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El Evangelio demanda generosidad radical

No comparamos con otros porque la vida de Jesús es nuestro estándar. No desesperamos porque la presencia de Jesús es nuestra esperanza. Evitamos la apatía porque las palabras de Jesús son nuestra autoridad. Dios responde a las necesidades de los pobres con compasión. En este mensaje sobre Lucas 16:19–31, el pastor David Platt nos recuerda que no estamos motivados a cuidar de los pobres por culpa, sino que somos motivados a cuidar de los pobres por el Evangelio.

  1. Dos ingredientes de la compasión radical
  2. La condición de los perdidos
  3. La comisión de Cristo

Si tiene su Biblia, y espero que sí, permítame invitarle a que la abra conmigo en el capítulo 9 de Mateo. Oremos. 

¡Oh Dios!, este es el clamor de nuestros corazones. Queremos ver una gran cosecha. Dios, oramos por una gran cosecha en los negocios, y mercados en toda la ciudad.

Dios, oramos por una gran cosecha, la gran necesidad descubierta en las vidas de los hombres y las mujeres en toda la fuerza de trabajo de esta ciudad, que veamos la necesidad por Cristo y que Tu Espíritu los levante para Tu salvación, Tu gloria, y Tu majestad. Oramos por una gran cosecha para el interior de la ciudad.

Oramos por una cosecha en nuestros vecindarios. Dios, estamos rodeados por personas que conocen que Tu eres bueno. Señor Jesús, Tu eres digno. Y oramos para que Tu Espíritu abra sus ojos a Tu grandeza, y que venga corriendo a Tu Evangelio. Dios queremos ser parte de una gran cosecha. Queremos ser parte de algo en esta ciudad que es eternamente bueno. Y queremos ser parte de la cosecha en medio de las naciones.

Dios, queremos hacer una marca severa en el billón de personas que nunca han escuchado el nombre de Jesús. Dios oramos por una cosecha entre las naciones, Dios, te decimos, como Iglesia, que queremos ser parte de esto, y oramos para que nos muestres lo que significa ser parte de esta cosecha. Sabemos que esto es algo que solo Tu Espíritu puede hacer, así que nos postramos delante de Ti en desesperación por Tu Espíritu. Oramos para que lo hagas. Para que lo hagas en nuestras vidas; que levantes nuestros ojos y nuestros corazones a la necesidad a nuestro alrededor, y que levantes nuestros corazones y vidas de personas para Tu gracia y Tu gloria.

Oramos para que hagas una obra en esta ciudad que cause que Tu nombre obtenga una gran gloria. Oramos para que hagas un gran nombre de Ti mismo entre las naciones y lo hagas a través de nosotros. Dios, queremos ser parte del avance de Tu Reino y multipliques el Evangelio a lo último de la tierra. Así que oramos por Tu Espíritu para que nos guíe en nuestro tiempo en la Palabra hacia ese fin.

Te adoramos por esta Iglesia. Te adoramos por las personas y los dones, y las habilidades y las pasiones que están representadas en ella. Te adoramos por lo que has hecho por Tu gracia en las vidas que forman parte de esta Iglesia. Dios, oro para que tomes de Tu gracia y la multipliques en el Evangelio a través de nosotros, y hagas de esta Iglesia, una que cuente para Tu gloria en lo último de la tierra. En el nombre de Jesús oramos. Amén.

Dos ingredientes de una Compasión Radical

Si realmente creemos en el Evangelio, este cambia todo acerca de la manera en que vivimos. Si no creemos en el Evangelio, entonces la rutina, el movimiento religioso superficial y la actividad tienen sentido. Cada domingo, solo estamos jugando. Pero si creemos en el Evangelio, las implicaciones son radicales por la forma en que vemos nuestras vidas, por la manera que vemos la iglesia, por la manera en que vemos a aquellos que están perdidos, y la manera en que vemos aquellos que son pobres.

Vamos a ver la manera en que el Evangelio, radicalmente, cambia la manera en que vemos al perdido, y la manera en que vemos a las personas que no tienen una relación con Cristo. El Evangelio demanda una compasión radical. Y quiero mostrarles dos ingredientes de la compasión radical en Mateo 9 y 10.

Número uno, quiero mostrarles en la Palabra el despertar sobrenatural de la condición del perdido. El segundo ingrediente es un sacrificio de obediencia a la comisión de Cristo. Usted junta estas dos, y tiene la compasión radical que el Evangelio demanda, que el Evangelio requiere.

Recuerde que estamos hablando acerca de venir a Jesús en sus términos, y llegamos a Mateo 9:35-38. Y estos versos, uno de los más claros enlaces entre el despertar de la condición del perdido y la comisión de Cristo de ir a aquellos que están perdidos. Mateo 9 prepara el escenario; da una imagen de la condición del perdido, y luego quiero que veamos cómo Jesús responde a eso cuando Él llama a sus discípulos y lo que Él les llama a hacer. Así que vamos a leer un pasaje bastante extenso de la Escritura, y quiero que imaginen esto conmigo, Mateo 9:35

“Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.” Ahora, noten la condición. El conocimiento de la condición de perdición aquí, “Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos” entonces está la condición del perdido. Ahora, hace una transición a la comisión de Cristo. “Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.” 

Él dice, “Rogad, pues al Señor de la mies” y entonces Él los envía a la mies, capítulo 10 verso 1, “Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo, Simón el cananita, y Judas Iscariote, el que también le entregó. A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis” Esto es Jesús dando órdenes acerca de enviarlos.

“sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia. No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos; ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento. Mas en cualquier ciudad o aldea donde entréis, informaos quién en ella sea digno, y posad allí hasta que salgáis. Y al entrar en la casa, saludadla. Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros. 

Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies. De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra, que para aquella ciudad. He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. Y guardaos de los hombres, porque os entregarán a los concilios, y en sus sinagogas os azotarán; y aun ante gobernadores y reyes seréis llevados por causa de mí, para testimonio a ellos y a los gentiles. Más cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar. 

El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir. Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo de Hombre.

El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor. Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Beelzebú, ¿cuánto más a los de su casa? Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse. Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas. Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no puede matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. 

¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Pues aun vuestros cabellos están todos contados. Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos. A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos. No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada.”

Esto es Jesús hablando

“Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su casa. El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará. El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. El que recibe a un profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que recibe a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá”.

La Condición del Perdido

Entonces esta es la imagen: La condición del perdido, dirigiendo a la comisión de Cristo. Entonces, empecemos con la condición del perdido. Quiero que vean, y vamos a ir brevemente a través de una variedad de puntos y vamos a pasar más tiempo en algunos otros. Así que sigan conmigo; la condición del perdido.

Miren su tamaño

Miren su tamaño. “Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas”. Él vio las multitudes. Los historiadores estiman que en esta región de Galilea en este punto había, probablemente, alrededor de 200 villas o ciudades diferentes. Algunos estiman que había hasta 3 millones de personas. Jesús estaba interactuando en una región con esa cantidad de personas, y cuando Él vio las multitudes; tuvo compasión de ellos. Hay un sentimiento profundo aquí que va más allá que un sentimiento emocional, hasta un sentimiento espiritual. Esta palabra es un sentimiento físico. Jesús vio las masas de personas y le agonizaba físicamente, espiritualmente, emocionalmente ver las multitudes.

Y este es el Jesús que vive en usted y yo. Así que le imploro que usted mire más allá de aquí, y ve las multitudes; 6.7 billones de personas.

De esos 6.7 billones de personas, un tercio afirma ser cristianos. Y estos son aquellos que lo dicen, en muchos sentidos, políticamente o socialmente que son cristianos, es decir, no todos son reales seguidores de Cristo. Pero si aún asumiéramos que todos fueran seguidores de Cristo, eso deja más de 4.5 billones de personas, que hoy están bajo el juicio de Dios y están en un camino que guía a un infierno eterno, si este Evangelio fuera cierto.

Si este Evangelio es cierto, entonces, 4.5 billones de personas hoy están en dirección para una destrucción eterna. Y si este es el caso, entonces no podemos estar jugando con la Iglesia. Y si esto es verdad, no podemos estar jugando con nuestras vidas, no con ese tamaño de multitud. Miren su tamaño.

Sientan su sufrimiento

Segundo, sienta su sufrimiento. Jesús no solo vio su tamaño, y Él no solo vio sus pecados. Él miró el profundo sufrimiento que les plaga a causa de sus pecados. Dice que ellos estaban, “desamparadas y dispersas, como ovejas que no tienen pastor” Ya sea que Él estaba predicando o sanando, Jesús tenía una profunda compasión por las personas a las cuales Él estaba ministrando, de quien estaba rodeado.

Me encanta lo que dice Paul Brand. El Dr. Brand trabajó entre leprosos por muchos años y él reflexiona acerca de la manera en que Jesús interactuó con las multitudes, especialmente con aquellos que estaban enfermos. Y quiero que escuchen sobre lo que él escribe. Él dice:

“Jesús extendía su mano y tocaba los ojos de los ciegos, la piel de las personas con lepra, y las piernas de los minusválidos., A veces me he preguntado por qué Jesús, con tanta frecuencia, tocaba a las personas que sanaba, muchos de los cuales no eran atractivos, obviamente enfermos, antihigiénicos y malolientes. Con su poder Él fácilmente hubiera podido utilizar una vara mágica, pero Él eligió no hacerlo.

La misión de Jesús no era principalmente una cruzada en contra de la enfermedad, sino un ministerio hacia la persona de forma individual, algunos de los cuales tenían enfermedad. Él quiso que esas personas, una por una, sintieran su amor y calidez, y una identificación completa con ellos. Jesús supo que Él no podía amar enseguida, demostrar amor a una multitud, porque el amor, usualmente envuelve el toque.

Mire el tamaño. Sienta su sufrimiento individualmente. ¿No está usted agradecido de que Cristo está dispuesto a tomar al sucio, al enfermo y al rechazado? Esta es la imagen. Y esto es enorme porque lo que necesitamos entender es que esta profunda compasión en Cristo no se realza de las cualidades o características que son inherentes en otros. La realidad es que las personas que Él vio eran pecadores, y habían pecado contra Él. Él era el infinitamente Santo Dios del universo. No había nada en Él que le causara mostrar compasión cuando miraba al pecado. Es indignación hacia el pecado. Entonces ¿Respondió de esta manera?

Piense en esto conmigo. Mi esposa Heather y yo estábamos manejando de vuelta al pueblo tarde en la noche y nuestros dos hijos estaban durmiendo en la parte de atrás, y los estoy mirando mientras duermen. Usted sabe, cuando uno mira a un hijo durmiendo. Es tan inocente y es fácil tener compasión justo en ese momento. Pero es una historia totalmente distinta cuando ese de dos años y medio está indignado con su papá, y está siendo desafiante y diciéndome no directo a los ojos. Ahora esta compasión ya no es tan automática.

Respondemos a otros, pero la belleza de Cristo es que su compasión no está basada en lo externo. Su compasión está basada en una realidad interna en Él, una compasión que brota, y la realidad es que la única manera de que usted y yo tengamos este tipo de compasión es si Cristo está en nosotros.

Es tan diferente en la manera en que vemos a los pecadores. Vemos a las personas en sus pecados y vemos evidencia de pecado, y la frustración toma espacio en nosotros y la indignación, y el disgusto en algunas instancias y algunas facetas del pecado. Estas son las emociones que se levantan en nosotros, y eso es natural. Sin embargo, es sobrenatural cuando vemos el pecado, y crece la compasión dentro de nosotros y sentimos y nos identificamos con las necesidades de las personas, y el dolor y el sufrimiento. Esta es la imagen de Cristo.

Darse cuenta de su separación

Ver el tamaño, sentir sus sufrimientos, y tercero, darse cuenta de su separación. “Mies” es una imagen bíblica en diferentes lugares para juicio. Isaías 17, no vamos a ir a estos versos, usted pudiera escribirlos. Isaías 17:10-11, “La cosecha será arrebatada en el día de la angustia, y del dolor desesperado.” Joel dice, “Traigan todas las naciones a donde nos sentaremos para juzgarlas Echad la hoz, porque la mies está madura” escuchen lo que dice Joel, Venid, descended, porque el lagar está lleno… muchos pueblos en el valle de la decisión”

La imagen en Joel es que hay una multitud de personas en la mies y su destino eterno está en juego y que hay un Señor de la mies que está velando por ellos. Es la misma imagen en Mateo 13. En los últimos días Jesús vendrá y va a separar el trigo de la cizaña. El trigo, aquellos que son justos, van a una vida eterna. La cizaña, aquellos que son injustos, a una destrucción eterna, a un horno de fuego que nunca se extingue. Cuando Jesús miró las multitudes Él vio las realidades eternas en juego. Él vio las multitudes de personas en el valle de la decisión, para usar las palabras de Joel.

Lo mismo en Apocalipsis 14:14-20, esta es la imagen. Darse cuenta de su separación. Y es exactamente lo que dice 2da Tesalonicenses 1:7. Escuchen esto. La Biblia dice, “y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder”

Esto es lo que la Biblia enseña. La Palabra de Dios dice que viene un día en que una multitud de personas serán castigadas con una destrucción eterna. Apocalipsis 20:15 dice que ellos “serán lanzados en el lago de fuego” anteriormente en este mismo capítulo habla acerca cómo el humo de ese fuego, “El humo de su tormento” la Palabra dice, “Sube por los siglos de los siglos”. Estas son realidades eternas que están en juego en la mies, y Jesús sabía estas cosas.

Y en este punto, donde sé que algunas personas van a verificar y decir, “No es real. No le creo a estos versos” y esa es una opción. Pero la realidad es que si usted toma esa opción entonces no puede seguir a Cristo. No puede ser seguidor de Cristo y decidir escoger algunas de sus palabras e ignorar otras de Él. Entonces, usted verifica en su Palabra, y verifica en Cristo, todo junto. Esto es lo que la Biblia enseña.

La pregunta es, ¿Creemos en Jesús? ¿Creemos en estas palabras? Y si es así, si creemos estas palabras. 2da Tesalonicenses 1:7 y Apocalipsis 20 y de lo que Él está hablando acerca de la mies, y hacemos exactamente lo que Jesús dice, nos postramos en nuestros rostros y le pedimos a Dios. Rogamos a Dios con nuestros ojos abiertos a la condición del perdido a nuestro derredor. Le pedimos y rogamos que nos libere de nuestras vista temporal, que nos liberte de la vista temporal y de las personas en nuestro derredor y que nos de perspectiva eterna.

Tenemos que ver de esta manera. No podemos ignorar las multitudes. No podemos ignorar las masas, hacer oído sordo al pecado y sufrimiento en nuestro entorno. Tenemos esta tentación de exprimir nuestras manos en preocupación piadosa cuando vemos lo que está pasando en las noticias. Exprimimos nuestras manos en preocupación piadosa cuando le agradecemos a Dios que no somos pecadores como ellos. Eso es exactamente lo que Jesús está rechazando en el primer siglo.

No podemos ser de aquellos que clasifican las personas. Estamos siendo ciegos a estas realidades eternas. Estamos tan atrapados. Estamos siendo tan consumidos con cosas tan triviales, nuestras emociones tan consumidas con los juegos del sábado. Desearía poder decir esto cada domingo. No importan. ¿A quién le interesa? Hay miles de personas que están yendo a una eterna condenación. ¿A quién le interesa quién gana o pierde batallas artificiales? La batalla sobrenatural está en juego aquí; vivamos por esto. Dejemos nuestras emociones envueltas en esto.

Necesitamos a Dios que nos libere de nuestro afecto natural por afecto sobrenatural, un despertar sobrenatural de la condición del perdido. Si esto es cierto entonces lo cambia todo. Dios, dándonos un despertar cautivante y que consume acerca de la condición 

La Comisión de Cristo

Jesús nos llama a orar

Aquí es donde el enlace entra. Jesús mira la multitud de esta manera y Él da esta comisión. Él dice, “Pedid al Señor de la mies que envíe obreros a Su mies”. La comisión de Cristo, Jesús primero nos llama a orar. Jesús dice, “Discípulos, miren la mies, oren. Necesitamos obreros. Oremos para que Dios envíe; pidan a Dios que envíe obreros a su mies”

¿Quieren saber cómo oro siendo pastor de esta Iglesia? Oro de esta manera: Oro que Dios envíe obreros de aquí. Oro para que Dios envíe estudiantes de aquí a las escuelas a trabajar por la mies. Oro para que Dios envíe a hombres y mujeres de negocios de aquí a los mercados de esta ciudad trabajando para la mies. Y oro para que envíe madres, padres, y solteros a los diferentes reinos de influencia que Dios les ha confiado.

Oro para que Dios nos envíe a las avenidas y las calles de esta ciudad y esparza a estas personas por el bien de la mies. Oro para que Dios nos esparza más allá de esta ciudad a otras ciudades en nuestro país y alrededor del mundo. 

Estaba viajando, y me reuní con un líder de otra congregación de otro estado que fue al Ecuador después que uno de nuestros equipos había ido a Ecuador, y había un estudiante que se había ido en ese equipo a Ecuador. El estudiante estaba supuesto a estar ahí por una semana, pero llegó allá y decidió que no quería regresar a casa. Entonces decidió quedarse en Ecuador. Y, alabado sea Dios, sus padres se lo permitieron.

¿No es eso grandioso? Oro para que las personas salgan. Oro para que las personas salgan de este ministerio base y vayan alrededor de esta ciudad, y alrededor del mundo para la mies.

Este es el tipo de oración de la cual Dios se agrada. Él es complacido con oraciones para que obreros salgan, Él ha ordenado, soberanamente ha ordenado, atraer a la mies a través de la oración de su pueblo. Así que oremos así. A Dios le gusta responder, se deleita en responder oraciones como esta.

Jesús nos emplaza a ir

Entonces, Él nos llama a orar y luego, segundo, Él nos emplaza a ir. Lo que pasa en el capítulo 10 es que Él llama a sus discípulos y les dice, “Esta bien, ustedes están orando, vamos a salir” entonces la imagen es que Él los llama a sí mismo. Es una gran palabra en el original del Nuevo Testamento, es una palabra compuesta que básicamente significa llamar a alguien a ti mismo para confrontarlo cara a cara.

Y Él les da instrucciones, los envía con las siguientes instrucciones, versos 5 al 7 dice. Y la palabra aquí, en el original del Nuevo Testamento, es como un comandante militar llamando a sus soldados para dar órdenes. Usted sabe, un comandante militar les da órdenes a sus soldados. Esta no es la oportunidad para los soldados de expresar sus opiniones acerca de esas órdenes. Los soldados no expresan sus opiniones. Los soldados obedecen órdenes. Eso es lo que Él está haciendo.

La misma palabra fue utilizada en los acuerdos legales en el primer siglo, cuando era emplazado a una corte o emplazado ante un juez para recibir una sentencia. Usted no hace preguntas. Usted hace lo que dice el juez.

Eso es un recordatorio para nosotros de que somos hijos de Dios y no estamos en una posición de expresar opiniones. Estamos en una posición para obedecer órdenes.

Las instrucciones que Él da son bien interesantes. Obviamente no tenemos tiempo para profundizar en cada verso aquí. Lo que quiero hacer es un sentido pintar a través de Mateo 10 con una brocha amplia, y quiero que veamos de manera resumida las órdenes de Jesús. ¿Cómo comisiona Jesús a Su pueblo?

Esta era una comisión que fue dada a ciertos discípulos, específicamente a estos discípulos en este tiempo en particular. Al mismo tiempo, hay verdades, principios, ordenes que son dadas a través de este capítulo que son reiteradas en otros lugares en el Nuevo Testamento para todos los discípulos de todo el tiempo, y esta es realmente la imagen que usted tiene; que empieza con un llamado específico a estos discípulos en una manera específica. Luego, gradualmente, mientras usted lee a través del capítulo, se vuelve más general y más general. Para el tiempo que llega al verso 24, creo, lo que usted tiene es a Jesús diciendo, “Si alguien quiere venir en pos de mi” cualquier discípulo- esta es la imagen.

Entonces, las palabras estaban hablando, específicamente, a estos hombres en este momento. La aplicación es definitivamente para todos los discípulos de todos los tiempos. En diferentes maneras la aplicación está ahí. Entonces, este es el Jesús que nos está comisionando, y quiero que escuchen cómo Él comisiona a sus discípulos.

Primero que todo, Él dice, “Vayan a una gran necesidad” esto es el verso 5-8, “Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel”. Una vez más, eso es más específico. Sabemos que no solo estamos supuestos a ir a Israel. Vemos más adelante en este libro, “Vayan a todas las naciones” entonces eso fue parte del específico en esta tarea en particular.

“Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado.” Ahora, escuchen el verso 8, “Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios” quiero que vean donde Jesús les llama a ir. Él les está llamando a que vayan a los enfermos. “Sanad enfermos” no vayan a los sanos. Vayan a los enfermos, no a las personas que son fáciles de tratar. Personas difíciles de estar. Usted puede llegar a enfermarse. Vaya al enfermo, no a donde esté seguro. Vaya al peligro, los lugares peligrosos. Vaya al enfermo.

Segundo, “Vayan a los muertos. Resucitar a los muertos. Pase tiempo con aquellos que están muriendo”.

Tercero, “Vaya a los despreciados. Limpien a los leprosos.” ¿Nos damos cuenta de cuán grande es esto? Esta es una cultura donde si alguien tenía lepra entonces era condenado al ostracismo. Usted no se acerca a nadie que tuviera lepra en el primer siglo. Usted evita a las personas que tienen lepra. Ellos se aseguraban que usted supiera donde estaban ellos para que usted los evitara de manera segura. Y Jesús dice “Vayan a ellos. Vayan a las personas a las que nadie más quiere ir. Vayan al despreciado.”

Y luego Él dice, “Echen fuera demonios. Vayan a los sucios, aquellos que están más manchados con pecado.” Esto es contracultura. Jesús está diciendo claramente a sus discípulos, “Ustedes conocen las personas que el mundo ignora. Ustedes conocen las personas que el mundo aísla. Ustedes conocen las personas que el mundo evita y oprime. Esas son las personas a las cuales ustedes deben ir.”

Vamos a hablar más de esto en los próximos días, cuando hablemos de las implicaciones del Evangelio, de cómo acercarse al pobre. Sin embargo, la realidad es que si somos una Iglesia, si somos un pueblo, si soy un pastor que constantemente estoy pasando tiempo alrededor de los sanos y de los que le va bien, entonces, estoy desobedeciendo la comisión de Cristo. Y si somos personas que son conocidas por siempre estar al lado de personas con buena salud, y de buen estatus, entonces estamos desobedeciendo la comisión de Cristo, porque Él dijo, “Vayan a los enfermos, a los muertos, a los despreciados y a los sucios”

La comisión de Jesús

La comisión de Jesús es ir a las áreas de gran necesidad, no a las áreas de menos necesidad. Somos atraídos a los necesitados por la comisión de Cristo.

La belleza de esto es, escuchen, lo que Él dice en el verso 9, “No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos; ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento.” aquí está la belleza. Mientras usted vaya al necesitado, aprenderá a confiar en su provisión.

Me encanta esto. “Alcancen al necesitado” dice Jesús, “y de lo que se van a dar cuenta es que Soy suficiente para satisfacer sus necesidades” ¿No es esto grandioso? Vayan a las áreas de gran necesidad, y se darán cuenta de que soy suficiente para satisfacer sus necesidades. De manera que no necesitan dinero extra. No necesitan una bolsa extra. No necesitan un abrigo extra. No necesitan un zapato extra. No necesitan extra de nada. No necesitan ningún tipo de exceso en lo absoluto. Confíen en Mí. Tomen lo mínimo y de lo que se van a dar cuenta es que ustedes van a satisfacer necesidades y que soy suficiente no solo para satisfacer las necesidades de ellos, sino sus necesidades también”

¿No es bueno saber algo como esto? que cuando vayamos al necesitado, ¡iremos al que ha prometido satisfacer nuestras necesidades durante el camino! Mientras usted va necesitado usted aprenderá a confiar en su provisión. Vaya al necesitado, y verá sus necesidades satisfechas. Es una buena negociación. Vaya a grandes necesidades.

Segundo, vaya a un gran peligro. En el verso 11 Jesús inicia hablando acerca de cómo ellos serán recibidos. Entonces Él está hablando acerca de “casas a las cuales irán, y algunas los van a recibir mientras que otras los van a rechazar”

Luego Él llega al verso 16. Quiero que escuchen a lo que Él tiene que decir ahí. Jesús dice, “He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos”. Ahora, ¿Piensa usted que esto está intencionado para animarle? ¿Cuál es la responsabilidad del pastor? Un pastor protege las ovejas de ¿Qué? de los Lobos. Un buen pastor mantiene a los lobos lejos de las ovejas. Los lobos tratarán de entrar a atacar a las ovejas. La labor del pastor es mantener alejado el lobo de las ovejas.

El gran Pastor

Aquí tenemos a Jesús, el buen Pastor, el gran Pastor, y Él dice, “Vayan e interactúen con los lobos. Vaya a estar con los lobos” ¿Escucha lo que Él está diciendo aquí? Jesús les está diciendo a sus discípulos, “Sean tontos como ovejas” Ovejas son entre los más indefensos y tontos de todos los animales domesticables. Las ovejas, hasta algo que no hace daño, como un sonido sencillo puede causarles un frenesí. No tienen idean.

Como resultado, cuando ellas se encuentran rodeadas de lobos no es una situación particularmente buena, porque las ovejas realmente no tienen ningún tipo de línea de defensa. Lo único que saben hacer es correr, y son bastante lentas.

Entonces, Jesús dice, “Cuando salgan, de esta manera es que ustedes van a manejarse. Ustedes van a ser como ovejas tontas caminando entre lobos”. Y se va a ver como lo más insensible. “¿Qué están pensando yendo a estos lugares? ¿No saben ellos en qué se están involucrando? ¿No saben ellos del peligro en el que se están involucrando?”

Y las personas pensarán que están locos por estar yendo a este lugar, y Jesús dice, “Ese es mi diseño. Se van a ver en medio de personas malas, rapaces, viciosas que no quieren tener nada que ver con ustedes y estarán ahí por Mi diseño” Nosotros no pensamos de esa manera. Pensamos que si es peligroso entonces Dios no está presente. Pensamos que si me va a costar dinero, o si me va a costar la vida, entonces, obviamente Dios no me estaría guiando allá. ¿Qué tal si ese es el criterio primario sobre el cual conocemos si Dios nos está guiando allá? 

Como ovejas entre lobos, vayan al peligro. Que se diga de ustedes justo como se diría de una oveja, “Ellos están locos yendo a esos lugares. Ellos van hacia el peligro. No tienen ni idea” y Jesús dice, “Eso es lo que significa ser mi discípulo”, como ovejas caminando entre lobos.

Luego Él dice, “He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos” Entonces, sean tontos como ovejas, y sean sabios como serpientes. Ahora, ¿Cómo se hace eso? ¿Cómo se puede ser tonto como oveja y sabio como serpiente? Jesús está diciendo, “Vayan sin reservas a las áreas de peligro. Vayan sin reservas a las áreas de necesidad, y cuando lleguen allá sean inteligentes. Sean sabios.”

Esta es la imagen de Jesús en su camino a la cruz, estando de pie y con gallardía ante Pilato, ante oficiales romanos, como oveja entre lobos. ¿Cierto? Pero Él habla con sabiduría. Él no incita problemas innecesarios, conflictos innecesarios. Él sabe que el conflicto vendrá, pero Él es sabio.

Él dice, “Sean tan inteligentes, tan hábiles como serpiente y tan inocentes como la paloma. Sean tontos como ovejas, inteligentes como serpientes, y sean puros como palomas”. Cuando usted está en medio de lobos, no le permitan que tengan algo en contra de ustedes. No sea abrasivo, desconsiderado, beligerante; sea inocente; muestre pureza, como una oveja ante el trasquilador en silencio, una oveja de camino a su carnicero. Esta es la imagen.

Jesús fue delante de aquellos que le asesinaron y Él dice, “Hagan lo mismo” y aquí está su promesa. Escuchen lo que Él tiene que decir en el verso 19. “Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar. Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.” Si usted va al necesitado, aprenderá a confiar en su provisión. En la medida en que vaya al peligro, aprenderá a depender en su poder.

Jesús dice, “Vayan al peligro, y sepan que cuando vayan a él no estarán solos. Estaré justo junto a ustedes y los empoderaré con todo lo que necesitan para hablar y vivir, y predicar, y hablar de una manera en que me den gran honor” esta es la única manera de que un hermano en la India que ha sido desollado vivo pueda mirar a aquellos que lo estaban desollando vivo y decirles, “Ustedes están tomando un vestido nuevo, pero me pongo un nuevo vestido de justicia.”

¿Cómo puede decir esto si el Espíritu de Cristo no está en usted? De esta forma es como la esposa de Cristopher Live, cuando era llevado a la horca, podía gritarle, mirando a su esposo yendo a la horca, podía vociferarle, “Hoy ellos te van a desprender de tu cabeza física, pero ellos no pueden desprenderte de tu cabeza espiritual, Cristo” y ella lo aplaudió mientras él iba a su muerte. ¿Cómo se logra esto? Solo por el Espíritu de Cristo.

Y Jesús dice, “Les garantizo, les prometo, en esos momentos que estaré con ustedes y ustedes aprenderán a depender de mi poder” Aquí está la realidad, vivimos nuestras vidas dentro de la seguridad que podemos crear nosotros mismos en este mundo. No necesitamos el poder de Dios. No necesitamos el poder del Espíritu para vivir la rutina cómoda religiosa. Podemos hacer eso por nosotros mismos. Vivimos nuestras vidas en la línea del frente dando a conocer el evangelio en esta ciudad, y en todas las naciones, arriesgando nuestras vidas, yendo a gran necesidad, yendo a un gran peligro. De repente necesitamos al Espíritu de Dios, y Él dice, “Aprenderán a depender de mi poder. Ustedes van a necesitar mi poder” Vayan donde hay gran necesidad. Vayan donde hay gran peligro.

El reino de Dios es divisorio

Hay instrucciones interesantes. Parecen un poco extrañas para nosotros. Miren en el verso 21, “El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir.” Ustedes serán traicionados. El reino de Dios es divisorio.

Es de lo que Jesús habla en el verso 34, 35 y 36, “No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su casa.” No pierda la imagen aquí. 

Si usted sigue a Jesús y usted se entrega a la comisión de Cristo, los miembros de su familia no van a entenderle. Ellos hasta llegarán a tornarse en contra de usted. Es seguro que no le van a entender, y será la comisión de Cristo, y esta traición puede venir de lugares de donde usted menos espera. “Serán traicionados” dice Jesús, “Serán traicionados. Serán odiados” Capítulo 10 verso 22, “Seréis aborrecidos de todos a causa de mi nombre”

Son versos fuertes. Estos no son los versos usuales a los cuales nos aferramos en el día a día para una luz al final del camino. “Todos me aborrecerán”, no es el pensamiento más inspirador. Esto es lo que Jesús dice, y la imagen es clara.

Y obviamente no todos los hombres, ni cada persona, porque habrá personas que vendrán a la fe en Cristo y ellos no les van a odiar. Vemos esto al final de este capítulo. Pero la realidad es que Jesús dice que esto puede venir de parte de sus familias. Puede venir de parte del gobierno. O puede venir, escucharon, de los azotes de la sinagoga. Puede venir de las estancias religiosas, y ustedes pueden ser aborrecidos por gente religiosa, cuando usted obedece a la comisión de Cristo.

Ahora, ¿Por qué nos van a aborrecer? No le hemos dado razón para aborrecernos. Esto no es una excusa para vivir de una manera que haga que las personas se enojen. Lo que Él está diciendo es que ellos te van a aborrecer porque ellos aborrecen a Jesús. “Todos los aborrecerán porque causa de mi nombre” hablaremos más de eso cuando veamos este, “serán perseguidos

“Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra”. ¿Notaron la diferencia ahí? No, “Si” son perseguidos, “cuando” os persigan. Jesús no dijo: “Si fueren perseguidos” Él dijo: “Cuando sean perseguidos” y esto no es algo que aplica solo a aquellos que estaban en ese momento, porque Pablo dice en 2da Timoteo 3:12, “Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución;” esto será una realidad para los seguidores de Cristo.

Una vez más, esto no significa que estemos buscando ser perseguidos. Aquí está la imagen y lo dice en el siguiente verso, verso 24, “El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor. Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Beelzebú, ¿cuánto más a los de su casa?”

Esta es la imagen. Jesús fue traicionado. Jesús fue aborrecido y Jesús fue perseguido. Si usted es discípulo de Jesús y un estudiante es como su maestro, y un siervo como su señor, un siervo no está por encima de su señor. Un estudiante no está por encima de su maestro. Ellos se vuelven como su maestro; como su señor. Y la imagen es que si Jesús pasó por todas estas cosas, entonces todas estas cosas serán una realidad para usted si usted sigue a Jesús.

Y aquí es donde una realidad rígida entra a la casa. Es una realidad. Pienso que es grandemente no entendida, pero es transversalmente bíblica, la realidad que debemos enfrentar. El peligro de nuestras vidas se incrementa en proporción a la profundidad de nuestra relación con Cristo. Esto es inevitable.

No soy yo que lo digo. Jesús lo está diciendo. A todo aquel que quiere evitar el peligro y vivir sin cuidados, la vida fácil, entonces no siga a Cristo. Si usted quiere evitar ser traicionado y evitar ser aborrecido y evitar ser perseguido, entonces evite a Jesús. Porque la realidad es que Jesús fue traicionado y aborrecido y perseguido, y más, en la medida en que su vida es manifiesta en la suya, mientras más le consume su presencia, entonces más el mundo le responderá a ustedes, de la misma manera que el mundo le respondió a Él.

El mundo traicionó, aborreció y persiguió a Cristo

Las personas dicen, “Bueno si nos hacemos como Jesús el mundo nos amará” todo lo contrario, si nos hacemos más como Jesús la Biblia dice que el mundo nos aborrecerá, porque el mundo aborrece a Cristo. El mundo traicionó, aborreció y persiguió a Cristo.

Encontramos que esto es tan difícil de entender en nuestras mentes. Nuestros hermanos y hermanas en todo el mundo difícilmente dicen amen en este punto. Ellos conocen esta realidad. Ellos la conocen, y nosotros la perdemos. La perdemos por el sistema de rutina del cristianismo que hemos creado. Estoy convencido, porque he estado estudiando este pasaje, esta es una de las razones que hemos creado, esta cómoda subcultura llamada cristianismo en nuestra región, en nuestro país donde es fácil ser un cristiano. Hemos construido toda una filosofía de “Iglesia” basada alrededor de cómo puede ser la mejor mímica del mundo para apelar al mundo. Así es como todo nuestro sistema está basado. Y pensamos que mientras más hacemos mímicas del mundo. Mientras más apelamos al mundo mejor, y la realidad es que hacemos eso, y hacemos todo lo posible para hacerlo, y en el proceso completamente perdemos nuestra identificación con Jesucristo nuestro Salvador.

Él no imitó al mundo, y Él no vivió para apelar al mundo. El mundo le respondió de esta manera. La realidad es que si estamos apelando al mundo entonces no nos estamos identificando con Cristo. La Escritura no está diciendo, Jesús no está diciendo que no atraigas personas perdidas a Él mismo. Obviamente todo el punto es que Él quiere atraer a los perdidos, a personas que no le conocen, a Sí mismo, pero la realidad es que Él dice “Ustedes van a salir y habrá personas que serán diametralmente opuestas a ustedes, y el mundo y todo el sistema, y el gobernante de este mundo estarán diametralmente opuestos a usted, y usted lo sentirá”

Mientras más conocemos a Cristo y nos hacemos como Cristo, no pierda esto, mientras más se hace como Cristo; mientras más me hago como Cristo más cosas dejarán de ser fáciles, van a ser más difíciles.

Miren en Lucas 6:40. Jesús dice “Mas todo el que fuere perfeccionado, será como su maestro” ¿No le asusta eso? A mí sí. Jesús es nuestro Maestro, y entonces vamos a ser aquel que fue objeto de burla y golpeado, y maltratado y escupido; tuvo una corona de espinas clavada en su cabeza.

Este es aquel que estamos queriendo ser, y trae esta pregunta al frente. Esta pregunta es inminente, esta pregunta debe ser hecha. ¿Realmente quiere ser como Cristo? Es decir, realmente quiere ser como Él, porque si somos como Él, si nuestras vidas se identifican con Él, entonces, nuestras vidas no serán igual como la del mundo alrededor de nosotros. Nuestras vidas serán radicalmente diferentes y nos será difícil. Será peligroso.

Esto es lo que Él está diciendo. No soy yo quien lo está diciendo. No estoy tratando de sobre dramatizar. Esto es lo que Jesús está diciendo aquí. Es una pregunta que tenemos que hacer. ¿Realmente queremos ser como Cristo? Porque si continuamos alimentando nuestra comodidad y nuestros placeres, entonces, no seremos como Cristo. Perderemos identificación con Cristo y nos encontraremos disfrutando de los placeres y apelaremos a este mundo, sin embargo, perderemos a Cristo, perderemos todo el punto en el proceso.

Los primeros 300 años del cristianismo siguiendo este tipo de comisión estaban involucrados en persecuciones terribles de cristianos, y los cristianos construyeron miles y miles de catacumbas bajo Roma, tumbas subterráneas, para enterrar a cristianos que perdieron sus vidas siguiendo a Cristo, tumbas incontables. Los arqueólogos, mientras están mirando en ellas, han visto esas tumbas identificadas. La palabra griega, ichthus, es un acróstico, que significa Jesús Hijo de Dios, nuestro Salvador. Era la palabra que era puesta sobre estas tumbas subterráneas de aquellos que habían confiado en Cristo e identificado con Cristo, y pagaron con sus vidas por ello.

Cuán lejos hemos llegado, que tomamos las mismas señales y las ponemos en un BMW y decimos, “Esa es nuestras identificación con Cristo” Dios nos ayude. ¿Realmente queremos a Cristo? ¿Realmente queremos ser como Cristo en esta sala? ¿Realmente queremos ser como Él? Si es así, nos va a costar todo. Usted será traicionado. Será aborrecido. Será perseguido.

Y Jesús dice durante todo el capítulo, verso 26, “Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse. Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas. Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.” Tres veces en estos versos Él dice, “no teman”.

Lo que Jesús está diciendo es, usted sigue esta comisión, entonces, el temor le va a tentar. Será tentado a temer, garantizado. Es una tentación real.

Los pasos radicales

Ahora, quiero que vea cómo Jesús les prepara para el temor que van a enfrentar, el temor al que cualquiera de nosotros va a enfrentar cuando damos los pasos radicales en nuestras vidas siguiendo a Cristo. Aquí la forma de enfrentarlo: Número uno, verlo con perspectiva eterna. “nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse” en otras palabras, vera a su alrededor la formas de este mundo, y los pensamientos de este mundo, y las ideas de este mundo, y usted va en contra de ellas. Y Él dice, “No teman” porque un día esos pensamientos y esas ideas y esos valores en este mundo serán cambiadas, y serán mostradas lo que es cierto y justo.

Entonces, crea en lo que es verdadero. Crea en lo que es justo, y aún cuando vaya en contra de gradiente y de la cultura. Aún cuando usted desee ser vindicado en este mundo, no tema, porque Dios lo vindicará. Su verdad, lo que es justo, justicia, lo que es puro, lo que dice su Palabra será expuesto como justo. Así que aférrese a eso. Aún cuando usted no pueda verlo, aún cuando todos en el mundo dicen que es tonto, aférrese a eso. Véalo con perspectiva eterna.

Segundo, hable con valentía santa. Amo esta imagen, “Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas.” Dios susurra su Palabra en nuestros oídos y proclamamos a toda voz desde las azoteas. Hable con valentía santa. No tomamos la luz y la ponemos debajo de un tazón. Tomamos la luz y la ponemos sobre una mesa de manera que dé luz a todos en la casa.

De esto es que Jesús está hablando. Él dice, “Tomen mi Palabra y háblenla. Háblenla con gran valentía.” No tendrá sentido para muchos alrededor de ustedes, pero sepan, sepan – volviendo a lo de la perspectiva eterna – esto es lo que importa al final, no las cosas que todo el mundo habla. Es absorbente, esto es lo que importa. Así que aférrese a esto y hable de ello, confíe en lo que importa.

Y esta es mi parte favorita. Mire con perspectiva eterna, hable con valentía santa, y sacrifique con abandono osado. Quiero que escuche esto. Jesús dice: ustedes van a enfrentar el temor, y Él dice estas palabras. Así es como Él los anima. Siga conmigo. Él dice, verso 28, “Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.”

¿Captó esto? Jesús dice, “Serán tentados a temer al hombre” pero Él los mira y les dice, “el hombre solo puede matar el cuerpo. Dios…” Él no está hablando de Satanás aquí. Satanás no tiene autoridad sobre la vida y la muerte. “Dios es capaz de destruir ambos alma y cuerpo en el infierno” No es el hombre que tiene en sus manos el destino eterno. Es Dios.

De manera que no teman al hombre a lo que pueda hacer. Teman a Dios. Vivan con temor a Dios.

Matarte

Ahora, ponga eso junto. ¿No se dan cuenta de lo que Jesús dijo? Él acaba de decir a estos hombres, “Ustedes van a salir y las personas van a querer matarlos” y Él dice, “No le teman a eso” Él dice, “Lo peor que ellos pueden hacer” es ¿Qué? “Matarte” es decir, piénselo. No tienen nada que temer. Cuando usted va a este país, usted va a esta parte de Birmingham, ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Morir? Esa es una manera rara de hablar.

¿No le consuela esto? La única manera que nos consuela es si ya hemos muerto a nosotros mismos. Porque vivimos en Cristo, entonces sabemos que es mucho peor que morir en esta tierra en el mismo nombre de Jesucristo, sería haber desobedecido, en alguna manera, al Padre que sostiene nuestra vida en sus manos.

Era dicho de los santos de antaño que ellos temían a los hombres tan poco porque le temían mucho a Dios. Y les diré basado en la autoridad de la Palabra de Cristo hoy, como una iglesia, démonos a nosotros mismos a la misión. ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Ellos pueden matarnos? “Vivir es Cristo y el morir ganancia”. Esta es una manera muy diferente de pensar. Es la manera en que Cristo piensa. Lo peor que pueden hacer es matarle, de manera que entréguese a sí mismo a la comisión de Cristo. Es una manera radical de vivir. Estas son instrucciones intensas.

Pero miren lo que Él sigue diciendo, verso 29 “¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Pues aun vuestros cabellos están todos contados. Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos.” El temor le va a tentar. Pero el Padre cuidará de ti. Esta es su promesa. El Padre se hará cargo de ti.

Y escuchen la ilustración que Él utiliza. Él habla de pajarillos. Un pajarillo no puede ni siquiera caer en el suelo sin Dios, sin que su soberanía, lo ordene. Así que número uno. Él te ordena soberanamente. Así es como Él cuida de ti. Él ordena cada detalle en tu vida soberanamente. No hay nada que pase en obediencia a esta comisión, absolutamente nada que no esté bajo la dirección soberana del Todo poderoso Dios.

Eso es algo bueno. Él te ordena soberanamente. Segundo, Él te conoce completamente. Él sabe el número de cabellos en tu cabeza. Él conoce cada uno de ellos. Él conoce cada detalle acerca de nosotros. Él conoce más de nosotros que nosotros mismos. ¿Quién sabe cuántos cabellos hay en su cabeza? existen solo un par de personas que pudieran estar en capacidad de hacerlo.

Pero la realidad es que Dios nos conoce completamente. Él conoce todo de nosotros, mejor que lo que nos conocemos a nosotros mismos. Él ordena soberanamente sobre los pajarillos. Él conoce todo acerca de ti. Él te ordena soberanamente y Él te ama profundamente. Eres valioso delante de Dios.

Él es el Padre

Aquel que te envía como oveja en medio de lobos es bueno. “Él es el Padre”, Jesús dice, “y Él cuidará de ustedes ahora y cuidará de ustedes por toda la eternidad” ¿Por qué los discípulos respondieron en obediencia a este tipo de comisión? Duras instrucciones.

Permítame llegar a los siguientes versos, verso 32, “A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.”

La siguiente instrucción, le confesamos públicamente. Le confesamos públicamente. Nos identificamos públicamente con Cristo. Entonces la persona con quien usted trabaja, la persona con quien va a la escuela, la persona con quien vive, ¿Está usted públicamente identificado con Cristo ante ellos? ¿Le está confesando públicamente? Y es un pensamiento asombroso pensar que viene un día cuando estaremos delante del Padre en el cielo, y Jesús, públicamente, nos identificará con Él. No puedo esperar por ese día. Una imagen increíble.

Confesarlo públicamente y amarlo supremamente. El amor por Jesús es superior a cualquier amor por padre, amor por esposa, amor por hijos. Todas estas relaciones terrenales son, finalmente, temporales. El amor por Cristo es supremo, es eterno. Él nos ama sacrificialmente. Nosotros le amamos supremamente.

Siguiente, tome el riesgo supremo. Aquí es cuando llegamos al verso 39, “El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.” Tome el riesgo supremo. Lo que Jesús está diciendo a sus discípulos es, “Pierdan su vida. Tomen su cruz” Él dice al final del verso 38, “y muera”. Pierda su vida. Tome este riesgo. Tome el riesgo de perder su vida hoy.

Es en un sentido figurado, perdiendo su vida para Cristo, completa y totalmente. Tome ese riesgo, y tomando ese riesgo usted encontrará la suprema recompensa. Usted encontrará vida en Cristo.

Este no es un llamado a la tristeza. No es un llamado a la miseria. Es un llamado a la satisfacción. Es un llamado a la recompensa. Es un llamado tanto a hacer un sacrificio como un llamado a ser inteligente. Trate de encontrar su vida en este mundo; terminará perdiéndola por toda la eternidad. Eso no es inteligente. Pierda su vida en este mundo, la encontrará ahora y en toda la eternidad. Eso es inteligente. Encuentre la recompensa suprema.

La belleza de esto es, lo que hablamos en los versos 40-42 es que esta recompensa no es solo para nosotros, sino para todo aquel que nos reciba, para todos aquellos que verán nuestra identificación con Cristo, que escucharán nuestra proclamación, nuestra proclamación pública de Cristo, y quien nos recibe. En otras palabras, “recibe a Cristo, es el lenguaje aquí. Esta es la recompensa que es invisible y que no podemos ver en esta vida. Esta es la recompensa de encontrar a Cristo en toda su plenitud, y no solo encontrar a Cristo en toda su plenitud, sino que otros también encuentren a Cristo en toda su plenitud.

Compasión Radical…

Y ahora, Mateo 9:35-38 llega para llenar el círculo al final del capítulo 10. Mateo capítulo 10, seamos honestos. Son instrucciones difíciles. Y obviamente, como hablamos, son específicas aquí y que fueron específicas para los discípulos en aquel tiempo. Pero, como hablamos, estas son verdades generales que son aplicables a todos los discípulos, de todos los tiempos. Este es Jesús que está comisionándonos a ti y a mí, muy aterrador en algunos casos, a través de todo este pasaje.

¿Por qué es esto tan duro? ¿Por qué son tan duras estas palabras? Aquí el por qué. Porque ese día habían tres millones de personas, y hoy hay más de 4.5 billones de personas que no conocen esta recompensa, y ellos necesitan ver a Cristo. Y ellos no van a ver a Cristo en vidas que no están identificadas con Él. Ellos no van a ver a Cristo en los placeres terrenales y en las comodidades mundanas. Ellos no van a ver a Cristo en eso. Ellos irán, como resultado, a una eternidad sin Cristo.

Ellos necesitan ver a Cristo. Ellos necesitan ver personas que están identificadas con Cristo, y que son dignas de ello. Mateo capítulo 10 es digno por el bien de las personas que no conocen a Cristo.

Estas palabras parecen tan extrañas para nosotros hoy ¿no es cierto? ¿Este tipo de lenguaje en el cristianismo contemporáneo? Hacemos preguntas en nuestras vidas, “¿Qué es lo mejor para mí?” hacemos preguntas en la Iglesia, “¿Qué es lo mejor para mí?” ¿Qué es lo mejor para mi familia? ¿Qué es lo más seguro para mí y mi familia? ¿Qué es lo más seguro? ¿Qué apela mejor para mí y mi familia? Estas son preguntas que nos consumen en nuestras vidas, en nuestras familias, y en la Iglesia. Estas nos consumen.

Y la realidad es que si esto es cierto, entonces esas preguntas ya no tienen sentido, ninguna de ellas. En lo relacionado a mí, no tienen sentido en lo absoluto, porque nuestras vidas están muertas. Estamos viviendo en Cristo y Cristo quiere la mies. Esto cambia todo acerca de la manera en que vivo, atendamos nuestro tiempo, planeamos nuestras vidas y nuestras familias y la Iglesia. Esto cambia todo porque tenemos un Evangelio que demanda compasión radical.

Él nos ha dado órdenes. No estamos viviendo para recompensas egoístas y placeres terrenales. No estamos viviendo para el deseo de auto consuelo o para el cristianismo auto saturado. Hemos puesto estas cosas a un lado. No vivimos en ellas. Morimos a estas cosas. ¿Cómo podemos seguir viviendo ahí? Vivimos en Cristo, para el placer eterno, para el deseo honorable de Dios y para los planes que Él tiene para nuestras vidas.

Jonathan Edwards dijo esto. Él dijo:

No reclamo derecho para mí mismo, ningún derecho para este entendimiento, esta voluntad, estos afectos que están en mí. Tampoco tengo ningún tipo de derecho sobre este cuerpo o sus miembros. Ningún derecho en esta lengua, estas manos, estos pies, estos ojos o estos oídos. Me he entregado claramente y no he retenido nada para mí. He estado para Dios esta mañana y le dije me he dado a mi mismo completamente a Él. Le he dado todo el poder, de manera que para el futuro, no pueda reclamar derecho alguno en ningún aspecto. He expresado promesa para Él, porque por su gracia no voy a fallar. Lo tomo como toda mi porción y facilidad, mirando sobre nada más como ninguna parte de felicidad. Su ley es la regla constante de mi obediencia y voy a pelear con todas mis fuerzas en contra de este mundo, la carne, y el mal hasta el fin de mis días. Voy a adherirme a esta fe del Evangelio, sin importar las dificultades y las prácticas que puedan ser. Oro para que Dios, por el bien de otros, les causará que ellos vean por encima de esto como auto dedicación por su bien. A partir de entonces, no voy a actuar en ningún aspecto como mío propio. Me he propuesto ser absolutamente de Él.

Cristiano, no te perteneces. Por el bien de millones de personas que están dirigiéndose a un infierno eterno, no te perteneces. Lo que sea que esto signifique en nuestras vidas, significa esto. El Evangelio demanda que sacrifiquemos nuestras vidas por el bien de las personas que no conocen a Cristo,

¿Creemos lo que este libro dice a aquellos que están perdidos? Si es así, sacrificamos nuestras agendas y nuestro tiempo y nuestro dinero, nuestros recursos, esta Iglesia, y todo lo que somos por el bien de personas que no conocen a Cristo. Oramos y vamos.

Quiero invitar a pedirle al Señor de la mies que envíe obreros a su mies, pero quiero darte una oportunidad para que veas las multitudes, a sentir sus sufrimientos, y a darte cuenta de su separación; y como resultado, a clamar a Dios. Dios, hazme a mí, haz a mi familia, haz de esta Iglesia una Iglesia de compasión radical. Una familia de compasión radical que sacrifica todo por el bien de los perdidos. Quiero que oremos para que el Señor de la mies envíe obreros de de esta Iglesia al mundo. Quiero que oremos por nosotros mismos para que Dios nos haga este tipo de personas. Les invito a que rueguen, a que pidan a Dios que nos ayude a ver la condición de estos perdidos, a darnos cuenta de sus sufrimientos, separación y a considerar lo que esto significa por la forma en cómo pasamos nuestro tiempo y nuestro dinero en nuestras vidas y nuestra Iglesia.

David Platt

David Platt sirve como pastor en el área metropolitana de Washington, D.C. Es el fundador de Radical.

David recibió su doctorado del Seminario Teológico Bautista de New Orleans y es el autor de Don’t Hold Back [No te quedes donde estás], Radical, Sígueme, Contracultura, Algo tiene que cambiar, Before You Vote [Antes de votar], así como los varios volúmenes de la serie Christ-Centered Exposition Commentary [Comentario Expositivo centrado en Cristo]. 

Vive junto con su esposa e hijos en el área metropolitana de Washington, D.C.

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