Dios desea despertar al cuerpo de Cristo en adoración para que juntos podamos proclamar la gloria de Cristo al mundo. La adoración es un honor pero también un mandato. Es prescrita bíblicamente pero también flexible culturalmente. La adoración es el combustible pero también la meta de nuestra misión. Esto involucra a aquellos dentro de la iglesia pero también afecta a aquellos fuera de la iglesia. La adoración es personal pero también corporativa. En este episodio del Radical Podcast sobre Nehemías 12:27–47, el pastor David Platt nos llama a sacrificar nuestros recursos para el ministerio y rendir nuestras vidas para la misión.
- Celebramos la gloria de Dios.
- Participamos como el pueblo de Dios.
- Nos dedicamos al servicio de Dios.
Comunidad
Si usted tiene una biblia, y espero que sí, quiero invitarlos a abrir conmigo en el Viejo Testamento el libro de Nehemías, capítulo 12. Estoy muy entusiasmado con estas series, “Despertar”, adoración colectiva. Yo sé que desde el comienzo de esta iglesia la adoración ha sido el enfoque principal de esta iglesia. Ha sido la base de esta iglesia y eso es algo bueno. La adoración fue la razón por la que fuimos creados. Fuimos creados para adorar a Dios. Esta iglesia fue creada para Su adoración, Su gloria. Así que la adoración es algo bueno.
De lo único que nos tenemos que asegurar es que algunas veces nos vemos tentados a obtener una imagen torcida de la adoración. La cultura y modas contemporáneas pueden causar que nos perdamos en lo que la Escritura nos enseña a adorar. Vamos a revisar lo que la palabra nos enseña acerca de la adoración para asegurarnos de que estamos adorando a Dios verdaderamente. Esa va a ser la base de lo que somos como pueblo de Dios. Lo que quiero hacer desde el principio, incluso antes de sumergirnos en Nehemías, capítulo 12 es exponer algunas bases, preparar el escenario de estas series.
Revisaremos algunas de estas bases más adelante. Quiero que pensemos en estas bases, en términos de equilibrio de la adoración. Hay diferentes versiones, por así decirlo, de la imagen bíblica de la adoración y tenemos que mantener un equilibrio con el fin de mantener cualquier tipo de perspectiva saludable de la adoración bíblica. Quiero que exponer estas bases y, a continuación nos sumergiremos en Nehemías capítulo 12.
La primera base cuando se trata de equilibrar la adoración es recordar que la adoración es un honor pero también es un mandato. Tenemos que recordar esta mañana al comenzar a hablar acerca de la adoración que es sólo por la gracia y la misericordia de Dios que tenemos el privilegio de llamarnos adoradores de Su nombre. Es sólo por la Cruz de Jesucristo, que estamos aún en el punto donde nos encontramos en nuestras vidas. Esa es la única manera en que podemos ser adoradores. Como resultado la adoración es un privilegio intenso e increíble y un honor. Al mismo tiempo, a lo largo de las Escrituras vemos imperativos, mandatos en el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento al pueblo de Dios para adorar Su nombre.
Es algo que se nos manda hacer. No es algo opcional, un acuerdo de tomar o dejar. Esto es algo que se nos manda a hacer en la Escritura. Esto es importante. No puedo dejar de pensar a veces, cuando veo el número de personas que se reúnen para la adoración colectiva. A veces es de 3000 y más, a veces 4000 y más. La semana pasada teníamos 6300 personas aquí adorando en la Pascua. Sé que en esa imagen hay muchas personas que no han confiado en Cristo, que son seguidoras de Cristo.
Pero sé que mucho de esa imagen es de personas que si conocen a Cristo y siguen a Cristo and no puedo dejar de pensar mientras veo fluctuaciones como esa, que en algún lugar del camino muchos de nosotros como seguidores de Cristo nos hemos obtenido la visión de que la adoración colectiva es negociable, que es una opción en el cristianismo. Es el supremo gozo del cristianismo, reunirse con el pueblo de Dios y adorar Su nombre. Como resultado, estamos mandados a hacerlo. Es un honor pero es un mandato y necesitamos tomar este mandato en serio. La adoración es un honor pero también un mandato.
En segundo lugar, la adoración está prescrita bíblicamente, pero también es culturalmente flexible. Básicamente, lo que quiero decir con esta es: la primera mitad – la adoración está bíblicamente prescrita – si Dios nos manda a adorar entonces tendría sentido que nos dijera como hacerlo por medio de la Palabra. En eso se basan todas estas series. Vamos a sumergirnos en la Palabra de Dios para ver lo que dice acerca de la adoración, porque lo que dice es muy importante. Justo como en el Viejo Testamento hubo momentos cuando ellos se desviaban del punto de la adoración en la palabra de Dios.
Les decía básicamente
Dios bajaba y les decía básicamente, ustedes pueden tener un servicio de adoración que se vea muy bien a sus ojos pero puede ser absolutamente detestable a los míos. Así que tenemos que ser cuidadosos en asegurarnos que estamos adorando a Dios de acuerdo a Su palabra. El determinante de como adorar no es un estilo cultural o moda contemporánea. El determinante de como adorar es la palabra de Dios. Dios está mucho más preocupado en nuestra fidelidad a Su palabra de lo que está de nuestra creatividad y formas que se nos ocurran de hacer la adoración.
Está prescrito bíblicamente, pero entonces lo segundo, es culturalmente flexible. Ahora esto es a lo que me refiero. Cuando usted llega al Nuevo Testamento estoy convencido de que la imagen de lo que es la adoración no está muy clara o específica. Vemos a la iglesia reunirse pero ellos ni siquiera se refieren a esos momentos necesariamente en la Escritura como servicios de adoración como nosotros podríamos llamarles hoy. Así que parece muy diferente en diferentes lugares. Estoy convencido de que es de esa forma por dos razones principales. La primera: Al llegar al Nuevo Testamento Jesús muere en la cruz, se levanta de la tumba. La imagen de la adoración de todo el Viejo Testamento se voltea de arriba a abajo; no es lanzada por la ventana pero se voltea de arriba a abajo y la adoración es completamente diferente a la luz de la cruz.
Eso no quiere decir que lanzamos el Viejo Testamento por la ventana pero sí que nos debemos de asegurar de que cada vez que veamos el Viejo Testamento como lo haremos en esta mañana, verlo, especialmente cuando se trata de la adoración, a la luz del Nuevo Testamento. La segunda razón que tengo para pensar que existe más flexibilidad en cualquier tipo de prescripción para la adoración colectiva en el Nuevo Testamento es porque la iglesia estaba avanzando en nuevos lugares y nuevas culturas y nuevas personas. Como resultado hubo mucha flexibilidad en cómo se vio la adoración colectiva.
En lugar del Nuevo Testamento ser un libro de formas prescritas que cada cultura debe seguir, es mucho más flexible. Es un libro misionero. A medida que el Evangelio va a las diferentes culturas la adoración colectiva puede ser distinta en diferentes lugares y diferentes maneras. Es prescrita bíblicamente; aun así hay algunos asuntos innegociables en el centro. Eso va a ser el punto culminante de estas series. Pero es culturalmente flexible. Usted se puede dar cuenta de que la mayor parte de lo que nos imaginamos cuando pensamos en la adoración hoy es más del lado cultural que del lado bíblico.
La adoración
Cuando pensamos en la adoración, la primera imagen que probablemente viene a nuestra mente es esta habitación y estos asientos y estas pantallas y estas bocinas y esta configuración particular para la adoración. Usted se da cuenta de que todas esas cosas que mencioné no son bíblicamente necesarias para adorar. Si lo fueran eso sería una muy mala noticia para nuestros hermanos y hermanas de Arabia Saudita. Así que de lo que tenemos que asegurarnos es de centrarnos en lo que es bíblicamente necesario. Eso no quiere decir que todas estas cosas estén mal. Pero si nos enfocamos en esas cosas cuando pensamos en adoración e ignoramos lo que Dios dice que es más importante en la adoración nos desenfocaremos en lo que El realmente desea en nuestra adoración. Está prescrita bíblicamente pero es culturalmente flexible.
Tercero: la adoración es el combustible pero también el objetivo de nuestra misión. Quiero que vea desde el principio de estas series la forma en que está estrechamente vinculada con todo lo que hemos hecho este año: Caminando a través de hacer discípulos en la vida de Cristo y el hacer discípulos en la vida de Pablo. La adoración no está por aquí y el discipulado por aquí. La adoración es el combustible por el cual hacemos discípulos en todas las naciones. ¿Por qué salir a sacrificar nuestras vidas y nuestra iglesia para hacer discípulos a todas las naciones?
Lo hacemos porque somos alimentados por la gloria de Dios. Estamos tan cautivados por su maravilla y su grandeza que nos vemos obligados a ir y hacer discípulos a todas las naciones. Nos alimenta. Pero es también la meta. Habrá un día en el futuro donde ya no estaremos haciendo discípulos. En ese día tan sólo estaremos adorando. El objetivo de entregarnos a hacer discípulos en todas las naciones es esperar el día en que las personas de todas partes y todas las tribus y toda persona en toda lengua y nación se dobleguen ante el trono y desfruten Su adoración por siempre. Ese es el objetivo. Es por lo que vivimos. La adoración es el combustible y el objetivo de esta misión.
La Escritura implica principalmente la iglesia
Número cuatro: la adoración involucra los que están dentro de la iglesia pero también afecta a aquellos fuera de la iglesia. Lo que vamos a ver en las próximas cinco semanas es que la adoración en la Escritura implica principalmente la iglesia, los creyentes, aquellos que han confiado en Dios, confiado en Cristo. Ahora eso no significa que los no creyentes, si usted está aquí y nunca ha venido a la fe en Dios a través de Cristo, que usted está fuera de esto. La adoración involucra los que están fuera de la iglesia pero también involucra a los que están dentro de la iglesia. Lo que significa que nuestro principal propósito al reunirnos en esta habitación es alentar al cuerpo.
1 Corintios 14 lo dice claramente, para que el resto de esta semana seamos obligados a salir por esta comunidad a proclamar la grandeza de Dios. La adoración involucra los que están fuera de la iglesia pero también involucra a los que están dentro de la iglesia. Y también hay precedente bíblico, 1 Corintios 14, un pasaje que veremos más adelante en estas series, donde Pablo habla sobre como los no creyentes algunas veces vienen a nuestros cultos, personas que pueden no tener fe en Dios. Ellos observan la adoración a Dios, Cristo siendo exaltado y como eso mismo puede traer personas a la fe en Cristo. La adoración involucra los que están dentro de la iglesia pero también afecta a los que están fuera de la iglesia.
Por último, la adoración es personal pero también es colectiva. Hay definitivamente una imagen en las Escrituras de como la adoración involucra todo lo que hacemos; nuestras acciones, nuestras palabras, nuestro día a día lo estamos viviendo en adoración constante Al mismo tiempo también hay un énfasis en el Viejo Testamento y en Nuevo Testamento en esta iglesia, el pueblo de Dios reunido para adorar. Ese va a ser el enfoque de estas series. No excluir a la adoración personal, como sin importancia, pero el objetivo en estas series es para nosotros ver lo que sucede cuando nos reunimos para el adorar. Esa es la cuestión que nos va a conducir al primer innegociable de la adoración colectiva que es la comunidad. Vamos a ver eso desglosado en Nehemías capítulo 12.
Vamos a empezar en el versículo 27. Quiero que usted vea el contexto antes de que empecemos a leer este pasaje. Vamos a leer desde el verso 27 hasta el final. Quiero que vea una imagen. El contexto es: El pueblo de Dios en Jerusalén. En un punto, del año 597 al 598 B.C. habían sido atacados por los babilonios. Los babilonios habían destruido el templo de Jerusalén y los muros de la ciudad. Habían llevado al pueblo de Dios al exilio. Es un tiempo muy oscuro en la historia. Luego años después son reunidos nuevamente en Jerusalén, lo primero que hacen es reconstruir el templo. Ese es el libro de Esdras. Entonces usted llega al libro de Nehemías y ellos están reconstruyendo los muros. Los primeros siete capítulos de este libro, están reconstruyendo los muros. Luego, desde el capítulo 8, vemos una imagen del pueblo de Dios siendo reconstruida en medio de esos muros. Este es el punto culminante aquí en Nehemías capítulo 12 donde ellos alaban y adoran a Dios por lo que Él hizo con ellos.
Vea a Nehemías 12:27. Imagine esta escena: Para la dedicación del muro de Jerusalén, buscaron a los levitas de todos sus lugares para traerlos a Jerusalén, para hacer la dedicación y la fiesta con alabanzas y con cánticos, con címbalos, salterios y cítaras. Y fueron reunidos los hijos de los cantores, así de la región alrededor de Jerusalén como de las aldeas de los netofatitas; y de la casa de Gilgal, y de los campos de Geba y de Azmavet; porque los cantores se habían edificado aldeas alrededor de Jerusalén. Y se purificaron los sacerdotes y los levitas; y purificaron al pueblo, y las puertas, y el muro.
Los príncipes de Judá sobre el muro
Hice luego subir a los príncipes de Judá sobre el muro, y puse dos coros grandes que fueron en procesión; el uno a la derecha, sobre el muro, hacia la puerta del Muladar. E iba tras de ellos Osaías con la mitad de los príncipes de Judá, y Azarías, Esdras, Mesulam, Judá y Benjamín, Semaías y Jeremías. Y de los hijos de los sacerdotes iban con trompetas Zacarías hijo de Jonatán, hijo de Semaías, hijo de Matanías, hijo de Micaías, hijo de Zacur, hijo de Asaf; y sus hermanos Semaías, Azarael, Milalai, Gilalai, Maai, Natanael, Judá y Hanani, con los instrumentos musicales de David varón de Dios; y el escriba Esdras delante de ellos. Y a la puerta de la Fuente, en frente de ellos, subieron por las gradas de la ciudad de David, por la subida del muro, desde la casa de David hasta la puerta de las Aguas, al oriente.
El segundo coro iba del lado opuesto, y yo en pos de él, con la mitad del pueblo sobre el muro, desde la torre de los Hornos hasta el muro ancho; y desde la puerta de Efraín hasta la puerta Vieja y a la puerta del Pescado, y la torre de Hananeel, y la torre de Hamea, hasta la puerta de las Ovejas; y se detuvieron en la puerta de la Cárcel. Llegaron luego los dos coros a la casa de Dios; y yo, y la mitad de los oficiales conmigo, y los sacerdotes Eliacim, Maaseías, Miniamín, Micaías, Elioenai, Zacarías y Hananías, con trompetas; y Maasías, Semaías, Eleazar, Uzi, Johanán, Malquías, Elam y Ezer. Y los cantores cantaban en alta voz, e Izrahías era el director. Y sacrificaron aquel día numerosas víctimas, y se regocijaron, porque Dios los había recreado con grande contentamiento; se alegraron también las mujeres y los niños; y el alborozo de Jerusalén fue oído desde lejos.
En aquel día fueron puestos varones sobre las cámaras de los tesoros, de las ofrendas, de las primicias y de los diezmos, para recoger en ellas, de los ejidos de las ciudades, las porciones legales para los sacerdotes y levitas; porque era grande el gozo de Judá con respecto a los sacerdotes y levitas que servían. Y habían cumplido el servicio de su Dios, y el servicio de la expiación, como también los cantores y los porteros, conforme al estatuto de David y de Salomón su hijo. Porque desde el tiempo de David y de Asaf, ya de antiguo, había un director de cantores para los cánticos y alabanzas y acción de gracias a Dios. Y todo Israel en días de Zorobabel y en días de Nehemías daba alimentos a los cantores y a los porteros, cada cosa en su día; consagraban asimismo sus porciones a los levitas, y los levitas consagraban parte a los hijos de Aarón.
Supongo que tal vez en uno o dos párrafos algunos de ustedes se desintonizaron y solo disfrutaron el verme tratar de leer alguno de esos nombres. Por lo tanto, permítanme recapitular lo que acabamos de ver por si acaso te lo perdiste. Lo que pasa es que esta es la dedicación del muro que se había construido alrededor de Jerusalén. Lo que pasa es que Nehemías y los demás oficiales se unen y dos coros, básicamente se establecen en un lugar. Ellos van sobre los muros y marchan alrededor de la ciudad sobre el muro cantando alabanzas a Dios. Entonces en un punto, ellos van en direcciones diferentes, en un punto ellos se bajan en el medio de la ciudad donde se encuentra el templo y ahí es donde completan su servicio de adoración y alabanza. Esa es la imagen que hemos visto. Entonces, ¿Qué tiene este texto que enseñarnos hoy acerca de lo que significa reunirse para la adoración colectiva?
En primer lugar, quiero que usted vea que el propósito de nuestra reunión es celebrar la gloria de Dios. Esto es lo que sucede cuando la iglesia se reúne en conjunto para la adoración. Esta es la innegociable. Nosotros celebramos la gloria de Dios. Ahora, con el fin de obtener esta imagen debemos de ponernos en sus zapatos en el libro de Nehemías, el Viejo Testamento. Tenemos que recordar que en ese tiempo el templo no era un lugar donde usted iba a adorar y usted iba a otra iglesia la semana siguiente y usted iba a otra la semana siguiente.
La gloria de Dios
El templo era donde moraba la gloria de Dios. Allí era donde Su nombre moraba en medio de Su pueblo. Así que si usted iba a adorar y encontrarse con la gloria de Dios, el lugar primario a donde ir es el templo. S por eso que es la primera cosa que reconstruyen. Ellos reconstruyen este templo que era una imagen de la gloria de Dios en el Viejo Testamento. Ahora, en el día en que los muros que rodean el templo estaban en ruinas por toda la ciudad y tenían todas estas naciones paganas afuera de Jerusalén que adoraba toda clase de dioses diferentes, los politeístas. Usted ve el pueblo de Dios, ellos están clamando que sólo hay un Dios, ellos tienen su templo el cual está dedicado a Su adoración – pero todas estas naciones paganas ven dentro de la ciudad, ven el templo y entonces ven los muros en ruinas alrededor del templo.
¿Qué piensa usted que las naciones paganas alrededor de Jerusalén pensaban sobre el dios de ese pueblo? Ellos pensaban, que era un dios débil, que dios no cuida de su pueblo. Lo que pasaba era que las naciones paganas los ridiculizaban. Ellos estaban en mucha desgracia, Nehemías capítulo 1 dice. No sólo el pueblo de Dios, siendo ridiculizado, pero la gloria de Dios siendo ridiculizada. Es por eso que Dios levanta a Nehemías para dirigir la reconstrucción de esos muros. Déjeme mostrarle esto. Vaya a Nehemías capítulo 4. Vea al comienzo del capítulo 4.
Tiene que ver esto. Vamos a imaginar el ridículo que sucedía allí. Dice en Nehemías 4:1 – esto habla sobre algo de la oposición que ellos enfrentaron. Lo vemos en tres capítulos, a ellos enfrentando oposición: Cuando oyó Sanbalat que nosotros edificábamos el muro, se enojó y se
enfureció en gran manera, e hizo escarnio de los judíos. Y habló delante de sus hermanos y del ejército de Samaria, y dijo: ¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿Se les permitirá volver a ofrecer sus sacrificios? ¿Acabarán en un día? ¿Resucitarán de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas?
Hablando Mal en el Viejo Testamento
Y estaba junto a él Tobías amonita [escuche como Tobías interrumpe y dice], el cual dijo: Lo que ellos edifican del muro de piedra, si subiere una zorra lo derribará.
Se están burlando de ellos. Tobías dice que ellos pueden intentar reconstruir esos muros pero si los reconstruyen, usted pone una zorra sobre ellos y todo se derrumba. Así que ellos entregan sus vías y sus corazones a la reconstrucción de estos muros. Entonces cuando llega el tiempo de celebrar lo que Dios ha hecho, ¿Qué hacen? Ellos no solo van adentro de la ciudad, sino que toman los cantores y dicen, tú arriba de ese muro, y tú arriba de ese muro y lo que hacen es que marchan alrededor de la ciudad arriba del muro.
La Biblia menciona, en tres ocasiones diferentes en Nehemías capítulo 12 que el sonido de su regocijo podía ser escuchado desde lejos; todas esas naciones paganas alrededor viendo al pueblo de Dios celebrando la gloria de Dios. Ellos estaban declarando lo que sólo Dios pudo haber hecho con ellos. ¿Por qué no nos reunimos para adoración colectiva? La razón fundamental por la cual nos reunimos para adoración colectiva es porque la gloria de Dios merece ser celebrada. Su gloria es grandiosa y merece nuestras celebraciones. Celebramos la gloria de Dios. Vea como eso pasa de formas diferentes en este texto.
En primer lugar, la adoración colectiva es el regocijo público de lo que Dios es. Cuando usted va al versículo 27 usted ve que Nehemías empieza a enfatizar la alegría que estaba en toda esta imagen. Usted puede circular cada vez que vea la palabra “alegría”. Veamos en el versículo 27 que dice que trajeron a los levitas, que eran buscados desde donde vivían y eran traídos a Jerusalén para celebrar alegremente la dedicación con cánticos; no sólo para celebrar, sino para celebrar alegremente estos cánticos de dedicación. Vaya al versículo 31 donde el habla de coros y dice; Yo asigne, no solo dos coros sino dos grandes coros. Él está fuera de su camino para hablar de lo increíble que es esta celebración. Llega a su punto culminante en el versículo 43.
La intensidad de este versículo
Vea la intensidad de este versículo. En ese día no solo ofrecieron sacrificios, ellos ofrecieron grandes sacrificios. Aquí se regocijan porque Dios no solo les había dado alegría, Dios les había dado gran alegría. Las mujeres y los niños también se regocijaron. El sonido de regocijo en Jerusalén se podía escuchar desde lejos. Cada frase en ese versículo habla sobre la alegría que ellos estaban experimentando en esta imagen. Es regocijo público de lo que Dios es.
Ahora perdemos de esto algunas veces. Lo escucho decir aún al venir a los cultos de adoración, particularmente viajando, muchas veces al líder de adoración o tal vez incluso un predicador de ponerse de pie y decir, hablando acerca de la adoración, invitando a la gente a adorar, a decir algo que casi con una mirada severa en su rostro y decir algo como, esto no es acerca de usted esta mañana. Es casi como decir, no espere tener ningún tipo de diversión en este lugar, en esta mañana. Esto no es acerca de usted. En un sentido no es acerca de nosotros. Veremos eso la próxima semana. Pero en otro sentido la adoración colectiva tiene todo que ver con nosotros. Esta es nuestra celebración de la gloria de Dios. Es nuestro regocijo por lo que Él es. No pierda la belleza de la adoración bíblica. Nuestra alegría y la gloria de Dios se encuentran en la adoración colectiva. Cuando adoramos a Dios unidos, experimentamos una alegría que no se puede comparar con absolutamente nada en este mundo. Hay una gran alegría y adoración bíblica. Disfrutamos públicamente lo que Dios es.
En segundo lugar, nosotros agradecemos a Dios públicamente por lo que El ha hecho en nuestras vidas. Usted ve la acción de gracias mencionada una y otra vez. Usted puede circular o subrayar estas instancias en el versículo 27 justo después de que dice que ellos celebraban alegremente la dedicación con cánticos, dice que ellos celebraron esos cánticos de acción de gracias – ahí está la primera vez. Vaya al versículo 31 donde dice; Yo asigne dos grandes coros ¿Para hacer qué? Para dar gracias. Vaya al versículo 40, los dos coros, ellos daban gracias – con énfasis en acción de gracias. Vaya al versículo 46 al final donde dice que desde el tiempo de David y de Asaf, ya de antiguo, había un director de cantores para los cánticos y alabanzas y acción de gracias a Dios. Acción de gracias publica por todo lo que Él ha hecho.
Ahora, algunos de ustedes podrían estarse preguntando cuando usted llega a Nehemías capítulo 12 y usted lee a través de eso, parece que se vuelve monótono y usted se pierde con la mención de esta puerta y esta otra puerta y esta torre y esta otra torre. Usted está pensando, ¿Por qué necesitamos toda esa información? Es una buena pregunta. Quiero que piense acerca de por qué Nehemías saldría de su camino y enfatiza las diferentes torres que estuvieron involucradas, que ellos fueron. Para responder esa pregunta, mantenga su lugar y vaya conmigo de vuelta a Nehemías capítulo 2. Quiero que vea esto. Esta es una imagen grandiosa. Nehemías capítulo 2, versículo 13. Cuando Nehemías primero vino a la ciudad de Jerusalén, él salió una noche en secreto y básicamente exploró la situación sin decirle a nadie cuáles eran sus planes. Iba de puerta a puerta.
La puerta del Valle
Y salí de noche por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y a la puerta del Muladar; y observé los muros de Jerusalén que estaban derribados, y sus puertas que estaban consumidas por el fuego. Pasé luego a la puerta de la Fuente, y al estanque del Rey; pero no había lugar por donde pasase la cabalgadura en que iba. Y subí de noche por el torrente y observé el muro, y di la vuelta y entré por la puerta del Valle, y me volví.
Imagine la escena. Tarde en la noche; usted es Nehemías y usted está explorando estos muros. Es una escena oscura. En cada lugar usted ve que los muros están abajo. Usted ve las paredes en ruinas. Así que 10 capítulos más tarde usted llega a un tiempo en que celebra la reconstrucción de esos muros, luego usted va específicamente a ese muro, y ese muro, y ese muro. Piense como se pudo haber visto antes y como se ve ahora y usted agradece a Dios por lo que Él ha hecho.
¿No es bueno mirar hacia atrás en el tiempo en nuestras vidas donde una vez estuvimos en situaciones que parecían sin esperanza y las cosas que no estábamos seguros de cómo íbamos a conseguir enfrentar – a mirar atrás y ver la fidelidad de Dios en medio de eso y ofrecer públicamente acción de gracias por lo que ha hecho? Dios nos ayude a nunca olvidar de donde Él nos ha sacado a cada uno en este lugar por Su gracia y Su misericordia. Incluso ver a las pruebas que usted podría estar enfrentando hoy y en medio del sufrimiento en el que se encuentra y el valle en que podría estar inmerso – para saber que va a haber un día donde será capaz de recordar este día y ver la fidelidad de Dios en medio de todo mientras usted se pone de pie y marcha alrededor de los muros que Él ha reconstruido en su vida. Qué imagen más increíble, acción de gracias publica por todo lo que Él ha hecho. Adoración colectiva en la celebración de la gloria de Dios.
En segundo lugar y es aquí donde vamos a entrar en este innegociable de la comunidad en la adoración colectiva. Nosotros celebramos la gloria de Dios y en segundo lugar, participamos como pueblo de Dios. Al leer sobre este texto hay una especie de personas involucradas en esto – gran reunión de personas. Todo el mundo reunido. Antes de sumergirnos y ver algunos específicos ahí, quiero que tomemos la imagen que hemos visto aquí en Nehemías 12. Quiero que piensen en dos problemas / peligros en la adoración contemporánea.
Primero, es una actitud individualista. ¿Hay individuos mencionados en Nehemías 12? Absolutamente, y no podemos pronunciar la mitad de sus nombres, pero hay allí. Hay individuos allí pero vemos como todos se reúnen en esta imagen de comunidad en Nehemías, capítulo 12.
Están involucrados en una celebración unificada. Perdimos esto, especialmente en nuestra cultura individualista pero aún en la iglesia. Cuántas veces hemos escuchado de un líder de adoración, incluso un pastor, decir algo entre líneas como: “sabe, durante unos pocos minutos en lo que canta esta canción o en lo que oramos, sólo pretenda que es usted y Dios. Dibuje una caja alrededor de usted, dibuje una línea alrededor de usted y solo pase tiempo entre Él y usted.
Imagine que la persona a su lado no ni siquiera está ahí. Este es el tiempo de concentrarse en usted y Dios.” ¿Cómo hace sentir eso a la persona que está a su lado; que a usted le digan que ignore el hecho de que está ahí; fingir que ya no se encuentran ahí? Hay un tiempo para usted y Dios, un tiempo de oración personal. Se llama nuestro cuarto de oración. Hay un tiempo para eso, pero tenemos que recordar que no somos sólo una reunión de adoradores individuales, somos una comunidad de fe. Estamos juntos.
No podemos pretender entre nosotros que no estamos ahí. Estamos aquí juntos por una razón. No nos ignoramos entre nosotros. Nos valoramos. Esto es grande, especialmente en este contexto. En un entorno de este tamaño, el tamaño de esta iglesia, es muy fácil entrar y adorar en anonimato y no tener que comprometer a nadie más. Si ese es el caso de nuestra adoración entonces estamos perdiendo de lo que realmente trata la adoración colectiva. Nos estamos ignorando unos a otros. Debemos estar conscientes de esta actitud individualista.
El enfoque espectador
En segundo lugar – el enfoque espectador. Obviamente, en Nehemías, el capítulo 12 la adoración es la actividad de un participante no un deporte para espectadores. Hay una palabra aquí para nosotros. Una vez más, incluso en esta sala, que está diseñada al estilo teatro para que todos nos enfoquemos en el escenario y las personas aquí arriba, a través de las cuales podríamos adorar indirectamente. Esa no es la imagen de la adoración bíblica – nosotros sentados atrás y observando, tal y como vemos un partido de fútbol.
Eso no es lo que trata la adoración colectiva. Nosotros no nos reunimos a observar la adoración. Nos reunimos para participar en la adoración, a participar juntos. Es por eso que cantamos juntos y estudiamos juntos. Leemos la palabra juntos y oramos juntos. Participamos en la cena del Señor juntos. Hacemos estas cosas juntos, porque somos una comunidad de fe. No hay espectadores. Los espectadores en Nehemías 12 sólo son las naciones paganas que rodean Jerusalén.Ese es el espectador sólo aquí. Todo el pueblo de Dios está involucrado en esto. El versículo 43 – las mujeres y los niños, todo el mundo, están todos en esto juntos.
Así que tenemos que evitar esas dos cosas. ¿Cómo hacemos esto a luz de nuestra cultura individualista e incluso el enfoque espectador para el cual este lugar podría estar configurado? ¿Cómo evitamos eso? Debemos ser recordados del punto de la adoración colectiva en formas diferentes. Primero que nada, en la adoración colectiva nos animamos entre sí. Esto es en lo que realmente quiero que empecemos a ver los paralelos entre la imagen que tiene la adoración del Viejo Testamento y el Nuevo Testamento. Nos animamos entre sí.
Obviamente Nehemías, capítulo 12 es una celebración de la gloria de Dios. Hemos visto eso. Todo está dirigido hacia Él. Hablaremos más sobre eso la próxima semana. Pero – ¿Puede usted imaginar ser parte de esto? Sin duda. Ellos caminaban animados entre sí, por la celebración en la que participaban. Eso es exactamente la adoración que enfatiza el Nuevo Testamento. Déjeme mostrarle un ejemplo. Mantenga su lugar en Nehemías, capítulo 12 y vaya conmigo a Efesios capítulo 5. Quiero que veamos el versículo 19. Pablo está hablando aquí – la Biblia nos dice acerca de ser llenados con el Espíritu Santo, lo que hace el Espíritu Santo en nuestras vidas y vea lo que dice el versículo 19. Creo que este es uno de los mandatos más claros de alguna forma de adoración, no necesariamente un cierto número de personas o cierto edificio, pero de alguna forma de adoración.
Escuche esto. Efesios 5:19: Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
¿Escuchó eso? Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales. Usted no puede hacer eso en soledad. No puede hacer eso por sí solo. Usted puede cantar por sí solo, de hecho, es el lugar más seguro para cantar, sin embargo, no se puede obedecer lo que dice Efesios 5:18- 19 por sí solo. Hablamos el uno al otro, es por eso que cantamos juntos en nuestros servicios de adoración. Esta es la razón por la que somos dirigidos por personas cantando solos o grupos de alabanza o coros o simplemente una persona que dirigiendo las canciones.
El propósito
Ese es el propósito – cantamos el uno al otro para animarnos unos a otros. Incluso muchas de nuestras canciones – piense en alguno de esos himnos con los cuales estamos familiarizados. Son en realidad canciones dirigidas a nosotros mismos en lugar de Dios. Esa es una imagen bíblica aquí en Efesios 5. “Aclamad todos el poder del nombre de Jesús” – eso nos dice que adoremos a Cristo por el poder de Su nombre. “Corónenle con muchas coronas” – eso es algo que nos cantamos unos a otros. Incluso una canción como “Orphans of God”, No es una canción dirigida a Dios, es una canción para animarnos unos a otros acerca de Dios y Su gloria.
Esto es lo que hay que hacer bíblicamente. Es bíblicamente necesario que nosotros en nuestro cristianismo cantemos unos a otros, que hablemos unos con otros, que nos animemos unos a otros en la adoración. Usted va a 1 Corintios, capítulo 14, el cual veremos más adelante en estas series, y usted incluso ve a Pablo enfatizando en cómo debemos hablar de la bondad de Dios y cómo debemos cantar sobre la bondad de Dios para haciendo hincapié en cómo debemos hablar de la bondad de Dios y cantar acerca de la bondad de Dios, para que colectivamente podamos ponernos de acuerdo entre sí y decir amén juntos. Eso es lo que Corintios 14:16 dice. ¿Sabía usted que es bíblico gritar “Amén” en un servicio de adoración? ¿Puedo obtener un “amén”?
¡Muy bien! Eso es completamente bíblico. Tengo personas que vienen hacia mí y dicen – Quería decir amén en este punto pero no sentí hacerlo. Bueno – usted desobedeció si no lo dijo. Es bíblico decir – eso resuena con mi corazón. Esa promesa, esa verdad que cantamos o que usted dice, decir amén. Quiero liberarlo hoy. A lo largo de estas series y más allá usted tiene la completa y total libertad de soltarse en este servicio de adoración. Cuando nos reunamos para adorar deje salir un amén siempre y cuando lo desee. Estoy convencido de que tenemos mucho que aprender de nuestros hermanos y hermanas afroamericanos y sus tradiciones en la adoración – habla de la participación. Tenemos que participar como el pueblo de Dios juntos en la adoración.
Nos animamos unos a otros. Segundo, en la adoración colectiva expresamos nuestra unidad. Cuando usted regresa a Nehemías 12 hay una variación en todo esto. Personas diferentes, coros diferentes, instrumentos diferentes que usamos, todo tipo de cosas diferentes – variación – pero todos se reúnen en unidad. La palabra clave aquí es expresar nuestra unidad en la adoración colectiva. Esa es la palabra clave porque pienso que la hemos perdido, especialmente a lo largo de los últimos 20 años más o menos en muchas iglesias en los Estados Unidos. En lugar de buscar expresar nuestra unidad en algún momento del camino hemos obtenido la idea de que el diseño de la adoración es crear nuestra unidad – especialmente el diseño de la adoración musical. Así que lo que hemos hecho es ver que nuestra música y adoración sea lo que nos una.
El problema cuando usted hace eso es – usted tiene esta preferencia y este estilo, y se reúnen y la música termina no uniéndolos, termina dividiéndolos. Las personas empiezan a quejarse de este u otro estilo y hay o de esta u otra canción. Usted ve a lo largo de estos últimos 20 años como hay tantas iglesias que han discutido y luego dividido, incluso se separan por ese mismo problema – adoración musical. Eso es peligroso. Retroceda un paso conmigo por un segundo.
El trabajo de Cristo en la Cruz es lo que nos une todos
¿Qué nos une? El trabajo de Cristo en la Cruz es lo que nos une todos. En esta imagen en Nehemías, capítulo 8 incluso antes de Cristo. Usted va a Nehemías, capítulo 8 versículo 1 y los ve reunidos en la Palabra. El capítulo 12 es entonces una expresión de su unidad alrededor de la Palabra de Dios. Lo que nos une en este lugar es la salvación que Dios nos ha traído a través de su Palabra. Si estamos dejando a la música hacer lo que solo el Evangelio tiene el propósito de hacer entonces estamos perdiendo el objeto de la adoración colectiva.
Podemos pasar largas horas debatiendo esta preferencia o aquel estilo pero tenemos que darnos cuenta de que tan pronto como empecemos a discutir acerca de este tipo de problemas entonces estamos subvalorando el mismo propósito de por qué Dios nos reúne para la adoración, para expresar esa unidad por la cual Cristo murió. Eso es inmenso. No estoy diciendo que no hay deferencias en preferencias o estilos. Pero lo que digo es esto – vamos a dejar que Cristo sea el factor unificador y vamos a dejar que toda adoración que hagamos sea una expresión de nuestra unidad. Estoy convencido de que si somos apasionados sobre impactar al mundo con la gloria de Cristo como lo hemos sido acerca de que canción o estilo es representado en el escenario en frente de nosotros no hubiese grupos de personas no alcanzadas en el mundo hoy. Vamos a poner nuestro enfoque en lo que si nos une a nosotros con Su palabra y dejar que nuestra adoración exprese nuestra unidad. ¿Tiene sentido?
Nos animamos los unos a los otros y expresamos nuestra unidad y tercero, y aquí es donde se pone realmente interesante, establecemos una continuidad con la iglesia a través de la historia. Quiero que note en tres veces diferentes en este pasaje donde hay una referencia a David y el pasado. Vea en el versículo 36. Lista alguno de los nombres de estos hombres: con instrumentos musicales prescritos por David, el hombre de Dios. Luego usted llega al versículo 45 que dice – Y habían cumplido el servicio de su Dios, y el servicio de la expiación, como también los cantores y los porteros, conforme al estatuto de David y de Salomón su hijo.
La tercera vez está en el versículo 46 – Porque desde el tiempo de David y de Asaf, ya de antiguo, había un director de cantores. Ahora, no se pierda esto. En tres momentos diferentes en Nehemías, capitulo 12 hacen referencia a como su adoración era informada y afectada por lo que David había hecho 500 años antes. 1 Crónicas 15, 1 Crónicas 25 – 500 años antes de eso – David hizo esto y esta afectando la forma en que ellos están adorando ahora. Estas personas se dieron cuenta de que ellos estaban en una larga línea, una historia, de adoradores del Dios Altísimo. Había mucho respeto y valoración y honor por la manera en que Dios había sido venerado durante todo ese tiempo.
Ahora se que hay diferencias muy significativas entre nosotros y esta imagen en Nehemías 12, particularmente cuando se trata del templo y de cosas prescritas en el Antiguo Testamento para la adoración. Sin embargo, creo que hay una palabra aquí para nosotros. Lo que tenemos que recordar es que estamos en una larga línea de personas que por cientos de años han entregado adoración, honor y gloria a nuestro Dios. Tenemos que ser cuidadosos de no tener ese deseo de ser diferentes para que no que acabemos lanzando a ciegas, con ligereza o irrespetuosamente todas las tradiciones de aquellos que adoraron antes que nosotros como si no importaran. No estoy diciendo que necesitamos ir atrás exactamente de la forma en que se adoraba 500 años atrás, pero digo esto, necesitamos respetar y honrar la manera en que nuestros antepasados, estudiantes, la manera en que los ancianos han adorado en el pasado, y han glorificado a Dios en el pasado. Honre eso.
Respete eso. Y recordar – no se pierda esto – y recordar que como adoramos hoy afectara las generaciones venideras. Usted se da cuenta de que la forma en que adoramos hoy esta enseña a las generaciones que vienen después de nosotros lo que significa adorar a Dios. Dios, que puedan decir cuando miren atrás a la adoración de esta iglesia que ellos vean una reverencia hacia Dios y una admiración por Su palabra y alegría, una profunda alegría permanente, en El que produzca que ellos digan que es la manera en que desean adorar. Esa es la imagen aquí. Usted se da cuenta de que esto no es lo que sucede en un lugar una vez a la semana. Somos parte de una larga línea – personas que se han ido antes que nosotros, personas que están antes que nosotros. Dios, ayúdanos, es por eso que no podemos disminuir la adoración en la iglesia de hoy, ya que no es sólo acerca de nosotros, se trata de las generaciones que vendrán después de nosotros. Nosotros establecemos la continuidad con la iglesia sin historia.
Nos comprometemos juntos en la batalla espiritual
Finalmente, en cuarto lugar, nos comprometemos juntos en la batalla espiritual. Esta es una gran imagen – que marcha en torno a estas paredes. Uno mira hacia atrás en el Antiguo Testamento y usted ve en momentos diferentes, Dios mandaba a Su pueblo a una tierra, a caminar sobre esa tierra, y reclamarla como suya, Génesis, capítulo 13, Abraham camina en la tierra prometida. Esto es suyo por fe. Josué, capitulo 1 – Josué camina en la tierra prometida, suya por fe. Aquí ellos están en Nehemías; ellos están caminando alrededor de estos muros. Es una imagen de ellos diciendo que Dios los ha restaurado. Los ha traído del exilio.
Él les ha dado esta tierra para glorificar Su nombre. Ellos están reclamando eso. Una imagen de batalla espiritual – victoria sobre el adversario – ellos están de regreso. Esta tierra le pertenece Esto no es un incidente aislado cuando se trata de adoración, de batalla espiritual. Déjeme mostrarle una historia en 2 Crónicas, capítulo 20. Quiero que vea una historia que me imagino que algunos de nosotros, inclusive muchos de nosotros, ha pasado por alto o tal vez nunca hemos notado en las Escrituras pero es una increíble historia. 2 Crónicas 20 empezando en el versículo 18.
El contexto es un hombre llamado Josafat está guiando el ejército de Dios hacia Amón y Moab para pelear en contra del pueblo de Amón y de Moab y ellos obtienen palabra de los profetas de Dios diciendo que ellos van a obtener la victoria en la batalla así que quiero que vea lo que hacen justo después de que obtienen esa palabra en el versículo 18: Entonces Josafat se inclinó rostro a tierra, y asimismo todo Judá y los moradores de Jerusalén se postraron delante de Jehová, y adoraron a Jehová. Y se levantaron los levitas de los hijos de Coat y de los hijos de Coré, para alabar a Jehová el Dios de Israel con fuerte y alta voz. Y cuando se levantaron por la mañana, salieron por el desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados. Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos que cantasen y alabasen a Jehová, vestidos de ornamentos sagrados, mientras salía la gente armada, y que dijesen: “Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre.”
¿Usted ve lo que está pasando aquí? Ellos salen a batallar y Josafat está enviando las tropas a las líneas delanteras. ¿A quiénes envía? No a los aurigas; no a los espadachines. ¿A quiénes envía? ¡Al grupo de alabanza! Él envía al equipo de adoración a la línea delantera. Los cantores, el coro. Él va a conquistar a Amón y a Moab con un coro. Sin embargo, esa es exactamente la imagen. Ellos van y cantan y Dios derrota al enemigo. Ellos cantan, declarando Su esplendor y Su gloria y Su majestad y Su victoria. Qué imagen más increíble tenemos aquí – conquistar con el coro. Si usted es parte del coro, le recuerdo que usted nos está guiando en esta misión.
Usted canta de la victoria que tenemos mientras hacemos discípulos en todas las naciones, usted está en la línea delantera. Eso hará que desee unirse al coro, espero. No es solo aquí en el Antiguo Testamento. Recuerde a Hechos, capítulo 16. Pablo y Silas son golpeados en prisión, sentados a la medianoche en una sucia y mugrienta celda; la oscuridad y humedad, el moho con cadenas a su alrededor; llagas por todas partes, sin saber si al día siguiente van a ser azotados de nuevo o decapitados. En este oscuro momento en esta celda ¿Qué hacen? Ellos cantan himnos. Eso es raro. Usted no canta himnos en medio de una celda.
¿Por qué cantaría himnos en ese punto?
¿Por qué cantaría himnos en ese punto? Si usted estuviera en un punto oscuro en su vida y yo le fuera a decir que usted solo necesita cantar himnos usted me miraría y me dijera, ustedes los predicadores son tan simplistas en sus respuestas. ¿A qué te refieres con cantar himnos? ¿Por qué usted canta himnos? Por el Dios al cual le canta. Esa es la imagen de la victoria de Dios. Tan pronto como ellos empiezan a cantar, ¿Qué pasa? Terremoto, se rompen las cadenas, el carcelero y toda su familia venir a la fe en Cristo y a la mañana siguiente los dos hombres son escoltados con mucho gusto fuera de la prisión. Satanás no le gusta cuando la Iglesia canta de la gloria de Dios. Nos comprometemos juntos en la batalla espiritual, incluso con nuestro canto.
Ahora vea todas esas cosas. Nos animamos unos a otros. Expresamos unidad. Establecemos continuidad y nos comprometemos en una batalla espiritual. Si enfocamos la adoración desde el enfoque espectador entonces disminuimos cada una de esas cosas. No nos animamos unos a otros. Vamos a aislarnos unos de otros. No vamos a expresar nuestra unidad. En realidad se deleitarán con nuestra falta de unidad en la seguridad de nuestro anonimato. No vamos a establecer una continuidad con la iglesia a lo largo de la historia. Nos desconectarse de la iglesia a lo largo de la historia.
No vamos a participar juntos en la batalla espiritual. Estoy convencido de que al menos parte de la razón de porque la iglesia no está influenciando nuestra cultura hoy, nuestra cultura hoy es tan débil, porque nos hemos acostumbrado a dejar nuestro cristianismo sea vivido indirectamente a través de otros en vez de participar en Su misión en Su adoración como la Biblia nos indica. Dios nos ayude a darnos cuenta de que el poder de la iglesia será débil cuando nuestra participación en la adoración a Su gloria sea débil. El poder de la iglesia será fuerte cuando nos unamos y proclamemos Su gloria y gritemos en la batalla espiritual que Él es el Vencedor y que Él ha muerto en la Cruz, se levantó de la tumba y es capaz de penetrar a las naciones con Su gloria. Nosotros participamos con el pueblo de Dios.
Finalmente Nehemías, capitulo 12 nos muestra que en la adoración colectiva nos dedicamos al servicio a Dios. Desde el principio de esta historia es una imagen de dedicación. Ellos dedicaron los muros. Literalmente, ellos ponen los muros en las manos de Dios. Son tuyos, Dios. Esto te pertenece. Ahora quiero que dibujemos una línea aquí desde el Antiguo Testamento hasta el Nuevo Testamento en dos maneras cuando pensamos acerca de dedicarnos a Dios en adoración colectiva hoy. En primer lugar nosotros sacrificamos nuestros recursos por el ministerio.
Cuando usted llega al final de Nehemías, capítulo 12, versículo 44 empieza a hablar sobre las contribuciones, las primicias y los diezmos y luego usted llega al versículo 47 que dice: Y todo Israel en días de Zorobabel y en días de Nehemías daba alimentos a los cantores y a los porteros, cada cosa en su día; consagraban asimismo sus porciones a los levitas, y los levitas consagraban parte a los hijos de Aarón.
Esto es algo que ellos habían pactado hacer desde el principio en el Antiguo Testamento – que vamos a apartar nuestros recursos, una décima parte de ellos. Vamos a darlo a los Levitas y a los sacerdotes y quienes sirven en el trabajo ministerial del templo. Vamos a darlo para eso, y lo hicieron. Es un pacto que renovaron en Nehemías 10. Así que lo están haciendo bien ahí y su adoración involucra sacrificar sus recursos por el ministerio. Ahora en este punto no tenemos tiempo para sumergirnos necesariamente en toda la imagen del diezmo a lo largo de las Escrituras, basta con decir, sobre todo en el Nuevo Testamento, el panorama es aún más clara.
El Antiguo Testamento
En el Antiguo Testamento usted daba una décima parte para apoyar el trabajo ministerial. Eso fue lo que Dios nos mandó a hacer. En el Nuevo Testamento definitivamente vemos el pueblo de Dios, incluso la más pobre de las iglesias, brindando apoyo al trabajo de Dios entre Sus siervos, el trabajo de Dios en Su iglesia. Incluso más profundo que eso, 2 Corintios, capitulo 8 y 9 usted ve al pueblo no solo es mandado a dar el 10 por ciento sino a dar abundantemente, a dar generosamente, a dar alegremente, a dar con sacrificio.
La gloria de Dios y usted quiere que Su gloria sea hecha en la iglesia
¿Por qué? Porque usted esta tan cautivado por la gloria de Dios y usted quiere que Su gloria sea hecha en la iglesia. Esa es la imagen de la adoración. Es por eso que la ofrenda es muy importante, una parte muy significativa de nuestra adoración colectiva. Quiero animarle hoy, basado en las Escrituras, que si sacrificar sus recursos para el ministerio no es una parte significativa, de su adoración colectiva que la convierta en una. Basado en la Palabra de Dios. No porque usted tiene que hacerlo, aunque definitivamente se nos manda en el Antiguo Testamento, la belleza del Nuevo Testamento, la imagen de que estamos viendo ahí, es que estamos obligados a dar porque sabemos que Dios nos ha confiado muchas cosas.
¿Usted se imagina los recursos que Dios nos confía para su uso en avanzar Su reino?
Queremos sacrificar nuestros recursos por el ministerio. Dios nos ayude a darnos cuenta que si cada uno de nosotros como iglesia agarráramos algo de esta habitación, ¿Usted se imagina los recursos que Dios nos confía para su uso en avanzar Su reino? Cuando nos enseñamos a nosotros mismos a ser administradores de lo que Él nos ha dado – nosotros sacrificamos nuestros recursos para el ministerio.
Segundo, entregamos nuestras vidas para la misión. Aquí es donde debemos mirar en Nehemías, capitulo 12 a través de los lentes del Nuevo Testamento. Venimos aquí a la dedicación de estos muros pero si nos vamos de Nehemías, capitulo 12 y usamos este texto para guiarnos a dedicar edificios entonces habríamos perdido el punto de lo que la Escritura nos trata de enseñar.
En el sistema del Antiguo Testamento – la gloria de Dios moraba en el templo, en ese edificio, en la ciudad santa de Jerusalén. Usted llega al Nuevo Testamento y usted ve a Jesús clamando ser ese templo, clamando ser esa ciudad donde usted se encontraba con la gloria de Dios. Aquí es donde encuentra Su gloria. Yo soy el templo. Luego, El muere en la cruz, se levanta de la tumba, asciende a los cielos. Él manda Su Santo Espíritu y ahora ¿Quién es el templo? Nosotros somos el templo. El Espíritu Santo, la gloria de Dios morando en cada uno de nosotros. Si tomamos a Nehemías 12 y construimos un edificio y lo dedicamos y decimos; usa esto para Tu gloria no hemos comprendido. Nosotros somos los edificios.
Somos los lugares en esta comunidad, no esta estructura. Nosotros, nuestras vidas, son lugares, donde esta semana las personas van a encontrar la gloria de Dios y van a encontrar la bondad de Dios y van a encontrar la misericordia de Dios y la gracia y la majestad de Dios. Por eso es que nos rendimos en adoración colectiva. Porque Dios quiere que durante toda la semana usted lleve Su gloria a las personas en su lugar de trabajo, en su comunidad, en su casa y Él quiere hacerlo a través de nosotros. La adoración colectiva nos impulsa a hacer eso. Si todo lo que hacemos es dedicar edificios entonces todo lo que vamos a obtener será una imagen torcida de la adoración porque esa no es la imagen de la adoración del Nuevo Testamento. No estoy diciendo que los edificios sean malos pero que somos la representación visible de la gloria de Cristo en el mundo y tenemos que sujetarnos de eso.
Su misión
Nos entregamos a Su misión. La conclusión es que Dios desea despertar el cuerpo de Cristo, despertarnos en nuestra adoración. ¿Por qué? Para que juntos podamos proclamar la gloria de Cristo al mundo. Esa es la imagen de Nehemías, capítulo 12 y es por eso que la comunidad es un innegociable en la adoración colectiva. Con esa imagen en el Antiguo Testamento trazamos un puente hasta hoy y vemos nuestras vidas reunidas atravesando esta habitación como una comunidad de fe. Creo que la respuesta más apropiada a esta Palabra será para celebrar cuál era la imagen climática de la adoración en el Nuevo Testamento. Se llama la Cena del Señor.
Los paralelismos entre la Cena del Señor
Piense en los paralelismos entre la Cena del Señor y lo acabamos de ver en Nehemías, capítulo 12- una celebración de la gloria de Dios. El cuerpo y la sangre de Jesucristo derramada por nosotros. Esta es una celebración. Lo que sucede en la Cena del Señor – Es que recordamos Su cuerpo y Su sangre. No sólo eso, sino que participamos como pueblo de Dios. Una fiesta que tomamos juntos, participar en una comida juntos. La Biblia nos dice que es una imagen de nuestra adoración. Luego nos dedicamos al servicio de Dios. Eso es lo que todo este panorama se trata. Se trata de la identificación de nosotros con Cristo en esta habitación. Como resultado, esto no debe ser tomado a la ligera.
Quiero animarle, si usted ha llegado al punto donde usted ha confiado en Cristo para su salvación, entonces le insto a hacer una de dos cosas. Número 1, quiero que tome la comunión y piense acerca de la muerte de Cristo en la Cruz y deje que eso se convierta en una realidad en su vida. Quiero que experimente por primera vez la gloria de Dios pidiéndole que perdone sus pecados, confiando en que Él le va a salvar a través de lo que Cristo hizo en la Cruz.
Si no está en ese punto, quiero que deje el pan y la copa pasar y simplemente observe a aquellos que han confiado en Cristo, celebrando Su muerte, entierro y resurrección. Como creyentes, para pasar tiempo reflexionando en la razón por la cual adoramos. Pasar tiempo en confesión, teniendo el perdón de Dios aplicado a nuestra vida; rindiéndose a la misión Él ha puesto delante de usted.
Dios, Dios, te alabamos por la oportunidad para adorar, por el honor y el privilegio que nos has dado, como tu comunidad de fe. En el nombre de Jesús oramos. Amén.