Como cristianos, Dios nos ha dado la responsabilidad de hacer discípulos. La formación de discípulos es un llamado para cada cristiano en todo lugar. Como cristianos dentro de la iglesia, hacemos pacto unos con otros para ser una iglesia que confía en la soberana autoridad del Señor. La Gran Comisión nos enseña a mostrar la Palabra yendo, compartir la Palabra bautizando, enseñar la Palabra enseñando y servir al mundo en todas las naciones. En este mensaje sobre Mateo 28:16–20, David Platt llama a los cristianos a hacer discípulos en sus vidas y trabajo.
- Seremos una iglesia que confía en Su autoridad.
- Seremos una iglesia que obedece Su estrategia.
No puedo esperar para que estudiemos este texto en esta mañana porque lo estamos leyendo con una nueva luz, espero, es mi oración. Esto ya no es solo leer sobre la Gran Comisión. Esto es leer sobre cuál es la verdadera misión de nuestras vidas y sobre cuál es la verdadera misión de esta iglesia. ¿Qué significa hacer discípulos? No sólo estamos hablando de planes de batalla. Estamos agachados en el búnker y lo estamos arrebatando todo en esta misión. Con ese entendimiento, vamos a estudiar y leer Mateo capítulo 28, verso 16. La biblia dice: “Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado”
Sólo una nota al margen, siempre que vemos a Jesús ir hacia la montaña, significa un importante mensaje que es algo a lo largo de las Escrituras, pero el libro de Mateo, capítulo 5 a 7, El Sermón del Monte, Mateo capítulo 17, justo en el medio, lleva a unos cuantos de sus discípulos al Monte de la Transfiguración. Ahora lo vemos a Él yendo a la montaña. Dice en el versículo 17: “Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. Y Jesús se acercó y les habló diciendo, “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
Ahora tengo que ser honesto con usted. Yo podría predicar durante semanas de este texto. Es para llenar. Está tan cargado de significado. Pero lo que quiero que hagamos es ver este texto a través de la lente de un pacto unos con otros. Lo que quiero decir por pacto es un compromiso que hacemos a Dios, ante Dios y ante los demás. Quiero que pensemos en este texto en como que se relaciona a nuestras vidas individuales y nuestras vidas colectivas como iglesia, llamada Iglesia de Brook Hills y lo que este texto significa para nosotros. Quiero que desarrollemos y descomprimamos tres facetas de ese pacto.
Confianza en Su autoridad
La primera es la siguiente: En base a este texto, estamos diciendo que seremos una iglesia que confía en Su autoridad. Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Ese es la declaración clave en la Gran Comisión porque es el fundamento en el cual todo lo demás que Él dice se construye. Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Ahora, este es un tema que hemos visto en todo el libro de Mateo. Esta es en realidad la décima vez que se hace referencia a la autoridad de Jesús. A lo largo de los Evangelios vemos Su autoridad enfatizada una y otra vez. No es sólo el poder de Jesús. Todo poder me es dado en el cielo y en la tierra, pero es el derecho a utilizar ese poder. Usted puede tener poder y fuerza, pero si usted no tiene la autoridad para su uso, entonces realmente no le lleva muy lejos.
Jesús viene a sus discípulos poco antes de su ascenso hacia el cielo y les dice, “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra para usarla”. Vamos a llegar a eso en unos segundos. Quiero que piensen en la autoridad de Cristo en dos niveles diferentes. Número uno: Su autoridad es universal. Toda autoridad en el cielo y en la tierra – que más o menos lo resume todo. Él lo tiene todo. Si Él tiene toda autoridad en el cielo y en la tierra que significa que no hay nada que no esté bajo su autoridad. Él tiene completo y total dominio universal, derecho y poder para gobernar.
Mateo capítulo 28
Ahora bien, esto no es algo que es nuevo cuando se llega a Mateo capítulo 28. Es algo que hemos visto todos en los Evangelios. Usted puede volver a los Evangelios y fijarse en todas las veces que vemos la autoridad de Cristo referenciada o se haya hablado de ella y usted la ve en todas sus diferentes facetas. Tengo una lista de cosas aquí. Él tiene autoridad sobre la enfermedad. Vemos a Jesús acercarse a un ciego y de repente el ciego puede ver. Cuando se acerca a un cojo y le dice, “Levántate y anda”. Él tiene la autoridad para decir a los que nunca habían caminado en su vida que se levanten y que anden y lo hacen. Él tiene autoridad sobre toda enfermedad. ¿No es bueno saber que Jesucristo tiene autoridad sobre el cáncer, sobre cualquier enfermedad que cualquiera de nosotros pueda enfrentar a la vuelta de la esquina? Él tiene autoridad sobre la enfermedad.
En segundo lugar, Él tiene autoridad sobre los demonios. Una y otra vez, es el uso o referencia más común a Su autoridad. Él echa fuera demonios. Los espíritus malignos huyen de Él. Corren de Él. Él tiene autoridad sobre todo demonio.
En tercer lugar, Él tiene autoridad sobre el pecado. Vaya a través de los evangelios y vea como Jesús habla de cómo Él tiene la autoridad para juzgar el pecado en Juan, capítulo 5 y luego habla de cómo Él no sólo tiene la autoridad de juzgar el pecado – si Su autoridad se detuviera allí entonces nosotros estaríamos en serios problemas – sino que Él tiene la autoridad de perdonar los pecados. ¿Por qué? Porque Él tiene la autoridad por haber vencido al pecado. Él conquistó la muerte. Él conquistó la tumba. Él es el Señor sobre el pecado.
Él tiene autoridad sobre la enfermedad, los demonios, el pecado. En cuarto lugar, él tiene autoridad sobre el sufrimiento. “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. Cuando usted está cargado con las cosas de este mundo, nada tiene sentido y usted está confundido y ansioso, usted tiene un Salvador que tiene la autoridad sobre toda carga de modo que usted no las lleve – de modo que Él las lleve por usted. Él dice a los que hambrientos, quienes no han sido satisfechos por las cosas de este mundo, dice, “Yo soy el pan de vida. Yo soy el agua viva”. Él tiene autoridad sobre el sufrimiento.
Él tiene autoridad sobre la naturaleza. Jesús está en un barco con Sus discípulos y viene una gran tormenta y los discípulos entran en pánico. Jesús se quita el sueño de los ojos, bosteza y luego habla, levanta Su mano y tiene la autoridad para calmar los mares. En otro tiempo Sus compañeros estaban en el medio del lago y Él está en la orilla y Él le gustaría ir a verlos. Jesús no necesita ningún barco en ese momento para ir a sus discípulos. Él sólo camina sobre el agua porque Él tiene control sobre toda naturaleza.
Él tiene autoridad sobre la enfermedad, los demonios, el pecado, el sufrimiento, la naturaleza y sobre todas las naciones. Ahora, esto ha sido profetizado atrás en Daniel, capítulo 7, versículo 13 y 14. Usted podría anotar eso y volver a verlo alguna vez. Es un texto increíble que habla sobre como el Hijo del Hombre vendría y tendría autoridad, soberanía y dominio sobre toda nación and Su dominio duraría para siempre.
“Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra”
Ahora esa es la imagen de la autoridad de Jesús. Cuando se trata de este punto, Él dice, “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra”, eso es lo que quiere decir. Él lo tiene todo! Entienda la imagen. Salmos 148 lo resume todo. Él tiene autoridad sobre los monstruos marinos y todos los abismos, el fuego y el granizo, el viento de tempestad que ejecuta su palabra, los montes y todos los collados, el árbol de fruto, todos los cedros, la bestia, y todo animal, reptiles y volátiles, los reyes de la tierra y todos los pueblos, los príncipes y todos los jueces de la tierra, los jóvenes y también las doncellas, los ancianos y los niños. Todos ellos se inclinan ante la autoridad de Jesucristo. Eso cambia la manera en que vemos la vida. Eso cambia la manera en que miras las noticias cuando usted sabe que Jesucristo está en control y tiene autoridad sobre todas las naciones. Cambia la manera en que abordamos las cosas que nos vienen en la vida cuando Él tiene la autoridad sobre el pecado y el sufrimiento.
Por lo tanto, Su autoridad es universal. Pero, en segundo lugar, Su autoridad es un propósito. Aquí es donde vemos la relación entre la autoridad de Cristo y la Gran Comisión. El no sólo trata de presumir aquí en Mateo, capítulo 28, versículo 18. “Yo tengo toda autoridad”. Lo que El está diciendo es “Yo tengo toda autoridad en el cielo y en la tierra por un propósito”. Esto es lo que alimenta la Gran Comisión, es la afirmación que es la base para lo que El está a punto de decir. Porque, básicamente lo que Él está diciendo es, “Yo tengo todas las cosas en el cielo y en la tierra a mi disposición para llevar a cabo esta misión que estoy a punto de dar”.
Deja que eso penetre por un segundo. Jesucristo ha dicho a Su iglesia aquí, Sus discípulos y a nosotros hoy – Él ha dicho, “Yo tengo todas las cosas en el cielo y en la tierra a mi disposición para llevar a cabo esta misión que yo te he dado”. Por eso es que Él dice en Juan capítulo 15 – “Pídeme todo lo que necesites, todo lo que quieras para llevar a cabo esta misión y Yo te lo daré para ver mi palabra cumplida”. Su autoridad es por un propósito. Piense en ello – la autoridad de Jesús reside en todos y cada uno de ustedes, Su persona morando en usted. Toda la autoridad en el cielo y en la tierra nos ha sido dada.
Es en este punto donde nos damos cuenta que nuestro éxito como iglesia y nuestro éxito en nuestras vidas no está basado en quienes somos o que podemos hacer. No es sobre que tan inteligentes somos, que tan creativos somos, que tan talentosos somos, que tan ricos somos. No es acerca de lo que podemos ofrecer. Eso es en lo que nuestro éxito se basa – Su autoridad – no la nuestra.
Vamos a ser una iglesia que confía en Su autoridad, Su persona y Su palabra. Vamos a ser dominados por Su autoridad, Su persona y Su palabra; nuestras vidas, nuestro ministerio, nuestra iglesia gobernada por Su palabra. Todo puesto en Su palabra confiando en que solo Él tiene toda la autoridad. Vamos a ser una iglesia que confía en Su autoridad y no en la nuestra.
Vamos a ser una iglesia que obedece Su estrategia
En segundo lugar, vamos a ser una iglesia que obedece Su estrategia. Ahora, sobre la base en la autoridad, entendemos la imagen. Es en este punto antes que estudiemos el versículo 19 y realmente empecemos a descomprimir de qué trata la Gran Comisión, esto que hemos estado hablando de hacer discípulos durante cinco semanas. Quiero que pensemos en lo que hemos visto a lo largo de los Evangelios hasta este punto del contraste entre la estrategia de Cristo en el mundo y la estrategia auto-dirigida de los discípulos. Usted ve que la estrategia de Cristo habla de cómo Él tuvo compasión por las multitudes porque eran acosados y estaban indefensos como ovejas sin pastor y Él tiene cuidado de las multitudes. Entonces usted ve a los discípulos acercándose a Él en Lucas capítulo 9 cuando enfrentan un poco de oposición en Samaria y ellos están diciendo, “Hey, ¿se puede hacer descender fuego del cielo a estos chicos?” Está un poco desconectado aquí. Usted puede imaginar a Jesús volteando los ojos en ese punto.
En el monte de la transfiguración, ellos querían levantar una casa. “Vamos a construir una casa aquí arriba. Vamos a acampar aquí un rato”. Jesús dice, “No, ustedes no están entendiendo”. En numerosas ocasiones Él se apartaba con ellos y les hablaba acerca del sufrimiento que El iba a experimentar y acerca de la muerte que El iba a experimentar. Hay un momento en que incluso Pedro va incluso tan lejos como para tirar de Jesús a un lado y decir: “Jesús, con todo respeto, como su gerente de relaciones públicas, no puedo recomendar este curso de acción particular.” Constantemente, esta tensión entre la estrategia auto-dirigida de los discípulos y la estrategia de Cristo.
Así, Jesús muere en la Cruz. Se levanta de la tumba y en este momento no se sabe lo que está pasando a través de las mentes de estos chicos…. ¿Con que clase de plan podrían surgir en ese momento si están de su cuenta? Así que ellos suben a esta montaña con Cristo y se encuentran cara a cara con su estrategia: Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones y en ese punto obtienen dos opciones. Dos opciones que se han visto a lo largo de este contraste en los Evangelios y ahora se encuentran cara a cara con ellas.
Una auto-estrategia que espere Su bendición
Número uno, la primera opción es que pueden darse es una auto-estrategia que espere Su bendición. Lo que quiero decir con esto es que ellos podrían surgir con algunas cosas buenas en este momento. Eran chicos fuertes y con grandes motivos. Lo creas o no, incluso cuando quisieron hacer descender fuego del cielo y quisieron levantar la casa y quisieron reorientar Jesús, ellos tenían buenos motivos. Ellos quieren ver al Rey Jesús glorificado. ¿Podría ser posible que incluso 2.000 años más tarde en la iglesia de hoy, que pudiéramos tener la opción de surgir con algunas grandes estrategias y grandes planes y grandes métodos? ¿Podría ser que nuestras librerías cristianas estén llenas de libros sobre nuevas estrategias y nuevos planes y nuevos métodos a los cuales nos pudiéramos adaptar como iglesia, que podríamos adoptar como iglesia? Lo peligroso es que pueden adoptarlas estrategias, planes y métodos e incluso estar centrados en motivos que glorifiquen a Dios. Queremos que Dios sea glorificado en nuestra iglesia. Queremos que Dios sea glorificado en esta comunidad, así que vamos a llegar a una nueva estrategia. Vamos allegar a un plan para hacer eso.
Es en este punto gente que tenemos que darnos cuenta de que en ninguna parte de las Escrituras Dios promete bendecirnos basándose únicamente en nuestros motivos. Ahora, no estoy diciendo que los motivos no sean importantes. Son extremadamente importantes. Pero en ninguna parte de las Escrituras Dios promete bendecirnos basándose únicamente en nuestros motivos, ahora, las Escrituras nos da una clara advertencia por el hecho de que Dios siempre promete bendecir Su plan.
Así que tenemos dos opciones. Número uno, o nos damos a una estrategia auto-dirigida que espere Su bendición o número dos, nos damos a una estrategia dirigida por Cristo que garantiza su bendición. ¿Podría ser que nuestro trabajo no es surgir con una nueva estrategia, un nuevo plan o método? ¿Podría ser que Dios no desea avanzar nuestros sueños, nuestras metas y nuestras ambiciones? ¿Que Dios no está buscando que creemos una nueva agenda? ¿Podría ser que nuestra principal responsabilidad es conocer Su voluntad por medio de Su palabra y obedecerla de todo corazón – la estrategia que ya nos ha sido dada. Porque podríamos pasar el resto de nuestras vidas y el resto de la vida de esta iglesia viniendo con nuevas estrategias y nuevos planes y nuevos métodos. Pero si ignoramos la estrategia dirigida por Cristo, perderemos completamente el punto. Es por esto que necesitamos enfocarnos en lo que significa hacer discípulos en todas las naciones.
¿Así que, como luce una estrategia dirigida por Cristo? Yo quiero que usted vea algunos componentes de una estrategia dirigida por Cristo en este texto. Numero uno – Cristo es nuestra visión. Eso nos lleva de vuelta a San Mateo, capitulo 4 donde todo esto empezó. Es lo que impulsa estas series. Dos palabras – Sígueme. Mírame. Entrégate a mí. Cristo es nuestra visión. Recuerda esto. No había escuelas formales, ni regulaciones y procedimientos, ni seminarios ni clases de membrecía. Era solo seguir a Cristo.
Nuestra agenda, nuestra visión es ser como Cristo y eso no es negociable en la iglesia. Esto es lo que nos impulsa. Vemos a Cristo y queremos ser como Cristo. Estamos siendo conformados en la imagen de Cristo. Estudiamos Su palabra para que Su imagen tome las raíces en nuestros corazones, nuestras mentes y en nuestras vidas. Queremos ser como Cristo. Nuestra visión – Cristo es nuestra visión.
En segundo lugar, nuestra misión es hacer discípulos. Hacer discípulos es nuestra misión. Al llegar a Mateo 28 versículo 19, en realidad todo este texto que acabamos de leer, existe en el idioma original del Nuevo Testamento, un verbo imperativo. En caso de que haya sido un poco de tiempo desde la clase de inglés un verbo imperativo es un mandato. Cuando Heather me da un imperativo, es un mandato. Hazlo bien entonces. Así que hay un mandato, un verbo imperativo en Mateo capítulo 28 versículo 16 – 20. El imperativo es hacer discípulos. Una palabra está en el griego, dos palabras aquí. Hacer discípulos. Ese es el mandato en torno al cual gira todo este asunto.
¿Cómo hacer discípulos?
Ahora bien, es en ese momento que decimos: “Bueno, ¿Cómo hacer discípulos?” Afortunadamente, en base a lo que hemos estado estudiando en las últimas cuatro semanas, ahora sabemos la respuesta a eso. Aquí es donde quiero dibujar la conexión entre lo que hemos estado estudiando durante cuatro semanas y lo que hemos visto en este texto. Este imperativo, hacer discípulos, está rodeado de otros verbos y otras palabras que ayudan a describir como se ve. Por ejemplo, comienza diciendo: “Por tanto, id, y haced discípulos.” “Ir” es realmente un participio muy similar a bautizar y enseñar más adelante. Por tanto, id – a medida que va, haced discípulos. Ir es parte de hacer discípulos. ¿Vamos y que hacemos? Piense en la faceta “encarnacional” de hacer discípulos. La Palabra de Cristo nos ha sido confiada; Su Palabra se está convirtiendo en vida en nosotros, encarnada en nosotros. ¿Cómo vamos?
Bien, en primer lugar, Compartimos la Palabra. ¿Suena familiar? Tomamos la Palabra que nos ha sido confiada, el evangelio que nos ha sido confiado y como Jesús fue predicando, anunciándola venida del Reino, Él dijo, “Id y haced lo mismo. Compartid la palabra”. Luego dice, “Bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.” ¿Qué es eso? Mostrar la Palabra.
Mostrar la Palabra
Esta es la manera en que identificamos nuestras vidas con Cristo y Su iglesia. Literalmente, dice en el idioma original bautizándolos en el nombre que es identificado con el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo en Su carácter, en todo lo que Él es. Usted se identifica, usted asocia su vida con la de Él. Tu vida es ahora una demostración de Su vida. Es por eso que el bautismo es tan importante. Yo creo en la Gran Comisión y yo creo en la iglesia. Porque lo que pasa en el bautismo físico es que identificamos nuestras vidas con la vida y muerte de Cristo. Identificamos nuestras vidas con Su iglesia. Es por eso que es tan importante. Estar involucrado en mostrar la Palabra.
Nosotros vamos y nosotros compartimos la Palabra. Nosotros bautizamos en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Nosotros enseñamos la Palabra. Luego nosotros enseñamos a obedecer todo lo que Yo he encomendado. En tercer lugar, nosotros Enseñamos la palabra. ¿Suena familiar? ¿Puede usted ver la conexión aquí? Enseña la Palabra. Enséñales todo lo que os he encomendado.
Ahora le quiero mostrar algo verdaderamente bueno aquí. A medida que nos acercamos al final de Mateo capítulo 28 tenemos que tomar un pequeño viaje a través del libro de Mateo para verlo. Lo que quiero mostrar, veamos atrás al capítulo 5. Lo que quiero mostrar es que el Evangelio de Mateo se divide en cinco secciones diferentes que realmente se centran en la enseñanza de Jesús con sus discípulos y hay cinco diferentes momentos en el que vemos un patrón emerger. Cada vez que los discípulos eran reunidos ya sea por Jesús o porque ellos iban a Jesús, luego Él les enseñaba algo por un periodo prolongado de tiempo entonces esa sección concluye con Mateo diciendo, “Cuando Jesús termino de enseñarle todas estas cosas” y El luego sigue adelante.
Quiero que vean eso desglosado. Quiero que vean el principio y el final de cada uno de esos momentos. Vea en Mateo capítulo 5 versículo uno. Este es el Sermón del Monte. “Viendo a la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. Y abriendo su boca les enseñaba”. Así Mateo cinco, seis y siete, Les enseñaba. Ahora quiero que vaya al final de Mateo capítulo siete. Vea en Mateo capítulo 7 versículo 28. Aquí hay una frase que quizás pueda subrayar en su Biblia porque es una frase que será repetida una y otra vez. Dice el versículo 28:
“Y cuando Jesús terminó estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina”. Esa frase “Jesús terminó estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.”
Ahora adelante unos cuantos capítulos hasta el capítulo 10. Vea en el verso uno. El hace lo mismo. Vemos a los discípulos venir a Cristo.
Esta tiene que ver con las parábolas
“Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia”. Lista sus nombres en el versículo dos, tres y cuatro, entonces el verso cinco dice, “A estos doce envió Jesús, y luego les dio instrucciones”, entonces vamos al capítulo 11 versículo uno y ¿Que dice? “Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos”. Así que esa es la segunda. Tercera – adelante al capítulo 13, versículo 1. Esta tiene que ver con las parábolas. Dice:
“Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar. Y se le juntó mucha gente; y entrando él en la barca, se sentó, y toda la gente está en la playa. Y les habló muchas cosas por parábolas.”
El empezó a enseñarles. Vaya al final del capítulo 13, versículo 53. Dice: “Aconteció que cuando terminó Jesús estas palabras se fue de allí.” Así que Él concluye y sigue adelante. Dos más, Vea en el capítulo 18, versículo uno. Ahora en medio de todo tenemos a Jesús sanando personas; tenemos a Jesús haciendo todo tipo de cosas pero estos son bloques concentrados de enseñanza. Vea en el capítulo 18, versículo uno. “En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?” Y El les enseñaba.
Vemos que en el capítulo 19, versículo 1 y Mateo da la conclusión. “Aconteció que cuando terminó Jesús estas palabras se alejó de Galilea, y fue a las regiones de Judea al otro lado del Jordán.” Otra más. Vea en el capítulo 24 el último bloque de enseñanza escrito en Mateo. Dice en el capítulo 24, versículo 1: “Cuando Jesús salió del templo y se iba, sus discípulos se acercaron para mostrarle los edificios del templo.” Aquí empiezan su diálogo. El empieza a enséñales todo el capítulo hasta el capítulo 26, versículo 1 y aquí esta – nuevamente. Mateo da la conclusión. “Cuando hubo acabado Jesús todas estas palabras, dijo a sus discípulos” – y ellos siguieron adelante con otras cosas.
Esa es la temática que estamos viendo. Se repite una y otra vez cinco veces diferentes en Mateo. Ahora usted viene a Mateo capítulo 28. El pasaje que acabamos de leer, una vez mas Jesús reúne a sus discípulos. El mismo patrón y empieza a enseñarles. El les da estas palabras. Obviamente ahora no tan largas como un bloque pero sí tan extremadamente significativas como un bloque de enseñanza. Usted se dará cuenta de que, si Mateo era realmente un literario escolar, entonces él hubiera sabido que hubiera sido más apto para ofrecer una pequeña conclusión aquí cuando Jesús hubiera terminado de enseñarles estas cosas y tal vez hasta darnos una imagen sobre la ascensión. Eso hubiera sido realmente bueno. Esa seria una muy buena adición al libro de Mateo. Pero, lo que el hace es que lo deja inconcluso. No iba a parar con ellos. Se iba a expandir a través de ellos. Ellos ahora continuarían su enseñanza.
El libro de Mateo es un libro inconcluso y el último capitulo todavía esta siendo escrito en los corazones y en las mentes de discípulos por todo el mundo que enseñan las palabras de Cristo. No termina con ellos. Se expande a través de ellos. Esa es la imagen que vemos. Esta intencionadamente inconclusa donde nosotros, todos estamos enseñando la Palabra de Cristo como individuos. No solo en la iglesia en los salones de clase, pero como individuos. Dice “Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado”. Tal vez una mejor palabra en la cual incluso pensar en enseñarles a obedecer es casi entrenar a las personas a seguir a Cristo. No solo darles la fría verdad pero entrenarlos para seguir a Cristo.
Es por esto que no podemos darle esta responsabilidad solo a la iglesia como institución o solo clases de escuela bíblica o el pequeño grupo porque ¿Si usted quiere aprender a orar, cual es la mejor manera de orar? Sentándose en clase o sentándose con alguien que tenga una vida de oración fuerte y aprendiendo de ellos y siendo enseñados por ellos sobre como orar. ¿Cuál es la mejor manera de aprender a estudiar la Biblia? ¿Sentándose en la clase sobre como estudiar la Biblia? Seria útil y te daría algunas herramientas. Pero ¿No sería mejor si un creyente se sentara con usted y le dijera “Hey, déjame mostrarte como yo estudio la Biblia”. Así es como yo recorro la palabra en mi tiempo libre.” Enseñándoles a obedecer; ¿Cuál es la forma más efectiva de compartir su fe? Yendo a clases sobre como compartir su fe o realmente compartiendo su fe con alguien más y verle haciéndolo más adelante contigo. Es la imagen de enseñarles a obedecer todo lo que os he mandado que se encuentra en el núcleo de hacer discípulos.
El proceso de hacer discípulos
Así que nosotros Compartimos la Palabra y nosotros bautizamos, Mostramos la Palabra, Enseñamos la Palabra luego lo hacemos en todas las naciones de las cuales hablamos la semana pasada. Nosotros Servimos al Mundo. Cada uno de estos componentes es vital para nuestra transformación en este proceso de hacer discípulos. He aquí una ilustración de cómo se vería en la parte de atrás de su página. Lo que tenemos es un dibujo; tenemos al mundo, más de seis billones de personas y más de un billón que nunca han escuchado el nombre de Jesucristo. Esa es la imagen del mundo obtenida. Ahora, lo que hacemos es ir al mundo y Compartir la Palabra, y una vez que Compartimos la Palabra, tenemos un creyente. Guiamos a la gente a creer en Cristo, a poner su fe en Cristo, a confiar en Cristo.
Entonces, una vez que las personas creen en Cristo, empezamos a mostrarles la importancia de la Palabra, de identificarnos con Cristo, de bautizarnos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo para que nos identifiquemos con Él, no solamente poniendo mi fe en Él. Estamos establecidos como discípulos de Cristo y todo lo que ello conlleva. En Mateo, capítulo 4, como estudiamos al principio de estas series. Pero no paramos ahí. Ahora, tomamos la Palabra y empezamos a reproducirla en las vidas de otros para así estar enseñando la palabra, entrenando a las personas en la palabra. Vamos a ir de creyentes a discípulos, y luego a discipuladores.
Ahora estoy titubeando porque no quiero diferenciar incluso bíblicamente. Yo creo que un discípulo de Cristo es un creyente en Cristo y un discipulador. Pero quiero que veamos una progresión aquí que cuando nos entregamos al discipulado entonces empezamos a comprometer al mundo. Ahora, quiero darte esa imagen porque quiero hacerte dos preguntas. Mientras usted ve la imagen, creyente, discípulo, discipulador y ese recorrido en el proceso de hacer discípulos, quiero hacerle dos preguntas. La primera, quiero preguntarle ¿Dónde está usted en ese recorrido? ¿Dónde pondría usted su vida y su cristianismo? Me estoy preguntando si muchos, si no la mayoría de nosotros estamos estancados en una de los dos primeras fases. Si hemos puesto nuestra fe en Cristo y si hemos confiado en El para salvarnos del pecado, muchos de nosotros hasta no hemos llegamos al punto donde somos bautizados y hasta identificados con Cristo. Así que, la posibilidad de entregarnos a esta misión es socavada desde el mismo principio porque la única manera bíblica donde Cristo nos ha mandado a identificarnos con Él, no la hemos cumplido aún.
¿Ha llevado a alguien a través de ese recorrido?
Algunos de nosotros estamos estancados en la numero uno. Creo que muchos de nosotros estamos estancados en la número dos. “Ok, soy un seguidor de Cristo. He sido bautizado. He sido identificado con su iglesia.” Pero realmente no estamos empleando nuestras vidas intencionalmente en el proceso llamado discipulado. ¿Hace usted discípulos? Eso nos lleva a la segunda pregunta. ¿Ha llevado alguna vez a alguien a través de todo el proceso mediante su propia vida? ¿Ha guiado a alguien a Cristo, mostrado a Cristo, usted ha empleado su vida en ellos, enseñándole como orar, como estudiar la palabra, como compartir su fe, entrenándoles para que seguir a Cristo para que ellos ahora vayan y hagan lo mismo en el mundo con usted? ¿Ha llevado a alguien a través de ese recorrido?
De eso se trata el discipulado. Creo que estamos perdiendo esto. Creo que tenemos una peligrosa tentación que parar en uno de los dos primeros espacios en blanco, incluso en el ministerio en nuestras vidas. Pudiéramos guiar a alguien a Cristo pero tenemos una muy mala reputación para cuando las personas llegan a conocer a Cristo ya que les por haberles abandonado y dejados en su joven vida cristiana. Eso es grandioso. Alguien se salvó. Entonces como que concluimos eso y seguimos adelante. O tal vez ellos se identifican con la iglesia y se bautizan pero entonces los referimos a una clase de discipulado en vez de nosotros invertir nuestras vidas en ese proceso. Prueba del punto – Déjeme hacerle una pregunta – Yo quiero que usted imagine conmigo que Dios le diera la oportunidad de guiar a alguien a la fe en Cristo. Ya sea en el trabajo, en la casa, en su comunidad… usted tuvo la oportunidad de guiar a alguien a la fe en Cristo.
Déjeme hacerle una pregunta. ¿Si eso fuera a ocurrir mañana, cuál sería su plan en los seis meses siguientes sobre cómo guiarlos en el proceso? ¿Cuál es su plan para eso? ¿Cuántos de nosotros tiene esa clase de planes? Supongo que la mayoría de nosotros probablemente no lo tiene. Eso señala una de dos cosas. Primero, no estamos planeando guiar a alguien a Cristo mañana lo que no es nada bueno o segundo, estamos planeando guiar a alguien a Cristo y abandonarlo.
Si nos vamos a entregar a algo, se nos ha mandado que nos entreguemos a la iglesia; reproduciendo nuestras vidas en las vidas de otros – no viviendo el cristianismo en auto – absorción, parando en el primero o el segundo, sino entregándonos al discipulado, tomando el mundo con nuestras propias vidas. El resultado es evidente. Más de un billón de personas en el mundo ni siquiera se han comprometido con los Evangelios. ¿Qué si los discípulos hubiesen tomado nuestra estrategia? ¿Y que si hubieran parado en el primero o el segundo en vez de entregarse a esta imagen?
¿Cómo puedo asumir al mundo con mi propia vida?
Debemos enfrentarnos cara a cara con esto. Sé que en este punto algunos de ustedes están pensando, “Ok David, usted habló de cómo estamos supuestos asumir el mundo con nuestras propias vidas y no entiendo. ¿Cómo puedo asumir al mundo con mi propia vida? Bueno, estoy muy feliz de que me haya preguntado. Quiero que se imagine dos escenarios conmigo. Quiero que se imagine un escenario aquí. Quiero que se lo imaginen juntos como una familia en la fe, que vendrá aquí para rendir culto hoy juntos, a lo largo del próximo año, imagine que combinados fuéramos capaces de guiar a una persona a Cristo cada día durante el próximo año. Será difícil pero puede hacerse. Ahora el próximo año en este tiempo, 365 personas fueron capaces de venir a la fe en Cristo. Será un año emocionante. Imagine que fuéramos capaces de hacer eso el próximo año y el año después de ese, y el año después de ese. Sería difícil pero imagine que lo hicimos. Después de 30 años más veríamos bien a más de 10,000 personas venir a la fe en Cristo. Haremos una pequeña mella en la población perdida de Estados Unidos de América. Ese es el escenario número uno.
Ahora déjeme darle el escenario número dos. ¿Qué tal si una persona de esta sala, sólo una persona, no todos, sólo una, durante el próximo año no guiara a alguien a la fe en Cristo cada día? Sin embrago, durante el próximo año, usted guiara a sólo una persona a la fe en Cristo pero usted no para ahí. Usted le muestra la palabra y le guía a ser identificado con Cristo y usted empieza a enseñarle la palabra y le enseña cómo seguir a Cristo para que ellos sean capaces de ir a hacer discípulos juntamente con usted. Sólo una persona durante el próximo año. Automáticamente, para este tiempo el próximo año su influencia se duplica. Serían dos los que saldrían allá donde vimos 10,000 personas venir a la fe en Cristo, en este escenario, al mismo plazo de tiempo, usted vería cerca de 4 billones de personas venir a la fe en Cristo.
Sacrifique su vida para el bienestar de los demás
Tal vez Jesús sabía de lo que hablaba cuando decía “hacer discípulos”. “Entrégate a esto. Esta es mi estrategia. Hacer discípulos. Derrame su vida. Sacrifique su vida para el bienestar de los demás.” Sólo imagine. ¿Qué tal si hacemos eso y realmente lo tomamos en serio y cada uno de nosotros lo hace con nuestra sola vida? En un año o dos, duplicamos nuestra influencia para el Evangelio del reino de Cristo. Imagine si duplicamos nuestra influencia y esas personas lo hacen también, cuadruplicamos la influencia. De repente nuestra vida ahora se ve cuadruplicada en influencia. No hay que ser un matemático para ver que multitudes llegarían a conocer a Cristo, Su amor y Su gracia y Su misericordia, como nos entregamos a la misión del discipulado.
¿Dónde está usted en el círculo? ¿Está trayendo personas al círculo? Eso nos lleva a la tercera faceta de la estrategia dirigida por Cristo. Hacer discípulos es nuestra misión. Tercero, las personas son nuestros sueños. Las personas son nuestros sueños. Aquí es donde vemos todo llegar a una conclusión. Sabemos; hemos visto en Juan 17, Jesús vio el mundo a través de la lente de estos hombres. Ellos eran Sus sueños. El los reunió. Esa es una imagen. Todo es puesto en la obediencia de estos hombres a la misión. Es en este punto donde necesitamos preguntarnos como se vería si las personas, produciendo personas para el reino, fuesen nuestros sueños. Aquí en donde hay muchos de nosotros que hemos sido cristianos por cinco, diez, quince, veinticinco años y no podemos nombrar a una persona que hemos encaminado durante todo este proceso con el que ahora está comprometiendo con el mundo con su vida como resultado de nuestra vida. Hemos ido a la iglesia y nos hemos sentado en el asiento y hemos cantado las canciones. Tal vez hayamos servido en comités y equipos y hecho muchas cosas dentro de la iglesia pero tenemos que darnos cuenta de que donde descansa el propósito de Cristo no es en todas estas cosas espirituales. Es en la productividad espiritual. Es nuestra vida siendo reproducida en la vida de las personas. Las personas son nuestros sueños.
El mundo es nuestra meta
En cuarto lugar, el mundo es nuestra meta. Hacer discípulos en todas las naciones. Esta es una frase grandiosa. Es utilizada cuatro veces en el libro de Mateo para hablar de todas las naciones, pero Mateo quien es rico en herencia Judía empieza con la imagen de Abraham de vuelta al capítulo 1 de Mateo. Si usted va a Génesis y ve la imagen de Abraham, Dios llama a la vida de Abraham – Él dice en Génesis, capítulo 12, verso 3 a Abraham, “Y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.” Génesis 18:18 – lo mismo – “y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra.” Génesis 22:18 – “En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra.”
Ahora venimos a Jesús en la línea de Abraham y todas las naciones de la tierra serán benditas mediante la proclamación del Evangelio – todas las naciones sin distinción. No nos toca escoger dónde hacemos discípulos. Hacemos discípulos en todas las naciones. Esa es la estrategia dirigida por Cristo. Él es nuestra visión. Hacer discípulos es nuestra misión. Las personas son nuestros sueños y el mundo es nuestra meta.
Finalmente, vamos a ser una iglesia que confía en Su autoridad, que obedece Su estrategia y quinto, seremos una iglesia que depende de Su presencia. Cuando usted viene al final de la Gran Comisión y Jesús da estas palabras, “Ciertamente, Yo estoy con vosotros”. El énfasis en ese versículo está en ese “Yo estoy con vosotros”. Como si Él dijera, “Yo, yo mismo, estoy con vosotros. Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.”
Si usted mantiene su lugar y va al primer capítulo de Mateo, quiero que vea como se introduce a Jesús; la introducción de Jesús en el libro de Mateo. Obtenemos una imagen de Su nombre. Dice en el versículo 22 sólo para obtener un poco de contexto – el nacimiento de Cristo – Mateo capítulo 1, versículo 22 – “Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta”. Aquí está – versículo 23 – “He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.”
Ahora, la imagen que obtenemos en medio, no la pierda – es Dios en carne con sus discípulos a lo largo de todo este libro. Luego muere. Se ha ido, piensan. Luego Él se levanta de la tumba y está de vuelta. Ahora realmente lo tenemos. Mire todo lo que podemos hacer ahora que Cristo está de vuelta. Luego Él asciende. Eso se hubiera visto como algo malo. Sin embargo, la belleza de esto es que Jesús asciende al cielo días después de esto y Su presencia ya no está limitada a un solo cuerpo físico en la faz de la tierra. Su presencia ahora mora en cada discípulo de Cristo en la faz de la tierra. “Yo estoy con vosotros todos los días. Les doy mi presencia.” Ahora, este el trato. Sabemos por toda la Biblia que Dios promete estar con nosotros. Todos lo sabemos. Lo dice una y otra vez Dios estará con usted donde quiera que vaya. Sabemos que la presencia está con nosotros siempre. ¿Por qué Jesús lo enfatizó justo aquí en Mateo 28? ¿Por qué habría de resaltar eso aquí?
Quiero que usted vea cómo Su presencia está relacionada con la Gran Comisión. Creo que lo que Él está diciendo claramente es que usted nunca se dará cuenta del poder y de la grandeza de mi presencia hasta que usted se entregue a esta misión. Sin embargo, cuando usted se entrega a la misión usted experimentara y conocerá mi presencia en formas que usted nunca se hubiera imaginado antes. Quiero que usted vea como eso se desarrolla.
Primo, necesitaremos, si nos entregamos a esta misión, necesitaremos la promesa de Su presencia. Déjeme hacerle una pregunta. ¿Si nos entregamos individualmente y colectivamente al discipulado en todas las naciones necesitaríamos Su presencia más o menos como resultado de nuestra obediencia? Indudablemente, necesitaríamos Su presencia más. Estoy convencido de que nos pudiéramos sentar como iglesia y fluir a través de esta cosa del cristianismo e incluso ser exitosos en el mundo de nuestra iglesia sin ni siquiera necesitar la presencia de Cristo para hacerlo. Esto me atormenta. Esto me atormenta! Usted hace la comercialización correcta y usted tiene el carisma correcto y viene con buenas estrategias y usted planifica bien y en la cultura de nuestra iglesia hoy usted puede ser extremadamente exitoso y hacerlo todo con sus propias fuerzas.
Vamos a necesitar la promesa de Su presencia
Quiero vivir mi vida y mi ministerio y yo quiero que nosotros seamos una iglesia que necesite la promesa de Su presencia, que sin Su presencia, caemos planos en nuestras caras y todo se cae a pedazos si Él no es fiel a Su promesa aquí mismo. Vamos a necesitar la promesa de Su presencia y es en ese punto que estoy convencido, segundo, conoceremos el poder de Su presencia. Conoceremos su poder porque Él nos habilitará por Su poder para que cumplamos Su misión. Él es fiel. Él nos dará todo lo que necesitemos para cumplir esa misión.
Hace siete años que Heather y yo nos casamos. Solo unos pocos años después de eso empezamos a tener el deseo de tener hijos. Comenzamos la planificación hacia eso y pronto nos dimos cuenta que los planes no estaban saliendo como lo habíamos establecido. Por alguna razón, Dios en Su soberanía no estaba proveyendo para ese plan del modo que habíamos pensado. En ese proceso durante los últimos años, Dios me ha enseñado mucho acerca de lo que significa tener el corazón de un padre que anhela reproducir su vida en la vida de otra persona y no verlo hacerse realidad. Pero, por Su gracia ese plan se está haciendo realidad de una manera que nunca podríamos imaginarnos. Tomaremos un avión mañana para ir a recoger a nuestro hijo. No puedo evitar, el solo pensar que Dios en Su momento nos llevara a través de ese recorrido, particularmente a la luz del pasaje en estas series que hemos estado estudiando durante estas seis semanas donde Heather y yo hemos pasado de las emociones de “Esto nunca va a pasar a Dios mío – está pasando” Veo ese anhelo y ese sufrimiento haciéndose realidad.
Yo pienso que en ese proceso, Dios me ha dado una pequeña mirada de lo que significa tener el corazón de un padre que anhela reproducirse en otros. Se me ha dado una pequeña mirada a lo que yo creo es el sufrimiento del corazón de nuestro Padre Celestial cuando hay más de un billón de personas que todavía no saben acerca de Su salvación y el corazón del Padre que anhela ver Su vida y Su misericordia y Su gracia reproducirse a través de Su cuerpo – la iglesia.
La iglesia
Un Padre que ha dicho a Su iglesia, “Yo le daré todo lo que necesite para reproducir mi vida y gloria y la belleza y la majestad de Cristo a las naciones.” La iglesia se acomoda con muchas actividades espirituales haciendo todo tipo de cosas buenas pero perdiendo una sola cosa.
Así que llegamos a estas series y vemos la imagen del corazón de nuestro Padre y damas y caballeros, Yo quiero que seamos esa iglesia que toma la vida que El nos ha confiado y que toma todo lo que El nos ha dado y lo reproduce a las naciones. A través de Su estrategia de discipulado, quiero que seamos personas y creo que Dios anhela que nosotros seamos personas que tomemos nuestras vidas, nuestra iglesia, las relaciones que Dios nos ha confiado y las usemos para Su gloria en este proceso llamado discipulado. Y damas y caballeros, yo creo que mientras llegamos al final de estas series necesitamos arrepentirnos. Necesitamos arrepentirnos de haber dado una propina de nuestros sombreros a la Gran Comisión mientras damos una adherencia nominal a ello en nuestras vidas y en la iglesia como un todo.
No se como luce eso en sus vidas, pero quiero invitarle hoy a un momento de arrepentimiento. Usted tiene en sus notas nuestra confesión. Es esta confesión de Dios, hemos perdido el barco y la mayoría de nosotros puede nombrar muy pocas, si alguna persona, que hemos producido para el reino. Necesitamos confesar nuestra necesidad por la de El. Sabiendo que El es clemente y misericordioso y que El esta dispuesto a perdonarnos y a darnos el poder para lograr la misión que nos ha confiado. Así que quiero que tengamos un tiempo de confesión. ¿Podrían inclinar sus cabezas conmigo?
¿Cómo se vería para usted hacer discípulos en todas las naciones? ¿Cómo se va a transferir eso a su vida, a sus sueños, a sus ambiciones? ¿Qué usted necesita para dejar de lado en su vida con el fin de hacer discípulos en todas las naciones? ¿Qué necesita sacrificar con el fin de entregarse a esta misión? Quiero invitarle – estoy a punto de orar por nosotros luego quiero invitarle a que continúe en oración. Quiero que solo pasemos algún tiempo individual entre nosotros y el Señor y reflexionar en esta misión que El nos ha dado y como se ve en cada una de nuestras vidas.
Una oracion
Dios, te alabamos por tu gracia y tu misericordia y tu amor y te alabamos por el corazón que te condujo a buscarnos, que buscó después reproducir tu vida y tu amor y tu gracia y tu misericordia y tu majestad en nuestras vidas. Dios, te alabamos por la oportunidad de estar en este lugar. Te alabamos por perdonar nuestros pecados. Te alabamos por la promesa de tu palabra. Te alabamos por la autoridad que tienes sobre el pecado, la muerte, la enfermedad y sobre el sufrimiento y como nos lo has mostrado en nuestras vidas. Dios, te decimos en esta mañana que no queremos vivir como discípulos de Cristo para nuestra auto absorción. Queremos reproducir eso que nos has mandado en nuestras vidas como hombres y mujeres alrededor del mundo, empezando en esta comunidad. Dios, oro para que tú levantes una familia de fe que este absolutamente rendida a tu misión de hacer discípulos en todas las naciones y sujetados a tu Palabra. Confiaremos en tu autoridad. Obedeceremos tu estrategia nos daremos a ella, oh Dios. Y oramos para que tú nos muestres la promesa y el poder de tu presencia en maneras que nunca nos hubiésemos imaginado antes. Dios, oramos para que esta misión sea una realidad para nosotros. Por tu gracia, y para tu gloria damos este tiempo a ti y oramos para que muestres en nuestros corazones lo que significa como se ve y como tu nos vas a refinar y transformar y perdonar de la forma que necesitamos ser perdonados, y que tu nos cambies y nos lleves de acuerdo con tu estrategia.