Sesión 3: ¿Qué es lo que enseña la iglesia? - Radical

Iglesia Secreta 9: El Cuerpo de Cristo

Sesión 3: ¿Qué es lo que enseña la iglesia?

La enseñanza bíblica es uno de los componentes clave de una iglesia local saludable. Si una iglesia se aparta de la Biblia como su fuente de verdad e instrucción, entonces ya no está funcionando verdaderamente como iglesia. Por esta razón, la Palabra debe tenerse en cuenta en todas las áreas de la vida de la iglesia. En esta sesión de Iglesia Secreta 9, el pastor David Platt explica cuán crítica es la enseñanza bíblica en la vida de la iglesia. Al mantener la Palabra de Dios en el centro, una iglesia se somete a la autoridad divina de Dios y a su sabiduría como guía. Cuando una comunidad genuina de creyentes se basa en la Palabra, el Espíritu de Dios ciertamente se mueve.

  1. La iglesia es una comunidad formada por la Palabra de Dios
  2. La iglesia es una comunidad centrada en la Palabra de Dios
  3. La iglesia es una comunidad que nutre

La Iglesia Enseña

Muy bien, ya hemos hablado de dos cosas, hasta el momento, que la Iglesia hace. La Iglesia evangeliza, y bautiza a la iglesia. Ahora, vemos que la Iglesia enseña. Hechos 2:42 dice: “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles…”

Me encanta esta cita de Os Guinness: “Si Jesucristo es la cabeza de la iglesia y la fuente y meta de su vida, el verdadero crecimiento sólo es posible en obediencia a él. Por el contrario, si la iglesia se desprende de Jesucristo y su Palabra, no puede crecer por muy activa y exitosa que sea. ”

Hay una tendencia hoy en día a reducir al mínimo la enseñanza de la palabra, y con ello decimos que no es tan importante. La gente dice que la enseñanza de la palabra es opcional, y es sólo aceptable tener conversaciones o simplemente hacer arte. En una ocasión cuando estaba en el seminario, y estaban haciendo una presentación sobre cómo enseñar y predicar en la iglesia donde lo antiguo y largo no era tan necesario e importante. Impartió esta conferencia completa sobre cómo la música ha reemplazado la enseñanza.

Debí haber dicho algo, pero no lo hice porque pensé que habría sido un poco arrogante. Pero yo quería levantar la mano al final de esta conferencia de una hora de duración y preguntarle: si eso era cierto, entonces ¿por qué no cantaba su conferencia? Me pregunté, ¿puedo decir algo? No, yo sólo soy un estudiante. No digas nada. “Pero esto es algo a lo que está dedicada la iglesia y se ha dedicado desde hace 2.000 años. Yo no creo que debamos quedarnos en silencio frente al cenit de esta historia que este hombre estaba conjeturando.

La Iglesia es una Comunidad Formada por la Palabra de Dios.

A lo largo de toda la Escritura y de la historia, vemos el poder de la palabra hablada. Mientras que la tecnología afecta muchas de estas cosas, la Iglesia enseña que la iglesia es una comunidad formada por la Palabra de Dios. Somos salvos por Cristo a través de Su Palabra. Romanos 10:17, “La fe viene por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” Así es como nos hemos salvado. Nosotros no hacemos nuestro propio camino a la salvación. La Escritura dice que ésta es la manera de ser salvo.

No solo somos salvos, sino también santificados por la Palabra. Segunda de Timoteo 3:16- 17 nos dice que ” Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. “La Biblia es el libro que nos ha sido dado. Entonces, en la medida que es enseñada, nosotros vamos creciendo a la imagen de Cristo.

Somos reprobados y corregidos, Somos instruidos en justicia, y nosotros somos servidores de la Palabra. “Nosotros predicamos la Palabra,” dice Pablo. Eso es central en la iglesia. Esa es un mandato a la iglesia, un imperativo: predicar y enseñar la Palabra.2 Timoteo 4:1-5: Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.

Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio. (2 Timoteo 4:1-5)

La Iglesia es una Comunidad Enfocada en la Palabra de Dios.

La iglesia es una comunidad formada por la Palabra de Dios, y la Iglesia es una comunidad enfocada en la Palabra de Dios. ¿Por qué es tan importante la Biblia en la iglesia? La Iglesia es reverente ante la magnitud de la Palabra de Dios. La Iglesia conoce el significado de la revelación de Dios.

Dios se revela como el Verbo. Juan 1:1, “En el principio era el Verbo.” No, “En el principio era la canción,” o “en el principio era el drama”, o “en el principio era la música”. “En el principio era la Palabra” Esta es la revelación. Jesús es la comunicación de Dios con el mundo, Su Palabra. En 1 Samuel 3, fueron los días de Samuel. No había visión del Señor con mucha frecuencia. Dios levanta un profeta, y la Biblia dice: ” Y Jehová volvió a aparecer en Silo; porque Jehová se manifestó a Samuel en Silo por la palabra de Jehová.” (1 Samuel 3:21)

Dios se revela a sí mismo como el Verbo, Dios se revela a través de su Palabra. Lo que vemos a través de toda la Escritura, que la grandeza de Dios es revelada por Su Palabra. La creación es formada por Su Palabra. Hebreos 11:3 ” Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.” Y las tormentas eran calmadas por Su Palabra.

Marcos 4:39: ” Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza.” Él habla, y las olas obedecen. Cede la fiebre. Lucas 4:39, ” E inclinándose hacia ella, reprendió a la fiebre; y la fiebre la dejó, y levantándose ella al instante, les servía.” Los demonios son echados fuera por Su Palabra. Marcos 1:25: “Pero Jesús le reprendió, diciendo:” ¡Cállate y sal de él! “Pecados perdonados. Marcos 2:5 “Y cuando Jesús vio la fe de ellos, dijo al paralítico:” Hijo, tus pecados te son perdonados.

“Los ciegos ven. “Y Jesús le dijo:” Jesús le dijo: Recíbela, tu fe te ha salvado”, Lucas 18:42. Los muertos son resucitados a la vida por medio de Su Palabra. “Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir” Juan 11:43-44.

Qué es lo que Enseña la Iglesia

El universo completo responde a la Palabra de Dios. Piensa en ello. Dios dice en Isaías 40: ¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo. Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio. “(Isaías 40:25-26) Las estrellas en el cielo salen cada noche por la Palabra de Dios. Piensa en eso. En nuestra galaxia, hay cerca de 100 mil millones de estrellas. Nuestra galaxia es una de millones de galaxias con cientos y miles de millones de otras estrellas. Sólo nuestro Dios las muestra una por una, y Él las llama por su nombre. Cuando Él habla, brillan.

Esta es una de las citas más humillante para mí. Leí esto hace mucho tiempo. Charles Misner es un científico especializado en la teoría de la relatividad. Misner había estudiado a Einstein, y este es su comentario acerca de Einstein.

“El diseño del universo… es magnífico y no debe darse por sentado. De hecho, creo que es por eso que Einstein tenía tan poco uso de las religiones organizadas, aunque me parece que era un hombre muy religioso, básicamente. El debió haber visto lo que los predicadores decían acerca de Dios y sentía que ellos estaban blasfemando. El había visto la majestad mucho más de lo que había imaginado, y ellos no estaban hablando de algo real. Supongo que simplemente sentía que las religiones en las que había estado, no tenían el debido respeto… por el autor del universo”.

Lo último que quiero decir sobre mí y la enseñanza de esta palabra es que, “Él no estaba hablando de algo real.” Es por eso que esta Palabra es importante en la iglesia por la magnitud de esta palabra, lo que Dios ha dicho, no puede ser subestimado.

La iglesia sabe la gravedad de la proclamación del hombre. Incluso cuando vimos en Hechos 2, Pedro se puso de pie, alzó la voz y les habló diciendo. El lenguaje, que hay que hablar con seriedad y gravedad. Escuche a 2 Corintios 4. Estos tres versículos son increíbles juntos. El versículo 4, “el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. ”

El versículo 6: “Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.”Entonces, tenemos el dios de este mundo cegando las mentes en el versículo 4, y el Dios verdadero resplandeciendo la luz del evangelio en los corazones, en el versículo 6, y en el medio, que dice: “Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús.”

Yo escucho a la gente hablar hoy acerca de cómo, “Debemos tener conversaciones casuales en la iglesia. No hay necesidad de enseñar eso. “Obviamente, vemos cómo la luz de la enseñanza, supuestamente, ha venido a la iglesia y la llena de diversión y bromas y todas estas cosas. No nos damos cuenta de que hay un Dios verdadero sobre el mundo cuya luz resplandece en los corazones y desea que cada persona disfrute el gozo eterno en el cielo, y hay un dios falso, con “d” minúscula, dios de este mundo, Satanás, que quiere que todas las personas ardan en el infierno, y en medio nosotros predicamos a Cristo. No hay espacio para hablar temas casuales. No, esto es serio. Vidas dependen de oír la Palabra de Dios.

Es por eso que el predicador o el maestro, expone la voz de Dios, y nosotros en la iglesia tenemos la tendencia a minimizar lo que Dios ha dicho, y a maximizar lo que decimos y tenemos todo tipo de pensamientos y opiniones. Pero no, nosotros necesitamos la Palabra. “Y vino sobre mí el Espíritu de Jehová, y me dijo: Di: Así ha dicho Jehová: Así habéis hablado, oh casa de Israel, y las cosas que suben a vuestro espíritu, yo las he entendido. “(Ezequiel 11:5) Lo que es peligroso es que ocultemos nuestros pensamientos con la Palabra. Tomemos a Nehemías, por ejemplo.

Nehemías ha sido clásicamente abusado como: “Bueno, este es libro de texto de Dios sobre el liderazgo en la iglesia, y vamos a usar esto, y vamos a hablar de todo tipo de principios de liderazgo”, y, básicamente, se han escrito libros de liderazgo, y tomamos los principios y tratamos de encontrarlos en Nehemías. El problema es que si se trata del libro de texto de Dios en el liderazgo, cuando llegamos a Nehemías 13:23, tenemos un problema.

Nehemías dice: ” Vi asimismo en aquellos días a judíos que habían tomado mujeres de Asdod, amonitas, y moabitas; y la mitad de sus hijos hablaban la lengua de Asdod, porque no sabían hablar judaico, sino que hablaban conforme a la lengua de cada pueblo. Y reñí con ellos, y los maldije, y herí a algunos de ellos, y les arranqué los cabellos, y les hice jurar, diciendo: No daréis vuestras hijas a sus hijos, y no tomaréis de sus hijas para vuestros hijos, ni para vosotros mismos.”

Usted diría: “Bueno, por supuesto, que este no es un principio de liderazgo.” Pero hay un peligro. Ahora, vamos a elegir los que nos gustan y los que no nos gustan, y maximizamos lo que queremos decir, y minimizamos lo que Dios ha dicho. Esta es la clave.

Exponemos la voz de Dios, y en el proceso, el predicador exalta la grandeza de Dios cuando la Palabra de Dios se habla y la grandeza de Dios es revelada. Es por eso que detesto cuando predico en algún lugar, y alguien se acerca para iniciar la noche, y dice: “Después del tiempo de adoración, David va a salir y hablar.” No, como ¿qué voy a hacer? “Bueno, ya estaban adorando, así que ahora sólo voy a hablar.”

¡No! Voy a hablar, y el trabajo del maestro en la iglesia es hablar de manera que la gente sea sobrecogida por la gloria de Dios porque su Palabra ha sido revelada. Cuando la Palabra de Dios se revela, vemos su grandeza, y adoramos. Ese es el diseño. Escucha, pueblo mío, mi ley; Inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca. Abriré mi boca en proverbios; Hablaré cosas escondidas desde tiempos antiguos, Las cuales hemos oído y entendido; Que nuestros padres nos las contaron. No las encubriremos a sus hijos, Contando a la generación venidera las alabanzas de Jehová, Y su potencia, y las maravillas que hizo. (Salmo 78:1-4)

Abrió, pues, Esdras el libro a ojos de todo el pueblo, porque estaba más alto que todo el pueblo; y cuando lo abrió, todo el pueblo estuvo atento. Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén! ¡Amén! alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra. (Nehemías 8:5-6)

No apague el medidor de la adoración cuando la canción termina. No, lo encendemos cuando la Palabra de Dios es proclamada. Algunas personas dicen: “Bueno, tu sobre-exaltas un poco la Palabra como si fuera demasiado importante.” Mira el Salmo 56:4. “En Dios alabaré su palabra; dice de nuevo, en el Salmo 56:10: “En Dios alabaré su palabra; En Jehová su palabra alabaré.” Salmo 119:48, ” Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé, Y meditaré en tus estatutos. “Salmo 138:2 dice:” Me postraré hacia tu santo templo, Y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad.

Porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas. “La Palabra de Dios es puesta en el mismo plano que su nombre. Es exaltada, y así, este es un libro que referenciamos, y hay que enseñarlo. Si no lo enseñamos, entonces no estamos haciendo lo que la iglesia debe hacer.

La Iglesia respeta la autoridad de la Palabra de Dios. Sin la Palabra, el predicador está indefenso. ¿Qué decimos? ¿Realmente creemos que tenemos en nuestras mentes y en nuestros pensamientos lo que la gente necesita para ser obedecido? No, sólo la Palabra lo tiene. “Sin profecía el pueblo se desenfrena; Mas el que guarda la ley es bienaventurado.” (Proverbios 29:18)

Recuerdo uno de los momentos conmovedores de mi propia vida. Yo estaba sentado en un servicio de adoración y estaba sentado delante, y el hermano que estaba predicando esa noche tenía una personalidad realmente carismática y era muy entretenido, y se levantó para hablar. Las primeras palabras que salieron de su boca fueron: “Me olvidé de mi Biblia.”

Así que, comienza a hablar acerca de cómo él oró sobre qué decirnos a nosotros esa noche, y él dijo: “Yo hice todas las cosas que hago. Fui e hice esto o aquello y paseaba, y yo sólo estaba tratando de pensar en lo que Dios quería decirme. Hice todas estas cosas, y nada vino a mí. “Estaba contando chistes y era un poco extraño, y al final, él dijo:” Entonces, tal vez eso significa que Dios no tiene nada que decirnos”. Así, termina y se sienta, y yo estoy sentado allí pensando:” Tienes este libro. Aquí, hay 66 libros diferentes que son la Palabra de Dios. Abre la Biblia, y tienes una palabra. Usted no tiene que encontrar algo, crear algo, ir a dar un paseo. Gire en la Biblia, léala, y usted tendrá una palabra del Señor. ”

Esta es la clave. Nosotros no tenemos que hacer algo. No es sobre mí como pastor que voy a hablar a la gente. Nosotros enseñamos la Palabra, y sin la Palabra, absolutamente no tenemos poder. Yo no soy el chef aquí. Soy el camarero. Yo no hago la comida. Mi trabajo es sólo para llevar la comida a la mesa. Eso es lo que hacemos. Sin la Palabra, el predicador no puede hacer nada, y sin la Palabra, la Iglesia no tiene poder.

¿Sobre qué vamos a construir la iglesia? ¿Sobre tus innovaciones? _No. Por lo tanto, la iglesia reconoce la importancia de la Palabra de Dios. Siguiente: la iglesia ve cómo la Palabra se dirige a las necesidades contemporáneas con promesas eternas. Esa es la belleza. Es lo que Pedro está haciendo. A lo largo de su sermón en Hechos 2, cita el Antiguo Testamento, y lo está relacionando con lo que está sucediendo aquí. Eso es lo que hacemos. Tomamos la Palabra, y la enseñamos, y el maestro muestra cómo se aplica aquí. La Biblia hace promesas acerca de sí misma. Echemos un vistazo a algunas de estas promesas y pasajes donde se hacen promesas.

Esta promete éxito. Josué 1:8-9, “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditaras en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.” (Josué 1:8-9)

Promete Bendición, Escuche el Salmo 19:7-11

La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos. Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal. Tu siervo es además amonestado con ellos; En guardarlos hay grande galardón.

La Biblia promete guiarnos en el Salmo 119:105 ” Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.” (Salmo 119:105)

Consuelo ” Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios. Hablad al corazón de Jerusalén; decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la mano de Jehová por todos sus pecados.” (Isaías 40:1-2).

Promete Paz

“Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. (Filipenses) 4:4-7

Sabiduría. 2 Timoteo 3:14-17: “Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. “(2 Timoteo 3:14-17)

Salvación. “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Romanos 10:17.)

Y vemos una promesa de satisfacción en 1 Pedro 2:2. “desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación” ¿Por qué queríamos escuchar algo más?

La iglesia se da cuenta del propósito de la Palabra de Dios. Ahora, aquí está el propósito de la Palabra de Dios. Sigue conmigo. Esto no es sólo para que los maestros o predicadores lo entiendan. Toda la iglesia necesita saber esto. La agenda de Dios en las Escrituras es hablarnos de la gloria de Cristo. Este libro nos señala a una persona, y es Cristo.

El es el centro de la Palabra, por eso todo el libro nos señala a Cristo, pero eso no es todo. Sí, ella nos habla de la gloria de Cristo, pero también nos transforma a la imagen de Cristo. Sigue

conmigo aquí. Déjame mostrarte el propósito de la Biblia. En el principio, Dios crea. Génesis 1:1, ” En el principio creó Dios los cielos y la tierra. .” En Génesis 1:26-27, Él crea al hombre a su imagen, a su semejanza.

“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

En Génesis 3, el Pecado Entra en el Mundo.

“Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado.

Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.” (Génesis 3:22-24)

En el tercer capítulo del libro, la imagen de Dios se vio empañada en el hombre, y a partir de ahí comienza la historia de la redención, recreando al hombre a su imagen. Al llegar al Apocalipsis, Capitulo 21, vemos un cielo nuevo y la tierra nueva. “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. ” (Apocalipsis 21:1)

Veamos el final de Génesis 3, el verso 24 El Señor echó al hombre ” Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida. “Así, ha quedado fuera del árbol de la vida.

Al llegar a Apocalipsis 22, escucha esto: ” Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.

No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos. “Algunas de las palabras más hermosas de la Escritura. Versículo 4: “Ellos verán su rostro.” Ahí es hacia donde la Escritura dirige el. Salmo 17:15 dice: ” En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; Estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza “

Tenemos el hombre creado a imagen de Dios, la imagen empañada de Dios en mí. Al final, el hombre es recreado a la imagen de Dios y de vuelta lo lleva hacia él. En el medio está la historia de cómo Dios hace esto. Ese es el propósito, y lo vemos en Romanos 8:28, ” Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” ¿Qué es lo bueno? “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.” Ese es el punto. Todo se encamina a que, para que podamos ser como Cristo. Recuerde, usted fue recreado a imagen de nuestro Creador.

“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. “(2 Corintios 3:18)

Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; (2 Pedro 1:3-4)

“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.” (1 Juan 3:2)

Qué es lo que Enseña la Iglesia

Así que, lo que esto significa es que tenemos que ser muy cuidadosos. Necesitamos ver esto. Esto podría sonar un poco herético, pero cuando lo escuche trate de ir conmigo. El propósito de la Biblia no es responder todas las preguntas que tenemos en el mundo. Este libro no responde todas las preguntas en el mundo. Hay tantas cosas que este libro no trata de forma específica. Este libro casi no dice nada acerca de ser un adolescente. ¿Qué dice este libro acerca de la recuperación del divorcio? ¿Qué dice este libro acerca de cómo bajar 401 (k)?

Sin embargo, si no tenemos cuidado, lo que decimos y lo que hacemos es venir a este libro, y escuchamos a la gente haciendo preguntas sobre ese tipo de cosas. Nosotros decimos: “Bueno, ¿qué puedo hacer con este libro para tratar de ayudar a responder a sus preguntas?” Pero ese no es el propósito. Este es el enfoque en la adoración de la iglesia. Hay dos opciones cuando nos acercamos a la Biblia: ¿estamos en busca de consejos humanos o el texto divino? ¿Estamos en busca de consejos sobre la victoria financiera y como caminar en la recuperación del divorcio y la crianza de los hijos adolescentes?

Usted tiene, “Detén tu vara y malcriaras el muchacho”, pero más allá de eso, no hay nada. Hay todo tipo de consejos que se ofrecen en la iglesia de hoy que son extraídos del último libro en la librería cristiana y se enseña en lugar de esto, y esta Palabra da un giró para decir algo que no se tenía la intención de decir. Ahora, los motivos son buenos. Queremos ayudar a la gente a caminar en estas cosas. Cuando nos enfocamos en las pautas humanas en lugar del texto divino, terminamos robándonos a nosotros mismos la verdad que es necesaria para la realización de los propósitos de Dios en nuestras vidas.

El propósito de Dios es conformarnos a la imagen de Cristo. Piensa en ello. Algunas personas piensan: “Bueno, yo estoy pasando esta situación en la vida. ¿Por qué vas a contarme acerca de los moabitas? “Ese es el enfoque que sorprende a tantos.

Bueno, Este es el trato. No te lo pierdas. Esta palabra acerca de los moabitas aquí en el libro de Rut es la promesa de Dios a través de Su Espíritu de conformar tu corazón a la imagen de Cristo y para ayudarte a conocerlo y caminar con Él en compañía de su Espíritu. Claro, no puede hablarte directamente acerca de los problemas financieros por los que estás pasando ahora, pero, la belleza es, cuando nos centramos en esta Palabra y el propósito para lo cual se nos ha sido dada , y cuando nos alejamos y , a lo mejor no tenemos una respuesta del predicador o el maestro sobre cómo tengo que caminar en medio de esta lucha financiera, pero sí sabemos que tenemos el Espíritu de Dios dentro de nosotros, el Espíritu no sólo nos va a dar sus respuestas y consejos, Él va a caminar con nosotros a través de estos problemas financieros.

El va transformar nuestras mentes y nuestros deseos en el proceso, y Él va a hacer que nos parezcamos más a Cristo, y va a ser mejor, independientemente de la cantidad de dinero que tengamos al final. Eso es lo que necesitamos.

Cuando no obtenemos eso, nos privamos de lo que necesitamos para hacer realidad el propósito de Dios en nuestras vidas, y robamos a Dios la gloria que debe ser dada a su nombre. Empezamos buscando en diferentes comunicadores en la iglesia porque todos ellos tienen las respuestas. ¡No! No soy tan bueno. Ya lo sé. No tengo todas las respuestas sobre la recuperación de divorcio o de cómo ser una madre soltera, o cómo criar adolescentes o cómo manejar su dinero, pero tengo lo necesario y más útil para acercarle a la imagen de Cristo y ponerle en contacto con el que va a caminar con usted en medio de todo lo que sucede en su vida.

Walter Káiser dijo: “Muchos pastores pueden predicar mensajes enteros con poco más que un guiño de una o dos cláusulas tomadas del contexto bíblico, si es que se reconoce alguno. Incluso muchos pastores han decidido que el uso de la Biblia es una limitante para satisfacer las necesidades de las diferentes generaciones, por lo que ellos han ido a sacar sus sermones de la gran cantidad de libros de ayuda, de la psicología pop, que llenan nuestras librerías cristianas. Las fuerzas del mercado demandan que les demos lo que quieren oír, si queremos que regresen y paguen los mega-santuarios que hemos construido”.

Aquí está la otra opción. Cuando nos enfocamos en el texto divino en vez de los Tips humanos, nos llenamos a nosotros mismos con la verdad que es necesaria para darnos cuenta del propósito de Dios en nuestras vidas, y glorificamos a Dios al hacernos como Cristo. Eso es lo que queremos más que nada; queremos ser como Cristo. La Palabra alimenta el carácter de Cristo en nosotros, e influye la conciencia de Cristo en nosotros.

“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.” (Juan 15:5-7).

“Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2da Corintios 10:3-5).

Cambia nuestros corazones y nuestras mentes, y luego nuestro carácter, conciencia, y luego, la Palabra produce la conducta de Cristo en nosotros. “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.” (Santiago 1:22-25).

“a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre; para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.” (Colosenses 1:27-29)

Entonces, empezamos a vivir nuestra fe, y esta es la belleza. Entonces, ahora siga conmigo aquí. Cuando entendemos esta Palabra, y está cambiando nuestros corazones desde el interior, y empezamos a amar a Cristo más. Comenzamos a pensar más y más como Cristo. Comenzamos a actuar como Cristo. Aquí es cuando la transformación de la vida sucede, pero si solo comenzamos con “Bueno, las personas quieren saber lo que necesita hacer” y nosotros les decimos, “Está bien, bueno, haga esto. Aquí hay algunos Tips sobre esto o de esto o de aquello.”

Piense en adolescentes y estudiantes universitarios luchando con la pureza. Podemos decir todo el día, “Sean puros. Háganlo. Sean puros. Eviten la inmoralidad sexual” podemos decir eso, pero hasta que los adolescentes y estudiantes universitarios estén creciendo para amar a Cristo y Su Palabra, y Él esté cambiando sus corazones, y cambiando sus maneras de pensar y piensen y sientan y lo deseen no va a suceder. Los adolescentes y estudiantes universitarios necesitan empezar a ver que Cristo es mucho más satisfactorio que cualquier otra cosa en este mundo, y esto no es sino hasta que esto suceda que ellos van a vivir una vida en pureza ¡Oh! Ellos pueden tratar algunas veces de ser puros, pero se va a disipar porque necesitamos que Cristo haga esto en nosotros, y Él tiene que ser formado en nosotros y la Palabra hace eso.

Entonces, muchos estudiantes de secundaria salen a la universidad, y su fe es despedazada en semanas, porque el carácter de Cristo nunca fue realmente formado en sus corazones y en sus mentes para pensar de manera cristiana, para que algún profesor pagano no pueda destruirlos con un solo argumento.

Necesitamos esta Palabra, y la Iglesia refleja el efecto de la Palabra de Dios porque, cuando es enseñada, la Palabra provoca convicción. “Corta al corazón” en Hechos 2. Es “más cortante que espada de doble filo” en Hebreos 4. Las personas empiezan a darse cuenta de la gravedad de su necesidad y la grandeza de la provisión de Dios.

La Palabra explica la conversión. Lo que quiero decir con esto es que nos dice cómo ser salvos. Miren en Hechos 2:37-38 “Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?” Pedro no dijo “Inclinen sus cabezas, cierren sus ojos, y oren esta oración para aceptar a Jesús” No. Él dijo: “Arrepentíos” pudiéramos ser sabios en la Iglesia para utilizar términos bíblicos para explicar la conversión.

No queremos mal direccionar a las personas, particularmente en el nombre de tratar de ganar tantas personas posibles que respondan. No queremos que se paren en tierras movedizas que estarán huecas al final. Si usted mira a través de Hechos, usted verá dos palabras una y otra vez. A veces “Arrepentir” es la única palabra que es utilizada. Otros tantos, “Fe” o “Creer” es utilizada, y a veces “Arrepentimiento” y “Fe” ambas son mencionadas. La conversión y el arrepentimiento van juntas.

“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados” (Hechos 3:19)

“Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón” (Hechos 8:22)

“Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.” (Hechos 16:31)

“Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan” (Hechos 17:30)

“…testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo.” (Hechos 20:21)

“…sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.” (Hechos 26:20)

Cuando somos salvos, cambiamos de nuestro pecado y de nosotros mismos y creemos. Confiamos en Cristo como el Salvador resucitado y Señor reinante. Entonces, enseñamos esto en la Iglesia. Romanos 10:9-10 dice, “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.”

La Palabra establece un anhelo. La misma frase en Hechos 2:42 dice, luego que ellos recibieron la Palabra, y estaban bautizados, “Y perseveraban en la doctrina”. Como nosotros somos guiados por el Espíritu, anhelamos por la Palabra. Cuando las personas prueban esta Palabra, verán cuán buena es y no van a querer nada más.

Es así de buena. Podemos confiar en esta Palabra. Va a crear un anhelo y deseo en nosotros, de modo que cuando usted sepa que vienen opiniones trilladas de otras personas, usted pueda decir “Oh, eso suena bueno, pero no es la Palabra” entonces, es por eso que la Iglesia enseña. La Iglesia evangeliza, bautiza y enseña. 1ra Pedro 2:1-3, “Desechando, pues, toda malicia, todo

engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor.”

La Iglesia Nutre

¿Qué Tienen en Común los Miembros de la Iglesia?

Entonces cuarto, la Iglesia nutre, “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros…” (Hechos 2:42). Esta es una gran palabra. “Koinonia” es la palabra que vemos en todo el Nuevo Testamento para la comunión en la Iglesia. La imagen es esta es que la Iglesia comparte en comunión. Esto es lo que la palabra está diciendo. Entonces, ¿qué tienen en común los miembros de la Iglesia? ¿Qué nos unifica?

Bueno, primero, obviamente, un fundamento en común. Hay numerosas referencias de “Koinonia” a través del Nuevo Testamento, y vamos a leer algunas de estas instancias en los próximos minutos. Hechos 4:32, “Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.”

Compartimos en el cuerpo y sangre de Cristo. 1ra Corintios 10:16, “La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?” compartimos en el cuerpo y la sangre de Cristo, y compartimos en el Espíritu de Cristo. 2da Corintios 3:14, “Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado.”

Compartimos en el Evangelio de Cristo. “…por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora,” Filipenses 1:5 compartimos en los sufrimientos de Cristo. Filipenses 3:10 “a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte,” compartimos en la vida de Cristo.

“lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido. Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.” (1ra Juan 1:3- 7).

Entonces, compartimos el fundamento espiritual, y una interacción social común. Nuestras vidas están compartidas unas con las otras. Esta es la belleza de este párrafo. Esto no es solo una asistencia anónima a la Iglesia, esto es un real compartir de vidas, posesiones y luchas. Escuche lo que dice Hechos 2: 43-47.

“Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.”

Hay ejemplos de “unos a otros” en todo el Nuevo Testamento en lo que tiene que ver con la Iglesia. Vamos a examinar cuatro categorías de “unos a otros” mientras hablamos acerca de cómo la Iglesia nutre. Nos cuidamos unos a otros. Nos servimos a la par unos a otros. Nos damos unos a otros, y nos restauramos unos a otros.

Nos Cuidamos unos a Otros

Numero uno, nos cuidamos unos a otros. Eso es lo que hacemos en la Iglesia. Esto es lo que significa compartir una vida. Nos cuidamos unos a otros. Empecé en Romanos 12: 1-2 porque es una buena imagen de comunidad en la Iglesia. Empieza con nosotros recibiendo la misericordia de Dios.

“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”

Recibimos la misericordia de Dios, y como resultado de eso, reflejamos la misericordia unos a otros. Entonces, empieza “por las misericordias de Dios” en Romanos 12, y en el resto del capítulo, ellos están hablando acerca de la adoración ante Dios. Luego, habla acerca de la comunidad de unos con los otros en formas hermosas. Vemos esto aquí y en toda la Escritura.

“El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración; compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.”

¿Cómo nos cuidamos unos a otros? Obviamente, nos amamos unos a otros. Es lo que Romanos 12:9 dice, “El amor sea sin fingimiento”. La palabra ahí no es un término común para que Pablo utilice en esa cultura. En vez de eso él dice amor “ágape”. Esto es un término para un amor de entrega, desinteresado. Luego, más adelante él dice, “amaos unos a los otros con amor fraternal”.

Las palabras para este tipo de amor son “fileo” y “storge” básicamente, un amor de amigo/hermano. Entonces vemos esta imagen de afecto familiar que existe en la Iglesia. Nos amamos unos a otros. Juan 13:34-35 dice “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.”

Nos hospedamos unos a otros. Mostramos hospitalidad unos a otros. “Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones.” (1ra Pedro 4:9) Nos saludamos unos a otros. 1ra Corintios 16:20 “Saludaos los unos a los otros con ósculo santo.” Nos recibimos unos a otros. 1ra Pedro 4:9 “Mostramos hospitalidad unos a otros. “Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones” nos honramos unos a otros. “en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.” Romanos 12:20 dice. Qué gran frase “, prefiriéndoos los unos a los otros”.

Nos servimos unos a otros a través del amor. “servíos por amor los unos a los otros.” Dice Gálatas 5. Nos instruimos unos a otros. Romanos 15:14 “Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros.” Esperamos los unos por los otros. “Así que, hermanos míos, cuando os reunís a comer, esperamos unos a otros.” Somos pacientes unos con los otros.

Nos perdonamos unos a otros. “soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.” (Colosenses 3:13) nos sometemos unos a otros. Ya hable sobre esto en Hebreos 10: Nos estimulamos unos a otros. Construimos paz unos con los otros. “y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros.” (1ra Tesalonicenses 5:13)

Amo Gálatas 6, el cual dice, “Sobrellevad los unos las cargas de los otros”, nos animamos unos a otros. “edificaos unos a otros” (1ra Tesalonicenses 5:11), y luego nos consolamos unos a otros. Entonces, luego de que nos animamos unos a otros, nos consolamos unos a otros. Esto 2da Corintios 1. Es una imagen hermosa.

Qué es lo que Enseña la Iglesia

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación.

Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación y salvación; o si somos consolados, es para vuestra consolación y salvación, la cual se opera en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos. Y nuestra esperanza respecto de vosotros es firme, pues sabemos que así como sois compañeros en las aflicciones, también lo sois en la consolación.” (2da Corintios 1:3-7)

Usted puede ir a través del pasaje, y subraye cada vez que ve la palabra “consolar”. Pienso que es alrededor de diez veces en ese solo párrafo. 2da Corintios 1 habla acerca de cómo nos consolamos unos a otros y cómo el sufrimiento pasa en nuestras vidas. Dios utiliza el sufrimiento para nuestro bien para atraernos a Él para enseñarnos a depender de Él, pero no solo para nuestro bien.

“Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida. Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos; el cual nos libró, y nos libra, y en quien esperamos que aún nos librará, de tan gran muerte; cooperando también vosotros a favor nuestro con la oración, para que por muchas personas sean dadas gracias a favor nuestro por el don concedido a nosotros por medio de muchos.” (2da Corintios 1: 8-11).

Dios utiliza el sufrimiento para el bien de otros, entonces eso, cuando recibimos el consuelo de parte de Dios en el sufrimiento, extendemos este consuelo a otros.

Llegamos a 2da Corintios 7:6, “Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito” es todo un círculo de consuelo. Es esta imagen de cómo Dios utiliza nuestro sufrimiento para ayudarnos a aprender a depender en Él y luego extender el consuelo a otros.

Y luego al final Dios utiliza nuestro sufrimiento para Su bien, para que podamos confiar en Su fuerza cuando estamos débiles.

“Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.” (2da Corintios 12:7-10).

Oramos y nos confesamos unos a otros. Santiago 5:16, “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.”

Nos estimamos unos a otros.

“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;” (Filipenses 2:3) nos edificamos unos a otros. “Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación.” (Romanos 14:19) esta es una mutua edificación. Nos enseñamos unos a otros. “…Enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría” (Colosenses 3:16) somos benignos los unos con los otros. “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” (Efesios 4:32).

Esto no son todos los pasajes “unos con los otros”, pero entienda el punto. Estos pasajes están por todo lugar. La Iglesia es mucho más que estar sentados juntos en un servicio. Esto tiene que ver con una inversión real en vidas. Toma tiempo hacer estas cosas. Toma energía y emoción y vulnerabilidad. Entonces, cuando digo, “¿Está usted comprometido con la Iglesia local? ¿Está haciendo esto en una Iglesia local en algún lugar con un grupo de personas?” ¿Por qué es tan importante?

La alegría de la familia se refleja en la gloria del Padre. Cuando nos amamos los unos a los otros en el poder del Evangelio como este, Dios se lleva la gran gloria. Entonces, nos cuidamos los unos a los otros en la Iglesia, es parta de la nutrición.

Nos Servimos los Unos a los Otros a la Par

Y luego, número dos, nos servimos los unos a los otros a la par. Esta es la otra parte de Romanos 12. Vemos a Pablo hablando acerca de cómo tenemos diferentes dones en el cuerpo. Ahora, siga esto. Esto es una imagen tan hermosa. Romanos 12:3-8 enseña que somos una familia diseñada por gracia.

“Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.

De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.” (Romanos 12:3-8).

Dios nos ha dado a cada uno de nosotros gracia. Se nos ha concedida una gracia. Cada cosa buena en cualquiera de nosotros es evidencia de Su gracia hacia nosotros. “Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.” 1ra Pedro 4:10, “Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.” 1ra Corintios 15:10. Entonces, estamos diseñados por gracia, y luego diversificados por los dones. Entonces, cuando vemos que se hablan de los dones espirituales, esto es lo que enseña las Escrituras; que los dones espirituales son dones de gracias. Nos son dados por dios, cada persona en la Iglesia los tiene. Esta es la belleza.

“Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo.

Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios; y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro. Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba, para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.” (1ra Corintios 12:15-26).

La Iglesia es una familia de fe donde todos cuentan. Este imaginario del cuerpo en 1ra Corintios 12 está intencionado para mostrarnos que cada parte del cuerpo importa. El ojo no puede hacerlo sin el pie o sin la mano. Es lo que Pablo está diciendo, y esa es la clave.

Todos cuentan aquí. Nadie es inferior. En la Iglesia, debemos cuidar de la auto depreciación, esta idea de que “no me necesitas. Ellos no me necesitan” ¡Sí! Una Iglesia local necesita de usted, y debemos cuidarnos de la superioridad. Nos cuidamos en contra de la auto-exaltación, “Bueno, no te necesito”. Usted necesita la Iglesia local, y usted necesita los dones que están en la Iglesia local. De manera que no es opcional. Lo necesitamos, y ellos lo necesitan de nosotros.

Ninguno es inferior, nadie es superior. No hay necesidad de compararnos. Tenemos que ser cuidadosos de no hacer esto. “Bueno, no soy tan dotado como esa o aquella persona”. No, no, todo es por gracia. Todo es por gracia. Entonces, tome la gracia en usted. Descanse en la gracia que está en usted. No se compare. No hay necesidad de copiar o tratar de imitar a alguien más y lo que tiene.

¿Cómo Dios lo ha cableado? Cada uno cuenta en esto, y Dios le ha dotado con dones que esta persona no tiene y con quien te comparas. Ellos necesitan los dones que usted tiene en sus vidas. Entonces, todos cuentan, y todos contribuyen. Por doquier, todos contribuyen, y cada uno utiliza sus dones para la gloria de dios. De esta forma es cómo nos nutrimos unos a otros cuidando el uno del otro, al servir a la par unos a los otros con los dones de gracia que se nos han sido dados.

Nos Damos Unos a los Otros

Tercero, nos damos unos a los otros. Dios preparó esto mucho atrás en el Viejo Testamento, Deuteronomio 15, entre Su pueblo.

“Cada siete años harás remisión. Y esta es la manera de la remisión: perdonará a su deudor todo aquel que hizo empréstito de su mano, con el cual obligó a su prójimo; no lo demandará más a su prójimo, o a su hermano, porque es pregonada la remisión de Jehová. Del extranjero demandarás el reintegro; pero lo que tu hermano tuviere tuyo, lo perdonará tu mano, para que así no haya en medio de ti mendigo; porque Jehová te bendecirá con abundancia en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la tomes en posesión, si escuchares fielmente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y cumplir todos estos mandamientos que yo te ordeno hoy.

Ya que Jehová tu Dios te habrá bendecido, como te ha dicho, prestarás entonces a muchas naciones, mas tú no tomarás prestado; tendrás dominio sobre muchas naciones, pero sobre ti no tendrán dominio. Cuando haya en medio de ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre, sino abrirás a él tu mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo que necesite.

Guárdate de tener en tu corazón pensamiento perverso, diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión, y mires con malos ojos a tu hermano menesteroso para no darle; porque él podrá clamar contra ti a Jehová, y se te contará por pecado. Sin falta le darás, y no serás de mezquino corazón cuando le des; porque por ello te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos, y en todo lo que emprendas. Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra.”

Luego, entonces, básicamente vemos esa imagen de Deuteronomio 15 haciéndose realidad en Hechos 2 y Hechos 4. “y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.” (Hechos 2:45)

“Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad. Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre, como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles.” (Hechos 4:32-37).

Qué es lo que Enseña la Iglesia

La imagen de 2da Corintios 8 y 9 está modelada por Hechos 2 y 4. Este compartir de posesiones entre ellos, vendiendo casa y tierras para compartir con los demás. De manera que vemos ese modelado, y luego usted llega a 2da Corintios 8 y 9, y luego se ve realmente exhortado y animado y ordenado en algunos sentidos.

“Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia; que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad. Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas, pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos.

Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios; de manera que exhortamos a Tito para que tal como comenzó antes, asimismo acabe también entre vosotros esta obra de gracia. Por tanto, como en todo abundáis, en fe, en palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia. No hablo como quien manda, sino para poner a prueba, por medio de la diligencia de otros, también la sinceridad del amor vuestro. Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos. (2da Corintios 8:1-9)”

“Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre. Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.

Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros. ¡Gracias a Dios por su don inefable! (2da Corintios 9:6-15).

Damos voluntariamente. Entonces, esta no es una Iglesia que da a regañadientes. Damos basados en la bendición de Dios en nosotros. Toda la imagen en 2da de Corintios 8 son las Iglesias en Macedonia que son pobres que daban ofrendas extravagantes. Siempre es humillante. Está pasando en los hogares-Iglesias en Asia. Pasó hace poco tiempo en el Sudeste de Asia.

Tuve el privilegio de enseñar la Palabra en un hogar-Iglesia, esta Iglesia que estaba visitando en el Sudeste de Asia. Entonces, luego de todo, ellos vinieron y dijeron, “Bueno queremos darle este regalo, esta ofrenda monetaria” estos hermanos son, en algunos contextos, extremadamente empobrecidos, y ellos dicen que quieren darme, y no es a regañadientes. Encontré maneras de usar eso para devolver a esa Iglesia y no tomarlo en ese sentido, sin embargo, es la belleza. Es exactamente de lo que está hablando Pablo en 2da Corintios 8. Damos, al menos, de acuerdo a nuestra disponibilidad. Esa es la imagen de la viuda en Marcos 12, y es de lo que Pablo está hablando en 2da Corintios 8.

“Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento.” (Marcos 12:41-44).

La realidad en el Nuevo Testamento es “da todo lo que puedas de acuerdo a las diferentes medidas de gracia que tengas”.

Entonces, de. Damos voluntariamente. Damos generosamente. Dar generosamente a Dios resulta en un mayor desprendimiento de parte de Dios, quiero ser cuidadoso ahí. No estoy diciendo que si usted le da a Dios, usted será rico. Los macedonios, básicamente, desacreditaron eso. Dios no está prometiendo que Él lo va a hacer rico; sin embargo, la imagen completa en 2da Corintios 8, si vuelve y lo lee, Pablo está diciendo, “Dios nos confía los dones para que Sus propósitos se logren.”

Dios no da suficiente, y Él da abundancia a otros. Hablamos esto, y John Wesley es un ejemplo de esto. Él pone un tope en su vida. Wesley quería dar lo más que pudiera. Entonces, básicamente, él puso un tope en su vida equivalente como a un salario de $20,000, y señala que estaba devengando $160,000, pero vivió con $20,000, y dio $140,000. Esta es la imagen. No hay una medida legalista aquí. Pero la imagen es que nosotros damos.

Damos voluntariamente y generosamente, y damos con alegría. La palabra en 2da Corintios 9, “Dios ama al dador alegre”. La palabra quiere decir “Dios ama al dador hilarante” Sí ese es el diseño de Dios. No somos forzados por Dios para dar. Somos liberados por Dios para dar. En la Iglesia, cuando damos como una demostración del Evangelio, 2da Corintios 8-9 es el verso clave ahí. Sacrificamos nuestros derechos por los demás, y gastamos nuestros recursos en otros, y al final, damos para promover el agradecimiento a Dios. Dar, es tan clave. Dar unifica al pueblo de Dios.

Quiero que vean en Romanos 15 conmigo. “Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres que hay entre los santos en Jerusalén” estaban complacidos de hacerlo, y quiero subrayar esa palabra, “ofrenda”. Eso es “Koinonia” traducido en “ofrenda” aquí, pero es la imagen de comunidad en el Nuevo Testamento. Lo que amo acerca de este verso es que es un verso realmente simple al final de Romanos, pero lo que nos muestra es que estas Iglesias en Macedonia y Acaya eran Iglesias pobres, Iglesias empobrecidas que estaban dando una ofrenda para la Iglesia de Jerusalén, y en su hacer, reflejan una imagen de comunidad.

Esto es lo que la Iglesia de Macedonia y Acaya están diciendo a la Iglesia en Jerusalén “Estamos con ustedes”, y “Estamos juntos”. Esto es donde tenemos una peligrosa tendencia en nuestras Iglesias de gastar nuestro dinero en más y más cosas para nosotros, y enviar tan poco a los pequeños hermanos y hermanas que están, literalmente, hambrientos. Al no darles, es como si le estuviéramos diciendo, “No estamos con ustedes”. Quiero animarles, que mientras usted sea parte de esta Iglesia y de muchas otras Iglesias, que le mostremos a nuestros hermanos y hermanos alrededor del mundo “Koinonia”. Mostrémosles que estamos con ellos y que nos preocupamos por ellos al darles.

Dar nos unifica y unifica al pueblo de Dios. Ellos dan regularmente a la Iglesia. Usted ve eso. 1ra de Corintios 16, “Cada primer día de la semana… ponga aparte algo, según haya prosperado” y entonces, la Iglesia maneja responsablemente nuestras ofrendas. Me encanta cómo Pablo, en 2da Corintios 8, fue realmente muy intencional al mostrar cómo las ofrendas que eran dadas fueron definitivamente bien usadas por lo que ellos habían dicho que se iban a usar. “evitando que nadie nos censure en cuanto a esta ofrenda abundante que administramos, procurando hacer las cosas honradamente, no sólo delante del Señor sino también delante de los hombres.” (2da Corintios 8:20-21). Dar exalta la bondad de Dios. “Demos gracias a Dios por su don inefable”, es la manera en que todo termina ahí en 2da Corintios 8 y 9.

Nos Restauramos Unos a Otros

Entonces, ¿Cómo nos nutrimos? Nos cuidamos unos a otros. Nos servimos unos a otros a la par, y nos damos unos a otros. Cuarta cosa: nos restauramos unos a otros, y esto es donde quiero hablar sobre la disciplina de la Iglesia. Ahora, pongamos esto sobre la mesa. Este no es el tópico más feliz en la mayoría de las mentes de las personas, o el tópico más común en muchas de las Iglesias, y pienso que es para nuestro detrimento. Hemos ignorado esta imagen de restauración.

“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo respecto de sí mismo, y no en otro; porque cada uno llevará su propia carga.” (Gálatas 6:1-5)

Gálatas 6:1-5 habla acerca de llevar los unos las cargas de los otros y dice, “si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre” las personas dan todo tipo de razones de por qué no se debería practicar disciplina en la Iglesia. Quiero mencionar algunas de las excusas que las personas dan y volver con algunas de las respuestas para ellos.

Primero, algunas de las personas dicen que la disciplina en la Iglesia es legalista. Ellos dicen que contradice la gracia de Dios y Su amor, y claramente, cuando usted empieza a hablar sobre la disciplina en la Iglesia, usted probablemente será cargado con algún tipo de legalismo. “Porque el Señor al que ama, disciplina Y azota a todo el que recibe por hijo.” (Hebreos 12:6)

Segundo, las personas pueden preguntar “¿Qué de Mateo 7:1?” Mateo 7:1-4 dice,

“No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?” (Mateo 7:1-4)

Juan 8:7 es otro verso que las personas usan como excusa de por qué no debemos practicar la disciplina en la Iglesia. Juan 8:7 dice, “…El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.” Entonces, si usted no tiene pecado, entonces usted puede hablar sobre el pecado de la otra persona. Nadie puede hablar acerca del pecado de alguien más, en ese punto.

Tercero, algunos tienen miedo de que las personas se vayan a ir de la Iglesia. Cuarto, las personas dicen que la Iglesia no sabe como practicar la disciplina. Me han dicho, “Bueno, esto no funciona en nuestra Iglesia, en nuestro contexto actual.”

Bueno, pensemos en estas excusas y nuestra respuesta a ellas. “La disciplina de la Iglesia es legalista”. No, la disciplina de la Iglesia es amorosa. Pensamos que es noble, hasta compasiva, sentarse y decir, “Bueno, lo que alguien haga es entre ellos y el Señor. No tiene que ver conmigo” eso es todo menos amoroso. Si estoy caminando hacia el pecado, y usted me ama, dígame algo. No se siente y piense que no es asunto suyo ¡No! Necesito que usted como mi hermano en Cristo que me vuelva al camino. Así es como usted me ama.

Así es como Dios nos ama. Hebreos 12:6 dice que Él “Disciplina a quienes ama” de manera que, necesitamos amarnos los unos a los otros. Dietrich Bonheoffer dijo, “Nada es tan cruel como la ternura que relega a otro a su pecado” Dios nos ayuda a amarnos unos a otros. Eso es la disciplina de la Iglesia.

“¿Qué acerca de Mateo 7:1?” bueno, continúe a Mateo 7:5, “¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.” Entonces, lo que Jesús está diciendo es, saca la viga de tu ojo antes de ir a ayudar a tu hermano. Él no está diciendo no te preocupes de tu hermano. Él está diciendo “Límpiate primero, y luego ayúdalo a él también.”

“Las personas se irán de la Iglesia” bueno, esta es la verdad. El crecimiento de la Iglesia es de Dios no nuestro. Hay maneras más sencillas de hacer crecer la Iglesia que hablar sobre disciplina eclesiástica. Usted recuerda en Hechos 5, Ananías y Safira.

“Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles. Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron.”

Qué es lo que Enseña la Iglesia

“Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron. Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido. Entonces Pedro le dijo: Dime, ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto. Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti.”

“Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró; y cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido. Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas. Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón. De los demás, ninguno se atrevía a juntarse con ellos; mas el pueblo los alababa grandemente. Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres”.

Ellos estaban tratando de dar una ofrenda, y engañaron, y cayeron muertos. Estas son cosas duras, pero luego miren al final del pasaje. Verso 13 “De los demás, ninguno se atrevía a juntarse con ellos; mas el pueblo los alababa grandemente. Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres” Dios sabe cómo hacer crecer Su Iglesia. Podemos confiar en Él en este asunto. Esto es lo que Dios hace.

“La Iglesia no sabe cómo practicar la disciplina eclesiástica” Bueno, entonces la Iglesia necesita aprender a cómo practicar la disciplina eclesiástica. ¿Cómo se ve realmente en la Iglesia? Entonces, lo que quiero que veamos es que no está hablando sobre una cacería de brujas o una investigación de rumores.

Piénselo de esta manera. Hay dos facetas en la disciplina eclesiástica. Una: disciplina eclesiástica formativa. Los creyentes reciben entrenamiento continuo de la Palabra en el cuerpo de Cristo mientras sus vidas son transformadas en la imagen de Cristo. Somos disciplinados cada día. El Espíritu de Dios y la Palabra de Dios están disciplinándonos. Él está entrenandonos para seguir a Cristo.

Esto está pasando todo el tiempo. Es de lo que trata la santificación, crecer en disciplina, pero luego, está la disciplina eclesiástica restaurativa, y esto es cuidado correctivo por el cuerpo de Cristo en asuntos del pecado impenitente en la vida de un hermano o hermana. Entonces, cuando somos sorprendidos en pecado, Gálatas 6:1 dice, y como vamos a ver en Mateo 18, cuando hay pecado en la vida de un hermano que es impenitente, que es persistente en este, buscamos restaurarlo o restaurarla.

Lo que quiero que veamos es que hay un fundamento para la disciplina eclesiástica, y es la gracia de Dios. Dios nos disciplina por gracia, y Tito 2:11-14 habla acerca de cómo la gracia nos disciplina en santidad: “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.” (Tito 2: 11-14).

Entonces, el reto para la Iglesia es asegurarse de que la gracia esté en medio de la disciplina. Entonces, ¿Cómo traigo estos dos elementos a esta situación? Bueno, Jesús ayúdanos.

Acercándonos a la disciplina eclesiástica. En solo un minuto, vamos a ver en Mateo 18:15- 20, y la instrucción principal que Jesús da respecto de la disciplina eclesiástica. Primero, quiero que vean lo que rodea esto contextualmente.

En Mateo 18:4, Jesús dice, “Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.” Necesitamos ser humildes como niños. Él inicia hablando acerca de humillarse a sí mismo como un niño, y luego Él habla sobre no llevar a otros al pecado. Mateo 18:6 nos dice que necesitamos una preocupación más profunda de la santidad. “Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar.” (Mateo 18:6) queremos estar preocupados sobre la santidad en el cuerpo de Cristo.

Necesitamos sentir compasión por el herido. Jesús dice en Mateo 18:14, “Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños.” Dios ha diseñado la disciplina eclesiástica para que la Iglesia guarde y cuide a cada persona en la Iglesia. Ese es todo el propósito.

Luego, necesitamos corazones perdonadores. Justo después que Jesús habla sobre la disciplina eclesiástica en Mateo 18:21-22, Él habla sobre perdonar a tu hermano. “Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.” Existe una manera de que esto funcione.

Permítame compartir un ejemplo con usted de cómo funciona esto. Esta es una carta de un miembro de la familia de fe local que dijo: “Querido Pastor, dos semanas atrás, una mañana de domingo, mi esposa se acercó a usted con una solicitud terrible de oración. Fue realmente terrible porque estaba al borde de hacer un error enorme que me hubiera perseguido por el resto de mi vida. Estaba en un proceso de dejar mi familia en búsqueda de quién sabe qué… algo mejor… algo directo de libro de trampas de Satanás.

Estaba al borde de un precipicio con un pie afuera, y mi esposa y todas las personas que ella conocía estaban orando para que volviera. Y por sus oraciones y su trabajo subsecuente, el Señor no me guió a hacer lo que pensé que quería hacer, pero Él derramó Su gracia sobre mí y mi familia, y una vez más, somos un todo”.

Eso debe suceder en toda la Iglesia, pero eso no es fácil. Entonces ¿Cómo hacemos esto? En Mateo 18:15-20 Jesús da estas instrucciones: “Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Más si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano. De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.” (Mateo 18:15-20)

Esta es una de las únicas veces en los Evangelios en la que Jesús utiliza la palabra “Iglesia” y realmente se dirige a la Iglesia de esta manera. Esto es importante, y básicamente, hay cuatro pasos aquí.

Paso uno: Corrección en privado. Cuando un hermano es encontrado en pecado, Gálatas 6 dice “Ve a él” Mateo 18 dice, “Ve a él”. No hables a otras personas del asunto. Efesios 4:29- 32 dice “No hables de tu hermano en una manera en la cual no edifique su carácter”. El chisme mata la disciplina eclesiástica apropiada. Entonces, vaya y hable con él solo ustedes dos. Eso es enorme. No lo deje vagando en el precipicio, sino vaya a él con la humildad de un niño, y con una preocupación santa, y gracia y amor.

Paso dos, si él o ella todavía no se arrepienten y continúa en pecado, entonces el segundo paso es una clarificación con un pequeño grupo. Si se arrepiente, excelente, sí. Ha ganado a un hermano. Si no, entonces debes buscar un par de personas más. Ahí es donde Jesús cita a Deuteronomio 19:15 “No se tomará en cuenta a un solo testigo contra ninguno en cualquier delito ni en cualquier pecado, en relación con cualquier ofensa cometida. Sólo por el testimonio de dos o tres testigos se mantendrá la acusación.”

Entonces, encuentre a otros que sean gentiles, humildes y amantes. El objetivo no es colgar a esta persona. El objetivo es traer un par de personas que tengan amor y cuidado y que tengan el Espíritu de Cristo y la gracia de Cristo en ellos para animarlos a decir “Te amamos. Queremos que cambies de tu pecado el cual es semilla de naturaleza destructiva” entonces, tráigalos.

Si eso no funciona, si continúan en su pecado, el paso tres es la amonestación eclesiástica. Dígalo a la Iglesia. ¿Por qué decirlo en servicio? Eso puede verse, en algún sentido cruel para algunas personas. Ahora, todas estas personas saben que esta persona está fuera de dirección, sin embargo, el punto es que entonces ahora usted tiene a todo el grupo de creyentes tras este creyente diciendo, “Te amamos tanto, y nos importas tanto, y queremos traerte devuelta a Cristo. Queremos ayudarte a ver” Esto es Dios preparando una manera para todo Su cuerpo, Su pueblo, para decir “Vayan a él, ámenlo y tráiganlo de vuelta” es gracia. Es misericordia. Es amor a través de la amonestación eclesiástica.

Luego, paso cuatro, si continúa, trátelo como Gentil o publicano, excomunión de la Iglesia. Entonces, ya no es tratado como un miembro en el cuerpo de Cristo. Se ve muy duro ¿cierto? Para la Iglesia, básicamente, sacar a una persona, por así decirlo. Usted puede estar pensando. “¿Pensaba que la Iglesia estaba supuesta a ser un lugar donde todos son siempre bienvenidos? ¿Ahora usted está diciendo que no puede ser parte de este grupo, no más, es eso amor? ¿Es esto cuidado? ¿Es eso gracia?” Sí, y es divino también.

Escuche lo que Pablo dice en 1ra Corintios 5 cuando confronta está situación:

“De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre. Y vosotros estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción? Ciertamente yo, como ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que tal cosa ha hecho.”

“En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo, el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús. No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa? Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.” “Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad. Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios; no absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo.”

Si usted va a no asociarse con personas sexualmente inmorales, usted no puede, ni siquiera, vivir en el mundo. Estamos hablando en la Iglesia aquí. “Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis. Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro? Porque a los que están fuera, Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros.”

¿De qué se trata esto? Este es un pasaje al cual no le prestamos mucha atención, pero tenemos que hacerlo. ¿Excomulgación de la Iglesia, por cuales razones? Para la purificación de la Iglesia. Este es una gran situación. Él está diciendo, “Bueno, no vamos a crecer y alcanzar a las personas si hacemos esto” Dios está más interesado en la santidad de Su pueblo que el éxito de su Iglesia.

Él es serio acerca de la pureza entre su pueblo, y los miembros de la Iglesia son responsables de esto. Siga esto. Pablo no está escribiendo a la persona que es culpable de continuar en la inmoralidad sexual. Él está hablando con la Iglesia, y él se está dirigiendo a su tolerancia al pecado, y Él está diciendo, “Ustedes son responsables ante Dios por esto, y son responsables los unos por los otros.”

Esto es desconcertante. Es impresionante. La Iglesia es, de hecho, responsable por el pecado de sus miembros. Somos responsables el uno por el otro. Esto es lo que significa ser parte del cuerpo de Cristo. Somos responsables y damos cuenta a Dios el uno por el otro, entonces, si usted sale y peca, y no lo detengo, daré cuenta ante Dios por eso. Los miembros de la Iglesia son responsables, y los miembros de la Iglesia deben ser humildes.

¿Cuál es el pecado de la Iglesia aquí en Corinto? Es el orgullo. Él dice, “Ustedes son orgullosos, se jactan” ¿Cuál es su orgullo? Su orgullo era la tolerancia de pecadores no arrepentidos en la Iglesia. Ellos eran mente abierta, y ellos estaban jactándose de ello. “Nosotros solo damos la bienvenida. Cualquiera puede ser miembro de esta Iglesia” Él dijo que eso es orgullo. Es orgullo afirmar que usted es una Iglesia de libertad y gracia, y está tolerando el pecado impenitente en medio de la Iglesia. La alternativa es humildad, y humildad es la exclusión de impenitentes pecadores de la Iglesia. “No se asocien a él” Pablo no solo está teniendo un mal día en 1ra Corintios 5. Esto sucede en otros puntos en sus otras cartas.

“Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros.” (2da Tesalonicenses 3:6)

“Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence. Mas no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a hermano.” (2da Tesalonicenses 3:14-15).

“Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo” (Tito 3:10).

Ahora, este es el asunto. Pensamos de manera opuesta. Pensamos que es un orgullo decirle a alguien, “No puede regresar”. Pensamos que sería más humilde mantenerlos dentro. Aquí es donde estamos tan deformados en nuestro pensamiento porque la realidad es que el orgulloso es el que está tolerando el pecado de unos con los otros como si no fuera algo importante. Eso es orgullo. La humildad es dirigir el pecado en la vida de tu hermano o hermano hasta expulsarlos de la Iglesia, si es necesario.

La membresía de la Iglesia es esencial aquí. Hablamos de esto previamente, pero era, obviamente algo de relevancia aquí. Ante todo, la Iglesia define quién es un miembro. Un individuo no define si es o no un miembro de la Iglesia, 1ra Corintios 5. La Iglesia define esto. Si la membresía de la Iglesia fuera solo opcional, entonces, gran cosa. Entonces, él ya no está en la Iglesia de Corinto, pero si era una gran cosa. Aislamiento de la Iglesia refleja la separación de Cristo. Es de lo que Jesús está hablando. Ser removido del cuerpo de Cristo en 1ra Corintios 5 es el equivalente de ser un pagano o un publicano como un no creyente. Usted no está identificado como hermano o hermano ya más.

Ahora, esta frase por completo, “el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.” Hay toneladas para hablar ahí, pero la imagen es, sí, hacemos esto por la pureza de la Iglesia, y para la salvación del individuo. Hacemos esto por su bien, entonces ellos verán los efectos en su piel y en su pecado, y ellos van, por la gracia de Dios, a cambiar su camino. Ese es el objetivo. Usted dice, “Bueno ¿por qué Satanás haría eso?” Bueno, vemos en 2da Corintios 12 y en 1ra Timoteo 1 de cómo Dios utiliza hasta la obra de Satanás para atraer a las personas a que confíen en Él.

“Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.” (2da Corintios 12: 7-10).

“de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar.” (1ra Timoteo 1:20) Entonces, hacemos esto para la purificación de la Iglesia, la salvación del individuo, y al final, para la gloria de Dios. Esto es enorme. Esto es donde todo esto realmente se cristaliza para mí como pastor porque, no mucho después que llegué aquí, los ancianos y yo fuimos contactados por una mujer en nuestra comunidad. Su esposo había cometido adulterio y en su matrimonio con otra mujer, y había dejado a su mujer, estaba cometiendo adulterio con esta otra mujer, y él y esta otra mujer habían venido a esta Iglesia juntos.

Ella me llamó y me dijo, “¿Cuál es el asunto? Usted le permite a mi esposo que me estaba engañando se haga miembro en su Iglesia. Él está engañándome y viviendo con esta otra mujer justo ahora” y pensé “Wow” era doloroso. Esto es importante por muchas razones. Es importante para la purificación de la Iglesia, y el bien de este hombre, pero esto es importante para la gloria de Dios en la Iglesia. Él muestra la santidad de Su gran nombre y Su pueblo.

Ezequiel 36 dice: “Por tanto, di a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: No lo hago por vosotros, oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre, el cual profanasteis vosotros entre las naciones adonde habéis llegado. Y santificaré mi grande nombre, profanado entre las naciones, el cual profanasteis vosotros en medio de ellas; y sabrán las naciones que yo soy Jehová, dice Jehová el Señor, cuando sea santificado en vosotros delante de sus ojos.” (Ezequiel 36:22-23)

Entonces, ¿Qué hacemos? La disciplina eclesiástica en acción: nosotros obedecemos con el amor de Cristo. Hacemos esto. El objetivo de la restauración espiritual. Santiago 5:19-20 “Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.” Eso es lo que queremos hacer. Queremos traer de vuelta al hermano que está extraviado, entonces eso es lo que estamos buscando.

¿Cómo hacemos esto? Sea humilde. “La cordura del hombre detiene su furor, Y su honra es pasar por alto la ofensa.” Proverbios 19:11. Sí todos somos pecadores. Todos estamos necesitados de la gracia. Por lo tanto, sea humilde en el proceso.

Sea bíblico. Tito 3:9 dice, “Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho.” Esté seguro de que no está frustrado con alguien o piensa que tiene una mascota que hace esto y no aquello. Hágase esta pregunta. ¿Hay pecado que está deshonrando a Dios? ¿Hay pecado que está afectando el Evangelio?

Pablo acerca de esto en 1ra y 2da de Timoteo dice: “Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia, manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos, de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar.” (1ra Timoteo 1:18-20)

“Y su palabra carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto, que se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos.” (2da Timoteo 2: 17-18) ¿Existe el pecado que esté hiriendo la unidad de la Iglesia, que está trayendo división e hiriendo la Iglesia y las necesidades que deben ser encausadas?

“Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos. Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos.” (Romanos 16:17-18).

“Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho. Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo, sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio juicio.” (Tito 3:9-11)

Qué es lo que Enseña la Iglesia

¿Existe un pecado que esté hiriendo la unidad de la Iglesia, y entonces, hay pecado que esté lacerando el testimonio de la Iglesia, la gloria de Dios en la comunidad circundante? “Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;” (Filipenses 2:14-15)

Sea humilde, sea bíblico, y tercero, sea puro. Mateo 7:5, “¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.” Esta es la belleza de Mateo 7:1-5. La disciplina eclesiástica causa en nosotros que examinemos nuestras propias vidas. Usted ve a su hermano en pecado. Pregunte “¿Estoy luchando con lo mismo? Debo sacar la viga que está en mi ojo. Luego ayudarlo” Sí, Dios ha diseñado todo esto, no solo para que ellos sean restaurados, también para que crezcamos en pureza. Examine su vida. Examine sus motivos.

Sea puro y sea devoto. Solo Dios puede traer esta restauración. “que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.” (2da Timoteo 2:25-26).

Sea discreto, queriendo decir que hable solamente con quien tenga que hablar. No con todo el mundo en la Iglesia. “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.” (Efesios 4:29)

Sea rápido. No quiero decir que acelere el proceso, pero tampoco lo prolongue. “Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.” (Mateo 5:23-24) obedezca y sea amable. Esa es toda la imagen de Gálatas 6. Restáurelo con amor y sea cuidadoso, y sea intencional. Siga estos pasos que acabamos de hablar.

Entonces, obedezca con el amor de Cristo, y confíe en la autoridad de Cristo. Esto es de lo que Jesús está hablando en Mateo 18:18. “De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.” De lo que Él está hablando es cuando usted le dice a un hermano que se arrepienta, “Vuelva a Cristo. Sí, usted está perdonado” no es que tus palabras están perdonándolo. Usted está pronunciando lo que Jesús ha dicho que está confiado a la Iglesia.

Ore conforme a la promesa de Cristo. “Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.” (Mateo 18:20) cuántas veces dice, “Bueno, tenemos dos o tres personas o más, entonces Jesús está aquí” Bueno, sí, pero cuando usted estaba en su oración de alcoba esta mañana, Él estaba ahí también, aunque usted estaba solo.

El punto de lo que Jesús está diciendo, en esta situación difícil en la Iglesia, cuando usted está confrontando a un hermano en pecado, sepa esto: “Mi presencia estará justo con ustedes. Estará con ustedes ahí” Honre la cruz de Cristo. Esto es de lo que Pablo estaba hablando en 1ra Corintios 5 cuando hablaba de la Pascua. Cristo ha pagado por el pecado.

Queremos un Cristo que perdona, pero ¿queremos a un Cristo que purifica? Cuando toleramos el pecado en la Iglesia, cuando tratamos el pecado como si no fuera la gran cosa o como si no fuera nuestro problema, pisamos el sacrificio de Cristo. Él murió para liberarnos del pecado. Vivamos a la altura. La muerte de Cristo en la cruz transforma nuestras vida en la Iglesia.

LESS THAN 1% OF ALL MONEY GIVEN TO MISSIONS GOES TO UNREACHED PEOPLE AND PLACES.

That means that the people with the most urgent spiritual and physical needs on the planet are receiving the least amount of support. Together we can change that!