Una Vida con un Evangelio Global - Radical

Una Vida con un Evangelio Global

¿Cómo se ve una vida que vive por el Evangelio global? En este mensaje sobre Gálatas 6:14, el pastor David Platt contrasta el sueño americano con el sueño del Evangelio para llamarnos a vivir por Cristo. Nos exhorta a ser parte del experimento radical de cinco maneras.

  1. Orar por todo el mundo.
  2. Leer toda la Palabra.
  3. Sacrificar nuestro dinero por un propósito específico.
  4. Pasarnos tiempo en otro contexto.
  5. Comprometer nuestras vidas a una comunidad multiplicadora.

Si tiene una Biblia, y espero que tenga una, permítame invitarle a abrirla conmigo en Gálatas 6. Vamos a hacer algo un poco diferente a nuestro estudio intensivo acostumbrado sobre un texto de las Escrituras. De hecho, vamos a hacer algo que se ha convertido en una especie de rutina anual por esta época. Mientras nos preparamos para terminar este año e ir juntos hacia otro año como familia de fe, quiero compartir mi corazón con ustedes como pastor en esta familia de fe, y lo que veo cuando miro dónde estamos, y dónde hemos estado, y hacia dónde vamos. Y, en particular, quiero compartir con ustedes algunos detalles por los que los ancianos y el liderazgo de este cuerpo han estado orando en lo relativo a nuestro rumbo como familia de fe.

Pero quiero comenzar leyendo una carta que recibí esta semana. De hecho, está dirigida a ustedes y a mí, así que estamos juntos en esto. Aquí les va.

“Al Dr. David Platt y a la familia de fe de la iglesia de Brook Hills, yo asumo, basado en lo que otros me han dicho sobre usted y la familia de fe en Brook Hills, que usted está acostumbrado a recibir cartas halagadoras. Espero que usted sea indulgente conmigo mientras le escribo desde una perspectiva diferente. Mi carta podría ser considerada más una queja, o una advertencia”.

Bien, ahora recuerden, ustedes están conmigo en esto. No comparto solo esta responsabilidad.

Él escribe:

Mi carta tiene la intención de iluminarles en cuanto a cómo sus acciones y enseñanzas radicales se relacionan con la Palabra que ha estado destruyendo mi vida, y probablemente las vidas de otras personas como yo. Permítame explicarme. Fui criado sin iglesia, por padres amorosos quienes estaban perfectamente descontentos con sus vidas. La perspectiva mundana con que crecí me permitió ver la hipocresía en las vidas de las pocas familias que iban a las iglesias a las que yo había estado expuesto.

Además, mientras crecí para convertirme en un hombre mundano, me encontré a mí mismo en el camino del Sueño Americano. Este camino, tan lejos como lo pude ver, ni siquiera pasaba cerca de una iglesia. Fui a la universidad, y me gradué; me casé con una mujer hermosa y agradable; tomé un trabajo decente, respetable, que me permitió finalmente comprar una casa, o al menos hacer los pagos sobre una hipoteca y hacer contribuciones máximas para mi plan de retiro.

Mi esposa y yo, eventualmente, teníamos una familia con dos hermosas hijas y un par de perros. Yo estaba viviendo la versión de clase media del Sueño Americano. Yo era un hombre decente y bueno quien estaba afirmado en las realidades del mundo. Estaba perfectamente contento con dedicarme a trabajar fuertemente para proveer los recursos financieros que mi familia necesitara: Un plan de retiro, un plan de ahorro universitario, una cuenta de ahorros generales, y una cuenta de ahorros vacacionales.

También trabajé para proveer las necesidades de la vida, como un televisor pantalla-plana. Mis ofrendas para la caridad pueden ser descritas como mínimas, en el mejor de los casos. Amaba a mi familia y amaba pasar tiempo con ellos, pero yo estaba constantemente distraído por las realidades financieras y por las necesidades de nuestra vida. Yo miraba mis declaraciones de cuentas a fin de sentirme seguro. Como muchos buenos hombres, mundanos, dedicados a estar por delante de este mundo, encontré momentos de gozo cuando la declaración trimestral de mi plan de retiro mostraba una ganancia.

También experimenté pronunciados períodos de estrés, decepción, e ira cuando el plan de retiro descendía o cuando teníamos que tomar dinero de nuestros ahorros para pagar las cuentas. Sin embargo, acepté estas altas y bajas como realidades de la vida, y en general nos iba bien. Entonces, un día, mi esposa, quien yo pensaba que me amaba, me dijo que le gustaría educar a nuestras hijas en una iglesia, y me pidió que comenzáramos a visitar iglesias locales.

Hasta este punto de mi vida, había hecho un buen trabajo evitando a las iglesias y a los hipócritas cristianos que asistían a ellas. Siempre me había sentido incómodo entre cristianos profesantes, porque me faltaba el conocimiento bíblico y asumía que ellos me mirarían con presunción. Ahora, a fin de hacer feliz a mi esposa, yo iba a tener que asistir a una iglesia e interactuar con esas personas en su territorio. Accedí a regañadientes, y añadí la iglesia a mi lista de temibles faenas de fin de semana.

Inicialmente, nuestra prueba inicial de visitar iglesias demostró ser relativamente inofensiva. Las personas eran agradables, pero la versión suavizada de la la Palabra que estaban sirviendo tenía poco impacto en mí, y me dejó sin deseos de recibir más. Mi esposa, quien tampoco estaba impresionada por estas experiencias, sugirió que probáramos a Brook Hills porque había escuchado buenas cosas sobre esta iglesia. Bien, si asistir a una iglesia regular era malo, yo estaba seguro que asistir a una mega-iglesia sería peor.

Sin embargo, como siempre, mi esposa me convenció, y asistimos a la iglesia de ustedes por primera vez en el pasado otoño. Ese día fue el comienzo de un proceso en el que usted y su familia han estado destruyendo progresivamente mi vida en este mundo. La Palabra que usted ministró aquel día fue fuerte y pura, no como las versiones suavizadas que había recibido en el pasado. Tuvo un efecto inmediato en mí y, como la mayoría de las drogas adictivas, me dejó queriendo más.

Comenzamos a asistir regularmente los domingos, pero pronto eso no fue suficiente para satisfacer mi creciente necesidad de recibir más de esta Palabra. Comencé comprando CDs de sermones anteriores, de modo que pudiera enfocarme en el camino y en el trabajo cada día. Comencé a interactuar más con los miembros de esta familia de fe, quienes no solo estaban consumidos por la Palabra, también parecían estar viviéndola. Esto impulsó mi deseo de recibir más.

Pronto estábamos asistiendo a un pequeño grupo los domingos, además de asistir al servicio, y estábamos asistiendo ocasionalmente al estudio bíblico nocturno de los miércoles. Usted y esta familia de fe parecían demasiado felices al animar y apoyar mi hábito. Mientras profundizaba cada vez más en esta adicción, un efecto colateral conocido como fe comenzó a crecer en mí. Mientras mi fe crecía sentí una mayor necesidad de compañerismo con otros sufrientes de la misma fe.

En todo esto, yo estaba gradualmente perdiendo mis conceptos sobre las realidades de este mundo, que habían sido mi fundamento, y vine a Cristo. No puedo creer lo que, la Palabra y esta creciente fe, han hecho a mi vida en el último año. Yo solía evitar la iglesia. Ahora asistimos a los servicios de adoración los domingos y nos hemos unido a un grupo pequeño que se reúne de tres a cinco horas cada semana en una casa del barrio.

Asisto a clases sobre cómo estudiar la Biblia y recientemente me he unido a un grupo pequeño de responsabilidad del hombre. Solía evitar a los cristianos quienes profesaban su fe, ahora me he convertido en uno. Ahora me descubro buscando oportunidades de compartir la Palabra y debatir mi creciente fe con otros. Dejé de guardar para el televisor pantalla-plana, lo que está bien, pues ya no tengo mucho tiempo para ver televisión. He reducido mis contribuciones de mi plan para el retiro y he dejado de revisar las declaraciones trimestrales.

He pasado de tratar de salvar tanto dinero como pueda a tratar de encontrar modos de dar más de nuestros ahorros además de las contribuciones regulares a la iglesia. Sorprendentemente, esto me produce más gozo que cualquiera que haya experimentado alguna vez cuando una declaración de mi plan para el retiro mostraba una ganancia. ¿Qué hay de malo conmigo? ¡Esto es locura! ¿Qué me han hecho ustedes? El hombre mundano que yo era hace un año no reconocería al hombre en que me estoy convirtiendo.

Yo era un hombre que creía en las realidades de este mundo, viviendo el Sueño Americano, guardando riquezas para un futuro cómodo, y buscando seguridad en una fuerte superficie de apoyo. Ahora, yo creo, oro, y busco una relación con un Dios que no puedo ver. Encontré salvación en Cristo, a quien no puedo ver. Anhelo la eternidad en una creación invisible y futura. Ahora busco seguridad en mi fe. Todo esto podría sonar como necedad para el hombre que yo era hace un año.

Sin embargo, el hombre que yo era hace un año y la vida mundana que conocía están siendo destruidos. Esto, obviamente, ha tenido un impacto en mí, pero también ha impactado a mi familia, con quienes oro cada día. Quería que usted y la familia de fe en Brook Hills estuvieran conscientes del rol que han desempeñado para destruir mi vida mundana. También siento la necesidad de advertirle que si persiste en enseñar  y vivir la Palabra como lo hace ahora, entonces, probablemente, tendrá un impacto similar en las vidas mundanas de otras personas como yo.

Espero que ustedes se percaten de que van a tener que vivir con el conocimiento de sus acciones y efectos en las vidas de otras personas para toda la eternidad. Estaré allí para recordarles lo que han hecho.

Un Nuevo Sueño…

El Sueño Americano…

Cuando miro la obra de Dios en la personas llamadas Iglesia de Brook Hills, veo personas poseídas por un nuevo sueño. Personas quienes viven en una cultura dominada por un Sueño Americano. James Truslow Adams es la primera persona que acuñó esa frase allá en la década de los 30′, y habló sobre un sueño, cito: “en el que cada hombre y cada mujer puedan obtener la plena estatura de lo que pueden hacer innatamente, y que sean reconocidos por otros por lo que son.

El Sueño Americano: podemos hacer cualquier cosa que nos propongamos lograr en nuestras mentes. Podemos lograr cualquier meta, escalar cualquier ladera, obtener cualquier premio. Y el mantra es: ‘confíe en sí mismo’. Trabajo duro, creatividad, innovación, imaginación, usted lo tiene en usted, úselo hasta la estatura más plena. Y, entonces”, dijo Adams, “usted se engrandecerá”. Confíe en usted y se engrandecerá. Para usar las palabras de Adams: “seremos reconocidos por otros por lo que somos”.

Usted puede tenerlo todo. Una vida agradable, cómoda, y una familia, y carrera, y una jubilación. Esta es la belleza del Sueño Americano.

El Sueño del Evangelio…

Pero el evangelio tiene prioridades radicalmente diferentes, y nosotros estamos siendo conquistados por un sueño evangélico, dándonos cuenta de que lo último que el evangelio nos dice que hagamos es confiar en nosotros mismos, que nos miremos a nosotros mismos, y que creamos en nosotros mismos. El evangelio dice: “Crucifícate”. Crucifícate. Seguimos a un Salvador que dijo: “separados de mí nada podéis hacer”.

¿Cómo es eso un pensamiento positivo? “Separado de mí, nada podéis hacer, crucifíquense. Déjense a un lado ustedes mismos. Depongan todos sus sueños y planes y ambiciones y deseos. Póngalos todos ante mí, crucifíquenlos todos”. Niéguense a sí mismos, porque la realidad es -no yerre- que mientras confiamos, creemos, y nos miramos a nosotros mismos, todo lo que hagamos será a nuestro propio crédito.

El evangelio lo reorienta todo alrededor de la crucifixión de nosotros mismos, para que Cristo esté en nosotros, y entonces, cualquier cosa que logremos, será a crédito de Cristo. Y el sueño del evangelio dice, crucifícate a ti mismo, y vive, no para engrandecerte. Vive para engrandecer a Dios. Esa es la meta del evangelio, engrandecer a Dios.

Ese es un camino extraño que vivir en este mundo. Es un sueño extraño. Le pregunté a este hermano si podía compartir esta carta -anónimamente, por supuesto- con ustedes. Y mientras hablábamos, compartía conmigo. Este es un hombre quien hace un año, totalmente sin vínculo eclesiástico, vino a Cristo, él está completamente comprometido con la obra de Cristo en esta familia. Y dijo: “Lo que no comprendo, pastor, es por qué las personas siguen llegando”. Y yo dije: “Yo tampoco, amigo. Esto es tan diferente. Pero, por la gracia de Dios, Él está añadiendo para esta familia de fe y está levantando doctores quienes están vendiendo sus hogares y dando a los pobres y mudándose a ultramar, líderes de negocios quienes están movilizando a sus compañías para ayudar a los heridos.

Él está levantando jóvenes parejas quienes están vendiendo sus hogares y mudándose hacia el centro de la ciudad para vivir mostrando el evangelio. Está levantando adultos mayores y madres amas de casas y estudiantes universitarios y adolescentes quienes están reorientando radicalmente sus vidas alrededor del evangelio, alrededor de una obediencia radical a Jesús. Y de esto es de lo que trata Gálatas 6:14.

Hace casi un año estudiamos este texto cuando estábamos recorriendo Gálatas. Gálatas 6:14: “Pero jamás acontezca que yo me gloríe, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo”. Pablo dice que nosotros nos gloriamos en solo una cosa: en el lugar donde morimos a nuestro pecado, y donde morimos a nosotros mismos, y donde encontramos nueva vida en Cristo. Anteriormente dijo en el libro: “ya no soy yo el que vive”. Dijo: “Cristo vive en mí, y en consecuencia, este mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo”.

Pablo dijo que este mundo nada tiene para nosotros. No vivimos para las cosas mundanas. Estamos muertos para el mundo. No vivimos según los estándares de este mundo. No ponemos nuestra confianza en las comodidades de este mundo. No valoramos lo que el mundo valora. Este mundo no es nuestra fuente de vida y satisfacción y gozo. Ni siquiera pertenecemos aquí, dicen los hebreos, somos extranjeros y advenedizos aquí. Este mundo no es nuestro hogar, y por eso no vivimos corriendo detrás de las cosas de este mundo como si fuera nuestro hogar.

Este no es nuestro hogar. Vivimos para el mundo venidero y no tratamos de encontrar nuestra seguridad y comodidad y satisfacción en este mundo. Porque nuestra seguridad y comodidad y satisfacción están eternamente sellados en el mundo venidero. Y eso cambia radicalmente el modo en que vivimos aquí. Estamos siendo absorbidos por el amor y la misericordia y la satisfacción y el gozo de Cristo, y en el proceso, estamos siendo destetados de la dependencia y del deseo por las cosas de este mundo.

Y estamos diciendo que no vamos a desgastar nuestras vidas en este mundo. No vamos a desgastar nuestras vidas en este mundo. Queremos que nuestras vidas aquí cuenten para la gloria de Cristo en el mundo. Entonces, ¿dónde nos deja esto? ¿A dónde vamos desde esta posición?

Y aquí es donde quiero que hablemos de un Experimento Radical. Ahora, comenzamos a usar esta terminología hace un par de meses cuando recorríamos el libro de Santiago; cuando dedicábamos tiempo a Santiago 1:27 y veíamos la preocupación de Dios por los huérfanos y las viudas.

Y dijimos que un modo en que podía funcionar esto era cuidando a los niños en nuestro condado. Y hay familias en esta familia de fe que están yendo a clases de tres horas cada semana ahora mismo, a fin de asegurarse de que los niños en nuestro condado sean provistos mediante esta iglesia y el evangelio. Y entonces, a la siguiente semana vimos Santiago 2, y vimos que no podemos ser un pueblo que cree en el evangelio y observar las necesidades extremas alrededor nuestro en el mundo y hacernos ciegos a ellas.

Y así tomamos un don medible y dijimos: “Queremos ir a algunas comunidades en el país más pobre del mundo, donde los niños tengan hambre y estén muriendo por no tener comida”. Y vamos a unirnos a 21 iglesias en todo el país, y vamos a asegurarnos de que reciban provisión. Por tanto, así es como empezamos a usar esta terminología: Experimento Radical.

Lo que quiero hacer es… quiero que llevemos el Experimento Radical a un nivel más amplio. Un nivel que no solo se enfoque con el modo en que usamos nuestro dinero, sino que abarque cada faceta de nuestras vidas. Independientemente de quiénes somos. Usted sabe que uno de los peligros de un mensaje como el de la semana pasada en particular es que las personas pueden huir, y estoy suponiendo que algunos lo hicieron. Las personas pueden alejarse diciendo: “Bien, si no iré a ultramar para llevar el evangelio a un pueblo inalcanzado, entonces realmente no soy un cristiano devoto”. Y eso es lo último que quiero que alguien piense. No pienso que las Escrituras nos hacen pensar de ese modo.

Trato de ser intencional y muy específico en mis palabras, incluso en nuestro tiempo de respuesta la semana pasada, para decir que la clave es: y esto es lo que creo que Las Escrituras piden, ordenan, que todos hagamos: es rendirnos totalmente. Un cheque en blanco es la terminología usada la semana pasada. Rendición total que dice: “Bien, Dios, aquí hay un cheque en blanco con mi vida y mi familia. Y si quieres que llevemos nuestras vidas hacia un contexto inalcanzado en el mundo, entonces lo haremos, punto”.

Y hasta que oremos así, hasta que oremos eso, hasta entonces no estaremos plenamente rendidos. Para decirlo de algún modo, y luego nos damos cuenta, sin rendirnos, que Dios tomará a muchos de nosotros y nos dejará justo donde estamos como base para hacer discípulos de todas las naciones. Y por eso, esto se verá diferente en cada una de nuestras vidas, sin embargo, Dios nos guía. Pero la clave es, sin embargo, que ustedes quieren que yo cumpla la Gran Comisión en mi vida, en mi familia, y yo la pongo sobre la mesa.

Y por eso, la pregunta por la que yo y los ancianos, el liderazgo, hemos estado orando es: ¿cómo podemos pastorear mejor a las personas en nuestra comunidad, para que vivan para la gloria de Cristo aquí y en todas las naciones? Con cada una de nuestras vidas; con los dones y habilidades y posiciones y talentos y recursos y familias diferentes que están representados en nuestra familia de fe. ¿Hay algo que podamos hacer juntos?

Y lo que quiero que miremos es una idea para este próximo año en cuanto a cómo se vería que cada uno de nosotros, como individuos y familias en esta familia de fe, nos diéramos a nosotros mismos radicalmente para la gloria de Cristo en todas las naciones, con las vidas que Dios nos ha dado aquí en nuestra comunidad.

Por tanto, quiero poner delante de ustedes este Experimento Radical, son cinco componentes con que quiero retarnos a nosotros mismos para el próximo año.

Ahora, el próximo año…, sé que esto como que va contra la sabiduría convencional. Cada semana recibo publicidad y cartas y notas y dispositivos en mi escritorio que hablan sobre cómo, en la actualidad, las personas necesitan compromisos de corto tiempo. Y de ese modo lo mantienen todo entre cuatro, seis, a lo sumo ocho compromisos semanales: No hagan un compromiso anual. Estoy contento porque la historia cristiana no siempre ha operado sobre esta filosofía.

David Brainerd pasó años en soledad, depresión, dolor y sufriendo antes de ver a un solo nativo-americano de los estados norestes venir a Cristo en su ministerio. William Carey pasó siete años antes de ver un converso en la India. Me pregunto…, me pregunto si los beneficios a largo plazo en el reino están reservados a veces para los compromisos a largo plazo. Por tanto, lo que quiero que hagamos es que pensemos en un año.

Un Experimento Radical…

Y quiero poner ante usted una imagen de cinco componentes diferentes que vamos a llamar el Experimento Radical. Y piense en cómo cada miembro de esta familia de fe puede darse a sí mismo para estos cinco componentes. Así que aquí están.

Orar por todo el Mundo

Número uno: Orar por todo el Mundo. Es simple. 6.8 billones de personas, orar por todas ellas. Es un buen comienzo, ¿no? Este es el asunto. Hay 6.8 billones de personas en el mundo. Sabemos que al menos 4½ billones de personas en el mundo están sin Cristo. Y que más de un billón y medio de esas personas ni siquiera han escuchado el evangelio, así que hay una gran necesidad.

Y usted recuerda que estudiamos que Jesús dice en Mateo 9:37-38: “La mies es mucha”. En otras palabras, hay personas que están esperando para escuchar el evangelio. “pero los obreros” ¿son qué? “pocos”. ¿Cómo puede haber pocos obreros cuando hay billones de personas que se encaminan a una eternidad en el infierno? Jesús dice justo después: “rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies”. Ese pasaje tiene que impactarme este último año, porque estoy convencido que la única explicación por la que hay tan pocos obreros cuando hay tanta necesidad es que no estamos orando. No estamos siendo serios en nuestra petición al Señor de la mies para que envíe obreros a Su mies. Necesitamos orar.

Ya lo dije antes, hace un tiempo atrás, de cuando yo enseñaba en el seminario y un colega mío había ido a Corea del Sur. Y había ido a la cama tarde una noche, y alrededor de las 4:00 de la mañana fue despertado por un sonido fuera de su cuarto. Y él va y abre las cortinas y mira por la ventana. Y al otro lado de la calle del hotel donde se está quedando hay un inmenso estadio, y allí estaba este gran rugido viniendo del estadio

Y él comienza a pensar: “¿Qué tipo de deporte juegan los surcoreanos a las 4:00 de la mañana? ¡Esto es absurdo!” Así que se siente frustrado. Regresa a la cama, se acuesta, trata de volver a dormir, pero el ruido es demasiado fuerte. Entonces, en la mañana se levanta y pregunta al administrador del hotel: “¿Qué tipo de deportes practican ustedes a las 4:00 de la mañana?” Y la respuesta del administrador del hotel fue: “Oh, Señor, eso no era un evento deportivo. Esa era la iglesia que se había reunido a orar”.

Y así, en medio de una cultura donde nosotros nos reunimos con gran celo en los estadios para cantar nuestras alabanzas y gritar alabanzas a los equipos, quiero llamar a la familia de fe a caer en sobre nuestras rodillas y orar con más celo que eso, e invocar el gran nombre de Dios para que sea santificado entre las naciones.

Ahora, ¿cómo ora usted por todo el mundo? Y aquí es donde quiero señalarnos a un libro que he referido antes, uno que quiero poner ante nosotros para el próximo año, llamado Operation Mundo. Y es un libro, y usted puede obtener una copia, o está en línea, gratis. Y este es un libro que contiene a cada nación, pueblo en el mundo, tiene las peticiones de oración para cada nación y pueblo en el mundo, noticias sobre lo que Cristo está haciendo allí, sobre cómo podemos estar orando por la obra del evangelio allí. Y por eso, este libro contiene una guía, de modo que si usted dedica un par de momentos cada día en su tiempo con el Señor solo a mirar estas peticiones de oración, allí hay una guía desde Enero a Diciembre que usted puede usar para, literalmente, orar por todo el mundo.

Este libro Operation Mundo, ha revolucionado mi vida de oración más que cualquier otro libro fuera de la Biblia, porque todo cambia cuando nuestros ojos pueden ver lo que Dios ve diariamente alrededor del mundo. Cambia todo sobre cómo vivimos aquí. Y piénselo, esto es tan genial, ¡desde su closet de oración, su vida puede impactar a las naciones para la gloria de Cristo! Nosotros tenemos la oportunidad de ser parte de lo que Dios está haciendo, para que Su gloria sea conocida en cada rincón del mundo mediante la oración. Por tanto, ¿por qué no nos entregaríamos a eso? Simplemente, tiene sentido.

Entonces, ¿qué ocurriría si nosotros, como familia de fe, viviéramos intencionalmente el 2010, como individuos y, luego, mientras nos reunimos en diferentes énfasis como familia de fe, oráramos intencionalmente diciendo: “Dios, santificado sea tu nombre, permite que tu Nombre sea conocido como santo en todo el mundo”? Esa es la primera parte: orar por todo el mundo durante el próximo año. Bien, ese es el número uno.

Leer toda la Palabra

Número dos: Leer toda la Palabra Y con eso quiero decir precisamente eso. Que, durante el próximo año, cada uno de nosotros individualmente, y todos juntos, leamos toda la Biblia, desde Génesis 1:1, hasta Apocalipsis 22:21, y todos los 31 101 versículos entre ellos.

Tenemos hermanos y hermanas alrededor del mundo quienes se reúnen con riesgo de sus vidas para conocer y aprender y estudiar la Palabra de Dios. Y si vamos a unirnos a ellos en obediencia radical a Cristo, eso ocurrirá con nuestras Biblias abiertas y nuestras mentes involucradas.

Durante demasiado tiempo nos hemos conformado con una luz bíblica en nuestras vidas individuales y en nuestras iglesias. Hemos crecido satisfechos con un poco de palabra devocional de parte de Dios para el día, suplementada por sermones en iglesias sobre cómo vivir una mejor vida y ser mejores personas. Y nuestra mayor necesidad es conocer bien a Dios. Y el propósito de esta Palabra, que está ungida y bendecida por el Espíritu Santo, es transformarnos más a la imagen de Cristo. Ése es el propósito de la Palabra. Ella hace la obra.

Yo fui tan impactado por esto. Hace un par de semanas hacíamos Iglesia Secreta. Estamos en una batalla. Hay una batalla que se libra por los matrimonios alrededor de esta iglesia. Y por los niños y adolescentes en esta iglesia. Por la pureza y la santidad en esta iglesia. Hay una batalla que se libra por las almas alrededor de esta comunidad. Hay un Dios sobre este mundo -un verdadero Dios sobre este mundo, quien desea que las personas se inclinen a los pies de un Salvador amoroso.

Y hay un dios falso en este mundo, quien desea que las personas de esta comunidad se quemen en el infierno. Y nosotros no podemos pelear esta batalla con pequeñas palabras banales de parte de Dios para el día, o con pequeñas opiniones banales de parte de los predicadores. Necesitamos la Palabra de Dios saturando nuestras mentes y corazones. Necesitamos estar llenos con ella, sobreabundando con ella. Es en ella donde se encuentran la fuerza y el poder en la batalla. Y por eso, quiero invitarnos, durante el próximo año, a sumergirnos de verdad; a leer toda la Palabra.

Primero, como individuos, leer toda la Palabra. Lo que quiero hacer es proveernos un plan de lectura diaria de la Biblia que nos ayude a recorrer la historia de las Escrituras. Hay muchos modos diferentes en que usted puede leer toda la Biblia. Usted puede simplemente leer, comenzando en la página uno y llegando hasta el final. Puede hacer esto o aquello. Pienso que una de nuestras grandes necesidades hoy es ver la historia de las Escrituras, y ver la escena de la historia redentora.

Y por eso, hay un plan de lectura de la Biblia en que hemos estado trabajando. Bien, comenzaremos en Génesis 1, y en el principio iremos básicamente libro a libro. Pero si usted llega a los Reyes, por ejemplo, y lo que ocurre está en días diferentes, cuando lee diferentes eventos en los Reyes, también tendrá lecturas de los Profetas que profetizaron durante el período del tiempo de Reyes.

Y así traeremos todo el Antiguo Testamento a la escena de la historia redentora. Y entonces, cuando usted llegue al Nuevo Testamento, cuando estemos leyendo el libro de Hechos, estaremos viendo las cartas en el tiempo en que fueron escritas en el libro de los Hechos. Ese tipo de cosas.

Por tanto, este es un plan de lectura bíblica donde podemos, desde el comienzo del próximo año, recorrer toda la historia de las Escrituras. Y estamos trabajando para proveer un comentario cada día. Solo una pequeña guía que nos ayudará a comprender lo que estamos leyendo. Así que eso es como individuos.

Pero incluso más profundo, segundo, como una familia. Ahora si usted es soltero, puede hacer esto con un pequeño grupo de amigos, pero quiero que como familia de fe y como familias dentro de esta iglesia experimentemos la adoración juntos. Adoración en familia. Ahora, estoy suponiendo que muchos, si no la mayoría de nosotros, tiene poca idea de qué significa la adoración en familia. O, quizás tengamos ideas muy extrañas sobre qué significa adoración en familia.

Cuando usted escucha adoración en familia, quizás se imagina a papá detrás de un atril con una corbata dirigiendo la música o dando un sermón.  Permítame aliviar sus temores. Eso no es adoración en familia. Quiero decir, que si funciona para usted, entonces adelante; pero eso no es adoración en familia. Estoy hablando de mamás y papás y niños en sus hogares, reuniéndose; quizás cada día, o quizás solo una vez a la semana, para adorar juntos en nuestros hogares.

Esto es, sin lugar a dudas, uno de los puntos importantes en mi día, cuando Heather y Joshue y Caleb y yo nos reunimos. Lo hacemos antes de ir a la cama, y pasamos tiempo juntos leyendo una historia de la Biblia, y orando, y cantando una canción juntos. Él es mi Roca, mi Espada, mi Escudo, el balde en medio del pozo, Él es como una nueva canción de adoración prometedora. Y mis hijos lo saben, y tenemos este tiempo juntos donde adoramos. Y lo que quiero hacer es que nos ayudemos unos a otros en el próximo año a experimentar la adoración como familias.

Ahora, sé que eso parece atemorizante para muchos, y estamos trabajando para proveer una guía cada semana que sirva de ayuda, consejos, sobre ¿cómo sería una adoración en familia? ¿Cómo puede usted traer a los prescolares o a los niños o a los estudiantes? ¿Cómo funciona esto en una familia? Pero quiero llamar a los líderes de familias en toda esta iglesia para que se levanten y tomen responsabilidad para guiar espiritualmente a sus hogares. Hay un modo de hacerlo como familia, y es haciéndolo juntos. Por tanto, estamos leyendo la Biblia como individuos y luego como familias.

Y entonces, tercero, como una familia de fe. Lo que vamos a hacer es que cada semana, yo o alguien más, predicará en un pasaje sobre lo que hemos estado estudiando en esa semana. Pienso que traerá la Palabra a la vida en modos enteramente nuevos, porque estaremos leyendo a lo largo de ella durante la semana, escuchando al Espíritu Santo durante la semana, trayendo alguna comprensión de lo que hemos visto y leído. Y luego, tendremos una guía de debate para grupos pequeños, que puede tomar todo lo que hemos estado leyendo individualmente, familia, como familia de fe, y estudiarlo y buscarlo y meditar en ello diciendo: “Bien, ¿cómo sería esto en nuestras vidas?”

Así que esa es la imagen. ¿Cómo suena eso? Leer toda la Palabra. Ahora la idea no solo es tener conocimiento bíblico. La idea no es solo hacer alguna actividad. La idea es conocer a Dios, y ser transformados a la imagen de Cristo. Les garantizo que leyendo toda la Palabra como individuos, familias, y familia de fe, durante el próximo año, nosotros, por el poder del Espíritu Santo, bajo la gracia de Cristo, nos veremos más como Cristo en este próximo año que como nos vemos ahora. Es lo que la Palabra hace.

Sacrificar nuestro dinero para un propósito específico

Entonces, ¿queremos eso? Orar por todo el Mundo. Leer toda la Palabra. Está bien. Tercer componente: sacrificar nuestro dinero para un propósito específico. Ahora, esto es básicamente lo que ya hemos hablado en lo que se refiere al Experimento Radical. Es lo que estamos haciendo como familia de fe ahora mismo. Lo que nos animamos a hacer unos a otros.

Durante el último mes, el liderazgo en la iglesia ha estado trabajando en un presupuesto que básicamente trata de deducir cuán bajo puede llegarse y liberarnos tanto como sea posible. Hay costos fijos, muchos costos fijos. Pero, en lo mejor que podamos, nos liberaremos tanto como sea posible por amor de la urgente necesidad física y espiritual alrededor del mundo.

Pero el reto está aquí, en el Experimento Radical: que hagamos lo mismo en nuestras vidas individuales y en nuestras familias durante un año, un año de nuestra vida cristiana. En esta cultura decir: “Vamos a minimizar los lujos, y vamos a sacrificar tanto como podamos para separar tanto como sea posible por amor de la urgente necesidad espiritual y física alrededor del mundo por un año”.

Básicamente, ¿cómo funciona?: establezcamos un tope para nuestros estilos de vida, tan bajo como podamos. Dibujemos una línea y digamos: “Esto es suficiente. Vamos a vivir aquí. Vamos a simplificar lo mejor que podamos. Vamos a vivir en esta línea, para dar a Dios todo lo que esté por encima de ella, de todas formas somos libres de entregarlo”.

Ahora, yo sé, quiero ser muy cuidadoso aquí, porque sé que hay hermanos y hermanas quienes están batallando fuertemente en lo financiero ahora mismo en esta familia de fe. Y ustedes se encuentran en una posición donde no hay extras, y están viviendo de necesidad en necesidad. Y lo que estamos diciendo es que vamos a unir otra necesidad más. No vamos a esperar para que la economía nos lleve allá. Vamos a ir voluntariamente por amor de la gloria de Cristo en el mundo.

Y esa es la escena. Poner un límite a nuestros estilos de vida y luego todo lo que se vaya por encima…, no importa cuán pequeño o grande, vamos usar nuestro dinero por amor de una necesidad urgente, de una necesidad espiritual y física alrededor del mundo. Y ya hemos hecho un sitio web para Experimento Radical. Es como que estar creciendo un poquito, y esto va a crecer mucho más hasta que llegue a una escala más completa. Pero ya hay ideas que han incorporado diferentes personas sobre cómo ahorrar y sacrificar. RadicalExperiment.org – cómo ahorrar, cómo sacrificar.

El equipo de Mayordomía reunió 50 métodos fáciles, unos primeros pasos para comenzar a ahorrar y sacrificar. Ahora, la clave aquí es el sacrificio. Esto no es solo dar lo que es fácil de dar. Es dar hasta que duela; dar más allá de lo que podemos dar.

Así que el reto es que durante un año, digamos a esta cultura dominada por el Sueño Americano: “Voy a dar voluntariamente tanto como pueda por amor de una necesidad espiritual y física urgente alrededor del mundo”. Ese no es un proceso fácil, obviamente. Es algo en lo que Heather y yo todavía estamos sumergiéndonos. Siento como si nos hubiéramos estado sumergiendo, y que todavía hubiera más y más para descubrir. Así que esto es un proceso, pero estoy convencido de que es un proceso por el que somos santificados mientras pensamos y oramos por este tipo de cosas. Así que ese es el tercer componente, el sacrificio de nuestro dinero para un propósito específico.

Pasar nuestro tiempo en otro contexto

Cuarto, pasar nuestro tiempo en otro contexto. Orar por todo el Mundo. Leer toda la Palabra. Sacrificar nuestro dinero para un propósito específico. Y pasar nuestro tiempo en otro contexto. Ahora, esto es importante. Cuando miramos una necesidad espiritual y física urgente alrededor del mundo, sería más fácil para nosotros decir: “Bien, hay tanta necesidad. Solo voy a enviar mi dinero”.

Y quiero que seamos cuidadosos cuando siquiera comenzamos a dar ese paso, porque sí, sí es importante. Estamos viendo esto en toda la Escritura, usar nuestros recursos por amor de la gloria de Dios en el mundo. Pero, si solo enviamos o gastamos nuestro dinero, entonces perderemos de vista una parte importante de la misión global.

Ya compartí con ustedes, antes, sobre cómo esto caló hondo en mi corazón: yo estaba en Sudán, en un viaje de $3000.00 hasta Sudán por dos semanas. Pensaba: “Bien, eso es mucho dinero”. Y alguien vino a mí en la iglesia, en esa época yo estaba en Nueva Orleans (esto fue en 2004), y dijo: “¿Por qué vas a gastar $3000.00 en un viaje cuando podrías simplemente enviar $3000.00 y ese dinero iría mucho más lejos que si tú los gastaras en dos semanas allá?”.

Y yo batallé con eso hasta que llegué a Sudán. Pasé tiempo animando con la Palabra a nuestros hermanos y hermanas allá en persecución, y un hermano me miró y me dijo: “David, durante los últimos 20 años de persecución” -que era toda mi vida, dijo: “Muchas organizaciones diferentes nos han enviado recursos, y estamos extremadamente agradecidos”. Pero dijo: “¿Sabes cómo podemos decir quién es un verdadero hermano?” Y dije: “¿Cómo?” Dijo: “Un verdadero hermano viene para estar contigo en tu momento de más profunda necesidad”. Y dijo: “Quiero agradecerte por ser un verdadero hermano”. Y en ese momento, alejándome de esa conversación, y lo comprendí, esta es la esencia del evangelio. Cuando Dios eligió traer la salvación para usted y para mí, no envió oro o plata o efectivo o un cheque. Él se envió a Sí mismo

Por tanto, ¿cómo mostraremos este evangelio al mundo si todo lo que enviamos es nuestro dinero? Nosotros damos y vamos, para pasar tiempo en otro contexto. Ahora, esto es algo de lo que hemos hablado un poco cada año durante los últimos pocos años. Y el reto es usar el 98% de nuestro tiempo expandiendo el evangelio en nuestra comunidad. Dios nos tiene aquí en esta ciudad por una razón, y es que el evangelio sea dado a conocer en toda esta ciudad.

Pasamos la mayor parte de nuestros días aquí, así que sin lugar a dudas la mayor parte de nuestro tiempo es dedicada a hacer discípulos justo aquí. Y ustedes lo están haciendo. Y así la meta es que cada grupo pequeño en esta familia de fe comparta y muestre el evangelio en nuestra comunidad, y ustedes lo están haciendo. Esta semana pasada hemos estado hablando sobre cómo en este Experimento Radical vamos a impactar a la urgente necesidad espiritual y física justo aquí, y hemos estado pensando ideas que compartiremos pronto.

Pero cuando estábamos hablando, Keith, nuestro pastor de discipulado local, estaba dando un informe actualizado sobre dónde estamos ahora mismo. Escuche lo que compartió con nosotros:

La mayoría de nuestros grupos pequeños y grupos comunitarios están compartiendo ahora con un ministerio que está enfocado en las necesidades sociales y espirituales de las personas menos alcanzadas y más pobres en Birmingham, a fin de hacer discípulos. Estos ministerios están enfocados en los pobres, los vagabundos, los reclusos, los ex-prisioneros, las familias en crisis, las madres solteras, los adolescentes, los rechazados, los abusados, los adictos, los abandonados, etc. Los ministerios como los de Jimmie Hale, el Jessie’s Place, M-Power, Restoration Academy, Cornestone School, el Lovelady Center, Brother Bryan, The Firehouse Shelter, King’s Ranch, First Light, Pathway, Sav-A-Life, King’s Kid Club, Fight4Life, Daniel Cason Ministry, Northstar Youth Ministry, Shepherd’s Fold, Family Worship y Life CenTer (que es donde está hoy parte de nuestro equipo de adoración), The East Park Center, Olivia’s House, the homeless at Lynn Park, UAB Townhouses para pacientes con cáncer, UAB Hospitality House, Lifeline in Pell City, Family Connections, etc., todos tienen asociación con nuestros grupos pequeños y esparcen el evangelio en Birmingham.

Eso es bueno, ¿no?

Por tanto, ustedes están haciendo esto por todas partes, en tantos modos diferentes. Noventa y ocho por ciento de nuestro tiempo esparciendo el evangelio por nuestra comunidad. ¡Alaben a Dios! Ustedes están mostrando que la Gran Comisión es, de hecho, no una proposición tipo “lo uno o lo otro”. No tenemos que elegir si vamos a impactar a nuestra ciudad o a las naciones para la gloria de Cristo. Impactamos a nuestra ciudad y a las naciones para la gloria de Cristo. La luz que más resplandece, resplandece, ¿dónde? En el hogar, y está alumbrando.

Por tanto, 98% de nuestro tiempo es esparciendo el evangelio por nuestra comunidad. Así que continuamos haciéndolo, y entonces, el reto es dedicar el 2% de nuestro tiempo, esparciendo el evangelio más allá de la comunidad. El “id” comienza donde vivimos, pero no tiene que detenerse allí. Si hay un billón de personas quienes nunca han escuchado el evangelio, y billones de personas quienes están sin Cristo, y la abrumadora mayoría de ellos está fuera de nuestra ciudad, entonces, ¿no tiene sentido que un pueblo que quiera la gloria de Dios en todas las naciones, ore por ir a otros contextos a esparcir el evangelio allí?

No significa que dejemos de “ir” a nuestra comunidad. No significa que nuestro “id” no sea importante aquí. Nuestro “id” aquí es extremadamente importante. Vamos a dedicar el 98% de nuestro tiempo haciéndolo. Pero el reto aquí es trabajar para tratar de usar el 2%, que es cerca de una semana de nuestras vidas, llevando el evangelio a algún lugar fuera de Birmingham. En lugar de quizás tomar algunas vacaciones por una semana, o un fin de semana para ocio.

Decir: “Bien, quiero ser intencional en algún punto del próximo año para llevar el evangelio a otro contexto”. Quizás, a usted le sea difícil viajar, y por eso, probablemente, irá a otro lugar en Alabama. No lejos de aquí, hay algunas necesidades espirituales y físicas muy urgentes. Quizás signifique “ir” a una distancia de un viaje en auto, o de un vuelo a algún lugar en los Estados Unidos. Quizás signifique “ir” más allá, a Latinoamérica, o África, o Asia.

El reto es usar el 2% de nuestro tiempo en otro contexto dando a conocer el evangelio. Y la promesa es que transformará radicalmente el 98% de la vida que vive aquí. Y así tratará de lograr tanto lo “uno” como lo “otro”.

Quiero que imagine algo conmigo por un segundo. Quiero que vean un edificio ardiendo. Quiero que imagine una escena. Usted viene a este edificio, y allí están esas personas dentro de ese edificio, quienes necesitan ser rescatadas.

Y usted tiene lo necesario para rescatarlas. Por tanto, imagine que llega al primer piso, y en el primer piso encuentra 150 personas atrapadas. Hay más personas allí que las que puede comenzar a rescatar. No va a poder tomar a todas esas personas, pero comienza a rescatar tantos como puede.

Mientras lo hace, alguien le dice, uno de ellos le dice que también hay personas en los otros pisos. Ellos le dicen que en el 5to piso hay 30 personas quienes necesitan ser rescatadas. Y luego le dicen que si va al 10mo piso, hay un grupo de 4 personas que necesitan ser rescatadas. Y entonces dicen que arriba, en la cima, en el piso 20, hay dos personas que necesitan ser rescatadas.

Así que esto es lo que usted tiene. Tiene más personas en el primer piso de las que puede comenzar a rescatar. Y luego tiene otras personas, grupos pequeños de personas que están escaleras arriba. Esta es la pregunta que quiero hacerles: ¿hay alguna razón por la que usted dejaría el primer piso en algún momento para subir por esas escaleras y tratar de rescatar a las personas de allí?

Lógicamente, no tendría sentido hacerlo, porque el tiempo y las energías que usted dedica tratando de ir allá arriba son tiempo y energías que podrían ser usados para salvar a más personas del primer piso. Y por eso, naturalmente, usted dedica todo su tiempo y energías para salvar tantas personas como pueda en el primer piso.

¿Y si ellos le dijeran (solo llevémoslo un poco más allá), si las personas allí le dijeran que los que están en el piso 10mo y 20mo en realidad no quieren ser rescatadas? Y que si usted sube a ellos, probablemente enfrentará alguna resistencia de parte de ellos. Ellos quieren permanecer atrapados. Ahora, ¿hay alguna razón por la que usted subiría al 10mo piso y al piso 20mo? La única razón por la que usted dejaría el primer piso es que su comandante le hubiera dicho: “Tienes que tomar a personas de cada uno de estos pisos”. Esa es la única razón. De otro modo, no tendría sentido.

Ahora, en esta imagen quiero que ustedes vean una ilustración (no es una ilustración perfecta, se deshace en una variedad de niveles), pero quiero que vean una ilustración del enfoque contemporáneo de las misiones para la iglesia. Estamos rodeados por necesidades justo frente a nosotros, y la realidad es que podemos pasar todo nuestro tiempo y usar todos nuestros recursos tratando de satisfacer la necesidad justo delante de nosotros, y aún no satisfaremos toda la necesidad.

Y por eso, como resultado, las personas han dicho: “Bien, ¿por qué dedicar tiempo y energías y recursos tratando de ir a todos esos lugares? ¿Especialmente cuando algunos de esos lugares ni siquiera nos quieren allí? ¿No serían mejor usado ese tiempo y energías y recursos en satisfacer las necesidades justo aquí?” Y esto tiene sentido lógico, pero lo que anula toda la imagen es que tenemos un Rey, esa es la esencia del sermón de la semana pasada: tenemos un Rey que nos ha dicho que tomemos a personas de cada piso.

Tenemos un Rey quien específicamente nos dijo que hay otros grupos de pueblos, y tienen necesidad de escuchar el evangelio. Y usted está comisionado a ir a ellos. Y por eso, cuando pensamos en la misión, esta es la razón por la que no podemos limitarnos solo a lo que está frente a nosotros. Necesitamos entregarnos, la mayoría de nosotros, en tanto Dios nos tenga a usted y a mí en nuestra comunidad, sí, para hacer discípulos en toda nuestra ciudad. Pero también tenemos una responsabilidad, una comisión delante nuestro: asegurarnos de ir a los otros lugares.

Y por eso, es aquí donde entra este reto. Ahora, el mayor problema de toda esa ilustración es el hecho de que ninguno de nosotros está solo en esta misión de rescate.  Somos parte de una iglesia que va hacerlo juntos. Por tanto, no es uno de nosotros yendo a cada nación, es todos juntos haciéndolo.

Comprometer nuestras vidas a una comunidad multiplicadora

Lo que nos lleva a la quinta parte del Experimento Radical aquí. La quinta parte: Comprometer nuestras vidas a una comunidad multiplicadora.

Y dejé esto para el final porque pienso que aquí es donde se unen las otras cuatro partes. Porque la realidad es que oramos por todo el mundo, pero no oramos solos. No oramos diciendo: “Padre mío que estás en los cielos”. Oramos: “Padre nuestro que estás en los cielos”. La oración es algo que hacemos como parte de una comunidad. No solo leemos juntos toda la Palabra. Necesitamos que cada uno comprenda, conozca, aplique esta Palabra.

Sacrificamos nuestro dinero para un propósito específico, pasar nuestro tiempo en otro contexto, pero no somos llaneros solitarios, tratando de lograr el propósito de Dios. Nuestra entrega y disposición a ir están atados a la multiplicación del evangelio mediante la iglesia.

Por tanto, esto involucra, fundamentalmente, dos verdades que voy a poner delante nuestro: Un compromiso con la iglesia local. Usted sabe que hemos hablado sobre cómo el adversario está atacando este tipo de compromiso desde todos los ángulos. Ahora, el adversario está promoviendo un individualismo creciente entre los cristianos, que dice que no hay necesidad de estar involucrados en una iglesia, de estar comprometidos como miembros, siendo parte de un cuerpo en Cristo. Y el adversario también está atacando desde otro ángulo, entre esos que “van a la iglesia” sumergiéndonos en un cambia-cambia de iglesias orientado al consumo y a la cultura de mercado. Donde saltamos de una a la otra, y donde si nuestras preferencias no son satisfechas aquí vamos a la siguiente, a la siguiente, a la siguiente.

Y el adversario está haciendo eso. Pasamos mucho tiempo de este año hablando de lo que significa ser un miembro del cuerpo en Cristo, y yo alabo a Dios; quiero agradecer por los individuos y familias en nuestra familia de fe que este año han dicho: “bien, no voy a sentarme en los laterales. Voy a unirme a una iglesia. Voy a comprometerme a una iglesia local”. Y tantos de ustedes lo hicieron, especialmente durante el comienzo del año, cuando tuvimos ese énfasis concentrado. Y entonces, cada vez que tenemos el taller Punto de Partida, está lleno de personas. Así que usted ya lo está haciendo.

Y además, hay otros de ustedes quienes han estado aquí mucho tiempo, y especialmente durante los últimos tres años y medio, y han soportado las altas y bajas de un joven pastor que ciertamente está aprendiendo su camino. Y han resistido la tentación que pueda haber de cambiar de iglesia según la preferencia o el deseo, por tanto, quiero agradecerles por cómo ha resultado todo.

Si usted no está comprometido con una iglesia local, esto ni siquiera tiene que ver con Brook Hills, involúcrese en algún cuerpo local de creyentes, y comprométase, y quédese allí. A menos que ellos dejen de seguir la Palabra de Dios, entonces comprométase a esa iglesia local. Comprométase con una iglesia local, y luego dé un pequeño paso más profundo, un compromiso con un grupo pequeño. Y esto es especialmente importante en una iglesia de este tamaño, aunque pienso que es así en todos los casos.

Si vamos a hacer discípulos de todas las naciones, si vamos a orar, estudiar, y dar, e ir con nuestras vidas, vamos a necesitar un puñado de hermanos y hermanas quienes junten brazos con nosotros mientras caminamos juntos este viaje. No podemos hacerlo solos, y ni siquiera podemos hacerlo en un grupo de 4000 personas. Necesitamos hermanos y hermanas quienes estén involucrados en nuestras vidas, con quienes compartamos nuestras vidas, con quienes experimentemos el crecimiento en Cristo.

Nosotros estamos ayudándoles a crecer en Cristo, y ellos nos están ayudando a crecer en Cristo. Necesitamos humillarnos y percatarnos de nuestra necesidad de unos por los otros. Por tanto, la meta es que cada miembro de la iglesia de Brook Hills esté involucrado en ese tipo de grupo de creyentes. Un grupo pequeño de creyentes que discipulará juntos. El reto es conectar, y queremos ayudarle a hacerlo posible. Pero encuentre un grupo de discípulos para que corran juntos tras de Cristo.

Y cuando unamos brazos unos con otros y nos entreguemos para la misión de Dios en las Escrituras, las mismas puertas del infierno no podrán prevalecer contra nosotros. Las puertas del infierno no pueden prevalecer contra nosotros. Por tanto, comprométase con una iglesia local y comprométase con un grupo pequeño. Comprometa su vida a una comunidad multiplicadora, a una comunidad que esté multiplicando el evangelio.

Una oración continua…

Todo esto nos lleva a la oración, a una oración continua basada en Gálatas 6:14.

Y este es el asunto. Lo que quería hacer es poner esta imagen delante de ustedes. Cinco componentes. Pasar el 2010 orando toda la iglesia por todo el mundo, leyendo toda la Biblia, sacrificando nuestro dinero para un propósito específico, usando nuestro tiempo en otro contexto, y luego comprometiendo nuestras vidas a una comunidad multiplicadora. Solo piense conmigo por un segundo cómo se vería este próximo año si estuviéramos haciendo estas cosas.

Y estuviéramos entregándonos a Dios y a la oración y a Su Palabra y al mundo y a las personas justo alrededor nuestro, todos juntos, muy intencionalmente. Obviamente, no hay un lugar en las Escrituras donde yo pueda decir: “Usted debiera hacer el Experimento Radical”. Y por eso, de ningún modo, quiero poner ese tipo de carga. Esto no es algo que si usted no lo hace, o si no quiere participar en ello, sería menos cristiano o se volvería desobediente a Dios. Espero que estos retos estén basados en las Escrituras, y estos son un intento de los pastores y ancianos de esta iglesia para ayudarnos a guiarnos mediante la aplicación de la Palabra en nuestro día.

Pero quiero invitarle, durante la próxima semana, a orar, en su vida y familia, para entregarse a estos cinco componentes. Y la próxima semana en nuestro encuentro de adoración, vamos a tener un tiempo donde adoraremos juntos diciendo: “bien vamos a unir brazos en este proyecto juntos”.

Tendremos una oportunidad para responder. Pero no quería que lo hiciéramos hoy. Realmente quiero que tengamos algún tiempo para orar en detalle, porque esto es algo bastante grande. Y, en el proceso, nuestra oración continua será:

Dios, ayúdanos a morir a los caminos del mundo para poder vivir para tu gloria en todo el mundo. Dios, libéranos del Sueño Americano, y ayúdanos a vivir para otro sueño. El sueño del evangelio, donde caemos sobre nuestros rostros a favor de tu gloria en el mundo. Donde estamos sumergiéndonos en Tu Palabra y conociéndote profundamente. Donde estamos sacrificando nuestro dinero y nuestro tiempo para dar a conocer tu evangelio aquí y en otros lugares, y haciéndolo todo en el contexto de la iglesia que Tú has prometido bendecir para Tus propósitos.

David Platt

David Platt sirve como pastor en el área metropolitana de Washington, D.C. Es el fundador de Radical.

David recibió su doctorado del Seminario Teológico Bautista de New Orleans y es el autor de Don’t Hold Back [No te quedes donde estás], Radical, Sígueme, Contracultura, Algo tiene que cambiar, Before You Vote [Antes de votar], así como los varios volúmenes de la serie Christ-Centered Exposition Commentary [Comentario Expositivo centrado en Cristo]. 

Vive junto con su esposa e hijos en el área metropolitana de Washington, D.C.

LESS THAN 1% OF ALL MONEY GIVEN TO MISSIONS GOES TO UNREACHED PEOPLE AND PLACES.

That means that the people with the most urgent spiritual and physical needs on the planet are receiving the least amount of support. Together we can change that!