Haciendo discípulos: Sirve al Mundo - Radical

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Haciendo discípulos: Sirve al Mundo

Nuestro trabajo es parte de lo que compone nuestra identidad, pero cuando somos trasladados de nuestra antigua identidad a una identidad encontrada en Cristo, ¿afecta eso también a nuestro trabajo? En este mensaje sobre Hechos 17, el pastor David Platt nos enseña que el trabajo de un cristiano cambia de trabajar para nuestro propio beneficio a hacer discípulos. Al hacer esto, participamos en una obra que glorifica a Dios

  1. We exist to exalt the glory of God.
  2. We live to make disciples.
  3. We die to multiply churches.

Haciendo Discípulos: Sirve al Mundo

Si usted tiene una Biblia, y espero que así sea, le invito a que la abra en Hechos 17. Desde aquí comenzaremos. Al principio de este año, comenzamos nuestro trayecto por el libro de Hechos que terminaremos en el día de hoy. Hemos visto como el evangelio ha pasado de un pequeño grupo de 120 personas y luego esparcido por toda Jerusalén, Judea, Samaria y literalmente, en camino hasta lo último de la tierra. Hemos visto como miles y miles de personas han sido salvadas. Hemos visto iglesias multiplicarse a través del conocimiento de la Palabra.

Esta es una magnifica historia, ¿No es así? Lo que hemos estado leyendo no es ficción. Esto es real. Historias, literalmente, miles y miles de personas viniendo a la fe en Cristo. La Iglesia siendo multiplicada a través del conocimiento de la Palabra y esto es realmente emocionante, si nos damos cuenta esta historia no tiene final y esta historia pretende ser nuestra historia. No es solo el libro de los Hechos; es la iglesia hoy.

Es en la India. He compartido algunas historias de la India hace algunas semanas. Les compartiré una mas. Deepak es un pastor de una casa iglesia pequeña en la India. Esta iglesia pequeña, reunida en una casa, lo sabía. Ellos lo entendían. Se habían convencido de que ellos estaban supuestos a hacer discípulos. Entonces ellos comenzaron a hacerlo, y esta es una iglesia que se ha multiplicado en 93 diferentes iglesias.

A lo largo del proceso, uno de estos nuevos discipuladores fue a una aldea donde no conocían el evangelio y no tenían iglesia. El fue a la aldea y conoció a una mujer llamada Khanti en el pozo. Es Juan 4. Esta mujer esta en el pozo, y ella es parte del grupo de personas Musahara. Les comparto un poco de información sobre el grupo Musahara. El grupo Musahara es uno de los grupos no alcanzado. Esta es una palabra que describe a las personas en la India que son de la casta mas baja. La clase de persona con la que no desearías juntarte, con la que no compartes. Si usted nace en el grupo Musahara, entonces usted nació como sirviente. Desde el día que usted nace, usted le pertenece a otra persona para hacer trabajos difíciles, así como limpiar inodoros y cosas así. A los Musahara no les es permitido vivir en la misma aldea que sus amos. Ellos necesitan vivir en aldeas separadas para ni siquiera chocar hombros con hombros.

Entonces, Khanti, una mujer de los Musahara, esta sacando agua del pozo. Uno de estos discipuladores, seguidor de Cristo, se le acerca para compartirle el evangelio. Ella cree en el Cristo, recibe el evangelio, y es salva. Ella regresa a su aldea apartada donde los Musahara. Ella comparte el evangelio. Ellos son 70. Estos 70 creen. Todo aquel que esta en edad y capaz de creer en Cristo, lo hace.

Pero, la historia no termina ahí. El amo decide enviar a este grupo de 70 Musaharas a otra zona para un mayor trabajo que se necesita hacer, donde hay 190 Musaharas, y necesitan mas. Entonces el amo, de manera coincidencial, se le ocurre mandar a este grupo específico al grupo de los 190. Ninguno de ellos ha escuchado el evangelio. Entonces esto 70 comienzan a compartir el evangelio y todos los 190 vienen a fe en Cristo.

El evangelio es bueno. Fue bueno en Hechos, y es bueno hoy. La historia de Hechos es la historia de hoy. Leo esto y miro en la India, y entonces soy confrontado con esta pregunta: ¿Puede pasar aquí? Estoy celoso y con envidia de ver lo que ocurre aquí.

Entonces, esto es lo que quiero hacer. Mientras traemos esta idea a la conclusión, advertirles que les dejare con mas preguntas que respuestas. Esta es la manera en la que Dios ha trabajado en medio nuestro, especialmente los últimos cuatro o cinco años. En realidad no necesariamente hemos hecho, lo que propusimos hacer, todo lo que hemos terminado haciendo. La Palabra ha hecho este trabajo en nosotros. Como hemos estado estudiando la Palabra, Dios nos ha traído hasta esta obra.

Nunca nos propusimos decir, “vamos a hacer una gran iniciativa de adopción”, al contrario, estudiamos a Santiago y Santiago decía: “Tienen que cuidar de los huérfanos,” y eso nos llevo a lo que esta ocurriendo en toda la ciudad en este momento cuando se trata del cuidado de adopción. Nunca dijimos “perfecto, bueno hagamos una campaña sobre radical y tengamos un libro color naranja que la acompañe, esto será grandioso.” No, lo que hicimos fue estudiar la Palabra, y eso solo fue el fruto de la Palabra que abundó en nosotros, este viaje que hemos comenzado.

Yo siento que el Señor nos dirige al estudio durante los primeros meses de este año, a este libro, el libro de los Hechos, para preparar un escenario del cual no se exactamente que será en los días venideros. Quiero aclarar esto. No quiero que piensen que esto es como una carnada y cambio; yo tengo un plan bajo la manga que lo voy a mostrar mas adelante, y solo estoy preparándolo.

La Iglesia que Trastorna al Mundo

Lo que quiero hacer es dejarles con tres conclusiones fundamentales de nuestro tiempo en el libro de Hechos que quiero que oremos al Señor y le digamos, “¿Cómo esto nos afectará en lo adelante como iglesia? Yo pienso que el potencial es enorme, pero quiero poner esos fundamentos antes bajo el rotulo de “Pensando como la iglesia que trastorna al mundo.” Inmediatamente esto puede sonarles idealista. Lo se. Se que algunos están imaginándose el rotulo y lo leen “La iglesia que trastorna al mundo”. Esto no es idealista, pero no lo siga leyendo como tal. Yo quiero mostrarle por que esto no es idealista.

Así es como lo vamos hacer. Mientras concluimos con el libro de Hechos, nos vamos a detener en una iglesia, la iglesia de Tesalónica. Esta iglesia, de la que yo pienso que en muchas maneras presenta, ilustra, muestra lo que hemos estado hablando por las últimas cuatro semanas, especialmente cuando se trata de hacer discípulos, y la imagen completa de lo que estamos viendo en el libro de Hechos. Quiero que nos concentremos en esta iglesia.

Quiero que leamos Hechos 17:1-9, lo que nos recordará como comenzó la iglesia de Tesalónica y luego iremos a 1 Tesalonicenses 1, y vamos a leer lo que Pablo le escribió a esta iglesia. Ahí tendremos un profundo destello de lo que esta ocurriendo en Hechos 17:1-9 y lo que ocurrió como resultado de Hechos 17:1-9. Yo quiero que veamos la imagen de la realidad de trastornar el mundo.

Entonces, Hechos 17:1-9. Así fue como la iglesia comenzó. Pasando por Anfípolis y Apolonia, llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de los judíos. Y Pablo, como acostumbraba, fue a ellos, y por tres días de reposo discutió con ellos, declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio, decía él, es el Cristo. Y algunos de ellos creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los griegos piadosos gran número, y mujeres nobles no pocas.

Entonces los judíos que no creían, teniendo celos, tomaron consigo a algunos ociosos, hombres malos, y juntando una turba, alborotaron la ciudad; y asaltando la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo. Pero no hallándolos, trajeron a Jasón y a algunos hermanos ante las autoridades de la ciudad, gritando: Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá; a los cuales Jasón ha recibido; y todos estos contravienen los decretos de César, diciendo que hay otro rey, Jesús. Y alborotaron al pueblo y a las autoridades de la ciudad, oyendo estas cosas. Pero obtenida fianza de Jasón y de los demás, los soltaron.

De acuerdo, entonces así fue como la iglesia comenzó. Ahora tomemos hacia la derecha en el Nuevo Testamento y vayamos a 1 Tesalonicenses, la primera carta de Pablo a esta iglesia. Lo que sucede es que Pablo no se quedo mucho tiempo en Tesalónica. El continúo y entonces envió a Timoteo para que supervisara la iglesia en Tesalónica. Timoteo fue, los supervisó, pasó tiempo con ellos y luego regreso otra vez con Pablo con el reporte de cómo estaban. Una vez que Pablo recibe el reporte, les escribe una carta. Lo que quiero hacer, es que nosotros leamos esta carta. Pablo con Timoteo y Silas, escribe esta carta a la iglesia de Tesalónica, y lo que quiero que veamos es el destello de lo que esta ocurriendo en lo que hemos leído en Hechos 17 en el tiempo de Pablo allí. Entonces el fruto de lo que estaba ocurriendo.

Entonces, comencemos en el verso 2. Esto fue lo que Pablo, con Timoteo y Silas, escribe a la iglesia en Tesalónica. Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones, acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo. Porque conocemos, hermanos amados de Dios, vuestra elección; pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros.

Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo, de tal manera que habéis sido ejemplo a todos los de Macedonia y de Acaya que han creído. Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada; porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera. 1 Tesalonicenses 1:2-10.

De acuerdo, basado en la idea de la iglesia de Tesalónica, quiero poner delante de ustedes, como iglesia, tres realidades fundamentales. Quiero que nos quedemos con esto al final de este recorrido a través de Hechos, y mi oración es que estas se queden con nosotros, que estas realidades fundamentales nos dirijan.

Existimos para Exaltar la Gloria de Dios

Número uno, como iglesia, existimos para exaltar la gloria de Dios. No estamos aquí para nosotros mismos. Estamos aquí por el rey, y por el avance de su reino. Este es el verdadero núcleo de nuestra existencia. Respiramos por esto solamente, por la gloria de Dios. Quiero detenerme aquí en 1 Tesalonicenses 1, y sigámoslo juntos. Vamos a repasar sobre estas cosas, pero quiero que veamos por qué es bueno, que nosotros respiremos para la gloria de Dios, porque, primero, el evangelio es nuestro fundamento. Esto es lo predicado en Tesalónica. Hechos 17:3, “declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, a quien yo anuncio, decía él, es el Cristo.”

Este era el mensaje de Pablo, el evangelio; este Jesús que murió en la cruz por nuestros pecados. El se levanto de la tumba en victoria sobre el pecado. El es Cristo, Mesías, y Rey. Por eso fue que eran acusados, por decir “Existe otro rey.” Sí, hay otro rey. Su nombre es Jesús.

Lo que hace Pablo en los versos de inicio en 1 Tesalonicenses es que recuenta de una manera contundentemente hermosa la aplicación del evangelio a la iglesia de Tesalónica. Sigamos esto, porque lo que el esta diciéndoles a ellos se aplica a nosotros en este salón. Hemos sido escogidos por el Padre. Pablo les dice a ellos en los versos 4-5, “Porque conocemos, hermanos amados de Dios, vuestra elección; pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor a vosotros.” El nos ha escogido. No estoy tratando de promover ninguna agenda teológica con esto, solo estoy tratando de leer un texto bíblico.

Pablo les dice, “esta claro que el Dios del universo ha derramado Su gracia en ustedes.” Yo diría que a nosotros, cada seguidor de Cristo, piense que ese Dios del universo, en Su iniciativa de Gracia, ha descendido a nuestras vidas, llamándote por tu nombre y no porque tu hoja de vida sea la mejor y mas brillante del mundo.

Al principio de la primavera, mi esposa y yo nos habíamos inscrito para el torneo de pelota y yo quería ser entrenador del grupo en torneo de pelota. Entonces había un formulario para aplicar que tenía que llenar. El formulario tenia toda clase de preguntas, ¿Cuantos años usted ha sido entrenador? Aquí hay cinco; nunca había sido entrenador. No tengo ninguna experiencia en eso. Ellos preguntaban todas estas preguntas, “Cuantas veces había jugado pelota de otoño” Yo no sabía que existía este deporte. “Cuantas veces usted lo ha hecho”, no tenia nada que escribir. Yo estaba sudando y tratando de llenar el formulario. Mi esposa me veía y decía, “Nunca te había visto luchando con un formulario como este, claramente no tienes nada que escribir.” Eso era verdad; no tenía nada que escribir. No hay nada. No tenía nada. Estaba tratando de escribir con integridad, por su puesto, pero completar.

No tenía nada. Entonces lo sometí y luego recibí la llamada, y la voz en la otra línea decía, “felicidades. Usted va a ser el entrenador de los Piratas.” Por eso soy el entrenador de los Piratas. No por nada que hubiese puesto sobre la mesa, sino por la gracia en la iniciativa de la liga de beisbol de la ciudad.

Lo tomaré con un nivel más grande y profundo. Pensar que no hay nada en nosotros que trajese a Dios. Todo en nuestra hoja de vida grita, “no me tomes.” Todo en nuestra hoja de vida grita “No estoy escogiéndote, y no te quiero. Quiero alejarme de ti.” Dios en su misericordia, nos alcanzó y nos dijo “Eres mío.” Usted, nosotros, seguidores de Cristo, hemos sido seleccionados por el Padre.

¿No podríamos hacer una parada aquí y solo cantar por las próximas horas? SI, pero tenemos un largo camino por delante, por eso continuaremos. Segundo Hemos sido crucificados con el Hijo. Esto es lo que estoy señalando aquí. Usted lo puede ver en Hechos 17 que habían escuchado el evangelio, recibiendo la Palabra. Pienso que es lo que dice en el verso 6, “Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo.” Estaba ocurriendo persecución en Tesalónica. No era sencillo ser cristiano en Tesalónica. Ellos eran identificados con el Cristo crucificado, y ellos eran, en un sentido, crucificados por ser perseguidos por esto. No estaban siguiendo a Cristo para una preservación personal. Eran seguidores de Cristo negados a si mismos.

Esto es clave. En este salón, piensa que es fácil ser un seguidor de Cristo en nuestra ciudad que en Tesalónica en muchos formas, necesitamos entender que hemos perdido nuestras vidas. No estamos muertos ya. Cristo vive en nosotros. Hemos sido crucificados con Cristo. Esto es fundamental. Nosotros no determinamos la dirección de nuestras vidas y no determinamos la dirección de la iglesia. Hemos sido crucificados con el Hijo.

Tercero, hemos sido cambiados por el Espíritu. “Nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre.” Esto es lo que pasa en nuestras vidas. En la vida de ellos y en nuestras vidas, Dios ha sido muy misericordioso con nosotros. Nosotros hablamos todo el tiempo de cómo hacer discípulos e ir a las naciones, no porque nos sintamos culpables. No porque tenemos que hacerlo y lo hacemos. Hablamos de estas cosas todo el tiempo, porque esto es el desborde de gracia en el evangelio en nosotros. Cuando recibimos este tipo de misericordia, queremos que el mundo entero sepa y conozca de esta misericordia. Cuando recibimos una gracia como esta, queremos proclamar esta gracia hasta lo último de la tierra.

Esto nos lleva a que el evangelio es nuestra motivación. Si miramos el verso 3, hay tres frases, que muestran el fruto del evangelio en Tesalónica. Como vamos mirando a través de esto, claramente ilustra el fruto del evangelio en nuestras vidas y en nuestras vidas como iglesia.

Entonces, veamos el verso 3 de 1 Tesalonicenses. No.1 Pablo dice: “acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo”.

Entonces aquí esta, la obra de la fe. No.2 Trabajo de amor, y No.3 La constancia en la esperanza. Vemos como el evangelio nos dirige a nosotros y a ellos. Mucho de esto es un repaso, pero es importante. Nuestra fe esta produciendo labor. Las obras salen de la fe. Hemos visto esto. Lo hemos visto a través de Santiago. Vimos la fe obrando.

Ahora, necesitamos estar seguros de que siempre volvamos a esta realidad. Hemos sido salvados de las obras, entendiendo las obras que están completas por la carne que no honra a Dios. Hemos sido salvados por esa clase de obras. No hacemos lo que hacemos y no leemos la biblia, y no oramos, ni adoramos y no nos movemos en las ciudades, no compartimos el evangelio y no nos movemos hacia contextos difíciles en el mundo, porque tratamos de ganarnos el favor ante Dios, o ser aceptos ante Dios. Que se toma el cuidado de. No hay nada que podamos hacer. Estamos descansando en la justicia de Cristo. Hemos sido salvados de esa clase de obras. El es nuestra justicia, y lo que El ha hecho es mas que suficiente para que yo sea aceptado por Dios, y que ustedes sean aceptados por Dios. Por eso somos libres de cualquier clase de obra o labor para ser aceptados ante Dios. Somos libres de esa clase de obras.

Ahora bien, eso no significa que nos vamos a sentir sin hacer nada. Estamos trabajando porque fuimos salvos para obrar, la clase de obras que están llenas de fe que dan la gloria a Dios. La fe mueve las obras. No queremos que la carne mueva las obras. Queremos que la fe las mueva.

Cuando creemos en este evangelio; cuando creemos que Dios envió a su Hijo Jesús, a morir por nuestros pecados, para salvarnos de nosotros mismos, salvarnos de la eterna condenación y todo aquel que crea en El, será reconciliado por Dios por siempre, entonces vivimos la vida con el celo de que esto sea conocido en el mundo. No estamos jugando juegos aquí. No es una rutina religiosa para nosotros; esto es lo último que veremos esta noche. Creemos esto, y esto nos incita a una adoración apasionada para Dios, testigos firmes para Dios de la fe que mueve las obras. Nuestra fe esta trabajando.

Nuestro amor esta produciendo la labor. Amor es el fundamento. Amor por Dios, por el vecino, amor entre nosotros y amor por los enemigos. ¿Por qué hay algunas personas de en medio nuestro, en el último año, mudándose a una de las áreas mas peligrosas en nuestra ciudad? ¿Por qué personas que se sentaban en medio nuestro ahora están viviendo en los contextos más peligrosos en el mundo para que un cristiano viva? Por amor. Amor es el fundamento que produce esa clase de labor. En el trayecto no es fácil. Nuestra esperanza produce paciencia. Es lo que Pablo dijo, la constancia de la esperanza. El evangelio es lo que mueve eso.

Entonces es fundamental, motivacional y el evangelio es nuestra ambición. Más que nada, más que nuestras propias vidas, queremos que el evangelio sea conocido en todo el mundo. Esto es así. Queremos que lo que se dijo de la iglesia en Tesalónica, se diga también de nosotros, que la Palabra de Dios abunde en nosotros en todas partes. Queremos que el evangelio sea conocido por todo el mundo porque, segundo, queremos que nuestro salvador regrese por Su pueblo.

Nosotros sabemos que el regresará cuando la Palabra sea conocida en todo el mundo. Mateo 24:14, hemos hablado bastante de esto. “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” Cristo, nuestro Salvador y nuestro Rey regresara, y vendrá cuando la Palabra sea conocida en los confines de la tierra. Por eso nos damos nosotros mismos para hacer que su Palabra sea conocida en todas la naciones, en parte, porque queremos ver a nuestro Rey. Estamos esperando por Su venida.

Si vemos en 1 Tesalonicenses, y en cada uno de los finales de los capítulos de este libro, termina con una referencia a la segunda venida de Cristo. Es hermoso. Déjenme mostrárselos. Verso 10, ustedes quizás quieren subrayarlo.

1 Tesalonicenses 1:10 dice y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.” Si vamos al final de 1 Tesalonicenses 2:19, volveremos a este verso mas tarde, pero quiero que lo leamos. “Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No lo sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo, en su venida?”, También al final de 1 Tesalonicenses 3:13, “para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos”

1 Tesalonicenses 4, comenzando en el verso 15 hasta el 17, Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

Esto es asombroso. Vamos a encontrarnos con el Señor en el aire y estaremos con el Señor por siempre. Animémonos unos a otros con estas palabras. Estas palabras son alentadoras. El viene.

Si vemos 1 Tesalonicenses 5:23-24 “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.” Estamos esperando al Hijo desde el cielo. Esa palabra en 1 Tesalonicenses 1:10 es una palabra que describe una expectante anticipación.

Nuestros ojos puestos en el cielo, hermanos y hermanas, estamos viviendo para el día cuando todos veremos Su rostro. Queremos que nuestro Salvador regrese por Su pueblo.

Entonces todo este evangelio dirige nuestro fundamento, motivación, ambición, y por el evangelio en nuestros corazones, sabemos que existimos para una sola cosa. Esta supera todas las cosas. Existimos para exaltar la gloria de nuestro Dios. Es por eso que invertimos nuestras vidas haciéndolo.

Vivimos para Hacer Discípulos

¿Cómo lo hacemos? Esto nos lleva a nuestro segundo fundamento. Vivimos para hacer discípulos. Bueno, aquí es donde nos hemos estado enfocando las últimas cuatro semanas, y la realidad por la que he orado continuamente para que penetre en nuestros corazones y nuestras mentes en esta iglesia, es ser una comunidad de discipuladores y no una audiencia de espectadores.

Eso es muy duro de decir en un salón como este, y yo creo que es duro de creer en un salón como este, realmente creerlo. Hay muchos de ustedes sentados ahí, escuchándome y aparte de mi, pueden ver la espalda y cabeza del que esta delante. Ciertamente se siente como un espectador, ¿no? Es duro escuchar esto y creer. Yo desearía un escenario mas pasqueño para sentarme, donde pudiera verle la cara y mirándoles a los ojos y decirles, “fuiste creado y salvado para hacer discípulos.”

Es realmente para empaparse, escucharlos decir, “no lo se, ¿que significa esto?” ustedes podrían decir, “tengo tantas cosas que necesito trabajar en mi vida, tengo tantas cosas que debo corregir. Yo creo que esto signifique para otros, pero no creo que sea para mi”. Para yo mirarlos a los ojos y decirles “¿Recuerdan a Punja?, ella vino a Cristo una tarde y una semana después, 24 personas estaban en su casa, y ella esta compartiendo el evangelio con ellos, y una semana después de esa, siete de ellos vinieron a Cristo, y una nueva iglesia ha comenzado en su casa. Entonces, usted tiene lo que se necesita para iniciar una iglesia en un par de semanas. Yo quiero decir esto para que ustedes lo crean. ¿Por qué no creerlo? Tenemos el mismo Espíritu, la misma Palabra y el mismo evangelio. Quien sea, cada creyente puede hacer yeso y tiene que hacerlo. Dios ha puesto Su Espíritu en nosotros para esto.

Entonces, vamos a compartir la Palabra, que otros la reciban. Ahora, esto es lo que quiero recapitular sobre lo que hemos estado hablando por las últimas cuatro semanas, resumiendo lo de hacer discípulos, compartiendo la Palabra. Compartimos el evangelio para que otros lo reciban. Yo quiero que veamos esto. Es donde 1 Tesalonicense 1 toma vida. Nos trae luz a todo lo que hemos estado hablando sobre hacer discípulos.

Quizás no lo hayamos traído a colación en el tema de hacedor de discípulos: compartir la Palabra, mostrar la Palabra, enseñar la Palabra y servir al mundo. Bueno veamos 1 Tesalonicenses 1:5 el dice, “pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros.” Así fue como todo comenzó, compartiendo el evangelio. Si vamos a 1 Tesalonicenses 2:2 Pablo nos dice “pues habiendo antes padecido y sido ultrajados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran oposición.” Tuvimos denuedo de compartir el evangelio con ustedes.

Llegamos a 1 Tesalonicenses 2:9 donde dice “Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios.” Ahora el verso 13 Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.”

Esta es la imagen. Ellos vinieron compartiendo el evangelio. Esto es lo que hacemos. Es lo que todos nosotros hacemos. Compartimos el evangelio. Así es como avanza el evangelio, a través de todos nosotros compartiendo el evangelio, y con el poder del Espíritu Santo, ellos lo recibirán. Ahora, yo se que algunas personas en nuestras vidas con las cuales hemos tratado de compartir el evangelio y no lo han recibido, pero no deje que esto destruya su confianza en este evangelio. Las personas lo recibirán. Este evangelio es bueno. Compártalo; ellos lo recibirán y nosotros mantendremos este frente y centro en medio nuestro, especialmente mientras hablamos sobre la urgente necesidad espiritual y física en el mundo.

Mientras nos damos a nosotros mismos para ministrar entre la urgente necesidad física, personas que están hambrientas, personas que están físicamente sufriendo profundamente, necesitamos asegurarnos de siempre recordar esto cada vez que damos pan, debemos dar el evangelio también. Lo vemos en la historia de la iglesia, siempre es propenso cuidar de las necesidades físicas y dejar el evangelio detrás. Tenemos que asegurarnos de no dejar el evangelio detrás.

Lo hemos dicho anteriormente, que Satanás, en cierto sentido, estará tranquilo si nosotros vestimos a las personas en su camino al infierno. No queremos hacer eso y perdernos todo la idea. Entonces, compartamos el evangelio para que otros lo reciban y mostremos la Palabra para que otros la sigan. Ahora, aquí es donde se pone bueno. El dice al final del verso 5 de 1 Tesalonicenses 1“pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros.” Entonces “le probamos a las personas que están viviendo fuera del evangelio delante de ustedes y entonces ustedes nos siguieron. Nos imitaron.

Luego pasamos a 1 Tesalonicenses 2:8 y escuchemos esto. Este es un gran verso donde Pablo dice “Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos.” ¿Pudo verlo? Ellos compartieron el evangelio y compartieron sus vidas. Si pasamos un poco mas hacia abajo en el verso 10 nos dice, “Vosotros sois testigos, y Dios también, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con vosotros los creyentes.”

Este es Pablo diciendo, “Ustedes oyeron el evangelio de nosotros y vieron la Palabra de Dios viva en nosotros.” Esto es muy clave. Son personas idolatras en Hechos 17. En Tesalónica en el medio del paganismo idolatra, no habían escuchado el evangelio, y el evangelio había llegado a ellos. ¿Cómo ellos sabrán como seguir a Cristo? Ellos escucharon acerca de Cristo. Ellos creyeron en Cristo. ¿Cómo ellos van a saber como seguir a Cristo? Ellos necesitaban que Pablo le mostrara la Palabra para traer este frente y centro y centrarlo en frente de ellos. Esto es como la vida de Cristo se ve. Esto es lo que hacemos. Esto es por que cuando llevamos a alguien a Cristo, lo último que le diría seria “Perfecto, bueno, démosle al nuevo creyente una especie de clase rápida sobre la biblia.” No es que la clase bíblica no seria necesariamente mala, sino que lo que se necesita es que vean el evangelio y la Palabra de Cristo viva en usted.

¿Cómo ese nuevo creyente aprenderá a orar? Podemos invitarle a una clase sobre la oración. Eso seria suficiente, pero sería mas valioso que usted invite a este nuevo creyente a su tiempo devocional y le diga “Así es como oramos. Oremos juntos, y quiero mostrarte como mantengo la atención de mi mente en Dios, como levanto mi corazón hacia Dios. Así es como yo oro intencionalmente en un tiempo concentrado con el Señor, así es como fluye continuamente el tiempo de oración con Dios.”

A este punto, la gente diría “Bueno, yo no se si pueda hacer eso. Yo no se si estoy listo para hacer esto.” Ahí es donde nos damos cuenta, recuerden, Dios tiene todo diseñado, no solo para la santificación de otros, para el crecimiento de otros, sino para nuestra propia santificación, para nuestro propio crecimiento en Cristo. Si usted va a enseñarle a alguien mas, como estudiar la Biblia, tendrá que aprender a estudiar la Biblia por usted mismo.

Ahora de repente, nuestra cristiandad esta a punto de subir a nuevas alturas a las que nunca antes habíamos estado, porque otros dependen de nuestro crecimiento en Cristo. Ustedes son una influencia de santificación para mi vida porque me fuerzan semana tras semana a estar en la Palabra y en la Oración. Cuando tienes en tu vida personas a las cuales les estas enseñando a como seguir a Cristo, le estas ayudando a crecer en Cristo, lo que esta pasando es que ellos, a espalda de ellos incluso, han comenzando a ayudarte a seguir a Cristo.

Estoy convencido de que cada cristiano será la meseta en nuestro crecimiento espiritual y alcanzar el cielo hasta que nos demos a nosotros mismos al hacer discípulos. Y si es todo solo acerca de ti y de tu crecimiento personal en Cristo, tocarás el techo, sin embargo, cuando otros dependen de ti para su crecimiento en Cristo, aquí es donde usted alcanzará nuevas alturas porque estarás compartiendo tu vida con otros y mostrándoles como se ve a otros. Así es como entendemos que la comunidad bíblica y la misión bíblica son inseparables.

La comunidad bíblica y la misión Biblia son inseparables. Con todo esto sobre hacer discípulos, algunas personas comenzaron a pensar que nos estamos enfocando demasiado en hacer discípulos que no nos cuidamos los unos a los otros. Imposible, no si lo hacemos bíblicamente la discipulación, porque la discipulación bíblica es cuidar los unos de los otros. Es una experiencia comunitaria con cada uno de nosotros. Es compartir nuestras vidas con cada uno de nosotros. Es por esto, que cuando tomamos el discipulado y lo limitamos a una hora u hora y media de clase una vez a la semana, nos estamos perdiendo todo el concepto desde el principio. Tenemos que compartir vida con cada uno de nosotros y caminar juntos por la vida. En el contexto de la vida, ver la Palabra en acción, y cuando esto ocurre, experimentamos lo profundo de la comunidad y la misión unidos.

Usted puede preguntar a quienquiera en este salón quienes van al viaje misionero de corto tiempo, usted les pregunta si ellos van de misiones en el viaje a corto tiempo con otras personas, si ellos experimentan comunidad con esas personas en el contexto de un viaje. Ellos le responderán y le dirán que experimentan comunidad en maneras que nunca lo hubieran querido experimentar en comunidad. Cuando estas en el frente en las líneas de las misiones en grupo, estas fortaleciendo lazos con las personas de tu alrededor.

Necesitaras de las personas de tu alrededor en formas que no la necesitarías cuando están en una piscina. Cuando estas en el frente de las líneas de las misiones en grupo, estas en un bunquer del grupo. Se necesitarán los unos a los otros y este es todo el diseño del discipulado. La comunidad bíblica y la misión bíblica son inseparables.

Estuvimos hablando de un pastor en la India. El estaba compartiendo con nosotros sobre una pareja en su iglesia. Ellos comenzaron creer “somos discipuladores.” Entonces hicieron una lista de las personas que ellos conocían a las que les podían compartir el evangelio y eran entre 50 o 60 personas en su lista. Ellos comenzaron a compartir el evangelio intencionalmente con estas 50 o 60 personas. Ellos volvieron donde su pastor, y le dijeron “no sabíamos lo que esto le haría a nuestro matrimonio.” Ellos siguieron diciendo “Cuando comenzamos a compartir el evangelio con estas personas, nos dimos cuenta que estas personas necesitaban ver el amor de Cristo en nuestro amor como pareja.”

Ese es todo el diseño para el matrimonio. Efesios 5 dice que nuestro matrimonio debería ser una imagen del amor de Cristo por Su iglesia. Lo que ellos encontraron en el proceso de hacer discípulos, es que comenzaron a ir a nuevas alturas, que necesitaban amarse el uno a otro. Sí, por el bien de amarse el uno al otro, pero por el bien de compartir el evangelio. Dios sabe que hacer cuando nos dice que hagamos discípulos. Es bueno para otros hacer discípulos, y es bueno para nosotros. Confíe esto en el Señor.

Mostrémosles la Palabra a otros para que la sigan. Enseñemos la Palabra para que otros la compartan. En el verso 6, de 1 Tesalonicenses 1:6 Pablo dice: Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo,” y entonces escuchemos el verso 8: “Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada;” Que gran verso.

Pablo dice, “ha sido divulgada la palabra del Señor… en todo lugar.” Algunas traducciones dice “La Palabra se ha extendido en el extranjero.” Algunas también lo traducen “en todas partes, en cualquier lugar” La iglesia que trastorna al mundo. La palabra abunda hacia todas partes. La palabra que Pablo utiliza para “abunde” es la única vez que usa esa palabra en una carta. Es una palabra que en el día de hoy se utilizaría para describir un toque de trompeta declarada para que todo el mundo pueda oírla. Esta es la palabra que podría ser usada para describir como el sonido de un trueno caer.

¡Que gran imagen! Dios, que así sea en esta iglesia. Que suene rotundamente en todas partes, como el sonido de trompeta. Es como cuando Pablo estaba hablando a los cristianos en Tesalónica, el les habla como un sistema de sonido. El habla la Palabra a ellos, y la Palabra no solo era recibida, sino que era reproducida desde allí. Por eso Pablo dice “No tengo tan siquiera que decirle algo. Puedo estar tranquilo. Ustedes tienen la Palabra cubierta en todas esas regiones, Están haciendo que la Palabra sea conocida.” Eso es lo que queremos. “Oh Dios, que podamos ser eco de la Palabra de esa manera.” Enseñemos la Palabra para que otros puedan compartirla.

Compartir, mostrar, enseñar la Palabra y sirvamos al mundo para que junto a otros, podamos eventualmente alcanzar el mundo y las naciones con el evangelio. “No solo en Macedonia y Acacia, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido.” Tesalónica era una base de ministerio para el mundo. Lo que hicieron en Tesalónica es que sus discipuladores reverberaron a ciudades y provincias en todo el mundo. Eso es lo bello de esto. Es por lo que presionamos y oramos. Eso es lo que hacemos como iglesia, nosotros reverberaremos aquí con la Palabra y el evangelio siga avanzando a todas partes. Vivimos para hacer discípulos. Eso es lo que pasa cuando la iglesia es discipuladora.

Hemos sido salvados para hacer discípulos. Que Dios aloje esto en cada uno de nuestros corazones. Como compartiendo la Palabra, mostrando la Palabra, enseñando la Palabra, y sirviendo al mundo salga de cada una de nuestras vidas. Ahora, así es como llegamos a la parte práctica de esto. Algunos de ustedes están pensando, “Perfecto, pero ¿cómo se vera esto de profundizar esto con cada uno de nosotros? ¿Cómo esto se verá en un grupo pequeño que profundice en eso y decir como seria mejor hacer esto en nuestras vidas donde vivimos?

Dios desea que esta misión ocurra en nuestras vidas más que nosotros mismos. El nos guiará y dirigirá para ponerlo en práctica. Estamos abandonados en esto. ¿Cómo puedo compartir mejor el evangelio? ¿Cómo puedo mostrar mejor el evangelio? ¿Cómo puedo enseñar a otros la Palabra? ¿Cómo juntos podemos aunar esfuerzos sirviendo al mundo, resonando el evangelio a las naciones? No somos espectadores cuando esto comienza a tomar en control.

Ahora, eso nos lleva a un fundamento más que, para ser honesto, este es el fundamento que es más retador y de convicción para mí en lo que he leído a través del libro de los Hechos.Morimos para multiplicar iglesias.

Existimos para exaltar la gloria de Dios, llevándonos a vivir para hacer discípulos. El tercer fundamento es morimos para multiplicar iglesias. Usted se preguntará, “¿Qué quieres decir con esto?”

Esto es lo que quiero decir con esto. Si recordamos, cuando comenzamos esta serie en Hechos, usted vino, y había una página en blanco para anotar para usted. Dijimos, “Imaginemos que esto éramos nosotros. Solo personas, sin edificios, sin programas, sin cosas, solo personas, el pueblo de Dios con el Espíritu de Dios en nosotros, y la Palabra de Dios en frente nuestros, y teníamos esta encomienda de hacer que este evangelio sea conocido hasta lo último de la tierra. Tenemos poco tiempo para hacerlo, solo un poco de tiempo para hacerlo antes de que llegue la eternidad, para llevar este evangelio hasta lo último de la tierra. Si tuviéramos un cheque en blanco, una pizarra en blanco y solo somos nosotros, la Palabra de Dios y el Espíritu de Dios, ¿Cómo llevaríamos el evangelio hasta lo último de la tierra?”

Hicimos la pregunta “¿Deberíamos re mancomunar nuestros recursos y gastar millones de dólares en edificios?” Preguntamos, “¿Deberíamos organizar todos los programas para que cada familiar sea abastecida a nuestro al rededor?” “¿Deberíamos hacer estas cosas?” “¿Debería ser esta nuestra prioridad?” Dijimos, “quizás no, probablemente no.” Podríamos repartirlo juntos. Podríamos necesitarnos unos a otros. Podríamos repartirlo a través de nuestra ciudad hasta lo último de la tierra, haciendo que su Palabra sea conocida.”

Si de esto es que se trata nuestras vidas, ¿que haríamos si tuviésemos un cheque en blanco? Entonces hicimos la pregunta. Dijimos “perfecto no significa edificios, programas, cosas y todo lo otro que son malas, pero que necesitamos enfocarnos y hacer la pregunta. Debemos hacer la pregunta.” Quiero traerla de nuevo ahora, no es que existan una cantidad de respuestas sobre la mesa, pero quiero traerlas de nuevo como algo que completar.

Con algo para completar delante del Señor como iglesia, ¿que estas diciendo?, “Dios, moriremos a nuestra comodidad. Moriremos a nuestras preferencias. Moriremos a nuestras tradiciones. Moriremos a la forma de cómo se han hecho las cosas, la manera de cómo queremos que se hagan las cosas. Moriremos a todas estas cosas. ¿Cómo podemos ser más efectivos para hacer que este evangelio sea conocido en toda esta ciudad y hasta lo último de la tierra? Lo que sea que digas, lo haremos. Donde sea que nos digas que vayamos iremos. Lo que sea que nos digas que hagamos diferente, lo haremos diferente. Aquí esta algo que necesita ser completado, sin ninguna atadura, queremos que nos digas que hacer.”

Por eso nos profundizamos en el libro de Hechos. Cincuenta semanas después, ¿dónde estamos? ¿A cuales conclusiones hemos llegado? Esta mañana yo quiero poner delante de ustedes que yo no pienso que Hechos nos da las respuestas exactas para eso. Yo no creo que exista una manera que podamos decir, “bueno, solo hagamos estas coas, completemos los espacios vacíos y entonces haremos que el evangelio sea conocido en todo el mundo.”

Sin embargo, si quiero poner delante de nosotros estas cuatro cosas aquí que creo que Hechos ha contribuido en nuestra conversación. De nuevo, yo no tengo un plan sobre la manga para lo que esto significa para nosotros en lo adelante. Quiero que esto nos empape y nos dirija en nuestra oración desde aquí en lo adelante. Aquí hay cuatro cosas que pienso nos dirigen. Una, acerca de estos primeros cristianos en Hechos, sus hogares eran centrales. El lugar de costumbre para estos primeros cristianos era claramente en sus hogares.

Ahora, habían creyentes en Jerusalén que se reunían en el templo, particularmente en la ora de oración, pero la persecución se incrementó, esto se hacia que fuera mas y mas difícil. Ciertamente, ellos iban a las sinagogas antes de ser sacados del lugar. Entonces las sinagogas no eran el mejor lugar tampoco.

Los vemos reunirse en salones públicos como el salón de Tiranno en Hechos 19, y algunos otros lugares como ese, pero lo que vemos desde el principio y a través del resto del Nuevo Testamento, es que los hogares eran el centro de reunión para los cristianos. Desde el principio en Hechos 1, ellos se reunieron en una habitación, de la casa de María madre de Marcos y Juan. En Hechos 2, la iglesia explota. El verso 46 dice que ellos se reunieron de casa en casa.

Entonces continuamos y vemos en Hechos y en las cartas, diferentes hogares. Solo enlistemos: la casa de Felipe en Cesaréa, la de Filemón, la de Jasón en Tesalónica que leímos hace unos momentos, la casa de Tito, la casa de Lidia, la casa del carcelero de Filipos, Aquila, Priscila, todas estas casas eran centros estratégicos de reuniones para los cristianos. Lo que hemos leído a través del libro de Hechos es que nunca vemos un edificio de iglesia.

Esto nos deja una pregunta, ¿Por qué no? Realmente no sabemos la respuesta a esa pregunta para ser justos. No sabemos por qué no. Algunas personas dicen, “bueno porque ellos no tenían suficientes recursos.” Obviamente, la iglesia tuvo algunos recursos, algunos miembros adinerados de la iglesia, pero quizás ellos no tenían suficientes recursos. Quizás en algunos lugares no era posible por la persecución que estaban experimentando. También había lugares que eran amigos de los cristianos y tampoco había edificios allí.

No sabemos con seguridad el porque, pero nos deja con la inquietud. Me hace preguntar si ellos pensaban que no era necesario. Mientras miramos este libro, ver como el evangelio estaba continuamente multiplicándose y ellos nunca pensaron que era necesario construir un edificio, y que ellos estarían bien sin el. ¿Que lugar más natural para ellos compartir el evangelio con las personas que ellos conocían, para mostrarle el evangelio a cada uno como una familia, enseñarles la Palabra en el contexto de relaciones con cada uno de ellos que en sus casas? Puesto de manera simple, sus hogares eran centrales.

Segunda, su estrategia era simple. Ahora, con simple, no quiere decir que fuera fácil. Llegaremos ahí en un momento, pero quiero que pensemos en esto. En Hechos 14, Pablo y Bernabé están haciendo discípulos, y de estos discípulos a iglesias y entonces, elegían ancianos, pastores y se retiraban y todo lo que dejaban detrás eran discípulos, pastores y la Palabra de Dios, aunque no la tuviesen completa la Palabra, como nosotros la tenemos. Ellos tenían el Antiguo Testamento y las enseñanzas de los apóstoles. Ellos no tenían todo el Nuevo Testamento. Tenemos esta ventaja sobre Pablo y estas primeras iglesias en ese sentido, y se iban.

Por 10 años, Pablo iba alrededor haciendo esto en diferentes lugares; hacer discípulos, plantar iglesias, el pastor y luego se marchaba. El hizo esto por 10 años, y después de 10 años de hacer esto, el concluye al final de Romanos, “bueno, mi trabajo aquí, ha terminado.” Eso fue todo lo que el hizo. El dejo atrás personas, pastores, la Palabra de Dios, Espíritu de Dios y eso era todo. Por eso es que digo que era simple.

Roland Allen, a principio del siglo 20, había estado en un orfanato desde pequeño. El fue misionero desde Inglaterra hasta el Norte de China, y comenzó a escribir dos libros diferentes que realmente revolucionaron las misiones a todo lo largo. Una de las cosas que dijo fue, “No podemos imaginar ningún cristiano existiendo sin toda la maquinaria que hemos inventado, pero Pablo parece que dejo su nuevo método de fundar iglesias con un sistema simple de enseñanzas del evangelio, dos sacramentos, ejemplo, la Cena del Señor y el Bautismo, una tradición del hecho principal de la muerte y resurrección y el Antiguo Testamento.”

Eso era todo. Esto nos puede parecer muy poco. Difícilmente podemos creer que una iglesia puede fundarse con tan ligeras bases. Le agregamos mucho mas, pero ¿Necesitamos más si nuestra meta es reproducir urgentemente la expansión del evangelio? Queremos que miles y miles en nuestras ciudades y en los confines de la tierra conozcan el evangelio. Claramente, no seremos capaces de reproducir esta imagen completa rápidamente, urgentemente, pero ¿lo necesitamos? Evidentemente el pastor, las personas, la Palabra y el Espíritu eran suficientes para Pablo. Era suficiente para los primeros cristianos. Es suficiente para muchos de nuestros hermanos y hermanas en el mundo. Creo que la pregunta es, ¿es suficiente para nosotros?

Quitemos todo lo demás; ¿Son los pastores, personas, la Palabra y el Espíritu suficientes para nosotros? Su estrategia era simple. Sin embargo no era fácil, porque, tercera, el costo era excesivo. Obviamente, podemos profundizar en lo específico aquí, pero yo pienso que esta claro de tapa a tapa en este libro, la persecución y el sufrimiento abundó para estos primeros seguidores de Cristo. No existía un camino de seguridad y comodidad. Era un camino costoso y de sufrimiento.

Ellos no preguntaron desde el principio, ¿Qué es lo mejor para mi? Y vamos a organizarnos sobre eso.” La primera pregunta de ellos fue ¿Qué es lo mejor para esparcir el evangelio? Ellos creían que eso era lo mejor para ellos. Esto es clave. Ellos no comenzaron con “¿Qué es lo mejor para mi?” ellos comenzaron con “Que es lo mejor para esparcir el evangelio”, y ellos creyeron que eso era lo mejor para ellos porque ellos creían que eso era lo mejor para traer la gloria a Dios. ¿Qué es lo mejor para nosotros que traer la gloria de Dios?

Eso fue costoso. Escuchamos a Pablo decirlo en Hechos 20:24 “Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.” Mi vida no vale nada para mí. Si cuenta para algo, eso es testificar el evangelio de la gracia de Dios. El costo era excesivo, pero la recompensa era grande.

Esta es la última parte que quiero mostrarles. 1 Tesalonicenses 2:19 ya la leímos anteriormente. Quiero traerla otra vez aquí 1 Tesalonicenses 2:19. Escuchemos esto. Pablo sufre. Pablo fue golpeado, preso y embarcado. El regresó a Tesalónica y había persecución en contra de el. El fue apedreado en diferentes lugares. Sufrió. ¿Cuál fue la razón de Pablo? Escuchemos 1 Tesalonicenses 2:19 “Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada”.

¿Usted escucho eso? “¿Cual es tu gozo Pablo? ¿Cual es el punto?” “Mi gozo”, dice Pablo, “Un motivo de orgullo antes de Cristo, en su venida, es la gente.” Personas que confíen en Cristo como resultado del sufrimiento. Personas habían venido a Cristo. Ellos estaban caminando con Cristo. Si vamos más allá en 1 Tesalonicenses 3:6 nos dice: “Pero cuando Timoteo volvió de vosotros a nosotros, y nos dio buenas noticias de vuestra fe y amor, y que siempre nos recordáis con cariño, deseando vernos, como también nosotros a vosotros,” Escuchemos esto en el verso 7, “por ello, hermanos, en medio de toda nuestra necesidad y aflicción fuimos consolados de vosotros por medio de vuestra fe.” “En todo nuestro sufrimiento, fuimos consolados.” ¿Por qué? Verso 8 “porque ahora vivimos, si vosotros estáis firmes en el Señor.” El vivía cuando veía a otros estar firmes en el Señor.

Yo oro para que esto dirija nuestras vidas. ¿Ves esto en la vida de tus hijos? Si eres un padre, ves la vida de tus hijos, y cuando ves a tu hijo ser excelente, lo ves prosperar, que estás viviendo para verlo en todos los ámbitos. Cuando ves a personas en nuestra ciudad venir a Cristo y caminar con Cristo, esto es vida. Cuando ves personas en todas las naciones venir a Cristo y caminar con Cristo, para esto es que vivimos. Vivimos cuando ellos se mantienen firmes y caminando con el Señor. No importa lo que tengamos que sufrir; esto vale la pena.

Basados en esta imagen, los hogares eran centrales; la estrategia era simple; el costo excesivo; una gran recompensa. Basados en Hechos, esto es lo que quisiera decir; no hay especificaciones aquí. Esto es general, pero es lo que quisiera decir. Primero, vayamos a todas partes. Iglesia, caminando fuera del libro de Hechos, decidamos salir agresivamente a todas partes que aun no son alcanzables en otras partes: Este de Asia, Norte de África, Asia Central. ¡Vayamos! A las zonas no alcanzadas en Norte América: Seattle, New York, y el medio Oeste. ¡Vayamos! A través del centro de Birmingham, para el caso. Hay personas por toda esta ciudad. Queremos ver que miles de personas vengan a Cristo en esta ciudad. Por eso vayamos a todas partes.

Vamos a involucrarnos todos. Aquí hay algo en que pensar. Cuando leemos el libro de Hechos como lo hemos hecho, pienso que hemos comprendido que Dios nos ha diseñado a todos nosotros para ser parte de la plantación de iglesias, y para que todos nosotros seamos parte de la multiplicación de las iglesias. Esto solo tiene sentido, si nosotros nos involucrados en hacer discípulos, necesariamente, automáticamente, todos tendremos que involucrarnos en la multiplicación de las iglesias.

Piense en esto. Si estamos haciendo discípulos por los próximos dos o tres años, a través del Espíritu de Dios, Su evangelio funcionará. Personas vendrán a Cristo. Seremos el doble en un año o dos o tres, si todos hacemos discípulos. Quizás este subestimando. No lo se, probablemente.

Si todos hacemos lo que hemos estado hablando, seremos el doble, y este edificio, tan bueno como es, no será capaz de recibir las personas que vendrán a Cristo. Eso es bueno. Eso es lo que seremos después. Quizás esa era parte de la razón por la cual ellos no construían edificios en Hechos. Quizás no era un problema de administración o de recursos.

Quizás era porque los edificios no podían contener lo que estaba ocurriendo. Eso es lo que queremos. No queremos diseñar algo, no queremos darnos a nosotros mismos para algo que un edificio pueda contener. Queremos darnos para algo que no podamos detenerlo. Esa es la gran imagen aquí.

Si todos somos discipuladores, si todos hacemos esto, la realidad es que no seremos capaces de estar en estos asientos como estamos ahora. Esta iglesia se esparcirá por todas las ciudades. Eso es lo que queremos. ¿Cuál es la meta de la vida cristiana? ¿Cuál será la meta de nuestra vida cristiana si no es pasar los próximos 30 años en este edificio, rodeados de estos programas? ¿Será que la meta de nuestra vida cristiana es ser parte de discipuladores y multiplicadores de iglesias y ser parte de la iglesia que se esparce, menos como una piscina y más como un río que va a todas partes?

No solo somos plantadores de iglesias o encontradores de residencias para iglesias, sino que estamos involucrados en la multiplicación de la iglesia. “Dios danos la gracia para morir a nuestra necesidad de cosas, comodidad, preferencias y tradiciones. Dios danos la gracia para decir, de acuerdo, después de este viaje hemos completado esto. Señor, lo que sea que tu quieras que nosotros hagamos, lo haremos.” Oremos y presionemos juntos en oración y digamos: “¿Dios que tu quieres que hagamos? ¿Cómo podemos ser mas efectivos esparciendo este evangelio urgentemente en nuestra ciudad y hasta lo último de la tierra?” Preguntémosle, y vamos a esperar lo que el nos tiene que decir.

Dios es Soberano sobre en la Gran Comisión

La conclusión es Dios es soberano sobre la Gran Comisión. El la terminará. El hará que se cumpla.

Somos Responsables por la Gran Comisión

Somos responsables por la Gran Comisión. El ha confiado en nosotros, a ustedes y a mí. Vamos a darle un cheque en blanco con nuestras vidas. A lo largo de este salón con nuestras vidas y con nuestras familias, démosle a Dios un cheque en blanco sin ningún compromiso, para decirle en nuestro día a día, “como quiera que quieras usarme, dirígeme a mí y a mi familia, iremos. Haremos lo que sea. Aquí esta el cheque en blanco.”

Démosle un cheque en blanco con nuestra iglesia. Digamos en los días siguientes, “haremos lo que sea, por mas loco que parezca, lo haremos. Mas de lo que deseamos respirar, queremos que este evangelio sea esparcido por nosotros y haremos lo que tengamos que hacer.” Perdamos nuestras vidas para completar esta misión.

La evangelización mundial… es una meta divinamente ordenada para todos los cristianos. No sólo es asequible, sino que es inevitable. Independientemente de si creemos que algún día el evangelio del Reino será escuchado hasta los confines de la tierra (Mt. 24:14). El Dios del universo no será derrotado en su propósito. Cualquier actividad que no esté en consonancia con su diseño para el destino humano es un ejercicio inútil. Cuanto antes nos demos cuenta de esto y alineamos nuestro camino con Él, más pronto vamos a ser relevante para la eternidad. Yo quiero que mi vida, y quiero que nuestra iglesia sea relevante para la eternidad.

David Platt

David Platt sirve como pastor en el área metropolitana de Washington, D.C. Es el fundador de Radical.

David recibió su doctorado del Seminario Teológico Bautista de New Orleans y es el autor de Don’t Hold Back [No te quedes donde estás], Radical, Sígueme, Contracultura, Algo tiene que cambiar, Before You Vote [Antes de votar], así como los varios volúmenes de la serie Christ-Centered Exposition Commentary [Comentario Expositivo centrado en Cristo]. 

Vive junto con su esposa e hijos en el área metropolitana de Washington, D.C.

LESS THAN 1% OF ALL MONEY GIVEN TO MISSIONS GOES TO UNREACHED PEOPLE AND PLACES.

That means that the people with the most urgent spiritual and physical needs on the planet are receiving the least amount of support. Together we can change that!