Una iglesia con un Evangelio Global - Radical

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Una iglesia con un Evangelio Global

Al considerar el mensaje del Evangelio, queda claro que hay un llamado para el discipulado global. ¿Cómo pueden las iglesias locales ser parte de esta misión? En este mensaje sobre Hechos 11, David Platt examina diez características de la iglesia en Antioquía y cómo esto se aplica a las iglesias hoy en día. Nos desafía a ser parte del discipulado global de dos maneras.

  1. Hacer discípulos a través de grupos pequeños.
  2. Hacer discípulos a través de iglesias multiplicadoras enviando equipos.

Si usted tiene un ejemplar de la Palabra de Dios, y espero que la tenga, le invito a que la abra conmigo en Hechos 11. En el último sermón tuvimos la oportunidad de pensar acerca de una vida con el Evangelio Mundial y como cada una de nuestras vidas puede llegar a impactar naciones para la gloria de Dios y por la gracia de Cristo. Y hablamos del Experimento Radical; el reto para nuestra familia de fe atravesando este año con 5 componentes diferentes en él.

Quiero repasar, para ponernos rápidamente al día. Quiero enfatizar una vez más que mi deseo es mantenerme lo más alejado posible del moralismo que reduce al cristianismo a una lista de actividades a realizar, a tachar. Quiero permanecer lo más alejado posible del legalismo- que piensa que nuestra posición delante de Dios está basada en lo que hacemos.

Nuestra posición delante de Dios está basada en la justicia consumada de Cristo y nuestra justicia se encuentra en Él, no en lo que nosotros aportemos. Esta es la manifestación de Su justicia, por Su gracia que obra en nosotros.

En el sermón pasado, hablamos sobre cinco componentes diferentes a los que deseamos entregarnos como iglesia y como individuos y familias en esta iglesia y en este año.  Quiero orar por el mundo entero. Hablamos de cómo, desde nuestras rodillas, podemos impactar y enrolarnos en la obra de Dios en cada nación del planeta. Así que, ¿por qué no lo haríamos? Por eso, en el próximo año, queremos orar por el mundo entero.  Haremos un enfoque a la oración intencional.

En segundo lugar, quisiera leer la Palabra completa durante el próximo año, comenzando en Enero y llegar hasta Apocalipsis. Solo ir de la primera página a la última viendo la historia de la Escritura como individuos, familias, grupos pequeños y como una familia de la fe. Recorrer la Palabra de manera tal que podamos conocer a Dios profundamente y ser conformados a la imagen de Cristo a través de ella.

Tercero: quiero sacrificar mi dinero para propósitos específicos. Es lo que estaremos haciendo como Iglesia en general en este próximo  año. Presentaremos a la familia de la fe un presupuesto que ya preparamos, con el que tratamos de sacrificar y gastar menos en nosotros de forma tal que podamos liberar recursos para las necesidades espirituales y físicas urgentes en el mundo.

Eso es lo que estamos haciendo como iglesia. Esto haremos en nuestras vidas individuales y en nuestras familias durante un año en nuestro cristianismo, en esta cultura. Pondremos un límite a gastar en nosotros mismos, gastaremos lo menos posible en nosotros y liberaremos tanto como podamos en nuestras propias vidas y familias por causa de necesidades espirituales y físicas urgentes en el mundo.

Cuarto: quiero emplear mi tiempo en otro contexto. Hablamos de cómo pasamos el 98% de nuestras vidas en esta ciudad haciendo discípulos de todas las naciones desde este contexto. Pero, ¿cómo sería si cada uno de nosotros dedicara un fin de semana, una semana, aproximadamente el 2% de nuestro tiempo, el próximo año en otro contexto? Si no somos capaces de viajar bien, quizás dediquemos nuestro tiempo a algún lugar de Alabama, quizás a algún lugar de los Estados Unidos, o quizás a algún lugar del mundo.

Hay una necesidad espiritual y física urgente alrededor del mundo en otros contextos que demanda que entreguemos nuestras vidas para expandir el Evangelio en esos lugares. Yo quiero emplear mi tiempo en otros contextos.

Y finalmente, quiero comprometer mi vida a una comunidad que se multiplique. Queremos hacer esto no como llaneros solitarios sino como miembros que están comprometidos a una iglesia local, y aún más, a un grupo pequeño de creyentes que comparten sus vidas entre sí.

De esto hablamos en el sermón pasado, y espero que hayamos estado orando por estas cuestiones durante esta semana. Estos son los modos en las que, intencionalmente, queremos rendirnos a Cristo en este año. Ahora, la pregunta que quiero que nos hagamos es: ¿qué pasa cuando una iglesia está obrando así, cuando una comunidad de fe compuesta por hermanos y hermanas se toman fuertemente de las manos para conquistar la comunidad en que viven, a su ciudad y a las naciones para la gloria de Cristo?

Estoy convencido de que cuando hermanos y hermanas se toman de las manos alrededor de esta idea, las puertas del infierno no pueden prevalecer contra ellos. Así que quiero que hablemos de una iglesia para el evangelio global, y de cómo todo esto se aplica a nosotros como comunidad de fe.

En el sermón anterior mencioné que vamos a pasar un tiempo pensando y hablando acerca de hacia dónde nos dirigimos en los días que están por venir. Eso es lo que quiero que hagamos basados en Hechos 11, los capítulos que le siguen y el ejemplo de la iglesia en Antioquía.

Pero antes de que lleguemos ahí quiero detenerme y hablarles de la iglesia en Cuba. Pasé algún tiempo en Cuba unos meses atrás y Cuba me trastornó totalmente. Les explico cómo; entre una gran variedad de cosas, aquí está la razón principal.

Estuvimos en Cuba -una nación comunista- y estábamos en una pequeña y pobre casa-iglesia. Esta pequeña y pobre iglesia cubana había plantado otras 60 iglesias; así que fuimos a visitar una de estas otras iglesias que habían plantado,  y esta iglesia que visitamos habían plantado otras 25 iglesias.

La imagen que se obtiene es la del evangelio expandiéndose por toda la isla a través de iglesias plantando iglesias. Ellos nos miraban una y otra vez -era como su mantra; lo decían una y otra vez: “Una iglesia no es saludable si no se está reproduciendo”. Y yo asentía mi cabeza, pero por dentro tenía este sentimiento de hundimiento pues me di cuenta de que la iglesia que yo tenía el privilegio de pastorear no se estaba reproduciendo, no se reproduce en iglesias. Incluso en la historia de nuestra iglesia ha habido intentos de plantar iglesias, pero no como la imagen que pudimos ver en estas empobrecidas iglesias en Cuba.

Y la forma en la que ellos lo describían, era tan esclarecedora. Decían (estas son sus palabras) “Vivimos en un contexto comunista que significa que hay un techo sobre nuestras cabezas y la tarea en cada área de vida es mantenerse bajo ese techo, mientras te mantengas bajo ese techo nadie te nota y estarás bien,  si asomas la cabeza sobre el techo las cosas ya no estarán bien así que la mantienes abajo”. Así que decían: “Así es como hemos hecho en la iglesia”.

Ustedes no verán grandes imperios, grandes edificios ni grandes programas asociados con la iglesia que atraiga la atención hacia ellos. De hecho, si miran desde afuera, en Cuba, probablemente ni siquiera vean a la iglesia. No verán la iglesia hasta que lleguen a conocer a la gente. Y cuando llegan a conocer a la gente se darán cuenta de que ellos están extendiendo el evangelio como se extiende un fuego arrasador. Es el mismo caso que he visto en el contexto del este de Asia, donde los creyentes están haciendo exactamente lo mismo.

Así que tomo mi avión y regreso, y aquí estamos hablando como si fuéramos ancianos, mirando al mundo; y comienzo a pensar, “Está bien. En el contexto cultural de nuestra iglesia hay muchas maneras en las que las iglesias trabajan en la multiplicación: multiplicación en las universidades, multiplicación vía DVD- poniendo al pastor en un DVD en tantos lugares como podamos, multiplicación vía satélite”. Hay un sinnúmero de formas diferentes: sitios web, universidades, satélites, DVD.

Aquí quiero ser cuidadoso porque tengo amigos pastores que están liderando sus iglesias usando algunos de estos medios, y no estoy diciendo que estos sean malos en sí mismos. Tampoco estoy diciendo que estos no tienen lugar cuando de nuestra iglesia se trata, pero no puedo evitar hacer esta pregunta:”¿Qué pasaría si no tuviéramos DVDs, ni altos presupuestos para invertir cientos de miles de dólares en satélites? ¿Seríamos aún capaces de esparcir el Evangelio?” Y llegué a la conclusión de que la Palabra de Dios, el Espíritu de Dios y los hijos de Dios son suficientes para cumplir la misión de Dios, particularmente en lugares alrededor del mundo donde hay pocos recursos e incluso así el Evangelio se propaga más rápidamente. Así que quizás haya una relación entre hacer discípulos y plantar iglesias. Quizás la manera de multiplicar iglesias sea multiplicar hombres y mujeres que estén preparados para liderar a la iglesia y plantar otras en muchos contextos diferentes. Ese es el ejemplo de Cuba, del este de Asia- es el ejemplo que quiero que veamos en la iglesia en Antioquía y luego quiero que pensemos en nuestra iglesia.

La Iglesia En Antioquia…

Hechos 11 nos da la primera revelación sobre la iglesia de Antioquía, y quiero que veamos rápidamente diez características de la iglesia en Antioquía. Esto no quiere decir que todo lo que esta iglesia hizo lo tengamos que hacer también nosotros. No es necesariamente obligatorio aquí, pero hay un precedente en la iglesia de Antioquía. También quisiera que veamos una descripción, básicamente, de esta iglesia y luego pensemos en cómo esto se relaciona con nosotros como iglesia.

Así que empezaremos en Hechos 11:19.

Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución que sobrevino cuando la muerte de Esteban, llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando la palabra a nadie, sino sólo a los judíos. Pero había algunos de ellos, hombres de Chipre y de Cirene, los cuales al llegar a Antioquía, hablaban también a los griegos, predicando al Señor Jesús.

Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número que creyó se convirtió al Señor.

Y la noticia de esto llegó a oídos de la iglesia de Jerusalén y enviaron a Bernabé a Antioquía, el cual, cuando vino y vio la gracia de Dios, se regocijó y animaba a todos para que con corazón firme permanecieran fieles al Señor; porque era un hombre bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor.

Y Bernabé salió rumbo a Tarso para buscar a Saulo; y cuando lo encontró, lo trajo a Antioquía. Y se reunieron con la iglesia por todo un año, y enseñaban a las multitudes; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.

Por aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía.

Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que ciertamente habría una gran hambre en toda la tierra. Y esto ocurrió durante el reinado de Claudio.  Los discípulos, conforme a lo que cada uno tenía, determinaron enviar una contribución para el socorro de los hermanos que habitaban en Judea. Y así lo hicieron, mandándola a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo. (Hechos 11:19-30)

Ellos nacieron en el contexto de la misión.

Característica número 1 en que quiero que nos enfoquemos sobre la iglesia en Antioquía: primero, ellos nacieron en el contexto de la misión. El versículo 19 nos dice que esta iglesia fue iniciada por aquellos que fueron esparcidos a causa de la persecución en conexión con Esteban.

Así que quiero que regresemos unas cuantas páginas atrás a Hechos 8 y veamos cómo fue que todo comenzó. Hechos 8, aquí está el punto, cuando llegamos al final de Hechos 7 el evangelio está básicamente atascado en Jerusalén hasta este momento. Entonces Esteban es apedreado y cuando esto ocurre al final del capítulo 7, fíjense lo que pasa en Hechos 8:1: “Y Saulo estaba de completo acuerdo con ellos en su muerte. En aquel día se desató una gran persecución en contra de la iglesia en Jerusalén, y todos fueron esparcidos por las regiones de Judea y Samaria, excepto los apóstoles. Y algunos hombres piadosos sepultaron a Esteban, y lloraron a gran voz por él. Pero Saulo hacía estragos en la iglesia entrando de casa en casa, y arrastrando a hombres y mujeres, los echaba en la cárcel. Así que los que habían sido esparcidos iban predicando la palabra” (Hechos 8:1-4).

Me encanta esto. El intento de Satanás de frenar a la iglesia a través del apedreamiento de Esteban solo sirvió para hacerla avanzar hasta los confines de la tierra. ¡Ja! Dios es soberano, y Él incluso usa el sufrimiento de su pueblo para que el evangelio se esparza. Esto es lo que impulsa a la iglesia hacia Judea y Samaria, lo cual Jesús había dicho en Hechos 1:8 acerca de a dónde ellos debían ir, desde Jerusalén hasta Judea y Samaria por el poder del Espíritu Santo que moraría en ellos.

De esta forma vemos cómo la Gran Comisión básicamente se desarrolla en el libro de los Hechos como resultado de la persecución, y por el apedreamiento de Esteban. En Hechos 11, dice además, que de esas personas que fueron dispersadas y fueron a Antioquía algunos solo le predicaban a los judíos pero otro grupo de ellos le predicaba a los griegos; y muchos griegos, gentiles de Antioquía, comenzaron a venir a Cristo.  Bernabé viene y más personas vienen a Cristo. Saulo viene y se establece la iglesia. Noten esto, la iglesia en Antioquía fue establecida porque algunos hombres dejaron su zona de seguridad y fueron a personas y lugares a los que nunca antes habían ido a proclamar el evangelio. Esta iglesia nació en el contexto de la misión. Realmente nacida en el contexto de persecución.

Ellos estaban radicalmente identificados con la persona de Cristo

La segunda característica: ellos estaban radicalmente identificados con la persona de Cristo. ¿Notaron lo que dice al final del versículo 26? “y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía” (Hechos 11:26). ¡Me encanta esto!

Por un tiempo la gente vio el cristianismo como una secta o un segmento del judaísmo, y a eso respondían. Pero aquí, ¿qué es lo que pasa? Los no-creyentes al mirar las vidas de este grupo de personas que habían creído en Cristo en Antioquía notaban algo distinto y decían: “Esto no es judaísmo”.

Estos son literalmente “seguidores de Cristo”, cristianos, de la familia de Cristo; y esto, humanamente hablando, no era nada bueno para estos cristianos ya que en aquellos tiempos el judaísmo era una religión protegida por el Imperio Romano. Ser llamado cristiano, implica un cristianismo no protegido; esto prepararía el camino para más persecución. Estar asociado a Cristo sería lo opuesto a estar asociado al judaísmo.

Pero la imagen es esta nueva iglesia, estos nuevos creyentes, estos hermanos y hermanas dispuestos a identificarse radicalmente con la persona de Jesucristo. Aun cuando esto les costara, ellos estaban identificados con Él.

Dios, permite que se diga de Tu pueblo en esta iglesia que hay algo distinto en ella. Que los no creyentes al vernos digan: “Esas son personas cuyas vidas están radicalmente identificadas con Cristo. Ellos no se parecen al resto de la cultura que les rodea. Ellos están apartados, hay algo diferente en ellos”. Radicalmente identificados con la persona de Cristo.

Ellos se ocuparon con sacrificio de las iglesias locales alrededor del mundo

La  tercera característica: Ellos se ocuparon con sacrificio de las iglesias locales alrededor del mundo. Los versículos del 27 al 30 hablan de algunos profetas que vinieron a Antioquía.  Agabo, uno de ellos, se levanta y predice, profetiza acerca de una gran hambruna que se esparciría por todo el mundo romano. Al leer el resto del Nuevo Testamento nos damos cuenta de que esta sería una noticia común en los días que estaban por venir; y esta hambruna tendría un efecto particular sobre los creyentes, sobre la iglesia en Jerusalén, en Judea.

Y entonces, en las cartas del Nuevo Testamento vemos a una iglesia recogiendo ofrendas para los creyentes en Jerusalén y en Judea; y aquí en el comienzo de esta iglesia de Antioquía vemos a estos hermanos y hermanas uniéndose y creando un fondo con sus recursos por amor a otras iglesias locales alrededor del mundo. Es lo mismo que, por la gracia de Dios, Él ha estado haciendo en este cuerpo durante este último par de meses. Poder decir a nuestros hermanos y hermanas en la India: “Ustedes no morirán de hambre solos. Estamos con ustedes. Les enviaremos nuestros recursos. Colaboraremos y serviremos junto a ustedes de modo que sus niños puedan vivir”.

Recibí este e-mail la semana pasada, de un misionero en África occidental, y quiero que ustedes escuchen lo que él dijo.  Escribió:

Querido Pastor, quiero que sepa cuán alentado me sentí cuando escuché que la iglesia que usted está liderando se está involucrando en las vidas de niños en la India y de aquellos bajo cuidados adoptivos. Es admirable oír cómo una iglesia entera está ahorrando, unida, para suplir las necesidades de los más vulnerables. Las necesidades en este tipo de lugares son reales. El otro día salía de la casa de un amigo simplemente para ver, mientras bajaba la calle, lo que parecía una pequeña y extraña procesión con un hombre, que en medio de la multitud, cargaba algo similar a un manojo de varas envuelto en un trapo. Me tomó un segundo darme cuenta de que lo que llevaba era el cuerpo de un pequeño niño al cementerio. Mi corazón se oprimió y me detuve en seco mientras la multitud pasaba. Dije una oración pues no sabía que más hacer y comencé a caminar de regreso a mi casa. Mientras doblaba la esquina, ni 30 segundos después, otra multitud venía en mi misma dirección. Otro hombre cargando otro pequeño bulto. Ambos niñitos murieron por falta de  alimento y medicina barata.

Escribió:

Alguien pudiera pensar que nosotros aquí en África podríamos estar celosos por el apoyo que su iglesia está dando a los niños de la India. ¡Pues no! Haciendo esto ustedes están dando el mayor aliento a otros alrededor del mundo que están involucrados en obras similares. La pasión y el deseo de aquellos en su familia de fe de alcanzar a los débiles y moribundos en la India incitarán a otros de nosotros a hacer lo mismo en otros lugares pobres y turbulentos. Así que oro para que la ayuda espiritual y física que su iglesia ofrece en la India sea un testimonio de la intensidad de la gracia y el amor de Cristo. Oro para que las vidas de estos niños se salven, y así será. Oro para que sus miembros sean cada vez más dotados para obrar emocional, financiera y espiritualmente en las vidas de aquellos que están gimiendo y clamando por un Salvador. Oro para que el impacto de la obediencia de su iglesia sea tangible, intenso y de gran alcance.

Este es el panorama de la iglesia del Nuevo Testamento desde sus inicios, y debe ser el panorama de la iglesia hoy.

Dirijamos la atención hacia Hechos 13. Quiero que vayamos a la próxima vez que Antioquía es mencionada. Hechos 13:1-4.

Ellos tenían un liderazgo diversificado

Ahora quiero que entendamos lo que está sucediendo aquí. La cuarta característica de la iglesia en Antioquía es: ellos tenían un liderazgo diversificado. Lucas, el autor de Hechos, nos habla de 4 profetas y maestros. Ahí tenemos a Bernabé -un levita de Chipre. Chipre es una isla cercana a Antioquía; ese es Bernabé. Tenemos a Simón llamado Niger -literalmente, Simón llamado el negro, de piel oscura, probablemente de África. También tenemos a Lucio de Cirene y a Manaén. Cuando dice que este último se había criado con Herodes el tetrarca puede que signifique que eran buenos amigos o quizás un hermano adoptivo de este. Herodes, quien había decapitado a Juan el Bautista. Herodes, quien tuvo parte en lo que conllevó a la crucifixión de Cristo.

Y luego tenemos a Saulo, perseguidor de la iglesia. ¡Extraordinario! Este es un buen grupo de personas, ¿cierto? Piensen en esto por un momento. Saulo liderando la iglesia de Antioquía ¿Unos pocos capítulos antes, qué era lo que Saulo estaba haciendo? En Hechos 8 él iba de casa en casa tomando prisioneros, arrastrando a hombres y mujeres y poniéndolos en la cárcel. Ahora aquí esta Saulo -¡gloria a Dios por su gracia soberana! Este pasa de ser uno de los enemigos más grandes de Evangelio a uno de los defensores más grandes del mismo.

Así que, por la soberanía de Dios, Saulo tomaría partido en guiar la persecución que provocó la dispersión. Ellos fueron a parar a la iglesia en Antioquía, dando inicio a la iglesia en Antioquía. Y un día, este Saulo termina liderando esta iglesia. ¡Ja! Dios tiene este asunto bajo control. Así. A nadie se le ocurriría algo así. Eso está bueno: ¡Saulo!

Así que aquí está este grupo de hombres – un grupo heterogéneo de hombres. Un manto de gracia que ha sido entretejido con diferentes historias, diferentes culturas, diferentes luchas,  y han quedado unidas.

Yo oro, oro para que en los días que están por venir, tanto aquí, en este lugar, como también en… Mientras tengamos la intención de multiplicar iglesias alrededor del mundo, oro para que Dios teja, en cuanto al liderazgo de esta iglesia, un manto de gracia. Que diferentes historias de gracia provenientes de diferentes antecedentes sean unidas para mostrar un cuadro hermoso sobre el Evangelio. Eso es lo que estamos viendo aquí en Hechos 13. Ellos tenían un liderazgo diversificado.

Bendijeron al Señor a través de la adoración colectiva

La quinta característica: bendijeron a Dios a través de la adoración colectiva. Quiero enfatizar en esto porque es algo que no puede ser sobre-enfatizado. Estamos a punto de leer en Hechos 13 hasta el final del libro -Hechos 28-, sobre la expansión del evangelio por el mundo romano y quiero que veamos que esto comenzó cuando una iglesia estaba adorando al Señor, ayunando y orando.

Cuando dice que ellos estaban “adorando”, la palabra significa literalmente “bendiciendo” al Señor o “ministrando” al Señor. Piensen en esto. Cuando hablamos de hacer ministerio, nuestra preocupación principal no es ministrar a los perdidos, ministrar a los pobres, ministrar a la iglesia. Nuestra principal preocupación es ministrar a Dios. Él es la principal audiencia en el ministerio.

Y al adorar y bendecir a Dios –no pase por alto la relación que esto tiene- la adoración aviva a la misión. Las personas cautivadas por la gloria de Dios darán sus vidas para extender el evangelio. Eso es lo que estamos viendo en Hechos 13. Y fundamentalmente, nuestro propósito debe ser bendecir al Señor, adorar al Señor, ministrar al Señor- ¡Oh, qué privilegio!- Ministrar y adorar a Dios; que el Señor bendiga la adoración colectiva.

Ellos eran completamente dependientes de la dirección y el poder del Espíritu Santo

Esto nos guía a la próxima característica: Ellos eran completamente dependientes de la dirección y el poder del Espíritu Santo de Dios. Completamente dependientes del Espíritu Santo.  ¿Quién está guiando todos estos sucesos en Hechos 13? “Mientras ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado” (Hechos 13:2). Versículo 4: “Ellos, pues, enviados por el Espíritu Santo…” (Hechos 13:4).

Déjenme mostrarles algo. Vayan a la derecha unos cuántos capítulos hasta el 16:6. Quiero mostrarles cómo el Espíritu de Dios estaba guiando la misión de Dios. Cómo el Espíritu de Dios estaba determinando cómo ocurrirían todas estas cosas. Síganme en Hechos 16:6.

“Pasaron por la región de Frigia y Galacia, habiendo sido impedidos por”, ¿quién?, “el Espíritu Santo de hablar la palabra en Asia, y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu de Jesús” –aquí está de nuevo- “no se lo permitió. Y pasando por Misia, descendieron a Troas. Por la noche se le mostró a Pablo una visión: un hombre de Macedonia estaba de pie, suplicándole y diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos. Cuando tuvo la visión, enseguida procuramos ir a Macedonia, persuadidos de que Dios nos había llamado para anunciarles el evangelio” (Hechos 16:6-10).

¿No les parece esto como una máquina de pinball? Me refiero a que Pablo comienza yendo a un lugar -el Espíritu dice: “No, no vayas ahí”. Y entonces va a otro lugar -el Espíritu de Jesús le dice: “No vayas ahí”. Luego se acuesta una noche preguntándose a dónde iría. Tiene una visión que le dice: “¿Por qué no vienes a Macedonia?”. Entonces se levanta y dice: “Voy a ir allá”. El Espíritu está dirigiendo los detalles de todo este asunto.

Esto no depende de la ingeniosidad o creatividad de Pablo. Depende de la intimidad de Pablo con el Espíritu Santo de Dios. Vamos a algunos capítulos más adelante a Hechos 18:9. Pablo está en Corinto. Corinto no era una ciudad fácil para estar allí, y en ella no había mucho fruto inmediato. Él estaba batallando en Corinto, preguntándose: “¿Necesito quedarme aquí? ¿Es este el mejor lugar donde puedo estar?”. Miren lo que ocurre- Hechos 18:9: “Y por medio de una visión durante la noche, el Señor dijo a Pablo: No temas, sigue hablando y no calles; porque yo estoy contigo, y nadie te atacará para hacerte daño, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad. Y se quedó allí un año y seis meses, enseñando la palabra de Dios entre ellos” (Hechos 18:9-11).

Pablo está pensando: “¿Necesito irme?”. Y Jesús viene a él diciendo: “No, te quedas”- tengo esta imagen de la soberanía de Dios aquí- “Yo tengo gente aquí que vendrán a Cristo”

Muchas veces frente a nosotros vemos una pobre idea de lo que Dios está haciendo detrás del telón. Y aun cuando parece que realmente había mejores lugares a los que Pablo podía ir, él se queda justo allí porque así se lo ordenó Cristo.

Veamos Hechos 20:2. En este pasaje Pablo es guiado a Jerusalén, la probabilidad era que al llegar a Jerusalén fuera arrestado, hecho prisionero, incluso asesinado. ¿Por qué irás a Jerusalén, Pablo? Veamos lo que dice: “Y ahora, he aquí que yo, atado en espíritu, voy a Jerusalén sin saber lo que allá me sucederá, salvo que el Espíritu Santo solemnemente me da testimonio en cada ciudad, diciendo que me esperan cadenas y aflicciones”. Hechos 20:22-23.

¡Ja! Al igual que Pablo, ¿no saben ustedes que el lugar más seguro donde estar es el centro de la voluntad de Dios? ¡No! El lugar más peligroso donde estar pudiera ser justo en el centro de la voluntad de Dios.

El Espíritu Santo lo está guiando hacia un lugar donde enfrentaría la prisión y las adversidades. Señor, quita de nosotros la idea de que lo más cómodo y fácil de lograr tiene que ser Tu voluntad. ¡Absolutamente no! ¿Entonces por qué fue? El Espíritu le está diciendo que vaya, y miren lo que dice este versículo -si no está subrayado en sus biblias pues háganlo- “Pero en ninguna manera estimo mi vida como valiosa para mí mismo, a fin de poder terminar mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio solemnemente del evangelio de la gracia de Dios” Hechos 20:24.

Dios, levanta Hechos 20:24 en los corazones de los hombres y mujeres en esta familia de la fe, que podamos decir que nuestras vidas no valen nada con tal de que podamos acabar esta carrera y completar la tarea que Cristo nos ha dado.

Quiero que vean cómo el Espíritu de Dios está dirigiendo; cómo el Espíritu de Dios es bueno guiando a su pueblo. Dejen que esto los conforte. Dejen que esto los anime mientras piensan cómo sus vidas pueden formar parte del plan global de Dios ¿Dónde encaja mi vida en este panorama? Acérquense íntimamente al Espíritu Santo de Dios y Él les guiará y dirigirá a la gente, a los lugares y posiciones donde puedan hacer discípulos más efectivamente en todas las naciones, para la gloria de Su nombre. Él no nos extraviará. Mientras permanezcamos en Él podemos estar seguros de que Él nos guiará, incluso específicamente.

Ellos eran completamente dependientes de la dirección y el poder del Espíritu. Si tuviéramos tiempo iríamos a través de Hechos 2, 4, 6, 8, 9, 16.  Les podría mostrar que cada paso importante del evangelio en este libro viene como resultado directo de un pueblo que ora y del Espíritu Santo dando poder. El Evangelio en el libro de los Hechos viene a través de gente que ora y el Espíritu de Dios otorgando poder.

Y aquí es donde verdaderamente quiero recordarnos, como pueblo, que si nuestro futuro como iglesia y nuestros planes y sueños como iglesia dependen de nuestra ingeniosidad o de la creatividad de otros o de lo que pueda surgir como resultado de nuestras ideas colectivas, entonces estamos perdidos desde el principio.

Pero si somos un pueblo -cuando somos un pueblo- (esto es parte del propósito de orar por todo el mundo en el próximo año), entonces cada uno de nosotros tendremos tiempos de oración y ayuno intencionales durante el contexto del próximo año, ya que queremos ser totalmente dependientes del Espíritu de Dios para guiar y dar poder a la misión de Dios. Así era la iglesia en Antioquía.

Cultivaron una atmósfera para enviar personas.

La próxima característica: cultivaron una atmósfera para enviar personas. El Espíritu dijo: “Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado” (Hechos 13:2). Así que les impusieron las manos, oraron, ayunaron y los enviaron. Esta es la imagen que usamos de referencia cada vez que enviamos a alguien de la familia de la fe a otro lugar del mundo.

Hemos hablado de cómo en los últimos 6 meses hemos doblado el número de nuestros miembros que están viviendo en otros contextos alrededor del mundo proclamando el evangelio. Cada vez que envíanos a uno de ellos, en nuestra familia, los ponemos unos delante de los otros, los rodeamos y oramos por ellos. Esa es la imagen aquí, y aquí es donde nos recordamos –ya hemos hablado antes de esto, pero solo para refrescar- que el éxito en la iglesia no lo determina el número de personas que vienen al templo.

El éxito en la iglesia está determinado por la cantidad de personas que abandonan el edificio para ir y llenar al mundo que los rodea con el evangelio que les ha sido confiado. Y ellos cultivaron una atmósfera para enviar personas. Yo quiero ir incluso un poco más allá –ellos no tenían miedo de enviar a los mejores.

¿Pablo? ¡Quiero decir, si ustedes tuvieran a Pablo en el liderazgo de la iglesia, harían lo que fuera para mantener a ese hermano aquí! ¿Bernabé? ¡Él es el que vino y guió a todas estas personas a Cristo! ¡No podemos dejar ir a Bernabé! El Espíritu dijo: “Pablo y Bernabé” y la iglesia lo celebró. Así que oremos para que el Señor cree en nosotros un ambiente que diga: “Espíritu de Dios, haz lo que quieras hacer, y guía a cualquiera de nosotros a donde tu desees.” Queremos cultivar una atmósfera de enviar personas afuera.

Ellos hicieron avanzar el Reino a través de la multiplicación

Y el resultado de lo anterior es la próxima característica: Ellos hicieron avanzar el Reino a través de la multiplicación. ¿Qué pasa como resultado, incluso en nuestros días, de que Pablo y Bernabé sean enviados?

Podríamos recorrer versículo a versículo y simplemente mostrar toda la historia del resto de los Hechos, pero quisiera enseñarles algo -déjenme ilustrárselo en la pantalla con algunos mapas que nos darán una imagen de lo que pasó como resultado de Hechos 13, justo aquí.

Pablo y Bernabé partieron de Antioquía y descendieron a Chipre, una isla -de ahí era Bernabé. Luego se dirigieron al norte a lugares como Antioquía de Pisidia, y otras ciudades. Y básicamente, lo que hacen es entrar a la ciudad, buscar una sinagoga, predicar en la sinagoga, y algunas veces son echados de estas, predican a la comunidad, son apedreados y se mueven al próximo destino. Esta es su rutina. Ellos simplemente están predicando el evangelio, plantando iglesias, enfrentando persecución y haciendo esto una y otra y otra y otra vez.

Así es la historia. Después que partieron -a esto se refiere cuando se mencionan los primeros viajes misioneros.  Ellos salen y regresan a Antioquía – ella es para ellos como la base de home en el beisbol.

Esto crea el escenario para el segundo viaje misionero. Pablo y sus nuevos compañeros van esta vez hacia el norte, hacia aquellos lugares donde ya se han plantado iglesias.  Pero es entonces, en Hechos 16, que vemos el llamado a Macedonia: “Vengan al norte y ayúdennos. Necesitamos el evangelio aquí”. Así que Pablo viaja al norte a lugares como Tesalónica, Atenas, Corinto.

Baja a Éfeso y luego a Jerusalén; es allí donde él y sus acompañantes regresan a Antioquía. Nuevamente esta es el home. Acampan en Antioquía por un tiempo. Ese es el segundo viaje misionero. Han plantado iglesias por todos esos lugares. Entonces son guiados al tercer viaje misionero.

Lo que Pablo hizo fue que salió de Antioquía y nuevamente fue a todos esos lugares. En todas estas ciudades en donde se detuvieron se habían formado iglesias. Se habían hecho discípulos. Se dirige a Jerusalén, y esta vez ya no regresa a Antioquía, pues  quiere llevar el evangelio a España y así ir a Roma. Lo que realmente pasa cuando termina en Jerusalén es exactamente de lo que hemos oído en Hechos 20: es arrestado y hecho prisionero allí, en Jerusalén.

Y termina yendo a Roma pero no de la manera que planeó. Termina yendo a Roma encadenado. Quiero que se den cuenta que habían iglesias plantadas por toda Roma como resultado de la obra del Espíritu de Dios en la iglesia, ¿de dónde?, de Antioquía. La iglesia de Antioquía estaba haciendo avanzar el Reino mediante la multiplicación en lugares a donde algunos miembros de esta nunca habían ido.

Plantando iglesias por todo el mundo romano. Dios, oro para que de esta iglesia se diga que tiene iglesias multiplicándose y plantándose en todo el país y en medio de las naciones, lugares que quizás nunca ni veamos, pero que estemos haciendo avanzar el Reino mediante la multiplicación. Esa es la imagen; y noten esto -aquí es donde se pone mejor. Hasta ahora ha sido bueno pero se pone mucho mejor…

Ellos crecieron en Cristo en Antioquía a causa de su ministerio alrededor del mundo

Novena característica: crecieron en Cristo en Antioquía a causa de su ministerio alrededor del mundo. Déjenme mostrarles esto. Busquen en Hechos 14 -es la próxima vez que vemos un énfasis sobre Antioquía. Hechos 14:26, miren lo que se dice allí. Eso es después del primer viaje misionero. Vean lo que pasa en el versículo 26: “y de allí se embarcaron para Antioquía”, es aquí, luego del primer viaje misionero, vean qué ocurre, “donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían cumplido. Cuando llegaron y reunieron a la iglesia, informaron de todas las cosas que Dios había hecho con ellos, y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe. Y se quedaron mucho tiempo con los discípulos” (Hechos 14:26-28).

¿Pueden imaginarse eso? Pablo y Bernabé regresan, y la iglesia se reúne y se sienta, y les escucha hablar de cómo el evangelio ha llegado a los gentiles en toda la región ¿Le anima esto como a la iglesia en Antioquía? ¡Absolutamente! De la misma forma que nos ha sucedido con los hermanos y hermanas que hemos enviado. Como la hermana que está sirviendo en Asia central, a la cual comisionamos unos meses atrás y que regresó inesperadamente por unas semanas porque había algunas dificultades en esa región. Ahora ella está de vuelta en Asia. Nosotros tenemos que orar por ella pues es una joven soltera que se encuentra en una zona muy hostil. Ella sirve allí.

Esta es la imagen. Nosotros somos alentados por ellos, y a su vez tenemos el privilegio, la oportunidad de alentarlos a ellos; así crecemos en Cristo a causa de nuestro ministerio alrededor del mundo y viceversa. Esta imagen -algunos pudieran pensar e incluso decir: “No queremos ocuparnos demasiado haciendo cosas en estos otros lugares. Porque dejaremos de ministrarnos unos a los otros aquí”. Pero aquí está la belleza del asunto: creceremos más en Cristo aquí cuando estemos más dispuestos a llevar el evangelio hasta los confines de la tierra. Esta es la gran imagen aquí.

Estoy convencido de que en realidad debemos tener mucho cuidado de lo opuesto: si no estamos llevando el evangelio hacia los confines de la tierra, nos estancaremos en nuestro crecimiento en Cristo. Nos perderemos a un Dios global que está dando a conocer su gloria global en el mundo. Queremos conocer a este Dios profundamente. Crecemos donde estamos como resultado de un ministerio alrededor del mundo. Y obviamente, obviamente, no todos en la iglesia de Antioquía empacaron sus maletas y se fueron a otro contexto. Algunos lo hicieron -Pablo y los que estaban con él lo hicieron. Algunos no empacaron, algunos sí, pero existe aquí una mutua edificación en Cristo.

Finalmente, en las Escrituras, fueron reconocidos por su reproducción

Todo esto nos lleva a la décima característica que realmente lo resume todo. La iglesia en Antioquía, finalmente, fue reconocida en las Escrituras por su reproducción.  Piensen en esto conmigo. Cuando miran las páginas del Nuevo testamento y ven las cartas a la iglesia de Corinto, a la iglesia de Tesalónica, y la carta a la iglesia de Éfeso, nos damos cuenta de que estas iglesias fueron plantadas porque el Espíritu de Dios designó hombres que fueron enviados desde la iglesia de Antioquía. Hermanos y hermanas que dejaron sus zonas de seguridad y fueron a estos lugares. Y lo que hemos visto es una gran imagen de iglesias por todo el mundo romano debido a que la iglesia en Antioquía era seria en su propósito de seguir la dirección del Espíritu de plantar iglesias por todo lugar.

Verdaderamente, necesitamos a Dios para deshacernos de la idea de que el éxito en la iglesia depende de cuántas personas podamos reunir en cierto lugar. El éxito en la iglesia se trata del imparable e incontrolable Espíritu de Dios y de la gente de Dios esparciendo el evangelio de Dios hasta lo último de la tierra. Ese es el panorama. Ellos fueron reconocidos por su reproducción y yo estoy convencido de que esa es la voluntad de Dios para con nosotros como iglesia.

Esta iglesia…

¿Entonces cómo aplicamos esto a esta iglesia? Aquí está el cuadro que quiero poner frente a ustedes. Es simple, intencional, espero que bíblico, reproducible, transcultural, un cuadro radical de reproducción del evangelio.

Haciendo discípulos mediante grupos pequeños

Comienza, fundamentalmente, haciendo discípulos mediante grupos pequeños y cuando digo eso, quiero animarlo no solo a pensar en los grupos pequeños en un sentido de programa.  Quiero que usted piense en hermanos y hermanas dándose las manos todos juntos para multiplicar el Evangelio con sus vidas. Ese es el cuadro.

Cada miembro equipado para el ministerio. Este es el cuadro de la iglesia en Efesios 4 y oro que ese sea el cuadro de esta iglesia, de esta familia de la fe. Que el ministerio no solo esté en las manos de unos pocos.  Que no haya un personal para el ministerio a los niños, pre-escolares, universitarios, solteros, o adultos mayores, sino que cada miembro esté equipado para el ministerio. Que los estudiantes estén equipados para compartir el evangelio a la escuela a la que asisten.  Que los estudiantes universitarios estén equipados para compartir el evangelio en sus universidades. Que estudiantes universitarios ministren en sus universidades. Que madres amas de casa estén equipadas para ministrar a madres amas de casa. Que ejecutivos corporativos estén equipados para ministrar a ejecutivos corporativos.

Todos nosotros equipados para el ministerio y, como resultado de estar equipados, que cada miembro esté ocupado en el ministerio. Aquí es donde quiero recordarnos por qué hacer las cosas como las hacemos. Porque es fácil perder la visión, particularmente en una cultura de iglesias que reemplaza discipulado con todo tipo actividades diferentes.

Eso esperamos cuando pensamos en la iglesia. Ya hemos hablado de esto. Solo un recordatorio.

Pero si quiere hacer crecer a la iglesia de hoy, entonces usted necesita ciertos componentes.  Necesita una actuación que arrastre multitudes.  En pos de una actuación, necesita un comunicador carismático que atraerá las multitudes. Y a fin de atraer a las multitudes, necesita tener un lugar hacia donde traerlas. Por tanto, para acompañar su actuación necesita desembolsar millones en un lugar para congregar las multitudes.  Una vez que hayan venido al lugar, necesita programas de máxima calidad para que continúen viniendo.  Programas para cada edad y cada nivel que los mantendrán viniendo.  De esa manera, las personas pueden dejar a sus hijos al cuidado de alguien mientras otro les discipula.

A fin de tener programas de máxima calidad, usted necesita profesionales para echar andar los programas.  Y si usted junta toda esta ecuación, entonces puede hacer crecer la iglesia.  Pero cuando miro a la iglesia del Nuevo Testamento y miro a muchos de nuestros hermanos y hermanas alrededor del mundo, no veo nada de actuaciones ni lugares de millones de dólares que hayan sido construidos con grandes programas y profesionales que los echen a andar. En vez de eso, veo un énfasis en el pueblo,  en el pueblo de Dios equipado con la Palabra de Dios para multiplicar el evangelio de Dios.

Esto es lo que nos hace darnos cuenta que la meta aquí no es traer tantas personas como sea posible a un edificio.  Si nuestra meta, aún para alcanzar nuestra ciudad, es traer tantas personas a un edificio como sea posible, entonces la mayoría de las personas no vendrán.

¿Por qué querríamos hacer eso cuando hoy hay 4000 personas de nuestro edificio que van a la ciudad esta semana y están codo a codo cada momento de cada día con otros que necesitan a Cristo? ¿No sería mejor que 4000 personas en nuestro edificio fueran equipadas para encargarse de esta ciudad con el evangelio? Y ahora no depende de profesionales, de actuaciones y de un local; depende del Espíritu de Dios y de que el pueblo de Dios cumpla la misión de Dios para la gloria de Dios. ¡Qué así sea!

Cada miembro equipado y ocupado en el ministerio.  Aquí ustedes no encontrarán programas artísticos, ni tampoco en lugares alrededor del mundo donde el evangelio es compartido rápidamente. Por el contrario, encontrarán hombres y mujeres que están dando sus vidas para compartir el evangelio de Cristo. Y esto es por lo que queremos orar juntos, que Dios haga.  Así que estamos haciendo discípulos por medio de grupos pequeños y el evangelio se multiplica de esta manera, mediante creyentes que comparten comunión y misión conjuntamente, en el contexto donde viven y en otros contextos.

Multiplicando iglesias enviando equipos…

Ya vimos el discipulado mediante grupos pequeños y ahora avanzamos a la segunda parte – de la cual no hemos hablado. Segunda parte: multiplicando iglesias enviando equipos. Quiero que me sigan aquí. Una iglesia no es saludable si no se reproduce – bien. Le escucho, hermano o hermana cubana. Así que, ¿cómo podemos multiplicar iglesias más intencional y efectivamente?

Y hemos estado pensando y hablando sobre esto desde hace un par de años, y hemos hablado sobre todo tipos de opciones diferentes.  Incluso hemos hecho planes, pero estoy convencido que Dios, en su gracia, nos ha controlado como una máquina de pinball por el Espíritu Santo.

Volviendo al cuadro donde estamos haciendo discípulos y levantando hombres y mujeres que están equipados y comprometidos en el ministerio.  ¿Pudiera ser que el Espíritu de Dios quiera decirnos, “apartad a estas personas para ir a este lugar con el evangelio”?  ¿Apartad a este hombre, al líder en la iglesia? ¿Apartad estos hermanos y hermanas para que vayan juntos, tal como estamos viendo en la iglesia de Antioquía?

Así, que ancianos, el liderazgo ha estado orando, estudiando y pensando cómo se vería para nosotros tener, primeramente, un personal de plantación de iglesias entrenado en nuestra iglesia. El cuadro del Nuevo Testamento es la iglesia levantando pastores. La iglesia preparando líderes. Aquí en Hechos 13, la iglesia está levantando líderes que están plantando iglesias y esto es posible, enviándolos. ¿Por qué no podemos hacer lo mismo? ¿Por qué no disponemos nuestras energías para levantar hombres equipados a fin de guiar a la iglesia a plantar iglesias en vez de pensar en todo tipo de estrategias organizacionales?

Y así los ancianos, el personal, el liderazgo habla nuevamente sobre este tema. Hemos dado la coz. Hemos hecho una aplicación en línea para poco durante un mes, y estamos en el proceso de orar por alrededor de seis hombres. Orando que Dios levante seis hombres, que identifique seis hombres quienes al comienzo del próximo año comiencen un proceso de más de un año, durante este año ellos estarían siendo capacitados, bíblicamente, teológicamente, prácticamente.

Ese cuadro en Cuba, de esta iglesia que había sido plantada por la primera iglesia que comenzó, y que luego plantó otras 25, este pastor dijo: “Hago lo que hago porque este pastor y los líderes en esa iglesia derramaron sus vidas por mí. Ellos me enseñaron lo que significa seguir a Cristo y guiar la iglesia para Su gloria”.

¿Entonces, qué pasaría si tomamos un año para invertir y equipar a un hermano para que al final del próximo año esté equipado a fin de ir a un contexto de grupos no alcanzados donde hemos identificado una iglesia; para ir a un contexto no alcanzado, tal vez en Norte América, donde haya pocas iglesias y dirigir la plantación de una iglesia allí?

Pero no es simplemente ir solo, o ir con su esposa o familia, sino ir -segunda parte- con miembros que sirven en nuestra iglesia. Ir -¿recuerdan que hablamos de esto en Lucas 10?- con equipos de hermanos y hermanas de esta familia de la fe; por individual, o por parejas, o familias, estudiantes universitarios, hombres y mujeres de negocios, semi-retirados, hermanos y hermanas ya retirados. Quizás un equipo multigeneracional, que enviemos como iglesia a un contexto juntos, quienes durante este próximo año puedan estar discipulando aquí en nuestra ciudad, en el contexto de esta iglesia, y equipándose los unos a los otros para luego ir a otro contexto en el mundo a plantar una iglesia para la gloria de Dios.

Y no solo plantar una iglesia, sino plantar una iglesia que esté apasionada por plantar iglesias y esta a su vez que esté apasionada por plantar otras, y así sucesivamente. De esa forma, la multiplicación no se puede parar. Ahora, todavía hay un montón de detalles en los que trabajar en esta imagen, pero quiero animarnos en este punto a hacer exactamente lo que ellos estaban haciendo en Hechos 13. Vamos a orar intencionalmente como pueblo. Vamos a orar para que Dios levante líderes dentro de esta familia de la fe para plantar iglesias.

Oremos para que Dios tome todos nuestros cheques en blanco y nos muestre a quiénes de nosotros quiere mandar a contextos diferentes. Una vez más, algunas personas se quedaron en Antioquía, otras partieron.

Así Dios, por Tu Espíritu, levanta a aquellos que quieres que partan y muéstranos a dónde quieres que vayamos. Dirígenos Tú. Danos Tú el poder. La idea es que para el próximo año tengamos potencial para plantar 6 iglesias en contextos alrededor del mundo; y el año que le sigue, y el que le sigue, y esas iglesias estén plantando otras iglesias. Eso no se puede parar.

La última línea…

La última línea es que seremos más efectivos al plantar iglesias cuando hagamos discípulos más intencionalmente. El discipulado y la plantación de iglesias son actividades que van juntas. Esa es la última línea.

Iglesia, no subestimes lo que Dios hará con la extensión del evangelio cuando una iglesia está radicalmente comprometida a llevarlo hasta lo último de la tierra y a multiplicar iglesias que a su vez multipliquen otras, que multipliquen otras y lleven el evangelio hasta lo último de la tierra. La pregunta que quiero que nos hagamos como iglesia en una pequeña ciudad es ¿qué clase de impacto vamos a tener sobre el mundo?

Esos lugares oscuros son los menos alcanzados por el evangelio. Así que, Dios, obra en medio nuestro, y aparta de nosotros al que quieras apartar; y haz una obra aquí, en aquellos que se quedan y en aquellos a los que has llamado a partir, una obra que tenga un impacto radical en el mapa para la gloria de tu nombre.

David Platt

David Platt sirve como pastor en el área metropolitana de Washington, D.C. Es el fundador de Radical.

David recibió su doctorado del Seminario Teológico Bautista de New Orleans y es el autor de Don’t Hold Back [No te quedes donde estás], Radical, Sígueme, Contracultura, Algo tiene que cambiar, Before You Vote [Antes de votar], así como los varios volúmenes de la serie Christ-Centered Exposition Commentary [Comentario Expositivo centrado en Cristo]. 

Vive junto con su esposa e hijos en el área metropolitana de Washington, D.C.

LESS THAN 1% OF ALL MONEY GIVEN TO MISSIONS GOES TO UNREACHED PEOPLE AND PLACES.

That means that the people with the most urgent spiritual and physical needs on the planet are receiving the least amount of support. Together we can change that!