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Liberados por la fe

En este mensaje sobre Gálatas 2, el Pastor David Platt nos recuerda que el placer de Dios en ti no se basa en tu desempeño para Él. En este capítulo, Pablo presenta tres imágenes del legalismo. En Gálatas 2:1-10, Pablo nos muestra una imagen del legalismo: comportamiento correcto con creencias incorrectas. En Gálatas 2:11-14, Pablo nos muestra una imagen de hipocresía: creencias correctas con comportamiento incorrecto. En Gálatas 2:15–21, Pablo nos muestra una imagen de la fe: creencias correctas con comportamiento correcto. A través de la fe en Cristo, somos aceptados por Dios.

  1. A través de la fe en Cristo, estamos vivos para Dios.
  2. El placer de Dios en ti se basa en el desempeño de Cristo por ti.

Si usted tiene una Biblia, y yo espero que sí, voy a invitarle a que la abra conmigo en Gálatas 2.

Gálatas 2, tenemos una gran palabra para el estudio de hoy. No es que no tenemos una gran palabra todas las semanas, pero yo tengo la esperanza, estoy orando para que este capítulo cobre vida en este salón y en nuestros corazones y transforme nuestras vidas y transforme incluso nuestra justa comprensión del cristianismo. Así que con ese fin, quiero orar por nosotros.

La semana pasada hablamos sobre la forma en que fuimos liberados por la gracia. Vamos a saltar de una vez y una verdad que hemos reiterado una y otra y otra vez es que el placer de Dios no se basa en nuestro rendimiento para Él.

El placer de Dios en usted no se basa en el rendimiento suyo para Él. Hablamos de eso mucho en Gálatas 1, y en cierto sentido, esto es una verdad libertadora. En otro sentido, es una verdad frustrante, porque empieza a pensar: “Bueno, yo quiero agradar a Dios, así que si no puedo agradar a Dios con todo lo que hago, entonces ¿cómo agrado a Dios?”

Y van a lugares como 2 Corintios 5, 1Tesalonicenses 2:4, I Tesalonicenses 4:01 – lugares diferentes en el Nuevo Testamento que hablan de nuestra forma de vivir para agradar a Dios, como nuestro objetivo es agradar a Dios, por lo que pide una pregunta, “Si el placer de Dios en mí, no se basa en mi rendimiento ante Él, entonces, ¿Cómo se puede agradar a Dios?”

Y ahí es donde Gálatas 2 nos va a ayudar. Lo que quiero ver, quiero que veamos es tres panoramas diferentes aquí en Gálatas 2. Y vamos a verlos uno a la vez, y luego vamos acampar un rato en el último. Pero quiero que lea cada uno de ellos, y con focos separados, por así decirlo, que nos ayudará para entender el capítulo como un conjunto.

Vamos a recorrer todo el camino a través de Gálatas 2, pero vamos a empezar con el primer panorama. Lo que tenemos son dos episodios, y luego una explicación al final. Esas son los tres panoramas que vamos a ver.

Así que vamos a empezar con el primer panorama, es un episodio que sucede en Gálatas 2:1-10. Siga a lo largo que Pablo escribe esto a las iglesias de Galacia. Él dice: ” Después, pasados catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando también conmigo a Tito.

Pero subí según una revelación, y para no correr o haber corrido en vano, expuse en privado a los que tenían cierta reputación el evangelio que predico entre los gentiles. Mas ni aun Tito, que estaba conmigo, con todo y ser griego, fue obligado a circuncidarse.

Y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que entraban para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud, a los cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros..

Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción de personas), a mí, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron. Antes por el contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión.

Pues el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión, actuó también en mí para con los gentiles.  y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.

Solamente nos pidieron que nos acordásemos de los pobres; lo cual también procuré con diligencia hacer.”

Gálatas 2:1-10. Este es el cuadro de legalismo – legalismo. Esto es de lo que hablamos tanto la semana pasada – el legalismo. Y lo he definido como un comportamiento correcto con una creencia errónea.

Esto es lo que estaba pasando: los estudiosos debaten de cuando exactamente ocurrió esta reunión donde Pablo estaba hablando. La mayoría de los estudiosos, estudiosos de la Biblia, creen que esto se refiere al episodio en Hechos 15, el abogado de Jerusalén, donde había una gran reunión de líderes de la Iglesia, e hicieron una declaración formal de los líderes de la Iglesia en Jerusalén, que los gentiles no tendrían que ser circuncidados – eso es lo que la mayoría de estudiosos han dicho que es a lo que se refiere.

Luego hay una minoría que por aquí dice que fue antes, antes de Hechos 15. Y para que conste, por así decirlo, no es que a nadie le importe, pero probablemente yo siga en la línea con la minoría, que no es siempre – hay muchas personas que son más inteligentes que yo, que no están de acuerdo conmigo.

Así que usted puede caer en línea con ambos sentidos, pero al final realmente no importa, cuando esto sucedió, porque el objetivo es que hubo un problema en la Iglesia a causa de estos judaizantes, de los que hemos hablado la semana pasada, que decían que tenían que hacer ciertas cosas, tenían que obedecer ciertas leyes judías o las costumbres judías con el fin de ser salvo – sobre todo, que necesitaban ser circuncidados.

Y aquí es donde Pablo habla acerca de cómo Tito, él mismo era un gentil, fue con él a esta reunión en particular, si se trataba de Hechos 15, o no, fue a esta reunión y no fue obligado a circuncidarse.

Y esto era enorme, ya que si Tito se hubiese visto obligado a circuncidarse, hubiese sido una gran victoria para los judaizantes y una afrenta al gran evangelio de la gracia, ya que esto hubiese dicho que usted tenía que hacer estas cosas, que era necesario ser circuncidados para ser aceptados por Dios.

Y por lo tanto lo que tenemos es esta imagen de legalismo que hablamos la semana pasada. Recuerde, el legalismo es trabajar en nuestro propio poder, o de acuerdo a nuestras propias reglas. Pero en última instancia, el legalismo es trabajar para ganarse el favor de Dios – hacer ciertas cosas y experimentarás gracia delante de Dios, será aceptado ante Dios.

Y eso es exactamente lo que se contrapone aquí en Gálatas 2:1-10. Ahora recuerde, esto es importante, no hablamos mucho acerca de la circuncisión en la actualidad; no hablamos mucho acerca de las leyes judías, esto o aquello, pero quiero que piense en esta definición – comportamiento correcto con la creencia equivocada.

Lo que los judaizantes, no se pierda esto, lo que los judaizantes estaban diciendo que había que hacer – ser circuncidados, seguir las leyes judías – aquellas cosas no eran malas. La circuncisión era importante para el pueblo de Dios en toda la historia hasta este punto, así que ciertamente no es una cosa mala.

Siguiendo las leyes que Dios había dado a su pueblo en el Antiguo Testamento, era eso malo? No, estas no son cosas malas en sí mismas. Pero se convirtieron en cosas malas cuando van acompañadas por la creencia de que al hacer esas cosas, uno podría ser aceptado delante de Dios, o contar con la aprobación ante Dios.

Déjeme repetir eso – buen comportamiento se convirtió en algo malo cuando fue acompañado por la creencia de que al hacer eso ellos fueron aceptados por Dios, o han logrado gracia delante de Dios. Ahora, traducir eso par de miles de años más tarde, en nuestro contexto.

No estamos hablando acerca de la circuncisión, o seguir las leyes judías, pero cuáles son las cosas que hacemos – ¿las cosas buenas? Tal vez un momento de tranquilidad; estudio de la Biblia, adoración, como usted ha hecho por algún tiempo, servir a la gente – cosas buenas, estas son cosas muy buenas, son conductas muy buenas para darle a nuestra vida.

Al mismo tiempo, tan pronto este acompañado de la creencia de que el hacer esas cosas nos hace más favorable frente a Dios, hemos perdido el punto. Es un comportamiento correcto con creencia errónea, y tenemos que ser cuidadosos para evitar el legalismo, dejar de pensar que si hemos tenido un buen momento tranquilo durante toda la semana, que nos sentamos aquí con más gracia delante de Dios que la persona sentada junto a nosotros, que no ha orado durante toda la semana.

Así que tenemos que tener cuidado en la buena conducta, las cosas buenas, no equiparar con los que tienen una creencia que dice que hacer eso me hace más favorable ante Dios que alguien más. Así que eso es legalismo, esa es la imagen en Gálatas 2:1-10.

Segunda imagen, Gálatas 2:11, sigamos adelante y aquí lo que sucedió allí. Pablo dice: ” Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión.”

“Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos.” La primera parte de este capítulo, una imagen del legalismo. La segunda parte de este capítulo es una imagen de hipocresía – la hipocresía es la creencia correcta con mal comportamiento.

Permítanme interpretar, explicar lo que ocurrió en Gálatas 2:11-14. Es uno de los más dramáticos, uno de los episodios más intensos en todo el Nuevo Testamento, ya que este es el apóstol Pablo que se enfrenta públicamente al apóstol Pedro. ¿Puede usted imaginar la tensión en esa habitación? Pablo llama a Pedro, quien predicó el primer sermón cristiano, el jefe de los discípulos, por así decirlo, y Pablo lo llama? Esto fue muy intenso.

Que estaba sucediendo? Bueno, quiero que usted mantenga su lugar aquí, y quiero que vuelva a Hechos 10, y mientras usted esté dando vuelta, quiero empezar a darle un poco de contexto. La Iglesia de Antioquía es de lo que se está hablando aquí en Gálatas 2. La Iglesia de Antioquía estaba en su mayoría lleno de gentiles, las personas que eran no-Judías.

Y Pedro se había ido con ellos, y Pablo dijo que cuando Pedro fue a ellos, antes que viniesen algunos de parte de Santiago, comía con los gentiles. Ahora eso no parece gran cosa, pero eso fue un gran acontecimiento para Pedro comer con los gentiles. Era enorme para un par de diferentes razones.

En primer lugar, los judíos eran conocidos por su estricta separación de los gentiles. Y es algo que Dios les había dicho que hicieran por todo lo largo del Antiguo Testamento. El les había advertido contra entremezclarse con las naciones vecinas de una manera que les llevaría a la idolatría y la inmoralidad de esas naciones.

Y así El había puesto algunas reglas estrictas para la separación de allí. No sólo eso, sino que había muchas leyes judías que eran leyes dietéticas que se ocupaba de “no comer esta comida,” o, “No coma ese alimento en particular.” Los gentiles no seguían esas leyes, y por lo tanto los gentiles comían comida que estaba sucia de acuerdo con la ley judía.

Y así, como resultado, sentarse a la mesa y comer la misma comida con los gentiles fue en dos niveles diferentes algo grande – y yo quiero que vea lo grande que era para Pedro. Busque en Hechos 10. Hay un hombre en el comienzo de este capítulo llamado Cornelio. Cornelio era un gentil, era un gentil temeroso de Dios, y él tuvo una visión un día.

Un ángel vino a este hombre llamado Cornelio y dice: “Cornelio, es necesario enviar a algunos de sus hombres para ir a buscar a un hombre llamado Pedro y pedirle que venga a su casa”. Cornelius no sabía exactamente lo que estaba pasando, pero cuando un ángel se te aparece en una visión, usted hace lo que dice.

Y entonces envió a Pedro a venir. Mientras que sus hombres llegaban de buscar a Pedro, mira lo que sucedió en Hechos 10:09. La Biblia dice: “Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar, cerca de la hora sexta. Y tuvo gran hambre, y quiso comer; pero mientras le preparaban algo, le sobrevino un éxtasis.”

“Y vio el cielo abierto, y que descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era bajado a la tierra; en el cual había de todos los cuadrúpedos terrestres y reptiles y aves del cielo. Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come. Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás.”

Pedro identificó, “Estas cosas son inmundas.” Versículo 15, ” Volvió la voz a él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común Esto se hizo tres veces; y aquel lienzo volvió a ser recogido en el cielo. Y mientras Pedro estaba perplejo dentro de sí sobre lo que significaría la visión que había visto, he aquí los hombres que habían sido enviados por Cornelio, los cuales, preguntando por la casa de Simón, llegaron a la puerta.”

“Y llamando, preguntaron si moraba allí un Simón que tenía por sobrenombre Pedro. Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan. Levántate, pues, y desciende y no dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado.”

“Entonces Pedro, descendiendo a donde estaban los hombres que fueron enviados por Cornelio, les dijo: He aquí, yo soy el que buscáis; ¿cuál es la causa por la que habéis venido? Ellos dijeron: Cornelio el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y que tiene buen testimonio en toda la nación de los judíos, ha recibido instrucciones de un santo ángel, de hacerte venir a su casa para oír tus palabras.”

” Entonces, haciéndoles entrar, los hospedó.” Pensamiento de Pedro: “¿Qué está pasando?” 2da parte del versículo 23 dice: ” Y al día siguiente, levantándose, se fue con ellos; y le acompañaron algunos de los hermanos de Jope.”

“Al otro día entraron en Cesarea. Y Cornelio los estaba esperando, habiendo convocado a sus parientes y amigos más íntimos.”Así que no es sólo un encuentro con los gentiles, es la reunión con un grupo – toda la familia fue a cenar.

“Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró. Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre.”

Hablando con él, Pedro – se puede entrar en la mente de Pedro. El se pregunta, “¿Qué está pasando? Voy a esta casa de gentiles; este hombre se inclina ante mí, ¿qué está pasando? ”

Y Pedro entra, se encuentra con una gran concentración de personas, y él dice esto, ahora preste mucha atención, versículo 28: “Y les dijo: Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo.”

“Por lo cual, al ser llamado, vine sin replicar. Así que pregunto: ¿Por qué causa me habéis hecho venir? 10:30 Entonces Cornelio dijo:” y Cornelio comienza a explicar acerca de la visión que él tuvo. Y lo que hace Pedro es que empieza a predicar el Evangelio. Mire en el versículo 34, “Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia.”

El predica el Evangelio. Todo hasta el versículo 44, y escuche lo que sucedió: “Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.”

“Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días.” Esto es monumental.

La mayoría de nosotros en este salón somos gentiles, y esto aquí es la entrada de los gentiles en la Iglesia. Esto es un momento grande en la Iglesia primitiva, y yo quiero que vea lo importante que era, basada en la reacción de Hechos 11:01. ” Oyeron los apóstoles y los hermanos que estaban en Judea, que también los gentiles habían recibido la palabra de Dios. Y cuando Pedro subió a Jerusalén, disputaban con él los que eran de la circuncisión.”

Siga esto, los creyentes judíos criticaron a Pedro y dijeron: ” ¿Por qué has entrado en casa de hombres incircuncisos, y has comido con ellos? Rompiste ambas normas, no debiste hacer eso.” Ellos estaban criticando a Pedro.

“Entonces comenzó Pedro a contarles por orden lo sucedido.”, y le explica todo a ellos. Entonces usted llega al versículo 17, y el concluye diciendo: “Si Dios, pues, les concedió también el mismo don que a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo que pudiese estorbar a Dios? ”

Y el versículo 18 dice: ” Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: ¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida! ” Y entonces lo que se ve después de esto es la Iglesia Antioquía descrita.

Se dice, incluso en el versículo 26, “Los y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.” Así que lo que se tenía era la entrada de los gentiles a la Iglesia, y tiene esta imagen de Antioquía, una iglesia llena de gentiles. Antes, ni siquiera comían con ellos, no se sentaban en la misma mesa con ellos, y ahora han sido traídos al Reino de Dios.

Así que Pedro regresa a Antioquía, vuelva a Gálatas 2. Pedro va a Antioquía, y al principio el esta comiendo con los gentiles, pasando un buen rato con ellos, pasa tiempo con ellos, pero luego – no se lo pierda – los judaizantes, los falsos maestros, llegan a visitar Antioquía.

Y poco a poco, Pedro comienza a retroceder de la mesa, hasta que al poco tiempo, él ni siquiera come mas con los gentiles. Y no pasa tiempo con ellos. ¿Por qué? ¿Por qué vive ahora en lo que estos judaizantes viven, en vez de comer con los gentiles? Y por esto es que Pablo le llama la atención sobre esto.

La frase clave en Gálatas 2, está en el versículo 14: “Pero cuando vi que no”, porque Pedro y los apóstoles – y los otros lo estaban haciendo, como Bernabé, que había sido parte del inicio de la Iglesia en Antioquía, y dice eso en el versículo 14: “Pero cuando vi que no” escuche esta frase, “andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio,” creencias correctas, mal comportamiento.

Pedro conocía el Evangelio, creía que el Evangelio, pero su vida no se reflejaba el Evangelio. Sabía que todos los hombres son aceptados por Dios, independientemente de si están o no circuncidados, Judío o gentil, si comen este alimento o aquel alimento – él sabía que eran aceptados todos ante Dios.

Pero él estaba viviendo como que sólo este pueblo, el pueblo judío, era aceptado por Dios, y que él no tenía que comer con los gentiles. Ahora, una vez más, el peligro aquí – no podemos tener esto hace 2.000 años. Traer esto a nuestro contexto actual.

Nosotros probablemente no tenemos una gran cantidad de dilemas a la hora de comer con ese grupo o aquel grupos, o comer ciertos alimentos. Sin embargo, ¿hay inconsistencias cuando se refiere a nuestra vida y el Evangelio que decimos creer?

Y aquí es donde nos sumergimos en toda esa serie: radical, realmente para este propósito, porque si creemos en un Salvador que vino a predicar las buenas nuevas a los pobres y a los débiles, y sin embargo, nuestras vidas no se mueven por la causa de los pobres y los débiles, entonces nuestras vidas están fuera de sintonía con el Evangelio, no coinciden con el Evangelio.

Hay una incoherencia. De la misma manera que si alguien vive en inmoralidad sexual y se entrega a la inmoralidad sexual, día tras día, tras día, tras día, alguien le diría a el, un hermano o hermana en Cristo, le diría: “Tu vida no se alinea con el Evangelio.” Es Bíblico hacer frente a esto. No es legalismo hacer frente a eso, es cristianismo, porque hay hipocresía.

Y por lo tanto lo que tenemos que hacer, como el pueblo de Dios, es evitar ambos. Tenemos que evitar el legalismo, el pensar que si tenemos estos comportamientos correctos, entonces todo está bien, el acompañar estas conductas con la convicción de que estamos en lo correcto ante Dios, por lo que hemos hecho.

Por otro lado, tenemos que evitar hablar de creer en un evangelio de gracia y que creemos en un Dios que nos ama no importa lo que hagamos, y después vivimos nuestras vidas al igual que el resto del mundo. La hipocresía, por un lado, el legalismo, por otro. Y tenemos que evitar las dos cosas, y la Palabra nos ayuda a evitar las dos cosas.

Necesitamos la Palabra para que nos ayude en esto, y tenemos que ser capaces de mirar el uno al otro – que me mire, que yo lo mire y decir: “Esto es el Evangelio, y su vida, o mi vida, no se alinean con eso, y vamos a ayudarnos unos con otros a que nuestras vidas se alinean con eso.”

Quiero tirar sólo una nota al margen aquí, también, que mientras yo estaba estudiando y mientras yo estaba orando a lo que veía este pasaje de esta semana, el Señor – Confío en que fue el Señor que puso esto en mi mente. En cuanto a esta imagen y la Iglesia primitiva, la Iglesia del primer siglo, había – había un peligro real de desarrollar un sistema de dos niveles en la cristiandad – Judíos y gentiles.

Y esta idea que estaba surgiendo era que los judíos tenían gracia delante de Dios, porque hacían ciertas cosas, y los gentiles eran más como cristianos de segunda categoría. Y había un sistema de dos niveles de la cristiandad. Y aunque hoy en día no es una cosa tanto Judío o gentil, quiero que estén siempre en guardia contra cualquier tipo de sistema de dos niveles de cristianismo sobre la base de lo que alguien hace.

No necesitamos convertirnos en una Iglesia que dice: “Bueno, hay cristianos en Brook Hills que van en viajes de misión, y hay quienes no lo hacen. Hay cristianos que dan un 2 por ciento, o aquellos que no lo hacen. Hay cristianos que beben, y hay cristianos que no. Hay cristianos que hacen esto y aquello. ”

Y de repente, este grupo de cristianos, ya que hacen esto o aquello, es elevado a que ellos tienen más gracia delante de Dios, y aquel otro grupo de cristianos, porque hacen menos, es denigrado, por así decirlo, porque hacen menos ante Dios.

Y tenemos que tener cuidado. Estamos juntos en esto. Somos un cuerpo de Cristo juntos, caminando a través de la Palabra, que quiere evitar el legalismo, con ganas de trabajar como que cualquiera de nosotros podría tener más gracia delante de Dios que el otro. Al mismo tiempo, queremos evitar la hipocresía, queremos ayudarnos a mantener nuestras vidas en línea con la verdad del Evangelio.

¿Cómo se hace eso? ¿Cómo evitar el legalismo y la hipocresía? Y aquí es donde la última imagen viene, y es una imagen de la fe. Una imagen de la fe – la creencia correcta con un comportamiento correcto.

¿Cómo lograr la creencia correcta y un comportamiento correcto en conjunto? Y la respuesta es la fe, y quiero que lo escuche en Gálatas 2:15 hasta el final del capítulo. Escuche lo que dice Pablo. Después de hablar acerca de estos dos episodios, da esta explicación: “Nosotros, judíos de nacimiento,” versículo 15, “Y no pecadores de entre los gentiles, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo.”

“Nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. Y si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera. Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago.”

“Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.”

Vea la palabra clave que se mencionan. Tres veces la encontramos en los versículos 15, 16 – márquela. ” Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley”, – pero por qué?, – ” sino por la fe” – márquelo ahí – “fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo.”

Una y otra vez la fe. Ahí en el versículo 16 y en el versículo 20, “Yo vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí.” Todo lo que Pablo dice, todo en este pasaje, todo en el cristianismo gira en torno a la fe. No es la fe añadiendo algo más, sino la fe – la fe.

Y yo quiero mostrarle en este texto dos resultados increíbles, dos frutos increíble de fe. No es la fe con algo más, es la fe y solamente la fe. El único fruto o consecuencia, a través de la fe en Cristo – aquí está el resultado, a través de la fe en Cristo, somos aceptados por Dios. A través de la fe en Cristo, somos aceptados por Dios.

Esto es lo que Pablo le dice a Pedro en el versículo 15 y 16. Él está diciendo: “Pedro, somos Judíos. No hemos venido a conocer a Dios a través de la observación de la ley, sino a través de la fe en Cristo. Si hubiéramos podido hacer eso, lejos de la fe en Cristo, lo hubiésemos hecho, hubiésemos cumplido con la ley, lo hubiésemos hecho. No tendríamos necesidad de la cruz en absoluto.”

Eso es lo que dice al final de este capítulo, que sino Cristo hubiese muerto por nada, pero nosotros necesitamos que Cristo muriera, de modo que cuando pusiésemos nuestra fe en Él, el nos estaría justificado delante de Dios. Y esa es la otra palabra clave que se menciona aquí. Es mencionado un número de ocasiones, en el versículo 16 y 17.

“Sabemos que el hombre no es justificado por las obras de la ley.” Puede marcarlo con un cuadrado, o simplemente una alguna forma – No sé, hace colorida nuestra Biblia – “Justificado por las obras de la ley.” Por lo tanto, nosotros también hemos puesto nuestra fe en Cristo Jesús, para que seamos justificados por la fe en Cristo, y no mediante la observación de la ley, porque al observar la ley, nadie será justificado.

“Porque si cuando buscamos ser justificados en Cristo,” y lo usa una vez más en el final, versículo 21, cuando dice: “Si la justicia puede ser adquirida a través de la ley”, que la palabra justicia es en realidad la misma palabra que se utiliza para justificación al principio de este pasaje.

Así que lo que Pablo está diciendo es que estamos justificados por la fe. Ahora bien, esta palabra, justificado, es una moneda de oro, por así decirlo, en las Escrituras. Se traduce lo largo de todo el Nuevo Testamento como justificado, justo, justifica, la justificación, la justicia, derecho, recto. Es una de las palabras que es más importantes entender para cada uno de nosotros como seguidores de Cristo en este salón.

Lutero dijo: “La doctrina de la justificación por la fe”, asegúrese de -. El dijo: “Sólo la fe”, “La doctrina de la justificación por la fe es la doctrina sobre la cual la Iglesia se mantiene o cae” Calvino dijo: ” Es la bisagra sobre la cual gira todo.” Era el corazón de la reforma, es el corazón del cristianismo del Nuevo Testamento.

Lutero decía esto, dijo, “Esta es la verdad del Evangelio. La justificación es la verdad del Evangelio. Es el principal artículo de toda la doctrina cristiana, en la que el conocimiento de toda piedad consiste. Más necesario es, por tanto, que debemos conocer bien este artículo, enseñarlo a los demás, y golpeárnoslo en la cabeza continuamente uno a los otros.”Ja, golpeárnoslo en la cabeza, la justificación. Solo golpéense en la cabeza continuamente uno a los otros con la justificación.

Parece que lo que Pablo está haciendo – justificar, justificar, justificar. ¿Por qué es esto tan importante? Lo que quiero mostrarle es una definición de la justificación que debe ser central en cualquier – cualquier seguidor de Cristo en este salón, en nuestra comprensión del cristianismo, debe girar en torno a una comprensión bíblica de la justificación.

Así que vamos a tomar esta definición palabra por palabra, porque cada palabra es importante. La justificación es un acto misericordioso de Dios. Así que empecemos por ahí, un acto de la gracia de Dios. Es algo que Dios hace por su gracia. En el capítulo 2, versículo 16, al final de ese versículo, dice: “No por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.”

Él está citando el Salmo 143:2. No tenemos tiempo de ir allí. Salmo 143:1 y 2. El salmista está pidiendo a gritos: “Escucha mi voz suplicante, porque no hay una vida justa. No hay nadie viviendo justamente ante Ti” Es la misma imagen que tenemos en Romanos 3, “No hay quien haga lo bueno, ni siquiera uno.”

No hay nadie en toda la tierra que tenga algo en ellos, que se necesite, cause, o inicie que Dios justifique. Es totalmente por la gracia de Él. Ahora bien, esto es importante. Hemos hablado de esto un buen poco. Hablamos de cómo la salvación es por gracia, que sólo somos salvos por gracia.

Aquí es donde tenemos que tener mucho cuidado de no mirar a la fe como una obra de la ley, por así decirlo, y esto es un peligro, es por eso que hablamos a veces sobre el peligro de hacer una oración porque tenemos esta imagen, que podemos decir estas palabras mágicas, que ese es el trabajo que se realiza con el fin de ser salvos.

La realidad es que la justificación es un acto misericordioso de Dios. No se basa en nosotros, se basa completamente en Dios y su gracia, porque no hay nada en nosotros que podría hacer que esto suceda. De hecho, todo lo que está en nosotros dice que no debería suceder. Todo lo que está en nosotros dice que no debería suceder, y vamos a llegar a eso en un segundo.

La justificación es un acto misericordioso de Dios, por el cual Dios declara – palabra clave aquí, declara. La justificación es una declaración. La palabra imagen en la justificación es que es un término legal, un término forense, donde un juez declara un juicio sobre alguien. Cuando el juez reparte su juicio y hace esa declaración, ese es el lenguaje que está siendo utilizado en la justificación.

No es un – no es un proceso, es un acto. Es algo que sucede en un punto en el tiempo. Esto es muy importante. No podemos estar más justificados mañana de lo que nos encontramos hoy. No podemos estar más justificado el próximo año de lo que somos hoy. Es algo que sucede en un punto. Somos justificados.

Romanos 5:1, Pablo dice: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios.” Hemos sido justificados, Dios ha hecho una declaración. Es una declaración que pasa una vez por todas en nuestras vidas. Ahora esa declaración incluye, próximo en esa definición, la declaración incluye un pecador.

La justificación es un acto misericordioso de Dios por el cual Dios declara al pecador – esta es una imagen en la justificación de Dios, el juez tratando a un hombre pecador – hombre culpable ante un Dios Santo. Esto es tan grande, sobre todo para Pablo. Cuando Pablo se encontró con Cristo, cuando llegó a la fe en Cristo, tenemos que recordar que se trataba de un hombre que estaba celosamente dando su vida para obedecer a Dios.

Sí, él estaba persiguiendo a la Iglesia, pero ¿por qué estaba persiguiendo a la Iglesia? Estaba persiguiendo a la Iglesia, porque pensaba que honraba a Dios, porque la Iglesia estaba dando estas enseñanzas falsas en contra de la Antigua Alianza, por así decirlo. Y entonces él estaba celosamente obedeciendo a Dios, haciendo todo lo posible para ser la mejor persona que él pudiera ser. Y cuando se encontró con Cristo, se enfrentó no sólo con la insuficiencia, a causa de su maldad en su vida, se enfrentó con la insuficiencia de su bondad. Todas las cosas por la cual él había dado su vida, siguiendo la ley de Dios – todo eso todavía no era suficiente en lo absoluto.

Y el Evangelio se enfrentó a él en su pecado, no sólo en la maldad, las cosas que igualaríamos con el pecado, pero incluso las mejores cosas que tenemos para ofrecer – todas nuestras justicias como trapo de inmundicia como se mencionan en el Antiguo Testamento. Enfrentado como un pecador delante de Dios, tratando de ser bueno, pero mientras más trataba, mas se daba cuenta que quedaba corto.

Y entonces aquí está el panorama. Lo que tenemos es un hombre culpable de pie ante el Santo Juez del universo. Lo que pasa es que la justificación, es un acto misericordioso de Dios por el cual Dios declara al pecador como justo. La justificación es un acto misericordioso de Dios por el cual Dios declara al pecador como justo.

Eso, damas y caballeros, es una verdad asombrosa. Que el Santo Dios del universo, el juez Santo de todo, se fije en usted o en mí mientras estamos en rebelión voluntaria contra Él, con absolutamente nada en nosotros que merezca algo más que la condenación. Totalmente culpables de nuestros pecados, totalmente culpable.

No sólo por lo que hemos hecho, sino por lo que somos en el fondo, culpables, y este Dios Santo lo mira a usted o mi, y dice: “No es culpable, justo, aceptado, paz ante mí.” Esto no tiene sentido. ¿Cómo pudo ocurrir?

Es por eso que las personas miraron a la reforma de Lutero y Calvino, y otros, y dijeron: “Eso es una ficción legal. Ustedes están inventando eso, no hay manera de que así fuese como el Dios del universo diseñaría la salvación para Su pueblo. ¿En base a nada que uno haga? Aquellos que se declaran – aquellos que son culpables de su pecado, en lo profundo de su sentimiento de culpa, en lo profundo de su condena, de repente, declarados no culpables?”

Ese es el Evangelio. ¿Cómo sucede esto? Únicamente sobre la base de la fe en Jesucristo. Únicamente sobre la base de la fe en Jesucristo. Esa es la única manera. ¿Cómo puede un pecador ser declarado justo delante de Dios? Y la respuesta es que Dios tiene que tomar la justicia de Cristo y colocar de crédito en la cuenta del pecador.

Dios tiene que tomar la misma santidad y justicia que Cristo tenía y tomar todo eso que él tenía y atribuirlo a ese pecador, y tomar todo lo que el pecador tenia y atribuirlo a su Hijo. Se trata de II Corintios 5, ” Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.” No se lo pierda – Dios tomo todo lo que estaba en la cuenta de usted, todos los pecados y la rebelión deliberada, la idolatría que había en la cuenta de usted, y Él la coloco en su Hijo.

No sólo lo barrio bajo la alfombra y pretendió como que no estaba allí. Lo coloco en su Hijo. Dios lo hizo sin pecado, para ser pecado para con nosotros. Todo – todo nuestro pecado, todo lo que es condenación, muerte, ira de Dios para ese pecado, lo derramó sobre su Hijo, para que nosotros fuésemos hechos – ¿qué? Justicia de Dios.

Así que la justicia de Jesucristo sería atribuida, acreditado en usted. Para que usted y yo pudiéramos estar de pie ante Dios, y de la misma manera que Dios miró a su hijo y le dijo: “Este es mi Hijo, a quien amo, con quien tengo complacencia,” totalmente satisfecho. Ahora Él nos mira y dice las mismas palabras.

Justo, correcto, paz con Dios, aceptados por Dios, sólo a través de la fe en Jesucristo. Y es por eso que Pablo esta vehementemente opuesto a Pedro en este sentido, en este caso, y cualquier otra persona que trata de socavar el Evangelio de la gracia mediante la adición de obras, porque Dios ya ha hecho todo el trabajo por nosotros, eso es todo lo que es – todo lo que es para recibir eso es la fe, es creer en él.

Escuche la – es la pregunta número 60 del Catecismo de Heidelberg, explica la interpretación protestante de la justificación por la fe. Quiero que escuchen lo que dice. “¿Cómo eres justo ante Dios?” Esa es la pregunta, ¿cómo eres justo delante de Dios? ¿Cómo responder? ¿Cómo eres justo ante Dios? El catecismo dice: “Sólo por la fe verdadera en Cristo Jesús.”

A pesar del hecho de que mi conciencia me acusa de que he pecado gravemente contra todos los mandamientos de Dios y no he seguido alguno de ellos, y que todavía estoy siempre propenso a todo lo que está mal, sin embargo, Dios, sin ningún mérito de mi mismo, de pura gracia, me otorga los beneficios de un sacrificio perfecto de Cristo, atribuyendo a mí su justicia y santidad, como si nunca hubiera cometido un solo pecado, o sin haber sido pecador, cumpliendo con toda la obediencia que Cristo ha llevado por mí, tan sólo si acepto tal favor con un corazón confiado.

Wow, ¿como si nunca hubiera cometido un solo pecado? ¿Así es como Dios me mira? Un rico inglés se compró un Rolls Royce. Hicieron la publicidad de este era el coche de todos los coches, que nunca se rompería, que nunca habría ningún problema. Y tomó su Rolls Royce y fue a Francia con él. Cuando llegó a Francia, su Rolls Royce se averió.

Y entonces llamó a la gente de Rolls Royce, y dijo: “Su coche se averió.” Y ellos respondieron: “Estoy seguro de que no es el caso.” Entonces enviaron a un mecánico, lo trasladaron en un avión a Francia para arreglar el coche, porque efectivamente se había averiado. Y luego el mecánico regresó. Pasaron semanas y el rico inglés no había recibido una factura de Rolls Royce, y se le preguntaba por qué no.

Sabía que él podía pagar la factura, que no era problema, y así después de unos meses, él escribió una carta la gente de Rolls Royce, y diciendo: “Necesito que me envíen mi cuenta por la reparación de mi coche.” Y le enviaron una respuesta a Francia, y la nota decía: “Señor, con todo respeto, no tenemos ningún registro de que alguna vez haya pasado algo malo con su coche.”

Damas y caballeros, ¿Puedo recordarles que el Dios del universo no tiene ningún registro de que usted haya tenido algo malo en su vida? Que verdad sorprendente. Este es el Evangelio. No hay ningún registro – y no porque lo haya barrido bajo la alfombra, sino porque Él derramó el registro de sus pecados y mis pecados en Su Hijo, y no hay constancia de que seguimos siendo responsables.

La justificación es una buena cosa, es una gran cosa. A través de la fe y Cristo, somos aceptados por Dios. Ahora usted puede ver por qué las personas durante la reforma estaban diciendo, “Eso es demasiado fácil. Bueno, ¿Cómo se va a vivir? ¿Qué hay de la vida de las personas? Sólo la confianza – ¿eso es todo?”

Así que los judaizantes estaban diciendo, “¿no están socavando la obediencia a la ley?” Y vamos a hablar más sobre la ley la próxima semana en Gálatas 3, “Pero ¿no es subvaloración de la vida?” Y Pablo dice: “No , mediante la fe en Cristo, somos aceptados por Dios, el número uno y número dos, por la fe en Cristo,” y aquí es donde se pone muy, muy, muy, muy bueno, “a través de la fe en Cristo, somos aceptados ante Dios, y luego a través de la fe en Cristo, estamos vivos para Dios. ”

Pablo le está diciendo a Pedro: “No confía en Cristo, usted no está justificado por la fe y luego empieza a vivir como que su aceptación ante Dios se basa en la ley.” Él dice: “Estos Gentiles, su aceptación ante Dios no se basa en la ley, entonces ¿por qué vive como si ellos no son aceptados por Dios? ”

“Te cambia la vida”, es lo que dice en el versículo 18, 19, “Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago. Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. ”

¿Qué pasa si la fe no es sólo la única manera en que somos aceptado delante de Dios? ¿Qué pasa si la fe es también la única manera de vivir para Dios? Pablo está diciendo que estamos justificados por la fe y vivimos por fe. Vivimos por la fe. Pablo no está dejando espacio aquí para una decisión de una sola vez, hacer esta oración, y seguir adelante como si nada. “No es posible”, dice Pablo: “No es posible. No es fe en Cristo, no es de lo que trata la fe en Cristo. Vivimos por la fe. ”

Y nos da que el verso cargado en el versículo 20, y yo os animo, si este versículo no se oculta en su corazón, para esconderlo ahí esta semana. He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Y la vida que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí. Yo vivo en la fe. ” Que verso increíble. “He sido crucificado con Cristo.”

¿Qué significa eso? Sabemos que cuando Jesús fue a la cruz, había un sentido en que lo que Él hizo en la cruz. Él solo podía hacerlo, y que Él era el único que, como el Hijo de Dios, el Hijo perfecto de Dios, tomando el pago del pecado sobre sí mismo.

Pero lo que Pablo está diciendo aquí es lo mismo que dice en Romanos 6. Él dice: “Hemos sido bautizados en su muerte, morimos con él.” Puritano William Perkins dijo: “Estamos en la mente y la meditación para considerar a Cristo crucificado. En primer lugar hemos de creer que Él fue crucificado por nosotros. Hecho esto, tenemos que ir todavía más allá, ya que se extiende sobre nosotros la cruz de Cristo, creyendo, y con todo, contemplando a nosotros mismo crucificados con Él.”

De abarcar en la cruz. Usted ha sido – cristiano, usted ha sido crucificado con Cristo. Ahora, ¿qué significa eso? – ¿estamos vivos o muertos? ¿Vivos y muertos? ¿Cómo funciona esto? Es a la vez – morimos para el pecado. En nuestra crucifixión con Cristo, crucificado con Cristo, morimos para el pecado, ese es el punto. Él tiene todo nuestro pecado, el pecado del pasado, presente, futuro, y todo ello se pone en la cruz – en su totalidad. Cristo lo ha tomado en su totalidad.

Esta es la razón porque entender la justificación es tan importante, porque la justificación es diferente al perdón. Están relacionadas, pero cuando pides perdón, entonces sales y haces otra cosa mal, pides perdón. Justificación – está justificado, declarado no culpable, usted hace algo mal, Dios todavía lo esta mirando, y diciendo: “No es culpable, no culpable, no culpable, no culpable.” No hay condenación, no hay culpa en aquellos quienes están en Cristo Jesús.

La ley del Espíritu de vida lo ha librado de la ley del pecado y la muerte. No culpable – una y otra y otra y otra vez. Morimos al pecado. Todos nuestros pecados se ponen en la cruz, y nuestra justificación está sellada delante de Dios. Tenemos paz para con Dios. Morimos al pecado, pero no sólo el pecado – es más que eso.

Morimos para nosotros mismos. Pablo dice: “He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo. Ya no vivo yo.” Aquí es donde el creísmo fácil que se vende como el Evangelio en nuestra cultura de hoy es totalmente socavada. Esto no es meramente un ascenso intelectual, “Bueno, sí, yo creo que Jesús murió en la cruz.” Los demonios creen en esto.

La frase – incluso anteriormente en Gálatas 2:16, cuando dice: “La fe en Jesucristo,” la palabra “en” Jesucristo, es literalmente “en” Cristo Jesús. Es una imagen corriendo en Cristo Jesús, por la misericordia y lanzarnos sobre él. Morimos para nosotros mismos.

Y Pablo dice, “He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo”. En otras palabras, yo, el yo que estaba cautivo en el pecado, el yo que era cautivo de los placeres y las preferencias de este mundo , el yo que dijo: “Este mundo gira alrededor de mi”, el yo que vive para la auto-estima y auto-confianza y auto-justificación y glorificación propia – ese yo está muerto. Se ha ido, ese corazón de piedra se ha hecho polvo.

Esa capa de orgullo, gruesa capa de soberbia, se ha hecho polvo. Soy un hombre roto – he muerto, no vivo más. Morimos al pecado y morimos para nosotros mismos. Y Cristo vive en nosotros, pero Cristo vive en mí. ¿Qué significa eso? Eso significa que cubre nuestro pecado. Si Cristo vive en mí – ya hemos hablado de esto – Su sangre cubre nuestros pecados.

Romanos 5:8, 9, “aún pecadores, Cristo murió por nosotros..” Entonces, versículo 9 dice: ” Pues mucho más, estando ya justificados en.” – ¿Alguien se acuerda? Estamos justificados por su sangre. Su sangre es el medio de nuestra justificación. La forma en que nuestros pecados han sido cubiertos, no son barridos bajo la alfombra, están cubiertos por la sangre, la sangre de Cristo. Que cubre nuestro pecado.

Y no sólo cubre nuestro pecado, Él cambia nuestras vidas. Esa es la belleza de esta palabra: “He sido crucificado.” Quiero que siga conmigo aquí, un poco de gramática griega. Le prometo que va a ser digno de su tiempo. “He sido crucificado.” Es un verbo perfecto – ha sido crucificado, un verbo en tiempo perfecto.

Lo que esto significa es que es algo que sucedió en el pasado que ha seguido teniendo resultados en el presente. Eso es bueno. Por eso valió la pena tres años estudiando griego. Algo que sucedió en el pasado que ha seguido teniendo resultados en el presente. “Yo había sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí.” Mi vida es diferente, porque Cristo vive en mí. Ha cambiado mi vida. Estoy muerto para el viejo yo, y yo confío en que Cristo vive en mí, cada momento de cada día.

Y aquí es donde volvemos a las verdades que hemos hablado antes. No estamos en deuda con Cristo. No estamos en deuda con Cristo. Esta es la forma en que normalmente se ve al Cristianismo. Mire lo que Cristo – mire lo que Jesús hizo por mí, murió en la cruz por mí. La obra de Jesús es para mí en el pasado. Mire lo que hizo por mí, ahora, ¿qué puedo hacer por él?

¿Cuántos sermones?, cuántas veces pensamos, decimos: “Mira todo lo que Jesús hizo por ti. Mira todo lo que Jesús hizo por mí. Lo menos que puedo hacer es esto – por lo menos que puedo hacer es esto. ¿Qué puedo hacer por él ahora? ” La razón por la que está pensando mal, la razón por la cual eso no es Cristianismo, se debe a que la obra de Jesús no se detuvo para usted o para mí en el pasado. Él no murió, y eso era su trabajo, así que ahora usted puede vivir para él.

En cambio, él sigue haciendo en su vida. En este mismo momento, en cada momento de cada día, Cristo está trabajando. No vamos a pagarle devuelta, porque todavía el nos está pagando. Él todavía está trabajando en nosotros. No es sólo una acción pasada, es la acción pasada con resultados continuos en el presente. La imagen es, Cristo vive en mí, en este momento, en este mismo momento, cristianos, Cristo vive en ustedes.

No estamos en deuda con Cristo, Cristo habita en nosotros – y esa es una palabra, es una palabra. Mi pequeño grupo, dijo, “No es una palabra.” Lo busqué, es una palabra. Estamos habitados por Cristo. (Y puede comprobarlo.) Cristo está en vosotros. ¿Qué pasa si – si la vida cristiana no es una cuestión de nosotros vivir para Cristo, pero en realidad es un asunto de que Cristo viva para nosotros y en nosotros, y a través de nosotros?

Usted dice: “Bueno, ¿qué es lo que tengo que hacer con eso?” Cristo tiene que ver con ello, y al final, Cristo recibe toda la gloria siempre de todo lo bueno que sale de ella, todo. Él vive en mí. Mora en mi. Y esto es – es la fe – la fe es la clave por la cual somos aceptados por Dios y vivos para Dios, porque estamos unidos a Cristo, y Él vive en nosotros.

Lutero dijo: “Por la fe usted esta tan cementado a Cristo, que Él y usted son como una persona, que no pueden ser separados,” ¿no es una buena noticia? – “No se pueden separar, sino que permanece unido a Él para siempre.” Calvin dijo: “El cristiano no vive su propia vida, pero está animada por el poder secreto de Cristo, para que se pueda decir que Cristo vive y crece en Él.”

Y no se trata sólo de los reformadores. Ian Thomas trabajo – el líder Inter-Varsity – se iba a los barrios bajos de Londres y servía allí. Y habla de un momento de su cristianismo en el que todo cambio, donde él había confiado en Cristo que parecía para la salvación, pero no fue una victoria. Y quiero que escuchen esto, porque estoy convencido de que esto describe la experiencia de tantos cristianos – es probable de muchos cristianos en este cuarto.

Ian Thomas dijo: “Yo había sido reducido a un estado de completo agotamiento espiritual, hasta que sentí que no había ningún sentido seguir. Y entonces una noche en noviembre, justo a la medianoche, me puse de rodillas delante de Dios, y yo lloraba de pura desesperación. Yo dije, ‘Oh, Dios, yo sé que soy salvo. Yo amo a Jesús Cristo. Estoy totalmente convencido de que estoy convertido. Con todo mi corazón que he querido servirte, he tratado hasta mis limites, y yo soy un fracaso irremediable.”

“Esa noche”, dijo Ian Thomas, “las cosas sucedieron. Puedo decir honestamente que yo nunca había oído de labios de los hombres el mensaje que me llegó después, sino Dios, que esa noche sólo centró en mí el mensaje de la Biblia de Cristo, que es mi vida.

“El Señor parecía haber hecho todo claro para mí esa noche, a través de mis lágrimas de amargura,” Usted ve, desde hace siete años, con la mayor sinceridad, ha estado tratando de vivir para en mi nombre la vida que he estado esperando por siete años para vivir a través de ti. ‘”, El dijo,” me levanté por la mañana al lado de una vida cristiana totalmente diferente “.

George Müller, hemos hablado acerca de él, ayudo a una multitud de huérfanos en su ministerio basado completamente en la oración. Se le preguntó una vez cuál era el secreto de su vida y ministerio, y dijo: “Hubo un día en que morí, completamente muerto.” Y mientras hablaba, su biógrafo, dijo que, se inclinó más y más hasta que casi tocó el piso. Yo morí para George Müller, sus opiniones, preferencias, gustos, y, morí para el mundo, la aprobación o censura, y murió para la aprobación o censura incluso de mis hermanos y amigos, y desde entonces he estudiado sólo para mostrar a mí mismo a Dios aprobado, crucificado con Cristo.

Cristo vive en él. Hudson Taylor, su biografía es secreto espiritual de Hudson Taylor. ¿Cuál era su secreto espiritual? Él dijo, “Oh, es la alegría de sentir a Jesús viviendo en ti, encontrar en su corazón tomado completamente por él, ser recordado de Su amor por Su búsqueda de comunión con usted en todo momento, no por sus dolorosos esfuerzos de permanecer en él. Él es nuestra vida, nuestra fuerza, nuestra salvación. Ya no estoy preocupado por nada, porque sé, que fue capaz de llevar a cabo su voluntad, y su voluntad es la mía, y sus recursos son míos, porque es mío, y Él está conmigo y mora en mí. ”

Permítanme compartir con ustedes una última cita – esta es la razón porque Ian Thomas, quien he mencionado antes, dijo esto, y quiero compartir esto. Esta es una advertencia, es una advertencia para nosotros en esta sala, a mí mismo, “¡Cuidado, no sea que aun siendo un cristiano,” escribió, “caiga en la trampa de Satanás. Puedes haber encontrado y conocido a Dios y el Señor Jesucristo, recibiéndolo con sinceridad como su Redentor.

“Sin embargo, si no entra en el misterio de la piedad y permite que Dios este en vosotros, que el origen de la propia imagen de Él, sino que trata de ser santo mediante la presentación de sí mismo a las normas y reglamentos externos, y ajustándose a los patrones de conducta impuestas por la sociedad cristiana que usted ha elegido, con la esperanza de ser aceptable para ellos.

“Usted de esta manera comete idolatría en honrar el cristianismo más que a Cristo y perpetua la costumbre pagana de practicar la religión en la energía de la carne.” Damas y caballeros, esta es la clave, es la fe, es la fe en Cristo – no sólo la fe cuando hizo una oración, o firmo la línea de puntos, o lo que sea que fuere en su vida, sino la fe ahora en este momento, confiando en que Cristo está vivo en usted.

El cuerpo de usted está muerto a causa del pecado, pero su espíritu vive a causa de la justicia, y el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos vive en usted. Romanos 8 dice: “Él vive en usted.” Y la fe es confiar momento a momento, día a día, que es todo lo que necesita en todas las circunstancias individuales y todas las tentaciones individuales.

Es creer en Cristo, no es reuniéndose, tratando de hacerlo mejor la próxima vez. Es confiar en Cristo, que Él es bueno para hacerlo. E ir a él – es cuando caminamos a través de una serie, como lo hemos hecho radical, y vemos estos duros comandos, no salimos diciendo: “legalismo – si hago estas cosas soy más agradable delante de Dios.”

No salimos ignorando las verdades, porque eso es hipocresía. En vez, nos vamos con el corazón corriendo a Cristo, diciendo: “Cristo, necesito más de ti en mi vida. Necesito que te encargues de estas áreas de mi vida que no están de acuerdo con tu Evangelio.” Es lo mismo cada vez que somos tentados a pecar, luchas con el pecado, el pecado individual en nuestras vidas en este salón.

No es una cuestión de que tratara mas la próxima vez, es una cuestión de que confiar en Cristo, confiando en Cristo momento a momento, día a día. Dios, dame la fe – aquí es donde empezamos – estamos liberados por la gracia, liberados por la fe. Empezamos diciendo: “Bueno, ¿cómo podemos agradar a Dios, entonces?” II Corintios 5, 1 Tesalonicenses 2:4. Hablamos de agradar a Dios. ¿Cómo lo hacemos? ¿Cómo podemos obedecer las órdenes radicales en el Nuevo Testamento?

Y aquí está la respuesta – tiene que tener a Cristo para hacerlo. Tiene que tener a Cristo. Tiene que tener su presencia, tiene que tener fe, la confianza en él a cada momento. Tiene que tener a Cristo para hacerlo, porque el placer de Dios no se basa en el desempeño suyo ante él. El placer de Dios se basa en el rendimiento de Cristo para con usted.

Esa es la sorprendente verdad – que Cristo vive en mí. No sólo su acción en la cruz hace 2,000 años, pero su actuación en la vida de usted en este momento, y en el día de hoy, y mañana por la mañana cuando se despierte, y cada momento de esta semana, confiando en que Él lo haga en usted. Esto lo conduce a Cristo, esto hace que – esto nos lleva a aferrarnos a Cristo. Aquí es donde la Palabra nos da los mandamientos difíciles. Y no tiene la intención de hacernos salir y tratar de hacerlo por nuestra cuenta, nuestro propio cristianismo.

La intención es de llevarnos a Cristo, que nos aferramos a Cristo y digamos que necesitamos más de Cristo, necesitamos más de Cristo. Y la pregunta que se plantea es, “¿Cómo sabemos que Él nos va a dar lo que necesitamos? ¿Cómo sabemos que él va a venir cuando somos tentados? ¿Cómo sabemos que Él nos va a dar todo lo que necesitamos, toda nuestra capacidad y todas nuestras fuerzas, amor, alegría o paz – o lo que sea que necesitamos?

Y Pablo dice: “Lo sabemos porque nos ama, y Él se entregó por nosotros.” Aquí es donde Pablo se pone muy personal, en Gálatas 2, en lo que puede ser uno de los textos más emotivos de todo el Nuevo Testamento, y, dice, “Él me ama, y Él se entregó por mí”.

Y quiero recordarle, basado en esa verdad. Dios en Cristo es apasionado de usted. Él le ama. Hablamos mucho, aquí en Brook Hills, sobre el amor de Dios y pasión por el mundo, y todos los pueblos y naciones. Y hablamos de eso, porque es completamente bíblico. Pero no quiero que perdamos de vista el hecho de que Dios es apasionado – Sí, de todos los pueblos y naciones, pero es apasionado de usted.

El Dios del universo es apasionado de usted, y él ha pagado un alto precio para usted – para usted – para usted. Él ha muerto por usted. Él dio su vida, a sí mismo por usted, y se entregó por usted para que todo lo que El tiene, todo lo que El tiene, con todos los beneficios presentes y eternos que El tiene, le pertenecen a usted.

Esta es la gracia de Cristo que viene sólo a través de la fe en Cristo. Es por eso que somos salvos por gracia, solamente por la fe, solamente por la en Cristo.

David Platt

David Platt sirve como pastor en el área metropolitana de Washington, D.C. Es el fundador de Radical.

David recibió su doctorado del Seminario Teológico Bautista de New Orleans y es el autor de Don’t Hold Back [No te quedes donde estás], Radical, Sígueme, Contracultura, Algo tiene que cambiar, Before You Vote [Antes de votar], así como los varios volúmenes de la serie Christ-Centered Exposition Commentary [Comentario Expositivo centrado en Cristo]. 

Vive junto con su esposa e hijos en el área metropolitana de Washington, D.C.

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