a los valores e ideales en nuestra cultura, entonces yo no sé que es.

Y todo esto nos conduce a la punzante acusación del final. Ellos serán juzgados por condenar a los hombres. En su lujo y autocomplacencia ellos estaban condenando, asesinando a hombres inocentes (Sgto. 5:6). Yo estaba tan impactado por un comentarista que dijo sobre el verso 6: “en el mundo judío, privar a una persona de su sustento era como matarla”. Despojar al pobre, retener lo que le corresponde, es equivalente a matarlo. También me impactó porque no podía pensar en la cultura de riqueza en que vivimos mientras miles mueren diariamente porque no tienen comida ni agua. Y el cuadro es que ustedes están condenando personas y su opresión sobre otros los conducirá a su propia condenación.

Ahora les recuerdo, esta fue una palabra para el rico no creyente. Esta condenación, aquellos que han creído en Cristo, no hay condenación para aquellos que están en Cristo Jesús. Así que ánimo, halle fortaleza en eso. Al mismo tiempo, pausa, iglesia, detente por un minuto y solo pregunta si hay evidencia de acaparamiento de riquezas, engaño de obreros, o de vida lujosa y autocomplaciente, y mientras no está puesto explícitamente de esa forma, por ignorar al pobre, lo matamos. Oh hermanos y hermanas en esta familia de fe, ajústate y avanza en los días por delante, mientras hablamos y pensamos sobre sacrificar lujos por el bien de las urgentes necesidades espirituales y físicas alrededor del mundo. Habrá tentaciones en cada punto para que retornemos a la cultura que nos rodea. Yo le urjo a ajustarnos y avanzar. ¡No se rinda, no se rinda, no se rinda!

Hagamos tesoros en el cielo. No nos preocupemos de que no tengamos suficiente para nosotros mismos. Vivamos para el bien de aquellos que están en necesidad y confiemos en Dios. Confiemos en Dios, ese es todo el asunto.

Dios viene, el juez viene a juzgar al pecador y él viene a liberar al justo. Me encanta esta parte, en el capítulo 5, segunda mitad del verso 4: “El clamor de esos trabajadores ha llegado a oídos del Señor Todopoderoso”. Ahora, aquí es donde quiero recordarles ponernos en los zapatos de un oprimido, perseguido, empobrecido, y probado creyente que es perseguido por este rico opresor. Y lo que Dios está diciendo es “yo sé que ustedes están rodeados de injusticia, pero confíen en Dios, su clamor ha sido escuchado por el Señor de los ejércitos.” Literalmente el Dios de los ejércitos en las alturas. Este es el cuadro. Dios se deleita en mostrar su poder y su grandeza al escuchar al pobre y venir en su ayuda, defendiendo a aquellos que están necesitados y ese es el punto. Él está diciendo que viene a liberarte, el Rey viene, se paciente hasta la venida del Señor. Se paciente que la venida del Señor está cerca.

Versículo 8, oh, esto cambia la forma en que vivimos en este mundo. Cuando comenzamos a hablar acerca de este cuadro de cambio radical que experimentó el personal, yo recuerdo un día en que estábamos pensando, “Muy bien, ¿cómo aplicaría esto en el presupuesto de la iglesia? Y un miembro del personal me dijo: “Bueno, esto suena como si fuéramos a actuar en este próximo año como si Jesús regresará antes del final del año” ¡Si!, ¡Si!, Usted no almacena más cosas en graneros si él ésta por volver. Usted lo invierte en asegurarse de que la gente alrededor del mundo esté listas cuando él regrese. Esto cambia cómo usted vive y cómo usted gasta. Oh esto es tan diferente, esto es tan diferente. Dios nos ayuda a confiar en su justicia, a enfocarnos en su venida y esperarla, a vivir deseosos de su venida.

Es Paciente en el Sufrimiento

Bien, la fe que perdura confía en la justicia de Dios. Ahora, esto nos conduce al siguiente cuadro: la fe que perdura es paciente en el sufrimiento. Este es claramente el tema en la siguiente porción de esta carta desde el verso 7 hasta el 11. Encierre en un círculo cada vez que vea la palabra paciencia o perseverancia. Escuche esto: “tengan paciencia”, encierre en un círculo ahí en el verso 7. Verso 8: “manténganse firmes y aguarden con paciencia”. Verso 10, “tomen como ejemplo de sufrimiento y de paciencia” Verso 11: “Consideramos dichosos a los que perseveraron. Ustedes han oído hablar de la perseverancia de Job”. Paciencia, perseverancia.

Y lo que hace Santiago es darnos tres increíbles, preciosos cuadros de paciencia y perseverancia. El dijo: Miren cómo espera el agricultor a que la tierra dé su precioso fruto”. En una sociedad agrícola, en un contexto donde el clima no es simplemente algo que ocurre, donde el clima determina si vas a vivir o morir, donde usted depende de las lluvias, Si no hay suficiente lluvia, entonces habrá sequía. Si hay mucha lluvia, entonces habrá inundación. Todas esas cosas implican que el agricultor sea paciente, porque no puede controlarlas. Habla acerca de tener paciencia y este es un cuadro muy hermoso.

Síganme aquí: como el agricultor, confíe en Dios en aquello que usted no puede controlar. El agricultor no puede determinar cuándo lloverá y cuando no. De modo que Santiago dice “Esta es la manera de la venida del Señor y la manera cómo la justicia los rodea. Ustedes están atravesando sufrimiento y problemas. Sean pacientes. Hay cosas que usted no puede controlar, así que confíe en Dios como el agricultor. Confíe en Dios en aquello que usted no puede controlar. “

Pero entonces, en segundo lugar, Honre a Dios con lo que puede controlar. En el versículo 9, Santiago menciona que ellos estaban quejándose unos de otros, criticándose unos a otros y había la tentación de hablar de formas que no honraban a Dios en medio de sus luchas. Y Santiago dice; “ustedes pueden controlar eso, recuerden que el juez está a la puerta. Ustedes quieren ser hallados fieles cuando él regrese. ¿No es una palabra fuerte?

Piense en esto: tal vez hoy usted está atravesando problemas y sufrimiento. ¿No hay un montón de cosas de las cuales usted siente que están totalmente fuera de su control? ¿Fuera de su control? Usted no pude hacer nada para cambiarlas. Siempre que atravesamos pruebas hay montones de cosas respecto a las cuales no podemos hacer nada. Así que la Palabra aquí es, como el agricultor, ser paciente y confiar en Dios en aquello que no podemos controlar. Ahora, esto no significa que el agricultor se va a sentar y no va a plantar la semilla, ni va a hacer su trabajo. No, él está ahí haciéndolo. Él está honrando a Dios lo que él puede controlar y ahí están las cosas en cada contexto en que atravesamos sufrimiento, lucha o prueba, que nosotros podemos controlar.

Podemos controlar nuestra respuesta. Podemos controlar nuestros pensamientos y nuestras palabras y nuestras acciones. Si ustedes, hermanos, hermanas, están atravesando pruebas y sufrimientos en este momento, quiero urgirles, ustedes enloquecerían tratando de controlar lo que está fuera de su control. De modo que confíen en Dios, un Dios bueno y sabio que está en control de esas cosas. Y entonces identifique con claridad lo que usted puede controlar y honre a Dios en eso. Y confíe que tal como el Agricultor, el Señor de la siega proveerá la cosecha en su debido tiempo. Confíe en él, hónrelo, confíe en el Dios de la siega, honre al señor de la cosecha, ese es el cuadro, como el de un agricultor esperando por la cosecha.

Entonces, como un profeta, hablando la verdad. Sí, el profeta estaba siendo perseguido, rodeado de injusticia, ¿Qué sucedía en medio de esa situación? No es una paciencia pasiva que solo se sienta y no hace nada. El profeta estaba en la línea del frente, hablando la verdad de Dios, hablando contra la injusticia, hablando de la misericordia de Dios y el juicio de Dios en medio de la lucha.

Oh, yo miro a lo largo de esta familia de fe y yo se que en esta familia podríamos pasar lista y hallar hermanos y hermanas, familias que están atravesando luchas muy difíciles. Y alabo a Dios por la forma como él está dando de su gracia a estas familias en medio de la prueba, para hablar de la bondad de Dios y hablar de la grandeza de Dios y para hablar de la misericordia de Dios en medio de la prueba.

Como un profeta hablando la verdad, y como Job, esperando en el propósito de Dios. Me gusta el verso 11: “Ustedes han oído hablar de la perseverancia de Job, y han visto lo que al final le dio el Señor. Es que el Señor es muy compasivo y misericordioso” ¿no se queda corta esta declaración? 42 penosos capítulos, ¿Cuándo va a terminar esto?

¿Por qué está pasando esto? Después de 42 capítulos él concluye diciendo “De oídas te había oído, pero ahora mis ojos te ven”. Todo el punto en la historia de Job es que el Señor está lleno de compasión y de misericordia. Es la conclusión a la que llega Job. Pero le toma 42 capítulos llegar ahí. Cuando ustedes estén atravesando sufrimiento, yo les urjo hermanos y hermanas, recordar que ese no es final. Usted está en el valle, no pero es final.

El final es el propósito de Dios. El se mostrará compasivo y misericordioso. Aun cuando las tinieblas nos rodeen, él nos mostrará su compasión y misericordia. Así que, como el agricultor, confíe en la cosecha. Honre a Dios en lo que usted puede controlar, y como Job, espere en su propósito.

Ahora, llegamos al verso 12 y se siente como que, seré honesto, como si Santiago doblara a la izquierda. “oh, debía mencionar esto algunos capítulos antes, pero lo olvidé, así que lo voy plantear ahora aquí”. Y yo sé que en la inspiración del Espíritu Santo eso conecta de alguna forma, solo que no puedo explicarlo.

Es Digna de Confianza en Su Hablar

De manera que, otra nota, la fe que perdura es digna de confianza en su hablar y no voy a emplear mucho tiempo aquí porque realmente enfocamos ese tema en Santiago 3. Es un tema recurrente en todo el libro, pero las palabras de nuestras bocas deben ser consistentes, tan confiables, que ellas garanticen credibilidad en si mismas. La fe que perdura es digna de confianza en su hablar.

Es Fervorosa en Oración en la Aflicción

Ahora, de regreso a lo que pienso que tiene un poco más de sentido en este contexto, pero sometido a la soberana voluntad de Dios y la Palabra del Espíritu Santo. La fe que perdura es fervorosa en oración en la aflicción. Abordemos este cuadro como hicimos con el de la paciencia y marquemos los versos que nos conducen a este punto, ahora, lo haremos con la palabra oración:

Encierre en un círculo, verso 13 “¿Está afligido alguno entre ustedes? Que ore” marque la palabra orar aquí. Verso 14 “¿Está enfermo alguno de ustedes? Haga llamar a los ancianos de la iglesia para que oren por él” marque ahí la oración. Verso 15: “la oración”, enciérrela en un circulo. Verso 16 “La oración del justo es poderosa y eficaz.” Verso 17: Elías…con fervor oró que no lloviera”. Verso 18: “Volvió a orar”.

Cada versículo menciona la oración al menos una vez. Ferviente oración en la aflicción.

Esta no es una paciencia pasiva, sino activa. ¿Cómo crece usted en paciencia en medio del sufrimiento? Santiago dice que ore. Solo Dios puede darle la paciencia que usted necesita para sobrellevar el sufrimiento y el dolor y la vía por la que usted recibirá esa paciencia es la oración. Y esto es hermoso, podemos regresar al agricultor confiando en Dios en lo que no puede controlar. Usted y yo tenemos el privilegio de la comunión con Dios quien está en control. ¡Wao! Fervorosa oración en la aflicción.

Ore cuando esté sufriendo. Hay toda clase de dolor de los que Santiago ha hablado. Dolor físico, espiritual, tentaciones, dolor emocional, dolor financiero que él ha tratado y yo se que todos esos problemas se dan en la familia de la fe, aun cuando hablamos de sacrificar nuestras riquezas para las necesidades del mundo. Hay personas que tienen dificultades financieras; hay personas que tienen dificultades emocionales, luchas espirituales. Ore cuando esté sufriendo y ore cuando esté alegre.

“¿Está alguno de buen ánimo? Que cante alabanzas”. (Santiago 5:13) ore y alabe, ore y alabe, esa es una gran manera de vivir. Ore y alabe, ore y alabe. “Orar” él dice “con los ancianos” Verso 14. ¿Está alguno de ustedes enfermo? Debe llamar a los ancianos de la iglesia para oren por él. Ahora, la implicación aquí es que alguien de la iglesia esta tan enfermo que está en cama, incapaz de congregarse y por eso los ancianos, invitados por ese hermano o hermana, irán a ellos y oraran con ellos en sus enfermedades.

Los ancianos y yo hemos tenido el privilegio, el gozo, de hacer esto en varias ocasiones cuando un hermano o hermana que no puede congregarse con nosotros nos ha dicho “¿vendrán ustedes y orarán por mí? Así que vamos y tenemos un tiempo especial de oración sobre el hermano o hermana en ese contexto.

Ahora, Santiago menciona “haga llamar a los ancianos de la iglesia para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor”. Santiago 5:14. Ahora, han pasado alrededor de 2000 años de discusión acerca de lo que está planteado. Por qué la unción en el nombre del Señor, y así, oigan 2000 años condensados en dos minutos.

¿Están listos? Aquí vamos: Algunos han dicho que el aceite es medicinal. Ese aceite era un ungüento medicinal común que se usaba, de manera que básicamente está diciendo, oren y denle medicina. Así que mientras oras confía que Dios ha ordenado los medios para traer sanidad. Así que usamos medicinas.

Ahora, hay un par de signos de interrogación al menos con este cuadro, porque, primero que todo, hay toda clase de ungüentos medicinales que podrían usarse para diferentes tipos de enfermedades y este es uno de los aspectos que se señalan. No es realmente un cuadro muy común que vemos a pesar de que era común en el primer siglo, no es un cuadro común que veamos en toda la Escritura.

Y segundo, si alguien está enfermo y hay medicina para esa enfermedad, no pienso que la implicación aquí es que los ancianos sean quienes estén supuestos a traer la medicina. De ser así, en su enfermedad usted dependería de mi o de otros ancianos que le prescriban la medicina correcta. Esta no es una buena situación. No pienso que eso sea lo que Santiago necesariamente esté aludiendo. Si alguien está enfermo y alguien tiene la medicina, que le de la medicina.

Entonces, ¿es el aceite medicinal? Yo no me inclino a esa idea. Alguien ha dicho que el aceite es sacramental y ahí es donde la unción del enfermo se torna en un sacramento de la iglesia, particularmente de la católica. Y esto es algo que los sacerdotes administran a menudo a alguien que está muy enfermo y en preparación para su alma ante la muerte.

Hay un sacramento en este cuadro del aceite que cubre pecados y prepara un alma para la muerte. Ahora, en medio de una diversidad de cosas yo tengo preguntas sobre eso, que no pienso que en manera alguna encaja con el contexto. El punto real aquí es orar por la sanidad, no orar para prepararse para morir. Así que no parece ser lo que Santiago está planteando aquí.

Así que, en mi humilde opinión, me inclino a pensar que el aceite no es ni medicinal ni sacramental, sino que el aceite es simbólico. Pienso que hay un cuadro en toda la escritura, particularmente en la traducción griega del Antiguo Testamento, que usa esta misma palabra para hablar de consagración, de separar y apartar alguna cosa o persona para un propósito especial. Y la figura no es que hay algún poder en el aceite, la figura es que ese aceite es una representación de algo o alguien que es apartado o separado para un propósito especial. Y pienso que el cuadro aquí, cuando profundizamos en ello, es una imagen de los ancianos llegando y el énfasis aquí está en la oración. La unción con el aceite es algo secundario.

Y el cuadro es una ilustración de alguien estando aparte bajo el cuidado de Dios y diciendo: “Dios, queremos mostrar tu provisión en una forma poderosa en la vida de esta persona.” Ye en este cuadro el aceite viene siendo representación de esa oración.

A pesar de eso, este no es un punto extremadamente significativo. El asunto es orar. Este es el único lugar en las cartas del Nuevo Testamento donde se menciona ungir con aceite al enfermo. Y hay otros eventos en los que las personas oran por sanidad y la sanidad ocurre sin la presencia de aceite. Así, que no es un asunto no-negociable en este cuadro, pero es el cuadro que Santiago nos da aquí.

El énfasis es en la oración con los ancianos, pero, no pase esto por alto, no es solamente orando con los ancianos, estamos orando con la iglesia. Esta clase de oración por sanidad, de acuerdo al verso 16, no se trata solo de los ancianos, sino de la iglesia. Si, los ancianos juegan un rol especial como pastores, sobreveedores en el contexto de un hermano o hermana que no puede congregarse con la iglesia, pero la realidad es que orar de esta manera no es solo algo que los ancianos tengan facultad especial para realizar. Orar de esta forma es algo disponible, y todos tenemos el privilegio, el poder para participar de ello, en el orar los unos por los otros. Estas son buenas noticias justo aquí.

Que Dios no ha escogido que su poder esté relegado a cierto grupo élite de personas, a quienes usted llama para orar y que entonces algo realmente poderoso suceda. En lugar de eso, Dios ha hecho que su poder en oración esté disponible para todo su pueblo de manera que cualquier santo, cualquier seguidor de Cristo, cualquier hermano en esta familia de la fe pueda orar como Elías, tal como uno de nosotros, poderosamente. ¿No son estas buenas noticias? Como cuando se trata del dolor y las necesidades de la iglesia, no se requiere un grupo especial para manejar las aflicciones y necesidades.

Ahora, esto es interesante. Este es el único verso en el Nuevo Testamento, verso 16, donde se nos manda como creyentes a confesar nuestras ofensas unos a otros. Y este mandato está dado en el contexto de orar por sanidad unos por otros. Así que quiero que pensemos sobre la relación entre la oración para sanidad y la confesión de pecados. Síganme aquí. El pecado causa directamente algunas enfermedades, y ciertamente esa es la implicación aquí. Hay también un cuadro en el Nuevo Testamento, 1 Corintios 11:30, cuando los hermanos están tomando la cena del Señor, y pecando al hacerlo.

Pablo dice: “Esta es la razón por la que algunos de ustedes están enfermos y otros duermen por causa de su pecado”. Ahora, obviamente debemos ser cuidadosos aquí de no llevar esto demasiado lejos, pensando que la enfermedad está siempre asociada con el pecado en la vida de alguna persona. “Bueno, si alguien tiene cáncer, entonces obviamente debe haber pecado en su vida” esa no es la conclusión aquí. Por eso es que Santiago dice “Si ha cometido pecados le serán perdonados” así que aquí esté el cuadro, hay un contexto en el que la enfermedad es un resultado del pecado.

Y como un resultado, la enfermedad debe siempre envolver, sí, oración por sanidad física. Pero la enfermedad debe siempre implicar un examen espiritual ante Dios. En la misma forma que necesitamos examinarnos espiritualmente ante Dios todo el tiempo, pero este contexto es donde decimos “Dios, quiero ser limpio ante ti, quiero ser puro en cuerpo y espíritu”. De modo que, el pecado causa directamente algunas enfermedades, pero el pecado indirectamente causa todas las enfermedades. Lo que quiero enfatizar ahí es que la enfermedad y la muerte todas proceden de ¿dónde? Génesis 3 y la caída del hombre. De no haber caída, si no hubiera pecado, no habría este cuadro de muerte y enfermedad en el mundo. Considere a Job, un hombre justo con ampollas en todo su cuerpo, pero no como resultado de su pecado.

Así que no piense de ninguna manera “Bueno, si alguien está enfermo es porque ha pecado”. Ese no es el cuadro. Santiago, Jesús, el cuadro completo de la escritura muestra eso. Al mismo tiempo, en la enfermedad, debemos ser guiados a odiar todo pecado hasta más no poder, a despreciar el pecado, odiar el pecado tanto más porque hay una causa indirecta desde el mismo principio en eso.

Y cuando atravesamos por la enfermedad en nuestras luchas, parte del propósito de Dios es que odiemos el pecado y amemos la justicia y nos guardemos. No hay duda de que cuando estamos luchando con la enfermedad hay tentaciones para pecar. Hay una debilidad ahí y necesitamos fortaleza de Dios. Y así, Santiago dice “confiesen sus ofensas unos a otros”.

Este es un cuadro “confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros,” ambas cosas juntas, esto es lo que la comunidad de fe hacen unos por otros y ahí es donde quiero decir, una vez más, a cada hermano o hermana en esta familia de fe, si usted no está envuelto en un grupo pequeño de creyentes con quien esté compartiendo la vida, quiero urgirle a que se involucre con un grupo pequeño de creyentes con quienes compartir, porque esta clase de asunto, orar unos por otros, confesar pecados unos a otros, interceder a favor uno del otro, esta clase de cosas no ocurren cuando un grupo de 2000 personas se congregan en un salón. Quiero decir, qué les parecería si yo dijera “bien ahora, es tiempo de confesión. Usted puede voltear hacia la persona a su derecha y confesarle todos sus pecados. Y cuando haya terminado, entonces voltee a la izquierda” ¿Cómo? Si usted apenas conoce a la persona de su izquierda o su derecha. Eso sería muy torpe es lo menos que puedo decir.

Pero estamos supuestos a hacer esto ¿entonces, dónde lo hacemos? Lo hacemos en el contexto de caminar junto a hermanos y hermanas en esta vida, de manera que tengamos hermanos y hermanas a quienes compartir nuestras luchas y nuestros pecados y oremos unos por otros. La intención de Dios es esta clase de comunidad para cada uno de nosotros. Y no sucede sentándonos anónimamente en un salón con 2000 personas, sucede en el contexto de un compartir la vida unos con otros. Interceder a favor unos de otros.

Ahora, la pregunta brillante que no hemos abordado en este pasaje es la primera parte del verso 15. “La oración de fe sanará al enfermo y el Señor lo levantará. Y si ha pecado, su pecado se le perdonará”. ¿Significa esto que si usted ora con suficiente fe, alguien va a ser sanado? Concluimos que si alguien no es sanado, entonces, fue que no oramos con suficiente fe ¿Es ese el caso?

Bueno, en la práctica no pienso que esto tiene base alguna. Prácticamente los ancianos y yo hemos orado por algunos hermanos y hermanas que han estado muy enfermos y algunos han sobrevivido y algunos no. Y yo de ninguna manera diría a los miembros de esa familia del que no sobrevivió: “bueno, aparentemente ustedes o nosotros no tiene suficiente fe en nuestra oración. Así que personalmente no pienso que esto tenga sentido. Pero ¿qué está diciendo la escritura entonces? bien, esa es una experiencia, pero la escritura es la autoridad aquí. ¿Qué dice la escritura aquí? Y ahí es donde Santiago nos da un ejemplo de Elías. Oh como quisiera que tuviéramos tiempo para realmente navegar profundo en 1Reyes 17 y 18, pero pueden anotar esto.

Pero si usted va a esos capítulos y usted ve de lo que Santiago está hablando aquí va a notar que hay una intrincada relación en 1 Reyes 17 y 18, una intrincada relación entre la oración de Elías y la Palabra de Dios.

Usted verá al autor de 1 Reyes, hablando una y otra vez acerca de Elías dirigido por, guiado por, empoderado por la Palabra de Dios. “La Palabra del Señor” “Y la Palabra del Señor vino a Elías, y habló la Palabra del Señor diciendo: no habrá lluvia hasta que yo lo diga. Esta es la Palabra del Señor”. Y entonces Dios dice, unos años después “va a llover, vayan y digan al rey que va a llover” Para el final del capítulo 18, Elías está orando “Dios, trae la lluvia” pero Dios había dicho ya que la traería.

Así que el cuadro aquí es una relación entre la oración a Dios y la Palabra de Dios. Y la belleza es que Dios había dicho “Esto es lo que voy a hacer” y aun así, en su soberana gracia, Él estaba usando las oraciones de Elías para cumplir Su Palabra. Así que el cuadro aquí es, la oración de un hombre justo, oración alineada con Dios, los deseos, la voluntad, los anhelos de Dios. Ahora, trayendo esto hacia la oración por, digamos, un hermano o hermana que tiene cáncer. ¿Tenemos una palabra de parte de Dios de que va a vivir? La mayoría de nosotros como que no tenemos una palabra de Dios segura en la que podamos apoyarnos de la misma forma que tenemos esta palabra a la que podemos inclinarnos.

Así que ¿cómo oramos? oramos en fe. Oramos creyendo que Dios va a hacer lo que sabemos que él quiere hacer. Oramos de acuerdo con Su Palabra, lo mismo que dijo Jesús. “Si piden cualquier cosa en mi nombre, de acuerdo a mi voluntad, les será dado”

Trayendo esto desde Lucas 11 porque vimos esto en las enseñanzas de Jesús sobre la oración, quiero traerlo de regreso hasta Santiago 5, el cuadro de Elías, el secreto del poder y la efectividad en la oración. Paso 1: “haga de los deseos de Dios sus deseos”. Mientras usted crece en Justicia, mientras usted crece en la semejanza de Cristo, usted comienza a querer más y más lo que Cristo quiere. Haga de los deseos de Dios sus deseos.

Y entonces, Paso 2: “Pida todo lo que quiera”, Esa es la clave. Ahora, esa no es una respuesta satisfactoria en algunos de nuestros corazones y vidas porque queremos saber. ¿Va Dios a sanar? Pero piense acerca de ello, cuando usted está orando por este hermano o hermana con cáncer, ¿Sabe usted que es lo que quiere Dios? Usted sabe que Dios quiere que su gloria sea conocida. Usted sabe que Dios quiere a sus siervos fortalecidos, confortados y apoyados en sus tiempos de debilidad. Usted sabe que Dios quiere que su Evangelio avance, vemos eso en toda la Escritura. Usted sabe esto y así ora por estas cosas. Ora de todo corazón por estas cosas y sabe que obtendrá lo que está pidiendo. Ahora, obviamente, hay cosas que no sabemos en este cuadro y hay una libertad para expresar nuestros deseos a Dios, pero, no pase esto por alto, no es un cuadro de nosotros tratando de torcerle el brazo a Dios, y si hacemos un trabajo suficientemente bueno, entonces seremos capaces de lograr eso.

Recuerde que hay ocasiones en que Dios en su soberana gracia y sabiduría escoge no sanar por alguna razón. Es Pablo en 2 Corintios 12: 8-9, quien dice que oró tres veces a Dios para que le librara de un aguijón en su carne. Tres veces, y en las tres ocasiones, ¿Qué Dijo Dios? No, no, no. Y Pablo incluye: Así me di cuenta que no estaba orando con suficiente fe, y así que oré de nuevo” El no dice eso, en lugar de ello, Dios dijo: “No, quiero mostrar que mi gracia es suficiente para ti en tu debilidad, y eso se va a quedar así, esto va a permanecer, yo he experimentado gloria en dejarte así”.

Y Dios hace eso algunas veces, y él es bueno y él es soberano y él es sabio y él tiene una perspectiva eterna. Así que, expresamos nuestros deseos a Dios. Pero también sometemos nuestros deseos a Dios al decir: “Yo sé que eres fiel, que eres bueno y que eres sabio. Yo sé que tienes el poder para sanar pero mi deseo es que tú recibas gloria, que este hermano o hermana sea fortalecido. Nosotros te lo presentamos y tú haces lo que es mejor para el avance de tu reino en su vida. Yo confío que cualquier día, al final, tú vas a levantar a este hermano o hermana por toda la eternidad. Ahora, eso es orar con fe.

Es Amorosa Hacia los Pecadores

Todo esto conduce al último cuadro de la fe que perdura, la fe que perdura es amorosa hacia los pecadores. Me gusta esto. Hemos llegado al final de este libro, lleno de toda clase de mandatos e instrucciones, y Santiago dice: “a la luz de todas estas cosas, velen los unos por los otros” el punto clave de nuestro estudio de Santiago no es solo que sepamos lo que tenemos que hacer, como vivir de una manera que honre a Dios, sino que el punto en el libro de Santiago es mostrarnos también cómo ayudarnos unos a otros a vivir de una forma que honre y glorifique a Dios.

El habla acerca de hacer volver a un hermano. Recuerden que quien hace volver a un pecador de su extravío, lo salvará de la muerte y cubrirá muchísimos pecados. (Santiago 5:20) Santiago está hablando aquí de restauración terrenal, restaurar al hermano o hermana de sus pecados y él dice: “lo salvará de la muerte” literalmente salvará su alma y cubre pecados. Ahora, todo eso obviamente nos guía a la pregunta: ¿Significa esto que el cristiano está en peligro de muerte eterna, el cristiano está en peligro de muerte espiritual, que hay cristianos en peligro de no ser salvos de sus pecados al final?

Yo quiero que me sigan aquí; aquí es donde nos damos cuenta de la belleza de la seguridad eterna. El nuevo testamento completo enseña que la seguridad eterna es siempre una certeza. La seguridad eterna es la doctrina cierta de que la salvación de un cristiano es segura por toda la eternidad, que cuando usted confía en Cristo como su salvador y señor y cuando él abre sus ojos a la necesidad de Él y usted nace de nuevo el Espíritu de Cristo viene a usted y su herencia es una promesa garantizada.

Así que, usted está eternamente seguro. “a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó” Romanos 8:30. Ese es el cuadro. Puedo decirle, texto tras texto tras texto enseña eso en el Nuevo Testamento. Pero hay una pregunta. Dios preserva a su pueblo, Dios completa la obra de salvación. ¿Cómo? ¿Cómo preserva Dios a su pueblo de extraviarse? Y la respuesta es: seguridad eterna lograda a través de la comunidad. Eso es hermoso. Dios es soberano sobre todo este cuadro.

Él lo preservará a usted. ¿Cómo lo va a preservar? El va a ponerlo a usted en el contexto de la iglesia llena de hermanos y hermanas que lo cuidarán de errar, lo guardarán de extraviarse, lo mantendrán cerca de Cristo.

Por eso es que el cristianismo no se puede vivir en aislamiento, porque nos necesitamos unos a otros. Usted y yo nos necesitamos unos a otros para mantenernos fieles hasta el fin. ¿Nos mantendrá Dios fieles? Si. ¿Cómo lo hará? Él lo hará a través de la iglesia. La seguridad eterna es un proyecto comunitario y usted necesita otros hermanos y hermanas para mantenerse fiel hasta el fin. Y ahí está el asunto, no es solo por su propio bien, sino por el bien de sus hermanos y hermanas, que lo necesitan a usted para mantenerse fieles hasta el fin.

Así que, nuevamente, envuélvase en un grupo pequeño de creyentes donde compartir su vida, donde ustedes se amen unos a otros lo suficiente para animarse unos a otros a la obediencia, y ayudarse unos a otros a mantenerse fieles. Por su propio bien y para la gloria de Cristo en la vida de otras personas, por el bien de su salvación y la cobertura de sus pecados.

La Fe que Obra

Todo esto nos conduce a la fe que obra en el libro de Santiago, esto es solo un resumen, pero es un resumen importante. La fe que obra solo es posible por la gracia del Evangelio de Cristo. Solo juntemos todo esto que hemos visto.

Yo estaba trabajando en este sermón. Mi hijo se levanta de una siesta, viene y se encarama en mis piernas y me dice: ¿qué estás haciendo? Y yo le dije: “estoy trabajando en el sermón”. El dice: “¿vas a predicar pronto? Y yo dije: “si” entonces le pregunto: “¿de qué debo predicar? El dice: mmm Jesús. Yo dije: “buen punto, ¿qué debo decirle a la gente sobre Jesús?” y él dijo: “diles que sean amables unos con otros, con sus amigos” y yo le dije: “Bien, ¿cómo pueden ellos ser amables? ¿Qué es lo que deben compartir? Y él comenzó a darme una lista de cosas. Él pensó por un minuto y agregó “ellos deben compartir sus juguetes y deben compartir sus camiones Mack y sus carros y sus rompecabezas, y sus libros”.

Así que él terminó con la lista y yo le dije: “bien, ¿por qué deben ellos compartir así?” Y él dijo, “bueno, porque Jesús murió en la cruz para quitar nuestros pecados” y yo dije: “¡sí! ¡Tú predicas el sermón colega!” Eso es obediencia al Evangelio. Vivimos de esa manera, rebosados de aquel que vive en nosotros, el que murió por nosotros y resucitó en nuestro favor, y estamos unidos con su vida. La fe que obra rebosante es posible solo por la gracia del Evangelio de Cristo.

Se Desarrolla en el Contexto del Cuerpo de Cristo

Se desarrolla en el contexto del cuerpo de Cristo. Santiago una y otra ve escribe: “hermanos, hermanos, queridos hermanos, hermanos, hermanos, queridos hermanos”. La fe es para vivirla juntos, no en aislamiento, ya sea atravesando por pruebas, buscando sabiduría, cuidando a los pobres, eso es lo que significa ser parte del cuerpo de Cristo.

Y en última instancia está dirigida a dar gran gloria a Cristo. Oh ¿cómo luciría esto, hermanos y hermanas, si en el cristianismo contemporáneo el mundo no viera un cuadro de gente haciendo una oración y luego viviendo como el resto del mundo? ¿Qué tal si el mundo viera que hay un pueblo cuyas vidas lucen radicalmente diferentes, porque han sido transformados mediante la fe en Cristo?

David Platt

David Platt sirve como pastor en el área metropolitana de Washington, D.C. Es el fundador de Radical.

David recibió su doctorado del Seminario Teológico Bautista de New Orleans y es el autor de Don’t Hold Back [No te quedes donde estás], Radical, Sígueme, Contracultura, Algo tiene que cambiar, Before You Vote [Antes de votar], así como los varios volúmenes de la serie Christ-Centered Exposition Commentary [Comentario Expositivo centrado en Cristo]. 

Vive junto con su esposa e hijos en el área metropolitana de Washington, D.C.

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