Sesión 4: La guerra espiritual y la vida cristiana - Radical

Iglesia Secreta 7: Ángeles, Demonios y Guerra Espiritual

Sesión 4: La guerra espiritual y la vida cristiana

Frente a una intensa guerra espiritual, sería completamente imprudente entrar en batalla sin armas. Los cristianos deben responder a la guerra de manera urgente, manteniéndose firmes y avanzando, tal como Pablo escribe en Efesios 6. En esta sesión de Iglesia Secreta 7, el pastor David Platt equipa a los cristianos con las armas bíblicas para participar en la guerra espiritual. Además, este mensaje aborda preguntas controversiales en torno a la guerra espiritual. Lo más importante es que el pastor David Platt nos dirige de nuevo a la Escritura como la autoridad en la cual depositamos nuestra fe última. Por lo tanto, cualquier pregunta o controversia que surja en las discusiones sobre la guerra espiritual debe estar fundamentada en verdades bíblicas.

  1. Participación y armas para la guerra
  2. Preguntas controversiales
  3. Desafíos finales

La Iglesia y la Guerra Espiritual

Espero que este sea un momento gratificante en la Palabra de Dios y que sea estimulante. Así que, esto es lo que vamos a hacer. Vamos a entender esta descripción de la armadura de Dios. Vamos a estudiarla bien rápido, y luego entender algunas preguntas controversiales al final, luego iremos a los dos retos concluyentes. Así que, aquí vamos.

Participación en la Guerra

Participación en la guerra. Lo que tenemos en Efesios 6 es una descripción de la armadura de Dios, y lo que Pablo nos está llamando a hacer es a responder.

“Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. 14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, 15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz” (Efesios 6:13-15).

Recuerde, tenemos dos acciones. Estar firmes y seguir hacia adelante. La primera es defensiva, y la segunda es ofensiva. Tenemos que responder urgentemente. Estamos viviendo en los días malos. Este no es el tiempo de sentarnos y relajarnos. Debemos responder conscientemente. Estar firmes es un mandato. Haced esto. Usted no puede disculparse de esta batalla. Debemos responder vigorosamente y colectivamente. Es interesante que en Efesios 6, estos mandatos, esta armadura, se den en plural. Es dada a la iglesia, no a individuos peleando diferentes batallas. Es una iglesia peleando la batalla junta. Es una comunidad. Debemos responder específicamente. ¿Cómo?

Armas de Guerra

Aquí es donde llevamos a las armas de guerra, la armadura de Dios. Ahora, debemos ser muy cuidadosos cuando llegamos a la armadura de Dios, no para sobre-interpretar esta metáfora y tampoco desviarnos en toda clase de creencias desordenadas sobre esta pieza de la armadura haciendo ciertas cosas en ciertos soldados. De esto es que se trata cuando hablamos de justicia. Tenemos que ser muy cuidadosos ahí. Así que no lleve la analogía muy lejos. No sobre-interprete esta imagen.

La armadura de Dios es fundamentalmente un reflejo del carácter de Dios. Esta es parte de la razón por la cual está escuchando de mí una fuerte postura en contra de la naturaleza formulista de la guerra espiritual hoy día, porque la guerra espiritual en las Escrituras no trata principalmente sobre una técnica, sino de carácter. Es similar a la forma en la cual hemos manejado la guerra espiritual. Hemos dicho, “No es suficiente estar vestidos de la armadura y el carácter de Dios. En vez de eso, se necesita hablar ciertas formulas y confrontar y mandar y echar fuera, boxear verbalmente con malos espíritus.” Escucho personas que respeto hablar mucho sobre esto, pero la implicación de lo que están diciendo es, si usted no está involucrado en una guerra espiritual específica, entonces usted no está involucrado en la guerra espiritual.

Ese no es el caso. Si ese fuera el caso, entonces ¿Por qué no vemos amonestaciones bíblicas sobre esto en el Nuevo Testamento? No vemos eso. En vez de eso, vemos a cristianos viviendo con el carácter de Dios. Si nos tuviéramos que preocupar por la técnica, entonces ¿Por qué el Nuevo Testamento no explica detalladamente técnicas como esa? No lo hace por una razón. Nos tenemos que apropiar del carácter de Dios. En Isaías 11, usted ve esta idea de reflejar el carácter de Dios. “Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.” (Isaías 11:5). Está reflejado en la armadura de Dios también. “Pues de justicia se vistió como de una coraza, con yelmo de salvación en su cabeza; tomó ropas de venganza por vestidura, y se cubrió de celo como de manto.” (Isaías 59:17).

William Gurnall dijo, “No debemos confiar en la armadura de Dios sino en el Dios de esta armadura porque todas nuestras armas son poderosas sólo a través de Dios.” “!!Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion ¡Tu Dios reina!” (Isaías 52:7). “Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba” (Isaías 49:2).

Así que la armadura es un reflejo de Su carácter y una demostración de Su poder. Pablo les escribe a personas que están acostumbradas a buscar poder en dioses o espíritus, y les dice en Efesios 4, “Hay una nueva fuente de poder aquí en Cristo.”

“Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. 8 Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres. 9 Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? 10 El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo” (Efesios 4:7-10).

Existe un medio nuevo de poder. “Porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre” (Efesios 2:18). No se trata de fórmulas mágicas o de manipular a Dios para que haga ciertas cosas. En vez de eso, usted experimenta Su poder a través de Su espíritu mientras tiene comunión con Él y un nuevo propósito por el poder. Usted no está utilizando el poder en el mundo espiritual para promoverse a sí mismo o infligir daño a otros sino para sacrificarse en amor el uno al otro, Efesios 5. “…Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante” (Efesios 5:2).

El Cinto de la Verdad

Entonces, lo que quiero que hagamos es que caminemos a través, muy rápidamente, de las diferentes piezas de la armadura. Pienso que el enfoque es menos en los objetos: cinto, coraza, esto o lo otro, y es en el carácter y el poder de Dios que es representado en estas cosas.

Entonces, el cinto de la verdad. ¿Qué significa esto para Pablo? Pienso que fundamentalmente, a través de los escritos de Pablo, incluyendo esto, Pablo está diciendo, “En la guerra espiritual, necesitamos un verdadero entendimiento de quién Cristo es. Una de las estrategias principales de Satanás es corromper y distorsionar nuestro entendimiento de Cristo. Estoy convencido de que este es uno de los más grandes e ignorados aspectos de la guerra espiritual en la literatura contemporánea de hoy, porque pensamos que lo que pensamos de Cristo no afecta realmente algunos de los detalles de nuestras vidas. Es por eso, que en nuestra cultura de la iglesia hoy día, usted está envuelto en toda clase de consejos sobre cómo manejar su dinero mejor y como hacer esto mejor y evitar el estrés. Usted no escucha doctrina sobre quien Cristo, es porque no pensamos que aplica a nuestras vidas, y sí aplica.

Lo que creamos de Cristo y de lo que Cristo es y nuestro conocimiento de Cristo tiene todo que ver con nuestra manera de vivir en el trabajo, la casa, en el juego, la escuela, todo. Hay un verdadero entendimiento de quien es Cristo en el corazón de estas áreas, y Pablo persigue esto. Esté atento. Vaya a 2 Corintios 11:4. Pablo está confrontando a algunos maestros que estaban hablando y predicando a un Jesús diferente del que él les había predicado. Eso es lo que Él está confrontando aquí, dice, “Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.” Escuche como Pablo describe las fortalezas, “Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.” Entonces, cuando Pablo comienza a hablar sobre las fortalezas, este es uno de los versos más ampliamente citados en toda la literatura que existe sobre la guerra espiritual.

“Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Corintios 10:3-5).

Esta imagen de fortaleza es utilizada para referirse a toda clase de hábitos pecaminosos que la gente tiene, fortalezas en sus vidas sobre las que necesitan obtener la victoria. Entonces, las personas hablarían a diferentes fortalezas en sus vidas. Algunos incluso utilizan esta palabra “fortaleza” para referirse a una ciudad, una región, o un país donde no hay mucha respuesta al evangelio, pero eso no es lo que Pablo trata en esta parte. Cuando Pablo habla sobre fortalezas, él esta específicamente tratando las falsas enseñanzas sobre Cristo que se estaban estableciendo en contra del conocimiento de Dios.

Las fortalezas no son estos pecados que toman lugar aquí o allá. Las fortalezas son enseñanzas sobre Cristo que necesitan ser combatidas con la verdad de la palabra de Dios. Enseñanzas como que Jesús no es completamente hombre. Esto era muy prevalente en los días del Nuevo Testamento. 1 Juan aborda eso.

“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. 2 En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; 3 y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo” (1 Juan 4:1-3).

Otros reclamando que Jesús no es completamente Dios. Colosenses 2 aborda Ebionitas que negaban la deidad de Cristo. “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. 9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, 10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad” (Colosenses 2:8-10).

Jesús no es superior. Hebreos 1, Jesús aborda las limitaciones que la gente le estaba poniendo a la gloria de Cristo.

“El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, 4 hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos. 5 Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a él Padre, Y él me será a mí hijo?” (Hebreos 1:3-5).

Jesús no es suficiente. Esto es lo que Pablo aborda en Colosenses 2, que Jesús no es suficiente.

“Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, 17 todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo. 18 Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal, 19 y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios” (Colosenses 2:16-19).

Las personas estaban diciendo que Jesús estaba por la línea de los ángeles. Esto es lo que vemos en las sectas: mormones, Testigos de Jehová, y los Científicos Cristianos. Es todo devaluando la persona de Cristo y falsas enseñanzas sobre quien Cristo es. Esas fortalezas que necesitan ser derribadas, y la guerra espiritual está predicando verdad en contra de la falsedad, para derribar esas falsas ideas sobre Cristo.

Ahora, todas estas ideas que adecuamos con fortalezas, no son lo que las Escrituras nos dicen. Ahora, incluso si decimos, “Bien, creo que Jesús es completamente Dios, completamente hombre, esas cosas,” pienso que necesitamos tener cuidado de otras distorsiones más sutiles. Hemos hablado de que una de las estrategias principales de Satanás es el engaño, y existen toda clase de ideas sobre Jesús que están allá afuera hoy día que son sutiles. Una es de un Jesús sin cuerpo, refiriéndose a que Jesús está desconectado del cuerpo de Cristo. Los cristianos individualistas en todas partes creen que no sienten absolutamente ninguna necesidad en su relación con Cristo de estar conectados a Su cuerpo y a la iglesia. Que Jesús, está muy lejos.

Muchas personas piensan que Jesús está distante de los problemas a los cuales me enfrento todos los días. Sano, rico Jesús que quiere que nos relajemos y disfrutemos todo lo que esta vida tiene para ofrecer. Esa no es una descripción bíblica. Jesús es mi camarada. Jesús es un amigo interesante que me hace sentir bien conmigo mismo. Nos estamos alejando del valor de Su trascendencia en gloria y poder.

Jesús quien no sufrió. Existe todo un segmento del cristianismo de hoy que piensa que todo el sufrimiento es del diablo, e incluso si no decimos eso, hay todo un segmento del cristianismo cómodo y complaciente que piensa que Jesús es el principal componente de un bonito, seguro, y fácil estilo de vida cristiano. Jesús sin una misión. Personas que creen que Jesús sólo nos ha llamado para sentarnos y disfrutar de la gracia, no a proclamar gracia a los confines de la tierra. Jesús sin corazón. Un Jesús que está de acuerdo con los millones de hambrientos en el mundo y no nos llama a hacer algo sobre eso. Jesús que no perdona, personas que pensarían que pagarían por algunas de las cosas que han hecho. “Jesús nunca podría perdonarme por esto o aquello.” O por el otro lado, Jesús que no disciplina. Personas que creen que a Jesús realmente no le importa lo mucho que peque. Él me ama justo como soy.

Ahora, la guerra espiritual aborda todas estas falsas ideas sobre Cristo. En la guerra espiritual, tenemos que tener cuidado de cualquier falsa doctrina. Esa es una grandiosa cita de Francis Schaeffer sobre cómo nos acomodamos a la cultura de nuestro alrededor y ponemos en peligro la verdad en el proceso.

“Este es el gran desastre evangélico – el fracaso del mundo evangélico de estar firmes en la verdad como verdad. Existe sólo una palabra para esto – comodidad-: la iglesia evangélica se ha acomodado al espíritu del mundo de la época… La verdad lleva consigo confrontación. La verdad demanda confrontación: confrontación en amor. Si nuestro reflejo es siempre acomodarnos sin importar la centralidad de la verdad involucrada, hay algo mal.”

Cuidémonos de las Falsas Doctrinas

“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 20 Así que, por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7:15-20)

La falsa doctrina es sutil. Es sutil, peligrosamente sutil. “Cosa espantosa y fea es hecha en la tierra; los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes dirigían por manos de ellos; y mi pueblo así lo quiso. ¿Qué, pues, haréis cuando llegue el fin?” (Jeremías 5:30-31). Es poderosa, “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros.” (Mateo 23:15). “Para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error.” (Efesios 4:14). Y Gálatas 5 dice que la falsa doctrina es peligrosa.

“Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad? 8 Esta persuasión no procede de aquel que os llama. 9 Un poco de levadura leuda toda la masa. 10 Yo confío respecto de vosotros en el Señor, que no pensaréis de otro modo; mas el que os perturba llevará la sentencia, quienquiera que sea. 11 Y yo, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué padezco persecución todavía? En tal caso se ha quitado el tropiezo de la cruz. 12 !Ojala se mutilasen los que os perturban!” (Gálatas 5:7-12).

Pablo dice, “Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad?” Al final del pasaje dice, “! Ojala se mutilasen los que os perturban!” Son palabras fuertes ahí. Destrucción de fortalezas. Tenga cuidado del engaño de Satanás. Una y otra vez a lo largo del Nuevo Testamento, vemos esta frase, “No os engañéis.” Listie tres ejemplos ahí. “Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia” (Efesios 5:6). “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” (Gálatas 6:7). “Amados hermanos míos, no erréis. Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación” (Santiago 1:16-17).

Entonces, un verdadero entendimiento de quien Cristo es, y luego, en Segundo lugar, un verdadero entendimiento de quienes somos en Cristo. Esto es exactamente lo que Pablo aborda y confronta en el libro de Efesios. Él está diciendo, “Desde el principio, nosotros – Judíos y Gentiles cristianos juntos en esta iglesia – nosotros hemos sido salvados por la gracia de Cristo.

“Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás” (Efesios 2:1-3).

Piense en lo que una vez fuimos. “Esto está en Efesios 2. Estábamos muertos en nuestros pecados. Muertos, no enfermos. Muertos, en el ataúd. Sienta la seriedad de eso. Muertos en nuestros pecados. Viviendo en oscuridad. Hijos de desobediencia cautivos por los deseos pecaminosos y condenados al infierno. Éramos, literalmente, objetos de ira. Eso es lo que éramos.

¿Qué ha hecho Él? Efesios 1:3-14, uno de los pasajes más increíbles en las Escrituras.

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, 4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, 5 en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, 6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, 7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, 8 que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, 9 dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, 10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.

11 En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, 12 a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo. 13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, 14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria (Efesios 1:3-14).

El Padre planeó nuestra salvación antes de la creación del mundo, antes que naciera el sol o antes que la luna fuese creada o que la primera estrella brillara en el cielo. Antes que apareciera una montaña, o que la primera gota de agua fuera al océano. Antes de la creación, el Dios del universo puso Sus afecciones en ustedes. Él los predestinó para ser adoptados como Sus hijos. El Padre planeó nuestra salvación. El Hijo compró nuestra salvación en la redención a través de Su sangre, y el Espíritu preserva nuestra salvación como depósito en nosotros, garantizando nuestra herencia eterna.

Un verdadero entendimiento de quienes somos en Cristo, lo que éramos antes de Cristo, y lo que Dios ha hecho y lo que ahora somos. Pablo habla sobre cómo somos Su cuerpo, “Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador” (Efesios 5:23). Somos el cuerpo de Cristo. Somos su edificio.

“Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, 20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, 21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; 22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu” (Efesios 2:19-22).

Somos el templo. Somos Su novia “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha” (Efesios 5:25-27). Somos la novia de Cristo. Qué imagen más increíble. Pablo le dice a la iglesia de Éfeso que hemos sido salvos por la gracia de Cristo.

Hemos sido llenos del poder de Cristo. Efesios 1:18-23 es una increíble descripción de Cristo.

“Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo” (Efesios 1:18-23).

La Guerra Espiritual y la Vida Cristiana

Esté atento. Cristo – esto es lo que enseña Efesios 1:18-23 – Cristo tiene toda autoridad. “Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,” (Colosenses 1:19). Toda la autoridad. Él es el Salvador resucitado. Él es el Rey exaltado. Él está sentado a la diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío y sobre todo nombre que se nombra. Piense en un título, Él tiene uno mayor. El Salvador resucitado, el Rey exaltado, el Señor soberano. Este es quien Cristo es, y escuche lo que dice Pablo. “y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas,” no incluyendo la iglesia, aunque, obviamente, estamos por debajo de Cristo, pero él dice, “y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,” por el bien de la iglesia. Esté atento. Cristo tiene toda la autoridad.

Segundo, la iglesia tiene la plenitud de Cristo. Colosenses 2:9 dice, “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad.” Ponga todo esto junto. Si Cristo tiene toda la autoridad, y la iglesia tiene la plenitud de Cristo, entonces eso significa que toda la autoridad en toda la tierra pertenece a la iglesia. Espero que usted esté entendiendo esto. No es un invento. Escuche esto, 1 Corintios 3. “Todo es vuestro, y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.” Todas las cosas son tuyas. “Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro: sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro, y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios” (Efesios 3:21-23). Hermanos y hermanas, nosotros no somos víctimas del pecado. Somos victoriosos sobre el pecado. No somos impotentes en una cultura pagana que nos rodea. Tenemos todo el poder sobre la cultura pagana que nos rodea. No somos débiles en la guerra espiritual. Somos fuertes.

Tenemos toda la autoridad, y ahora mostramos la gloria de Cristo. Ahora, la descripción en Efesios nos lleva a la armadura de Dios. Ahora mostramos la gloria de Cristo. El diseño de Dios es usar el cuerpo de Su Hijo, la iglesia, para mostrar la gloria de Su hijo al mundo. Escuche lo que dice Efesios 3:10, “Para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales.” Medite en eso por un momento. Dios muestra Su sabiduría a los principados y potestades en los lugares celestiales en la iglesia. Piense en eso, especialmente cuando usted sabe que los principados y potestades en Efesios 6 son una referencia a esas fuerzas espirituales del mal. Este es Dios diciendo, “Voy a redimir a un pueblo, y voy a transformar sus corazones, y los voy a levantar para mostrar mi gloria. Voy a decir a todas las fuerzas del infierno, ‘¿Quieren ver mi bondad? Miren lo que he hecho en la redención de este pueblo.” Este es el Dios que muestra Su gloria en los lugares celestiales a través de la iglesia.

El diseño de Dios es usar el cuerpo de Su Hijo para mostrar la gloria de Su Hijo al mundo. Dios literalmente dice, “Aquí, miren a la iglesia, y verán a mi Hijo. Verán la gloria de mi Hijo. Miren como la he comprado, la he predestinado, la he llamado, la he redimido, la he salvado, la he preservado por toda la eternidad. Vean mi gloria.” El cinto de la verdad, un verdadero entendimiento de quien Cristo es y de quienes somos nosotros en Cristo. Involucra la honestidad. Honestidad con Dios, nosotros mismos, y con otros. Un verdadero entendimiento de Cristo, de quien es Él, un verdadero entendimiento de quienes somos en Cristo.

La Coraza de Justicia

Entonces, la coraza de justicia. Esto es algo que nos es dado a nosotros. Esto no es justicia propia. Esa es una estrategia del adversario, para convencer al hombre y la mujer alrededor del mundo de que nosotros podemos ser justos por nuestra cuenta.

“10 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. 11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; 12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. 13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.” (Lucas 18:10-13).

Ahora, quiero que usted piense acerca de la justicia en los escritos de Pablo. Esto es una guerra espiritual desde dos ángulos. Primero, la justicia posicional. Esta es una verdad muy importante. Estoy convencido de que muchos cristianos son débiles en la guerra espiritual porque ellos son débiles en esta verdad. Conozco muchas personas que le han pedido a Jesús entrar en sus corazones una y otra vez, una y otra vez porque ellos no saben quienes son en Cristo. Quiero que usted experimente la magnitud, por un momento, de Colosenses 1:27. “A quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria” (Colosenses 1:27). Cristo esta en usted, hermano o hermana, Cristo esta en usted, la esperanza de gloria, y eso significa que nosotros tenemos la vida empoderada. Estos creyentes Colosenses estaban siendo tentados a creer cosas bajas acerca de Cristo, falsas enseñanzas acerca de Cristo. Entonces, Pablo les da una descripción de Jesús en Colosenses 1:15-20.

“El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. 17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; 18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; 19 por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, 20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.” (Colosenses 1:15-20).

La imagen de Dios. El autor de la creación. La cabeza de la iglesia. El Salvador del mundo. Medite en eso por un momento. Dese cuenta de que, si este Cristo esta cerca suyo, usted es radicalmente diferente. Entonces, la verdad masiva de Colosenses 1:27 es la imagen de Dios, el Autor de la creación, la Cabeza de la iglesia y el Salvador del mundo está viviendo en usted. El está en usted. La vida intercambiada. Esta es la verdad. El ha tomado nuestro pecado, 2 Corintios 5:21, “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.” (2 Corintios 5:21). Y ahora nosotros estamos vestidos en Su justicia. “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” (Gálatas 2:20). Nosotros hemos sido crucificados con Cristo y ya no vivimos nosotros. Cristo vive en nosotros. El murió nuestra muerte y ahora nosotros vivimos Su vida. Cristo está en usted.

La vida segura. Cristo en usted es la esperanza de gloria. Quiero que piense acerca de su seguridad en Cristo en el contexto de la guerra espiritual que los Colosenses enseñan aquí. ¿Qué paso cuando usted fue salvo? Cristo vino a usted y El está sellado en usted. Efesios 1:13-14, El es un deposito garantizando de nuestra herencia. Cristo no va a ir a ninguna parte. Cristo está en usted para siempre, pero aquí esta la belleza. Pablo no simplemente habla de cómo Cristo esta en usted. El habla incluso mucho más acerca de cómo usted está en Cristo. “A quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria” (Colosenses 1:27).

Ahora, usted está en Cristo. Por lo cual, Cristo esta en usted y usted está en Cristo. “A quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre” (Colosenses 1:28). Las cosas se están tornando bastante seguras, pero la historia no termina aquí. Cuando usted baja hasta Colosenses 3:3. “Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.” (Colosenses 3:3). Usted murió y su vida está ahora escondida con Cristo en Dios. Entonces, Cristo está en Dios. Cristo está en usted. Usted está en Cristo. Cristo está en Dios.

Ahora, ¿Se dan cuenta de lo que esto significa, hermanos y hermanas? Si el adversario quiere venir contra ustedes, entonces primero, el debe pasar a través de Dios Padre, cuya historia de él teniendo éxito no es buena. Una vez que el llega hasta Dios el Padre, se va a encontrar con Dios el Hijo, aquel que lo humilló absolutamente en la cruz. Luego, solo asumiendo que él puede pasar a través de Dios el Padre y Dios el Hijo, todavía tiene a Dios el Espíritu, el Espíritu de Cristo que mora en usted. Aquí está la belleza de esta verdad: usted no tiene razón de temer, Cristiano. Usted no tiene razón de temerle a nada en esta vida, nada en este mundo y nada en la guerra espiritual. Usted está tan seguro como tan seguro se puede estar. Cristo en usted es la esperanza de gloria.

Finalmente, la vida completada, la esperanza de gloria. “Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.” (Colosenses 3:4). Aquí está la belleza de esto. Cristo en usted ahora significa Cristo en usted para siempre. C.S. Lewis dijo, “La meta a la que Dios está comenzando a guiarle es la perfección absoluta, y ningún poder en todo el universo, excepto usted mismo, puede impedirle que le lleve a esa meta”. Entonces hay una justicia posicional. Esto es lo que usted es en Cristo.

Ahora, la justicia práctica. Viva a pleno la justicia. Experimente los efectos de esa posición todos los días de su vida. Esto es acerca de lo que Pablo habla en Efesios 4 y Colosenses 3.

“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad” (Efesios 4:22-24).

“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4 Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.” (Colosenses 3:1-4).

Su viejo hombre ha muerto, así que camine en esta realidad. Jesús murió por usted para que El pudiera vivir en usted. Esto es más que simplemente Jesús siendo su salvador. Jesús es su vida. La transformación espiritual auténtica pasa desde adentro hacia afuera. Jesús no desea mejorarle. Jesús desea transformarle. El cristianismo es nada menos que hacer externa la obra de Cristo en nosotros. Cristo está siendo formado en usted. Esto es una guerra espiritual, Cristo siendo formado en usted. “Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,” (Gálatas 4:19).

Pies Preparados con el Evangelio de Paz

Amárrese la coraza de justicia. A continuación, pies preparados con el evangelio de paz. Entonces, en medio de esta guerra, hemos encontrado paz con Dios. Peleamos esta guerra proclamando un mensaje de paz y necesitamos una ofensiva lista acompañada de una defensiva firme. “Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1 Pedro 3:15). Entonces, vamos en ofensiva y guerra con un mensaje de paz.

Estamos listos en cada momento para proclamar la esperanza que nos ha sido dada a nosotros. Ponga atención. Esto es Filemón 6. Proclamando el evangelio es la mejor manera de saber el poder del evangelio. “Para que la participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús.” (Filemón 1:6). ¿Usted quiere experimentar el poder del evangelio en su vida, cristiano? Entonces regale el evangelio. Sea activo en compartir su fe, para que tenga un completo conocimiento de todo lo bueno que tenemos en Cristo. La guerra espiritual implica una disposición, una voluntad, una participación activa para proclamar este evangelio. Esta es la descripción completa de Pablo en Romanos. Dice que nosotros necesitamos recordar de quién somos.

“Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios, 2 que él había prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras, 3 acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne, 4 que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos, 5 y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre” (Romanos 1:1-5).

Nosotros somos siervos del evangelio. “Soy un siervo de Jesucristo,” Romanos 1. Somos enviados con el evangelio, y somos apartados para el evangelio de Dios. Somos apartados y necesitamos reconocer lo que creemos cuando se trata del evangelio. “Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce” (1 Corintios 15:3- 5).

Déjeme preguntarle, cristiano, si yo fuera a pedirle ahora mismo en este momento que comparta un entendimiento bíblico del evangelio en todos sus elementos, ¿Sería capaz de hacerlo? Ahora mismo, ¿Seria usted capaz de dar una corta, concisa y completa descripción del evangelio? Si conocemos cualquier cosa bien, necesitamos conocer el evangelio bien. Nosotros no experimentaremos la victoria en la guerra espiritual si estamos débiles en el evangelio.

Estos son los cinco elementos que yo creo son el núcleo del evangelio y el Nuevo Testamento: el carácter de Dios, la pecaminosidad del hombre, la suficiencia de Cristo, la necesidad de fe y la urgencia de la eternidad. Asumamos que usted me pregunta, “¿Que es el evangelio?” Bueno, yo diría, “El justo y misericordioso Dios del universo ha puesto su mirada sobre el hombre pecaminoso sin esperanza en toda su rebelión, y El ha enviado a Su hijo, Dios hecho carne, para soportar Su ira contra el pecado en la cruz y para mostrar Su poder sobre el pecado en la resurrección, para que todo aquel que cree en El y confíe en El pueda reconciliarse con Dios para siempre.” Este es el evangelio. Necesitamos saber bien el evangelio.

Nosotros necesitamos saber lo que creemos. Necesitamos entender el por qué estamos aquí. “A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor. Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma.” (Romanos 1:14-15). Nosotros estamos aquí para exaltar Su nombre y estamos aquí para penetrar en las naciones. Tenemos una responsabilidad de orar y una deuda que pagar. “Soy deudor a los griegos y no griegos.” Cada persona salva en este lado del cielo le debe el evangelio a toda persona perdida del lado del infierno.

Nosotros debemos el evangelio. Nosotros debemos resolver como vamos a vivir. “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (Romanos 1:16). Nosotros viviremos como que nada nos puede avergonzar. Esto es una guerra espiritual. ¿Usted quiere ver victoria en la guerra espiritual? Es vivir como que nada nos puede avergonzar y vivir como que nada nos puede detener. Esté preparado para proclamar el evangelio de paz.

“Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; 13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. 14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? 15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!” (Romanos 10:12-15).

El Escudo de la Fe

A continuación, el escudo de la fe. El adversario le está disparando dardos de fuego. ¿Qué usted va a hacer? Tome su fe del carácter de Dios. Satanás hará que usted dude, que se cuestione el carácter y la bondad y la grandeza de Dios. ¿Cómo pelea usted contra eso? ¿Usted dice, “Demonio de duda sal fuera”? No. “Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad.” (Salmos 84:11). Usted se aferra a la verdad de Dios en Salmos 84, y usted dice, “El Señor mi Dios es sol y escudo para mí.” Usted se aferra a la realidad de que usted tiene un Padre quien renunció a todo y le daría todo lo que usted necesita. “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” (Romanos 8:32). Si Dios es con nosotros, ¿Quien contra nosotros? Usted tiene fe en Su carácter.

Usted tiene fe en las promesas de Dios. Cuando Satanás dice, “Usted está condenado”, usted dice, “No hay ninguna condenación para aquellos que están en Cristo Jesús porque la ley del espíritu de vida nos ha liberado de las leyes del pecado y la muerte”. Cuando Satanás dice, “Usted está solo”, usted dice “No estoy desanimado porque mi Dios estará conmigo a donde sea que vaya. Por lo tanto, no temeré”.

Cuando usted tiene miedo, Satanás dice, “Usted tiene que estar atemorizado”. Entonces, usted dice, “No temas. Dios me dice, ‘Yo te redimí. Te di un nombre nuevo y eres mío’”. Cuando pase por las aguas, Dios estará con usted. Cuando pase por los ríos, no le anegaran. Cuando camine por el fuego, no le quemará porque Él es el Señor, nuestro Dios. Somos preciosos y honrados a Su vista, y El nos ama. Nos cuida El mismo. Usted sostiene el escudo de la fe cuando el enemigo lanza dardos de fuego contra usted. No empiece a renunciarlo. Simplemente empiece a amar la Palabra, y él huirá. “Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?” (Números 23:19). El escudo de la fe promete fe en el poder de Dios. 1 Pedro 1 y 1 Pedro 5 hablan acerca de esto. No hay dardo apuntado a usted del enemigo que esté por encima o más allá del poder de Dios.

“Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, 2 elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas. 3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, 4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, 5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.” (1 Pedro 1:1-5).

“Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes. 6 Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; 7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. 8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 9 al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. 10 Más el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. 11 A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.” (1 Pedro 5:5-11).

Usted tiene una fe que apaga los dardos de fuego, y estos dardos son sus estrategias, sus tentaciones, sus mentiras, sus engaños y sus ataques. Las próximas cosas son más de mi propia experiencia personal, pero pienso que vemos estas cosas ocurriendo en las Escrituras. Creo que hay formas, cuando pensamos en los dardos viniendo hacia nosotros, cuando damos pasos significantes de fe, siempre que usted empieza a experimentar la santificación y presionar a través del progreso y la santificación, usted va a enfrentar dardos del enemigo. Cuando invadimos territorio enemigo, hermanos y hermanas, y cuanto más usted se ve envuelto en la Gran Comisión, más usted enfrentara dardos de fuego del enemigo. Si usted se sienta sin hacer nada con respecto a esparcir el evangelio al mundo, entonces usted no es un problema para el reino de las tinieblas, pero si usted empieza a proclamar el evangelio e ir a las naciones, los confines de la tierra, con el evangelio, usted va a enfrentar dardos.

Cuando exponemos a Satanás por lo que el verdaderamente es. Cuando nos arrepentimos de un patrón de pecado largamente sostenido o de una relación no santa. Si una pareja deja de vivir junta, se muda y honra a Dios, ellos no necesitan pensar, “Ok, eso significa que todo va a ser más fácil”. Los dardos de fuego del enemigo los atacaran. A menudo, cuando seguimos la justicia, las cosas se van a tornar más difíciles, no más fáciles, y cuando Dios nos está preparando, individualmente o colectivamente, para un grandioso trabajo para Su gloria, cuando Dios está a punto de hacer algo grande en su vida, sepa que probablemente hay dardos de fuego dirigiéndose hacia usted. Usted se convierte en un tiro al blanco.

Esta es una descripción de Elías justo ante los profetas de Baal, y el está a punto de hacer descender fuego del cielo. Me encanta en 1 Reyes 18, justo en el medio del capítulo cuando Acab le dice “Tú eres un perturbador de Israel”. Me encanta que el haya sido conocido por causar problemas para el reino de las tinieblas. Esa es la idea.

El Yelmo de Salvación

El yelmo de salvación. ¿Qué significa? Significa que la victoria en la guerra espiritual está fundada en un entendimiento holístico de lo que significa ser salvo. Lo que significa ser librado del pecado. Cuando se trata de salvación, necesitamos recordar que hemos sido salvos. Las escrituras hablan sobre la salvación en el tiempo pasado. Hemos sido salvos. Hemos sido declarados justos delante de Dios.

“Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, 16 sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. 17 Y si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera. 18 Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago. 19 Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. 20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2:15-20).

El Catecismo de Heidelberg, en la pregunta 60 dice, ¿Cómo es usted justo delante de Dios? Solo por una fe verdadera en Jesucristo. A pesar del hecho de que mi conciencia me acuse de que he pecado gravemente en contra de los mandamientos de Dios, y no he guardado ninguno de ellos, y que todavía sigo siempre propenso a todo lo que es malo, no obstante, Dios, sin ningún mérito propio, sólo por pura gracia, me ha dado los beneficios del perfecto [sacrificio] de Cristo, imputando su justicia y santidad en mi como si nunca hubiera cometido ni un solo pecado o nunca he sido pecaminoso, habiendo cumplido toda la obediencia que Cristo ha llevado a cabo por mí, si sólo aceptara tal favor con un corazón confiado.

Esto es justificación. Tenemos libertad del castigo del pecado. Piense en lo importante que es esto en la guerra espiritual. Darse cuenta de que es libre del castigo del pecado es una verdad fundamental que debemos entender. Usted es libre de ello, pero no es ahí donde paramos en nuestro entendimiento de la salvación. Si paramos ahí, tendemos a decir, “He hecho la oración, y soy libre del castigo por el pecado. Me voy al cielo, y ya puedo vivir como quiera.” Como resultado, vivimos vidas cristianas totalmente fracasadas cuando caemos en esa idea falsa de lo que la salvación es. Aquí es donde comienza, no donde termina.

Segundo, hemos sido salvos. Estamos trabajando nuestra salvación. “Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios” (1 Corintios 1:18). “Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad” (Filipenses 2:12-13). “Este es el proceso de santificación. Libertad del poder del pecado. Cristo no sólo le salvó para sacarle de la fila del infierno a la fila que va al cielo. Él le salvó para una vida nueva. Una vida de caminar con Él y disfrutar de Él y crecer en Él, y usted es libre del poder del pecado. Sí, todavía luchará con el pecado, pero usted tiene poder sobre el pecado.

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó” (Romanos 8:28-30).

Ahora, llegará un día cuando seremos salvos. Las Escrituras hablan sobre la salvación en tiempo futuro cuando experimentemos la glorificación y la libertad de la presencia del pecado.

Todo pecado se irá. Lo que encontramos es que muchas de nuestras luchas en nuestras vidas cristianas tienen sus raíces en la mal interpretación de la justificación, santificación o glorificación. O pensamos que podemos justificarnos a nosotros mismos, y Satanás nos convence de que lo podemos hacer, o pensamos que la santificación es opcional. Decimos, “Voy para el cielo. Mi pecado será tolerado a lo largo del camino. No es tan importante.” O pensamos, “Nunca voy a llegar ahí,” y caminamos por la vida derrotada y sin esperanza, porque no nos damos cuenta de que habrá un día cuando el pecado se irá completamente. Nosotros perseveramos hasta ese día. La guerra espiritual necesita un entendimiento de las tres cosas.

La Espada del Espíritu

Luego, tomar la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios, un arma ofensiva y defensiva. “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón” (Hebreos 4:12). Esto es no

negociable. En Mateo 4, Jesús es tentado tres veces. En cada vez, ¿Qué es lo que Él hace para combatir la tentación? Él cita las Escrituras.

“Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. 2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. 4 El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. 5 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, 6 y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, en sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. 7 Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. 8 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, 9 y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. 10 Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. 11 El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían” (Mateo 4:1- 11).

¿Tuvo Jesús que citar las Escrituras para poder protegerse de la tentación en Mateo 4? Absolutamente no. Jesús era la clase de hombre que podía decir cualquier cosa en ese punto, y se hubiera convertido en Escritura. Así que, Él cita las Escrituras para mostrarnos que hay un poder en la Palabra de Dios para resistir la tentación. Esta es una masiva verdad. ¿Quiere resultar victorioso en la guerra espiritual? Lea la palabra. Estudie la palabra. Memorice la palabra. Escóndala en su corazón. Medite en la palabra. Lea, memorice y aplique. La última, aplique la palabra. Aquí es donde estoy convencido de que hemos ignorado ese punto en mucha de la literatura y enseñanza sobre guerra espiritual durante nuestros días.

Algunos de los profesores más respetados en el movimiento de la guerra espiritual pelean la guerra espiritual totalmente diferente a lo que Jesús estaba haciendo ahí. Jesús enfrentaba tres tentaciones feroces, y Él no decidió tener un dialogo con Satanás. Él no decidió condenar o atar al diablo. Todo lo que Él hizo fue sostener la espada o la lanza, que es la Palabra de Dios, y el diablo se fue.

Esta es la idea. Las personas buscando métodos de combatir al enemigo en la guerra espiritual necesitan una cosa: alguien con quien compartir la Palabra de Dios porque es el poder de Dios en la guerra espiritual, no una conversación que los envuelva. Tome la espada del espíritu y confíe en ella. Es la Palabra de Dios.

La Oración

Luego, llegamos al último componente en la descripción de la armadura de Dios, y es la oración. No está ligada a ningún objeto y armadura en particular. Lutero dijo, “La oración la más poderosa de todas las armas de las que las criaturas creadas pueden hacer uso.” La oración es el corazón de la guerra espiritual.

“Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; 19 y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, 20 por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar” (Efesios 6:18-20).

Toda oración al final está relacionada con la Guerra espiritual porque la oración es nuestra comunicación constante con nuestro Dios. Debemos orar consistentemente. Debemos orar intensamente. Debemos orar estratégicamente por cosas específicas. “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones” (Hechos 2:42).

Si vemos la iglesia del Nuevo Testamento. Este es el resumen de la iglesia del Nuevo Testamento mientras enfrentaban la guerra espiritual. Así es como estaban orando. Estaban orando al Dios que es soberano sobre todo en el mundo. Ellos sabían eso, y el Dios que suple todo lo que necesitamos.

Me encanta Hechos 17: “Ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas” (Hechos 17:25). Déjeme contarles un secreto que la iglesia primitiva sabía. Ellos sabían que el secreto para ver el poder de Dios en la iglesia no se encuentra en servir a Dios sino en ser servido por Dios. No se encuentra en decir, “Esto es lo que podemos hacer por ti, Dios,” sino que encontraron que ponerse rostro abajo y clamar a Dios para que haga lo que sólo Él puede hacer en nosotros y a través de nosotros era el único medio efectivo.

La iglesia del Nuevo Testamento oraba porque ellos eran totalmente dependientes del poder de Dios. “Por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos” (Hechos 4:31). Ellos sabían que no podían hacerlo sin Él, y ellos estaban totalmente desesperados por la gracia de Dios, “Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos” (Hechos 4:33).

Ellos eran totalmente dependientes de Su poder, estaban desesperados por Su gracia y estaban totalmente devotos a la misión de Dios. “Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra,” (Hechos 4:29). Es por esto que oraban. Dios nos ha dado la oración, damas y caballeros, porque Jesús nos ha dado una misión.

La Guerra Espiritual y la Vida Cristiana

Algunas veces nos preguntamos, incluso como cristianos en la iglesia, “¿Por qué necesitamos orar?” La realidad es, sino estamos en una misión, ¿Para qué necesitamos orar? Usted no necesita orar cuando usted está pasando incontables horas malgastando su tiempo a través de varios medios, y usted no necesita orar si no hay nada en riesgo en la forma en que está viviendo. Usted no está arriesgando nada por la gloria de Cristo cuando su cristianismo consiste en rutinas religiosas monótonas. Entonces, la oración realmente no se necesita, pero cuando usted está en la brecha, enfrentándose a las fuerzas del mal, proclamando el evangelio y persiguiendo la pureza y la santidad y proclamando la santidad de Dios en los confines de la tierra, usted necesita oración. Usted necesitará una comunicación constante con Su padre.

La iglesia del Nuevo Testamento oraba cuando estaban reunidos. “Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos” (Hechos 1:14).

“Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo. 2 Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. 3 Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron. 4 Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre” (Hechos 13:1-4). Ellos oraban cuando eran separados.

“Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia; 7 y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió. 8 Y pasando junto a Misia, descendieron a Troas” (Hechos 16:6-8).

Ellos oraban por el éxito de la Palabra de Dios. “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo” (Juan 14:13). Hechos 4:29 dice, “Y ahora, Señor, concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra.” Ellos, también oraban por la expansión de la adoración a Dios. Este es el corazón de la oración del Señor, “Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:9-10). Eso no es una declaración. Eso no es “Dios tu nombre es santo.” Es un pedido. Es una petición. “Dios, santificado sea tu nombre. Muéstrate como santo.” Esto es lo que oramos. Oramos en los confines de la tierra, “Dios, santificado sea tu nombre en todo el mundo.” Todo esto se junta en la armadura de Dios. Esto es guerra espiritual.

Guerra en Corinto

Si tiene la guía de estudio, tendrá una breve descripción de cómo estas diferentes piezas de la armadura de Dios juegan un papel en la manera en que Pablo abordaba los cristianos en Corinto.

Nosotros no vamos a estudiar todos esos, pero quiero que vea que estamos rodeados del mundo, la carne y el diablo, y que nosotros peleamos estando firmes y siguiendo hacia adelante, estando firmes y siguiendo hacia adelante con la verdad, la justicia, el evangelio de paz, fe, conocimiento de nuestra salvación, el entendimiento de la salvación, la Palabra de Dios, y orando sin cesar.

Estamos a punto de ver algunas preguntas controversiales acerca de la guerra espiritual y pensar en algunas de las cosas que están allá afuera, hoy día.

Quiero animarle, antes de incluso ir a algunas de las cosas que puede que definitivamente no sepamos, que podemos pasar tiempo en lo que definitivamente sí sabemos. En mi batalla y en su batalla con la guerra espiritual, quiero animarle a meditar en las cosas que acabamos de ver, y manténgase enfocado en eso. Le enfatizo que dado que mucha gente piensa que se necesitan expertos para combatir la guerra espiritual en el mundo, quiero decirle a ustedes, lo más claro y fuerte posible, que eso no es verdad. Está disponible para cada hombre o mujer que se haya encontrado en Cristo y que conoce a Cristo, y cuando usted está en Cristo, Cristo está en usted, y Cristo está en Dios. No hay una técnica especial que necesita encontrar. Usted es victorioso basado en todas las cosas que acabamos de ver en el Nuevo Testamento.

Preguntas Controversiales

¿Qué pasa con el ministerio de liberación? Ministerio de liberación, uno podría agregar, envuelve la práctica de echar fuera demonios.

Ahora, seré honesto, yo personalmente no practico el ministerio de liberación. Por otra parte, he estado en una variedad de contextos alrededor del mundo donde esto es una práctica común. Este último año, pase algún tiempo en la India, y, sin mencionar específicamente algunas de las circunstancias en las que estuve envuelto, esto era una cosa muy común, y yo lo vi siendo practicado en una variedad de formas diferentes.

Yo sé que hay variedades de situaciones diferentes alrededor del mundo, y, de nuevo, no estoy diciendo que conozco todas esas experiencias, pero quiero que pensemos acerca de la verdad de la Palabra de Dios que nos permite pensar acerca de estas experiencias. Cuando se trata de ejemplos, claramente lejos de cualquier sombra de duda, Jesús y los Apóstoles en Mateo, Marcos, Lucas y Hechos, son vistos echando fuera demonios.

“Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces, 24 diciendo ¡Ah! ¿Qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios. 25 Pero Jesús le reprendió, diciendo ¡Cállate, y sal de él! 26 Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, y clamando a gran voz, salió de él. 27 Y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen? 28 Y muy pronto se difundió su fama por toda la provincia alrededor de Galilea” (Marcos 1:23-28).

“Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. 20 Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos” (Lucas 10:17-20).

“Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio. Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, le predicaba a Cristo. Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía. Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados; así que había gran gozo en aquella ciudad” (Hechos 8:4-8).

“Pero les resistía Elimas, el mago (pues así se traduce su nombre), procurando apartar de la fe al procónsul. Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando en él los ojos, dijo ¡Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor? Ahora, pues, he aquí la mano del Señor está contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo. E inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quien le condujese de la mano” (Hechos 13:8-11).

“Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando. 17 Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación. 18 Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora” (Hechos 16:16- 18).

Entonces, basado en todo eso que hemos visto, ¿Qué se supone que debemos pensar sobre echar fuera demonios? Bueno, primero, yo pienso que en algunos de estos énfasis, hay un número de positivos que provienen de aspectos destacados de la actividad demoniaca. El ministerio de liberación nos recuerda la realidad del mundo espiritual alrededor de nosotros. Ellos nos recuerdan no olvidarnos y no estar absortos en el racionalismo vacio. El ministerio de liberación ha desafiado la idea de que los problemas personales pueden reducirse a factores puramente psicológicos, sociales, psicológicos o circunstanciales. Definitivamente hay algo mas pasando aquí. Hay una batalla librándose por nuestras almas, y, a lo largo de esas líneas, el ministerio de liberación a menudo enfatiza la oración y otros modos bíblicos de guerra espiritual.

Entonces, hay cosas buenas. Al mismo tiempo, yo creo que hay problemas potenciales. Uno es el extremismo, yendo a los extremos, muy parecido a lo que nos advirtió C.S. Lewis. Fanatismo. Confusión. Yo pienso que la confusión es vista cuando, en vez de hablar de asuntos mayores como el evangelio, la gente se enfoca en asuntos menores que terminan siendo el centro del escenario. Experiencialismo: dejar que la experiencia determine la verdad en lugar de dejar que la verdad interprete la experiencia, y luego desplazar la culpabilidad. Lo que quiero decir con eso es como teniendo una mentalidad de “el enemigo me hizo hacerlo”.

Hay dos argumentos principales para el ministerio de liberación, y estos son muy simples. Primero, Jesús y los discípulos lo hicieron, y segundo, la Biblia nunca lo prohíbe. “¿Así que, quieren ser como Jesús? La Biblia no prohíbe el ministerio de liberación, así que, a menos que tengamos prejuicios en contra de lo sobrenatural, entonces, por supuesto nosotros deberíamos hacerlo”. Vamos envolvernos en estos argumentos.

Cuando miro las escrituras, y miro muchas de las descripciones asociadas con el ministerio de liberación, hay dos grandes errores en estos argumentos para el ministerio de liberación. Primero, los defensores del ministerio de liberación a menudo fallan al distinguir entre el mal moral y el mal natural, echar fuera demonios en casos de mal moral es algo que no se enseña o ilustra en ninguna parte de las Escrituras. Lo que usted encontrara en literatura y pensando acerca del tema en la actualidad es que casi todo el ministerio de liberación está enfocado en echar demonios fuera de personas con problemas de mal moral. Hay un sin número de demonios que necesitan ser echados fuera: ira, lujuria, miedo, incredulidad y así sucesivamente, pero como hemos visto, esto no es lo que Jesús está haciendo en el Nuevo Testamento. No está en el Antiguo Testamento, los Evangelios o las letras del Nuevo Testamento. Nosotros no lo vemos.

Bueno, nosotros no tenemos tiempo para pasar a lo largo de Hechos 8 y Hechos 26 aquí, pero la descripción es, la respuesta al mal moral, no es echar fuera. Es llamando a las personas a arrepentirse. Eso es lo que está pasando con Simón el hechicero en Hechos 8. Es la cantidad de personas viniendo a los pies de Cristo entre los gentiles en Hechos 26.

“Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, 19 diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo. 20 Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. 21 No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios. 22 Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizá te sea perdonado el pensamiento de tu corazón; 23 porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás” (Hechos 8:18-23).

“Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues. 16 Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, 17 librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío, 18 para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados” (Hechos 26:15-18).

“Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre. 5 Y llegados a Salamina, anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan de ayudante. 6 Y habiendo atravesado toda la isla hasta Páfos, hallaron a cierto mago, falso profeta, judío, llamado Barjesús, 7 que estaba con el procónsul Sergio Paulo, varón prudente. Este, llamando a Bernabé y a Saulo, deseaba oír la palabra de Dios. 8 Pero les resistía Elimas, el mago (pues así se traduce su nombre), procurando apartar de la fe al procónsul. 9 Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando en él los ojos, 10 dijo ¡Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor? 11 Ahora, pues, he aquí la mano del Señor está contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo. E inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quien le condujese de la mano. 12 Entonces el procónsul, viendo lo que había sucedido, creyó, maravillado de la doctrina del Señor” (Hechos 13:4-12)

Entonces, hay un fallo distinguiendo entre el mal moral y el mal natural y nosotros hemos hablado previamente acerca de eso. Segundo, a menudo ellos no logran explicar las discontinuidades que existen entre nosotros y Cristo. Ahora, nosotros hemos hablado acerca de algunas de las diferencias entre el ministerio de Cristo y nuestro ministerio. Jesús está haciendo algunas cosas únicas cuando El le habla al viento y a las olas, llamando a las personas a levantarse y a vivir, tomando monedas de la boca de los peces y trayendo comida del cielo. El está haciendo algunas cosas únicas. El está revelando Su identidad en la manera en que El está trayendo sanidad. La cosa es que, El nunca nos da un mandato de echar fuera demonios. Hemos hablado acerca de eso. En cambio, El predica el evangelio, arrepentimiento, fe y amor. El no dice nada acerca de cómo nosotros necesitamos echar fuera demonios de nosotros mismo u otros a medida que crecemos en el. El enfoque era sobre arrepentimiento y fe.

Como resultado, yo pondría frente a nosotros dos grandes advertencias con relación al ministerio de liberación. Numero uno: no hay un mandato directo en las Escrituras para el ministerio de liberación, ni siquiera para aliviar el sufrimiento, pero si hay numerosos mandatos directos en las Escrituras para el ministerio personal usando la Palabra de Dios para llamar personas al arrepentimiento de pecado y para confiar y volverse a Cristo. Ahora, el único lugar a donde usted podría recurrir para justificar el ministerio de liberación es Marcos 16, el cual es otra noche entera digna de tener discusiones cuando hablemos acerca de serpientes y venenos mortales. Así que, probablemente, no es el mejor texto al cual recurrir.

La Guerra Espiritual y la Vida Cristiana

No hay un solo comando en las Escrituras para el ministerio de liberación, ni siquiera para aliviar el sufrimiento, pero si hay mandatos en todas partes para el ministerio personal usando la Palabra de Dios para llamar personas al arrepentimiento de pecado y para confiar y volverse a Cristo. Esa era la manera de los santos en el Antiguo Testamento, era la manera de Cristo, y era la manera de la iglesia en el Nuevo Testamento. Arrepentirse de pecado, volverse a Cristo y esta es la idea.

Jesús claramente no pone énfasis en que nosotros necesitamos hacer esto o lo otro, y las cartas del Nuevo Testamento desde Romanos hasta Apocalipsis no se refieren a esto. Esto no es donde el Nuevo Testamento, muy parecido al Antiguo Testamento, estaba acomodando los enfoques sectarios alrededor de esto. Nosotros pensaríamos, esperaríamos que ahí hubiera más, pero no hay, y cuando lo tomamos ahí, nosotros estaríamos convirtiendo mas paganas que bíblicas nuestros puntos de vista del mundo.

Segundo, nosotros debemos asegurarnos de seguir el énfasis de las Escrituras. Ahora, no significa que los demonios no son reales, y que los demonios no están en las personas, y que los demonios no necesitan ser echados de las personas. Esto no es lo que se ha dicho. Lo que se ha dicho es que nosotros no hemos sido mandados en las Escrituras a hacer esto. Esto no es una preocupación primaria de la guerra espiritual. Nosotros llegaremos a eso en un momento.

Segundo, debemos asegurarnos de seguir el énfasis de las Escrituras acerca de la responsabilidad personal, particularmente con respecto al mal moral. Cuando usted lee diferentes opiniones de algunos consejeros que hablan sobre el ministerio de liberación, ellos hablan acerca de las personas como si estas fueran las mejores y más dulces del mundo, pero que solo están atormentadas por este demonio de lujuria o ira u orgullo y ahí hay una desconexión. Este es todo el asunto. El problema no está afuera; el problema está dentro de nuestros corazones y necesitamos limpiarnos en el núcleo de lo que somos. Esto es el evangelio. Cuando nosotros le recortamos la responsabilidad humana al pecado, estamos debilitando el poder del evangelio.

La Biblia a menudo habla acerca de nuestra responsabilidad sin mencionar al diablo, pero la Biblia nunca habla acerca del diablo sin mencionar nuestra responsabilidad. La idea está en Santiago, “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido” (Santiago 1:13-14).

“Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven. 13 Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan. 14 La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto. 15 Más la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia” (Lucas 8:12-15).

“Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)” (Efesios 2:1-5).

“Que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.” (2 Timoteo 2:25-26).

Cuando vemos a Judas, usted ve la influencia de Satanás, obviamente, en Judas, pero entonces, al final, dice que Judas estaba actuando. Él estaba tomando decisiones. Él era responsable de su pecado. “Y entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno del número de los doce.” (Lucas 22:3). Juan 6:70 dice: “Jesús les respondió: ¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo?” Luego en Juan 13:2: “Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que le entregase.

“Y éste (Judas) fue y habló con los principales sacerdotes, y con los jefes de la guardia, de cómo se lo entregaría. 5 Ellos se alegraron, y convinieron en darle dinero. 6 Y él se comprometió, y buscaba una oportunidad para entregárselo a espaldas del pueblo” (Lucas 22:4-6).

“Mientras él aún hablaba, se presentó una turba; y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba al frente de ellos; y se acercó hasta Jesús para besarle. 48 Entonces Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?” (Lucas 22:47-48).

Ananías y Safira fueron responsables de su pecado, y lo vemos una y otra vez en el Nuevo Testamento que hombres y mujeres son responsables de sus pecados. “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?” (Hechos 5:3). Cualquier ministro que busque poner la responsabilidad fuera del corazón humano se está perdiendo el punto del evangelio.

El problema está aquí: necesitamos ser cambiados de adentro hacia afuera. Necesitamos ser restaurados y redimidos de adentro hacia afuera, y hablando de restauración, este es un pensamiento interesante acerca del ministerio de liberación. Cuando se trata del ministerio de liberación, la única cosa que el Nuevo Testamento aborda definitivamente es cuando se le entrega un cristiano a Satanás. 1 Corintios 5:5, “El tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.” 1 Timoteo 1 expresa la misma verdad.

“Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia, 19 manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos, 20 de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar” (1 Timoteo 1:18-20).

Entonces, con esas advertencias, ¿Cómo respondemos al mal moral? Por favor escuche. Lo último que quiero hacer es minimizar lo que Satanás está haciendo. Él está activo. Está involucrado en tentarnos a pecar y sacarnos y destruirnos. Espero que eso haya quedado claro. Él está incitando nuestra carne y engañándonos. Entonces, ¿Qué hacemos nosotros en respuesta al mal moral en nuestras vidas y las de otros? Reconocemos el poder de Satanás de influenciarnos moralmente. Él anda como león rugiente buscando a quién devorar, pero al mismo tiempo, debemos reconocer, concentrarnos en nuestra responsabilidad de arrepentirnos personalmente. Debemos clamar por Su perdón, Su poder, tomar Sus palabras, estar firmes en Su justicia, caminar en Su justicia, y orar constantemente. Esto es guerra espiritual.

¿Y acerca del mal natural? ¿Cómo respondemos cuando llegamos a una comunidad alrededor del mundo, o aquí incluso, y alguien está paralizado o enfermo o tiene fiebre? ¿Están siendo atormentados por un espíritu maligno? ¿Es eso posible? Ciertamente, es posible. Entonces, ¿Qué hacemos? ¿Cómo respondemos? ¿Recuerda cómo respondía Jesús cuando las personas necesitaban ser sanadas? ¿Cómo respondemos nosotros cuando las personas necesitaban ser sanadas? ¿Qué ha dicho Cristo que necesitamos hacer cuando las personas están enfermas o sufriendo?

“Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres; 15 tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos. 16 Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados” (Hechos 5:14-16).

Recuerde el propósito de las sanaciones. Dios sana en formas que autentican el evangelio. Las sanaciones autentican el evangelio, remueven obstáculos para el ministerio, y la sanación es para glorificar a Dios.

Lo que el Nuevo Testamento nos ha dicho es que si alguien está siendo atormentado por un demonio o un espíritu maligno – no hablando de espíritu de lujuria o espíritu de orgullo – eso va más allá. Eso es mal moral. Necesita arrepentirse y volverse a Cristo, ¿Y el mal natural? Enfóquese en la oración para sanación. Ore a Dios para liberación de las enfermedades, el sufrimiento, y haga lo mismo en los casos de mal natural y aparentes espíritus demoníacos. Oramos por sanación. Esta es la descripción que vemos en Marcos 9.

“Cuando llegó a donde estaban los discípulos, vio una gran multitud alrededor de ellos, y escribas que disputaban con ellos. 15 Y en seguida toda la gente, viéndole, se asombró, y corriendo a él, le saludaron. 16 El les preguntó: ¿Qué disputáis con ellos? 17 Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo, 18 el cual, dondequiera que le toma, le sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron. 19 Y respondiendo él, les dijo! Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo. 20 Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos. 21 Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él dijo: Desde niño.

22 Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos. 23 Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. 24 E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad. 25 Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él. 26 Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían: Está muerto. 27 Pero Jesús, tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó. 28 Cuando él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera? 29 Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno” (Marcos 9:14-29).

Orar por sanación. Orar con propósito de sanación. Orar por la expansión del evangelio. “Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, de tal manera que aún se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían” (Hechos 19:11-12). “Dios, haz esto por la expansión del evangelio, por el éxito en el ministerio.

“Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio. 5 Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. 6 Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía. 7 Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados; 8 así que había gran gozo en aquella ciudad (Hechos 8:4-8).”

Dios, has esto para la expansión del evangelio, para el éxito del ministerio, y para la gloria de Dios.” Aquí hay varios ejemplos de lo que encontramos en las Escrituras.

“Más Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. 7 Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos; 8 y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios. 9 Y todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios. 10 Y le reconocían que era el que se sentaba a pedir limosna a la puerta del templo, la Hermosa; y se llenaron de asombro y espanto por lo que le había sucedido (Hechos 3:6-10).”

“Y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre; y la fe que es por él ha dado a éste está completa sanidad en presencia de todos vosotros” (Hechos 3:16).

Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando. 17 Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación. 18 Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a

Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora” (Hechos 16:16-18).

Orar con Propósito y Orar con Fe para Sanación

“¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas. 14 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. 15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. 16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho” (Santiago 5:13-16).

En Santiago 5, la realidad es orar con fe. “La oración eficaz del justo puede mucho.” El Reino está aquí.

Cuando, pues, los hombres vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, para preguntarte: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro? 21 En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista. 22 Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio” (Lucas 7:20-22).

Cuando Jesús sanaba a las personas, expresaba el mensaje que el reino de Dios estaba aquí, parado enfrente de usted, el Rey dice, “Tengo el poder sobre esta enfermedad.” Lo que Dios hace a través del poder de Cristo es, cada cierto tiempo, nos da un adelanto del Reino venidero, pero note que el Reino está cerca.

“Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; 8 respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. 9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo” (2 Corintios 12:7-9).

En 2 Corintios 12, cuando Satanás atormentó a Pablo con un aguijón de la carne, ¿Pablo reprendió a Satanás? ¿Ató a Satanás? ¿Echo fuera a Satanás? Él confió en Dios. Él oró para que Dios lo removiera, pero Dios dijo, “No.” Dios dijo, “Tengo un diseño para lo que este mensajero de Satanás está haciendo en tu vida. Puedes confiar en mí, y verás que mi poder se perfecciona en tu debilidad.” Pablo echando fuera este demonio sale del contexto del diseño de Dios.

Ahora, a manera de resumen, cuando se trata del ministerio de liberación, no vemos un mandamiento directo en las Escrituras de hacer esto. Cuando no vemos un mandamiento directo. En vez de eso, vemos que el Nuevo Testamento está lleno de mandamientos para hacer ministerio personal utilizando la palabra de Dios, para llamar a las personas a arrepentirse y confiar en Cristo en los casos de mal moral. Y en los casos de mal natural, se nos manda a orar, clamar a Dios para que sane toda enfermedad, sufrimiento, y espíritus malos que atormentan a hombres y mujeres. Orar a Dios.

¿Puede un Cristiano ser Poseído por un Demonio?

¿Puede un cristiano ser poseído por un demonio? La mayoría de las voces del movimiento de la guerra espiritual hoy día dirían, “Sí. Deambulando fuera del camino angosto, un cristiano genuino puede que sea poseído, por lo menos en algún grado por un demonio.” Merril Unger escribió un libro llamado, Lo que los Demonios Pueden Hacerle a los Santos, y dijo:

“Quien se atreve a acertar que un espíritu demoníaco no invadirá la vida de un creyente, en el cual el Espíritu Santo ha sido agravado por pecados serios y persistentes, y extinguido por una flagrante desobediencia. Un demonio entra como un invasor y un intruso, y si el creyente falla en caminar por fe, cae en pecado, que si no es confesado y frenado, puede en última instancia resultar en la pérdida del poder del Espíritu Santo de protegerlo de una invasión demoníaca. Un demonio puede entrar.”

Entonces, ¿Qué dice la Palabra sobre esto? Ahora, algunos automáticamente dirán, “Bueno, si mi cuerpo es tempo del Espíritu Santo, entonces, obviamente, el demonio no pude vivir ahí.” Sin embargo, eso no es realmente suficiente porque, bueno, si sólo porque el Espíritu Santo está ahí significa que el demonio no puede estar ahí, y Dios está solamente presente con Su Espíritu en todas partes, entonces eso significaría que los demonios no pueden estar en ninguna parte. Espero que entienda eso.

Entonces, eso no es fácil de decir. Entonces, ¿Qué dice la Biblia sobre la posesión demoníaca en el cristiano? Bueno, existe algo de confusión en términos porque una posesión demoníaca nunca aparece en la Biblia. No vemos esa palabra en el griego, la palabra para posesión, usada como adjunto al control de un demonio sobre alguien. Entonces, muchas personas comenzaron a utilizar el término “demonizado,” que, básicamente, significa ser influenciado o incluso alcanzado por un demonio.

Entonces, la pregunta es en realidad a qué grado puede un cristiano estar bajo la influencia de un espíritu demoníaco, y la respuesta es, basados en lo que ya hemos visto en las Escrituras, el cristiano pertenece a Cristo y el Espíritu de Dios habita en él. Un demonio no puede poseer a un cristiano; el asunto de propiedad se establece en su corazón, cristiano. Un demonio no pude poseer a un cristiano, y un demonio no puede controlar a un cristiano.

“El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados” (Colosenses 1:13-14).“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? 15 ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? 16 ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo” (2 corintios 6:14-16).

La Guerra Espiritual y la Vida Cristiana

Sin embargo, claramente, los cristianos pueden ser influenciados y/o atacados por demonios en grados variados. Obviamente, podemos ser tentados por demonios. “…por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre” (Lucas 4:2). Vemos eso en Hechos 5, “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?” (Hechos 5:3). Satanás había llenado tanto el corazón de Ananías que le mintió al Espíritu Santo. Hemos hablado de 2 Corintios 12. “Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera” (2 Corintios 12:7). Saúl fue atormentado por un demonio. En Efesios 4, habla sobre cómo el diablo puede lograr establecerse.

“Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. 26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al diablo. 28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. 29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. 30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. 31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. 32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” (Efesios 4:25-32).

Ahora, aquí es donde ocurre algo de ese aplanamiento y fragmentación ocurren porque, algunas veces, la gente toma todos estos pasajes diferentes, los pone uno al lado del otro y dicen, “Bien, aquí es donde todo empieza. Primero, somos tentados por un demonio, y luego, si caemos en esa tentación, le damos lugar a Satanás. Entonces, si hay un lugar para Satanás, eso se puede convertir en una fortaleza. Luego, si usted tiene una fortaleza, entonces eso se puede convertir en una posesión.”

Así que, nos hemos ido de Mateo 4, a Efesios 4, luego de 2 Corintios 10 a Marcos 5 y simplemente poniéndolos uno al lado del otro y diciendo, “Así es como Satanás trabaja.” Es muy común, pero no es un buen entendimiento de las Escrituras. La idea es, sí, Satanás puede tentar, atormentar, e influenciar a los cristianos de muchas formas diferentes, pero las Escrituras nunca dan la imagen de alguien echando fuera demonios de un cristiano. Eso no ocurre una sola vez. No hay un ejemplo claro en la Biblia donde un demonio haya habitado o controlado a un verdadero creyente, y necesitara que se le echara fuera. Cristo y los apóstoles son los únicos que vemos echando fuera demonios en las Escrituras, y en cada vez, están tratando con no-creyentes. ¿Puede un cristiano ser poseído por un demonio? Absolutamente no.

¿Deberíamos Hablar con Demonios?

Así que entonces, ¿Deberíamos hablar con demonios? De lo que estoy más preocupado en cuando a hablar sobre demonios es tratar de descifrar si lo que estamos diciendo es cristiano o algo que vemos en el mundo no-cristiano. Se puede volver muy peligroso, y, de pronto, la forma en que hablamos de guerra espiritual y cristianismo es más pagana que bíblica. Si puedo ser honesto, esta es una de las cosas que creo que he visto en el mundo.

¿Qué dicen las Escrituras sobre hablar con demonios? Las Escrituras incluyen mandatos específicos para tener nada que ver con los malos espíritus o sus médiums.

Dice eso verso tras verso. “No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos. Yo Jehová vuestro Dios” (Levítico 19:31). “Y la persona que atendiere a encantadores o adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y la cortaré de entre su pueblo” (Levítico 20:6). “Y pasó a su hijo por fuego, y se dio a observar los tiempos, y fue agorero, e instituyó encantadores y adivinos, multiplicando así el hacer lo malo ante los ojos de Jehová, para provocarlo a ira” (2 Reyes 21:6).

“Asimismo barrió Josías a los encantadores, adivinos y terafines, y todas las abominaciones que se veían en la tierra de Judá y en Jerusalén, para cumplir las palabras de la ley que estaban escritas en el libro que el sacerdote Hilcías había hallado en la casa de Jehová” (2 Reyes 23:24). “Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos? ¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido” (Isaías 8:19-20).

Las Escrituras nos advierten sobre el peligro de abordar espíritus engañadores. “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” (1 Timoteo 4:1).

“No obstante, de la misma manera también estos soñadores mancillan la carne, rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades superiores. 9 Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda. 10 Pero éstos blasfeman de cuantas cosas no conocen; y en las que por naturaleza conocen, se corrompen como animales irracionales” (Judas 1:8-10).

Jesús a menudo demandaba silencio a los demonios. “Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían” (Marcos 1:34). “También salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Cristo” (Lucas 4:41). Él les decía que hicieran silencio en vez de conversar con ellos. Más a menudo, Jesús echaba fuera demonios inmediatamente. Él decía una palabra, y se iban. “Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos” (Mateo 8:16).

Entonces, eso es lo que hacen las Escrituras en cuanto a conversar con demonios. ¿Qué dicen las Escrituras sobre nombrar demonios? ¿Deberíamos surgir con nombres de demonios, como ira y odio u orgullo, lujuria o legión? El Nuevo Testamento no menciona en ninguna parte una estrategia para nombrar espíritus malos. Marcos 5 es el único texto de referencia que las personas utilizan para eso. “Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos” (Marcos 5:9). Jesús dijo, “¿Cómo te llamas?” ¿Qué está haciendo Jesús aquí? ¿Nos está enseñando el método pastoral para obtener el nombre de un demonio?

No. Dese cuenta de que incluso aquí, Jesús obtuvo un número más que un nombre. Él no está detrás de eso ahí. Pasamos mucho tiempo sacando cosas de Marcos 5:9 que no están ahí. ¿Y qué dice la Biblia sobre atar demonios? Mateo 12:29 es una Escritura que es mayormente utilizada para referirse a atar demonios, y hemos mencionado esto antes. “Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa.” (Mateo 12:29). Este hombre fuerte atando, la casa es el mundo aquí, el hombre fuerte es Satanás, y las posesiones son personas a las cuales Jesús está salvando. Entonces, Jesús está robándole al diablo, y el proceso de atar es la obra de Cristo. Esta es una parábola de lo que Cristo ha hecho en la cruz; este pasaje definitivamente no nos enseña a atar malos espíritus.

“Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. 19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos. 20 Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijesen que él era Jesús el Cristo” (Mateo 16:16-20).

“Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. 16 Más si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. 17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano. 18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. 19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. 20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mateo 18:15-20).

Los otros dos pasajes donde las personas irían son Mateo 16 y Mateo 18, donde ninguno está hablando sobre atar malos espíritus. Están hablando sobre la comunidad de fe. Los pasajes están hablando sobre personas que están dentro o fuera de la comunidad de fe. Esto está hablando sobre la autoridad de la iglesia y la disciplina en la iglesia, no sobre espíritus dentro o fuera de individuos. Totalmente malas interpretaciones.

¿Qué dicen las Escrituras sobre involucrar espíritus territoriales? ¿Estamos supuestos a ir por la ciudad, región, territorio, reprendiendo espíritus? Las Escrituras dan muy poca enseñanza directa sobre espíritus angelicales sobre ciudades, territorios, regiones o naciones. Obviamente, tenemos la referencia de Daniel 10, pero nunca vemos a Jesús, Juan, Pedro, Santiago, o Pablo intentar encargarse de un espíritu territorial.

Entonces, ¿Qué dicen las Escrituras sobre conversaciones en la guerra espiritual? Pienso que las Escrituras son abundantemente claras. Primero, oramos a Dios. Esto es tan anticlimático, pero no lo es. Es fuerte. Aquí es dónde se encuentra nuestro poder. Ore en el Espíritu en toda clase de ocasiones con toda clase de oraciones y pedidos. La guerra espiritual es orar. Esto es lo que hizo la iglesia del Nuevo Testamento cuando se enfrentaron a la guerra. Ellos no salieron a deambular por las calles reprendiendo demonios y atándolos en territorios ni esto ni lo otro. Ellos salieron a proclamar el evangelio. Luego de que se reunían, oraban, “Ayúdanos. Concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra.” Entonces, ellos salían y daban sus vidas haciéndolo. Eso era guerra espiritual.

Ore a Dios y no ore a demonios. Una de las frases más comunes en esta idea de la guerra espiritual es “oración de guerra.” Personas que enseñan que durante la oración, usted debería decir cosas como una oración de reprensión. Que rompemos las ataduras demoníacas en una persona. Dicen, “Contenemos su poder, eliminamos su presencia. Decimos, “Te reprendemos en nombre de Jesús, espíritu maligno. No tienes parte en la vida de esta persona.” ¿Dónde está eso en las Escrituras? ¿Es bíblica la oración de reprensión? Piense en eso. ¿A quién se le dirige esta oración de reprensión? A los demonios. No ore a los demonios. Ore a Dios. Hable con Dios.

Usted llame al Dios del universo, que tiene autoridad sobre todos los demonios, sobre todo. Usted no empieza a tirar la sangre de Cristo sobre diferentes cosas. Esa no es su prerrogativa. Esta es la prerrogativa de Dios de aplicar Su sangre por el perdón de los pecados. Entonces, llamamos a Dios, oramos a Dios, y no oramos a los demonios. Imagine a alguien dándole consejería a Job; “Ato este demonio en ti, Job.” No. No lo olvide, eso fue para cumplir el propósito de Dios.

¿Podemos Adquirir o Heredar Demonios de otros Lugares o Personas?

¿Podemos adquirir o heredar demonios de otros lugares o personas? Esto realmente resonó conmigo. Un autor sugirió una oración de guerra sobre un niño adoptado. Él dijo, “Usted necesita orar por un niño que haya sido adoptado. Tiene que cancelar toda obra demoníaca que ha sido pasada a ellos de sus ancestros. Cancelar cada maldición que pueda haber sido echada sobre ellos.” ¿Hay alguna base bíblica para eso con mi hijo adoptado? El texto de referencia más común para los espíritus ancestrales es Éxodo 20:5, “No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen.” Pero el significado simple de este texto es que el pecado tiene consecuencias y que el pecado será juzgado. ¿Afecta tu pecado a tus hijos?

Absolutamente, lo hace. Ellos ven el pecado modelado en usted, y sienten las consecuencias, los efectos de su pecado, pero en ninguna parte en la Biblia hay un ejemplo de un cristiano que hereda demonios de sus ancestros. Se ha hablado mucho sobre el aspecto espiritual en las intergeneraciones o familiares. Esta idea no tiene ninguna base bíblica directa.

¿Necesita mi hijo adoptado una oración de guerra? Absolutamente no, pero sí necesita oración de mí parte, día y noche, para que venga a Cristo, para que sea atraído hacia Cristo, para que experimente el amor y la belleza y la misericordia de Cristo. Yo voy a clamar en todas las ocasiones, día y noche por o, voy a confiar en que no hay nada en él que le impide esto porque algo se le pasado, pero él tiene un corazón pecaminoso que necesita ser redimido por la sangre de Cristo. Voy a orar hacia ese fin.

En ninguna parte en las Escrituras vemos a un cristiano que hereda demonios de sus ancestros, que es invadido por demonios por causa de prácticas ocultistas pasadas, que es poseído por demonios por una transferencia o transferencias, o porque necesita una continua liberación de los demonios. Algunas personas buscan a Mateo 12 y dicen, “Bueno, si no echa fuera los demonios ahora, entonces ellos regresarán, y tendrá más cuando regresen.” Ese no es el punto de Mateo 12.

“Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. 44 Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. 45 Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación” (Mateo 12:43-45).

Esta es una parábola que advierte que el que no se arrepiente perecerá. Es una idea mucho más grande. Jesús está advirtiendo a Israel sobre el juicio final, no está advirtiendo a creyentes que deben hacer auto-liberaciones periódicas para protegerse de los demonios regresando.

¿Qué pasa si Experimento Algo que no está en las Escrituras?

A la luz de todo esto, ¿Qué pasa si experimento algo que no está en las Escrituras? todos experimentaremos algo que no está en las Escrituras en algún momento. Sé que probablemente hay una variedad de cosas que las personas haciendo este estudio han experimentado, y usted estará pensando, “Bueno, he visto esto. He estado involucrado en esto. He sentido esto,” y, sí, realmente hay fuerzas espirituales del mal en nuestro ámbito. Lo importante es ¿Cómo respondemos de acuerdo a las Escrituras? Le animo a, primero, ser abierto en cuando al mundo espiritual. Lo último que quiero hacer es apagar nuestra sensibilidad a aquello que es espiritual al señalar algunas de estas cosas.

El mundo espiritual es real, y, al mismo tiempo, discierna de acuerdo a la palabra escrita. Vea sus experiencias a través de los lentes de la palabra de Dios. Aquí es donde podría animarle a tener cuidado de las expectativas altamente cargadas de manifestaciones demoníacas. La realidad es que una intensa expectación puede producir cualquier cosa. Un consejero puede encontrar lo que busca en una situación de consejería. Personas buscando demonios los encontraran igual que las personas que ignoran los demonios que pretenden que no existen.

Una de las cosas que he visto en contextos alrededor del mundo es que algunas veces hay casi un tiempo programado donde el ministerio de liberación ocurre. Alguien podría estar sentado en un servicio de adoración, cantando alabanzas a Dios, y luego, sentado calmadamente escuchando la palabra, y cuando llega el tiempo del ministerio de liberación, los demonios necesitan ser echados fuera. Tenemos que ser muy cuidadosos. Tener cuidado de las expectativas de manifestaciones demoníacas, y tener cuidado de minimizar la responsabilidad personal por el pecado. Hemos hablado sobre eso. Luego, tener cuidado de las tácticas Satánicas que nos desvían de Cristo, el evangelio, o la palabra de Dios. Manténgase enfocado en el evangelio, y luego confíe en la verdad y el poder de Cristo revelados en Su palabra. Siga confiando en eso.

Ha habido momentos en mi vida donde me he estado preparando para predicar un sermón, preparándome para embarcar en algo que glorifique a Dios en mí caminar espiritual, y durante esos tiempos, he sentido una intensa guerra espiritual. A lo largo de toda la guerra que estaba experimentando, aquí es dónde aterrice en medio de todo: las Escrituras no me dicen lo que necesito para discernir ciertas cosas que vienen, de por qué ciertas cosas están ocurriendo. Yo no sé si Satanás está detrás de ciertas cosas o no, pero lo que sí sé es que ni uno de los detalles que me han pasado o alguien más a mí alrededor durante esos tiempos de guerra espiritual está fuera del alcance de la soberanía de Dios.

Mi responsabilidad no es echar esas cosas fuera, atar cosas de este o aquel lugar, o hacer descender este o aquel espíritu. Mi trabajo es ponerme rostro abajo, obtener Su palabra, y caminar humildemente en obediencia a Dios, confiando en Él cuando paso por todas las cosas. Confiando en Él cuando estoy enfermo. Confiando en Él cuando me pasan cosas inexplicables, y dejar que todas estas cosas me acerquen a Él cada vez más. Es aquí donde se pelea la guerra espiritual. He llegado a la conclusión de determinar si un demonio es o no más importante que la forma en que lidio con estos eventos. Determinar lo que está pasando es más importante que cómo lidio yo en ello.

Retos Finales

Espere con ansias la batalla final en esta guerra. Finalmente, ¿Qué hacemos? Sé que es tarde, pero tiene que entender estos dos retos. Los pasaré rápidamente. El primero de estos dos retos: Quiero que espere con ansias la batalla final en esta guerra. Apocalipsis 12 habla sobre Miguel, el arcángel líder de la multitud de ángeles para conquistar al enemigo y su ejército demoníaco. Escuche lo que ocurre:

“Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; 8 pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. 9 Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. 10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. 11 Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. 12 Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo” (Apocalipsis 12:7-12).

Damas y caballeros, llegará un día cuando Cristo será honrado como Rey, y el clamor del cielo será, “La Salvación de Dios está aquí. La Salvación completada.” El poder de Dios estará aquí. El poder del Rey afirmado con toda potencia, y el reino de Dios estarán aquí. El muy anticipado reino de Cristo, el Rey de la creación consumada que pasará para siempre. Cristo es honrado como Rey de reyes y Señor de señores. Cristo será honrado como Rey; el enemigo será echado fuera en derrota. La antigua serpiente del jardín, el gran adversario, el acusador de los creyentes será destruido. Hermanos y hermanas, sus acusaciones ya no serán válidas. Serán vacías. El acusador será acusado.

Cristo es honrado como Rey, el enemigo es lanzado fuera al infierno, y la iglesia será levantada en victoria. La iglesia consiste en aquellos que han vencido. ¿Cómo vencieron? Por la sangre de Cristo derramada en la cruz. Por la sangre de Cristo derramada en la cruz, las acusaciones del enemigo están totalmente vacías. Son vacías, y la paz de Cristo es eterna, pero esté atento: “Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.”

 

La victoria es obtenida por medio de la sangre de Cristo derramada en la cruz, finalmente, preeminentemente, pero la idea también incluye las vidas de los cristianos sacrificadas por esta causa. Entendamos esta verdad. Hombres y mujeres, santos de Dios, que perseveraron en la guerra espiritual, no vencieron por medio de exorcismos, encantaciones, rituales, o reprensiones. Ellos vencieron por entregar sus vidas por la expansión del evangelio.

Esta es la belleza. Piense en esto a la luz de nuestros hermanos y hermanas en países alrededor del mundo. Creyentes perseguidos compartiendo los sufrimientos de Cristo, uniendo sus vidas con Cristo de tal forma que Su destino se convierte en sus destinos. Participando con Cristo en sufrimientos, pero no se salga de Apocalipsis 12: están participando, también, en la derrota de Satanás. Esto me encanta. Cuando Satanás usa la persecución para destruir la vida de un creyente, este finalmente participa, cuando se encuentra en su eterno deleite, en su eterna destrucción. “Persigue a los creyentes, los ve morir, y un día, van a vencerte. Vas a ser lanzado fuera. Ellos van a experimentar eterno deleite, y tú experimentaras eterna destrucción. Toma eso, Satanás.”

Es por esto que Jesús les dice a sus discípulos en Mateo 10, “No temáis al diablo porque él sólo puede matarles en esta vida.” ¿Qué es lo peor que le pueda pasar, cristiano? SI usted se entrega a la misión de Dios, lo peor que le pueda pasar es que usted sea asesinado, y si es así, entonces se unirá a un coro de personas disfrutando de eterno deleite mientras que Satanás es echado fuera. Martin Lutero dijo,

“Tan pronto como la palabra de Dios se da a conocer por medio de usted, el enemigo le afligirá y sacará el verdadero doctor en usted, y le enseñará por medio de sus tentaciones a buscar y amar la palabra de Dios. Al cual yo mismo…debo mis papistas,” aquellos que se han encontrado con él, “muchas gracias por tanto quebrantamiento, presión, y asustarme a través de la furia del enemigo que me han convertido en un teólogo lo suficientemente bueno, conduciéndome a una meta que nunca hubiera podido alcanzar.”

Me he convertido en un buen teólogo por causa de Satanás. Las estrategias de Satanás para derrotarle sólo servirán para expandir el reino de Dios al final. Entonces, la idea de la cruz, la estrategia de Satanás de derrotar al Hijo de Dios, solo sirvió para proveer salvación a los hijos de los hombres. Así que espere con ansias esa batalla. Ahora viva con todo lo que tenga para producir el final de esta guerra.

Segundo, ahora viva con todo lo que tenga para producir el final de esta guerra. ¿Cuándo terminará esta guerra? “Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:9- 14).

Obviamente, solo el Padre sabe la respuesta a esa pregunta, pero si usted quiere ver una pista en Mateo 24, “Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre.” Quiero que busque el final de esto, Mateo 24:14, “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.”

¿Qué significa esto? “En todo el mundo, a todas las naciones, el evangelio será predicado.” No las naciones que representan las fronteras políticas hoy día porque ese no era el caso en aquellos días. Esto se refiere a agrupaciones étnicas de personas. Es la misma palabra que Jesús utiliza en la Gran Comisión.

Esta es la tarea ante nosotros: el propósito de Dios es el evangelio y la gloria de Dios será declarada en todas las naciones, en todo el mundo. Ahora, obviamente, no sabemos exactamente como un grupo de personas, como todas las naciones, y todas las personas serán descritas aquí de acuerdo a la sabiduría de Dios, pero podemos suponernos, y muchos compañeros han trabajado en cómo las personas son agrupadas y establecidas. Lo mejor que podemos decir, el número de grupos de personas en todo el mundo es 11,690.

De esos grupos de personas, el número de ellas que no han sido alcanzadas por el evangelio – que no han sido alcanzadas significa que tienen menos del 2 por ciento de cristianos evangélicos – 6,400. El número de grupos de personas que no han sido alcanzadas ni se les ha presentado el evangelio – 5,845. Esto último significa que no sólo hay menos del 2 por ciento de cristianos, sino que nadie está haciendo algo para llevarles el evangelio. No hay ningún movimiento ocurriendo entre esas personas para llevarles el evangelio.

La Guerra Espiritual y la Vida Cristiana

Ahora, obviamente, no sabemos con seguridad, que nuestra definición de grupos de personas sea exactamente a la que Jesús se refiere en Mateo 24, pero el punto está claro. Estoy convencido de que este es un versículo que Satanás tiene clavado en las paredes del infierno porque le dice cuándo todo esto va a terminar. Él pelea para hacer todo lo posible para impedir que eso ocurra, porque sabe que cuando el evangelio llegue a todas las personas, el fin llegará. ¿Qué pasa cuando llega el final de Satanás? Él será destruido, lanzado a la oscuridad de fuego, por siempre. Él está haciendo todo lo que pueda para impedir que el evangelio vaya a todos los grupos de personas. El fin vendrá cuando todo el mundo escuche el evangelio.

Entonces, iglesia, vamos a despertar al propósito de Dios, y vamos a llevarles el evangelio a esas personas. Hay un precio aquí, seguir a Cristo a los confines de la tierra puede costarle todo lo que tiene. Satanás está prolongando ese día tanto como puede. Si usted da toda su vida por la expansión del evangelio a los confines de la tierra, usted puede tener la expectativa de encontrarse en vigor con el enemigo y todos los demonios del infierno. El precio será alto. Jesús lo dijo, “Serán aborrecidos de todas las gentes.” Será duro estar firmes. Usted se entrega a este evangelio de esos grupos de personas, y le costará, mucho, pero esta es la promesa: Jesús viene otra vez por su iglesia. Jesús viene otra vez por su iglesia, y seremos parte de un pueblo hecho de cada lenguaje, tribu, y nación. ¡Vea esto! Jesús nos ha dicho, “Hay personas allá afuera que están esperando para escuchar, y los estoy acercando hacia mí. Llévenles el evangelio.”

Aquí es donde tenemos que ver, cuando hacemos guerra espiritual, proclamando el evangelio, que no salimos a tratar de hacer que los soldados del enemigo deserten. Juan 10 dice, “También tengo otras ovejas – otras ovejas que no son de este redil” Hechos 18 en Corinto, “Yo tengo mucho pueblo en esta ciudad.” Dios tiene pueblo que está acercando hacia Él entre las naciones, y nos llama a llevarles el evangelio. No es causando que los soldados del enemigo deserten, somos fuerzas especiales yendo tras prisioneros de guerra que pertenecen a Dios. Le pertenecen a este pueblo.

Pertenecen a ese día donde estarán cantando alabanzas a Cristo desde toda tribu, lenguaje, pueblo y nación. Entonces, vamos hacia ellos y esperemos con ansias cuando experimentemos Su paz y Su presencia, por siempre y para siempre. La batalla terminará, y la victoria será cumplida, y el Rey finalmente tendrá la gloria que merece. De eso trata la guerra espiritual. Espere con ansias esa batalla en Apocalipsis 12, y viva. Viva para producir el fin de esta guerra.

LESS THAN 1% OF ALL MONEY GIVEN TO MISSIONS GOES TO UNREACHED PEOPLE AND PLACES.

That means that the people with the most urgent spiritual and physical needs on the planet are receiving the least amount of support. Together we can change that!