¿Y en Cuanto a las Mujeres, Pablo? - Radical

¿Y en Cuanto a las Mujeres, Pablo?

Nuestra cultura a menudo ve la fe cristiana como algo retrógrado o excesivamente restrictivo en relación con las mujeres. Pero la Escritura tiene una visión completamente diferente de las mujeres y los hombres, así como de sus roles respectivos en la iglesia. En este mensaje de 1 Timoteo 2:8–15, David Platt nos señala las instrucciones del apóstol Pablo acerca de cómo Dios ha diseñado a hombres y mujeres para relacionarse dentro de la iglesia, incluyendo cómo debe ejercerse la autoridad y la enseñanza de la Palabra de Dios. El diseño de Dios puede ir en contra de la sabiduría del mundo, pero es en última instancia para nuestro bien y la edificación de la iglesia.

¿Y en Cuanto a las Mujeres, Pablo?

Si tiene la palabra de aquel al cual nos hemos rendido, y espero que la tenga, déjeme invitarle a que la abra conmigo en 1 Timoteo 2. El tema de hoy trata acerca de los roles del hombre y la mujer. Los roles del hombre y la mujer han sido manchados a través de los años debido al pecado en los corazones de las personas en todo el mundo, especialmente, cuando nos referimos al área de la sexualidad. Estoy convencido de que este problema es grande en nuestra cultura, y es grande en el mundo, y es grande en la iglesia.

Mi amigo y compañero pastor, Mark Dever, dijo, La revolución más importante en el siglo pasado ha sido la revolución sexual. La anticoncepción reemplazó a la concepción, el placer fue separado de la responsabilidad. Fue como si se hubiese dado una licencia legitimando el doblego de cada parte de nuestras vidas en torno a servirnos a nosotros mismos. Desde ese tiempo, el divorcio, volverse a casar, el aborto, el sexo prematrimonial y el sexo extramatrimonial, al igual que la homosexualidad han sido aceptados por un creciente porcentaje del público. La pornografía es un gran negocio y esto no solo es un problema con la sociedad allá afuera. Muchas iglesias se han encontrado con miembros plagados de matrimonios fallidos y romances ilícitos, llamándolos pecados privados que se convierten en desgracias publicas. Algunos de los cuales ya han sido conocidos, algunos de los cuales no son conocidos todavía.

Vivimos en una cultura y en un mundo, y tristemente, entre una iglesia marcada por una desenfrenada inmoralidad sexual, la cantidad de divorcios subiendo tan rápido como los cohetes, la degradación del matrimonio, la confusión de género, personificados en recientes debates en la esfera política acerca de matrimonios del mismo sexo, pero este problema es mucho mas que solo política. John Piper dijo “La confusión con relación a la masculinidad y la feminidad hoy en día es epidémica, y la consecuencia de esta confusión es no tener una armonía libre y feliz entre las personas sin género. La consecuencia, al contrario, es más divorcio, mas homosexualidad, mas abuso sexual, mas promiscuidad, mas incomodidad social, mas aflicción emocional y suicidios que vienen con la pérdida de la identidad que Dios nos dio.”

La realidad es que este problema, el problema de la masculinidad y feminidad y lo que significa ser masculino y femenino y relacionarse unos con otros en matrimonio y familia como hombre y como mujer, ataca en el núcleo, no solo de lo que somos, sino también en el núcleo de quien es Dios, y en el núcleo de como Dios nos salva. Este problema es grande, lo cual hace que un pasaje como 1 Timoteo 2:8-15 suene gracioso para el mundo, cuando es fundamental para la iglesia. Por tanto, quiero que leamos este texto que algunos tildarían de un poco controversial, y quiero que consideremos juntos lo que significa.

Vaya a 1 Timoteo 2:8. Pablo dice estas palabras a Timoteo, a la iglesia de Éfeso, y por extensión, a nosotros. Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda. Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad. La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión. Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.

Oremos. Oh Dios, nosotros confesamos nuestra necesidad de tu gracia, en esta habitación, en este momento, para entender tu Palabra correctamente. Queremos entender tu palabra debidamente, y yo quiero comunicar tu Palabra de manera exacta. Nosotros, en nuestro tiempo, somos propensos a leer un pasaje como este y pensar que la Biblia esta desactualizada o es irrelevante.

Algunos cristianos profesantes incluso han dicho que tu Palabra esta desactualizada, pero confesamos que el problema no es que este desactualizada, sino que nuestra cultura esta fuera de lugar; nuestras vidas están fuera de lugar. Así que, venimos a tu Palabra con corazones sumisos y mentes sumisas. Queremos que nos enseñes tu Palabra. Por medio de tu Espíritu, queremos que nos enseñes tus caminos, porque creemos, y sabemos que todos tus caminos son buenos, y tu Palabra es siempre correcta y buena. Oramos para que tu Espíritu lidere nuestras mentes y corazones a través de tu Palabra. Oramos con gran expectación de lo que nos enseñarás, en el nombre de Jesús, amén.

Bien, es un texto un poco fuerte. Lo que debemos notar desde un principio es que 1 Timoteo 2:8-15 no aparece de la nada. No está sólo. Quiero decir esto de diferentes maneras. En un sentido, no aparece sólo en el libro de 1 Timoteo.

Esta relacionado con lo que vino antes y con lo que sigue después de esto. La semana pasada, vimos el deseo de Dios por la salvación de todos. Dios merece la adoración de todos. Vimos la semana pasada que Cristo murió para rescatar y redimir a todos, y vimos como eso nos mueve a orar por todo tipo de personas. Vimos también por quien debemos de orar; vimos por qué debemos de orar. Entonces, cuando llegamos al versículo 8, y Pablo dice “Quiero pues…” A luz de eso, el empieza a hablar acerca de que, “Está bien, hemos visto por quien debemos orar, por qué debemos orar. Ahora, quienes debemos ser mientras oramos.” De esto es que trata este pasaje: quienes debemos ser como hombres y mujeres que oramos por la Gloria de Dios entre todos.

Luego, está relacionado a lo que viene después de esto. No veremos a 1 Timoteo 3 a profundidad hasta la próxima semana, pero sí un adelanto. Lo que pasa después de esto es que Pablo habla acerca de los requisitos de los superintendentes, ancianos y pastores. Recuerde, los términos pastor/anciano/superintendente son intercambiables en el Nuevo Testamento. El habla acerca de los requisitos y responsabilidades de un anciano justo después de esto. Hablaremos acerca de por qué eso es significante en un momento.

Necesitamos darnos cuenta de que este párrafo no aparece aquí por sí mismo. Está relacionado con lo que viene antes de él, y está conduciendo a algo después. También debemos darnos cuenta que este pasaje no viene sólo cuando se trata de historia. Esto no salió de la nada en ningún momento determinado. Esto envuelve palabras que fueron escritas por Pablo en el primer siglo del pastorado de Timoteo en la iglesia de Éfeso. Hay una persona específica, un contexto especifico, una cultura especifica, y un tiempo especifico en donde estas palabras fueron habladas.

Ahora, eso no significa que esto solo aplica para ellos, porque la realidad es que sabemos que esta es la Palabra de Dios, la cual se aplica a todo el mundo en todos los tiempos, pero para poder entender cómo la Palabra de Dios aplica a todos y en todo tiempo, debemos ponernos en los zapatos de los que primero oyeron estas palabras y debemos escuchar estas palabras desde su punto de vista. Ese es el reto cuando se trata de estudiar la Biblia.

Usted se puede dar cuenta de algunas cosas sucediendo en el trasfondo aquí en Éfeso, que son importantes de entender. Incluso de una lectura superficial de este pasaje, es claro que hay hombres que no están orando, y hombres que están orando y discutiendo entre sí. Está claro en este pasaje que hay al menos algunas mujeres que están usando algunas cosas inapropiadas en la iglesia. Así que estamos recibiendo algunas pistas aquí. Queremos indagar dentro de esas pistas para tratar de entender lo que está pasando.
A los Hombres que Causan División en la Iglesia

Orar con Pureza Delante de Dios

Observe lo que Pablo está diciendo, primero, a los hombres que causan división en la iglesia. Él les está diciendo que, “Oren en todo lugar.” Cuando él dice “todo lugar” lo más probable es que se refiera a las diferentes casas donde la iglesia de Éfeso se iba a reunir. Él dice que en todos estos lugares, “Oren con pureza delante de Dios y levanten manos santas en oración.”

Hay postura y pureza ahí. Con respecto a levantar manos santas, el asunto no es sólo levantar sus manos, sino ser santo cuando se presente delante de Dios. Nos recuerda la imagen del Antiguo Testamento. Salmos 24 dice, “¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo?” ¿Quien tenga que tipo de manos? Manos limpias, y ¿Qué tipo de corazón? Un corazón puro. En el Salmos 26, el salmista dice, “Lavaré en inocencia mis manos, Y así andaré alrededor de tu altar, oh Jehová.” Si usted va hasta el santo templo en los días del Antiguo Testamento, verá que había vasijas de agua por todo el santo templo donde la gente iba, y así preparándose para orar, lavaban sus manos. Era una escena de su necesidad de limpieza, no solo por fuera, sino por dentro, en el núcleo de lo que son. Esto tiene sentido. La pureza es esencial para la oración. No tiene sentido venir en oración delante de un Dios santo mientras deliberadamente mantenemos el pecado en nuestras vidas.

Orar con Paz Delante de los Demás

Levantar manos santas. Orar con pureza delante de Dios, y segundo, orar con paz delante de otros, “sin ira ni contienda”, dice el texto. Lo que estamos viendo en 1 Timoteo, y que veremos mucho más en las semanas que vienen, es que había todo tipo de disputas y argumentos sucediendo en la iglesia de Éfeso durante el primer siglo.

Todo tipo de falsos maestros, provocando estos tipos de disputas, enojo, y disputas unos con otros. Pablo dice, “No ore delante de Dios cuando tenga conflictos con todos sus hermanos alrededor.” Es lo mismo que dijo Jesús en Mateo 5, “Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.” Pablo esta diciendo lo mismo. La oración ante Dios es artificial si no hay paz con los demás.

Está bien, no estamos en el Éfeso del primer siglo, pero este texto ya nos esta pidiendo preguntas de usted y de mi, 2,000 años después. Les diré, a ambos hombre y mujer, aunque obviamente, la exhortación aquí es particularmente para el hombre, pero preguntaré a todos nosotros: Mientras nos reunimos juntos para adorar, ¿Hay algún pecado deliberado en su vida al cual se esté aferrando? Le pido que resista la tentación, en este punto, le pido que piense acerca de lo que los demás podrían estar pensando y que examine seriamente su alma y su corazón.

¿Hay algún pecado que esté sosteniendo, al cual se esté aferrando, ante el cuál esté cediendo persistentemente, o sea propenso a ceder, que esté aferrado a su corazón? Si es así, entonces quiero instarlo, antes que avancemos mas en nuestra adoración, que le pida a Dios por Su gracia, por la gracia de Cristo, que limpie su corazón. Por esto es que estamos priorizando la confesión en nuestra adoración, porque estamos tan propensos a presumir sobre la gracia de Dios. No es solo en nuestro tiempo. También el pueblo de Dios a través de la historia, reuniéndose y viniendo ante El en adoración no siendo honesto con El acerca del pecado en nuestras vidas. No caigamos presos en esa tentación perdiendo en el proceso todo el punto de la adoración y oración.

Entonces, yo preguntaré lo siguiente: ¿Está usted albergando enojo o amargura hacia un hermano o hermana en su vida ahora mismo? ¿Hay algún conflicto, enojo o amargura entre usted y su hermano o hermana? Si lo hay, quiero animarlo, a que la primera cosa que usted haga luego de que terminemos nuestra reunión de adoración, si no antes, es que vaya y corríjalo con su hermano o hermana. No lo retrase. No deje que esto continúe. No presuma adorar cuando hay conflicto y división que necesita ser reconciliado con un hermano o hermana. ¡Esto es importante!

A las Mujeres que Distraen en la Iglesia

Adórnese con Cestimentas Modestas

Adore y ore con pureza ante Dios y con paz para con otros. Eso es lo que Pablo dice a los hombres que causan división en la iglesia. Luego, continúa con las mujeres que distraen en la iglesia. Versículo 9, “Asimismo…” Mujeres, el dice que, “Se adornen con vestidos modestos.” “Las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos…” Ahora, ¿De que se trata eso? ¿Debemos empezar a buscar mujeres con trenzas en sus cabellos? ¿Debemos poner personas en la entrada los domingos de ahora en adelante para que vigilen a las personas?, “Oiga usted, tiene un peinado pecaminoso. Si se devuelve y lo arregla, entonces la dejaremos entrar” ¿Deberíamos parar a alguien usando aretes o collares dorados, perlas, o algo en esa misma línea? Diciendo, “Está bien, aquí tenemos un cubo. Solo póngalo en el cubo antes de entrar.”

¿Esto es lo que nos enseña este texto? Aquí es donde nosotros, de nuevo, necesitamos adentrarnos en la cultura a la cual Pablo está hablando. Una cultura que es, en muchas maneras, paralela a la nuestra. Éfeso era una ciudad, como muchas de las ciudades, en la cual nació el cristianismo en el primer siglo. Éfeso era una ciudad llena de inmoralidad sexual. Tiene el templo de Artemisa, una diosa Griega, y cada noche, las prostitutas de culto salían de ese templo vistiendo cosas ornamentales en un intento de seducir a los hombres y atraer atención hacia ellas mismas, y Pablo dice, “No es así con la iglesia.” No se vista de una forma que atraiga la atención a su belleza física, a sí misma.

La palabra “modestia” aquí tiene trasfondos sexuales. El está diciendo que sea respetuosa, modesta, o auto-controlada con su vestimenta. ¡Esto es tan grande! Tal vez no tengamos un templo de Artemisa en nuestra comunidad, pero estamos extremadamente perdidos en nuestra cultura en cuanto a lo que las mujeres usan. Ropas pegadas a la piel, cuellos bajos, vestidos cortos, faldas cortas, y pantalones cortos, todo se queda corto ante la idea bíblica de modestia y auto-control a nivel general, y luego, particularmente, cuando se trata de la reunión de la iglesia.

Con todo el respeto a muchas hermanas en este mundo, la Biblia le dice a muchas mujeres en nuestros días que la manera en que se están vistiendo es, en el mejor de los casos, una distracción de honrar a Dios y en el peor de los casos, es un intento de llevar al hombre a mirarla a usted y caer en pecado. Hermanas, cuando está decidiendo qué va a usar, particularmente cuando se trata de la reunión de la iglesia, ¿Cuál es la pregunta que se hace? Se pregunta, “¿Qué me hace ver mejor? ¿Qué me hace lucir más atractiva? ¿Qué atraerá más miradas a mí? O se pregunta “¿Qué puedo usar que mejor exprese un corazón humilde que no quiere nada mas que adorar a Dios?” La forma en que conteste esas preguntas cambiara su forma de vestir.

En esas mismas líneas: no llame la atención sobre las riquezas del mundo. Parte del punto del oro y perlas y joyas aquí es que estas cosas ornamentales resaltaban las diferencias entre los ricos y los pobres en la iglesia, y las mujeres estaban usando sus vestidos para asegurar su estatus. ¡Esto es del mundo! Hermanas en esta familia de la fe, no se adornen con lo que atrae atención a ustedes, particularmente, cuando se reúnen juntos con la iglesia para adorar, recuerden que con quien están compitiendo por ganar atención es con Dios mismo. Usted quiere que su adoración y su vida, en todo sentido, llame la atención a Dios, no a usted. Ese es el punto.

Adore a Dios a Través de una Conducta Cristiana

Adórnese con vestidos modestos y adore a Dios a través de una conducta cristiana. No se lo pierda. Pablo no está diciendo que no se adorne con nada. Pablo dice que se adorne con santidad. Hermanas en esta familia de la fe, cuando se vea al espejo, busque por buenas obras. Esto es lo que importa. Busque el fruto de la fe en Cristo. Adórnese con eso. Adore a Dios con eso. Así es como usted se viste de una manera que llama la atención hacia Dios.

Eso es Mateo 5:16. “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” Eso es lo que perseguimos. Que Dios levante a las mujeres hermanas por toda esta iglesia que se resisten a levantarse cualquier día, y especialmente el domingo, y piensan, “¿Que me puedo poner hoy que me haga lucir bien ante las personas alrededor mío?” Debemos levantar mujeres hermanas por toda esta iglesia que se levanten todos los días, incluyendo los domingos, pensando humildemente, “¿Cómo puedo vestirme y que puedo hacer hoy que logre atraer toda la atención hacia la gloria de mi Dios?” Eso no es fácil en esta cultura. Eso esta totalmente en contra de la corriente, y es bueno para las mujeres en la iglesia el no distraer a otros de Dios, pero si atraer otros a Dios. Vístase y viva de una manera que atraiga personas a Dios.

Sobre los Distintos Roles del Hombre y la Mujer en la Iglesia

Así que, esto es lo que dice Pablo a las mujeres distractoras en la iglesia, y basado en eso, entonces, lo lleva a hablar acerca de los distintos roles del hombre y la mujer en la iglesia. De nuevo, es probable hacer frente a algunas cosas específicas que estaban pasando aquí en Éfeso. Aquí es donde llegamos a, probablemente, la parte mas controversial de este pasaje, versos 11-15. Empezando con, “La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción” todo el camino hasta “Pero se salvará engendrando hijos.” De nuevo, pongámonos en los zapatos de las personas que están escuchando esto.

Solo les daré un avance ya que no hemos visto estos pasajes. Sabemos de 1 de Timoteo 4, que veremos en un par de semanas que algunos de estos falsos maestros estaban enseñando que las mujeres no debían estar casadas; que no debían casarse. Estaban subvalorando la belleza del matrimonio y animando a las personas a que no se casaran y a omitir el matrimonio. Entonces, sabemos de 1 Timoteo 5 que algunas mujeres jóvenes estaban creyendo eso en vez de casarse, estaban pasando todo su tiempo chismoseando en la iglesia.

En 2 de Timoteo, que también habla sobre la iglesia de Éfeso, usted se da cuenta que, en 2 Timoteo 3, había un grupo de mujeres que fueron cediendo a la falsa enseñanza, minimizando la enseñanza de los ancianos y viviendo de acuerdo a toda clase de pasiones mundanas.

Esto era lo que pasaba: en Éfeso, había al menos algún problema, probablemente un problema significativo, con las mujeres que estaban omitiendo la doctrina bíblica, el comportamiento bíblico y el liderazgo bíblico en la iglesia. Ahora, tenga en mente, Pablo no sólo se dirige a las mujeres de aquí. Él utilizó todo el capítulo de 1 Timoteo 1 para hablar en voz alta en contra de los hombres en la iglesia que estaban enseñando falsas doctrinas. Luego, Pablo trata una variedad de cosas cuando llegamos a este difícil pasaje en los versículos 11-15.

Dos Principios

Ahora, antes de profundizar en los detalles de este pasaje, quiero montar el escenario de un par de formas diferentes. Primero, con dos principios que quiero que tengamos en mente, que son importantes al estudiar cualquier pasaje de las Escrituras y que serán importantes cuando estudiemos este pasaje de las Escrituras. El primer principio es el principio de la armonía. Ahora, siga conmigo. Interpretamos cada Escritura a la luz de toda la Escritura.

Sabemos de 2 Timoteo 3 que toda Escritura es inspirada por Dios. Entonces, este libro que tiene toda clase de autores humanos, escrita en diferentes tiempos y en diferentes lugares y contextos por personas diferentes, se reúne ante un único autor divino. Como resultado de eso, sabemos que lo que se dice aquí en esta parte de la Biblia no contradice, en última instancia, lo que se dice en esta otra parte de la Biblia, porque el Dios que es el autor de la Biblia no se contradice. Todo lo que Él habla es verdad. Entonces, cuando llegamos a un pasaje de la Escritura, lo entendemos en la luz de la Escritura completa.

Hay toneladas de ejemplos de lo importante y útil que esto es. Un ejemplo es que mi hijo de 5 años preguntando sobre la Trinidad, y sea animado con que, aunque soy pastor, aun así sudo cuando surgen esas preguntas. Me salen palabras rebuscadas. Él nos ha escuchado hablar, obviamente, que hay un Dios. Oramos a Dios nuestro Padre. Deuteronomio 6 dice que hay un Dios. Entonces, hemos hablado de Juan 10, de que Jesús es Dios, y nuestro hijo de 3 años entiende eso. Él está hablando sobre Jesús, que es lo mismo que Dios.

Así que al acostarse el de 5 años en la cama, él dice, “¿Cómo pueden todos ser Dios? ¿Cómo puede Jesús ser Dios, y Él estaba en la tierra, pero Dios también estaba en el cielo?” Porque hablamos mucho sobre el cielo, y surgen muchas otras preguntas. Entonces, “¿Cómo puede Jesús ser un hombre y ser Dios, pero Dios es un Espíritu?”

El hace muy buenas preguntas. Hay un misterio aquí, obviamente, pero entendemos e interpretamos cada una de esas Escrituras a la luz de todas ellas. Sabemos que hay un solo Dios, Él se revela como Padre, como Hijo, y como Espíritu; tres personas, un Dios. Hay sin duda un misterio, pero juntamos las Escrituras, y cada Escritura es entendida a luz de toda la Escritura.

Ese es el principio de la armonía. Es importante que lo recordemos. El segundo principio es el principio de historia: Dios ha revelado verdad Bíblica en el contexto de escenarios específicos de historia y cultura. Hemos hablado sobre esto el día de hoy. 1 Timoteo no apareció en la Biblia de la nada. Esto fue escrito por Pablo a Timoteo y la iglesia de Éfeso en el primer siglo.

Es un contexto histórico y cultural específico, lo que significa que tenemos que hacer unas cuantas preguntas. Tenemos que preguntar, “¿Qué parte de este texto es expresión cultural que cambia de cultura a cultura?” Entonces, piense en lo que hemos leído sobre el cabello trenzado o el oro y las joyas. Ni siquiera usaremos nuestro contexto. Pensemos en una tribu Africana donde un peinado tradicional involucra un complejo trenzado, y ha sido así por años y años. El complejo trenzado en ninguna manera es señal de riqueza.

En ninguna manera es seductor o usado para llamar la atención a la belleza física. Es simplemente una imagen tradicional de la mujer en la tribu Dinka en África central. Debemos ir a la tribu Dinka y decir, “Necesitan nuevos peinados.” No, esa es una expresión cultural. Ahora, diríamos a esa tribu, “Mujeres, no actúen o se vistan de forma que llamen la atención a la belleza física o riquezas del mundo de formas que no son saludables.” Les daríamos eso. Eso no es sólo expresión cultural.

La segunda pregunta que haremos es: ¿Qué parte de este texto es una revelación central que nunca cambia? Es revelación que nunca cambia el no llamar la atención a sí misma o lejos de Dios de formas no saludables. Eso es verdad para los Dinka en África central, y es verdad para nosotros aquí en nuestra ciudad, y era verdad para la iglesia de Éfeso en el primer siglo.

Tenemos que hacernos esa clase de preguntas. Tenemos que ser realmente cuidadosos con este principio porque aquí es donde las personas comienzan a desechar irresponsablemente toda clase de cosas de la Biblia. Las personas dicen, “Bueno, la homosexualidad está bien. Ahora, sé que Dios dice que está mal y lo prohíbe tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento, pero claramente ellos no sabían en ese entonces lo que sabemos ahora sobre la homosexualidad.” Así que las personas comienzan a desechar textos como esos de la Biblia. Aquí es donde tenemos que ser realmente cuidadosos de no desechar verdades bíblicas para poder acomodar la cultura. Estamos pensando acerca de la armonía y la historia cuando se trata de la Biblia y cuando se trata de este texto.

Dos Recordatorios

Esos son dos principios, y ahora, dos recordatorios basados en eso. Hace un corto tiempo, vimos en Génesis 1, 2 y 3 un retrato de lo que es la masculinidad y feminidad bíblica desde el principio de la creación. Si usted no estuviera aquí para eso, algo de lo que hablaremos se basa en eso, y le animo a que si quiere profundizar todavía más en eso, regrese y escúchelo. Entonces, sabemos que lo que estamos leyendo en 1 Timoteo 2:11-15 no va a contradecir lo que ya hemos visto establecido en las Escrituras desde el principio de la creación sobre la masculinidad y la feminidad.

Aquí hay dos recordatorios de Génesis 1-3: Uno, Dios creó al hombre y la mujer con igual dignidad. Vimos que el hombre y la mujer son igualmente valiosos ante Dios. Ninguno es superior ni inferior. Degradar a la mujer es un pecado delante de Dios. Degradar al hombre lo es también. Este pasaje de aquí no tiene nada que ver con el valor del hombre y la mujer.

Este pasaje trata sobre los roles del hombre y la mujer, que nos lleva al segundo recordatorio, el cuál es: Dios creó al hombre y a la mujer con roles complementarios. Desde el principio de la creación en Génesis 2, los hombres y las mujeres son distintos, no en valor, sino en rol. El hombre creado con un rol que complementa a la mujer. La mujer por igual, creada con un rol que complementa al hombre.

Este es el diseño de Dios. No sólo el diseño de Dios, sino que refleja la naturaleza de Dios. Estuvimos hablando sobre la Trinidad. Piense en el Padre y el Hijo. El Padre es ciento por ciento Dios, el hijo es ciento por ciento Dios, ambos igualmente Dios, pero el Hijo se somete al Padre, y el Padre dirige al Hijo.

El Hijo nunca se queja sobre, “Oh, me tengo que someter al Padre.” El Padre nunca tiraniza al Hijo. Esta es una amorosa autoridad y gozosa sumisión en el contexto de una hermosa relación. Esta imagen del rol complementario es el mismo reflejo de la naturaleza de Dios. Roles diferentes, pero de igual valor en hermosa armonía, y Dios ha creado al hombre y a la mujer de esa forma, y se reproduce en el hogar como esposo y esposa. Efesios 5 arroja luz en cuanto a esos roles, y luego se reproduce en la iglesia. 1 Timoteo 2:11-15 arroja luz en cuanto a esos roles. Lo que estamos viendo en 1 Timoteo 2, sabemos, claro, lo que hemos visto ya en Génesis 1-3. Esto es sobre igual valor y roles complementarios en la iglesia.

Dos Prohibiciones

Dos principios y dos recordatorios que nos traen a este texto y, ahora, dos prohibiciones. Nos enfocaremos en el versículo 12 porque aquí es donde realmente entra la prohibición. Esta frase, Pablo dice, “no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre.” Entonces, hay prohibiciones. No permito estas dos cosas: A la mujer enseñar ni ejercer dominio sobre el hombre. Hay mucho ahí. Vamos a hablar en unos momentos más a profundidad sobre como Pablo, en otros puntos en el Nuevo Testamento, anima a la mujer a enseñar en algunos escenarios. Tito 2:3 es un ejemplo donde Pablo les dice a las mujeres mayores que enseñen a las más jóvenes.

Así que sabemos que este no es Pablo en 1 Timoteo 2 en contra de la armonía. Necesitamos entender lo que Pablo está diciendo aquí. Sabemos que Pablo no hace esta declaración global, “Las mujeres nunca deben enseñar. Si una mujer enseña está en pecado.” Eso no es lo que la Biblia nos está diciendo, y no es lo que yo estoy diciendo.

Pablo no está diciendo que las mujeres nunca deben enseñar. Entonces, ¿Qué está diciendo? Aquí es donde pienso que es útil, aunque estas sean dos prohibiciones, entenderlas conjuntamente. Pienso que está justificada en el contexto de 1 Timoteo. Vaya al principio del capítulo 3 de 1 Timoteo. Cuando Pablo comienza a hablarles a los ancianos, superintendentes, y líderes de la iglesia, quiero que escuche la forma en que él les habla: “Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar…”

Hay toda clase de requisitos aquí en 1 Timoteo 3, y la próxima semana hablaremos sobre estos para los ancianos. La mayor parte de ellos son requisitos para los ancianos, pero este es una cualificación de competencia. El anciano debe ser capaz de enseñar. Así es como un anciano dirige en la iglesia, enseñando la Palabra. Eso es lo que hacen los ancianos; así es como dirigen, enseñando la Palabra de Dios. Esa es la única autoridad que tiene el anciano para guiar, y vemos lo mismo otra vez en 1 Timoteo 5. Vea el versículo 17. Cuando Pablo habla sobre los ancianos, escuche lo que dice: “Los ancianos que gobiernan bien…” ¿Escuchó? Ellos deben gobernar bien y guiar. “…sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.” Así que la imagen aquí en todo 1 Timoteo es muy clara. Los ancianos hacen principalmente dos cosas: Ellos guían y enseñan. Ellos enseñan con la autoridad de guiar.

Cuando Pablo dice, “no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio [liderazgo] sobre el hombre,” él está señalando específicamente a las dos principales responsabilidades de los ancianos. Luego, al final, Pablo prohíbe dos cosas. Una es que las mujeres no deben enseñar como los ancianos, pastores o superintendentes en la iglesia. Eso está claro.

Ahora, es importante resaltar, como una nota aparte, que incluso los hombres que no tienen el don de enseñanza, u hombres que no cumplan con todos los requisitos de 1 Timoteo 3, no deberían ser ancianos en la iglesia, pero eso no es a lo que Pablo se dirige aquí, y hablaremos más sobre eso la próxima semana. Lo que Pablo está diciendo aquí es que incluso si una mujer tiene el don de enseñanza, la intención de Dios no es que este sea utilizado en la enseñanza como un anciano/pastor/superintendente en la iglesia. En vez de eso, Pablo dice: las mujeres deben escuchar voluntariosamente a las instrucciones bíblicas de los ancianos.

Cuando dice que deberían escuchar en silencio o mantenerse en silencio, eso no quiere decir que una vez que una mujer llegue al culto en la iglesia, inmediatamente no pueda hablar. Sabemos que eso no es lo que él está diciendo porque vemos en otros puntos en el Nuevo Testamento, a mujeres orando y profetizando en algunos puntos cuando los cristianos están reunidos. Eso está en Hechos 2 y en 1 Corintios 11. Este texto simplemente dice que una mujer debe escuchar atentamente con un espíritu enseñable a los líderes de la iglesia ordenados por Dios cuando estos estén enseñando la Palabra.

Al mismo tiempo, no se olvide, esto es lo que vemos por todo el Nuevo Testamento, incluso en los escritos de Pablo, las mujeres deben enseñar en algunos escenarios de la iglesia de acuerdo con la instrucción del anciano. Lo que significa que fuera del liderazgo del anciano, hay toda clase de posibilidades de enseñanza para las mujeres. He mencionado a Tito 2:3 donde Pablo le ordena a las mujeres mayores a enseñar a las más jóvenes. A nivel personal, Pablo, en 2 Timoteo 3:14, le dice a Timoteo, “sabiendo de quién has aprendido,” y es en referencia a lo que dijo en 2 Timoteo 1:15. La mamá de Timoteo y su abuela le enseñaron la Palabra. Así que claramente, hay al menos una imagen de la mujer enseñando a los niños. Sin embargo, no sólo a los niños. En Hechos 18, vemos a Priscila y Aquila sacar a un lado a Apolos y juntas le enseñan la Palabra y le corrigen algunas cosas de su doctrina.

Así que tenemos esas dos instancias específicas, y tenemos imágenes informales de la enseñanza en toda la Palabra en la Gran Comisión que valoramos mucho, cuando Jesús dijo, no sólo a los hombres, sino a todos sus discípulos, “Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos y enseñándoles que guarden todas las cosas que Cristo os ha mandado.” Vaya a Colosenses 3:16. “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros.” Toda la iglesia, hombres y mujeres, “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría.” Aquí hay una imagen de nosotros enseñando en maneras informales, y algunas de maneras más intencionalmente formales, que es la intención de Dios que hagan las mujeres.

Así que la prohibición aquí es definitivamente no como los ancianos, pastores o superintendentes en la iglesia. Las mujeres deberían enseñar de acuerdo con las instrucciones del anciano. Algo para recordarnos que una mujer que esté enseñando en la iglesia no debería estar enseñando lo contrario a lo que los ancianos de la iglesia estén enseñando. Eso aplica tanto a hombres como a mujeres, y todos los que estén enseñando en la iglesia, pero pienso que este es uno de los problemas que Pablo trata aquí en Éfeso porque tenemos a mujeres que estaban enseñando cosas que subvaloraban lo que los ancianos enseñaban.

Tenemos que la primera prohibición aquí es no enseñar como los ancianos, pastores o superintendentes en la iglesia, y la segunda es como esa. Las mujeres no deben dirigir como los ancianos, pastores o superintendentes en la iglesia. “La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción,” significa que la mujer se somete felizmente al liderazgo servicial de los ancianos. Enfatizo en lo que es el liderazgo servicial porque necesita ser enfatizado. Hablaremos más sobre eso la próxima semana, pero los ancianos están destinados por Dios para servir. Específicamente, para servir al cuerpo de Cristo con la Palabra de Cristo. Un anciano está destinado a amar, preocuparse, nutrir, y servir al cuerpo de Cristo diligentemente, y sabiamente enseñar la Palabra de Cristo.

En lo que esto ocurre, Pablo dice, a las mujeres, también a los hombres que no son ancianos, felizmente sométanse a tal liderazgo servicial. Mujeres, no se rebelen en contra del liderazgo de los hombres en la iglesia debidamente calificados, semejantes a Cristo.

Ahora, ¿Significa eso que la mujer no pueda estar en ningún tipo de posición de liderazgo en la iglesia? No creo que eso sea lo que Pablo está diciendo. Parecido a la situación con la enseñanza, basado en el resto del Nuevo Testamento, donde Pablo dice en otras partes del Nuevo Testamento, las mujeres deben liderar en varias posiciones de la iglesia bajo la autoridad del liderazgo de ancianos. En otras palabras, con sumisión a los ancianos, para prosperar en el ministerio a través de la iglesia. En todo el Nuevo Testamento, vemos a mujeres profetizando, orando, ayudando, sirviendo, equipando, enseñando, y propagando el evangelio. Un escritor dijo, “Los campos de oportunidades son interminables para la iglesia completa ser movilizada en ministerio, hombre y mujer.” Nadie está para quedarse en casa viendo novelas y repeticiones mientras el mundo arde.

La intención de Dios es equipar y movilizar a todos sus santos bajo el liderazgo de una compañía de hombres calificados que toman la responsabilidad principal del liderazgo y la enseñanza en la iglesia. ¡Sí! No le diga eso a Lottie Moon o Amy Carmichael o Elizabeth Elliot o Kay Arthur que las mujeres están echadas a un lado en la iglesia. Todas estas mujeres son mujeres que han abrazado exactamente lo que las Escrituras han delineado y han prosperado por la gloria de Dios a través del ministerio de la iglesia.

Algunos pudieran preguntar, “Bien, aparte de los ancianos, ¿En qué otras posiciones debería o podría una mujer enseñar o dirigir? ¿Qué tal los grupos pequeños? ¿Qué tal enseñar teología en una clase de seminario? ¿Qué tal hacer esto o lo otro?” Hay muchos escenarios y posibilidades, de los cuales pienso que necesito ser acercado en oración de la mejor manera posible, bíblicamente, por los ancianos tratándolas caso por caso y situación por situación.

Dos Preguntas

Sin embargo, pienso que existen dos preguntas que deberían guiarnos como iglesia y guiar a nuestros ancianos cuando se traten esas posibilidades. Pienso, primero, queremos preguntar, Mientras una mujer predica o enseña, ¿Está ella reflejando el patrón de Dios en las Escrituras? Esa es una buena pregunta. Vemos a las mujeres hacer muchas cosas diferentes en el Nuevo Testamento, y donde veamos que eso ocurre de manera sana en el Nuevo Testamento, podemos ser animados en copiar esas cosas en la iglesia contemporánea. Piense en Tito 2 cuando Pablo manda a las mujeres mayores a enseñar a las más jóvenes, así que absolutamente, las mujeres necesitan hacer eso.

Usted ve a las mujeres enseñando a los niños, así que pienso que es absolutamente bueno para nosotros promover los roles de enseñanza y liderazgo de las mujeres para con los niños, pero déjeme añadir también que nuestros niños necesitan ver a hombres prominentes guiándoles y enseñándoles. Ambos son importantes. Tenemos esa pregunta: ¿Está ella reflejando el patrón de Dios en las Escrituras?

Luego, en segundo lugar, preguntaría: Mientras la mujer enseña y lidera, ¿Está ella reforzando las prioridades de Dios en el hogar? Quiero decir, Dios ha dispuesto roles similares de liderazgo y sumisión en el hogar, algo que ya hemos tratado. Los esposos aman y dirigen a sus esposas por medio a servirles. Las esposas, se someten al amoroso liderazgo de sus esposos. Este es el diseño de Dios en el hogar, y queremos ser muy cuidadosos de no minimizar las prioridades de Dios en el hogar con la manera en que lideramos en la iglesia. Queremos mostrar, en cada oportunidad, especialmente en nuestro tiempo, un liderazgo piadoso, humilde, amoroso y sacrificial de los hombres en la iglesia de modo que modele esa clase de liderazgo para los hombres en sus hogares.

Queremos también, en nuestro tiempo, lo mejor posible, modelar una gozosa, dispuesta y piadosa sumisión de las mujeres en la iglesia de modo que muestre lo que es una sumisión gozosa, buena y piadosa en el hogar.

No estoy diciendo que estas preguntas resuelven todo y hacen que todo sea fácil y limpio y sin problemas, pero sí pienso que son útiles al reflexionar sobre cuales roles las mujeres puedan tener aparte de un anciano. Sabemos que las Escrituras son claras en cuanto a que las mujeres no deben enseñar como anciano, pastor, o superintendente y no debe dirigir o liderar como tales. Las Escrituras son claras en eso; queremos ser claros donde las Escrituras son claras. Donde las Escrituras no son claras, queremos ser sabios en cuánto a las partes donde es clara y aplicar eso a esas situaciones.

Dos Razones

Dos razones para todo esto, Pablo dice, comenzando en el versículo 13: primero, por el diseño de Dios en la creación donde Él le da la autoridad al hombre. Así es cómo sabemos. Recuerde, hablamos anteriormente sobre cómo la expresión cultural es central para la revelación. ¿Cómo sabemos que esto no es solo cultural?

Porque Pablo en el versículo 13 dice, “Esta es la razón: Adán fue formado primero que Eva.” Pablo regresa muchos años atrás, hasta antes de que el pecado entrase en el mundo, en Génesis 1, y dijo que este era el diseño de Dios desde el principio. Él creó al hombre con la responsabilidad de liderazgo, él siendo creado primero, y luego hablamos hace poco en un mensaje previo sobre esto, y de muchas cosas más, y de cómo esto demuestra el diseño de Dios, y que eso es bueno. Lo que Pablo está diciendo aquí es que esto no sólo se basa en una opinión humana. Esto es basado en revelación divina. No cambia.

Así que él apunta al diseño de Dios en la creación, y luego también apunta a la distorsión de Satanás de la creación: como el hombre abdica la autoridad a la mujer. Cuando Pablo dice en el versículo 14 que Adán no fue engañado sino que fue la mujer, él no está diciendo que la mujer no debería liderar porque ellas son mucho más fáciles de engañar. Eso no es lo que dice. Al contrario, lo que hace es hacer notar, otra vez, a lo que vimos previamente, a la imagen del pecado entrando al mundo en Génesis 3. Empezó cuando Satán trastornó el diseño de Dios. El diseño de Dios fue trastornado. Pablo señala esto diciendo, “El diseño de Dios fue bueno. Es bueno en el hogar, y es bueno en la iglesia.”

Entonces, todo eso nos lleva a este impactante suceso de 1 Timoteo 2:15: “Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.” Voy a simplificar esto. Voy a compartir con ustedes lo que esto significa en tres palabras simples: Sólo Dios sabe lo que eso significa. Eso es todo.

Dos Cosas que no Sabemos con Seguridad

Este es el trato: dos cosas que no sabemos con seguridad. Existen toda clase de interpretaciones posibles a este versículo. Dos sobresalen, pienso, como las posibilidades más cercanas, más plausibles. La primera, está en 1 Timoteo 2:15 que habla sobre la salvación a través de la descendencia de Eva ¿Es eso a lo que se refiere? Básicamente la idea aquí es que hay una referencia deliberada a cómo, aunque la mujer se comió del fruto primero y el pecado entró al mundo a través de ella, el Salvador también entró al mundo a través de ella. Hay una promesa en Génesis 3:15 que habría uno que vendría a través de la descendencia de Eva y pisotearía al diablo. Así que, por su línea nacería el Salvador.

John Stott, a quien respeto mucho, expone este punto de vista. El escribe: Más temprano en este capítulo, el único mediador entre Dios y los hombres se ha identificado como Jesucristo, quien claro está, se volvió humano al nacer de una mujer. Más adelante, en el contexto de las referencias de Pablo a la creación y la caída, recordando a Génesis 2 y 3, son más referencias sobre la redención venidera a través de la semilla de la mujer, recordar a Génesis 3:15, sería más apropiado. La serpiente la había engañado; su posteridad lo derrotaría. Así que entonces, aunque ciertos roles no están abiertos a las mujeres e incluso si se ven tentadas a resentir su posición, ellas y nosotros debemos nunca olvidar todo lo que le debemos a la mujer. Si María no hubiese dado a luz al niño Cristo, no hubiese salvación para nadie. No hay honor más grande que se le haya dado a la mujer que el llamado de María de ser la madre del Salvador del mundo.

Bien, esa es una posibilidad. Otra posibilidad: es 1 Timoteo 2:15 cuando habla sobre el significado de la mujer al criar a los hijos. Piense en cómo estos falsos maestros estaban minimizando el rol de la mujer en el matrimonio y en el hogar tratando de empañar la distinción entre hombres y mujeres. Podría ser que Pablo estuviese tomando la única faceta que sin duda nadie puede negar que únicamente las mujeres puedan hacer, y eso es engendrar hijos. Nuestra cultura puede hacer todo lo que quiera para tratar de minimizar las diferencias entre los hombres y las mujeres, pero una distinción permanecerá. No hay hombres dando a luz. Así que Pablo está diciendo, “Dios ha creado a la mujer de manera única y sus responsabilidades son únicamente buenas en la iglesia, en el matrimonio y engendrando hijos, todo lo cual debería ser abrazado en fe y en amor y en santidad.”

Pienso que ambas son probablemente las interpretaciones más plausibles. Claramente, este pasaje no está diciendo que una mujer debe engendrar hijos para poder ser salva. Si Pablo creía esto, él no hubiese, en 1 Corintios 7, animado a algunas mujeres a quedarse solteras. Él hubiese dicho, “Cásense y tengan un hijo rápidamente porque la eternidad depende de ello.” Eso es lo que hubiese dicho, pero no tenemos eso en 1 Corintios 7.

Dos Cosas de las que Estamos Seguros

Sabemos que hay muchas cosas que él no está diciendo, y algunas preguntas sobre lo que sí está diciendo. Dos cosas de las que estamos seguros: primero, las mujeres son santificadas en lo que glorifican a Dios en los distintos roles y responsabilidades que Él les ha confiado. Sabemos eso, y a esto me refiero; puede sonar un poco a palabrería. Escuche esto: Dios le ha creado como mujer o como hombre, y hay un significado tras eso; hay un significado único detrás de eso.

Así que, hermanas en Cristo, mientras trabajan en su salvación, no están trabajando en su salvación como cualquier otra persona en general. Usted está trabajando en su salvación como mujer de Dios, únicamente bendecida, únicamente formada, únicamente provista de dones, y se le ha dado una única oportunidad para que Su gloria sea conocida a través de usted de forma que es distinta de Su gloria siendo dada a conocer a través del hombre. Ambas formas son hermosas, maravillosas, únicas y extremadamente significantes, y cuando minimizamos lo que significa ser un hombre a la imagen de Dios y una mujer a la imagen de Dios, minimizamos lo que significa trabajar nuestra salvación, lo que significa ser santificados como hombres y mujeres de Dios, con dones distintos y diferentes oportunidades para glorificar Su nombre, prosperar como hombres o como mujeres, y saber que las mujeres son salvas, no a través del nacimiento de un hijo, sino a través de la muerte de Cristo.

Y por ende, las mujeres y los hombres son salvos a través de la muerte de Cristo. El pecado ha distorsionado este mundo en que vivimos. Satanás ha distorsionado el diseño de Dios para nuestras vidas como hombres y mujeres. Él ha distorsionado el diseño de Dios para nuestros matrimonios, nuestras familias, la iglesia, la cultura, pero Cristo ha venido, y Él ha conquistado el pecado, Él ha pisoteado al diablo, y en Él, podemos prosperar. Jesús murió para hacernos los hombres y mujeres que Dios dispuso al crearnos.

David Platt

David Platt sirve como pastor en el área metropolitana de Washington, D.C. Es el fundador de Radical.

David recibió su doctorado del Seminario Teológico Bautista de New Orleans y es el autor de Don’t Hold Back [No te quedes donde estás], Radical, Sígueme, Contracultura, Algo tiene que cambiar, Before You Vote [Antes de votar], así como los varios volúmenes de la serie Christ-Centered Exposition Commentary [Comentario Expositivo centrado en Cristo]. 

Vive junto con su esposa e hijos en el área metropolitana de Washington, D.C.

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That means that the people with the most urgent spiritual and physical needs on the planet are receiving the least amount of support. Together we can change that!