Sesión 2: El recorrido hasta la cruz - Radical

Iglesia Secreta 6: La Cruz de Cristo

Sesión 2: El recorrido hasta la cruz

En esta sesión de Iglesia Secreta 6, el pastor David Platt analiza los detalles del recorrido de Cristo hasta la cruz. A medida que nos guía a través de cómo la gloria de Dios impulsó a Jesús hacia la cruz, podemos entender la cruz como una demostración, no del valor finito del hombre, sino del valor infinito de Dios. En este mensaje, aprendemos que Cristo murió la muerte que merecíamos como expiación por nuestros pecados, pero ¿qué fue lo que lo llevó a la cruz? El pastor David Platt analiza tanto la persona como el propósito de Cristo mientras ilustra el recorrido del Mesías hacia la cruz.

  1. Satisfacción divina
  2. Sustitución divina
  3. El recorrido hasta la cruz

Donde dejamos estaba hablando acerca del carácter de Dios, la maldad del hombre y la tensión – específicamente identificando la tensión, el amor, santidad, la ira de Dios. ¿Cómo puede Dios ser santo en Su amor y santo en Su ira? Cuando hablamos de Dios satisfaciéndose a sí mismo, probablemente no es el mejor término, pero la idea es, ¿Cómo puede ser Dios fiel a Su naturaleza, a Sus atributos, cómo puede Él expresar Su santidad sin consumirnos en nuestro pecado? ¿Cómo puede expresar Él Su amor sin condenarnos en nuestro pecado? ¿Cómo puede ser Él el juez del pecado y el justificador de los pecadores al mismo tiempo? ¿Cómo puede satisfacerse a Sí mismo y salvarnos al mismo tiempo? Este es el dilema que estamos observando. Las Escrituras nos lo dan, y necesita fijarse en nuestras mentes. Es una imagen centrada en Dios de hacia dónde estamos yendo, mirando a la cruz, ¿Cómo puede Dios ser justo y bondadoso hacia los pecadores al mismo tiempo? Este es el dilema, el problema, la tensión, todo esto lleva a la realidad. No lo pierda de vista, porque esto nos guía – ahora estamos entrando a la realidad expresada en la cruz.

La cruz

La realidad es ante todo, la cruz es una demostración del carácter de Dios. Ante todo, la cruz es una demostración del carácter de Dios. Escuche Romanos 3:25 y 26, “Dios lo ofreció (a Jesús) como un sacrificio de expiación que se recibe por la fe en su sangre” Él hizo esto ¿Por qué? Pablo, ¿por qué él hizo esto? Para demostrar Su justicia. Anteriormente, en Su paciencia, Dios había pasado por alto los pecados; pero en el tiempo presente ha ofrecido a Jesucristo para manifestar Su justicia. De este modo Dios es justo y, a la vez, el que justifica a los que tienen fe en Jesús. ¿Qué quieres decir con demostrar Su justicia?

Bueno, vea el problema que se expresa aquí en estas palabras, Romanos 3, Dios ha dejado los pecados cometidos de antemano sin castigo. Así que, hay pecados sin castigar.

El culpable absuelto, lo cual es detestable para Dios, así que ¿Cómo puede haber pecado sin castigo y Dios ser justo en todos Sus caminos? Su justicia está comprometida aquí. Aquí es donde nos damos cuenta que el perdón de Dios de nuestro pecado es una amenaza a Su carácter. Ilustración, 2 Samuel 12, David en el Antiguo Testamento es culpable de adulterio, mentira y asesinato. Natán el profeta lo confronta y dice, “Natán le dijo a David” – lo confronta con esto. Así es como responde David. “David le dijo a Natán, he pecado contra Jehová”. “Natán contestó, El Señor ha quitado tu pecado. Tú no morirás”. ¿Escucharon esto? Adulterio, asesinato, mentira pasan por alto. ¿Esto es justicia?

Si hubiera un juez hoy en un tribunal que mira a un adúltero, mentiroso y asesino y dice, “Perdonado, se puede ir”. Nosotros lo sacaríamos de su puesto en un minuto. Esto no es justo. Ahí es donde llegamos a enfrentarnos con una pregunta muy común.

Las personas preguntan, “¿Por qué Dios no puede solo perdonar los pecados? ¿Por qué es necesaria la cruz? ¿Por qué Dios solo no puede – quiero decir, nosotros nos perdonamos unos a otros. ¿Por qué Dios no puede solo perdonarnos?” A esto se refería Ansom. Él dijo que alguien imagina que Dios puede simplemente perdonarnos como nosotros perdonamos a otros, esa persona aún no ha considerado la seriedad del pecado o literalmente cuán pesado es el pecado. No se ha dado cuenta de la grandeza de Aquel contra quien hemos pecado. Y cómo Su carácter está comprometido aquí en Su respuesta al pecado.

Alguien dijo, “El perdón es para Dios el más profundo de los problemas”. Bishop Wescott dijo una frase que me encanta, “Nada superficialmente parece más simple que el perdón, pero nada, si miramos profundamente, es más misterioso o más difícil”. ¿Cómo puede ser Dios justo y aún así perdonar pecados, pasar por alto pecados? Allí es donde vemos que antes de que la cruz sea por causa de cualquiera, lo que Dios está haciendo en la cruz es por causa de Dios. Dios está desplegando Su justicia. Él está demostrando Su justicia. ¿Por qué murió Jesús en la cruz? ¿Por quiénes murió Jesús? ¿Él murió por mí? Ciertamente. ¿Murió por ti? Ciertamente. Pero no finalmente. Finalmente, Cristo murió por Dios. La cruz está finalmente centrada alrededor de una demostración del carácter de Dios.

Watchmann Nee dijo, “Si yo apreciara la sangre de Cristo yo debo aceptar la valoración de Dios de ella, porque la sangre no es primariamente por mí sino por Dios”. Nosotros necesitamos oir esto.

Nosotros hemos escuchado el Evangelio presentado como la respuesta de Dios a los problemas humanos, y lo es en muchas maneras. Es eso, pero el fin, la cruz es la respuesta de Dios a un problema divino, y esto es lo que llevó a Jesús a la cruz. La gloria de Dios llevó a Jesús a la cruz. Mire Juan 12. “Ahora todo mi ser está angustiado, ¿y acaso voy a decir: “Padre, sálvame de esta hora difícil”? ¡Si precisamente para afrontarla he venido! ¡Padre, glorifica tu nombre!” Nosotros decimos cosas como, “Tu estabas en Su mente cuando Él fue a la cruz. Yo estaba en Su mente cuando Él fue a la cruz”. Damas y caballeros, el Padre Dios estaba en Su mente cuando Jesús fue a al cruz. La gloria de Dios lo llevó a Él allí, y veremos cómo nos afecta esto a nosotros, pero veamos la cruz como se relaciona al carácter de Dios.

Lo que Dios está haciendo en la cruz es mostrarnos que el pecado es infinitamente ofensivo. Aquí se despliega la severidad del pecado. No hay lugar para la autoexaltación en la cruz. Nosotros decimos cosas hoy como ¿me pregunto que vio Jesús en mí que hizo que él fuera a la cruz por mí? Jesús no vio nada en nosotros, nada bueno. Nada. No hay nada aquí ni nada en la cruz que hable de algo que nosotros merezcamos o algo que ganemos o que debamos tener. No hay nada aquí de autoexaltación. La cruz no se trata de desplegar nuestro valor. La cruz es todo acerca de desplegar el valor de Dios. Todo en la cruz es para exaltar a Dios. La cruz es el final de la autoexaltación. Es por esto que tiene sentido cuando vemos a Jesús diciendo cosas como, “Niéguense a ustedes mismos. Tomen su” – ¿Qué? Su cruz. Niéguense a ustedes mismos. Niéguense a sí mismos. La cruz es completa, total y radicalmente acerca de la exaltación de Dios. Él nos muestra que el pecado es infinitamente ofensivo y que Dios es infinitamente glorioso. La cruz no es un despliegue del valor finito del hombre.

La cruz para Dios

La cruz no es una imagen de cuan valiosos somos. La cruz es una imagen de cuan valioso es Dios. La cruz es una proyección, no del finito valor del hombre, sino del valor infinito de Dios. Ahora, aquí está el asunto. Tan pronto como comenzamos a ver la cruz, ante todo como buenas noticias para Dios, y por primera vez comenzamos a darnos cuenta de cuan buenas estas noticias son para nosotros, porque la cruz no tiene que ver con nuestra exaltación o nuestro valor. La cruz trata acerca de la exaltación de Dios y mostrando el valor de Dios que hemos de disfrutar supremamente por toda la eternidad, y mire esto. Su salvación en la cruz está ahora arraigada en Dios quien está encomendado radicalmente a Su gloria, y Él por toda la eternidad capacita a Su pueblo por la cruz a disfrutar esa gloria garantizada. La cruz trata de mostrarnos, no nuestro valor, sino el valor de Dios con quién estaremos eternamente. Centrado en Dios. Porque el será fiel a su carácter, y esto esta garantizado.

Así que ¿Cómo es que El hace esto? ¿Cómo es que El se satisface a El mismo y nos salva? ¿Cómo es que ocurre la satisfacción divina – segunda parte – a través de la divina sustitución? Un Dios, punto inicial de 1 Timoteo 2,5 y 6 y un mediador entre Dios y los hombres, el hombre Jesucristo quien se dio a El mismo. Un mediador. Esto es, en donde comenzamos a ver la cruz, no es una de diez opciones que Dios tenía para salvar a los pecadores. Diciendo, voy a escoger ésta. Es el único medio. El único camino. ¿Por qué? ¿Qué era tan significativo acerca de Cristo? Estas palabras, sustitución divina, ¿Qué es lo que significa con ello? Que Dios se satisface a El mismo mediante sustituirse El en lugar de los pecadores. Dios le hizo sin pecado, para ser pecado por nosotros. En lugar de nosotros.

Ahora, para tener la idea de la sustitución, tenemos que considerar algunas facetas de Cristo. Primero, considerar quién es El, la persona de Cristo. Tenemos que ver la humanidad y la deidad de Cristo, y ambas cosas son extremadamente importantes. Pienso que es para detrimento nuestro hoy que usted puede buscar en muchos discos evangelísticos e incluso muchas predicaciones evangelísticas y enseñanzas y usted encontrará hablar muy poco acerca de la plena humanidad y plena deidad de Cristo. Es como si no pensásemos que es así de importante, pero sí que lo es. Esto es lo que separa la Cristiandad, el Evangelio Cristiano, el Evangelio del Nuevo Testamento, de una multitud de sectas que andan por allí fuera hoy en día. Esto es lo que separa la Cristiandad evangélica Neo Testamentaria del Islam o Judaísmo. Esta es la imagen aquí, humanidad y deidad.

Stott dijo ““La posibilidad de la sustitución descansa en la identidad del sustituto” y de paso, estoy citando a Stott numerosas veces, y hay una parte el final de sus notas que tiene lectura recomendadas, probablemente el libro que está arriba es “La Cruz de Cristo” por John Stott, un libro increíble. “La posibilidad de sustitución reside en la identidad del sustituto.” ¿Quien es Jesús? Primero es plenamente hombre.

La humanidad de Jesús

Hebreos 2:17 dice que El tenía que ser como Sus hermanos en todo. ¿Cómo es El igual a nosotros? Obviamente de alguna forma diferente a nosotros porque El nació de una virgen. Aquí está la imagen del la concepción espiritual de Cristo. El nació.

El poseyó el rango pleno de características humanas. Tenía un cuerpo humano. “estaba envuelto en pañales en Su nacimiento. Creció y se volvió fuerte” Lucas 10. Juan 4 “Tenía un cuerpo que se cansaba” quiero decir estaba agobiado al finalizar esa noche larga. Mateo 4, “Estaba hambriento” El podía tener hambre. Tenía un estómago que podía hacer ruidos como el nuestro. Esta es la imagen. El es plenamente humano, un cuerpo humano. Una mente humana, creció en sabiduría. La mente humana, mi corazón esta afligido. Jesús estaba afligido en espíritu, Juan 13. Mateo 26, “El alma abrumada hasta el punto de doler hasta la muerte” El alma humana. Las emociones humanas, Mateo 8:10 habla acerca de cómo Jesús estaba maravillado cuando el escuchó algo.

Juan 11:35 “El lloro” Hebreos 5:7 y 8, “Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas” El tenía emociones humanas y observación humana. Indicando allí, este es un comentario, ¿De dónde saca este hombre la sabiduría y los poderes milagrosos, como dice en Mateo 13, no es este el hijo del carpintero?

¿De dónde sacó este hombre todas estas cosas? Las personas le miraron a Él como un hombre. Le vieron a Él como un hombre. Ellos le identificaron como un hombre real. Esto significa que Él puede plenamente identificarse con nosotros. Él no es distinto al nosotros tratando de hacer algo por nosotros.

Él es un representante nuestro. Si Él no es plenamente humano, Si Él no es como nosotros, Él no puede representarnos. Acerca de esto, Hebreos 4:14 al 16, y dejemos que estas palabras calen hondo. “Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” Jesús está familiarizado con nuestras luchas. Él está familiarizado con nuestras luchas. Él está familiarizado con nuestro pesar. Cuanto más camino con Cristo, es Su humanidad la que me trae más y más consuelo a mi alma.

Hay un término musical llamado resonancia compasiva. Si usted tuviese dos pianos sobre el escenario aquí y usted fuese a tocar el “Do” del medio en uno de los pianos, esa nota resonaría muy levemente en el otro piano, la misma nota respondería a este. Esto nos recuerda que cuando ustedes atraviesan momentos difíciles en sus vidas y cuando sus corazones estén rotos, estén llorando y les duela, sepan que hay un hombre en los cielos cuyo instrumento es como el de ustedes, y cuando les duela, hay una resonancia que viene de Él. Él es nuestra resonancia compasiva, que imagen tan increíble. Un hombre pleno.

La divinidad de Jesús

Segundo, Él es plenamente Dios. Completamente Dios. C.S. Lewis dijo “La doctrina de la divinidad de Cristo a mí no me parece algo trabado lo cual usted pueda destrabar, sino algo que usted mira en todo momento para que usted tenga que desenredar toda la telaraña para deshacerse de ella” Hay muchas personas que creen que Jesús es plenamente hombre. No, muchas personas. Muchas menos de las que creen que El es plenamente Dios. Su identidad, Juan 1:1-4 “En el principio era el Verbo.

El Verbo era con Dios. El Verbo es eterno” Hebreos 1:8 “Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo” Jesús es eterno. El es nuestro creador. Hemos visto a Dios como Creador. “Por El” hablando acerca de Jesucristo, Colosenses 1:15 y 16 “en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten” Ustedes le ven aquí igual con Dios. “En El todas fueron creadas todas las cosas” “El sustenta todas las cosas” Colosenses 1:17. El es omnipotente. “El se pone en pie y el viento y las olas le obedecen.” Mateo 8. Mateo 14, “El multiplica la comida” El es omnisciente.

Jesús sabía en Su espíritu que esto es lo que pensaban es sus corazones. El sabía que era lo que estaba en el hombre. Las personas dijeron “vemos que sabes todas las cosas, esto nos hace creer que viniste de Dios.” Él es Soberano. Pongo Marcos 2 allí en donde Jesús proclama tener autoridad para perdonar pecados. Para C.S. Lewis, ésto fue lo que le convenció de la divinidad de Cristo. El proclamar que tiene la autoridad, para ser contra quien se ha pecado y tiene la autoridad para perdonar pecados. Entonces llegué a Mateo 11 allí “Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre.” Su testimonio. Jesús reclamó identificación con su Padre. “les diré la verdad” Jesús respondió “Antes que Abraham fuese Yo soy” El usa esta imagen de “yo soy” en el Antiguo Testamento para identificarse a Él mismo.

Yo y el Padre uno somos” Juan 10:30. El testimonio de los hombres acerca de Él, Tomás dijo en cuanto a Él. “Mi Señor y mi Dios” después que resucitó de la tumba. Colosenses 2:9, Pablo escribe “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad” Luego ustedes tienen el autor de Hebreos diciéndonos que Jesús es la representación exacta de Dios. Tienen a Juan en Apocalipsis mostrándonos la imagen de “Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor, El que es, que era y que ha de venir, el Todopoderoso” El Quintilema. En otras palabras cinco opciones.

El Quintilema, Número 1, ¿Es Jesús una leyenda? ¿Todas estas cosas en cuanto a Él son falsas? Es un mito que evolucionó con el tiempo. No tenemos tiempo para dedicarle a esto, pero hay más confiabilidad histórica en el Nuevo testamento que en cualquier otro libro antiguo de la historia. No es simplemente una leyenda. ¿Es Jesús un lama, una imagen aquí, en un sentido panteísta, como Dalai Lama, la figura de un gurú?, ¿un gurú oriental? Así que cuando Jesús estaba reclamando ser Dios, ¿estaba diciendo simplemente “¿Soy uno con Dios como todo lo es?”

El único problema era que Él era Judío. Que esto no encajaba en lo absoluto con todo que El estaba viviendo y representando. Tercero ¿Es Jesús un mentiroso? El dijo que era Dios. Si El no fuese y El sabía que no lo era, entonces El sabía que no lo era, entonces era un mentiroso. Aún los eruditos seculares dicen que Jesús fue un gran hombre. ¿Fue realmente un gran hombre si caminó por ahí diciendo – identificándose a Él mismo con el creador del mundo, engañando a otros en el proceso? ¿Hace esto grande a alguien? ¿Hace eso a uno manso y humilde como se describió Él?

¿Es Jesús un lunático? Quizás Él dijo que era Dios y en verdad pensaba que lo era cuando no. O si Él no era una leyenda, un gurú oriental, un lama, un mentiroso, un lunático entonces esta es la conclusión de C.S. Lewis. El es Señor. Usted puede hacerlo cayar por ser un necio. Puede escupir en El y matarle como un demonio, o puede caer a Sus pies y llamarle Señor y Dios, pero no vengamos con la absurdidad condescendiente en cuanto a El como un gran maestro humano. El no lo ha dejado abierto así para nosotros, y no intentó hacerlo. Jesús puede identificarse plenamente con Dios.

Jesús es Dios en el mismo sentido y en el mismo grado que el Padre. Él no es menos Dios que lo que es el Padre. El se puede identificar plenamente con Dios. Juan 1 dijo “El sufrió no como Dios, sino que el que Sufrió fue Dios” Ahora, eso no hace la imagen sencilla, completo hombre, completo Dios, la persona de Cristo es una unidad misteriosa y de dos naturalezas. Tengo una cita aquí del Credo de Atanasio, una unidad misteriosa, no una contradicción, sino un misterio. ¿Cómo puede encajar esto? Estaba mirando y leí algo acerca de estas naturalezas de Cristo juntas, y me tope con Arthur Pink quien escribió esto y pienso que lo aclara.

“Esta importante distinción nos llama a una poderosa consideración de una persona que se precia de ser un ser inteligente. La segunda persona de la trinidad asumió una naturaleza humana y le dio subsistencia por la unión con Su personalidad divina. Podría haber sido una persona humana si no hubiese estado unido al Hijo de Dios, pero estando unido a Él, no puede ser llamada una persona puesto que nunca subsistió por sí misma, como otros hombres lo hacen, por lo tanto tal es el poder de esa cosa santa que nacería. No era posible para una persona divina el adoptar otra persona subsistiendo de ella misma y en unión con ella, porque dos personas quedándose como dos para volverse en una es una contradicción” Ahh es así. Muchas gracias Arthur por aclarar, como ahora todo tiene sentido.

Okay. Así que tenemos una unidad misteriosa aquí. ¿Cómo encajan? Piense en esto de esta forma. Primero, Su naturaleza humana y divina son diferentes. Hay cosas que Él hace que revelan – nos dan una imagen de la naturaleza humana y cosas que Él hace que revelan la naturaleza divina. Él tenía 30 años de edad y había existido eternamente. La naturaleza humana y la divina. Mi meta es darle un dolor de cabeza en este proceso justo aquí…

La dicotomía y la unidad de Cristo

Lo tercero. Esto es una gran cosa. Mateo 8 establece una imagen. Él esta cansado. Está exhausto, se duerme en el barco, y luego se despierta y le dice a los vientos y a las olas que le obedezcan. Cansado y omnipotente, justo allí. Él nació como un bebé, y Él sustenta el universo. Él perdió Su vida humana, y posee autoridad divina. ¿Cómo ocurrió esto? Esta es la figura de la naturaleza humana y la naturaleza divinas juntas pero con todo, diferentes. La naturaleza humana y la divina son diferentes al tiempo, que la naturaleza humana y la divina están unidas y lo que significa por eso es que todo lo que Jesús hace que muestra la imagen de Su naturaleza humana es verdaderamente la persona de Cristo en el mismo modo, que Todo lo que Él hace que muestra la imagen de Su naturaleza humana es verdaderamente la persona de Cristo. Cuando Él dice en Juan 8:58 “Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.” El no dice “Antes de que Abraham naciese mi naturaleza divina existió” No, no es lo que dice.

Es como si fuera a escribirle a usted una carta y dijera “Les escribo esta carta” no diría, “mis dedos les escribieron esta carta, pero mis pulgares no tuvieron nada que ver con ella.” No diría eso. Cualquier cosa que mis dedos están haciendo son representativos de mí haciéndolo. Así que esta es la figura, y cuando miramos a esta figura Pablo escribe, “Lo que recibí os lo he dado, primero e importante, que Cristo murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras” ¿Murió Dios? ¿Murió Dios en una cruz? La imagen es ciertamente en Su naturaleza humana, Jesús murió. Su naturaleza divina, no obstante, sustentando el universo, no puede morir. La naturaleza divina, si esta muerta, entonces ¿como pueden continuar existiendo las cosas? La naturaleza divina no está allí, no estamos allí.

Así que la figura es esta – estaría bien decir ¿Murió Dios en la cruz? Si y no en el sentido que ¿Jesús en Su persona murió? Si, pero su naturaleza divina no lo hizo. Diferente pero unificado. Cuando Él dice “Salí del Padre y vine al mundo; ahora dejo de nuevo el mundo y vuelvo al Padre” y luego El dice “Y les aseguro que estaré con ustedes siempre” Así que cuando viene a la persona de Cristo en la cruz, no es Jesús solamente como si Él no tuviese naturaleza divina. No es Dios solamente Dios, como si no tuviera naturaleza humana, sino que el que esta en la cruz es Dios y Cristo. No solo Dios, no solo el hombre, sino Dios en Cristo, pleno Dios, pleno hombre, mostrado maravillosamente en Colosenses 1:19-20 “Porque a Dios le agradó habitar en él con toda su plenitud y, por medio de él, reconciliar consigo todas las cosas, tanto las que están en la tierra como las que están en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que derramó en la cruz.” Esta es la persona de Cristo, plenamente capaz de identificarse con nosotros, plenamente capaz de identificarse con Dios, plenamente humano, plenamente Dios. Esta es Su persona. ¿Qué acerca de Su propósito?

Él vino con un propósito, buscar y a salvar lo que se había perdido. Jesús vino, dividamos esto en dos figuras. Él vino a vivir una vida sin pecado. El vino a vivir la vida que nosotros no podríamos vivir. Veamos eso aquí en Juan 18:38 “Yo no encuentro que éste sea culpable de nada” Hebreos 4:15 “En el no había pecado” 1 Pedro 1 “Cordero sin mancha y sin defecto” 1 Juan 3 “Y él no tiene pecado” El fue obediente, perfectamente obediente a Dios.

La necesidad de esta identidad por la cruz

Esto es importante. Es importante porque, obviamente Jesús no vino y dio Su vida por nosotros sobre una cruz como un niño. Él fue obediente. Él demostró obediencia a la ley de Dios, cumplimiento la ley de Dios en Su Obediencia. Juan 15:10 “como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre”. Él fue obediente, y su obediencia es necesaria para nuestra salvación, y Él fue justo, es justo. Nosotros necesitamos, para ser reconciliados con Dios, no necesitamos liberarnos del pecado.

Necesitamos ser vestidos de justicia. Así que es necesario que Cristo sea justo, y usted ve estos versículos que nos muestran esa imagen. Así que, vinimos a vivir una vida sin pecado, obediente y justa, y Él vino a morir en muerte sustituta. Este fue el propósito de Su venida. Usted mira cada uno de los Evangelios, Mateo, Marcos, Lucas y Juan, y usted verá esto en diferentes maneras esta imagen del hecho de que la cruz no fue un accidente. Es por esto por lo que vino Jesús. Marcos 8, 9, 10 y demás, Jesús está dándonos imágenes hacia donde Él iba. Lucas nos muestra como iba a Jerusalén. Juan constantemente habla acerca de la hora que venía. No es tiempo.

Hubo momentos en que quisieron apedrear a Jesús, o querían despeñarlo, y la imagen es Él caminando a través de ellos. No era el tiempo. El vino a morir una muerte llena de propósito en el tiempo exacto. Muerte Sustituta ¿Qué significa eso? Significa que Él asumió nuestra identidad. Piense acerca de esto conmigo. ¿Cuál es la paga del pecado? Muerte. Bien, si Jesús fue obediente y justo, entonces no tenía paga que pagar. Él no merece la muerte. Así que si Él iba a morir, no sería por causa de Él, sería porque Él esta muriendo en lugar de otro. Él está asumiendo nuestra identidad, para poder hacer, como dice Hebreos 2 “a fin de expiar los pecados del pueblo.” Y la imagen es que Él murió – la palabra clave aquí – “en lugar” del desobediente.

Tiene versículos allí escritos, Juan 11, Romanos 5, 2 Corintios y Gálatas y lo que usted ve es esta pequeña palabra de tres letras, “por”, mencionada una y otra, y otra vez. “Un solo hombre por el pueblo”, dijo Caifas. En Romanos 5 usted lee esto una y otra vez. “A la verdad, como éramos incapaces de salvarnos, en el tiempo señalado Cristo murió” –haga un circulo allí – “por los malvados. Difícilmente habrá quien muera por un justo, aunque tal vez haya quien se atreva a morir por una persona buena.

Pero Dios demuestra Su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.” Ahora, esta palabra tiene dos preposiciones en el Nuevo Testamento que son usadas en estos pasajes, pueden significar “de parte de” o “en lugar de”. La figura es, y está verdaderamente muy bien resumida en 2 Corintios 5, “El amor de Cristo nos obliga, porque estamos convencidos de que uno murió por todos, y por consiguiente todos murieron.” Esto es un representativo. Es un sustituto. El está haciendo algo no simplemente de parte de, sino en lugar de, en el lugar de cómo un representante por todos estos otros.

En Gálatas 3: “Cristo nos rescató” busque este pasaje después “de la maldición de la ley al hacerse maldición por nosotros,” en lugar de nosotros Él tomó la maldición. “Él mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados.”

Así que Él asumió nuestra identidad, y como resultado, Él cumplió nuestra salvación de modo que Pablo dirá “He sido crucificado con Cristo,” Hay una unidad allí, en asumir Él nuestra identidad, Él está cumpliendo nuestra salvación. Él “me amó y dio su vida por mí”, por mi causa, en lugar mío, como mi representante. Así es como Dios está reconciliándonos con Él.

Colosenses 1, así que aquí volvemos al dilema divino, y aquí es como se resuelve. Satisfacción divina, ahora miramos a la cruz. Trae todo lo que habló acerca de cuando viene a la satisfacción por medio de la sustitución, lo junta todo. La satisfacción divina, la totalidad del carácter de Dios es expresado en la cruz. Vemos la imagen completa de Su justicia y de Su ira y de Su santidad y Su amor y misericordia. Aquí pongo el Salmo 85 a la vuelta del 3, tenemos esta imagen del amor y la fidelidad junto con la ira, teniendo presente la misericordia. Todas están convergiendo, todos los atributos de Dios convergiendo justo aquí en la cruz, la totalidad del carácter de Dios es expresado en la cruz, la sustitución divina, la salvación a través del hijo de Dios es alcanzada. El Hijo único, pleno Dios y pleno humano.

Piense acerca de esto, la esencia del pecado, el hombre sustituyéndose por Dios. El hombre se impone a sí mismo en contra de Dios y se pone él en donde merece estar Dios. Esa es la esencia de pecado. ¿Qué es la salvación? La esencia de la salvación es Dios sustituyéndose Él mismo por el hombre. Dios en Cristo sacrificándose por el hombre y poniéndose en donde solo el hombre merece estar. Esto es de lo que trata 2 Corintios 5:21. Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en Él recibiéramos la justicia de Dios.

No hay nada más grande que esto. Él vivió la vida que nosotros no podríamos vivir. El murió la muerte que nosotros no quisiésemos morir. En nuestro lugar. Él mismo el sustituto, y en la cruz, Dios hace estas cosas. Él expresa Su juicio sobre el pecado. Ve la belleza de la cruz aquí. En la cruz, Dios expresa Su juicio sobre el pecado.

Al mismo tiempo, Dios sufre Su juicio en contra del pecado. Él expresa el juicio sobre el pecado y soporta el juicio en contra del pecado. Esto solo puede acontecer a través de la muerte sustituta y en la cruz, Dios posibilita la salvación para los pecadores. Cristo, el Dios humanado, es el único sustituto posible que trae satisfacción a la gloria de Dios y salvación a los hijos de los hombres. Esta es la imagen que se está proyectando aquí. Déjeme mostrársela a usted.

Una de las profecias: en el recorrdia hasta la cruz

Isaías 53, si usted tiene una Biblia a mano, vaya conmigo a Isaías capítulo 53. Esta profecía fue escrita 700 años, hablada 700 años antes de que Jesús fuese a la cruz. Escuche lo que dice. Quiero mostrárselo aquí, satisfacción a través de la sustitución. Capítulo 53, versículo 1 “¿Quién ha creído a nuestro mensaje y a quién se le ha revelado el poder del Señor? Creció en su presencia como vástago tierno, como raíz de tierra seca. No había en él belleza ni majestad alguna; su aspecto no era atractivo y nada en su apariencia lo hacía deseable. Despreciado y rechazado por los hombres, varón de dolores, hecho para el sufrimiento. Todos evitaban mirarlo; fue despreciado, y no lo estimamos. Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores, pero nosotros lo consideramos herido, golpeado por Dios, y humillado.

Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados. Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros. Maltratado y humillado, ni siquiera abrió su boca; como cordero, fue llevado al matadero; como oveja, enmudeció ante su trasquilador; y ni siquiera abrió su boca. Después de aprehenderlo y juzgarlo, le dieron muerte; nadie se preocupó de su descendencia. Fue arrancado de la tierra de los vivientes, y golpeado por la transgresión de mi pueblo.

Se le asignó un sepulcro con los malvados, y murió entre los malhechores, aunque nunca cometió violencia alguna, ni hubo engaño en su boca. Pero el Señor quiso quebrantarlo y hacerlo sufrir, y como él ofreció su vida en expiación, verá su descendencia y prolongará sus días, y llevará a cabo la voluntad del Señor. Después de su sufrimiento, verá la luz y quedará satisfecho; por su conocimiento mi siervo justo justificará a muchos, y cargará con las iniquidades de ellos. Por lo tanto, le daré un puesto entre los grandes, y repartirá el botín con los fuertes, porque derramó su vida hasta la muerte, y fue contado entre los transgresores.”

Este es un hermoso capítulo de las Escrituras. Lo que vemos aquí, las mismas verdades, este es un pasaje importante, ocho de estos 12 versículos son atribuidos directamente a Jesús en el Nuevo Testamento, 8 de esos 12 versículos. Versos 1, 4, 5, 6, 7, 8 dos veces y el verso 11. Ocho de los 12 versículos. Está citado siete veces en el Nuevo testamento. Siete veces diferentes, y usted puede ver los paralelos, los escribí para ustedes allí. Citados siete veces diferentes, pero aquí esta la imagen. Como que regresa al pasado por todos estos versículos, y quiero que piense acerca de todo lo que hemos visto en este punto mostrado en este capítulo de las Escrituras, un pasaje profundo.

Número uno, vemos la persona de Cristo. Este pasaje nos muestra que en Su humanidad, Él esta familiarizado con el sufrimiento. Versículo 3: Fue despreciado y rechazado por los hombres, varón de dolores familiarizado con el sufrimiento. Jesús no es un Salvador con pelo ondulado y características impecables que siempre esta limpio y todo luce maravilloso y tiene una pequeña corona alrededor de su cabeza en todo momento.

Nada en su apariencia lo hacía deseable. Familiar con el sufrimiento, como nosotros Su humanidad, Su deidad libre de pecado. Él no cometió violencia, ni fue hallado ningún engaño en Su boca. Sin pecado y Justo, tal como vimos, la persona de Cristo.

El hombre sin pecado, lo que hemos visto. Versículos 4 al 6, 8 al 12, vemos nuestros pecados en todo este pasaje, y lo que nos conduce a la sustitución de parte de Dios. Versículos 4 al 6, usted puede hacer un círculo cada vez que vemos la imagen, Ciertamente Él cargó nuestras enfermedades. ¿Las enfermedades de quienes fueron puestas sobre Él? Las nuestras. ¿Los dolores de quiénes fueron puestos sobre Él? Los nuestros. Traspasado por nuestras rebeliones, molido por nuestras iniquidades. Gracias a Sus heridas fuimos nosotros sanados.

El Señor ha puesto sobre Él la iniquidad de todos nosotros. Está todo puesto sobre él como nuestro sustituto. Una y otra, y otra vez vemos esto, la sustitución de Dios. Satisfacción de Dios, ¿quien envió a Jesús a la cruz? ¿La voluntad de quién fue el moler a Jesús en la cruz? Fue la voluntad del Padre. Fue la voluntad del Señor el molerle, versículo 10.

Ni Judíos ni Romanos, fueron en definitiva responsables por la muerte de Cristo. Dios el Padre fue el responsable final por la muerte de Cristo. Fue la voluntad del Señor el molerle. Dios, la sustitución de Dios, satisfacción de Dios conduciendo a la salvación de los hombres, en el versículo 11.

Después del sufrimiento verá la luz y quedará safisfecho. Por su conocimiento mi siervo justo justificará a muchos y cargará con las iniquidades de ellos. El modo en que somos justificados es por causa de la satisfacción y la sustitución de Dios que conduce a nuestra salvación, así que esa es la imagen.

Si fuésemos a imaginar la cruz como un diamante infinitamente precioso, en el centro del diamante quisiera invitarles a ver, miremos dentro de él y vean satisfacción a través de la sustitución. Dios glorificándose a Él mismo al Sustituirse Él mismo en la cruz. Y basado en esa figura, aquí es lo que quiero que nosotros hagamos.

Quiero que vayamos a la narración de la pasión, cuatro escenas, e inclinar esto un poco de esta forma y que veamos la luz brillando de él. Luego lo moveremos hacia otro lado en el Jardín de Getsemaní y veremos la luz brillar, y luego iremos a la cruz y veremos a Jesús clamando “Dios mío, Dios mío ¿por qué me has abandonado?” y lo veremos brillar, y luego miraremos a esta declaración de triunfo “Todo se ha cumplido” y de estos cuatro ángulos vemos la figura gloriosa de la satisfacción mediante la sustitución simplemente cobrar vida. El viaje a la cruz. Allí es donde estamos. Esas cuatro escenas.

¿Qué significa esto, 1 Timoteo 2:5, esto es en lo que nos estamos enfocando aquí, en un rescate? La última Cena, Jardín de Getsemaní, Clamor de abandono, declaración de triunfo. Sumerjámonos justo en medio de la última Cena. Vamos a hacer nuestro mejor esfuerzo para volar por arriba de esto. No vamos a entrar en todos los pasajes a profundidad porque hay muchos, especialmente en esta sección justo aquí, pero usted sabe de Jesús teniendo la comida de Pascua, era el tiempo de la pascua, allí en Mateo 26.

Eventos del recorrido hasta la cruz

Lo que quiero hacer en cada una de estas escenas que habremos de mirar, tres componentes de cada una de estas escenas que quiero que miremos para pensar acerca de ellas. Quiero que piense acerca de un tema, el texto clave para ayudarnos a entender eso y la verdad central. Así que, el tema central aquí en la Ultima Cena es el sacrificio. Básicamente habremos de mirar los cuatro temas basados en estos cuatro eventos, sacrificio, y la verdad clave aquí es que Jesús murió nuestra muerte. Nuevamente, sienta la sustitución aquí. El murió nuestra muerte como representante para nosotros, en lugar de morir nosotros, murió Él.

El texto clave por el cual habremos de pasar lo mejor que podamos, Exodo 12, Exodo 24, Levítico 16, y luego en 1 Corintios 11 es la descripción de Pablo de la Cena del Señor y las epístolas del Nuevo Testamento. Sacrificio, Jesús murió nuestra muerte. Aquí está la realidad que enseñan las Escrituras: Nosotros merecemos morir por nuestro pecado. Dios dejo esto bien claro en Génesis 2 “El día que de él comas, ciertamente morirás.” Romanos 6:23 “Porque la paga del pecado es muerte” Merecemos morir por nuestros pecados. En la Cruz, Jesús se sacrificó a Él mismo y murió en nuestro lugar. Él se dio a Sí mismo por nosotros. Él se sacrificó.

Hebreos 9:26, ahora ustedes saben la imagen de sacrificio que va atrás al Antiguo Testamento y todo el camino hacia atrás – incluso mencioné Exodo 12 allí, pero aún yendo a Génesis 22, patriarcas, aún antes de que usted tenga una imagen de Caín y Abel, el sacrificio siendo ofrecido a Dios y el pecado del hombre. Incluso en Génesis 3 usted tiene a Adán y Eva, en tanto pecaron, un animal es sacrificado para proveer vestimenta para ellos.

Así que, lo que hemos tenido es sacrificio desde el comienzo de las Escrituras, un tema dominante, y usted obtiene un sacrificio sustituto en Génesis 22, recuerden. Abraham y su hijo, participación, parte de nuestro programa, el hijo de Abraham, Isaac. Dios dijo “Abraham toma a tu hijo, el único que tienes y al que tanto amas y ve a la región de Moria. Una vez allí ofrécelo como holocausto en el monte que yo te indicaré” ¿Cuál es el punto aquí? ¿Por qué Dios le dice a Abraham que haga eso? Abraham en obediencia toma a su hijo y levanta el cuchillo sobre él. En ese momento, Dios interviene y dice “No, no mates a tu hijo. En lugar de eso, yo proveo un carnero en el arbusto. Toma el carnero, y sacrifica el carnero en lugar de tu hijo” Sustitución. Sacrificio. Génesis 22, desde el comienzo.

Si usted fuese un israelita escuchando esa historia, al transcurrir usted se identifica con Isaac. Isaac es el linaje de Abraham. El hijo de Abraham, la línea prometida de Abraham. Si Isaac se fue, la línea de Abraham se fue. Esta es la tensión.

El clímax allí en la historia mientras el cuchillo es levantado sobre el linaje del pueblo de Dios, y Dios dice “Preservaré a mi pueblo al proveer un sacrificio para ellos” Esa es la figura en Génesis 22, y luego vayamos a Éxodo 12 y gire su hoja allí están la mayoría de las Escrituras mencionadas aquí. La imagen de la Pascua, y puse Mateo 26 y Juan 19 muy intencionalmente aquí porque la semana de la crucifixión de Jesús fue la semana de la Pascua. Juan — Hay una pequeña discrepancia cuand comparamos los Evangelios sinópticos, Mateo, Marcos y Lucas, con Juan, pero la intención de Juan nos mostrará en Juan 19:14 que era el día de la preparación de la Pascua, cerca de la sexta hora. Así que, Juan está intentando mostrarnos que el tiempo que Jesús está siendo sacrificado en la cruz es el tiempo del sacrificio de la Pascua.

El Antiguo Testamento y lo que tenemos en Éxodo Capítulo 12, ustedes recuerdan que el pueblo de Dios era esclavo en Egipto, nueve plagas diferentes demostrando Su gloria al pueblo de Egipto y al Faraón y los Egipcios no lo entendieron. Así que la décima plaga viene, y lo que pasa es que Dios dice voy a pasar a través de Egipto, y voy a pasar por cada hogar, hogar Egipcio y hogar Israelita, y voy a golpear a los primogénitos de cada casa.

Pasaré por tu casa, si han tomado un cordero sin mancha, tráiganlo a su hogar por unos días y luego sacrifíquenlo, y tomen la sangre del cordero y pónganlo en los postes de su hogar y cuando vea la sangre sobre el poste de la puerta de su casa, pasaré. Esa es la imagen en Éxodo 12. Es una imagen que es celebrada cada año después de la Pascua.

Así que, ¿Qué estás viendo acerca de Dios en esta imagen? Tres figuras de Dios. Él es el juez todopoderoso. Él dice en Éxodo 12:12 “ejecutaré mi sentencia contra todos los dioses de Egipto. Yo soy el Señor.” Él es el juez, es el Salvador amable. Él salvará estos hogares, y es el proveedor fiel.

Proveeré una salida. Les proveeré con un cordero, y ustedes tomarán la sangre del cordero y la pondrán en los postes y conmemorarán mi fidelidad para con ustedes porque haré lo que he prometido y los libertaré de la esclavitud en Egipto. Hay dos actos de liberación que están ocurriendo aquí. Número 1 es la liberación de los gobernantes Egipcios, pero no simplemente sacarlos de la esclavitud. Su liberación del juicio de Dios. Esto es lo interesante.

Cuando ustedes miran las otras plagas, ellas fueron – esas plagas que Dios simplemente trajo sobre estos Egipcios. Él está trayendo este juicio sobre los Egipcios e Israelitas indistintamente.

No importa quién sea usted, si usted no tiene la sangre sobre los postes de sus puertas, entonces el primogénito morirá, y así que ellos están siendo libertados de los gobernantes de Egipto y los juicios de Dios aquí en Éxodo Capítulo 12, y el elemento decisivo si la sangre de un sacrificio sustituto, un cordero sin mancha. Tomen este cordero y ponga la sangre en los postes de las puertas. Esta es la imagen en el Antiguo Testamento, y esto establece el escenario para la celebración de la Pascua en el Nuevo Testamento al sentarse Jesús y tener la Última Cena con Sus discípulos en el Nuevo Testamento, en la cruz, Dios habrá de revelarse a Él mismo del mismo modo, como juzgó el Todopoderoso.

Hemos hablado acerca de esto. Él habrá de demostrar Su justicia como amable salvador, como el que envió al Hijo para ser salvador del mundo. Él habrá de proveer una salida, un proveedor fiel. La misma imagen vemos de Dios en el Antiguo Testamento, una pre-representación de lo que está por venir en el Nuevo Testamento. En la Cruz Dios nos libera del poder del pecado. No somos más esclavos al pecado, Romanos 6, y nuestra esclavitud al pecado lo que acontece en la cruz es en donde somos liberados de la esclavitud y no simplemente del poder del pecado, sino la pena del pecado. Somos liberados de los juicios airados de Dios debido al pecado, y todo lo que sucede por causa de un elemento: la sangre de un sacrificio sustituto, el Cordero de Dios.

Comunión con Cristo: el cordero del sacrificio

Aquí es donde está verdaderamente interesante. Usted ve en Exodo 12 que en la Pascua, la comida debía ser comida en una casa, no sacar nada de carne fuera de la casa. No romper ningún hueso de cordero. Es por esto que Juan intencionalmente nos muestra estas cosas que acontecen de forma que las Escrituras serían cumplidas, ninguno de Sus huesos sería quebrantado. Es por esto por lo que cuando tomamos la cena del Señor no decimos este es mi – Jesús dijo este es mi cuerpo partido por ustedes.

Este es mi cuerpo dado por ustedes; es una figura intencional aquí. Juan está identificando a Cristo con el cordero pascual y la introducción de Cristo en el libro de Juan con las palabras de Juan el Bautista “¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!” 1 Corintios 5:7 “Porque Cristo, nuestro Cordero pascual, ya ha sido sacrificado” Vayamos al Monte Sinaí, Exodo cápitulo 19, y lo que acontece en Exodo 19 hasta el 24 y el 25 es Dios entrando en pacto con Su pueblo. Cuando Jesús dice en Mateo 26, “—Beban de ella todos ustedes. Esto es mi sangre del pacto, que es derramada por muchos para el perdón de pecados.” Lo que está haciendo es volviendo a esta imagen en el antiguo pacto, el pacto mosaico.

¿Qué pasó? Pasando por Exodo 19, Dios trae a Su pueblo al Monte Sinaí y les dice en el Monte Sinaí — no se si tengo ese versículo – tengo ese versículo justo aquí, en Exodo 19:12 el les da este mandamiento, les dice “Pon un cerco alrededor del monte para que el pueblo no pase. Diles que no suban al monte, y que ni siquiera pongan un pie en él, pues cualquiera que lo toque será condenado a muerte.” Dios habrá de revelar Su gloria y la imagen está en Exodo 19, Dios revela Su gloria en esa montaña, toda la montaña comienza a sacudirse. Hay humo subiendo por todas partes.

Es una escena intensa, y todos tienen miedo de acercase porque Dios ha dicho que no se acerquen. Lo que acontece en Exodo 20, el da a Su pueblo los 10 mandamientos. En el capítulo que sigue, el les da otras leyes, reglas, regulaciones. El está entrando en pacto eterno con ellos, hasta que usted llega a Éxodo 24, y lo que vemos es a Dios – es como una relación de matrimonio. Usted casi puede imaginárselo, entrando en pacto como una boda, pero Dios está entrando en pacto con Su pueblo, el pacto Mosáico, y está prometiendo bendecirles y ser fiel a ellos y estar con ellos. Es inaugurado con sangre.

El pueblo del viejo pacto, en necesidad de la sangre del sacrificio. “Moisés tomó la sangre, roció al pueblo con ella y dijo: —Ésta es la sangre del pacto que, con base en estas palabras, el Señor ha hecho con ustedes.” Esas personas estaban en necesidad de un sacrificio de sangre, pero porque ellos habían pecado y porque no podían obedecer la ley. Lo que acontece es que cuando el pacto tiene lugar, es el pueblo, responde y di “Después tomó el libro del pacto y lo leyó ante el pueblo, y ellos respondieron: —

Haremos todo lo que el Señor ha dicho, y le obedeceremos.” Éxodo 24:7, pero luego he hecho la lista por todo el Antiguo Testamento vemos el pueblo de Dios volviendo sus espaldas a Dios, apartándose del pacto con Dios.

El viejo y el nuevo pacto

Así que llegamos a Jeremías 31, a la promesa del antiguo pacto “Vienen días —afirma el Señor” y nos dice allí Jeremías “en que haré un nuevo pacto con el pueblo de Israel y con la tribu de Judá. No será un pacto como el que hice con sus antepasados el día en que los tomé de la mano y los saqué de Egipto, ya que ellos lo quebrantaron a pesar de que yo era su esposo —afirma el Señor—. »Éste es el pacto que después de aquel tiempo haré con el pueblo de Israel —afirma el Señor—: Pondré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Ya no tendrá nadie que enseñar a su prójimo, ni dirá nadie a su hermano: “¡Conoce al Señor!”, porque todos, desde el más pequeño hasta el más grande, me conocerán —afirma el Señor—. Yo les perdonaré su iniquidad, y nunca más me acordaré de sus pecados.” Esto es lo que estaba prometido. Este es un nuevo pacto que esta viniendo, y lo que vemos en Cristo es el nuevo pacto inaugurado, el nuevo pacto cumplido.

También el Espíritu Santo nos da testimonio de ello. Primero dice: «Éste es el pacto que haré con ellos después de aquel tiempo —dice el Señor” Esto es Hebreos 10 dándonos una imagen “Pondré mis leyes en su corazón, y las escribiré en su mente.» Exactamente lo que Jeremías había dicho. “Yo les perdonaré su iniquidad, y nunca más me acordaré de sus pecados” ¿Cómo? El pueblo del nuevo pacto. El pueblo del viejo pacto en necesidad de la sangre del sacrificio. El pueblo del nuevo pacto, perdonado por la sangre de un sacrificio, perdonado por la sangre de un sacrificio.

El pueblo del viejo pacto, no puede obedecer la ley. El pueblo del nuevo pacto, está capacitado para obedecer la ley. Cristo está cubriendo sus pecados, y Él habita en ellos, y Él los cambia de dentro hacia fuera. La invitación del nuevo pacto, recuerda el viejo pacto, aléjense de la presencia de Dios. Aléjense en temor. La invitación del nuevo pacto, acérquense en fe.

Hermanos y hermanas, tenemos esta confianza para entrar al trono del lugar santísimo, el Dios santísimo y nosotros podemos ir allí cuando sea que querramos por la sangre del nuevo pacto. Esto es de lo que habla Hebreos 10. Ahora, Exodo establece la imagen de Levítico.

Estamos pasando por el Antiguo Testamento aquí. Exodo estableció la figura de Levítico porque en un pacto, Dios dijo voy a habitar con ustedes y voy a vivir con ustedes, pero ¿cómo puede un Dios santo habitar con un pueblo pecador?, y Levítico responde esa pregunta diciendo, por medio del sacrificio. “Debe haber sacrificios para expiar el pecado”. Parte de Levítico, Levítico 16, una vez al día, el Día de la expiación, el día de la Expiación en Levítico capítulo 16. Lo que tenemos es una ordenanza perdurable, en el décimo día del mes séptimo, ustedes deben negarse a sí mismos, no hacer ninguna obra, ni del pueblo ni extranjero entre ustedes en este día, la expiación será hecha para ustedes para que se limpien. Ante el Señor por lo tanto, serán limpios de todos sus pecados.

Así que aquí está lo que aconteció. En el Antiguo Testamento, lo que tenemos es la provisión del viejo pacto, un sacrificio anual en el Día de la expiación. Yom Kippur, el Día de la Expiación. Una vez al año lo que acontecía es que un sacerdote entraría — lo que usted tenía era a Dios habitando entre Su pueblo y a través – en el tabernáculo, y el modo en que todo opera, lo que usted tiene es un línea externa y una interna, y básicamente, en el centro estaba el Lugar Santísimo, y el lugar Santísimo usted tiene la ley, y esta fue dada en Éxodo 25. Usted tiene la ley del pacto que Dios hizo con Su pueblo, y sobre ésta está la cubierta de la expiación o el propiciatorio. Ustedes tenían esta imagen de Dios habitando entre Su pueblo.

Obviamente. Dios está en todas partes, Él es omnipresente, pero en un sentido especial. Su gloria está habitando entre Su pueblo. En el Centro definitivo entre Su pueblo está el Lugar Santísimo. Así que una vez al año el Día de la Expiación un sacerdote entra al Lugar Santísimo, el sacerdote entra a un santuario terrenal. El sacerdote se lavaría. Aquí es en donde recordamos.

Si el sacerdote trataba esto livianamente como los hijos de Aarón al principio en Levítico, saldría lastimado. Así que un sacerdote entra al lugar, y es intenso. La historia nos dice, las Escrituras nos dicen que el sacerdote tenía campanas cocidas a los dobladillos de sus túnicas de forma que cuando entraba al lugar Santísimo, usted podía escucharle moviéndose, y si las campanas paraban de sonar, usted sabía que él había parado de moverse. Ellos –nos dice la historia – ponían una cuerda alrededor de su pierna que llegaba afuera de forma que si él entraba al lugar Santísimo y era lastimado, podrían jalarlo fuera.

¿Puede usted imaginar la intensidad de esa escena, sentado fuera de la presencia de Dios con Su pueblo, y usted está escuchando fijamente en silencio estas pequeñas campanas, porque un hombre habrá de ir al encuentro con Dios? Él sale y todos respiran de alivio. El sacerdote entrando a un santuario terrenal. Lo que haría es que el sacerdote entraría y tomaría la sangre de un animal y lo haría dos veces. Él lo hacía una vez en expiación por sus propios pecados, y luego lo haría para expiación de los pecados del pueblo, y rociaría la sangre sobre la cubierta de la expiación para que cuando la presencia de Dios mirase abajo viera Su ley que había sido rota, en lugar de ver la ley rota que resultaba en condenación de Su pueblo, Él vería que eso había sido satisfecha en la sangre de otro, la sangre del sacrificio rociado sobre un sustituto por el pecado del pueblo expiado por sus pecados. La sangre de un animal sin mancha, y era un sacrificio que necesitaba repetirse. Era un sacrificio que necesitaba repetirse porque ellos lo hacían cada año, año tras año. Lo hacían una y otra vez. El efecto era un efecto del viejo pacto, un recordatorio de todos nuestros pecados. Hebreos 10 nos dice “Pero esos sacrificios son un recordatorio anual de los pecados, ya que es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados.”

Así que usted viene al Nuevo Testamento. No tenemos un sacrificio anual en el Día de la Expiación. En lugar de eso la provisión del Nuevo Testamento, tenemos un sacrificio permanente en la muerte de Cristo. Hemos sido hechos santos a través del sacrificio de Jesucristo una vez y por todas. Aquí están los elementos del nuevo pacto. Un sacerdote entrando, no a un santuario terrenal, sino un santuario celestial. Jesús no entró en algún lugar que simbolizaba la gloria de Dios habitando con Su pueblo. Él entró en el mismo salón del trono de Dios en la presencia de Dios, el santuario celestial, no una copia del verdadero, Hebreos 9 dice “En efecto, Cristo no entró en un santuario hecho por manos humanas, simple copia del verdadero santuario, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora ante Dios en favor nuestro.” Y Hebreos 10 dice “Nuestros corazones han sido rociados con su sangre, y somos purificados de una conciencia culpable.” Podemos entrar al trono de Dios, y este es el sacrificio que durará para siempre.

El resultado del Nuevo pacto: la remoción de todos nuestros pecados y lo que Jeremías profetizó es verdad. Hermanos y hermanas, cuando ustedes confían en la sangre de Cristo, Él no recuerda sus pecados ya más. Ustedes dicen ‘Yo no se lo que hice la semana pasada; no saben cuan horrible fue lo que hice’. No son culpables. Por la sangre de Cristo no son culpables. Sacrificio. Esta es la figura en la última Cena, Jesús murió nuestra muerte. Así que cuando le vemos en Mateo Capítulo 26 diciendo Recuerden la Pascua. Somos librados por Su sangre. Recuerde el pacto. Somos sellados por Su sangre; Su relación con nosotros es sellada por la sangre de Cristo y recuerde el Día de la expiación. Somos cubiertos por Su sangre.

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