Sesión 2: ¿Cómo obra el Espíritu Santo? - Radical

Iglesia Secreta 5: Explorando el Espíritu Santo

Sesión 2: ¿Cómo obra el Espíritu Santo?

¿Qué papel desempeña el Espíritu Santo en la creación? ¿Cómo se relaciona el Espíritu con el pecado en el mundo a la luz de la entrada del pecado en Génesis 3? ¿Cómo nos recrea el Espíritu a imagen de Cristo? ¿Cómo nos redime el Espíritu? ¿Cómo lleva el Espíritu nuestra salvación a su plenitud? El Espíritu Santo está claramente en acción dentro de la historia general de redención de Dios. Una simple lista de lo que el Espíritu hace nunca será suficiente. En cambio, este mensaje recorre cómo podemos encontrar al Espíritu Santo en acción en cada aspecto de la historia de redención, así como en nuestras vidas hoy en día. En esta sesión de Iglesia Secreta 5, el pastor David Platt analiza el papel del Espíritu Santo en la creación, la caída y la redención.

  1. La persona del Espíritu Santo y la obra del Espíritu Santo
  2. El Espíritu y la creación
  3. El Espíritu y la caída
  4. El Espíritu y la redención: redención anticipada, redención cumplida, redención aplicada

La Persona del Espíritu Santo: Quién es?

Ahora, empecemos la segunda parte del estudio. Hemos visto la personalidad del Espíritu Santo y deidad. Ahora, veamos en la humildad del Espíritu Santo. Aquí es donde las cosas llegan a ser realmente interesantes. Hemos establecido que el Espíritu es Dios. El Espíritu es igual en esencia. Él es completamente Dios. El Espíritu no es menos Dios que el Padre, no menos Dios que el Hijo. No es parte Dios en ninguna manera. Si dejamos esa verdad atrás, caemos en herejía y obviamos lo que la Escritura enseña. Entonces, Él es completamente Dios, Él es igual en esencia.

La Escritura también nos enseña que El Espíritu está subordinado en función. Esto es lo que quiero decir. Permítanme utilizar una analogía humana que la Escritura utiliza en el Efesios 5:22 acerca de un esposo y una esposa. “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos…” el esposo y la esposa ¿Son iguales en valor? ¡Absolutamente! Hombres y mujeres son iguales en valor ante Dios. No hay duda. La mujer no es inferior al hombre; el hombre no es superior a la mujer. Así es como Efesios 5 es usualmente distorsionado en nuestra cultura. No es lo que Efesios 5 está enseñando, sino que hay una sumisión en rol que está sucediendo aquí que en ninguna manera niega el valor – la esencia – de quien es el hombre o la mujer. Esta es toda la idea, no solo en el matrimonio, sino también en la iglesia. Nos sometemos unos a otros; eso es lo que Efesios 5 habla en diferentes maneras. Los hijos obedecen a sus padres. Mis hijos están subordinados en función a mí, y estamos en el proceso de hacer eso claro en estos años. No significa que cada hijo es menos que una persona; es simplemente un rol diferente.

Ahora, aquí está la imagen en lo relacionado al Espíritu de Dios cuando hablamos acerca de Él siendo subordinado en funciones. No estamos diciendo que es menos que Dios. Estamos diciendo está subordinado en funciones – de la misma manera que Jesús está subordinado. 1ra Corintios 11:3 habla acerca de esto con Jesús. “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer y Dios es la cabeza de Cristo.” Entonces, la idea ahí es que el Padre es la cabeza de Cristo. No es un problema de inferioridad y superioridad. Es formación y función. Entonces lo que vemos es la humildad del Espíritu – una función subordinada.

Él asiste al Padre

Escuchen lo que la Escritura enseña en Génesis 1:2. Esto es en la creación: “Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.” El Espíritu de Dios estaba activo en la creación en un rol subordinado al Padre, asistiendo al Padre. “Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, Y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.” (Salmo 33:6) vamos a discutirlo brevemente más adelante.

Él exalta al Hijo

Él asiste al Padre, y  Él exalta al Hijo. Jesús dijo,Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. (Juan 16:12-14)

“Él me glorificará”. Esto es lo que queremos decir con la humildad del Espíritu. El Espíritu glorificará a Cristo tomando lo que Él escuche y haciéndolo saber a ti. Él Espíritu no está en nosotros para hacer mucho del Espíritu. El Espíritu está en nosotros para hacer mucho del Hijo. Esa es la humildad del Espíritu.

La Escritura

Vemos esto en la Escritura por la manera en que el Espíritu inspira la Escritura: Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. (1ra Pedro 1:10-12)

¿Toda la descripción de la Escritura la cual ha sido inspirada por el Espíritu es para señalarnos a quién? A Cristo.

También vemos esto en salvación. “Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.” (Juan 15:26).

Corintios 3:18

2da Corintios 3:18 habla acerca de nosotros siendo transformados a la semejanza de Cristo por la obra del Espíritu. El Espíritu nos permite contemplar la gloria de Cristo. La palabra para Espíritu en griego es “pneuma” y hay una razón por la cual somos llamados cristianos en vez de “pneumianos” – porque no estamos identificados, primariamente, con el Espíritu tanto como nuestras vidas están identificadas con Cristo, y el Espíritu nos testifica acerca de Cristo. El Espíritu habita en nosotros pero con una humildad que exalta a Cristo.

Esta una verdad tan hermosa, especialmente en nuestra cultura hoy, que igualaría nuestro ser igual en esencia, significando que el mundo piensa que todos tenemos los mismos roles, y que no tenemos que someternos unos a otros, y que las esposas no necesitan someterse a los esposos. Vivimos en una cultura hoy que trata de desmitificar esta idea de autoridad, y existe un hermoso despliegue aquí en la misma Deidad – en la Trinidad – del Espíritu igual en esencia al Padre, sometido al Padre. No de mala gana, sino sometido con alegría al Padre en una forma que está descrita en Efesios 5. Está intencionado que una esposa con alegría se someterá a un esposo amoroso que está dando su vida por ella. Esa es la imagen que vemos con la humildad del Espíritu Santo. Ahora, no podemos tomar esto muy lejos y empezar a pensar, “Bueno, eso significa que el Espíritu es totalmente discreto”. En un sentido Él es porque Él está glorificando a Cristo, pero al mismo tiempo, está en frente y centrado en tantas facetas, en cada faceta de nuestra vida cristiana.

La Autoridad del Espíritu

Esto nos guía a la autoridad del Espíritu Santo. El Espíritu Santo esta claramente, indudablemente, evidentemente en trabajo. Él hace esto evidente. Él hace Su presencia conocida. Miren un par de instancias cuando el Espíritu descansa en estos hombres en Números 11, y ellos profetizaron. Fue bien claro que el Espíritu estaba haciendo Su presencia conocida.

“Entonces Jehová descendió en la nube, y le habló; y tomó del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos; y cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron. Y habían quedado en el campamento dos varones, llamados el uno Eldad y el otro Medad, sobre los cuales también reposó el espíritu; estaban éstos entre los inscritos, pero no habían venido al Tabernáculo; y profetizaron en el campamento.” (Números 11:25-26)

Imagine la escena en Hechos 2 en Pentecostés.

“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.” (Hechos 2:1-4)

Eso es lo que llamamos una gran entrada. Su presencia es muy conocida cuando las lenguas de fuego descansan en las cabezas de las personas. Esta es una manera de obtener la atención de las personas. Él hace Su presencia conocida.

Él hace Su poder conocido

“Testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.” (Hebreos 2:4). “y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder…” (1ra Corintios 2:4).

“Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras, con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo.” (Romanos 15:18-19)

Él hace Su propósito conocido

Esta es toda la descripción en Hechos 1:8: “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”. Me encanta esto. Lo leímos anteriormente. Solo imagine esto: “Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.” (Hechos 13:2) esto es lo que el Espíritu está haciendo en el libro de Hechos.

Espíritu de Dios has esto en nuestras iglesias. Hazlo ahora mismo. Espíritu de Dios, ahora mismo, habla a los corazones individualmente en todo este mundo – llámalos. Llámalos ahora. Hazlo, y responderemos en obediencia. Haz tu propósito conocido en nuestras vidas. Entonces, existe la Persona del Espíritu Santo – Su personalidad, Su deidad, Su humildad y Su autoridad. Ahora, eso es una descripción panorámica de Su persona.

La obra del Espíritu Santo: Qué hace Cuatro etapas en la historia redentora

Ahora, en la obra del Espíritu Santo: qué hace. Aquí está lo que quiero hacer. Hasta este punto en Iglesia Secreta, especialmente cuando tiene que ver con el Viejo Testamento y Nuevo Testamento Iglesia Secreta, hemos, básicamente, tomado un acercamiento teológico bíblico a entender las Escrituras. Lo que quiero decir por eso es, en la segunda mitad del Viejo Testamento y el Nuevo Testamento Iglesia Secreta, dijimos, “Ok, ¿Cuál es la historia general del Viejo Testamento? ¿Cuál es la historia general del Nuevo Testamento? ¿Cómo todo se conecta en la historia redentora?

La labor del Espíritu está muy conectada con ciertas facetas de la historia redentora y reconciliación. Es la historia acerca de cómo Dios es recreando un pueblo por Sí mismo, cómo Él está restaurando un pueblo para Sí mismo y reconciliando un pueblo para Sí mismo. Entonces, estas cuatro facetas principales en la historia redentora van a componer nuestro entendimiento de la obra del Espíritu Santo. Creación. Vamos a preguntar, “¿Qué rol juega el Espíritu Santo en la creación?” Caída. ¿Cómo se relaciona el Espíritu al pecado en el mundo a la luz de la entrada del pecado en Génesis 3? Redención. ¿Cómo el Espíritu Santo recrea en nosotros la imagen de Cristo? ¿Cómo el Espíritu nos redime? Consumación. ¿Cómo el Espíritu Santo trae nuestra salvación a completar?

El Espíritu y la Creación

El Espíritu y la creación. Ahora, aquí es donde vamos a pasar la mayor parte de nuestro tiempo en el Viejo Testamento – por un tiempo.

Un título importante

Un título importante en el Viejo Testamento por el Espíritu Santo está “El Espíritu de Dios”. Muy rara vez usted verá el título “Espíritu Santo” en el Viejo Testamento. En vez de esto, usted verá “El Espíritu de Dios” porque esto es simplemente cómo el lenguaje Hebreo funciona. En vez de utilizar un adjetivo, y luego un nombre, el Hebreo usará dos nombres. En vez de decir “un hombre justo” que es como nosotros lo diríamos, el Hebreo hablaría acerca de “un hombre de justicia “esa es la idea ahí. Entonces, ese es el por qué, cuando usted ve el Espíritu mencionado a través del Viejo Testamento, usted verá, no tanta referencia al Espíritu Santo, sino que lo verá traducido “El Espíritu de Dios” más seguido.

Dos verdades importantes

Dos verdades importantes. El Espíritu manifiesta la presencia de Dios en el mundo. Él está involucrado a través de toda la Escritura. Eso es lo que quiero decir cuando digo que Él tiene una participación completa en toda la Escritura, pero Él tiene una aplicación particular en el Nuevo Testamento. No es que el Espíritu Santo no está trabajando en el Viejo Testamento – lo está. Vemos alrededor de cien referencias a Él, pero Su obra se hace especialmente importante en el contexto del nuevo pacto – El Nuevo Testamento. Entonces, nosotros vamos a ver algo en el Viejo Testamento, pero esto viene realmente a la vida en una manera enteramente nueva en el Nuevo Testamento. Entonces, el Espíritu manifiesta la presencia de Dios en el mundo.

Entonces, la segunda verdad importante es el Espíritu muestra el poder de Dios en la obra. La imagen básica que tengo en mi mente para el entendimiento del Espíritu es que Él es la presencia de Dios en el mundo, y el poder de Dios en la obra en el mundo. La Palabra de Dios es descrita como Su Todopoderoso mensaje, y el Espíritu de Dios es descrito como Su Todopoderoso aliento. Vamos a ver eso en algunos diferentes lugares donde el Espíritu de Dios es explicado en términos de aliento de Dios.

Tres temas importantes

Tres temas importantes. Esto es cómo esto se manifiesta a sí mismo en la creación. El Espíritu crea. Aquí está lo que el Espíritu hace en la creación: el Espíritu trabaja con el Hijo para cumplir la voluntad del Padre. Ya hemos visto en Génesis 1:2. Recuerdan, “en el principio, Dios…” vemos lo que la Escritura enseña es que en la creación del mundo, el Padre, Hijo y Espíritu Santo están involucrados en este acto. “En el principio Dios…” [Padre] “… creó los cielos y la tierra” “… el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”. Entonces, tenemos a Juan 1:1-3 y Colosenses 1:15-16 que hablan acerca de Jesús, y Su rol preeminente en la creación.

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. (Juan 1:1-3)

El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. (Colosenses 1:15-16)

Entonces, usted ve la creación atribuida al Padre, al Hijo y al Espíritu. El Espíritu trabajando con el Hijo para cumplir la voluntad del Padre.

El Espíritu da vida a toda la creación

“Su espíritu adornó los cielos; Su mano creó la serpiente tortuosa.” (Job 26:13) la belleza de los cielos no existiría sin el Espíritu Santo de Dios. “Todos ellos esperan en ti, Para que les des su comida a su tiempo. Les das, recogen; Abres tu mano, se sacian de bien. Escondes tu rostro, se turban; Les quitas el hálito, dejan de ser, Y vuelven al polvo. Envías tu Espíritu, son creados, Y renuevas la faz de la tierra.” (Salmo 104:27-30)

El Espíritu da vida a todas las criaturas

“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.” (Génesis 2:7) “El espíritu de Dios me hizo, Y el soplo del Omnipotente me dio vida.” (Job 33:4) ¿Ven cómo el Espíritu está vinculado con el aliento de Dios, el Todopoderoso?

El Espíritu sostiene

El Espíritu es una obra de sustento en la creación. Él es divino Ordenador. La imagen en Génesis 1:2 es, básicamente, el Espíritu de Dios trayendo el cosmos del caos. Es la imagen de traer orden al mundo donde no había nada, y ahora, está siendo creado y Él está trayendo orden a esto. Es el mismo orden que nos permite existir y para nuestras vidas ser sostenidas en este planeta. El Espíritu es el Ordenador. “Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.”

Él es el divino Preservador

Amo este verso en Job 34:14-15: “Si él pusiese sobre el hombre su corazón, Y recogiese así su espíritu y su aliento, Toda carne perecería juntamente, Y el hombre volvería al polvo.” El hecho de que usted respire ahora es basado en el poder del Espíritu Santo de Dios. Lo necesitamos para cada respiro que tomamos.

Él preserva el aliento del hombre

“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente.” (Salmos 51:10-12)

“Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. Porque no contenderé para siempre, ni para siempre me enojaré; pues decaería ante mí el espíritu, y las almas que yo he creado.” (Isaías 57:15-16)

Él es el divino Proveedor

Todo tipo de diferentes instancias que vamos a hablar, más específicamente después, pero Él dice en Nehemías 9:20: “Y enviaste tu buen Espíritu para enseñarles, y no retiraste tu maná de su boca, y agua les diste para su sed.” Isaías 63:11, es cuando Isaías está hablando acerca de lo que Dios ha hecho liderando su pueblo a través de Moisés, y él dice, “Pero se acordó de los días antiguos, de Moisés y de su pueblo, diciendo: ¿Dónde está el que les hizo subir del mar con el pastor de su rebaño? ¿Dónde el que puso en medio de él su Santo Espíritu…” el Espíritu de Dios fue proveyendo para ellos en su jornada.

El Espíritu gobierna

El Espíritu crea, el Espíritu sostiene, y entonces, el Espíritu gobierna. Él controla la naturaleza. “La hierba se seca, y la flor se marchita, porque el viento de Jehová sopló en ella; ciertamente como hierba es el pueblo.” (Isaías 40:7) Él guía la historia. Miren en el medio de Isaías 34:16-17:Inquirid en el libro de Jehová, y leed si faltó alguno de ellos; ninguno faltó con su compañera; porque su boca mandó, y los reunió su mismo Espíritu. Y él les echó suertes, y su mano les repartió con cordel; para siempre la tendrán por heredad; de generación en generación morarán allí.

“Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tú buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.” (Salmo 143:10)

Estas son las dos cosas: el Espíritu de Dios, manifestando la presencia de Dios en el mundo y mostrando el poder de Dios en su obra. Manifestando la presencia de Dios y mostrando el poder de Dios, y Él hace eso en la creación a través de crear, sustentar y gobernar. El Espíritu está en obra en la creación.

El Espíritu y la Caída

Entonces,  llegamos a la Caída. En Génesis 3, no vemos referencias explícitas al Espíritu en la cuenta de la caída del hombre. Como un resultado, esta sección no va a ser muy larga, pero quiero traer una idea de esto del Viejo Testamento y algo del Nuevo Testamento para considerar cómo el Espíritu se relaciona al pecado en nuestras vidas como un resultado de la caída. ¿Cómo se relaciona el Espíritu al pecado en nuestras vidas?

El Espíritu convence de pecado…

Primero, una de las más claras descripciones que tenemos de Jesús es la de Juan 16. El Espíritu convence de pecado. “Y cuando él…” el Espíritu Santo “venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más.”

El Espíritu responde al pecado…

Esto no es solo algo del Nuevo Testamento. En el Viejo Testamento, el Espíritu responde al pecado. Estas dos verdades de alguna manera van juntas. El Espíritu responde al pecado. Él refleja el placer de Dios en obediencia. En nuestra obediencia, el Espíritu, porque Él es manifiesto en la presencia de Dios y muestra el poder de Dios en obra, refleja el placer de Dios en nuestra obediencia. El Espíritu desciende como paloma. Esto es más claro en Juan 1 y Juan 3 hablando acerca de Jesús quien es perfectamente obediente a Dios. Usted tiene esta descripción del Espíritu viniendo del cielo y permaneciendo en Él. Vamos a hablar de esto más tarde.

La imagen es también en Mateo 3:16-17. El Espíritu desciende como paloma, y el Padre dice, “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”. Refleja en el placer de Dios y la obediencia del Hijo. Entonces, Juan da este testimonio: “También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él.” (Juan 1:32) “Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida.” (Juan 3:34)

Él refleja el disgusto de Dios en obediencia

Esto es también reflejo en la Escritura, y yo quiero que vean esto en el Viejo Testamento en particular. Estos versos de Jueces están acerca de Sansón, y quiero que ustedes escuchen lo que dice. “Y la mujer dio a luz un hijo, y le puso por nombre Sansón. Y el niño creció, y Jehová lo bendijo. Y el Espíritu de Jehová comenzó a manifestarse en él…” entonces, vemos el favor de Dios en Sansón a través del Espíritu de Dios.

“Y el Espíritu de Jehová vino sobre Sansón, quien despedazó al león como quien despedaza un cabrito, sin tener nada en su mano; y no declaró ni a su padre ni a su madre lo que había hecho.” (Jueces 14:6) Ese es el Espíritu de Dios en Sansón habilitándolo a hacer eso. “Y el Espíritu de Jehová vino sobre él, y descendió a Ascalón y mató a treinta hombres de ellos; y tomando sus despojos, dio las mudas de vestidos a los que habían explicado el enigma” (Jueces 14:19)

“Y así que vino hasta Lehi, los filisteos salieron gritando a su encuentro; pero el Espíritu de Jehová vino sobre él, y las cuerdas que estaban en sus brazos se volvieron como lino quemado con fuego, y las ataduras se cayeron de sus manos. Y hallando una quijada de asno fresca aún, extendió la mano y la tomó, y mató con ella a mil hombres.” (Jueces 15:14-15) algo está pasando justo cuando, número uno, usted piensa tomar la quijada de un asno, y entonces se torna el medio por el cual usted derriba al pueblo que viene tras usted. Esta es la descripción de Sansón, atribuyó al Espíritu de Dios en él.

Sin embargo, cuando vemos la vida de Sansón es un patrón de persistencia en el pecado persistencia en la autosuficiencia. Entonces, viene el punto cuando Dios muestra desagrado en la vida de Sansón a través de Su Espíritu. Escuche el próximo: “Y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él.” (Jueces 16:20) Vemos al Espíritu de Dios apartándose aquí en respuesta a la persistencia de Sansón en pecado y autosuficiencia. Es la misma imagen que vemos en Saúl en 1ra Samuel 16:14: “El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová.”

Vamos a hablar acerca de cómo el Espíritu de Dios viene a las personas en el Viejo Testamento, y entonces no permanece en ellos en la misma manera que vemos en el Nuevo Testamento, pero aquí está la imagen que estamos viendo: el Espíritu de Dios está reflejando el placer de Dios en obediencia y el desagrado de Dios en desobediencia. Piense acerca de esto en la luz del Nuevo Testamento y lo que este enseña. Cuando pecamos, ¿Cómo afecta esto al Espíritu?

Cuando pecamos, contristamos al Espíritu

“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.” (Efesios 4:30) Cuando pecamos, mentimos al Espíritu. “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?” (Hechos 5:3) aquí está la seriedad del pecado en la Escritura. Contristamos al Espíritu de Dios con pensamientos rebeldes, dando cabida en estos pensamientos o diciendo esto o haciendo esto o fallando en hacer esto.

Cuando pecamos, resistimos al Espíritu

Con cualquier pecado, contristamos al Espíritu, mentimos al Espíritu y, cuando pecamos, resistimos al Espíritu. “¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo” (Hechos 7:51) cuando pecamos, contaminamos al Espíritu. Dice esto, específicamente, en 1ra Corintios 6:19-20 en el contexto de la inmoralidad sexual la cual contamina tu cuerpo. “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo”

Cuando pecamos sofocamos al Espíritu

Apagamos la llama del Espíritu. Pecar es como verter agua en nuestra llama interna. “No apaguéis al Espíritu. No menospreciéis las profecías.” (1ra Tesalonicenses 5:19-20) Cuando pecamos, insultamos al Espíritu. “¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?” (Hebreos 10:29) nuestro pecado, ciertamente, afecta al Espíritu, y el Espíritu responde a nuestro pecado, pero existe una parte buena, para que tengamos un ideal totalmente negativa de la relación del Espíritu a nuestro pecado en nuestras vidas.

El Espíritu da victoria sobre el pecado

En segundo lugar, el Espíritu da victoria sobre el pecado. Vivimos en el Espíritu “porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.” (Romanos 8:13) Romanos 8 es el capítulo triunfante del Espíritu.

Justo después de Romanos 7, en donde tienes que librar esta guerra, Pablo dice en Romanos 7:15-20 y 7:24-25, Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.

Él continúa en Romanos 8:1-2, “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.” Él da victoria sobre el pecado. Entonces, de acuerdo con el resto de este capítulo, cuando usted es puesto a muerte los delitos del cuerpo por Espíritu, usted vivirá porque aquellos que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Esta es la descripción del triunfo del Espíritu. ¡Qué gracia! ¡Qué misericordia! Aquel a quien insultamos no nos condena. Aquel a quien contristamos y resistimos y mentimos, da vida. ¡Que gracia y misericordia y victoria sobre el pecado! Esas son buenas noticias.

Batallamos en el Espíritu

“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios” (Efesios 6:12-17)

¿Qué es la “espada del Espíritu”? miren a Jesús en su tentación – la batalla cuando Él está tentado en Mateo 4 y Lucas 4. ¿Con qué Él batalla? con La Palabra. La espada del Espíritu. Él pelea en contra de la tentación. Este es el por qué nos guardamos la Palabra en nuestros corazones porque es nuestra arma en la batallas con el pecado. Es la espada del Espíritu.

Vivimos en el Espíritu, batallamos en el Espíritu y oramos en el Espíritu. Efesios 6:18 es el seguimiento de toda la imagen de la armadura de Dios. “orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;”

De manera, que es un breve tratamiento de cómo el Espíritu responde al pecado. Reflejando el deleite de Dios en obediencia, el desagrado de Dios en desobediencia. Cómo el Espíritu responde a nuestro pecado cuando mentimos o resistimos o lo contristamos, Él nos da victoria sobre el pecado. Aquí es donde vamos a pasar más tiempo.

El Espíritu y la Redención: Tres etapas…

Vamos a ver en el Espíritu y la redención en tres diferentes formas – tres etapas. Redención anticipada – Génesis hasta Malaquías – en el Viejo Testamento. El Espíritu con Israel. De lo que vamos a estar pensando es sobre redención anticipada en el Viejo Testamento. Redención cumplida – Mateo hasta Juan. Vamos a ver en la historia de Cristo. Vamos a ver al Espíritu, no con Israel, sino el Espíritu sobre Cristo – la relación entre el Espíritu y Cristo. Redención aplicada – Hechos hasta Apocalipsis. El Espíritu en la Iglesia.

Entonces, estas son las tres avenidas que vamos a estar utilizando. Redención aplicada es donde vamos a tener un rol. Vamos a estudiar lo que el Espíritu está haciendo en nuestras vidas, pero para entender eso, tenemos que entender cómo esto fue anticipado y cumplido en Cristo, como el Espíritu estaba trabajando con Israel y sobre Cristo, y eso informa cómo el Espíritu obra en la Iglesia.

Redención Anticipada: El Espíritu con Israel

La palabra importante es “con” – el Espíritu con Israel. La razón por la que enfatizo esto es que, en el Viejo Testamento, el Espíritu Santo es una presencia transitoria. Vimos esto anteriormente. “El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová.” (1ra Samuel 16:14) David clamando es una muestra de esto en el Viejo Testamento. “No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu.” (Salmos 51:11) El Espíritu está viniendo sobre las personas y dejando a las personas. Él es una presencia transitoria. Hay algunos momentos en el Viejo Testamento en donde el Espíritu es mencionado como llenando a las personas o siendo en personas, pero la mayor parte, lo que tenemos es esta imagen del Espíritu con personas. No incluí esto en sus notas, pero Ezequiel 1 y 10 es una descripción donde el profeta Ezequiel vio al Espíritu de Dios apartándose del Templo de Jerusalén. El Espíritu de Dios saliendo de este lugar donde habitaba. Entonces, es una presencia transitoria.

En el Viejo Testamento el Espíritu Santo es una promesa no cumplida

Preste mucha atención aquí. Por no cumplida, básicamente, quiero decir incompleta. Había más por venir. La plenitud, la promesa del Espíritu Santo, no está experimentada en el Viejo Testamento. Hay algo todavía por ver. Esto es de lo que los profetas hablaban. Escuchen a Isaías: “Porque los palacios quedarán desiertos, la multitud de la ciudad cesará; las torres y fortalezas se volverán cuevas para siempre, donde descansen asnos monteses, y ganados hagan majada hasta que sobre nosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el desierto se convierta en campo fértil, y el campo fértil sea estimado por bosque.” (Isaías 32:14-16) algo está por venir.

“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré…” [Algo está por venir en el futuro] “Dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos” (Ezequiel 36:26-28) “Ni esconderé más de ellos mi rostro; porque habré derramado de mi Espíritu sobre la casa de Israel, dice Jehová el Señor.” (Ezequiel 39:29) “Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.” (Joel 2:28-29) Entonces, algo viene. Esto está anticipado.

Presencia transitoria. Promesa incumplida. Incompleta en el Viejo Testamento. Mantenga esto en su mente, y volveremos sobre ello después. ¿Qué está haciendo el Espíritu, entonces? Si Él vendrá en una plenitud más grande, ¿Qué va a hacer Él ahora?

El Espíritu habilita la obra de Dios

El Espíritu habilita la obra de Dios con Israel en el Viejo Testamento. Él está habilitando la obra de Dios. Esta es una variedad de diferentes maneras. Él empodera al pueblo de Dios para dirigir. Él viene y le dice a Moisés. “Voy a tomar el Espíritu que he puesto en ti, y voy a poner en otros, y ellos te van a ayudar a llevar la carga del liderazgo entre el pueblo de Israel. Voy a habilitarlos al derramar mi Espíritu en otras personas”

“Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo.” (Números 11:16-17)

La misma imagen está en Números 27:18 en relación a Josué, sucesor de Moisés: “Y Jehová dijo a Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él”

Es visto a través de los Jueces. Vemos esto en Jueces 3:10: “Y el Espíritu de Jehová vino sobre él, y juzgó a Israel, y salió a la batalla, y Jehová entregó en su mano a Cusan-risataim rey de Siria, y prevaleció su mano contra Cusan-risataim.” Cuando usted llega a Jueces 6:34, usted tiene a Gedeón. El Espíritu viene sobre Gedeón, y usted tiene Jueces 11:29: “Y el Espíritu de Jehová vino sobre Jefté.”

El Espíritu está viniendo sobre estos hombres para habilitarlos para dirigir. Entonces, usted llega hasta Saúl, “Y cuando llegaron allá al collado, he aquí la compañía de los profetas que venía a encontrarse con él; y el Espíritu de Dios vino sobre él con poder, y profetizó entre ellos.” (1ra Samuel 10:10) luego, David: “Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá” (1ra Samuel 16:13) Él está habilitando la obra de Dios al empoderar a las personas a dirigir.

Él equipa al pueblo de Dios con destrezas

Dios estaba dando explicaciones acerca de lo que los sacerdotes necesitaban vestir, de igual forma de lo que el Tabernáculo – La Carpa de Reunión – y el Arca del Pacto necesitaban parecer. Miren en Éxodo 31:1-5:

“Habló Jehová a Moisés, diciendo: Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, y en artificio de piedras para engastarlas, y en artificio de madera; para trabajar en toda clase de labor.”

Este hombre era bueno en la artesanía. ¿Por qué? porque fue lleno con el Espíritu de Dios. Él está equipando al pueblo de Dios con destrezas. “Y tú hablarás a todos los sabios de corazón, a quienes yo he llenado de espíritu de sabiduría, para que hagan las vestiduras de Aarón, para consagrarle para que sea mi sacerdote.” (Éxodo 28:3)

“Y dijo Moisés a los hijos de Israel: Mirad, Jehová ha nombrado a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; y lo ha llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para proyectar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, y en la talla de piedras de engaste, y en obra de madera, para trabajar en toda labor ingeniosa. Y ha puesto en su corazón el que pueda enseñar, así él como Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan; y los ha llenado de sabiduría de corazón, para que hagan toda obra de arte y de invención, y de bordado en azul, en púrpura, en carmesí, en lino fino y en telar, para que hagan toda labor, e inventen todo diseño.” (Éxodo 35:30-35)

Él habilita al pueblo de Dios para la victoria

Isaías 63 está hablando acerca de cómo Dios guió a su pueblo a través del Mar Rojo por su Espíritu.

“Pero se acordó de los días antiguos, de Moisés y de su pueblo, diciendo: ¿Dónde está el que les hizo subir del mar con el pastor de su rebaño? ¿dónde el que puso en medio de él su santo espíritu, el que los guió por la diestra de Moisés con el brazo de su gloria; el que dividió las aguas delante de ellos, haciéndose así nombre perpetuo, el que los condujo por los abismos, como un caballo por el desierto, sin que tropezaran?”

1ra Samuel es en cierta manera una historia humorística porque todo el libro es una historia describiendo cómo Saúl quiere matar a David. David escucha de esto y escapa. Él termina llegando a donde está Samuel. Saúl se da cuenta que David y Samuel están en un lugar en particular, y Saúl envía a alguno de sus hombres para matar a David. Entonces, sus hombres van, y cuando van, escuchen a lo que 1ra Samuel 19:20 dice, “Entonces Saúl envió mensajeros para que trajeran a David, los cuales vieron una compañía de profetas que profetizaban, y a Samuel que estaba allí y los presidía. Y vino el Espíritu de Dios sobre los mensajeros de Saúl, y ellos también profetizaron.” ¿No es eso grande? Ellos estaban supuestos a matar a David, y el Espíritu de Dios, en vez de eso dice, “Vendré sobre ustedes, y van a parar lo que están haciendo, y van a empezar a profetizar” es, básicamente, una imagen de un estado de trance en donde ellos estaban profetizando.

Saúl escucha y él está pensando, “¿Por qué están estos hombres profetizando cuando están supuestos a estar matando? Debo ir yo mismo y tomar las cosas en mis manos.” Entonces, Saúl va, y cuando llega, el Espíritu viene sobre Saúl, y comienza a profetizar.

No solamente que comienza a profetizar sino que en 1ra Samuel 19 dice que él se desvistió de sus ropas y empezó a profetizar. Entonces, Saúl estaba pensando que iba a eliminar a David, pero en vez de eso, se encuentra a sí mismo desnudo y profetizando bajo el poder del Espíritu de Dios. Esta no era la manera que él planeó las coas. ¿No es esta una gran historia? El Espíritu de Dios habilita a las personas para la victoria.

Él anima al pueblo de Dios a perseverar

Vemos al Espíritu de Dios animando al pueblo a perseverar como ya hemos leído en Salmos 143:9-10 “Líbrame de mis enemigos, oh Jehová; En ti me refugio. Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.” Isaías 44:1-3 dice,

“Ahora pues, oye, Jacob, siervo mío, y tú, Israel, a quien yo escogí. Así dice Jehová, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará: No temas, siervo mío Jacob, y tú, Jesurún, a quien yo escogí. Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos;”

Este es un tiempo difícil entre el pueblo de Israel.

“Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.” (Zacarías 4:6) Ustedes van a perseverar a través de esto. Miren en Hageo 2:4-5, especialmente al final:

“Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate también, Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote; y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y trabajad; porque yo estoy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos. Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi Espíritu estará en medio de vosotros, no temáis.”

Qué ánimo viene ahí en Hageo del Espíritu. “Mi Espíritu está entre ustedes… Estoy con ustedes… no teman.” Entonces, el Espíritu está animando al pueblo de Dios a perseverar.

Estas son todas las maneras donde Él está habilitando la obra de Dios. Él está empoderando a personas, Él está equipando personas, Él está habilitándolos para la victoria, Él está animándolos para perseverar – todas estas diferentes maneras a través del Viejo Testamento. Él está habilitando la obra de Dios.

El Espíritu inspira la adoración a Dios

Este es David, el hombre que escribió tantos Salmos y canciones de adoración: “Estas son las últimas palabras de David: “Estas son las palabras postreras de David. Dijo David hijo de Isaí,  dijo aquel varón que fue levantado en alto,  el ungido del Dios de Jacob,  el dulce cantor de Israel: El Espíritu de Jehová ha hablado por mí,  Y su palabra ha estado en mi lengua.” (2da Samuel 23:1-2) el Espíritu en el Viejo Testamento inspiró la adoración a Dios.

El Espíritu revela la Palabra de Dios

Ezequiel 2:1-8 es un pasaje increíble – escuchen esto e imagínense siendo Ezequiel: Me dijo: Hijo de hombre, ponte sobre tus pies, y hablaré contigo. Y luego que me habló, entró el Espíritu en mí y me afirmó sobre mis pies, y oí al que me hablaba. Y me dijo: Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a gentes rebeldes que se rebelaron contra mí; ellos y sus padres se han rebelado contra mí hasta este mismo día. Yo, pues, te envío a hijos de duro rostro y de empedernido corazón; y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor. Acaso ellos escuchen; pero si no escucharen, porque son una casa rebelde, siempre conocerán que hubo profeta entre ellos. Y tú, hijo de hombre, no les temas, ni tengas miedo de sus palabras, aunque te hallas entre zarzas y espinos, y moras con escorpiones; no tengas miedo de sus palabras, ni temas delante de ellos, porque son casa rebelde. Les hablarás, pues, mis palabras, escuchen o dejen de escuchar; porque son muy rebeldes. Mas tú, hijo de hombre, oye lo que yo te hablo; no seas rebelde como la casa rebelde; abre tu boca, y come lo que yo te doy.

El Espíritu habló al profeta. “Escucha de parte de Dios… come lo que Él provee… proclama Su mensaje… di lo que Él diga… estarás en medio de escorpiones y personas que se van a rebelar pero hablen lo que les doy para hablar” Esto es lo que el profeta haría – Revelando la Palabra de Dios.

Ahora, esto es como este trabajo funciona. Dos pasos. Recuerden estas cosas aquí, también, porque esto nos ayudará a entender algo después en el estudio. Revelación: El profeta recibe la Palabra. Inspiración: El profeta transmite la Palabra. Él proclama la Palabra en discurso. Así ha dicho Jehová el Señor. Esto es lo que el Señor dijo en 2da Crónicas 24:20: “Entonces el Espíritu de Dios vino sobre Zacarías, hijo del sacerdote Joiada; y puesto en pie, donde estaba más alto que el pueblo, les dijo: Así ha dicho Dios: ¿Por qué quebrantáis los mandamientos de Jehová? No os vendrá bien por ello; porque por haber dejado a Jehová, el también os abandonará.”

El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya. Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones. (Isaías 61:1-4)

“Mas yo estoy lleno de poder del Espíritu de Jehová, y de juicio y de fuerza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado.” (Miqueas 3:8) entonces, el profeta recibe la Palabra y transmite la Palabra. Revelación, inspiración. Mantenga eso en mente.

Mientras entendemos estas dos cosas, primero, Él proclama la Palabra en la Escritura. Aquí es donde tengo algunos pasajes del Nuevo Testamento que nos dicen lo que Dios estaba haciendo en el Viejo Testamento. Escuchen esto:

“En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los reunidos eran como ciento veinte en número), y dijo: Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de Judá, que fue guía de los que prendieron a Jesús, y era contado con nosotros, y tenía parte en este ministerio.” (Hechos 1:15-17)

El Espíritu Santo habló a través de la boca de David. También vemos esto en Hechos 4:25-26, “que por boca de David tu siervo…” luego, 2da Pedro 1:20-21 – dos versos muy importantes para entender la Escritura – dice, “entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.” El Espíritu estaba llevándolos y hablando a través de ellos.

Entonces ¿Qué hemos visto con el Espíritu Santo en Israel? El Espíritu habilita la obra de Dios, y Él esta dando la Palabra de Dios, también. Eso es. Estamos claros en eso. Al final, ustedes todavía tienen esta anticipación porque hay algo que no esta completo. Existe una presencia transitoria, una presencia incompleta.

Redención completada: El Espíritu en Cristo

Entonces, usted llega a Mateo, Marcos, Lucas y Juan – los Evangelios – y la historia de Jesús, y empezamos a ver el cumplimiento, y ahora, tenemos que ver esto en Cristo antes que empecemos a hablar acerca de nuestras vidas y la iglesia. Esta es una gran cita de Abraham Kuyper: La iglesia nunca ha sido suficientemente confesa en la influencia del Espíritu Santo ejercida en la obra de Cristo. La impresión general es que la obra del Espíritu Santo comienza cuando la obra del Mediador en la tierra termina, como se pensó hasta ese tiempo, el Espíritu Santo celebro su divino día de descanso. Como (Él estaba sentado, esperando entrar en el juego. Eso no es cierto) todavía la Escritura nos enseña una y otra vez que Cristo desarrolló su labor mediadora controlado e impelido por el Espíritu Santo.

Entonces, lo que quiero que hagamos es pensar acerca de cómo toda esta promesa fue completada en Cristo, y entonces pensar acerca de como se relaciona a diferentes facetas de la vida de Cristo y la Persona de Cristo.

En el Viejo Testamento, el Espíritu Santo es una presencia transitoria. En Cristo, el Espíritu Santo es una presencia permanente. Esta es la descripción en Juan 1:32-34:  “También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él. Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo. Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.”

En el Viejo Testamento, el Espíritu Santo es una promesa no cumplida. En Cristo, el Espíritu Santo es una promesa cumplida. Escuchen estas profecías en el Viejo Testamento. Isaías 11:1-3

“Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos.”

El Espíritu reposará en Él.

Mateo 12:15-21

Entonces, usted llega a Mateo 12:15-21. Esto es citando de la profecía de Isaías 42: Sabiendo esto Jesús, se apartó de allí; y le siguió mucha gente, y sanaba a todos, y les encargaba rigurosamente que no le descubriesen; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: He aquí mi siervo, a quien he escogido; Mi Amado, en quien se agrada mi alma; Pondré mi Espíritu sobre él, Y a los gentiles anunciará juicio. No contenderá, ni voceará, Ni nadie oirá en las calles su voz. La caña cascada no quebrará, Y el pábilo que humea no apagará, Hasta que saque a victoria el juicio. Y en su nombre esperarán los gentiles.

Lucas 4:17-21

Lucas 4:17-21 habla la historia de cuando Jesús se paró en la sinagoga y empieza a leer: “Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor. Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.

Lo que fue prometido acerca del Espíritu es ahora completado en esta frase “Sobre Mí” ¿Cómo es eso expuesto en las diferentes facetas de su vida?

El Espíritu y la Encarnación de Cristo

El Espíritu y la Encarnación de Cristo. ¿Qué está haciendo el Espíritu en la vida de Cristo? ¿En el nacimiento de Cristo? El Espíritu prepara el camino para la encarnación proféticamente. Lo que ustedes tienen en Lucas 1 y 2 son las imágenes del Espíritu viniendo sobre las personas y habilitando a Elizabeth y luego a Zacarías, a que profeticen acerca de la venida de Cristo: “Y aconteció que cuando oyó Elizabeth la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elizabeth fue llena del Espíritu Santo, y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre.” (Lucas 1:41-42)

Y Zacarías su padre fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó, diciendo: Bendito el Señor Dios de Israel, que ha visitado y redimido a su pueblo, Y nos levantó un poderoso Salvador en la casa de David su siervo, como habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio; Salvación de nuestros enemigos, y de la mano de todos los que nos aborrecieron; Para hacer misericordia con nuestros padres, Y acordarse de su santo pacto; Del juramento que hizo a Abraham nuestro padre, que nos había de conceder que, librados de nuestros enemigos, sin temor le serviríamos en santidad y en justicia delante de él, todos nuestros días. (Lucas 1:67-75)

Vamos a leer esto bien rápido – esta es una gran historia. Escuchen esto:

Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor. Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley, él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo: Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, Conforme a tu palabra; Porque han visto mis ojos tu salvación, La cual has preparado en presencia de todos los pueblos; Luz para revelación a los gentiles, Y gloria de tu pueblo Israel. (Lucas 2:25-32)

¿No es esta una gran historia? Usted vive para este día, y usted ve este niño que viene, y el Espíritu se mueve en usted para darse cuenta de que esta es la salvación del Señor. ¡Qué increíble historia! Preparando el camino para la Encarnación proféticamente.

El Espíritu hace posible la Encarnación físicamente

Entonces, el Espíritu hace posible la Encarnación físicamente. Esto es visto al final de Lucas 1 cuando los ángeles le dicen a María, “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.” cuando el Espíritu Santo venga sobre ti.

Esto es lo que el ángel le dice a José en Mateo 1:José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.

El Espíritu Santo es, literalmente, configurando la humanidad de Cristo en María. Esa es la imagen aquí. El Espíritu y la Encarnación. Entonces ese es su nacimiento.

El Espíritu y el Bautismo de Cristo

Luego, no tenemos muchas referencias bíblicas entre su nacimiento y su bautismo. El Espíritu y el bautismo de Cristo. ¿Qué hace el Espíritu? En el bautismo de Jesús, el Espíritu confirma la promesa del Viejo Testamento, particularmente en Juan 1 pasaje que esta listado abajo. “Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.” (Mateo 3:16-18)

“El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo. Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua. También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él. Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo. Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.” (Juan 1:29-34)

El Espíritu Santo confirma

En el bautismo de Jesús, el Espíritu comisiona a Cristo para el ministerio

Justo después que es bautizado, el Espíritu viene sobre Él en forma de paloma, que es lo que acabamos de ver en Mateo 3. Miren en Marcos 1 al final: “Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él. Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia. Y luego el Espíritu le impulsó al desierto.”

Entonces, Él es enviado inmediatamente por el Espíritu, comisionado.

El Espíritu y la Tentación de Cristo…

Ahora, Él va a la tentación. El Espíritu y la tentación de Cristo. “Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto…” (Lucas 4:1) entonces, luego que Él es tentado, entre los versos 1 y 14, “Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor.” (Lucas 4:14) cuando piensa en ello, esto es justo una historia asombrosa. El Espíritu guió a Jesús al desierto. El Espíritu de Dios guió a Jesús al lugar donde Él sería tentado. Lo guió. El Espíritu empoderó a Jesús en el desierto. Hablamos acerca de eso – la espada del Espíritu – la Palabra de Dios. El Espíritu libró a Jesús del desierto. Él retornó a Galilea en el poder del Espíritu. El Espíritu esta en toda ésta historia de la tentación de Cristo.

No obvie esta verdad – Lucas está particularmente enfocado en esto porque Lucas escribió otro libro, Hechos, lo cual es la descripción del Espíritu, entonces Lucas es muy intencional para mostrarnos al Espíritu, no es una nueva idea en Hechos sino está en todo Jesús. El Espíritu de Dios está en todo Jesús en el libro de Lucas. Mantenga eso en la mente.

El Espíritu y la Obra de Cristo

El Espíritu y la obra de Cristo. Su vida y ministerio. Jesús obró en el poder del Espíritu. Este es el pasaje que provoca conversación acerca de la blasfemia contra el Espíritu, pero al final, él dice, “Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.” (Mateo 12:25-28) esto está hablando acerca de echar fuera demonios. Esta es la imagen del Espíritu de Dios confrontando fuerzas espirituales del mal y en los reinos celestiales y siendo exhibidas a través de la vida y ministerio de Cristo.

No solo obra en el poder del Espíritu, sino que Jesús obro en el gozo del Espíritu. Esto es justo después que Jesús habla acerca de ver a Satanás caer como rayo del cielo y fuerzas del mal sometiéndose, no solo a Jesús, sino también a sus seguidores. Lucas 10:21 dice, “En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó” Lleno de gozo a través del Espíritu Santo. Hay poder y gozo aquí.

El Espíritu y la Pasión de Cristo…

El Espíritu y la Pasión de Cristo. Aquí es donde tenemos que ir fuera de los registros del Evangelio, porque, en Mateo, Marcos, Lucas y Juan, en las historias de la cruz y resurrección, no vemos referencias explicitas al Espíritu de Dios. Sin embargo, miren en lo que el resto del Nuevo Testamento enseña. El Espíritu empoderó a Jesús para la cruz. “¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?” (Hebreos 9:14).

El Espíritu empoderó a Jesús en la cruz, y el Espíritu vindicó a Jesús en la resurrección. Romanos 1:1-4 establece, Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios, que él había prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras, acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne, que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos: Jesucristo nuestro Señor.

“E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.” (1ra Timoteo 3:16)

“Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu” (1ra Pedro 3:18)

El Espíritu y la ascensión de Cristo…

El Espíritu empodera a Jesús en la cruz y lo vindica en la resurrección. Luego llegamos al Espíritu y la ascensión de Cristo. La ascensión es el catalítico para la venida de la presencia del Espíritu. Esta es una verdad importante. La ascensión queda algo así como eclipsada por la obra personal de Cristo a veces, pero es una verdad masiva. Escuchen lo que Jesús dice en Juan 7:37-39: En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado. Juan 7:37-39

Jesús necesitaba ser glorificado y ascendido a la diestra del Padre para que el Espíritu fuese dado. Ese es el por qué, cuando llegamos a Hechos 1:4-9, nos es dada esta promesa (vea el verso 8): Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días. Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.

La ascensión es el catalítico para la venida de la presencia del Espíritu.

La ascensión es clave para la continuación de la obra del Espíritu

Quiero mostrarles esto. Abra conmigo en Hechos 1:1-2. Quiero animarles a que subrayen una de las más grandes palabras en Hechos 1 que es fácil de obviar. Escuchen este relato. Escuchen cómo Lucas inicia su relato. Él está escribiendo a Teófilo: “En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que fue recibido arriba,…” les voy a animar que subrayen la palabra “comenzó”. Piense en ella. Él acaba de escribir este Evangelio por completo, y él dice que esto es solo el comienzo de lo que Jesús ha hecho y enseñado. Luego, usted llega a Hechos 1 por el verso 11, Jesús ya no está en la tierra. Entonces, ¿Cómo es que todo el libro de Lucas es solo el principio si Jesús ya se ha ido en Hechos 1:11?

Vemos varias referencias a Cristo en el resto de Hechos pero ni cerca tan prevalentes. Aquí está la belleza. El Espíritu de Dios sería la presencia de Cristo habitando en el pueblo de Dios, entonces la obra de Cristo y su pueblo no solo fue el principio en los Evangelios. Sería esparcido entre 120 creyentes en Hechos 1; 3000 al final de Hechos 2, entonces, 5,000, y así continuó. Existen millones de personas alrededor del mundo que tienen la misma presencia de Cristo viviendo en nosotros, porque Él ha ascendido al cielo, y Él ha enviado Su Espíritu a nosotros. La ascensión es la clave para continuación de la obra del Espíritu.

Hechos 7 es uno de esos lugares donde vemos a Cristo. Esteban está a punto de ser apedreado y él mira hacia arriba, y él ve el cielo abierto y al Hijo del Hombre – Jesús – parado a la diestra de Dios. “Oyendo estas cosas, se enfurecían en sus corazones, y crujían los dientes contra él. Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios.”

“¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.” (Romanos 8:34)

La ascensión es la confirmación que el Espíritu guiará a la Iglesia a la segunda venida de Cristo

La promesa en la ascensión es que Jesús volverá

“Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.” (Hechos 1:10-11)

Redención Aplicada: El Espíritu en la Iglesia

Lo que hemos visto es el Espíritu con Israel y el Espíritu sobre Cristo. Ahora, el Espíritu en la Iglesia. Lo que quiero que hagamos es leer partes de Hechos 2. Ustedes tienes algunos espacios en blanco ahí en sus notas. Quiero que vayamos a algunos pasajes juntos porque quiero mostrarles como todo esto encaja. Esta es la historia de Pentecostés. No existe ningún detalle en esta historia que no sea intencional; no es así por el diseño soberano del Todopoderoso  Dios.

En Hechos, Aquel que posee el Espíritu ahora derrama el Espíritu

He incluido esa promesa de Juan 14:12: “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.” Aún cosas mayores.

Luego, una cita de Juan 7:39 donde Jesús dijo, “Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.”

Leamos lo que pasa cuando el Espíritu viene en Hechos 2:1-13. Imagínese como si esto fuese la primera vez que ha leído esto.

“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.

Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de África más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios. Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto? Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto.”

¡Qué escena! ¿Puede usted imaginar estando unánimes juntos? De repente, un sonido como un estruendo – como un tornado – viene. Lenguas de fuego sobre las personas alrededor suyo. Todos empiezan a hablar en diferentes lenguajes representando las naciones. ¡Qué escena más maravillosa! ¿Sin embargo, qué está pasando aquí?

Existen tres verdades principales siendo inauguradas con el Espíritu en la Iglesia. Hemos visto el Espíritu con Israel, el Espíritu en Cristo, y ahora el Espíritu en la Iglesia.

El Espíritu habilita a la iglesia a experimentar la presencia de Dio

Primero, el Espíritu habilita a la iglesia a experimentar la presencia de Dios. No exactamente un viento, sino algo que suena como un viento. Queden aquí y vayamos a Ezequiel 37. Ya hemos visto a través del Viejo Testamento que el viento es imaginario que representa al Espíritu de Dios. Quiero que recuerden lo que había sido profetizado en relación al Espíritu con Israel en Ezequiel 37. Recuerden Ezequiel 36 es cuando la promesa fue dada a poner “Mi Espíritu sobre ustedes” luego Ezequiel 37, miren conmigo en los versos del 9 al 14. Esta es la profecía en Ezequiel: Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo. Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo destruidos. Por tanto, profetiza, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel. Y sabréis que yo soy Jehová, cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras sepulturas, pueblo mío. Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová.

Verso 14 es el Espíritu con Israel, sin embargo, escuchen la preposición ahí: “Pondré mi Espíritu [no con] ustedes… “sino, “pondré mi Espíritu en ustedes y vivirán.” Luego, en Hechos 2, en Pentecostés la presencia de Dios con el pueblo de Dios del Viejo Testamento está ahora viniendo a la vida en las personas. Él ya no está habitando con Su pueblo sin en Su pueblo. Él habilita a la iglesia a experimentar la presencia de Dios.

El Espíritu Santo habilita a la iglesia a obedecer los mandamientos de Dios

Segundo, el Espíritu Santo habilita a la iglesia a obedecer los mandamientos de Dios. Ahora, en este punto, debemos darnos cuenta de que Pentecostés era una celebración Judía. Judíos de todas partes del mundo venían a ella como se describe aquí, y era celebrado 50 días después de la Pascua. Era, tradicionalmente, una celebración para cuando Dios dio a Su pueblo los 10 Mandamientos. Entonces, 50 días después de la Pascua, ellos celebraban cuando Dios le dio a Su pueblo la Ley, los 10 Mandamientos. Entonces, usted tiene personas reunidas juntas 50 días después de la Pascua para la Fiesta de Pentecostés. Recuerden que la Pascua en Lucas 22-24 fue cuando Jesús fue crucificado, y pasó durante el tiempo de la Pascua. Entonces, ahora 50 días después, el pueblo de Dios se reúne para una celebración del recibimiento de la Ley en el Viejo Testamento.

Ahora, guarde el paso aquí en Hechos 2 y vuelva conmigo a Éxodo 19. Esto es cuando Dios dio a Su pueblo la ley. Esto es un poco de lo que estábamos hablando anteriormente. Moisés se encuentra con Dios en la montaña, pero no todo el mundo puede accesar a la montaña – solo Moisés reuniéndose con Dios, y Él está dando Su Ley. Escuchen este relato empezando en Éxodo 19:16:Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento. Y Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios; y se detuvieron al pie del monte. Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera. El sonido de la bocina iba aumentando en extremo; Moisés hablaba, y Dios le respondía con voz tronante. Y descendió Jehová sobre el monte Sinaí, sobre la cumbre del monte; y llamó Jehová a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió. Y Jehová dijo a Moisés: Desciende, ordena al pueblo que no traspase los límites para ver a Jehová, porque caerá multitud de ellos. Y también que se santifiquen los sacerdotes que se acercan a Jehová, para que Jehová no haga en ellos estrago.

Entonces, lo que tenemos aquí es esta descripción de lo que pasó cuando Dios dio la Ley. Dios descendió sobre la montaña cubierto con fuego. El pueblo de Dios esta avisado de no venir, a no forzar su camino hacia la montaña y morir en el proceso. Entonces, llegamos a Éxodo 20 y eso es exactamente lo que pasa. Éxodo 20 le está dando los Diez Mandamientos. Continúen. Éxodo 20-31 les están dando la Ley, y luego llegamos a Éxodo 32, que es donde empezamos en este estudio. Moisés desciende, los ve adorando a este becerro de oro e intercede por ellos. Ni siquiera ha bien bajado de la montaña con la Ley, y ellos ya estaban rompiendo la Ley. Entonces, ¿Qué sucede? Éxodo 32:27-28, “Y él les dijo: Así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo; pasad y volved de puerta a puerta por el campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente. Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés; y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres.”

Entonces, en el Viejo Testamento – Éxodo 19 – Dios revela Su gloria a través de dar la Ley en la montaña a través del fuego. La desobediencia del pueblo a la Ley tuvo como resultado en 3,000 hombres muertos. Que sucedió, en este día llamado Pentecostés, la celebración de haber dado la ley, que el Espíritu de Dios descendió sobre Su pueblo, lenguas de fuego en cada una de estas personas, y ellos predicaron el Evangelio.

Llegamos a Hechos 2:36-41. ¿Recuerdan cuántas personas aceptaron a Cristo? 3,000 personas confiaron en Cristo ahí en Hechos 2 cuando ellos estaban celebrando el día en que la ley fue dada. Esa es una coincidencia maravillosa. No. Este es el Soberano Dios mostrando a Su pueblo un nuevo día ha amanecido. Ellos no fueron capaces de obedecer ésta ley y 3,000 hombres murieron. Ahora, el Espíritu esta en ellos para capacitarlos a obedecer y 3,000 vinieron a la vida.

Completar el propósito de Dios

El Espíritu está en nosotros para experimentar la presencia de Dios, para obedecer los mandamientos de Dios, y luego para completar el propósito de Dios. Lo que ellos hacen es empezar a predicar en todas estas diferentes lenguas. Vuelva a Génesis 11. ¿Recuerda las naciones? ¿Recuerda la Torre de Babel? Ellos estaban erigiendo esta torre por ellos mismos para hacer un nombre por ellos mismos, y ellos fueron esparcidos con sus diferentes lenguas. Luego, en Génesis 12:1-3, Dios le dice a Abraham, “Vas a ser mi pueblo, y serás bendición a todos los pueblos de la tierra, y todas las lenguas y todas las naciones de la tierra”.

Luego, llegas a Hechos 2, y el Espíritu de Dios viene sobre su pueblo, y usted los ve proclamando el Evangelio en todas estas diferentes lenguas, un anticipo de Apocalipsis 7: 9-10 de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas se reunirán alrededor del trono y cantarán “La Salvación pertenece a nuestro Dios, que está sentado en el trono y al Cordero” ¿Quién estará en el centro del trono? Este es el propósito de Dios en Génesis 12 – que Él bendecirá a su pueblo para que todas las naciones sepan que Él es bueno – viniendo a la vida en Hechos 2 con un anticipo de lo que vendrá en Apocalipsis 7. ¡Esta es una instancia increíble! No podemos en ningún sentido sobreestimar la imagen de lo que está pasando cuando el Espíritu viene en Pentecostés.

LESS THAN 1% OF ALL MONEY GIVEN TO MISSIONS GOES TOWARDS REACHING THE UNREACHED.

That means that the people with the most urgent spiritual and physical needs are receiving the least support. You can help change that!