Cuando el dolor del sufrimiento persiste, Dios sigue presente. Queremos una explicación y él nos da identificación. Los falsos Evangelios nos enseñan que el sufrimiento es evidencia del desagrado de Dios, pero el verdadero Evangelio ve el sufrimiento como un medio para valorar más profundamente al Señor. Dios sanará nuestros cuerpos y veremos su rostro. En este mensaje sobre Job 3–31, el pastor David Platt nos advierte sobre las formas en que los falsos Evangelios nos distraen de ver lo bueno en el sufrimiento.
- Cuando el dolor del sufrimiento persiste, Dios sigue estando presente.
- Cuando los regalos que disfrutamos se van, Dios sigue siendo bueno.
- En la confusión de nuestras circunstancias, Dios es sabio.
- En la profundidad de nuestra desesperación, Dios es nuestra esperanza.
Buenos días. Si tiene su Biblia y espero que sí, les invito a que la abran conmigo en Job Capítulo 3. La semana pasada vimos Job 1-2 y vimos que le fueron quitadas las posesiones, sus hijos murieron y luego fue despojado de su salud. Dejamos a Job al final del capítulo 2 sentado en una pila de basura con llagas supurantes y quemaduras en todo su cuerpo, y aún en medio de esto diciendo, “Jehová dio y Jehová quitó, sea el nombre de Jehová bendito”. Vemos a Job vislumbrado la soberanía de Dios en su sufrimiento y adorando. Ahí es cuando la tragedia golpea.
Cuando las tragedias continúan
Hoy vamos a sumergirnos en cuando la tragedia continúa. Es algo, es algo maravilloso, pero una cosa es responder con adoración cuando la tragedia pega, y otra totalmente diferente cuando el sufrimiento continúa, cuando el sufrimiento persiste, como muchas que ustedes han experimentado, no solo una vez, sino por días, meses y aún años, y esta mañana vamos a echar un vistazo a las vidas de dos familias junto con Job de esta familia de fe. Muchos de ustedes conocen a John Brokaw y Gwen Borbst, miembros de esta familia de fe, quienes en los últimos meses murieron de cáncer and y los Brokaws y los Brobsts, han accedido permitirnos echar un vistazo en sus vidas, no solo cuando pasó el sufrimiento, pero ahora que el sufrimiento continúa. Eso está en el Evangelio.
Sale de forma natural la pregunta, ¿Qué dice la palabra? Y eso es en lo que quiero sumergirme hoy. Quiero que veamos las implicaciones del libro de Job, no solo para cuando el sufrimiento golpea, sino cuando persiste y cuando continúa nos encontramos a nosotros mismo en una jornada y el sufrimiento sigue ahí. Job 3 en un parte no hace sentido. Satanás retó a Dios diciendo “Job te va a maldecir si estas cosas pasan”. Usted llega al final de Job 1-2 ambos y Job no maldice a Dios. El adora a Dios y ustedes piensan. “Ok… eso es, ya pasó”. Fuimos exitosos.
Ya deberíamos saltar al capítulo 42 y así es como muchas personas leen este libro, sin embargo hay una jornada que pasa entre Job 2 y Job 42 que es real y quisiera sumergirme en esto hoy. Quiero que escuche las palabras de Job en Job 3:
Después de esto abrió Job su boca, y maldijo su día. Y exclamó Job, y dijo: Perezca el día en que yo nací, Y la noche en que se dijo: Varón es concebido. Sea aquel día sombrío, Y no cuide de él Dios desde arriba, Ni claridad sobre él resplandezca. Aféenlo tinieblas y sombra de muerte; Repose sobre él nublado Que lo haga horrible como día caliginoso.
Ocupe aquella noche la oscuridad; No sea contada entre los días del año, Ni venga en el número de los meses. ¡Oh, que fuera aquella noche solitaria, Que no viniera canción alguna en ella! Maldíganla los que maldicen el día, Los que se aprestan para despertar a Leviatán.
Oscurézcanse las estrellas de su alba; Espere la luz, y no venga, Ni vea los párpados de la mañana; Por cuanto no cerró las puertas del vientre donde yo estaba, Ni escondió de mis ojos la miseria. ¿Por qué no morí yo en la matriz, O expiré al salir del vientre? ¿Por qué me recibieron las rodillas? ¿Y a qué los pechos para que mamase?
Pues ahora estaría yo muerto, y reposaría; Dormiría, y entonces tendría descanso, Con los reyes y con los consejeros de la tierra, Que reedifican para sí ruinas; O con los príncipes que poseían el oro, Que llenaban de plata sus casas. ¿Por qué no fui escondido como abortivo, Como los pequeñitos que nunca vieron la luz?
Allí los impíos dejan de perturbar, Y allí descansan los de agotadas fuerzas. Allí también reposan los cautivos; No oyen la voz del capataz. Allí están el chico y el grande, Y el siervo libre de su señor. ¿Por qué se da luz al trabajado, Y vida a los de ánimo amargado, Que esperan la muerte, y ella no llega, Aunque la buscan más que tesoros; Que se alegran sobremanera, Y se gozan cuando hallan el sepulcro? ¿Por qué se da vida al hombre que no sabe por dónde ha de ir, Y a quien Dios ha encerrado? Pues antes que mi pan viene mi suspiro, Y mis gemidos corren como aguas.
Porque el temor que me espantaba me ha venido, Y me ha acontecido lo que yo temía. No he tenido paz, no me aseguré, ni estuve reposado; No obstante, me vino turbación.
La historia de Job
¿Qué fuerte estuvo eso? Job se encuentra a sí mismo un capítulo después maldiciendo el día en que nació y el escenario aquí es que siete días después del silencio cuando está rodeado por amigos, si se pudiera llamar amigos, uno llamado Elifáz, otro llamado Bilbad y el tercero Zofar, ellos se sentaron por 7 días solo mirando a Job en la pila de basura y con quemaduras en su cuerpo sin nadie decir nada.
Estas palabras que acabamos de leer son las primeras palabras que salieron de la boca de Job. Lo que quiero que veamos, vamos a hurgar en resumen, a tipo de vista de pájaro, estaremos en viendo todo, pero desde el capítulo 3 al 31, Job entra en conversiones con estos tres amigos, y básicamente la forma en que funciona, luego que Job habla aquí en Job 3, es Elifaz que le habla a Job, luego Job le responde, luego Bilbad le habla y Job responde, luego Zofar habla y Job responde. Eso pasa en tres momentos distintos, tres ciclos distintos excepto uno de ellos que al final sale del camino.
La imagen es un diálogo entre un hombre que ama a Dios, que está completamente comprometido a Dios, que ha adorado a Dios en medio de su sufrimiento, que es recto, sin falta, teme a Dios, apartado del mal, y todas las cosas que vimos la semana pasada, pero que esta luchando con el misterio de las formas de Dios. Hay una lucha honesta a través de las diferentes páginas de esta parte de Job.
Quiero que veamos 4 imágenes de la suficiencia de Dios en medio del sufrimiento de Job, 4 imágenes de Su suficiencia que creo tiene una gran implicación para nuestras vidas cuando el sufrimiento persiste por días, meses y años.
Cuando el sufrimiento persiste, Dios está aún presente
Imagen número uno, cuando el sufrimiento persiste, Dios está aún presente. Cuando el dolor del sufrimiento persiste, Dios aún sigue presente. Lo que verá si lee a través de los capítulos 3-31 es que verá a Job en cada uno de estos discursos que se dirige a Dios en alguna forma. El sabe que Dios está ahí. Esa es parte de su lucha. El no necesariamente está dudando que Dios está ahí. El conoce la presencia de Dios y el carácter de Dios, y está luchando con el por qué estas cosas le están pasando a la luz de la presencia y carácter de Dios.
De hecho si ve lo que acabamos de leer, capítulo 3, puede circular todas estas preguntas y ver las palabras con las cuales empiezan. Verso 11, ¿con qué palabra empieza? Por qué, ¿Por qué no morí en mi nacimiento? Verso 12, ¿Por qué me recibieron las rodillas? Y cuando llega al verso 16 ¿Por qué no fui escondido como abortivo, Como los pequeñitos que nunca vieron la luz? Verso 20, ¿Por qué se da luz al trabajado? Verso 23 ¿Por qué se le da vida al hombre? Como el dolor de la vida de Job empezó a progresar y a asentarse, la pregunta emerge a la superficie, ¿Por qué?
¿Por qué?
Cuando estamos atravesando en el momento que el sufrimiento persiste, queremos una explicación. Queremos saber el por qué. Es natural. No está mal preguntarle a Dios. Pero vamos a sumergirnos más profundo en eso la próxima semana, en el propósito de Dios en el sufrimiento. Basta decir en este punto que tenemos que mantener esta pregunta en una perspectiva correcta. Estoy convencido que lo que Job no enseña, este libro nos enseña, es que en medio del dolor del sufrimiento no necesitamos una explicación tanto como necesitamos Su presencia.
Ahora, quiero darles esta verdad, quiero explicársela. Queremos una explicación. ¿Qué nos da Dios? Dios nos da a sí mismo. Si existiese alguna oportunidad de que Dios tuviera que darnos una explicación por el sufrimiento y el mal, este es el libro. Este es el tiempo. En vez de eso, vemos a Job luchando con la presencia de Dios a través del libro.
Vemos en el capítulo 3 verso 23, ¿Por qué se da vida al hombre que no sabe por dónde ha de ir, Y a quien Dios ha encerrado? ¿Quién encerró a Job? Dios hizo esto. Soberanía, justo como vimos la semana pasada. Vayan al capítulo 7 verso 17. Job lucha una vez más. Escuche lo que él dice: ¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas? Verso 18 ¿Y lo visites todas las mañanas, Y todos los momentos lo pruebes?
Verso 19 ¿Hasta cuándo no apartarás de mí tu mirada, Y no me soltarás siquiera hasta que trague mi saliva? El está luchando con la presencia de Dios. Adelantémonos al último capítulo del libro, Job 42. Profundizamos más en esto la semana pasada, capítulo 42, mire el verso 4; esto es lo que encabeza la escena. Job encuentra a Dios personalmente en un muy conmovedora y poderosa forma al final de este libro, escuchen lo que él tiene que decir. Job 42:4 “ Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás”.
Escuche el verso 5. Job dice: “De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven” este es el punto principal, bueno, parte del punto principal del libro de Job es mostrarnos luchando con la presencia de Dios y últimamente el poder de la presencia de Dios en medio del sufrimiento. Queremos una explicación. Dios nos ofrece Su presencia, a Sí mismo. Ahora, sé lo que algunos de ustedes están pensando. “Bueno… aún así me gustaría la explicación”, y aún tenemos esas preguntas. Pero, ¿Realmente queremos una explicación? ¿Realmente necesitamos una explicación?
Piénselo conmigo. Dos ilustraciones simples, un par de años atrás, fue de hecho, justo después que empezara a predicar y asistir aquí, me rompí la muñeca jugando futbol de banderas, y recuerdo que mi hermano me llevó a la emergencia y llegamos, nos dieron entrada, y la enfermera hizo una pregunta que no tuvo sentido alguno, ¿Qué nivel de dolor padece? “Qué tan mal es en una escala de 1-10” y yo estoy así como… “mucho, duele”. Estoy retorciéndome en dolor.
Ahora, ¿qué realmente necesito en ese momento? ¿Necesito que el doctor me explique y muestre los rayos x y me dé una explicación con toda su experiencia sobre cómo mi muñeca se rompió, en qué parte, y cómo pasó, y toda la historia, y cómo llegó a este punto? No, yo quiero que me inyecte con algo y rápido que alivie el dolor. No necesito una explicación. Necesito algo que me llene, que llegue a mi punto más profundo de necesidad que no es uno intelectual.
Necesita la presencia
La otra ilustración, tengo muchas cosas que aprender en el matrimonio pero esto pienso, tengo que aprender, pienso tengo que aprender continuamente una y otra vez. Pero cuando mi esposa Heather está pasando por dificultades, cuando está pasando por luchas, lo que he aprendido es que su mayor necesidad en medio de la lucha no es mi explicación. Creo que hay algunas mujeres que dirían amen a eso; probablemente no a mi consejo, probablemente no a mi resumen del por qué esto está pasando. ¿Cuál es su mayor necesidad en ese punto? Es presencia.
La belleza de esta imagen en Job es que no vemos a Dios que está distante en el cielo, compartiendo explicaciones filosóficas del por qué esto está pasando. En de eso, vemos a Dios que está al lado de Job a cada momento del camino y esto es el evangelio. Es el evangelio. No tenemos a un Dios que está distante de nosotros. Tenemos a un Dios que está con nosotros, un Dios que se hizo como nosotros y que está disponible, Hebreos 4 dice: “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” ¿Estas herido?, El fue herido, ¿Te han rechazado? El fue rechazado, ¿Te han hecho daño? A El también. ¿Has clamado? El ha clamado, ¿Has preguntado por qué? Escucha lo que dijo en la cruz, “Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?” El está familiarizado con nuestras luchas, y el recordatorio que quiero dejarles de esta panorámica del libro de Job es que caminas a través del sufrimiento, no importando cómo se vea en tu vida; quiero recordarte que Dios no te ha abandonado.
El nunca te abandona. El está contigo en medio del sufrimiento. El está contigo, no estás solo. Job se va a sentir solo una y otra vez por los consejos de sus “amigos”. Verán esto. Pero a la conclusión que él llega es “No estoy solo, te veo”. Cuando el dolor del sufrimiento persiste, Dios aún está presente.
La suficiencia de Dios
Segunda imagen cuando las posesiones de esta vida se van, esta es la suficiencia de Dios, El sigue siendo bueno. Ahora, esto nos lleva devuelta a Job capítulo 1-2. Satanás había retado a Dios diciendo: “Job te adora porque le pagas para hacerlo, mira todas las posesiones que tiene, claro que te alaba. Despójalo de todo y no te adorará”
Le toma todas las posesiones. Job adora al final del capítulo 1. “Pero aún tiene su salud” le arrebata su salud, y Job llega a Job 2:10 y dice, “He recibido lo bueno de Dios y la tribulación de Dios”. Esta es la imagen, Job mostrándole a Satanás el mundo, a nosotros, que aún cuando las posesiones se desvanezcan, existe una lucha ahí y una lucha prevalente en todos los capítulos desde 3 al 31, sin embargo, Dios sigue siendo bueno. Ahora, aquí es donde sus amigos realmente llegan por lo que ellos proponen es una teología.
Ahora, quiero que seamos cautelosos aquí. Usted lee Job 3-31 y escucha a Elifaz, Bildad y a Zofar hablar y les escucha decir algunas verdades, algunas verdades teológicas. Pero aquí está el peligro. Lo que ellos están haciendo si están hablando la verdad, la verdad teológica, estaban tergiversándola y distorsionándola en la forma en que ellos la estaban aplicando a la situación de Job. De repente estas verdades teológicas, buenas verdades teológicas se tornaron en horribles consejos para Job y básicamente ellos estaban aconsejándole esto, “Job, Dios bendice, Dios prospera al justo, y aflige al malo, Dios bendice o prospera al justo y aflige al malo o injusto” y como Job está afligido, entonces el debe ser… ¿qué?… injusto. Por lo tanto, Job tu problema es que eres injusto. Has cometido algo que ha deshonrado a Dios, por lo tanto, la forma de corregirlo es siendo justo, vuélvete a Dios, y todo estará bien.
Permítanme mostrarles esto, vayan al capítulo 4, veremos a primero a Elifaz. Escuche 4:7, escuchen lo que él dice, el dice: “Recapacita ahora; ¿qué inocente se ha perdido? Y ¿en dónde han sido destruidos los rectos? Como yo he visto, los que aran iniquidad Y siembran injuria, la siegan. Perecen por el aliento de Dios, Y por el soplo de su ira son consumidos”. Permítanme animarlos, con una nota al margen, cuando alguien está caminando a través del sufrimiento, no citen a Job 4:7-9. Esto es lo que él está diciendo, “La forma en que lo veo es que aquellos que aran iniquidad y aquellos que siembran injuria lo cosechan, y tú, obviamente, lo estas cosechando ahora mismo”. Este es el escenario, “Definitivamente hiciste algo malo”
Vayan ahora al capítulo 5 verso 18. Estaremos retrocediendo un verso para el verso 17, escuche esto. Ahora, ahí parte de verdad, puntos de verdad. Escuche, “He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga; Por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso. Porque él es quien hace la llaga, y él la vendará; El hiere, y sus manos curan. En seis tribulaciones te librará, Y en la séptima no te tocará el mal. En el hambre te salvará de la muerte, Y del poder de la espada en la guerra”.
El está diciendo ¿qué está mal con ese consejo? Pero si miran la forma en cómo está siendo aplicado a Job y lo que Elifaz esta diciendo aquí es que, “Job, obviamente has cometido alguna falta, por lo tanto, si solamente lo arreglaras con Dios, todo volverá a la normalidad”, es así de simple. Dios cambiará las cosas si tu cambias, te arrepientes, y vuelves de tus malos caminos y tu pecado. Eso es lo que Elifaz está diciendo.
Es todopoderoso
Cuando llega al capítulo 8 y ve a Bilbad tomandolo a un nivel más profundo. Escuche el atrevimiento de Bilbad. Mire en el verso 2, Bilbad dice esto: ¿Hasta cuándo hablarás tales cosas, Y las palabras de tu boca serán como viento impetuoso? ¿Acaso torcerá Dios el derecho, O pervertirá el Todopoderoso la justicia? Escuche el verso 4. “Si tus hijos pecaron contra él, El los echó en el lugar de su pecado” ¿Captó eso? Bilbad acaba de decir que sus hijos murieron porque eran pecadores en esa casa. Es por esta razón que el viento vino y derribo la casa, porque sus hijos habían pecado.
Luego lo aplica a Job, “Si tú de mañana buscares a Dios, Y rogares al Todopoderoso; Si fueres limpio y recto, Ciertamente luego se despertará por ti, Y hará próspera la morada de tu justicia” mismo consejo de Elilfaz. Si logras corregirlo con Dios, todo será prosperado.
De ahí partimos al capítulo 11 y vemos a Zofar entrar en escena. A todo esto Job reclama ser inocente. Ahora sabemos, conocemos que Job no era perfecto. Job no está diciendo que él es perfecto, sino que está diciendo exactamente lo que sabemos de él de Job 1-2. No existe nada que él haya hecho que justifique lo que está pasando aquí. Zofar lo reprende por eso.
Busque el capítulo 11, vea el verso 4, “Tú dices: Mi doctrina es pura, Y yo soy limpio delante de tus ojos. Mas ¡oh, quién diera que Dios hablara, Y abriera sus labios contigo, Y te declarara los secretos de la sabiduría, Que son de doble valor que las riquezas! Conocerías entonces que Dios te ha castigado menos de lo que tu iniquidad merece”. Ahora, baje al verso 13.
Le da el mismo consejo que hemos visto. “Si tú dispusieres tu corazón, Y extendieres a él tus manos; Si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de ti, Y no consintieres que more en tu casa la injusticia, Entonces levantarás tu rostro limpio de mancha, Y serás fuerte, y nada temerás; Y olvidarás tu miseria, O te acordarás de ella como de aguas que pasaron”. Será como aguas que pasaron, si te vuelves de los malos caminos, el pecado. Hasta aquí Job está diciendo, “No, no Dios trae aflicción no solo a los injustos sino también a los justos. De hecho por momentos parece que Dios da prosperidad a los injustos y aflicción a los justos”
El está luchando con esto y sus amigos exponen esta teología que dice Dios siempre bendice a los justos y siempre aflige a los injustos. La realidad es esta es una teología pobre. Y es una que ha sido proclamada a través de mucha de la cristiandad contemporánea hoy, una tal llamada cristiandad. Usted confía en Dios, le sigue, obedece, entonces prospera, tiene una gran vida y tiene éxitos. Usted desobedece a Dios, no confía en El, por lo tanto no prospera. Las cosas no irán bien contigo. Lo que quiero que vean aquí es el evangelio falso y el verdadero evangelio, un falso evangelio que ve el sufrimiento como evidencia de un desagrado a Dios. Ahora, quiero ser cuidadoso aquí.
El pecado y el sufrimiento
Sí, definitivamente hay consecuencias en las Escrituras que vemos como efecto de nuestros pecados; la consecuencia de nuestro pecado trae tribulación y sufrimiento. No hay duda de eso. Una vez más, aquí es donde cosas teológicamente ciertas son tergiversadas para aplicar a todo sufrimiento, ha devenido en un muy, muy mal consejo, no bíblico, no un consejo divino, que es lo que está pasando aquí.
Sí, hay consecuencias para nuestros pecados, pero aquí Job no ha hecho nada que justifique eso. Esto le está pasando a él y Dios está afligiendo al justo. Un falso evangelio ve el sufrimiento como evidencia del disgusto de Dios. Esto es lo que mucha gente cree. Muchos pueden decir, “Si tengo suficiente fe, entonces Dios va a bendecirme” Usted ve esto en todas las televisoras.
Recuerdo que cuando esto llegó a mi estando sentado en una casa iglesia en Asia con creyentes asiáticos que estaban arriesgando sus vidas en una pequeña villa por adorar a Cristo y estudiando Su Palabra en medio de la noche y estábamos sentados y ellos estaban haciendo preguntas y esta señora que estaba sentada cerca del frente sabia un poco y vivió en la ciudad, tenía una televisión.
Culto de iglesia de los Estados Unidos
Ella dijo, “Maestro, a veces cuando estoy viendo televisión y llego a estaciones de Estados Unidos y de vez en cuando veo un servicio de algún culto de iglesia de los Estados Unidos” y ella dijo “Veo predicadores vestidos con ropas muy finas y edificios extremadamente bonitos” y ella dice “muchos de ellos me dicen que si tengo suficiente fe yo también puedo tener todas estas cosas”.
Ella no estaba acusando nada. Ella estaba preguntando honestamente. Ella dijo: “Yo vengo a nuestros servicios de adoración, cuando nos juntamos tarde en la noche en secreto, arriesgado nuestras vidas, y muchos de nosotros estamos sucios y pobres solo tratando de pasar el día” y ella me mira y me pregunta esto con sinceridad, ella me mira y dice, “Maestro, ¿significa esto que no tenemos suficiente fe aquí?”.
Este es el evangelio que estamos exportando al mundo y no solamente predicadores sanos y ricos, somos nosotros. Es la gente de que estamos rodeados por las cosas y las posesiones materiales y cosas que nosotros tachamos a Dios al final el domingo y decimos que El nos está dando todas estas cosas y confiamos en El y El nos da todas estas cosas y la realidad es que somos personas en una cultura de iglesia que tiene tan exaltado los regalos de Dios por encima de Dios mismo, las cosas por encima del Proveedor de cosas, y eso es idolatría.
Esencialmente esto es idolatría, y es un falso evangelio que dice que cuando no tenemos esas cosas para señalar a Dios, ¿por qué estas permitiendo que esto pasa, por qué estas ordenando que pase esto, por qué me despojas de estas cosas y por qué estoy sufriendo?
El sufrimiento es un medio para un tesoro más profundo, Dios. Esto es lo que Job está aprendiendo y lo que nos está mostrando, mostrándonos a Satanás y al mundo y a nosotros que cuando estas cosas nos son quitadas, Dios sigue siendo un tesoro para tener y El es bueno. Esta es la imagen.
Piense en ello de forma práctica en nuestras vidas. Si tuvieras que reducir el sufrimiento, y no quiero pretender que me gusta el sufrimiento, y que no es algo bien complicado, si tienes traerlo al análisis, ¿No es el sufrimiento cuando las cosas que nos gustan son arrebatadas de nosotros? Quizás, quizás es nuestra reputación o nuestra estima entre nuestros colegas. Quizás es nuestro éxito. Quizás nuestro trabajo. Pierdes tu empleo y estas en sufrimiento, quizás perdemos la casa, o el carro, o alguna otra cosa, o quizás algo mucho más profundo que eso. Quizás perdemos amigos por algo que pasó.
Perdemos amigos. Quizás perdemos nuestra salud. Quizás perdemos la vista o nuestro oído, o nuestra habilidad de caminar y comenzamos a experimentar el sufrimiento. Quizás tenemos cáncer o alguna otra enfermedad y comenzamos a experimentar el sufrimiento. Perdemos nuestra salud. O quizás perdemos a un ser querido. Quizás perdemos a una mamá o un papá, o un esposo ,o una esposa, o un hijo; cuando estas cosas en el mundo que disfrutamos son tomadas de nosotros entonces sufrimos.
Ahora, aquí está la imagen. Si Dios es nuestro tesoro, por sobre todas las cosas que El nos da, luego cuando una de estas dádivas nos es quitada, entonces ¿hacia dónde estos nos dirige? Nos dirige al tesoro de quién es Dios porque tenemos una cosa menos, aún algo menos grandiosamente bueno para apoyarnos en este mundo y Dios se torna en un tesoro más profundo en nuestras vidas.
No estoy diciendo que no haya dolor en perder esa cosa, que no haya lágrimas en perder a esa persona, que no haya de doler, que no haya un profundo sentido de pérdida y dolor; hubo lágrimas que se escucharon en al jardín del Getsemaní por Cristo. Esto no es una imagen fácil y feliz de manera, pero lo es. Es una imagen que dice que aún cuando las mejores cosas de este mundo nos son quitadas lo único que hacen es acercarme más profundamente a mi tesoro en Dios.
“El vivir es Cristo”
Este es el por qué Pablo, que dice en Filipenses, capítulo 1, “el vivir es Cristo”, cómo dices esto en serio, cómo dices, “el vivir es Cristo y el morir es ganancia” Aquí la única forma que puedes decir esto. Cuando la vida misma te despoja de todas las cosas, y no te queda nada, tu vida se ha ido. Es una ganancia. ¿Por qué? Porque esto te dirige a decir que todo lo que tienes es a Dios.
Usted ha perdido todo lo que este mundo tiene que ofrecer, todo y todo lo que tienes es Dios. Este es el por qué él dice, “Deseo partir y estar con Cristo que es mucho mejor” porque él sabe su tesoro allá es mejor que todas las cosas de aquí juntas, mejor que mi esposa, que mis dos hijos and todas las cosas grandiosas que este mundo tiene que ofrecer. Dios es mejor. El es mejor. El es un tesoro y el sufrimiento nos dirige a un tesoro, Dios
Por lo que, cuando las dádivas que disfrutamos se van, cuando la casa no está, o el trabajo termina, o se acaba el dinero, cuando no podemos quedar embarazados, cuando no encuentran ese esposo o esposa que están buscando, cuando tu vista se va o tu capacidad de oír no está , o no puedes caminar, aún tu amor se vaya, Dios sigue siendo bueno.
Este es Job 13:15 “He aquí, aunque él me matare, en él esperaré”, porque El es un tesoro por encima de todas esas cosas. Esta es una forma radical, una forma diferente de vivir en nuestra cultura de hoy, cuando las dádivas que disfrutamos se han ido. Dios es suficiente. Es más que suficiente porque El está presente, El es bueno.
Dios es todo sabio
Tercera imagen, en la confusión de nuestras circunstancias, este es el Dios suficiente, en la confusión de nuestra circunstancia, Dios es todo sabio, quiero que vayan conmigo a Job capítulo 28. Job es parte de un grupo de libros del nuevo testamento llamados libros de sabiduría y son imágenes de sabiduría metidas casi en el centro de este libro, Job 28, cerca del final de esta discusión está básicamente un himno a la sabiduría y quiero que escuche esto del precio y valor de la sabiduría y la relación entre Dios y la sabiduría; y el hombre y la sabiduría; miren a Job capítulo 28 verso 12, pasaje clave en el libro de Job , verso 12
Mas ¿dónde se hallará la sabiduría? ¿Dónde está el lugar de la inteligencia? No conoce su valor el hombre, Ni se halla en la tierra de los vivientes. El abismo dice: No está en mí; Y el mar dijo: Ni conmigo. No se dará por oro, Ni su precio será a peso de plata. No puede ser apreciada con oro de Ofir, Ni con ónice precioso, ni con zafiro. El oro no se le igualará, ni el diamante, Ni se cambiará por alhajas de oro fino. No se hará mención de coral ni de perlas; La sabiduría es mejor que las piedras preciosas. No se igualará con ella topacio de Etiopía; No se podrá apreciar con oro fino. ¿De dónde, pues, vendrá la sabiduría? ¿Y dónde está el lugar de la inteligencia? Porque encubierta está a los ojos de todo viviente, Y a toda ave del cielo es oculta. El Abadón y la muerte dijeron: Su fama hemos oído con nuestros oídos.
Escuche al verso 23, aunque aquí está el contraste. Nadie puede encontralo.
Dios entiende el camino de ella, Y conoce su lugar. Porque él mira hasta los fines de la tierra, Y ve cuanto hay bajo los cielos. Al dar peso al viento, Y poner las aguas por medida; Cuando él dio ley a la lluvia, Y camino al relámpago de los truenos, Entonces la veía él, y la manifestaba; La preparó y la descubrió también. Y dijo al hombre: He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, Y el apartarse del mal, la inteligencia.
La imagen es sabiduría, es el valuable que no puede ser encontrada por nadie excepto Dios. Solo Dios sabe dónde se esconde. Ahora, quiero que pensemos en esto, tres facetas de la sabiduría, cuando las juntas y estas informarán a lo que ustedes tienen en sus notas, tres facetas de la sabiduría. Tienen el conocimiento que acarrea la sabiduría. Solo Dios sabe dónde se esconde. Tienen la perspectiva que acarrea la sabiduría. El ve las cosas de los confines de la tierra. Luego tienen la experiencia que acarrea la sabiduría. El creó todas las cosas. Confirmó la sabiduría, tasó la sabiduría y probó la sabiduría. Así que contraste la sabiduría limitada de un hombre por un momento con la sabiduría ilimitada de Dios. Y luego, aplíquelo al sufrimiento.
La sabiduría limitada del hombre, ¿Por qué carecemos de sabiduría? Es porque carecemos de uno de estos tres puntos, en cada punto. Carecemos, primeramente, de todo el conocimiento. Cuando alguien comete una decisión imprudente, la mayor parte del tiempo es porque desconocía todos los hechos. Alguna vez has estado en una situación en donde tomas una decisión luego te das cuenta de algo y piensas, “Bueno… si hubiese sabido eso antes, hubiera hecho otra cosa”, nos falta el conocimiento, no conocemos todos los factores que están envueltos. Segundo, carecemos de perspectiva.
Carecemos de experiencia
A veces nuestra perspectiva está agotada o distorsionada. No sabemos cómo otras personas percibirán las decisiones que tomamos. No conocemos todos los puntos de vista. Carecemos de perspectiva en lo que sería la decisión más sabia. En tercer lugar, carecemos de experiencia. Sabemos que si hemos estado en una experiencia en particular entonces somos más sabios por esa razón. Si ustedes atraviesan una experiencia por primera vez, ustedes no saben qué hacer. Si lo hace por enésima vez entonces tienes una idea mejor de qué hacer. Existe una sabiduría ahí. Esa es la razón por la cual nuestra sabiduría es limitada, porque carecemos de conocimiento, aún el más inteligente en esta sala. Carecemos de perspectiva, y aún el más sensible de nosotros aquí y carecemos de experiencia, aún aquellos que han estado a través de lo máximo en esta vida. Carecemos de estas cosas.
Compare eso con la sabiduría ilimitada de Dios. ¿Qué sobre Su conocimiento? Dios tiene el conocimiento perfecto. Dios tiene todos los hechos. Dios nunca tiene que enterarse después, “Oh si hubiese sabido eso entonces hubiese hecho algo distinto” El nunca dice eso, ni una vez, porque El sabía de antemano, conoce todas las cosas, cada factor que se relaciona, en todo momento en toda la historia. Nunca se entera de ninguna nueva información.
Usted no actualiza a Dios con algo que El no haya ya pensando anteriormente. El tiene el conocimiento perfecto. Segundo, El tiene una perspectiva eterna. El ve los confines de la tierra, ve todo bajo el cielo. Dios entiende, ve cómo cada detalle del universo afecta a cada persona en el universo, no solo cada persona, sino por todos los tiempos, por la eternidad. Dios tiene una perspectiva que es completa y totalmente eterna, y completa y totalmente abarcado. El tiene perspectiva eterna y tercero tiene experiencia eterna.
El estableció los vientos y midió las aguas. El hace decretos para la lluvia y camino para el relámpago. En otras palabras, El tiene cierta experiencia gobernando este universo. El lo creó y lo ha gobernado a la perfección con sabiduría. El no es un novato cuando se trata de sabiduría, cuando se trata a la experiencia que uno de nosotros haya tenido.
No existe nada de lo cual Él no esté al tanto
Ahora, traiga eso a la suficiencia de Dios en el sufrimiento. Ausencia de explicación a las preguntas “Por qué”, ¿Cómo podemos confiar en Dios en la oscuridad cuando la oscuridad continúa día tras día, semana tras semana, mes tras mes, o año tras año, o cualquier cosa que se parezca en su vida? ¿Cómo confiar en Dios? La única forma en que usted puede confiar en Dios es si usted sabe que El tiene un conocimiento perfecto, El conoce todo, conoce toda circunstancia y cada factor que funciona aquí. No existe nada de lo cual Él no esté al tanto.
El tiene una perspectiva eterna. Usted y yo vemos el ahora. El ve lo que el ahora hará para afectar a una persona en la eternidad. El ve lo que pasa ahora y cómo afecta tu eternidad. El tiene perspectiva eterna. El tiene experiencia infinita. Dios como Padre, esto es Lucas 11:11-13, El da buenas dádivas a Sus hijos, y la sabiduría de Dios nos recuerda que Dios siempre nos da lo que es mejor.
No voy a pretender que esta es una verdad sencilla cuando se trata del sufrimiento, pero es una verdad sólida. Aún cuando recibes la llamada de que la persona amada a fallecido y caes al suelo llorando, existe una confianza que se puede tener aún ahí que dice: “Dios sabe lo que es mejor, yo no sé lo que es mejor, Tu sabes lo que es mejor”
En medio de la confusión de nuestras circunstancias, Dios es sabio. Este es el evangelio. Cristo, 1ra Corintios 1, Sabiduría de Dios, necedad del mundo, sabiduría de Dios. ¿Por qué moler a tu Hijo en una cruz Dios? Eso no tiene sentido. ¿Por qué haces esto? ¿Por qué? Porque El tiene un conocimiento perfecto de cada uno de nuestros pecados, El tiene una perspectiva eterna que 2,000 años después tú y yo, estuviésemos sentados aquí adorándole por la salvación que tenemos de todos nuestros pecados y El tiene experiencia infinita. El ha diseñado nuestra salvación para reconciliarnos consigo mismo. Toda la gloria sea para Dios por Su gran sabiduría, Su gran sabiduría.
Tozer lo pone de esta manera. Me gusta esta cita, él dice: “¿Con la bondad de Dios deseando nuestro más alto bienestar, la sabiduría de Dios para planearlo, y el poder de Dios para alcanzarlo, qué nos hace falta?” Dios es infinitamente sabio y le honramos, honramos a Dios cuando confiamos en El en la oscuridad porque El es quien posee la sabiduría. En la confusión de nuestra circunstancia. Dios es todo sabio.
El está presente, El es bueno, El es sabio. Estas son las imágenes de Su suficiencia que finalmente nos guían a la última escena. En la profundidad de nuestra desesperación, Dios es nuestra esperanza. Dios es nuestra esperanza.
Quiero que vuelvan conmigo al capítulo 3, y quiero que ven el dialogo continuo de Job con sus amigos, y quiero que ustedes ven un poco, ya que vamos a correr en diferentes lugares. Quiero que vean la profundidad de la desesperación de Job. Ustedes lo escucharon en el capítulo 3:11, “¿Por qué no morí yo en la matriz, O expiré al salir del vientre?” y se pone más depresivo luego de esto, Vayan al capítulo 6 verso 8. Escuche lo que Job dice.
Todas estas palabras son de parte de Job, verso 8 “Quién me diera que viniese mi petición, Y que me otorgase Dios lo que anhelo, Y que agradara a Dios quebrantarme; Que soltara su mano, y acabara conmigo! Sería aún mi consuelo, Si me asaltase con dolor sin dar más tregua, Que yo no he escondido las palabras del Santo” capítulo 7:13, “y que agradara a Dios quebrantarme” dijo en el capítulo 6. Capítulo 7:13 “Cuando digo: Me consolará mi lecho, Mi cama atenuará mis quejas; Entonces me asustas con sueños, Y me aterras con visiones.”
“Y así”, escuche esto, “mi alma tuvo por mejor la estrangulación, Y quiso la muerte más que mis huesos. Abomino de mi vida; no he de vivir para siempre; Déjame, pues, porque mis días son vanidad” ¿Sintió eso? Mis días son vanidad, o no tienen significado, aún cuando él dice “prefiero la muerte”, vaya ahora al capítulo 10, 10:20, Su anhelo, vea la desesperación aquí, su deseo es morir.
“¿No son pocos mis días? Cesa, pues, y déjame, para que me consuele un poco, Antes que vaya para no volver, A la tierra de tinieblas y de sombra de muerte; Tierra de oscuridad, lóbrega,
Como sombra de muerte y sin orden, Y cuya luz es como densas tinieblas.” Sigan más adelante en el capítulo 14:13, escuche lo que le dice a Dios. “Oh quién diera”, 13 al 14, “Oh, quién me diera que me escondieses en el Seol, Que me encubrieses hasta apaciguarse tu ira, ¡Que me pusieses plazo, y de mí te acordaras!”. Capítulo 16 al final de del capítulo 16:22, Job dice: “Mas los años contados vendrán, Y yo iré por el camino de donde no volveré” Capítulo 17:1 “Mi aliento se agota, se acortan mis días, Y me está preparado el sepulcro. No hay conmigo sino escarnecedores, En cuya amargura se detienen mis ojos”.
“¿Dónde, pues, estará ahora mi esperanza?”
Usted llega al final de ese capítulo, verso 13, “Si yo espero, el Seol es mi casa; Haré mi cama en las tinieblas. A la corrupción he dicho: Mi padre eres tú; A los gusanos: Mi madre y mi hermana. ¿Dónde, pues, estará ahora mi esperanza? Y mi esperanza, ¿quién la verá? A la profundidad del Seol descenderán, Y juntamente descansarán en el polvo”. Nota la forma incremental de desesperanza en la vida de Job.
Esta es la profundidad de desesperación y en cierta forma se climatiza en el capítulo 19, vean el capítulo 19:13, aquí es que pone todo en un punto:
“Hizo alejar de mí a mis hermanos, Y mis conocidos como extraños se apartaron de mí. Mis parientes se detuvieron, Y mis conocidos se olvidaron de mí. Los moradores de mi casa y mis criadas me tuvieron por extraño; Forastero fui yo a sus ojos. Llamé a mi siervo, y no respondió; De mi propia boca le suplicaba. Mi aliento vino a ser extraño a mi mujer, Aunque por los hijos de mis entrañas le rogaba. Aun los muchachos me menospreciaron; Al levantarme, hablaban contra mí. Todos mis íntimos amigos me aborrecieron, Y los que yo amaba se volvieron contra mí. Mi piel y mi carne se pegaron a mis huesos, Y he escapado con sólo la piel de mis dientes. ¡Oh, vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí! Porque la mano de Dios me ha tocado. ¿Por qué me perseguís como Dios, Y ni aun de mi carne os saciáis?”
Esta es la profundidad de la desesperación. Usted siente el peso de esto. La honestidad está aquí. “No puedo continuar, no quiero continuar y a aquellos a quienes les importaba se apartaban de mi”. Profundidad de desesperanza.
Ahora, no pierda esto. El está llorando por esperanza en la profundidad de su desesperación y la lleva a un punto aquí y quiero que escuche, quiero que escuche lo que pasa después; es uno de los pasajes más hermosos en el libro de Job. Escuche el verso 23: “Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas! ¡Quién diese que se escribiesen en un libro; Que con cincel de hierro y con plomo !Fuesen esculpidas en piedra para siempre! Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí”
Redentor
¡Wow! Job escaba en su lengua y saca esta palabra, “Redentor”, la misma palabra en el libro de Rut describiendo el campeón de los oprimidos, la misma palabra en Proverbios describiendo al defensor de los débiles, y la misma palabra en Éxodo que describe al libertador de los esclavos, y él dice, “yo tengo un redentor” un vindicador que vive, y al final, ¿no es esa una tremenda frase?, este no es el final, Job dice este no es el final; este no es el final.
“Al final veré a mí Dios”, ¿en qué Lo veré?, “en mi carne, veré a mi Dios, después que mi carne sea destruida” Qué tremenda imagen esta. Quemaduras fuera, llagas fuera, cáncer terminado, enfermedad terminada; al final, después de desecha mi piel, en mi carne he de ver a mi Dios. Yo mismo Le veré, no otro. Le veré con mis propios ojos, cómo mi corazón añora eso. Esta es la imagen, esta es la esperanza a la cual Job se aferra en la profundidad de su desesperación, y creo que es doble, y quiero traerlo aquí para nuestra suficiencia de Dios y nuestro sufrimiento en esta sala.
No existe enfermedad muy grande para Dios
Esperanza doble a la cual se aferra, número uno, el se va a sanar, Dios sanará nuestros cuerpos. Job se aferra a esto. Job cree que él tendrá un cuerpo nuevo, un día verá a Dios y él sabe eso. Esto es el evangelio. Este es Jesús muriendo en la cruz y levantándose de la tumba, el Señor resucitado, cuerpo resucitado. Esto es Romanos 8:22 y siguientes. Sabemos que nuestro sufrimiento aquí no se compara con la gloria que será revelada a nosotros. La creación espera y gime en la expectativa de la revelación de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. En Romanos 8 Dios trae redención a nuestros cuerpos. Ahora, existen muchas discusiones, muchos debates en nuestros días sobre si Dios sana o no a personas de cáncer, enfermedad o cualquier otro padecimiento. La gente pregunta puede Dios sanar personas de cáncer, enfermedad o cualquier otro padecimiento. ¿Cuál es la respuesta para eso? Absolutamente, no existe cáncer alguno que Dios no pueda curar. No existe enfermedad muy grande para Dios.
Entonces ¿Es correcto orar por sanidad? Absolutamente, pídale a Dios, ore a Dios, para que muestre su poder. Sin embargo, cuando ore a Dios de esa manera, no olvide las otras verdades que hemos visto en Job. No ore igual que Elifaz, Bildad y Zofar le sugerirían que orar, pensando si usted tiene la fe suficiente, o si cree lo suficiente, o si ha hecho las cosas correctas en su vida, de manera que esto pueda pasar. Esto es un evangelio falso. Lo hemos visto. Es un evangelio falso, solo crea que puede pasar. Tenga fe suficiente.
Obedezca a Dios suficientemente, sea correcto suficiente y pasará. La realidad es que hemos visto en este libro de Job, es que puede ser obediente de todo corazón a Dios, y completamente fiel en tu obediencia a El, y la realidad es que puedes tener la peor forma de cáncer o enfermedad conocida en vida, y quizás no seas liberado en ello en esta vida. Lo diré una vez más. Es la verdad. Puedes ser obediente de todo corazón a Dios, y completamente fiel en tu obediencia a El, y la realidad es que puedes tener la peor forma de cáncer o enfermedad conocida en vida, y quizás no seas liberado en ello en esta vida.
¿Significa esto que Dios eligió no mostrar Su poder en tu vida? Definitivamente no, lo que esto significa es que porque es una realidad que hemos visto en Job 3-31 y es esta. Aún cuando el dolor y el sufrimiento persisten, aún cuando la profundidad de desesperación es oscura, usted aún tiene esperanza y ahí está el poder de Dios, y creo que en múltiples maneras es mucho más poderoso que la curación temporal en esta vida, un poder de Dios para sostener y decir en medio de la situación, “aunque me mate, aún así confiaré en El”.
Existe un término en nuestros días que se ha tornado muy común. El término es “sobreviviente de cáncer” y la idea es que si tienes cáncer y logras superarlo, entonces eres un sobreviviente. Venciste al cáncer.
Aparentemente si tienes cáncer y lo logras superarlo, entonces no eres un sobreviviente. Perdiste contra el cáncer. Eso no es verdad. Aquí el por qué eso no es verdad bíblicamente. Aquí el por qué a la luz de lo que hemos visto. Si tienes cáncer y logras superarlo, eso no significa que hayas ganado nada. De hecho, si tienes cáncer y logras superarlo, pero aún no atesoras a Dios, entonces has perdido.
De hecho, el cáncer en ese punto ganó porque aún estas convencido de que puedes vivir esta vida por ti mismo aparte del tesoro que es Dios. Pero cuando enfrentas el cáncer y este te lleva al tesoro de Dios, más que la vida misma, más que cualquier cosa que la vida tiene que ofrecer, entonces ganas sin importar si vives o mueres; eres un sobreviviente de cáncer. Tú ganas. Esto es en John Brokaw y Gwen Borbst.
“Mi esperanza está en Dios”
¿Quieren ver el poder de Dios? cuando estos dos individuos encontraron que tenía formas mortales de cáncer, ellos dijeron, “Mi esperanza está en Dios” cuando les dijeron que las probabilidades estaban en su contra, ellos dijeron “Mi esperanza está en Dios” porque la calma en el cáncer no viene por las probabilidades. Viene de Dios. Cuando ellos fueron a cirugía ellos dijeron, “Mi esperanza está en Dios” y cuando pasaron por la agotadora quimioterapia semana tras semana, tras semana, tras semana, ellos dijeron “Mi esperanza está en Dios” y cuando ellos recibieron más diagnósticos contrarios, y más reportes de los doctores en contra de su salud, y más malas noticias de días o meses para vivir, ellos dijeron “Mi esperanza está en Dios” y cuando los visité una semana antes de ellos morir, ellos suspiraron en su dolor, “Mi esperanza está en Dios” y cuando ellos respiraron su último aliento, ¿saben que respiraron? Ellos respiraron, “Mi esperanza está en Dios” eso es sobrevivir el cáncer.
Eso es sobrevivir al cáncer, y digo esto porque cuando ellos respiraron eso, dijeron, “Mi esperanza está en Dios” y respiraron sus últimos alientos, ellos, inmediatamente fueron transformados a la presencia de Jesucristo, y ellos dijeron “Yo sé que mi Redentor vive. Yo sé que mi redentor vive, y al final estoy parado sobre la tierra con El y después de desecha mi piel, ahora veo a Dios, lo veo con mis propios ojos, y con los de otro, cuánto mi corazón ha añorado dentro de mí por esto”. Eso es sobrevivir al cáncer. Eso es sobrevivir al cáncer.
Eso es atravesar el medio del sufrimiento, y ver la suficiencia de Dios. El sana. El sana eternamente. El es nuestro sanador, El sana eternamente. El sanará nuestros cuerpos, alabado sea Dios. y segundo, esta es nuestra esperanza. El sanará nuestros cuerpos y veremos Su rostro.
Esta imagen presagia Apocalipsis 22:4, si no tiene Apocalipsis 22:4 subrayado en su Biblia, márquelo con estrellas, y permítame animarlo a que lo haga, sino vive cada día conforme a Apocalipsis 22:4, permítame animarle a que lo haga. Cinco palabras, en el Nuevo Testamento. “Ellos verán Su rostro”. Esta es la esperanza que nos levanta en la mañana, y nos acompaña hasta el anochecer, está con nosotros cuando estamos en la cama de hospital, está con nosotros cuando pasamos de una lucha a otra. Habrá un día, en el cual veré Su rostro. Veré Su rostro, veré Su grandeza en toda su plenitud. Esto vale la pena. En medio de nuestra profunda desesperación El es nuestra esperanza. El es nuestra esperanza.
Estas familias les mostraron la visión de la Grandeza de Dios está clara no en los momentos fáciles, sino en los momentos más difíciles. Quiero que ellos sean un ejemplo para ustedes de cómo ellos han visto la grandeza de Dios, cómo han visto Su rostro.