Recursos en español de Radical

¿Debo quedarme o irme al campo misionero?

¿Cómo puede alguien que quiere ir al campo misionero saber cuándo es prudente quedarse para obtener más entrenamiento y experiencia, y cuándo empacar sus maletas y subirse a un avión?

La Biblia no tiene un capítulo que nos diga explícitamente cómo evaluar ese tipo de decisión, pero nos proporciona requisitos para los ancianos y diáconos (1 Timoteo 3:1-13; Tito 1:5-9). Misionero, tu vida debe estar marcada por cualidades de carácter similares.

Misionero, tu vida debe estar marcada por cualidades de carácter similares a las de los ancianos y diáconos.

Si estás considerando ir al campo misionero, voy a asumir que eres un cristiano bautizado. Si no has sido bautizado, comienza por hablar con tus pastores acerca de lo que es el bautismo y lo que significa. Si ya has sido bautizado, permíteme sugerir algunas preguntas que debes hacerte después de haber pasado tiempo orando y pidiéndole dirección al Señor.

¿Eres miembro fiel de la iglesia actualmente?

Ser un miembro fiel de la iglesia es el fundamento para cualquier discípulo de Cristo. Todo trabajo misionero debe tener como objetivo apoyar o plantar iglesias locales de alguna manera, por lo que necesitarás tener experiencia como miembro de una iglesia antes de ir.

Todo trabajo misionero debe tener como objetivo apoyar o plantar iglesias locales.

Después de todo, el plan de Dios para mostrar su sabiduría a los gobernantes y autoridades en las regiones celestiales no sucederá a través de organizaciones paraeclesiásticas, sino a través de la iglesia (Efesios 3:10). Lo digo como alguien que tiene más de veinticinco años de experiencia trabajando para ministerios paraeclesiásticos.

Quizás llegaste a Cristo a través de un ministerio estudiantil y has crecido a través de ese ministerio, pero aún no te has unido a una iglesia. Incluso si planeas hacer ministerio estudiantil paraeclesiástico en el extranjero, querrás crecer como un miembro fiel en una iglesia saludable durante al menos unos años antes de irte al campo.

¿Estás involucrado en un ministerio fructífero donde vives?

Como dice un buen amigo mío, montarse en un avión y volar al otro lado del mundo nunca transformó a nadie en un misionero efectivo. Si no estás dando fruto en algún ministerio en donde vives ahora, no estás listo para ir y tratar de dar fruto en una cultura diferente (Lucas 16:10). Dedica tiempo a participar en un ministerio que involucre cruzar algún tipo de barrera cultural para servir a otros, justo allí donde vives.

La mayoría de las ciudades en los Estados Unidos y Canadá tienen comunidades de inmigrantes de diferentes nacionalidades y, a menudo, ya hay una iglesia o ministerio paraeclesiástico trabajando entre ellos. Si no estás seguro de dónde encontrarlos, pregunta a los ancianos de tu iglesia local. Recuerda que los apóstoles realizaron múltiples misiones a corto plazo antes de que Jesús los comisionara a llevar el evangelio al mundo (Mateo 10:5-7). Aprende a dar fruto en el ministerio antes de ir al extranjero a largo plazo.

¿Has recibido entrenamiento ministerial y teológico adecuado?

Dependiendo del ministerio que piensas participar, a menudo es sabio aprovechar las riquezas de la formación en ministerio y teología que están disponibles en Occidente antes de ir al campo misionero. ¿Conoces bien tu Biblia (2 Timoteo 2:15)? ¿Puedes explicar el evangelio (Efesios 2:1-10; 2 Timoteo 3:3-7)? ¿Tienes un buen entendimiento de las doctrinas más importantes de la fe? Si alguien te preguntara qué es una iglesia y qué la hace saludable, ¿podrías responder?

Quizás deberías considerar obtener una certificación o incluso una maestría si eres joven. Si piensas ministrar a un grupo de personas no alcanzado y es requerido tener una formación profunda en el idioma, considera una formación misionera con un programa como Radius International o el Radical Training Center.

¿Los ancianos de tu iglesia afirmarían que estás calificado?

Si estás orando y considerando servir como misionero, comparte ese deseo con los ancianos de tu iglesia. Pídeles que oren por ti y preguntales qué cualificaciones buscarían en alguien antes de recomendarlo. Esto los hara conscientes de que aspiras a este tipo de ministerio y deja abierta la posibilidad de que te den sugerencias en el camino. Incluso podrías preguntar si alguno de ellos estaría dispuesto a discipularte.

En el libro de los Hechos, incluso el apóstol Pablo y Bernabé tuvieron la confirmación de su iglesia en Antioquía antes de comenzar su primer viaje misionero (Hechos 13:1–3). Pasar por el proceso de evaluación y afirmación con los líderes de su iglesia te protegerá a largo plazo mientras desarrollas confianza tanto en tu país como en el campo misionero.

¿Deberías quedarte o deberías irte?

Hay muchos factores que considerar al decidir si necesitas quedarte en casa por más tiempo o ir inmediatamente al campo misionero. Podrías hacer preguntas como: “¿Tiene mi cónyuge el mismo deseo de ir a vivir al extranjero?”, “¿Hay una iglesia que predique el evangelio a donde vas o tendrás que plantar una iglesia?” y muchas más.

Pero recuerda, el Señor Jesús prometió estar con nosotros durante todo el proceso de discernimiento (Mateo 28:19-20) y dar sabiduría a quienes la pidan (Santiago 1:5). También nos dará consejeros sabios si lo pedimos (Proverbios 27:9).

Si todavía te queda mucho por hacer antes de partir, no te desanimes. Dios siempre está obrando, incluso en una temporada de espera y más preparación (Isaías 40:31). Llevar el evangelio a las naciones vale la pena la oración, la preparación y el tiempo que se necesita para ser afirmado por tu iglesia.

Brian Parks

Brian Parks es el pastor principal de la Iglesia Covenant Hope en Dubái, Emiratos Árabes Unidos.

LESS THAN 1% OF ALL MONEY GIVEN TO MISSIONS GOES TO UNREACHED PEOPLE AND PLACES.

That means that the people with the most urgent spiritual and physical needs on the planet are receiving the least amount of support. Together we can change that!