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Libres en Cristo

Solo por gracia, Dios bendice a Su pueblo. Esta gracia se expresa en promesas radicales. Solo a través de la fe, el pueblo de Dios recibe Su bendición. Esta fe se expresa en obediencia radical. El pacto de Dios con Moisés no contradice Su pacto con Abraham; más bien, el pacto de Dios con Moisés complementa Su pacto con Abraham. En este mensaje sobre Gálatas 3:1–25, David Platt nos enseña que Jesús cumple la ley de Moisés al obedecer la ley de Dios por nosotros y soportar la ira de Dios en lugar de nosotros.

1. El pacto de Dios con Abraham.
2. El pacto de Dios con Moisés.
3. El pacto de Dios a través de Cristo.

Si tiene una Biblia, y espero que la tenga, déjeme invitarle a abrirla conmigo en Gálatas 3.

Gálatas 3 es uno de los pasajes más complejos y complicados en todos los escritos de Pablo en el Nuevo Testamento. Hay un versículo aquí, Gálatas 3:20 – un comentador dijo, “Hay posiblemente 300 interpretaciones diferentes para ese único versículo.” Eso bendecirá su corazón, cuando usted ve eso al comienzo de la semana, y usted piensa, “Ok, yo como que repasare la 300 interpretaciones y eso es solo un versículo.”

Y entonces esta semana ha sido desafiante, y creo que esta semana será desafiante para nosotros. Creo que textos como este nos prueban, en un sentido. Ellos – y ellos nos examinan. Ellos se aseguran que nosotros no estamos entrando a la Palabra siempre buscando por lo fácil, simple, entretenido, “Solo denme un principio de cómo vivir para que así pueda seguir con mi vida,” ese tipo de mentalidad que hemos venido a la palabra.

¿Y que pasa cuando la Palabra no nos da ese tipo de cosa que es simple, entretenido, “Aquí esta la forma practica”? Aunque creo que hay ramificaciones prácticas aquí, pero en realidad, la meta de este texto es darnos una imagen de Cristo. Y textos como este examinan nuestros corazones para asegurarse que Cristo es suficiente. Y nosotros queremos sumergirnos dentro de estas ricas verdades teológicas que están en textos como Gálatas 3, porque en realidad queremos ver a Cristo, queremos conocer a Cristo.

Y cuando lo hacemos, creo que nos encontramos con que la trayectoria valió la pena. La manera plasmaría este texto, y quiero como ponerle un marco hoy, en vez de un maratón, quiero que nos imaginemos que estamos subiendo una montaña, y vamos a trabajar muy duro y vamos a llegar a un pico, y vamos a tener un buen panorama desde ahí. Y después vamos a subir a un segundo pico que es mucho más alto, y vamos a tener una buena vista desde ahí.

Pero la meta es de llegar al tercer pico, el monte Everest, por así decirlo, y Gálatas 3, y le prometo que una vez lleguemos ahí, será uno de esos momentos que usted llega al tope y usted mira alrededor y usted dice, “Si, Si, por esto fue que pase todo este tiempo subiendo.” Entonces, ¿esta listo para subir? Aquí vamos.

Gálatas 3 – lo que vamos hacer es que vamos a leer por el – en realidad no voy a leer todo el capitulo, pero por 25 versículos. Y me adelantare y le advertiré, usted escuchara y estará pensando, “No lo entiendo, no lo entiendo – No estoy seguro a donde es que va esto,” pero solo quédese con esto y vamos a como la palabra toma vida en esta mañana, espero que en cierta forma transforme nuestras vidas, quizás hasta transforme nuestras vidas por toda la eternidad.

“¡Oh gálatas insensatos! ¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado? Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?”

“¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si es que realmente fue en vano. Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe? Así Abram creyó a Dios, y le fue contado por justicia. Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abram.”

“Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abram, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abram. Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.”

“Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas. Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero).”

“Para que en Cristo Jesús la bendición de Abram alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu. Hermanos, hablo en términos humanos: Un pacto, aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade.”

“Ahora bien, a Abram fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo. Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa.”

“Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa; pero Dios la concedió a Abram mediante la promesa. Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador. Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno.”

“¿Luego la ley es contraria a las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley. Mas la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes.”

“Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo.”

Tres picos – el primer picos va a tratar con Abram. El segundo pico va a tratar con Moisés, y el tercer pico, el monte Everest de este texto va a tratar con Cristo, y así que vamos a ver como ellos construyen sobre cada uno y nos conllevan a Cristo, al final.

Así que vamos a empezar con el primer pico, el pacto de Dios con Abram. La promesa de Dios nos enseña la necesidad de la fe. La promesa de Dios nos enseña la necesidad de la fe. Este es el primer pico de la montaña.

 

Recuerde a Pablo – si usted ha estado aquí en las últimas semanas, estamos estudiando este libro donde Pablo le está escribiendo a una iglesia donde hay algunos falsos maestros; eran llamados Judaizantes, y estos eran personas que decían, “Bien, usted puede vivir en Cristo, pero entonces tiene que ser circuncidado, necesita seguir este estatuto judío o este reglamento judío para poder ser salvo.”

Así que ellos les estaban añadiendo requerimientos a la salvación. Y lo que paso fue, lo vimos la semana pasada – si usted se lo perdió la semana pasada, quiero alentarle a que vuelva atrás y sumérjase al final de Gálatas 2, quizás escuche ese sermón, porque es clave para entender el resto del libro de Gálatas.

Pablo introduce la doctrina de la justificación solamente por la fe. Así que él lo introduce al final del capítulo 2, y después el comienza a defenderlo en los capitulo 3 y 4. Y así que el básicamente no está trayendo nuevo material a la mesa hoy en día. El esta reiterando lo que él ya comenzó a desarrollar, pero él lo está llevando para influir en lo que los Judaizantes, estos falsos maestros, estaban diciendo.

Así que lo que él hace es que vuelve a Abram, y él dice, “Bien, ustedes hablando de circuncisión. Vamos a volver a cuando todo este asunto de circuncisión comenzó con Abram, y veamos como él fue justificado.” Y el comienza a hablar – comienza hablando sobre la promesa de Dios con Abram que es recibida por fe.

Mire el versículo 6, ” Así Abram”, él dice, “creyó a Dios, y le fue contado por justicia.” ¿Alguien sabe de donde él esta citando esto? Él lo está citando del Antiguo Testamento. ¿Qué libro? Génesis 15 – recuerde, una pequeña nota debajo, le dice – le da la respuesta, inmediata erudición bíblica, así como si nada.

“Oh si, Génesis 15:6, así de fácil. ¿Qué tiene a continuación?” Bueno, mire el versículo 8, “Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abram, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones.” ¿De dónde el esta citando esto? Génesis 12:3. Parece como si usted fue a un seminario y regreso – así como si nada.

Así que guardemos nuestro lugar aquí en Gálatas 3 y vayamos atrás al primer libro de la biblia, vaya a Génesis 12. Lo que Pablo está haciendo aquí en Gálatas es que está enseñando la necesidad de la fe. El comienza en Gálatas 3. Le voy a mostrar lo que él está haciendo a lo que van buscando Génesis 12. El comienza dando seis preguntas rápidas a las iglesias de Galacia.

Y el básicamente dice, “¿Ustedes han recibido todo lo que tienen observando la ley, por su obediencia, o por fe?” Y él está haciendo su caso; son preguntas retoricas, para mostrarles que todo es por fe, y ahí es donde el vuelve a Abram y dice, “Miren a Abram.”

Y lo que él está haciendo, es que el esta construyendo esta imagen que nosotros vemos por todo el Nuevo Testamento que todo aquel que es parte del pueblo de Dios está en la línea de Abram. El pueblo de Dios en el Antiguo Testamento comenzó con Abram. El es el padre del pueblo de Israel, y eso se desenvuelve en la iglesia local y en el nuevo pacto que somos hijos de Abram.

Yo no sé – había una canción cuando yo estaba creciendo en la Iglesia que cantábamos, a veces como niños, “Padre Abram tiene muchos hijos, muchos -” ¿Conoce la canción? No la voy a cantar, pero usted la conoce – “Muchos hijos tiene el Padre Abram, yo soy uno, y tú también, así que vamos a – el brazo derecho”, y luego empiezas a hacer unos movimientos extraños, como que tiene que ver lo que hace el brazo derecho con el padre Abram, y por el final de la canción, usted está haciendo esto aquí, y cantando sobre el Padre Abram.

Algunos de ustedes no han crecido en la Iglesia, y este es uno de esos momentos en los que realmente usted agradece de que no lo hizo. La gracia de Dios se manifiesta en no hacerlo. Pero esa es la imagen, el Padre Abram tenía muchos hijos, muchos hijos tenía el padre Abram, yo soy uno de ellos, usted también, así que vamos a alabar al Señor, todos somos hijos de Abram. Ese es el cuadro que Pablo está construyendo.

Y así, dijo, “Vamos a volver a Abram y vamos a ver cómo Abram recibió la promesa de Dios.” Mire Génesis 12:1, escuchen lo que Dios le dice a Abram: “Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.” Escuchen a la promesa, versículo 2, Dios dice: “Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.”

Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.” Esa es una promesa fuerte que Él sólo le dio a Abram. Ahora no se pierda esto. Abram no había hecho nada para merecer esto. Por lo que sabemos, Abram era un hombre pagano que no estaba buscando a Dios. Esto es iniciado por Dios.

Así que aquí está la primera parte del pacto con Abram que quiero destacar. Sólo por la gracia, Dios bendice a su pueblo – no se basa en lo que Abram había hecho, sino que está basado de la iniciativa y la gracia de Dios, Dios hace este pacto con Abram. No es Abram que va a hacer un pacto con Dios, es Dios que viene a Abram, a hacer un pacto con Abram.

Esto es aún más claro en Génesis 15. Mire Génesis 15. Lo que esta pasado es que Dios dice en el Génesis 12, “Todas las naciones de la tierra serán benditas por ti, Abram,” pero el único problema era, Abram ni siquiera tenía un hijo. Él no tenía ningún heredero en su propia familia. ¿Cómo él va a tener un linaje que va a bendecir a todas las naciones, cuando ni siquiera puede tener un hijo con su esposa Sara?

Escuche a lo que sucede en Génesis 15:1, “Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande. Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer? Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa.”

“Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará. Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.”

Y aquí esta, aquí es de donde cita Pablo en Gálatas, “Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.” Ahora vamos a pensar en esto solo por un segundo, que estaba pasando y como Abram estaba recibiendo la promesa.

Solo por gracia Dios bendijo a Su pueblo, y esa gracia es expresada en promesas radicales – promesas radicales. Vemos esto por toda la vida de Abram y es evidente aquí. Dios solo le dijo a Abram, “Vas a tener muchos descendientes como las estrellas de cielo, innumerables,” pero él ni siquiera tiene un hijo todavía.

No tan solo él no tiene ningún hijo, pero él tiene 99 años en este punto, y su esposa Sara tiene 20 años. Haga la matemática, las cosas no se estaban viendo bien. Sara no está de compra por la maternidad en este punto – esto no es un prospecto de mucha esperanza. De hecho, cuando ella escucha que ella va a tener un hijo, ella se da la vuelta riéndose, como cualquiera haría.

Pero esta era la imagen aquí. No es lo que Abram o Sara traen a la mesa, es lo que Dios está trayendo a la mesa pro Su gracia, promesas radicales por Su gracia.

De hecho, usted va más allá en Génesis 15 y ve que había en aquel día, cuando se estaba entrando en un pacto o un juramento con alguien, lo que haría – Parece un poco extraño para nosotros hoy, pero era parte de la imagen de sacrificio en el Antiguo Testamento, lo que haría es que usted tomaría animales de sacrificios, y usted tomaría el – cortaría el animal de sacrificio en partes, y usted pondría parte de ello en un lado y la otra parte de ello en otro lado , donde estuvieses de frente, y hubiese espacio entre cada uno.

Y lo que pasaría, los dos partidos que estaban entrando en un pacto entre ellos, un juramento entre sí, caminaban juntos en el centro, simbolizando el juramento, el pacto se estaba llevando a cabo – ellos a caminarían juntos a través de eso.

Usted llega al final de Génesis 15, y eso es lo que comienza a suceder. En el versículo 9, ” Y le dijo: Tráeme una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años, una tórtola también, y un palomino. Y tomó él todo esto, y los partió por la mitad, y puso cada mitad una enfrente de la otra;” justo – justo como mencionamos.

Mire el versículo 12, “Mas a la caída del sol sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que el temor de una grande oscuridad cayó sobre él. Entonces Jehová dijo a Abram:” el Señor comienza a hablar y a darle promesas de bendiciones.

Y después usted desciende al versículo 17, dice, ” Y sucedió que puesto el sol, y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos. En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: -”

Así es como Dios simboliza Su paso por esas piezas, pero ¿qué está haciendo Abram cuando Dios está de paso? Él está durmiendo, está durmiendo. No está caminando a través de ello. Esto es un pacto unilateral, por así decirlo. Esto es Dios, diciendo: “Basado en mi gracia, estoy iniciando un pacto con vosotros, y aunque no traen absolutamente nada a la mesa, van a recibir mi bendición.”

Ahora la pregunta es, ¿cómo va a recibir la bendición de Dios? Y la respuesta nos lleva a la segunda parte del pacto de Dios con Abraham. Sólo por gracia, Dios bendice a su pueblo, a través de la fe el pueblo de Dios recibe su bendición. A través de la fe – por la gracia mediante la fe. Esto es lo que Pablo está hablando.

Así fue que Abram recibió la bendición de Dios – no por ganar o merecer la misma. El la recibió. El creyó lo que el escucho. Abram no hizo nada. Al contrario, el creyó en algo. Con mayor exactitud, él creyó en alguien; él creyó en Dios. Y eso es lo que dice el versículo 6 cuando Pablo cita en Gálatas 3, ” Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.”

La misma imagen que es usada, que hablamos la semana pasada cuando la justicia de Cristo fue acreditada a nosotros, la misma imagen aquí – justicia ante Dios fue acreditado a Abram no basándose e lo que el había hecho, sino basado en lo que él creía.

Abram creyó en Dios. Es de lo que habla Romanos 4. Dice, “Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó,” – La biblia dice, – “por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,” -Amo esta frase – “plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido.”

Por eso es que fue acreditado a él cómo justicia, Romanos 4 lo dice. Fue acreditado a él cómo justicia – la justicia de Dios, acreditado a él porque creyó en que Dios tenía el poder para hacer lo que El había prometido, solo por la fe. Y esto es lo que Pablo le está hablando a esos judaizantes.

El dice, “Si, el estaba circuncidado, pero ¿Cuándo fue el circuncidado? ¿Después que el fue justificado por la fe o antes? El fue circuncidado después. No es hasta Génesis 17 que Abram es circuncidado. Eso es lo que él – Pablo habla de ello en Gálatas 4 – o en Romanos 4 – Romanos es como un complemento de Gálatas 3 – en realidad todo el libro, ellos van juntos.

Pero Pablo dice, ” No fue antes de que Abram fue circuncidado, fue después que el fue circuncidado,” antes que el hiciese eso. El ya había sido justificado por fe – no era basado en lo que el había hecho, sino basado en lo que Dios había hecho en su vida, basado completamente en Su gracia, solo por gracia mediante la fe solamente.

Y esta es la imagen que Pablo está estableciendo. Después hasta el cita en Gálatas 3 de Habacuc 2:4 – desearía que tuviésemos tiempo de ir a todos estos diferentes lugares, simplemente no tenemos el tiempo de ir a cada uno de ellos – pero Habacuc 2:4, la Biblia dice, “Mas el justo por su fe vivirá.” El justo vive por fe. Este es el versículo que puso de cabeza de Martin Lutero.

El estaba viviendo en un tiempo, si usted se puede imaginar, un tiempo donde el Papa había dicho en un iglesia en particular en Roma, tenia escaleras que supuestamente eran escaleras sagradas, escaleras largas, largas, altas que llevaban al frente de esta iglesia, y el Papa estaba vendiendo indulgencias.

La iglesia le estaba diciendo a las personas, su usted se puede imaginar a una iglesia diciendo, “Si usted paga dinero y sube cada una de estos escalones, y se arrodilla en cada escalón, y usted besa cada escalón y usted ora, y cuando usted hace eso y llega al tope, usted tendrá perdón de todos sus pecados, Los pecados suyos, o quizás usted puede hacer eso por otra persona.” Ganando dinero era lo que estaban haciendo.

Y Lutero fue a Roma, y el vio lo que estaba sucediendo y el se unió a ello. Todo el mundo se estaba reuniendo – esto es lo que la iglesia decía que usted necesitaba hacer para poder estar correcto delante de Dios, y entonces Lutero se encontró subiendo. Y él dijo – el pronto después dijo, que fue en ese momento, cuando él estaba en esos escalones que Habacuc 2:4 llego a su mente, “El justo vivirá por fe.” No por subir escaleras para tratar de llegar a Dios.

Así que Lutero inmediatamente paro lo que él estaba haciendo, volvió a Wittenberg y la reformación protestante fue el resultado. Los justos vivirán por fe. Solo por gracia Dios bendijo a Su pueblo; solo por la fe, el pueblo de Dios recibió su bendición.

Ahora quiero que pausemos aquí por un segundo porque es en este punto que viene una pregunta. Bien, si todo lo que tengo que hacer es creer en Dios – si usted está diciendo hoy, si la biblia le está diciendo a cada persona en este salón que pueden tener la justicia de Dios acreditada a ellos simplemente creyendo en Dios, por confiar en Dios ahora mismo, sin hacer nada, confiando en Dios a través de Cristo.

Más adelante veremos cómo incluso esta imagen en Abraham nos está señalando a Cristo – confiar en Dios por medio de Cristo, cada persona en esta sala tiene la oportunidad de tener la justicia de Dios acreditada a nosotros, no importa lo que hemos hecho, no importa lo que podríamos hacer, sólo se basa en la fe, después la acusación llega: “Bueno, ¿qué pasa con la forma en que vivimos? ¿Eso no conduce a vivir una vida suelta, las personas haciendo lo que quieran? ”

Y la realidad es que la Escritura enseña que no es el caso. Los que saben que han sido salvados por la gracia mediante la fe tienen una vida radicalmente diferente al del resto del mundo, porque se dan cuenta que no sólo son salvos por la fe – también que por la fe vivirán.

Esta fe se expresa en la obediencia radical. Piense acerca de Abram – solo en Abram. Él es justificado por la fe. ¿Qué sucede después de eso? Después de eso él es circuncidado. Después de eso – incluso en Génesis 12, incluso antes de ser circuncidado, Dios le dio esta promesa, y ¿qué hizo?

Empacó sus maletas, y dijo: “Dios, iré a donde me guíes.” Y él dejo a su familia y todo lo que era familiar atrás. Hablar de radical, vendiendo todas sus posesiones – lo deja todo atrás. Él va a una tierra extraña, donde él está viviendo en tiendas de campaña. Él esta confiando en Dios para que lo guie en cada paso del camino. Esto es vivir radical por la fe.

Usted llega a Génesis 22 – vaya a Génesis 22. ¿Recuerda lo que sucede ahí? Abraham finalmente tuvo el hijo que Dios había prometido – Isaac. Entonces, ¿qué le dice Dios a Abraham? “Abraham, quiero que usted tome a su hijo y,” ¿para qué?” Mátelo, sacrifique a su hijo, Isaac, el hijo que te prometí, que le fue dado, quiero que lo mate.”

¿Qué hace Abraham? Él lo hace – o casi lo hace, hasta que Dios lo detiene. Él lleva a su hijo a un monte, y él levanta el cuchillo sobre su hijo. Este no es alguien que se justifico sólo por la fe en Génesis 12 y Génesis 15. Este es un hombre que está viviendo por fe en Génesis 22, y está viviendo una fe radical.

Escuche a Génesis 22:15, Dios lo detiene: “Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo, y dijo:” – El versículo 16,- “Por mí mismo he jurado,” – ahora preste atención a este cierre, esto es enorme, – “Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar.”

¿Nota algo extraño ahí?, ¿que por lo menos nos lleva a poner una pausa? Debido a que hemos estado hablando todo este tiempo acerca de cómo todo esto era por gracia mediante la fe, y Dios le dice a Abraham: “Porque has hecho esto, ya que fuiste obediente, ahora te voy a bendecir.” ¿No le parece que hay una desconexión? ¿Esto quiere decir que ahora Abraham gana la bendición de Dios por lo que hace?

Y la respuesta es: “Por supuesto que no.” En cambio, el está viviendo por la fe. Es la misma imagen. Él tiene una promesa de Dios, él tiene confianza en Dios, esta creyendo en Dios, y su vida es la manifestación de esa clase de fe. No es tratar de ganar la salvación, es vivir por fe. Es la imagen completa en Hebreos 11. Usted ve este salón de fe, estos héroes de la fe, que estaban haciendo cosas extraordinarias.

Escuchar a Hebreos 11:33, ” que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros. Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección. Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada.”

“Anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; de los cuales el mundo no era digno.” Personas que viven por la gracia mediante la fe, viven una vida radicalmente diferente al del resto del mundo -. Vidas completamente diferentes. ¿Por qué? Porque creen en Dios, y ellos saben que no necesitan de las cosas que nos aferramos en este mundo, porque saben que Dios es bueno, y saben que Dios satisface todo.

Y las comodidades que este mundo ha ofrecido ya no son valiosas para ellos, porque Dios es valioso para ellos, y quieren a Dios, y creen en Dios. Ellos creen que Él es suficiente para ellos, y por lo tanto no están diciendo: “Bueno, yo tengo gracia mediante la fe, así que puedo entregarme al pecado y puedo entregarme a las cosas que este mundo dice que son mas placenteras y vivir como yo quiera.”

No, no es no es vivir por la gracia mediante la fe. Las personas que viven así conocen tan poco sobre la gracia y tan poco sobre la fe. La razón por la cual no vivimos radicalmente como habla en Hebreos 11 es por falta de fe. Necesitamos creer en Dios; creer que El es bueno, y que vale la pena arriesgar todo por El. Arriesgar nuestras vidas por – El es así de bueno.

Y cuando creemos en Dios, esa es la vida que brota de la fe. Ilustración: John Bunyan escribió The Pilgrim’s Progress (El progreso del pelegrino.), uno de los libros mas leídos en toda la historia del cristianismo. La historia de Bunyan – cuando él estaba en sus 20, el era miembro de una iglesia, y por todas las cuentas no era cristiano.

Ahora personas hubiesen dicho, “Si, ese es un Cristiano,” pero él estaba peleando, el estaba luchando por su salvación, luchando para encontrar victoria sobre el pecado y tener la paz con Dios que él estaba añorando. Y él estaba trabajando – el estaba tratando, como tantos en la iglesia, tratando – tratando de ser buenos ante Dios, tratando de tener paz delante de Dios – tratando, tratando, tratando.

Y él dijo que el llego a un punto, y el escribió, ” Un día, mientras estaba caminando por un campo, esta oración llego a mi alma, “Tu justicia está en el cielo.” y pensé que con todo lo que vi, con los ojos de mi alma, Jesucristo a la diestra de Dios. “Ahí” dije “estaba mi justicia,” Para que donde sea que yo estuviese, o lo que sea que estaba haciendo, Dios no podría decir de mí: “Le falta justicia,” pues eso estaba justo ante El.

” También vi que no era el buena estructura de mi corazón que hacia mi justicia mejor, tampoco la mala estructura mi corazón que hacia mi justicia peor. Pues mi justicia era Jesucristo, el mismo. El mira al cielo y el vio, “El es mi justicia, no tengo que trabajar, no tengo que tratar de hacerme correcto. El es mi justicia, y El esta ante Dios por mí.”

“El dijo, Ahora ciertamente las cadenas de mis piernas cayeron. Fui liberado de mis aflicciones e ironías, mis tentaciones huyeron, y fui a cada regocijando por la gracia y amor de Dios.” Mi llego, la salvación me llego. El supo que por gracia mediante la fe, a través de la justicia de Cristo, nada de lo que yo traería a la mesa.

¿Sabemos esto? ¿Vemos que Cristo en el cielo es nuestra justicia, la única vía por la cual podemos pararnos delante de Dios? Por esto es que Gálatas 3 – Bunyan dijo – Bunyan dijo el comentario de Lutero en Gálatas, el cual yo he citado numerosas veces en esta serie y continuare – Bunyan dijo que el comentario de Lutero sobre Gálatas es el libro más precioso en su vida, a parte de la Biblia.

El conocía esta imagen de vivir por fe, justificados por fe. Entonces ¿Cómo vivió el? Bueno, el vivió predicando este evangelio. Y llego un tiempo donde el gobierno dijo, “Si usted sigue predicando el Evangelio, será tirado a la cárcel.” Eso no silencio la boca de John Bunyan, el siguió predicando.

Y fue encarcelado. El tenia una esposa y 4 hijos, uno de ellos era ciego. Su esposa estaba embarazada. Mientras él estaba en la cárcel, su esposa comenzó a tener problemas con su embarazo. Ellos dijeron, “Bunyan si para de predicar, lo dejaremos ir.” Bunyan dijo, “No puedo dejar de predicar.” Su esposa termino teniendo un aborto involuntario.

Por los próximos 12 años, Bunyan quedo en la cárcel – no porque él estaba ganándose su salvación, sino porque él creía en Dios. Y esta era una vida de fe que se estaba desenvolviendo en el. El conocía la gracia. Titulo su autobiografía completa: Gracia abundante para el primero de los pecadores, el conocía la fe.

Escuche lo que el escribió desde la cárcel. El escribió, “Claramente estoy en la cárcel.” El también escribió El progreso del peregrino desde la cárcel. “Actualmente mi cuerpo está en la cárcel, pero mi mente está libre para estudiar de Cristo, y como El es benigno sobre mí. Pues el hombre mantiene mi cuerpo de hombre dentro de sus cerraduras y barreras, mas por la fe de Cristo, puedo subir más alto que las estrellas. Sus ataduras no se pueden atar espíritus, no pueden atar a Dios de mí. Mi fe y mi esperanza no pueden ser lisiados, por encima de ellos seré.”

 

Dios nos da fe como esa. Dios nos da fe que el materialismo de este mundo no nos puede alejar de ella, porque sabemos que Dios es bueno, no es cualquier cosa. Dios nos da fe que el pecado de este mundo no nos puede alejar de ella, porque sabemos que Dios satisface, no está indulgencia o este placer que estamos tentados a volver. No, él es bueno. Yo creo en ti Dios, yo creo Tu eres bueno.

Dios, ayúdanos a ver qué salvación solo por gracia, solo mediante fe, conlleva a la obediencia radical a Cristo. Dios, ayúdanos a poner todo esto junto. Gálatas puede ayudar, especialmente en capítulos 5 y 6, colocar esto junto, pero tenemos que ser liberados de un cristianismo que dice: “Yo clamo gracia”, y se permite cosas que el mundo lo hace. Eso no es gracia, y no es la fe, y esto es el punto.

Así que, aquí está la imagen. El primer pico de la montaña – Abram recibiendo las bendiciones de Dios, solo por gracia, solo mediante la fe. Esto nos guía. Bien, bajando de ese pico, es tiempo de ir al segundo – Moisés. El pacto de Dios con Moisés. Ahora, tenemos que tirar una verdad que es clave para nosotros comprender antes de ver este pacto con Moisés.

Lo que los judaizantes estaban diciendo en Gálatas 3 – retorne conmigo, Gálatas 3. Lo que los Judaizantes estaban diciendo era, “Bien, Abram – fe. Vemos eso, pero después Dios dio un pacto con Moisés que envolvía la ley.” Y lo que los judaizantes estaban diciendo era, “El solía operar con su pueblo basándose en la gracia mediante la fe, pero ahora El puso la ley, así que ahora aquí con Moisés, El nos dice que debemos hacer en este panorama.”

Entonces ellos estaba diciendo que lo que paso con Moisés invalidó lo que paso con Abram, cambio todo el panorama. Y en lo que tenemos que darnos cuenta, esta verdad clave, el pacto de Dios con Moisés no contradice Su pacto con Abram. Esto es enorme.

El pacto de Dios con Moisés no contradice Su pacto con Abram. De hecho, el pacto de Dios con Moisés complementa Su pacto con Abram. Esto es grande, porque estamos a punto de ver algunos contrastes entre lo que paso con Moisés y con Abram, pero tenemos que darnos cuenta, Dios no se está contradiciendo.

Esto es lo que Pablo está diciendo en Gálatas 3:15, 16 y 17. El dijo, “Esto no anula lo que paso con Abram. De hecho, lo que Dios hizo con Moisés nos ayuda a entender mejor lo que Dios había hecho con Abram. Se complementan.”

Así que con eso en mente, vamos a subir a este segundo pico de la montaña, el pacto de Dios con Moisés, y aquí está la verdad que viene al frente. Ahora con Abram, la promesa de Dios nos muestra la necesidad de la fe. Con Moisés, la ley de Dios nos muestra la insignificancia de la carne. Esa es una oración bien cargado; déjame desempacarla un poco.

La ley de Dios nos muestra la insignificancia de la carne. Lo que Pablo hace por todo, usted lo nota aquí en Gálatas 3, el menciona la ley una y otra y otra vez. Ahora algunas veces en el Nuevo Testamento, cuando usted ve la ley siendo mencionada, está hablando sobre todo el Antiguo Testamento. Algunas veces solo está hablando sobre los 10 mandamientos. Algunas veces está hablando de la voluntad de Dios, o la autoridad de Dios.

Pero la mayoría de veces que Pablo usa esta palabra, especialmente aquí en Gálatas 3, el se está refiriendo a los mandamientos y los requerimientos que fueron dados a Moisés en Éxodo y son vistos en Levítico, Números, Deuteronomio. Todo el panorama en el Antiguo Testamento, a esa ley es que se está refiriendo Pablo.

Y eso es importante porque cuando vemos en Gálatas 3 hablar sobre la ley, no está hablando simplemente la Palabra de Dios en general, todo este panorama. Está hablando específicamente sobre este pacto que Dios había hecho con Su pueblo en los días de Moisés, que guiarían al Pueblo por todo el Antiguo Testamento.

Pero quiero resaltar eso, porque creo que definitivamente hay implicaciones para como nosotros entendemos la Palabra de Dios, basado en cómo estamos supuestos a entender la ley. Pero no podemos olvidar que Pablo principalmente esta hablando sobre que Dios hizo con Moisés, y la ley que El les dio.

Así que lo que pasa esta en Gálatas 3:10, y él como que le da vueltas alrededor de ello, detrás para adelante, detrás para adelante, todo hasta el versículo 25. El comienza a hablar sobre lo que la ley no puede hacer – “La ley no puede traer vida,” Pablo dice, “La ley no puede traer salvación; la ley no puede traer justicia; la ley no puede hacer ninguna de esas cosas.”

Y entonces el llega al versículo 19, ese es un versículo clave, mira a Gálatas 3:19, él dice, “¿Entonces, ¿para qué sirve la ley?” Porque tenemos la ley, entonces, si no puede traer vida, o no puede traer justicia, ¿Cuál es el propósito? Y él dice, “El propósito es mostrar la insignificancia de la carne.”

Ahora lo que quiero decir y lo que quiere decir Pablo cuando el – en Gálatas, y el menciona la palabra “carne”, esta es una naturaleza pecaminosa, es la carne. Es eso – Es la parte de nosotros que no tiene a Cristo, no quiere a Cristo. Es antes de venir a la fe en Cristo, somos dominados, controlados por la carne, por la naturaleza pecaminosa.

Es eso, en un nivel práctico, es la parte de cada uno de nosotros que dice, “Soy la autoridad en mi vida. Yo mando las cosas y yo sé lo que es mejor. Y nadie necesita decirme lo que tengo que hacer. Yo sé lo que va a traer mejor resultado; Yo sé lo que puedo disfrutar mejor. No voy a pararme enfrente a un juez para dar cuenta de la manera en que vivo mi vida, así que ni intente decirme lo que tengo que hacer.”

Es Eva en el jardín diciendo, “Yo comeré la fruta que quiero comer.” Y es cada uno de nosotros, cada uno de nosotros en este salón, que dice, “Yo hare lo que quiero hacer, y yo soy el que mando, yo seré la autoridad en mi vida.” Ese es el panorama de la carne. Y vamos a ver luego en Gálatas como la carne pelea con el espíritu en un creyente.

Pero la imagen a la cual Pablo se refiere es como la ley nos muestra la insuficiencia, la debilidad, la futilidad de la carne en un par de diferentes maneras. En primer lugar, la ley nos muestra que hemos desobedecido. Desobedecemos la ley de Dios. Esto es Gálatas 3:10.

Gálatas 3:10, “Nosotros desobedecemos – nosotros todos,” cada uno de nosotros en este salón desobedece la ley de Dios, “Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición,” Pablo dice, “Pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley.”

Lo que hace es que se cita de Deuteronomio 27, “Dijo la ley de Dios: “El que no sigue todo lo que está en la ley es maldito.”” La ley exige perfecta obediencia. Es por eso que Jesús dice al final del Sermón de la Montaña, o al final del capítulo 5 en el Sermón de la Montaña, y Él está hablando acerca de la ley del Antiguo Testamento, Él llega al final y dice: “Sed perfectos, por lo tanto, como vuestro Padre Celestial es perfecto.”

Ese es el estándar – la perfección. Y nosotros desobedecemos la ley de Dios. La ley nos confronta con el hecho de que no podemos obedecer perfectamente. Ninguno de nosotros en este salón puede. Así que lo que la ley está haciendo aquí es un par de diferentes cosas. En primer lugar, la ley expone nuestro pecado. La ley expone nuestro pecado, trae el pecado en nuestros corazones a la luz.

Hay tanto que podemos descomprimir aquí. Si fuéramos a Romanos 3 y 4 y 5, y el panorama es, lo que la ley hace – hasta 6 y 7 ahí en Romanos – lo que la ley hace es que nos confronta con los mandamientos de Dios, y trae el corazón pecaminoso que está debajo de la superficie en cada una de nuestras vidas, y lo saca afuera hacia la fuente.

Ilustración con niños – un niño tiene un corazón, tiene el deseo de decir, ” Voy a hacer lo que quiera.” Y eso está ahí, y esta como que inactivo hasta que el mandamiento llega, y el papá le dice algo al hijo, “Caleb, no hagas esto.” Él mira hacia atrás, y él dice esa temida, palabra de dos letras que no debería decir – una de sus palabras favoritas en ocasiones. “No. No, yo no te estoy escuchando; yo voy a hacer lo que quiero.” Así que lo hace.

Ahora, ese corazón que decía: “Yo tengo el control”, está latente, por así decirlo. Usted no lo vio hasta que la orden vino, ¿verdad? Cuando el comando llegó, cobró vida el pecado, la rebelión surgió a la vida, y usted lo ve. Expuso el corazón pecaminoso, “No, yo estoy en control,” y ahí es cuando el padre interviene y dice: “No, no, no, no estás en control.”

Ese es el panorama aquí, es lo que sucede. La ley de Dios se enfrenta a cada uno de nuestros corazones con los comandos de Dios, y nos resistimos. Hacemos las cosas a nuestra manera, y la ley expone nuestro pecado. La ley no sólo expone nuestros pecados, pero la ley realmente intensifica nuestro pecado, lo empeora.

Esto es lo que dice Pablo en Gálatas 3:19. El dice, “La ley fue añadida a causa de las transgresiones.” No tenemos tiempo para hablar de las matices del lenguaje aquí, pero básicamente lo que Pablo está diciendo es que la ley aumenta las transgresiones. Lo mismo el dice en Romanos 5:20, “Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase.”

Así que mientras la ley expone nuestro pecado, trae el pecado a la luz mas y mas y mas y mas. Y nosotros resistimos la ley, y pecamos, y esto sale, y es sólo un efecto de espiral, y nuestro corazón está cada vez más y más y más hacia Dios. Si no fuese por la gracia, continuarán en ese camino. Dios – gracias por la gracia. Me mantiene continuamente resistiendo la ley.

Esta es la imagen – la ley intensifica y expone nuestro pecado, y como resultado, nos confronta con una realidad cruel, dura e impresionante. No solamente desobedecemos – todos nosotros desobedecemos la ley de Dios, pero como resultado, todos merecemos la ira de Dios. Ahora sígame aquí, esta es la parte donde es fácil perderse, hablando sobre ira y juicio y furor.

Eso es lo que Pablo dice, “Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo – ” ¿Qué? “Maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley.” Estamos malditos bajo la ley – malditos. La ley nos confronta con el hecho de que usted y yo somos malditos delante de Dios.

Aquí es donde Moisés nos ayuda mucho, este pacto con Moisés. ¿Se acuerda de Abram? Dios le da una promesa a Abram, ¿qué le dice? “Yo te” – que – “¿Tu?” ” Yo te bendeciré.”, “Yo te bendeciré.” ” Yo te bendeciré.”, “Yo te bendeciré.” Buenas noticias -. Bendiciones en todas partes.

Luego llega Moisés, en Deuteronomio 27, a quien Pablo cita aquí, y lo que sucede es, él dice, “Cuando entren a la tierra, van a ir más allá del Jordán, y va a haber dos lados de montañas, y la mitad de las tribus, va a ir de pie a este lado de la montaña, y la otra mitad, va ir de pie al otro lado de la montaña, y se colocaran de frente al otro.”

Y él dice, “Esto es lo que van a hacer. La mitad va a pronunciar bendiciones sobre el pueblo de Dios – bendiciones de esta manera, bendiciones de esa manera. La otra mitad va a pronunciar -” ¿qué? ¿Alguien se acuerda? “Maldiciones.” Imagínese esta escena – miles de personas se reunieron en dos lados de montañas. Una pronunciando bendiciones, y el otro lado gritando: “Maldito todo el que no obedece a su padre o a su madre.” Ahora eso le ayudará con Caleb.

“Maldito”. ¿Y sabe lo que están haciendo del otro lado? Gritando: “¡Amén!” Amen – y es difícil conseguir un amén con algo bueno. Ahora usted tira algo malo, y ¿la gente está gritando amén? Después dicen: “Maldito todo el que conduce a los ciegos por mal camino.” “Amen”, “Maldito el que hace esto;. Maldito el que hace eso”. Y están gritando, “Amén”.

Y usted llega al final de Deuteronomio 27, que es donde está el versículo que Pablo cita, “Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley.” “Amén”, eso es lo que están gritando. Bendiciones y maldiciones para atrás y para delante, bendiciones y maldiciones.

Y este es el panorama. La ley fue dada para mostrarnos que por desobedecer la ley de Dios, cada uno de nosotros se encuentra bajo la maldición de la ley. Estamos malditos. ¿Qué significa eso? Esto significa que estamos condenados delante de Dios – condenados ante Dios. Este fue el punto central de la ley. No es bueno estar de pie ante un Dios Santo y que ser confrontado con el pecado.

No es una cosa buena, porque ahora – ser confrontado con la ley, porque la ley expone nuestro pecado ante un Dios santo, y nosotros estamos de pie ante Dios, que está totalmente en contra del pecado, un Dios que es el encargado de juzgar el pecado , que eternamente odia el pecado, y estamos cubierto con el pecado. La ley ha confrontado eso – muchas gracias, ley, para llevar esto a la superficie ante Dios.

Esta es la razón por la cual Lutero dijo: “El punto principal de la ley es hacer que los hombres no sean mejor, sino peor. Es decir, para mostrarles a los hombres sus pecados, que por el conocimiento de los mismos, pueden ser humillados, aterrorizados, golpeados, y rotos. Y por este medio, pueden ser obligados a buscar la gracia. En otras palabras, el dijo, “Cuando la ley funciona, usted va en busca de amparo, porque sabe que tiene un gran problema.”

Este versículo aquí, “Maldito todo aquel que no sigue todas las cosas escritas en el libro de la ley”, debe sonar para nosotros como un anuncio de que hay un centenar de cabezas nucleares dirigiéndose directamente a los Estados Unidos en este momento. ¿Qué vamos a hacer? ¿Dónde vamos a ir? ¿Cómo – ¿cómo nos adaptamos a esto? Esto es urgente. Estamos bajo la maldición, la condenación delante de Dios.

El catecismo Menor de Westminster pregunta: “¿Qué es lo que todo pecado merece?” Y es la respuesta: “Todo pecado merece la ira y maldición de Dios, tanto en esta vida y en lo que está por venir.” Usted sabe lo más aterrador de este versículo, ¿no? No dice, “Malditos sean los ateos, agnósticos, o malditos los paganos, que huyen a la inmoralidad.” Dice: “Malditos sean los que tratan de obedecer a Dios.”

¿Qué es eso? Malditos sean aquellos que tratan de adaptar la ley de vida en su vida, pensando que esto va a traer vida. Malditos sean los que – vamos a usar la terminología contemporánea – los que van a la iglesia. Quien va a la iglesia – no quién se queda en casa, sino quien va a la iglesia, o quien lea la Biblia, ora y trata de hacer las cosas bien, y trata de guiar a su familia y hacer las cosas bien.

Porque en cada paso, en cada intento – ¿Sabe lo que dice la ley a cada intento? “Culpable”. Dice una y otra vez a cada uno de nosotros en este salón, “Culpable. Culpable. Culpable.” Sigue diciendo eso, “Culpable.” Intenta más la próxima vez, “Culpable.” Intenta más la próxima semana, “Culpable, todavía culpable.” El próximo año, “Culpable.” ¿Eso le hace sentir sin esperanza? Eso es lo que se supone que debe hacer.

Si no nos hace sentir de esa manera, estamos perdiendo el punto. Eso es lo que hace la ley – dice: “Deja de tratar, porque no lo estás haciendo bien.” ¿Por qué? Porque no se puede. La ley no fue dada para ayudarle a hacer lo correcto. La ley fue dada para demostrar que usted es desobediente, y como resultado, está bajo la maldición de la condenación de Dios.

Ese es el propósito de la ley que Pablo pone a relucir aquí. Ahora la pregunta – ruega por una pregunta: “¿Por qué el nos está diciendo esto?” Y la razón se presenta en el capítulo 3, versículo 22, 23 y 24. Escuche esto: “La Escritura declara que todo el mundo es prisionero del pecado – Prisionero del pecado.”

Usted llega al versículo 23, “Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley.” Aquí está la imagen, Dios a través de la Palabra dice – Pablo está diciendo aquí que estamos como prisioneros encadenados por la ley. La ley expone nuestro pecado a cada paso, y la ley intensifica nuestro pecado, y no hay nada que podamos hacer.

Estamos encadenados, estamos encadenados ante Dios. No podemos salir – estamos bajo su maldición y su condena. No podemos hacer nada. Cuanto más intentamos, peor es. Y Pablo dice: ” Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada.” Así que la ley fue puesto como encargada de llevarnos a – ¿quién? Cristo, para que seamos justificados por la fe.

Así que aquí está la imagen. Aquí estamos sentados encadenados a nuestro pecado, y a nuestra incapacidad de obedecer a Dios o ser justos delante de Dios, basado en cualquier cosa que hagamos. Y estamos malditos, condenados en nuestro pecado, y aquí está Cristo, y Él es totalmente justo. Él no tiene pecado, Él es un cordero sin mancha y sin defecto. Él es recto delante de Dios, solamente Él.

Y Él interviene y dice: “Voy a tomar la maldición para ti, y voy a tomar la condena por ti.” Ahora nos estamos acercando al Everest. El primer pico – el pacto de Dios con Abraham, la necesidad de la fe – que es por la fe. El segundo pico, el pacto de Dios con Moisés, la insignificancia de la carne.

El tercer pico – pico de la montaña – Everest de Gálatas 3, el pacto de Dios por medio de Cristo, el Hijo de Dios nos muestra el precio de la libertad. El objetivo de la ley ha sido enviarnos en nuestros rostros ante Cristo, diciendo: “Te necesitamos para salvarnos. Nosotros necesitamos que nos liberes de esas cadenas del pecado que hay en nosotros, las cadenas que nos sujetan cautivo por completo, y nos llevaran cautivos por toda la eternidad, si no nos salvas.”

Ese es el cuadro, y trae juntos a estos dos pactos en una gloriosa realidad. Lo que sucede es, Jesús cumple la ley de Moisés. Esto es lo que todo el Antiguo Testamento estaba construyendo – todo. Todas las leyes ceremoniales, todos los rituales y sacrificios – todas estas cosas diferentes.

Hebreos – el libro de Hebreos dice: “Son todas sombras que apuntan a una sustancia, y esa sustancia es Cristo.” Romanos 10:4 dice, “Cristo es el fin de la ley.” Mateo 5 dice – Jesús dice: ” Vine a cumplir la ley, para completar la ley.” Jesús cumple la ley de Moisés.

¿Cómo lo hace? Número uno, él obedece a la ley de Dios por nosotros. Él vive rectamente – con justicia por la fe, perfectamente justo. No hay otra persona en la Biblia, ni ningún otro maestro religioso en la historia del mundo que pueda reclamar justicia ante Dios, en base a sus propios méritos. Nadie – no puede nombrar a otra persona en toda la historia del mundo que puede ser justo ante Dios, en base a sus propios méritos – sólo Cristo.

Él obedeció la ley de Dios por nosotros, pero no sólo obedeció la ley de Dios, aun habiendo obedecido la ley de Dios, sufrió la ira de Dios en nuestro lugar. Él sufrió la ira de Dios en lugar de nosotros. Gálatas 3:13 dice: “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición.” Esas dos palabras, “por nosotros”, márquelas. Son dos de las palabras más bellas de todo el Nuevo Testamento.

“Por nosotros,” por usted – por usted. No sólo por la persona que está a su lado o en frente de usted, o detrás de usted. Justo donde usted está sentado, usted es maldito y condenado ante Dios por su pecado, y Cristo tomó la maldición por usted. Él derramó su sangre por usted. Él murió por usted. Él dio su vida por usted. Él tomó la ira de Dios ante el pecado suyo y lo coloco sobre sí mismo por usted. Él hizo esto por usted. Este es el panorama.

Él nos ha redimido. Esta es una palabra que usa Pablo – es una palabra que se usaba en aquel tiempo para describir cómo se pagaría el precio para comprar un esclavo para que así los esclavos fuesen libres. Pagó el precio – tomó la maldición sobre sí mismo para liberarlo a usted. Él sufrió la ira de Dios en lugar de nosotros.

¿Qué queremos decir con eso? Un escritor de un himno dice: “Nada en mi mano traigo, simplemente a tu cruz me aferro, desnudo llego a Ti para que me vistas, mi mirada impotente a Ti por la gracia. Sucio soy a la mosca de la fuente, lávame Salvador, o muero.” Eso es lo que hace la ley. La ley dice, “Tienes que tener a Cristo. Necesita a Cristo, está desesperado por Cristo. Él es todo. El cumple la ley de Moisés, pero no sólo la ley de Moisés. Completa – Jesús completa la promesa a Abraham.”

Él es la simiente. Usted ve en Gálatas 3:19, dice: “Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa.” ¿Quién es esa simiente? Y usted vuelve hasta el versículo 16, y dice: “Las promesas fueron dirigidas a Abraham y a su simiente. ,” no simientes – muchas personas, pero una simiente – lo que significa una persona que es Cristo.

Esta es la imagen – es por eso que cuando usted llega al libro de Mateo, no se empieza con una hermosa historia de Navidad como la que se lee cada año. En vez, comienza con una lista de nombres. ¿Cuál es el objetivo? ¿Quien se sienta a leer nombres por la mañana en el día de Navidad? Pero este es el punto – Es del linaje de Abraham. Él es del linaje de Abraham.

Vivió a la perfección, justicia por la fe, en el linaje de Abraham. El cumple la promesa que se hizo atrás en Génesis 12. Por medio de Él – por medio de él todas las naciones de la tierra serán bendecidas. Y su muerte, su resurrección de entre los muertos – todas las naciones, personas en Birmingham, Alabama, pueden ser acreditados justicia ante Dios. Gracias a él, recibamos la bendición de Dios.

Cristo completa la promesa a Abraham. Todo en Abraham está apuntando a Cristo. Usted llega a Juan 8:56, este es un gran versículo. Juan 8:56, Jesús está hablando a un grupo de líderes judíos, y dice: “Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó.” Esa es una declaración audaz.

“Abraham estaba me estaba esperando”, y ese es el cuadro completo. A lo largo de todo el Antiguo testamento, ¿Cómo son salvas las personas en el Antigua Testamento antes que Cristo viniese? Son salvos de la misma forma en que nosotros somos salvos, solo por gracia, solo mediante la fe. Hemos visto eso, pero es solo en Cristo.

Ellos están esperando a Cristo. Quizás ellos no conocían todas las ramificaciones de este cuadro, como se iba a desarrollar, pero ellos estaban esperando a Cristo de la misma forma en que nosotros miramos a Cristo. Es el porqué Hebreos 11 habla sobre Moisés y el oprobio por causa de Cristo – conectando Moisés y Cristo. Todos están viendo más adelante a la promesa de Cristo.

Ese es el cuadro. El completa la promesa a Abram. Todo apunta a Cristo – todo. Solo por gracia El nos da salvación. Pablo está diciendo aquí en Gálatas 3, “¿Qué va hacer usted para ganarse su salvación? En luz de esta historia gigante y monumental que todo se centra en Cristo, ¿Usted de verdad cree que el hecho de que usted sea circuncidado haga una gran diferencia? No, no le añada al trabajo de Cristo. El es su justicia, crea en El, confié en El. Solo por gracia, El nos da salvación.”

Esto es tan grande – es impresionante, en realidad, porque separa al Cristianismo de todo el paisaje de religión en el mundo, porque esto no es, damas y caballeros, esto no es un sistema de mejoramiento moral que tenemos en la Biblia.

Esta no es una manera sistemática de hacer su vida mejor, de trabajar y seguir estos principios para su mejor vida. Esto no es sobre cómo ser mas moral, mejor. Este no es el punto. El punto del Cristianismo es que usted no puede hacer eso, y su necesidad no es para una mejor vida; su necesidad es para una nueva vida.

Su necesidad no es de tratar de trabajar más y ser mejor, y quitar cosas de su lista, y asegurar que usted está ahí los domingos, y asegurar que está pasando por las rutinas, y asegurar que usted está haciendo las cosas como se supone que debería. No, sea libre de eso – sea libre de eso.

No trate de mejorarse, crucifíquese. Mátese – eso es lo que él dice en Gálatas 2:20, “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo – muerto. Mas vive Cristo en mí; El es todo. El es mi justicia, y El es mi gozo, y El es mi paz; y El es mi vida. El es mi todo.”

Es para esto que está diseñado el Cristianismo. Todo gira en torno no a que nosotros seamos mejores, gira en torno a que Cristo se convierta en todo – todo. Por Su gracia – no por lo que hacemos nosotros. Esto es buena noticia. Usted no tiene que hacer nada de eso para que esto pase.

Por Su gracia, El nos da salvación y solo mediante la fe. Ahora aquí es donde esto se pone bueno – quiero que pausemos aquí un segundo. Solo por la fe nosotros recibimos – ahora recuerde, esto es lo que hablamos en el Antiguo Testamento – solo por la fe, el pueblo de Dios recibió Sus bendiciones. Pero las bendiciones aquí en Gálatas 3 son radicalmente diferente – es hermoso eso es lo que es.

Mírelo en Gálatas 3:14. Escuche esto, “Para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles,” – Somos casi todos Gentiles en este salón.- “A fin de que por la fe recibiésemos-” ¿bendición?

No, no solo bendición, “A fin de que por la fe recibiésemos la promesa del-” ¿Qué? “Espíritu.” Solo por gracia, El nos da salvación – solo mediante fe, recibimos Su Espíritu en nosotros, y eso cambia todo.

No solo usted está viendo a la justicia de Cristo en el cielo como la base por la cual usted se coloca ante Dios, pero la justicia de Cristo, Espíritu de Cristo es en realidad puesto en su corazón para cambiar radicalmente su vida ahora – no de afuera para adentro, sino de adentro para fuera.

Y Gálatas nos va a mostrar las ramificaciones de esto en los próximos capítulos, pero aquí esta lo que quiero que hagamos. El propósito principal del Espíritu en nosotros es para glorificar a Cristo; continuamente tornar nuestros corazones, y nuestras mentes y nuestras afecciones y nuestras vidas hacia Cristo, quien es todo para nosotros.

Entonces quiero invitarles esta mañana – He orado para este momento, porque sé que hay muchos John Bunyan alrededor de este salón – Miembros de la Iglesia que por muchas años han tratado de hacer lo correcto- tratando de hacerlo bien, luchando y peleando por victoria sobre el pecado y paz con Dios – simplemente no encontrando esa paz.

Tratando mas y mas este año – el año que viene y el año que viene, y el año que viene, y quiero invitarle a detenerse, que deje que pase en su corazón lo que paso en la vida de Bunyan en este momento. Mira el cielo y mire la justicia de Cristo, y que sepa que usted es contado como justo simplemente por confiar en El.

Que usted es recto ante Dios, y usted tiene paz con Dios, simplemente confiando en El y creyendo – creyendo en Dios y es acreditado a usted como justicia. Qué verdad impresionante que aquí en este santo momento, que usted quizás crea en Dios, por primera vez, en Cristo, y por primera vez – sin basarse en nada que usted ha hecho, o en algo que usted hará después de esto, pero usted es acreditado justicia.

Que asombroso pensamiento, así que hágalo. Véalo, crea en El, y es acreditado a usted como justicia. Y aquellos que lo conocen y conocen que El es su justicia, usted sabe que usted es un Cristiano, y le recuerda que usted está luchando con el pecado, de cualquier manera que se ve en su vida en este salón, sabemos que el objetivo del texto de hoy no es para decirnos que salgamos y que lo hagamos mejor este semana comparando con la semana pasada.

El objetivo es decirnos, “Vaya a Cristo, no lo puede hacer sin El.” Usted lo necesita. El es su victoria; El es su paz. El Espíritu de El vive en usted para darle victoria. Usted está peleando; usted está luchando con duda; esta pasando por cosas; no puede poner todo en orden.

No trate de averiguarlo por su cuenta y hacer que funcione, “Tan solo si pudiera hacer esto, y lo otro y aquello – Solo necesito tiempo para trabajar en -” No, postre su rostro y su corazón ante El y diga, “Te necesito. Necesito a Cristo. Veo a Cristo y El es mi todo, y todo lo que quiero es a Él.”

Vamos a colocar la atención de nuestra mente, la afección de nuestro corazón en Cristo, quizás por la primera vez en nuestra vida, ver a Cristo de este manera. Por primera vez en un largo tiempo ser recordado de este cuadro de Cristo.

Somos salvos solamente por gracia, solo mediante la fe, solo en Cristo. El es la cima y la meta del Cristianismo, no es para nosotros salir de aquí y pensar, “¿Qué puedo hacer mejor?” La meta del cristianismo es para vislumbrar a Cristo en toda Su gloria y alabarlo a Él y eso es lo que vamos a hacer.

Vamos a mirar a Cristo y vamos a exaltarlo como la meta de nuestra salvación, como nuestra justicia, nuestro deseo, nuestra satisfacción, nuestra vida, nuestro todo. Señor Jesús, es el único supremo.

David Platt

David Platt sirve como pastor en el área metropolitana de Washington, D.C. Es el fundador de Radical.

David recibió su doctorado del Seminario Teológico Bautista de New Orleans y es el autor de Don’t Hold Back [No te quedes donde estás], Radical, Sígueme, Contracultura, Algo tiene que cambiar, Before You Vote [Antes de votar], así como los varios volúmenes de la serie Christ-Centered Exposition Commentary [Comentario Expositivo centrado en Cristo]. 

Vive junto con su esposa e hijos en el área metropolitana de Washington, D.C.

LESS THAN 1% OF ALL MONEY GIVEN TO MISSIONS GOES TOWARDS REACHING THE UNREACHED.

That means that the people with the most urgent spiritual and physical needs are receiving the least support. You can help change that!