Si eres cristiano y estás convencido de que Dios te llamó a servir como misionero, aquí te dejo diez cosas que puedes hacer para prepararte.
1. Crece en tu relación personal con Jesús
Desarrolla una relación íntima y estrecha con Jesús. Busca estar lo más cerca posible de Él. Pablo le dice a Timoteo “Ejercítate para la piedad” (1 Timoteo 4:7). Debes crear el hábito diario de tener comunión con Cristo, orando, leyendo y meditando en Su Palabra.
En el campo misionero habrá dificultades físicas y espirituales. Debido a esto, es común que la vida espiritual de los misioneros disminuya en el campo misionero. Por eso es importante que, antes de salir al campo, tu relación con Jesús sea buena, regular y deleitosa.
2. Prepárate teológicamente
Es muy importante que conozcas las doctrinas bíblicas y que tengas un conocimiento profundo de Dios (1 Timoteo 4:16).
Mientras más preparado estés, más útil serás en el campo misionero.
Como misionero tendrás que evangelizar, discipular y capacitar otros líderes en la cultura donde el Señor te envíe. Y si la meta es plantar iglesias, debes saber qué es y cómo funciona una iglesia. Por eso debes prepararte teológicamente. Puedes hacerlo en tu iglesia local, en un seminario, o incluso a través de clases en línea.
No puedes enseñar o explicar lo que no conoces. Mientras más preparado estés, más útil serás en el campo misionero.
3. Sirve en tu iglesia local
Al igual que todos los creyentes, has sido dotado de dones espirituales para el beneficio de los demás (1 Corintios 12:7). Debes identificar tus dones y encontrar oportunidades para usarlos sirviendo en tu iglesia local y tu comunidad.
Subirte a un avión no te cambia; debes estar sirviendo en tu iglesia local antes de poder servir en otro país.
4. Evangeliza y haz discípulos
El llamado de Jesús en la Gran Comisión es a hacer discípulos, y esto comienza con el evangelismo. Evangelizar y discipular serán probablemente dos de las tareas que más vas a hacer en el campo misionero.
Debes ser capaz de compartir el evangelio de manera clara y precisa; en ocasiones tendrás que contextualizarlo. También tendrás que discipular a otros, ayudándoles a desarrollar un fundamento sólido en la verdad de Dios y equipándoles para que ellos a su vez también hagan discípulos.
Investiga, estudia y practica diferentes métodos de como evangelizar, y comienza a hacerlo en tu comunidad. Si no estás discipulando a nadie, inicia una relación de discipulado con un nuevo creyente u otra persona en tu iglesia.
5. Investiga sobre agencias misioneras
El llamado a las misiones es a la iglesia, y la iglesia local es la que debe enviarte como misionero. Sin embargo, existen agencias misioneras que pueden ayudar a la iglesia y al misionero en este proceso, proveyendo entrenamiento transcultural, contactos en el campo misionero, etc.
Asegúrate que la agencia que elijas no sustituya el rol de la iglesia que envía, sino que complemente y le ayude en este proceso. También asegúrate que la agencia sea compatible con tu ministerio y convicciones teológicas.
6. Participa en viajes misioneros a corto plazo
Creo que los viajes misioneros a corto plazo realizados correctamente son un buen lugar para empezar a entender el campo misionero y las misiones, al igual que comenzar a ejercer tu llamado.
Haz al menos un viaje misionero a corto plazo. Si existe la posibilidad, haz estos viajes al país o la zona donde quieres servir a largo plazo. Si todavía no sabes dónde quieres servir, puedes ir a cualquier lugar que te saque de tu zona de confort. Sirve en otro contexto y aprende de misioneros que están sirviendo a largo plazo en ese lugar.
7. Aprende otro idioma
Si vas a servir en un lugar donde no se habla tu lengua materna, debes comprometerte con el aprendizaje constante de al menos un nuevo idioma.
Si no eres bilingüe, te recomendaría que aprendas alguna lengua comercial (inglés, francés), ya que son idiomas hablados en muchas partes del mundo y reconocidos internacionalmente. También deberías aprender el idioma del país o lugar que quieres servir a largo plazo, así será más fácil tu inserción en la cultura del lugar.
8. Desarrolla una buena administración financiera
Una de las principales barreras en la preparación de un misionero para moverse al campo es el mal manejo de las finanzas. Las deudas o compromisos que tienes en tu país pueden ser un problema, por lo que te animo a tener la menor cantidad de deudas posibles. No tomes préstamos innecesarios o, si puedes, no tomes ninguno.
También es muy probable que como misionero tus recursos o ingresos no sean muchos o quizás en algún momento disminuyan. Es ahí donde debes ser un buen administrador de los recursos que Dios te ha provisto.
9. Sigue preparándote profesionalmente
Hay personas que dejan sus vidas profesionales para ir al campo misionero, lo cual sin duda es admirable. Pero hoy en día vivimos en un mundo globalizado en el cual la preparación profesional puede ser muy útil al momento de entrar a algunos países menos alcanzados que no permiten la entrada de religiosos o misioneros.
Si estás planeando ir a algunos de estos países a servir a largo plazo, te animo a al menos determinar tu carrera profesional para así tener una justificación legal para entrar a estos países.
10. Sigue tu llamado
Seguir el llamado misionero no es fácil, en especial cuando nuestra sociedad nos invita al materialismo, la comodidad y al egoísmo Incluso nuestra propia familia e iglesia pudieran estar envueltas en esta mundana forma de pensar.
Nunca olvides que Dios te ha hecho un llamado mejor, a precio de sangre: un llamado a ser parte de Su obra. Mantente firme y constante sabiendo que el trabajo que haces en el Señor no es en vano (1 Corintios 15:58).