El Carácter de Dios y lo Pecaminoso del Hombre - Radical

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El Carácter de Dios y lo Pecaminoso del Hombre

¿Quién es Dios? ¿Qué hace a Jesús único? ¿Qué significa seguir a Jesús? Estas son todas preguntas que nos podemos hacer. En este mensaje sobre Isaías 43:15, el pastor David Platt describe el perfecto y amoroso carácter de Dios según las Escrituras.

  1. Dios es el santo, justo y misericordioso Creador de todas las cosas.
  2. Destaca atributos que distinguen a Dios de las personas en este mundo.

Si tienen una Biblia, y espero que así sea, permítanme invitarles a abrirla en Romanos 3. 

Heather y yo tuvimos la oportunidad de pasar la noche solos, sin los niños, durante este fin de semana. Es la segunda vez que lo hemos hecho desde que nació Joshua hace siete meses. Fue silencioso, no hubo pañales que cambiar ni narices que limpiar. Todas esas cosas que los padres hacen de momento en momento, diariamente, fueron removidas. Todo fue sereno y paz y silencio. Eso duró aproximadamente 60 segundos, hasta que empezamos a hablar. No se imaginan de lo que empezamos a hablar: de nuestros hijos, de los pañales que cambiamos, de las narices que limpiamos. Cuando los hijos se meten en tu corazón y en tu mente, no puedes sacarlos de tu boca. 

La imagen del evangelismo personal

Esta es la imagen del evangelismo personal que quiero que veamos. Lo que sucede cuando Dios es una realidad consumada en nuestras vidas- Realidad en el sentido más amplio de la palabra- Su trabajo en nuestras vidas cautiva nuestras mentes a diario de forma que El, quien es nuestra vida, fluye a través de nuestra mente y sale de nuestras bocas constantemente. Esto es evangelismo personal. Es el evangelio. Es de lo que hablamos cuando nos referimos al evangelio y al evangelismo personal. Son las oportunidades que tenemos cada día de dejar que el centro mismo del evangelio, diferentes colores y matices del evangelio, diferentes hilos del evangelio, permeen en nuestra conversación mediante el hilar de los mismos en la tela de nuestras vidas diariamente. 

Si usted no leyó el último sermón, vimos las verdades fundamentales para el resto de las series mediante el estudio de los sirvientes del evangelio, elegidos por el evangelio para proclamar el evangelio. Entonces, ¿puede la proclamación del evangelio ser una realidad en nuestras vidas diariamente? Quiero enviarles el mensaje de que puede serlo. Lo que haremos es buscar en los próximos sermones, basados en Romanos 1-8, una de las imágenes más claras del evangelio en todo el Nuevo Testamento. Vamos a ver a cinco diferentes hilos del evangelio que están entretejidos a lo largo de estos ocho capítulos. Estaremos viendo los primeros dos de estos cinco hilos el día de hoy. 

Lo que queremos hacer es un poco más interactivo. Quiero que veamos el primer hilo y después quiero que reflexionemos en ello, lo mismo con el segundo hasta que deduzcamos como éstos pueden, de forma práctica, convertirse en parte de nuestra vida diaria. 

Romanos 3:23 es nuestro verso clave, pero veremos todo Romanos 1-8. No tendremos tiempo de ver todos los pasajes que voy a mencionar. Les sugiero que tengan un lápiz a mano, para que los puedan anotar y verlos en mayor profundidad después. Pero con esta idea de que “pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios,” veremos el carácter de Dios y lo pecaminoso del hombre en este sermón. 

Hilo #1: El carácter de Dios 

Dios es el justo y lleno de gracia de todas las cosas 

Empecemos con el carácter de Dios, primer hilo. Lo que he tratado de hacer es tomar el carácter de Dios, según se muestra en Romanos 1-8, y llevarlo a una simple oración que resuma la imagen de Dios que tenemos ahí. Les voy a sugerir que al final de nuestro tiempo juntos, usted haya memorizado estos hilos, así como algunos de los versos bíblicos que vienen con ellos. 

Hilo número uno, el carácter de Dios. Dios es el justo y lleno de gracia creador de todas las cosas. En el último sermón hablamos sobre como Dios es el punto de partida del evangelio. El evangelio fluye de Dios. Es el evangelio de Dios. No podemos entender el evangelio hasta que no entendamos a Dios. Si tenemos un entendimiento viciado de Dios, inevitablemente tendremos un entendimiento viciado del evangelio. 

No tengo que decirles en este punto que vivimos en un mundo que tiene un entendimiento muy distorsionado de Dios. Podría inclusive llevarlo un poco más allá y decirles que dentro de nuestras iglesias hay muchas con un entendimiento distorsionado de Dios. Pero es otro sermón para otro día. 

Piensa en el mundo. Tenemos un mundo que tiene un entendimiento muy distorsionado de Dios, que va a afectar la forma en que la gente en nuestro mundo entiende el evangelio. 

Esto significa que en cualquier conversación que tengamos con personas que no conocen de Cristo, no podemos asumir nada en lo que respecta al entendimiento que puedan tener de Cristo. La gente asocia todos los diferentes tipos de significados al concepto de Dios. A menudo, cuando conversamos con personas que no conocen de Cristo, y ellos me miran y me dicen “Bueno, yo no creo en Dios”, la pregunta que inevitablemente les hago es “¿qué tipo de Dios es este en el que tu no crees?” Ellos dicen cosas como “no creo en Dios en el cielo que nos está observando, esperando que hagamos algo malo para castigarnos”. Ellos dan esta descripción de Dios y yo los miro y les digo “Bien por ti, yo no creo en ese Dios tampoco. Déjame decirte del Dios en que yo creo.” 

Ahora, cuando se refiere a entender a Dios en toda su gloria a través de sus características y atributos -y sabiendo que es fundamental para el entendimiento del evangelio- la pregunta se convierte en ¿Qué es lo más importante para compartir sobre el carácter de Dios?”. Lo que quiero que vean en Romanos 1-8 son tres características primarias que han sido resaltadas una y otra vez. Están resumidas en la oración “Dios es el justo y lleno de gracia, creador de todas las cosas”. Comenzaremos con una característica. 

Él es nuestro creador 

Él es nuestro creador. Aquí es donde Pablo, en Romanos 1:18 inicia su descripción del evangelio. Él dice en el verso 18: “Ciertamente, la ira de Dios viene revelándose desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos, que con su maldad obstruyen la verdad…” Ahora vean esto al final de los versos del 18-20, “Me explico: lo que se puede conocer acerca de Dios es evidente para ellos, pues él mismo se lo ha revelado.” (Rom. 1:18-19). 

Entonces el empieza a hablar de la creación: “Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa.” (Rom. 1:20). El empieza con el hecho de que Dios se ha revelado a sí mismo como Creador de todos los hombres de todas partes. Este fue el punto de inicio del evangelio para Pablo. Vemos eso aún en Hechos 17, cuando él está hablando en Atenas. El inicia con el papel de Dios como creador. 

Obviamente, vivimos en un mundo que a menudo niega la verdad en una variedad de diferentes niveles. Los dos niveles principales son una cultura que dice que número uno, no hay un Dios, y número dos, no somos seres creados. Ellos dicen. 

Ahora quiero que veamos más de cerca esas dos ideas, de manera rápida y breve. Esta idea de que no hay Dios es una visión ateísta. Debemos darnos cuenta desde el principio de que esta afirmación es insostenible de manera lógica. Creo que es inviable también. Hablaremos de esto más adelante, pero es insostenible. 

Piénsalo. Para poder decir que algo no está ahí, debes de haber buscado todas las posibilidades de que de hecho esté. Si yo dijera que una cierta cosa no está en esta habitación en este momento, eso significaría que yo tuve que buscar este espacio entero para ver sí dicha cosa está aquí. Decir que Dios no existe significa que se ha buscado todo lo que se conoce al respecto, eso significa que se tiene todo el conocimiento. Entonces, por definición, eso te hace Dios. Por lo tanto, negarías tu propia divinidad con tu afirmación de que no hay Dios. 

Hay un Dios

Pero la realidad es que aún el más acérrimo de los ateos tendría que por lo menos admitir la posibilidad de la existencia de Dios. Hay un Dios. Por lo menos, es posible. Tenemos que por lo menos llegar a ese punto de partida. En ese punto es posible que te digan “Bueno, a pesar de eso, no somos una creación. ¿Acaso no has oído la teoría científica de la evolución?, ¿No has oído como hace billones de años hubo un gran bang en el que las partículas se unieron y crearon el universo como lo conocemos? Bueno, asumamos que esas partículas si se unieron hacen billones de años. Esa no es una verdad que yo esté dispuesto a abrazar, pero asumamos que de hecho pasó. Aún en ese supuesto, vale la pena preguntarse, ¿de dónde salieron estas partículas? Moléculas o átomos, debieron salir de alguna parte. Simplemente no salieron de la nada. Hay un viejo dicho que reza “de la nada, nada sale”. Si tengo una taza de nada en mis manos, ¿que se puede sacar de eso? Nada. Nada es lo que Aristóteles dijo que las piedras sueñan. La realidad es que aun cuando esas partículas se unieron para crear el universo, esas partículas tenían que venir de algún lado. Ellos apuntan al mismo principio al que Romanos 1 nos refiere: que el diseño de la creación nos indica un creador. Debieron venir de alguna parte o quizás de alguna persona. 

Esta es una de mis citas favoritas. Es de un señor llamado Robert Zastrow. Él fue el director de la NASA y del instituto Goddard para estudios Espaciales y quiero que oigan lo que dijo: 

Los detalles difieren, pero los elementos esenciales en los registros astrológicos y bíblicos en Génesis son los mismos. Esto es un avance en extremo extraño, inesperado para todos, salvo los teólogos. Ellos siempre han creído la palabra de la Biblia, pero nosotros los científicos no esperábamos encontrar evidencia de un inicio abrupto porque hemos tenido hasta hace poco un éxito extraordinario en trazar la cadena de causa y efecto hacía atrás en el tiempo. En este momento para que la ciencia nunca podrá levantar la cortina sobre el misterio de la creación. Para los científicos que han vivido por su fe en el poder la razón, la historia termina como un mal sueño. Ellos han escalado montañas de ignorancia, han conquistador la cima más alta, a medida que se impulsa sobre la roca final es saludado por una grupo de teólogos que han estado sentados allí por siglos.” 

Dios es el creador. Él se ha revelado como creador a los hombres en todas partes. Este es el panorama, y lo veremos mejor a medida que progresamos por el libro de Romanos. Veremos que Él es el único que puede dar vida, 4:17, 5:18, 6:4, 22, y 23; Romanos 6:23 –al que nos referiremos en diferentes momentos- “La paga del pecado es muerte, pero la dadiva de Dios es vida eterna”. 

Dios es el dador de la vida. Romanos 8:19-21 habla sobre Dios y la creación. Esta es una parte fundamental del evangelio. Dios es creador, y como tal, le pertenecemos a Él. El que nos creó, nos conoce. El que nos creó y tiene autoridad sobre nosotros. No somos los amos de nuestro propio destino. No somos los capitanes de nuestras propias almas. El creador del universo es dueño de todos y cada uno de nosotros. Él es nuestro creador y le pertenecemos. Sin embargo Él no es sólo nuestro creador. 

Él es nuestro juez 

La segunda imagen que tenemos en Romanos 1-8 de Dios, es de Juez. Esto es probablemente la característica más dominante de Dios enfatizada en Romanos 1-8. Se puede ver en cada capítulo, en casi todos los versos, pareciera, hay palabras como “justo”, “justicia”, “justificar”, “justificados”. La imagen en Romanos 1-8 gira en torno a Dios como Juez. 

Se puede ver en Romanos 2 muy claro. Vean conmigo el capitulo 2:1-16. Lo que Pablo hace aquí es contrastar el juicio de los hombres con el juicios de Dios. Quiero que vean lo que él dice. El verso 1 dice “Por tanto, no tienes excusa tú, quienquiera que seas, cuando juzgas a los demás, pues al juzgar a otros te condenas a ti mismo, ya que practicas las mismas cosas.” (Rom. 2:1). Miren lo que dice, como enfatiza el juicio de Dios aquí. Él dice: 

Ahora bien, sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas se basa en la verdad. 3 ¿Piensas entonces que vas a escapar del juicio de Dios, tú que juzgas a otros y sin embargo haces lo mismo que ellos? 4 ¿No ves que desprecias las riquezas de la bondad de Dios, de su tolerancia y de su paciencia, al no reconocer que su bondad quiere llevarte al arrepentimiento? Pero por tu obstinación y por tu corazón empedernido sigues acumulando castigo contra ti mismo para el día de la ira, cuando Dios revelará su justo juicio. Porque Dios «pagará a cada uno según lo que merezcan sus obras (Rom. 2:2-6). 

Ese es un verso penetrante. “Porque Dios «pagará a cada uno según lo que merezcan sus obras»” (Rom. 2:6). Llegamos al verso 16, y él dice, el día en que, por medio de Jesucristo, Dios juzgará los secretos de toda persona, como lo declara mi evangelio.” El juzgará los secretos del hombre. Él es nuestro Juez. 

Capitulo 3, 3:5-8 habrá sobre la justicia y la rectitud de Dios. Romanos 3:25 dice que el objetivo de la cruz era que Jesús demostrara la justicia de Dios; 4:5; 5:1; 6:14-15. El capitulo 7 entero está construido en la ley de Dios y en la justicia de Dios. Esto desemboca en el 8:33, donde se habla de cómo sólo Dios nos puede justificar, sólo Dios está calificado para ser juez. Aún esta mención de la ira de Dios que vemos en Romanos 1:18 está conectada a su justicia. 

Llegamos a Romanos 3, el cual dice que Dios es justo en traer su ira a nosotros porque su justicia está en contra del pecado. 

Dejemos que esto penetre nuestros corazones. Dios juzgará a cada persona en este mundo, incluyendo cada persona leyendo este sermón. El Dios del universo, el Santo Dios del universo te juzgará. Él te juzgará a ti y todos tus pensamientos –los pensamientos secretos- todas tus acciones y El será justo cuando lo haga. Él es nuestro Juez, y como tal le rendimos cuentas a Él. Somos responsables ante El, como juez. Estaremos parados ante El, como Juez y su justicia reinará. 

Lo que es correcto y incorrecto

Este es un punto en el que una visión del mundo basada en el evangelio y una ateísta difieren completamente, porque una visión ateísta que niega la existencia de Dios no tiene base para lo correcto y lo incorrecto. Romanos 1-2 nos señalan la realidad de que sabemos que Dios existe por la ley moral que hay en nuestros corazones. Romanos 2:12-12 habla de cómo todos nosotros, aun cuando no tengamos una Biblia, tenemos un sentido de lo que está mal y lo que está bien en nuestros corazones, lo que no puede venir de un proceso evolutivo. Viene de Dios, un legislador moral que nos da la ley escrita en nuestros corazones. La realidad es que en la teoría de la evolución no hay base para la moralidad. En ese caso, la moralidad depende de que nosotros determinemos que está bien y que está mal, y no hay un bien absoluto ni un mal absoluto. Esto es lo que quiero que vean. 

Quiero compartir con ustedes una cita de Richard Dawkins, un ateísta jurado. Quiero que vean lo que él dice y quiero que vean aquí que el proceso de evolución es mucho más profundo que una teoría científica. Las implicaciones morales son enormes. Él dice: “En un universo de fuerzas físicas ciegas y réplicas genéticas, algunas personas saldrán lastimadas. Otras personas tendrán suerte y no encontrarán ninguna razón en ello ni ninguna justicia. El universo que observamos tiene precisamente las propiedades que debemos esperar si en el fondo no hay diseño, no hay propósito, no hay maldad y ningún otro bien, nada si no una indiferencia ciega, sin compasión. El ADN no sabe ni le importa. El ADN simplemente es, y bailamos al ritmo de su música.” 

¿Vieron eso?, en una visión ateísta del mundo, no le debemos cuentas a nadie. Vivimos en un mundo de fuerza físicas ciegas y replicas genéticas, y no hay justicia. Entonces no hay bien ni hay mal. Estamos meramente danzando al ritmo impuesto por nuestro ADN y puede ser que salgas lastimado o que tengas suerte, pero eso es simplemente como es. Por el contrario, una visión basada en el evangelio apunta a Dios, quien es un creador y un Dios que es un Juez, cuya justicia reinará y ante quien todos somos responsables. 

Él es Nuestro Salvador 

Dios es nuestro creador. Él es nuestro Juez, y la tercera característica resaltada en Romanos 1-8 es que Dios es nuestro salvador. Él no es un creador o un juez indiferente a nuestras necesidades. Lo que vemos en Romanos 1-8 es un tejido de la justicia de Dios y la Gracia de Dios. Hay tantos momentos claves en Romanos, donde las ideas se corresponden una con la otra y se emparejan. Miremos en Romanos 3:23-24. Este el verso que la mayoría conoce “pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios,” (Rom. 3:23). No te pierdas lo que dice después de eso. Miren al final del verso 22: “no hay distinción, pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios.”. Somos pecadores que merecemos ser juzgados. Dice: “pero por su gracia son *justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó” (Rom. 3:24). Justicia y gracia, una al lado de la otra, justo ahí

Vayamos al capítulo 4. Pablo cita el Antiguo Testamento en los versos 7-8 con el objetivo de referirse a nuestros pecados, y cómo no podemos hacer nada nosotros mismos para superar nuestros pecados. Mira lo que él dice cuando hace referencia al Antiguo Testamento. Él dice, “¡Dichosos aquellos a quienes se les perdonan las transgresiones y se les cubren los pecados! ¡Dichoso aquel cuyo pecado el Señor no tomará en cuenta!” (Rom. 4:7-8). 

Gracia

Llegamos al 5:1, “hemos sido “justificados”— juzgados justamente— “justificados mediante la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. También por medio de él, y mediante la fe, tenemos acceso a esta,” ¿qué? “Gracia en la cual nos mantenemos firmes” (Rom. 5:1-2). Nosotros estamos delante de Dios por la Gracia. Esa es la única forma por la que somos justificados. Eso plantea el escenario para los versos 6-8 en donde él dice, “A la verdad, como éramos incapaces de salvarnos, en el tiempo señalado Cristo murió por los malvados. Difícilmente habrá quien muera por un justo, aunque tal vez haya quien se atreva a morir por una persona buena. Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo,” ¿hizo qué? “Cristo murió por nosotros,” (Rom. 5:6-8). 

Entonces llegamos a Romanos 8, y cuando estamos en el verso 31 y tienes esta visión de Pablo diciendo “sí Dios es nuestro Juez y Dios es gracioso y Dios tiene la palabra final, ¿qué puede persona alguna o cosa alguna en este mundo hacernos?” Él dice “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” (Rom. 8:31-32). Miren lo que dice: “¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.” (Rom. 8:33-34). ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Rom. 8:34-39). 

Él es nuestro Creador, Él es nuestro Juez, y gloria a Dios, Él es nuestro salvador. Él es nuestro salvador y el entrecruza la justicia con la misericordia, justicia con gracia. Este es el evangelio, este es el carácter de Dios, y como nuestro salvador, lo necesitamos. Como nuestro creador, le pertenecemos. Como nuestro Juez, le debemos cuentas y como nuestro salvador, lo necesitamos desesperadamente. 

Por gracia

Lo necesitamos para cada aliento que respiramos. Damas y caballeros, la única razón por la que tu corazón está latiendo en este momento, es porque Dios, en su gracia, le da el ritmo. Esa es la única explicación de por qué en este momento tenemos aliento: por gracia

Vivimos en un mundo que dice que somos personas auto sostenibles. No somos auto sostenibles, somos radicalmente sostenidos por Dios. Aún si tú odias a Dios, tu aliento ahora mismo proviene de ese que odias. 

Ahora mismo toma un momento donde sea que estés para agradecer y exaltar a nuestro creador. Exaltemos al Juez del universo y exaltemos a nuestro Salvador. El reina como el justo y lleno de gracia Creador de todas la cosas. 

Hilo #2: Lo Pecaminoso del Hombre

Cada uno de nosotros es creado por Dios, pero corrompidos por el pecado. 

Ahora el hilo 2, lo pecaminoso del hombre. Somos todos creados por Dios, pero corrompidos por el pecado. En este hilo, tenemos que pensar. Tenemos que pensar en compartir esto con otros. No es lo muy efectivo simplemente pararse e ir hacia un compañero de trabajo y decirle agresivamente “necesitas ser salvado”. Eso no funciona muy bien. 

El reto, cuando se trata de lo pecaminoso del hombre es ¿Cómo comunicarse a las personas que somos pecadores? A ninguno de nosotros nos gusta pensar en nuestros pecados. Tratamos de cubrir nuestros pecados. Esa es la labor imposible, del evangelismo. Esto es por lo cual la proclamación del evangelio es imposible apartados del Espíritu Santo de Dios. El evangelio nos confronta en nuestro pecado. Hemos tratado, realmente tratado, de circunnavegar este problema y ofrecer una perspectiva y ofrecer el evangelio sin confrontar lo pecaminoso de los hombres. Hemos ofrecido el evangelio como algo que puedes agregar a tu vida para hacerla mejor, como levantar pesas o lecciones de piano. El problema es que el evangelio nos confronta al mismo centro de lo que somos y dice que debe haber un cambio radical en nuestros corazones, porque nuestros corazones están corrompidos por el pecado. Entonces, ¿Cómo comunicamos esto? Veamos como Pablo lo comunica en Romanos 1-8 Nos hemos rebelado contra Dios. 

Hay tres diferentes verdades que se unen para crear la imagen del pecado y la corrupción en nuestros corazones. Número 1, nos hemos rebelado en contra de Dios. Ese es todo el punto de Romanos 1:21. Después de que nos da la imagen de Dios como creador, él dice en el verso 21: ”Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios”—Nos hemos convertido en tontos—“y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.” (Rom. 1:21-23). Llegamos al verso 25 que dice que en nuestro pecado “cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.” (Rom. 1:25). 

Pablo dice que esto es lo que es el pecado. Pecado es no glorificar a Dios como Dios. Hemos tomado a Dios como el centro de nuestra vida, de su rol como el sustentador de nuestra vida, y en vez de orientar nuestra vida alrededor suyo como el centro, lo hemos sacado del centro. Hemos puesto cosas creadas allí en su lugar –casi siempre nosotros mismos u otras cosa creadas- No lo hemos glorificado como Dios. Lo hemos rechazado como Dios. Hemos intercambiado sus verdades por mentiras. Hemos tomado cosas creadas, y las hemos puesto en el lugar del Creador. 

El primer pecado entrando al mundo

Esta es la raíz de Génesis 3, el primer pecado entrando al mundo. Dios había dicho “Pueden comer de todo árbol, cualquier fruta excepto esta” y ¿qué hicieron Adán y Eva? Ellos, figurativamente, miraron la cara de Dios y dijeron “tú no eres el Señor aquí. Nosotros tomamos las decisiones, nosotros sabemos más. Voy a encontrar mi placer en lo que yo quiero, en vez de lo que tú quieres. Encontraré mis placeres en las cosas del mundo en vez de ti”. Ellos intercambiaron la verdad de Dios por una mentira. 

La gravedad de ese pecado es agravada por aquel contra quien se peca, aquel contra quien se rebelan. Imagínalo. Este es el Dios que ordena a las tormentas ir aquí y allá. Este es el Dios que dice a los vientos “soplen aquí” y lo hacen, el que le dice a la lluvia “cae aquí” y cae inmediatamente de acuerdo a su voluntad. Este es el Dios que dice a las montañas “tú vas aquí”, que le dice a mares “tú detente en este punto”. Este es el Dios que habla a toda la creación, le dice a la creación que hacer y esta responde inmediatamente en obediencia. El mira al hombre y le dice “haz esto” y el hombre dice “no”. Todos nos hemos rebelado así. 

Esta es la imagen de Romanos 3:9-20. Lo que Pablo hace es llegar al final de estos tres capítulos y vuelve al Antiguo Testamento. Pablo encuentra 8 versos en el Antiguo Testamento, pasajes diferentes, los trae al Nuevo Testamento y dice “¿quieres ver cuál es la imagen del hombre ante un Dios santo?, mira al hombre rebelde”. “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.” (Rom. 3:10-12) 

 “‘No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno’; ‘Sepulcro abierto es su garganta…’; ‘Veneno de áspides hay debajo de sus labios’; ‘su boca está llena de maldición y de amargura.’; ‘Sus pies se apresuran para derramar sangre; Quebranto y desventura hay en sus caminos, Y no conocieron camino de paz.’; ‘No hay temor de Dios delante de sus ojos” (Rom. 3:12-18). Esta es la imagen del hombre. 

Es lo que Romanos 3:23 dice “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” Nos hemos rebelado contra Dios, cada uno de nosotros. Esto es Génesis 8:21, “las intenciones del ser humano son perversas desde su juventud” Tu y yo somos rebeldes contra Dios. No hemos glorificado este Dios, lo hemos rechazado como Dios. Esto es con lo que el evangelio nos confronta. 

Estamos separados de Dios 

Nos hemos rebelado contra Dios. Como resultado, estamos separados de Dios. Esta es la imagen en Romanos 3:23 “por cuanto todos pecaron, y están destituidos” de Su gloria. Esta es la imagen que vemos en todo esto. Busquen en Romanos 6 conmigo. En Romanos 6-7, cuando Pablo habla del pecado en nuestras vidas. Quiero que vean como él describe el poder que el pecado tiene sobre nosotros. Comenzaremos en el verso 16, y tenemos que ponerlo en contexto, porque él les habla a personas que son seguidores de Cristo y hablan de lo que alguna vez fueron antes de venir a Cristo y quiero que oigan como describe a las personas en pecado. Miren lo que dice el verso 16: 

¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia. Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia. ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte. “(Rom. 6:16-21). 

Esta es la imagen que él nos da aquí. ¿Qué somos del pecado? “esclavos”. Estamos esclavizados del pecado y separados de Dios. Esto es importantísimo. Nunca experimentaremos salvación. Nadie podrá nunca ver salvación o entender el evangelio hasta que se dé cuenta de que estamos en esclavitud y necesitamos ser liberados. Hasta que no nos demos cuente de que estamos esclavizados, no tenemos conocimiento de que necesitamos ser liberados. 

Estamos muertos sin Dios 

Nos hemos rebelado contra Dios y estamos separados de Él, esclavizados del pecado y el resultado de esto es la muerte. Estamos muertos sin Dios. Esto es Romanos 6:23 “la paga del pecado es muerte”. Esto es justo lo que dice en el final de Romanos 6:19, 20, 21. Estas cosas –la esclavitud al pecado- resultan en la muerte. Volvamos al capítulo 5:12, versos 12-21. Una y otra vez, Pablo nos enseña la relación entre pecado y muerte. Véanlo es este primer verso, Romanos 5:12: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.” 

Esa es la imagen. No te pierdas lo que él está diciendo. El pecado entra al mundo ¿y qué viene con el pecado? La muerte. La muerte viene a todos los hombres porque todos hemos pecado, cada uno de nosotros, desde Adán tiene una naturaleza pecaminosa. Nos hemos rebelado contra Dios. Nos hemos separado de Dios y como resultado estamos muertos sin Dios. 

Cuando lleguen a Romanos 7, miren lo que dice el verso 24. Él está celebrando el evangelio, pero miren lo que dice. Él dice “¡Soy un pobre miserable! ¿Quién me librará de este cuerpo mortal?” 

Ahora, esta es la realidad, no es posible estar más muerto o menos muerto. La única posibilidad aquí es la muerte. Voy a enfatizar eso porque vivimos en una cultura donde en lo que respecta a la idea de nuestro pecado y nuestra maldad, nuestras mentes se van inmediatamente a la comparación y pensamos “bueno comparada con tal persona, yo no estoy tan mal”. Nadie está más muerto o menos muerto en pecado, simplemente se está muerto en pecado. Esa es la imagen que estamos viendo y no podemos ver una solución salvo que el problema sea diagnosticado correctamente. 

El problema con los pecados

El problema no es que hemos hecho cosas malas, el problema no es que hemos tomado malas decisiones. El problema es que en el centro mismo de lo que somos, nos hemos rebelado contra Dios, estamos separados de Él y estamos muertos sin él. La gente podrá pensar “bueno, eso suena un poco extremo”, pero esto es exactamente lo que pasó en Génesis 3. Él les dijo “un pecado, un pecado y sin duda morirán”. Esa es la imagen, que la muerte sería una realidad. Pensamos que eso es extremo, pero tenemos que darnos cuenta de que no es la gravedad del pecado, es la gravedad de contra quien se peca. 

Pensar que sólo con un pecado, en sólo un pecado que se pueda cometer, envuelve ver el rostro del Santo Dios, Creador del universo, y decirle “tu ley no es buena y tú no tienes autoridad en mi vida. Yo desafío tu jurisdicción en mi vida y sé lo que es mejor y hago lo que me parece sin importar la infinita ofensa que eso es para ti”. Hacemos eso. Decimos esas cosas cada vez que pecamos, y la realidad es que en este mundo hemos cometido trillones y trillones de pecados. Nos hemos rebelado contra Dios, estamos separados de Dios y estamos muertos sin Dios. 

Ahora, sé que estamos hablando de compartir el evangelio con otros. Pero estoy cada vez más convencido de que cuando se trata de este elemento del evangelio, no son los no cristianos los que tienen dificultad de ser honestos sobre el pecado. Es muy comúnmente los cristianos, la iglesia, los que prefieren no ser honestos sobre el pecado. 

Somos personas que nos deleitamos en esconder nuestra rebelión con religión. Nos hacemos una rutina religiosa, domingo a domingo, y nos empezamos a creer que de verdad engañamos a Dios con nuestras canciones cuando aún abrazamos tanto pecado en nuestros corazones. Como resultado, hemos creado una religión que difama a Dios que elimina la idea de la honestidad ante Dios, que se deleita en entrar a un lugar, cantar canciones, oír palabras de aliento e irse no teniendo nunca que lidiar con la gravedad del pecado en nuestros corazones. Necesitamos acabar con esta religión difamadora de Dios. Debemos ser personas honestas con Dios sobre el pecado. ¿Cómo podemos proclamar que el evangelio transforma radicalmente los corazones pecaminosos, si no estamos dispuestos a venir honestamente ante ese Dios? 

Quisiera, antes de que vayamos más lejos, que nos tomemos unos pocos momentos, y quiero invitarles a que pasemos un tiempo de confesión ante Dios. Esto es una parte fundamental de la adoración, la confesión honesta de pecado. Quiero que le pidas a Dios revelar áreas de rebelión en tu corazón. Quiero que le pidas a Dios que muestre áreas donde Él no está siendo glorificado como Dios porque tú no quieres pensar por un segundo en las cosas que estas escondiendo y en las cosas a las que te estás aferrando. Dios juzgará los secretos del hombre a través del evangelio y yo te invito, te urjo, a no dilatar ser honesto con Dios sobre el pecado en tu vida. Pasemos los próximos momentos en confesión y te invito a ser honesto con Dios. 

Espero que vengas ante el Padre en oración y en honesta confesión. Oremos. Padre, te alabamos porque somos una creación y tu Creador y porque somos pecadores y tu eres el redentor. Dios te pedimos que podamos ser honestos contigo sobre nuestro pecado. Padre, oramos para que nos hagas personas que pueden ser honestas contigo sobre nuestro pecado y oramos para que tu lo cubras con gracia y misericordia. Dios, oramos para que nos ayudes a no esconder la gravedad del pecado y en consecuencia, Dios, que nos ayudes a proclamar tu victoria sobre el pecado por el evangelio. En el nombre de Jesús oramos, amen. 

Cosiendo los hilos del evangelio… 

Dios es el Justo y lleno de gracia Creador de todas las cosas 

Bien, saquen sus lapiceros. Lo que quiero que hagamos ahora es considerar estos dos hilos, el carácter de Dios y le pecaminoso del Hombre. ¿Cómo vemos estos hilos en nuestras vidas y conversaciones cotidianas? ¿Cómo pueden estos hilos convertirse en una realidad cuando le hablamos a nuestros hijos, a nuestra pareja en la casa, cuando hablamos con compañeros de trabajo, colegas, vecinos, cuando hablamos en restaurantes, en el supermercado donde estamos haciendo compras? ¿Cómo puede el evangelio ser más que sólo una presentación de una vía que nos sacamos de un bolsillo en el momento conveniente? ¿Cómo puede el evangelio permear y ser cocido en la tela de cada una de nuestras conversaciones? 

Lo que quiero hacer aquí es que voy a darle unas cuantas ideas. El punto no es dar una lista exhaustiva o definitiva, sino poner sus mentes a pensar sobre cómo, en el contexto de dónde vives, trabajas o te diviertes, el evangelio puede convertirse en una realidad en tus relaciones y tus conversaciones. Esto es sólo para poner sus mentes en movimiento. 

Habla sobre Dios como que Él es alguien que tú conoces 

Comenzaremos con ese primer hilo. Dios es el justo y lleno de gracia Creador de todas las cosas. ¿Cómo puede ese hilo ser cosido en la tela de tu vida cada día? Quiero animarte a ser la persona que habla de Dios cómo que él es alguien que tú conoces. La gente dice “no puedo compartir el evangelio, porque no he sido entrenado para compartir el evangelio”. ¿Cuántos padres en esta habitación han sido entrenados para hablar de sus hijos? ¿Cuántos abuelos han sido entrenados para hablar de sus nietos? Ustedes no han recibido un entrenamiento formal, sin embargo todo lo que oímos de ustedes es sobre sus hijos y nietos. La realidad es que cuando hay algo en tu mente, sale de tu boca. ¿Qué pasa cuando nuestras mentes están tan consumidas con El que es una realidad, en el mayor sentido de la palabra, en nuestras conversaciones diarias? 

Oro para que Dios nos haga una familia de fe. Que las personas nos oigan y digan “Esas son personas que conocen de Dios, que hablan con Dios, cuyas vidas apuntan a Dios y hay algo bíblico sobre esto” 

Habla sobre Dios como que Él es alguien que tú adoras 

Habla sobre Dios como que él es alguien que tú conoces y habla de Dios como que él es alguien que tú adoras. Quiero enfatizar eso porque en algunas de la cosas que vamos a discutir debemos ser cuidadosos de no hablar casualmente de Dios. A esto me refiero con eso: Si, Dios es nuestro amigo, si Dios es nuestro padre, pero Él es también nuestro Rey y él es también el Soberano y majestuoso gobernador del universo. En consecuencia, no debemos hablar de Dios igual que como hablamos de amigos y padres aquí en la tierra. Hay una diferencia aquí. Habla de Dios como que Él es alguien que tú conoces y alguien que adoras, alguien que lo amerita. 

Hablando sobre Dios como Creador… 

Habla sobre Dios como que Él es nuestro creador con nuestros hijos, con nuestros colegas, con los vecinos. Reconoce la gloria de Dios en la creación en cada oportunidad que tengas. Estas son cosas simples para, reitero, poner sus mentes a producir. Pero piensen en las oportunidades que tenemos constantemente de hablar de la gloria de Dios en la creación. 

No digas “Mira ese atardecer, es hermoso”. En vez de “Mira la gloria de Dios exhibida en ese atardecer. Él es hermoso”. ¿Ven la diferencia? Uno habla de las cosas creadas, lo otro habla del Creador. Reconoce la gloria de Dios en una tormenta y di “Mira la gloria de Dios revelada en la creación. Tenemos oportunidades de hacer esto cada día, todo el día, y no solo refiriéndonos a la creación. 

Reconoce la presencia de Dios en facetas específicas de tu vida. No dejes de hacerlo. Ahora, la pregunta “¿Qué hay de nuevo en tu vida? Toma un significado radicalmente nuevo cuando Dios está en el centro de tu vida. Cuando las personas te pregunten qué hay de nuevo en tu vida, en vez de decir de la manera mecánica que está pasando esto o aquello, porque no “Dios está trabajando conmigo de esta manera” Cuando tu empiezas una oración de esta manera, de repente alguien recibirá la señal de que esta persona realmente cree que Dios es real y realmente cree que Dios está involucrado personalmente en tu vida, quizás aun haciendo cosas buenas en ella. 

Dios me está bendiciendo de esta manera”. Estamos tomando la antena de nuestra vida y apuntándola a Dios. La soberanía de Dios está supuesta a ser puesta en exhibición en cada faceta de nuestra vida. Cuando las personas te preguntan sobre tu toma de decisiones, tu forma de pensar, es una oportunidad perfecta para apuntar al hecho de que la decisión es de Dios antes de ser tuya, que eres propiedad de otro, que no eres el amo de esa decisión, Él es. “Dios me está guiando en esta dirección”, “Él me está guiando para tomar esta decisión”. Él es nuestro amo, Él nos está enseñando las verdades, Él nos está mostrando el entendimiento. Pertenecemos a El a cada momento de cada día. ¿Se dan cuenta como una gran parte de nuestra conversación es ateísta por naturaleza? Hablamos como que las cosas pasan al azar o por coincidencia o simplemente ocurriendo en nuestras vidas. Eso no es cierto. Dios está tras cada detalle en nuestras vidas. Eso cambia el modo en el que hablamos de nuestras vidas. 

Ven como tenemos oportunidades simples de apuntar a Dios como Creador, como el cual a quien le pertenecemos, de manera diaria y continua. Esta es la verdad del evangelio penetrando nuestras conversaciones. 

Hablando de Dios como Juez… 

Ahora, ¿qué de Dios como juez? Es un poquito más retador aquí. Pero estoy convencido de que cuando buscamos oportunidades para mostrar el carácter de Dios –hablar sobre el carácter de Dios- Dios se deleita en ello. El proveerá esa clase de oportunidades. 

Piensa en cuando pasan cosas malas. Nosotros vimos en Sri Lanka 25 personas en un autobús atestado en el que fue puesta una bomba, muertos en un instante por personas radicales. Vemos eso en las noticias y las personas se lamentan. Sí, hay injusticia en este mundo, pero esta es la realidad: el evangelio, la justicia de Dios prevalecerán. Prevalecerán, y eso nos da una gran cantidad de confianza. Cuando las cosas van mal en nuestras vidas, cuando las cosas van mal alrededor de nosotros y en el mundo, hay una confianza que podemos poner en Dios. Seamos honestos, hemos hablado de ello, el evolucionista ateo no tiene esta confianza. Oímos a Dawkins, ¿y, que dice de Sri Lanka? 25 personas asesinadas en un autobús. Él dice que los que pusieron la bomba estaban meramente danzando al ritmo de su ADN y que los demás no tuvieron suerte. No es maldad, bien o mal. Desafortunadamente no acertaron y no hay justicia en el final. Es una visión del mundo no viable. 

Podemos expresar confianza en Dios aun cuando las cosas van mal y expresar humildad ante Dios y el prójimo cuando tú haces algo mal

Cuando somos culpables de algo, debilitamos el evangelio cuando respondemos con orgullo, cuando respondemos con negación. Esto es debilitar el evangelio. Cuando nos damos cuenta de que Dios es el juez de nuestras vidas y nada está oculto ante El, eso cambia la forma en que respondemos en el trabajo, en la casa, cuando hacemos algo mal. Respondemos con humildad ante Dios porque sabemos que tenemos a Dios como juez. Eso cambia la forma en la que respondemos. 

Hablando sobre Dios como Salvador… 

¿Que de Dios como Salvador? ¿Qué del hecho de que necesitamos a Dios? Quiero exhortarles a apuntar constantemente a las evidencias de la gracia de Dios dentro y alrededor tuyo. Vemos la gracia de Dios en todas partes, en cristianos y no cristianos. Hablamos ya de eso. Cada uno de nosotros en esta habitación tiene aliento ahora mismo por la gracia de Dios. 

Cuando vemos cosas buenas, cada una se entrecruza con la otra. Dale crédito constante a Dios como la fuente de todo lo bueno dentro y alrededor tuyo. Cuando todo lo bueno viene de Dios, eso provee toda clase de alimento para las conversaciones sobre la bondad de Dios. Ahora, debemos ser cuidadosos de no llevar esto demasiado lejos. Hay una historia de un predicador que dio un sermón y uno de los miembros de la iglesia se le acercó y le dijo “predicador, ese fue un buen sermón”. El predicador se sonrojó un poquito y dijo “fue Dios que hizo todo”. El miembro lo miró y le dijo “bueno, no fue tan bueno”. Pienso que hay una palabra ahí que nos recuerda no atribuir cada pequeña cosita a Dios, hay algunas cosas por la que tenemos que tomar crédito. 

Pero la realidad es, todo lo que es bueno en mí, viene de Dios. Absolutamente todo lo que está en ti que es bueno viene de Dios. Como resultado, hablar de las evidencias de la gracia en nuestras vidas, su provisión en nuestras vidas diariamente, cuando vivimos como que necesitamos a Dios para cada aliento que tomamos, eso cambia la forma en la que hablamos de las cosas que están pasando en nuestras vidas. Cuando vivimos como que necesitamos a Dios. Tenemos oportunidades alrededor de nosotros cada día para apuntar a Dios como Creador, como Juez, como Salvador. La persona a la que necesitamos, la persona a la que pertenecemos, la persona a quien le debemos cuentas. 

Cosiendo los hilos del evangelio…

Somos, cada uno, creados por Dios, pero corrompidos por el pecado. 

Lo pecaminoso del hombre, el segundo hilo, un poquito más difícil de hablar. Como todos somos creados por Dios, pero hemos sido corrompidos por el pecado. Quiero pasar algo de tiempo aquí en esa primera parte. Somos, cada uno creado por Dios. El mensaje en el evangelio es que si, somos radicalmente, terriblemente, totalmente, universalmente pecadores. Al mismo tiempo, somos hechos a imagen de Dios, Cada uno de nosotros es creado por Dios. Salmo 139: “asombrosa y maravillosamente he sido hecho.” 

Habla respetuosamente a y de todas las personas como individuos creados a la imagen de Dios 

Así que, como resultado, la noticia que tenemos para las personas no es sólo que han pecado, sino que también son creadas por Dios. Eso cambia la forma en la que hablamos. Hablamos respetuosamente de todas las personas como individuos creados a la imagen de Dios. Cuando hablamos sobre gente, sin importar su etnia, sin importar su estatus social, sin importar su estatus económico, sin importar su religión, sin importar nuestras opiniones sobre ellos, hablamos sobre y a las personas como que son creados a la imagen de Dios. 

Esto cambia la forma en la que hablas de tu cónyuge. Cambia la manera en la que hablas de tu ex cónyuge. Esto cambia la manera de la que hablas de tu compañeros de trabajo. Esto cambia la forma en la que hablas de las personas en el mundo. Cambia la forma en la que hablas de los candidatos presidenciales. Cambia la forma en la que hablas de Osama Bin Laden. Estas son todas personas creadas a la imagen de Dios. Como resultado, se cambia ciertamente la forma en la que hablamos el uno del otro. El chisme debilita el evangelio, porque somos creaturas creadas a la imagen de Dios. 

Busca intencionalmente oportunidades para dar ánimo a otros 

No solo hablamos respetuosamente sobre otras personas, sino que también buscamos intencionalmente oportunidades de dar ánimo a otros. Sabemos que vivimos en un mundo donde todo es sobre avanzar uno mismo. ¿Qué pasa cuando hablas como que vives para que otros avancen? ¿Cómo que vives para levantar a otros? Eso es una imagen del evangelio que no se olvidaría en nuestra sociedad. 

Hablando de nuestra rebelión… 

Somos cada uno creado por Dios, pero corrompidos por el pecado. Así que ¿Cómo hablamos de esta otra faceta? ¿Cómo hablamos de rebelión? Bueno, quiero exhortarles con algunas cosas para que piensen. Habla humildemente sobre la seriedad del pecado. A esto es a lo que me refiero con esto: Quiero exhortarte a que no bromees sobre el pecado. No bromees sobre el pecado en tu vida. No bromees sobre el pecado en la vida de otros. No te acabes una comida enorme y digas “vaya, eso fue glotonería, ja, ja” Cuando hacemos algo casual del pecado le comunicamos a las personas a nuestro rededor que el pecado es para ser tomado a la ligera, que el pecado debe ser manejado casualmente, y vivimos en un mundo, en una cultura que maneja el pecado de manera extremadamente ligera, extremadamente casual. 

Como somos sal y luz de acuerdo con Mateo 5, hay una seriedad que debe permear toda y cada una de nuestras conversaciones sobre cualquier tipo de pecado. Habla humildemente sobre la seriedad del pecado. No bromees sobre la tentación y habla honestamente sobre nuestra propensión al pecado. Cuando hagas algo mal, dile a tus hijos, y esto es sólo un ejemplo, “hijos, papi hizo algo malo. Él es propenso a hacer lo malo y necesita un salvador”. ¿Ven cómo el evangelio es una realidad en nuestras conversaciones diarias? Cuando alguien en el trabajo es encontrado haciendo algo malo, tu ve hacia él y dile “yo también soy propenso al pecado” 

Estas son imágenes, hilos del evangelio que pueden ser cosidos cada día. Habla honestamente de nuestra propensión al pecado. La forma en que hablamos de la maldad, la forma en la que hablamos sobre lo malos, la forma en la que hablamos sobre el pecado en nuestra vida diaria tendrá un enorme efecto en ayudar a otras personas a entender la profundidad de nuestra rebelión contra Dios. 

Hablando de nuestra separación… 

Les exhorto a que en la manera en que hablen reconozcan la raíz del pecado dentro y alrededor de ustedes. Tratemos de evitar este patrón en el mundo en el que cuando algo anda mal y estamos tratando de arreglarlo nos vamos a la rama. Tratamos de poner banditas en las ramitas rotas. Es como hablamos en un sermón anterior sobre la homosexualidad. Hablar sobre el comportamiento es perder el punto. Vamos más lejos, vamos al deseo, al pensamiento, al deseo del corazón. Vimos en Romanos 1 que un corazón desordenado lleva a pensamientos desordenados, lo que lleva a deseos desordenados y a su vez a comportamientos desordenados. Hay una raíz atrás. Cuando hablamos de dificultades, cuando hablamos de pecado en nuestra vida, de lo malo en la vida de las personas a nuestro alrededor, entonces estamos hablando de la raíz y no de las ramas. 

Mira a la raíz del pecado y reconoce las consecuencias del pecado dentro y alrededor tuyo. No minimicemos las consecuencias del pecado. Resaltemos las consecuencias del pecado. Recuerden comunicarlas a las personas que sí, hay consecuencias del pecado. No pretendamos con nuestra forma de hablar que el dolor y el sufrimiento proveniente del pecado no existen. Hablemos de ello como que es real, porque esperamos con ansias el día cuando no habrá más pecado, no más luto, no más tristeza y no más dolor. Ansiamos ser liberados del pecado. Usemos esas oportunidades para hablar de la consecuencia última del pecado y la inminente victoria de Cristo sobre el pecado, sobre la cual hablaremos la semana entrante. 

Hablando de nuestra mortalidad… 

¿Como hablamos de muerte espiritual? Quiero exhortarles a que seamos personas que hablemos constantemente de nuestra dependencia de Dios. Vivimos en un mundo autosuficiente, auto sostenible, donde vivimos como que podemos hacerlo todo por nuestros propios medios. Hemos creído y vivimos y hablamos de forma tal que se evidencia que necesitamos a Dios para cada aliento que respiramos, para cada palabra que decimos, para cada decisión que tomamos –Esto es radicalmente diferente en nuestra cultura- Tengan esto en cuenta, habla como que necesitas a Dios, empieza a usar frases como “necesito que Dios haga esto, necesito que Dios haga aquello”. Las personas en nuestra cultura te dirán “eres débil”. Puede ser que empieces a pensar también así. 

Recuerdo la primera vez que volé a esa ciudad en Kazakhstan, cuando estábamos con nuestro traductor y estábamos adoptando a Caleb y cuando compartí con ella que yo creía en Dios. Ella me miró y me dijo “Yo no creo en Dios, y las personas que creen en Dios son débiles. Yo no necesito a Dios”. A lo largo de las próximas cuatro semanas compartimos con ella durante casi todas las comidas durante las cuales le hablamos sobre como Dios nos había provisto, como Dios había hecho esto, como Dios nos había guiado por este camino. Así llegamos a esa última noche cuando íbamos a salir de esa ciudad. Ella nos miró y nos dijo “Estoy confiando en su Dios, porque lo necesito”. Esa es la imagen. Vive, habla como sí necesitaras a Dios en tu familia y como que lo necesitas en tu trabajo y como que lo necesitas en tu vida. Habla constantemente y da testimonio de tu dependencia de Dios y habla de tu desesperación por Dios. La realidad es que no podemos siquiera irnos de nuestras reuniones en la iglesia respirando sí Dios no nos da aliento. Eso cambia la forma en que hablamos cuando nos vamos de nuestras reuniones. 

El Reto… 

Así que ahí están las ideas. Aquí está el reto y tiene dos partes. La primera parte es que quiero retarles, y pueden tomar esto y hacerlo de la manera que les parezca, pero quiero retarles a memorizar estos primeros dos hilos en el evangelio y esto es lo que quiero decir con eso: Dios es el justo y lleno de gracia creadora de todas las cosas. Somos creados por Dios y hemos sido todos corrompidos por el pecado. Si quieres, siéntete libre de ponerlo de la manera que más te guste, sólo asegúrate de que sea bíblico. Puedes tomar esas palabras, memorizarlas y memorizar el versículo de Romanos para cada una de ellas. Memoriza un verso de Romanos para cada una de esas cosas y quizás, si eres ambicioso, memoriza algunas de las verdades que le acompañan, como “Él es nuestro creador y le pertenecemos”; “Él es nuestro Juez y tenemos que darle cuentas a El”; “Él es nuestro salvador y lo necesitamos”. Quiero retarles a que dejen que estos hilos del evangelio estén en sus mentes y en sus corazones. Que estén cosidos ahí, en la tela misma de lo que ustedes son. Esa es la primera parte del reto. 

La segunda parte del reto es esta. Quiero retarles a que cada día de esta semana, sin excepción, busquen intencionalmente por una oportunidad para coser ambos hilos. Puede ser que no tengan muchas oportunidades. Vean que fácil es esta. Quiero retarles a levantarse en la mañana, el día de mañana, y decir “Dios, quiero hablar de tu carácter el día de hoy” 

Esto puede ser ante tus hijos y tu familia o ante tus vecinos. Yo diría que es preferible que sea ante alguien que tú no sabes sí conoce a Cristo, o que quizás sepas que no conoce a Cristo. Habla sobre el carácter de Dios. Estas son sólo ideas para poner tu mente a caminar. ¿Cómo puedes hablar sobre el carácter de Dios como Creador, como Juez, como Salvador en el día de mañana? Y después, ¿Cómo puedes hablar de la naturaleza pecaminosa del hombre? Éstas son sólo ideas. Pregúntale a Dios. Dile “Dios, dame la oportunidad de coser con estos hilos el día de hoy” 

Pero, una vez más, esto es un simple ejemplo. Toda esta semana coseremos con los hilos del evangelio y proclamaremos el evangelio y compartiremos el evangelio donde quiera que vayamos. Esto es la iglesia en acción. Veremos qué pasa cuando el evangelio es cosido por toda tu ciudad y el mundo. Oremos para terminar. 

Oración final

Dios, te pedimos en oración que tomes nuestras vidas, nuestras relaciones, nuestras conversaciones esta semana, y que las satures con el evangelio. Dios, oramos para que en esta semana tu pongas una plétora de oportunidades para que hablemos de tu carácter, lo que estás haciendo como nuestro Creador y nuestro Juez y nuestro Salvador, a hablar de nuestra necesidad de ti aún en los más profundo de nuestra rebelión y nuestro pecado. Dios, oramos para que nos uses para hilar los hilos del evangelio durante toda esta semana. Dios, oramos para que empoderes a tu pueblo con el Espíritu Santo y para que el resultado sea colores, tonos, hilos del evangelio siendo cosidos por toda la ciudad y oramos para que atraigas a las personas a la belleza del evangelio y la gloria de Jesucristo. Dios, haznos personas apasionadas del evangelio y apasionadas de compartir el evangelio con otros. En el nombre de Jesús oramos, Amen. 

David Platt

David Platt sirve como pastor en el área metropolitana de Washington, D.C. Es el fundador de Radical.

David recibió su doctorado del Seminario Teológico Bautista de New Orleans y es el autor de Don’t Hold Back [No te quedes donde estás], Radical, Sígueme, Contracultura, Algo tiene que cambiar, Before You Vote [Antes de votar], así como los varios volúmenes de la serie Christ-Centered Exposition Commentary [Comentario Expositivo centrado en Cristo]. 

Vive junto con su esposa e hijos en el área metropolitana de Washington, D.C.

LESS THAN 1% OF ALL MONEY GIVEN TO MISSIONS GOES TO UNREACHED PEOPLE AND PLACES.

That means that the people with the most urgent spiritual and physical needs on the planet are receiving the least amount of support. Together we can change that!