Sesión 3: El diseño de Dios para la familia - Radical

Iglesia Secreta 11: Familia, Matrimonio, Sexo y el Evangelio

Sesión 3: El diseño de Dios para la familia

Como cristianos, no hay ninguna área de nuestras vidas que el Evangelio no toque. Esto significa que el Evangelio tiene implicaciones para cosas como el matrimonio, la crianza de los hijos, la soltería e incluso el divorcio. Sin el Evangelio, no hay esperanza ni guía al navegar por los problemas familiares. En esta sesión de Iglesia Secreta 11, el pastor David Platt presenta una teología bíblica de la familia. A lo largo de esta sesión, se abordan varios problemas familiares desde una perspectiva bíblica. Al permitir que la Escritura moldee nuestra comprensión de la familia, sometemos estos problemas a Cristo y permitimos que Él transforme nuestras familias para mejor.

  1. El Evangelio y la paternidad
  2. El Evangelio y el huérfano
  3. El Evangelio y la soltería
  4. El Evangelio y la viuda
  5. El Evangelio y el divorcio

Instrucción del Evangelio

Entonces, los roles y responsabilidades, justo como hemos hablado. Tengan en mente que los roles no son arbitrarios. La forma que Dios lo ha diseñado: En la forma en que Jesús se relaciona con la iglesia, el esposo es la cabeza de la mujer, justo como hemos hablado sobre esta palabra, “Cabeza”, y cómo es utilizada en la Escritura. Jueces 11:8-9, “Y los ancianos de Galaad respondieron a Jefté: Por esta misma causa volvemos ahora a ti, para que vengas con nosotros y pelees contra los hijos de Amón, y seas caudillo de todos los que moramos en Galaad.

Jefté entonces dijo a los ancianos de Galaad: Si me hacéis volver para que pelee contra los hijos de Amón, y Jehová los entregare delante de mí, ¿seré yo vuestro caudillo.’” Efesios 1:20-22, “…la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,…”

También, 1 Corintios 11:3, “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.”

Entonces, como Cristo se relaciona con la iglesia, el esposo es la cabeza de la esposa, y como la iglesia se relaciona con Cristo, la esposa es la ayuda de su esposo. Génesis 2:18, “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.’” También, Efesios 5:22-24, “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.” Así que, esos son los roles.

Ahora, piensa sobre las responsabilidades. Las responsabilidades para una esposa en Proverbios 31:10-31 son ilustradas tan hermosamente. El pasaje dice: “Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas. El corazón de su marido está en ella confiado, Y no carecerá de ganancias. Le da ella bien y no mal. Todos los días de su vida. Busca lana y lino, Y con voluntad trabaja con sus manos. Es como nave de mercader; trae su pan de lejos. Se levanta aun de noche y da comida a su familia y ración a sus criadas.

Considera la heredad, y la compra, y planta viña del fruto de sus manos. Ciñe de fuerza sus lomos, y esfuerza sus brazos. Ve que van bien sus negocios; su lámpara no se apaga de noche. Aplica su mano al huso, y sus manos a la rueca. Alarga su mano al pobre, y extiende sus manos al menesteroso. No tiene temor de la nieve por su familia, porque toda su familia está vestida de ropas dobles. Ella se hace tapices; de lino fino y púrpura es su vestido. Su marido es conocido en las puertas, cuando se sienta con los ancianos de la tierra. Hace telas, y vende, y da cintas al mercader.

Fuerza y honor son su vestidura; y se ríe de lo por venir. Abre su boca con sabiduría, y la ley de clemencia está en su lengua. Considera los caminos de su casa, y no come el pan de balde. Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; y su marido también la alaba: Muchas mujeres hicieron el bien; Mas tú sobrepasas a todas. Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada. Dadle del fruto de sus manos, y alábenla en las puertas sus hechos.”

Esposas, reverencien a Cristo a través de la sumisión a sus esposos. “Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.” (Colosenses 3:18). Está en muchas partes de las Escrituras. 1 Pedro 3:1-6 dice: “Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa. Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos; como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza.”

También, Tito 2:3-5, “Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.” “Sujeta” significa ceder a otro en amor. Reverencia a Cristo a través de la sumisión a tu esposo y respeto a tu esposo… “Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.” (Efesios 5:33). Esto es muy interesante aquí. Mira la sabiduría de Dios aquí. Nosotros estamos a punto de hablar sobre cómo la responsabilidad del esposo es que el dirija en amor a su esposa. La esposa tiene la responsabilidad de respetar a su esposo.

El Diseño de Dios para la Familia

Oh, hay mucho por explorar aquí, pero no pierdan esto. Las mujeres tienen la necesidad de ser amadas en la misma forma que los hombres necesitan ser respetados. Piensen en eso. Las mujeres algunas veces encuentra más fácil amar a sus esposos que respetarlos. Una mujer puede juntarse con otras mujeres, hablar de su esposo con falta de respeto luego ir a la casa y preparar una comida para él y cuidar sus necesidades porque lo ama.

La pregunta es, ¿ella lo respeta? Tenemos que ser cuidadosos en dar a cada uno lo que necesita. Cuando una esposa está tratando de trabajar en un matrimonio con problemas, ella trata de decirle a su esposo que lo ama, ella está diciendo lo que a ella le gustaría escuchar. La pregunta es, ¿respeta ella a su esposo, y le dice ella a su esposo que lo respeta? Las esposas podrían pensar, “Bueno, yo no pienso que mi esposo trabaja lo suficientemente fuerte para merecer mi respeto”, y tan pronto como pensamos así, estamos pensando como el mundo. Eso no es bíblico, y no es el evangelio. Tu respeto por tu esposo no está basado en su desempeño, está basado en el llamado de Dios y en su mandamiento en tu vida como su esposa. Reverencien a Cristo a través de la sumisión a sus esposos. Respétenlos, hónrenlos, apóyenlos. Esa es la responsabilidad de Dios para las esposas.

Cuando vemos a Efesios 5, hay más responsabilidad para los esposos. ¿Cuales son las responsabilidades de los esposos? Él es la cabeza de su esposa. Como cabeza, él debe reflejar a Cristo a través del sacrificio para su esposa. El pensamiento de liderazgo en el matrimonio debe causar que cada hombre tiemble, y lo último que cualquier esposo debería hacer es bromear sobre ser la cabeza de su mujer. Tú eres la cabeza en el sentido que pondrías de lado tu vida por ella, en la misma forma que Cristo cedió su vida en la cruz. Lucas 22:26, mas no así vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que sirve.”

Amor. El mandamiento que Dios le da al hombre es amar a su esposa, no solo respetarla. O sea, una noche solo con los niños me enseña a respetar a mi esposa, pero ella necesita amor de mi parte. Si, respeto. No es que respeto sea malo, pero ella necesita amor. Efesios 5:33, “Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.” Colosenses 3:19, “Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.” Entonces, ¿cómo debemos amar a nuestras esposas?

La Biblia dice que la amemos desinteresadamente, como Cristo se sacrificó por amor. Deuteronomio 24:5, “Cuando alguno fuere recién casado, no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar a la mujer que tomó.” Tú dices, “Bueno, ella no hace esto o aquello por mi”. Nuevamente, esa es la manera en que el mundo piensa, no la forma en que el evangelio transforma lo que piensas.

La Palabra dice, “Ama a tu esposa por todas las características positivas que ella tiene. Ama a tu esposa porque ella lo merece”. Ese es el amor endeble porque, tan pronto como alguna característica en tu esposa no es tan atractiva como lo fue una vez, entonces tu amor desaparece. Esposos, amen a sus esposas, no por quien ella es, mas por quien Cristo es. El mundo te dice que tienes que ser el macho, defenderte y afirmarte. La Biblia está diciendo, en el matrimonio, tú mueres a ti mismo. Te das a ti mismo. Ámala desinteresadamente. Ámala efectivamente.

Efesios 5:25-27: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.” Preséntala pura y santa. Esta es la imagen de lo que Cristo hace en la iglesia. Obviamente, nosotros no somos lo mismo en el sentido de que nosotros no redimimos a las personas, pero la imagen es esposos son responsables por dirigir a nuestros matrimonios para que sean santos.

Los esposos son responsables de dirigir a sus esposas para que sean amadas, no en una forma dominadora claro, más bien en una forma de auto sacrificio. Permítanme ilustrarles esto. Si tu esposa no está creciendo en amor, esposo, esa es tu responsabilidad. Si tu esposa está luchando con pecado, es tu responsabilidad.

Aquí hay una ilustración: imaginen un Barco en la mitad de la noche. Un joven marinero, de manera arbitraria conduce hacia tierra firme. El capitán del barco está durmiendo mientras está al mando. ¿Es el marinero culpable? Si. ¿Es el capitán responsable? Absolutamente. Nosotros somos responsables por dirigir a nuestras esposas para ser amables y a nuestro matrimonio a ser santo. Esa es nuestra responsabilidad como cabeza.

Ámela efectivamente; ámela con cuidado. “Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.” (Efesios 5:28-31).

Como sus propios cuerpos…yo amo esto. Pablo apela al egoísmo del hombre. Hombres, ¿ustedes saben cómo cuidarse a ustedes mismos? Bueno, cuídenlas de esa manera. Aliméntenlas. El lenguaje aquí es emocional, hasta evocador. Aliméntela y apréciela.

Literalmente, la palabra es “confortar, mantener caliente”. 1 Pedro 3:7, “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.” No sean duros con sus esposas. Nunca sean duros con sus esposas. Ámenlas con cuidado.

Usen su posición para atesorarlas, no para reducirla, y ámenla completamente. 1 Corintios 13:4-7, “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta…” Mateo 22:39, “Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Ámenla en cada forma posible, como a ustedes mismos.

Exhortaciones en el Evangelio

Aquí es donde vienen las palabras de aliento para los esposos, esposas y futuros esposos y esposas en esta sala. Uno: esposos superen a sus esposas en servir. Este es un mandamiento de Dios para tu vida. Es un gran llamado. El matrimonio no se trata de ti, es sobre lo que es mejor para tu esposa y para la gloria de Dios. El mejor esposo es el que es mejor en servir. Marcos 10:43-45, “Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos. Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”

Esposos, superen a sus esposas en el servicio, y esposas, observen el liderazgo de sus esposos. En otras palabras, noten, afirmen y respeten su liderazgo. Ahora, sé que tan pronto yo digo eso, puedo leer las mentes, las personas están pensando “Bueno, ese es el problema, mi esposo no está liderando nada”. Aquí es donde les recuerdo que esto está basado en Cristo en ustedes, no en el desempeño de tu esposo. Así que anímenlos, pero de manera humilde. 1 Pedro 3:1-2, “Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa.”

Quiero advertirles que no demanden de sus esposos que tomen el liderazgo que hemos visto en el mundo, por que tan pronto como empiecen a demandar, se están rápidamente alejando del rol que Dios les ha confiado. Cualquier deseo que el tenga de liderar será truncado por que no sentirá mas como que está siendo un líder; se sentirá como que está cumpliendo con tus demandas. Así que oren, y después busquen por oportunidades, a medida que oran, para animarles, para respetarles, para observar los caminos por los que él está guiando.

Finalmente, esposos y esposas, dejen que Cristo les sirva. El punto de Efesios 5 es abrumarnos al punto sonde seamos dirigidos a Cristo, y sólo quiero decirles esto para cerrar esta parte, por que todo el contexto en Efesios, todo el libro es sobre Dios uniendo a los judíos y los gentiles como uno.

Colosenses 1:27-29: “a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre; para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.” Se que hay situaciones difíciles, oscuras en el matrimonio que están representadas en este lugar. Quiero recordarles que nadie está mas allá del poder de Dios para salvar, y ningún matrimonio está fuera del poder de Dios para ser salvado. Así que, luchen por esto, por sus propios bienes, por la gloria de Dios y por la difusión del evangelio de Cristo en nuestros matrimonios.

El Evangelio y la Paternidad

Bien, aquí vamos. Empecemos con el diseño de Dios para la paternidad, el evangelio y la paternidad. Quiero leerles tres pasajes primarios para edificar la discusión sobre ser padres.

Deuteronomio 6:1-9: “Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla; para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados. Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres.

Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tú Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.”

Luego, en Efesios 6:1-4, Justo después de que Pablo habla del matrimonio, habla sobre la paternidad: “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.”

Colosenses 3:20-21, de manera muy similar dice “Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.”

Bases en el Evangelio

Así que, bases en el evangelio. Dios da hijos a las familias por su gracia. “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud. Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; No será avergonzado cuando hablare con los enemigos en la puerta.” Salmos 127:3-5. Padres, sus hijos pertenecen a Dios, no primariamente a ustedes. El se los ha confiado por Su gracia.

Así que, Dios da hijos a las familias por Su gracia, y Dios da hijos a las familias para Su gloria. Esto significa que los padres no tienen el derecho de determinar como criar sus hijos, para sus agendas o para su conveniencia. Los hijos deben ser criados para la gloria de Dios. Esto es importantísimo. Sólo un recordatorio padres, el objetivo de ser padres bíblicamente no es ayudar a tu hijos a tener una buena educación, ser un gran atleta, salir en citas maravillosas, tener una gran carrera o hacer mucho dinero.

Todas estas cosas son las definiciones que tiene el mundo del éxito, y sí no somos cuidadosos, estaremos llevando a nuestro hijos a prácticas y ensayos en todas partes, les enseñaremos a sacar buenas calificaciones. Prioriza. Los llevamos a todas esa cosas con las que llenamos sus vidas y sus mentes, que necesitan para ser exitosos en el mundo, pero el problema es que un día ellos se pararán frente a Dios, y todas esa cosas que les dijimos que eran importantes serán quemadas en el fuego y ellos estarán como mendigos ante Dios si no saben que es lo más importante. El propósito de la paternidad bíblica es ayudar a nuestros hijos a amar a un gran Dios.

Mateo 22:34-38: “Entonces los fariseos, oyendo que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una. Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento.’”

Así que, amamos a un gran Dios y lograr la gran comisión. Queremos hijos que hagan la gloria de Dios conocida hasta el fin del mundo, no importa lo que nos cueste. Mateo 22:39- 40, “Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.” Mateo 28:19-20, “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”

Les recuerdo padres: Los hijos pertenecen a Dios, no a ustedes, y Jesús de hecho espera que ellos te dejen para hacer el evangelio conocido en el mundo. La paternidad bíblica impulsa a los hijos a las misiones, no los retrae de ellas. Esto cambia la forma en que somos padres.

Instrucciones del Evangelio para los Padres

El evangelio instruye a los padres basados en eso. Dos mandamientos primarios en Efesios 6. Estaremos trabajando prácticamente de atrás hacía adelante en Efesios 6:1-4. Número 1: Instruye a tus hijos de forma que conozcan la palabra. “Críalos en la instrucción del Señor” Esto es, literalmente, una pieza educacional sobre paternidad.

Vemos que la primera referencia a la enseñanza en la Biblia, está en Génesis 18:16-19, dice: “Y los varones se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma; y Abraham iba con ellos acompañándolos. Y Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer, habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra? Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él.’”

Enseñar la palabra de Dios está en Génesis 18, cuando Dios le da a Abraham la responsabilidad de enseñar a su hijo. Lo que leímos hace un momento en Deuteronomio 6:6-9 evidencia que debemos tener un compromiso verbal con la Palabra en nuestras casas. Dice: “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.”

Hablamos de la Palabra todo el tiempo como padres: un compromiso verbal con la Palabra en nuestros hogares y un compromiso visible con la palabra en nuestros hogares. Aún cuando nadie hablaba, la Palabra era evidente en Deuteronomio 6—Aún cuando los padres no estaban. La Palabra estaba en los dinteles de las puertas, casas y portones. Haz la palabra visible para que sea pasada a la próxima generación.

Salmos 78:2-8: “Abriré mi boca en proverbios; Hablaré cosas escondidas desde tiempos antiguos, las cuales hemos oído y entendido; que nuestros padres nos las contaron. No las encubriremos a sus hijos, contando a la generación venidera las alabanzas de Jehová, y su potencia, y las maravillas que hizo. El estableció testimonio en Jacob, y puso ley en Israel, la cual mandó a nuestros padres que la notificasen a sus hijos; Para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán; y los que se levantarán lo cuenten a sus hijos, a fin de que pongan en Dios su confianza, y no se olviden de las obras de Dios; que guarden sus mandamientos, y no sean como sus padres, generación contumaz y rebelde; generación que no dispuso su corazón, ni fue fiel para con Dios su espíritu.”

Lo que hacemos. Esto está todo basado en Salmos 78. Enseñamos las Escrituras de era en era, de generación en generación. La palabra está supuesta a ser pasada como un bastión. 2 Timoteo 3:16-17, “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” Josué 1:8, “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”

Igualmente, Hebreos 5:11-14: “Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír. Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.”

El Diseño de Dios para la Familia

Enseña a tus hijos a deleitarse en la Palabra. Enséñales quien es Dios. No les enseñes solo a obedecer rituales religiosos, enséñales a Dios. Enséñales que Dios es conocido por Su Espíritu. 1 Corintios 2:1-16 dice: “Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.

Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo”

Enséñales quien es Dios y enséñales lo que Dios ha hecho. Diles, Salmos 78, las maravillas que Dios ha hecho. Habacuc 3:2, “Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer; en la ira acuérdate de la misericordia.” Cuéntales las historias. Diles a tus hijos que son parte de una larga línea.

Salmos 77:11-18: “Me acordaré de las obras de JAH; sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas. Meditaré en todas tus obras, y hablaré de tus hechos. Oh Dios, santo es tu camino; ¿Qué dios es grande como nuestro Dios? Tú eres el Dios que hace maravillas; Hiciste notorio en los pueblos tu poder. Con tu brazo redimiste a tu pueblo, a los hijos de Jacob y de José. Te vieron las aguas, oh Dios; las aguas te vieron, y temieron; los abismos también se estremecieron. Las nubes echaron inundaciones de aguas; tronaron los cielos, y discurrieron tus rayos. La voz de tu trueno estaba en el torbellino; Tus relámpagos alumbraron el mundo; se estremeció y tembló la tierra.”

Cuando me reúno con mi esposa y nuestros hijos en la noche, tenemos un tiempo familiar de adoración. Es una realidad que lo que hacemos en ese momento cuando nos unimos con nuestros hijos para un tiempo de oración, en la Palabra, en adoración, es lo mismo que las familias hebreas hicieron durante la pascua, cuando recordaron sangre en los dinteles de sus casas, y les estoy diciendo esas mismas historias.

Así que, les enseñamos las escrituras, les decimos las historias. Les advertimos contra el pecado. Todo el contexto de Salmos 78 es una advertencia. Salmos 78:9-19 dice,

“Los hijos de Efraín, arqueros armados, volvieron las espaldas en el día de la batalla. No guardaron el pacto de Dios, ni quisieron andar en su ley; sino que se olvidaron de sus obras, y de sus maravillas que les había mostrado.

Delante de sus padres hizo maravillas en la tierra de Egipto, en el campo de Zoán. Dividió el mar y los hizo pasar; detuvo las aguas como en un montón. Les guió de día con nube, y toda la noche con resplandor de fuego. Hendió las peñas en el desierto, Y les dio a beber como de grandes abismos, pues sacó de la peña corrientes, e hizo descender aguas como ríos. Pero aún volvieron a pecar contra él, rebelándose contra el Altísimo en el desierto; pues tentaron a Dios en su corazón, pidiendo comida a su gusto. Y hablaron contra Dios…”

Mira lo que el pueblo de Dios hizo en el pasado y cómo no confiaron en Dios, como se rebelaron contra Dios. No hagas eso. Enséñales a tus hijos a confiar en Dios basado en aquellos que estuvieron antes de nosotros.

Así que les advertimos contra el pecado y Exaltamos al Salvador. Nosotros les decimos a nuestros hijos como Dios siempre ha sido misericordioso con su pueblo, como Dios triunfa sobre las transgresiones con su Gracia. 2 Samuel 22:1-20 dice: “Habló David a Jehová las palabras de este cántico, el día que Jehová le había librado de la mano de todos sus enemigos, y de la mano de Saúl. Dijo: Jehová es mi roca y mi fortaleza, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio; Salvador mío; de violencia me libraste.

Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado seré salvo de mis enemigos. Me rodearon ondas de muerte, Y torrentes de perversidad me atemorizaron. Ligaduras del Seol me rodearon; tendieron sobre mí lazos de muerte. En mi angustia invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios; El oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó a sus oídos. La tierra fue conmovida, y tembló, y se conmovieron los cimientos de los cielos; se estremecieron, porque se indignó él.

Humo subió de su nariz, y de su boca fuego consumidor; carbones fueron por él encendidos. E inclinó los cielos, y descendió; Y había tinieblas debajo de sus pies. Y cabalgó sobre un querubín, y voló; voló sobre las alas del viento.

Puso tinieblas por su escondedero alrededor de sí; Oscuridad de aguas y densas nubes. Por el resplandor de su presencia se encendieron carbones ardientes. Y tronó desde los cielos Jehová, y el Altísimo dio su voz; envió sus saetas, y los dispersó; y lanzó relámpagos, y los destruyó. Entonces aparecieron los torrentes de las aguas, y quedaron al descubierto los cimientos del mundo; A la reprensión de Jehová, por el soplo del aliento de su nariz.

Envió desde lo alto y me tomó; Me sacó de las muchas aguas. Me libró de poderoso enemigo, Y de los que me aborrecían, aunque eran más fuertes que yo. Me asaltaron en el día de mi quebranto; Mas Jehová fue mi apoyo, y me sacó a lugar espacioso; me libró, porque se agradó de mí.”

Diles a tus hijos que, en Cristo, Dios responde a nuestras fallas con perdón.

Éxodo 34:6-7: “Y pasando Jehová por delante de él, proclamó ¡Jehová!! Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.”

Dios responde a nuestras fallas con perdón, y Dios responde a nuestra fidelidad con Su fidelidad. Oh, esto es bueno. 2 Timoteo 2:11-13, “Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él; Si sufrimos, también reinaremos con él; Si le negáremos, él también nos negará. Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo.”

¿Por qué no querríamos trabajar más duro para pasar este evangelio que para pasar el equipo de fútbol que tiene el mejor promedio? Y cuando lo hagamos, ¿que pasará?

Salmos 78 dice: “Conocerán a Dios en sus mentes.” Esto es lo que queremos. Queremos que nuestros hijos conozcan a Dios profundamente. Jeremías 9:23-24, “Así ha dicho Jehová: «No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que haya de alabarse: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra, porque estas cosas me agradan, dice Jehová.’” Oramos que nuestro orgullo no sea el dinero ni lasriquezas, ni los empleos ni las carreras, sino Dios.

Otra porción de las Escrituras que habla de esto es Isaías 45:2-6, la cual dice: “Yo iré delante de ti y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce y haré pedazos cerrojos de hierro. Te daré los tesoros escondidos y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre. Por amor de mi siervo Jacob, de Israel, mi escogido, te llamé por tu nombre; te puse un nombre insigne, aunque no me has conocido. Yo soy Jehová y no hay ningún otro. No hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré, aunque tú no me has conocido, para que se sepa desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, que no hay más que yo.”

Salmos 46:10, “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.” Salmos 111:10, “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; su loor permanece para siempre.” Salmos 10:4, “El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; No hay Dios en ninguno de sus pensamientos.”

Igualmente, Efesios 1:16-21: “no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero.”

Mientras los instruimos en la palabra, ellos conocerán a Dios en sus mentes, y confiarán en Dios en sus corazones. Proverbios 3:5-6, “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.” Así que el conocimiento en sus cabezas se convierte en conocimiento del corazón y sus corazones pertenecerán a Dios, y probarán y verán que Dios es bueno. Salmos 34:8-10, “Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en él. Temed a Jehová, vosotros sus santos, pues nada falta a los que le temen. Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.”

Igualmente, Salmos 63:1-8: “Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas, para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en el santuario. Porque mejor es tu misericordia que la vida; mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; en tu nombre alzaré mis manos.

Como de meollo y de grosura será saciada mi alma, y con labios de júbilo te alabará mi boca, cuando me acuerde de ti en mi lecho, Cuando medite en ti en las vigilias de la noche. Porque has sido mi socorro, y así en la sombra de tus alas me regocijaré. Está mi alma apegada a ti; tu diestra me ha sostenido.”

Corazones que anhelan a Dios; confiar en Dios en sus corazones y obedeciendo a Dios con sus vidas. ¿No es esto lo que anhelamos? ¿No anhelamos hijos y estudiantes que salgan de sus casas, que terminen la secundaria en la iglesia y que salgan al mundo conociendo a Dios de forma tal que un profesor ateo no pueda abatir su fe, simplemente por que sabe un hecho o dos sobre Dios? Queremos que nuestros hijos conozcan a Dios profundamente y que amen a Dios con todos sus corazones y que quieran hacer la gloria de Dios conocida hasta el fin del mundo. Esto es lo que queremos. Esto es lo que perseguimos como padres.

Jeremías 7:21-24: “Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Añadid vuestros holocaustos sobre vuestros sacrificios, y comed la carne. Porque no hablé yo con vuestros padres, ni nada les mandé acerca de holocaustos y de víctimas el día que los saqué de la tierra de Egipto. Mas esto les mandé, diciendo: Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios, y vosotros me seréis por pueblo; y andad en todo camino que os mande, para que os vaya bien. Y no oyeron ni inclinaron su oído; antes caminaron en sus propios consejos, en la dureza de su corazón malvado, y fueron hacia atrás y no hacia adelante”

1 Juan 2:3-6: “En esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.”

2 Juan 1:6, “Y este es el amor, que andemos según sus mandamientos. Este es el mandamiento: que andéis en amor, como vosotros habéis oído desde el principio.” Enseña a tus hijos para que conozcan la Palabra, y después, Entrena a tus hijos para que obedezcan la palabra. “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.”

(Proverbios 22:6)

Efesios 6 dice: “criadlos en disciplina y amonestación del Señor.” Disciplina: esto es algo que hacemos por amor. La Biblia dice que hagas esto: entrénalos y disciplínalos en amor para que sigan a Cristo. Tito 2:11-13, “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo…” 1 Tesalonicenses 3:8: “porque ahora vivimos, si vosotros estáis firmes en el Señor.”

El Diseño de Dios para la Familia

Ahora un recordatorio basado en 1 Corintios 11:1 y Filipenses 4:9: Nuestros hijos no serán lo que no puedan ver. 1 Corintios 11:1 dice, “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.” Filipenses 4:9, “Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.” Así que, de nuevo, el mejor regalo que les podemos hacer a nuestros hijos es ser un hombre de Dios y un esposo que es amante hasta el sacrificio de su esposa, como Cristo amó a la iglesia. Mamá, el mejor regalo que puedes dar es ser una mujer que está felizmente y amorosamente sujeta a su esposo y siguiendo a Cristo y honrando a Cristo. Esto es lo que necesitamos.

Una advertencia primaria: Efesios 6 dice, “padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos” Disciplinen sus hijos en amor y guíenlos hacía Dios, no con ira que los aleje de Dios Proverbios 13:24, “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.” Proverbios 23:13-14, “No rehúses corregir al muchacho; porque si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigarás con vara, y librarás su alma del Seol.” Saben, es interesante que de todas las cosas que la Biblia nos podría decir sobre la paternidad, ¿Por qué nos dice esto aquí en Efesios 6? Pienso que la razón es doble. En una mano, tenemos la tentación de no disciplinar a nuestros hijos, de ser el tipo de padre que piensa que amar a los hijos significa evitar la disciplina. Inviertan Efesios 6:1 y digan, “Padres, obedezcan a su hijos, por que esto los mantendrá contentos y traerá paz a sus casa.”

¡Esto no es bíblico! Las escrituras dicen que sí tú no disciplinas a tus hijos, no los amas. Disciplina a tus hijos con amor. Proverbios deja esto claro, pero no vayan a los extremos, en el sentido de que los exasperes en sus corazones. Cuando llegamos ahí no vemos el amor detrás de la disciplina, y esa ahí donde Hebreos 12:5-11 es tan útil para nosotros.

Dice: “y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él; porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos.

¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.”

Hebreos 12 nos recuerda que Dios es un buen Padre por como sabe disciplinarnos con amor y nosotros lo imitamos. Estas con las instrucciones del evangelio para los padres.

Instrucciones del Evangelio para los Hijos

Ahora, hijos, lo que amo de Efesios 6 es como Pablo se dirige a los hijos directamente. Los hijos probablemente estarían presentes en la iglesia cuando se leyera una carta como la dirigida a los Efesios. La Biblia dice a los hijos, ustedes son hechura de Dios. Apocalipsis 4:11, “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.” Esto significa que existes por Él y para Él. Colosenses 1:16 dice: “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.”

Lo que esto significa es, hijos, es que ustedes son responsables ante Dios. Romanos 14:12, “De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.” Mateo 12:36-37, “Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.”

Romanos 13:1, “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.” Efesios 6:1, “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo.” No se pierdan lo que La Palabra está diciéndoles aquí.

Hijos, ustedes viven en una cultura egoísta, donde cada cual es el objeto de su propia adoración, y en tu mente la vida revuelve alrededor tuyo. Las Escrituras claramente dicen que eso no es cierto; tú estás bajo una autoridad. Dios te hizo, y El es Señor sobre ti y tiene autoridad en tu vida. Deberás dar cuenta de la forma en la que respondes a tu padre y tu madre.

Así que, ¿Que te ordena Dios que hagas como hijo? Tienes dos mandamientos primarios: honra a tus padres con tu actitud. Honra a tu padre y a tu madre. Asigna valor, literalmente, a tus padres; da valor a tus padres. Dios toma esto en serio. Ves en el Antiguo Testamento que Dios dice, “El que hiriere a su padre o a su madre, morirá.” (Éxodo 21:15). “Igualmente el que maldijere a su padre o a su madre, morirá.” (Éxodo 21:17). “Cada uno temerá a su madre y a su padre, y mis días de reposo guardaréis. Yo Jehová vuestro Dios.” (Levítico 19:3). Esto es muy importante para Dios.

Dirás, “¿Bueno, cómo honro a mis padres?”. En Efesios 6:1, nos llama a obedecer a los padres con nuestras acciones. “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo.” La palabra “obedecer” es una gran palabra; significa literalmente “escuchar de forma que se pueda poner en la práctica”. En otras palabras, se obedece a los padres primero, oyendo lo que tienen que decir, escuchando sus consejos, sus instrucciones, sus órdenes. Proverbios 1:8-9, “Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la dirección de tu madre; Porque adorno de gracia serán a tu cabeza, y collares a tu cuello.”

Esto también significa hacer lo que ellos dicen, aunque esto no siempre es fácil. Obviamente, los hijos se encontrarán haciendo cosas que no quieren hacer, pero Dios dice “Haz esto aún cuando no entiendas porque.” Proverbios 30:17, “El ojo que escarnece a su padre y menosprecia la enseñanza de la madre, los cuervos de la cañada lo saquen, y lo devoren los hijos del águila.” Colosenses 3:20, “Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.” Esto agrada al Señor, y no obedecer, ofende al Señor.

Así que, esta es una advertencia en Efesios 6, y es seria. Una advertencia primaria para los hijos: Deshonrar y desobedecer a los padres es rebelarse contra Dios. La única excepción a esto sería que tus padres te pidan hacer algo que está claramente contra la voluntad de Dios, en su palabra. Obviamente, no puede seguir a tus padres en una rebelión contra Dios, pero fuera de esa excepción, en toda la escritura, especialmente en Éxodo 21, Levítico 19-20, y Deuteronomio 21:18-21, Dios dice: “Si alguno tuviere un hijo contumaz y rebelde, que no obedeciere a la voz de su padre ni a la voz de su madre, y habiéndole castigado, no les obedeciere; entonces lo tomarán su padre y su madre, y lo sacarán ante los ancianos de su ciudad, y a la puerta del lugar donde viva; y dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz; es glotón y borracho. Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán, y morirá; así quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel oirá, y temerá.’”

Básicamente, Dios está diciendo “Sí desobedeces a papá o mamá, me desobedeces a mi. Rebelarse contra papá y mamá es rebelarse contra mi” Romanos 1:28-32: “Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican”

Si eres un joven de 16 años, y decides que irás en contra de lo que tu padre o madre han dicho, no sólo te estás disponiendo contra ellos, te estás disponiendo contra Dios. Así que no sean de la clase de estudiantes que hablan de lo mucho que aman a Dios, y como quieren crecer en Dios y hacer grandes cosas para Dios, y después van a casa a desobedecer a sus padres. Tu vida espiritual no está expresada, primariamente, por lo que pasa en tu grupo de jóvenes en la iglesia; tu vida espiritual está expresada primariamente en lo que pasa en tu hogar.

Promesas del Evangelio

Dios dice todo esto por una razón porque hay una promesa aquí. Efesios 6:2, “‘Honra a tu padre y a tu madre —que es el primer mandamiento con promesa—…” Éxodo 20:12, “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.” Deuteronomio 5:16, “Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.”

Así que a medida que el evangelio transforma nuestras relaciones como hijos y padres, Dios dice “escucha esta promesa: satisfaré tu vida, te irá bien, y no sólo te irá bien, sino que tendrás una larga vida en la tierra”. Obviamente, esto está abierto a ser mal interpretado sí lo individualizamos, sí pensamos “bueno, si obedezco a mis padres, viviré hasta los 80 o 90 años”. Eso no es lo que dice la Biblia. Esa promesa le fue dada en Éxodo 20 y Deuteronomio 5 al pueblo de Israel, y después, aquí en Efesios 6, al cuerpo de Cristo, y Dios le estaba diciendo a Su pueblo “Padres, ustedes viven para pasar la Palabra a la próxima generación, e, hijos ustedes viven para recibir esa Palabra y pasarla, y ustedes, el pueblo de Dios, disfrutarán de larga vida en la tierra. Satisfaré sus vidas y multiplicaré su legado.”

Reflexiones Personales en el Evangelio, Padres e Hijos

Esto me trae a algunas Reflexiones personales sobre el evangelio, padres e hijos, y eso es justo lo que es. Aquí les doy Salmos 128:1-6. Este es el texto del que prediqué en el funeral de mi padre. Mi padre era mi mejor amigo, y murió repentina e inesperadamente de un ataque cardiaco cuando yo estaba en el seminario. Estas fueron las palabras que expresaron mejor el fruto de la vida de mi padre y este mensaje fluye de ahí.

Dice: “Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos. Cuando comieres el trabajo de tus manos, bienaventurado serás, y te irá bien. Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. He aquí que así será bendecido el hombre que teme a Jehová. Bendígale Jehová desde Sion, y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida, y veas a los hijos de tus hijos. Paz sea sobre Israel.”

No tendré tiempo para explicar todo esto, pero si una cosa: el favor de Dios se encuentra en el temor a Dios. Mi padre terrenal me enseñó a temer del Padre celestial. Me enseñó en la forma más saludable a temer deshonrar a mi padre, tanto el de la tierra como el del cielo. La sabiduría de Dios, segundo, se encuentra en la palabra de Dios. Sólo hay una fuente para la verdadera sabiduría, y eso es la forma y la palabra de Dios. Por la gracia de Dios, mi padre amó la palabra.

El estaba muy emocionado cuando yo me fui al seminario por que pudo experimentarlo vicariamente a través de mí. Le di una copia del libro de texto de Teología Sistemática, y por un tiempo no podía llamar a la casa sin que me preguntaran mi opinión sobre la expiación, naturaleza del hombre, naturaleza de Dios, pneumatología, angelología, escatología, eclesiología, y finalmente yo tenía que decirle “¿Puedo hablar con mamá? ¡Yo sólo quería hablar con mamá! Y las prédicas, eso era otra cosa. El solía llamarme y decir “hey, he estado trabajando en un sermón. Quizás podrías intentar dar este mensaje y me dices como te va”. La sabiduría de Dios se encuentra en la Palabra de Dios.

Tercero, una esposa es un tesoro para ser apreciado. Mi padre amó bien a mi madre, y yo y mis dos hermanos y mis hermanas vimos eso. Los hijos son un regalo para ser nutrido. “tus hijos, como plantas de olivo alrededor de tu mesa” (Salmos 128:3). Mi padre amó a sus hijos viviendo para ellos y dando su vida para invertir en ellos.

Mis últimas tres reflexiones: solo la vida que de verdad cuenta fluye de la presencia de Dios. Mi padre me enseñó a orar en la sala de nuestra casa, a vivir en la presencia de Dios. Una vida que de verdad cuenta comparte el evangelio de Dios, y una vida que de verdad cuenta multiplica la gloria de Dios. Salmos 128 dice, “, y veas a los hijos de tus hijos”. Para ser honestos, esta es una de las partes más duras del Salmos 128 para mí porque, en todo los sentidos, parecía que la bendición de Dios estaba sobre mi padre, y Salmos 128 hacía un paralelo tan directo con él en tantas formas, pero no tengo que decir que mi padre no vivió para conocer a mis hijos ni a ningún otro hijo que Dios pueda confiarme.

Sin embargo, les diré un secreto: mi padre, en su sabiduría, sabía que Dios se glorifica en el hombre que ama y sirve a su familia y que la vida que de verdad cuenta no está limitada a lo que se ve en esta vida. Una vida que cuenta está consumida con la idea de lo que podrás ver en la próxima vida, y pido a Dios que un día él pueda ver los hijos de sus hijos. Ser padres es importante, es eternamente importante.

El Evangelio y el Huérfano

El evangelio y la paternidad nos llevan al evangelio y el huérfano. Como sí hablar de mi padre no fue suficiente para reblandecerme el corazón. Algunos de ustedes saben que tuvimos el privilegio de adoptar nuestro primer hijo de Kazakstán. Nosotros no pensamos poder tener hijos biológicos, pero dos semanas después de que volvimos a casa, resulto que mi esposa estaba embarazada. Así que nueve meses después, nuestro segundo hijo llegó, y en el proceso de adopción aprendimos tanto sobre el cuidado de Dios para el huérfano.

Está por todo el Antiguo Testamento. Salmos 10:17-18, “El deseo de los humildes oíste, oh Jehová; tú dispones su corazón, y haces atento tu oído, para juzgar al huérfano y al oprimido, a fin de que no vuelva más a hacer violencia el hombre de la tierra.” Salmos 27:10: “Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá.” Luego, Santiago 1:27, “La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.”

Bases del Evangelio

Simplemente quiero mostrarles la bases en el evangelio para el cuidado de los huérfanos en la iglesia y pedirles que oren por lo que sea que eso signifique en sus familias. No hay una imagen legislativa de cómo esto se debe ver en nuestras vidas o nuestras familias, pero para nosotros en la iglesia, es una prioridad cuidar del huérfano. Vamos a dejar que esto nos empape.

Por la gracia de Dios, hemos sido adoptados como hijos de Dios. “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.” (Gálatas 4:4-5). Hay tanto en este verso. La realidad es que la adopción requiere de alguien que llegue en el momento correcto. Que Dios enviara su hijo a la tierra cuando había llegado el momento propicio no fue un accidente; fue intencional en todas las formas. Jesús vino en el momento correcto, teológicamente, religiosamente, culturalmente y políticamente. No es que Dios estaba arriba en el cielo pensando “Hmmm, parece que las cosas se van alineando bien; este es un buen momento para enviar a mi hijo” No, Dios, en su soberanía, diseñó toda la historia para ese punto en el tiempo.

En el momento correcto, la adopción requiere alguien con las calificaciones correctas. Para poder adoptar internacionalmente, básicamente tienes que demostrar a dos gobiernos que son la familia ideal. Para poder llevar la culpa por nuestros pecados, debe haber alguien con las calificaciones perfectas, y Jesús las tenía y las tiene: completamente divino, completamente humano, y completamente justo. De Dios, nacido de mujer, nacido bajo la ley: el tenía las calificaciones correctas.

Finalmente, la adopción requiere alguien que tenga la resolución correcta. Nadie adopta accidentalmente; se adopta a propósito. La belleza de esto es que una vez nos alejamos de nuestro pecado y abandonamos nuestro pecado, separados para un Dios Santo, por toda la eternidad y Jesucristo nos buscó.

Efesios 1:3-10 dice: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.”

El estaba determinado a redimirnos, y El murió para rescatarnos, para adoptarnos. Así que, por la gracia de Dios, hemos sido adoptados como hijos de Dios, y por la gloria de Dios, hemos recibido los privilegios de los hijos. No sólo la posición de hijos, sino también los privilegios. Gálatas 4:6-7, “Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama ¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.”

Romanos 8:14-17: “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.”

El evangelio no dice simplemente “Okey, ahora eres hijo, vive como quieras”. La realidad es que cuando mi esposa y yo estábamos parados fuera de una corte en Kazakstán, de donde adoptamos a nuestro hijo, estábamos sollozando después de que el juez hizo el pronunciamiento de que él era ahora nuestro hijo. Eso no fue el fin de la historia, eso fue donde la historia comenzó, y en una manera totalmente nueva.

Nos habían dicho en cada punto en la jornada de adopción que guardáramos nuestros corazones porque no se sabía cuando algo pudiera no salir bien, y de repente viene este pronunciamiento y estuvimos libres de verter nuestras emociones. Lo llevamos a este pequeño apartamento donde nos estábamos quedando en Kazakstán, y comenzamos a llenarlo de amor. Así es que mi hijo sabe que es mi hijo ahora. No por lo que pasó hace un par de años en Kazakstán. El sabe que es mi hijo ahora porque lo desperté esta mañana, le di un gran abrazo y un beso, le dije que lo amaba y jugamos a la lucha en el suelo. Eso es amor.

El Diseño de Dios para la Familia

No hay paralelo bíblico para esa parte, pero si para el amor. La realidad es que somos hijos e hijas de Dios. El es nuestro padre. Oramos a nuestro padre en el cielo. Mateo 6:7-9 dice, “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.’” El nos ama. 1 Juan 3:1, “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios” El nos entiende. Salmos 103:13-14, “Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen. Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo.”

El provee para nosotros. No tenemos ninguna razón para preocuparnos; Tenemos un padre en el cielo. Mateo 6:25-34 dice: “Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis?

Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.”

El ama dar y El ama perdonar. Mateo 7:9-11, “¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” El nos perdona. ¿Aún pecamos contra El? Si, terriblemente, lo hacemos, Pero tenemos un Padre que nos perdona. Mateo 6:9-12, “Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores’” El nos disciplina, lo cual necesitamos.

Hebreos 12:5-11: “y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él; Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero este para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.

El nos guía, “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.” (Romanos 8:14).

El es el Padre, y nosotros somos Sus hijos, y como sus hijos, hermanos y hermanas, tenemos un nuevo nombre. Juan 1:12-13, “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.”

Tenemos un Nuevo espíritu. “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.” (Romanos 8:16). Tenemos acceso a la presencia de Dios, nuestro Padre, para disfrutarle y estar con El. Vayamos a su trono con confianza. Hebreos 4:14-16 dice,

“Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”

Hebreos 10:19, “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.” Romanos 8:15, “Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos !Abba, Padre!’” ¿Por qué correr tras placeres y empresas y cosas de este mundo, cuando tienes un Padre que está listo para darte todo lo que quieres y todo lo que necesitas?

Implicaciones del Evangelio

Así que, ¿Cuáles son las implicaciones de esto? Pienso que son claras. Adoramos a Dios como nuestro Padre. Mateo 5:16, “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” Nosotros imitamos a Dios, nuestro padre. Efesios 5:1, “Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.” 1 Pedro 1:14-16, “como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.’” Obedecemos a Dios, nuestro Padre. 1 Juan 3:10, “En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.”

Finalmente, aquí está: Reflejamos a Dios, nuestro Padre. Hay múltiples pasajes en las Escrituras que hablan sobre reflejar a Dios, nuestro Padre. Salmos 68:5, “Padre de huérfanos y defensor de viudas. Es Dios en su santa morada.” Santiago 1:27, “La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.” El es el padre de los que no tienen padre, así que los que le siguen a El, visitan a los huérfanos. Génesis 50:24-25, “Y José dijo a sus hermanos: Yo voy a morir; mas Dios ciertamente os visitará, y os hará subir de esta tierra a la tierra que juró a Abraham, a Isaac y a Jacob. E hizo jurar José a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis llevar de aquí mis huesos.’”

Salmos 8:4, “Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites?” Salmos 106:4, “Acuérdate de mí, oh Jehová, según tu benevolencia para con tu pueblo; visítame con tu salvación,…” Lucas 1:68, “Bendito el Señor Dios de Israel, que ha visitado y redimido a su pueblo,…” Lucas 1:76-79, “Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado; Porque irás delante de la presencia del Señor, para preparar sus caminos; Para dar conocimiento de salvación a su pueblo, para perdón de sus pecados, Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, con que nos visitó desde lo alto la aurora, para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; Para encaminar nuestros pies por camino de paz”

Lucas 7:16: “Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo.” Hechos 7:23, “Cuando hubo cumplido la edad de cuarenta años, le vino al corazón el visitar a sus hermanos, los hijos de Israel.” Hechos 15:14, “Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre.” Hechos 15:36, “Después de algunos días, Pablo dijo a Bernabé: Volvamos a visitar a los hermanos en todas las ciudades en que hemos anunciado la palabra del Señor, para ver cómo están.’”

Mateo 25:31-46: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.

El Diseño de Dios para la Familia

Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos?

¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.”

Saben que es interesante de la palabra “visitar”, literalmente significa “cuidar de”, “atender”. No es sólo visitar para decir “hola”, sino “tomar responsabilidad por…” No vamos a analizar todas estas escrituras, pero todas las escrituras enlistadas después de Santiago 1:27 en sus notas, usan el mismo término, que es traducido como “visitar” en Santiago 1:27, y verán como Dios provee para Su pueblo, y asume la responsabilidad por Su pueblo. La palabra “visitar” tiene un antónimo, y ese antónimo es “tratar con negligencia”, “olvidar”. Así que tenemos que “cuidar”, “ser responsable por” o “descuidar” y “olvidar.”

Así que esta es la situación, hay mas de 140 millones de huérfanos en el mundo. Ese número puede ser ambiguo si nos descuidamos, porque esa definición de “huérfano” incluye a todo aquel que ha perdido un progenitor, así que no necesariamente se refiere a hijos que han perdidos ambos padres. Sin embargo, hay millones y millones de hijos que han perdido a ambos padres, muchos de los cuales no tienen una familia para que cuide de ellos. Así que yo diría en la autoridad de la Palabra de Dios, a los hermanos y hermanas que han sido adoptados por Dios que ignorar a los huérfanos es bíblicamente inexcusable.

Saben, esa es una de las cosas que aprendí en el proceso de adopción en mi propia vida. He leído las estadísticas, he visto las estadísticas de la cantidad de huérfanos en el mundo, y los números son abrumadores, pero si soy honesto, seguían siendo sólo números para mí. Todo cambió en mi primer viaje al orfanato en Kazakstán, cuando vi niños jugando en el patio, y caminé en sus habitaciones, y de repente, esos números en las páginas se hicieron vivos en mi corazón, porque supe que era mi hijo que dormía en una de esas cunas, y era mi hijo incluido en esos números.

De repente, los números se volvieron reales y personales, y me di cuenta que los huérfanos son fáciles de olvidar, hasta que ves sus rostros. Son fáciles de olvidar hasta que sabes sus nombres. Es más fácil pretender que no son reales hasta que no los tienes en tus brazos, pero una vez que lo haces, todo cambia. Es por eso que les pregunto ¿Están dispuestos a ver sus caras y aprender sus nombres y tomarlos en sus brazos? ¿Están dispuestos a visitar y cuidar de aquellos que no tienen quien los cuide?

A la luz de esta palabra en Santiago 1:27, pienso que es claro que la inacción es acción. No olvides y no pases por alto. Vean como el evangelio promueve de manera única el cuidado de los huérfanos. Esto es importantísimo. Casi hay una tendencia en la cultura popular, en alguna manera hoy, hacía la adopción y personas adoptando por razones humanitarias y altruista. Cuando vamos al meollo del asunto, algunos están adoptando sólo porque parece algo cool que hacer. Sería bonito tener una linda tarjeta de navidad con la foto de alguien de un país diferente ahí. No diríamos eso en voz alta, pero muchas veces eso es lo que estamos pensando, y quiero instarles, sí esa es la motivación, a que no adopten.

La realidad es que la adopción puede no ser un camino fácil. Hemos puesto un gran énfasis, en esta familia de fe, en la adopción. Muchas familias han pasado por circunstancias realmente difíciles, ya sea familias aquí en la iglesia o para personas con las que he hablado más allá de esta iglesia. ¿Qué harás cuando el niño que traigas a tu vida sea una amenaza física para tus otros hijos? ¿Qué harás cuando ese niño o niña, que ha aguantado ser alejado y empujado por años, te resiste en cada oportunidad que tratas de mostrarle amor? ¿Qué harás cuando las cosas se pongan difíciles? La realidad es que lo único que te sostendrá en ese punto es el evangelio que te recuerda que tú también estuviste una vez muerto en pecado, totalmente alejado de tu Padre, y El continuó buscándote. Aunque no hay nada en ti para atraerlo a El, el igual te buscó.

Ahí es que nos damos cuenta de que no cuidamos de los huérfanos por que somos rescatadores. No somos un grupo de personas buenas y altruistas tratando de ser salvadores para los huérfanos alrededor del mundo. Eso no es lo que impulsa el ministerio de huérfanos. No cuidamos de los huérfanos por que queremos rescatarlos, cuidamos de los huérfanos porque fuimos rescatados, y el evangelio propulsa eso.

Así que nuestra historia continúa. Para hacer una historia larga realmente corta, sabíamos que queríamos adoptar otra vez, así que hace unos años empezamos el proceso otra vez. Ha habido muchas subidas y bajadas y retos durante el camino, pero hoy recibimos noticias de que en un par de semanas iremos al sureste de Asia a recoger una niñita. Que Dios reciba gran gloria en la iglesia en la medida que el evangelio nos compele a cuidar de los huérfanos. El evangelio y el huérfano.

El Evangelio y la Soltería

Muy bien, dos facetas más aquí: el evangelio y la soltería. Esto es algo que creo que no hemos tratado de manera efectiva en las iglesias. Sí ves las librerías cristianas, encontrarás un montón de libros sobre el matrimonio y la crianza de los hijos, pero hay muy poca cosa sobre la soltería. El contenido de estos libros es muy interesante, porque pocos de los mismos te dirán que el matrimonio es bueno; eso es aceptado. En cambio, te hablan sobre los problemas en el matrimonio, y como lidiar con ellos. Así que los libros cristianos sobre el matrimonio te dicen cómo lidiar con los problemas en el matrimonio.

En la otra cara, los libros sobre la soltería tienen otro enfoque; casi dejan implícito que la soltería es un problema. Ellos le dicen a los solteros como aprovechar el tiempo hasta que aparezca la persona correcta. En otras palabras, dicen que la solución al problema de la soltería es el matrimonio, y después, puedes comprar los libros para lidiar con todos esos problemas del matrimonio. Debe haber una respuesta mejor que esta.

Les advierto, vamos a leer algunos versos en el Nuevo Testamento que irán contra la marea. Esto parece ser un tema común en este estudio, pero escuchemos a Pablo, quien dirá, recomendará, que nos quedemos solteros. Pablo, si estuviera aquí hoy, sería marginado, para decir lo mínimo. ¿Un líder eclesiástico soltero? Obviamente hay algo mal en él: ¿es su apariencia?, ¿no es tan inteligente? ¿Son sus estándares sociales demasiado altos? ¿Cuál es su orientación sexual? Debe haber algo malo en el para que no haya encontrado una esposa. Esta forma de pensar es un problema. Necesitamos entender, no lo que dice el mundo sobre la soltería, sino lo que La Palabra dice sobre la soltería.

Así que iniciemos, y a los adultos casados, por favor no se desconcentren; necesitamos desesperadamente descubrir la mejor manera de dar aliento, apoyo y servir conjuntamente con nuestros hermanos y hermanas en la iglesia. Este tema es para todos nosotros. Esto es lo que haremos, nos adentraremos en 1 Corintios 7. Solo una nota sobre 1 Corintios 7. En los pasajes que estamos a punto de leer, Pablo está tratando situaciones específicas en la iglesia de Corinto. Así que el no se sentó y dijo “Okey, ahora voy a escribir una teología del matrimonio y la soltería”. El está tratando cosas específicas. No sabemos todas las cosas especificas que el está tratando, pero recuerden, esta es una carta escrita en un contexto a un pueblo que tenía sus propias luchas.

Esto es lo que escribió en 1 Corintios 7:6-9: “Mas esto digo por vía de concesión, no por mandamiento. Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro. Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando.”

Avanzando un Poco en el Pasaje

“Pero cada uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó a cada uno, así haga; esto ordeno en todas las iglesias. ¿Fue llamado alguno siendo circunciso? Quédese circunciso. ¿Fue llamado alguno siendo incircunciso? No se circuncide. La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios.

Cada uno en el estado en que fue llamado, en él se quede. ¿Fuiste llamado siendo esclavo? No te dé cuidado; pero también, si puedes hacerte libre, procúralo más. Porque el que en el Señor fue llamado siendo esclavo, liberto es del Señor; asimismo el que fue llamado siendo libre, esclavo es de Cristo. Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres. Cada uno, hermanos, en el estado en que fue llamado, así permanezca para con Dios.” (1 Corintios 7:17-24)

“Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor; pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer. Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella. La doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu; pero la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido. Esto lo digo para vuestro provecho; no para tenderos lazo, sino para lo honesto y decente, y para que sin impedimento os acerquéis al Señor.” (1 Corintios 7:32-35).

Bases del Evangelio: Cuatro Bases para Entender la Soltería

Okey, Dividamos esto. Esta vez en bases del evangelio, la bases para entender la soltería y después en celebración del evangelio. Quiero darte cuatro razones para deleitarte en la soltería, basadas en las Escrituras y el evangelio en particular.

Primero y probablemente la más simple e importante: Tanto la soltería y el matrimonio son buenos. Génesis 2:24, “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” Obviamente, hemos visto que el matrimonio es bueno. Cuando vemos en 1 Corintios 7:1, vemos que Pablo empieza esta discusión hablando sobre las bondades de la soltería. El pasaje dice “En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer” Esto suena como una simple afirmación, particularmente, para muchos de nosotros en una cultura donde aproximadamente la mitad de los adultos no están casados, pero esa no era la cultura del siglo primero; no era la cultura del Corinto pagano, y de hecho no era siquiera la cultura en la Biblia.

Quiero que pienses en el Progreso de la historia de redención de manera rápida conmigo. Vemos en Génesis 1:26-28, el cual ya leímos, y la primera orden dada al hombre fue ser fructíferos y multiplicarse en la tierra, y mandar sobre ella.

Dice: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.’”

Por consiguiente, ¿cómo hacemos esto? Génesis 2:24, seremos una carne; te casas, tienes bebes, y multiplicarás el mundo. Dice, “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” Así, cuando llega a Génesis 12:1-3, Dios le da una promesa del pacto a Abraham, y la promesa del pacto gira alrededor a los bebes. El pasaje dice, “Pero Jehová había dicho a Abraham: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.”

“Tendrás hijos,” y esto se repite una y otra vez a sus hijos Isaac y Jacob, en Génesis 26 y Génesis 28. Génesis 26:3-4 dice, “Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre. Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas…” Génesis 28:14, “Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas.”

Observará cuando lea Génesis, que algunos de los momentos de tensión son cuando hay esterilidad, cuando los hijos no llegan. Es aquí donde viene la tensión porque, Génesis 48:16, tu nombre será virtualmente aislado de la tierra si no tenías hijos. Dice “…el Ángel que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes; y sea perpetuado en ellos mi nombre, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac, y multiplíquense en gran manera en medio de la tierra.” Deuteronomio 25:6 dice, “Y el primogénito que ella diere a luz sucederá en el nombre de su hermano muerto, para que el nombre de éste no sea borrado de Israel.” Su nombre era, literalmente borrado si usted no tenía un hijo.

El Diseño de Dios para la Familia

En consecuencia, usted no quisiera estar soltero. La soltería era, básicamente, una maldición. Piense en aquellos que eran solteros en el Viejo Testamento: eunucos a quienes se les quitaba sus capacidades físicas y sexuales; viudas, y a menudo estas viudas se volvían a casar pronto; solteros, incluso aquellos con enfermedades tales como la lepra quienes eran inaccesibles; aquellos que estaban divorciados, quienes eran, obviamente mal vistos. Si eras un hombre o una mujer joven, te casabas en la adolescencia tan pronto como era posible. No querías estar soltero. Era indeseable porque la bendición de Dios se evidenciaba en el matrimonio y los hijos. Luego, en Isaías 53: 7-12, verá la profecía de Cristo.

Dice, “Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca. Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento.

Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.”

¿Entendió eso? Jesús, un hombre soltero borrado de la tierra, Isaías 53 dice, pero Él tenía descendencia. ¿Quiénes eran Sus descendientes? Aquellos cuyos pecados Él cargó. La idea anunciada aquí en el Antiguo Testamento es la del Hijo de Dios multiplicando el pueblo de Dios, no por la procreación física, sino por la regeneración espiritual. En otras palabras, por medio de Cristo, el Reino no se va a multiplicar por tener hijos, sino que el Reino se multiplicará por el nuevo nacimiento: la gente volverá a nacer. No será parte del pueblo de Dios porque nació en un determinado pueblo, será parte del pueblo de Dios porque ha nacido de nuevo, y esto cambiaría todo.

Usted lo verá en próximo capítulo. Isaías 54:1 dice, “Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto; porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová.” ¿Por qué regocijarse? Porque el Señor es tu Creador. El Señor Dios es tu Creador. Él es tu esposo, y Él te dará nueva vida, una vida por medio de Su Espíritu.

Luego, en Isaías 56: 3-5, habla de eunucos y dice: “Y el extranjero que sigue a Jehová no hable diciendo: Me apartará totalmente Jehová de su pueblo. Ni diga el eunuco: He aquí yo soy árbol seco. Porque así dijo Jehová: A los eunucos que guarden mis días de reposo, y escojan lo que yo quiero, y abracen mi pacto, yo les daré lugar en mi casa y dentro de mis muros, y nombre mejor que el de hijos e hijas; nombre perpetuo les daré, que nunca perecerá.”

“No te preocupes; no eres un árbol seco. Tu nombre no perecerá.” ¿Por qué? Porque el Reino de Dios no depende de la descendencia física. El Reino de Dios se expande por medio de descendencia espiritual, y tu nombre será aventajado, Él dice, “De los hijos y las hijas.” Así cuando llegue a Mateo 19:10-12 en el Nuevo Testamento, Jesús dice que es bueno ser un eunuco del Reino.

Dice, “Le dijeron sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse. Entonces él les dijo: No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes les es dado. Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba.”

En otras palabras, es bueno no estar casado. Esto es descomunal. Cuando llegamos a 1 Corintios 7, y Pablo habla positivamente de la soltería, nos damos cuenta que aquí el evangelio cambia todo. El pueblo de Dios del Antiguo Testamento se multiplicaba casi exclusivamente por medio del matrimonio y los hijos, pero ahora, la imagen del Nuevo Testamento es que el Pueblo de Dios nace, no por nacimiento natural, sino por medio del Espíritu del Dios vivo.

Independientemente que usted sea casado o soltero, el nuevo nacimiento puede ser una realidad.

Así, el Nuevo Testamento, como ya vimos, afecta radicalmente el matrimonio, pero también afecta radicalmente la soltería. Por consiguiente, esta es la imagen cuando tomamos toda la Escritura. Usted ve, bíblicamente, el matrimonio es esperado. Por esperado, me refiero a que es la norma. Es definitivamente una norma en el Antiguo Testamento, y de todo lo que podemos decir en el Nuevo Testamento, continua siendo una norma. Es algo bueno. Incluso Pablo dice en 1 Timoteo 5:14, anima a las mujeres jóvenes a casarse, lo cual veremos más adelante. Él dice, “Quiero, pues, que las viudas jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa; que no den al adversario ninguna ocasión de maledicencia.” El matrimonio fue diseñado por Dios como algo bueno: hemos visto esto.

También, bíblicamente, la soltería es excepcional. Utilizó esta palabra de dos formas. Primero para comunicar que la soltería no es la norma. Justo antes de que Jesús hablara acerca de la soltería, El habla del matrimonio. Mateo 19:4-6, “El, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.” Ahora, escuchen a John Stott, uno de mis teólogos y escritor favorito, un hombre que dio su vida por todo el mundo promoviendo el evangelio y que recientemente falleció con más de 70 años; pasó más de 70 años soltero. El escribió “La voluntad general de Dios para su creación humana es el matrimonio.

Nosotros los solteros no debemos resistir esta verdad. El matrimonio es la norma, la soltería no es la norma.” Por lo tanto, es excepcional en ese sentido, y es excepcional en el sentido de que es una cosa muy buena.

El evangelio dignifica la soltería al valorarlo igual que aquellos que están casados. Piense en el Nuevo Testamento: ¿quién está en el rincón de los solteros? Tiene a Juan el Bautista. También tiene a Jesús. Piense en esto: Jesús, la persona humana más completa que jamás haya existido: no estaba casado. Vivir tu masculinidad o femineidad, para el caso, no depende del matrimonio. Jesús fue el hombre perfecto, y mira otros hombres y mujeres excepcionales que fueron solteros: Silas, Lucas, Tito, Apolos, Lydia, Phoebe, y las cuatro hijas solteras de Felipe. Otras personas a través del Nuevo Testamento. Por consiguiente, la Escritura deja claro: el matrimonio es bueno, y la soltería es buena. Es un error, bíblicamente, declarar que uno es mejor que el otro. Eso iría en contra del Evangelio y de Cristo mismo. Así, ambos son buenos.

Segundo, ambos, la soltería y el matrimonio, representan el evangelio. Ya vimos esto en Efesios 5 cuando se refiere al matrimonio: el matrimonio representando el sacrificio de Cristo por amor a la iglesia y la obediencia sumisa de la iglesia hacia Cristo. Usted puede pensar, “Bueno, quiero representar esto, así que me quiero casar,” pero hay una manera en que la soltería también representa esto de una manera hermosa, diferente y poderosa. Quiero señalar dos cosas que la soltería representa. Uno, la soltería representa la identidad final del cristiano en Cristo. El mundo puede decirte que necesitas un esposo o una esposa para complementarte, pero la soltería nos recuerda que esto no es verdad, que en Cristo, somos plenos, independientemente de nuestro estado civil.

Existen varias Escrituras que mencionan esto. Isaías 54:5, “Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado.” Juan 3:28- 29, “Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él. El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido.”

Apocalipsis 19:7-8: “Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.” 1 Corintios 7:35, “Esto lo digo para vuestro provecho; no para tenderos lazo, sino para lo honesto y decente, y para que sin impedimento os acerquéis al Señor.” Lucas 14: 25-26, “Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.”

En un sentido muy verdadero, al igual como estas Escrituras describen, el Señor es el esposo de su pueblo, más grato y eternamente grato que cualquier cónyuge físico. Existen verdades acerca de la supremacía de Cristo que son, en un sentido, reflejados más claramente en la soltería que en el matrimonio. La soltería le dice claramente al mundo, “Cristo es mi satisfacción, y en El tengo todo lo que necesito.” Escuchen las palabras de Amy Carmicheal y su soltería: “Hay alegría, alegría que no se encuentra en ninguna parte, cuando podemos mirar a la cara de Cristo cuando Él nos dice:” ¿No soy suficiente para ti, ni lo mío? con un verdad, “Si, Señor, tu eres suficiente.”

Por tanto, la soltería proyecta la última identidad del cristiano en Cristo, y luego, a nivel de iglesia, la soltería representa la identificación eterna del cristiano con la iglesia. Pero, Génesis 2:18 sigue siendo verdadero, “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.” Sin embargo, ningún hombre o mujer está destinado a estar sólo en la iglesia, sino que se pretende que estén rodeados de hermanos y hermanas que son, en un sentido muy real y eterno, mucho más valioso y más importante que cualquier otro tipo de relación, incluso aquella entre un esposo y una esposa, tal y como mencionamos anteriormente.

Sólo la relación con Cristo y Su iglesia es eterna. Incluso el matrimonio, como hablaremos luego, desaparecerá. 1 Corintios 12:12-13, “Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.” Efesios 2:19-22, “Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, ….” 1 Timoteo 3:14-15, “Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte, para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.” Romanos 12: 9-13, “El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración; compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.”

Por tanto, piense en eso. A la luz de toda la historia de la redención en la Escritura, en el pasado… antiguos pactos… la soltería era evitada por la mayoría. Hemos visto esto. En el presente… nuevos pactos… la soltería es una ventaja para muchos. Dudo en utilizar “muchos” aquí, porque bíblicamente, el matrimonio sigue siendo una norma, pero “muchos” ciertamente luce ser lo que Pablo parece estar diciendo, y hay numerosos ejemplos de solteros destacados en el Nuevo Testamento, así que siga esto. En el presente… nuevas creaciones… la soltería se aplicará a todos. Las personas casadas sólo se casaron por esta vida, entonces por billones de billones de años vamos a estar solteros. El matrimonio es una institución temporal. Mateo 22:30, “Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo.” Por lo tanto, la soltería, de una manera muy real, refleja nuestra eterna condición en Cristo.

Así, la soltería y el matrimonio son ambos buenos. Ambos proyectan el evangelio, y ambos la soltería y el matrimonio son un regalo de Dios. Por lo tanto, cuando Pablo habla del matrimonio, dice en 1 Corintio 7:7, “Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro.” Hay mucha controversia sobre lo que Pablo dice aquí. Parece claro que Dios está diciendo que Él le da el don de la soltería a algunos y el don del matrimonio a otros. Recuerdo cuando estaba en la universidad, los chicos hablaban sobre el don de la soltería y todos querían saber si lo tenían. Casi todo el mundo hablaba sobre esto como si no lo quisieran, como si fuera el regalo de navidad que todos quisieran devolver. Por consiguiente, hay mucho que discutir sobre el “don” de la soltería.

Algunas personas piensan que Pablo está hablando acerca de una realización divina, algo así como los dones espirituales en 1 Corintios 12, pero creo que este tipo de comprensión posee algunos problemas y no tienen una base fuerte, porque conduce a una batalla subjetiva dentro del corazón del soltero, preguntándose si es o no la voluntad de Dios para ellos permanecer solo por siempre. 1 Corintios 12:4-6, “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.”

Así, una veinteañera o treintañera mira esto a corto plazo. La posibilidad de matrimonio no se presenta, y empiezan a cuestionarse, “¿Tendré el don?” Comienzan a pensar “Bueno, tengo el deseo de casarme, el deseo de tener hijos, así que no creo que tenga el don.” Otros dicen, “Bueno, estoy bien ahora, tal vez tenga el don.” La verdad es que si sienten que tienen o no el don, la realidad es que la soltería sigue siendo soltería. Se haría una persona casada la pregunta, “¿Tendré el don del matrimonio?” No. Claramente a ellos se les dio el don del matrimonio. Romanos 6:23 dice, “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” Pablo utiliza la palabra “don” aquí para describir más un estado objetivo, y creo que esto demuestra más la imagen.

Ahora, hermanos, que amo y respeto, volverán una y otra vez en esto. Algunos están de un lado, otros están en el otro, pero me parece que si estas soltero al momento, entonces Dios te ha dado el don de la soltería, y si estas casado al momento, entonces Dios te ha dado el don del matrimonio, entonces da gracias a Dios por tu regalo, y pídele que te maximice ese don.

El otro peligro aquí en esta idea de un don misterioso de soltería, es que pocas personas quisieran tener estas dos probabilidades. Así, que tendrás personas que son solteros que piensan que tiene el don y están bien con eso, y luego tienes otras personas que son solteros, pero que realmente no quieren ese don.

Pienso que John Stott arroja luz a esto cuando dice: “No dudo que haya alguna persona que piensa que Dios lo ha llamado para que sea célibe y se compromete al celibato por el resto de su vida. Personalmente tengo serias dudas sobre esta sabiduría, porque no estoy convencido que la persona sepa, diga, a sus veinte años, que Dios lo ha llamado para esto. Personalmente creo en segundas alternativas – que la persona descubre [el llamado de Dios] gradualmente y a medida que los años pasan empieza a pensar que Dios probablemente lo está llamando a no casarse.”

El punto clave de 1 Corintios 7 es Pablo diciendo, “Este contento. Este satisfecho con todo los dones que Dios le ha dado.” Esta satisfacción involucra fe profunda en la soberanía de Dios. Él dice lo mismo en 1 Corintios 7:20. Dice, “Cada uno en el estado en que fue llamado, en él se quede.” También, 1 Corintios 7:24, “Cada uno, hermanos, en el estado en que fue llamado, así permanezca para con Dios.” De nuevo, 1 Corintios 7:27, “¿Estás ligado a mujer? No procures soltarte. ¿Estás libre de mujer? No procures casarte…” Permanezca en Dios.

No te pierdas. Es el punto principal en 1 Corintios 7, no es si usted está casado o soltero, sino si usted confía en dónde Dios lo tiene y eso es todo. En lugar de que frenéticas personas se estén preguntando, “¿Deberíamos casarnos? ¿Deberíamos divorciarnos? ¿Deberíamos volvernos a casar?” Pablo dice, “Detente y confía en que Dios te tiene donde éstas en este momento, y que es un regalo que estés donde estás ahora mismo. Así que confía en mí.”

Escucha a Margaret Clarkston, una misionaria soltera de 60 años: “No por culpa ni por elección propia, puedo expresar mi sexualidad en la belleza e intimidad de un matrimonio Cristiano, como Dios pretendía cuando me creo como ser sexual a su propia imagen. Buscar hacer esto fuera del matrimonio es, por la clara enseñanza de las Escrituras, pecar contra Dios y contra mi propia naturaleza. Como una cristiana comprometida, entonces, no tengo alternativa, sino de vivir una vida de celibato voluntario. Debo ser casta no solo de cuerpo, sino también de mente y espíritu. Desde que estoy en mis 60, pienso que mi experiencia de lo que esto significa es válida. Quiero dejar constancia por haber demostrado que para aquellos que se han comprometido en hacer la voluntad de Dios, sus mandamientos [esto es una gran observación sucinta] son sus realizaciones…

Todo mi ser grita constantemente por algo que no puedo tener. Toda mi vida debe ser vivida en el contexto de esta incesante tensión. Mi vida profesional, mi vida social, mi vida personal, mi vida Cristiana – todos son sujetos a las constantes y poderosa atracción. Como cristiana no tengo otra alternativa que obedecer a Dios, cueste lo que cueste. Tengo que confiar en él para que sea posible para mí honrarlo en mi soltería. Que esto es posible, una nube enorme de testigos se unirá a mí para dar fe. Multitudes de Cristianos solteros de diferentes edades y circunstancias han demostrado la suficiencia de Dios en este asunto. Él ha prometido satisfacer nuestras necesidades y Él honra su Palabra. Si buscamos la satisfacción en Él, lo encontraremos. Puede que no sea fácil, ¿pero quién ha dicho que la vida Cristiana es fácil?

La insignia del discipulado Cristiano es una cruz. ¿Por qué debo vivir mi vida sola? No lo sé. Pero Jesucristo es el Señor de mi vida. Creo en la soberanía de Dios, y acepto mi soltería de su mano. Él pudo ordenar que mi vida fuera de otra manera, pero Él no decidió hacerlo. Como su hija, debo confiar en su amor y sabiduría.”

Confía en Él y, no solo en Dios, sino en la satisfacción que es el gozo profundo de la gracia de Dios. Eso es lo que la palabra “don” quiere decir. No necesitas preocuparte o temer, “¿Lo tengo? ¿Por cuánto tiempo?” Ahí radica la belleza de la satisfacción en Filipenses 4 y 2 Corintios 9. Filipense 4:12-13 dice, “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” 2 Corintios 9:8, “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra.” Dios da dones en la soltería y en el matrimonio. Confía y disfrútalos como una medida de Su gracia.

Muy bien, el fundamento final aquí: Tanto la soltería como el matrimonio son para la gloria de Dios. 1 Corintios 7:17, “Pero cada uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó a cada uno, así haga; esto ordeno en todas las iglesias.” Así que ambos presentan oportunidades únicas para glorificar a Dios, lo cual significa que la soltería tiene un propósito que cuidadosamente debemos tratar de no desperdiciar. Así, el reto para todos nosotros, si es soltero o casado, es tener éxitos en la vida de soltería si somos solteros, y tener éxitos de la vida de matrimonio si estamos casados. Ambos son para la gloria de Dios.

Celebración del Evangelio: Cuatro Razones para Deleitarse en la Soltería…

Consecuentemente, con estos fundamentos, hay cuatro razones para deleitarse en la soltería basada en 1 Corintios 7. Uno: deleitarse en la soltería debido al momento en el que nos encontramos.

Pablo decía en 1 Corintios 7: 25-28 dice: “En cuanto a las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer, como quien ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel. Tengo, pues, esto por bueno a causa de la necesidad que apremia; que hará bien el hombre en quedarse como está ¿Estás ligado a mujer? No procures soltarte. ¿Estás libre de mujer? No procures casarte. Mas también si te casas, no pecas; y si la doncella se casa, no peca; pero los tales tendrán aflicción de la carne, y yo os la quisiera evitar.”

No sabes exactamente a que se refiere en 1 Corintios 7, pero sabemos que la persecución era desmedida en el primer siglo. No era fácil ser cristiano. La tortura de cristianos era común. Juicios, sufrimientos a lo largo del camino, y perversiones; perversiones sexuales en Corintio eran considerables.

Entonces, a los cristianos que se preguntaban qué hacer, Pablo, los alentaba a permanecer solteros, y este es realmente el punto focal de 1 Corintios 7:29-30. Dice, “Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuviesen y los que lloran, como si no llorasen; y los que se alegran, como si no se alegrasen; y los que compran, como si no poseyesen…” Pablo dice, “Estamos esperando una esperanza eterna. Mantengan las cosas en perspectiva.” Aún un matrimonio que dura 50 años en esta vida termina. Recuerda tu vida es una niebla, y vendrán días cuando estarás en la fiesta de la Boda del Cordero y tu serás Su esposa. Incluso si no te casas de este lado del cielo, no es el objetivo final.

Jesús dijo que el matrimonio es solo una sombra de lo que ha de venir, así que estamos trabajando para hacer avanzar el Reino, lo que lleva a la segunda razón para deleitarse en la soltería: deleitarse en la soltería debido a la misión en la que nos encontramos. ¿Cuál es la urgencia? Pues bien, a la luz de la persecución y perversión, enfocarse es necesario. Por eso Jesús dijo en Mateo 19:10-12, de ser eunucos para el Reino. Dice,

“Le dijeron sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse. Entonces él les dijo: No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado. Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba”.

Si, el matrimonio es bueno, también la soltería es buena por otras razones. Vivimos para una herencia eterna. En Génesis 1:28 vimos, “Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.”

Conocimos en el Nuevo Testamento, “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo…” (Mateo 28:19). Así es como el Reino de Dios se expande. Por lo tanto, que esto sea el deseo y la pasión que nos consuma. Como pareja de esposos: si. Como solteros: sí. Particularmente como solteros, siga los pasos de Pablo y Lydia en el Nuevo Testamento. Tomás Aquino, Juana de Arco, Tomás de Kempis, Francis Asbury, Ami Carmicheal, Dietrich Bonhoeffer, y John Stott; incluso C .S. Lewis fue un soltero la mayor parte de su vida hasta que se casó a la edad de 57 años.

Rhena Taylor, una misionera soltera en Kenia escribió: “Ser soltera significa que soy libre para tomar riesgos que no podría tomar si fuera madre de una familia que depende de mi. Ser soltera me ha dado la libertad de moverme alrededor del mundo sin tener que priorizar los quehaceres de la casa. Y esta libertad me ha traído momentos que no cambiaría por nada de este lado de la eternidad.”

También hay citas similares de Trevor Douglas en sus notas. Douglas es un sirviente, un misionero soltero en las Filipinas. Dios sabe lo que Él está haciendo en cada una de nuestras vidas. Él sabe lo que Él está haciendo, y Él está diseñando nuestras vidas para Su gloria, y podemos confiar en El. La tercera razón por la cual nos deleitamos en la soltería es porque no queremos distraernos en nuestras devociones, que es lo que dice Pablo en 1 Corintios 7:32-35.

Este pasaje dice: “Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor; pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer. Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella. La doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu; pero la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido. Esto lo digo para vuestro provecho; no para tenderos lazo, sino para lo honesto y decente, y para que sin impedimento os acerquéis al Señor.”

Él les está diciendo a un hombre soltero y una mujer soltera, “No hay distracción cuando se trata de tus devociones. Toma ventaja de eso.”

Ahora, quiero ser cuidadoso con lo que empezaremos a profundizar, pero es muy importante. No solo en 1 Corintios 7, pero por toda la Escritura, Pablo anima a los solteros, anteriormente en 1 Corintios 6, e igualmente a los casados, particularmente a la luz del deseo sexual, que nos protejamos de los deseos sexuales impíos.

1 Corintios 6:13-18, dice: “Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder. ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.”

Huya de la inmoralidad sexual. ¡Huya! Así, en un mundo donde los solteros son animados en cualquier nivel, en pensamiento y acción, a participar de los deseos sexuales, la Biblia dice, “¡Huya!”

El Diseño de Dios para la Familia

No se deje vender la mentira de que la expresión sexual es necesaria para la realización principal de su vida. Regrese a Cristo. En Cristo la realización completa es perfecta. Nos protegemos de deseos sexuales impíos y nos protegemos de deseos egoístas impíos, Indicando en vista de que, en cierto sentido, sus devociones no son distraídas por el cónyuge, cerciórese de que no lo entregue de manera poco sana. Mateo 22:37-40, “Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.”

Stott dijo: “Además de la tentación sexual, pienso que el peligro mayor que enfrentamos [como solteros] es el egocentrismo. Podemos vivir solos con total libertad para planificar nuestro propio horario, sin que nadie lo modifique o que incluso nos aconsejen. Si no somos cuidadosos, podemos encontrar que el mundo entero está girando alrededor de nosotros mismos.”

John Piper dijo, “Hoy la soltería es apreciada por muchos debido a que trae máxima libertad para la autorrealización. Halas tus propias cuerdas. Nadie impide tu estilo de vida. Pero Pablo apreciaba su soltería, porque la puso totalmente a disposición del Señor Jesús…

En la actualidad se promueve la soltería (pero no la castidad) porque te libera de la esclavitud. Pablo promueve la soltería (y la castidad) porque te libera de la esclavitud – para ser preciso, la esclavitud a Cristo.”

“Devociones sin distracciones para Cristo, que llevan al motivo último del goce en la soltería: porque queremos ser indivisibles en nuestra devoción. “Esto lo digo para vuestro provecho; no para tenderos lazo, sino para lo honesto y decente, y para que sin impedimento os acerquéis al Señor.” 1 Corintios 7:35. John Stott, dijo “Los solteros experimentan un gozo enorme de poder dedicarse, con concentración y sin distracción, a la obra del Señor.” Así que protéjase de pecados impíos, deseos egoístas y sexuales.

Nos entregamos por completo a un solo deseo: utilizar el gran don de Dios para la gran gloria de Dios entre las naciones. Elizabeth Elliot dijo, “Mi más sincera de todas las suplicas para los solteros es el abandono de sí mismo, entregar a Cristo todos los anhelos incumplidos, una voluntad inequívoca de recibir todo lo que Dios le asigna, y una determinación para practicar el sacrificio principal de Isaías 58:10-11. “La vida no sólo se convierte en mucho más simple, sino sorprendentemente gozosa y libre.” Isaías 58:10-11 dice, “y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía. Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan.” Así que, este es el evangelio y la soltería.

El Evangelio y la Viuda

El evangelio y la viuda. Dios da mucha prioridad al cuidado del huérfano y la viuda. Santiago 1:27 dice, “La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.” Por consiguiente, los fundamentos del evangelio están por toda la Escritura. Usted ve el cuidado del Padre por la viuda. El cuida de la viuda, y está en todos estos versículos.

Salmo 68:4-8: “Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre; Exaltad al que cabalga sobre los cielos. JAH es su nombre; alegraos delante de él. Padre de huérfanos y defensor de viudas Es Dios en su santa morada. Dios hace habitar en familia a los desamparados; Saca a los cautivos a prosperidad; Mas los rebeldes habitan en tierra seca.”

Éxodo 22:22-24: “A ninguna viuda ni huérfano afligiréis. Porque si tú llegas a afligirles, y ellos clamaren a mí, ciertamente oiré yo su clamor; y mi furor se encenderá, y os mataré a espada, y vuestras mujeres serán viudas, y huérfanos vuestros hijos.” Deuteronomio 10:17- 18, “Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho; que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido.” Deuteronomio 27:19, “Maldito el que pervirtiere el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén.”

Isaías 1:16-17: “Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda.” Salmo 146:9, “Jehová guarda a los extranjeros; Al huérfano y a la viuda sostiene, Y el camino de los impíos trastorna.”

Observe la misericordia del Hijo por la viuda. Usted advierte esto en el caso de la Viuda de Naín en Lucas 7:11-17. El relato dice: “Aconteció después, que él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con él muchos de sus discípulos, y una gran multitud. Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad. Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores. Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate. Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre. Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo. Y se extendió la fama de él por toda Judea, y por toda la región de alrededor.”

Él le advierte a los Escribas y Fariseos elogiando a la viuda que ofrendó en marcos 12:38- 44. Dice:“Y les decía en su doctrina: Guardaos de los escribas, que gustan de andar con largas ropas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas; que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones. Estos recibirán mayor condenación. Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento.”

Incluso Su cuidado por María en Juan 19:25-27 es una muestra de esto. Dice: “Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofás, y María Magdalena. Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.”

Observe la preocupación de la iglesia por la viuda en Hechos 6:1-6: “En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria. Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra. Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía; a los cuales presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos.”

También lo vemos en la ilustración de Tabita y las viudas de Hechos 9:36-41: “Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir, Dorcas. Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía. Y aconteció que en aquellos días enfermó y murió. Después de lavada, la pusieron en una sala. Y como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, oyendo que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, a rogarle: No tardes en venir a nosotros.

Levantándose entonces Pedro, fue con ellos; y cuando llegó, le llevaron a la sala, donde le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que Dorcas hacía cuando estaba con ellas. Entonces, sacando a todos, Pedro se puso de rodillas y oró; y volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó. Y él, dándole la mano, la levantó; entonces, llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva.

Instrucciones del Evangelio

En consecuencia, aquí están las enseñanzas en 1 Timoteo 5:3-16. Dice: “Honra a las viudas que en verdad lo son. Pero si alguna viuda tiene hijos, o nietos, aprendan éstos primero a ser piadosos para con su propia familia, y a recompensar a sus padres; porque esto es lo bueno y agradable delante de Dios. Más la que en verdad es viuda y ha quedado sola, espera en Dios, y es diligente en súplicas y oraciones noche y día. Pero la que se entrega a los placeres, viviendo está muerta.

Manda también estas cosas, para que sean irreprensibles; porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo. Sea puesta en la lista sólo la viuda no menor de sesenta años, que haya sido esposa de un solo marido, que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra. Pero viudas más jóvenes no admitas; porque cuando, impulsadas por sus deseos, se rebelan contra Cristo, quieren casarse, incurriendo así en condenación, por haber quebrantado su primera fe.

Y también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también chismosas y entremetidas, hablando lo que no debieran. Quiero, pues, que las viudas jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa; que no den al adversario ninguna ocasión de maledicencia. Porque ya algunas se han apartado en pos de Satanás. Si algún creyente o alguna creyente tiene viudas, que las mantenga, y no sea gravada la iglesia, a fin de que haya lo suficiente para las que en verdad son viudas.”

Las enseñanzas bíblicas para la iglesia son claras. La Biblia dice honra a las viudas desamparadas por medio de apoyo. Hago referencia aquí de una opinión de Bruce Winter que puede ayudarle a vislumbrar brevemente la cultura del primer siglo en Éfeso, donde Pablo estaba escribiendo 1 Timoteo. Pablo no dice que se debe atender a cualquier viuda de esta forma. En su lugar, él específica cuáles son las viudas que hay que atender. El dijo deben estar desprovistas de familiares. “Pero si alguna viuda tiene hijos, o nietos, aprendan éstos primero a ser piadosos para con su propia familia, y a recompensar a sus padres; porque esto es lo bueno y agradable delante de Dios.” (Timoteo 5:4).

En consecuencia, hijos e hijas están destinados a ayudar a sus padres y abuelos. Esto agrada a Dios, esto demuestra el evangelio. “Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.” (Timoteo 5:8). Es inadmisible que un cristiano no cuide de los miembros de su propia familia. Juan 13:35 “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.” Agrada a Dios, demuestra el evangelio, y descarga a la iglesia. 1 Timoteo 5:16, “Si algún creyente o alguna creyente tiene viudas, que las mantenga, y no sea gravada la iglesia, a fin de que haya lo suficiente para las que en verdad son viudas.”

La iglesia no deberá cargar con esto, de esta manera puede atender a aquellas que son verdaderas viudas. Por ende, la precedencia aquí la tiene la familia cada vez que sea posible. La iglesia no está señalada a ser la primera en la línea en defensa de las viudas, sino en la segunda línea de defensa. La familia va primero.

Por tanto, deben estar desprovistas de sus familiares, y luego deben estar subordinadas a Dios; pusieron sus esperanzas en Dios. 1 Timoteo 5:5, “Mas la que en verdad es viuda y ha quedado sola, espera en Dios, y es diligente en súplicas y oraciones noche y día…” Jeremías 49:11, “Deja tus huérfanos, yo los criaré; y en mí confiarán tus viudas.”

Debemos confiar en El tanto como la viuda en 1 Reyes 17:8-16. Dice: “Vino luego a él palabra de Jehová, diciendo: Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente. Entonces él se levantó y se fue a Sarepta. Y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña; y él la llamó, y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba. Y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano. Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir.

Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra. Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días. Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías.”

Ellas deben ser dependientes de Dios, y ellas deben ser devotas a la oración. Pablo dice de la viuda, “…es diligente en súplicas y oraciones noche y día.” 1 Timoteo 5:5. Una viuda no es auto-complaciente sino centrada en Cristo. Esta es una imagen maravillosa; una imagen de viudas cristianas con una devoción única a la oración y al ministerio de la oración.

1 Tesalonicenses 5:17: “… Orad sin cesar…” Efesios 6:18-20, “…orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar.”

No se puede Dejar de Pensar en Ana.

Lucas 2:36-37: “Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones. Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.”

Leí una cita de Susan Hunt que me pareció aplicable aquí. Ella dice, Me parece que las viudas entraron a una dimensión de dependencia de Dios que las prepara para el ministerio de oración intercesora. La ofrenda de la viuda fue reconocida y ordenada por Jesús, “porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento.” (Marco 12:44). Tal vez la “fuerza” de la viuda es más poderosa cuando estas se unen como ayudantes-defensoras en la oración intercesora. Las viejas que no tienen responsabilidades diarias de un trabajo son otra fuente de energía para la oración intercesora.

Eso es lo que se refleja aquí. Pues, apoya a las viudas desprovistas de familiares y devotas a Dios. Luego, el habla sobre integrar a las viudas ancianas para el servicio. Tito 2:3-5, “Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.”

Aquí es donde él habla en la segunda parte de la sección de viudas en 1 Timoteo 5, calificaciones para estas que están alistadas. 1 Timoteo 5:9-10, “Sea puesta en la lista sólo la viuda no menor de sesenta años, que haya sido esposa de un solo marido, que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra.” En consecuencia, tienen que ser mujeres maduras; haber sido esposas fieles; deben cuidar de los hijos; haber sido anfitrionas hospitalarias; tienen que ser humildes servidoras; deben ser desinteresadas; amables y devotas a la buena obra.

Luego, él anima a las viudas jóvenes a casarse en 1 Timoteo 5:11-15. Dice, “Pero viudas más jóvenes no admitas; porque cuando, impulsadas por sus deseos, se rebelan contra Cristo, quieren casarse, incurriendo así en condenación, por haber quebrantado su primera fe. Y también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también chismosas y entremetidas, hablando lo que no debieran. Quiero, pues, que las viudas jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa; que no den al adversario ninguna ocasión de maledicencia. Porque ya algunas se han apartado en pos de Satanás.”

Había un problema evidente en Efesios con las viudas jóvenes quienes eran animadas a no casarse por falsos maestros, y como resultado, estaban causando problemas en la iglesia. Así que Pablo estaba refiriéndose aquí a circunstancias específicas, y él dice, deben evitar la pereza, la cual vemos a través de toda la Escritura. Algunos ejemplos son Proverbios 6:9-11: “Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar, Y cruzar por un poco las manos para reposo; Así vendrá tu necesidad como caminante, Y tu pobreza como hombre armado.” 2 Timoteo 3:6-7, “Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias. Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad.”

También, 1 Timoteo 2:8-15: “Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda. Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad. La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión.

Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.”

Deben aborrecer los chismes, lo cual también está por toda la Escritura. Proverbios 11:13, “El que anda en chismes descubre el secreto; Mas el de espíritu fiel lo guarda todo.” Proverbios 26:20, “Sin leña se apaga el fuego, Y donde no hay chismoso, cesa la contienda.” Proverbios 16:28, “El hombre perverso levanta contienda, el chismoso aparta a los mejores amigos.”

Proverbios 20:19: “El que anda en chismes descubre el secreto; No te entremetas, pues, con el suelto de lengua.” Por consiguiente, el cuadro completo en 1 Timoteo 5 es el evangelio de obligar a las familias a cuidar de sus familiares. En las palabras de Juan Calvino, “Antes de que la iglesia tenga que llevar la carga, deja que los hijos cumplan su deber.” También, el evangelio obliga a las iglesias a cuidar de las viudas, específicamente, aquellas quienes no tienen a nadie que las cuide. 1 Timoteo 5:16, “Si algún creyente o alguna creyente tiene viudas, que las mantenga, y no sea gravada la iglesia, a fin de que haya lo suficiente para las que en verdad son viudas.” Esa es la disposición de Dios.

El Evangelio y el Divorcio

Muy bien, continuemos. El evangelio y el divorcio, y por consiguiente, veamos la distorsión del hombre, y obviamente, esto es un asunto difícil para muchas personas. Dudo que muchas de las personas involucradas en este estudio, aquí y alrededor del mundo, no hayan sido, de algún modo, afectadas por el divorcio en sus familias, o cercanas a sus familias. Así que seré especialmente cuidadoso al dirigir esto con seriedad para cualquiera que esté considerando el divorcio, y con sensibilidad para aquellos que tienen heridas del divorcio. Por tanto, oraré para que la Palabra haga esto. Hay tres pasajes: 1 Corintios 7, Mateo 19, y luego Deuteronomio 24. Leámoslos rápidamente.

“Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido; y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer. Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos. Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios. “(1 Corintios 7:10-15)

En seguida, pasemos a Mateo 19:3-12. En 1 Corintios 7, Pablo cita de Jesús en el principio, y lo está citando desde aquí, y es similar en Lucas 16 y Marco 10: “Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? El, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla?

El les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así. Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera. Le dijeron sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse. Entonces él les dijo: No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado. Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba.”

Seguidamente, en Deuteronomio 24, el cual es el pasaje de la conversación referida en Mateo 19:

“Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa. Y salida de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre. Pero si la aborreciere este último, y le escribiere carta de divorcio, y se la entregare en su mano, y la despidiere de su casa; o si hubiere muerto el postrer hombre que la tomó por mujer, no podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer, después que fue envilecida; porque es abominación delante de Jehová, y no has de pervertir la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad. ” (Deuteronomio 24:1-4)

El Divorcio y la Iglesia

Entonces, en Génesis 2:24. Dice, “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”. ¿Entonces, como entendemos la Palabra de Dios aquí? Empezaré haciendo algunas declaraciones sobre divorcio y la iglesia. Creo que, en muchas ocasiones, nos hemos aislado nosotros mismos, con poca profundidad en nuestras enseñanzas en la iglesia sobre el divorcio. Nos hemos aislado los unos de los otros.

Como resultado de la falta de enseñanza sobre el divorcio, no sabemos cómo conectar bíblicamente a los amigos y familiares que están considerando el divorcio, o que se han divorciado.

En consecuencia, ¿qué le dirías a un cristiano que está considerando el divorcio? Todo esto lleva a la tercera conclusión que me inquieta: hemos ignorado el problema. Preferimos no hablar del problema, no hacerle frente, y esto es un error. Es un error, hermanos y hermanas, cuando cristianos corren a los tribunales cuando deberían estar corriendo a la iglesia para hablar sobre el divorcio. Si hoy un cristiano está considerando el divorcio, lo primero que usualmente hace es contratar a un abogado o van a los tribunales. Esto es un error y es anti bíblico. La Biblia es precisa en esto. Busque en 1 Corintios 6:1-8. Pablo está sorprendido por que los creyentes se están llevando los unos a los otros a los tribunales.

El dice: “¿Osa alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos? ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida? Si, pues, tenéis juicios sobre cosas de esta vida, ¿ponéis para juzgar a los que son de menor estima en la iglesia? Para avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus hermanos, sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los incrédulos?

Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudado? Pero vosotros cometéis el agravio, y defraudáis, y esto a los hermanos.”

Dios prohíbe que el esposo cristiano lleve a su esposa cristiana, o que la esposa cristiana lleve a su esposo cristiano a la corte. La Biblia establece otras vías en Mateo 18 y 1 Corintios para manejar las disputas entre los creyentes.

Mateo 18:15-17 dice: “Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Más si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.”

1 Corintios 5:1-5 dice: “De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre. Y vosotros estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción? Ciertamente yo, como ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que tal cosa ha hecho. En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo, el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.”

No estoy diciendo que todos los jueces y abogados sean malos; ese no es el punto. El punto es que Dios ha establecido un proceso en Su iglesia para solucionar desavenencias entre el uno y el otro, y necesitamos comenzar, cuando se trate de luchas maritales, con correr a la iglesia y no a los tribunales. Debemos hacer esto. Nosotros, en la iglesia, no nos podemos sentar y observar que el estado se haga cargo de la institución del matrimonio y que la iglesia apenas se involucre.

Eso está mal, y necesita ser corregido. Ciertamente no debemos dejar que un juez pagano o abogados paganos determinen el destino de nuestras familias. Pablo dice muy claramente en 1 Corintios 1-5, que estamos desacreditando el testimonio de la iglesia cuando esto puede ser tratado dentro de la iglesia, y con esto deshonramos el nombre de Cristo. ¿Qué estamos diciendo a un sistema judicial cada vez más ateo cuando la mitad de los casos que están examinando son de los supuestos cristianos?

No quiero reiterar innecesariamente sobre abogados y auxiliares de justicia, pero diré esto apoyado en lo que estamos viendo y lo que estamos por ver, que si tu construye tu vida y tu empresa y tu industria alrededor de hacer del divorcio algo barato y fácil, entonces estas despreciando los designios de Dios y la gloria de Dios en el matrimonio. Eres responsable ante Dios por esto, y te pido que te arrepientas y busques Su perdón antes de que sea demasiado tarde.

¿Entonces, que debe hacer la iglesia? Esto es lo que debemos hacer. Gálatas 6:1-2, “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.”

Debemos consolarnos los unos a los otros con amor y los unos y los otros sobrellevarnos las cargas. 2 Corintios 1:3-5: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación.”

No debemos aislarnos entre nosotros, sino acompañarnos; estar al lado del otro, y mientras lo hacemos, consolarnos entre nosotros en la verdad. Proverbios 27:6, “Fieles son las heridas del que ama; Pero importunos los besos del que aborrece.”

Efesios 4:15-16: “sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.” Somos cautelosos para consolar. No consolamos con falsedad; eso no es consolar para nada. Comunicamos la verdad de las Escrituras. No decimos lo que hace sentir mejor en esas circunstancias; decimos lo que Dios dice acerca del divorcio. Así que, queremos hacer ambas cosas: consolar y confrontar, y comunicar la verdad en el amor.

El Divorcio y Dios

Entonces, ¿qué dice Dios acerca del divorcio? En primer lugar y ante todo, Dios creó el matrimonio. Ya lo hemos visto a lo largo de este estudio. Dios creó el matrimonio. Génesis 2:24, “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” Mateo 19:6, “Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.” El matrimonio es definido por Dios.

Sabias palabras de Jay Adams: “Si el matrimonio fuera de origen humano, entonces el ser humano tuviera la potestad para apartarlo. Pero debido a que Dios instituyó el matrimonio, sólo El tiene la potestad para hacerlo. El matrimonio como una institución (que incluye matrimonios individuales, por supuesto) está sujeto a las leyes y regulaciones establecidas por Dios. Los individuos pueden casarse, divorciarse y volver a casarse sólo si, cuándo y cómo El diga que ellos pueden sin pecar. Al estado se le ha asignado la tarea de llevar los records ordenadamente, etc., pero no tiene la facultad (o competencia) para determinar las reglas del matrimonio y para el divorcio; eso es una prerrogativa de Dios.”

De igual manera, usted y yo no tenemos el derecho de determinar las reglas del matrimonio y divorcio: Dios sí. El matrimonio es un pacto ante Dios. El es un Dios que guarda el pacto, y el matrimonio está destinado a reflejar su pacto de amor. Ya hemos hablado sobre esto. El matrimonio es una demostración al mundo de la alianza de Cristo con su pueblo.

Efesios 5:31-32: “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.” El divorcio no es bueno porque Cristo nunca divorciaría a Su pueblo. “Lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.” (Mateo 19:6). Por consiguiente, Dios creó el matrimonio.

Segundo: Dios aborrece el divorcio. Malaquías 2:15-16 dice: “¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, y al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales.

“El aborrece las causas del divorcio; el divorcio siempre es el resultado del pecado. El divorcio no era parte del diseño original de Dios; siempre es el resultado del pecado. Ese es todo el punto de Deuteronomio 24:1-4.

Dice: “Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa. Y salida de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre. Pero si la aborreciere este último, y le escribiere carta de divorcio, y se la entregare en su mano, y la despidiere de su casa; o si hubiere muerto el postrer hombre que la tomó por mujer, no podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer, después que fue envilecida; porque es abominación delante de Jehová, y no has de pervertir la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad.”

Por eso es que Jesús alude a esto en Mateo 19:8. “El les dijo: “Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así.” Siempre es un resultado del pecado en el matrimonio.

El divorcio también es casi siempre pecaminoso. Digo “casi siempre” porque veremos en Mateo y en 1 Corintios que Dios permite el divorcio bajo ciertas circunstancias. En esas situaciones, el divorcio en si no es necesariamente pecaminoso, pero el divorcio es, generalmente, solicitado de manera que no está permitida por las Escrituras, y tantas veces es pecaminoso. Dios aborrece las causas del divorcio, y Dios aborrece las consecuencias del divorcio.

Usted ve en Malaquías 2:13-16, y verá que el divorcio afecta negativamente a la descendencia física. Dice: “Y esta otra vez haréis cubrir el altar de Jehová de lágrimas, de llanto, y de clamor; así que no miraré más a la ofrenda, para aceptarla con gusto de vuestra mano. Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto. ¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios.

El Diseño de Dios para la Familia

Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, y al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales.”

El divorcio afecta a los niños, y quiero ser realmente cauteloso porque quiero hablar aquí enérgicamente a las mamás y papás que están pensando en el divorcio y se dejan vender la mentira de que será mejor para sus hijos cuando habrá consecuencias para sus niños. Quiero hablar aquí con sutileza porque algunos de ustedes han crecido en hogares rotos, y no quiero cargarlos más, pero aquí la idea es que Dios sabe de lo que habla cuando El dice, “No separaremos lo que Yo he unido.”

En consecuencia, el divorcio afecta la descendencia física, y el divorcio afecta negativamente la descendencia espiritual. Los efectos del divorcio sobre la traición a Cristo y el mundo son reales. Obstaculizamos el avance del evangelio en el divorcio, porque mentimos sobre la relación de Cristo con su iglesia.

Por tanto, Dios creó el matrimonio, aborrece el divorcio, y luego Dios regula el divorcio. El divorcio no era parte de su plan, y en ese sentido, Dios nunca quiso el divorcio, pero la idea que encontramos en Deuteronomio 24, Mateo 19 y 1 Corintios 7 es el reconocimiento Bíblico de que el divorcio es una realidad, así que Dios da estos convenios. Por consiguiente, lo que tenemos son dos justificaciones bíblicas que son básicas para el divorcio: uno en 1 Corintios 7 y uno en Mateo 19. Incluso en Mateo 19, algunos estudiosos han debatido, viendo pasajes similares en Marcos y Lucas, y no incluyen esta cláusula de excepción, pero veremos lo que tenemos aquí.

Comenzaremos con una de las razones para el divorcio entre creyentes y el motivo del divorcio sería el adulterio. El pueblo en Mateo 19 preguntaba en relación a Deuteronomio 24. Hablaba sobre que podía divorciarse de alguien por encontrar algo indecente en ella, y había diferentes tipos de normas y reglamentos que la gente trataba de seguir sobre la base de lo proyectado en Deuteronomio 24. Deuteronomio 24:1 dice, “Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa…”

Deuteronomio 22:22: “Si fuere sorprendido alguno acostado con una mujer casada con marido, ambos morirán, el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer también; así quitarás el mal de Israel.” También en Levítico 20:10, “Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos.”

Había muchas maneras en que esto había sido sesgado, por lo que Jesús aporta esta excepción. Mateo 19: 7-9, “Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla? El les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así. Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera.” La palabra que él utiliza aquí para la “inmoralidad sexual” es “pornea” de donde sacamos “pornografía,” y la idea es pecado sexual que rompe la alianza del matrimonio.

El adulterio es causa de divorcio. Es pecado grave, y en el Antiguo Testamento, vemos que es castigado con la muerte. Mateo 5: 31-32, “También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, de le carta de divorcio. Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.” Aquí en el Nuevo Testamento, vemos a Jesús hablar sobre cómo está permitido divorciarse. El divorcio en esta situación, dice Jesús, es posible.

El divorcio es posible en esta situación, que es donde empezamos a ver algunas de las implicaciones del evangelio en relación al divorcio, porque en el evangelio, el pecado no es el fin de la historia.

En el Antiguo Testamento, cuando hay adulterio, no se cuestiona: divorcio o muerte inmediata. Con el Evangelio hay esperanza. El divorcio entre los creyentes no es deseable. Lo que vemos en Mateo 19 es que esto es posible, pero no es obligado. Aquí hay un enfoque redentor para el conflicto en el matrimonio. Como seguidores de Cristo, no buscamos motivos para el divorcio, y eso era lo que la multitud estaba haciendo en Mateo 19; ellos estaban buscando motivos para el divorcio y Jesús los mira y les dice, “Aún así no es necesario.”

Estamos buscando razones para el divorcio. El divorcio entre los creyentes es posible en determinadas situaciones, pero no es inevitable. Este es lo primordial en Mateo 18, “Si un hermano peca contra ti siete veces en un día, y luego regresa a ti y te dice una y otra vez, ´lo siento, me arrepiento, “perdónalo.” Efesios 5:33, “Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.”

No me puedo imaginar el dolor de un cónyuge a quien se le cometió adulterio. Ni, obviamente, me lo quiero imaginar. Así que no presumo saber lo que es estar en tus zapatos, pero simplemente te exhorto a que veas el poder del Evangelio en tu corazón y, en ese proceso, busca la reconciliación. Es lo que busca el Nuevo Testamento y el evangelio. Mateo 18:21-22, “Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.”

Hay concesión para el divorcio en semejante situación, pero no significa que tenga que suceder, o que sea inevitable. No estamos buscando razones para el divorcio; estamos buscando, anhelando, orando, trabajando, y esperando que ocurra la reconciliación. El adulterio es motivo de divorcio entre los creyentes.

Luego, en 1 Corintios 7, Pablo enfoca una situación entre un creyente y un no creyente. Una causa del divorcio allí: el abandono. 1 Corintios 7:12-15 dice: “Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos. Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios. ”

Básicamente lo que Pablo dice es, que si es posible para usted seguir viviendo con su esposo o esposa no creyente, entonces hágalo y ámelo de una manera que muestre a Cristo. De nuevo, aquí la idea es la reconciliación, pero Pablo reconoce que puede haber momentos cuando el cónyuge incrédulo insiste en el divorcio y abandona, se marcha. En estas situaciones, el divorcio no solo es posible; Pablo dice el divorcio es preferible en esta situación. Es una necesidad pasiva en el versículo 15: “Déjalo ir. Deja que lo haga.” Entonces, esas son las 2 causas para el divorcio bíblico: adulterio y abandono.

Ahora, usted se habrá dado cuenta que esa es una lista bastante reducida. Sé de un montón de otras cosas que empezamos a preguntarnos. “¿Bueno, qué acerca de esto o de aquello?” Tomemos el abuso por ejemplo. Aunque no se menciona aquí, eso no quiere decir que, “Muy bien, estas supuesto a sufrir abuso en un matrimonio.” Eso significa, que si un hermano en Cristo abusa de ti, ¡llévalo a la iglesia! Bromeaba anteriormente sobre poner ancianos robustos afuera, pero la idea es que hay procesos donde esto necesita ser tratado dentro de la iglesia; donde ese hermano debe ser confrontado en su pecado. Primero por una pareja, luego por más, y luego por la iglesia. Llamarlo a él, y luego expulsarlo si continua, y evidentemente, usted no necesita estar en una situación de peligro frente a su esposo o esposa. Por tanto, quiero animarlos que piensen mientras atraviesa por esta situación, que piense junto a pastores y ancianos que conocen la Palabra, y para que lo guíe al atravesar por esto. No quiero sonar simplista al pasar rápidamente por esto.

¿Qué de volver a casarse? Volver a casarse es bíblicamente permitido sólo cuando el divorcio fue por una razón bíblicamente aceptado. He puesto otro recurso en la parte posterior de sus anotaciones sobre esto ya que hay algunos hermanos a quienes respeto profundamente que ni siquiera llegan tan lejos. Ellos dicen que volverse a casar nunca es bíblico ni permitido, pero me parece a mí, basado en el cuadro en Mateo 5 y Marco 10, que bíblicamente, volverse a casar es posible sólo cuando las razones del divorcio fueron bíblicamente aceptadas.

Mateo 5:32: “Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.” Marco 10:10-12, “En casa volvieron los discípulos a preguntarle de lo mismo, y les dijo: Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra ella; y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.” Lucas 16:18, “Todo el que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada del marido, adultera.” Por lo tanto, si alguien se divorcia basado en una de estas excepciones bíblicas, esas razones bíblicas, entonces puede ser posible para ellos volverse a casar.

En consecuencia, Dios creo el matrimonio. El aborrece el divorcio. Y, finalmente, Dios redime el divorcio. Particularmente, para aquellos que se han divorciado, quiero hablarles especialmente, porque quiero que vean que Jesús hizo un pacto con usted que Él nunca jamás romperá. Isaías 54:5, “Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado.” Isaías 49:7, “Así ha dicho Jehová, Redentor de Israel, el Santo suyo, al menospreciado de alma, al abominado de las naciones, al siervo de los tiranos: Verán reyes, y se levantarán príncipes, y adorarán por Jehová; porque fiel es el Santo de Israel, el cual te escogió.”

Tienes un Esposo Eterno que siempre perdona. Tienes un Esposo Eterno que te ama, te cuida, y te redime total y completamente. 2 Corintios 11:2, “Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo.” De igual manera, Apocalipsis 19:6-9: Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.”

“Él te fortalece, te sostiene, y te provee, y El siempre perdona, y Él es siempre fiel. Hebreos 10:23, “Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.” El nunca cometerá adulterio contra ti. Lamentaciones 3:22-24, “Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré. “Igualmente Él nunca te abandonará.

Josué 1:9: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.” Mateo 28:20, “y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” El siempre estará contigo hasta el final del mundo. No importa lo que suceda a este mundo, Jesús nunca abandonará su novia. ¡Nunca!

El Divorcio y el Evangelio

¿Entonces, qué significa esto para nuestras vidas? He enumerado seis exhortaciones aquí. Primero, si eres soltero, tal y como hemos hablado: maximiza tu soltería para el avance del evangelio. Mateo 19:12, “Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba.” Si eres casado, ama a tu cónyuge de forma que refleje el evangelio. Siga a Efesios 5:22-25.

Dice: “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella.”

Si estas considerando el divorcio y estas participando de este estudio, recuerde lo valioso del evangelio y del poder de Dios. Romanos 5:8, “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” 2 Corintios 12:9, “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.” Observe: ¿tiene motivos bíblicos para divorciarse? Si no es así, ¿cómo puede trabajar esto junto a hermanos y hermanos que ayudan en la iglesia? Incluso cuando tenga razones bíblicamente aceptadas para divorciarse, ¿es posible la reconciliación? ¿Es la restauración posible basada en el valor inapreciable del evangelio y el poder de Dios? Aquí es donde necesitamos del evangelio en nuestro matrimonio.

Si te divorciaste por causas bíblicas, descansa en el evangelio, en tu soltería o en un posible matrimonio futuro. De nuevo, algunas personas te pueden decir, no te vuelvas a casar; pero si estas divorciado por razones bíblicas, obviamente, si Él te confiere que continúes soltero, disfrútalo. Si Él te conduce a que te cases, oro por ello, por medio del poder del evangelio, mostrará el amor de Cristo por Su iglesia en tu futuro matrimonio. Si estas divorciado por una razón no bíblica, y estas soltero, arrepiéntete y confía en el evangelio para glorificar a Cristo en tu soltería.

En otras palabras, no te cases de nuevo, dice el Evangelio. Si estás divorciado por razones no bíblicas y te casas, ¿qué haces entonces? En otras palabras, si te volviste a casar después de un divorcio no bíblico, te animo a que te arrepientas y reflejes el evangelio en tu nuevo matrimonio. En ninguna parte las Escrituras indican que necesitas terminar otro pacto matrimonial divorciándote de nuevo. En su lugar, las Escrituras dicen que magnifique a Cristo en el matrimonio que tienes ahora. Palabra importante, pero confío en una buena palabra.

LESS THAN 1% OF ALL MONEY GIVEN TO MISSIONS GOES TO UNREACHED PEOPLE AND PLACES.

That means that the people with the most urgent spiritual and physical needs on the planet are receiving the least amount of support. Together we can change that!