No todas las estrategias para llegar a los no alcanzados son buenas. Pero, con cientos de organizaciones y miles de artículos, libros y podcasts sobre misiología, ¿cómo separas lo bueno de lo malo? No puedo repasar y analizar contigo cada una de ellas de manera individual, sin embargo permíteme formular cuatro preguntas mientras investigas estrategias misioneras. Estas preguntas te ofrecerán un buen comienzo para ayudarte a determinar en qué tipo de obra misionera quisieras involucrarte o apoyar.
¿Esta estrategia misionera se origina en la Biblia?
La Biblia es la autoridad final a la cual debe someterse cualquier estrategia misionera que se proponga (2 Pedro 1:3; 2 Timoteo 3:16–17). Cuando se trata de métodos misioneros, las Sagradas Escrituras tienen la última palabra. La misiología es a menudo un mundo salvaje y loco de invención humana y sabiduría terrenal. Pero la misiología fiel estará marcada por una humilde confianza en las Escrituras.
La mayoría de las agencias o metodologías que investigues sostendrán que son bíblicas. Pero, ¿qué significa que sea bíblica? ¿Es tomar una narración del Antiguo Testamento, una parábola o algunas palabras y frases fuera de contexto? Hay una diferencia entre usar la Biblia para respaldar tu estrategia y otra confiar que la Biblia te indique tu estrategia. La misiología saludable se fundamenta en una comprensión correcta de la gran historia de las Escrituras, cómo llega a cumplirse en Cristo, y cómo se aplica en esta era del nuevo pacto.
Hay una diferencia entre usar la Biblia para respaldar tu estrategia y otra confiar que la Biblia te indique tu estrategia.
Busca las citas bíblicas mientras examinas los métodos de las misiones modernas. Abre tu Biblia y revisa las referencias. ¿Ves que sus principios fluyen naturalmente desde el texto?
Hay espacio para la flexibilidad y la creatividad en las misiones. Si bien la Biblia es nuestra guía infalible, la forma en que aplicamos sus principios puede cambiar según el contexto. Pero los principios básicos de cualquier misiología deben extraerse directamente de las Escrituras o demostrarse que son una inferencia legítima desde las Escrituras.
¿Esta estrategia misionera tiene claro el evangelio?
La actividad misionera sin la claridad del evangelio es inútil. Todo lo que dice y hace un misionero debe servir de testimonio del evangelio a las naciones, incluída la ayuda humanitaria.
La actividad misionera sin la claridad del evangelio es inútil.
¿Qué dicen de Dios? ¿Se le presenta como el santo Creador de todo o como un desdichado abuelo cósmico? ¿Es él la única opción o una entre muchas?
¿En dónde enfoca esta estrategia el mayor problema de la humanidad: en el pecado o en alguna otra cosa? ¿Experimentarán todos los que están fuera de Cristo la ira de Dios?
¿Qué dicen sobre quién es Jesús? ¿Son claros respecto a las dos naturalezas de Jesús: completamente Dios y completamente hombre? ¿Son firmes en cuanto a su vida sin pecado? ¿En cuanto a su muerte sacrificial? ¿En cuanto a su resurrección triunfal? Ten cuidado con las personas que en el centro de su misiología evitan enseñar la expiación sustitutiva de Cristo. Asegúrate de que para quien sea que trabajes tenga clarísima la identidad de Jesús como el Dios-hombre y su obra como el único mediador entre nosotros y un Dios santo.
¿Cuál es la respuesta adecuada al evangelio según esta metodología? No respaldes ninguna estrategia que descuide la necesidad de una conversión genuina evidenciada por el arrepentimiento y la fe. Algunos intentarán hacer accesible el evangelio al minimizar los costos sociales de seguir a Jesús en nombre de la contextualización. La contextualización bíblica es necesaria, inevitable en realidad, pero siempre funciona para aclarar lo que el evangelio exige de nosotros.
¿Esta estrategia misionera se enfoca en la iglesia local?
He hablado con pastores en el extranjero que dicen que su mayor dolor de cabeza en el ministerio es tratar con misioneros occidentales en su región. A algunos misioneros no les importa la iglesia local y algunos son abiertamente hostiles a las iglesias locales. Por alguna razón, hemos perdido la conexión entre la Gran Comisión y la iglesia local. Sin embargo, correctamente entendida, la iglesia es el agente y su multiplicación es la meta de las misiones.
La contextualización bíblica es necesaria, pero siempre funciona para aclarar lo que el evangelio exige de nosotros.
Presta atención a cómo una estrategia determinada entiende qué es la iglesia. ¿Creen en la plantación de iglesias? Hay organizaciones que presumen de miles y miles de nuevas iglesias plantadas cada año, pero no tienen claro qué es la iglesia. ¿Creen en la membresía? ¿Quién puede ser un miembro? ¿Por qué? ¿Qué pasa con la disciplina de la iglesia? ¿Practican el bautismo y la Cena del Señor?
Busca metodologías que utilicen a la iglesia como el vehículo para la evangelización y también como la familia donde entran nuevos convertidos y aprenden a seguir a Jesús junto con otros. Pablo dijo que la multiforme sabiduría de Dios se da a conocer en la iglesia (Efesios 3:10). Cualquier misiología que valga la pena no tratará de ser más sabia que el Señor.
¿Cómo define el éxito esta estrategia de misiones?
Las organizaciones pueden sentirse presionadas a entregar resultados. Los misioneros pueden estar tentados a demostrar porqué su método “funciona”. Sin duda, queremos apoyar el trabajo misionero que produce fruto. Pero, ¿qué tipo de fruto deseamos?
La verdad es que los resultados en las misiones son inherentemente difíciles de cuantificar. Ser fructífero puede significar incorporar a la membresía a un nuevo convertido y remover de la membresía a otra persona que no ha dado evidencia de arrepentimiento. En cuanto a números, esto sería un cero neto. Los resultados pueden producirse poco a poco o manifestarse todos a la vez. En última instancia, depende de Dios. La fidelidad es un mejor indicador en cuanto a qué estrategias y misioneros apoyar.
La fidelidad es un mejor indicador en cuanto a qué estrategias y misioneros apoyar.
Los números son notoriamente engañosos, especialmente cuando las organizaciones dependen de los números que reportan para aumentar la ayuda y donaciones de individuos e instituciones. Ten cuidado cuando alguien te diga cuán exitosos han sido ellos o su estrategia en función de cuántas decisiones de confiar en Cristo han visto que se han hecho, cuántos bautismos han realizado o cuántas iglesias han plantado. Enfocarse en los números casi asegura que se tomarán atajos o se comprometerán las definiciones bíblicas para mantenerse a flote.
Si haces estas cuatro preguntas a las estrategias y movimientos conocidos para las misiones, estarás bien encaminado para determinar qué tan fieles son y si deberías respaldarlos o no.