Mientras que el mundo a menudo ignora o maltrata a los débiles y vulnerables, el Señor adopta una postura diferente hacia los necesitados. En este mensaje de Rut 2, David Platt nos señala la abundante misericordia de Dios de Israel hacia una necesitada mujer moabita llamada Rut. Como Rut, también necesitamos la misericordia de Dios. Y para aquellos que han recibido esa misericordia en Jesucristo, deberíamos extender misericordia a los más vulnerables en nuestras propias comunidades y en todo el mundo.
El Ministerio de Misericordia: Parte 1
¿Tiene su Biblia? Espero que sí. Le invito a que la abra conmigo en Rut 1 empezamos una jornada a través de una de las historias más conmovedoras en todas las Escrituras. Tiene todos los elementos de una historia de amor; tragedia, pérdida, desesperanza, triunfo, esperanza, lealtad y romance.
No es solo una historia de amor esparcida a través de cuatro capítulos de la Escritura. Es una historia dentro de una historia, una historia que es parte de una historia mucho más grande, de la cual, también somos parte. Es una historia dentro de un gran, épico cuento de redención; una historia de quien está redimiendo a un pueblo para Sí mismo, trayéndolo de ellos mismos de la desesperación a delicia, del dolor a esperanza y usted y yo nos encontramos en medio de esta historia.
Ahora, mientras nos acercamos al libro de Rut, tenemos un par de retos en frente. Primero, el reto de leer la historia. Está intencionado para leerse en una sentada, Rut, 1 al 4 y vamos a repartirlo en cuatro sentadas, por así decirlo, más de 4 diferentes sermones. Y entonces, tenemos un par de opciones acerca de cómo dirigir la lectura a través de estudios en el libro de Rut. Podemos ir y ver lo que pasa en el capítulo 4 para que podamos entender el capítulo uno completamente, o podemos ir a través del libro lentamente y sentir el final desde el principio. Y realmente, ambas opciones tienen sus ventajas y aquí está la que he decidido hacer.
Lo que vamos a hacer durante los próximos cuatro sermones es que nos vamos a mover a través de libro lentamente y vamos a quedarnos solo en el capítulo 1. No vamos a ver lo que está sucediendo en el capítulo 2, 3 y especialmente en el capítulo 4. Ahora, algunos de ustedes puede que hayan leído el libro anteriormente; algunos de ustedes puede que no hayan leído a Rut. Quizás ha pasado mucho tiempo desde que leyó el Libro de Rut. Permítame animar a los que no les gusten esas lecturas de novelas, que abren el libro y se van inmediatamente a las últimas páginas para ver cómo esto va a terminar y luego volver al principio para tener algún tipo de aliento ante una realidad determinada. No lo haga.
Lo que quiero hacer es, pastorearnos a través de este libro, paso por paso sin mirar adelante. Ahora una vez que miremos adelante, una vez que nos demos cuenta de lo que sucede al final, nos ayudará a entender lo que hemos visto, pero quiero que sintamos la tensión y no solamente lo que el lector original escuchó cuando estaba leyendo este libro, sin estos personajes, lo que las personas en el Libro de Rut estaban sintiendo mientras recorrían su jornada. Quiero que sintamos el peso de Rut 1.
Ahora, tenemos que ser cuidadosos. La desventaja ahí es que si solo vamos quedarnos en Rut 1, es una gran posibilidad de que podamos apartarnos de aquí totalmente deprimidos y ese no es el objetivo. Entonces vamos a tener que masajearlo en cierta medida, sin embargo el objetivo es que vamos a tomar esto paso a paso, lo cual nos dirige al segundo reto.
Estamos leyendo este libro en Español, y no en el lenguaje original en que fue escrito, en el original Hebreo. Y si solo pudiera poner en un punto en blanco simple, al autor del Libro de Rut, el cual no estamos seguros exactamente quién es, sin embargo, el autor es un escritor brillante. Y hay recursos literarios que el usa, ella usa, quien lo haya hecho, que a través de esto trae cosas a la vida, y que las perderemos si no somos cuidadosos en la lengua española, en muchos aspectos no lo podemos entender en español.
Entonces, lo que voy a hacer, esto será un poco diferente de lo que normalmente hacemos, en vez de solo leer a través del capítulo 1, que es lo que vamos a ver, vamos a pausar durante el camino. Y mi objetivo, oro que Dios me ayudará a contar esta historia correctamente y señalizar algunas de las anuencias en el lenguaje, que ayuden a resaltar nuestra sensibilidad a ciertas verdades, a ciertas imágenes, a ciertos hechos, y ayudarnos a entender el sentido del sentimiento de lo que sucede en el Libro de Rut.
Vamos a pasar algún tiempo, solo andando a través de estos versos. Y usted pudiera hacer algunas notas ahí en el pedazo de papel que tiene, o bien puede hacer anotaciones en su Biblia. Solo haga pequeñas líneas, esto o aquello, solo haga que todo este libro sea muy colorido en su Biblia en los próximos cuatro sermones mientras atravesamos verso tras verso y tratar de que esta historia venga a la vida mientras estamos en medio de ella. Entonces ese es el objetivo.
Libro de Rut, ahora. Tenga presente, este libro es uno de los dos únicos libros en la Biblia nombrados por una mujer. El otro es Ester… ¡perfecto! Aquí vamos. Ahora, Ester es el único libro en el Viejo Testamento que fue nombrado por un no judío. Entonces eso debería llamarnos la atención desde el principio. Luego llegamos a Rut 1:1 “Aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá fue a morar en los campos de Moab” Ok… no vamos a ir muy lejos aquí. Hagamos una pausa.
Mientras leemos una historia, buscamos ciertos elementos y estos elementos resaltan en la superficie desde el mismo primer verso, tiempo y lugar. El tiempo, “En los días que gobernaban los jueces” les voy a dar una breve imagen de la historia del Viejo Testamento hasta este punto. Tenemos a Génesis hasta Deuteronomio, que nos da una imagen del fundamento del pueblo de Dios, los patriarcas, luego desarrollándose al Éxodo desde Egipto y la jornada hasta la Tierra Prometida. El final de Deuteronomio, el pueblo de Dios está a la orilla de la Tierra Prometida.
Luego llegamos al Libro de Josué y Josué dirige el pueblo hasta la Tierra Prometida y el pueblo de Dios se establece en la Tierra Prometida y permanece allí. El Libro de Jueces describe realmente, miren el último verso en el Libro de Jueces, está en la página a la izquierda cuando está buscando a Rut, el mismísimo último verso antes de entrar en Rut. Jueces 21:25. Este resume todo el Libro de Jueces justo aquí.
Jueces 21:24 “En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía.” Eso es un comentario justo ahí de todo el Libro de Jueces. Básicamente, el Libro de Jueces es un ciclo. No hay rey en la tierra. Todos hacían lo que entendían correcto, lo que significa que todos andaban rampantes en pecado en el pueblo de Dios en la Tierra Prometida. Esto es antes de los reyes. Antes del Rey Saúl, David, Salomón. Lo que tenemos es un período donde todos hacían sus propias reglas.
Y hay un ciclo en el Libro de Jueces. Lo que sucede es que las personas están engrosando en pecado y como resultado de su entrega al pecado, se encuentran a sí mismos siendo atacados por los enemigos que estaban en su alrededor y clamaban a Dios por ayuda y lo que Dios hace es que levanta a un juez para ayudarlos a ser libertados de sus enemigos y luego el ciclo empieza otra vez. Cuando son liberados, se engrosan en pecado, son atacados por sus enemigos, son apresados, claman por ayuda, Dios levanta a un juez. Esto pasa una y otra y otra vez.
Y el Libro de Rut, llegamos a este libro, lo que sucede es que tenemos una pequeño punto de lo que estaba sucediendo en medio del Libro de Jueces. No sabemos exactamente dónde en el Libro de Jueces. Algunos estudiosos piensan alrededor de Jueces 10, pero lo que sucede es que Rut no está avanzando en la historia del Viejo Testamento, se pudiera decir. No está dando una pausa aquí en el final de Jueces, y tomando una historia en el medio de este periodo de tiempo y trayéndola a la luz. Entonces eso es tiempo.
Lugar. Una hambruna en la tierra del pueblo de Dios, particularmente en Belén, lo cual es particularmente interesante porque Belén significa “La casa del pan”. La casa del pan no tiene pan. Y entonces lo que tenemos es el pueblo de Dios en la Tierra Prometida pasando hambre. Solo imagine la mayoría de nosotros, sino todos nosotros relativamente no familiarizados con una hambruna. ¿Qué quiere decir sin comida completamente? Preguntándose ¿Qué es lo que van a comer, qué van a comer tus hijos en algún momento del día? No hay comida. Te estas muriendo de hambre. Decimos, cuando tenemos hambre, “Me muero del hambre” no tenemos idea de lo que eso significa.
Entonces ellos estaban famélicos en la tierra de Belén y lo que sucede es que, un hombre del pueblo de Dios toma su familia, deja la tierra que Dios había prometido y va a la tierra – de todos los lugares – de Moab.
Un poco de contexto sobre Moab, había empezado en Génesis 19, cuando Lot tuvo relaciones incestuosas con sus hijas, ese es el principio de los moabitas. Cuando el pueblo de Dios quería pasar a través de Moab en su jornada, caminando en el desierto, los moabitas dijeron “No, no pueden venir” hubo una división entre los moabitas y los israelitas. Hubo un punto cuando las mujeres moabitas – preste atención a esto – sedujeron a los hombres de Israel en sexualidad inmoral y en todo tipo de idolatrías. Dios trajo su juicio sobre 24,000 personas que murieron.
Este lugar que es conocido, particularmente donde las mujeres eran conocidas por su inmoralidad sexual, un lugar que es conocido por su idolatría y adoración a los falsos dioses, enemigos del pueblo de Dios en Israel, y aquí es donde este hombre judío lleva a su familia, al vergonzoso lugar de Moab. Eso es el verso 1.
Verso 2, “El nombre de aquel varón era Elimelec, y el de su mujer, Noemí; y los nombres de sus hijos eran Mahlón y Quelión, efrateos de Belén de Judá. Llegaron, pues, a los campos de Moab, y se quedaron allí.” (Rut 1:2) ahora qué tenemos, tenemos tiempo, lugar, personas. El nombre del hombre era Elimelec. Puede subrayarlo, poner una nota al margen. Elimelec significa “Dios es Rey” o “Mi Dios es Rey” lo cual hace pensar: en un tiempo en donde no había rey en la tierra, la primera imagen de personaje que tenemos en esta historia es la imagen de que Dios es Rey. Su esposa Noemí, siguiendo a su esposo mientras toma su decisión de guiar a su familia a Moab con sus dos hijos, Mahlón y Quelión.
Ahora, estamos a punto de leer los versos 3,4 y 5 y este es uno de esos lugares en donde el autor utiliza un recurso literario. Es un estilo que realmente es similar al estacato. Realmente es muy entrecortado, conciso, sin sentimientos, sin emociones. Lo que tenemos en los versos 3,4 y 5, no tenemos detalles, solo tenemos brutos y fríos datos duros, uno tras otro. Solo se siente un poco en estos versos. Verso 3 “Y murió Elimelec, marido de Noemí, y quedó ella con sus dos hijos, los cuales tomaron para sí mujeres moabitas; el nombre de una era Orfa, y el nombre de la otra, Rut; y habitaron allí unos diez años. Y murieron también los dos, Mahlón y Quelión, quedando así la mujer desamparada de sus dos hijos y de su marido.” (Rut 1:3-5)
Así de simple. Una pesadilla de 10 años resumida en tres rápidos versos. Sin detalles. Sin historia, sin trasfondos. Es solo una tragedia construida sobre otra tragedia, sobre otra tragedia. Elimelec murió. Un hombre que proveía para ella y que la trajo a esta tierra, muerto. No sabemos cómo. No sabemos qué pasó, sin embargo ahora ella es una viuda en Moab con dos hijos.
Ellos se casaron con mujeres moabitas, construyendo otra tragedia. ¿Mujeres moabitas? No era de esta manera que Noemí lo había visionado para su familia. Ella había escuchado historias de los moabitas y ahora, sus hijos se han casado con ellas. Imagine las mujeres que habían complacido a sí mismas en la inmoralidad sexual con hombres israelitas en el pasado y eso es lo que ella tiene en su casa ahora.
“Habitaron allí unos diez años. Y murieron también los dos, Mahlón y Quelión” (Rut 1:4-5). No sabemos si murieron al mismo tiempo, cercano uno de otro, sin embargo de repente, Noemí mira a su alrededor y su esposo se ha muerto. Sus dos hijos han muerto y ella está en la casa con dos nueras moabitas. Ella lo ha perdido todo. Ha perdido su seguridad. Ha perdido su familia. Ha perdido a sus proveedores. Ha perdido su esperanza.
Para elevar toda esta imagen está el hecho de que Noemí no solo es una viuda y no solo ha perdido sus dos hijos, sino que sus nueras, no tienen hijos. Ellos después de diez años, no tienen hijos, es decir, sin descendientes, en otras palabras, nadie va a continuar su legado.
Esta es la maldición de todas las maldiciones en el antiguo Israel. Tu nombre se detiene contigo y no vas a continuar tu línea. Esta es la profunda desesperanza en el verso 5. En cinco versos esto es pesado. Usted llega al final del verso 5, dice que Noemí quedó sin sus dos hijos y su esposo. Lo interesante es que, en hebreo, Noemí, su nombre ni siquiera es mencionado. En vez de eso el autor utiliza “la mujer” quedó sin sus hijos y sin su esposo. Ahora, los traductores nos ayudan a entender de quién se estaba hablando, sin embargo la realidad es, el Hebreo no identifica quien es esta mujer. “La mujer quedó sin sus dos hijos y su esposo” ella lo ha perdido todo.
Y es la profundidad de desesperación y desesperanza en estos cinco versos que prepara el escenario para un destello de esperanza en el verso 6, “Entonces se levantó con sus nueras, y regresó de los campos de Moab; porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado a su pueblo para darles pan.” (Rut 1:6) este es un microcosmos de lo que vamos a ver en todo el libro. Lo que vamos a ver es oscuridad y en medio de la oscuridad y desesperanza, una luz de esperanza viniendo de Dios, Su fidelidad, Su provisión. Y esta es la imagen. Dios había visitado a Su pueblo en Belén y les había dado alimento. Él había venido en su auxilio.
Y entonces, Noemí se prepara con sus dos nueras, para hacer un viaje a Belén. Verso 7, “Salió, pues, del lugar donde había estado, y con ella sus dos nueras, y comenzaron a caminar para volverse a la tierra de Judá.” (Rut 1:7) ahora, en el camino vemos el primer dialogo que este libro nos va a dar. Ahora, esto es importante. Hemos visto 10 años, tres muertes, terribles tragedias, nadie había dicho nada en el libro hasta ahora. Nadie dijo palabra alguna. Lo que el autor hace es que toma momentos conmovedores para traer diálogos a la superficie, para ayudarnos a entender la realidad de lo que está sucediendo aquí. Entonces, este es el primer dialogo, el primer intercambio que vemos entre personas y esto es lo que sucede.
Es Noemí y sus nueras de vuelta a Belén y ella les dice, verso 8, “Y Noemí dijo a sus dos nueras: Andad, volveos cada una a la casa de su madre; Jehová haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo. Os conceda Jehová que halléis descanso, cada una en casa de su marido.” (Rut 1:8-9). Esto es más que solo “Adiós y Dios te bendiga”. Esto es Noemí mirando a sus nueras. Ahora obviamente hay tensión y la ha habido por la relación moabita-israelí sucediendo al mismo tiempo. Usted solo puede imaginarse lo que estas mujeres han pasado juntas.
Ahora a través de este proceso de años, cómo ellas han sufrido y llorado juntas, era todo lo que ellas tenían. Hasta para Orfa y Rut, ellas habían dejado a sus familias moabitas para unirse a esta familia israelita. Ella era todo lo que ellas tenían. Y entonces mientras ellas caminaban por la vía, Noemí se vuelve a ellas y les dice, “Tienen que quedarse aquí” y había pensado antes, “¿Por qué Noemí está tratando de convencerlas de que no vengan con ella? Pareciera rudo de parte de Noemí” sin embargo, la realidad es que mientras más usted lo piensa, pareciera como una demostración de gentileza. Sería bueno para ellas quedarse en Moab. Ellas podían encontrar otro esposo. Ellas podían tener una familia. Ellas vivirían felices. Ellas no necesitaban venir con ella.
Y lo que ella hace después de esto, dice, “Ella las besó y lloraban en voz alta” usted puede imaginar las emociones en esta escena. Ellas estaban llorando juntas. Se miraban las unas a las otras y le decían “Volveremos contigo y con tu pueblo” ellas gentilmente dijeron “Iremos contigo. No te dejaremos sola” esta es la gentileza que ellas le habían mostrado a través de todos estos años, ahora mostrándosela a ella.
Lo que Noemí hace, en el verso 11, es que básicamente crea un argumento del por qué ellas necesitan quedarse y es un muy buen argumento, fuerte, convincente argumento. Miren lo que ella dice, “Y Noemí respondió: Volveos, hijas mías; ¿para qué habéis de ir conmigo? ¿Tengo yo más hijos en el vientre, que puedan ser vuestros maridos? Volveos, hijas mías, e idos; porque yo ya soy vieja para tener marido. Y aunque dijese: Esperanza tengo, y esta noche estuviese con marido, y aun diese a luz hijos, ¿habíais vosotras de esperarlos hasta que fuesen grandes? ¿Habíais de quedaros sin casar por amor a ellos? No, hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la mano de Jehová ha salido contra mí.” (Rut 1:11-13)
Un poco de trasfondo. En Deuteronomio, Dios había preparado una manera para que las viudas en ese tipo de situaciones sean provistas, en el caso de Orfa y Rut, si su esposo moría, entonces lo que pasaría es que su hermano, básicamente toma responsabilidad por el cuidado de usted y usted sería cuidada por sus hermanos. La imagen es, como ambos hijos habían muerto, no había hermanos para que cuidaran a Orfa o Rut, ninguna familia que cuidara de ellas. Noemí no tenía nada.
Y entonces ella dice, casi hipotéticamente, “Aún si estuviera casada, lo cual no es así porque mi esposo murió, aún si lo estuviera, aún si estuviera en cinta en este momento y esté a punto de dar a luz un hijo, ustedes no estarían en capacidad de esperar hasta que esté preparado para sostenerlas. Si ustedes vienen conmigo, no tendrían nada. Por lo tanto, quédense aquí, tengan una vida y familia. Quédense aquí” y ella llega al clímax al final diciendo “La mano de Jehová se ha ido en contra de mí” la implicación es “si se quedan conmigo, la mano del Señor estará en contra de ustedes también” este es un argumento bastante convincente.
Y entonces, lo que sucede es, en este punto el autor dice, “Y ellas alzaron otra vez su voz y lloraron” (Rut 1:14) solo sienta la emoción aquí. Esto está hecho para material de película. Ellas lloraron una vez más. Usted puede escuchar los gemidos mientras lee esto.
“Orfa besó a su suegra, mas Rut se quedó con ella.” (Rut 1:14) entonces, Orfa se va y Rut se queda. No solo se queda sino que en el original dice que quedó aferrada a ella. Es posible que quiera resaltar esta palabra y haga alguna nota al margen, Génesis 2:24, es la misma palabra que utiliza Génesis 2 para describir cómo en el matrimonio, hombre y mujer dejarán sus familias y se aferraran el uno al otro, adherirse, dejar y adherirse uno al otro. Esa es la imagen, se aferró a ella. Y ahora el escenario está preparado para el dialogo entre Noemí y Ruth.
Noemí dice, “He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella.” (Rut 1:15). Y en respuesta, Rut da uno de los discursos más memorables de toda la Escritura, dos versos cortos, Rut 1:16-17 están llenos de drama, emoción, amor, devoción, compromiso. Son tan densos. Miren lo que dijo Rut. “No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos.” (Rut 1:16-17) Esto es fuerte.
Cuán profundo, cuánta profundidad usa ella, cambiando todo y este es uno de esos momentos donde todo cambia. Momentos de nuestras vidas en los que tomamos decisiones que alteran todo lo por venir en el futuro.
Rut está… piense en lo que ella está dejando atrás, su tierra, su familia, todo lo que fue familiar para ella, su religión, sus dioses, su seguridad. Ella le está entregando completamente su futuro a esta viuda, sin hijos. Ella está comprometiendo su futuro a una viudez perpetua y sin hijos. Eso es lo que ella está haciendo aquí. Y no solo en esta vida, el pensamiento del antiguo Cercano Oriente donde usted estuviere enterrado, entre quien usted estuviera enterrado tenía implicaciones para la vida después de la vida en el antiguo Cercano Oriente. Entonces, ella está diciendo “Seré enterrada entre ustedes y tu pueblo bajo tu Dios, todo desde este punto en adelante está comprometido contigo”
Usted se puede imaginar la intensidad de la escena mientras Rut se apega a Noemí. Ella suelta un poco su abrazo, la mira a los ojos y dice “estoy comprometida contigo. No trates de convencerme de lo contrario. Voy contigo a tu pueblo y a tu Dios. Y si rompo este compromiso, entonces tu Dios me juzgará severamente”. Esto es profundo, tan profundo que el resto del camino a Belén es en silencio. Ni siquiera escuchamos la respuesta de Noemí. Simplemente se absorbe en el verso 18 y dice, “Y viendo Noemí que estaba tan resuelta a ir con ella, no dijo más. Anduvieron, pues, ellas dos hasta que llegaron a Belén” (Rut 1:18-19)
Ahora, quiero que pausemos por un segundo aquí. Hay silencio en la historia debido a la naturaleza profunda de lo que se había dicho de parte de Rut a Noemí, pero al mismo tiempo hay un despertar aquí. Quiero que se imagine a ustedes mismos en los zapatos de Noemí por un momento, mientras ustedes regresan de Moab, caminando a Belén. Este es el lugar el cual su familia dio la espalda años atrás. Y se fueron a una tierra pagana donde vivieron entre moabitas y ahora están regresando, destituidos. No solo lo suficientemente duro para volver a la tierra que dejaron, sino que regresa sin esposo, sin hijos y lo único que traes es una nuera moabita.
Puede imaginar la tensión mientras Noemí entra a la ciudad. Y la ciudad empieza a convertirse en un gran murmullo cuando ellas llegan a Belén “y aconteció que habiendo entrado en Belén, toda la ciudad se conmovió por causa de ellas, y decían: ¿No es ésta Noemí?” (Rut 1:19). El pueblo comenzó a decir, “¿No es esta Noemí?” puede imaginárselo, las personas comienzan a llegar a ella, “Noemí” y las personas que vinieron a Noemí ese día y dijeron “Hey Noemí, has regresado” estaban boquiabiertos, ellos no lo estaban esperando.
Ella les devuelve la mirada. “Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso. Yo me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías.” (Rut 1:20-21) lo nota, tan pronto como ellos escucharon su nombre, el significado es “Placentero, amoroso”. Entonces cuando vienen a ella y le dicen “Noemí, placentera, amorosa” ella les devuelve la mirada y les dice “De ninguna manera. Soy una persona diferente. Ya no soy placentera. Estoy amargada. La deje llena con todo lo que necesitaba, todo a quien amaba y yo vinimos aquí con manos vacías.” Puede imaginar la tensión en el grupo que está escuchando esto.
Pero ahora, póngase en los zapatos de Rut. Mientras entra a la ciudad con Noemí, usted sabe que está entrando en una ciudad donde hay un indudable prejuicio en contra de usted. Usted da la vuelta y todos ponen sus ojos sobre usted. Hay una moabita en el campamento. Y usted sabe. Esta es una parte de lo que usted arriesgó ahí en el verso 16 y 17. Usted sabía que esto se iba a hacer realidad, pero ahora es que se hace presente por primera vez y todos se quedan mirando. Están sorprendidos de que Noemí ha vuelto y entonces miran con asombro a quien ella ha traído, una mujer moabita. Su pueblo es conocido por seducir a este pueblo y traer el juicio de Dios sobre ellos.
Entonces usted se para detenidamente mientras las personas comienzan a hablar a Noemí y ella les responde. Ahora, imagínese a usted parado ahí en los zapatos de Rut mientras Noemí mira al pequeño grupo de personas y dice “Salí de aquí con la manos llenas, pero regresé sin nada” y ellos se sientan ahí a escuchar a Noemí. Ellos la escuchan decir que ella no tiene absolutamente nada y ellos se vuelven y lo miran a usted y todo lo que puede hacer es bajar la vista, menos que nada. Usted es una imagen de desdicha del Todopoderoso. Usted es un símbolo de la aflicción del Señor mientras usted se para al lado de Noemí.
Y el autor dice en el verso 22, “Así volvió Noemí, y Rut la moabita su nuera con ella” no solo Rut, sino Rut la moabita (Rut 1:22) Como si ya no fuera obvio. El autor señala la tensión. ¿Qué hace una moabita en un lugar extraño? “su nuera con ella; volvió de los campos de Moab, y llegaron a Belén al comienzo de la siega de la cebada.” (Rut 1:22)
Eso es solo un capítulo. Esta historia es tan increíble, hermosa. Ahora, como dije, si no fuéramos cuidadosos, saldríamos de aquí, extremadamente deprimidos. Y entonces, lo que quiero que hagamos es que pensemos en este escenario. Quiero que estemos seguros que estamos en la misma página con el escenario que el autor ha preparado y entonces, permitamos que esto nos guíe a una promesa que oro para que usted se aferre, mientras salimos de Rut 1. Entonces el escenario está preparado. Vamos a viajar a través de algunas de estas cosas.
Una Tierra de Promesa
El escenario, todos los elementos que guían a esta promesa. Dos lugares, primero, una tierra de promesa. Este es Belén, la casa de pan. Hablamos de esto. Esta es la Tierra Prometida, la tierra que Dios les cedió, la tierra que Dios había prometido para bendecirlos. Y no solo la tierra, sino la ciudad en particular. Sabemos esto. Sabemos que por años por venir, esta ciudad dará hogar a la bendición de Dios ¿Cierto? Belén, una tierra de promesa.
Una Tierra de Compromiso
Segundo, una tierra de compromiso. Moab, una tierra de paganismo, no promesa. La tierra de refugio donde el hombre judío que llevó a su familia a dar la espalda a la gente que Dios paso a la tierra de inmoralidad e idolatría. La tierra de compromiso. Tenemos un libro de nuestra Biblia nombrado por una mujer moabita. Una tierra de promesa, una tierra de compromiso.
Dos Personas
Dos lugares, dos personas. Al final del capítulo, tenemos dos personajes todavía ahí, Noemí y Rut y son tan diferentes.
Una Mujer con un Dolor Verdadero
Por un lado tenemos a una mujer con un verdadero dolor. Basado en sus últimas palabras en el capítulo 1, probablemente no tiene una muy favorable impresión de Noemí al final de este capítulo. Una mujer herida. Pero antes que seamos muy duros con ella, estemos seguros que pensamos sobre lo que ella ha pasado.
Esto tiene una pesadilla de diez años. Perdió a su esposo, sus hijos, se vio en medio de Moab con nueras de una tierra pagana sin heredad en sus hombros para traspasar. Lo había perdido todo, un dolor verdadero.
No pierda esto. Es similar al Libro de Job. Ella ha experimentado el sufrimiento no debido a nada en particular, algún pecado en específico en su vida. El autor se asegura de no decir “Esto pasó porque Noemí había hecho esto” esto es similar a Job, en ese sentido parecer sin respaldo, inesperado, misterioso ¿Por qué? ¿Por qué está sucediendo esto? Y con esto Rut está luchando. Ella está batallando con el por qué, esto está sucediendo. Amo la honestidad de la Escritura aquí. La Escritura no está esmaltando la realidad, no solo en vida, sino en la realidad en las vidas de las personas que siguen a Dios.
La realidad de acuerdo a la Escritura, es que las personas que siguen a Dios experimentan sufrimiento, pruebas y tragedia. La Escritura no está esmaltándolo. Creo que si fuéramos honestos hay una variedad de tiempos donde nos encontramos a nosotros mismos con Noemí. ¿En algún momento siente como que la providencia de Dios ha sido dura con usted? ¿Alguna vez ha sentido, aún en este preciso momento siente como que el peso de su circunstancia y su situación es demasiado pesada para cargar? ¿Alguna vez siente como si ha sido una cosa sobre la otra? ¿O aquello que no quiere irse? Dolor verdadero.
Una Mujer con una Humilde Devoción
Entonces, del otro lado, una mujer con una humilde devoción. Mientras más se leen los versos 16 y 17, más impresionantes son. Todo lo que Rut ha dejado. Todo rendido para hacer. Este es el más alto compromiso y justo en el medio, es una imagen intencional, y justo en medio de su compromiso, “Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios” esto es entrega, no solo a Noemí. Esto es olvidando todo lo que ella conoce por lo que ella desconoce, pero en lo que ella cree.
Ore para que Dios continuamente levante “Rut” mujeres que se olviden de los placeres terrenales y seguridad mundana y la comodidad valientemente, con una fe aventurera, confianza profunda en Dios, que haga lo que carece de sentido a las mujeres del mundo a su alrededor. Haga lo que parece olvidar todas las cosas buenas que este mundo tenía que ofrecer y decir, “Voy a confiar en ti, no solo ahora, sino por toda la eternidad” Un abandono valiente a la devoción. Esta es la imagen de Rut. Dios levanta a hombres y mujeres que están dispuestos a poner sus vidas en juego en un abandono radical para Él.
Dos Puntos de Necesidad
Dos personas; dos puntos de necesidad. Mientras regresan a Belén, ellas tienen dos necesidades básicas. Esto es parte de la tensión que el autor está preparando aquí, dos necesidades.
Estaban en Necesidad de Comida
Número uno, ellas están en necesidad de comida. Ellas habían obviamente salido en un tiempo de necesidad y habían regresado en un tiempo de fiesta, sin embargo el problema era, ¿Quién proveería para ellas? Hombres, proveedores en hogares de necesidad de comida.
Estaban en Necesidad de Familia
Esto nos guía a la segunda necesidad, ellas estaban en necesidad de comida, y estaban en necesidad de familia. No solo que no tenía esposo, hijos para que cuiden de sus vidas en el futuro, sino que no tenían un esposo o hijos que cuidara de ellas en el presente.
Ellas estaban en necesidad de comida y familia. Y esto está preparando una tensión. El principal problema en el Libro de Rut es cómo estas dos viudas, sin hijos pueden sobrevivir en el antiguo Israel. Ese es el problema del libro, justo aquí. En necesidad de comida y en necesidad de familia.
Ahora, en cada uno de estos versos, cada palabra, cada frase, lo que vemos es al autor dándonos imágenes sutiles en medio del resto de la escena, imágenes sutiles de quién es Dios. Y son, a veces, extremadamente sutiles. Pero quiero mostrarles en este capítulo dos imágenes de Dios.
Dos Imágenes de Dios
La realidad es, en Rut, a veces luchamos para ver a Dios, muy parecido en nuestras vidas, a veces luchamos para ver a Dios en esa misma manera. Pero quiero mostrarles dos imágenes de Dios que el autor de Rut está poniendo en escena ante nosotros aquí. Ambas están sorprendentemente en lo que dice Noemí al final. Miren en el verso 20 “No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso.” Esa es la primera vez en que ella menciona a Dios. La segunda vez, “Yo me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías ¿Por qué me llamaréis Noemí?” (Rut 1:21) la tercera vez “Jehová ha dado testimonio contra mí” cuarta vez “El Todopoderoso me ha afligido” (Rut 1:21)
Cuatro veces en esos dos versos, ella menciona quien es Dios. Lo que es interesante es que ella usa dos palabras distintas para describir a Dios, cuatro veces, dos veces utiliza una palabra y las otras dos otra palabra. Esto es lo que quiero que vean en la imagen de Dios, dos características de Dios aquí.
Él es Grande
Número uno, Dios es grande. La primera palabra que utiliza, “Llamadme Mara porque el Todopoderoso ha hecho mi vida amargura” no usa el nombre de Dios ahí. Quizás usted ha notado que le indica que vaya al pie de página de su Biblia, y le dice, “No el nombre de Dios, es un título para Dios y el título es Shaddai” usted puede estar familiarizado con El Shaddai, Dios, Todopoderoso, Shaddai es un título para Dios que enfatiza Su omnipotencia, Su poder, Su suprema soberanía sobre todas las cosas. Y esto es lo que Noemí confiesa.
En la profundidad de su amargura, ella dice “El Todopoderoso ha hecho esto” y aquí es donde quiero que nos demos cuenta donde Noemí está completamente correcta. No hay un detalle en el Libro de Rut que al final no esté bajo la soberanía de un gran Dios. No hay un detalle en el Libro de Rut que esté atribuido a la suerte. En vez de eso, la imagen aquí es Noemí diciendo, justo como dijo Job…
Y es interesante, Job más de treinta veces usa la palabra Shaddai. Job en capítulo 27:2 dice casi lo mismo que Noemí dice aquí. Job 27:2 “Vive Dios, que ha quitado mi derecho, Y el Omnipotente, que amargó el alma mía” El mismo Job que dijo “Jehová dio, Jehová quitó.”
El mismo Job que dijo “Aceptaremos de Dios lo bueno y lo malo no lo recibiremos” (Job 2:10) Job sabía que Dios era soberano sobre todas las cosas y Noemí sabe que Dios es soberano sobre todas las cosas. Las personas dicen, bueno la fe de Noemí parece débil al final. Hermanos y hermanas, prefiero este tipo de fe a aquella fe vacía que traemos al sufrimiento y tragedia en nuestra cultura contemporánea cualquier día. Hasta en la Iglesia, cuando decimos cosas como “Dios no sabía que esto iba a pasar” o “Dios fue sorprendido por esto, igual que como fuiste tu sorprendido” o “Dios está haciendo lo mejor que puede. Hay cosas que están más allá de su control.”
No, hermanos y hermanas, no es cierto. No tenemos a un Dios que es sorprendido y en shock e incapaz de mantener las cosas bajo control. Tenemos un Dios grande que es soberano y omnipotente y todopoderoso. Y esta es la roca sobre la cual nos fundamentamos. Leí un comentario esta semana. Y quede impactado cuando lo leí. Un comentario esta semana que decía “La doctrina de la soberanía de Dios no es especialmente confortante en el sufrimiento” ¿Qué? ¿Cómo quiero que veamos la soberanía de Dios? Es la roca sobre la que nos sostenemos en el sufrimiento, usted no tiene un Dios que es sorprendido. Él nunca es atrapado por sorpresa. Él siempre está en control así es como podemos saber que Él está haciendo que todo obre para bien para aquellos que le aman, que han sido llamados de acuerdo a Su propósito.
Es cómo nos podemos parar y decir Él es soberano sobre la naturaleza. Él es soberano sobre la enfermedad y el cáncer. Él es soberano sobre la dolencia y la muerte. Él es soberano sobre todas nuestras circunstancias. Esa es la roca sobre la que nos paramos. Él es todopoderoso, Él es grande. Ahora aquí está la pregunta que viene con esto. “Bueno si Él es soberano, entonces ¿Por qué pasan estas cosas? ¿Si Él es grande, puede ser bueno?” todas estas cosas todavía pasan y la respuesta que el Libro de Rut nos da es sí.
Él es Bueno
Él es grande, y Él es bueno. Y esta es la imagen, verso 20 “Llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso [Shaddai]. Yo me fui llena, pero Jehová…” (Rut 1:20-21) subráyelo ahí, es lo que ya hemos visto en el verso 6. Es el nombre del pacto de Dios, con Su pueblo, Jehová, el nombre que suma Su fidelidad, Su fiel amor a Su pueblo. Esta es Noemí en medio de su amargura diciendo “Jehová (el del pacto y fiel) me ha traído de vuelta con manos vacías. Por qué me llaman Noemí, Jehová me ha afligido.”
Esta es la imagen de la bondad de Dios. Piense sobre esto, solo piense sobre nuestras vidas cuando pasamos por luchas, sufrimientos, pruebas y tragedia. Aquí es donde luchamos. ¿No es este el enfoque? Luchamos con una de estas verdades, que Dios es grande y que es bueno. Luchamos con ¿Es Dios realmente grande? ¿Está realmente en control? Y hacemos la pregunta, Dios, ¿Cómo es que esto es bueno? Cuando usted escucha este diagnóstico del doctor sobre su esposa que viene y dice “Ha muerto” y esto sucede en la vida de su hijo y esto pasa en el trabajo cuando la casa es tomada o lo que sea que suceda; ¿Es esto bueno?
Una Promesa para Su Pueblo
En su diseño soberano Dios ordena tragedia dolorosa para preparar el escenario para el triunfo sorpresivo.
Luchamos para ver la grandeza y la bondad de Dios juntas en medio del sufrimiento; esto es lo que La Biblia nos está dando como imagen verdadera. Y esto nos guía a la promesa para el pueblo de Dios y esta es la promesa, he orado por este momento, esta verdad aquí, para que se haga viva en los corazones de ustedes mis hermanos y hermanas. Y aún si no conocen a Dios, personalmente, usted no conoce a Cristo; que usted vea esta verdad de parte de Dios a Su pueblo y usted verá cuán grande y bueno es.
Y aquí está la verdad prometida para Su pueblo en Su diseño soberano, hermanos y hermanas, en Su diseño soberano, Dios ordena una tragedia dolorosa para preparar el escenario para el triunfo sorpresivo. Esa es la promesa. Es tan difícil no leer el resto del libro ahora. No solo ir al capítulo 4, permítame mostrarle esto, pero lo que tenemos, el fin del verso 22 es un escaso hilo de esperanza.
“Noemí, y Rut la moabita su nuera con ella; volvió de los campos de Moab, y llegaron a Belén al comienzo de la siega de la cebada.” (Rut 1:22) ahora, este es el asunto. Noemí está mirando a su alrededor y dijo, “Estoy vacía. No tengo nada” y la realidad es, desde todas las apariencias, ella no tiene nada. Y estos son los momentos, no solo cómo se siente Noemí, está en toda la Escritura ¿Cierto?
La hambruna ataca a Abraham e Isaac, ambos dirigidos a otra tierra para su bien. Esta hambruna guía a la familia de Jacob al escenario de Egipto para la poderosa salvación de Dios en el Éxodo. La infertilidad en toda la Escritura. Es Daniel siendo echado en el foso de los leones. Sadrac, Mesac y Abed-Nego siendo lanzados en el horno de fuego. Pasa una y otra vez ¿Qué está sucediendo? Y seamos honestos. Quitemos la chapa por un momento y solo admitamos que hay momentos en donde pensamos que Dios está lejos de nosotros. Piénselo en esta historia y en las historias representadas en esta sala.
Viajaremos sobre estas, pero solo piense en ello, cuando estamos rodeados de hambruna. Cuando anhelamos lo que no tenemos, cuando anhelamos lo que necesitamos y sabemos que lo necesitamos y aún así no nos encontramos recibiéndolo de Dios. Sabemos que lo necesitamos. Y no está ahí.
Cuando todo parece extraño, y nos encontramos en un lugar nuevo, físicamente, quizás nos encontramos a nosotros mismos en un nuevo lugar, relacionalmente, quizás la relación con una madreo padre o hijo o esposo o esposa que una vez era de una vía y ahora es completamente diferente y usted piensa ¿Cómo pasó esto? Cuando nos encontramos en un nuevo lugar emocionalmente, físicamente, con cáncer o enfermedad, y usted mira a su alrededor diciendo, “No es así como lo había planeado. No sé cómo pasar esto. Nunca había estado abajo en esta jornada. Nunca pensé que estaría en medio de esta jornada.”
Cuando todo parece extraño, cuando ataca la muerte – su familia – y el dolor no parece que va a desaparecer. Quizás fue hace poco tiempo cuando la muerte atacó o quizás fue hace mucho tiempo. Quizás se esperaba. Quizás fue totalmente inesperado, pero el dolor no se va.
Cuando la desesperanza lo absorbe cuando no estamos seguros si realmente queremos continuar en nuestra circunstancia actual, cuando sentimos como que no hay salida y como que no hay luz al final de túnel.
En medio de la soledad cuando nadie más entiende, aquellos que amamos o quizás cuando no podemos encontrar a alguien que nos ame lo suficiente para hablar con nosotros, aunque ellos no entienden.
En medio de la soledad; en medio de la esterilidad, oh! El dolor que sé con el que las parejas luchan, el dolor de querer y desear un hijo, querer y desear una familia y pidiéndole a Dios, “Dios ¿Por qué no nos das este deseo tan fuerte y no nos provees? No tiene sentido. Solo queremos un hijo para glorificar Tu nombre en medio de la esterilidad”
En nuestro dolor cuando estamos heridos y lloramos y luchamos, quizás en nuestra vergüenza y las cosas con que luchamos, quizás no estemos orgullosos con ellas. Las cosas con las que luchamos son cosas que otros no entienden o quizás otros bajan la cabeza porque estamos luchando. En todas estas cosas… y no quiero ser depresivo aquí, pero esto es real.
Cuando recibimos ese diagnóstico, cuando escuchamos esa noticia, cuando esto y esto sucede, cuando esta circunstancia se va por este rumbo, cuando esta persona dice esas palabras que cambian todo desde ese punto en adelante, cuando esas cosas suceden ¿Está Dios realmente cerca en todo esto? Y pensamos que Dios está lejos de nosotros, y esta es la manera en que quiero que vea esta promesa aquí. Mire esta promesa. Cuando pensamos que Dios está lejos de nosotros, podemos saber, pueblo de Dios, podemos saber que Dios se mostrará fiel a nosotros.
Podemos saber esto: Dios se mostrará a Sí mismo fiel a nosotros. Noemí está diciendo “Estoy vacía. No tengo nada” poco sabe ella, no pierda esto, poco sabe ella que parándose justo al lado de ella, en su nuera moabita está la plenitud de Dios. Y en este momento cuando ella piensa que Dios se ha ido completamente y lejos de ella, en ese momento, Dios está apoyando el fundamento para la más grande demostración de Su fidelidad a ella. Llegando a Belén mientras apenas empieza la cosecha, un hilo de esperanza. Hay una cosecha que se acerca.
Aquí es donde nos detenemos en el Libro de Rut, porque no vamos al capítulo 2, pero no es aquí donde nos hemos detenido en la Sagrada Escritura. Si pudiera dar un paso atrás conmigo por un minuto y ve la imagen, hermanos y hermanas, este es el Evangelio. Es el gran, glorioso, y hermoso Evangelio, la historia épica de la redención, porque aquí está la realidad, cuando nos encontramos a nosotros mismos en medio de esta historia.
Somos Elimelec. Hemos salido de nuestro Dios a una tierra de idolatría. Somos Rut. Nacimos en una tierra de idolatría e inmoralidad, hijos de desobediencia, objetos de la ira de Dios, merecedores solo del juicio de Dios. Aquí es donde nos encontramos a nosotros mismos. Y la imagen que tenemos del libro de Rut, es la imagen que tenemos en toda la Escritura, es de Dios que está buscando a Su pueblo en su pecado y hasta usando su pecado. Él está usando el pecado de Elimelec aquí para preparar el escenario para una demostración de Su gracia sobre el gran tema de la historia de la humanidad. Este es el gran Evangelio. Dios toma nuestro pecado, lo clava a Su Hijo en la cruz y prepara el escenario para la gran imagen de Su gloria a todas las naciones.
Este es el Evangelio, en nuestro pecado. Dios nos cubre con Su gracia. Su gracia cubre nuestro pecado. Escriba esto. No lo pierda. Hermanos y hermanas, el pecado de su pasado no disipa la esperanza de su futuro. Ese es el Evangelio porque Cristo ha tomado nuestro pecado sobre Sí para que no estemos apegados a nuestro linaje en el pasado, nuestra tierra del pasado, nuestros dioses del pasado. Hemos sido liberados y somos parte de la promesa de Dios y Él ha hecho esto una realidad al cambiar nuestra dolorosa tragedia a la cruz en el sorprendente triunfo de nuestra salvación. Este es el Evangelio en el cual la gracia de Dios cubre nuestro pecado.
Y en nuestro dolor, Su misericordia supera. Su misericordia sobrepasa nuestro dolor. Noemí había experimentado un gran dolor, una gran pérdida. Vamos a experimentar gran pérdida. Algunos ya lo hemos hecho. Y este es el asunto. Quizás no sea inmediatamente reconocido, quizás tome un tiempo largo, quizás tome varios días de paciencia esperando pero sepan esto, cuando Dios parece estar lejos, puedes saber que Él se mostrará fiel a ti. Está garantizado. Eternamente, Él se mostrará a Sí mismo fiel a ti.
Un himno que quiero compartir con ustedes escrito por William Cowper. Un poco de contexto que les ayudará a entender este himno. Cowper vino a Cristo en un manicomio. Estaba en un manicomio y encontró una Biblia que un obrero cristiano había dejado. Comenzó un proceso donde Dios abrió sus ojos a la gracia y misericordia. Él batalló con la depresión, episodios de depresión severa durante toda su vida, y aún así este himno es una imagen de cómo en medio del sufrimiento él aprendió a ver la gracia de Dios detrás de las circunstancias y es una imagen poderosa.
Mírenla
Dios se mueve de manera misteriosa para realizar sus maravillas. Deja sus huellas en el mar y se pasea sobre la tormenta. En lo profundo de la mente insondable de habilidad nunca falla, Él atesora sus brillantes diseños y obras de su voluntad soberana. Vosotros santos temerosos, cuajada fresca toman las nubes que tanto temen son grandes, con misericordia y dará en bendiciones sobre tu cabeza. No juzgues al Señor con débil sentido, pero confía en Él por su gracia, detrás de una providencia severa, se esconde una cara sonriente. Su propósito madurará rápido, desplegando cada hora, la yema puede tener sabor amargo, pero dulce será la flor. La ciega incredulidad está segura de ganar y escanear su obra en vano, Dios es su propio intérprete, y Él hará que sea sencillo.
El Ministerio de Misericordia: Parte 2
Si usted tiene una Biblia, y espero que así sea, le invito a abrirla conmigo en el capítulo 2 de Rut. En el último sermón comenzamos el primero de cuatro mensajes en esta última historia de amor del Antiguo Testamento, que deja en vergüenza absoluta a las novelas y películas de nuestra cultura. Hay una real, sólida, y auténtica historia de amor justo aquí. Y quiero asegurarme de que si usted se perdió el mensaje anterior, no se quede muy atrás en lo que respecta al avance de esta historia hasta este punto. Así que quiero recapitular lo que ya vimos en Rut 1.
Así que repaso un resumen de Rut 1. La historia realmente empieza y desenvuelve en el primer capítulo, alrededor de Noemí. Noemí tenía un esposo llamado Elimelec y dos hijos. Ellos vivían en Belén. Belén es llamada la casa del pan, pero hubo un tiempo en que Belén estuvo en sequía y no había pan, así que Elimelec condujo a su familia, Noemí y sus hijos, a dejar la tierra prometida, dejar atrás a Belén e ir a la tierra de compromiso, la cual en este caso es Moab. Moab tiene una dilatada historia. Usted ve esto en la Escritura. Esto está definitivamente ahí en Génesis.
Básicamente, los Moabitas comenzaron cuando Lot tuvo una relación incestuosa con su hija; no es un pasado para enorgullecerse. Y entonces, hubo un punto en el Antiguo Testamento donde los Moabitas atacaron a los israelitas, y entones otro punto donde las mujeres moabitas sedujeron a los hombres israelitas a la inmoralidad sexual y la idolatría, trayendo juicio de Dios sobre el pueblo de Israel. 24 mil personas murieron como resultado de lo que las moabitas habían hecho al seducir los hombres israelitas. Y así, sobra decir que las relaciones entre moabitas e israelitas no eran muy positivas. Ciertamente un penoso pasado, cuando usted piensa en Moab desde la perspectiva de Israel.
Y así tenemos este retrato de Elimelec guiando a su familia de entre todos los sitios posibles, a Moab. Ahora, cuando ellos llegan ahí, inesperadamente, repentinamente, Elimelec muere y Noemí queda con sus dos hijos que terminan casándose y dándole dos nueras moabitas. Esto no estaba funcionando de la manera que Noemí había planeado su vida. Ella se ve a sí misma en tierra extranjera con dos nueras quienes son primero que todo, moabitas., Orfa y Rut. Y entonces después de 10 años sin tener bebes, donde ninguno de sus hijos y sus esposas tuvieron hijos, sus hijos inesperadamente mueren y ella está ahora sola y viuda, sin hijos y con la nueras Moabitas, quienes ahora son también viudas y sin hijos.
Ella oye noticias que el pan ha retornado a Belén y hay comida allá, de modo que empieza el viaje de regreso a Belén. En el camino ella trata de disuadir a Orfa y Rut de ir con ella. Por su bien, sería mejor para ellas, dice Noemí, quedarse en Moab, encontrar esposos y comenzar una familia. Si ellas vienen con ella, se estarían condenando prácticamente a perpetuar su viudez y su carencia de hijos. Orfa se persuade y regresa.
Pero en Rut 1.16 y 17, uno de los más majestuosos cuadros de compromiso en toda la escritura. Rut se apega a Noemí y le dice, “No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios17 Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada.”
De modo que el final de Rut 1 retrata a Rut y Noemí llegando juntas a Belén. Todas las personas que conocían a Noemí vienen a ella diciendo “Hola Noemí” y ella inmediatamente voltea a verlos.
El nombre de Noemí significa placentera y amable, y ella voltea a verlos y les dice, “ya mi nombre no es Noemí, no me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso”. “Mara” significa amargura. Y ahí está ella, de pie con Rut a su lado, un cuadro del pecado de su esposo al dejar la tierra prometida atrás para ir a otra tierra y regresar ahora, con una nuera moabita. Ahí es donde termina el capítulo 1 de Rut, que nos deja con una breve vislumbre de esperanza porque la cosecha de la cebada estaba comenzando. Y esto crea el escenario para Rut 2.1.
Lo que vamos a hacer ahora es similar a lo que hicimos en el sermón anterior. Tenemos un bosquejo. Ustedes tienen algunas notas, pero no vamos a profundizar en eso por ahora. En vez de eso, vamos a caminar lentamente a través de este capítulo, tomando verso por verso y dejar la historia desarrollarse. Lo que queremos hacer es entrar en las mentes de los lectores originales cuando ellos estaban escuchando este relato. Queremos colocarnos en la historia, queremos ver las caras de los personajes en este relato. Queremos sentir sus emociones. Queremos captar el peso y la profundidad de lo que ellos están diciéndose uno a otro y lo que eso va a causar; en algunos momentos pausaremos para ver algunos matices en el lenguaje y lo que el autor, el narrador bajo la inspiración del Espíritu Santo está haciendo muy intencionalmente a través de esta historia para darnos un retrato de una historia aun más grandiosa que vamos a ver durante estos cuatro sermones.
Así que, comencemos con Rut 2:1 y sencillamente vamos línea por línea, por así decirlo. Recuerde la verdad, una cosa más del sermón pasado, la verdad que realmente está encapsulada y que vimos en el mensaje anterior, cómo Dios y su designio soberano disponen que una triste tragedia cree el escenario para la mayor demostración de Su fidelidad hacia nosotros. Cuando Dios parece más distante de nosotros, puede que esté estableciendo los fundamentos para la más grande demostración de su fidelidad para con nosotros. Así que, las penas y las tragedias nos dejan buscando el triunfo.
Rut 2.1, el autor escribe, “Tenía Noemí un pariente de su marido, hombre rico de la familia de Elimelec, el cual se llamaba Booz”. Pausemos por un segundo aquí. Final de Rut 1: usted tiene dos personajes principales, la extraña pareja, Noemí y Rut, juntas al final de Rut 1. Viudas y sin hijos con las mayores necesidades. Ellas están en necesidad, identificamos eso en el sermón anterior, en necesidad de comida y en necesidad de una familia, de modo que en el resto del libro, de alguna forma se tiene que resolver cómo van ellas a ser provistas de comida y familia.
Y así, Rut 2.1 es como un retrato del caballero de armadura resplandeciente, Booz. Y hay dos factores integrales sobre Booz aquí, que son mencionados en el verso 1. Número uno, es de la familia de Elimelec. Ahora, la forma en que la sociedad israelita funciona es que, como individuo, usted es parte de una familia. Su familia es parte de un clan o tribu y este nivel de clan era socialmente el grupo familiar más importante que había en la sociedad israelita.
El cuadro de porqué eso era tan importante es porque si usted era parte del clan de alguien, entonces usted tenía responsabilidad de cuidar de otros, proveyendo para otros en ese clan. Así que esto es significativo. Booz es de la misma familia de Elimelec, el esposo de Noemí. Ese es el primer hecho. Segundo hecho: dice que era un hombre rico, lo cual es una referencia a sus posesiones, y podría ser una referencia también a su carácter. Esta es la misma expresión que se usa en Jueces 6 para describir a Gedeón como un hombre de poder o un hombre de valor.
Y así lo que tenemos es esta imagen de Booz como una especie de caballero de la armadura resplandeciente. Ahora, él no entra en acción aun. Estamos a punto de regresar al verso 2, con Rut y Noemí, pero lo que tenemos es al autor diciendo, “bueno, hay un hombre por aquí llamado Booz, de la familia de Elimelec, que es un hombre bastante solvente. Verso 2. “Rut la moabita dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo, y recogeré espigas en pos de aquel a cuyos ojos hallare gracia. Y ella le respondió: Ve, hija mía.”.
Ahora, hay un patrón aquí. Dios establece medios en la temporada de cosecha, para proveer a los pobres y los desposeídos, aquellos que no tienen tierra, aquellos que no tienen comida. Y los medios que él ha establecido eran—en la ley que él había mandado—que los terratenientes y segadores, dejaran las esquinas de los campos para dejar granos de cebada sobrantes aquí y allá, para que el pobre y el desamparado vinieran más atrás y obtuviera provisiones. Dios había establecido en el Antiguo Testamento, restos del trabajo de la tierra para la situación aquí, de modo que Rut y Noemí, con nada a su nombre, Rut pudiera decir “Yo iré al campo, y recogeré espigas en pos de aquel a cuyos ojos hallaré gracia.”
Ella tenía esa gracia garantizada, porque la realidad es que ella es una mujer extranjera en la cultura israelita, y ella ha de encontrar un campo donde alguien la deje ir detrás y recoger al menos un poco de grano aquí o allá para obtener provisión. Ella está buscando a alguien que le permita conseguir un poquito de comida, quizás por un día o dos, para que quizás le dure un par de días, solo un poco de grano, y aquí es donde esto se pone realmente bueno.
Verso 3 dice “Fue, pues, y llegando, espigó en el campo en pos de los segadores; y aconteció que aquella parte del campo era de Booz, el cual era (en el caso de que lo hayan olvidado) de la familia de Elimelec.” ¡Que coincidencia! y esta es la forma en que el autor, mire esta frase, “y aconteció” literalmente quiere decir, “Por casualidad”, y hoy muchos dirían “por suerte”, sucedió que ella se adentró en el medio de todos los campos de Judá y sucedió que ella vino a dar al campo de… ¿en quién han pensado ustedes? En el campo de Booz. Ese es el cuadro aquí.
Hermanos y hermanas, retengan esta verdad: nada sucede por accidente en la economía de Dios. Nada sucede por accidente. Todo sucede con un propósito. No somos conducidos o atrapados por una fuerza impersonal de cambio o coincidencia. Hay un Dios soberano, un Dios soberano que siempre está orquestando los eventos de su pueblo para su bien y Su gloria, siempre.
Cuando pienso en este retrato mi mente inmediatamente va, particularmente en la preocupación por el pobre aquí. Mi mente inmediatamente va al viaje de adopción que Heather y yo hicimos para la adopción de nuestro hijo Caleb, de Kazakstan. Pienso en todos los accidentes, por así decirlo, que “Solo sucedían”. Tuvimos la casualidad de pasar años y Dios reteniendo darnos hijos, para guiarnos a pensar y orar por la posibilidad de adopción. Y nos sentamos, literalmente, con un mapa del mundo en frente nuestro. ¿Adoptaremos aquí, domésticamente? ¿Adoptaremos internacionalmente? Si lo hacemos internacionalmente, ¿de dónde vamos a adoptar? Y comenzamos a investigar diferentes países.
Y nos topamos con Kazakstán. Yo ni siquiera tenía idea de donde era Kazakstán, ni de que existiera. No estoy seguro de qué sabía sobre ello, pero todo lo que sé es que de pronto nos encontrábamos antes la posibilidad de adoptar un niño de Kazakstán. Nuestros corazones y mentes fueron atraídos hacia Kazakstan, por casualidad que más arriba en la calle donde vivíamos había una agencia de adopción que se especializaba en niños de Kazakstán. Y por casualidad nosotros vivíamos justo más abajo a poca distancia de ellos, porque por causalidad un huracán había venido y se había inundado nuestra casa en Nueva Orleans.
Así que bien, repentinamente ellos nos están enviando información y nosotros enviando una aplicación, y así comenzó el papeleo del proceso de intentar completar esto y aquello, pasando por cada agencia gubernamental concebible para tratar de mostrar que nosotros podemos tener un hijo, quedando atascados en ese momento, demorándose el proceso en otro momento, y preguntándonos ¿Por qué está pasando esto? Hasta que, 14 meses después, nuestro papeleo por fin está completo, finalmente terminando en Kazakstán. El siguiente niño que estaba disponible era un pequeño chico en una pequeña y oscura ciudad de Kazakstán llamada Yorosk.
Cuando nosotros, dos semanas después nos hallamos en el avión hacia Kazakstán, en un pequeño aeroplano hacia esta pequeña y oscura ciudad, donde hay cientos de huérfanos y llegamos al orfanato y de repente este pequeño chico es puesto en nuestros brazos; cuando miré a mi hijo Caleb, mi corazón grito. “Dios es soberano”. No había ningún detalle en todo ese viaje en el que Dios no estuviera detrás para guiarnos hasta este pequeño niño. Piénselo. No hay nada en su vida o mi vida que haya sucedido la semana pasada que sea accidental; Dios está orquestando divinamente los eventos de su semana para su bien y para Su gloria.
Esto es increíble y se pone aun mejor en el verso 4. “Y he aquí que Booz vino de Belén” me explico: ¡esto es demasiado! Por casualidad Rut llegó al campo de Booz y al llegar ella allí, usted no se imagina lo que por casualidad sucedió al mismo tiempo. Chicos: ¿Alguna vez ha estado usted viendo una película tonta con su esposa y viendo el desarrollo de los eventos le parece tan ilógico, tan absurdo? Como si esos detalles nunca ocurren de esa forma. Nunca se conjugan de esa manera y usted piensa “esto es ridículo” y usted está a punto de apagarlo, y se voltea a hablarle a su esposa y usted la mira. Miro a mi esposa y me voy a encontrar con esa enorme sonrisa en su rostro, entusiasmada con la historia, como si esto fuera demasiado bueno para ser cierto. O ella estará en lágrimas, pensando “esto no debería suceder” yo la miraría y me diría “¡Oh por favor!”
Esto no funciona de esta forma, así que usted apenas lo tolera. Pero aquí está el asunto. Así es como funciona. Funciona de esta manera bajo un Dios soberano. “Y he aquí que Booz vino de Belén, y dijo a los segadores: Jehová sea con vosotros. (Rut 2.4), Usted puede decir mucho en el Antiguo Testamento acerca de alguien basado en las primeras palabras que salen de su boca. Y así tenemos un cuadro desde el mismo principio en que Booz entra en escena, un hombre de Dios. “Y ellos respondieron: Jehová te bendiga”.
Y entonces, verso 5, “Y Booz dijo a su criado el mayordomo de los segadores: ¿De quién es esta joven?” “Identifíquenla”, es lo quiere decir en idioma original del Antiguo Testamento. De toda la gente en el campo… ahora, note que él no dice “Quien es esa”. El dice: ¿De quién es esta joven, a quien pertenece, de qué familia forma parte? Desmontando la presión que hay aquí en el libro de Rut porque ella es una nuera moabita sin esposo, sin familia con quien vivir ni de la cual formar parte. Ella está en necesidad de una familia y eso es exactamente lo que el mayordomo responde.
Verso 6 “Es la joven moabita que volvió con Noemí de los campos de Moab;”. El autor está haciéndonos ver en el verso 2 “Rut la moabita”, aquí en el verso 6 “Es la joven moabita que volvió con Noemí de los campos de Moab;” El énfasis “Ella no es de aquí”. Verso 7: “y ha dicho: Te ruego que me dejes recoger y juntar tras los segadores entre las gavillas. Entró, pues, y está desde por la mañana hasta ahora, sin descansar ni aun por un momento.” De modo que Booz es informado en breve tiempo e inmediatamente dice, “voy a hablar con ella”. Y lo que sucede es que Booz comienza a hablar directamente a Rut.
El escenario ahí. “Has venido a refugiarte bajo las alas del Dios de Israel, bajo sus alas has tomado refugio”. Y entonces Rut responde: “Señor mío, halle yo gracia delante de tus ojos; porque me has consolado, y porque has hablado al corazón de tu sierva, aunque no soy ni como una de tus criadas.” (Rut 2.13). Básicamente, Rut ha dicho, “estando yo en el más bajo nivel en la escala social, usted ha confortado mi corazón y usted ha hablado a mi alma”.
Esa es la clase de lenguaje que hallamos en Rut 1.16 y 17, cuando Rut habló a Noemí, dejándola sin palabras. Y lo mismo ocurre entre los versos 13 y 14, hay un silencio elocuente, por así decirlo, ya que Booz no dijo nada en respuesta. El escenario está dado para el verso 14 ahora, mire lo que sucede. Hay tiempo que ha transcurrido aquí durante el día y entonces el verso 14 dice “Y Booz le dijo a la hora de comer: Ven aquí, y come del pan, y moja tu bocado en el vinagre. Y ella se sentó junto a los segadores, y él le dio del potaje, y comió hasta que se sació, y le sobró” (Rut 2.14).
Oh sí. Esta es la primera cita en el libro de Rut. Aquí, una linda comida romántica sobre el grano tostado. Usted puede sentir el palpitar del drama justo aquí. Y no solo una comida, esto es más profundo. Esto es un símbolo. Este es un cuadro de compañerismo a la mesa y no solo de sentarse en una mesa.
Mire este cuadro, cuando “ella se sentó junto a los segadores, él le dio del potaje”. La expresión él le dio, en otra versión es “él le ofreció” y es la única vez que se usa en el Antiguo Testamento. Esta es una ilustración de cómo él la sirvió. Esto no es solo una mujer extranjera moabita, que es invitada a la mesa. Esto es Booz yendo a ella y literalmente sirviéndole en su mesa, el señor de la cosecha sirviendo a la extranjera en su mesa. Toma algo de pan y mójalo en el vinagre.
Toma algo de pan. Mójalo en el vinagre. Esto es lo que está aconteciendo aquí con Rut y Booz, comiendo a la mesa y ella está degustando. “… y comió hasta que se sació, y le sobró” ella comió todo lo que quiso hasta que estuvo llena, y entonces Booz llama a sus obreros y dice: “Bien, necesito su ayuda muchachos”. Verso 15 “Luego se levantó para espigar. Y Booz mandó a sus criados, diciendo: Que recoja también espigas entre las gavillas, y no la avergoncéis; y dejaréis también caer para ella algo de los manojos, y lo dejaréis para que lo recoja, y no la reprendáis.” (Rut 2.15-16). De nuevo, ella recibirá provisión y protección. Booz se va asegurar que así sea.
Y el resultado es, verso 17, “Espigó, pues, en el campo hasta la noche, y desgranó lo que había recogido, y fue como un efa de cebada” (Rut 2.17). Ahora mire esto: Un Efa ¿Cuánto es eso? Bueno, un comentario decía que eso es más o menos entre la mitad y dos terceras partes de un bushel. Ahora, demos un paso adelante. De la mitad a dos terceras partes de un bushel, entre 30 a 50 libras. Ahora, una pequeña perspectiva aquí. En la antigua Babilonia, una ración promedio para un obrero varón por día, era de una a dos libras. De una a dos libras por día. Ella se va con entre 30 a 50 libras. Y asumimos que Rut era una mujer fuerte, porque el siguiente verso dice ella “lo tomó y se fue a la ciudad”. (Rut 2.18).
Así que ella recoge entre 30 a 50 libras de grano y comienza el recorrido de regreso a casa. Y vea lo que sucede, esto es bueno—“y su suegra vio lo que había recogido”. Solo visualice. ¿Puede ver la cara de Noemí? Ella estuvo sentada todo el día esperanzada de que Rut estuviera a salvo, quizá regresaría con una pequeña comida para la noche, pero en realidad regresa con entre 30 a 50 libras de grano. Rut también… Aquí es donde esto es realmente gracioso. “Sacó también luego lo que le había sobrado después de haber quedado saciada, y se lo dio.” De modo que Rut no solo viene y suelta las 30 a 50 libras de grano, y Noemí no sale de su asombro, pero entonces Rut escarba en su bolso y le dice “aquí te traje algo de la comida que tuve hoy también”.
Ha sido un buen día, Noemí. Y Noemí está mareada ¿cierto? ¿Recuerde la última vez que vimos a Noemí? Amargada. Ella ha pasado de la amargura a la bendición. Ahora ha estado sentada en una casa todo el día. ¿Podría ser, hermanos y hermanas, que en medio de nuestras penas y sufrimientos, el Dios del universo puede estar tramando nuestra satisfacción? ¿Podría ser que en la profundidad de nuestras penas y sufrimientos, ese Dios del universo está en ese mismo momento, maquinando para nuestra satisfacción? Ella está mareada. 19 Y le dijo su suegra: ¿Dónde has espigado hoy? ¿Y dónde has trabajado? Bendito sea el que te ha reconocido. (Rut 2.19). Ella se repite a sí misma, ¿dónde has trabajado? Las palabras surgen espontáneamente de su boca, “bendita sea esa persona”.
Ahora, aquí está el asunto. Lo que nos damos cuenta como lectores y oidores desde el mismo principio es que las mejores noticias no se han dado aun. Sí, quiero decir, esto es grandioso, de 30 a 50 libras de grano, algo de pan y vinagre de la comida de horas antes. Eso es bueno pero hay algo mejor que sabemos aquí; Rut sabe dónde estuvo trabajando, en los campos de Booz, pero aun no sabe lo significativo que es Booz. Noemí sabe quién es Booz, pero no sabe en qué campo Rut ha estado trabajando y en eso, la principal pieza de información aun no se devela. Usted piensa, Noemí está contenta ahora, y lo que el autor hace es muy intencional, y justo en la oración que sigue, que la dice Rut, el autor se asegura de guardar el nombre del dueño de los campos donde ella estuvo trabajando, hasta la misma última palabra en la oración.
Es una especie de construcción, como oyentes, como lectores de la historia. Lo que estamos haciendo es buscando el rostro de Noemí. No podemos esperar a que ella se entere quien es el dueño del campo. “Y contó ella a su suegra con quién había trabajado, y dijo: El nombre del varón con quien hoy he trabajado es Booz.” Donde Rut estuvo espigando. Usted piensa bien, por qué toda esa comida, mire esto, “(Rut 2.19) Y Noemí está perpleja, y dice “Sea él bendito de Jehová, pues que no ha rehusado a los vivos la benevolencia que tuvo para con los que han muerto. Después le dijo Noemí: Nuestro pariente es aquel varón, y uno de los que pueden redimirnos.” Rut 2.20.
Quisiera que usted subraye dos palabras en el verso 20. Hay dos palabras que no vamos a desarrollar a profundidad, pero que son claves en los próximos dos sermones. Primero, “Benevolencia”, “no ha rehusado a los vivos la benevolencia que tuvo…”.Esa es una palabra clave del Antiguo Testamento. Piedad, Misericordia, gracia. Y usted sabe, aun aquí hay un gran debate sobre quien es “él” en este pasaje. “…no ha rehusado a los vivos la benevolencia que tuvo” ¿Está hablando del Señor? ¿Es él Jehová? ¿Está hablando de Booz?
Pero la realidad es, vamos a ver eso en un minuto, realmente se trata de ambos, la piedad, la misericordia, la compasión. Subraye esa palabra. Vamos a regresar a ella en los próximos sermones. Y entonces la segunda palabra a subrayar está en el mismo final del verso 20, “pariente redentor”. Subrayar eso. Vamos a ver esto en los siguientes dos sermones.
Levítico ha establecido un cuadro del pariente redentor, un cuadro de dos lados. Pariente, uno que es familiar, que es parte de un clan, tendría el derecho de redención, un derecho de compra, de recuperar propiedades, de proveer para aquel familiar cuya familia lo ha abandonado, alguien cuyo esposo ha muerto, por así decir. Pariente redentor. Vamos a regresar a eso, pero mantenga pendiente esos dos términos. Son muy claves.
Y así Rut se da cuenta que no se trata simplemente de un hombre extremadamente honorable quien la ayudó ese día. Es un pariente redentor.
“Y Rut la moabita dijo: “Además de esto me ha dicho: Júntate con mis criadas, hasta que hayan acabado toda mi siega.” (Rut 2.21). Así, Noemí, la suegra por excelencia comienza a orquestar el siguiente paso. “22 Y Noemí respondió a Rut su nuera: Mejor es, hija mía, que salgas con sus criadas, y que no te encuentren en otro campo.” (Rut 2.22) “Quédate en ese campo” y eso es exactamente lo que Rut hace. “Estuvo, pues, junto con las criadas de Booz espigando, hasta que se acabó la siega de la cebada y la del trigo” (Rut 2.23).
Ahora, aquí está el asunto. Dos grandes problemas en el Libro de Rut que necesitan resolverse, ellas están en necesidad de comida y en necesidad de familia. Comida, chequeen. La realidad es, ella estuvo en los campos de Booz espigando hasta que se acabó la siega y la cebada. Los siguientes dos o tres meses estaba cosechando, día por día. No sabemos si ella caminaba a la casa con 30 a 50 libras cada día, pero parece que hasta el final de esos meses, en cuestión de semanas, Rut había experimentado la provisión de Dios a través de la benevolencia de Booz, que las sostuvo a ella y Noemí durante el resto del año. Esa es una provisión maravillosa.
Pero con toda la acción que tenemos en Rut 2, usted llega a la última frase, a la última oración, y es una frustración. ¿No es una conclusión decepcionante para un capítulo? ¿Qué sucedió? Es como si usted estuviera viendo un show y está llegando al final como si, ¡Hey!, todas las piezas están encajando y entonces falta una pequeña pieza y suben las letras y dice “continuará la próxima semana”. ¡No!. Y eso es lo que pasa.
Vea la última frase. Después de dos o tres meses, semana tras semana, Rut ha estado trabajando en los campos de Booz. Usted pensaría que algo debía suceder al final, pero el autor solo dice “y vivía con su suegra”. (Rut 2.23). Oh, habla de desaliento. Usted está pensando “Booz, ¿qué estas esperando hombre? Ella está en tu campo por dos o tres meses y al final, recuerde los problemas. Ellas necesitaban comida, ellas necesitaban familia. Ellas necesitaban comida y tenemos eso solucionado, pero el gran problema aun persiste ahí. Rut es aun una moabita, verso 21, viviendo con su suegra. Habla acerca de la falta de solución de la trama, y así es como nos deja Rut 2. Así que desafortunadamente ahí es donde vamos a detenernos en la historia.
El Evangelio Según Booz
Entonces, ¿Qué podemos aprender de Rut 2? ¿Qué nos está enseñando el Espíritu Santo? Lo que quiero hacer es, mostrarles dos facetas del evangelio que se enfatizan aquí en Rut 2. Quiero que comencemos con el Evangelio según Booz. ¿Qué quiero decir con eso? Esa es una de las cosas que más me gustan del libro de Rut. No vemos a Dios mencionado explícitamente en cada verso de este libro. Vemos palabras como las que están en el verso 3. “Y aconteció”, eso apunta al hecho de que Dios está trabajando tras el escenario en todas esas cosas, pero la forma en que está escrito Rut es intencional para mostrarnos que Dios está trabajando detrás del telón en lo que los personajes de la historia están haciendo.
Aquí está el asunto. Los personajes en esta historia están a fin de cuentas, revelando el carácter de Dios hacia nosotros. Dios está mostrando su amor por Noemí ¿Cómo? Mediante la devoción radical de Rut hacia Noemí. Dios está mostrando su cuidado por el pobre y el extranjero, ¿cómo? Por la preocupación de Booz por el pobre y el extranjero. Lo que estamos viendo en los personajes de esta historia es un retrato del carácter de Dios. Y así, no estoy tratando de encajar un truco de predicador aquí, para sacar algo a relucir. Es intencional que el autor de Rut está mostrándonos una ilustración, un vistazo del carácter de Dios que nos ayuda a entender el evangelio, en el carácter de Booz.
El Busca al Marginado como Su Familia
Piense en lo que hace Booz en Rut 2. Él busca al marginado como su familia. Vimos esto una y otra vez desde el verso 2 hasta el verso 21 y en todas partes entre ambos puntos. Rut, la moabita, Rut de Moab, quien vino de Moab. Rut, quien dejó su tierra natal, la que no pertenece aquí. Rut la moabita, una y otra vez. Ella es una marginada social. Pero lo que es interesante es cuando usted llega al final del capítulo. Dice Rut la moabita una y otra vez, pero parece mucho más que es parte de la familia de Booz ¿no es así?
Me explico, ella está trabajando en los campos de Booz. Está comiendo en la mesa de Booz. Ella regresa a casa con granos de los campos de Booz para suplir su hogar. Pareciera que ella es parte de su familia, pero aun es una extranjera. Aquí está el cuadro. Booz está buscando a la marginada como si ella fuera de su propia familia.
El Refugia al Debil Bajo Sus Alas
En segundo lugar, él refugia al débil bajo sus alas. Quiero aplicar aquí el lenguaje usado en el verso 12 acerca del “Dios de Israel bajo cuyas alas has venido a refugiarte” la realidad es ¿Cómo es protegida Rut en este capítulo? ¿Bajo las alas de quién? Bajo las alas de Booz en los campos de Booz. Allí es donde ella está protegida. El está acogiendo al débil bajo sus alas. Asegurándose de que ella no sea abusada, maltratada, insultada, lo que sea que pudiera pasar, no solo a Rut, porque él refugia al débil bajo sus alas.
El Sirve al Hambriento en Su Mesa
Tercero, él sirve al hambriento en su mesa. Usted piensa acerca de esta escena. Nosotros bromeamos un poco sobre esto, pero piénselo, y pasamos ya por este tema por un momentito en el sermón anterior. En nuestra afluencia, muy pocos de nosotros sabe lo que es estar sin comida, y sin saber cuándo la va a conseguir. El cuadro aquí es Rut viajando con Noemí de regreso de Moab hasta Belén con nada y sin nadie que les proveyera nada, esperanzadas de salir y conseguir un poco de alimento para el día. Ahora, repentinamente, ella se encuentra sentada la mesa del banquete que está disfrutando la familia de Booz. No solo sentada a la mesa, pero siendo servida por el mismo señor de la cosecha. El sirve al hambriento en su mesa.
El Derrama Su Gracia sobre el Necesitado
Y finalmente, él derrama su gracia sobre el necesitado. Día uno: regresando con entre 30 a 50 libras de grano y los restos de su almuerzo. Quién sabe si día, tras día, tras día la abundancia se está construyendo al derramar su gracia sobre el necesitado. De modo que este es el retrato de Booz. Él busca al marginado como su familia, él sirve al hambriento en su mesa y derrama su gracia sobre el necesitado.
El Evangelio Aplicado
Lo que quiero hacer ahora es, que tomemos este cuadro y consideremos cómo se aplica eso a nosotros. Ahora quiero que pensemos en este cuadro de Booz, el evangelio según Booz, en dos niveles: desde dos perspectivas diferentes por así decirlo.
Primero, la perspectiva de Booz, quien es el que está mostrando este amor y en segundo lugar, desde la perspectiva de Rut, quien está recibiendo esta clase de amor. Quiero que consideremos cómo el evangelio afecta la forma en que mostramos amor y entonces, en segundo lugar, como el evangelio afecta la forma en que recibimos amor.
Invertiremos nuestras Vidas por el Pobre
Primero, la forma en que mostramos amor, basada en este retrato de Booz, el evangelio aplicado en nuestra iglesia, significa que invertiremos nuestras vidas por el pobre. No se pierda esto. El propósito de la preocupación de Booz por el pobre es mostrarnos la preocupación de Dios por el pobre. Dios está detrás del cuadro completo. El guía a Rut y Noemí de regreso a Belén, en el mismo momento cuando su ley ha sido establecida para disponer provisión para ellas.
Es Deuteronomio 10.18 “(Dios) que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido.” Rut 2 está mostrando eso. Booz es el proveedor inmediato aquí para el pobre, en Rut 2, pero Dios es el proveedor final aquí en Rut 2. Y lo que estamos viendo aquí en Rut es una ilustración de lo que, no solo este autor humano está haciendo, sino lo que el autor divino de la Escritura, el Espíritu Santo está haciendo a través del Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento, Dios ha ordenado a su pueblo ser una demostración de su cuidado radical por el pobre. Dios ha ordenado a su pueblo que exhiban cuánto él ama al pobre y cómo él cuida de ellos. Y esta es una de las enseñanzas que debemos llevarnos de Rut 2, cómo debemos ver esto.
Como pueblo, vemos nuestras vidas, individualmente, nuestras familias y esta familia de fe. Como pueblo leemos nuestra historia, observamos nuestra historia. ¿La gente Sale diciendo que Dios tiene gran cuidado y compasión por el pobre? Necesitamos oír eso.
Hay un mundo que está viviendo con menos de dos dólares al día. La mitad del mundo. Hay 16 mil niños hoy que exhalaron su último aliento porque nadie les dio de comer. Hay un estado en el que vivimos donde no muy lejos hay personas que no tienen acueducto y poca comida. Estamos en una sociedad donde en esta cultura justo alrededor de este local, el baño principal de una casa promedio es más grande que las casuchas en que vive una familia completa en un barrio marginado de la india. Y así surge la pregunta. ¿Somos nosotros una demostración visible de que Dios cuida del pobre y que ama al marginado? ¿Estamos nosotros buscándolos como nuestra familia, abrigándolos bajo nuestras alas, sirviéndoles en nuestra mesa?
Sabemos que vivimos en una cultura que nos anima a ignorar al pobre. Estamos inmersos en un cuadro del que somos parte. No está fuera de nosotros. Está dentro de nosotros y dice “mientras más progresamos más cosas debemos tener” y usted se muda de una casa de este tamaño a otra de este otro tamaño, y luego a otra de este tamaño. Usted cambia esta marca de automóvil, por aquella otra marca de carro. Usted amontona ropa, y luce cada vez mejor. Compra más y más cosas. Y ese es un símbolo de éxito, de satisfacción y placer y trasladamos eso a la iglesia.
Hacemos la misma cosa. Una iglesia exitosa es más y más grande. El imperio que crece. Las cosas que tenemos y los programas en que nos envolvemos, mientras más grandes mejor. Pero la realidad es que la Escritura nos está enseñando, que esa no es la religión en el Nuevo Testamento. La religión del Nuevo Testamento dice que mientras más crecemos, menos gastamos en nosotros mismos. ¿Estamos creciendo en Dios? O ¿están nuestras vidas traicionando lo que es más importante para Dios? La realidad es que no importa lo que demos o cantamos el domingo, si no estamos cuidando del pobre, la Biblia dice que no somos el pueblo de Dios.
Y Rut 2 está dándonos señales para considerar cómo nosotros, como individuos y familias y como una iglesia, en medio de estas tendencias de más grande y mejor, hermanas y hermanos, debemos revertir esa tendencia. Debemos gastar nuestras vidas en lo que Dios ha dicho que es más importante, y en el proceso seremos una demostración de Su carácter para el mundo. Dios permita que así sea. No es fácil. Esto nos lleva a la segunda verdad aquí, amarre ambas cosas juntas. No se detenga aquí porque si lo hace, nos vamos a sentir culpables. ¿Qué hacemos con eso? Llevar eso al siguiente paso porque quiero que vea el evangelio aquí, el evangelio aplicado en esta familia de fe.
Depositaremos nuestras Vidas Bajo su Protección
Nosotros invertiremos nuestras vidas en el pobre por la segunda verdad: depositaremos nuestras vidas bajo su protección. Ahora, vaya a la perspectiva del lenguaje de Rut por un segundo, aquel que es amado. Para usar el lenguaje del verso 12, tomar refugio bajo las alas de Dios, abrigarse bajo las alas de Dios. El cuadro aquí es hermoso, como un ave cubriendo sus pichones bajo sus alas cuidando de ellos. Ahora quiero que veamos. Vamos a pensar en esto dentro de apenas un segundo. Quiero como sumergirme en lo que significa ser amado de esa forma, depositando nuestras vidas bajo Su protección. Pero quiero que veamos estas dos verdades yendo juntas aquí y ver cómo depositar nuestras vidas bajo su protección nos capacita para invertir nuestras vidas por el pobre.
Seremos libres de invertir nuestras vidas por el bien de aquellos que son pobres a nuestro alrededor, y para darnos a nosotros mismos cuando estemos convencidos de que Dios tendrá cuidado de nosotros. Mientras sigamos pensando que necesitamos más cosas para estar satisfechos, para ser felices, para experimentar todo lo que queremos en la vida, necesitamos más de esto o de aquello. Mientras estemos en constante búsqueda de esas cosas, no invertiremos nuestras vidas por el pobre. Pero cuando llega el momento en que nos damos cuenta que tenemos todo lo que necesitamos en nuestro Dios, toda la satisfacción que necesitamos y somos libres de perseguir las cosas que este mundo persigue, ahora, cuando depositamos nuestras vidas bajo Su protección, somos libres para invertir nuestras vidas por el pobre.
Proverbios 19: 17- Esto se está dando en Rut 2. “A Jehová presta el que da al pobre, Y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar” (Proverbios 19:17). Ricamente recompensado por el Señor es exactamente lo que Booz le ha dicho a Rut. Aquí está el cuadro, familia de la fe, nos damos a nosotros mismos por el pobre, cuando llegamos a ser una iglesia que gastamos menos en nosotros mismos y en cosas para nosotros y gastamos más en eso que está más cerca del corazón de Dios; hallaremos gran recompensa, gran recompensa.
Isaías 58, Dios hablando a Su pueblo dice: ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? 7 ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?
8 Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia. 9 Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad; 10 y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía. 11 Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan. (Isaías 58. 6-11)
Hermanos y hermanas, cuando invertimos nuestras vidas por el pobre, no hay razón para temer, nuestro Dios ha dicho que seremos como un manantial cuyas aguas nunca faltan. ¿Ve usted la conexión? Deposite su vida bajo Su protección. Sea libre de ir detrás de todas las cosas y cuando usted deposita su vida bajo Su protección, usted es libre para invertir su vida a favor del pobre.
Ahora, eso implica tomar pasos radicales y parece distinto en diferentes formas en nuestras vidas. ¿Revertir esa tendencia en las familias de los individuos, revertir esa tendencia en nuestra cultura de iglesia que dice que mientras más hacemos por nosotros mismos mejor, más exitosos seremos? No. Ir en contra de eso requiere tomar algunos pasos radicales.
Ahora, ¿estamos seguros de que Dios va a sostenernos? ¿Estamos seguros de que seremos como un manantial cuyas aguas no se agotan? Queremos estar seguros de eso antes de dar el paso, y Rut 2 dice, Sí puedes estar seguro. ¿Cómo? Volvamos al evangelio según Booz y lo que significa ser amado por este Dios. Él nos ha llamado por nombre. Somos los hermanos y hermanas de Rut. Nosotros éramos Rut, vagando en los campos, marginados, extranjeros, pecadores, separados del Señor de la cosecha y él por su gracia, –no pase esto por alto– el Dios del universo, vino a buscarnos. Él se revistió de carne humana, se hizo hombre, sufrió y murió para tomar nuestros pecados sobre sí mismo y él nos ha salvado. Él nos ha llamado por nombre. Esa es la confianza, que el Dios del universo le ha llamado por su nombre.
Él ha venido a ser nuestro refugio, nos buscó como a Su Familia, nos llamó por nombre. Él ha venido a ser nuestro refugio, abrigados bajo Sus alas, de modo que aun cuando la tormenta ruge alrededor y cuando las dificultades nos suceden a usted y a mí, tenemos un Dios que es un
….amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar; 3 Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza. 4 Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios, El santuario de las moradas del Altísimo. 5 Dios está en medio de ella; no será conmovida. Dios la ayudará al clarear la mañana. 6 Bramaron las naciones, titubearon los reinos; Dio él su voz, se derritió la tierra. 7 Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob. 8 Venid, ved las obras de Jehová, Que ha puesto asolamientos en la tierra. 9 Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra. Que quiebra el arco, corta la lanza, Y quema los carros en el fuego. 10 Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. Salmo 46.1-10
Él va a exaltarse a sí mismo en Su provisión para ustedes, pueblo de Dios. “Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob.” (Salmo 46.11) En eso es que podemos apoyarnos. Él es un refugio, una fortaleza. Eso es seguridad. Eso es estabilidad. Esto es seguridad, lo que todas las cosas de este mundo tiene para ofrecer no pueden dar.
Él ha venido a ser nuestro refugio. Él ha satisfecho nuestros anhelos. El Señor de la cosecha le ha invitado a su banquete en Su mesa. No solo lo ha invitado a Su mesa, pero le ha traído a ella, para servirle ahí, el Dios del universo inclinándose en amor para servir.
Si eso no nos asombra, no conocemos a Dios. El está sirviéndonos. Oh, yo diré a cada creyente hermano y hermana, en las palabras de Booz, quédate en Su campo. No tienes necesidad de ir a ningún otro lado. Estudiante universitario, mientras el mundo exhibe esto y aquello frente a ti, no tienes necesidad de ir tras de eso, su campo es bueno, te satisface. Hombres, mujeres, no tenemos necesidad de correr hacia los campos del materialismo y el síndrome del éxito. Usted no tiene necesidad de correr hacia los campos de la pornografía o la adicción. No tiene necesidad de correr hacia los campos donde las pasiones de este mundo son evidentes porque este campo, este solo, satisface. Aquellos campos causan daño y peligro. Hay seguridad, satisfacción, para todos nuestros anhelos, aquí.
Así que, hermano y hermana cristianos, si usted ha estado vagando en otros campos, corriendo detrás de otras cosas, Dios nos ayuda a ver que las cosas que perseguimos, aferrándonos muchas veces a una carrera ciega detrás de lo que nos impide gozar de la protección y refugio que solo se encuentra en el campo de Dios, le urjo a arrepentirse, a dar la espalda a esos campos y correr hacia él. Por Su gracia, Él le ha llamado por su nombre, lo atrae hacia Sí mismo y lo abriga bajo Sus alas. Él es bueno.
Él lo ha llamado por su nombre, ha venido a ser su refugio, satisface los anhelos de su corazón y finalmente, él ha salvado nuestras almas. Y bajo sus alas, hermanos y hermanas, encontramos descanso eterno porque Jesucristo ha tomado nuestros pecados sobre sí mismo. Él los ha crucificado. Él ha muerto en la cruz y resucitado de la tumba como un testimonio de la realidad que solo él es bueno. Solo Él puede satisfacer ahora y por toda la eternidad. Le urjo a quedarse en Su campo. O, si usted nunca ha venido a este campo, corra hacia Él, para ver la gracia de Dios aun en traerle a ese punto en este lugar, para escuchar esta historia, un cuadro del Dios que nos llama por nuestro nombre y nos atrae a sí mismo. Le urjo a decir “Si, confío en ti, necesito que cubras mis pecados Jesús, y me traigas al refugio que solo se encuentra bajo las alas de Dios”.
Dios nos da Rut 2 como una clase de Cristianismo. La clase de cristianismo que es totalmente libre de la necesidad de ir a otros campos alrededor nuestro, libre de ir detrás de más cosas y buscar otros placeres. Una clase de cristianismo lleno de gozo y provisto para nosotros en Su campo, y como resultado, nos encontramos en libertad de invertir nuestras vidas a favor de los física y espiritualmente pobres alrededor de nosotros. Permita Dios que así sea.