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3.2 billion people will live and die without hearing the good news of Jesus. Let’s change that together.

El Cheque en Blanco de la Iglesia

Al leer las Escrituras y buscar comprender quién es Jesús, vemos que Él es digno de una rendición absoluta. Al alejarnos de los tesoros del mundo y elegir seguir a Jesús, encontramos un tesoro inimaginable, diferente a cualquier cosa que podamos imaginar. Hechos nos invita a dar a Dios un cheque en blanco sobre nuestras vidas y la oportunidad de guiarnos hacia el evangelismo.

1. Jesús es digno de rendición absoluta.
2. Jesús está trabajando para avanzar Su reino.
3. Jesús nos ha revestido con Su poder.
4. Jesús nos ha dado el mismo propósito.
5. El mundo es nuestra meta.

El Cheque en Blanco de la Iglesia

Si tiene su Biblia, y espero que sí, entonces le invito a que la abra conmigo en Hechos 1. Mientras encuentran Hechos 1, quiero expresarle mi gratitud a Dios por Su gracia en ustedes. La imagen de la semana pasada en que terminamos de leer la Biblia completa durante un año, y he escuchado tantas historias entre ustedes, y muchos de ustedes estaban leyendo la Biblia completa por primera vez y viendo a Dios, conociendo a Dios a través de esto, muchas gracias. Gracias por su celo por la Palabra, y su celo por el mundo.

El año pasado, como Iglesia, en nuestro presupuesto nos propusimos dar más de lo que jamás hemos dado como Iglesia para las necesidades de nuestra ciudad y alrededor del mundo, y, obviamente, este último año fue difícil económicamente. Hubo puntos en el año donde estábamos buscando donde dar, y no estábamos seguro cómo íbamos a terminar al final, sino hasta un par de semanas atrás; para ver si íbamos a ser capaces de dar a las necesidades presupuestadas que teníamos. Estábamos bastante lejos del objetivo, pero quiero darle la gloria a Dios por la realidad de que al final de este año, finalmente logramos dar alrededor del 99% de nuestras necesidades presupuestadas del año pasado, el cual es un par de cientos de miles de dólares más de lo que ustedes dieron el año pasado en total. La realidad es que nosotros, como familia de fe, hemos dado una gran cantidad de dinero para el avance del evangelio.

Entonces, he alabado a Dios por Su gracia en ustedes. Esta mañana oraba pero no pude evitar pensar en ustedes, y mientras oraba por ustedes como Iglesia, no pude evitar pensar en 2da Tesalonicenses 1:8, el cual habla acerca de cómo la Iglesia en Tesalónica y su fe se había esparcido por doquier. Lo que es alentador, hermanos y hermanas, es que Dios está haciendo todo tipo de cosas diferentes en diferentes contextos. Tuve una nota, aún esta mañana, que estaba sentado en mi escritorio, y quiero que la escuchen.

Esta es una pareja que dijo, “Querido David, queremos decir gracias a la Iglesia”. Entonces, esto es alguien fuera de nuestra familia de fe. “Leímos la Biblia juntos como pareja en voz alta por primera vez en 34 años de matrimonio. Esta experiencia, verdaderamente, ha bendecido nuestras vidas en una manera asombrosa; nuestra relación; nuestras relaciones individuales con Jesús, y nuestra relación con Él como pareja. Adicionalmente, hemos sido bendecidos al escuchar el estudio de la Palabra cada semana.

Hemos asistido a algunos con nuestra hija que va como parte de nuestra familia de fe, y escuchamos los demás por Internet. Estamos deseosos de continuar con usted durante el 2011. No podemos esperar por el estudio de Hechos a profundidad. Por favor, utilice estas ofrendas de amor en la manera en que Dios le guíe”, y ellos incluyeron un cheque por un monto de dinero para nuestra Iglesia. Entonces, leí esto solo para dibujar algo muy pequeño en el gran esquema de cosas de cómo su fe está alentando a hermanos y hermanas en muchos contextos distintos.

Una Cuenta en Blanco

Entonces, esta mañana, lo que quiero hagamos es que nos salgamos de nuestra dieta semanal de estudio profundo, solo mirando un verso en particular de la Escritura, y en un exhaustivo plan para recorrerlo, y profundizar en él. Quiero que nos apartemos y tengamos un corazón a corazón, se pudiera decir. Hacemos esto una que otra vez. Nos apartamos de lo que necesitamos hacer cada semana, lo cual es un estudio profundo de la Palabra, y damos un paso atrás y decimos, “¿Realmente creemos lo que estamos estudiando? ¿Realmente creemos en este Libro?” hacemos esto para estar seguros de que nos cuidamos en contra de las tendencias, ciertamente, que son tan prevalentes en nuestra cultura solo para jugar juegos e ir a través de rutinas monótonas.

Entonces, damos un paso atrás, periódicamente, y decimos “Está bien. ¿Estamos realmente dispuestos a ordenar nuestras vidas en torno a este Libro? ¿Estamos realmente dispuestos a ordenar nuestra Iglesia en torno a este Libro?” hay algunas cosas que Dios ha estado haciendo en mi corazón recientemente y por un tiempo, y las quiero compartir con ustedes pastoralmente. Quiero que empecemos con una página en blanco. Quiero que piensen acerca de esto conmigo. Quiero que imaginen una cuenta totalmente en blanco. Quiero que imaginen nuestra Iglesia ahí. Imagine que no hay nada más que esté apegado. Imaginen que no hay una edificación, no hay programas, nada, solo las personas de nuestra familia de fe, que es lo que la Iglesia es, una reunión de personas.

Entonces, solo como personas viviendo en un mundo de pecado, rebelión, sufrimiento, y dolor; un mundo donde tres billones de personas viven con menos de dos dólares por día. Un billón de personas fuera de este grupo viven en absoluta pobreza; muchos viven en basureros; cientos de miles de ellos están muriendo ahora mismo de hambre y enfermedades prevenibles porque no tienen los alimentos básicos o medicina. Billones de personas engrosados en religiones falsas. Más de un billón y medio nunca han escuchado el Evangelio. Ellos ni siquiera tienen acceso al Evangelio, y todas estos billones están en un camino que va a un infierno eterno donde van a estar sufriendo por siempre y siempre y siempre, y siempre. Si este Libro es cierto, habrá un sufrimiento eterno de billones de personas.

Todos nosotros conocemos que Cristo vino; Él vino para morir en la cruz por nuestros pecados. Él ha venido para salvarnos de nuestro pecado. Él se levantó de la tumba; nos ha dado esperanza. No tenemos nada que temer en este mundo. Sabemos que cuando muramos estaremos con Él. Vemos esto en el libro de Apocalipsis. Vamos a estar con Él por siempre. Dentro de cincuenta trillones de años estaremos con Él, disfrutando de Su gloria y Su belleza por siempre y siempre. El Espíritu de Dios ha abierto nuestros ojos y nuestros corazones para ver a Cristo, y para creer en Cristo. Qué gracia, qué misericordia que hemos sido salvados del pecado, y hemos sido salvados de nosotros mismos, hemos sido salvos del infierno; hemos sido salvos para caminar con Dios para disfrutar a Cristo y para tener la esperanza de eternidad en el cielo.

Entonces, aquí estamos. El Espíritu de Dios no solo nos ha salvado y ha abierto nuestros ojos. Nos ha llenado; el Espíritu de Dios está en cada uno de nosotros que hemos creído en Cristo. El mismo Espíritu de Dios está habitando en nosotros, en cada uno de nosotros, y nosotros como pueblo hemos sido cargados para llevar este evangelio a los confines de la tierra. Por eso estamos aquí. Por esto no hemos sido llevados al cielo inmediatamente. Él nos ha dejado aquí por una razón, y esa razón es para llevar el Evangelio a los confines de la tierra.

Entonces, aquí está la pregunta: ¿Si todos nosotros con el Espíritu de Dios en nosotros en un mundo de necesidad masiva tenemos una cuenta en blanco, y tenemos el Evangelio, y estamos cargados para llevar el Evangelio al fin de la tierra, qué haríamos para llevar esta carga? ¿Dónde empezamos? ¿Si no hubiera nada en la mesa, qué haríamos? ¿Uniéramos todos nuestros recursos y gastaríamos 20 millones en un edificio?

¿Trataríamos de encontrar una manera para unirnos y escuchar a uno o dos maestros de toda la Iglesia y lo organizaríamos para que pueda tener la mejor música, y que nos obtenga el equipo para organizar programas que nos acomoden y a nuestros hijos y familia? ¿Gastaríamos nuestra energía y tiempo y recursos creando una situación que sea más cómoda para nosotros, más entretenida, más placentera para nosotros? ¿Sería esta nuestra estrategia? No creo que lo fuera. No si nos damos cuenta de lo que está pasando en el mundo, a nuestro alrededor, y si no creyéramos la Palabra que está en frente nuestro.

Si todo lo que tuviéramos fuera la Palabra en frente nuestro y el mundo a nuestro alrededor, y estamos pensando “¿Cómo vamos a llevar este Evangelio a este mundo?” no creo que diríamos, “Vamos a gastar millones en edificaciones” diríamos, “Este Libro, ni una sola vez, nos ordena como Iglesia a construir un edificio” este Libro dice que hay mejores cosas en las que podemos invertir nuestro dinero. No tenemos que construir una casa de adoración de acuerdo a este Libro; nosotros somos la casa de adoración. No creo que diríamos, “Busquemos la manera en que más de nosotros nos juntemos aquí”.

La realidad es que queremos salir. Si fuimos cargados para llevar el Evangelio a los confines de la tierra, entonces tenemos que estar esparcidos. Estamos obligados a ir; no debemos esperar que ellos vengan a nosotros. Ellos no van a venir a nosotros. La mayoría de los perdidos en nuestra ciudad no vienen a nosotros. Tenemos que ir a ellos. Tenemos que esparcirnos y llegar a donde ellos están. Aquí está lo interesante, ni siquiera tenemos que contratar un equipo para hacerlo. Todos tenemos el Espíritu de Dios en nosotros. Eso es bueno. Miles de personas en esta Iglesia con el sobrenatural Espíritu de Dios en ellos.

Eso es poder, por lo tanto, esparzámonos. Ahora, en la medida en que nos esparcimos, mientras vamos a los vecindarios, hay personas en nuestras vecindades, y personas donde trabajamos y personas a nuestro alrededor en esta ciudad y en comunidades que usualmente no vamos. Tenemos que esparcirnos al mundo, y mientras lo hacemos, nos vamos a necesitar los unos a los otros. No podemos hacer esto solo, entonces nos vamos a necesitar los unos a los otros aún en mayores maneras de la que nos necesitamos si vamos a organizarnos alrededor de nosotros mismos.

Si vamos juntos tras este mundo con el Evangelio, realmente vamos a necesitarnos unos a otros. Entonces, tenemos que reunirnos. Ahora, no tenemos que juntarnos todos en un lugar. Hay lugares que nos podemos juntar. Tenemos casas. Tenemos oficinas, tenemos lugares donde nos podemos juntar, y nos podemos animar unos a otros. Podemos compartir la vida juntos. Tenemos que cuidar por los hijos de los demás y apoyar nuestros matrimonios y maximizar la soltería de unos y otros, si ese es el caso. Tenemos que cuidar a la viuda. No tenemos que juntarnos solo para escuchar a un maestro; necesitamos la Palabra. Si es el regalo de Dios que alguien debe enseñar, no tiene que ser en frente de un par de miles de personas; puede ser con 20 personas. Queremos la Palabra. Queremos equipar los unos a los otros para ir al mundo. Piense que esa sería la manera en que pensáramos si tuviéramos una cuenta en blanco.

Entonces en eso, quiero darles una imagen del libro de Hechos. Usted leyó a través del libro de Hechos, y leeremos a través del libro de Hechos por las próximas 11 semanas. No vamos a ver mucho de las cosas que asociamos con la Iglesia de hoy en el libro de Hechos. Vamos a ver una imagen muy diferente. Ahora, quiero ser cuidadoso aquí porque no todo en el libro de Hechos es prescriptivo. En otras palabras, no todo está intencionado para decir “Usted debe hacer esto de manera exacta por siempre” vamos a hablar de eso mientras avanzamos, y estudiamos. No todo es perfecto aquí en el libro de Hechos, y no es fácil.

La realidad es que vamos a ver personas que están perdiendo sus vidas, decapitadas. Vamos a ver personas al final del capítulo 2 que eran más pequeños en número que nuestra Iglesia aquí. Hay un poco más de 3,000 personas al final de Hechos 2 viviendo los capítulos siguientes. Vamos a ver comunidades y ciudades y esparcimiento a naciones; vamos a ver personas iniciando Iglesias en todo el mundo de una forma que Hechos 17:6 dirá, “Estas personas están revolucionando el mundo” solo me imagino, si tuviéramos el mismo Espíritu en esta sala, si nuestros números son más grandes, entonces, ¿Por qué no podemos ser parte de algo como eso? ¿Por qué no?

Un Cheque en Blanco

Aquí es donde quiero retarnos esta mañana como Iglesia, a que le demos a Dios un cheque en blanco. Hablamos acerca de dar a Dios un cheque en blanco con nuestras vidas, y hemos mencionado eso en numerosas ocasiones anteriormente. Tenemos que decirle a Dios con nuestras vidas, “Señor lo que sea que quieras que haga, donde sea que quieras que vaya, de la forma en que quieras viva, lo haré”. Tenemos que darle a Dios un cheque en blanco con nuestras vidas; esto es lo que Jesús demanda y merece.

Lo que quiero retarnos a hacer hoy, y claro está en los días que se aproximan, es dar a Dios un cheque en blanco con nuestra Iglesia. Decirle a Dios, “Dios, si quieres que vendamos el edificio, lo haremos. Dios, si quieres que eliminemos cada programa que tenemos, lo haremos. Dios si quieres que reorganicemos totalmente nuestra comunidad de fe, lo haremos. Aquí está un cheque en blanco; sin ningún tipo de ataduras.” Esta mañana quiero darles 10 razones de por qué debemos darle ese tipo de cheque en blanco. Vamos a recorrer la mayoría de ellas bien rápido, pero quiero mostrarles, especialmente en Hechos 1 y 2, diez razones de por qué debemos darle a Dios un cheque en blanco como Iglesia.

Jesús es Digno de Rendimiento Absoluto

Entonces, para empezar con el número uno. Si usted va a Hechos 1, la primera razón de por qué debemos dar a Dios un cheque en blanco es porqué Jesús es digno de un rendimiento absoluto. Esa es la primera razón. Ahora, Hechos 1:1 dice, “En el primer tratado…” Pausa, ¿Cuál es el primer tratado? El libro de Lucas es primero; hay otro libro que Lucas escribió llamado libro de Lucas. Tenemos a Lucas y Hechos, algo así como una serie de dos partes, y esta es la secuencia del libro de Lucas.

Entonces, quiero recordarles, desde el principio, de cuál fundamento ha sido puesto en el libro de Lucas. El fundamento que ha sido puesto es el retrato de un Salvador, Señor y Rey que es digno de un rendimiento absoluto. De hecho, vayan conmigo a Lucas 9. Permítanme animarlos a subrayar un par de versos en el libro de Lucas. Nos recuerdan lo que significa seguir a Jesús. En Lucas 9:23-24, vemos al Salvador que todos nosotros seguimos. El Salvador que le dice a todos en Lucas 9:23, “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.”, que no es más que un instrumento de tortura y ejecución. “cada día y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará.”

Usted tiene que perder su vida. Cristiano, usted tiene que perder su vida; usted está muerto para usted mismo. Usted llega a Lucas 9:57, y dice, “Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.” Dice Jesús, “Tú dices que me vas a seguir. Tienes que darte cuenta que ni siquiera tu necesidad básica de refugio está garantizada. Sígueme; y Yo soy todo lo que tienes” hemos venido con estrategias muy extrañas para adorar al Salvador que ni siquiera tiene un techo sobre Su cabeza en la Iglesia de hoy.

“Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios.” “Más importante que ir al funeral de tu padre es la proclamación del reino de Dios” “Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.” En otras palabras ni siquiera regreses a tu madre o padre a decirles adiós. Ve. Esto es rendición absoluta.

Llegando al siguiente capítulo, Lucas 10:3, y Jesús está enviando a 72 de Sus seguidores, y Él dice en Lucas 10:3, “Id; he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos.” Estas no son buenas noticias. Si usted es un cordero rodeado de lobos, usted no está en una buena posición. Usted está en una posición peligrosa. Esto no es un llamado a la comodidad. Esto es un llamado al sacrificio.

Siga conmigo en Lucas 12:22. Me encanta este pasaje. Usted solo puede imaginar a los discípulos escuchando palabras como esta. Escuchamos palabras como estas y pensamos “¿Qué significa esto? ¿Rendición absoluta y sacrificio?” usted comienza a preocuparse sobre qué significa esto, y entonces escuche lo que Jesús dice: “Él le dijo a sus discípulos” en Lucas 12:22.

“Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido. Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves? ¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo? Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás? Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe? Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud.”

“Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas. No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye. Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.”

¿Escuchó lo que Él está diciendo ahí? Entonces, lo que quiero decir con que Jesús es digno de rendición absoluta es que usted puede dejarlo todo en su vida, y usted puede estar seguro de que Él es bueno. Cuando todo parece alocado en el mundo a su alrededor, podemos confiar en Él. Cuando Él dice que haga algo, podemos confiar en Él. Él es digno de ese tipo de rendición.

Continuemos a Lucas 14:25 “Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena. Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.” Eso es duro. Estamos supuestos a amarlo de una manera que hace que nuestras relaciones más cercanas en este mundo parezcan que son odiadas, en comparación.

Lucas 14:27-32: ¿Están escuchando lo que Él está diciendo aquí? Jesús está diciendo, “No vengan a Mí casualmente”. Seguramente, mucho más que hacer una oración está involucrado en esto; esta es tu vida rendida a Jesús. Él dice en el verso 33, “Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.”

Cuando usted llega a Lucas 18, dice “Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?” verso 19 “Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Dios.”

Verso 20, “Los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre. El dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.”

Ahora, este pasaje no significa que todo el que sigue a Jesús debe vender todo lo que tiene y darlo a los pobres, pero significa que Jesús le pueda decir a cualquiera de nosotros que le seguimos que vendamos todo lo que tenemos y se lo demos a los pobres. Ninguna de nuestras posesiones es nuestra. Ellas le pertenecen a Jesús, y le hemos entregado todo a Él para que Él lo use. Entonces, esta es la imagen de Jesús en el libro de Lucas.

Entonces, cuando llegamos a Hechos 1, recordamos a estos hombres, cuando todas las multitudes se fueron, aquellos que todavía están aquí que dicen, “Sí, Él es digno de una rendición absoluta” usted mira a estos discípulos aquí en el principio. Judas, obviamente, no está ahí, entonces nos quedan once. Diez de ellos mueren como mártires. El que no lo hizo moriría en el exilio a razón de la proclamación del Evangelio. Costó cada una de las cosas de las vidas de estas personas.

Pienso en personas en nuestra congregación que están yendo a los pueblos de mayor peligro en el mundo. No quiero, de ninguna manera, sobre dramatizar, pero si quiero que nos demos cuenta de la gravedad de donde estas personas van. No pude evitar pensar, mientras los preparamos para enviarlos, en la carta que escribió Adoniram Judson a su prospecto suegro. Él se quería casar con Ann, y quería llevarla con él a otro país a un pueblo no alcanzado para compartir el Evangelio con “los paganos”, la manera en como ellos le llamaban. Entonces, ella escribió esta carta.

Él le está pidiendo la mano para casarse con Ann, escuchen lo que él le escribe, Tengo ahora que preguntarle si usted puede consentir que parta con su hija a principios de la próxima primavera; para no volver a verla en este mundo. Ver si usted puede consentir para su partida y su sujeción a las dificultades y sufrimientos de una vida misionera. A ver si usted puede consentir a su exposición a peligros en el océano a la influencia fatal del clima sureño de la India. A todo tipo necesidad y angustia; a degradación, insulto, persecución, y quizás a una muerte violenta.

¿Puede usted consentir a todo esto por el bien de Él que dejó su hogar celestial y murió por ella y por usted? ¿Por el bien de perder almas inmortales; por el bien de la gloria de Dios? ¿Puede consentir a todo esto con la esperanza de que pronto se encontrará con su hija en el mundo de gloria con una corona de justicia y alumbrada con la aclamación de alabanza que resonará para su Salvador de los paganos que han sido salvados a través de sus medios de la aflicción eterna y desesperación?

Padres: ¿Qué si ustedes recibieran esta carta sobre su hija? Él dijo “Sí” y ellos se fueron, y Ann murió en predicación. Entonces, miro a estas personas, y veo personas que están dispuestas a dar sus vidas. Si ellos están dispuestos a dar sus vidas, entonces seguramente, podríamos dar un edificio. Si ellos están dispuestos a dar sus vidas, entonces seguramente, podemos dar un programa o una comodidad. Este es el resultado inevitable de un pueblo que sigue a Jesús. Nuestras vidas están rendidas a Él. Por lo tanto, cuando nos unimos, no nos aferramos a nada de manera segura. Todo le pertenece a Él. No hay otra opción para nosotros si somos una comunidad siguiendo a Jesús.

Jesús está Trabando para el Avance de Su Reino

Entonces, la razón número uno es que Jesús es digno de nuestra rendición absoluta. Razón número dos es porque Jesús está trabajando para el avance de Su reino. Vuelva arriba a Hechos 1:1 “En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar…” Pausemos aquí. Noten que solo estamos en el verso 1, pero escuchen lo que Lucas acaba de decir. Él dijo en mi primer libro. El libro de Lucas; la historia de la vida de Jesús. Su vida; Su muerte; Su resurrección. Él dijo, “Te hablé de todas las cosas que Jesús comenzó a enseñar” Si Él solo comenzó, esto se vería como que implica que hay más cosas por venir ¿cierto? Él empezó en Lucas, ahora en Hechos es la continuación de lo que Él comenzó a hacer.

Ahora, el problema es, cuando usted llega a Hechos 1:11, Jesús se ha ido. Once versos cortos y para el cielo, Jesús se fue. Él asciende a los cielos, y aquí está la belleza: a través de todo este libro; Lucas está intencionalmente mostrándonos que Jesús está en el cielo por un propósito. Él está en el cielo por el avance de Su reino en la tierra. Lo que usted ve es a Jesús haciendo todo tipo de cosas a través de este libro. Específicamente, usted mira en Hechos 1 aquí y mira en el verso 24. Ellos estaban orando acerca de quién va a reemplazar a Judas. “Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido, para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar.” “Tú conoces nuestros corazones; muéstranos”.

Usted va a Hechos 2:32. Escuchen esto, “A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.” Ahora, escuchen el verso 33, “Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.” ¿Quién derramó el Espíritu Santo en Hechos 2? Jesús lo hizo. Es Jesús quien hizo esto, y usted sigue bajando al verso 36 y dice que Pedro está predicando, y Él dice acerca de Jesús, “que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.” Él es el Señor, y entonces, cuando usted ve “Señor” mencionado a través de este libro, esa es una referencia a Jesús. Miren más abajo en Hechos 2:47. Ellos están “alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.” Jesús está adicionando a quienes habían de ser salvos” Él envió el Espíritu; Él está avanzando el reino.

Usted va a Hechos 9:3, y ahora tenemos a Saulo que está persiguiendo a los cristianos andando en un camino, y dice en Hechos 9:3, “Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues” este es un momento desafiante. Entonces, este es Jesús confrontando a Saulo en el camino.

Luego, seguimos avanzando a Hechos 9:10, dice, “Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor. Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora…” este es Jesús diciéndole a Ananías que vaya. Entonces, en el mismo capítulo, Hechos 9:32, y escuche esto; este es la historia de Eneas.
“Y halló allí a uno que se llamaba Eneas, que hacía ocho años que estaba en cama, pues era paralítico. Y le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama. Y en seguida se levantó. Y le vieron todos los que habitaban en Lida y en Sarón, los cuales se convirtieron al Señor.”

Hay otros Ejemplos y Llegaremos a ellos Pronto

La imagen es, a través de todo este libro, Jesús está avanzando Su reino. Y todo el camino hasta el final, Hechos 28:30-31, en el cual dice que Pablo estaba allí en Roma, en el centro del fin de la tierra, proclamando el reino del Señor Jesucristo. Jesús está haciendo todo esto. Él está a través de todo el libro de Hechos avanzando un reino. Y Él está haciendo lo mismo hoy. Jesús todavía está a la diestra del Padre. Él todavía derrama Su Espíritu en aquellos que confían en Él, y Jesús está avanzando Su reino en esta ciudad; Jesús está avanzando Su reino a los confines de la tierra; Jesús está orquestando todo; Él está haciéndolo todo.

Entonces, digo que le acompañemos y digamos “¿Cómo quieres que te acompañemos? Lo que sea que digas lo haremos. Tú sabes la mejor manera de hacer avanzar este reino que lo que nosotros sabemos. Por lo tanto, vamos a confiar en Ti. Vamos a postrar nuestros rostros. Vamos a orar a Ti, y vamos a estar en Tu Palabra, y vamos a pedirte que hagas esto entre nosotros.”
Jesús nos ha vestido de Su poder.

Número tres: tenemos que dar un cheque en blanco de Iglesia porque Jesús ha vestido a cada uno de nosotros con Su poder. Usted busca en Hechos 1:8, y dice, “Jesús le dijo a Sus discípulos: “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” Jesús les había dicho a Sus discípulos al final del libro de Lucas; Lucas 24, “Esperen en Jerusalén hasta que hayan sido revestidos con el poder de lo alto” es una gran palabra, que significa, literalmente, vestidos como una “prenda sobre ustedes” y esto es lo que está pasando. Él dijo, “Recibirán poder”.

Cuando llegamos a Hechos 2, el Espíritu Santo desciende. Estas personas empiezan a hablar todo tipo de lenguas con la valentía que nunca habían tenido antes con un poder que nunca se había visto antes. Ellos anuncian el Evangelio; 3,000 personas son salvas por este poder del Espíritu, y es sorprendente para todos. Al principio todos piensan que están borrachos porque están hablando todas estas lenguas extrañas. Luego, llegamos a Hechos 4:13 y ve estos versos que dicen, “.

Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús.” Somos una Iglesia llena de gente ordinaria. Este es el peligro: hemos diseñado todo esto para poner a una persona o algunas personas en frente de todas las demás para enseñar a todas estas personas.

Usualmente son los que están dotados para hacer esto o aquello. No todos hemos sido dotados con el Espíritu sobrenatural de Dios. Usted, creyente en Cristo, usted tiene el Espíritu de Dios en usted.

Jesús nos Ha Dado un Mismo Propósito

Dios en toda Su plenitud, y todo Su poder en usted y en todos nosotros yendo con ese poder. ¿Por qué querríamos devolvernos en cualquier manera? No, le damos a Dios un cheque en blanco, Él nos viste con Su Espíritu, y cuarto, porque Jesús ha dado a cada uno de nosotros el mismo propósito. Él nos ha vestido a cada uno de nosotros con Su poder, y le ha dado a cada uno de nosotros el mismo propósito. “Recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo y serán mis testigos” Esto es, probablemente, donde estoy más convencido.

Pongo todo este sistema que hemos diseñado para decir “¿Cómo vamos a guiar estas personas a Cristo?” “Bueno, tengamos un gran lugar y pongamos música y pongamos a alguien dotado para que hable, y ellos harán esto; así es como vamos a guiar las personas a Cristo” el único problema es, si así es como el Evangelio se va a esparcir a lo último de la tierra, entonces vamos a tener que replicar esto en todo el mundo, pero la belleza es que no tenemos que hacer eso. Yo no soy el único predicador dando este estudio. Todos ustedes son predicadores.

Ahora, eso no significa que usted tiene que hacer un sermón cada semana, pero si quiere decir que usted está en esta tierra, cristiano, con un propósito: predicar este Evangelio. Sin embargo, nos quedamos atrapados. No quedamos atrapados en esta mentalidad de que esto es lo que un par de personas hacen; venimos y escuchamos, y crecemos y luchamos, esto o aquello. No, todos somos predicadores del Evangelio, y si venimos aquí domingo tras domingo, y no salimos todos predicando, estamos perdiendo el punto. Estamos desperdiciando el Evangelio; estamos desperdiciando nuestras vidas.

Todos somos predicadores, proclamadores del Evangelio, y Dios lo ha puesto a usted en lugares a los cuales yo nunca iré; entre personas que nunca estaré, y lo mismo pasa en mi vida. La belleza es que Él tiene esto agarrado; Él tiene a todos los creyentes en todo el mundo. Él tiene 4,000 de nosotros, y Él ha diseñado cada una de nuestras vidas para predicar el Evangelio donde quiera que vayamos. Él nos ha dado el mismo propósito, entonces déle un cheque en blanco.

El Mundo es Nuestro Objetivo

La quinta razón para darle a Dios un cheque en blanco es porque el mundo es nuestro objetivo. Le damos un cheque en blanco porque el mundo es nuestro objetivo, y para ser “testigos en Jerusalén, Judea y Samaria y hasta lo último de la tierra”. Ese es el objetivo. El Espíritu quiere el mundo para Cristo. Él quería el mundo para Cristo en aquel entonces, Él quiere el mundo para Cristo ahora. Tengo que compartir esto con ustedes bien rapidito.

He tenido el privilegio de pastorear en esta Iglesia por cuatro años y medio, no muy lejos de eso, estaba leyendo todo tipo de cosas sobre Igle-crecimiento, y esto y aquello, porque no había pastoreado antes. No tenía idea de lo que estaba haciendo, todavía no lo sé, y leí cosas sobre, “Bueno, debe definir su blanco de público en su comunidad. A quién va a alcanzar su Iglesia. Quizás sea alguien del tipo clase media, clase media-alta de negocios con ingresos y familia. Entonces, ¿Cómo vamos a alcanzar a estas personas?” esto es lo que ellos dijeron. Estoy leyendo esto, y pienso… no. Entonces, hablamos acerca de cómo no vamos a ir tras el promedio de hombre o mujer de clase media, no porque él o ella no sean importantes; él es realmente importante. Lo que queremos es que esas personas vengan a Cristo, no hay duda. Vamos a trabajar para ellos para que vengan a Cristo, pero vamos a trabajar más allá por hombres y mujeres en todo el mundo. Esto es lo que decimos.

De lo que hablamos es sobre trabajar para alcanzar esa persona en África que vive en total pobreza. La persona que vive entre un grupo humano que es hostil a cualquiera que trata de traerles el Evangelio a ellos. Queremos alcanzar a la persona que conoce a alguien en esa tribu que, cuando ellos se convirtieron a la fe en Cristo, fueron muertos por sus padres, y dijimos “Vamos a alcanzar a esa persona, y no es a través de la exclusión de la clase media” entonces, vamos a alcanzar a personas que están justo a nuestro alrededor aquí, pero si nos enfocamos en las personas que nos rodean, desobedeceremos lo que Cristo nos ha ordenado que hagamos, lo cual es llegar el Evangelio a lo último de la tierra.

Entonces, lo que vamos a hacer es que vamos a guiar a esta persona de clase media a Cristo, y entonces cuando él lo haga, queremos decir, “Tu vida está intencionada para llevar el Evangelio a otros, tu vida y tus recursos y tu familia son para ser utilizadas llevando el Evangelio a todas las naciones”.

¿Cómo podemos llevar el Evangelio a aquellos que nunca lo han oído? Vamos a enfocarnos en la enseñanza del Evangelio, entonces vamos a llegar a la persona en el otro lado del mundo, y una vez lleguemos a ella, vamos a ir al siguiente grupo humano que no ha escuchado hasta que la palabra “No alcanzado” no exista en el vocabulario.

Entonces, este es el asunto. Un par de años atrás, un hombre de negocios de clase media que encaja en la descripción que acabo de presentarles, vino a conocer a Cristo a través del ministerio de esta Iglesia, y fue salvo. Él y su esposa empezaron un grupo pequeño, y empezaron a dirigir parejas en este grupo pequeño. Una de las parejas que estaba en el grupo era una pareja que se había mudado a otra parte del mundo para alcanzar un grupo humano no alcanzado, y esa es nuestro objetivo. El hombre de negocios de clase media ha sido alcanzado por el bien de los no alcanzados en el mundo, y ese es nuestro objetivo. El mundo es siempre nuestro objetivo, cuando tenemos el Espíritu de Dios en nosotros, porque el Espíritu alcanza al mundo para Cristo. Es por esto que tenemos que darle un cheque en blanco – porque el mundo es nuestro objetivo y porque la Palabra es nuestra garantía.

La Palabra es Nuestra Garantía

Número seis, la Palabra es nuestra garantía. Usted mira a través del libro de Hechos, y lo que usted verá es una y otra vez diciendo, “La Escritura fue cumplida”. Dice esto, hasta cuando Jesús está muriendo en la cruz, era para cumplir lo que la Escritura había dicho. Usted ve esto en Hechos 1:16, y la belleza es que la Escritura, la Palabra, es nuestra garantía. Esta Palabra ha prometido que este Evangelio va a ir a todo grupo humano en el planeta, entonces nuestro éxito está garantizado. Es por esto que estamos dando un cheque en blanco porque no tenemos que preocuparnos acerca de si ponemos o no recursos en estas acciones, van a funcionar al final; van a funcionar al final. Ponga todo su dinero ahí; ponga todos sus recursos ahí porque esta misión está garantizada para el éxito, y esa es la número seis, porque la Palabra es nuestra garantía.

El Espíritu está Aquí

Número siete, porque el Espíritu está aquí. En hechos 2:1-13, usted ve el Espíritu venir, y toda la imagen ahí es el Pentecostés. El Espíritu de Dios desciende, y hay tanta tendencia en nuestros días de decir, “Queremos que el Espíritu descienda y haga esto o aquello”. La belleza es que el Espíritu ha venido. El Espíritu está aquí. El Espíritu está en medio nuestro. Ahora, no tenemos que esperar. Ellos tenían que esperar en Hechos 1. En hechos 2, el Espíritu vino, y el resto del tiempo, no había espera. Entonces, no tenemos que esperar por el Espíritu. El Espíritu está aquí, entonces démosle un cheque en blanco.

La Apuesta es Alta

Siguiente, número ocho, porque la apuesta es alta. Es por eso que tenemos que darle a Dios un cheque en blanco con nuestra Iglesia porque la apuesta es alta. Usted llega al final de Hechos 2:37, y ellos escucharon lo que Pedro dijo “Al oír esto, se compungieron de corazón…” y ellos preguntaron “Varones hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.” Dice en el verso 40, “Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba…” entonces, solo sientan la pasión en Pedro diciendo, “Sed salvos de esta perversa generación”. Hermanos y hermanas, lo que está en juego es alto.

De lo que estamos hablando en este sermón es mucho más grande que cualquiera en esta vida. Estas son vidas por toda la eternidad yendo a un gozo eterno en el cielo o a un sufrimiento eterno en el infierno. ¿Se da cuenta de lo que está en juego? Que las personas a nuestro alrededor en nuestra ciudad, si no vienen a Cristo, ellos se quemarán en el infierno por siempre, esas personas en otros lugares del mundo que, cada día, están muriendo sin tener acceso al Evangelio, y que no han escuchado. ¿Se da cuenta de lo que quiero decir? ¿Realmente cree en esto? Porque si realmente creemos, esto es lo que está en juego, entonces la cultura cómoda de Iglesia no tiene sentido, no si lo que realmente creemos que la apuesta es alta.

La Gloria de Cristo no nos Deja otra Opción

La razón número nueve es porque la gloria de Cristo no nos deja otra opción. Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.” Hechos 2:36. Él es el Salvador resucitado, y el Señor exaltado. Jesús es el Señor, y queremos Su gloria más de lo que queremos nuestra comodidad. Queremos Su gloria más de lo que queremos hacer cosas de la manera en que se hacía antes. Queremos Su gloria más de lo que queremos nuestras tradiciones. Queremos Su gloria más de lo que queremos nuestras preferencias. Queremos Su gloria en todas las naciones, y es por eso que vamos a dar un cheque en blanco porque somos consumidos con una pasión por Su gloria en nuestra ciudad. Somos consumidos por una pasión por Su gloria en los Estados Unidos y consumidos por una pasión por Su gloria en todas las naciones. El cheque en blanco, por gravedad, hace sentido; la gloria de Cristo no nos da otra opción.

La Venida de Cristo nos Deja con una Gran Expectativa

Número diez: Porque la venida de Cristo nos deja con una gran expectativa. Hechos 1:11 dice, “Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá” Él regresará. Él pudiera venir hoy o mañana o el próximo año y sabemos que en Mateo 24:14 nos dice que Él regresará cuando el Evangelio del reino sea predicado en todas las naciones. Entonces, Él regresará en el cumplimiento de la Gran Comisión, y hemos hablado acerca de esto antes. Entonces, ¿Cree que podamos ver el cumplimiento de la Gran Comisión en nuestros días? Tenemos los recursos, y más importante, tenemos el Espíritu de Dios. ¿Podemos ver el cumplimiento de la Gran Comisión en nuestros días? Hermanos y hermanos, yo digo que muramos intentándolo. Por eso le damos a Él un cheque en blanco.

David Platt

David Platt sirve como pastor en el área metropolitana de Washington, D.C. Es el fundador de Radical.

David recibió su doctorado del Seminario Teológico Bautista de New Orleans y es el autor de Don’t Hold Back [No te quedes donde estás], Radical, Sígueme, Contracultura, Algo tiene que cambiar, Before You Vote [Antes de votar], así como los varios volúmenes de la serie Christ-Centered Exposition Commentary [Comentario Expositivo centrado en Cristo]. 

Vive junto con su esposa e hijos en el área metropolitana de Washington, D.C.

LESS THAN 1% OF ALL MONEY GIVEN TO MISSIONS GOES TOWARDS REACHING THE UNREACHED.

That means that the people with the most urgent spiritual and physical needs are receiving the least support. You can help change that!